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185 Andrea Zinato “E sse ficar viv’e sãa, / logo me farei crischãa”…: la leyenda de Marisaltos, la judía de Segovia [Alfonso X, Cantigas de Santa María, n.107, ed. W. Mettmann] Andrea Zinato Università degli Studi di Verona – Italia 1. La cantiga y el milagro Alfonso el Sabio (1221-1284), ‘compuso las razones’ y ‘mandó fazer’ las Cantigas de Santa María entre 1257 y 1283. Las distintas redacciones de la obra son una muestra ejemplar de una operación autorial protagonizada por el propio rey, en la que los textos propiamente líricos se añaden y se alternan a los narrativos según un patrón numérico, es decir, el número cinco, el número de letras que componen el nombre de María, y sus múltiplos: diez y cien. Por ejemplo, en la redacción transmitida por el manuscrito toledano, custodiado hoy en día en la Biblioteca Nacional de Madrid, sign. 10.029, que abarca 100 de la 420 cantigas, cada diez miragres hay un loor, de ritmo a la vez narrativo o lírico, mientras que la cantiga número cincuenta, que marca la mitad de la recopilación, exalta los siete duelos de María. Además de eso, las cantigas alfonsíes cuentan con un sistema muy bien organizado y orgánico de rúbricas, en las que se explica el argumentum del poema y su género, es decir loor o miragre. La poetización de estas narraciones y su conformación con los estribillos convierten la diégesis del milagro en cantiga. Desde luego, no tenemos que olvidar que, aunque quienes escribían eran sus colaboradores, el yo poético emisor, que algunas veces habla en primera persona, es el propio rey: “don Affonso de Castela/ de Toledo, de Leon/ rey e ben des Conpostela/

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  • 185

    Andrea Zinato

    E sse ficar vive sa, / logo me farei crischa:la leyenda de Marisaltos, la juda de Segovia

    [Alfonso X, Cantigas de Santa Mara, n.107, ed. W. Mettmann]

    Andrea ZinatoUniversit degli Studi di Verona Italia

    1. La cantiga y el milagro

    Alfonso el Sabio (1221-1284), compuso las razones y mand fazer las Cantigas de

    Santa Mara entre 1257 y 1283. Las distintas redacciones de la obra son una muestra

    ejemplar de una operacin autorial protagonizada por el propio rey, en la que los

    textos propiamente lricos se aaden y se alternan a los narrativos segn un patrn

    numrico, es decir, el nmero cinco, el nmero de letras que componen el nombre de

    Mara, y sus mltiplos: diez y cien.

    Por ejemplo, en la redaccin transmitida por el manuscrito toledano, custodiado

    hoy en da en la Biblioteca Nacional de Madrid, sign. 10.029, que abarca 100 de la

    420 cantigas, cada diez miragres hay un loor, de ritmo a la vez narrativo o lrico,

    mientras que la cantiga nmero cincuenta, que marca la mitad de la recopilacin,

    exalta los siete duelos de Mara.

    Adems de eso, las cantigas alfonses cuentan con un sistema muy bien organizado

    y orgnico de rbricas, en las que se explica el argumentum del poema y su gnero, es

    decir loor o miragre. La poetizacin de estas narraciones y su conformacin con los

    estribillos convierten la digesis del milagro en cantiga.

    Desde luego, no tenemos que olvidar que, aunque quienes escriban eran sus

    colaboradores, el yo potico emisor, que algunas veces habla en primera persona, es

    el propio rey: don Affonso de Castela/ de Toledo, de Leon/ rey e ben des Conpostela/

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    Andrea Zinato

    ta o reyno dAragon/ de Cordova, de Jahen,/ de Sevilla/ e de Mura, et coetera, como

    se lee en el prlogo antepuesto a los textos poticos.1

    Apunta Valeria Bertolucci Pizzorusso analizando este prlogo:

    il poeta in prima persona esalta larte del trobar, quella che occorre per lodare

    la sua nuova Sennor, che egli ha scelto di servire dora in poi come trobador,

    rinunciando a cantare outra dona, sicuro che i suoi cantares le saranno graditi e

    gli guadagneranno la ricompensa (gualardon, es decir el paraso) che ella concede

    aos que ama.2

    Las Cantigas son perfectas desde el punto de vista formal, mtrico y retrico: a este

    respecto no se olvide que la corte de Alfonso ampar a Guiraut Riquier y a otros

    trovadores y que Juan Gil de Zamora, preceptor del infante Sancho, compuso en latn

    un Liber Mariae, cuyo repertorio de cincuenta y seis milagros inspir las cantigas.3 En

    ellas se canta a la virgen, sus res gestae y sus loores: sin embargo, el rey (y el hombre)

    se convierte en entendedor (el enamorado) y por consiguiente el trovador convierte

    los loores de su sennor en la ratio de su canto, de su arte y, finalmente, de su vida.4

    1 Alfonso X, el Sabio, Cantigas de Santa Mara, ed. W. Mettmann, Castalia, Madrid 1986, 3 vol., (a partir de ahora CSM: aqu CSM, I, pp. 53-6), Vanse, adems: Elvira Fidalgo, As Cantigas de Santa Maria, Edicins gerais de Galicia, Vigo 2002; Valeria Bertolucci Pizzorusso, Alfonso X el Sabio, poeta profano e mariano y J. Montoya Martnez A. Domnguez Rodrguez (eds.), El Scriptorium alfons: de los libros de astrologa a las Cantigas de Santa Mara, Madrid 1999, pp. 149-158.

    2 Valeria Bertolucci, Morfologie del testo medievale, il Mulino, Bologna 1989, pp. 136-7.3 Se trata del Tractatus XVI: De multorum miracolorum patratione per Virginis

    intercensionem del Liber de Jhesu et Maria. Ejemplar consultado: ms. 9503/diap. de la BNM. Vanse, adems, [Gil de Zamora], Milagros de Santa Mara del Liber Mariae, ed. de Francisco Rodrguez Pascal, Semuret, Zamora 2007 y Jess Montoya Martnez, El ms. 110 de la Biblioteca Nacional de Madrid y las colecciones latinas hispnicas de milagros, Studi di Filologia Romanza offerti a Valeria Bertolucci Pizzorusso, a cura di P.G. Beltrami, M.G. Capusso, F. Cigni, S. Vatteroni, Pacini editore, Pisa 2006, pp. 1071-1103.

    4 Vanse, V. Bertolucci Pizzorusso, Libro di autore e libro di autori: il caso delle Cantigas de Santa Mara, P. Botta, C. Parrilla, I. Prez Pascual (eds.), Canzonieri Iberici, Toxosoutos, Noia 2001, 2 vol., (I: pp. 125-127). Cf., adems, Juan Paredes, El discurso potico alfons religioso y profano. Intertextualidad y convergencias temtico-formales, Studi di Filologia Romanza (supra, nota 3), pp. 1176-1189.

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    Las Cantigas abarcan todo tipo de taxonoma mariana: Mara, advocata dei, lo

    resuelve todo, segn la tradicin del culto mariano que en Europa5 y en Castilla se iba

    imponiendo y difundiendo ya desde el siglo VII, impulsado por la obra de Idelfonso

    (607-667), obispo de Toledo.6

    Los judos protagonizan diecisis de las 420 cantigas iuxta edicin cannica de

    Walter Mettmann.7 Ellos desempean los papeles que la tradicin del antijudasmo les

    haba atribuido y les iba atribuyendo: del crimen ritual a la profanacin de la hostia,

    a la usura. Las CSM comparten algunos milagros con los Miracles de Notre Dame de

    Gautier de Coinci y con los Milagros de Nuestra Seora de Gonzalo de Berceo.8

    5 En el siglo XII el De aquaeducto de Bernardo de Claraval codifica el culto mariano. Aesta obra sigue y se difunde una tratadstica en latn consagrada privativamente a Mara: menciono slo a Guilbert de Nogent (1053-1121) De laude Sanctae Mariae, Guillaume de Malmesbury (f. 1143) Liber miracolorum Dei genitricis y Gautier de Cluny (f. a. de 1155) De miraculis Beatae Virginis Mariae.

    6 Vase Migne, Patrologiae latinae, 96, [Sanctorum Hildefonsi, Leodegarii, Juliani, Toletani, Augustodunensis et iterum toletani episcoporum, opera omnia]: S. Hildefonsi episcopi toleti De verginitate perpetua sancte Marie adversus tres infedeles, pp. 53-110. En esta obra Ildefonso ataca violentemente a los judos e introduce la idea de la virgen como fuente o ro de santidad y de pureza, cf. Caput. IV: Hortatur Judaeum, ne virginis et matris minuat gloriam cujus ignominia redundat in prolem. Et quod Virginem adorant omnes coelestes virtutes, et confluunt ad eam omnes populi, Judeorum quoque perfidiamobiter ostendit ab antiquis Patribus divinitus prophetam (pp. 67-71). Vase, adems, Ildefonso de Toledo, La virginidad perpetua de Santa Mara, ed. de Vicente Blanco Garca, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1952. En el siglo XV, Alfonso Martnez de Toledo, el autor del Arcipreste de Talavera, tradujo al castellano el tratado de Ildefonso, versin que ha sido publicada: San Ildefonso de Toledo a travs de la pluma del Arcipreste de Talavera, ed. de Jos Madoz, S.I., CSIC, Madrid 1943. Ildefonso protagoniza, tambin, el primer milagro de Berceo: La casulla de san Ildefonso, Gonzalo de Berceo, Obra completa (infra, nota 15), pp. 573-79.

    7 Alfonso X, el Sabio, Cantigas de Santa Mara (supra, nota 1): se trata de las cantigas 4, 6, 12, 22, 34, 71, 91, 109, 135, 149, 187, 238, 286, 390, 415, 426. Vase Albert I. Bagby, The Figure of the Jew in the Cantigas of Alfonso X, I. J. Katz, J. E. Keller, S. G. Armistead, J. T. Snow (eds), Studies on the Cantigas de Santa Maria: Art, Music, and Poetry, HSMS, Madison 1987, pp. 235-45.

    8 Los milagros comunes a las tres obras son quince (las cantigas nmeros 2, 3, 4, 7, 11, 13, 14, 16, 24, 25, 32, 33, 34, 45, 47, 56 en la edicin de Mettman), tres se hallan solamente en Alfonso y Berceo (n 19, 39, 86) y 33 compartidos slo por Alfonso y Gautier. Vanse Xos Filgueira Valverde, Os xudeus nas Cantigas de Santa Maria, Actas del Congreso Xudeus e conversos na historia (Ribadavia 1991), Carlos Barros, Santiago de Compostela 1994,

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    Una de las cantigas protagonizadas por un/una judo/a es la 107, conocida como

    la de la juda de Segovia o de Marisaltos, mujer juda que protagoniza el milagro. La

    ratio, como hemos dicho, queda muy clara en la rbrica:

    Como santa Mara guardou de morte hu]a judea que espenaron en Segovia; [e]

    porque sse acomendeu a ela non morreu nen se firiu.

    Quen crever na Virgen Santa,

    ena coita valer-ll-.

    pp. 275-287; Enrique Cantera Montenegro, La imagen del judo en la Espaa medieval, Espacio, tiempo y forma, Serie III, Historia medieval, (11), 1998, pp. 11-38 y H. Salvador Martnez Santamarta, La convivencia en la Espaa del siglo XIII. Perspectivas alfonses, Polifemo, Madrid 2006.

    1. Destun miragr, en verdade,

    fez en Segovia cidade

    a Madre de piedade,

    qual este cantar dir

    Quen...

    2. Du]a judea achada

    que foi en err e fillada

    e a esfalfar levada

    du]a pena qui est

    Quen...

    3. Muitalta e muitesquiva.

    E ela diss: Ai, cativa,

    como pode ficar viva

    quen daqui a caer ,

    Quen...

    4. Senon se Deus xe querria!

    Mas tu, Reyna Maria,

    u crischydade fia,

    se tal es como ja

    Quen...

    5. Que acorre-las coytadas

    que ti son acomendadas,

    ontre todas-las culpadas

    val a mi, ca mester m.

    Quen...

    6. E sse ficar vive sa

    logo me fare[i] crischa

    ante que seja manna

    cras, u al non aver

    Quen...

    7. Os judeus que a levaron

    na camisa a leixaron

    e logo a espenaron,

    dizendo: Al yr!

    Quen...

    8. Mais pois dali foi cauda,

    da Virgen foi acorruda;

    poren non foi pereuda,

    pero caeu lonal

    Quen...

    9. Jus a pe du]a figueira

    e ergeu-sse mui ligeira-

    ment e foi-sse sa carreira

    dizendo Sempre ser

    Quen...

    10. Be]eita a Groriosa,

    Madre de deus preciosa

    que me foi tan piadosa;

    e quena non servir?

    Quen...

    11. E chegou aa eigreja

    daquela que senpre seja

    be]eita, u miu sobeja

    gente viu, e diss: Ac

    Quen...

    12. Vid e batiar-m-edes,

    e tal miragroyredes

    que vos maravillaredes,

    e todomassi far.

    Quen...

    13. E tan tost aquela gente

    a batiou mantenente;

    e foi sempre ben creente

    da que por nos rogar

    Quen...

    14. A seu Fillo grorioso

    que nos seja piadoso

    eno dia temeroso

    quando julgar-nos verr.

    Quen...

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    Andrea Zinato

    La cantiga se compone de 14 estrofas, coplas de versos heptaslabos, acentuados

    hasta la ltima slaba segn la norma de la versificacin gallego-portuguesa, cuyo

    patrn rmico se acomoda al del virelai o de la estrofa zejelesca, es decir, estribillo de

    dos versos, mudanza de tres versos monorrimos y vuelta que rima con el estribillo,

    segn el esquema AB// ccc: b /AB// ccc: b.9

    El refrn/estribillo de la cabeza, que se repite al final de cada estrofa, se introduce

    a veces por verba dicendi. La cantiga es una muestra ejemplar del mester potico

    del taller-scriptorium de la corte alfons y del propio Alfonso versificador, tal y como,

    ya hace bastante aos, haba apuntado Pierre Le Gentil en su estudio dedicado a la

    poesa lrica espaola y portuguesa en el ocaso de la Edad Media.10 El refrn a menudo

    interrumpe la unidad gramatical o bien semntica del texto, si bien ste se caracteriza

    por un muy marcado encabalgamiento.11

    La Cantiga se divide en distintos nucleos temticos: el argumentum de la rbrica

    y el estribillo constituyen, como ya he sealado, la ratio de la cantiga, en la primera

    estrofa la introduccin al milagro con la ubicacin nacional, determinada en Segovia

    cidade, la presentacin de la protagonista u]a judea achada, que foi en erre fillada

    (ntese que Alfonso no explica ni el nombre ni el crimen); en la segunda el castigo a

    esfalfar levada/ du]a pena qui est; en las estrofas tercera, cuarta y quinta la advocatio

    a la virgen Mara, misericordiosa; en la sexta la promesa de la conversin. En la

    sptima, octava y novena se reanuda la narratio principal y se cumple el milagro,

    da virgen foi acorruda/ poren non foi peruda: la juda no muere porque la camisa,

    que sus verdugos le han dejado por pudor, detiene su cada. La estrofa diez, y ntese

    el valor simblico del nmero, constituye un loor de la Virgen. En las once y doce

    la juda se bautiza: despus de la conversin pasar su vida rezando y rogando a seu

    9 Vase Elvira Fidalgo, Variedad mtrica en las Cantigas de Santa Mara, Studi di Filologia Romanza (supra, nota 3), pp. 562-579.

    10 Pierre Le Gentil, La posie lyrique espagnole et portugaise la fine du Moyen Age,Slatkine, vol. II, Genve Paris 1981, pp. 209-224.

    11 Apunta Mercedes Brea, Cantigas /v/ Milagros en los Cancioneros marianos del siglo XIII, Studi di Filologia Romanza (supra, nota 3), pp. 303-16: Es, pues, el refrn el que, de alguna manera, convierte los milagros en cantigas, el que proporciona sentido en la concepcin alfonsina al relato maravilloso, que se convierte as en la prueba fehaciente tanto de las gracias como del inmenso poder que Dios quiso otorgar a su Madre, hacindole ocupar el primer (y muy destacado) lugar en la escala de intercesores que pueden mediar entre l y los hombres (p. 313).

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    Fillo grorioso/ que nos seja piadoso, es decir que la nefita se convierte a su vez en

    advocata filii dei.12

    A nivel lxico Mara es santa (rbrica), madre de piedade (1, v. 3), muitalta

    e muitesquiva (3, v. 1), be]eita (10, v. 1; 11, v. 3) e groriosa (10, v. 1), preciosa (10,

    v. 2); la juda es achada (2, v. 1) cativa (3, v. 2). En posicin final de verso, Alfonso

    pone palabras que, aparte de su funcin rtmica y rmica, componen el armazn de la

    estructura narrativa: por ejemplo, en la primera estrofa: verdade/ cidade/ piedade, en

    la segunda achada/ fillada/ levada, en la tercera esquiva/ cativa/ viva etc...

    Del desarrollo temtico de la cantiga se desprende que el milagro no tiene nada

    punitivo hacia la comunidad juda, lo que pasa, en cambio, en la conocida Cantiga de

    los judos de Toledo, la nmero doce en la edicin de Mettmann.13 En sta los judos

    fazeran u]a cruz fazer/ en que aquela omagen/ querian logo per./ Et por estouveron

    todos de morrer,/ e tornou-xe-lles en doo seu solaz.//14 El mismo tema se encuentra en

    el Milagro de Cristo y los judos de Toledo de Berceo: [429] Fueron bien recabdados

    los que prender podieron,/ dironlis yantar mala qual ellos merecieron,/ fizieron Tu

    autem, mala muerte prisieron,/ despus lo entendieron qual mal seso fiieron/.15

    El asunto de la cantiga de la juda de Segovia, condenada aunque inocente, es su

    conversin. En la visin cristiano-catlica, salvar a inculpados es un acto de amor, pero

    salvar a inocentes lo es, adems, de justicia: la misericordia de la Virgen, invocada

    por una juda, se sobrepone a la ley de los judos (pero no a la de las Siete partidas

    del autor). Adems de eso, la cantiga es una operacin poltica y de propaganda ante

    litteram, ya que all donde se salv la juda, conocida desde entonces con el nombre

    12 Cf. Elvira Fidalgo, Esquemas narrativos en las Cantigas de Santa Mara, [I]: Studi Mediolatini e Volgari, 28 (1992), pp. 31-131 y [II]: Studi Mediolatini e Volgari, 29 (1993), pp. 9-41.

    13 Esta como Santa Maria se queixou en Toledo eno dia de ssa festa de agosto, porque os judeus crucifigavan u]na omagen de cera, a semellana de seu fillo, CSM, pp. 88-9.

    14 Ibid. vv. 31-34.15 Gonzalo de Berceo, Obra completa, B. Dutton, A. Ruffinatto, P. Tesauro, I. Ura, C.

    Ga Turza, G. Orduna, N. Salvador, P.M. Ctedra, M. Garca (eds.), estudios E. Alarcos Llorach, M. Alvar Lpez, V. Garca de la Concha, J. Fadrejas Lebrero, Espasa Calpe-Gobierno de La Rioja, Madrid 1992, estr. 429. Vase, tambin, M. Ciceri, I Milagros de Nuestra Seora: la struttura e i codici, Lacqua era doro sotto i ponti. Studi di iberistica che gli Amici offrono a Manuel Simes, G. Bellini - D. Ferro (eds.), Bulzoni, Roma 2002, pp. 71-79. Entre las ltimas aportaciones vase Mercedes Brea, Cantigas, (supra, nota 11) pp. 303-16.

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    de Mara del Salto o Marisalto(s), se edific la iglesia de Santa Mara de la Fuencisla,

    es decir de la fons stillans, debido a los manantiales que brotan de la pea. La fuente

    es otro elemento que implica la identificacin simblica de la Virgen con el agua pura

    y con el ro que recoge las aguas de la fuente de la vida, es decir Dios. De esa manera

    se foment el culto de la patrona de la propia Segovia.

    Como veremos a continuacin, en las numerosas versiones posteriores del milagro

    a la juda se le atribuye el nombre de Ester y el acontecimiento se fecha en la poca de

    Fernando III, padre de Alfonso. La causa del castigo result ser a la vez su atraccin

    hacia el cristianismo o bien una ms terrenal y humana liaison con un caballero

    cristiano casado, o ambas.

    Este tipo de enlace adulterino, a pesar de ser autntico o supuesto, se castigaba, en la

    legislacin alfonsina, de manera muy dura: La muger ferida pblicamente, con azotes,

    et puesta et encerrada despus en algn monasterio de dueas (iuxta Partida VII,

    ttulo XVII), con la circunstancia agravante del judasmo de la mujer (iuxta Partida

    VII, ttulo XXXIX): ningunt cristiano non convite a ningunt judo nin juda.16

    2. Las fuentes de la leyenda y su fortuna posterior

    Segn las investigaciones de Jos Fradejas Lebrero17, existen tres versiones medievales

    del milagro: la de Alfonso, la de Rodrigo del Cerrato o Cerratense [Rodericus

    Cerratensis Hispanus, ordinis Fr. Praedicatorum] de hacia 1276, el primero que llam

    a la protagonista Mara del Salto o Marisaltos18 y, ms tarde, Alonso de Espina que la

    incluye en su Fortalitium Fidei escrito entorno al 1460.19

    16 Alfonso X, Las Siete Partidas, Real Academia de la Historia, Madrid 1807 (reimpresin Atlas, Madrid 1972), passim.

    17 Jos Fadrejas Lebrero, La cantiga CVII o de Mari Saltos, Fragmentos, 2 (1984), pp. 20-34. Vase, adems, Fidel Fita, Mariasaltos, la hebrea de la Fuencisla. Siglo XIII, Boletn de la Real Academia de la Historia, 9 (1886), pp. 372-89.

    18 Para su biografia vase Migne, PL, 69, p. 47. All se lee: Fuit Rodericus hic CerratensisHispanus ordinis Fr. Praedictorum. Vixit saec. XIII. Scripsitque Sanctorale, seu Vitas sanctorum, quorum gesta partim ex antiquis Ecclesiarum Breviariis, partim ex historicis collegit. Opus adhuc ineditum, si aliquorum sanctorum Vitas excipias, quas R.P. Florez publici juris fecit in sua Hispania sacra, ex quo nos hanc Hildefonsi transcribimus (p. 47). No he conseguido localizar ningn ejemplar de la obra de Rodrigo Cerratense, por lo tanto hago mo lo que sostiene Fadrejas Lebrero.

    19 He utilizado el incunable 467 de la BNM: [Alfonso de Espina], Fortalicium fidei contra

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    ste es el relato de Espina:

    Liber Tercius. Consideratio Decima: De iudea precipitata in civitate segobenensi

    et per Virgine liberata.

    Nonum mirabilem accidit in predicto regno civitate Segobiense. Cuidem mulieri

    iudee imponeretur crimen adulterii false tradita fuit marito ut de ea facere quod

    vellet. Quicum eam duceret ad supercilium cuiusdam excelse rupi civitatis

    coniuncte ut ex loco illo illam precipitaret concurrentibus ad spectaculum pluribus

    gentibus predicta iudea que immunis erat crimine et devota Virgine gloriose licet

    occulta. In articulo illo grandi cum devotione beate Virgini se commendavit ut

    sicut immunis erat liberaret proponens in corde suo si eam liberaret fidem xristi

    recipe. Ac sibi toto tempore vite sue in sua ecclesia servire. Et ecce mox tunc

    precipitata fuit apparvit sibi Virgo beata eam suis in manibus recipiens et illesam

    in profundo vallis ponens. Cumque plurime gentes ad locum currerunt invenerunt

    eam illesam gaudentem et laudantem Deum et gratias referentem Virgini gloriose

    publice affirmans manibus eius fore liberata. Deducta est ergo mulier illa iudea

    ad petitionem eiusdem ad maiorem ecclesiam predicte civitatis que Sancta

    Maria maior intitulata et ibi sacrum baptisma recepit et vocata in vulgari nostro

    Marisalto: Maria propter Virginem Mariam quam eam liberavit et saltos propter

    saltum periculosum quem fecit. Vixit autem in ecclesia multo tempore in timore

    domini serviendo laudabiliter resplendevit spiritu prophecie et feliciter cursum

    suum consummavit. Predicti miraculi adhuc in predicta ecclesia extat memoria in

    picturis sicut ego vidi. [c.CLXXI v.]20

    iu/deos saracenos/aliosque chri/stiane fidei inimicos. Colofn: Anno incarnate deitatemillesimo/ quadringentesimo nonagesimo quarto/vicesimaquinta die mensis februarii/ hic liber (quem fidei fortalitium editor inti/ tulavit) impresoria arte Nurmberge im/ pensisAntonii Koberger in ibi civem/ est consummatus.// Laus deo. El liber tertius trata de iudeorum bello contra fidei fortalicium, la consideratio decima: De iudeorum mirabiliumet sua obstinata malicia ubi decem mirabilia explicantur [fols. CLXXr -CLXXXVv].

    20 Libro tercero: consideracin dcima: de una juda despeada en la ciudad de Segovia y librada por la Virgen.

    El noveno milagro acaeci en la ciudad de Segovia: una mujer juda acusada por adltera fue entregada a su marido para que la castigara. ste la llev a un peasco de la ciudad para despearla; todo el pueblo acudi al espectculo; sin embargo la juda era inocente y secretamente devota a la Virgen gloriosa. A punto de morir, invoc a la Virgen con gran devocin y prometi hacerse cristiana si la librara de aquel peligro y servirle por toda su

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    Andrea Zinato

    Alonso de Espina, respecto al rey Alfonso y al Cerratense (en este caso segn refiere

    Fradejas Lebrero), aade el detalle de que la juda se bautiz en la iglesia de Santa

    Mara mayor y que vivi in ecclesia multo tempore.

    En opinin de Fradejas Lebrero, Alfonso escuch, cuando nio, una versin

    popular de este milagro, que sigue perviviendo tradicionalmente desde el siglo XIII

    hasta hoy en el folclore segoviano a pesar de que no figura en los grandes repertorios

    marianos. Del milagro se cuentan una treintena de versiones de 1523 a 1975; tampoco

    falta una versin teatral, Mara del Salto o El milagro de la Virgen, escrita por un tal

    Cabarro y Dotas, autor que personalmente desconozco, y estrenada en 1887.21

    El pretexto y motivo literario se hallara, segn Fradejas Lebrero, en la tercera

    Controversia del primer libro de las Controversiae del hispano Lucio Aneo Sneca el

    viejo o el retrico, que trata de una vestal acusada y despeada por perder su virginidad

    y que se salva por implorar a la diosa Vesta, como se lee en la rbrica: Incesta saxo

    deiciatur. Incesti damnata, antequam deiceretur de saxo, invocavit Vestam. Deiecta

    vixit, repetitur ad poenam.22

    Me parece que esta hiptesis sea un poco atrevida a pesar de que, para K. A. Blher,

    en la biblioteca de Alfonso haba ciertamente obras de Sneca, pero no disponemos de

    ningn inventario de la misma; sin embargo, debido a las citas de Sneca que constan

    en las Siete partidas, se puede suponer que el taller alfons dispona de cdices de obras

    de Sneca. En la poca de Alfonso y hasta bien entrado el siglo XVI no se distingua,

    adems, entre el padre y el hijo, as que excerpta de las Controversiae se aadan

    con el ttulo de Declamationes a los escritos y a los florilegios apcrifos de obras de

    vida en la iglesia. Como la despearon, la Virgen apareci, la sostuvo con sus manos y la acompa al suelo sana y salva. La gente que haba acudido la encontr ilesa, feliz, que alababa a Dios y que daba las gracias a la Virgen, confesando a voces que las manos de sta la haban librado. Pidi que la llevasen a la iglesia catedral, llamada Sancta Maria maior, donde quera ser bautizada. Le dieron nombre en nuestro romance Marisaltos: Mara porque la Virgen la libr y saltos porque la haban arrojado de lo alto.Vivi en la iglesia por mucho tiempo muy devotamente sirviendo a Dios y cumpliendo con su voto. Transcurri felizmente el tiempo de su vida terrenal. De este milagro se guarda hasta hoy memoria en la mencionada iglesia en unos dibujos tal y como yo mismo los vi [c. CLXXI].

    21 Fradejas Lebrero, La cantiga CVII (supra, nota 17), p. 29, proporciona un listado muy detallado de las versiones de la leyenda por l conocidas.

    22 L. Annaeus Seneca rhetor, indicem nominum et rerum instruxit Christina Zani, I, In Aedibus Giardini Editori e Stampatori in Pisa, MCMLXXVI, pp. 49-54 (p. 49).

    23 Karl Alfred Blher, Sneca en Espaa, Investigaciones sobre la recepcin de Sneca en Espaa desde el siglo XIII hasta el siglo XVII. Gredos, Madrid 1983, pp. 60-75, (p. 69).

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

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    Andrea Zinato

    Sneca.23

    Sentado esto, como acabamos de ver Alfonso slo determina la localidad, es decir

    Segovia. Ms elementos seudo-histricos los aadieron Alonso de Espina, que sita la

    localizacin del lugar de la ejecucin en las Peas Grageras, all donde se situara la

    ermita de la Virgen de la Fuencisla, y el segoviano Jernimo de Alcal Yez y Ribera

    (1536?-1632), conocido autor de la novela picaresca Alonso mozo de muchos amos

    o El donado hablador. ste, en su obra religiosa Milagros de Nuestra Seora de la

    Fuencisla, publicada en Salamanca en 1615 por la Imprenta de Antonia Ramrez, y

    escrita por encargo del Ayuntamiento de Segovia, impone a la annima protagonista

    el nombre de Ester y fecha el milagro, como ya hemos sealado, en 1237 en la poca

    de Fernando III (1199-1252), el rey santo de Castilla (1217-1252) y de Len (1230-

    1252), padre de Alfonso y tolerante con judos y musulmanes.

    Alcal Yez mencionara el relato del milagro tambin en la segunda parte del

    Alonso de 1626 y en Las verdades para la vida cristiana de 1632 (Valladolid, por

    Jernimo Morillo), otra obra devocional.24

    Alcal Yaez trata del milagro de la Virgen de la Fuencisla, en el cap. XI de la

    Segunda Parte: Cuenta Alonso el milagro que obr nuestra seora de la Fuencisla

    con la juda Ester y el origen de la limosna, llamada ofrenda, en la Ciudad de Segovia

    (pps. 223-239).

    Escribe el autor: El ao de mil doscientos e treinta y siete, reynando en Castilla

    el rey don Fernando (...) en este tiempo hubo en la Ciudad de Segovia una noble y

    principal juda, llamada Ester, rica, discreta y hermosa25 (p. 224). El autor acredita

    la hiptesis de la esposa celosa del caballero cristiano. sta delata a Ester a su marido

    judo. Adems, Alcal Yaez mantiene que despus del milagro: llegados al templo,

    el Obispo (don Bernardo), la bautiz, dndola por nombre Mara, para memoria del

    24 Doctor Jernimo de Alcal Ynez y Ribera, Alonso, mozo de muchos amos, (primera y segunda parte), estudio y edicin de M. Donoso Rodrguez, Universidad de Navarra-Iberoamericana-Vervuert, 2005. Por lo que se refiere a las obras devocionales de AlcalYez, ibid., pp. 22-29. Vase Manuela Martnez Villalpando, Jernimo Alcal Yez y Segovia, Obra cultural de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, Segovia 1976 y Mara Remedios Prieto de la Iglesia, Alcal Yez y su obra Milagros de Nuestra Seora de la Fuencisla, Instituto Diego de Colmenares del CSIC, Segovia 1984.

    25 Para el tema de la hermosa juda, vase Edna Aizenberg, Una juda muy fermosa: The Jewess as Sex Object in Medieval Spanish Literature and Lore, La Cornica, 12:2 (1984), pp. 187-94.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

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    Andrea Zinato

    beneficio que haba recibido, y por sobrenombre del Salto, por el trabajo y peligro

    en que se haba visto, y tambin por el salto que dio de la ley de Moiss a la ley

    Evanglica de gracia (p. 229). A continuacin menciona el Fortalicium fidei de

    Alonso de Espina, del cual, en efecto, Alcal Yez ha tomado la leyenda del milagro

    como se desprende del cotejo de los dos textos: En el libro intitulado Fortalicium

    fidei, que yo he visto, en el cp. 9 de bello judayco, donde hace mencin de este

    maravilloso suceso, dice: que la Sagrada Virgen nuestra seora en sus manos la traxo

    desde lo alto, hasta ponerla libre y sin dano alguno; dexndola en lo llano del camino

    donde haba de llegar hecha pedazos (pp. 228-9).

    Otro poeta segoviano, Alonso de Ledesma (1526-1633), trata de la leyenda-

    milagro de la juda de Segovia en una dcima de su obra Romancero y monstro

    imaginado,26 de 1615, incidiendo sobre todo en la causa del castigo de Ester.27 La

    dcima se incorpora al apartado dedicado al Compedio de algunas grandezas de esta

    insigne y antigua Ciudad de Segovia, fols. 31r-36r, ms precisamente en la seccin

    dedicada a los cinco carros triunfales, hechos para la solemnssima fiesta que se hizo

    de Nuestra Seora de la Fuencisla, en esta ciudad de Segovia. Llevada cada uno en

    dcima, en la qual epilogava la grandeza, antigedad, o valenta de las figuras que

    yvan en l (fols. 34r-36r).

    26 Romancero/ y monstro/ imaginado./ Compuesto por Alonso/ de Ledesma, Dirigido a Pedro de Tapia,/ del Consejo real, y de la general/ y suprema Inquisicion./ Con licencia del ordinario,/ Impresso en Lerida, por Luys Manescal/ mercader de libros/ ao 1616. Colofn: Con licencia/ del ordinario,/ Fue impreso el Romancero, y Mons/tro imaginado de Aloso de Ledesma/ en la muy antiquissima ciudad/ de Lerida,/ por Luys Manescal/ Mercader de libros,/ ao 1616. He consultado el ejemplar Bibioteca Nacional de Madrid R-1515, f. 36v.

    27 Vanse Miguel DOrs, Vida y poesa de Alonso de Ledesma (1526-1633). Contribucin al estudio del conceptismo espaol, EUNSA, Pamplona 1974 y R. Cazalbou, El romancero y monstruo imaginado de Alonso de Ledesma: escritura de la monstruosidad o monstruosidad de la escritura, Notas y estudios filolgicos, 9, 1994, pp. 65-88.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

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    Andrea Zinato

    Carro triunfal V.

    El quinto descubra el insigne milagro de la Iuda, arrojada de aquella

    inaccessibles penas, y libre por N. Seora de la Fuencisla.

    Dcima

    Soy una juda casada,

    por hermosa perseguida,

    no quise con ser querida

    y pago sin ser culpada.

    A muerte voy condenada

    porque a despear me emba

    quien zelos de m tena:

    O princesa soberana,

    pues vales a la christiana

    vale agora a este juda!

    Ledesma acredita la versin ya hipotetizada por el Cerretense, segn la cual se acusa

    injustamente a Ester de adulterio y se la condena por la delacin de la celosa mujer

    del caballero cristiano.

    Como de costumbre, tambin en la tradicin literaria y folclrica que procede de

    la Cantiga alfons, que desde luego debi de tener muy escasa circulacin fuera de

    la corte del rey, los autores trabajan en los elementos y motivos accidentales que en

    la cantiga quedan indefinidos: el nombre de la juda, su culpa supuesta (adulterio

    o, como veremos, la aficin secreta al cristianismo), su inocencia, el lugar de la

    conversin, etc.

    Otro autor del XVIII, el carmelita Francisco de San Marcos (O. P.) escribe, en

    1692, una Historia del origen y milagros de Nuestra Seora de la Fuencisla de

    Segovia, publicada en Madrid, por la imprenta de Antonio Romn, en el mismo

    ao. En ella alude a menudo a la juda, por ejemplo en el cap. XXV (Como avindo

    aparecido N. Senora de la Fuencisla en las bobedas de san Gil, fue llevada a la

    Iglesia catedral): Desde aqu pidi que no muriesse la juda, y lo consigui; desde

    aqu pidi que se salvasse, y se salv, (pp. 201-202), o bien, en el cap. XXVI (Como

    desde la Santa Iglesia Catedral la llevaron al peasco de la Fuencisla, pp. 202 y

    siguientes) intenta fijar una cronologa de los varios acontecimientos relacionados con

    el milagro, pasando en resea de todos los historiadores, por l conocidos, que de ste

    trataron. Con escrpulo propio de un predicador, incide en las fuentes histricas, es

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

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    Andrea Zinato

    decir Fras, historiador de las Encenias de la Fuencisla (1387), dist. I, discurs. IV,

    quien fecha el milagro en 1136: Este ao fue el sucesso de la juda a quien la Virgen

    de la Fuencisla libr de la muerte quando la despearon de essos riscos (pp.202-3),

    Colmenares, c.2, Historias de Segovia, quien, en cambio: huye de la dificultad de

    ajustar el ao en que este sucedi (p. 203), Calvete, Historia de san Frutos, c.10, el

    cual: dize que este caso de la juda sucedi ao de mil docientos y quatro (p. 203).

    A pesar de los datos histricos aquiridos, el autor no se atreve a fechar exactamente

    el milagro.

    Francisco de San Marcos, sin embargo, informa que la juda acab en ao de mil

    docientos y treinta y siete (p. 208) y que fue sepultado su cuerpo en una parte alta

    del claustro, con nombre y aclamacin de Santa (p. 208), as que concluye: todo esto

    me obliga confirmar en el sentir que llevo, de que este milagro de la juda y la venida

    de Nuestra Seora de las Fuencisla (...) todo fue adelante del ao de 1228: porque

    vemos que la juda no vivi despus sino pocos aos; y parece ms conveniente, que

    todo este sucesso fuesse luego que entr el obispo don Bernardo a su Iglesia Cathedra

    de Segovia, ao ms, o menos, para que as quedasse a la juda algun tiempo de dar

    gracias a Dios por el milagro y de hazer penitencia para exemplo de todos (pp. 209).

    Adems, basndose en la coincidencia en Segovia del rey Fernando y del obispo

    Bernardo el que bautiz la juda, fecha el milagro al 1227 1228.

    En la segunda parte de su militante libro, el fraile carmelita se detiene sobre los

    milagros de la Virgen en general y, ms en detalle, sobre los milagros y prodigios

    de Nuestra Seora de la Fuencisla de Segovia. El milagro de la juda corresponde

    al captulo III (pp. 339-344), y es un ejemplo muy llamativo de la evolucin de

    la vertiente exegtica del antijudasmo conectado con el culto mariano y con los

    milagros de la Virgen. En el texto de Francisco de San Marcos la narracin del

    milagro y el largo y pedante comentario renen una buena muestra de los elementos

    retricos y hermenuticos de la doctrina antijuda cultivada por la iglesia catlica del

    siglo XVII.

    [p.339] Capitulo III: Del prodigioso y estupendo milagro que hizo Nuestra Seora

    de la Fuencisla librando una juda de la muerte.28

    [1] El sucesso de la Juda que, despeada, la libr Nuestra Seora de la Fuencisla,

    ponemos por el primer milagro por ser raro y peregrino, que sucedi como

    28 Mantengo la divisin en prrafos del captulo para comprender mejor la estructura formal del cuento y la parte de comentario. He utilizado el ejemplar de la BNM sign.:3/16625.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

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    Andrea Zinato

    diremos. [2] Entre los judos que habitavan la ciudad de Segovia, en el tiempo

    que era obispo della don Bernardo, viva una casada hermosa que, conociendo

    la verdad del Evangelio, tena alma christiana, en apariencia hebrea por ser desta

    nacin y casada con judo. Fue acusada de los suyos falsamente por adultera

    y convencida con testigos falsos del delito: entregronla al marido que, aunque

    su ley antigua mandava apedrearla, [determin] que ass muriese: como ya nada

    observassen de aquella ley, determin despearla de los altos peascos, que

    entonces Pea gragera y oy de la Fuencisla. [3] Acudi al espectculo todo

    el pueblo, mezclado entonces miserablemente de judos, moros y christianos,

    estragado el culto verdadero. Quando se vio subir la inocente hebrea a lo alto del

    risco y que la queran [p.340] despear, mir a la iglesia cathedral, en cuya puerta

    se alava a ver a nuestra Seora de la Fuencisla, porque all la tenan colocada

    desde que pareci en San Gil, como queda dicho. Invocla muy de coran y que

    crea y esperava de la Virgen y Madre de Dios que le ava de librar de aquel

    peligro; y as le dixo: Virgen Santsima, pues amparas las christianas, ampara una

    juda. As lo refiere Colmenares (anotacin al margen: Colmen. Hist. de Segov.

    c.21). [4] Fras aade [Frias dist. 1, disc. 4.] que dixo: Bien sabis, Seora, que

    estoy inocente del adulterio que me imputan. Si me libris, yo os prometo de ser

    christiana, bautizada. A este punto la despearon de un risco formidable, que

    slo de mirarle pone espanto. [5] Tanta fue la devocin con que invoc a Nuestra

    Seora que, quando le ava de esperar llegasse al suelo hecha mill pedazos,

    lleg a lo profundo sana y sin lesin alguna. Concurriendo innumerable gente

    al espectculo, la hallaron libre y alabando a Dios y confessando a vozes que la

    Virgen de la Fuencisla, a quien se ava ofrecido, la ava librado y acompaando

    en figura visible y la ava reservado. Y pidi la llevassen a la iglesia mayor, donde

    quera ser bautizada, como lo hizo con admiracin de judos, moros y christianos.

    El bautismo y el milagro le dieron nombre Mara del Salto: Mara por la devocin

    a Nuestra Seora, del Salto se llam por averla arrojado de lo alto. Todo esto

    refiere Colmenares. [6] Fras aade [que] lleg este sucesso a los reales odos

    del rey don Fernando que al presente estava en Segovia; y el rey y el obispo don

    Bernardo con todo el cabildo y clero, acompaados de las cruzes de todas las

    parroquias, baxaron a [p.341] las Peas de la Fuencisla, donde ava sucedido el

    Actualizo la puntuacin y el uso de las maysculas. Pongo entre corchetes las enmiendas. El subrayado en el texto es mo.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

    198 199

    Andrea Zinato

    milagro y traxeron con solemne procesin a la devota juda la qual, catequizada

    y instruida en la Fe, la bautiz el obispo en la pila de la iglesia mayor, siendo su

    padrino el rey de Jerusaln que a la sazn se hall en Segovia.29 [7] Hizo voto la

    nueva christiana de vivir dentro de la iglesia mayor, sirviendo todo el resto de su

    vida a la Virgen Santsima, que tan grande merced le ava hecho. Ocupse esta

    devota hebrea toda su vida en barrer la iglesia, labar los paos, sbanas, alvas,

    amitos y toda la ropa blanca del sagrario y en aderear la comida que en aquellos

    tiempos daba el cabildo a los pobres. El tiempo que le quedava de estos exercicios

    gastava en oracin y reciba muchas mercedes de Dios. Tuvo don de profeca y as

    predixo al rey don Fernando que ava de ganar a Sevilla y otras cosas particulars

    que de su santidad se cuentan. [8] Muri llena de mereimiento ao de mill

    docientos y treinta y siete y fue sepultado su cuerpo en una parte alta del claustro

    con nombre y aclamacin de Santa. Trasladse de all a la iglesia nueva y oy da

    sobre su sepulcro, en la alta pichina de la pared de la segunda mano, est dibujado

    con grande arte y primor el milagro. Este milagro portentoso anda escrito en

    diversos libros y algunos aaden lo que callan otros. Y as afirma el doctor Yez

    Ribera que ay algunos autores que dizen que vino la Virgen santsima a favorecer

    la juda en figura de paloma y as se pinta el milagro conforme a esta opinin

    (Yez, libro Verdades para la Vida christiana, dis.5). [9] Pero el libro intitulado

    Fortalicio de la Fe (Fortalicium fidei, c.9), [p.342] que yo le he visto en nuestra

    librera de Segovia, en el captulo nono dice que la sagrada Virgen Nuestra Seora

    en sus manos traxo la juda desde lo alto hasta ponerla libre y sin dao alguno en

    el suelo ponindola en lo llano del camino, donde ava de llegar hecha pedazos. Y

    dize este autor que la juda se llamava Ester. As refieren este milagro los autores

    referidos.

    [comentario]

    Y no escusamos de hazer algunos reparos devotos y muy dulces acerca de

    la misericordia de Nuestra Seora de la Fuencisla, pues el prodigio lo tiene

    merecido. Y este ser el estilo que comnmente llevaremos en los dems que

    iremos referiendo. No se faze esto por los sabios, pues su discurso se adelantara

    ms de lo que aqu apuntaremos, sino por alguna gente ms sencilla que necesita

    29 Fernando III se cas con Beatriz de Suabia (1202-1235), su primera mujer, hija de Felipe (1179-1208), duque de Suabia y de Irene ngelo, hija de Isaac II ngelo (1156-1204), emperador de Costantinopla. Beatriz perteneca a la dinasta de los Hohenstaufen: como es sabido, Federico II Hohenstaufen fue rey de Jerusaln de 1225 a 1228.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

    200 201

    Andrea Zinato

    de que les declaremos las cosas. [10] Lo primero se ha de reparar en lo que dixo

    Fras que esta juda, estando en essa ley, era devota de esta santsima imagen

    y que le tena particular aficin y que la visitava cuando estava en la puerta de la

    cathedral [de] Nuestra Seora, todas las vezes que, sin ser notada de los de su ley,

    poda. Y aade que tambin por esta causa, sabindolo su marido, la despe. [11]

    De aqu se colige lo mucho que esta Seora estima su devocin; pues, aunque era

    juda, la alcan de su hijo gracia para arrepentirse y abrazar la fe de Cristo y ser

    bautizada, pagndola sobre quanto poda esperar su devocin. Y se cumple lo que

    deza San Anselmo: Imposible es que alguno de los que se convierten a ti perezca

    (Anselm. de Laud. Virg.). De aquellos que con verdadero coran invocan a Mara

    ninguno perecer, porque esta seora alcana auxilios [p.343] para verdadera

    penitenia. Lo segundo se ha de notar: lo que importa en las tribulaciones poner

    los ojos en Mara Santsima e invocarla, pues por esta causa de averla mirado

    la Juda [e] invocado, vemos que la socorri con excesiva misericordia. Y eso

    hemos de hazer, quando estemos afligidos. [12] Al intento deza San Bernardo

    (S. Bern. Homil.2. sup. Missus est): O t que conoces que en este corriente del

    siglo ms anda fluctuando entre tempestades, que por la tierra, no apartes los

    ojos de esta estrella Mara, si no quieres ser anegado en tanta tempestad. Si se

    levantaren vientos de tentaciones, si incurrieres en escollos de tribulaciones, mira

    a la estrella, llama a Mara, etc.. y en ti mismo experimentars. Mas justamente

    se dixo: y el nombre de la Virgen era Mara. Ass lo hizo esta devota juda y

    as le vali la vida del alma y del cuerpo el mirar a la estrella de Nuestra Seora

    de la Fuencisla, el poner sus ojos en Mara en medio de tantas tempestades

    y la sac a puerto de salud y vida. [13] Lo tercero que se ha de reparar es la

    dulura, y la clemencia de Nuestra Seora de la Fuencisla: porque si le apareci

    como paloma, es misericordia; si la cogi en sus manos, no slo misericordia,

    sino dulcsima misericordia. Ver una pobre muger pasar de estremo a estremo,

    de la mayor desdicha a la mayor ventura: all la arrojan, aqu la recogen; all

    la desechan de sus manos y aqu la acoge en las suyas de nieve y de jacinto.

    O grande misericordia con un pecador! Bien se cumple aqu el texto de David:

    Cuando cayere, no se quebrantara, porque Dios pondr debaxo su mano

    (Psal.36). La mano de Dios, por la qual haze prodigios, es Mara; y como [p.344]

    el Seor puso esta mano, no era posible que aquella pobre hebrea peligrase. [14]

    Quin ha visto tal carroza? Ni Salomn con toda su gloria tuvo semejante trono.

    Grande es la merced que haze Dios a las criaturas en que los ngeles les traygan

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

    200 201

    Andrea Zinato

    en sus manos, como deza David (Psalm. 90); pero mayor fue el que hizo a esta

    criatura en que la reyna de los ngeles la traxese en las suyas desde lo alto del

    peasco hasta ponerla en el suelo. No s qul pondere ms: o la providencia

    de Dios, que es nuestro Padre, o la misericordia de la Madre? Todo es grande,

    y digno de que alabemos a Dios. [15] Pero es necesario, si te ves desta seora

    favorecido, que seas agradecido, como lo fue la juda, pues se convirti, hizo

    grande penitencia y vivi [y] muri santamente. Todas estas cosas se estn

    deduciendo y ofreciendo del exemplo referido y que en todos nuestros pasos nos

    ajustemos; que por estar inocente en lo que la imputavan, huvo grande ocasin

    para ser favorecida desta Reyna de los ngeles.

    No puedo detenerme en los aspectos retricos y estilsticos del comentario (de la

    argumentatio a la dispositio, al usus auctoritatum), notable ejemplo de ars predicandi

    tardo-urea, pero s quisiera incidir en los elementos narrativos, ya que Francisco de

    San Marcos, aparte de mencionar a Alcal Yez como su fuente principal, separa el

    culto de la Virgen de la Fuencisla del milagro de la juda, atribuye errneamente al

    relato de Alonso de Espina el origen del nombre de Ester; adems, apunta que todo

    el pueblo (estaba), mezclado entonces miserablemente de judos, moros y christianos,

    estragado el culto verdadero y opina que la juda (a quien jams deja de llamar as,

    aparte un caso que subrayo en el texto) ya era adicta al cristianismo y que despus de

    su muerte se le beatific.

    Destaca el hecho de que en las derivaciones literarias, devocionales al igual que

    profanas, se pierde memoria de la cantiga alfons, primera versin romance del

    milagro-leyenda.

    Sentado esto, en la cantiga 107 tenemos al alcance un buen ejemplo de la

    estratificacin de elementos literarios, folclricos e ideolgicos que empujaron la

    difusin del culto mariano y de la literatura con l relacionada. Este culto en toda

    Europa comparte un fondo comn, pero se manifiesta y concretiza en todas y cada

    una de ellas con facetas y connotaciones distintas, segn iban conformndose el

    antijudasmo y el culto mariano en cada uno de estos marcos culturales.

    En el texto de Alfonso, la juda Mara de Nazaret, elegida por ser madre del Mesas,

    filla, esposa, criada, ama, amiga, don, ancela, virgen, madre, reyna, emperadriz,

    salva a la segoviana juda annima (o a Ester), cuya conversin atestigua que Mara

    ampara a todos y a todas, a pesar de su religin, y que la ley divina y la misericordia de

    Mara cristiana se sobreponen a la humana. En una palabra: segn la ratio parentica

    del estribillo: quen crever na Virgen santa, ena coita valler-ll-.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

    202 203

    Andrea Zinato

    En 1999 Carlo Beretta public una antologa marial, con el ttulo Miracoli della

    Vergine. El florilegio abarca textos de los ya mencionados Gautier de Coinci (1177-

    1236), prior de Vic-sur-Aisne y autor de los Miracles de la Nostre Dame, obra

    monumental por su dimensin, alrededor de 30.000 versos octoslabos en couplets

    y modelo para el plan general de las cantigas alfonses, y Gonzalo de Berceo (? - a.

    de 1264), autor, como es sabido, de los Milagros de Nuestra Seora, obra maestra del

    mester de clereca, y de Alfonso el Sabio.30

    Esos autores, un rey y dos clrigos poetas, comparten no slo el culto y la cultura

    mariana, sino tambin la maestra indudable de su ars poetandi, mester inexcusable al

    igual que el componente de ideologa antijuda. Un siglo ms tarde dejar de ser slo

    un tema literario y repercutir sobre todo en la sociedad espaola. El antijudasmo

    espaol se foment tambin con obras como las Cantigas, los Milagros y los tratados

    de iudeis y adversos iudeos de los dominicos y de los franciscanos, hasta llegar a su

    summa con el funesto Fortalitium fidei de Alonso de Espina.

    Hago mo lo que escribe Cesare Segre en el prefacio de la antologa:

    I miracoli anche quando localizzati o datati (ma accade di rado), appartengono

    a una grande sovratemporalit, e si riferiscono promiscuamente a costumi e a

    ethos antichi o meno antichi. La societ in cui essi si collocano ha tratti per lo

    pi generici (...). Questa sovratemporalit risulta pure dallestrazione etnica dei

    propri nemici, che in qualche caso sono pagani, riportando alle prime fasi

    del cristanesimo, in altri musulmani, o sempre ebrei. I miracoli della Madonna

    documentano infatti quellantigiudaismo che solo da poco stato sconfessato

    dalla Chiesa.31

    30 La ms antigua coleccin de leyendas marianas en una lengua verncula es la coleccin de 38 milagros del clrigo londinense Adgar, que ecribe en dialecto anglo-normando (fin delsiglo XII). Por lo que se refiere a Alfonso vase Paulino Rodrguez Barral, La dialcticatexto-imagen a propsito de la representacin del judo en las Cantigas de Santa Maria de Alfonso X, Anuario de Estudios Medievales, 37/1 (2007), pp. 213-43.

    31 Carlo Beretta, Miracoli della Vergine, Testi volgari medievali, Torino, Einaudi, 1999, pgs.XIII-XIV. Cesare Segre se refera al pontificado de Juan Pablo II. Mientras tantoque acabo de escribir estos renglones, en el ao 5570 o 2009 de la era cristiana, la Iglesia Catlica Rmana ha vuelto una vez ms a su Edad media doctrinal, desenterrando, de hecho y despus de siglos, las palabras de Francisco de san Marcos: (el pueblo) mezclado entonces miserablemente de judos, moros y christianos, estragado el culto verdadero.

  • La leyenda de Marisaltos, la juda Segovia

    202 203

    Andrea Zinato

    Como apunta Mercedes Brea, en las CSM el refrn pone de manifiesto la cualidad

    de la Virgen que le interesa destacar y de la que el episodio narrado no es ms que

    un exemplum demostrativo,32 en el caso de la cantiga CVII: Quen crever na Virgen

    Santa,/ ena coita valer-ll-. Es decir que en la obra del rey falta la conclusio didctico-

    moral de los Miracles de Coinci o la didctica de los Milagros de Berceo, cuyas

    ideologa mariana y dotrina del galardn se involucran en los versos siguientes33:

    [73] La virgen glorosa, estrella de la mar,

    sabe a sus amigos gualardn bueno dar:

    bien sabe a los buenos el bien gualardonar,

    a los que la dessierven sbelos mal curar.

    [74] Amigos, a tal Madre aguardarla devemos:

    si a ella sirviremos nuestra pro buscaremos,

    onrraremos los cuerpos, las almas salvaremos,

    por pocco de servicio grand gualardn prenderemos.

    32 Mercedes Brea, Cantigas (supra, nota 11), pp. 312-3.33 Gonzalo de Berceo, Obra completa (supra, nota 15), p. 83. Se trata del ya mencionado

    milagro de La casulla de San Ildefonso.