“la esperanza nuestra no es solo un optimismo; es otra ......ción de jesús, la esperanza en la...

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1 En cambio, poder tener esperanza, eso es lo difícil”. Muchos cristianos sobreviven a torturas, prisión o sufrimientos solo gracias a la es- peranza, que no es una evasión de la reali- dad o un consolarse con el más allá, sino una fuerza sobrenatural que busca imper- turbable la bienaventuranza y la salvación del mundo. La esperanza cristiana es la que confiere al aquí y al ahora auténtico sentido y correcta orientación. La libertad, la razón, el progreso…, todo ello solo puede cambiar mínimamente la miseria de este mundo. En cambio, podemos obrar grandes transfor- maciones cuando, a través de la resurrec- ción de Jesús, la esperanza en la salvación permanece viva en nosotros. El emérito Papa Benedicto XVI enumera en Spe Salvi tres lugares de aprendizaje de la esperanza fundamentales. El primero es la oración, pues esta, en su forma primigenia “Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel” (Lc 24,21). Este era el ba- lance que hacían, desilusionados, los discí- pulos de Emaús. Dos hombres tristes avanzan hacia un porvenir sin sentido ni metas; han perdido toda esperanza. Tan solo cuando el Resucitado parte el pan lo reconocen y reciben al mismo tiempo la gran gracia divina de la esperanza. Cierta- mente, “todavía no” han alcanzado la sal- vación definitiva, pero pueden ver con claridad el fu- turo. Están llenos de esperanza y provistos del seguro y firme ancla del alma que alcanza hasta el cielo. El poeta francés Charles Péguy describe la segunda virtud divina como una niña pe- queña que, inadvertida, da sus pasitos entre sus dos hermanas mayores –la fe y el amor–, pero que es la que lo impulsa todo. “La fe solo ve lo que es, pero la esperanza ve lo que será. El amor solo se dirige a lo que es, mientras que la esperanza ve lo que será. La esperanza no se entiende por sí sola. Creer es fácil y no creer sería imposi- ble. Amar es fácil y no amar sería imposible. “La esperanza nuestra no es solo un optimismo; es otra cosa, ¡más! Y como si los creyentes fueran personas con un «pedazo de cielo» de más sobre la cabeza…, acompañados de una presencia que alguno no es capaz ni siquiera de intuir”. Papa Francisco, Audiencia general del 4 de octubre de 2017 de ruego, es ni más ni menos que el habla de un esperanzado. El segundo lugar es toda ac- tuación seria y recta del hombre. Es el valor de avanzar a diario aunque aparentemente no logremos ningún éxito, aunque fracasemos o nos veamos impotentes ante la superiori- dad de fuerzas hostiles. El tercer lugar se corresponde con compadecer y soportar su- frimiento. Evidentemente, debemos intentar aliviar el sufrimiento, pero solo Dios puede vencerlo definitivamente. Depende del grado de nuestra esperanza hasta qué punto nos unimos a Él en el sufrimiento, y aceptamos y “ofrecemos” dicho sufrimiento para así erradicar del mundo el mal y la culpa, oríge- nes del sufrimiento. Queridos amigos, todos estamos llamados a ser testigos de la esperanza. A tra- vés de la oración, las buenas obras y nuestra compasión, queremos ser para todos aque- llos que se ven afectados por la necesidad y el dolor una fuente de esperanza pascual. Os bendice vuestro agradecido P. Martin Maria Barta Asistente eclesiástico “La esperanza cristiana es la que confiere al aquí y al ahora auténtico sentido y correcta orientación.” La fe hace feliz: testigos de la esperanza en la India. © Ismael Martínez Sánchez/ACN N°. 3 · Abril de 2018 Los donativos entregados a esta Fundación son deducibles en la Declaración de la Renta. C.I.F. nº R-2800175-H

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Page 1: “La esperanza nuestra no es solo un optimismo; es otra ......ción de Jesús, la esperanza en la salvación permanece viva en nosotros. El emérito Papa Benedicto XVI enumera en

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En cambio, poder tener esperanza, eso es lodifícil”.

Muchos cristianos sobreviven a torturas,prisión o sufrimientos solo gracias a la es-peranza, que no es una evasión de la reali-dad o un consolarse con el más allá, sinouna fuerza sobrenatural que busca imper-turbable la bienaventuranza y la salvacióndel mundo. La esperanza cristiana es la queconfiere al aquí y al ahora auténtico sentidoy correcta orientación. La libertad, la razón,

el progreso…, todo ello solo puede cambiarmínimamente la miseria de este mundo. Encambio, podemos obrar grandes transfor-maciones cuando, a través de la resurrec-ción de Jesús, la esperanza en la salvaciónpermanece viva en nosotros.

El emérito Papa Benedicto XVI enumera enSpe Salvi tres lugares de aprendizaje de la esperanza fundamentales. El primero es laoración, pues esta, en su forma primigenia

“Nosotros esperábamos que fuera él quienlibrara a Israel” (Lc 24,21). Este era el ba-lance que hacían, desilusionados, los discí-pulos de Emaús. Dos hombres tristesavanzan hacia un porvenir sin sentido nimetas; han perdido toda esperanza. Tansolo cuando el Resucitado parte el pan loreconocen y reciben al mismo tiempo lagran gracia divina de la esperanza. Cierta-mente, “todavía no” han alcanzado la sal-vación definitiva, pero sípueden ver con claridad el fu-turo. Están llenos de esperanzay provistos del seguro y firmeancla del alma que alcanzahasta el cielo.

El poeta francés Charles Péguy describe lasegunda virtud divina como una niña pe-queña que, inadvertida, da sus pasitos entresus dos hermanas mayores –la fe y elamor–, pero que es la que lo impulsa todo.“La fe solo ve lo que es, pero la esperanzave lo que será. El amor solo se dirige a loque es, mientras que la esperanza ve lo queserá. La esperanza no se entiende por sísola. Creer es fácil y no creer sería imposi-ble. Amar es fácil y no amar sería imposible.

“La esperanza nuestra no es

solo un optimismo; es otra

cosa, ¡más! Y como si los

creyentes fueran personas

con un «pedazo de cielo»

de más sobre la cabeza…,

acompañados de una

presencia que alguno no es

capaz ni siquiera de intuir”.

Papa Francisco, Audiencia general del 4 de octubre de 2017

de ruego, es ni más ni menos que el habla deun esperanzado. El segundo lugar es toda ac-tuación seria y recta del hombre. Es el valorde avanzar a diario aunque aparentemente nologremos ningún éxito, aunque fracasemoso nos veamos impotentes ante la superiori-dad de fuerzas hostiles. El tercer lugar se corresponde con compadecer y soportar su-frimiento. Evidentemente, debemos intentaraliviar el sufrimiento, pero solo Dios puedevencerlo definitivamente. Depende del gradode nuestra esperanza hasta qué punto nos

unimos a Él en el sufrimiento, yaceptamos y “ofrecemos” dichosufrimiento para así erradicar delmundo el mal y la culpa, oríge-nes del sufrimiento.

Queridos amigos, todos estamosllamados a ser testigos de la esperanza. A tra-vés de la oración, las buenas obras y nuestracompasión, queremos ser para todos aque-llos que se ven afectados por la necesidad yel dolor una fuente de esperanza pascual.Os bendice vuestro agradecido

P. Martin Maria BartaAsistente eclesiástico

“La esperanza cristiana esla que confiere al aquí y alahora auténtico sentido ycorrecta orientación.”

La fe hace feliz: testigos de la esperanza en la India.

© Ismael Martínez Sánchez/ACN

N°. 3 · Abril de 2018Los donativos entregados a esta Fundación son

deducibles en la Declaración de la Renta.C.I.F. nº R-2800175-H

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India

En Bihar, Mahatma Gandhi pusoen marcha su movimiento pacíficode la desobediencia civil, que con-dujo a la independencia de laIndia. Pero esto no es más que his-toria. Hoy Bihar es el estado máspobre del subcontinente indio.

Allí, cuando los católicos rezan “el pannuestro de cada día dánoslo hoy”, se tratade un ruego muy concreto, pues muchos ca-recen de ese pan. Y cuando dicen “perdó-nanos nuestras deudas”, no pocos de ellospiensan en sus propias deudas económicas,que nunca podrán pagar debido a unos inte-reses de usura. Esto vale sobre todo para loscristianos, casi todos ellos dalits pertene-cientes a la casta inferior de los intocablesde la India. Los dalits no pueden recogeragua en las fuentes públicas, tienen que

vivir en las afueras de las ciudades y mu-chos no pueden enviar a sus hijos a una es-cuela pública. La tasa de analfabetismo esalta. En pequeños grupos, sobre todo forma-dos por mujeres, aprenden a leer y a escribir,rezan juntos, aprenden más sobre su fe ysobre Cristo, hablan de la idéntica dignidadde todos los hombres ante Dios, sobre la fa-milia como lugar de amor desinteresado ytambién sobre cosas prácticas como cocinar,coser o gestión del presupuesto del hogar.Estas pequeñas comunidades cristianas(SCC) llevan el mensaje de la alegría a lashumildes moradas y a los corazones de lasfamilias. En la Diócesis de Buxar, 300 mu-jeres participan en uno de estos programas.Allí se enteran de que no son repudiadas,que la fe las une y que pueden ayudarse

En la India se ordenan anualmente hasta 1.000 sacerdotes provenientesde 172 diócesis con más de 10.000 parroquias.

También aumenta el número de futuros sa-cerdotes: actualmente, son más de 15.000. Enla diócesis más pobre –la de Buxar– solo sondiez, pues es una diócesis joven, fundada en2006, que cuenta con 15 parroquias y tres mi-siones, y donde 15 sacerdotes diocesanosasisten a unos 25.000 creyentes. Los católi-cos pertenecen todos a la casta inferior de los

Facilitar la vida de mil formas diferentes

dalits y viven en pueblos dispersos. Allí es adonde los jóvenes sacerdotes acudirán paraintentar facilitarles de mil formas la vida a loscreyentes. Los seminaristas esperan ese díacon ilusión. Nosotros les hemos prometidouna ayuda a la formación para un año (1.828euros para los diez). Son modestos y carecende cualquier otro tipo de ayuda. •

Hacer una pausa: también los semina-ristas necesitan hacer ejercicio.

Palabra de Dios: procesión en la fiestade Cristo Rey en Buxar.

mutuamente. Nosotros apoyamos a estascomunidades con 12.000 euros.

Los más pobres entre los pobres de los da-lits son los musahares, de los que se ocupanlos Padres Claretianos. Estos nos pidenayuda para la construcción de una sala po-livalente (50.000 euros) donde enseñar alos niños de los musahares a leer y escribir,y donde estos puedan rezar juntos y recibiruna asistencia espiritual. “Para estas perso-nas, sería una bendición que haría afloraren ellas la confianza en sí mismas y la con-ciencia de su dignidad”, aseguran los Pa-dres. Aquí hay una Iglesia necesitada, ynosotros hemos prometido ayudarla paraque los dalits también reciban pan para elalma. •

Pan para el alma de los dalits

Buena Nueva: experimentaren la comunidad cristiana

que son amados.

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Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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Servir a la paz

Odisha es la tierra de los mártires desconocidos. Muchos han muertopor poseer una Biblia. Allí la palabra de Dios es el tesoro de los católi-cos, que no se limitan a leerla, sino que la viven.

“La persecución de hace diez años nos hahecho fuertes”, asegura el Obispo Kujur.Por aquel entonces, huyeron en todo el es-tado indio decenas de miles de creyentesde las hordas de los fundamentalistas fa-náticos, y las cicatrices del pasado aúnduelen. Pero la Biblia les enseña: “En lacruz está la salvación”. Y también enseñaque el amor a Dios se muestra en la fide-lidad a Su palabra, pero culmina con elperdón. La disposición para perdonar delos discípulos de Cristo en Odisha esgrande, pues quieren ser dóciles a la Pala-bra. “Están hambrientos de la Palabra de

Dios”, nos escribe su Obispo, pues esta lesofrece un sentido y dignidad. Por eso, loscristianos de Odisha (antes Orissa) nece-sitan la Palabra en su lengua. Existe elNutan Niyam, el Nuevo Testamento enodia, pero lleva mucho tiempo agotado.Desde hace más de diez años, los sacerdo-tes, religiosas y animadores piden una re-edición. Ahora, los seis Obispos de Odishahan elaborado juntos una nueva ediciónadaptada lingüísticamente, sin cambiar elcontenido, sencilla y formalmente agrada-ble, de la que quieren imprimir 50.000ejemplares. Cada Biblia costará algo másde un euro. Nosotros hemos prometidoayudar a los Obispos (51.700 euros), puesOdisha es rica en corazones llenos de fe yamor, pero las manos están vacías.

La Biblia también será utilizada en la for-mación de asistentes espirituales y anima-dores. Provenientes de las seis diócesis,serán formados respectivamente 250 asis-tentes y animadores para parroquias, jóve-nes y grupos de mujeres durante tres añosen los fines de semana antes de acudir alos pueblos de los dalits y las tribus. Allíse encargarán de tender puentes entre lospueblos y la parroquia para mantener viva

El perdón: fundamento para la paz conDios y con los hombres.

Aquí todo gira en torno al Evangelio: estudio de la

Biblia en el norte de la India.

Ocuparse de los más pobres: una religiosa con los intocables.

la fe y profundizarla. Entre sus tareasestán los cursos de preparación para el ma-trimonio, la organización de funerales, lapreparación de la Misa dominical y la guíade los círculos de oración. Para su forma-ción se necesita material de enseñanza, unmanual, la Biblia, escritos sobre la doc-trina social católica, sobre derechos huma-nos, encíclicas, testimonios de otrospaíses, etc. El programa de formación essólido y los jóvenes hombres y mujeresestán muy motivados. Esto insuflará nuevavida en las seis diócesis de Odisha, y ser-virá a la paz social. Nosotros hemos pro-metido 30.000 euros. •

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Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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Discípulos de la verdad

La verdad y la caridad unen, pues, según escribe Benedicto XVI en Caritas in Veritate, “al ser un don recibido por todos, la caridad en laverdad es una fuerza que funda la comunidad, unifica a los hombresde manera que no haya barreras o confines”.

Cuánto más puede desarrollarse esta fuerzaen las personas que anuncian y difunden lacaridad y la verdad por su profesión, asaber, los sacerdotes. Los testimonios delos 51 sacerdotes iberoamericanos res-ponsables en sus países de la formacióncontinua de sus compañeros, que fueroninvitados por la Congregación para elClero a Roma para un curso de formacióncontinua de cuatro semanas de duración,son testimonios llenos de gratitud y asom-bro por este regalo.

El P. Francisco Silva de Paraguay escribeque llegó a Roma cansado y agotado, comomuchos otros, por las necesidades de supaís. Pero que, al igual que los demás, ha re-gresado “fortalecido interiormente, con mu-chas ideas y lleno de esperanza”. Aseguraque ha aprendido que “los sacerdotes ale-gres y santos santifican a sus comunidades”

y que son la levadura de la sociedad.“Rezad por nosotros, ayudadnos a ser me-jores”. El P. Enriquillo Núñez de la Repú-blica Dominicana también ve “los grandesretos en nuestros países, pero con Jesús, elbuen pastor y eterno sacerdote, podemoslograrlo”. Y el P. Javier Uría Vásquez deBolivia habla del camino de la verdad quelos sacerdotes pueden abrirles a todos: “LaEucaristía es el sacramento que une a todala Iglesia y que unifica a todos los creyen-tes en nuestros países”.

Para los 51 sacerdotes, este curso de forma-ción fue una vivencia incomparable de fraternidad, y no solo para intercambiar ex-periencias, sino también para buscar con-juntamente soluciones pastorales y paraprofundizar los conocimientos sobre lasverdades temporales y eternas. Este ha sidoel segundo curso y, dados los buenísimos

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Formación

Fortalecer la fidelidad en el sepulcro de San Pedro.

Motor de la misión: los participantesdel curso celebran juntos la Eucaristía.

resultados y efectos asociados, habrá untercero este año en el Pontificio ColegioEspañol de San José en Roma para estu-diar, rezar y hacer excursiones. El pro-grama es exigente: además de cuestionesteológicas, misioneras y pastorales, el plande estudios también incluye asignaturascomo “Salud psíquica del sacerdote”,“Criterios para la madurez humana del sa-cerdote” y también “Relaciones huma-nas”. La vida y obra de los sacerdotes hoydía suponen un reto permanente, y el ob-jetivo del curso es afrontarlo siguiendo elejemplo de Cristo. Sus contenidos y expe-riencias serán transmitidos en pequeñoscursos de formación continua a escala re-gional. El año pasado, más de 300 sacer-dotes participaron en estos cursosregionales. Y así cada vez más sacerdotesdel continente afligido por las sectas y laviolencia experimentan la unidad en la di-versidad, y así se renueva la faz de la tie-rra, pues la fuerza de la verdad no conocefronteras ni obstáculos.

El motor y el combustible de esta “Teolo-gía del encuentro” es el encuentro enRoma. El viaje y el curso de cuatro sema-nas cuestan por asistente 2.143 euros, y laCongregación para el Clero nos ha pedidouna ayuda para los 50 sacerdotes partici-pantes. Como Fundación pontificia, hemosconcedido esta ayuda con alegría. •

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Argelia

El accidentado caminodel Padre Paul-ElieArgelia es una bomba de relojería de la migración: situación políticaincierta, crisis económica, 43 millones de habitantes de los que dostercios son menores de 30 años, uno de cada tres jóvenes en el des-empleo… y los islamistas esperan a que llegue su hora.

En esta situación se necesita esperanza,esperanza en el futuro del propio país, y elP. Paul-Elie la tiene. Él conoce su país yconoce a sus gentes, y también sabe lo quepiensan los jóvenes, y no solo los cristia-nos. Como joven musulmán –antes se lla-maba Alí– vivió la guerra civil en los añosnoventa, que fueron los años negros de Ar-gelia en los que murieron más de 200.000personas. Mientras se enfrentaban los is-lamistas y el Ejército, perdió la esperanza,no creía en nada, se limitó a estudiar y selicenció en Informática. Una vez, él y unprimo suyo acuden a la capilla escondidade una comunidad evangélica. “Ahí escu-ché a Jesús”, recuerda. “Me llamó por minombre y me dijo que me protegía, quesiempre lo hacía. Me sentí amado comonunca. Estaba conmocionado. Durantediez minutos solo podía llorar“. Se bautizay el hambre de la verdad permanece. Años

más tarde, un misionero católico le da elpan de la vida y se convierte. Los islamis-tas se enteran y le persiguen y amenazana su familia. Entonces emigra a Europa,siempre hambriento de esperanza y toda-vía intranquilo en el corazón. En Bélgicase une a una comunidad religiosa, luego setraslada a Francia donde empieza, a sus 34años, a estudiar Teología. Seis años mástarde, en 2016, se ordena. Ha cumplido sudestino: ahora es sacerdote de la Fraterni-dad Misionera Juan Pablo II.

En su nombre, “en nombre de Jesús”, re-gresa a Argelia. “Aquí me necesitan”,dice, “mi corazón está tranquilo aunque ami alrededor reine la agitación”. Recuerdaa Santa Teresa de Ávila, que en una oca-sión se lamentó ante el Señor con las si-guientes palabras: “¿Dónde estabas,amado Jesús, dónde estabas durante esta

terrible tormenta?”. Y nuestro Señor lecontestó: “Estaba en lo más profundo detu corazón”. Lo mismo vale para el P. Paul-Elie, que quiere llevar ese sosiegointerior en Dios a la gente. Según datos dela Iglesia Protestante, en Argelia hay unos200.000 conversos, la mayoría protestan-tes, pero también el número de católicosva en aumento. No es posible obtenerdatos más precisos. La mayoría reside enCabilia, la región originaria del P. Paul-Elie, y muchos viven muy dispersos porlos pueblos de las montañas. A ellosquiere llevarles al Señor, la Eucaristía.Con ellos y con los demás habitantes delos pueblos quiere entablar el “diálogo dela convivencia” para que sientan el amorde Cristo, pero para ello necesita un todo-terreno. Nosotros le hemos prometido21.600 euros. •

Corpus Christi: llevar Cristo mismo a la gente.

Ha cumplido su destino: Padre Paul-Elie.

Para que todos sientan el amor deCristo: el P. Paul-Elie imparte su bendi-ción sacerdotal.

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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JohannesHeereman ,PresidenteEjecutivo

Necesidad, amor y gratitud: vuestras cartasCada día un peso Con esta carta, mi curso de la FacultadHumanística de la Universidad de SantoTomás quiere comprometerse a donarcada día un peso a favor de Ayuda a laIglesia Necesitada. Les rogamos nos co-muniquen cómo podemos hacerle llegarde la mejor manera este donativo. ¡Mu-chas gracias y mucha fuerza para suFundación! ¡Que Dios los bendiga! Una estudiante de Manila, Filipinas

Gran repercusión Gracias por apoyar a los que más sufrenen todo el mundo. Me alegro de tenernoticia de la gran repercusión que tienevuestro trabajo. Nosotros, que lo tene-mos “todo”, tendemos a dar por sobre-entendidas nuestra fe y la bendiciónrecibida.

Un benefactor estadounidense

Liberación interior Tras leer vuestra carta, empecé a rezarel Rosario, y algunos días después elSeñor me otorgó tanta sanación y libe-ración interiores que estoy en paz comono lo estaba desde hacía mucho tiempo.De todo corazón os deseo por vuestraexcelente labor, que me complazco enapoyar, la bendición de Dios.

Un benefactor alemán

¡Divulgadlo!Estamos estrechamente unidos a Ayudaa la Iglesia Necesitada y no cesamos dedivulgarlo. Desde hace tres años horneopan para nuestro mercadillo de Navi-dad, y con los donativos de buenas per-sonas hemos vuelto a reunir 1.000 eurospara ustedes.

Una benefactora austriaca

A 3.000 euros asciende la ayudaal sustento que hemos podidoentregar, gracias a vuestra gene-rosidad, a las Siervas de MaríaMinistras de los Enfermos deCuba. La Hna. Brunilda nos es-cribe que ella y sus tres Herma-nas pueden vivir y servir “graciasa esta ayuda concedida por la Di-vina Providencia”. Solo Dios,asegura, puede insuflar la idea deayudar a tales proyectos en favor de “los enfermos que sufren encondiciones indignas, sin los medicamentos necesarios y a menudoen casas destruidas por los ciclones”. Estas hermanas son “los piesy las manos, pero ustedes son el corazón y los nervios que mantie-nen con vida al Cuerpo de Cristo en Cuba”. Sin el sacrificio de losbenefactores, las religiosas no podrían “mantener abierta la mano deDios para curar, consolar y regalar Su misericordia gratis y sin per-cibir salario alguno por ello”.

Ayuda concedida por la Divina Providencia

Queridos amigos:Hace ahora siete años que cedí ante la pe-tición del Cardenal Piacenza de ponermea disposición de Ayuda a la Iglesia Nece-sitada. Entonces lo hice exclusivamentepor mi sentimiento del deber hacia la Igle-sia, pero sin entusiasmo, porque no cono-cía a Ayuda a la Iglesia Necesitada yporque tenía planes completamente dife-rentes para mi jubilación. Hoy miro atrása estos años con enorme gratitud. He po-dido aportar mi experiencia profesional ala refundación ordenada por el Papa Be-nedicto, pero, sobre todo, he podido cono-cer esta joya entre las asociaciones deayuda eclesiales. Para el Padre Weren-fried, nuestra tarea consiste en tender unpuente de amor entre vosotros, generososbenefactores, y la Iglesia perseguida y ne-cesitada. A ambos lados de este puente heconocido a gente maravillosa, misionerosextraordinarios y benefactores altruistas.En las Oficinas Nacionales y en la SedeCentral de Königstein me he encontradocon con personas que mantienen en pieeste puente con pasión y entrega. La fe-cundidad de esta Fundación solo se ex-plica por las oraciones que las personas aambos lados del puente del amor ofrecenlas unas por las otras. A diario percibocómo las manos de Dios nos bendicen yprotegen.

Estos años han enriquecido infinitamentemi vida. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

Vuestro

Johannes Heereman

Redacción: Jürgen LiminskiEditor responsable: ACN InternationalEl Boletín es gratuito, aunque se aceptan donativos para ayudar a suenvío. Impreso en España. De licentiacompetentis auctoritatis ecclesiasticae.D.L.M.-11011-1986www.acn-intl.org

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