Introducción

Cuando abordamos la cuestión calendárica del Pueblo Mapuche, no debemos perder de vista que su cultura no se circunscribe a un localismo ni etnia determinadas y que por el contrario, algunas de sus expresiones mas significativas, como ser el mapuzungun o el Rewe - Pürra-Pürrawe, no solo se han extendido sino que además, en su adaptación a cada uno de los nuevos escenarios, se han transformando progresivamente hasta cobrar las formas ulteriores en las que todos los componentes étnicos incorporados mediante las diversas formas de crecimiento demográfico, se han sentido sus dueños por igual. En este sentido, los matrimonios entre mapuches y tsonek´n, fueron sin duda alguna uno de los mecanismos de consolidación cultural que mas han contribuido con este proceso de unificación en el que, de un calendario originario basado en el año sinódico del planeta Venus y marcado en un Rewe - Pürra-Pürrawe de nueve escalones con 17 lunaciones, se pasara a otro solsticial de 13 lunaciones.Debemos señalar que el Rewe - Pürra-Pürrawe originario, como posteriormente lo hizo el de siete escalones para con las necesidades planteadas por la adaptación al seminomadismo exigido por las pampas patagónicas orientales, tuvo que corresponderse necesariamente con las exigencias organizativas y cosmológicas de un pueblo que, por orientar su vida social y productiva conforme a las señales periódicas del ciclo sinódico venusiano, se organizaba en base a nueve Lof, nueve Wall-Mapu y finalmente en un AILLA REWE de 81 LOF. Todo era en base a la cantidad nueve. En estas circunstancias, cada Lof estampaba su firma en el madero central hasta llegar a los nueve Lof y es así que el Rewe - Pürra-Pürrawe se tallaba de nueve escalones. Dicho esto, debemos asumir que el rewe de siete escalones, habría sido un producto ulterior de la cultura nor-patagónica que pudo darse originariamente, entre los tempranos mapuches, llegados a las orillas del Nahuel Huapi con anterioridad a la llegada de los europeos y fundamentalmente como resultado del contacto con los chonos que frecuentaron los ríos interiores con sus dalkas, los poyas (tsonek´n) comarcanos citados por Nicolás Mascardi y canoeros en general, los poyas (tsonek´n) nómades del lado sur, tsonek´n septentrionales o Gününa-kena. En este sentido, el Lago Nahuel Huapi supo reunir en torno suyo a poblaciones de origen diverso que dieron lugar a reformas, adaptaciones y nuevos instrumentos que como productos de la hibridación étnica y cultural dominante, eclipsaran con su esplendor y adaptabilidad a las necesidades inmediatas, a todo lo anterior, quedado oculto en consecuencia, el rewe de nueve escalones, el calendario de 17 lunas llenas contadas a partir de la aparición en el cielo de la fase mas brillante de Venus y también, el reemplazo del chemamull por el rewe junto al traspaso del rewe a manos de el/la machi.

Si bien es cierto que hoy el llamado Rewe - Pürra-Pürrawe- es utilizado por la Machi como símbolo chamánico, no era así originalmente, ya que fue un símbolo territorial y posiblemente también, el instrumento gnomónico mediante el cual, junto al chemamull y los Chogl (poste), se lo empleaba para trazar el eje del mundo de ese sitio, durante los días de equinoccio. Estos rewe eran subdivididos generalmente en 9 partes , marcas y o escalones que reflejaban a las nueve (9) bases fundacionales de la sociedad mapuche y su compromiso social. Cada base fundacional se llamaba Lof y estas unidades se agrupaban hasta un máximo de nueve con el oobjeto de formar la división administrativa del país mapuche llamado Wall-Mapu, territorial y fundacional de la organización mapuche.

Simultáneamente a la conformación de un Lof, dentro de un determinado territorio, se plantaba un REWE con un total de nueve escalones que representaban a los nueve LOF, adheridos al pacto social y territorial acordado. Excepcionalmente también, si no se alcanzaba a contar con nueve Lof, temporalmente se pactaba con los que había y esa cantidad era reflejada en el número de escalones. Estos escalones o marcas en la madera, fueron una especie de firma de lo pactado, de tal manera que cada muesca, escalón o incisión en el tronco, era una promesa de unidad, y el símbolo del LOF adherido a dicho pacto territorial -KIMCHE MAPUCHE Juan Ñanculef Huaiquinao-Ni bien se plantaba el rewe con el número de lof adheridos, siempre tendientes al máximo de nueve, es muy probable que trazaran con su sombra equinoccial, el eje del mundo en ese sitio, con lo cual, el rewe era el soporte material e hierocéntrico del pacto social alcanzado por un número determinado de unidades sociales básicas o lof y simultáneamente también el instrumento gnomónico con el cual se trazaba el eje cosmovisional del Wall-Mapu.

Es preciso acotar que no siempre la cantidad de lof que adherían a un pacto llegaba al total de 9, aunque sí, nunca se superaba este número. Es posible que la práctica de plantar un objeto material escalonado que simbolice la unidad del grupo social y fijara la línea de su cosmovisión, tuviera que ver con ancestrales vínculos provenientes del sur de china, donde se pueden verificar esculturas de madera muy semejantes a los rewe, incluso algunos de ellos son de nueve escalones y o incisiones notoriamente marcadas.

La organización social básica mapuche era el LOF, luego la cantidad de (9) nueve LOF hacían a un REWE MAPU y (9) nueve REWE MAPU conformaban un AILLA REWE haciendo un total de 81 LOF.Cada conjunto social de base nueve tenía su propio rewe o Pürra-Pürrawe de nueve (9) escalones o en el caso de no alcanzarlos, de un número tal de escalones, como conjuntos sociales compartían temporariamente el territorio.En el rewe o Pürra-Pürrawe, cada LOF, con un escalón dejaba expresada cual firma su conformidad y acuerdo de pertenencia e integración al conjunto, de modo que este símbolo hierocéntrico , el rewe o Pürra-Pürrawe era además, el documento fundacional de la organización social y territorial nonacéntrica, rubricable, gnomónico y ceremonial, del pueblo Mapuche.Es casi seguro que estos primeros rewe de 9 escalones, no habrían tenido una figura humana en la parte superior y posiblemente la figura humana se haya incorporado posteriormente y con el advenimiento del rewe oriental de siete escalones, como manera de contar con un rewe, adecuado a las nuevas circunstancias de seminomadismo y del calendario de 13 lunaciones, que con siete escalones en lugar de nueve, sintetizara en forma transportable, al propio rewe al chemamull y a los conocimientos de las proporciones humanas de que la altura humana es tanto de siete piés propios como de siete rulas -cuartas propias.

En cuanto al proceso de traspaso operado sobre este elemento sagradocéntrico, que de ser un objeto gnomónico y territorial se convirtiera con el paso del tiempo en el símbolo característico de los/las Machi, si bien no está claro, es probable que al servir el propio rewe para la práctica del ALIWEN y que este último, siendo el símbolo originario de la Machi se encontrara en reconocida evolución, pudo ocurrir que, los mismos y muy diversos factores que contribuyeron a la transformación del rewe de 9 a 7 escalones (y llegar a la actual forma de Pürra-Pürrawe), también impulsaron a que el/la machi se hiciera cargo del mismo y su cuidado.

Acotemos que, el rewe de nueve escalones, según veremos mas adelante, puede interpretarse como el gnomón sobre el cual se habría seguido el curso del Planeta Venus y las 17 lunaciones que contiene ese año sinódico, lo que en otros términos es el año de Venus contabilizado desde la Tierra como secuencia completa de todas sus fases y en el número de lunas llenas que acompaña a todo el trayecto, los que van desde su fase creciente, de mayor diámetro y menor circularidad en la conjunción inferior a la conjunción superior de diámetro menor y total circularidad, pasando por sendas digresiones de mayor brillo. Este registro de las 17 lunaciones, se habría llevado a cabo sobre los escalones del rewe y quizás, comenzando con la primera de las fases visible de Venus.

Los factores que pudieron contribuir a la transformación del rewe de nueve a siete escalones serían y del traspaso a la Machi, serían:

1.-La migración hacia el oriente y la adaptación al semi-nomadismo ecuestre2.-Encuentro con culturas de caminantes que habrían vinculado todo al pié propio.3.-La resistencia al invasor europeo y el requerimiento de combatientes varones, pudo haber impactado y provocado una reducción en el número de varones, desnivelando la elección de los/las machis en favor de las mujeres.4.-El cambio del calendario originario basado en el año sinódico del planeta Venus por el calendario solsticial basado en la Luna. 5.-La compatibilidad de las unidades de medidas manifiestas en la construcción del rewe, la cuarta propia mapuche o rula con el pié propio tsonek´n.6.-El conocimiento ancestral del triángulo rectángulo de lados 3,4,5 y múltiplos.7.-Compatibilización de los calendarios con el rewe como almanaque.

Antes de la llegada de los españoles, el pueblo mapuche tenía grandes liderazgos y elegía democráticamente a sus dirigentes por lo que en el marco de su organización socio política, se generaron muchos símbolos propios para diferenciar las autoridades políticas, como así también de las identidades territoriales, y cosmovisiónales y fue en este marco que nacieron LAS BANDERAS ANCESTRALES del Pueblo MAPUCHE. Sólo basta citar como ejemplo de liderazgos, la elección de Caupolican narrada por el cronista, Jerónimo de Vivar o el caso de la elección de Pelantaro, que según los relatos históricos, se produce como consecuencia de las heridas sufridas en batalla por el anciano jefe mapuche Rapigüeno, quie fallece y es sucedido por otro anciano –Millacalquín- quien conforme lo exigían los tiempos y la tradición, reúne al Consejo de Ancianos de Todas las Tierras para llamar Asamblea y entregar la insignia Toqui a algún integrante joven que se encuentre a la altura de las

exigencias bélicas del momento, con lo cual el mando recae en quien pasó a ser un enorme estratega mapuche; su nombre Pelantaro de veinte años de edad por entonces, que resueltamente asume la enorme responsabilidad en un butacoyag  basado en las capacidades y no la cuna ni el linaje.

El nuevo LONKO mapuche elegido, recibe el toki kurra , osea lo que podría traducirse como líder-piedra o el símbolo de líder hecho de piedra.Es interesante saber que Pelantaro fue elegido por su buena oratoria y condiciones físicas, y que aunque mucho se conoce de los grandes retóricos romanos, poco se sabe y menos se difunde que el hombre mapuche, era entrenado para ser persuasivo y buen orador, por lo que en el caso concreto de Pelantaro, los relatos históricos afirman que era de probada inteligencia, brillante al momento de tomar decisiones y fue además un destacado retórico en ocasión de parlamentar. En este último sentido, se dice que al momento de recibir el toqui kurra pronunció un discurso tan vasto que en términos gnomónicos, duró desde el sol saliente al sol crepuscular.

Para analizar estos símbolos desde una perspectiva gnomónica, hay que tratar de verlos de manera acorde a la significación que entre los mapuches pudo tener el agruparse socialmente en cantidades de nueve LOF, nueve REWE MAPU etc. Debemos encontrar la causa cosmogónica por la cual eligieron agruparse en base a la cantidad de nueve y no otro número y el porqué esa cantidad fue consagrada en el Rewe - Pürra-Pürrawe. Para ello debemos remitirnos a los astros más cercanos y observables a simple vista, diferenciarlos entre sí y luego, en base a los días que tarda el reencuentro con ellos en general o con alguna fase en particular, sacar posibles conclusiones calendáricas en tanto que por el tamaño del diámetro aparente o por el brillo entendido como densidad de luz emitida y/o reflejada en dirección hacia la Tierra, se pueda quizás, deducir algún tipo de correlato, ya que pudo ser que los mapuches diferenciaran las jerarquías y o

liderazgos mediante símbolos que además de remitir a alguna especie animal o de otra índole característica, por su forma o diseños, habrían de remitirse al Sol, la Luna y el planeta Venus, que son los mas brillantes del cielo. El Sol, la Luna y el Planeta Venus, son los principales y más notorios cuerpos celestes que se diferencian entre sí por el tamaño del diámetro aparente y el brillo, y de ellos, el Sol es el mas brillante, luego le sigue la Luna y en tercer lugar el planeta Venus, por lo que es probable que con la plantación del rewe o Pürra-Pürrawe de nueve escalones cuando se definía territorialmente una comunidad básica mapuche, se diera respuesta en ese mismo orden a todos y cada uno de los astros en función de su brillo y de sus tamaños, de modo que a la mas notoria de las presencias lumínicas, el Sol, se lo registrara en primer lugar mediante la sombra proyectada para trazar el axis-mundi en un día de equinoccio luego a la Luna como guía del Sol en el seguimiento calendárico y finalmente al planeta Venus, posiblemente para gatillar el comienzo del ciclo.Así el Sol como astro de mayor brillo, era tenido en cuenta en primerísimo lugar y por todos los integrantes de la comunidad sin exclusión alguna, ya que el conocimiento de sus movimientos estaba al alcance de todos y no requería ninguna preparación especial, en tanto que las fases de la Luna y las apariciones y desapariciones de Venus como el tamaño de sus fases, (si es que como se puede sospechar, probablemente conocieron) requerían de alguna preparación.

Visto que estos tres astros, el Sol, la Luna y Venus, por su importancia eran ineludiblemente tenidos en cuenta con cierto orden jerárquico, no debiera extrañar entonces, que las formas de las clavas, por ejemplo, como símbolo del liderazgo mapuche, se diseñaran teniendo como modelos los tamaños aparentes y/o las formas sugeridas a partir de cada una de las fases de la Luna o del planeta Venus, como una manera reflejar correlacionadamente, el brillo del astro considerado, con el brillo propio que se quería destacar, de cada uno de los niveles de liderazgo

de la comunidad. Hasta en el toki kurra de uno u dos orificios, parecieran reflejar la fase de Venus más regularmente circular y pequeña, aunque dichos orificios se hayan hecho con el objeto práctico de colgarlos al cuerpo con una cuerda.

Esta posibilidad de correlación con los astros mas importantes, pudo llevarse a cabo sin menosprecio por otras correlatos que la propia naturaleza brindara, como pudo ser por ejemplo, el perfil del loro, la torcaza y o el águila. Dicen que la madre de Gauss, al contemplar con un telescopio al planeta Venus, vio una forma de hoz que brillaba intensamente en el cielo de la tarde, por lo que seguidamente expresó algo así como…<< que extraño resulta ver la hoz en el telescopio, dirigida hacia el lado opuesto en el que la veo a simple vista...>>La madre del matemático dejó en claro que previamente a mirar por el telescopio, ya habría visto las distintas fases del planeta Venus a simple vista, lo cual no es muy corriente en la vida contemporánea. Recordemos al respecto que Arnold Hauser destaca que los pintores del paleolítico eran capaces todavía, de ver con los propios ojos, matices delicados que nosotros solo podemos descubrir con la ayuda de complicados instrumentos, y en este sentido, es muy probable que algunos de los mapuches originarios, hayan podido percibir a simple vista las diferentes fases del Planeta Venus (como al parecer aún hoy algunas personas parece que también lo perciben) e incluso mas, hay un detalle curioso que no habría que descartar. El KIMCHE MAPUCHE Juan Ñanculef Huaiquinao en su informe sobre BANDERAS, nos relata que <<El AZÍÑ-ZICHU original era de color azul en pleno, y con la estrella de ocho puntas o Wüñülfe al medio. El Wüñülfe es el llamado Lucero del Alba por los mapuche y los campesinos en general, y corresponde al planeta Venus que puede estar al lado Oeste al atardecer y al lado Este como a las 04 de la madrugada>>

Sería muy aventurado quizás, el dar por hecho de que algunos de los mapuches originarios no solo pudieran advertir las fases sino también los cambios de matices dentro del color blanco azulado brillante del planeta Venus, aunque tampoco habría que descartarlo totalmente, ya que pudo ser que el color azul de la bandera AZÍÑ-ZICHU, provenga de la atenta observación del planeta cuando en su fase menguante, se acerca a 35km por segundos hacia el encuentro con la Tierra y en coincidencia con una de las fases mas notorias y brillantes, por lo que en ese acercamiento y a esa velocidad, pudieron notar algún cambio de matiz tendiente a la acentuación del azul por efecto Doppler. Otra posibilidad mas fácil de observar, es que el color azul se remita a que Venus se puede ver aún en pleno día.A diferencia de las fases de la luna, que no varían su diámetro, las de Venus, presentan la particularidad de que a medida que se incrementa la visualización de la superficie del disco, el diámetro del disco total, se acorta.

De esta manera, para las distintas fases de Wüñülfe (Venus), la medida del diámetro es desigual y la delgada hoz que inicialmente surge luego de su ocultamiento, tiene un diámetro mucho mayor que el disco entero visto cuando el planeta se encuentra mas lejos de la Tierra, y es ese mayor o menor alejamiento de Venus en sus distintas fases, la razón por la que el diámetro aparente que visualizamos desde la Tierra, cambia de longitud

Uno de los aspectos arqueológicos que despierta cierta curiosidad, es que los símbolos que representan los diferentes cargos políticos del pueblo mapuche, con sus orificios, formas y aberturas, parecieran reflejar las fases y tamaños de los diámetros del Planeta Venus Salvador Canals Frau, nos presenta el dibujo de una clava donde se puede apreciar claramente gravada una envolvente elipsoidal que curiosamente, tiene el mismo sentido de la clava y que podría estar aludiendo a la capacidad de aglutinar en torno a si mismo que indudablemente se reconocía con el otorgamiento de la clava. En consecuencia, puede ser que además de los correlatos gnomónicos y medioambientales mencionados, las formas de las clavas pudieran estar reflejando también, a los correlatos entre los torbellinos de la naturaleza y del liderazgo humano.

Muy importante resulta apuntar que en la clava presentada por Salvador Canals Frau, también aparecen marcas a uno y otro lado de lo que podría ser un tronco y o simplemente una regla, lo cual estaría evidenciando que era práctica común llevar la contabilidad sobre un segmento de recta y esto es lo que sospechamos se hacía al contabilizar las lunaciones de un ciclo sinódico completo, lunar y o venusiano, sobre los escalones del rewe. Independientemente de la cantidad de marcas que en particular pudiere estar reflejando este segmento grabado en la clava presentada por el notable investigador, que pudo responder a necesidades muy diversas, lo que destacamos es la práctica de marcar ya comentada incluso por Juan Benigar cuando se refería a como un hombre originario llevaba la cuenta de los días trabajados mediante marcas realizadas sobre un tronco.

No es el número entonces, sino el modo de registrar con marcas a la manera de las firmas sobre el rewe lo que es de resaltar y fundamentalmente, porque se lo hace en toda la longitud y a uno y otro lado del segmento, de manera tal que admitiría interpretarse como en un ascenso y posterior descenso por el rewe, tal cual lo presentamos en lo que pudo ser el calendario mapuche originario, regido por las diescisiete (17) lunaciones o lunas llenas, a partir de la aparición en el cielo de la fase de Venus mas visible.

Es posible que los mapuches originarios al aparecer la fase más brillante de Venus, ceremonialmente se pusieran a la espera de la primera luna llena y ni bien consumada, la registraran en el primer escalón de un rewe de 9 escalones. Luego y sucesivamente, cada lunación pudo corresponder con un escalón hasta que llegado al noveno y mas elevado, alcanzaban aproximadamente el día número 266 del ciclo sinódico del planeta Venus, el cual es de un total de 584 días terrestres.Para entender estos ciclos de tiempos calendáricos, debemos vencer el peso de la mochila del año solar al que estamos acostumbrados y aceptar que ñps ciclos regulares de tiempo no solamente deben ser de 365 días sino que, como muchas culturas lo demuestran, hay calendarios de 260 días, 364, 356, u otro número mayor, como puede ser 584.

Dicho esto debemos también señalar que en muchos casos, lo importante para estas culturas, no era el número exacto de los días transcurridos, y a los que apelamos como referencia, sino que mas bien se dedicaban a registrar las lunaciones propiamente dichas, con lo cual, lo correcto en este caso, es hablar de que el calendario mapuche originario, pudo ser de 17 lunaciones llevadas de la mano por las fases del planeta Venus, haciendo un total de días cercano a 502

aproximadamente, y antes de entrar en la conjunción inferior para finalmente cumplimentar, oculto, las otras dos lunas y fracción que restan para llegar a los 584 días del ciclo sinódico completo; lapso de tiempo este de dos lunas y algo mas que rondan los 82 días aproximadamente que tarda el Planeta Venus en cursar el arco de la conjunción inferior antes de volver a ser visto en su cuarto creciente inicial de un nuevo ciclo y que por otra parte, pudo ser considerado por los mapuches originarios, al igual que en otras culturas, un tiempo de días fuera del tiempo fáctico, dedicado a la consagración y el ruego con el propósito de persuadir al Planeta Venus para que se muestre brillante y recomenzar otro ciclo. Recordemos que en el ulterior calendario mapuche, es Kuyen quien va en busca de Antú para traerlo desde el hemisferio boreal hacia el sur y esa tarea era acompañada con los ruegos y la voluntad manifiesta de la comunidad.En el calendario originario, probablemente, esa tarea pudo estar a cargo del Planeta Venus, de manera que habría sido el Planeta Venus en su fase mas visible, quien pudo ir en busca de Antú y de Kuyen para que con su retorno vuelva a iniciarse un nuevo ciclo calendárico que en lugar de durar un año terrestre de 365 días como estamos habituados, durara un año sinódico o de encuentro entre Venus y la Tierra de 584 días.

Deteniéndonos en esta cuestión que pareciera solo de números, podemos descubrir que en verdad, detrás de ellos se esconden conceptos que no son solo cuantitativos y que nos llevan a insospechadas consecuencias. ¡Veamos!; la tierra gira en torno al Sol y sobre sí mismo. En torno al Sol tarda 365 giros sobre sí mismo y a cada giro sobre sí mismo, lo llamamos día terrestre.El planeta Venus gira en torno al Sol y sobre sí mismo también, pero curiosamente, dar una vuelta sobre sí mismo le demanda más tiempo que lo que le lleva dar la vuelta alrededor del Sol, por lo que el día de Venus es mas largo que el año de Venus. El día de Venus dura aproximadamente 1,08 veces más que el año del mismo planeta En términos de días terrestres, Venus tarda aproximadamente 225 días terrestres en dar una vuelta al Sol y 243 en dar una vuelta sobre sí mismo, es decir que un solo día de Venus dura 243 días de la Tierra, esto es que un solo día en Venus tarda un año propio de Venus mas 18 días terrestres y si con esto no basta para ver a este conocido planeta como un verdadero extraño, digamos que el giro diario del planeta Venus es contrario al de la Tierra y por eso, en muchos casos, se lo suele indicar con signo negativo.Digamos también que la velocidad de Venus es de 35Km por segundo y que cuando la Tierra alcanza a dar más de una vuelta y media en torno al Sol y Venus ha dado un poco más de dos vueltas y media, ambos planetas tienden a encontrarse. Con más precisión, cuando la Tierra llega a 1,6 vueltas y Venus a 2,6 ambos planetas se alinean radialmente respecto al Sol y consecuentemente conjugan su encuentro en un mismo nodo espacial. Por esta razón es que cuando decimos que Venus tarda 584 días en completar un períido sinódico, lo que estamos afirmando es que desde la Tierra, que gira y en la que sobre ella navegamos, cada 584 días vemos que Venus, dotado de su propio giro, completa para nosotros, el ciclo de todas sus fases vistas desde la Tierra y seguidamente a ello se prepara para volver a repetirse como ciclo.

Esto significa que aunque el giro de Venus en torno al Sol sea solo de 225 días terrestres, desde la Tierra, cada 584 días nos encontramos con la misma imagen de Venus entrando en su fase más brillante y ese es el año sinódico. Visto todo esto y para seguir analizando, digamos que el año mapuche originario, pudo corresponderse con el período sinódico del planeta Venus de 584 días y 17 lunas llenas registrables eb los nueve (9) escalones del rewe..El ciclo entre dos elongaciones máximas en las que se han sucedido todas las fases de Venus, se cumple el período sinódico de 584 días. Después de esos 584 días, Venus aparece ubicado en el cielo a 72° de la elongación anterior y dado que 72º multiplicado por 5 son 360º, el planeta se desplaza configurando 5 períodos sinódicos sucesivos en la circunferencia de observación, por lo que luego de ello, Venus regresa al mismo punto del cielo cada 584x5= 2920 días, es decir cada 8 años menos los 2 días de los 2 años bisiestos, de manera que el círculo visual del sitio de observación, se completa con cinco (5) encuentros entre el planeta Venus y la Tierra, formando un pentágono. En Egipto antiguo, a este desarrollo espacial de cinco períodos sinódicos se lo conocía como el ciclo SOTHIS y es lo que luego en Grecia antigua, Euclides lo planteara en sus elementos como la división clásica de un segmento en media y extrema razón y en la edad media, Leonardo de Pisa o Leonardo Pisano o Leonardo Bigollo ( 1770-1250), filius (hijo) de Guillermo Bonacci, es decir hijo de Bonacci, transformó la relación en la serie que lleva su nombre de hijo de Fibonacci. Hoy la serie de Fibonacci, tambié es conocida como número , número de áureo y o como la suelen llamar los pintores, sección áurea.

Si prestamos atención al encuentro de Venus con la tierra, vemos que se da cada 584 días y que como dijimos, pasados 8 años de 365 días o 5 de 584, el encuentro se da en el mismo lugar del cielo, por lo que visto desde la cosmovisión de la ruka mapuche, aparece dibujado como una estrella de cinco (5) puntas

dentro de las ocho puntas conformadas por los cuadriláteros de los laterales cardinales trazados a partir de la sombra equinoccial.A partir de la sombra del rewe y o chemamull, se pudo trazar el eje del mundo de Este a Oeste y consiguientemente Norte y Sur.

Configurado el cuadro cardinal, con los laterales correspondientes de Norte, Sur, Este, Oeste, surgen naturalmente los lados Nor-Este, Nor-Oeste y Sur-Este, Sur-Oeste, a partir de las diagonales, de manera que la superposición de los dos cuadrados hace inevitable la construcción de la estrella de ocho puntas, típica del kultrún y cosmovisión mapuche, reflejada incluso en la Bandera del Consejo de Todas Las Tierras, del año 1991.

Luego dentro de estos cuadrados superpuestos, y siguiendo el curso sinódico de Venus durante ocho años, se describe la estrella de cinco puntas-Para el trazado de la estrella de cinco puntas, pudo haberse seguido el mismo devenir de las lunaciones año tras año sobre un rewe de nueve (9) escalones, con el agregado de que una vez finalizado cada uno de los períodos sinódicos, se los habría indicado sobre los escalones de otro rewe, pero no de nueve sino de cinco (5) escalones, con el cual pudo llevarse la cuenta de los cinco (5) períodos sinódicos que describe el planeta venus para volver al mismo punto de encuentro.Todo esto podría ser lo que estaría reflejando la Estrella de 8 puntas –Wüñülfe-guñelve, Wüṉyelfe o Wünelfe,

En cuanto a los trópicos, conviene recordar lo que nos relata el investigador mapuche, KIMCHE Juan Ñanculef Huaiquinao.<<Según se ha podido comprobar la Estrella de 8 puntas llamada Wüñülfe, es un elemento distintivo de toda el Abya-Yala o continente americano, que nos indica el conocimiento científico que tuvieron los indígenas de América hace miles de años atrás. En él se graficó las 8 posiciones de la tierra, a partir de la mitad del mundo o línea del Ecuador, mediante la cual se determinó la inclinación del eje terráqueo de 23,5 grados, y lo

que en definitiva permite las llamadas estaciones del año, en cada uno de los cuatro hemisferio de la tierra, de tal manera que este símbolo tiene una lectura cósmica de los cuatro solsticios y los cuatro equinoccios de los hemisferios de la tierra. En la literatura generalmente se le conoce como la Estrella Tártesica. La estrella tartésica, es el símbolo con que el pueblo tartásico representaba el Sol, es la representación de una estrella de ocho puntas resultado de la superposición de dos cuadrados, y que los mapuche la diseñaron en unos líticos muy antiguos, los que hoy podemos ver en el Museo precolombino>>

Durante su aparición vespertina, Venus se encuentra en su fase menguante, en tanto que por la mañana la fase es creciente. Los límites alcanzados por las elongaciones del planeta Venus en su curso de cinco años sinódicos y sobre cada uno de los hemisferios, es lo que en definitiva pudo poner en evidencia lo que nosotros hoy conocemos como trópicos y que para el mapuche originario pudo se el indicador del fin de una estación e inicio de la siguiente. Este modo de alcanzar el conocimiento de los trópicos también pudo significar un modo alternativo de trazar el axis-mundi.Desde la Tierra, resulta más sencillo de localizar al planeta Venus y observarlo, ya sea por la tarde o antes del amanecer. El brillo que suele alcanzar, puede llegar a la magnitud 4,3 y en noches cerradas, hasta presenta importantes características gnomónicas ya que después del crepúsculo logra proyectar la sombra de cualquier objeto. Su color es blanco purísimo y se destaca frente a las estrellas por su carácter de planeta con luz fija. Las fases y las posiciones de Venus en el cielo terrestre se repiten en un periodo cíclico de encuentro con la tierra que llamamos sinódico y que es de 1,6 x 365 =584 días y esto es lo que puso en evidencia Galileo con su pequeño instrumento. En general Venus puede verse unos 20 minutos antes de la salida del Sol y otro tanto después de su puesta. Con el auxilio de cualquier instrumento óptico se pueden advertir las fases e incluso su fase creciente es tan brillante que aunque sin garantizar que se verifique la forma, se la puede ver a pleno día. Los tránsitos a través de la cara del Sol durante su fase oculta, se dan durante su paso por la conjunción inferior y son bastante raros.

Resumiendo entonces, pudo ser que originariamente los mapuches utilizaran un calendario llevado de la mano del planeta Venus, por la sucesión de sus períodos sinódicos y como instrumentos habrían usado la estrella lítica mapuche de ocho puntas para dentro de su círculo central, describir el pentagonal itinerario periódico venusiano, mediante la acumulación sucesiva de cinco rewe de nueve escalones cada uno.Mas tarde, al parecer, se siguió con la práctica de registrar tantas lunas llenas como escalones del rewe, pero en razón de la adopción del seminomadismo impuesto por las condiciones ambientales del lado oriental, el contacto con las culturas tsonek´n, entre los que contamos los pollas nómades, pollas comarcanos y tehuelches y los conocimientos que se tenían de los solsticios, pudo ocurrir que se haya reinterpretado el propio calendario y se concluyera en un nuevo rewe de siete escalones donde terminaron registrando las 13 lunaciones del calendario mapuche. En este contexto, pudo ser que los mapuches se hayan advertido de que tantos ciclos anuales de 13 lunas llenas como puntas presentara la estrella mapuche, esto es cocho (8), coincidían exactamente con los cinco ciclos sinódicos del planeta Venus -365días x8 = 584días x5 - y que consecuentemente con ello, desarrollaran la estrella de cinco puntas dentro de la de ocho como hemos descripto, y muy posiblemente también, se hayan percibido de la relación áurea contenida en todo pentágono, pero no en números decimales como la conocemos hoy, sino en los términos que guarda la altura, vutan che (Benigar) o Witxan-Che (Juán Ñanculef) tomada como unidad, con la proporción de las distancias corpóreas entre el ombligo y la cabeza y el ombligo y el suelo. Partes que seguramente han tenido nombre en mapuzundún y que lamentablemente, no conocemos. En valores relativos decimales es 1,618033… donde la unidad Witxan-Che es la sumatoria de las partes (0,618033+0,38167).

Para finalizar, digamos que estos conceptos de manera hierocéntrica quedaron impresos en la piedra. .¿Ombligo quizás, del mundo mapuche?

AGRADECIMIENTOA Juán Ñanculef Huaiquinao -(Águila Veloz)- investigador mapuche de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) de la República de Chile, por sus valiosos aportes a través del correo electrónico y materiales como el INFORME SOBRE LAS BANDERAS Y LOS SÍMBOLOS MAPUCHES.

Rubén CALVINOSeptiembre 2012

RESUMEN GRAFICO DE LOS CALENDARIOS MAPUCHE

BIBLIOGRAFÍA

VIAJE A LA PATAGONIA AUSTRAL--------------------------------------------------------------Ramón LISTAVIAJE A LAS REJIONES SEPTENTRIONALES DE LA PATAGONIA----------------------------G. COXARGENTINA INDÍGENA-----------------------------------------------------Andrés BONATI-Javier VALDEZLOS JESUITAS EN LA PATAGONIA-----------------------------------------Jesuita Miguel de OLIVARESLOS SELK´NAM-------------------------------------------------------------------------------------Anne CHAPMANTRES AÑOS ENTRE LOS PATAGONES------------------------------------------------Auguste GUINNARDDIARIOS DE NAVEGACIÓN---------------------------------------------------------------------Antonio VIEDMAVIDA ENTRE PATAGONES----------------------------------------------------------------George C. MUSTERSLA PATAGONIA PIENSA----------------------------------------------------------------------------Juán BENIGARPREHISTORIA DE AMÉRICA-----------------------------------------------------------Salvador Canals FRAUHISTORIA DEL ARTE Y LA LITERATURA---------------------------------------------------Arnold HAUSER

DOCUMENTOS

USO DEL GNOMÒN PARA LA POSIBLE INTERPRETACIÒN DEL AÑO DE 260 DÌAS.Dr PEREZ ENRIQUEZ. De la Universidad de SONORA.http://didactica.fisica.uson.mx/~rpereze/respaldo/Textos/Gnomon260M.pdf

POSIBLE ORIGEN ASTRONÓMICO DE LAS UNIDADES DE LONGITUD INGLESAS RAÚL PÉREZ-ENRÍQUEZhttp://www.epistemus.uson.mx/revista.php?id=9

ALGUNOS ASPECTOS DE LA COSMOVISION Y LA CULTURA MAPUCHEJUAN ÑANCULEF HUAIQUINAO- Investigador mapuche de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena de la República de Chile.

INFORME. Antecedentes Históricos y Proceso Evolutivo de Los Símbolos y las Banderas en el Pueblo Mapuche. UNA MIRADA DESDE EL PATRIMONIO CULTURAL.JUAN ÑANCULEF HUAIQUINAO-

Introducción al concepto de factor gnomónicoRubén Calvino

http://www.monografias.com/trabajos-pdf2/introduccion-concepto-factor-gnomonico/introduccion-concepto-factor-gnomonico.shtml