apología al policía comunitario
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La primera experiencia de Policía Comunitaria en el Perú se lleva a cabo en la ciudad de Trujillo, el trato diferenciado, la acción pro activa y la orientación de policía democrática estuvieron presentes en esta experiencia que se exhibe en el presente texto.TRANSCRIPT
APOLOGÍA AL POLICIA
COMUNITARIO
Por Dr. Hugo Müller
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
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Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
INDICE
Introducción……………………………………………………………………………………… 04
Homenaje a los pioneros de la policía comunitaria en el Perú…………….05
Recordando experiencias de policía comunitaria en la ciudad de Trujillo
en Perú……………………………………………………………………………………………… 07
Perú: ¿Por qué es importante la creación de la policía comunitaria?....12
Objetivo de la policía comunitaria por cuadrantes……………………………. 16
Objetivos específicos del plan de prevención por cuadrantes……………. 16
Hacia una policía democrática en el Perú…………………………………………… 18
Palabras finales…………………………………………………………………………………..20
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
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INTRODUCCION
Los diferentes procesos de reforma policial por el que han pasado los países de la región
latinoamericana han estado evidentemente influenciados por la voluntad de los gobernantes y
del acuerdo entre oficialismo y oposición. Se mencionan tres momentos históricos que
alientan los procesos de cambio en el rol policial: Las oleadas de democratización electoral; el
incremento real y subjetivo que tiene el fenómeno de la inseguridad; y, finalmente, lñas
transformaciones que experimenta el Estado, en relación al aparato del Estado, la
descentralización de las funciones, la privatización de las empresas públicas y los mecanismos
de rendición de cuentas en búsqueda de mayor eficiencia (Fruhling, 2003).
Estos cambios empujaron a diferentes experiencias internacionales. No obstante, en Perú, en
donde se inicia un complejo proceso de democratización a inicios de siglo, de reforma trunca
en materia policial y de modelos más teóricos que concretos en la práctica se obtiene escasas
señales de cambio en el desempeño policial.
En el año 2003, desde la voluntad de las jefaturas policiales se entiende que modificar el rol
represivo y persecutorio del delito a uno cercano a la comunidad, de carácter dialogado con
los vecinos, a quienes se les considera aliados y principales informantes del problema local.
Son incluso involucrados en las soluciones y mejoras del servicio en el entendido que la
mayoría de las acciones policiales no son de carácter represivo ni violento sino de carácter
comunitario.
Este documento más que un compilado es un comprimido de los artículos publicados por el
Abogado Hugo Muller, ex jefe policial de la circunscripción donde se llevó a cabo esta original
practia en el Perú, y única, ya que no fue replicada en ningún otro sitio y además resulto
desterrada como si no hubiera dado ningún resultado positivo. Modificándose el trabajo, en el
mismo lugar, por uno de carácter represivo que incluso conllevo a denuncias por muertes no
justificadas de parte de grupos de la muerta dirigidos por efectivos policiales, que no fue
claramente determinado.
A puertas de un nuevo gobierno en el Perú, con la esperanza de contar con nuevas matrices
de conocimiento y gestiones modernas y democráticas publicamos este texto, muy acordes
con los que deseamos sean nuevos tiempo s de priorización de la vida, los derechos humanos y
la razón antes que la represión, la compra mecánica de vehículos, cámaras y armas que hasta
ahora han sido consideradas como mecanismos únicos de la lucha contra la inseguridad.
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
HOMENAJE A LOS PIONEROS DE LA POLICIA COMUNITARIA EN EL PERÚ
La Policía Comunitaria surge en el Perú, el año 2003 como un Proyecto Piloto diseñado y
llevado a la práctica desde la jefatura territorial de la Policía Nacional en la ciudad de Trujillo,
basándose en las experiencias internacionales y tomando como modelo cercano a la Policía
Comunitaria de Colombia. Este proyecto solamente pudo hacerse realidad con el trabajo
dedicado y profesional de 65 Policías Trujillanos con vocación proactiva y sensibilidad social,
pero que lamentablemente no fue internalizado institucionalmente por la Policía Nacional.
Tres años después de su puesta en funcionamiento sería desactivado por el entonces General
PNP, Octavio Salazar Miranda, quien luego de ello sería nombrado Director General de la
Policía, Ministro del Interior y actualmente Congresista electo por la agrupación política Fuerza
2011.
Al desaparecer la Policía Comunitaria también desaparecieron todos los programas
preventivos y sociales que venían liderando y que no le significaban ningún gasto económico
adicional al Estado peruano, pues la misma organización había generado redes de apoyo y
alianzas estratégicas con Municipalidades, sector público y privado, que le permitían cumplir
una función óptima.
Ni una sola muestra de reconocimiento se hizo llegar a los pioneros de la Policía Comunitaria y
forjadores del nuevo paradigma de la seguridad ciudadana, todos los policías comunitarios
fueron reasignados a diferentes unidades policiales diluyéndose en el tiempo toda la
preparación, la capacitación y la experiencia recogida. Finalmente todo este arduo y exitoso
trabajo no recibió ni el respaldo ni el apoyo de su comando.
Para los pioneros de la Policía Comunitaria, fue una experiencia inolvidable y entrañable; y
justo es reconocer que no hubiera existido la Policía Comunitaria en la ciudad de Trujillo, sin la
participación voluntaria, desinteresada y totalmente motivada de quienes creyeron que el
trabajo policial proactivo podía ser una esperanza de la comunidad para mejorar sus niveles de
seguridad ciudadana y particularmente para recuperar la credibilidad y reconocimiento por el
trabajo que desarrollaron y que marcaría una nueva ruta profesional y personal en cada uno
de los que integraron esta experiencia.
Relación de Policías pioneros y fundadores de la Policía Comunitaria en Trujillo
(Los grados policiales que se indican son los que tenían al momento de integrarse en la Policía
Comunitaria). Se ha omitido mencionar el nombre de los demás Policías Comunitarios que
progresivamente se fueron incorporando al Proyecto. La presente lista corresponde a los 21
Policías fundadores de la Policía Comunitaria el 06 de Octubre del 2003.
Coordinadora General de la Policía Comunitaria: ET2 PNP Consuelo Emperatriz García Aymar
Policías Comunitarios:
Territorio Vecinal Nº 01 – Chicago: SOT3 PNP Tito VALDIVIESO RUIZ y SOT3 PNP Tomás Aranda
Juárez.
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
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Territorio Vecinal Nº 02 - Urb. Santa María: SOT3 PNP Miguel SALINAS CUBAS y SO1 PNP Percy
TORRES CAMPOS
Territorio Vecinal Nº 06 - Urb. El Recreo: SOT1 PNP J. Gastañadui Villacorta y SOT3 PNP Jimmy
CORTEGANA CUEVA.
Territorio Vecinal Nº 08 - Urb. Andrés Rázuri: SOB PNP Rene CALLAOPAZA VALLADARES y SOT2
PNP Rita ORTIZ VILLANUEVA.
Territorio Vecinal Nº 17 - Urb. Los Jardines y Urb. Miraflores: SOT2 PNP Julia PRETELL
BERMUDEZ y SOT3 PNP José CONSTANTINO FACUNDO.
Territorio Vecinal Nº 18 - El Molino y La Intendencia: SOT2 PNP Eder SANDOVAL ORUNA y
SOT2 PNP Santos CRUZ PONCE.
Territorio Vecinal Nº 38 - Urb. Las Casuarinas: SOT2 PNP Felipe MORAN MELENDEZ y SOT1 PNP
Fidel ZURITA CALDERON.
Territorio Vecinal Nº 40 - Urb. Aranjuez: SOT2 PNP Israel VARGAS CASTILLO y SOT3 PNP Raúl
MARTINEZ ALCANTARA.
Territorio Vecinal Nº 48 - Urb. Las Quintanas y Urb. Los Jardines: SOT2 PNP Víctor ALVITEZ
LOPEZ y SOT1 PNP Elizabeth CARPIO MORALES.
Territorio Vecinal Nº 50 - Urb. Chimú: SOB PNP Oscar FUSTAMANTE ZARATE y SOT2 PNP Dimas
CASTILLO DEL AGUILA.
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
RECORDANDO EXPERIENCIAS DE POLICIA COMUNITARIA EN LA CIUDAD
DE TRUJILLO
Imaginemos por un momento que una familia se muda de casa y llega con muchas
expectativas a su nuevo vecindario. Ellos están arreglando sus cosas, cuando de pronto el
sonido del timbre les anuncia la llegada de un inesperado visitante. Al abrir la puerta aparece
la figura amable de un policía que viene a saludarlos, a presentarse, conocerlos y hacerles
saber que es el POLICIA COMUNITARIO del barrio, informándoles que está a su disposición
para cualquier consulta o eventualidad. ¿Cuánta alegría y cuanta tranquilidad constituye para
estos recién llegados la visita de este representante de la comunidad?
Ahora otro escenario. Un POLICIA COMUNITARIO hace su ronda a pie o en su motocicleta por
el barrio al cual ha sido asignado y encuentra en un parque a un grupo de muchachos
deambulando o conversando. Reconoce a algunos, quizás no a todos como habitantes de la
zona y se acerca a ellos sin intimidarlos, y ellos perciben su cercanía sin temor ni rechazo.
Luego de saludarse entablan conversación, y el policía habla con los jóvenes sobre los sucesos
del barrio, sobre las actividades que realizan, pregunta por el motivo de estar reunidos, les
recomienda alguna actividad deportiva o cultural que se esté desarrollando por esos días e
incluso les da datos para que entren en contacto con alguna entidad promotora de esta clase
de eventos. Finalmente los hace reflexionar sobre la influencia nociva del ocio mal utilizado. En
suma, se comporta y es percibido como un amigo y orientador, y no como un elemento de
amenaza y castigo. ¡Que buen ejemplo y que buenas ideas pueden sembrarse con sólo una
charla informal, si la relación se funda en la confianza!
Estos dos escenarios son reales y se dieron en la ciudad de Trujillo - Perú. La Policía
Comunitaria en la ciudad de Trujillo, se creó como proyecto piloto por iniciativa del Coronel
PNP, Enrique Hugo MULLER SOLON cuando se desempeñaba como Jefe de Estado Mayor de la
III-Dirección Territorial Policial de Trujillo. Su realización se fundamenta en las experiencias
internacionales exitosas de Policía Comunitaria, explicando que con una nueva estrategia
adaptada a determinada realidad queda determinado un diseño totalmente viable y
practicable para la realidad local de la ciudad de Trujillo, siendo aplicada entre OCT2003 y
ABR2005 en los cincuenta y cinco territorios vecinales de la ciudad de Trujillo, incorporando a
un total de 65 efectivos policiales.
El Servicio se realiza mediante el patrullaje a pié o en motocicleta, a cargo de uno o dos
policías, a quienes se les asigna un determinado territorio geográfico, debiendo integrarse con
la población y sus autoridades, con la finalidad de desarrollar un trabajo de prevención del
delito a través de todo un programa de trabajo debidamente planificado, así como de
actividades de ejecución inmediata. Este servicio policial es evaluado por la misma población y
sus autoridades.
Un año después de iniciado este servicio policial, la municipalidad provincial de Trujillo,
entregaría la medalla de la ciudad al jefe de la policía de Trujillo, el General PNP Jaime Aparicio
Manrique; al cumplirse el primer año de creación de este servicio policial especializado; y que
por su doctrina, filosofía y procedimientos conmovió totalmente a la colectividad norteña
convirtiendo a Trujillo en la primera ciudad del país en donde la Policía Nacional del Perú,
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incorporaba dentro de su estructura orgánica - funcional una experiencia del servicio de esta
naturaleza, bajo lineamientos organizativos, técnicos y estratégicos totalmente
descentralizados y proactivos.
Los reconocimientos vinieron también del gobierno regional de La Libertad a través de una
felicitación refrendada en la resolución ejecutiva regional Nº 1135-2004-GR-LL/PRE. Por su
parte, la “Fundación Hanss Seidel”, la ONG “Agro Futuro” y la asociación “Traperos de Emaus”,
otorgaron Medallas de Oro a los impulsores de la Policía Comunitaria. Las Juntas Vecinales de
Seguridad Ciudadana, autoridades locales y empresarios privados también se hicieron
presentes en los homenajes en su primer año de aniversario.
Todo investigador de temas policiales, sabe perfectamente que la tendencia actual de las
policías modernas es la de adoptar una combinación de estrategias que fomenten la
integración, la prevención y la cooperación con diferentes sectores de la sociedad. Gracias a
esta combinación, han surgido en diferentes países modalidades de policías comunitarias, que
buscan a través del acercamiento con la ciudadanía un mejoramiento del modelo de seguridad
ciudadana. Así surge la policía comunitaria de Trujillo, dando un gran paso para acercarse a la
población y generando un renacer en las estrategias de seguridad y convivencia en nuestra
ciudad.
Como bien sabemos, fueron estudiosos norteamericanos quienes en la década de los años 80
del pasado siglo, coincidieron en afirmar que era necesaria la adopción de este nuevo modelo
integral, por medio del cual la sociedad y la policía, adecuadamente articulados, identifiquen y
busquen soluciones a los problemas que afectan la Seguridad Ciudadana. Hoy en día el
modelo de Policía Comunitaria ha alcanzado prestigio mundial y no se limita a los Estados
Unidos, sino que ha traspasado las fronteras y culturas policiales trascendiendo realidades
urbanas y rurales en los cinco continentes. Efectivamente, es posible encontrar programas de
Policía Comunitaria en ciudades de Europa, en Londres, en Bruselas, en Noruega, Francia,
España. En Asia, tanto en Tokio como en Kuala Lumpur y Japón. En Norteamérica, tanto en
Nueva York como en San Diego, Orlando, New Yersey y Los Angeles. En Latinoamérica, en San
Salvador, San José de Costa Rica, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia y Argentina.
El Perú es el único país en América del Sur, donde no existe hasta la fecha el servicio policial
de Policía Comunitaria. Un aspecto importante de esta magnífica experiencia trujillana fue que
la implementación, capacitación del personal policial y funcionamiento no significó para el
Estado ni para la Policía Nacional del Perú ningún tipo de inversión económica o gasto
extraordinario. Por el contrario, el autor del proyecto, a través de alianzas estratégicas y redes
de apoyo con autoridades locales y con el sector privado, el servicio policial obtuvo donación
de motocicletas, distintivos, teléfonos celulares, linternas, megáfonos y todo el material
necesario para el cumplimiento de sus funciones además del pago mensual de un Bono por
parte de la Municipalidad Provincial de Trujillo para cada uno de los policías comunitarios.
El Policía Comunitario, aplicó una nueva filosofía de trabajo en la ciudad de Trujillo y desarrolló
una singular doctrina articulada alrededor de tres propósitos principales:
(1) Ser un Policía que se anticipe y prevenga proactivamente las dificultades;
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
(2) Conocer su territorio y ser conocido por sus habitantes; y, finalmente,
(3) Responder a los requerimientos de la población a través de un diálogo constante y una
atenta escucha de sus problemas con la finalidad de ir planteando alternativas de solución.
Foto extraída de: http://blogdehugomuller.blogspot.es/
Su filosofía se fundamentaba en los principios básicos de territorialidad, descentralización del
mando, proximidad al barrio, impulso de la participación ciudadana en la seguridad, la
corresponsabilidad del ciudadano con los problemas existentes, la resolución de problemas,
prevención y la proactividad, identificación con el territorio, la multidisciplinariedad de los
servicios, integración social y reconocimiento de capacidades del policía.
Los ciudadanos tenían una participación protagónica en los eventos, programas y acciones
concretas elaborado para prevenir el delito, mejorar la seguridad, incrementar la cultura de
seguridad ciudadana y lograr una adecuada convivencia pacífica; a la vez que fue mejorando la
confianza y credibilidad institucional, lográndose alcanzar un positivo efecto en la decisión
comunitaria de lucha por la reducción de la delincuencia.
El Policía Comunitario, en su territorio geográfico, realizaba además una labor de patrullaje y
vigilancia pero visitando a todos los vecinos “casa por casa” y buscaba en cada cuadra un
aliado para que sea el coordinador, una persona que desee colaborar, y en compañía de este,
hacía un llamado a los vecinos del barrio comunicándoles que “los policías comunitarios
deseamos conocerlos, les queremos presentar a un amigo”, “su vecino” para luego acudir con
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estos nuevos amigos a un tercero y los tres donde un cuarto vecino y así sucesivamente. Luego
de reunirse el grupo de amigos de la cuadra, (algunos de ellos se saludaban por primera vez,
otros ni siquiera se conocían) deciden conversar en un lugar cercano, puede ser el parque o la
casa de alguno de ellos, o simplemente en la calle y se les invitaba a conformar las
denominadas “CUADRAS SOLIDARIAS”. Luego, los Policías Comunitarios les explicaban su
misión y su deseo de participar con ellos en el diagnóstico y solución de los problemas que
afectan al barrio; los invitaba entonces a participar previamente de la experiencia de “Cuadras
Solidarias” y posteriormente a capacitarse en temas de Seguridad en las “ESCUELAS DE
SEGURIDAD CIUDADANA”.
Las Escuelas de Seguridad Ciudadana, centros académicos comunitarios de formación de
“Promotores en Seguridad Ciudadana”, se inauguraron en la ciudad de Trujillo, en el mes de
Junio 2004, lideradas por la Policía Comunitaria en alianza estratégica con la Universidad
Privada del Norte y algunas empresas del sector privado, así como del importante apoyo de la
Fundación Hanns Seidel.
Las escuelas de seguridad ciudadana fueron el nuevo soporte de las juntas vecinales, a través
del cual se buscaba fortalecer los lazos entre policía y comunidad, formando un tejido social
que le impidiera actuar a la delincuencia y garantizara un ambiente armonioso en la sociedad,
abriendo de nuevo las puertas de la convivencia pacífica.
Los integrantes de las juntas vecinales de seguridad ciudadana, debidamente organizados y
capacitados en las escuelas de seguridad ciudadana, iniciaban sus funciones luego de ser
juramentadas, elaborando el “PLAN DE BARRIO PARA LA PREVENCIÓN DEL DELITO”.
El plan de barrio para la prevención del delito, era una estrategia aplicada por las juntas como
instrumento eficaz para identificar conjuntamente con la policía comunitaria y sus autoridades
vecinales, los principales problemas que afectan la seguridad y el desarrollo integral del barrio.
Paralelamente los policías se entrevistan con las autoridades locales (Alcaldes, Tenientes
Gobernadores, Presidentes de Comités de Progreso y otras autoridades comunales), con la
finalidad de organizar el desarrollo de programas de “PREVENCIÓN SOCIAL DEL DELITO”
orientada a trabajar sobre los factores sociales, económicos, culturales, políticos, etc. que
condicionan las conductas ilícitas, permitiendo neutralizar o disminuir las condiciones que
facilitan el desarrollo de la criminalidad en el territorio vecinal donde se venía trabajando. No
se descuidó el tema de la capacitación vecinal y se realizaron importantes seminarios de
Seguridad y Participación Ciudadana, con expositores invitados de la Policía de España, Francia,
ecuador, Colombia, Chile y Argentina.
El proyecto imponía un nuevo modelo de trabajo en donde se conjugaría el trabajo policial
reactivo y proactivo de manera paralela, y así fue como se fueron desarrollando operativos
focalizados reactivos en función a la información que proporcionaba el “PLAN DE BARRIO”,
pero con la finalidad de poder obtener una información más detallada del nivel de seguridad o
inseguridad ciudadana en la localidad, se implementó y desarrollo el primer OBSERVATORIO
DE SEGURIDAD CIUDADANA (También denominado Observatorio del Crimen o del Delito)
contando con el apoyo de la Universidad Privada del Norte con quienes se concretizó un
primer informe de victimización, el cual permitió conocer aspectos muy importantes con
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
respecto a la incidencia delictiva y sus frecuencias o variables. Llamo mucho la atención el nivel
de desconfianza que la población le había tenido a la Policía, incrementándose en el último
año en 80% la denominada “cifra negra del delito”, es decir los delitos que no había sido
denunciado por las victimas ante la desconfianza que tenían a los órganos de control social del
Estado.
En este nuevo enfoque del trabajo policial, la “PREVENCION SITUACIONAL DEL DELITO”, fue
una de las principales actividades, por cuanto es la que presta mayor atención a la potencial
víctima, el potencial delincuente y al entorno en el que se suscitan los hechos delictivos. Desde
esta perspectiva, el Policía Comunitario sabía perfectamente que hecho criminal se produce de
acuerdo a lo que se denomina “La Cadena del Delito”, es decir cuando confluyen en el tiempo
y lugar, el potencial delincuente, la víctima u objeto apropiado y el entorno presenta las
mejores condiciones para que se materialice el hecho. En este último enfoque, es donde el
Policía Comunitario podía desarrollar una activa e intensa actividad para prevenir la conducta
de los potenciales infractores, para advertir a la víctima o fomentar su propia auto-seguridad, y
para trabajar en conjunto con la comunidad para modificar el entorno y hacer más dificultosa
la acción delictiva.
La experiencia de policía comunitaria de Trujillo (2003 – 2005), se constituyó en la primera
experiencia en el Perú del nuevo paradigma de la seguridad del Siglo XXI: La Prevención
Proactiva del Delito, bajo los mismos lineamientos, filosofía, doctrina y procedimientos
adoptados por la mayoría de organizaciones policiales que en el mundo vienen incorporando
esta nueva modalidad del servicio policial especializado en la prevención del delito.
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¿Por qué es importante la creación de la Policía Comunitaria?
Porque un requerimiento constante y prioritario de la comunidad a las autoridades encargadas
del mantenimiento de la seguridad ciudadana en nuestro país, es la de mayor eficacia de sus
acciones para disminuir el incremento creciente en número y forma de la delincuencia y que
viene ocasionando una percepción permanente de una cada vez mayor sensación de
inseguridad ciudadana. De hecho, existe un reclamo permanente de la comunidad nacional
que espera una mejor respuesta de sus autoridades con respecto a la seguridad ciudadana,
cuyo tratamiento se viene tornando muy complejo en los últimos tiempos. La Policía Nacional
en los últimos 25 años, no ha modernizado sus procedimientos de intervención en materia de
prevención del delito, sus estrategias actuales resultan obsoletas frente al desarrollo y modus
operandi de la criminalidad contemporánea.
Foto extraída de: http://sinlatencia.blogspot.com
Porque en la última encuesta oficial de victimización realizada en el Perú, a cargo del
Ministerio del Interior – CONASEC (2005) la imagen de la Policía Nacional, fue considerada
buena solo por el 27% de encuestados, mala por el 48% y muy mala por el 15%. En dicha
encuesta, la desconfianza ciudadana se reflejó con respecto a la Policía en dos aspectos:
corrupción (54%) y falta de competencias para solucionar los problemas (49%). Tres años
después, una encuesta de victimización realizada por la Pontificia Universidad Católica del Perú
en agosto 2008, reveló que el 43% de los encuestados consideraban que la dedicación y
entrega al servicio de los policías es muy bueno/bueno mientras que el 52% lo consideró muy
malo/malo; con respecto al trato a los ciudadanos 33% lo calificó de muy bueno/bueno,
mientras el 64% de muy malo/malo; con relación a su eficacia para atender las demandas de
los ciudadanos el 25% lo calificó como muy bueno/bueno, en tanto que el 71% de muy
malo/malo; finalmente con respecto su honradez, el 16% lo consideró de muy bueno/bueno y
el 82% de muy malo/malo. Últimamente en una encuesta de opinión urbana realizada por
Ipsos APOYO Opinión y Mercado S.A en la ciudad de Lima (FEB2010), el 62% manifestaron no
confiar en los Policías, 29% dijeron que si confiaban y 9% se abstuvieron de opinar. Todo lo
cual significa que la imagen de la Policía Nacional, está muy lejos de alcanzar niveles de
aceptación o confianza ciudadana.
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
Porque, debemos reconocer y tener en cuenta que frente al avance y crecimiento de la
delincuencia, dos de los grandes presupuestos de las estrategias policiales profesionales
preventivas ya no son eficientes en la actualidad. El primero, ya no es real que la patrulla
policial por su sola presencia inhibe a los potenciales infractores de cometer delitos, y el
segundo, ya no es real que la presencia policial disminuye el miedo y la percepción de
inseguridad en la población. De igual manera, las patrullas dirigidas rápidamente al incidente o
lugar donde se ha cometido un delito no producen mayor seguridad que la de auxiliar a las
victimas después que el delito se ha cometido con sus consecuencias irreparables y las
posibilidades reales de detener a algún sospechoso o al mismo autor del delito disminuyen
después del primer minuto de cometido el delito por cuanto el autor o autores se dan a la
fuga, lo que sumado al hecho de que en promedio las víctimas tardan alrededor de 4 a 5
minutos en tomar el teléfono para reportar el delito (si es que lo hacen) y el tiempo que la
patrulla demora para llegar al lugar, reduce dramáticamente las posibilidades de éxito de un
sistema basado en la rapidez para responder a las llamadas (modelo reactivo). En la misma
línea, el modelo de patrullas preventivas formadas por parejas en vehículos policiales, a pié o a
caballo, sin demostrar una corresponsabilidad o integración con el barrio que vigila demuestra
generar un mayor aislamiento de la policía con la comunidad y refleja una especie de
ensimismamiento de la pareja de policías en sus propios problemas o intereses, alejándolos
del entorno y de la población sin generar confianza o seguridad en ésta.
Porque, la sociedad en su conjunto con sus problemas de orden moral, social y económico
contribuye también – por así decirlo de alguna forma – al crecimiento del desorden y de la
criminalidad. Se ha demostrado que prácticamente la delincuencia, nace y se genera desde el
momento mismo en que el sujeto viene al mundo; y es por eso que la responsabilidad del
incremento de la delincuencia recae sobre los padres, autores espirituales de la tendencia o de
las tendencias delictivas de sus hijos; complementado con el entorno degradado, una
educación carente de valores y una sociedad indiferente ante el crecimiento del problema
delincuencial. La Policía Nacional por lo tanto debe complementar su estrategia tradicional
para enfrentar la delincuencia (modelo reactivo – represivo), con las nuevas tendencias
internacionales aplicadas exitosamente en otras urbes (modelo preventivo – proactivo),
liderando la aplicación de las técnicas orientadas a disminuir la criminalidad, como son la
vigilancia comunitaria, la prevención social, la prevención situacional, prevención comunitaria
del delito, por mencionar algunas de ellas, contando para ello con la activa participación de las
autoridades y población en general. En el Perú no se han desarrollado estos modelos.
Porque frente a ello, en los últimos años se ha venido promocionando con más tenacidad, la
participación de la comunidad en tareas vinculadas a la seguridad ciudadana. La comunidad
organizada ha venido cumpliendo un rol de colaboración a las tareas de prevención del delito
que realizan las autoridades locales, entre ellos la Policía Nacional, las Municipalidades, el
Ministerio Público, conformando Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana, pero el modelo de
trabajo empleado ya no es eficaz como estrategia de control del delito; es necesario que estos
esfuerzos de la comunidad vayan más allá de la colaboración con la Policía y se articulen en
torno al trabajo coordinado de las autoridades para identificar y buscar soluciones a los
problemas que afectan la seguridad de la comunidad, con el objeto de disminuir los riesgos y
peligros existentes, reduciendo los niveles de criminalidad, previniendo proactivamente el
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
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delito, generando cultura de seguridad ciudadana y mejorando la convivencia, la paz y la
calidad de vida de las personas.
Este nuevo enfoque de la prevención con participación de la comunidad, tiene como facilitador
al personal de seguridad ciudadana dependiente de la autoridad municipal o policial que
realiza servicio de prevención y patrullaje en las calles de las ciudades y que aplican un modelo
de trabajo internacionalmente denominado: “Policía Comunitaria”.
Foto extraída de http://justiciamilitarpolicial.blogspot.com/
La organización policial en este nuevo contexto, organiza Unidades de Policía Comunitaria y
desarrolla a través del servicio de Patrullaje Preventivo – Proactivo un Plan de Trabajo con una
nueva filosofía y una nueva doctrina, articuladas básicamente alrededor de tres propósitos
principales: (1) Brindar un servicio policial que se anticipe y prevenga las dificultades, los
problemas, los riesgos y el delito (2) Los Policías Comunitarios, conocen su territorio y son
identificados por sus habitantes. Su implantación y sus modos de trabajo le permiten al Policía
un mejor dominio del área así como un conocimiento profundo de las características sociales y
culturales de la población que vive en cada barrio; y (3) Responder a los requerimientos de la
población mediante un diálogo constante y una atenta escucha de los ciudadanos, planteando
solución efectiva a sus problemas de inseguridad.
Pero además, a través del Patrullaje Preventivo de Policía Comunitaria, los Policías buscan que
la ciudadanía tenga una participación protagónica en una serie de programas y acciones
concretas elaborados por el Comando de la Policía Comunitaria para mejorar la seguridad y la
convivencia pacífica; a la vez que mejora la confianza y credibilidad institucional y se alcanza
un idóneo y más amplio espectro en la lucha por la reducción de la criminalidad y la
delincuencia. Programas como “Escuelas de Seguridad Ciudadana”, “Observatorio del Delito”,
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
“Plan de Barrio”, entre .otros, garantizan una activa y coordinada participación de la
comunidad.
El servicio de Patrullaje Preventivo de POLICIA COMUNITARIA, es una moderna concepción de
la organización y de la intervención de la Policía Nacional del Perú frente al delito, que no
afecta otros servicios policiales no menos importantes de naturaleza reactiva o represiva. Para
su aplicación exitosa, se requiere la decisión y el apoyo del más alto nivel del Estado, del Sector
Interior, de los Alcaldes y de la Policía Nacional. Su filosofía y doctrina a partir de su referente
(Proyecto Piloto “POLICIA COMUNITARIA” desarrollado en la ciudad de Trujillo – III-DIRTEPOL-
los años 2003 – 2005) garantizan su organización, desarrollo, su eficiencia y su eficacia,
teniendo en consideración que ya fue aplicado y evaluado como Proyecto Piloto, con
resultados totalmente exitosos. La Policía Comunitaria de Trujillo fue desactivada por el actual
Ministro del Interior (Octavio Salazar Miranda) siendo General de la Policía y responsable de la
seguridad ciudadana en dicha ciudad. Actualmente la policía peruana, es la única en América
del Sur, que no avanza en el camino de la Policía Comunitaria. Trujillo – Perú, Junio 2010.
24 de Junio del 2010
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
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OBEJTIVO DE LA POLICIA COMUNITARIA POR CUADRANTES
El objetivo general del plan de prevención policial por cuadrantes, es optimizar el servicio
policial de patrullaje en sus diferentes modalidades, contribuyendo eficazmente a disminuir la
victimización de los ciudadanos y mejorar la sensación de seguridad en la población. Siendo su
propósito, el de mejorar el nivel de satisfacción de los requerimientos y demandas ciudadanas
con respecto a la seguridad ciudadana y al rol de la policía nacional en la comunidad
establecido en el marco normativo. A nivel de política pública, el plan cuadrante se sustenta en
las políticas establecidas en el acuerdo nacional y en la Ley Nº 27933, Ley del Sistema Nacional
de Seguridad Ciudadana y su Reglamento.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL PLAN DE PREVENCION POR CUADRANTES
1. Realizar un eficiente servicio de patrullaje preventivo y vigilancia proactiva por
cuadrantes con policías seleccionados y capacitados.
2. Generar confianza, certeza, efectividad e impacto en la lucha contra la criminalidad,
generando las condiciones adecuadas que permitan el libre ejercicio de los derechos
ciudadanos.
3. Construir cultura de seguridad ciudadana impulsando la convivencia pacífica.
4. Promover la solidaridad, participación y cooperación ciudadana en la prevención y
control de la criminalidad mediante acciones de capacitación ciudadana para calificar
líderes o “promotores de seguridad ciudadana”.
5. Generar un servicio de policía integral en el cuadrante, complementando el modelo
actual de policía preventiva - reactiva con el de policía preventiva, proactiva, disuasiva,
solucionadora de pequeños conflictos, reactiva y represiva en caso de ser
necesario, para incrementar logros y objetivos, fortaleciendo la coordinación
intersectorial, el trabajo en equipo y la solución de problemas que afectan a la
comunidad.
6. Mejorar la confianza y credibilidad de la policía, fortaleciendo sus relaciones con la
comunidad, con el propósito de que cuenten con un policía más cercano, transparente
y comprometido con su servicio y sus funciones.
7. Establecer vinculación de corresponsabilidad entre ciudadanos y policías, con el fin de
aplicar eficazmente los procedimientos de prevención, disuasión y control de delitos y
faltas en cada jurisdicción. Desarrollar el “Plan de Barrio” para el diagnóstico y
propuestas de solución de problemas del cuadrante.
8. Asegurar el respeto y la protección a la dignidad e integridad humana. Los imputados
de delitos flagrantes, serán tratados dentro de un irrestricto marco de garantías
derivadas de los derechos fundamentales de las personas, establecidos en la carta
magna y leyes sobre la materia.
9. Incrementar y extender el servicio policial, permitiendo que el personal policial
asignado a cada cuadrante, tenga una permanencia mínima de un año, para generar
competencias relacionadas con el conocimiento detallado de su jurisdicción y
sentimiento de pertenencia con la comunidad de su cuadrante, a través de la
ejecución de los programas comunitarios: Escuelas de Seguridad Ciudadana, Plan de
Barrio, Contigo en tu Escuela, Victimas e Infractores Potenciales, Comunidad Segura,
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
Prevención Situacional y Prevención Social del Delito; así como en su compromiso en la
reducción de los índices delincuenciales y mejoramiento del servicio, entre otros de
gran valor para la Institución Policial.
10. Elevar la calidad de vida de toda la población, de tal manera que los habitantes del
cuadrante se sientan seguros en su propio barrio.
11. Identificar y plantear soluciones a los problemas que originan peligro, riesgo, o afectan
la seguridad de la población.
12. Reducir el sentimiento de inseguridad, elevando la sensación y los niveles de seguridad
en la población.
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
18
HACIA UNA POLICIA DEMOCRÁTICA EN EL PERÚ
Una policía democrática es aquella organización policial dispuesta a rendir cuentas respecto a
su desempeño institucional al confrontar la criminalidad, el mantenimiento del orden y el
respeto irrestricto por los derechos humanos. Policía democrática no es aquella que se colude
con los políticos para protegerse ante la ilicitud, el abuso de poder y la violación de los
derechos humanos. Una policía democrática es aquella que prevalece la atención de los
problemas y requerimientos de la comunidad. Policía democrática no es la que prioriza estar al
servicio de los intereses o la seguridad del propio Estado. Una policía democrática, es aquella
que garantiza el cumplimiento de la ley, conserva la paz social en el marco de la justicia y
protege, previniendo e investigando, la seguridad de los ciudadanos, además de cumplir y
someterse a la ley que pretende aplicar. Una policía democrática se encuentra integrada a la
sociedad para satisfacer sus necesidades de seguridad. No es policía democrática, aquella que
se encuentra sometida al poder político.
Actualmente en el Perú no tenemos una policía democrática y si bien es cierto decimos que
vivimos en democracia, sin embargo en la práctica esta no resulta beneficiosa para todos, no
es el caso de los gobernantes que al ser elegidos “en democracia” gozan del poder para
otorgar o restringir derechos en nombre de ella, utilizando a las instituciones del Estado como
si fueran de su propiedad; es así que no se permite a la Policía Nacional desarrollarse dentro
del entorno social que le corresponde para garantizar la seguridad ciudadana que por derecho
le corresponde a todos los peruanos y viene siendo objeto de instrumentalización política
desde hace muchos años y es por eso que el Ministro del Interior lejos de dedicarse a sus
funciones vinculadas al Gobierno Interior entre ellas la Dirección General de Gobierno Interior,
la Dirección General de Migraciones y Naturalización y la Dirección General de Control de
Servicios de Seguridad, Control de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil, lo vemos
abocado casi exclusivamente a comandar a la Policía, generando un vació de comando en la
institución policial acatado sumisamente por su Director General, en un claro mal ejemplo a
sus subordinados, incentivando con su comportamiento, criterios personalistas y particulares
de parte de quienes siendo policías de carrera, buscarían ser beneficiados o promocionados en
función al sometimiento y al favor político mas no en base a la meritocracia establecida.
Lo cierto es que en lugar de haberse instado una subordinación de la Policía al Poder Civil por
la vía constitucional, de su reforma o de su institucionalización, los gobiernos de turno han
favorecido en los últimos años “lealtades policiales” sobre la base de procedimientos
éticamente vetados, generando lo que actualmente conocemos como la “politización de la
Policía Nacional”. Juan Ramón Quintana Taborga en su Libro Policía y Democracia en Bolivia
(2003), dice que en ese contexto, “las políticas policiales tienen como objetivo predominante
garantizar la lealtad corporativa al régimen gubernamental y potenciar la capacidad represiva
del Estado en desmedro de funciones preventivas dirigidas a proteger la vida y seguridad de
los ciudadanos”.
En esta situación, se mantiene en la Policía el mando vertical, modelos de organización
jerárquica, costumbres, usos militares y lo que es peor sometimiento a la justicia militar,
permitiendo de esta manera al Estado y muy holgadamente, desatender por ejemplo sus
demandas de incrementos salariales; los Policías no pueden sindicalizarse, mucho menos hacer
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
huelgas o peticiones colectivas, trabajan horas extras sin compensación, trabajan de noche,
domingos y feriados sin reconocimiento económico, se le recorta horas de descanso, son
beneficiarios de un precario sistema de salud, deben pagar su propio sepelio aunque mueran
en actos del servicio, venden sus descansos para seguir trabajando y poder vivir con un poco
más de dignidad; maliciosamente se les ha concedido el derecho al sufragio, pero se les pasará
al retiro si intervienen en actividades políticas o hacen declaraciones a la prensa sin
autorización porque así lo dispone su régimen disciplinario. Recientemente, dos sentencias
polémicas de la Justicia Militar Policial, recaídas en dos casos que involucran a Policías: Tres
años de prisión con carácter de suspendida para un General de la Policía Nacional responsable
de 30 muertes durante un operativo policial conocido como “El baguazo” y Tres años de
prisión efectiva para un Suboficial de la Policía Nacional que reclamó incremento de
remuneraciones para los policías y que no se vulneren los derechos de sus compañeros de
armas, ponen en evidencia las razones por las cuales se mantiene sometida al fuero militar a
los policías peruanos, a pesar que no tienen ninguna vinculación orgánica ni funcional de
responsabilidad de las Fuerzas Armadas.
Finalmente debemos acotar, que los policías peruanos son víctimas de discriminación al
interior de su propia institución, no tienen igualdad ante la ley, son pasados al retiro por la
causal de renovación de cuadros, lo que en la práctica significa sacar al que no se adapta o
cuestiona el sistema. Los policías son observadores permanentes de un sistema corrupto
incentivado por los altos mandos, que desencadena una serie de actos que van desde la falta
de moral y de ética en su vida personal, pasando por la malversación de fondos, hasta el
aprovechamiento ilícito de las partidas de combustible de los patrulleros, en agravio del
servicio policial. ¿Con que moral la mayoría de jefes policiales podrían ser juzgadores de sus
subordinados? Estos factores, no permiten avanzar hacia modelos más flexibles que incentiven
un servicio policial más cercano a la comunidad, ni generan las condiciones de poder contar en
el corto tiempo con una Policía Democrática. De esto último no hablan los políticos.
Dr. Hugo Müller. Taller de Asuntos Públicos. Sección Perú
20
Palabras finales
Recordar las experiencias de policía comunitaria en la ciudad de Trujillo es una reflexión y un
aporte a la gobernabilidad, en relación a uno de las principales preocupaciones del gobierno:
La seguridad ciudadana; y también una muestra de lo mucho que se puede hacer cuando
existe la verdadera voluntad de cambio y cuando se sabe exactamente hacia donde se quiere
llegar. Es así que mediante una rápida revisión de las actuales experiencias internacionales y
los mismos procesos de reforma policial de los últimos años en América Latina referidos al
tema de la seguridad ciudadana, nos permiten observar que se requiere urgentemente una
convocatoria a la transformación institucional de la Policía Nacional del Perú (PNP) la cual no
se ha producido hasta la fecha.
La Policía Nacional, en términos de modernidad o competitividad en los últimos años, solo ha sido vista como objetivo político, es así que el mandato 2006 – 2011, al iniciar su gestión dijo que al culminar su mandato la Policía Nacional estaría incrementada en 20,000 efectivos y todo el aparato policial se movió en ese sentido, creando escuelas por doquier, en donde hasta con menos de un año comenzaron a egresar policías quienes deberían haber cumplido con los tres años de su formación técnica. Por otro lado en el aspecto de equipamiento se licitaron compras de vehículos, transportes y equipos de los que se conocen algunos cuestionamientos y denuncias de aprovechamiento ilícito que tuvieron estas compras, algunas de ellas anuladas por denuncias que oportunamente se dieron. Pero nadie hasta ahora ha dado ese primer gran paso que permita a nuestra Policía restablecer sus lazos de acercamiento y solidaridad con la comunidad, y esa es precisamente la función y la dinámica que se propone al nuevo gobierno, que tenga a bien impulsar, a través de la implementación del modelo de policía comunitaria en el servicio policial, alternativa que viene siendo utilizada exitosamente por muchos países en el mundo como opción de primera línea para mejorar los niveles de seguridad ciudadana; siendo la PNP la única organización policial en América del Sur que no avanza en el camino de la policía comunitaria. No se trata de una policía paralela, es un cambio en el modelo actitudinal, estratégico, técnico y procedimental del servicio de patrullaje eminentemente reactivo que actualmente realiza la policía a nivel nacional, cambiándolo (previa selección y capacitación de sus integrantes) por otro modelo con doctrina y filosofía propia muy similar al de la desaparecida Guardia Civil del Perú pero mas dinámico y competitivo por la propia evolución de los nuevos escenarios donde ahora se desarrolla la criminalidad. En este contexto y a nivel mundial, las experiencias de policía comunitaria que vienen siendo llevadas a la práctica por muchos países, dan importancia relevante a la participación de la comunidad en alianza estratégica con los gobiernos locales, con las autoridades en general y con las fuerzas vivas de la comunidad, pero bajo el liderazgo de la policía. Esta tendencia bastamente difundida en Norteamérica y en Europa, busca adaptar el accionar policial a las demandas ciudadanas que son consistentes con sus requerimientos y necesidades frente a la inseguridad, los riesgos y la violencia, y para ello establece relaciones horizontales con los ciudadanos; se ubica en parejas en cuadrantes o sectores determinados, focaliza su actuación en la identificación, análisis y solución de problemas locales; rinde cuentas a la comunidad de la actuación policial y promueve acciones preventivas coordinadas con otros responsables públicos de la seguridad ciudadana. Como hemos visto, la policía comunitaria, no es un contexto nuevo ni desconocido para la policía nacional del Perú, es una experiencia internacional que ya se puso en práctica en el
Apología al Policía Comunitario. A propósito de la experiencia en Trujillo / Perú.
Perú como proyecto piloto, durante los años 2003 al 2005 - y de manera exitosa por iniciativa del autor de estos artículos-, adoptando en su momento como referente internacional el modelo de la policía comunitaria de Colombia (Policía Comunitaria), de Chile (Pan Cuadrante) y España (Policía de Proximidad). En dicha experiencia, la Policía Comunitaria de Trujillo integrada por 65 Policías, estuvo a cargo de la vigilancia de la ciudad de Trujillo y descentralizó la toma de decisiones de los mandos policiales (Comisarios), tomando en cuenta la opinión de los vecinos para la determinación de sus estrategias (Plan de Barrio), focalizando el delito para no prevenir a ciegas (Observatorio del Delito) y enfrentando de manera proactiva los problemas de inseguridad (Escuelas de Seguridad Ciudadana) desarrollando una serie de Programas de Prevención Situacional frente al delito y propiciando el desarrollo de actividades de prevención social por intermedio de la comunidad (Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana). El proyecto en Trujillo pretendía tener una policía comunitaria que se involucrara en la vida de los barrios de la ciudad, y que desde adentro de esa vida comunal pudiera resguardar la seguridad ciudadana, como lo hizo en cada uno de los 55 territorios vecinales de la ciudad de Trujillo que llegaron a tener sus respectivos policías comunitarios totalmente identificados con su comunidad. Se crearon incentivos a la participación ciudadana y reconocimientos a las comunidades que desarrollaron mayor cantidad de actividades a favor de su seguridad, otorgándoles las credencial de "Barrio Seguro" y una obra por parte de la Municipalidad que podía ser la refacción o construcción de una losa deportiva, etc. Lamentablemente este importante proyecto fue desactivado en abril del 2005 (por el actual Congresista electo Octavio Salazar Miranda), para priorizar el trabajo reactivo – represivo como herramienta prioritaria de gestión contra la delincuencia en la ciudad de Trujillo, con los desastrosos y desalentadores resultados que ahora conocemos. Creo que todos coincidimos en que el Perú demanda una policía nacional que comprenda junto a su rol histórico de combatir el delito, el respeto irrestricto a los derechos humanos y los derechos de la niñez, pero que además se convierta en garante de los derechos y libertades ciudadanas de las personas, es decir del derecho a transitar con tranquilidad, a mejorar su calidad de vida, a tener paz y tranquilidad en sus barrios, a tener una convivencia pacífica con sus vecinos, a sentirse seguro en sus casas y en sus centros de trabajo. La policía comunitaria, entendida como un servicio de patrullaje proactivo trabaja en todos estos aspectos y además propicia generar cultura de seguridad ciudadana, para que cada ciudadano sea consciente del rol que le corresponde en la sociedad para mejorar los niveles de seguridad y convivencia pacífica. La policía comunitaria trabaja en la comunidad, con la comunidad y por la comunidad. La hora de la Policía Comunitaria ha llegado, corresponde a nuestras nuevas autoridades de Gobierno, al alto mando de la Policía Nacional y a las organizaciones vecinales, asumir el compromiso de apoyar el servicio policial de policía comunitaria y de sacar adelante esta gran transformación de la Policía Nacional del Perú desde sus bases, sin costo económico oneroso, solo con voluntad de cambio. Trujillo, 23 de junio de 2011