anÁlisis y conclusiones en los cuatro factores …€¦ · anÁlisis y conclusiones en los cuatro...

54
ANÁLISIS Y CONCLUSIONES EN LOS CUATRO FACTORES DEL POTENCIAL ---ECONOMICO, SOCIAL, MILITAR Y POLÍTICO---EN LAS OPERACIONES MILITARES PARA EL MANTENIMIENTO DE LA AUTONOMIA de LA BANDA ORIENTAL CONDUCIDAS POR EL GENERAL ARTIGAS ENTRE 1815 Y 1820. HIPOTESIS INICIAL DEL TRABAJO: El Gral. Artigas superó durante toda su actuación el marco militar, contribuyendo a una maduración ideológica de la región platense, tanto en el área del Virreinato del Río de la Plata como en el sur del actual Brasil, al constituirse en su tiempo prácticamente en el único referente claro en cuanto a los derechos de todos los pueblos de esta parte del mundo en lo que a Soberanía, República y autodeterminación se refiere, agregando un elemento exclusivo como lo fue la idea de la Federación para esta parte de América. Derrotado militarmente por fuerzas muy superiores en el caso de la invasión portuguesa a la Provincia Oriental, victorioso pero traicionado por algunos lugartenientes contra Buenos Aires, sin embargo su herencia material, moral y política constituyó la base para el triunfo de la idea republicana en el Río de la Plata, de la organización federal de los grandes estados de la región y galvanizó la voluntad de los orientales para la creación de un estado política y socialmente avanzado para la época. El general Artigas no actuaba para su beneficio personal o para el incremento de su poder político, lo hacia para el triunfo de sus ideales. Con seguridad, enfrentado a fuerzas tan poderosas como el imperio de Portugal, España y el directorio porteño unidos, habrá estimado lo difícil del conflicto asumido; pero también que fuera él o sus lugartenientes quienes finalmente alcanzaran la victoria, el éxito de esta guerra estaba garantizado al asumirla y sostenerla durante el mayor tiempo posible al inflingirle a sus enemigos un daño y provocarles un costo que ninguno querrá volver a asumir. Las victorias de los 33 orientales y los demás hechos posteriores no hacen mas que confirmarlo y sus enemigos, en el corto plazo sufrirán reveses que en buena medida pueden adjudicarse a esta guerra. 1

Upload: lephuc

Post on 20-Sep-2018

241 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

ANÁLISIS Y CONCLUSIONES EN LOS CUATRO FACTORES DEL POTENCIAL ---ECONOMICO, SOCIAL, MILITAR Y POLÍTICO---EN LAS OPERACIONES MILITARES PARA EL MANTENIMIENTO DE LA AUTONOMIA de LA BANDA ORIENTAL CONDUCIDAS POR EL GENERAL ARTIGAS ENTRE 1815 Y 1820.

HIPOTESIS INICIAL DEL TRABAJO: El Gral. Artigas superó durante toda su

actuación el marco militar, contribuyendo a una maduración ideológica de la

región platense, tanto en el área del Virreinato del Río de la Plata como en el

sur del actual Brasil, al constituirse en su tiempo prácticamente en el único

referente claro en cuanto a los derechos de todos los pueblos de esta parte del

mundo en lo que a Soberanía, República y autodeterminación se refiere,

agregando un elemento exclusivo como lo fue la idea de la Federación para

esta parte de América.

Derrotado militarmente por fuerzas muy superiores en el caso de la invasión

portuguesa a la Provincia Oriental, victorioso pero traicionado por algunos

lugartenientes contra Buenos Aires, sin embargo su herencia material, moral y

política constituyó la base para el triunfo de la idea republicana en el Río de la

Plata, de la organización federal de los grandes estados de la región y

galvanizó la voluntad de los orientales para la creación de un estado política y

socialmente avanzado para la época. El general Artigas no actuaba para su

beneficio personal o para el incremento de su poder político, lo hacia para el

triunfo de sus ideales. Con seguridad, enfrentado a fuerzas tan poderosas

como el imperio de Portugal, España y el directorio porteño unidos, habrá

estimado lo difícil del conflicto asumido; pero también que fuera él o sus

lugartenientes quienes finalmente alcanzaran la victoria, el éxito de esta guerra

estaba garantizado al asumirla y sostenerla durante el mayor tiempo posible al

inflingirle a sus enemigos un daño y provocarles un costo que ninguno querrá

volver a asumir.

Las victorias de los 33 orientales y los demás hechos posteriores no hacen mas

que confirmarlo y sus enemigos, en el corto plazo sufrirán reveses que en

buena medida pueden adjudicarse a esta guerra.

1

DESARROLLO PROPUESTO DEL TRABAJO I. PRESENTACION. A. UBICACION HISTORICA: DESDE EL 25 DEMAYO A LAS PIEDRAS.

II. SITUACIÓN INTERNACIONAL. A. GENERAL: SITUACIÓN DE LOS IMPERIOS EUROPEOS CON INTERESES EN LA REGION: ESPAÑA, PORTUGAL E INGLATERRA. B. REGIONAL: LA AUTONOMIA DE LA PROVINCIA ORIENTAL; LA NACIENTE LIGA FEDERAL; INESTABILIDAD DEL GOBIERNO PORTEÑO.

III. SITUACIÓN NACIONAL. A. DESPUÉS de GUAYABOS: LA PROVINCIA ORIENTAL EN PLENO

EJERCICIO de SUS DERECHOS B. LAS FUERZAS POLÍTICAS. Las asambleas, las instrucciones del

año XII, el gobierno provisorio. Las ideas en juego. C. LAS FUERZAS SOCIALES. la participación de todos los sectores

criollos; el éxodo; la presencia charrúa y guaraní. D. LAS FUERZAS ECONÓMICAS. lucha por el control aduanero; los

puertos ;las ideas artiguistas sobre comercio e intercambio. E. EL PODER MILITAR. jefes y caudillos del ejercito oriental, su

experiencia de combate ,y sus posibilidades futuras de desarrollo.

F. CONCLUSION: la confrontación inevitable.

IV. LA GUERRA: A. EL PLAN DE PORTUGAL. B. EL PLAN DE ARTIGAS

C. ANÁLISIS GENERAL DE LA CAMPAÑA MILITAR EN DOS FRENTES. 1.ANÁLISIS GEOREGIONAL.

2.LAS COMUNICACIONES. 3.LAS FUERZAS INICIALES DE LOS BELIGERANTES.

2

V. ESTUDIO DE LA ESTRATEGIA ARTIGUISTA A. FUERZAS ENFRENTADAS. B. ASPECTOS ESTRATEGICOS C. ASPECTOS TÀCTICOS.

VI. ETAPAS PRINCIPALES DE LA CAMPAÑA MILITAR

A. LAS OPERACIONES EN EL FRENTE NORTE. B. LAS OPERACIONES EN EL FRENTE ESTE. C. LAS OPERACIONES CONTRA EL DIRECTORIO D. EVOLUCIÓN DE LOS EJERCITOS DURANTE EL ENFRENTAMIENTO.

VII. CONSECUENCIAS A CORTO Y LARGO PLAZO:

FACTORES CONDICIONANTES DE LA DERROTA MILITAR de ARTIGAS Y DE LA VICTORIA FINAL de SUS CAUSAS A NIVEL NACIONAL Y REGIONAL. TRASCENDENCIA DEL IDEAL ARTIGUISTA.

VIII. CONCLUSIONES: ¿DERROTA O VICTORIA?

3

I-PRESENTACION. A-DESDE EL 25 DE MAYO A LAS PIEDRAS. Cuando el 25 de mayo del 10 se produce el pronunciamiento del cabildo porteño es evidente que detrás de esto hay una organización que va a procurar alcanzar, presumiblemente para el virreinato del Río de la Plata alguna forma de independencia política, o autonomía regional dicho de otra manera, es importante recalcar que no existía unanimidad entre los precursores de l movimiento independentista de mayo acerca de cual sería el grado de autonomía o independencia a procurar, cual sería la forma política a asumir y cual sería la estrategia a seguir para alcanzar los resultados deseados. En ese sentido podemos decir que las diferentes corrientes de opinión locales en general respondían a otras tantas corrientes europeas y, o norteamericanas donde lo político se complementaba y completaba fundamentalmente con lo económico y social. Localmente, a distintas concepciones de índole geopolítica se sumaba un cuadro georegional complejo, y la intervención de fuertes personalidades como la circunstancia requería pero con los mas variados puntos de vista. En mérito de la verdad hay que reconocer que el esfuerzo de la Junta de Mayo desde un primer momento se caracteriza por su seriedad y sentido de responsabilidad con la acción emprendida y encarga inmediatamente a Mariano Moreno la realización de un plan de operaciones(1). Este plan, salido de una mente genial como la de Moreno está obviamente marcado con el sello jacobino de la revolución francesa de acuerdo al pensamiento de su autor ,y provoca serias diferencias al seno de la Junta, particularmente cuando se producen algunas matanzas de jefes españoles ,hecho considerado inútil para algunos pero imprescindible para Moreno ,y que terminan con el alejamiento de Moreno de la Junta y de buenos aires ,falleciendo en ruta a Europa. Mas allá del rechazo que en muchas mentes sensatas provocó el plan de Moreno, debe reconocerse que la principal discrepancia radicaba en su postura en cuanto al alcance de la revolución, y en cuanto al grado de participación de los hombres de las provincias en la conducción. Es aquí bueno recordar que es Moreno quien recomienda acercar a Artigas a la revolución, quizás por un conocimiento con éste del

4

período de las invasiones inglesas en que Artigas se habría replegado con fuerzas a la otra Banda; quizás por haberlo conocido al arribo del capitán desertor a Buenos Aires para plegarse a la revolución; pero muy probablemente el conocimiento de Moreno acerca de la figura de Artigas proviniera de su condición de abogado de los productores rurales, gremio entre el que nuestro oficial de Blandengues gozaba de gran prestigio por la labor desarrollada en beneficio de los rurales de esta Banda. Comienzan entonces a tomar fuerza al interior de la junta y entre sus seguidores otras corrientes, y es así que entonces el liberalismo se refugia en el militarismo y en el monarquismo, y, concomitantemente al restablecimiento de la monarquía española, resurgen las corrientes partidarias en estas latitudes, ya sea bajo el proyecto colonialista tradicional, ya sea bajo la fórmula alternativa de un nuevo sistema basado en la organización de semiautonomías correspondientes a los cuatro virreinatos españoles en América. Si algunas de estas tendencias constituyen, más que posturas filosóficas, actitudes tácticas para ganar tiempo, como sostienen los detractores de Artigas en defensa de algunos líderes cuyo apego a la causa de la libertad puede ser puesto sistemáticamente en duda por sus actitudes ambiguas y sus duplicidades, es algo que quizás no podamos esclarecer nunca; entonces debemos conceder ese derecho al general Artigas, que plegado desde un primer momento a la causa de la revolución americana con un sentido claro ,y esclarecedor para su entorno ,en cuanto a los objetivos de la misma, lejos de ser arrastrado por dudas incitaciones o debilidades, incorpora con gran sentido, y ante la confusión reinante, al ideario original la filosofía de la federación para asegurar la salvaguarda de los derechos particulares de los pueblos en un momento en que las elites conductoras parecen haber perdido el rumbo. Este es el verdadero perfil que comienza a tomar Artigas después de las Piedras, quien aparece en el sentir lineal de las masas de hombres de estas tierras como el conductor capas de transitar el camino hacia la libertad sin titubeos.

5

II-SITUACION INTERNACIONAL. A. GENERAL: SITUACION DE LOS IMPERIOS EUROPEOS CON INTERESES EN LA REGION: ESPAÑA, PORTUGAL E INGLATERRA. Es imposible comprender el desencadenamiento de los hechos históricos de la revolución rioplatense sin entender los sucesos previos y simultáneos en Europa y tratar de desentrañar como influyen en los acontecimientos de la región. A partir de la unificación de España bajo el reinado de los reyes católicos se suceden para los ibéricos una sucesión impresionante de éxitos militares y conquistas que los transforman en el imperio más poderoso de occidente, y porque no decir el único existente a ese momento después de la edad media. A través de duros años de combate contra los moros su pueblo adquiere una gran fortaleza de carácter, y en los últimos años del siglo XVI se suceden casi sin solución de continuidad, la expulsión de los invasores, la unificación nacional, la adopción del catolicismo como religión del estado, y el descubrimiento y conquista de América, lo que en corto tiempo transforma a España en la nación más poderosa sobre la faz de la tierra. Es importante destacar aquí estos rasgos significativos del carácter español, ya que si bien como es sabido la lucha por las inmensas riquezas de América transformó en muchas regiones de América el sentido de la conquista en una verdadera depredación, fue en las regiones del sur donde, en virtud fundamentalmente a la ausencia de oro y plata, la colonización tuvo un carácter diferente, desarrollándose una sociedad local más apegada al medio y al trabajo rural que a la explotación indiscriminada de hombres y recursos. En el devenir del tiempo histórico surge el imperio británico que a finales del siglo XVII comenzará a disputar la supremacía naval y comercial a España, poniendo al imperio español al borde de la ruina, ya que éste se demostrará absolutamente incapaz de desarrollar una política que concentre en una sola dirección los múltiples intereses que se mueven en su entorno, ya sean los de la corona, de los ricos comerciantes que medran con los recursos de

6

las colonias, de las grupos de poder nacientes en sus colonias y ,o las necesidades que hacen a la defensa del imperio. Es así que para 1808 España se haya invadida por el naciente imperio francés conducido por Napoleón, ha perdido el dominio estratégico de los mares a manos de Inglaterra, ha dilapidado el dinero usurpado a sus colonias, y tanto en estas como en la metrópoli sus industrias se hallan retrasadas, en las primeras por haber sido coartadas en beneficio de las de España; en ésta, por haber disfrutado negligentemente del hecho de tener todo el mercado de América como privilegio exclusivo. Para completar un panorama oscuro ,la iglesia y la autoridad sufren permanentes desencuentros, y al intento de cargar en las espaldas de las colonias el costo de la restauración de una monarquía absolutista y desprestigiada a los ojos del pueblo, éstas empiezan a sublevarse. El imperio de Portugal ha desarrollado una política más inteligente en cuanto a su expansión colonial, y, por decirlo de alguna manera, pese a ser el precursor en materia de viajes de descubrimiento, en lo que se refiere a América, ha llenado los nichos del mercado de las colonias que ha dejado España en su avance triunfal, y ha buscado el sur -Brasil-, continuado además con su expansión en África y las lejanas costas asiáticas. Prácticamente todas las naciones europeas, producido el descubrimiento del nuevo mundo, salieron a buscar su porción de poder ultramarino con el propósito evidente de evitar quedar rezagados en el cambio que se estaba produciendo . Inglaterra será el que a principios del siglo XIX este en condiciones de disputarle a España la supremacía gracias a una inteligente política, desarrollada por su monarquía y sus ministros, que combinó el desarrollo económico e industrial interno, la búsqueda de mercados externos, el desarrollo del poder naval y una hábil política de alianzas. Pero, dos acontecimientos políticos de primera importancia vendrán a remover el panorama del periodo: la revolución francesa se consolida bajo una nueva modalidad, y como es la de un imperio fundado en un concepto ajeno al de las antiguas monarquías europeas, que desprecia todos los poderes y símbolos de la época, los desafía y los aplasta con una nueva forma de poder militar que surge del estado nación: el pueblo en armas.

7

El otro factor que ha descolocado a la monarquía inglesa es la pérdida de sus colonias americanas, quedando en evidencia que, como consecuencia de la guerra de zapa que sostienen las potencias desde hace siglos, el mapa político del mundo cambiará para siempre. Resulta llamativo que el imperio británico comience el siglo XIX defendiendo al imperio español, al que ha hecho la guerra durante tanto tiempo, de las pretensiones napoleónicas de dominación de España y su poder colonial. Un nuevo factor ha aparecido además a tomar parte en forma creciente en todos estos sucesos que van acaeciendo en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX como es la participación y protagonismo que van adquiriendo los pueblos como actores directos en los procesos políticos, o, por lo menos bajo la dirección de fuerzas que no son sus gobernantes tradicionales hasta ese momento. Así aparece en la revolución francesa, en la norteamericana, en la lucha del pueblo español contra el invasor francés, y será factor preponderante en el proceso de independencia de los americanos del sur.

8

B-REGIONAL. Preocupado mayormente en que no menguara la corriente de oro y plata de los otros virreinatos, para España el del Río de la Plata nunca fue la causa de sus desvelos. Y es por eso que la región sufre un cuasi abandono que trae como resultado su absorción en buena parte por el imperio portugués tras arreglos cortesanos, o cuando la expulsión de los jesuitas después, viendo impotentes los pobladores de esta zona como a golpes de oportunismo diplomático en algunos casos, de incursiones militares en otros, y de pura piratería y audacia de sus bandeirantes en la mayoría, la línea del Tratado de Tordesillas se fue desplazando hacia el oeste, hasta situarse en la Colonia del Sacramento para finales del siglo XVIII. Alarmada Buenos Aires por tan cercana presencia, que además afecta sus intereses económicos por las actividades de contrabando que los portugueses practican, recién entonces la corona española reacciona con la debida energía al influjo de los intereses portuarios, y comienza la colonización de esta banda del Río de la Plata, conocida como la Banda Oriental. Hasta entonces prácticamente carente de interés, ya que sólo los jesuitas incluyeron el territorio al norte del río Negro como parte de las estancias de sus misiones guaraníticas. Desde que la orden religiosa dejo entrever la proyección de su proyecto hacia el Atlántico -Río Grande del Sur-, los portugueses desarrollaron diferentes ofensivas que culminaron con la destrucción de la idea jesuita, y con el imperio lusitano mostrando sus dientes en Colonia, a las puertas de Buenos Aires. Es importante no olvidar estos antecedentes a la hora de analizar la figura de Artigas, porque, va a ser él, más que ningún otro, quien aparezca ante los ojos del imperio portugués como el enemigo capaz de frustrar sus pretensiones en el Plata y, lo que les resulta mucho más peligroso, de llevar adelante un proyecto mucho más peligroso a sus intereses que el jesuita. Coadyuvan a esta idea el hecho de la presencia de gran cantidad de guaraníes en las tropas artiguistas, algunos de los cuales alcanzan importantes posiciones, como Andresito que llega a ser

9

gobernador de Corrientes, Verdún y otros. Esto será factor de preocupación no sólo para los portugueses, sino también para algunos sectores porteños que ven con preocupación que el proyecto social de Artigas no es demagogia para atraer a las masas rurales e indígenas sino que se materializa en hechos. Otro ejemplo de esto lo constituye la circunstancia de que generalmente los indios charrúas que combatieron junto a Artigas conservaron sus propios jefes. Pensamos que es importante tener en cuenta estos antecedentes, sobre todo al analizar las diferencias de Artigas con los distintos gobiernos porteños, ya que éstas diferencias muchas veces se adjudican a la intransigencia de nuestro prócer, sin tener en cuenta que la enemistad porteña va mucho mas allá de la faz personal, alcanzando lo mas profundo del pensamiento artiguista. Es así que el freno a las pretensiones portuguesas sobre estos territorios se comienzan a materializar primero con su expulsión de la Colonia, y hacia 1726 con la fundación de Montevideo. La construcción posterior de los fuertes de Santa Teresa y Santa Tecla concretaría una acción de salvaguardia territorial que debió desarrollarse dos siglos antes. Pero la fundación de Montevideo va a traer aparejada la aparición de una nueva rivalidad en la región como es la que se genera en la competencia portuaria nacida del hecho de que la nueva ciudad se instala en un punto de condiciones naturales excelentes, a lo que suma una situación geográfica privilegiada. Por estos motivos rápidamente se desarrolla como un centro de negocios, surgiendo un nuevo grupo de poder en la zona. La armada real española reconoce también las ventajas el nuevo puerto sobre el de La Ensenada, y traslada su flota a Montevideo. Buenos Aires protesta. Quiere mantener el monopolio de los impuestos y de la fijación de las tasas aduaneras. Llega a solicitar A la corona y a las cortes de Indias la prohibición del comercio desde Montevideo. Pero fracasa. La decisión de la corona de abrir le comercio libre entre las ciudades tomada en 1778 no hace mas que agravar este conflicto, ya que permite desarrollar desde Montevideo un comercio

10

legalizado, procurando reducir las actividades de contrabando, particularmente de mercaderías inglesas. Esta lucha por el poder económico en la región estará presente en todo el proceso del enfrentamiento entre la Liga Federal –Artigas- y Buenos Aires, ya que los poderosos comerciantes que apoyaron la independencia en un comienzo, no ven con buenos ojos el ceder sus derechos a favor de unas provincias que son la fuente de su riqueza; y estas no ven sentido a una revolución que solo parece cambiar el tutor de sus derechos cercenados.

11

III-SITUACION NACIONAL. A. DESPUES DE GUAYABOS: LA PROVINCIA ORIENTAL EN PLENO EJERCICIO DE SUS DERECHOS. Antes de entrar a considerar la situación de la provincia oriental después de Guayabos, es imprescindible hacer algunas reflexiones con respecto al alcance y contenido de este trabajo. Ya dejamos sentado un objetivo en cuanto a su a dirección, y es que queremos hacer una humilde contribución a la idea de que todos los esfuerzos realizados por los orientales en el periodo que va desde su primer levantamiento hasta la caída definitiva de nuestro territorio en manos de los portugueses en 1820, lejos de ser un esfuerzo inútil, constituyeron el cerno moral, filosófico e ideológico en que se apoyaría no solo la cruzada de los 33, sino todo el sistema de provincias del antiguo virreinato platense y aún más. Pero, si el presente es difícil de conocer, si es difícil analizar, evaluar y emitir juicios sobre el hoy, sobre lo histórico lo es mucho más. No muy lejanos en el tiempo los acontecimientos a que nos estamos refiriendo, se nos presentan inconvenientes por limitaciones documentales, ya que la información que nos llega de entonces ,si bien no es escasa, esta signada por el odio, el partidismo y la intolerancia que algunos actores volcaron en su redacción, perdiéndose así todo viso de objetividad. Mas aún, se sabe que algunos de esos documentos fueron escritos con el directo propósito de causar daño a algunos de los actores del momento ante la opinión pública local e internacional. Se hace muy difícil entonces escapar a ese ambiente de dura confrontación de la época; la documentación no nos lo permite, y, considerando además que uno de los actores involucrados es nuestro héroe nacional, tenemos que confesar que, nos comprenden las generales de la ley. Entonces trataremos de evitar en este trabajo inmiscuirnos en juicios de valor acerca de los personales motivos de determinados actos, pero no dejaremos de hacer el análisis de sus consecuencias. Particularmente nos referimos aquí al general Artigas y a la Junta de Mayo y sus herederos políticos, el Directorio, el Triunvirato etc. Este organismo que tuvo un papel fundamental en el desarrollo del

12

proceso independentista, y cuyo análisis merecería un capitulo aparte, también estuvo caracterizado por numerosos cambios en su integración que provocaron otros tantos cambios en su tendencia, vaivenes políticos y juego de intereses personales que en muchas oportunidades desconcertaron y descolocaron a sus interlocutores, llevándolo a furibundos enfrentamientos con sus propios aliados. En resumen, no procuramos encontrar la Verdad Histórica, ya que no consideramos su proceso como la consecuencia de una concatenación de acontecimientos cuyo acontecer escapa al dominio humano, y por tanto plausible de ser desentrañado a través de la aplicación de la mera ciencia exacta. Sin descartar la relación inmanente de causa y consecuencia entre algunos fenómenos, creemos que la acción del hombre como individualidad protagónica del acontecer es incuestionable. Imposible es entonces a mi criterio penetrar con exactitud científica en un territorio signado por la subjetividad de los actos, terreno éste también de difícil análisis para las ciencias auxiliares de la historia si tenemos en cuenta que los diversos componentes que hacen a una conducta, y que podamos inferir para tratar de explicarla, tiene cada uno un reloj particular para medir su tiempo de aparecer y permanecer en escena. Considerado este conocimiento como un secreto del tiempo al cual podemos aproximarnos pero que jamás alcanzaremos, esta idea no mengua el interés y aporte de su estudio, ni la obligación del necesario rigor científico y objetividad en su análisis. Dicho esto para comenzar a analizar porque nuestro proceso independentista arranca asociado a la Junta de Mayo y, cuatro años mas tarde tiene como un hito importante de su consolidación una batalla contra las tropas de los herederos políticos de esta misma Junta. Porque Guayabos es ni más ni menos que el principio del fin de un matrimonio sobre cuyo objetivo ambos cónyuges parecen haber estado engañados. Trataremos entonces de ver, desde la óptica de los cuatro factores del potencial, porque llegamos hasta este estado de cosas, y como queda plantada la Banda oriental para enfrentar el duro futuro que se le avecina.

13

B- LAS FUERZAS POLÍTICAS: LAS ASAMBLEAS; LAS INSTRUCCIONES DEL AÑO XIII, EL GOBIERNO PROVISORIO. No por repetido deja de ser cierto y corresponde mencionarlo nuevamente, el hecho de que la reconquista de Montevideo y Buenos Aires, de manos de los ingleses, por los españoles residentes y criollos fue un acontecimiento que contribuyo en gran medida a la conciencia local de su poderío y posibilidades. Habían derrotado a las tropas de un poderoso imperio que con un ejército de mas de 12.000 hombres se creyeron poco menos que invencibles durante mucho tiempo. Téngase en cuenta que ningún auxilio fue recibido de la metrópoli para coadyuvar a tal fin, lo que engrandece aún mas el logro, y afirma junto con la conci0encia del poderío militar, la de su capacidad de organización y gobierno al mediar la destitución del virrey Sobremonte a manos del Cabildo. Mucho se ha escrito también acerca de la influencia de las ideas liberales de los ingleses sobre estas comarcas durante su corta dominación. Si bien es lógico pensar que así fue, también debe considerarse que esas ideas ya tenían gran penetración en la propia España y en sus colonias. Gran influencia tendría también durante la dominación inglesa la presencia de una pléyade de comerciantes y traficantes de mercaderías que la población pudo adquirir a buen precio y que hizo tomar mayor conciencia de lo perjudicadas que salían las colonias en el intercambio con la metrópoli. Al punto del restablecimiento de la administración hispana por estos lares comienzan a desarrollarse una serie de acontecimientos en Europa. -y su con contrapartida en estas latitudes- que alcanzarán un estado de cosas desde el cual no habrá marcha atrás. En 1808 Napoleón invade la península Ibérica como consecuencia de una serie de errores y claudicaciones de la corona española, instalando en el trono a su hermano José. Inmediatamente se organiza la resistencia alrededor de la Junta de Aranjuez, que será luego de Sevilla, y que conducirá una imponente reacción popular contra la invasión francesa que el corso no podrá contener. Sorprende aún hoy la organicidad del pueblo español para sostener su soberanía e independencia, y defender a una monarquía que no había sido, no lo fue, ni lo sería, merecedora de tales sacrificios. Abiertamente a veces, y entre bambalinas en la mayoría de las oportunidades, operan también aquí las nuevas

14

ideas liberales pese al retroceso sufrido en Francia con Napoleón. Todo esto se refleja en el Río de la Plata. A imitación de la península comienzan a formarse Juntas de gobierno; la primera de ellas en Montevideo, constituye un temprano antecedente de gobierno autónomo de nuestro país. Inicialmente reconocen la autoridad de Fernando VII, pero poco a poco comienzan a asumirse soberanas en mayor o menor medida. La descomposición del sistema del coloniaje esta en curso. Es muy rico en acontecimientos políticos el periodo; trataremos de ir señalando los que consideramos mas significativos. Simultáneamente al movimiento juntista de Montevideo, comienza n a inquietarse las aguas en Buenos Aires, pero esta ciudad muestra desde el principio una división, que responde asimismo a los intereses económicos del momento, y que signara toda la historia argentina. En 1809 arriba a Buenos Aires Baltazar hidalgo de Cisneros en sustitución de Liniers, al que por su origen francés, la Junta de Sevilla lo destituye bajo sospecha de adhesión a Francia. Cisneros trata de mejorar la situación económica del virreinato y propone la apertura comercial con ingleses y portugueses. El poderoso núcleo de los comerciantes se opone, pero los estancieros de ambas Bandas, representados por el Dr. Mariano Moreno presentan un memorable escrito que consigue la apertura comercial, y sella al mismo tiempo la fundación de dos partidos opuestos: el partido del campo y el partido del puerto. Cisneros, consciente asimismo de que el poder que ha heredado esta basado en los criollos, procura restablecer el “statu quo” anterior al motín contra Liniers: indulta a Los enemigos de éste y, al mismo tiempo hace fusilar a Domingo Murillo, que desde La Paz proclamaba la independencia. antiguo A medida que el dominio francés se extiende sobre la península, los movimientos juntistas en América van aumentando, y al conocerse en Buenos Aires, en mayo de 1810 el control francés de, prácticamente toda España, sobreviene el llamado movimiento de Mayo. La Junta de Mayo constituye, a la vez que el hilo conductor desde donde nace nuestro proceso independentista, la primera aparición en escena de tendencias absolutamente autonomistas. Parto con fórceps este de la junta, producto de un proceso de forcejeo militar y político este movimiento es también conocido en la historia como la Revolución de Mayo. Con el devenir de los acontecimientos aumentará su significado para los argentinos y lo irá perdiendo para nosotros. Su carácter revolucionario puede atribuirse mas a sus contenidos políticos y, o,

15

a las ideas de algunos de sus protagonistas más que al significado militar de la acción, que se desarrollo sin disparar un solo tiro. Nacida bajo el signo de la vacilación, la Junta no obstante procuro promover la adhesión a su causa de las otras provincias del virreinato, y es así que envía una comisión a Montevideo que fracasa por haberse reconocido aquí el Consejo de Regencia nacido en Cádiz, no obstante existir un grupo de partidarios de adherir al pronunciamiento. Una de las primeras acciones que realiza la Junta es la creación de tres ejércitos, uno de los cuales tendría como propósito, promover la insurrección de la Banda oriental, el que nunca llega. En enero de 1811, Elío, desde Montevideo, proclamada capital del virreinato, declara la guerra a la Junta . ¿Por qué razón, en febrero de 1811, cuando a través del grito de Asencio comienza el levantamiento de la Banda Oriental, todavía no ha hecho aparición en esta escena un solo soldado del ejército que la Junta presumiblemente iba a enviar por estas latitudes?; es algo que esta poco claro. Pero, sea que se deba a las dificultades encontradas por los otros ejércitos enviados a Paraguay y Alto Perú, sea por el temor que despertaba en la Junta el poderío militar que los peninsulares aún mantenían en Montevideo, lo cierto es que si el movimiento libertador en esta tierra nació bajo el auspicio de la Junta, lo fue en el plano político , pero guacho en lo militar. Simultáneamente al grito de Asencio se produce la incorporación de Artigas al levantamiento, y la Junta de Mayo se apresura a contar con sus Servicios, los que este ofrece en Buenos Aires, junto con un Plan de Operaciones, proyecto que la Junta acepta y apoya, posiblemente ante la imposibilidad o incapacidad de asumir por sí misma su ejecución. El 9 de abril del 11 Artigas desembarca en la Calera De Las Huérfanas acompañado de 150 patricios que es todo lo que proporciona Buenos Aires. Cabe indicar que la junta - y Artigas como su subordinado - están promoviendo este pronunciamiento a nombre de Fernando VII. Lo cierto es que, y es importante recordarlo, el movimiento independentista nace por estos lares, sino completamente orejano, marcado por el sello de la cruzada propia. Porque hay otro factor diferenciador entre lo que sucede en la Banda oriental con lo que sucede a los ejércitos de la Junta. Porque estos, carentes de la debida sensibilidad en sus procedimientos, comienzan a generar un rechazo a su accionar, que solo contribuye a fortalecer las operaciones defensivas de los españoles. Fusilamientos innecesarios que la población rechaza como método; expediciones

16

en tren de conquista como la del Paraguay, que fracasa; y finalmente, lo que es muy grave, poblaciones en la zona norte que no adhieren a la independencia y colaboran con las fuerzas españolas por los temores que genera la política de la Junta. Muy por el contrario, en la Banda oriental el pueblo está maduro para el levantamiento, y al grito de Asencio y la llegada de Artigas a ponerse al frente de la lucha, se sucede el pronunciamiento de prácticamente toda la campaña a favor de la causa de la libertad. Aquí nace una relación de correspondencia biunívoca entre el naciente ejercito oriental y las fuerzas políticas emergentes, cuya actuación de consuno genera un proceso de unidad durante la revolución, y será un factor fundamental para el nacimiento y maduración de nuestra identidad nacional. Queda ya en evidencia antes de Las Piedras, con la designación de Belgrano primero, y Rondeau después al frente de las actividades militares en esta Banda, que no estaba en los planes de la Junta dejar en manos de los orientales la conducción de su proceso autonómico, y si digitarlo y conducirlo por caminos que del otro lado de la Banda se habían ya señalado. Es importante a esta altura de los acontecimientos recordar que el grupo de poder político mas democrático y liberal, así como radical, que representaba Moreno ya había sido desplazado del poder en Buenos Aires, encumbrándose, en la llamada Junta Grande, los sectores más conservadores pertenecientes a la fracción Saavedrista. El Plan de Artigas, del que hablaremos en detalle en el capítulo correspondiente a las fuerzas militares, es simple, y consiste en ir aislando a las fuerzas españolas en Montevideo, las que con el propósito de evitarlo, salen a campo abierto a librar la batalla de Las Piedras, que se transforma así en la primera acción exitosa de importancia del movimiento independentista rioplatense, y a la vez que afirma la estatura militar de Artigas, prepara la plataforma de su lanzamiento político. Constituido su Cuartel General en el Cerrito, Artigas recibe allí al ejercito auxiliar porteño comandado por Rondeau. Comienza aquí a hacerse más palpable el proceso de las disensiones con nuestro ejército, que se muestra contrariado y sorprendido por el continuo desplazamiento del comando que se hace de la figura de Artigas a quien quieren ver como su jefe y estiman que ha hecho méritos más que suficientes.

17

A esto se suma el hecho de que, ya fuera por incapacidad profesional, ya por indecisión, o por órdenes en tal sentido de Buenos Aires, Rondeau no se decidió nunca a dar el asalto definitivo a Montevideo, pese a estar dadas las condiciones para ello.(2) En julio los portugueses estimulados por su antigua ambición por estas tierras, la crítica situación de la corona española y la falta de orientación y firmeza de los representantes de la junta en Río de Janeiro, invaden la Provincia Oriental. Conocida la noticia en el campo sitiador, los orientales se preparan para enfrentar la amenaza, pero cual no será su sorpresa al comprender que están siendo víctimas de manipulación, y que los porteños, convencidos de la inconveniencia de enfrentar al reino de Portugal, pretenden transar un Armisticio a sus espaldas.(3)Artigas se opone manifestando que no se puede llevar adelante tal arreglo sin consultar antes al ejército y al pueblo oriental que tan abnegadamente habían llevado adelante aquel sitio. Rondeau entonces convoca a una reunión en su campamento de los jefes artiguistas, donde estará presente el Dr. Julián Pérez, comisionado de Buenos Aires para negociar con Elío un Armisticio. Los Comandantes Orientales manifiestan a Pérez que consideran una gran injusticia el abandonar a su pueblo a la ira de los españoles de Elío. Pérez argumenta que la causa de la retirada es l a invasión portuguesa que amenaza dejar al ejército sitiador entre dos fuegos. Ante esta actitud, los orientales pidieron que se les permitiese luchar solos contra los portugueses si se retiraban las fuerzas porteñas de la banda oriental, explicando que se retirarían del sitio solamente para buscar una posición militarmente mas favorable. Desconocen los orientales que esta actitud porteña responde a la prevalencia de los partidarios de aceptar la autoridad de la princesa Carlota, esposa del rey de Portugal, afincado en Río de Janeiro, y hermana de Fernando VII.(4) En esa reunión del Miguelete, Artigas marca su perfil, y cuando se le pregunta con que piensa resistir a españoles y portugueses contesta”con palos, con los dientes y con las uñas”(5) Es el momento de que la Junta sepa que la revolución en esta Banda tiene vida propia, y es la expresión de la voluntad de un pueblo, que no se puede trampear en conciliábulos de gabinete. Buenos Aires firma el Armisticio cuando había acordado con los orientales que sus tropas, junto con las de Artigas, se alejarían del sitio para prepararse para una mejor defensa. El ejercito auxiliar

18

continúa su marcha, y en Colonia se embarca, abandonando la lucha por orden del triunvirato, dando por terminada esta contienda. Los orientales están perplejos ante la magnitud de la traición de que han sido víctimas, (que no será la última), y los acontecimientos subsiguientes son la expresión de la forma en que se manejarán los asuntos de los orientales en el futuro. Este armisticio tiene gravísimas consecuencias políticas que el triunvirato porteño, que solo parece acordar y respetar la voluntad de las monarquías europeas, no mide. En primer lugar da el puntapié inicial a la disolución de los lazos políticos entre las dos Bandas al desoír la voluntad de la oriental, y lo que es mucho más grave, adoptar una actitud que es contraria a los intereses de todos los sectores de este pueblo ya que lo expone a la disolución militar y la persecución social y política. Las autoridades porteñas no pueden desconocer que la actitud de las monarquías portuguesa y española hacia el pueblo oriental, pequeño grupo de exaltados “contaminado con el pestífero código de la quimérica libertad”(6), que ha osado desafiar la autoridad de los dueños del mundo, no será otra que procurar su aniquilamiento. Súmese Inglaterra a los que verán con buenos ojos este martirio, que servirá para escarmiento de los atrevidos. La actitud porteña solo se puede entender – nunca justificar - porque su gobierno este en un todo de acuerdo con este resultado, o por el hecho de que, atemorizado por las amenazas de las monarquías europeas, ofrezca inmolar al pueblo oriental como víctima que aplaque la ira de los poderosos. Obsérvese que nos referimos al gobierno de Buenos Aires y no a su pueblo, que, consciente de las maquinaciones de sus autoridades contra los orientales, escribirá paginas gloriosas de hermandad y solidaridad. En segundo lugar, y relacionado con el comentario anterior, comienzan a producirse una cadena de desconfianzas y desencuentros entre el pueblo y el gobierno de la provincia de Buenos Aires que traerán como consecuencia una permanente inestabilidad política, cambios de conducción por movimientos más o menos violentos, y un distanciamiento entre pueblo y gobierno que se hará crónico. Como tercera y grave consecuencia podemos señalar que el abandono que el tratado implica de las provincias del litoral argentino, al permitir a través del mismo el establecimiento de una cabecera de puente en Entre Ríos, y dejar abandonadas las Misiones, constituye la piedra de toque que da el alerta a estas regiones en cuanto a lo que puede esperar de Buenos Aires Y es

19

punto de partida par a la constitución posterior de la Liga Federal bajo las ideas artiguistas, ya que abre la puerta a una nueva envestida monarquista. En tal sentido vale reproducir aquí la opinión al respecto del historiador argentino Dr. Hernán Félix Gómez: “Cual era el fundamento, la razón de ser, de la autoridad con que el gobierno de Buenos Aires al firmar la tregua con Elío, de Montevideo - abandonaba a su gobierno toda la Banda oriental hasta el río Uruguay y los pueblos de Entre Ríos, de Arroyo de la China, Gualeguay, y Gualeguaychú. ¿Quién lo autoriza a disponer de los intereses de todos los pueblos del Virreinato? ...Sobre las razones inmediatas o de conveniencia que pudieron explicar esa medida, estaban causas fundamentales que los pueblos comprendieron. El interés del pueblo de Buenos Aires no era entonces el interés de los otros pueblos del virreinato; al primero se sacrificaba lo segundo y claro está que estos levantaron su bandera propia. Artigas desde el Ayuí abre su campaña de guerrillas contra los españoles...los pueblos de Entre Ríos, que lo sostienen, luchaban por su propio interés, al verse entregados al virrey Elío – y los de Corrientes, por su parte, al secundarlo, no hacían sino prevenir las probabilidades del futuro. Algo más; hacían también por su interés inmediato, desde que Montevideo en poder de España significaba cortar la libertad de comercio y sujetarlo a las imposiciones de “propios” del puerto de Buenos Aires.” Artigas desde su cargo de Gobernador de Yapeyú conduce la resistencia que contribuye a salvar a la revolución de mayo del error de sus líderes, desde que evita que las fuerzas españolas de Montevideo se unan con las de Paraguay a través de las resistencias levantadas en la Mesopotamia, en virtud de que, no siendo ratificado en España el Armisticio suscripto por Elío, Vigodet lanzó su escuadrilla buscando abrir el Paraná. Unida la infatigable Carlota y sus fuerzas portuguesas a la acción de reconquista, lanza sus fuerzas una vez más contra las Misiones, Y Artigas nombrado por la Junta Teniente Gobernador de esa jurisdicción resguarda la región dela acción que cae también sobre Corrientes, coordinando incluso con elementos del Paraguay operaciones en la región(7). Y aún podemos señalar una cuarta y fundamental consecuencia de este tratado. Hasta ahora, el pueblo oriental a través de sus prohombres, incluido Artigas se consideraba subordinado a las decisiones de las autoridades de Buenos Aires. Pero estos acontecimientos rompen el hechizo, cae el encanto y la hermandad se trastoca, llegándose a transformar en algunos casos en odio ,por

20

las consecuencias que la inconducta porteña trae para los orientales. Entonces caemos en un vacío de autoridad, y, cuando Artigas, vislumbrado y proclamado jefe en parte, se mueve hacia el Norte, recibe como premio y cruz la definitiva Jefatura del Pueblo Oriental concedida en forma espontánea por los miles que lo siguen en el Exodo. Sea por un último dejo de obediencia a la autoridad militar del triunvirato, sea porque reconoce la imposibilidad de ofrecer una resistencia real desde esa posición, Artigas decide marchar hacia el norte con sus tropas. Así comienza a escribirse una de las páginas más notables de la historia nacional. A medida que el ejército avanza todo el pueblo se pliega a la marcha. Se produce un fenómeno poco común en la historia, como es el hecho de que todo un pueblo amenazado se ponga bajo la protección de su ejército, y que este, consciente de su responsabilidad histórica, asuma la misión con tremendo sentido de la responsabilidad. Es que en la Banda Oriental, el pueblo es el ejército y el ejército es el pueblo, (8) y esa simbiosis que rara vez se da en forma tan perfecta, se ejemplifica en su jefe, que sabe asumir su doble condición de jefe militar y político. Los meses siguientes, caracterizados por tremendos sacrificios, no hacen más que confirmar lo sabio de la decisión de abandonar la Banda Oriental y protegerse en el Ayuí. Porque los portugueses, lejos de abandonar el territorio como lo establece el tratado, se dedican a saltearlo de extremo a extremo, matando y robando lo poco que encuentran. En sus tropelías llegan una vez más a los pueblos de las Misiones. Solo partidas de tropas artiguistas jalonarán sus movimientos y en acciones del tipo guerrilla limitarán sus operaciones, al derrotar separadamente a contingentes portugueses. Cabe señalar que también la unión con los indios se ha sellado definitivamente, y estos están ya en el Ayuí, o ya combatiendo a los portugueses en operaciones coordinadas por Artigas, aunque como se sabe generalmente operaban bajo sus propios comandos. (9) Desde Yapeyú o Ayuí, lugar que como quiera llamársele era el lugar de destino militar que el triunvirato había elegido para Artigas y a donde fue seguido por su pueblo, el jefe de los orientales ejerce también, de hecho como protector de las provincias del litoral argentino al frenar las incursiones portuguesas contra ellas, y esto incrementa su prestigio regional.

21

Artigas protesta al gobierno de Buenos Aires por su falta de reacción ante el incumplimiento de lo acordado por Portugal. En carta al gobierno porteño dice: “Si en la instalación de nuestro sistema pudo hallar disculpa la diversa opinión de los europeos ahora que un enemigo extranjero profana los hogares de todos, yo no veo algo capaz de sustraer a nadie de la obligación de concurrir a arrojarlos”. (10) La fuerte presión popular(11) por el abandono de los orientales, sumado al rechazo que esta actitud había generado en muchos jefes argentinos, es justo decirlo, llevaron al Triunvirato a romper el Armisticio y declarar la guerra a Portugal. Por supuesto que con gran tardanza, tratando de asegurarse, como lo harían después durante la segunda invasión portuguesa, que estos hallan causado el mayor daño. Pero la situación se escapó de las manos porque el portugués operaba cada vez mas cerca de la propia Buenos Aires, razón por la que ésta habría nombrado a Artigas “General en Jefe del Ejército patriota destinado a la Banda oriental”. (12) Cierto o no este nombramiento, los sucesos inmediatos lo hacen innecesarios. Portugal viendo imposible por el momento sostener el control de la Banda Oriental contra los españoles y los porteños al mismo tiempo, debido a la difícil situación europea, acepta un pacto con Buenos Aires a instancias de los ingleses. El coronel Juan Rademaker firma el convenio en nombre de Portugal, que pone fin a la guerra el 26 de mayo de 1812. Los portugueses se retiraran del territorio uruguayo, no sin antes cometer algunos atropellos más. Están dadas las condiciones para el restablecimiento de las operaciones para la liberación definitiva de esta Banda, pero varios sucesos cambiarán el rumbo previsible de la historia. Los fracasos del ejército del norte hacen pensar nuevamente en la banda Oriental como reaseguro de Buenos Aires; esto es sacrificar nuevamente a nuestro pueblo entregándolo al español a cambio de alguna ventaja al norte. Para negociar con los españoles hay un solo y gran obstáculo: Artigas. Entonces el nuevo triunvirato, surgido del seno de los conspiradores mas selectos decide disolver el ejército artiguista, sostén de su poder y de la voluntad de su pueblo. Es el paso previo para tener las manos libres para entregar la Banda Oriental. A esos efectos envían a Sarratea al Ayuí a ponerse al frente del ejército, con órdenes precisas de usar cualquier método para resolver el problema Artigas, incluso el asesinato. Segunda traición, que no será la última.

22

Muy a su disgusto (13) las autoridades porteñas tenían que reconocer que los orientales estaban prontos y deseosos de acometer operaciones de importancia contra los portugueses, lo que no hacían por la desconfianza con a respecto a Buenos Aires y la necesidad de su auxilio material. La llegada de Sarratea al campamento oriental inaugura un nuevo periodo en cuanto a modo de actuar, como lo es un refinamiento en la manipulación política que profundizará la brecha con los orientales, y con el propio pueblo argentino. Uno de los primeros esfuerzos de Sarratea van dirigidos a la disolución del ejército oriental, fuerza que actuaba como respaldo de las demandas orientales, y que obviamente constituía un obstáculo al plan de entrega de la Banda oriental. Así Sarratea comienza a minar la unidad y desmoralizar al ejército patriota mediante ofertas económicas, de asensos, y otras ventajas que logran convencer de ponerse bajo su autoridad directa, entre otros a Eusebio Valdenegro, Ventura Vázquez, Baltavargas, Viera y algunos otros. Artigas desconoce la autoridad de los porteños para disolver su ejército y recupera todos sus hombres si bien no todos sus jefes. Escribe a Buenos Aires dos cartas que caracterizan los sentimientos que la actitud da Sarratea y el gobierno porteño generan, y los transforma en decisiones que continúan creando la historia: “El pueblo Oriental que, abandonando sus hogares, cargado de sus familias y seguido de la miseria se constituyó por el resultado de la campaña pasada bajo una forma militar para conservar una libertad que rubricó la sangre de sus conciudadanos delante de Montevideo, pudo creer alguna vez verse despojado de los laureles que le ceñían temiendo en la volubilidad de la fortuna ... los orientales pudieron esperar ser derrotados por sus enemigos, y dejar solo en sus cadáveres la señal de su odio eterno a las cadenas que habían roto, pero nunca pudieron figurarse hallar su desgracia en el seno mismo de sus hermanos, no pudiendo jamás estar a sus alcances que el auxilio con que volvía a socorrerlos Buenos Aires para la gran consolidación, presentase a su vista la alternativa execrable de un desprecio, el más ultrajante, o de una esclavitud muy nueva, muy singular y mucho mas odiosa que la primera”. Artigas hace saber en forma oficial Triunvirato que el Ejército que comanda es la forma militar de su pueblo, adoptada para su sobrevivencia, fórmula novedosa para la época, desde que implica el reconocimiento, por estas latitudes, de un nuevo derecho como lo es el de las naciones a tomar la forma militar por decisión soberana,

23

y, como Artigas hace saber, solo podrá estar al Servicio del pueblo del cual procede: “Si el pueblo de Buenos Aires, cubierto de las glorias de haber plantado la libertad, conoció en su objeto la necesidad de trasmitirla a los pueblos hermanos por el interés mismo de conservarla en si, su mérito puede hacer su distinción, pero nunca extensiva más que a revestir el carácter de auxiliadora las tropas que destine a arrancar las cadenas de sus convecinos. Los Orientales lo creyeron así, mucho más que, abandonados en la campaña pasada y en el goce de sus derechos primitivos, se conservaron por si; no existiendo hasta ahora un pacto expreso que deposite en otro pueblo de la confederación la administración de su soberanía” Artigas está aquí dando un mensaje claro: el pueblo Oriental abandonado a su propia suerte ha constituido su propio Ejército y se declara soberano, desde que a tenido que ver por si mismo a su propia salvaguardia, considerando al de Buenos Aires un igual al cuál puede unirse por pactos federales. Es este un momento clave de nuestra historia, por cuanto : - Se declara oficialmente al Ejército artiguista como el Ejército del pueblo Oriental.

- Se declara al pueblo Oriental Autónomo. - Se incorpora el concepto de Federación. Si como se dice, el sufrimiento madura a las personas y a los pueblos, no existe ejemplo más claro que este del pueblo Oriental y su jefe durante el terrible período del Éxodo y el Ayuí. Si hay un lugar del camino pasado el cuál no se puede volver atrás, los Orientales acaban de pasarlo; ya nada será igual. En un último intento de disolver el Ejército, romper el liderazgo artiguista y dinamitar la naciente autonomía Oriental, el Triunvirato le pide a Artigas apoyo para la lucha en el norte, donde se suceden los fracasos, (14) casi con seguridad esperanzado en que contestará negativamente. Pero Artigas Envía a Buenos Aires al Teniente Vicente Fuentes con la respuesta afirmativa de que si, que los orientales concurrirán con su fuerza militar a mantener la frontera norte, tan pronto como el gobierno de la capital formalice su pedido. Es la peor respuesta que el triunvirato quería oír. El

24

Teniente Fuentes es puesto preso bajo razones inventadas, Artigas rompe definitivamente con Sarratea. Con esta idea volvemos a Montevideo, al segundo sitio que inicia Culta, retoma Rondeau, y al que Artigas llega en violenta confrontación con Sarratea, hasta que logra su destitución. El proceso de relevo de Sarratea se desarrolla primero por un convenio que el jefe argentino acepta, para luego retardar su aprobación por Buenos Aires. En el interín utiliza los más viles procedimientos para eliminar a Artigas. Lo declara traidor, intenta hacerlo asesinar por Otorgués quien informa del plan, finalmente Artigas expulsa a Sarratea y a todos los jefes que defeccionaron en el Ayuí; Sarratea trata de retirarse con todo el Ejercito auxiliador, lo que es impedido por Rondeau. El Triunvirato nombra interinamente a Rondeau como jefe del sitio, y Artigas se incorpora a él con 3.000 hombres el 26 de febrero de 1813. Es imposible comprender la situación política que se generará a partir de ahora sin realizar el análisis anterior, el que por otra parte es imposible de resumir si no es a costa de una cabal comprensión. Tenemos a los Orientales tratando de recuperar su territorio a toda costa por un lado, y al gobierno porteño tratando de destruir nuestros esfuerzos autonomistas, y a la figura de Artigas en particular, por el otro. Entre los asuntos pendientes en la Banda Oriental estaba el de su gobierno. Desde los tiempos de la Junta los porteños habían convocado a una asamblea constituyente que no terminaba de reunirse, y a la cual los orientales no fueron nunca invitados. Es válido presumir entonces que no estaba en los planes de Buenos Aires la consideración del carácter de provincia bajo cualquier forma de gobierno para la Banda Oriental, y si su administración directa como un territorio, lo que le evitaría la competencia portuaria. Los afanes artiguistas echaron doblemente por tierra con esta pretensión: las intenciones autonómicas los privaban del control del puerto y constituían además un gravísimo precedente que podía ser imitado por otras provincias. La Asamblea General Constituyente nació al fin el 31 de enero de 1813 bajo la presidencia de Carlos De Alvear. En abril de 1813 Artigas decide organizar un gobierno de la Banda Oriental, a la vez que nombrar a los representantes orientales a la Constituyente, ya que ahora si hemos sido invitados. A este fin convoca a un Congreso ,históricamente llamado de Abril, de Tres

25

Cruces, o aún de Peñarol, debido a la confusión en cuanto al lugar exacto de su desarrollo. En este Congreso se toman decisiones trascendentes que son fijadas en un documento conocido como las Instrucciones del año XII, que constituyen la directiva de trabajo para los delegados ante la Constituyente, pero a su vez son una declaración de autonomía –o independencia – ya que marcan pautas políticas muy claras, y de fondo, como condición a la adhesión . En resumen, se demanda: -La declaración de independencia absoluta de la corona española. -La forma de gobierno republicana. -La forma federal como sistema de libre asociación entre las

provincias. -La autonomía provincial para la formación de su gobierno. -Se consagra por primera vez la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como la independencia entre estos. -Se consagra la libertad de comercio. -Se establece el derecho de darse su propia constitución. -Se establece la independencia en cuanto a su defensa militar. Las autoridades porteñas no estaban preparadas para semejante planteo, aún viniendo de Artigas, de quien siempre esperaban sorpresas. Al mismo tiempo la asamblea elegía un gobierno denominado Cuerpo Municipal, que se instala en Canelones. Este le asigna a Artigas el cargo de Gobernador Militar y Presidente de la Corporación, Artigas habría resignado este último cargo en el Vicepresidente que lo era el Dr. Bruno Méndez. Por eso quizás(y sin quizás) los delegados orientales son rechazados aduciendo vicios de forma en su proceso de elección. En realidad Rondeau, que respondía en forma total a la Junta bonaerense ya le había manifestado a Artigas su malestar por la constitución de un gobierno autónomo. Artigas no había considerado la opinión de Rondeau, que era la de la Junta. Federación Y Democracia son dos posibilidades que no están en la agenda de la Junta .Mas bien están pensando en Centralismo y Monarquía. Si analizamos el efecto que esta propuesta tuvo en las

26

provincias argentinas veremos que es a partir de aquí que las ideas de federación y democracia cobran fuerza, haciendo carne incluso en los sectores mas encumbrados de la vecina orilla que en poco tiempo verá constituido un poderoso partido federal que disputará el poder a los sectores pro monárquicos y centralistas. Asimismo las ideas democráticas cuyas luces parpadean allende el plata, cobrarán nuevo y vigoroso impulso ante este planteo tan directo y fundamental. Artigas y su provincia pagarán el precio de la osadía pero lo que había de hacerse esta hecho y ya nada ni nadie lo podrá detener, sin importar los hombres o el tiempo, que, en términos históricos será mas breve que lo que podría suponerse. En virtud del rechazo de los delegados Orientales, y ante la indignación que esta actitud causa en la población, el gobierno de Buenos Aires mandaba a Rondeau para que organice un nuevo Congreso que elija nuevos diputados. Así se convoca el Congreso llamado de Capilla Maciel el que en realidad se verifica bajo la presión de las tropas del ejercito auxiliar de Rondeau. Ante esta situación Artigas accede, pero con la condición de que los delegados concurran antes a su campamento, a manifestar si realmente quieren constituir un nuevo gobierno, en caso afirmativo pasarán a formar parte del nuevo Congreso. Rondeau incumple este arreglo ante la perspectiva del fracaso de las directivas porteñas y desarrolla el Congreso antes de la fecha pactada y sin que Artigas pueda hablar con los delegados, haciendo aprobar bajo presión el reconocimiento de la Constituyente porteña sin las garantías requeridas por el Congreso de Tres Cruces. Artigas protesta ante Rondeau y la Asamblea. Ante el incumplimiento de lo pactado no reconocerá otra autoridad que la emanada del Congreso de Abril. Las cosas quedan muy tirantes entre ambos jefes. Las relaciones entre Artigas y el gobierno bonaerense no se normalizarán jamás al quedar al descubierto el segundo capítulo de la trama porteña: al intento de destruir el Ejército Oriental en Ayuí, sigue el de impedir el ejercicio de su soberanía patentizado en las Instrucciones del Año XII y en el gobierno organizado en abril. No habrá ningún gobierno de La Capilla Maciel surgido de los combinaciones de Rondeau. No habrá nuevos delegados Orientales en la constituyente, ya que los de Capilla Maciel Tampoco serán admitidos porque son las ideas las que no tienen lugar. Buenos Aires impone entonces un gobernador. Tampoco será Rondeau como quizás el mismo lo imaginó alguna vez.

27

Será un procónsul porteño que viene a asegurar el sometimiento de la Banda Oriental porque los españoles ya están vencidos, que caiga Montevideo es sólo cuestión de tiempo. Entonces Artigas, como es su costumbre, oteando el futuro vislumbra la trama del plan porteño para reducir una vez más la quimérica aspiración de libertad de un pueblo que ellos aspiran no sea más que su patio trasero. Eduardo Acevedo Díaz en su “Epopeya de Artigas” describe el momento histórico con meridiana claridad: “Artigas ha agotado ya todos loas recursos para conservar los intermediarios entre el pueblo oriental y el occidental del plata. Ha llegado pues, el momento de recurrir directamente a este. Va a tomar de nuevo en hombros su patria; de nuevo va a hacerla cruzar el Uruguay, pero ya no para pedir protección sino para darla. En enero de 1814 el sitio de Montevideo puede darse por terminado. Artigas presume que la plaza caerá en manos de los sitiadores; cayó efectivamente cinco meses después. Está convencido, por otra parte, que entrando él como uno de tantos números del ejército vencedor, los calabozos de la ciudadela lo esperan con sus mandíbulas muy abiertas. ¡Si antes de entrar su propia vida esta en peligro! ... ¡Si en esos momentos esta Sarratea en Río de Janeiro gestionando con Lord Strangford un nuevo Armisticio para entregar el Uruguay al dominio español y una nueva alianza para aniquilar a Artigas cuya resistencia a tal entrega será segura!... ¿Debe el jefe de los Orientales librarse inerme a sus enemigos con su Ejército, en su propia tierra, entrando con ellos como entidad secundaria a Montevideo? Adopta Entonces una de sus resoluciones geniales, más en la realidad de las cosas que la del Éxodo, más todavía;: en la noche del 20 de enero de 1814 se retira de la línea sitiadora de Montevideo. Se va solo, disfrazado de gaucho, pero en cuanto sus leales notan su ausencia, corren en su busca, lo encuentran, lo rodean, los orientales todos, incluso los Blandengues dejan el sitio y va a donde esta el alma de la patria”... Como dijimos, estos nuevos delegados, que ya no tienen las peligrosas Instrucciones de los anteriores, serán rechazados. Para la Constituyente todo aquel que no tenga un acuerdo previo de aceptación de lo que ya está señalado que se debe aprobar, será rechazado. Por eso sus pronunciamientos se dilatan hasta 1816,llegando a la historia de los actos de clarividencia y patriotismo muy rezagados con respecto a los de Artigas y los Orientales.

28

En realidad el nombramiento de ALVEAR COMO gobernador de nuestra Banda constituyó una verdadera declaración de guerra a los Orientales. Al abandonar el sitio Artigas se retira seguido por la mayoría de sus partidarios a la Calera de García. Manuel Francisco permanece en el sitio pero la desconfianza ahora es hacia todo lo oriental, y sus tropas son cercadas y desarmadas.¿No sería esto lo que se preparaba para todas las tropas orientales? En su nuevo campamento Artigas se entera que fue declarado traidor por el Director Posadas, y que su cabeza tiene precio. Esto sucedía el 14 de febrero de 1814;y, como para confirmar sus propósitos hacia la Banda Oriental, el 7 de marzo de 1814 el gobierno de Buenos Aires la declara como formando parte de la Audiencia de Buenos Aires, nombrando a su gobernador y demás autoridades que debían regirla, y poniendo bajo su control toda su administración. Artigas mientras tanto se dirige al norte con el ejército, se instala en Belén y desde allí comienza a recoger el fruto de su predica y de su fama : el pueblo de Entre Ríos lo declara su “ protector”. Posadas vislumbrando el peligro que esto significaba envía a la misión Amaro – Canidito para concertar una paz, lo que así sucede. Pero Posadas no ratificará el acuerdo logrado por sus propios emisarios. E l 23 de junio de 1814 Montevideo es entregado a Alvear por los españoles, bajo promesa de continuar bajo la soberanía de Fernando VII y de respetar su retirada honrosa. Fiel a su habitual conducta A levar incumple lo acordado, y desarma toda la guarnición española, haciendo prisioneros a la mayoría de sus oficiales y tropa y capturando todo su armamento. Al mismo tiempo Alvear había prometido a Otorgués que le entregaría la plaza lo que incumple, y asimismo trata de sorprender y eliminar a Otorgues y sus tropas, lo que no consigue. Por otro lado el prestigio de Artigas continuaba en aumento desde que alejado del sitio hacia Belén cruzara el Uruguay comenzando un proceso de difusión de su plataforma política contenida en las Instrucciones hacia las provincias del interior argentino constituyendo la Liga federal con Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Misiones, provincias todas ellas que se hallaban bajo impopulares delegados del Directorio. Viendo el Director la inconveniencia e imposibilidad de derrotar a Artigas en el litoral, por la fuerza alcanzada en la región, decide , de consuno con su sobrino Carlos De Alvear atraer a Artigas a una trampa

29

Operando en esa dirección solicita a Artigas el envío de delegados con el fin de arreglar la entrega de Montevideo reclamada por los patriotas .Artigas envía a Barreiro, Manuel Calleros y Tomás García De Zúñiga. EL 9 de julio quedó concertado un arreglo por el cual los porteños entregarían Montevideo a los orientales. Alvear abandona Montevideo con unos 3000 mil hombres, pero en lugar de dirigirse a Buenos Aires se dirige a Colonia donde desembarca y se prepara para atacar las fuerzas artiguistas moviéndose hacia el norte. En resumen, porque el aspecto militar no es el importante aquí y solo lo mencionamos para mantener el hilo conductor del proceso político y señalar como la fobia antiartiguista de buenos Aires se materializó en innumerables operaciones militares tratando de aniquilar sus fuerzas, fue la batalla de Guayabo, ganada brillantemente por Rivera la que marcó el fin de la dominación porteña en la Banda oriental, y estrecho el cerco del odio de un poder bonaerense que no distinguía la esencia de la confrontación, y que para derrotar a Artigas no vacila en coaligarse con las fuerzas colonialistas mas poderosas del momento. Por ahora no habrá paz para los Orientales, por lo menos es lo que de este análisis político se infiere.

30

C- EL PAPEL DEL PODER MILITAR EN LA EPOCA; TIPOS DE FUERZAS QUE OPERABAN EN LA REGIÓN; LOS JEFES-CAUDILLOS DEL EJERCITO ORIENTAL; ARTIGAS COMO CONDUCTOR MILITAR. Las fuerzas españolas. Es imposible entrar aquí por razones de extensión en demasiados detalles de la organización militar de los Cuerpos españoles en el Río de la Plata en la época, pero es imprescindible hacer un breve relato de la misma y de su instrucción, armamento y técnicas de combate, ya que esas fuerzas participaron en el conflicto y por otra parte sus técnicas de combate fueron empleadas por los patriotas muchos de los cuales –caso Artigas – formaron en sus filas. Básicamente estas fuerzas estaban constituidas por unidades de guarnición, también llamadas de “veteranas”(17) caso de los famosos tercios españoles procedentes de diversas regiones que les daban denominación. Estas unidades se nombraban también como “fijos” cuando su misión consistía en la seguridad de áreas fortificadas y, o, ciudades. Existían unidades de frontera, especialmente creadas para estas regiones, y por eso desconocidas en España como los Blandengues, cuya misión fundamental más que de combate encuadrado, lo es de vigilancia y seguridad principalmente de fronteras, misión que por supuesto desempeña a caballo, combatiendo para eliminar fuerzas irregulares de contrabandistas y salteadores. De las unidades de Blandengues hablaremos más extensamente cuando nos refiramos a las fuerzas criollas. Con respecto a las que permanecieron leales a la Corona de España diremos que se entregaron a Alvear al caer Montevideo en 1814. El antecedente más directo que encontramos de estas fuerzas del tipo de los Blandengues son las Compañías de Caballos Coraza denominada de esta forma por la protección que usaban sus miembros. Su aparición en Montevideo es prácticamente simultanea con la fundación de la ciudad y su primer jefe fue el Capitán Juan Antonio Artigas, abuelo de nuestro prócer. Las Milicias de Montevideo ya fueran de Caballería o de Infantería respondían a la necesidad de contar con los servicios en filas de los criollos debido a la escasez de tropas de la península, que a través del sistema conocido como “Bandera General de América” no lograba satisfacer la demanda. Los criollos, no obstante ser

31

supuestamente ciudadanos no podían alcanzar más que cargos de mediana importancia, lo que produjo a la larga gran resentimiento. En 1779 Montevideo tenía un Batallón de Infantería de Milicias, organizado sobre la base de una compañía de Granaderos y ocho de Fusileros como los batallones regulares. En 1781 se creó el Regimiento de Caballería de Milicias de Montevideo, donde sirvió el padre de Artigas, Martín José, habiendo servido en la frontera del Este cuando Artigas era niño. Siempre según Sansón, a las invasiones inglesas siguió una reorganización de las fuerzas, la segunda, pues ya había habido una en 1771, por la que las distintas unidades existentes a la fecha se agruparon básicamente en: - Regimiento de Infantería de Buenos Aires. - Regimiento de Dragones. Si bien tienen una denominación toponímica ésta no las sujeta geográficamente, ya que existían unidades en distintas ciudades, entre ellas Montevideo. Por esta segunda reorganización llevada adelante en 1807, se decidía que todos los cuerpos de voluntarios se nuclearan en uno de 10 Compañías a 80 hombres cada una, que pasaría a llamarse Cuerpo de Voluntarios del Río de la Plata. Simultáneamente se creó en Montevideo el Batallón de Infantería Ligera. Los jefes de ambas unidades participarán mas adelante en un movimiento militar de adhesión a la Junta de mayo que fracasará, y serán relevados y detenidos. Pese a los distintos nucleamientos realizados, en los informes correspondientes a la batalla del Cerrito,(31DIC1813) aparecen fuerzas españolas que podríamos llamar “especiales” como es el caso de los Miñones Catalanes. También conocidos como Migueletes, operaban como guerrillas desarrollando “combate aislado en escaramuzas y choques”... Las Compañías de Cazadores de Montevideo eran cuatro, una de ellas montada, con un efectivo de 150 hombres cada una . Complementan este cuadro de fuerzas terrestres las del componente naval que revestían una tremenda importancia dado el carácter de imperio ultramarino de España, y la batalla por el dominio de los mares que viene desplegando contra Inglaterra. El apostadero naval de la flota del Río de la Plata esta en Montevideo por razones estratégicas. Cumplirá un papel importantísimo al permitir la resistencia a los prolongados sitios

32

terrestres como el de Montevideo. Su derrota sella el fin de la dominación española en el Río de la Plata. Como referencia final a las fuerzas españolas detallaremos las Unidades a que pertenecían las que combatieron en las batallas de Las Piedras y de Cerrito respectivamente. Batalla de Las Piedras: - Artillería perteneciente al Real Cuerpo de Artillería. -Granaderos del Batallón de Voluntarios de Infantería de Montevideo.

-Blandengues de la Frontera de Montevideo. -Voluntarios de Caballería de Montevideo. Batalla del Cerrito: -La columna de la derecha la formaban:

-Batallón de voluntarios de Madrid, al mando del capitán Pedro Lacuesta.

-Compañía del Fijo.

-Dos compañías de Artillería urbana. La columna central, comandada por el Coronel Domingo Estanislao Loaces la formaban:

-Una compañía de marina. -Una compañía de comercio. -Una compañía de miñones catalanes. La tercera columna, ubicada a la izquierda la comandaba el Coronel Jerónimo Gallano y la integraban:

-Las milicias.

-Los Tercios de emigrados .

33

-8 cañones.

La vanguardia de esta fuerza, integrada por Caballería por supuesto, la comandaba el Coronel Benito Chain.

Las fuerzas Oientales.

Podríamos detenernos infinitamente en el análisis de los argumentos que contribuyan a explicar el porque en tan solo cuatro meses un pueblo está en condiciones de constituir un Ejército, y derrotar en combate abierto a su dominador, pero nos limitaremos aquí a tratar de mencionar algunos de ellos y considerando lo complejo del entramado psicosocial que se teje alrededor de este hecho de la realidad, nos contentaremos por ahora de aproximarnos al tema . El primer factor que se nos aparece como significativo es la circunstancia política del debilitamiento de las fuerzas dominantes en el plano internacional, desde que el territorio español se halla invadido por los franceses, la imagen de invencibilidad se desvanece. Asimismo se suman a este argumento todos los factores que se acumulan en los sentimientos de los criollos que más allá de las diferentes explicaciones que se le busquen se resume en una palabra: odio. Odio a la consideración diferencial pese al origen común, que limita sus derechos a los cargos públicos, a la carrera militar, a la posesión de bienes, a la actividad comercial, a la propiedad rural. Odio también de los gauchos, los mestizos y los indios condenados a vagar por los campos desiertos, sin hogar, sin pago, sin querencia. Odio contra un sistema que en su soberbia los obliga a unos y otros al contrabando, al matreraje, al desarraigo, al vivir vagando y penando eternamente. Odio que día tras día se va trocando en resentimiento. Y es que ese modo de existencia que se extiende a todo el medio rural, y que impone unas condiciones que democratizan la vida por el libre juego de las capacidades que marcan las naturales diferencias, no permite reconocer otras que estas. Aprende el hombre de estas regiones a respetar sólo lo que así devenga, y obligado a jenuflexiar por la fuerza de unos poderes en los que no cree, de unos señores a los que no respeta, acumulará un resentimiento que liberado ya no tendrá vuelta. Pienso que está es la mejor manera, aunque no muy ortodoxa desde el punto de

34

vista de la historia, de explicar la increíble voluntad de vencer de los orientales lanzados a la aventura de la independencia, la inacabable resistencia al infortunio, a la necesidad, a la persecución, y por sobre todo el brutal desprendimiento de la vida para enfrentar, en la carga de caballería y en la montonera, la inexcusable alternativa de la muerte. Componente emocional, cargado de un velado trasfondo político, nos preguntamos como no deviene esa fuerza en una brutalidad manifiesta como sucede en otras regiones de América donde pareció que la sangre no terminaría nunca de correr. Aquí es donde la figura de Artigas se agiganta para canalizar toda esa fuerza en el numen de unas expectativas que por simples y sinceras mas comprensibles y aceptables para el común de los criollos, y aún para los indios, ya sea charrúas o guaraníes, transformando la fuerza destructora en formidable herramienta para operar en la construcción de un bien común que se manifiesta también en una cristiana clemencia. La fuerza moral que impulsa a las tropas orientales es la libertad a secas, de su nación y de su tierra. Por eso la nunca bien comprendida intransigencia de su jefe sólo es superada por sus más fieles, que no descansarán hasta sellar en Sarandi la tan costosa libertad de esta tierra. Penetrado de esa idea es que Artigas manifiesta:

“Mis oficiales y mi tropa, animados del entusiasmo que se debe a los sagrados derechos que defienden, no descansarán hasta tanto que sus brazos quiebren las cadenas del despotismo”

Sobre los primeros componentes de las fuerzas orientales podemos decir más que se trataba de partidas no muy numerosas, pero que se correspondían con prácticamente toda la geografía del país y su escasa población. Así encontramos:

-Al Norte (actuales departamentos de Salto y Artigas) elementos a cuyo frente se encontraban Francisco Redruello y Julían Laguna.

-En Tacuarembó partidas comandadas por Baltasar Hojeda y Blás Basualdo.

-En Arroyo Grande y Salsipuedes grupos al mando de Manuel Quinteros y los hermanos Vargas.

35

-En el litoral, desde el arroyo Negro hasta Mercedes, Francisco Haedo.

-En la zona de Mercedes, Soriano, a Celedonio Escalada, Mariano Chavez, el Comandante Ramón Fernández, Venancio Benavides y “Perico” Viera.

-En San José, Francisco Vazquez. -En Colonia a los Gadea.

-En Casupá y Santa Lucía, Manuel Francisco Artigas.

-En Canelones el cura párroco Valentín Gómez, el Capitán Bauzá y Tomás García De Zuñiga. -En los alrededores de Montevideo - Pantanoso, Rincón del Cerro Fernando Otorgués. -En Cerro Largo, Francisco Antonio Delgado. -En Minas, Juan Antonio Lavalleja y los hermanos Bustamante. -En San Carlos y Maldonado, Pablo Perez y Francisco Aguilar. -En Durazno los hermanos Félix y Fructuoso Rivera.(18) A partir del Grito De Asencio deviene la “admirable alarma”, que como ya vimos moviliza toda la nación gaucha, y a partir de allí los distintos componentes se fueron acoplando y desarrollando un plan casi con seguridad preparado previamente entre Artigas, su camarada el Comandante Ramón Fernández, y algunos otros compaisanos. El documento más parecido a ese plan que encontramos es la primera directiva que se hace llegar a los patriotas después de la toma de Mercedes, redactado por el Alférez Justo Correa(19), y que Artigas comienza a conducir a partir de su regreso de Buenos Aires con 150 soldados del regimiento de Patricios, y con la promesa de sumar hasta 3000, armas y municiones.

36

Este plan con seguridad se manejo en el mayor secreto, ya desde que tomaban parte en el oficiales y funcionarios al servicio de la corona sus vidas corría serio peligro. Además la campaña estaba muy agitada desde 1810según se sabe por comunicaciones de la época, y nadie quería correr la suerte de Murgiondo. Por eso es que es tan difícil estudiar documentadamente el periodo. No obstante sabemos por carta dirigida por Rondeau a la Junta de Buenos Aires, que de acuerdo a lo informado por Artigas las fuerzas levantadas en la Banda Oriental al 11 de mayo del 11 eran: -Minas y Maldonado,300 hombres al mando de Manuel Francisco Artigas. -Canelones, hasta Maldonado,160 hombres al mando de Baltasar Vargas. -Próximo a Las Piedras,200 hombres al mando de Antonio Perez . -Acampados sobre la costa sur del río Santa Lucía, 435 hombres. -En Colla, 938 hombres comandados por Venancio Benavides.

En total se contabilizan 2033 hombres que, como veremos más adelante, no se corresponden con los efectivos que combaten en Las Piedras porque la numerosa fuerza al mando de Benavides luego de tomar Colla y participar en la toma de San José, permaneció sitiando Colonia.

El Plan que conduce Artigas es simple, y consiste en ir aislando a las fuerzas españolas en Montevideo, a través de la acción de ir batiendo los destacamentos que estos tienen en el interior de la Banda, evitando su repliegue, a la vez que va probando y templando sus propias fuerzas. Todas estas acciones son conducidas por fuerzas independientes, pero que actúan a distancia de apoyo mutuo, dada la gran movilidad de esos componentes constituidos por caballería casi totalmente. Además se desarrolla la maniobra por “líneas exteriores” para evitar quedar encerrado y tener que enfrentar al enemigo sin desearlo. Estas primeras acciones ya nos van dando una pauta de los conocimientos de Artigas del arte de la guerra. Mucho se a hablado al respecto y en tal sentido la historia ha sido dura a la hora de juzgar su capacidad militar, sin considerar muchas veces que la doble cruz de líder político y conductor militar habrá obligado a Artigas a mirar como victorias algunas batallas por solo el hecho

37

de darlas, porque ante un enemigo superior importa tanto lo que se consigue como lo que se evita. Sin duda que, además de la táctica intuitiva adquirida en su mucha experiencia como contrabandista o comerciante de frutos del país como quiera llamársele y según el alcance que le demos a la ordenanza de 1778,hay que sumarle la experiencia invalorable de comando y de formación profesional y humana que significa la jefatura de una fuerza independiente, que opera durante largos periodos en forma autónoma haciendo una lucha de recursos, libertad necesaria para superar las condiciones del enemigo moviendo las piezas una jugada antes para negar un paso, llegar primero a una localidad para evitar un saqueo o arrebatar un arreo. La tarea podría suponerse policial, si no fuera porque las duras exigencias de su ejecución limitan el numero posible de sus actores, y mucho mas aún el de sus conductores. Fuerzas militares presentes en el teatro lo intentaron durante años con resultado bastante adverso, hasta que se crearon los Blandengues, donde pocos Comandantes descollaron a la altura de Artigas. A esa pericia táctica, capacidad técnica y habilidades de conductor con seguridad sumaba Artigas no pocos conocimientos de la estrategia en uso en la época ya que era común entre las tropas españolas que los recién llegados de Europa y de sus campos de batallas trasmitieran sus conocimientos y experiencias, y el movimiento en el Río de la Plata era intenso. Al respecto de la capacidad de Artigas como estratega vale la pena transcribir el comentario que le merece al Coronel Juan Angel Vasquez en su artículo titulado “los documentos comentados” inserto en el libro “Artigas, homenaje en el 150 Aniversario de Las Piedras” publicado por la editorial Centro militar: “Para definirla en términos modernos , la maniobra artiguista es de carácter ofensivo, por líneas exteriores y convergente; contiene además la mayoría de los elementos que caracterizan a este tipo de maniobra estratégica. En efecto es ofensiva porque Artigas toma desde un principio la iniciativa y sabe conservarla, por lo que en todo momento es capaz de dirigir y controlar todas las actividades de su Ejército, impulsado al choque con el enemigo. Es por líneas exteriores porque el mando ,desde Mercedes ,en el inicio mismo de la invasión, procura y obtiene el envolvimiento del enemigo a fin de atacarlo ulteriormente desde la dirección elegida; es convergente porque se inicia desde un despliegue inicial amplio – toda la costa platense – para ir a una reunión y rearticulación en vista de la batalla prevista: Montevideo. Existe en esta maniobra una definida

38

elección de objetivos iniciales y de uno final; existe también una acertada combinación de las masas tácticas y, en fin una indudable dirección del esfuerzo principal bien coordinado en tiempo espacio, actitud y medios, con los secundarios.” En cuanto a la capacidad para reunir y organizar fuerzas veremos como llega el Ejército oriental a su primer gran batalla. Cuatro meses después de haber comenzado las operaciones, al 18 de mayo su estructura es la siguiente: - Compañía de Patricios al mando de Benito Alvarez. - Compañía de Patricios al mando de Ventura Vazquez, entre las

dos reúnen 250 efectivos. - Compañía de Blandengues al mando del Comandante Ramón Fernández, con 96 efectivos. - Columna de Caballería al mando de Juan León. - Columna de Caballería al mando de Antonio Perez, entre las dos

reúnen 296 efectivos. - Columna de Caballería al mando de Manuel Francisco Artigas,

con 250 efectivos. - Compañía en reserva al mando de Tomás García de Zúñiga con

54 efectivos. - Compañía de Voluntarios de Caballería al mando de Faustino

Texeira con 54 efectivos. En total hacen 1.000 hombres, lo que coincide con los efectivos mencionados por Artigas en su correspondencia: “Operan bajo mi mando 1.113 hombres que tengo distribuidos en varios puntos con el fin de que sigan los buenos efectos que ha producido el movimiento general de esta campaña. ...” Después de la exitosa batalla sobreviene el sitio y sobre los pormenores políticos que dan lugar al Exodo ya hemos hablado,

39

pero en lo que respecta a las fuerzas militares al comenzar el año 12, en el Ayuí, su composición era la siguiente(21): -Regimiento de Blandengues, comandado directamente por Artigas con 402 efectivos.

-Cuerpo de Artillería ; Capitán Bonifacio Ramos: 156 efectivos. -Primera División de Caballería; Teniente Coronel Baltasar Vargas:349 efectivos.

-Segunda División de Caballería; Capitán Baltasar Ojeda: 254 efectivos

. -Tercera División de Caballería; Teniente Coronel Fernando Otorgués: 456 efectivos.

-Segunda División de Infantería; Teniente Coronel Manuel Francisco Artigas: 265 efectivos.

-Tercera División de Infantería; Capitán Pedro Viera: 435 efectivos - Se organiza una Comisaría de Guerra(logística) con el objeto de atender a la obtención de los recursos necesarios.

Estas cifras hacen un total de 2.327 hombres, a los que deben sumarse 1.000 charrúas, la mitad de ellos armados, y los otros encuadrados pero no armados.

Estas tropas ejercitaban diariamente y aquellas que no tenían fusiles utilizaban palos para simularlos en la instrucción. Su moral podía considerarse alta. Para fines de 1812, la descripción de las tropas que hace HD agrega una unidad al mando de Fructuoso Rivera, que se organiza como veremos a raíz de lo sucedido con respecto a las tropas segregadas por Sarratea, ya que en esta oportunidad se pierden valiosos comandantes como Ventura Vazquez y Eusebio Valdenegro. Al primero Sarratea dará el comando de la unidad con que deserta denominándola a partir de allí cuarto Regimiento de Blandengues.Al frente de ella es que participará del segundo sitio y tomará parte en la batalla del Cerrito. Cuando Artigas expulsa a Sarratea de la Banda Oriental también incluye a los comandantes que lo abandonaron en el Ayuí, y entre ellos marcha Ventura Vazquez, a quién se suma Eusebio Valdenegro y otros, incluso el por ese entonces secretario de Sarratea, Bernardo Cavia, que guardará un profundo rencor hacia

40

Artigas, y lo descargará en el 18 en la autoría intelectual, y se presume material, del famoso libelo infamante de nuestro prócer.

Después del Ayuí y para el segundo sitio de Montevideo, pese a las pérdidas sufridas por efecto de las disidencias con Sarratea, el Ejército Oriental se comienza a reorganizar, alcanzando finalmente los 5000 hombres y se integra de la siguiente manera según HD (22) y el Capitán Zina Fernandez:

-Mayor General Manuel Vicente Pagola. -Secretario Del General en Jefe Miguel Barreiro. -Auditor General, Pedro Fabiano. -Regimiento Dragones de la Libertad, o Dragones Orientales; Comandante F. Otorgues.

-División de Infantería al mando de Manuel F. Artigas, donde Lavalleja era Oficial.

-División de Caballería Baltasar Hojeda. -Se comienza la organización de una nueva División a cargo de Fructuoso Rivera. -Se inicia la organización de un Escuadrón mixto de Voluntarios y Blandengues al comando de Faustino Tejera. Los Blandengues son desertores del regimiento que se llevó Ventura Vazquez, y poco a poco irá n regresando a filas orientales.

-División de Blas Basualdo, “que con diversos piquetes al mando de oficiales cuyos nombres permanecen todavía en el olvido, componían el resto del personal de aquel ejército”.

Cuando Artigas se retira del segundo sitio su primo Manuel Francisco y el Comandante Manuel Vicente Pagola permanecen con las tropas de Rondeau. Manuel Francisco es rodeado y desarmado con su contingente por falta de confianza. Pagola permanecerá junto a Rondeau y marchará con este a cargo del Regimiento 9 a combatir en el Alto Perú, destacándose por su actuación en la batalla de Sipe Sipe. Es interesante comentar aquí que Rondeau, que tan enérgicamente se opuso a algunas de las

41

actitudes de Artigas, cuando recibió la orden de entregar el mando del ejército del Norte a Alvear la resistió, provocando con ello la caída del director Posadas.

A partir del año 1815 durante el gobierno nacional de la provincia, se procuró dotarla de un Ejército mejor organizado, equipado y entrenado, ya que Artigas atendía estos tres aspectos de la preparación de sus fuerzas. Ya vimos como en el Ayuí dedicaban sus tropas gran parte del tiempo a la instrucción como lo describe Nicolás de Vedia. Muy probablemente fuera Ventura Vazquez quién organizara estas actividades ya que era conocida su capacidad en ese sentido, y su pasaje a las filas de Sarratea significó una pérdida importante. Como decíamos la reorganización general de la provincia bajo la autoridad de Artigas alcanzó al Ejercito por el cual siempre estaba atento. Al respecto decía al serle sugerida la creación de un impuesto para solucionar algunos males: “No se me esconde la necesidad que tenemos de fondos para atender a mil urgencias; bastaba la que se muestra en la miseria del bravo ejército que tengo el honor de mandar, vestido sólo de laureles...” No obstante esto se crearon nuevas unidades :

-Cuerpo de Cívicos, integrado por 6 compañías con un total de 500 efectivos. -Cuerpo de Libertos, creado sobre la base de esclavos aportados por sus dueños.

La organización de las fuerzas para 1815-1816, que es con lo que se va a enfrentar simultáneamente la invasión portuguesa y la guerra contra el Directorio porteño es, obviando algunas diferencias entre las distintas fuentes, la siguiente:

-Regimiento de Blandengues, destacado en Purificación.

-Segunda División de Infantería Oriental, a 8 Cas.

-Batallón de Cívicos, o Batallón del Cabildo de Infantería Oriental, a 7 Compañías, con un efectivo superior a 1.600 hombres.

-Batallón de Morenos, aproximadamente 450 efectivos.

42

-Regimiento de Dragones de la Libertad, organizado a 8 Compañías con un efectivo de 450 hombres.

-Regimiento de Cívicos de Caballería, organizado en el año de 1816 con 2 Escuadrones a dos Compañías cada uno.

-Batallón de Libertos Orientales, con 178 efectivos.

-Caballería cívica de extramuros.

-Caballería Cívica de Montevideo a 5 Escuadrones.

-Cuerpo de Artillería, alcanzó a contar con 2 Compañías volantes de 200 efectivos cada una cuyos jefes fueron los Capitanes José Monjaime y Manuel Oribe. El material con que contaban era de 63 cañones montados y 155 cañones desmontados. A esta fuerza se sumó en 1816 la organización del Cuerpo de Pardos Libres Milicias de Artillería con 60 efectivos.

43

IV- LA GUERRA.

A. EL PLAN DE LAS FUERZAS DE PORTUGAL. El plan de la segunda invasión portuguesa a la Banda Oriental fue fruto de una detallada elaboración de la cual participó, según varios historiadores, el propio monarca Juan VI, así como los representantes de la monarquía inglesa en la corte de Río de Janeiro, particularmente el General William Carr Beresford, conocido por su toma de Buenos Aires durante las invasiones inglesas . El plan consistía en movilizar 12.000 hombres, contando con el servicio de la División portuguesa que venía de combatir en Europa contra los franceses a la orden del General Wellington, y que llega a Río de Janeiro en marzo de 1816. Este plan inicial fue revisado y completado en Porto Alegre por un Consejo de Generales reunido bajo la presidencia del gobernador de Río Grande José Feliciano Fernández Pinheiro, Vizconde de San Leopoldo, a propuesta del Ministro de Guerra Fernando José de Portugal y Castro, Marqués de Aguiar, gran impulsor de la invasión a la Banda Oriental. El Comando de la invasión es asignado al Capitán General de Río Grande Marqués de Alegrete. Acerca de este plan existen contradicciones, o diferencias más o menos notorias, entre los distintos autores consultados, HD, General Pedro Sicco(Artigas a la luz del arte de la guerra), Paulo De Q. Duarte(Lecor), al respecto seguiremos en lo posible para la descripción del mismo lo expresado por el propio Lecor, publicado en la última obra citada. La idea de maniobra consistía en organizar tres columnas de invasión: -La del Sur, es el esfuerzo principal, al mando del General Carlos Federico Lecor, discípulo de Wellington, con quién había combatido en Europa contra Napoleón, operará como el verdadero jefe de la invasión, entraría a nuestro territorio por el Sur, ocupando la Fortaleza de Santa Teresa y abriendo el camino de la Angostura para proseguir sobre Montevideo. Inicialmente esta fuerza debió desembarcar en Maldonado y tomar esta ciudad al comienzo de las operaciones, pero no se sabe claramente si producto de una tormenta, o de un cambio de opinión del General Lecor,(desobediencia), la expedición que las transportaba desembarcó en Santa Catalina. Está integrada por unos 6.000 hombres de las tres armas.

44

-La columna Este,- segunda – esta localizada en Bagé y es comandada por el General Bernardo Da Silveira, esta columna debía invadir por la frontera Noreste, ocupar Cerro Largo y desde allí por la margen derecha de río Negro dirigirse a Paysandú. Estas tropas pertenecían a la Capitanía de Río Grande. -La columna Norte –tercera- debía partir de la frontera de río Pardo en dirección a Salto, al comando de el General Juan de Oliveira, quedando luego de ocupar esta localidad bajo ordenes del General Silveira(columna Este).Esta columna estaba integrada por unos 2.000 efectivos provenientes también de la Capitanía de Río Grande. -El enlace entre las columnas Norte y Este será realizado por una fuerza a cargo del Coronel Jardim quién procurará, para cumplir su misión alcanzar inicialmente la cuchilla de Santa Ana, y posteriormente la cuchilla de Haedo, o en su defecto los cerros de Cuñapirú. Cumplida su misión se constituirá a ordenes del General Oliveira. -Una fuerza de Reserva es mantenida en Río Grande según HD. Según la obra del General Pedro Sicco existe una fuerza cuya misión es la defensa de Río Grande y su jefe es el General Curado, a quién HD atribuye el comando de la columna Norte, pensamos que equivocadamente de acuerdo a distintas fuentes consultadas. Esta fuerza se constituirá en diversos puntos de la frontera, a fin de cubrir los lugares de posible invasión a las Misiones. El efectivo total estimado de todas las fuerzas portuguesas es de alrededor de 12.000 hombres. –Se agrega al componente terrestre una importante flota naval que próximo a la costa acompaña los desplazamientos del General Lecor. No obstante este plan inicial, en octubre, y presumiblemente a raíz de informaciones recibidas en Río Grande, el general Lecor modifica la misión de la columna Este que queda establecida más o menos como sigue: “Un destacamento especial de las tres armas, bajo el comando del Brigadier General Bernardo Da Silveira Pinto se dislocará por la derecha siguiendo por Cerrito(Pelotas) donde incorporará la compañía de artillería a caballo, prosiguiendo deberá alcanzar Cerro Largo y, continuando por la Cuchilla Grande pasaría el río Yi en el Paso Sarandi, siguiendo siempre para el Sur hasta

45

próximo a Casupá, y después de transponer el río Santa Lucía dirigirse hacia el SE hasta la población de Minas, de allí proseguir a Pan de Azúcar donde a su turno se reunirá con el grueso de la División de Voluntarios par con ellos marchar sobre Montevideo.” Justifica Lecor ante el Marqués de Alegrete su cambio del plan original en la falta de tropas de caballería y de caballos que padecen la columna Este y la suya propia, al no haberse cumplido con la segregación y la remonta originalmente establecida. Al respecto demuestra claramente que su objetivo principal, y previo a extender todo su dominio sobre la Banda oriental es Montevideo, y en ese sentido decide mover la columna del General Silveira hacia el Sur haciéndola operar a distancia de apoyo mutuo según su concepto, y evitando el riesgo que deviene de operar pobre de caballada en forma aislada. Asimismo estima que esa fuerza protegerá su flanco Norte, facilitando su progresión hacia Montevideo. Estima proseguir hacia el litoral del río Uruguay una vez conquistada la capital. Por el momento enviará la flotilla. Lecor demuestra en todo momento ser un comandante previsor y sagaz, y que juega inteligentemente los medios y la información que va obteniendo. Al respecto de los refuerzos que va obteniendo dice el propio Lecor en referencia a tropas riograndenses: “esos elementos ,además de elevar los efectivos de la División Expedicionaria a cerca de 6200 combatientes, le da el concurso de guerreros adiestrados en la lucha peculiar de los pueblos de la Banda Oriental, que no combaten con las reglas, táctica y disciplina de los soldados europeos, porque practican asaltos inopinados, cometen emboscadas con ardides, emplean útiles estratagemas, y sirviéndose sobre todo de los caballos que traen siempre de remplazo para tenerlos siempre frescos para las refriegas, y de lazos y boleadoras que manejan mejor que las armas de fuego y espadas, con los que dominan y tiran por tierra en un instante a sus adversarios, tornan peligrosísimas sus peleas, y saben aparecer y desaparecer en un momento a una señal dada, y lograr ventaja contra quién no les conoce las mañas en el arte de guerrear”.

46

B. EL PLAN DE ARTIGAS. El plan de Artigas es similar al que ya expusiera a la Junta de Mayo en 1811, y por tanto susceptible de obrar en poder del enemigo, dados los estrechos vínculos que se han forjado entre los agentes de Buenos Aires y las monarquías europeas para terminar con el primer Estado democrático de América del Sur. Apunta a mantener la libertad de acción y por tanto no subordina su accionar al del enemigo. Artigas divide sus fuerzas en dos grandes agrupamientos: El del Norte, principal, que será el encargado de poner en practica su plan ofensivo. El Cnel Ulises del Valle, en su artículo titulado “Cnel José Artigas el estratega” lo resume más o menos así: 1) Mantener el Norte del río Negro hasta las Misiones, mediante una fuerza – comandada por el propio Artigas – que progrese desde Purificación hasta alcanzar la línea del Cuareim a la altura del Paso de Santa Ana. 2) Impedir al Ejército portugués el control del litoral asegurando su propia libertad de acción mediante:

o Las Divisiones de Entre Ríos a cargo de Verdún, progresando aguas arriba del Uruguay . las Divisiones de Entre Ríos a arriba del río Uruguay, para cruzarlo en Belén y reforzar la línea defensiva del Cuareim. Las fuerzas a cargo de Sotelo con la misión de dirigirse a San Borja. Una fuerza a cargo de Andresito –gobernador de Corrientes – con la misión de gurnecerCandelaria, Sant Tomé La Cruz y Yapeyú, y progresar hacia San Borja para cercarla con las Fuerzas de Sotelo.

o -

-El del Sur, secundario, desarrollado con el fin de obstaculizar la progresión de las columnas lusitanas operaría desde la Angostura a cargo de fructuoso Rivera. -Una columna al mando de Fernando Otorgués con la misión de oponerse a la marcha de la columna que penetra a través de Yaguarón.

47

-Milicias de Montevideo, San José y Colonia en condiciones de actuar sobre Montevideo, reforzadas por dos Escuadrones al mando de Manuel Artigas. -Se organizó una flotilla en el alto Uruguay a cargo del marino irlandés Pedro Campbell. Se expidieron patentes de corso a una gran cantidad de buques para la guerra en el mar, lo que presumiblemente se coordinaba a través del enlace norteamericano ante Artigas Mr.Ashley. Se estimaba contar con fuerzas de las provincias argentinas de la Liga Federal de hasta 2.000 efectivos. El plan de Artigas consistía en apoyar su retaguardia – zona del interior – en las provincias del litoral, obligándolo, por un lado a extenderse en sus líneas de comunicación, y, derrotado en el Norte posiblemente tomarlo por retaguardia en su progresión hacia Montevideo después de cortar sus líneas de comunicaciones. Es interesante comentar aquí, como varios textos -HD y Barbagelata, por ejemplo- hacen mención al conocimiento del plan artiguista por el enemigo; en ese sentido es interesante transcribir un párrafo de la obra “Lecor” ya anteriormente mencionada y que es lógico suponer basado en documentos portugueses de la época: “la columna del Brigadier Bernardo Da Silveira, que atravesara el Yaguarón a principios de octubre de 1816...ocupó Cerro Largo(Melo). Prosiguiendo, a la altura del arroyo Zapallar...el frente de la columna chocó con una fuerza de Otorgués....De la fuerza Oriental era parte el entonces Teniente Bonifacio Isas Calderón que se paso a filas nuestras, llegando a servir en el Ejército Imperial, muriendo en el grado de Brigadier durante la revolución n de los farrapos en Río Grande del Sur”. Barbagelata menciona la caída tempranamente de un parte patriota en manos portuguesas.

48

2)En tal sentido manifestó Artigas:” Así nos vimos empeñados en un sitio de cerca de cinco meses en que mil y mil incidentes privaron de que se coronasen nuestros triunfos, a que las tropas estaban siempre preparadas. Los enemigos fueron batidos en todos los puntos, y en sus repetidas salidas no recogieron otros frutos que una retirada vergonzosa dentro de los muros que defendían su cobardía. Nada se tentó que no se consiguiese: multiplicadas operaciones militares fueron iniciadas para ocupar la plaza, pero sin llevarlas a su término, ya porque el General en Jefe creía se presentaban dificultades invencibles, o que debía esperar órdenes superiores para tentativas de esa clase, ya por falta de municiones, ya, finalmente, porque llegó una fuerza extranjera a llamar nuestra atención. “La Revolución Emancipadora Uruguaya”; Lorenzo Belinzon; Barreiro y Ramos, 1931.

49

8) SEGUIREMOS AQUÍ LO PUBLICADO EN EL NUMERO 71 DEL BOLETÍN HISTÓRICO DEL EJÉRCITO REFERENTE A “UNIFORMES DEL EJÉRCITO ESPAÑOL EN LA BANDA ORIENTAL” DEL EQ. A CAP ALFREDO SANSÓN.

50

(7) PARA UN MÁS DETALLADO ANÁLISIS DE ESTE PERIODO VEÁSE “HISTORIA NACIONAL MILITAR” DEL CAPITAN ROMEO ZINA FERNÁNDEZ. BIBLIOTECA DEL CENTRO MILITAR 1955.

51

(16)“...Y A ESTE TENOR PREVEO CON TODA SEGURIDAD QUE EN MUY POCO TIEMPO VAN A DEJAR A TODO HACENDADO DE ESTA BANDA DEL RIONEGRO EN DISPOSICIÓN Y AL AMPARO DE UN CAPACHO PARA PEDIR LIMOSNA...” CARTA DEL HACENDADO DE LA COSTA DEL RIO NEGRO JOSE ANTONIO INCHAURBE A SU AMIGO CRISTÓBAL CABAÑACH EN REFERENCIA A LAS TROPELÍIAS Y ROBOS PORTUGUESES. AL RESPECTO SE AGREGA QUE LOS PORTUGUESES TROPEARON 700000 CABALLOS Y 2000000 DE VACUNOS HACIA EL BRASIL.BELINZON, LORENZO: LA REVOLUCIÓN EMANCIPADORA URUGUAYA.BARREIRO Y RAMOS ,1931.

52

(5)LA GACETA DE BUENOS AIRES DECIA EN SU EDICIÓN DEL 1 DE ENERO DE 1812,EN APOYO AL EJERCITO ARTIGUISTA: “EJERCITO DEL VALIENTE ARTIGAS; DE ESE EJERCITO MAS GLORIOSO QUE EL DE LOS ATENIENSES BAJO LAS ORDENES DEL BRAVO TEMISTOCLES, CUANDO ATENAS FUE DESGRACIADAMENTE OCUPADA POR LAS ARMAS DE LOS PERSAS”. BELINZON, LORENZO: LA REVOLUCION EMANCIPADORA URUGUAYA. (6) EN TAL SENTIDO VEANSE LAS MEMORIAS DE NICOLAS DE VEDIA QUE DESCRIBE SU VIAJE AL AYUI Y LA REACCION NEGATIVA DEL GOBIERNO PORTEÑO ANTE SU INFORME FAVORABLE HACIA ARTIGAS. (7)ESTE NOMBRAMIENTO APARECE MENCIONADO EN LA OBRA DE LORENZO BELINZON “LA REVOLUCION EMANCIPADORA URUGUAYA”, SIN REFERENCIAS DOCUMENTALES. (1)Belinzon, Lorenzo poner aquí mas detalles de la causa de la inv. port. Pag147. (2)De Cáceres, Ramón: Memorias. (4) ES COMÚN OIR DECIR, Y A VECES LAMENTABLEMENTE CON ORGULLO, QUE EL GENERAL RIVERA MASACRÓ A LOS INDIOS EN TACUAREMBO. PERSONALMENTE LO CONSIDERO UN DESACIERTO ABSOLUTO..LOS CHARRÚAS, LOS GUARANÍES Y OTROS INDIOS LUCHARON JUNTO A ARTIGAS, Y POR LAS CARACTERÍSTICAS DE SU FORMA DE VIDA Y SU RASZA MURIERON LUCHANDO O FUERON EXTERMINADOS POR LA ACCIÓN DE PORTUGUESES Y ESPAÑOLES. CUANDO RIVERA ATACA A LOS INDIOS EN TACUAREMBO SOLO QUEDA EN EL PAIS UN MUY REDUCIDO NUMERO DE ESTOS, Y LA ACCIÓN RESPONDE FUNDAMENTALMENTE A CAUSAS POLÍTICAS, Y QUIZÁS SUPONÍA A ESTOS ALIADOS ALGRAL LAVALLEJACON QUÉN ESTABA ENFRENTADO EN LAS PRIMERAS CONTIENDAS CIVILES. ADEMÁS NO SE CONOCEN DE LAS LUHAS POR LA INDEPENDENCIA EPISODIOS QUE HAGAN SUPONER EN EL GRAL RIVERA UN ODIO RACIAL QUE PUDIERA LLEVAR A UN A ACCIÓN DE EXTERMINIO POR ESA CAUSA. (1) “YO LLEGARE MUY EN BREVE A MI DESTINO CON ESTE PUEBLO DE HEROES Y AL FRENTE DE 6000 DE ELLOS QUE OBRANDO COMO SOLDADOS DE LA PATRIA...”GRAL JOSE ARTIGAS.

53

(15) “...DE TODOS MODOS YO SOY SIEMPRE UN ESCLAVO DE LA LIBERTAD. INTRODUCIDO EN MI CAMPO EL FUEGO DE LAS PASIONES DIFERENTES, SE HA DESMEMBRADO PRODIGIOSAMENTE SIN EMBARGO, EL RESTO DE CIUDADANOS ORIENTALES QUE EN EL SENO DE LA POBREZA MAYOR CONTINUAN A MIS ORDENES PUEDEN AUN PRESENTAR EL TERROR A LOS ESCLAVOS QUE SE ATREVAN. V. E. EN LA NECESIDAD DE RETIRAR ALGUNOS PARA RENDIR A LAS URGENCIAS DE TUCUMAN, DIGNESE LIBRARME SUS SUPERIORES DISPOSICIONES, MANIFESTÁNDOME SUS PROYECTOS. YO JURO A V. E. QUE SI ESTE ES EL ULTIMO ESFUERZO DE LOS AMERICANOS LO HAREMOS AQUÍ ,MUY CONOCIDO POR EL EXCESO DE GRANDEZA QUE ACOMPAÑARA AL TODO...” GRAL JOSE ARTIGAS AL GOBIERNO DE BUENOS AIRES. (18)PARA TODAS LAS DESCRIPCIONES DE FUERZAS ORIENTALES SEGUIMOS LA OBRA DEL CAPITAN ROMEO ZINA FERNÁNDEZ “HISTORIA MILITAR NACIONAL”, BIBLIOTECA DEL CENTRO MILITAR, VOL 26, 1955.

54