arditi 2004 (español)

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105 Resumen La literatura sobre populismo solía describir al fenómeno como una alternativa a la vía normal del tránsito desde una sociedad tradicional a una moderna, como una forma de acceso a la participación política por parte de los excluidos o como una anomalía vis-a-vis la lucha de clases y las instituciones liberales. Más recientemente, el debate se ha desplazado hacia una suerte de terra incognita debido al interés creciente en la conexión entre el populismo y la política democrática. Una de las contribuciones más interesantes a este debate es un escrito de Margaret Canovan, aunque sólo sea porque hace menos confuso este territorio descono- cido. Su argumento parte de la tesis de Michael Oakeshott de que la modernidad política se caracteriza por la interacción entre dos estilos políticos distintos, el de la fe y el del escep- ticismo. Canovan prefiere llamarles las caras redentora y pragmática de la democracia, y su- giere que el populismo surge en la brecha entre ellas. Esto establece una relación de inte- rioridad entre populismo y democracia. El populismo acompañará a la democracia como una sombra. A veces, sin embargo, el estatuto teórico de la brecha es un tanto incierto, puesto que ésta es más apropiada para pensar la política o, más precisamente, la política radical. Uno tam- bién podría especificar más el valor conceptual de la sombra para mostrar la indecidibilidad entre el aspecto democrático del fenómeno y sus posibles tonos inquietantes. El trabajo examina esto detenidamente para ver qué otras posibilidades pueden surgir a partir de una interrogación de lo que plantea Canovan. Abstract The literature on populism used to depict the phenomenon as an alternative to the standard path from traditional to modern society, as a way to enfranchise the underclass, or as an anomaly vis-a-vis standard class politics and liberal institutions. More recently, the debate has shifted into something of a terra incognita due to the growing interest in the connection between populism and democratic politics. One of the more intriguing contributions to this debate is an article by Margaret Canovan, if only because it makes this unknown territory less confusing. Her argument draws from Michael Oakeshott’s claim that political modernity is characterised by the interplay of two distinct styles, the politics of faith and of scepticism. She renames them the redemptive and pragmatic faces of democracy, and suggests that popu- lism arises in the gap between them. This establishes a relation of interiority between populism and democracy. The former will follow democracy like a shadow. At times, however, the theoretical status of the gap is somewhat uncertain, as it seems more appropriate for thinking **.Este trabajo fue publicado inicialmente en la revista inglesa Political Studies, vol. 52, núm. 1, 2004, pp. 135-143. Varios colegas revisaron versiones preliminares. Estoy especialmen- te agradecido por los comentarios y las observaciones hechas por Margaret Canovan, Juan Martín y Francisco Panizza. **.Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Edificio “F”, planta baja, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Uni- versitaria, Col. Copilco Universidad, Coyoacán, México D.F., C.P. 04510. El populismo como espectro de la democracia: una respuesta a Canovan* BENJAMÍN ARDITI**

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105ResumenLa literatura sobre populismo sola describir al fenmeno como una alternativa a la va normaldeltrnsitodesdeunasociedadtradicionalaunamoderna,comounaformadeaccesoalaparticipacinpolticaporpartedelosexcluidosocomounaanomalavis-a-vislaluchadeclasesylasinstitucionesliberales.Msrecientemente,eldebatesehadesplazadohaciaunasuertedeterraincognitadebidoalinterscrecienteenlaconexinentreelpopulismoylapolticademocrtica.UnadelascontribucionesmsinteresantesaestedebateesunescritodeMargaretCanovan,aunquesloseaporquehacemenosconfusoesteterritoriodescono-cido.SuargumentopartedelatesisdeMichaelOakeshottdequelamodernidadpolticasecaracterizaporlainteraccinentredosestilospolticosdistintos,eldelafeyeldelescep-ticismo.Canovanprefierellamarleslascarasredentoraypragmticadelademocracia,ysu-gierequeelpopulismosurgeenlabrechaentreellas.Estoestableceunarelacindeinte-rioridad entre populismo y democracia. El populismo acompaar a la democracia como unasombra. A veces, sin embargo, el estatuto terico de la brecha es un tanto incierto, puesto questa es ms apropiada para pensar la poltica o, ms precisamente, la poltica radical. Uno tam-binpodraespecificarmselvalorconceptualdelasombraparamostrarlaindecidibilidadentreelaspectodemocrticodelfenmenoysusposiblestonosinquietantes.EltrabajoexaminaestodetenidamenteparaverquotrasposibilidadespuedensurgirapartirdeunainterrogacindeloqueplanteaCanovan.AbstractTheliteratureonpopulismusedtodepictthephenomenonasanalternativetothestandardpathfromtraditionaltomodernsociety,asawaytoenfranchisetheunderclass,orasananomaly vis-a-vis standard class politics and liberal institutions. More recently, the debate hasshiftedintosomethingofaterraincognitaduetothegrowinginterestintheconnectionbetweenpopulismanddemocraticpolitics.OneofthemoreintriguingcontributionstothisdebateisanarticlebyMargaretCanovan,ifonlybecauseitmakesthisunknownterritoryless confusing. Her argument draws from Michael Oakeshotts claim that political modernityis characterised by the interplay of two distinct styles, the politics of faith and of scepticism.She renames them the redemptive and pragmatic faces of democracy, and suggests that popu-lism arises in the gap between them. This establishes a relation of interiority between populismanddemocracy.Theformerwillfollowdemocracylikeashadow.Attimes,however,thetheoretical status of the gap is somewhat uncertain, as it seems more appropriate for thinking**.EstetrabajofuepublicadoinicialmenteenlarevistainglesaPoliticalStudies,vol.52,nm. 1, 2004, pp. 135-143. Varios colegas revisaron versiones preliminares. Estoy especialmen-teagradecidoporloscomentariosylasobservacioneshechasporMargaretCanovan,JuanMartn y Francisco Panizza.**.Programa de Posgrado en Ciencias Polticas y Sociales de la UNAM, Facultad de CienciasPolticasySociales,EdificioF,plantabaja,CircuitoMariodelaCuevas/n,CiudadUni-versitaria, Col. Copilco Universidad, Coyoacn, Mxico D.F., C.P. 04510.El populismo como espectrode la democracia:una respuesta a Canovan*BENJAMN ARDITI**106politics particularly radical politics in general. One could also specify the political valenceoftheshadowfurthertoshowtheundecidabilitybetweenthedemocraticaspectofthephenomenonanditspossibleominoustones.Thepaperlooksintothisinsomedetailtoengageinafriendlyinterrogationofherclaims.Palabrasclave:populismo,poltica,democracia,liberalismo,representacin,sntoma,reverso.Populismo y democraciaeterWorsleynosbrindaunadelasprimeraspropuestasinteli-gentes de cmo vincular populismo y democracia. Worsley par-tedeladoblecaracterizacindelpopulismoquesugiereEdwardShils: la supremaca de la voluntad popular y la relacin directa entreelpuebloyelgobierno(1970:299).Extraedosconsecuenciasdees-to.Unaesquedichasnocionesseaplicanaunagranvariedaddesituaciones,porloquesugierequedeberamosconsideraralpopu-lismocomounnfasis,comounadimensindelaculturapolticaengeneral,ynomeramentecomounaespecieparticulardesiste-maideolgicootipodeorganizacingeneral(p.300).ConestoWorsleyquieredecirqueelpopulismonopuedereclamarunapu-rezaconceptualparasmismo,oqueelcomoataldelpopulis-mo siempre est contaminado y no puede determinarse fuera de uncontexto.Laotraconsecuenciaesquesepuederepresentargrfica-menteelgradodecercanaentreelpuebloyloslderesalolargodeuncontinuoqueseextiendedesdelano-participacintotaldelamasadelpueblo,enunextremo,alidealanarquistadecomunaautogobernada,enelotro(p.300).Sibienusaestaescalaparadis-tinguiraladerechadelaizquierda,ellaparecemsapropiadapa-radiferenciaralapolticaelitistadelaparticipativa.PeroWorsleytambinidentificaloslmitesdeunargumentoqueseapoyasola-menteenlarelacindirectaentrelderesymasas,puesensocie-dadescomplejasstaslopuedeserunarelacinsimblicaomisti-ficadora.Poresointroduceunamodificacinimportanteadichoargumento. El populismo no slo se refiere a este nexo, sino tambinalaparticipacinpopularengeneral,seastagenuinaomeraseudo-participacinespuria,estoes,sinimportarcunineficazresulteseresaparticipacin(p.301).P107CuestionescontemporneasLareferenciaalaparticipacinescrucialparaelargumentodeWorsley.stecuestionalatesisdeLipsetdequelabuenasociedadesaquellaenlaquelosciudadanospuedenescogerentredistintoscandidatos,puessealaacertadamentequeelloreducelademocraciaacuestionesdeprocedimientocomolainstitucionalizacindelaoposicinyelcambioperidicodelgobierno.Enotraspalabras,cuestionaelencierredelademocraciaensuformatoliberal.Alenfocarsuanlisisenlaparticipacin,Worsleyamplaelcampodeloquenormalmenteentendemospordemocracia:sistaesunamaneradeponerenlaprcticalasupremacadelavoluntadpopu-lar,entoncessepuedeafirmarquedesdeelpuntodevistahistri-colademocraciasiempreinvolucrmuchomsquelosingresosyegresosparlamentarios(p.302).Suconclusinesqueladimen-sinpopulistanoesdemocrticaniantidemocrticaensmismalosmovimientosfascistas,ascomolosigualitaristasylosrefor-mistastambinpuedenalegarquerepresentanalpuebloyapelaraformasdeparticipacindirecta,peroporlomenosesprofun-damentecompatibleconlademocracia(pp.302-303).Estacompatibilidadesloquemeinteresa.Laliteraturarecientesigueestalneadepensamientoalexaminarladimensintericadelademocraciapoltica.EnelcasodelaUninEuropea,Hayward(1996)veelpopulismocomounarespuestaalaslimitacionesdelademocracia elitista. Los crticos de sta dicen que las elites ya no ve-lanporelinterspblicoyquehansidodesacreditadasporlaco-rrupcinenlosmsaltosniveles(1996:10).Eldeclivesostenidodelospartidosdemasasydelacapacidaddeorganizacioneselitistaspara movilizar al pblico abre un espacio para la poltica renovadoraimpulsadaporlosmovimientossocialesylosllamadoschallengerparties(pp.21-22).Elfracasodelafuncinmediadoradelaselitesimpersonales,dice,funcionacomoalicienteparaqueaparezcangrupos populistas y de otro tipo que buscan contrarrestar el d-ficitdemocrticoenlaUninEuropea.Msan,puestoquesusmtodosdeaccinpolticaincluyenlaaccindirecta,estoensan-cha la gama de opciones para la participacin de los ciudadanos msalldelademerosvotantesocasionalesqueseleccionanalgunaopcin partidista en procesos electorales (p. 23). Hayward concluyeque,apesardelasreservasquealgunospuedanteneracercadelpo-pulismo, en la Unin Europea la democracia representativa est con-108denada a cohabitar con las fuerzas contrapuestas del elitismo y el po-pulismo(p.27).Canovanproponealgoparecido,aunqueenlugardeelitismoypopulismo habla de las caras pragmtica y redentora de la democra-cia. Como otros autores que han escrito sobre el tema, concibe el po-pulismo como una invocacin al pueblo antes que a las estructurasdepoderestablecidasyalasideasyvaloresdominantesenlasociedad (1999:3). Canovan aclara lo que quiere decir con esto. Pri-mero,aligualqueenelcasodelosnuevosmovimientossociales,lamovilizacinantisistemadelpopulismosedirigeamenudoencontradelospartidos,peroadiferenciadelosmovimientos,elde-safopopulistaapuntatantoalestablishmentpolticoyeconmicocomoalosvaloresdelaselitesydelosformadoresdeopininenelmbitoacadmicoyenlosmediosdecomunicacin.Segundo,hayunaautoridadreconocidaelpuebloqueconcedelegitimi-dadaestarevueltacontralasestructurasdepoderenlamedidaenque los populistas dicen hablar en nombre del pueblo. Su estilo dis-cursivosecaracterizaporelusodeunlenguajesimpleydirectoyporproponersolucionespolticasigualmentesimplesydirectaspa-raresolverlosproblemasdelagentecomn.Porltimo,hayuncierto nimo populista que se caracteriza por el tono evangelista deunmovimientomotivadoporelentusiasmoyunatendenciaaen-focarlasemocionescolectivasenunldercarismtico(pp.3-6).Luegodeesbozarlascoordenadasbsicasdelpopulismocomoreaccincontralapolticacomolomismodesiempre,Canovan,al igual que Hayward, deja de lado la discusin acerca de la ideologay del contenido de las polticas populistas y se aboca a examinar estefenmenoensurelacinconlademocracia.Supropuestabsicase nutre de la distincin que hace Oakeshott entre los dos estilos quehancaracterizadoalapolticaeuropeaalolargodelamodernidad.Unoeslapolticadelafe,lacreenciaenqueesposiblelograrlaperfeccinatravsdelesfuerzohumano,oquelahumanidadpue-daalcanzarsusalvacinsinqueintervengaladivinaprovidencia(Oakeshott,1998:50).Esunestilocaracterizadoporlaausenciadeescrpulos,lasospechadequelaformalidadenelgobiernoylain-sistencia en la letra de la ley perjudicar a la empresa (p. 88). El jaco-binismoseraunbuenejemplodeello.Alotroestilolodenominapolticadelescepticismo,lacreenciaenquelosgobiernostienenl-109Cuestionescontemporneasmitesyalosumopuedenaspiraramantenerlapazymejorarelsistemadederechosyobligacionesyelsistemaconcomitantedemedios de reparacin, que en conjunto integran el orden superficial(p. 62). Para Oakeshott, ninguno de estos estilos puede existir en es-tado puro, o en soledad; hay que verlos como los polos de una solaactividad y no como meros opuestos alternativos (p. 127). Cuandoaparecenporssolos,sevuelvensupropianmesis,lacausadesupropiacada(pp.128y167).Latensinentreellosexplicalapro-fundaambigedaddenuestrovocabulariopoltico(pp.45y157),cuyos trminos son reclamados continuamente ora por un estilo, orapor el otro, y explica asimismo la contingencia de todo esquema delapoltica,puestoquestossonelresultadodelasfortunascam-biantesdecadaestilo.Usandoestadistincincomopuntodepartida,perodenominan-doalafeyalescepticismocomoredencinypragmatismorespec-tivamente,Canovansugierequepodemosentenderalademocra-ciamoderna(tantolaideacomoelfenmenodemocrtico)comounpuntodeinterseccinentrelospolosredentorypragmticodelapoltica,yqueentreestosdospolosseabreunabrechaenlaqueelpopulismopuedeaparecer(1999:9).Mencionatrestensio-nesespecficasquerevelanlaexistenciadeestabrecha.Primero,elpragmatismo concibe a la democracia como una manera de adminis-trar conflictos sin recurrir a la represin y sin que stos desemboquenen la guerra civil. El conjunto de instituciones electorales y prcticasdelademocraciarepresentativaproporcionalosmecanismosindis-pensablesparaello(p.11).Sinembargo,lademocraciatambintie-neunacaramsgloriosarelacionadaconlaredencinsecular,lapromesadeunmundomejoratravsdelaaccindelpuebloso-berano(p.12).ParaCanovan,cuandolabrechaentrelapurezademocrticayelnegocioturbiodelapolticaseensanchademasia-do,lospopulistastiendenaocuparelterritoriovacanteconlapro-mesa de reemplazar el sucio mundo de las maniobras partidistas conelidealluminosodeunademocraciarenovada(p.12).Tomoestenfasis en la renovacin en el sentido de una reforma o de una reins-titucindelordenexistente,seaensusdimensionessociales,polti-cas o econmicas. Segundo, hay una brecha entre la promesa demo-crticadeotorgarpoderalpueblodeampliarsucapacidadparaincidirenlosgrandesasuntosqueafectananuestrasvidasyel110desempeorealdelasdemocraciasexistentesencuestionescomolaparticipacinpopularylaactuacinresponsabledelosrepresen-tanteselectos.staesotrafuentedetensionesquefuncionacomosemilleroparaelsurgimientodedemandaspopulistas(p.12).Porltimo,elpopulismoseaprovechadelastensionesentrelasinsti-tucionesdemocrticasylaalienacinqueellasinevitablementege-neran,esdecir,explotalastensionesexistentesentrelavisinro-mnticadeunamanifestacinespontneadelavoluntadpopularpor un lado y, por el otro, las instituciones y la especializacin profe-sionalquesonnecesariasparaadministraresavoluntad(p.13).Losmovimientospopulistas,dice,reaccionancontraestoautorizandoalderes carismticos que prometen romper con la rutina de las insti-tuciones burocrticas y convertir a la poltica en una experiencia mspersonal(p.14).Entodosestoscasos,laintervencinpopulistain-vocalacararedentoradelademocraciacomouncorrectivodelosexcesosdelpragmatismo.La brecha y el fenmeno elusivoAs,elejetericodesucontribucineslaideadequelabrechaenlaqueapareceelpopulismodependedeunciertodesencuentroen-tre las dos caras de la democracia. El populismo surge como una res-puestaalaasimetraprovocadaporunexceso(depragmatismo)yundficit(deredencin).Cmohemosdeevaluarelestatutoconceptualdeestabrechaoentremedio,esdecir,culeslaimpor-tanciatericadelespaciamientoexistenteentrelasdoscarasdelapolticademocrtica?Haydosopciones.Unaesconcebirestabrechacomoelresulta-do de un equilibrio precario entre pragmatismo y redencin, lo cualimplicaraqueesposibleyquizsinclusonecesariohallaral-goascomolacombinacincorrectadeambos,seaatravsdeunabsquedapacienteocomoresultadodelaingenierainstitucional.staseraunasolucinaristotlica:talcomolabuenaconstitucinconsisteenlamezclacorrectadecomponentesmonrquicos,aris-tocrticosyconstitucionalesodemocrticos,labuenacomunidadpolticaseraaquellaquelograbalancearelpragmatismoconlare-111Cuestionescontemporneasdencindemaneratalquecancelalatensinentreambos.Elpro-blema es que entonces habraque descartar elpopulismo de antema-no,puesseesfumaralabrechaenlaquestepuedeaparecer.Elpopulismoterminarasiendounaespeciedeaccidenteoperturba-cinexorcizadaatravsdelamezclacorrecta.Aprimeravista,pareceraqueCanovanapuestaporestaopcincuandodicequeelpopulismoflorececuandolabrechaentrelasdoscarasdelademocraciaseensancha,puesestosugiere,porim-plicacin,quesistafueralosuficientementeangosta,elespaciodeaparicindelpopulismotambinquedarareducido.Tambinpa-recera que hay una veta aristotlica en Oakeshott, por lo menos deacuerdo con lo que dice en su introduccin Timothy Fuller, el editordesulibro,alreferirsealabsquedadeunequilibriocorrectoen-trelafeyelescepticismo(Oakeshott1998:12-13).Perosiunoleelostextoscondetenimiento,sepuedeverqueambosautoresexpl-citamenteevitantalsolucin.Ensusconclusiones,Oakeshottefec-tivamente propone el principio del punto medio entre los dos polosdelapolticamoderna,perocomparasuideadelbalanceadecuadoconelequilibriocambiantedeltipoquebuscaelestibador,quiensesirvedesupesoparamantenerelbarcoconlaquillanivelada(p.163).Poreso,Oakeshottdescribeestepuntomediocomounaregin intermedia de movimiento y no como un punto central de re-poso (p. 161). Esto significa que los arreglos polticos no tienen nadaqueverconlabellezaestticadelasformasgeomtricas;serefiereaarregloscontingentesquesonelresultadodemezclasvariablesentrelosdosestilospolticosdelamodernidad.Esms,Oakeshotthabladeunaasociacinsorprendenteentrelapolticadelafeylapolticadelescepticismo.Estosestilosdegobiernoformanunauni-dad en su atraccin y repulsin mutua. Describe esta relacin comounaconcordiadiscorsoarmonaenladiscordia(pp.126y157),unoxmoronparecidoalqueusaKantinsociablesociabilidadpara caracterizar al gnero humano. Aqu no hay rastro de un razo-namiento aristotlico. Asimismo, para Canovan, el pragmatismo y laredencinsonnecesariosparaelfuncionamientodelademocracia,puesambosactancomouninterminablecorrectivodelotro.Son,agrega,unpardegemelossiamesespendencieros,ineludiblementeunidosentresatalpuntoqueserailusoriosuponerquepodemostenerunosinelotro(1999:10).112Unavezquehemosestablecidoquelabrechanoeselresultadodeunamezclafalliday,porconsiguiente,queellanodebeconfun-dirse con un vaco que podra y debera ser llenado, podemos pasaraexaminarlasegundaopcin,unaqueconcibealabrechacomoundesencuentroestructuralentrelosdospolos.Elencuentrodelpragmatismo con la redencin siempre vendr muy temprano o de-masiado tarde y, por consiguiente, la tensin generada por el excesoo el dficit de uno o el otro y por el papel correctivo de uno sobreelotroserinterminable.Aquelasuntoyanoescmoosilasdoscaraspodrnjuntarse,puesesaposibilidadquedaexcluidadeantemano.Antesbien,serefiereaqueelespaciamientoqueexis-te entre ellas confirma que su no coincidencia es un rasgo constituti-voynoaccidentaldelapolticamoderna.TantoparaCanovanco-mo para Oakeshott, la poltica democrtica requiere este entremedioparamantenerenjaquetantoalacomplacenciacomoalromanti-cismo. No obstante, aqu surge un problema: si la brecha es un rasgoestructural, entonces no hay motivo alguno para pensar que slo en-gendrarunadescendenciapopulista.Esperfectamentefactiblequeotrosmovimientospuedensurgirall,porloqueenlugardeserlacondicindeposibilidaddelpopulismo,labrecharesultaserunes-paciodeaparicinparaelimpulsodereformapolticaengeneral.LapropiaCanovanlodicehaciaelfinaldesuensayocuandosos-tienequeelpopulismonoeselnicotipoderadicalismoqueflorece en esta brecha, pues tambin incluye a la teora y la prcticade la democracia participativa que surgi con los nuevos movimien-tosdelosaossesenta(1999:14-15).stanoesunaobservacinmenor,puesplanteaundilemaenloquerespectaalaespecificidaddelfenmenoqueestamosexami-nando.Porunlado,CanovanreelaboraladistincindeOakeshottentre las dos caras de la poltica moderna para dar cuenta de la expe-rienciapopulistaenlasdemocraciascontemporneas.Lavirtuddeesteargumentoradicaenlamaneracreativaenqueellatrasladalosdosestilosaotroescenarioypiensalabrechaentreelloscomoes-pacioparaelsurgimientodelpopulismo.Porotrolado,esteargu-mento va ms all del populismo, pues se remite a la poltica demo-crticaradicalengeneralo,msprecisamente,ala polticaradicalasecas,seademocrticaono,puesOakeshottnosrecuerdaunayotra vez que estos estilos nacieron con la modernidad poltica y han113Cuestionescontemporneasdado forma a sta durante los ltimos quinientos aos. Hemos vistoqueestosignificaquelabrechaquenacedelespaciamientoconsti-tutivoentrepragmatismoyredencinespecialmentelabrechare-sultantedelexcesodeaqulsobrestadacuentadelsurgimientodelfenmenopopulista,perotambindecualquiermovimientoocoalicin que busca fortalecer el lado redentor de la poltica. Es porelloqueestanotableintuicintericadeCanovannosdicemuchosobrecmoprocederenelestudiodelaprcticarealdelapoltica,quenuncapuedereducirseaunpragmatismodesencantadodespo-jado de todo elemento mesinico o redentor, pero tambin limita laimportanciaanalticadelabrechaparaexplicarelfenmenopopu-listaensucomotal.Uno podra tratar de especificar esto por otros medios. Laclau lohacemedianteunapermutacinconceptual,puestoquesostieneque el populismo y la poltica son trminos intercambiables. Es bas-tante claro al respecto. Si el populismo consiste en postular una al-ternativaradicaldentrodelespaciocomunitario,unaeleccinenlaencrucijadaquedeterminarelfuturodeunasociedaddada,noseraentoncesunsinnimodelapoltica?Larespuestaslopue-de ser afirmativa (Laclau, 2002). Reconozco el atractivo de este argu-mento,puesinterpelaaquienescompartimoslaintuicindequetoda poltica, sea democrtica o no, tiene una veta populista. Sin em-bargo,tambinesdesconcertante,yaquebuscaespecificarelvalorconceptualdelpopulismodotndolodelosatributosdelapoltica.Soyrenuentearefrendarunainflacinconceptual,elusodedosconceptosparadesignarlainterrupcinradicaldelespaciocomu-nitario,oaaceptarlaconfusinresultantedeveralpopulismoyalapolticacomotrminosintercambiables.Estonosignificaquesedebaapostarporunaclaridadcartesiana.Todareferenciaaunes-trictocomotaldelosconceptosesengaosa,especialmentesiaceptamoselargumentodeOakeshottsobrelaprofundaambige-daddenuestrolxicopoltico.Lalenguaeselsitiodeunforcejeocontinuoenelquelafeyelescepticismotratandeasentarsusde-rechossobreelsentidodelostrminosdenuestrovocabulario.Ungrado de deslizamiento lingstico y de polmica en torno a los con-ceptos es inevitable, con lo cual la posibilidad de un estricto comotaldelpopulismoquedadesautorizadadeantemano.114Recurrencias espectralesAun as, podemos precisarlo un poco ms sin descartar la referenciaa las peleas interminables entre los hermanos siameses del pragmatis-mo y la redencin? Creo que s. Una mirada atenta al segundo temadesarrollado por Canovan, el populismo como una sombra de la de-mocracia, puede ayudarnos. Qu nos dice esta metfora acerca de larelacin entre populismo y democracia? La sombra populista, es undefecto,unaccidente,unarecurrenciaounrasgoestructuraldelademocracia?Laimpresindelametforadependeprincipalmen-tedeloqueevocaenellector.Canovanprimeronoshabladelpo-pulismocomolasombraproyectadaporlademocracia(1999:3).Elnfasisrecaeenelpor,comoenlafraseproyectadaporlademo-cracia,locual,claroest,nosllevaapreguntarenquconsisteesasombraysobrequseproyecta.Unaposibilidadespensarlasom-bracomoindicadordeunproblemadelademocracia.Comolosliberalesnosuelenaprobarlamanerasuigenerisquetienenlospo-pulistas de interpretar las reglas e instituciones democrticas, tal vezpodramos pensar en el populismo como una sombra arrojada sobreelcomponenteliberaldelasdemocraciasmodernas.Canovan,em-pero,nosadviertelospeligrosdeunavisinsimplistadeunpopu-lismo poco liberal que, no obstante, encarna el lado democrtico delademocracialiberal(p.8),puesellonosllevaraaconcebirloco-mounasuertedeexperienciaultrademocrtica.Estaadvertenciaesrazonable,perohayquerecordarquelapropiaCanovansealaquelospopulistasdesconfandemediacionesinstitucionalescomolospartidospolticosestablecidosolascomplejidadesdelproce-solegislativo,lascualesrequierenexpertosypolticosprofesiona-les en vez del hombre comn ensalzado por el discurso populista.Si uno pone el acento en estos aspectos tpicamente liberales de la de-mocracia,elpopulismopareceraserunproblemaounasombraarrojadaporlademocracia.Msprecisamente,arrojadaporelfun-cionamientodelademocraciapoltica,seadebidoaunexcesodepragmatismoqueinvitaaqueintervengasugemeloredentorcomocorrectivooaunasobrecargasistmicacausadaporunaparticipa-cinpopulardescontrolada.Sinembargo,unasombranoesunaccidentequepuedeocurrirono.Dejandodeladolasocasionesespecialesdelanocheyel115Cuestionescontemporneasmedioda,cuandolassombrasdesaparecen,ylapresuntaaunqueannoconfirmadaposibilidaddelosmuertosvivientes,quenolatienen,unasombraes,pordefinicin,aquelloqueacompaaaun cuerpo. Si el populismo es una sombra de la democracia, siempreseguirastacomounaposibilidadyprobablementecomoalgomsqueunaposibilidad,puesnadieeligeteneronounasombra.EstopareceserloqueproponeHayward:enlapolticaeuropea,elpopulismo coexiste con la democracia representativa. Quizs es poresoquemstardeCanovanyanohabladeunasombraarrojadaporlademocracia,sinodeunamovilizacinpopulistaquesiguealademocraciacomounasombra(p.7,nfasisagregado).Aqu,lametfora sufre un cambio connotativo sutil pero significativo. Con-firmaqueelpopulismonopuedeasimilarseaunfuncionamientodefectuosoyque,sibienstenoesequivalentealademocracia,esuna sombra que persiste y, como tal, debemos concebirlo como unaposibilidadqueseasientaenlaprcticamismadelademocracia.Elasuntoesdeterminarcunasentadaestdichaposibilidadyqu es lo que conlleva, pues una vez que damos por hecho que hayunarelacindeinterioridadentreelpopulismoylademocracia,elcamposemnticodeestosconceptoscomienzaasuperponerse.Lapurezadefronterases,claro,unanocinfalaz,peromeparecequeelreconocimientodeunacontaminacinconceptuallatesisdeOakeshottsobrelaambigedaddenuestrolenguajepolticonodebellegaralextremodeaceptarlatesisdeLaclaudequepopu-lismoypolticasonintercambiables.Porunlado,elespaciamientocreadoporlasdisputasentrelosgemelossiamesesdelaredenciny el pragmatismo es un rasgo distintivo de la poltica moderna y unacondicin de posibilidad para el surgimiento de movimientos refor-mistasy,porelotro,lareferenciaalasombracomoalgoquesiguealademocraciaconviertealpopulismoenunaposibilidadinternadelademocracia.Decualquiermodo,ladificultadquemencionantesreaparece,pueslareflexinacercadelaexperienciapopulistase traslapa con un argumento que parece ms apropiado para descri-birlasvicisitudesdelapolticamodernaquelaespecificidaddelpopulismo.Quizs,ydebosubrayarlanaturalezatentativadeestequizs,podemosprecisarmslaintuicinacercadelainterfazentrelabrecha y la sombra modificando el estatuto de la sombra y agregn-116dole rasgos adicionales. Esto nos permitir afinar el valor conceptualdelfenmenopopulista.SiguiendoaDerrida(1995),quienpopula-riz la discusin sobre los espectros y la lgica espectral en su lecturade Marx, podramos referirnos al populismo como un espectro en lu-gardeunasombradelademocracia.Nosetratadeunadistincinescolstica o un mero juego de palabras. Un espectro sugiere la ideade una visitacin, como en el caso del retorno del padre de Hamlet,pero tambin algo inquietante, como el espectro del comunismo c-lebrementedescritoporMarxyEngelsaliniciodelManifiestocomunista.EstesignificadodobleestimplcitoenelargumentodeCanovanacercadelasombra,perolareferenciaalaespectralidadretomalainteraccinentrelasdosopcionesdemaneraexplcitay,loqueesmsimportante,seremitealaindecidibilidadestructuraldelpopulismo,puesstepuedeseralgoqueacompaaoqueacosaalademocracia.Podemosverestaespectralidadentresmodosdedarsedelpopu-lismo,todosellosvinculadosconlapolticademocrtica(Arditi,2004). Cada uno desplaza el fenmeno a lo largo del intervalo entrelasimplevisitacin,loinquietanteylaamenazaparalademocra-cia. En primer lugar, el populismo puede ser un modo particular derepresentacincompatiblecon,peronoidnticoa,laconcepcinliberal-democrticadelgobiernorepresentativoenelcontextome-diticodelapolticacontempornea.Maninhabladelasmetamor-fosisdelarepresentacinysostienequelaviejademocraciadepartidosestsiendoreemplazadaporloquedenominademocraciadeaudienciaodelopblico.Estosedebeadosdesarrollosrecien-tes.Unoesqueelmercadeopolticoylaexpansindelosmediosdecomunicacindemasaespecialmentelaradioylatelevisinhan debilitado la importancia que solan tener los activistas polticosyburcratasdepartido.Hoy,dice,loslderespolticospuedenpuentearalosaparatospartidariosyestablecerunarelacindi-rectaconelelectoradoporlavameditica(Manin1998:268-269).Losmediosdecomunicacinlespermitendesarrollarunalegitimi-dadpersonalrelativamenteindependientedelosaparatospolticos.Perolosmediosdecomunicacinnoslobeneficianaloslderesprofesionales,sinotambinaquienessepresentanasmismos,demanera legtima o engaosa, como outsiders de la poltica y explotanesapercepcinanteelelectorado.Estaposibilidaddelograruna117Cuestionescontemporneasinmediatezvirtualentreelectoresycandidatoscoincidecondosaspectosquecaracterizanalpopulismo,supretensindeapelardi-rectamentealpuebloysupropensinaseguiralderesquegozandeunalegitimidadporencimaoalmargendelasinstituciones.El otro desarrollo mencionado por Manin es que en un mundo cre-cientementecomplejo,nadieesperaquequienesocupanuncargoderepresentacinpopularpuedancumplircontodassuspromesaselectorales.Antesbien,laexigenciaquesepresentaantelavelo-cidadeintensidaddeloscambioseconmico,tcnicoyculturalesquelosrepresentantesseancapacesdeajustarserpidamenteacir-cunstanciasimprevistas.PoresoManinsostienequequizlademo-craciadeaudienciaestrecuperandoloqueLockedenominabaprerrogativa,esdecir,elpoderdetomardecisionesenausenciadeleyespreexistentes(p.270).Laconfianzapersonalseconvierteenuncriterioimportanteparadeterminarlaopcinelectoral;loselectoresseinclinanmsporaquellosenloscualesconfanparato-mar decisiones en un mundo cambiante (pp. 270 y 276). Veo en estacombinacin de poder de prerrogativa y confianza un terreno frtilparaqueprosperelatradicinpopulistadelderesfuertes,sloquestosyanopuedenservistoscomoexcepcionesoanomalasenelentramadoinstitucionaldelgobiernorepresentativo,sinocomouncomponentefuncionaldelademocraciadeaudiencia.Enesteescenario,elpopulismoseconvierteenunacompaanteespectraldelapolticaliberal-democrtica.Empero,ademsdeestarelacindeinterioridadconlarepresen-tacinpoltica,hayunasegundamodalidaddelpopulismo.Serefiereaunmododeparticipacinquesealejadelasreglasdeeti-quetaomodalesdemesadelaselitespolticassinpedirdisculpaspor su brusquedad. Su imagen arquetpica es la de un aficionado delfutbol que reacciona ruidosamente ante las victorias y derrotas desuequipo,avecesdemaneraviolenta,sinpreocuparsemayormenteporlasformalidadesdelacivilidad.Seacomounareaccincontralapolticaconvencionalocomounarespuestaantelosfracasosdelademocraciaelitista,estamodalidaddelaintervencinpopu-listatieneelpotencialderenovaryalavezperturbarlosprocesospolticos,sinqueellosiempreonecesariamenteimpliquerebasarelformato institucional de la democracia. Su accin se despliega en losbordes ms speros del orden democrtico liberal. En todo caso, re-118sultaevidentequeconelloelespectrocomienzaadistanciarsedelamodalidadanterior,dondeeraunasuertedecompaeroderutade la representacin liberal democrtica en su forma meditica. Msbienaparececomounapresenciainquietanteycomienzaagenerarcierta incomodidad en la clase poltica, la prensa y la intelectualidad.Una tercera y ltima modalidad del populismo revela el potencialms ominosodela metfora dela sombra. Aquel espectro yano serefiereaunavisitacin,sinoaunaamenazaqueponeenpeligroalademocracia.Porejemplo,ladesconfianzaeinclusoeldesapegohacialosprocedimientosinstitucionalesylascomplejidadesdelprocesolegislativodesconfianzaqueOakeshottidentificacomounodelosrasgosdelapolticadelafesetrasmutaenunainter-pretacindiscrecionaldelasnormasdelEstadodederecho.Pre-visiblemente, cuandoestoocurre,elpopulismo se desliza fcilmentehaciaelterrenodelautoritarismo.Siestnenfuncindegobierno,estomultiplicalosconflictosconlajudicaturayotrospoderesdelEstado, y si estn en la oposicin, desdibuja la frontera entre la mo-vilizacin de la multitud y la arbitrariedad de la turba. Lo curioso esqueuncomportamientoantidemocrticoviolentaelderecho,perono implica necesariamente la prdida de legitimidad o de apoyo po-pular. Para mantener ese apoyo, el repertorio discursivo del populis-mocuentaconlaexplotacindelosmiedosdelagenteapelandoal chauvinismo nacionalista o a la xenofobia y la propensin a for-mularpromesasdemaggicas.Esto,claro,requiereungobiernofuerteydecisivo,exigenciaquepuedefuncionarcomocoartadapa-ra justificar acciones arbitrarias en nombre de una causa superior co-mo la lucha contra elites corruptas y egostas que han perdido el con-tacto con el pueblo. Pueden salirse con la suya, al menos en el cortoplazo,siempreycuandosusaccionesseanpercibidascomounaex-presindelavoluntadpopular.Aqu entra en juego una variante de la teora de la obligacin pol-tica de Hobbes. El clsico intercambio de proteccin por obedienciaqueproponaHobbessetrasmutaenunalealtadpasionalhaciaunlderyunaagrupacinpolticaacambiodebienescomotrabajoyseguridad, o al menos de la promesa de proporcionarlos una vez queestnenelgobierno.Adems,lacentralidaddeloslderesysusu-puestarelacindirectaconelhombrecomnbuscadotarlesdeuna legitimidad suprainstitucional y convertirles en una suerte de so-119Cuestionescontemporneasberanosinfaliblescuyasdecisionessonincuestionablesporquesonsusdecisiones.Sellegaasalpuntoenqueelmododerepresenta-cin populista y la inclinacin por un estilo particularmente bruscodehacerpolticadejandesermomentosinternosalprocesodemo-crticoypasanasersuamenazantereverso.Ensuma,podemosobservarqueelnfasispuestoenlarelacinespectralentreelpopulismoylademocracianoesunaalternativaa lo que sostiene Canovan, sino ms bien una manera de complemen-tar su propuesta. La indecidibilidad entre la visitacin y la presenciaamenazanteabreunagamadeposibilidadesomodosdedarsedelpopulismo, entre ellas las tres que he mencionado aqu. Como peri-feria interna de la poltica democrtica, puede ser una dimensin dela representacin y un modo de participacin que se inscribe en susbordes ms speros, pero tambin algo ms inquietante, su nmesis,que no surge extramuros, sino en el propio seno de las democracias.Recibidoel3dejuniode2004Aceptadoel7dejuniode2004BibliografaArditi,Benjamn,2004,Elpopulismocomoperiferiainternadelapolticademocrtica,enE-L@tina:Revistaelectrnicadees-tudioslatinoamericanos,vol.2,nm.6,enero-marzo,pp.63-80,BuenosAires,.Canovan, Margaret, 1999, Trust the People! 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