aportes y probles del testimonio en la hsiotri aoral

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 1 http://www. historiaoralargentina.org/attachments/article/eho2009/Mundodeltrabajo/T orn ay-i!el.pd"  IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la República Argentina “Los usos de la Memoria y la Historia Oral” Aportes y problemas de los testimonios orales en la construcción del relato histórico. Memoria y marcas de género. Lizel T ornay E mail lizelt!gmail"com  Arc#i$o de %alabras e Im&g enes de 'u(eres ) Instituto In terdisciplinario de Estudios de *+nero ,IIE*E- ) .acultad de .iloso/0a y Letras 1 2ni$ersidad de 3uenos Aires ,23A-" La #istoria oral #a ocupado un lugar de suma importancia dentro de las pr&cticas 4ue nutrieron la #istoria de las mu(eres" Esto es as0 por4ue la utilizaci5n de testimonios orales #a posibilitado recuperar la e6periencia #ist5rica de ellas largamente marginadas de los relatos dominantes" %arad5(icamente la inclusi5n de una amplia gama de $oces /emeninas en la construcci5n de una #istoria con mu(eres #a e$idenciado las problem&ticas con las 4ue debemos en/rentarnos 4uienes estamos interesados en esta empresa" El presente traba(o abordar& las tem&ticas relati$as a la construcci5n de /uentes orales y los recaudos epistemol5gicos y metodol5gicos 4ue un in$estigador debe considerar a la #ora de elaborar relatos #ist5ricos atentos a las marcas de g+nero" A modo de e(emplo se analizar&n algunas de las entre$istas realizadas a obreras y empleadas te6tiles de la .&brica Arge ntina de Alpargatas" En primer lugar sabemos 4ue las /uentes orales se sustentan en la memoria7 para cuya consideraci5n es oportuno aclarar algunos presupuestos" No se entiende a +sta no como un cúmulo de datos sino como 8un acti$o proceso de 9 creaci5n de signi/icados: ;" <e trata de los modos en 4ue la gente construye un sentido del pasado a tra$+s del acto de rememorar=ol$idar" Nos re/erimos a un proceso sub(eti$o7 inestable7 construido socialmente y en permanente di&logo e interacci5n" En esta construcci5n din&mica las e6periencias pasadas no depender&n directa y linealmente del acontecimiento sucedido sino 4ue estar&n mediatizadas por el lengua(e y por el marco cultural interpretati$o en el 4ue se e6presa7 se piensa7 se conceptualiza" A s0 se articulan los ni$eles indi$idual y colecti$o de la memoria y de la e6periencia" %ero 8la realidad es comple(a y contradictoria7 las inscripciones sub(eti$as de la e6periencia no son nunca re/le(os especulares de los acontecimientos públicos7 por lo tanto no podemos esperar encontrar una integraci5n o a(uste entre memorias indi$iduales y memorias públicas7 o la presencia de una memoria única" "" En resumen7 la e6periencia es $i$ida sub(eti$amente7 es culturalmente compartida y=o compartible" Es la agencia #umana la 4ue acti$a el pasado7 corporizado en los contenidos culturales""La memoria entonces se produce en tanto #ay su(etos 4ue comparten una cultura7 en tanto #ay agentes sociales 4ue intentan corporizar estos sentidos del pasado"": 9 Entendida as0 la construcci5n de la memoria 4uedan atr&s las discusiones sobre la credibilidad o $eracidad de la misma7 ob(etada por los #istoriadores 4ue rec#azaban la #istoria oral" %ortelli aclara al respecto 4ue las /uentes

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1 http://www.historiaoralargentina.org/attachments/article/eho2009/Mundodeltrabajo/Tornay-Lizel.pdf IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la Repblica Argentina

Los usos de la Memoria y la Historia Oral Aportes y problemas de los testimonios orales en la construccin del relato histrico. Memoria y marcas de gnero. Lizel Tornay

E mail: [email protected]

Archivo de Palabras e Imgenes de Mujeres Instituto Interdisciplinario de Estudios de Gnero (IIEGE) Facultad de Filosofa y Letras - Universidad de Buenos Aires (UBA).

La historia oral ha ocupado un lugar de suma importancia dentro de las prcticas que nutrieron la historia de las mujeres. Esto es as porque la utilizacin de testimonios orales ha posibilitado recuperar la experiencia histrica de ellas largamente marginadas de los relatos dominantes. Paradjicamente la inclusin de una amplia gama de voces femeninas en la construccin de una historia con mujeres ha evidenciado las problemticas con las que debemos enfrentarnos quienes estamos interesados en esta empresa.

El presente trabajo abordar las temticas relativas a la construccin de fuentes orales y los recaudos epistemolgicos y metodolgicos que un investigador debe considerar a la hora de elaborar relatos histricos atentos a las marcas de gnero. A modo de ejemplo se analizarn algunas de las entrevistas realizadas a obreras y empleadas textiles de la Fbrica Argentina de Alpargatas.

En primer lugar sabemos que las fuentes orales se sustentan en la memoria, para cuya consideracin es oportuno aclarar algunos presupuestos. No se entiende a sta no como un cmulo de datos sino como un activo proceso de 2

creacin de significados1. Se trata de los modos en que la gente construye un sentido del pasado a travs del acto de rememorar/olvidar. Nos referimos a un proceso subjetivo, inestable, construido socialmente y en permanente dilogo e interaccin. En esta construccin dinmica las experiencias pasadas no dependern directa y linealmente del acontecimiento sucedido sino que estarn mediatizadas por el lenguaje y por el marco cultural interpretativo en el que se expresa, se piensa, se conceptualiza. As se articulan los niveles individual y colectivo de la memoria y de la experiencia. Pero la realidad es compleja y contradictoria, las inscripciones subjetivas de la experiencia no son nunca reflejos especulares de los acontecimientos pblicos, por lo tanto no podemos esperar encontrar una integracin o ajuste entre memorias individuales y memorias pblicas, o la presencia de una memoria nica. .. En resumen, la experiencia es vivida subjetivamente, es culturalmente compartida y/o compartible. Es la agencia humana la que activa el pasado, corporizado en los contenidos culturales..La memoria entonces se produce en tanto hay sujetos que comparten una cultura, en tanto hay agentes sociales que intentan corporizar estos sentidos del pasado..2

Entendida as la construccin de la memoria quedan atrs las discusiones sobre la credibilidad o veracidad de la misma, objetada por los historiadores que rechazaban la historia oral. Portelli aclara al respecto que las fuentes orales presentan una credibilidad diferente, no basada en su adherencia al hecho, sino ms bien en su alejamiento del mismo, cuando surge la imaginacin, el simbolismo Por lo tanto no hay fuentes orales falsas.3

En segundo lugar consideremos la subjetividad, uno de los componentes de ese complejo proceso de construccin de sentidos que es la memoria. Lejos de ser una objecin a la seriedad de una fuente histrica, la subjetividad es asunto de la historia por lo tanto lo que creen los informantes es un hecho histrico. Esas creencias estn atravesadas por un marco cultural y simblico en permanente cambio, la entrevista oral nos permite advertir las variaciones si la contrastamos con la documentacin contempornea a los hechos referidos. Una de las ventajas

1 Portelli, Alessandro, Lo que hace diferente a la historia oral en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pg.45.

2 Jelin, Elizabeth Memorias en conflicto en revista Puentes n 1, agosto 2000, pg. 5.

3 Portelli, A. Op,cit., pg. 43. 3

positivas de la entrevista retrospectiva es que la ideologa dominante ha cambiado y que lo que no poda decirse antes puede expresarse ahora.4 Solo resta un cuidadoso anlisis de los cambios que las diversas fuentes evidencian.

4 Lummis, Trevor La Memoria en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pg. 90.

5 Grele, Ronald G. Movimiento sin meta: problemas metodolgicos y tericos en la historia oral en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pg. 129.

6 James,Daniel, Dona Mara .Historia de vida, memoria e identidad poltica, Buenos Aires, Manantial, 2004, pg. 137. Por otra parte las fuentes orales son construcciones realizadas, por lo menos, por un historiador/entrevistador y un entrevistado. Son narraciones conversacionales que presentan la forma de un relato para cuya consideracin se debern tener en cuenta una serie de recaudos generales vlidos para todas las entrevistas y otros particulares en el caso de aquellas referidas a temticas de gnero. En relacin al anlisis de esas narraciones debemos recordar que la relacin que se establece entre entrevistado y entrevistador es uno de los condicionantes de la entrevista como tambin lo ser la relacin del informante con su propia conciencia histrica segn Grele5, o con la forma narrativa dominante del discurso histrico profesional segn James6, que les llega a travs de programas educativos, documentales televisivos. Este aspecto, probablemente, sea el ms difcil de captar y demandar un tipo de lectura especial, sintomtica. Si son ledas (o escuchadas) una y otra vez, no solo en busca de hechos y comentarios sino tambin en busca de percepciones y descuidos y en especial de respuestas a preguntas que nunca fueron formuladas, deberamos poder aislar y describir las problemticas que contiene la entrevista.

Con estas advertencias consideramos entonces las marcas de gnero. En principio debemos tener en cuenta que la experiencia de vida de las mujeres no puede representarse sino desde el punto de vista del discurso masculino dominante. Las construcciones de gnero raramente se expresarn con claridad.

Tomemos, a modo de ejemplo las entrevistas tomadas a un grupo de obreras y empleadas de la fbrica textil de Alpargatas. La mayora de ellas contest a una pregunta que nunca le fue hecha. ngela (A. V.) quiso explicar su ingreso al trabajo extradomstico en los siguientes trminos: 4

7 Entrevista a Ana Belusi y ngela R. Venturini realizada por Mara Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.M.D.: Primero, les pedira por favor que se presentaran: su nombre, edad y cundo empezaron a trabajar en Alpargatas.

A. V.: Yo primero? (Re). ngela Ren Venturini, (con V corta), tengo 73 aos y empec a trabajar en Alpargatas el 13 de marzo de 1953.

M. D.: Y usted?

A. B.: Y yo soy Ana Bulesi, tengo 69 aos y empec a trabajar en Alpargatas el 6 de abril de 1959

A. V.: Bueno, pas as: mi pap estuvo operado dos veces seguidas de hernia. Y mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el servicio militar. Mi pap nunca quiso que yo saliera a trabajar y por eso me hizo una sala en la casa para que yo pusiera un negocio, porque yo de chica era muy enferma y l deca si va a trabajar se me muere Sin embargo fue todo al revs.

M. D.: Le hizo bien el trabajo?

A. V.: S. Y as fue. 7

Hortensia (H. M.), delegada sindical y con mayores recursos discursivos, los explic as:

L.T.: bueno, si a vos te parece bien decinos cul es tu nombre.

H. M.: Mi nombre es Hortensia Mart, nac en Saladillo, provincia de Buenos Aires, nac en el ao 1944, soy de una familia muy humilde donde he ido progresando con un gran esfuerzo y trabajando mucho. Tuve la desgracia de perder a mi padre cuando yo tena 3 meses de edad, as que me cri en un hogar donde estuvo mi mam, mis dos hermanos varones y dos hermanas mujeres ms, siempre por ser la ms chiquitita fui un poco la mimada de todos esos hermanos. Mi madre fue una mujer muy luchadora pero en aquella poca, fue una mujer que trabaj en el hospital de Saladillo como cocinera, o sea, en ese tipo de trabajo, ha trabajado muchsimo, pero lo principal fue que conserv el hogar en su esencia con los 5 hermanos juntos, eso es fundamental para m. Empec a trabajar muy jovencita a 5

8 Entrevista a Hortensia Mart de Frutos realizada por Mara Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006.

9 Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 28.08.06. los 14 aos. No tuve la suerte de poder estudiar, cosa que me hubiera gustado, pero por ser de familia tan humilde tena necesidad de salir a trabajar para no verla trabajar ms a mi madre. As que yo empec a trabajar en la empresa Bagley, no s si la ubics, hice mis tres aos de menor ah, entr a los 14, hasta que cumpl los 18.8

Paulina (P. M.), la mayor de ocho hermanas que trabajaron en Alpargatas, tambin se ve obligada a explicar:

L. T.: Y contame un poquito cmo fue que decidiste y empezaste a trabajar

P. M.: Bueno, te cuento, decid ir a trabajar era por necesidad porque ramos tantos las mujeres prcticamente mi pap lleg un momento que, en esa poca, viste lo que pasaba y l era un hombre preparado, era casi contador, no tena el ttulo pero ya la haba hecho casi toda la carrera, en Espaa. Y trabajamos. Yo, fue en el primer lugar en el que entr a trabajar, tena 17 o 16 aos, en el 41 (1941) entr a trabajar..9

Si realizamos una lectura sintomtica de los fragmentos transcriptos de las entrevistas podemos observar que en ningn caso se les pregunt por qu haban empezado a trabajar? Se les pidi que describan cmo haba sido su ingreso, cmo lo haban decidido o simplemente que se presenten. Sin embargo ellas dieron una explicacin causal: ngela (A. V.): mi pap estuvo operado dos veces seguidas de hernia. Y mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el servicio militar. Es decir, los hombres de la casa no podan trabajar, no podan cumplir con las funciones que las construcciones de gnero de la poca atribuan, casi exclusivamente, a los hombres: ser proveedores de recursos. Hortensia: ..por ser de familia tan humilde tena necesidad de salir a trabajar.., Paulina: ..era por necesidad porque ramos tantos. Estas reiteradas respuestas a preguntas que no se haban hecho o que demandaban otra respuesta evidencian una tensin. De 6

ninguna manera se pone en duda el grado de necesidad sealado por las entrevistadas, lo que se est analizando es la estructura del relato que ms que responder a una pregunta (tal no existi) ha de responder a una tensin experimentada como consecuencia de su salida a un trabajo extradomstico. En principio debemos tener en cuenta que un hombre trabajador no necesitaba hacer esa aclaracin pues las representaciones de gnero vigentes en ese momento y an perduran- le atribuan y an le atribuyen aunque en menor grado- entre sus funciones prioritarias proveer recursos y para eso ha de trabajar para lograrlo, no tiene nada que aclarar. Pero para las mujeres el ingreso al mundo del trabajo fuera de su casa era problemtico. Si bien estaba bastante naturalizado entre las ms pobres su destino como trabajadoras, las representaciones de gnero dominantes priorizaban otras funciones para el quehacer femenino. Nuestras entrevistadas posiblemente estaban contestando a esos modelos ampliamente difundidos. Seguramente la explicacin causal basada en la necesidad les permita amortiguar los conflictos que se generaban alrededor de su presencia en la fbrica en medio de las nociones que circulaban en torno a los lugares de hombres y mujeres.

En el caso de otra trabajadora, Elisa (E. M.) una de las hermanas de Paulina, citada ms arriba, el motivo que justifica su ingreso al mundo laboral cambia pero la estructura explicativa causal del relato est presente aunque no se haya preguntado al respecto.

M. D.: Usted entr como operaria?

E. M.: Como todo el mundo.. En el ao 42

M. D.: Y todas sus hermanas ingresaron de la misma manera

E. M.: Todas mis hermanas ingresaron de obreras. La mayora del personal... femenino era. Ahora, los puestos importantes eran ms de hombres.... el resto todas todas mujeres, seleccionadas...

M. D.: Y cmo las seleccionaban?

E. M.: Bueno,... Cuando yo entr tena que estar recomendada, pero era a pie juntillas, tena que estar recomendada por alguien que trabajara en Alpargatas o familiar 7

10 Entrevista a Elisa Muro realizada por Lizel Tornay y Mara Damilakou, Buenos Aires, 05-09-05.

11 Bourdieu, Pierre, y Wacquant, J, Respuestas por una antropologa reflexiva, Mxico D.F., Grijalbo, 1995. L. T.: Y su primera hermana por quin estuvo recomendada?

E. M.: No me acuerdo. Pasaron muchos aos, 90 aos tiene ahora... yo, (fui recomendada) por mis hermanas. Pero saben ustedes por qu yo quise entrar a Alpargatas...

L. T.: No

E. M.: Para ingresar en la banda femenina. Era una fascinacin ma. Yo viva al lado de Alpargatas, en la calle Patricios, en una casa enorme que hay todava, est viejsima pero existe. Y venan las amigas de mis hermanas Blanca, Margarita y Palmira, que en el 40 entr ella, entr antes. Venan y contaban que se estaba formando una banda y tocaban los instrumentos y yo deca: yo quiero trabajar ah Yo tena 17 aos

M. D.: Usted tocaba algo?

E. M.: No, me ensearon ac, yo tocaba el trombn a vara. Y en los desfiles desfilbamos con los tambores tipo colegio Ward. Y yo en los desfiles y en el escenario a veces no tocaba el trombn sino que haca las piruetas esas...10

Paulina (P.M.), su hermana haba explicado su ingreso por razones econmicas, aclarando que eran muchas hermanas y su pap tena problemas. Pero Elisa hace un relato explicativo basado en su deseo de ingresar a la banda de msica de Alpargatas y aprender a tocar un instrumento, el trombn a vara. La causa es diferente pero nuevamente nuestra entrevistada aunque no se le ha preguntado al respecto- quiere explicar causalmente su ingreso al trabajo extradomstico. Esta explicacin hubiera resultado casi absurda si se trataba de un hombre trabajador ya que las construcciones de gnero le atribuan la funcin de proveedor de recursos. Para una mujer, en cambio, el motivo planteado por Elisa puede justificar su ingreso. En su relato la capacitacin que brindaba la empresa para participar en la banda musical era considerada como un capital cultural11 que les posibilitara ascenso social. As lo evidencia la comparacin que hace con los desfiles de un prestigioso colegio, el Ward, donde concurren los hijos 8

12 Entrevista a Elisa Muro, 05-09-05.

13 Vase Tornay, Lizel y Damilakou, Mara Representaciones en disputa. Trabajadoras de la fbrica Alpargatas S.A. en revista Voces Recobradas, n 26, Buenos Aires, diciembre 2008. En esa oportunidad solo se seal la tensin de gnero. de sectores sociales de mayores recursos. Tambin refiere este inters en otra parte de la entrevista analizada:

E. M. :Alpargatas tena una escuela femenina, que era maravillosa, a la cual concurramos todas las que tenamos intencin de progresar.12

En una narracin conversacional las voces de las entrevistadas estn atravesadas tanto por el momento histrico en que se producen como por las lentes con las que se tamiza el pasado. Tiempo histrico, personal, familiar interactan en sus relatos. En este caso, las obreras de Alpargatas ingresaron al mundo fabril entre 1941 y 1962. Si bien durante los gobiernos peronistas (1946-55) se produjo una ruptura significativa en las formas de representar el trabajo femenino y el discurso poltico promova la participacin de las mujeres en los gremios y en el partido peronista femenino, buena parte de ese mismo discurso gubernamental promova la importancia de la mujer en el hogar.13 Se trataba de definir las formas apropiadas de comportamiento y las divisiones convenientes entre lo pblico y lo privado. Se puede comprender entonces por qu las mujeres que se haban incorporado al trabajo fabril sentan que deban justificar esta decisin. Ellas experimentan tensiones, disonancias entre sus experiencias de cambio y las construcciones de gnero dominantes. Y si profundizamos un poco ms en la estructura del relato podemos agregar que en el momento de la entrevista (ao 2006) esas trabajadoras -ya entonces jubiladas- seguramente seguan experimentando esas incomodidades y por eso lo relataron del mismo modo que se lo haban formulado cuando ingresaron a la fbrica. Sin embargo, Angelita (A.V.) agrega:

A.V. : Mi pap nunca quiso que yo saliera a trabajarporque yo de chica era muy enferma y l deca si va a trabajar se me muere. Sin embargo fue todo al revs.

M. D.: Le hizo bien el trabajo? 9

14 Entrevista a Ana Belusi y ngela R. Venturini realizada por Mara Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.

15 Vase Williams, Raymond Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980, p. 144.

16 Entrevista a Paulina Muro, 28.08.06.

17 Entrevista a Paulina Muro, 28-08-06.

18 Esta figura que podramos equiparar a la del detective de Carlo Guinzburg se refiere a nuestras posibilidades de acceder a otros conocimientos que nos permiten compensar la falta de contexto, evidenciar tensiones, reconocer sentidos. A. V.: S. Y as fue. 14

O sea, por un lado debe justificar su ingreso al mundo del trabajo frente a ciertas representaciones circulantes, tal vez residuales15 en el momento de la entrevista, y al mismo tiempo le otorga a su experiencia laboral cualidades transformadoras de su vida en trminos muy positivos. Significados diversos se entrecruzan en esta trama que intentamos deshilvanar.

Puestos a considerar los recaudos metodolgicos que requiere el tratamiento de una fuente de informacin histrica es necesario tener en cuenta que todo testimonio debe ser contrastado con otro tipo de documentacin. En este caso analizamos las marcas de gnero teniendo en cuenta las diversas representaciones circulantes en torno a las mujeres en el trabajo fabril. Veamos, a modo de ejemplo, las apreciaciones de Paulina16 respecto de la participacin sindical.

M. D.: Y en qu ao nos dijo que entr a trabajar?

P. M.: Yo? En el 41.

M. D.: En el 41, cmo eran esos aos?

P. M.: No estaba el sindicato, todava no haba sindicatos

M. D.: Y ms adelante Usted tuvo participacin

P. M.: No no no no no! En esa poca 17

Tomaremos otro tipo de fuentes tambin escasamente usadas por la historiografa tradicional como son las fotografas. Alrededor de los aos 1940-1943 fueron enviadas al Archivo General de la Nacin una serie de fotografas de la Unin Obrera Textil donde se puede observar una importante presencia femenina. El anlisis de un espectador privilegiado18, como es el caso de un

historiador, permite considerar el contexto poltico cultural de esos aos y las representaciones en pugna respecto de la participacin femenina en las actividades sindicales.

Seguramente las disputas internas dentro del sindicato y dentro de la Confederacin General del Trabajo entre socialistas y comunistas explican la decisin de quienes enviaron estas fotografas a las oficinas del estado nacional para dejar registradas las reuniones con numerosa asistencia. En nuestro caso nos interesa observar la fuerte y decidida presencia de mujeres en funciones organizativas. (fotos 1, 2 y 3)

Foto 1: Unin Obrera Textil, 14-02-1942 (A.G.N.)

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Foto 2: A. G. N. Sin epgrafe.

Foto 3: Sin epgrafe (A.G.N.)

11 12

19 Entrevista con Dora Genkin (1988) Archivo de Historia Oral de la Fundacin Simn Rodrguez en Di Tella, Torcuato La Unin Obrera Textil, 1930-1945, en revista Desarrollo Econmico, vol. 33, n 129, abril-junio 1993, pg. 3.

20 Vase Torcuato Di Tella, op. Cit., pg. 4.

21 El Obrero Textil, marzo de 1941.

22 Torcuato Di Tella, op. Cit., pg. 3. Estas fotografas, as como otra entrevista tomada a una militante del Partido Comunista19, evidencian diferentes representaciones de gnero referidas a la participacin sindical de las mujeres interactuando en esos aos de 1940, 1950.

La empresa Alpargatas, haba resistido sistemticamente la sindicalizacin de sus trabajadores. Si bien la industria textil haba experimentado un notable incremento en las dcadas de los treinta, en las grandes fbricas las listas negras y la organizacin patronal de entidades amarillas dificultaban la accin de la Unin Obrera Textil. Pero desde 1940 se estaba comenzando a integrar trabajadores de esas plantas fabriles, como Alpargatas.20 Segn El Obrero Textil durante una huelga entre diciembre de 1940 y marzo de 1941 se obtuvo un cierto grado de sindicalizacin en la empresa.21 En la dcada de 1940, los obreros textiles contaban en sus tareas de organizacin con la presencia de numerosas mujeres. La historiografa sindical en trminos generales no da cuenta de la participacin femenina y en algunos casos la minimiza dando por sentado la poca predisposicin sindical de la mayora femenina.22 Sin embargo las fotografas mostradas evidencian actuaciones que no fueron observadas por los historiadores. Decamos que la experiencia de vida de las mujeres se ha analizado desde el punto de vista del discurso masculino. Por esto es importante contar con estas fuentes visuales que trascienden lo que ese discurso hegemnico ha formulado. La lente de la cmara focaliz a los asistentes a una asamblea de la Asociacin Obrera Textil (1942) donde se ve mayora femenina. (FOTO 1 y 2) Enfoc tambin a los organizadores, entre los que se destacan los gestos de una decidida actuacin de las mujeres (FOTO 3). Con la llegada de Pern a la Secretara de Trabajo y Previsin, esta corriente de organizacin sindical se viabiliza en parte, resultando electa la primera comisin interna (1944), pero la empresa impide su funcionamiento. Recin en 1945, la participacin sindical ser respaldada decididamente por el gobierno, la empresa aceptar entonces el 13

23 Vase Archivo dirigido por Santiago Senn Gonzlez, Instituto Torcuato di Tella y catlogo digital http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=2280&id_item_menu=4559.

24 El Obrero Textil, enero de 1946.

25 Torcuato Di Tella, op. Cit., pg. 20.

26 Portelli, A., Op.cit., pg. 43. funcionamiento de la comisin interna.23 Pasado el 17 de octubre la Unin Obrera Textil organiza numerosas conferencias radiales casi todas conducidas por mujeres que se identifican como pertenecientes, entre otras fbricas, a Alpargatas.24 En ese mismo mes de octubre jvenes militantes simpatizantes de FORJA con escasa participacin en la dirigencia previa formaron la nueva Asociacin Obrera Textil.25

En el caso de nuestra entrevistada, Paulina, ella ingres en 1941 y renunci en 1949, un mes antes de casarse. Estuvo en Alpargatas cuando algunas de sus compaeras comenzaban a sindicalizarse, luego cuando comienza a funcionar la comisin interna y algunas trabajadoras participan activamente en la UOT y finalmente cuando se crea la AOT que adhiere al gobierno peronista. Sin embargo en su recuerdo no aparece la existencia de algn sindicato en los primeros aos, cuando otras fuentes de informacin nos indican la participacin de trabajadoras de Alpargatas dentro de las actividades organizadas por la UOT. Luego neg decididamente su participacin cuando el sindicato empez a ser reconocido por la empresa (1945), aclarando en esa poca a modo de generalizar la ausencia de participacin gremial. Su relato excluye la informacin obtenida a travs de otras fuentes, tal vez por olvido o porque se trataba de problemticas que, estando fuera de su marco de intereses, no fue observada ni conocida. Esto tambin nos interesa. Portelli dice que no hay fuentes orales falsas porque las declaraciones equivocadas son psicolgicamente verdicas.26 A travs de este desajuste entre las dos fuentes de informacin se evidencian diferentes representaciones en pugna referidas a los atributos de las mujeres. Y en este caso, si no vemos a nuestros entrevistados interactuando con las diversas representaciones del pasado corremos el riesgo de considerarlos como receptores pasivos de los modelos difundidos en lugar de considerar que esas representaciones constituyen el repertorio de roles con los que las trabajadoras cotejaban su experiencia. 14

27 Entrevista a Beba Martnez, realizada por Lizel Tornay y Mara Damilakou y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 28-08-06. Durante los gobiernos peronistas fueron ampliamente difundidas representaciones de las mujeres como figura nutricia marcada por nociones formales sobre la actuacin femenina en torno al poder. A diferencia de los hombres las mujeres no hablaban de poltica en trminos de poder sino ms bien de servicio, educacin, abnegacin (papel maternal como protectora y gua). Ellas eran intrnsecamente desinteresadas, capaces de sacrificarse y solidarias por naturaleza. En la literatura y el cine de ese perodo, importantes difusores de las nociones dominantes, se establecan relaciones de gnero que fijaban en general por omisin- poderosas jerarquas de gnero en las plantas fabriles. Las mujeres estaban ausentes del tema principal del surgimiento de la conciencia y organizacin sindical. Las imgenes difundidas al respecto son de un universo abrumadoramente masculino. El repertorio de roles ofrecido en las representaciones femeninas no se ajustaba a las funciones asignadas a una sindicalista.

Veinte aos ms tarde, Hortensia y Beba que haban ingresado en la empresa en 1962 fueron delegadas sindicales entre 1974 y 1990 y 1993 respectivamente y nos relataron su actividad gremial con satisfaccin por sus experiencias y por los que consideraban logros de su trabajo sindical.

As lo expresa Beba:

L. T.: El recuerdo que vos tens de los aos que trabajaste, cmo lo podras sintetizar?

B. M.: El recuerdo de Alpargatas y de todos mis compaeros es todo muy lindo y tengo satisfacciones hasta la actualidad. 27

Y Hortensia:

H. M. : Y yo te puedo asegurar que yo, bueno, proceda y actuaba con total y absoluta libertad, yo jams le tuve que pedir permiso a un compaero para ir a hablar con un gerente, un ejemplo que te doy. Y jams se me cerr una puerta ese es mi gran orgullos, creo que siempre lo hice con mucha altura y respeto, pero 15

28 Entrevista a Hortensia Mart, 11-09-06.

29 Grele, Ronald Op.cit., pg. 134. defend a muerte lo que consider que haba que defender, que eso para m era fundamental.28

Decamos que es la agencia humana la que activa el pasado y tambin que la realidad es compleja y contradictoria, que las inscripciones subjetivas de la experiencia no son nunca reflejos especulares en este caso de las representaciones de gnero vigentes.

Con estos recaudos las fuentes orales se muestran particularmente apropiadas para aproximarnos a la experiencia de los sujetos y al significado de los acontecimientos. Nuestra meta es revelar el contexto cultural en que se transmite la informacin, y as transformar una historia individual en una historia cultural.29 A diferencia de otros trabajadores de campo que utilizan las entrevistas en sus investigaciones, los historiadores estamos preparados para entender y analizar las variedades del pensamiento histrico y su contexto cultural. 16

Bibliografa

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Entrevistas

- Entrevista a Ana Belusi y ngela R. Venturini realizada por Mara Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.

- Entrevista a Hortensia Mart de Frutos realizada por Mara Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006.

- Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando lvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.

- Entrevista a Elisa Muro realiza por Lizel Tornay y Mara Damilakou, Buenos Aires, 05 de septiembre de 2005.

- Entrevista a Beba Martnez realizada por Lizel Tornay y Mara Damilakou y filmada por Fernando Alvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.