andrea werner diario del viaje de intercambio escolar con alemania

Andrea WernerDiario Intercambio escolar en Alemania 2012

DIARIO DEL VIAJE DE INTERCAMBIO

ESCOLAR CON ALEMANIA 2012PROYECTO COMENIUS; EL CAMBIO

CLIMÁTICO QUE ASOLA EL PLANETA TIERRA Y LAS ENERGÍAS RENOVABLES.

Intercambio escolar I.E.S Salvador Sandoval de Las Torres de Cotillas – Paul-Klee-Gymnasium de Rottenburg, del 19.06.2012 al 3.07.2012


Miércoles 20 de junio. Pudimos descansar un poco y nos levantamos

a las 9:30. Lo próximo que hicimos mi compañera Nadine y yo fue

desayunar e ir en bici al ayuntamiento, donde nos esperaba el alcalde

para darnos una charla sobre las características del pueblo en el que

nos encontrábamos, Rottenburg. Como, por ejemplo, que la ciudad

invierte 200 mil euros anuales en la protección del clima, tema que nos

ocupa en nuestro intercambio, debido al programa Commenius al que pertenecemos. A

continuación, tuvimos un tiempo libre hasta que empezara el Raley por la ciudad para que, de este

modo, poder conocer de manera más cercana sus edificios y calles. Una vez terminado el

cuestionario que se nos entregaba, debiamos dirigirnos al instituto para reunirnos y proclamar a los

ganadores. Cuando terminamos la entrega de premios, todos regresamos a casa y pudimos y

disfrutar de nuestra estancia con las familias.

Jueves 21 de junio. El día comenzó muy pronto, a las 6:30 y tras desayunar fuimos al instituto en

bici, allí cuatro alumnos alemanes nos enseñaron las instalaciones. Más tarde tuvimos una calurosa

bienvenida del director del instituto. Asimismo recibimos unos sobre con información sobre lo que

haríamos las próximas semanas en Alemania. Más tarde vimos una película-documental sobre la

protección del clima y la necesidad de cambiar lel sistema energético actual para poder mantener

nuestro nivel de vida. Al acabar, tuvimos que ir a clase de francés y tras ello llegamos a casa para

comer. Más tarde, descansamos en casa y yo y mi compañera nos acercamos a casa de su amiga, la

cual también participa en el intercambio, para ir a la ciudad a comer un helado y pasar la tarde.

Viernes 22 de junio. En principio debíamos ir a primera clase, pero al parecer la profesora no fue a

trabajar y pudimos dormir un poco más. Sin embargo, no mucho

después, tuvimos que ir al instituto, donde nos reuniamos para ir a la


estación de trenes para ir a Tübingen, una ciudad colindante que posee una bella morfología

urbana. Al llegar allí nos organizamos para la vuelta y tuvimos tiempo libre para conocer la ciudad,

hacer compras, tomar foltos y pasarlo bien. La mayoría de los españoles regresaron a Rottenburg,

pero Desirée y yo nos quedamos allí para acompañar a nuestras correspondientes alemanas a un

curso de baile de salón. Cuando terminó, regresamos a casa, donde los vecinos organizaron una

barbacoa para festejar y poder ver el partido de fútbol Alemania-Grecia todos juntos. Todos

estuvieron contentos por la victoria alemana y disfrutamos todos de la compañía.

Sábado 23 de junio. Pudimos levantarnos un poco más tarde al ser fin de semana, mi pareja de

intercambio tuvo que ir a repartir folletos por el vecindario, un trabajo muy común entre

adolescentes. A continuación nos encontramos con otros

alumnos participantes en el intercambio, y todos juntos

nos dirigimos hacia Reutlingen, allí pasamos la mañana de

compras hasta las 4:30. Al llegar a casa cenamos algo

rápidamente y vamos a casa de Thea y de su

correspondiente compañera española, Desirée, con el

rpopósito de quedarnos a dormir, debido a que su casa se

hallaba más cerca de la fiesta popular que tenía lugar este fin de semana. Cuando estuvimos listas

fuimos al centro de la ciudad y antes de ver el festejo, nos reunimos los españoles para ver el

partido de fútbol de la Eurocopa que disputaban España y Francia. Por supuesto ganó España, y

salimos a gritarlo por las calles de la ciudad tan alto como pudimos. Pero pronto acabó la fiesta

porque ya era hora de irse a casa.

Domingo 24 de junio. Desirée y yo dormimos en la misma habitación y nos despertamos a las 10

de la mañana, desayunamos y jugamos un poco a la consola mientras nuestras compañeras

estudiaban matemáticas. Tras la mañana, regresamos a casa, comimos y después regresé sola a casa

de Thea para ir con Desirée a la ciudad y encontrarnos con otros alumnos. Fue poco el tiempo que

estubimos con ellos, por lo que Desirée y yo pasemanos solas por los festejos de la fiesta popular y

por el mercadillo. Tras ello, fuimos de vuelta a casa y contemplamos el partido de futbol Inglaterra

contra Italia, en el que resultó ganador Italia.

Lunes 25 de junio. Todos habíamos quedado en la estación de trenes de Rottenburg a las 8:30, para

desde allí ir hacia el Künstlerhof, es decir, el espacio destinado al arte. Una vez llegamos fuimos


separados en tres grupos, los cuales harían diferentes tipos de actividades, unos pintarían con

materiales, otros pintarían cerámica y los últimos harían un experimento con una masa con levadura

y pintura que debería inchar unos globos y explotar salpicando de ese modo al lienzo y crear

arte.Todo ello relacionado con el tema central de nuestro intercambio, la protección del clima. Cada

disciplina era impartida por un artistaespecialista que nos ayudó a perfeccionar nuestra técnica.

Pasamos toda la mañana y parte de la tarde haciendo nuestras creaciones. Una vez terminadas

vinieron los padres de nuestros compañeros y pudimos exponer lo trabajado y después compartimos

una barbacoa con todos los presentes.

Martes 26 de junio. A las 7:45 quedamos en el

instituto para subir al autobús que habíamos

alquilado, el cual nos llevaría a la región del Lago

Constanza o Bodensee. Tardamos una hora en

llegar y allí nos esperaba una mujer, la cual nos

hizo un tour por la zona enseñandonos tres sitios

en los que se utilizaban fuentes de energía

renovables, una fue una instalación de placas

solares con 32 mil módulos sobre siete u ocho

hectáreas. La siguiente estación se trataba de un pueblo en el que toda su energía era proporcionada

por la transformación de estircol y maíz en energía que era utilizada para la calefacción, muy usada

en Alemania. Nuetsra última parada en este tour fue en un campo con varios molinos de vientos que

procesaban el viento para generar energía eólica. A continuación, pudimos pasear por el lago y

relajarnos bajo el sol, hasta las 4:00, cuando el autobús salió de regreso a Rottenburg.

Miércoles 27 de junio. Este día fue especial por ser el cumpleaños

de el hermanos pequeño de mi compañera de intercambio y a la

misma vez el cumplaños de Desirée, una participante española del

intercambio. A pesar de ello, cumplimos con el programa, a las 8:30

comenzamos en la sala de ordenadores, donde una mujer nos expuso

una presentación sobre las diferentes formas de energía, sobre su

gasto y consumo, y sobre qué podemos hacer para ahorrar energía y así proteger el clima. Para

complimentar la teoría, pudimos bailar y sacar parte de nuestra energía, para ello se nos ofertaron


tres cursos de expresión corporal, flamenco, hapkido y teatro. En cuanto al hapkido, que fue la clase

que cursé, puedo decir que aprendimos direnetes respiraciones que armonizaban con la tierra, y

además algunas técnicas de defensa personal. Una vez que acabaon tuvimos que exponerlo ante los

demás compañeros. Ya terminado el programa escolar fuimos a casa, donde había una fiesta

familiar para el hermano de Nadine, Julian. Desirée nos acompañó, ya que en casa de su compañera

Thea le estaban preparando una fiesta sorpresa. A las seis nos fuimos de una fiesta a la otra, en esta

segunda fiesta hicimos barbacoa, bailamos, disfrutamos y por último vimos el partido de España

contra Portugal, en el que sufrimos mucho, pero conseguimos la gloria en los penáltiles.

Jueves 28 de junio. A las 8:00 debíamos estar en la estación de trenes para irnos todos juntos a

Nagol, una pequeña ciudad donde se había instalado un recinto acondicionado con parques, flores y

multitud de actividades que realizamos, como jugar al minigolf, subirnos en tirolina o montar en un

patín de agua. A las dos de la tarde pusimos u punto de encuentro y fuimos de vuelta en tren hacia

Rottenburg. El resto de la tarde lo pasamos con nuestras respectivas familias.

Viernes 29 de junio. De nuevo nos encontramos en la estación de

trenes de la ciudad para coger un transporte en dirección Stuttgart, a

pesar de ello, tuvimos que hacer varios trasbordos para llegar a

nuestro destino. Alcanzamos el museo Mercedes Benz, a las once y

una vez allí pudimos realizar una visita a una sección del museo

centrada en vehículos que emiten menos contaminantes, como

aquellos que son eléctricos u otros que funcionan exclusivamente

con H2O. Una vez terminada la visita pudimos ver el resto del

museo. Tras ello, tocaba ir de regreso rápido, puesto que esa misma tarde Nadine tenía su

confirmación y para ello debíamos arreglarnos y vestirnos para la ocasión. La misa duró dos horas,

pero después vino la familia y se celebró una pequeña fiesta doméstica.

Sábado 30 de junio. Por fin era fin de semana y pudimos descansar, levantarnos tarde y desayunar

tranquilamente en el jardín, ya que el tiempo lo permitió. El retso de la mañana fue relajada, yo


pude estar en el ordenador, mientras Nadine estudiaba. Ya por la tarde nos pintamos las uñas juntas

y tras ello fui de compras con la madre de Nadine, durante ese tiempo ella estudiaba. Asimismo, mi

compañera realiza el trabajo de repartir folletos y fui con ella y con su hermano Sascha.

Terminamos a las 8:00 y para rematar el día vimos una película fatástica.

Domingo 1 de julio. Fue un día relajado, de estancia en casa,

lluvioso y con un sobresalto final. Cominos en casa de los

abuelos, ya que los padres se habían ido y los abuelos viven a un

minuto andando. Pude conocer un poco más a una parte de la

familia y de conocer sus costumbres. Después de comer nos

volvemos a casa y yo me relajo viando la tele mientras Nadine

tiene que estudiar. El colofón de nuestro día fue la celebración de

la final de la Eurocopa de fútbol que nos acompañó durante todo nuestra trayectoria en Alemania.

Por suerte España se enfrentaba contra Italia y para verlo nos reunimos en casa de Katrin, una

participante del intercambio. Allí vibramos con la victoria definitiva de nuestra selección, con un

resultado más que evidente, 4-0. Sin embargo, no lo celebramos como nos hubiera gustado puesto

que nos encontrabamos en un pueblo pequeño donde no había un ambiente festivo y además al día

siguiente debíamos levantarnos temprano.

Lunes 2 de julio. Era el penúltimo día antes de irnos a

España, por lo que era el día en el que preparamos la

comida para hacer la fiesta española de todos los años,

que realizamos como despedida. Debido a la tardanza de

los profesores, los alumnos empezamos a partir y

preparar los alimentos españoles que traía cada uno,

hasta que los profesores trajeron lo que faltaba y nos

pusimos a proseguir con nuestra labor de cortar, pelar,

cocer, freir... cada alimento que lo requisaba. Hicimos un descanso para comer y algunos de los

españoles fuimos al centro de la ciudad, allí comimos un Kebab y un helado, además de hacer

nuestras últimas compras. Al volver al instituto donde estaba la cocina que utilizabamos, estaban los

profesores y algunos alumnos todavía trabajando, nosotros nos incorporamos, pero poco después

ellos se marcharon, nos encargaron una última actividad y con ello hecho nos fuimos a casa a


vestirnos y arreglarnos para la fiesta. El festejo empezó a las siete, un poco más tarde de lo previsto,

pero fue todo un éxito, los alumnos representamos delante de los padres lo que aprendimos el

miércoles pasado, y tras ello comimos de la rica comida que habíamos elaborado, además jugamos

al futbol conjuntamente, bailamos y nos relacionamos con las familias en comunidad.

Martes 3 de julio. Era nuestro último día en Alemania de este

intercambio. Como cualquier día fuimos a clase con nuestros

compañeros, pudimos ver más de cerca cómo son las clases en un

instituto alemán. Tras las clases llegamos a casa en bici a pesar de

la lluvia. La última comida en familia la compartimos todos

menos el padre, Jürgen, del cual ya me despedí el día anterior.

Asimismo tuve que terminar de hacer la maleta y esperar a las

2:30, cuando llegaba la madre de Thea que nos lleva al aeropuerto.

Al irme me regaló una pulsera y chocolate y galletas para el viaje. Al llegar al aeropuerto nos

reunimos para facturar y para dejar atrás unas dos semanas inolvidables y divertidas que fueron una

experiencia alucinante y muy satisfactoria para todos.

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