análisis de discuros jurídico_racismo

29
FRONESIS Revista de Filosofía Jurídica, Social y Política Instituto de Filosofía del Derecho Dr. J.M. Delgado Ocando Universidad del Zulia. ISSN 1315-6268 - Dep. legal pp 199402ZU33 Vol. 15, No. 3, 2008: 119 - 147 El problema filosófico del racismo fascista desde la perspectiva de la cultura jurídica Olindo De Napoli Universidad de los Estudios de Nápoles Federico II Nápoles-Italia [email protected] Resumen El presente ensayo propone una lectura de introducción de las leyes raciales en Italia,- a partir de 1936 para las colonias y desde 1938 contra los hebreos- desde la perspectiva de la cultura jurídica italiana. Después de una sintética introducción en la que se delimita el contexto en el que nacieron las normas racistas bajo el impulso personal de Mussolini, se procede al análisis del discurso jurídico racista en sus diversas proposicio- nes: del racismo biológico al racismo espiritual; se subraya la importancia y la fuerza del planteamiento “filosófico” y “espiritual” del problema del racismo, dado por la cultura jurídica. Palabras clave: Racismo, cultura jurídica, Italia, fascismo, racismo es- piritual.

Upload: adriana-victoria

Post on 12-Sep-2015

6 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Análisis de los discursos jurídicos

TRANSCRIPT

  • FRONESISRevista de Filosofa Jurdica, Social y Poltica

    Instituto de Filosofa del Derecho Dr. J.M. Delgado OcandoUniversidad del Zulia. ISSN 1315-6268 - Dep. legal pp 199402ZU33

    Vol. 15, No. 3, 2008: 119 - 147

    El problema filosfico del racismofascista desde la perspectiva

    de la cultura jurdica

    Olindo De NapoliUniversidad de los Estudios de Npoles Federico II

    [email protected]

    Resumen

    El presente ensayo propone una lectura de introduccin de las leyesraciales en Italia,- a partir de 1936 para las colonias y desde 1938 contralos hebreos- desde la perspectiva de la cultura jurdica italiana. Despusde una sinttica introduccin en la que se delimita el contexto en el quenacieron las normas racistas bajo el impulso personal de Mussolini, seprocede al anlisis del discurso jurdico racista en sus diversas proposicio-nes: del racismo biolgico al racismo espiritual; se subraya la importanciay la fuerza del planteamiento filosfico y espiritual del problema delracismo, dado por la cultura jurdica.

    Palabras clave: Racismo, cultura jurdica, Italia, fascismo, racismo es-piritual.

  • The Philosophical Problem of FascistRacism from the Perspective

    of Legal Culture

    Abstract

    This essay proposes an introductory reading of the racial laws in It-aly, from 1936 for the colonies and from 1938 against the Hebrews, fromthe perspective of Italian legal culture. After a synthetic introduction thatdescribes the context in which the racist norms were born under the per-sonal impulse of Mussolini, the study proceeds to analyze the racist legaldiscourse in its diverse propositions: from biological to spiritual racism.The importance and strength of the philosophical and spiritual ex-pressions of the problem of racism, given by legal culture are underlined.

    Key words: Racism, legal culture Italy, Fascism, spiritual racism.

    1. Premisa: De la conquista del imperio al Manifestodegli scienziati razzisti

    A principios de octubre de 1935, despus de una serie de in-tentos de mediacin diplomtica por parte de la ya para entoncesdbil Sociedad de Naciones, Italia atac al Imperio etope, goberna-do por el negus Hail Selassi (Collotti, 2000). Etiopa era un esta-do miembro de la misma Sociedad de Naciones, la cual establecisanciones econmicas contra Italia; pero tales sanciones fueron pors mismas poco eficaces y no le impidieron a Mussolini llevar a cabola guerra en tan slo siete meses. El lder del fascismo haba inter-venido personalmente en la preparacin de la guerra, estableciendola cantidad ingente de hombres y medios que se utilizaran, tantoque se puede considerar la guerra de Etiopa de 1935 a 1936 comouna guerra nacional y moderna (Labanca, 2002: 189), diferentedel tipo de guerra colonial, en la que las potencias europeas em-pleaban una cantidad de soldados por mucho inferior a la de susadversarios. Entre las disposiciones dadas directamente por

    Olindo De Napoli120 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • Mussolini, estuvo la de usar gases que haban sido prohibidos porla convencin de Ginebra de 1925, y a la cual Italia se haba adhe-rido. stos fueron utilizados sobre todo para atacar las retaguar-dias y su uso fue mucho ms cruel que decisivo en los derroterosque sigui la guerra. El uso de gas a gran escala demostraba sobretodo que Mussolini haba decidido conquistar Etiopa a cualquierprecio y que no quera correr ningn riesgo. Etiopa era un impe-rio por lo que, una vez conquistada, en la retrica oficial Italia seconvirti ella misma en un imperio y ya no una simple potenciacolonial (hasta ese momento una de las menos fuertes y ms velei-dosas). De la victoria, Mussolini extrajo un gran prestigio personaly la consolidacin de su poder en la patria; el consenso hacia el r-gimen alcanz, segn una ya vieja interpretacin historiogrfica,su nivel mximo (De Felice, 1974). La Iglesia catlica, por su parte,demostraba que apoyaba la guerra, al unir a la expansin colonialdel fascismo la misin evangelizadora catlica (pero Etiopa ya eracristiana!) (Labanca, 2002: 159-162). El 9 de mayo, Mussolini de-claraba ante una multitud entusiasta que Italia tena finalmentesu Imperio: Impero fascista, perch porta i segni indistruttibilidella volont e della potenza del Littorio romano, perch questa la meta verso la quale durante quattordici anni furono sollecitatele energie prorompenti e disciplinate delle giovani, gagliarde gene-razioni italiane (Mussolini, 1959).

    Se celebraba, dopo quindici secoli, la riapparizione dellImpe-ro sui colli fatali di Roma (Mussolini, 1959).

    El nacimiento del Imperio italiano correspondi a una fasenueva de la poltica italiana en todas las colonias. Se abra una fasepoltica caracterizada por una intencin racista explcita (Pankhurst,1988: 178-183). En esta fase, Mussolini jug el rol del protagonista:no es una casualidad que tal perodo coincida con la asuncin directapor su parte del control del ministerio de las colonias, verificada en1935. Fue Mussolini, como ministro de las colonias, quien inauguruna nueva poltica explcitamente racista hacia los sbditos y los mes-tizos. Esta tendencia dio origen a las primeras leyes coloniales racis-

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 121

  • tas de 1936 a 1937, encaminadas a impedir relaciones de ndoleconyugal entre los italianos y las mujeres sbditas (relaciones enrealidad muy frecuentes) (Sorgoni, 1998) en nombre de una nuevaconciencia de raza que haba que inculcar en los italianos, as comopara evitar la posibilidad de que los mestizos pudieran convertir-se en ciudadanos. La construccin del Imperio comport en pri-mera instancia un racismo institucional.

    El nacimiento del Imperio estuvo siempre presente en los tex-tos oficiales como motivacin para la introduccin de las leyes ra-ciales antisemitas. Un ejemplo de ello, es el discurso de Mussolinien Trieste el 8 de septiembre de 1938, que constituye la nica ex-presin pblica del Duce a favor del racismo y del antisemitismo:Nei riguardi della politica interna il problema di scottante attua-lit quello razziale. Anche in questo campo noi adotteremo le so-luzioni necessarie.[] Il problema razziale [] in relazione conla conquista dellImpero; poich la storia ci insegna che gli Imperisi conquistano con le armi, ma si tengono col prestigio. E per ilprestigio occorre una chiara, severa coscienza razziale che stabilis-ca non soltanto delle differenze, ma delle superiorit nettissime(Il diritto razzista, 1939: 76-7).

    Por lo dems, del hecho de que Mussolini viera una relacinclara entre imperio y racismo, da testimonio Galeazzo Ciano, quienen julio de 1938 escriba en su diario:

    Il duce considera la questione razziale fondamentale, dopoavvenuta la conquista dellImpero. E alla impreparazione razzialedegli italiani che dobbiamo linsurrezione degli Amhara (Ciano,2004: 216).

    Y el Duce mismo, en octubre de ese ao afirm que: La man-canza di dignit razziale ha avuto conseguenze molto gravi nellA-mara. stata una delle cause della rivolta degli amara. Gli amaranon avevano nessuna volont di ribellarsi al dominio italiano,nessun interesse a farlo.[] Ma quando hanno visto gli italiani cheandavano pi stracciati di loro, che vivevano nei tucul, che rapiva-

    Olindo De Napoli122 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • no le loro donne, ecc., hanno detto: Questa non una razza cheporta la civilt. E siccome gli amara sono la razza pi aristocrati-ca dellEtiopia, si sono ribellati.

    Queste cose probabilmente i cattolici non le sanno, ma noi lesappiamo. Ecco perch le leggi razziali dellImpero saranno rigoro-samente osservate e tutti quelli che peccano contro di esse sarannoespulsi, puniti, imprigionati. Perch limpero si conservi bisognache gli indigeni abbiano nettissimo, predominante il concetto dellanostra superiorit (Mussolini, 1959: 190-191).

    Se puede notar la actitud defensiva de Mussolini con respectoa quienes, sobre todo desde la Iglesia catlica, haban acusado alrgimen de copiar el rgimen nazi pagano en materia de raza (Ben-discioli, 1936 e 1937); el 28 de julio de 1938, de hecho, Po XI habaafirmado: Ci si pu chiedere come mai, disgraziatamente lItaliaabbia avuto bisogno di andare a imitare la Germania (LOsserva-tore Romano: 30 luglio 1938).

    El jefe del fascismo senta la necesidad de desmarcarse ideo-lgicamente de Alemania a los ojos del pueblo italiano buscandouna motivacin propia, original, italiana de alguna manera,para la introduccin de la legislacin racista: el problema racial seplante en relacin con la conquista del Imperio. La preocupa-cin de que el racismo italiano no apareciera como una derivacindel alemn, fue una preocupacin fuerte y estuvo muy difundidaen los aparatos del rgimen, en una situacin en la que la sincro-na entre la alianza italo-alemana y las medidas preventivas anti-semitas eran evidentes. Me parece significativo que una nota de1938 para el Ministro de la Cultura Popular estigmatizaba ladiffusione di voci tendenziose sullarrivo in Italia dei razzisti te-deschi: Si rileva che, il corrispondente da Roma della Associateha inviato in America un telegramma annunziando larrivo di es-perti razzisti tedeschi allo scopo di aiutare la formulazione deiprovvedimenti governativi italiani.

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 123

  • opportuna una smentita ufficiale o ufficiosa di tali voci net-tamente tendenziose!(1).

    El documento no tiene fecha, pero por su referencia a una faseen la que se est elaborando la normativa racista italiana, se debe re-ferir cronolgicamente a 1938, tal vez a los meses de julio o agosto).

    No me parece una casualidad que muy pronto haya llegado larespuesta de los cientficos italianos, como la mejor manera de des-mentir la intromisin de la ciencia alemana en la cuestin del ra-cismo italiano. El 14 de julio fue publicado bajo el auspicio del Mi-nisterio de la Cultura Popular (encabezado por Dino Alfieri) el do-cumento titulado Il fascismo e i problemi della razza, despus co-nocido como Manifesto degli scienziati razzisti, que pretenda repre-sentar el fundamento cientfico de la poltica racista; sta fue unade las cosas ms mezquinas del perodo fascista: algunos cientfi-cos, en realidad pocos (Cuomo, 2005), avalaron un texto que era in-consistente desde el punto de vista cientfico y que tena la funcinde mera propaganda racista. Mussolini cuid personalmente la re-daccin del texto (De Felice, 1993: 279-280). El manifiesto, despusde explicar que era necesario rechazar una concepcin de la razafundada en elementos histricos, lingsticos o religiosos (a los quese refieren los conceptos de pueblo y nacin), afirmaba en el punto4: La popolazione dellItalia attuale di origine ariana e la sua ci-vilt ariana. Questa popolazione di civilt ariana abita da diversimillenni la nostra Penisola; ben poco rimasto della civilt dellegenti preariane.

    Los italianos seran arios que se habran conservado inmuta-bles racialmente durante un milenio, por lo que sera una leggen-da lapporto di masse ingenti di uomini in tempi storici.

    La afirmacin de que los italianos eran arios, destinada a re-sultar risible desde el punto de vista histrico y cientfico, era de loms ajena posible a la cultura italiana (Poliakov, 1999; Raspanti,2000), incluso para su parte ms nacionalista. En el punto 7 seafirmaba: la questione del razzismo in Italia deve essere trattata

    Olindo De Napoli124 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • da un punto di vista puramente biologico, senza intenzioni filosofi-che o religiose (De Felice, 1993: 555-6).

    La orientacin poltica expresada por el Manifesto era la meraaceptacin de la derivacin del racismo italiano del alemn: las pre-misas son las mismas y tambin las conclusiones.

    Se trataba de la definicin de la postura oficial del rgimen afavor de un racismo biolgico de tipo germnico, del rechazo delllamado racismo espiritual? La postura del rgimen en realidadfue ms compleja, y acerca de la elaboracin de una doctrina sobreel racismo permanecer una ambigedad de fondo.

    La orientacin antisemita oficial del gobierno italiano fue con-firmada pblicamente por Informazione Diplomtica nm. 18 del 5de agosto de 1938, que haca ms explcita la voluntad de aplicaruna poltica racial basada en el principio de la proporcionalidad:Gli ebrei in Italia, nel territorio metropolitano, sono 44.000 secon-do i dati statistici ebraici, che dovranno per essere controllati daun prossimo speciale censimento. La proporzione sarebbe quindi diun ebreo su 1.000 italiani. chiaro che, dora innanzi, la partecipa-zione degli ebrei alla vita globale dello Stato dovr essere e saradeguata a tale rapporto.

    Se lanzaba por primera vez el eslogan discriminare non sig-nifica perseguitare (De Felice, 1993: 558-9), sosteniendo que no sepona en juego ninguna persecucin. Se trata de dos tendenciasciertamente diversas. De hecho, una cosa era la poltica discrimina-toria, del tipo del apartheid practicada en las colonias, y otra cosaera la idea de introducir el principio de proporcionalidad en algu-nos sectores de la economa y de las profesiones. En la misma In-formazione Diplomatica nm. 18 se anunciaban, por tanto, diferen-tes orientaciones polticas y jurdicas. Sin embargo, en la confusinde la preparacin de las leyes antisemitas, todo resultaba til.

    De aqu se dio paso a la elaboracin de una compleja normati-va encaminada a separar a los hebreos del resto de la poblacin y aponerlos en una posicin de inferioridad. Desde la prohibicin de

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 125

  • coeducacin hasta la prohibicin del matrimonio mixto, pasan-do por la expulsin de los hebreos extranjeros, las limitaciones enlas profesiones y en la propiedad privada (Sarfatti, 2002), los he-breos en un breve perodo se transformaron de ciudadanos en sb-ditos, para usar una expresin del jurisconsulto especialista en de-recho colonial (Sertoli Salis, 1939: 24).

    2. Los juristas y la reaccin espiritualista

    Sobre la cuestin racial, el rgimen fascista, an en su obsti-nacin por seguir adelante con una propaganda antisemita a la quemuchos se oponan, fue todo excepto monoltico. Sera un errorconsiderar agotada la posicin oficial en el documento de los llama-dos cientficos racistas, si bien ste fuera patrocinado por el mi-nisterio de la Cultura Popular. De la misma manera, sera equivo-cado pensar que toda la campaa fue orquestada desde lo alto. Lodemuestran la diversidad de posiciones de las diferentes corrientesracistas, a veces incluso en contraposicin; se asiste, ms que nada,a una lucha por la legitimacin de la expresin de la posicin oficialdel rgimen sobre el racismo (Raspanti, 1994). Desde siempre ha-ban existido corrientes vivamente racistas dentro del fascismo, encontradiccin con la moderacin inicial que Mussolini haba osten-tado sobre la cuestin hebrea (Ludwig, 1932: 88-90). La explosinde propaganda antisemita del 38 y el 39 no se invent de un mo-mento a otro, sino que vena de tendencias anteriores que emer-gan entonces con mayor fuerza, cada una tratando de acreditarsecomo portavoz legtima del racismo de rgimen. A menudo, en po-lmica con los nuevos racistas se ostentaba la prioridad cronol-gica de las posiciones antisemitas propias; es el caso, para el mbi-to de las publicaciones no especializadas, de Giovanni Preziosi, di-rector de la revista La vita italiana; mientras que para el campo ju-rdico se puede hablar de Stefano Maria Cutelli, fundador y direc-tor primero, de La nobilt della stirpe y despus, de Il dirittorazzista, que se propona como punto de referencia para la culturajurdica racista. Los juristas participaron plenamente en esta lucha

    Olindo De Napoli126 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • por la legitimacin (Bourdieu, 1988), en la bsqueda de una con-cepcin original del racismo, que se movi en competencia conaquellas basadas en el arianismo y concepciones naturalistas. Algu-nas revistas jurdicas y jurdico-polticas de gran relevancia, a vecesbajo el auspicio de sectores polticos o gubernamentales, publicaronensayos de carcter histrico-jurdico que iban en este sentido: sesealan en particular Lo Stato di Carlo Costamagna (Malgieri,1981; Pagliuca, 1987; Staff, 2000) y Razza e civilt, revista delConsejo Superior para la Demografa y la Raza y de la DireccinGeneral para la Demografa y la Raza (en el Ministerio del Inte-rior), dirigida por Antonio Le Pera. Considrese, por ejemplo, la in-fluencia de un personaje como Giacomobo Acerbo que desde las co-lumnas de Razza e civilt daba voz a una ideologa compatible conla ideologa romana (Acerbo, 1940: 11).

    Cabe subrayar la adhesin de la mayora de los juristas a un ra-cismo italiano, no biolgico, en parte en la misma lnea de los pos-tulados del filsofo Julius Evola (Cassata, 2003), un racismo que re-presentaba la reaccin de muchos pensadores ante los principios ex-puestos en el Manifesto y ante una cierta corriente de germanismoque discriminaba el componente latino y mediterrneo. Esta ltima,tena algunos ecos tambin en Italia, como por ejemplo en los traba-jos de Guido Cogni, cuyas obras el autor mismo se lamentaba fue-ron puestas en el ndice de la Iglesia catlica (Cogni, 1937a: 7).

    El jurista Berlindo Gianetti condujo una spera polmica con-tra el ensayo sobre el racismo italiano escrito por Cogni (1937b).En sntesis, las tesis de Cogni eran las siguientes: existe una razaaria que es indogermnica y superior; ella lleva en la sangre la po-sibilidad de todo progreso, pensamiento y civilizacin; La nacinitaliana est constituida por una variedad del tipo nrdico, contie-ne los dolicocfalos morenos mediterrneos y los dolicocfalos ru-bios nrdicos; slo de este segundo tipo vienen los que le han dadobrillo y potencia a nuestra nacin; nuestros meridionales, repre-sentados como toscos e ignorantes estn semitizados. Adems deestudiar a fondo diferentes razones de la falsedad de tales tesis,

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 127

  • Giannetti subi el tono de la polmica hasta auspiciar la institu-cin de una Commissione per la bonifica del libro para obtener unacensura definitiva.

    Conclusioni? Il lettore pu trarle da s. Vogliamo soltantoaggiungere questo: il razzismo fascista una cosa molto seria, cheva compresa in tutta la sua portata. Con libri come questi del Cog-ni non si fa del vero razzismo, ma del razzismo al rovescio. Neabbiamo dato le prove. Si vuol servire cos la rivoluzione e le sueidee? (Giannetti, 1939).

    Pero la obra de Cogni, es importante subrayarlo, estaba estig-matizada no por su extremismo sobre la cuestin hebrea, ya que encambio, el autor postulaba la inexistencia de una cuestin hebreaen Italia, en lnea con algunas afirmaciones de Mussolini, cronol-gicamente anteriores a la conquista del Imperio. Al contrario, en-contraba oposicin porque el germanismo profesado era por defini-cin incompatible con el mito romano y con la raz cristiana de Ita-lia (los mitos teutones son paganos); era sustancialmente una doc-trina anti-italiana (De Napoli, 2006).

    3. La influencia de Evola y el planteamiento filosficodel racismo italiano

    Considero que a travs de su colaboracin en la revista LoStato, el filsofo Evola tuvo una gran influencia sobre Costamagnay sobre su planteamiento poltico-filosfico del racismo italiano. Larelacin comenz con la publicacin de dos artculos en 1934(1934a y b), pero se hizo ms fuerte en 1937, con una resea muypositiva del director de Lo Stato sobre el ensayo de Evola Il mito delsangue (1937a), misma que le vali la intensificacin de sus colabo-raciones. En octubre de ese ao, apareci en la revista un ensayoen el que el filsofo refera con satisfaccin la noticia del congresode Erfurt sobre la cuestin hebrea, en el cual haba emergido elcuadro de un antisemitismo difundido en todas las latitudes. Noobstante, criticaba algunos aspectos: Certo, in pi di unoccasionein chi ha assistito al convegno sorta limpressione, che lEbreo,

    Olindo De Napoli128 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • per molti, finisca col trasformarsi in una vera e propria idea fissa.Dovunque essi vedono unazione ebraica (1937b).

    Evola afirmaba su rechazo a afrontar la cuestin hebrea conpremisas de carcter racista, biolgico: esto en Italia (a diferen-cia de en Alemania) sera imposible a causa de la extrema variedadtnica del pueblo italiano, adems de contraproducente, en cuantoa los caracteres de la cultura, marcados por la romanidad, que es-tn en contradiccin con tal planteamiento racista: por ello im-postare razzisticamente il problema ebraico, per lItalia, equiva-rrebbe dunque ad escluderlo.

    Evola, an as, propona el exacto tratamiento del problemahebreo de manera tal que no exclua el dato naturalista sino lo ha-ca derivarse del dato histrico-ideolgico:lazione di una leggeosservata ininterrottamente per secoli non si dissipa dalloggi aldomani: essa ha creato un tipo, ha dato forma a determinati istinti,ha enucleato uno specifico comportamento [].

    Questo un punto importantissimo per metter nella sua giustaluce il problema della internazionale ebraica. Per riconoscere lesis-tenza di questa internazionale non necessario ammettere che tuttigli Ebrei siano diretti da una vera e propria organizzazione mondia-le di tipo massonico e che tutta la loro azione obbedisca consapevol-mente ad un piano. Il collegamento esiste in gran parte gi in fun-zione di essenza, di istinto, di razza [] quandanche la congiuraebraica non esistesse, praticamente come se esistesse.

    Entonces, no es la sangre la que ha constituido la raza hebrea,sino un dato histrico, es decir, el haber observado ininterrumpida-mente en el tiempo la ley talmdica: ello determinaba algunoscomportamientos particulares, tambin ah donde no exista unaverdadera y propia organizacin secreta internacional (y aqu elautor parece desmarcarse de las tesis ligadas a la difusin de losProtocolos de los Sabios Ancianos de Sin). La raza en los hebreosera un todo con la ley: Come lo Schiller diceva che lo spirito siforma il suo corpo, cos un certo gruppo di idee han dato forma,

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 129

  • lungo le generazioni, alla sostanza di Israele (la quale, fra laltro,ha raccolto sangui e stirpi molto diverse) e han dato luogo, comedicevamo, ad un modo di essere, che pu sussistere anche indipen-dentemente da ogni assunzione cosciente e riflessa di quelle idee.

    El conflicto con el pueblo hebreo era considerado inevitable,porque se planteaba como enfrentamiento natural entre imperia-lismos opuestos; el imperialismo era, entonces, el camino italianohacia el antisemitismo, su fundamento.

    Lantitesi non sorge a pieno, che quando si impugni lidea diImpero e alla volont ebraica di impero si opponga unaltra volontdi impero che lottano sullo stesso piano.

    El camino italiano hacia el antisemitismo, fundado en la ideo-loga imperial, era un camino de guerra, por tanto no menos vio-lento ni con un espritu de enfrentamiento menor que los dems.

    Se ha hablado de reaccin espiritualista: para entender loque se debe aceptar como raza del espritu es necesario tomarcomo punto de partida el pensamiento de Evola. ste conceba el ra-cismo no como una simple afirmacin de superioridad cultural: es elespritu de un pueblo, es decir, su fuerza creadora, la que produce laraza. Las cualidades morales de un pueblo no permanecen en el m-bito del aspecto ideal y cultural, sino que crean la raza, entran dealguna manera en los cromosomas del pueblo. El punto de partidaes el principio voluntarista: de las acciones concretas, que son expre-sin de tal voluntad, de su constante repeticin en el tiempo, nace laraza. El elemento biolgico, entonces, no est ausente: slo no es elprius, es decir, no es la sangre la que determina la moralidad, sinoque es precisamente sta, as como se ha expresado en el tiempo, laque determina la sangre, el elemento biolgico. La moralidad de loshebreos es inferior en cuanto que ellos, a travs de los siglos habranledo, estudiado y practicado una Ley que exaltara la falsedad, elengao, el desprecio por el prjimo. El haber realizado esto duranteinnumerables aos, ha creado la raza de los hebreos como raza in-ferior, influyendo en el elemento biolgico de tal manera que para

    Olindo De Napoli130 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • Evola, tambin un miembro no observante e incluso no creyente,que no hubiera ledo nunca la Torah, por instinto de raza, secomportara segn las despreciables normas ticas que caracteriza-ran a la raza hebrea. El elemento espiritual no est determinadopor el biolgico, pero ya ste se encuentra presente.

    En el mismo nmero de octubre de 1937, apareci un ensayode Carlo Costamagna sobre Lidea dellImpero (Costamagna, 1937)encaminado a sistematizar de manera an ms definida el racis-mo italiano. El imperio era descrito como una realidad antes es-piritual y moral que territorial, segn las palabras de Mussolini.La realidad mundial era vista como enfrentamiento entre las dife-rentes civilizaciones, subrayando el carattere polemico di ogni ci-vilt mondiale: en esta guerra, segn Costamagna, resultaba deci-sivo el factor racial, que eriga como misteriose barriere contro lapossibilit di ridurre tutto il genere umano a unico consorzio divita. Al nivel de la poltica mundial, el fascismo era contrario a laidea de que un organismo pudiera reagrupar todas las realidadesexistentes, en cuanto que negaba, absolutamente, la unidad del g-nero humano precisamente a causa del factor racial.

    Costamagna tal vez ste sea el dato ms interesante recha-zaba el prejuicio biolgico, porque toda civilizacin (y aqu concor-daba con Evola) se poda considerar como fruto, al menos en parte,de mezclas; pero ello no exclua una jerarqua entre las naciones,basada en la vocacin imperial: era el imperialismo y no la sangre,el que determinaba una posible jerarqua entre los pueblos. Y elimperialismo era una actitud marcadamente europea y romana.

    La civilt mondiale annunciata dal Fascismo, ha dunque ilsignificato di unidea tendenzialmente europea. Vuol essere una ci-vilt europea, stabilita sullidea dellEuropa, la quale non pu esse-re definita se non riferendola allidea di Roma.

    Con la intencin de esquematizar, podemos decir que para en-tender cmo eran concebidos los conceptos de racismo biolgico yde racismo espiritual en la poca en la que fueron elaborados, es

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 131

  • necesario tener presente que en el primero, el elemento biolgicodetermina al espiritual (y psicolgico), mientras que en el segundo,el proceso es inverso, pero de cualquier manera el elemento biolgi-co est presente. El resultado, en definitiva, es bastante similarporque de cualquier manera existen razas superiores e inferiores yla manera adecuada de relacionarse con estas ltimas era medianteun vigoroso enfrentamiento.

    Se muestra entonces engaosa una esquematizacin segn lacual el racismo espiritual o simplemente italiano, sera msmoderado y menos opresivo: segn Evola, de hecho, en la cuestinhebrea la parola ultima non pu essere la pace, bens la guerra.

    A lo largo del debate es necesario comprender, entonces, msla bsqueda y el esfuerzo de la construccin de un racismo italia-no que la opcin entre una forma ms leve de racismo y una msexasperada, por ms que los artfices de la reaccin espiritualistasubrayaran el extremismo de las doctrinas germnicas tratando dedesmarcarse de ellas. Por otra parte, el debate era sobre los funda-mentos lgicos del racismo, no tanto sobre su expresin normativa:la reaccin espiritualista no propuso una revisin de las leyes an-tisemitas para transformarlas en un sentido ms moderado ni tam-poco un criterio cultural en la definicin de hebreo que segua es-tando inspirada en criterios raciales desde el punto de vista biolgi-co. Ello no estaba en contradiccin con el racismo esotrico de Evo-la , para quien el dato biolgico no era inexistente, sino que estabasimplemente subordinado al dato filosfico.

    Renzo Sertoli Salis, estudioso del derecho colonial, subrayabacmo el racismo italiano tena fines poltico-espirituales (SertoliSalis, 1939), al estar la raza en funcin del estado y no viceversacomo en Alemania: por estas razones era un fenmeno original: ilrazzismo italiano [] un movimento politico e spirituale nellacausa e nel fine che si basa su dati di fatto a un tempo biologici espirituali. Tale movimento originale in confronto ad altri razzis-mi soprattutto perch si pone appunto per motivi squisitamente

    Olindo De Napoli132 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • politici cio in funzione dello Stato e non in funzione di un mito,vale a dire come fine a se stesso.

    Entre los juristas que se ocuparon del racismo, GiuseppeMaggiore, filsofo del derecho penal, Rector de la Universidad dePalermo en el delicado bienio 1938-1939, adems de presidente na-cional del Instituto de Cultura Fascista, tuvo un papel especial. Setrata de una personalidad de muy alto nivel por su rol en el ambien-te acadmico y por sus doctrinas jurdicas (Sbriccoli, 1999: 848).Maggiore fue de verdad un caso especial de fervor racista y antise-mita entre los juristas operantes en los aos 30. Un artculo apareci-do en Critica Fascista de 1938, pretenda demostrar que las cienciasmatemticas, si eran cultivadas por un hebreo, no podan ser otracosa que semticas y que por ello, Lombroso, Freud, Einstein, nonpossono essere che semiti (Maggiore, 1938a) Fue autor de un signi-ficativo volumen sobre el racismo italiano (Maggiore, 1939) que Do-menico Rende defini como libro polemico, non parolaio (Rende,1940: 30) en el que estaba especialmente encendido el tono antise-mita. Como el resto de los juristas italianos, no apoyaba un plantea-miento puramente biolgico del problema racial, llegando incluso aproponer una interpretacin espiritualista del mismo Manifesto de-gli scienziati razzisti, como lo hizo en un artculo expresamente de-dicado al tema en la tristemente clebre revista La difesa dellarazza (Maggiore, 1938b: 31-2). En l, afrontaba directamente la queera la cuestin central de todos los estudiosos de formacin huma-nista, es decir, la formulacin del sptimo punto del manifiesto, quebuscaba que el racismo en Italia se preservara solamente desde elpunto de vista biolgico, senza intenzioni filosofiche e religiose. Elargumento era la verdadera cuestin de escndalo para los juristas(y no slo para ellos). Para Maggiore era obvio que biologi, fedeli almetodo della osservazione e della esperienza, non potevano parlarealtrimenti, pero eso no significaba que el racismo no fuera una teo-ra vlida tambin desde el punto de vista filosfico. Tanto piquando si tratti di razzismo italiano che non ha, a differenza di altri,nessuna fisionomia teologicamente allarmistica.

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 133

  • No se perda la ocasin para subrayar la diferencia con otrosracismos, para tranquilizar a la cultura religiosa y humanista quedifcilmente digera el biologismo y el paganismo racista germni-co. La solucin italiana era la de un racismo filosfico, tambin vis-ta la incertidumbre de los resultados de las ciencias biolgicas:

    senza svalutare il punto di vista biologico, dove non poche in-certezze regnano, noi difendiamo la piena legittimit di una filoso-fia razziale. Anzich arrossire, noi confessiamo virilmente le nostreintenzioni, anzi le nostre convinzioni filosofiche.

    Vemos, por lo tanto, a la cultura jurdica tomar parte a ttulopleno en el debate sobre las caractersticas del racismo italiano einsertarse en la corriente de ideas que circulaba entre las diferen-tes disciplinas alrededor del debate sobre la raza, ofreciendo nota-bles aportaciones al problema de la identificacin de una doctrinanacional del racismo.

    4. La posicin italiana en el congreso de colaboracinjurdica talo-alemn de 1939

    La opcin entre racismo de tipo biolgico y nrdico por unaparte, y racismo espiritual, no se poda dar por hecho entre losjuristas, como tampoco al interior del rgimen ni en el mbito delas publicaciones no especializadas. El bienio 1938-1939 fue, de he-cho, el periodo terrible del desencadenamiento del clamor racista,por lo que especialmente en los estudios histrico-polticos, emer-gieron las ms diversas argumentaciones en contra de los hebreos,a menudo de manera confusa (Caffaz, 1975); para muchos, darprueba del propio antisemitismo era una manera de atraer la sim-pata de los poderosos, motivo por el cual vieron la luz las teorasms dispares, y no falt quien patrocinara a Alfred Rosenberg(Orano, 1939), idelogo del nazismo. En esta situacin de confu-sin y violencia verbal, varios juristas tomaron parte en el debatesosteniendo las tesis espiritualistas.

    Olindo De Napoli134 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • Carlo Costamagna, que haba acogido en su revista las tesis deEvola, fue llamado para representar oficialmente la postura italia-na en el tema del racismo en el 2 Congreso del Comit de Colabo-racin Jurdica talo-Germnica, que se llev a cabo en Viena, del 7al 12 de marzo de 1939, con la intervencin del ministro italiano deJusticia Arrigo Solmi y del Reichsminister alemn G. Frank. Lostrabajos del congreso tuvieron un cierto relieve en la prensa italia-na especializada.

    Costamagna, en su relacin, comenzaba afirmando la centrali-dad del concepto de comunidad nacional, entendido como organis-mo tico integral, fundamento del nuevo estado fascista, as comoqued establecido en la Carta del Lavoro. Lo que representaba lanegacin ms radical de los principios del 89 y de las ideologasabstractas y universalistas. En la comunidad nacional era centralel elemento voluntarista: La comunit nazionale il risultato diun processo storico, complesso, dominato dal fattore della volont,cio dal fattore politico, che si esprime nella creazione di uno Stato.Un popolo tale non se non riesce ad affermarsi come Stato equindi come potenza politica (Costamagna, 1939a: 135-146).

    Es el factor de la voluntad el que ha hecho grande al puebloitaliano, crendolo como comunidad nacional; el primer resultadode este proceso es la afirmacin del pueblo como estado. No escapanen estas expresiones acentos provenientes de la tradicin del risorgi-mento. Pero cmo se pasaba de la afirmacin de la comunidad na-cional como organismo tico integral, al racismo? nella potestdi ciascuno Stato eliminare da s quegli elementi che, per ragionifisiche, oltre che per ragioni morali, risultano nocivi o refrattari alnesso della coesione nazionale, il quale implica anche in misura va-ria requisiti di idoneit fisiologica. Tra i dati costitutivi di una co-munit nazionale, rileva, infatti, pur quello di una struttura antro-pobiologica, cui propriamente nella lingua italiana si riferiscono ivocaboli di razza e di stirpe per designare il fenomeno genetico del-la trasmissione ereditaria dei caratteri.

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 135

  • El racismo por esta va se mostraba para Costamagna comouna fase de construccin ulterior de la identidad nacional italiana.Para tal fin, era legtimo tomar en consideracin tambin requisitosantropobiolgicos relacionados con la herencia de los caracteres,as como era legtimo para el estado trabajar por el mejoramiento,tambin fsico, del pueblo. El elemento biolgioco no estaba escondi-do. Sin embargo, en este punto el autor se apresuraba a especificarque el racismo italiano privilegiaba los elementos espirituales; dehecho la concezione etologica, sintetica, della dottrina fascista d ri-lievo nel processo dellereditariet di preferenza ai fattori spiritualidella tradizione e del costume. Se il singolo deve perpetuare la vita-lit fisica e conservare la purezza della stirpe cui appartiene eglideve pure rispettare il tipo morale e materiale del suo popolo e mi-gliorarlo fino a farne un modello umano. Cos suona per la dottrinafascista quella che si suol chiamare la legge del sangue.

    Entre los dos elementos, seguramente el predominante para ladoctrina fascista es el espiritual, es decir, voluntarista; de la mismamanera, el concepto de pueblo prevalece sobre el de raza.

    Nella dottrina del Fascismo, secondo le premesse suesposteha valore decisivo il concetto di popolo di cui appena un ele-mento il concetto di razza. Il fattore razziale si ritiene che operiagli effetti della determinazione nazionale in rapporto di interdi-pendenza cogli altri fattori, sotto lazione predominante e decisivadellelemento politico della volont [].

    Se si pu parlare di un sangue italiano non si pu non met-terlo in rapporto alle gesta politiche di Roma che unific le diverserazze gi stanziate nella penisola, ed impose ad esse la sua lingua eil suo carattere.

    E dal sigillo dellazione politica di Roma che il popolo italianoha ricevuto limpronta della sua individualit nazionale, quale essoha conservato nei secoli e che oggi, attraverso la rivoluzione fascis-ta, intende di perfezionare e di portare al pi alto grado di consape-volezza.

    Olindo De Napoli136 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • Si se puede hablar de sangre italiana no es posible dejar deponerla en relacin con la gesta poltica de Roma, que unific lasdiferentes razas ya instaladas en la pennsula y les impuso su len-gua y su carcter.

    Es del sello de la accin poltica de Roma que el pueblo italia-no recibi la impronta de su individualidad nacional, que ha con-servado con el paso de los siglos y que hoy, a travs de la revolu-cin fascista, pretende perfeccionar y llevar al grado ms alto deconciencia.

    Una vez desarrolladas as las premisas ideolgicas, Costamag-na prosegua con el anlisis de la influencia que el racismo habatenido en el derecho positivo en Italia:

    Nel sistema legislativo del Fascismo la considerazione delfattore razziale ha esercitato particolare influenza su due punti: ladefinizione del titolo di appartenenza allo Stato e conseguentemen-te del contenuto della personalit individuale sulla base del datodellorigine razziale e nazionale del singolo; le misure penali diret-te a tutelare la integrit e la sanit della stirpe contro gli atti chepossono modificare la prima e pregiudicare la seconda.

    Segn lo que afirmaba Costamagna, la concepcin racista delderecho no slo haba llevado a la creacin de normas adecuadaspara la tutela de la integridad racial, sino que haba contribuido demanera decisiva a la definicin de la posicin del individuo en lacomunidad estatal; posicin mediada ya no slo por el concepto deciudadana sino tambin por el de pertenencia racial. La evolucinlegislativa racista, en otros trminos, haba contribuido a consoli-dar la relacin de prevalencia del estado en las relaciones con elciudadano, en el sentido de una concepcin cada vez ms autorita-ria del derecho pblico.

    Despus de estas observaciones de carcter jurdico, Costa-magna pasaba a un excursus histrico sobre la evolucin del con-cepto de pertenencia al estado, desde la idea de nacionalidad del ri-sorgimiento, pasando por la ciudadana inspirada en el principio

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 137

  • igualitario de las doctrinas individualistas, hasta el nuevo conceptofascista de pertenencia racial, que marcaba la separacin definitivade la idea francesa de nacionalidad. La igualdad jurdica de los ciu-dadanos ms all de las diferencias tnicas, haba sido sancionadatambin por el Estatuto, segn el principio dellindifferenza de-llorigine etnica e della confessione religiosa dei singoli apparte-nenti allo Stato; El artculo 24 del Estatuto albertino haba san-cionado que tutti i regnicoli sono uguali di fronte alla legge.

    Fue la experiencia colonial la que marc el pasaje a concepcio-nes antiigualitarias de la ciudadana, hasta llegar a las recientes dis-posiciones antihebreas: el comienzo de este proceso hacia la desi-gualdad jurdica fue la adopcin del estatus de sbdito al interior delordenamiento jurdico. De aqu, posteriormente se haba llegado a laproclamacin de la desigualdad tambin al interior del conjunto delos ciudadanos marcada por la pertenencia racial: col r.d.l. 17 no-vembre 1938, n. 1728, in vista della lotta contro lebraismo, decisadal Gran Consiglio del Fascismo nel mese precedente, vennero ado-ttati provvedimenti per la difesa della razza italiana, per i quali si introdotta una distinzione tra il cittadino metropolitano di razzaariana e il soggetto, cittadino o straniero, estraneo a tale razza.

    Las medidas preventivas antisemitas contenidas en la ley del17 de noviembre de 1938 confirmaban la centralidad de la naciona-lidad y de la raza en la determinacin del estatuto personal en rela-cin al estado, aunque de cualquier manera resultaba difcil unadefinicin de pertenencia a la raza aria.

    El intelectual fascista, en fin, expona las normas que el rgi-men haba creado para la tutela del prestigio racial en las colonias,junto a aqullas creadas para la difesa dellintegrit e della sanitdella stirpe, contenidas en el cdigo penal de 1930. En esta exposi-cin se buscaba marcar una lnea de continuidad entre el conceptode estirpe y el de raza, subrayando cmo la atencin del fascismo ala poltica demogrfica era, de alguna manera, la predecesora delas leyes racistas antisemitas (Treves, 2001).

    Olindo De Napoli138 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • Il legislatore italiano, come emerge dalla relazione al Re sulprogetto del codice penale, ha voluto punire nei reati ora descrittiuna offesa allinteresse della nazione come unit etnica. Egli haravvisato che ogni atto diretto a sopprimere o isterilire le fontidella procreazione sia un attentato alla vita stessa della razza nellaserie delle generazioni presenti e future che la compongono, equindi unoffesa allesistenza stessa della societ etnicamente con-siderata, e cio allesistenza stessa della nazione.

    La conclusin de la relacin era, en buena sustancia, una rea-firmacin de la centralidad del concepto de raza al interior del con-tenido jurdico de pertenencia al estado, no obstante se considerarabastante arduo definir de una vez por todas a la raza aria en rela-cin con una serie precisa de caractersticas antropobiolgicas. Laverdadera distincin que se poda marcar con seguridad no era entrelas razas, sino entre las grandes civilizaciones mundiales; Italia, conel fascismo habra asumido la misin ms alta, es decir, la de defen-der a la civilizacin europea, a la cual obviamente los hebreos nopertenecan. orgoglio della rivoluzione fascista riassumere la mis-sione tradizionale del popolo italiano nella lotta delle razze e deicontinenti che ormai si delinea sulla terra, in funzione di quella chesi pu propriamente chiamare la civilt europea.

    En sntesis, podemos decir que la posicin de Costamagnacomo relator italiano en el congreso talo-alemn estaba dictadapor la exigencia de afirmar con claridad la especificidad del racis-mo italiano, especialmente diferencindolo del germnico. En elracismo italiano el elemento biolgico estaba tambin presente,pero sobre l prevalecan netamente consideraciones de orden es-piritualista y poltico.

    Por otra parte, el racismo italiano no haba nacido en 1938,porque todas las normas en materia demogrfica que el rgimen ha-ba creado desde un decenio antes estaban inspiradas en tal ideolo-ga. Adems, el racismo italiano se haba desarrollado y forjado en laespecificidad de la experiencia colonial. Ante el colega alemn que

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 139

  • subrayaba que todos los pueblos del mundo podan ser clasificadosen razas precisas, Costamagna opona la incertidumbre de la cien-cia en esa materia; la nica distincin verdaderamente clara queera posible hacer era entre las grandes civilizaciones mundiales, yel pueblo italiano sera el mximo defensor de una de ellas, la euro-pea: el eurocentrismo era un vehculo de las posiciones racistas.

    An ms clara era la toma de distancia del racismo alemnque el mismo Costamagna manifest al presentar los resultadosdel mencionado congreso: aprovech la ocasin para criticar a losno pocos escritores italianos que, en el mpetu racista del momen-to, se haban dejado llevar por afirmaciones materialistas, nordicis-tas y antilatinas. Por ello haca falta realizar una Chiarificazionenecessaria contra gli eccessi, in senso materialista commessi neidue paesi, specie alla stregua di una riduzione del fenomeno delle-reditariet al suo significato fisiologico e di uno svisamento del va-lore del vocabolo razza (Costamagna, 1939b).

    Tales autores caan en un determinismo racista hijo del meca-nicismo de las concepciones racionalistas; el resultado era la postu-lacin de la irresponsabilidad moral. Por ello, se diriga una speracrtica contra los ms desenfrenados sostenedores del razzismoantropologico: aceptar el mito del nordicismo como ttulo de su-perioridad racial resulta in piena contraddizione ai caratteri stori-ci del nostro popolo. Precisamente, inspirndose en tal mito, unoscribacchiatore italiano non ha oggi esitato a negare la consistenzadi un mondo latino: Costamagna tena la preocupacin de evitarderivas antilatinas y antiimperiales. Sobre estos puntos el acentoera polmico y decisivo. De hecho, si Alemania e Italia tenan unatarea comn, es decir, la de la reconstruccin moral de la civiliza-cin contra la obra disolvente del judasmo, era tambin verdadque rispetto ad esso per il popolo italiano non pu abbandonarela sua tipica forma mentis, elaboratasi attraverso tremila anni diesperienza civile. Con base en ello, se alentaba a criticar la intro-duccin en nuestra legislacin del trmino raza aria. La revistaRazza e civilt pudo comentar positivamente los resultados del con-

    Olindo De Napoli140 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • greso talo-alemn, que haba aportado un contributo di chiarifi-cazione, ya que si studiato di differenziare il complesso di valo-ri spirituali e politici che contraddistinguono le tendenze selettiveodierne dai dati e dai risultati della pura indagine bio-antropologi-ca (Acerbo, 1940: 11).

    Por otra parte, Giacomo Acerbo, autor del artculo, en un tonomuy similar al usado por el director de Lo Stato, subrayaba la incer-tidumbre de las ciencias naturales en la materia, perfilando tuttal-tro che probabile laccordo tra i naturalisti, gli antropologi, gli etno-logi sui caratteri somatici, fisiologici, psichici che dovrebbero assu-mersi a criteri di distinzione dei gruppi umani (1940: 11-12).

    En conclusin, en el congreso de Viena, la defensa de la espe-cificidad del racismo italiano result convincente y orgullosa, tantoque no se evit subrayar las contradicciones en relacin con laorientacin alemana; la posicin poltico-espiritualista, sin embar-go, no se explicaba a travs de una crtica a la legislacin vigente nien propuestas de una mayor moderacin.

    Conclusiones

    A finales de los aos 30 se perfilaba la necesidad de una con-cepcin racista que no fuera dependiente de los mitos germnicosantilatinos, materialista ni pagana; sino que en cambio fuera com-patible con la doctrina de la Iglesia catlica y con una cierta idea deromanidad, a la cual el fascismo estaba indisolublemente ligado.Me parece que algunos juristas, dentro de una cierta dialctica, ledieron una contribucin decisiva a esta definicin, al defender in-cluso en sedes oficiales como el congreso examinado la diversidaddel racismo italiano respecto al alemn, reivindicando su autono-ma histrica e ideolgica. Ello chocaba con la autoridad de las pro-posiciones de los cientficos racistas, expresadas bajo los auspi-cios del ministerio de la Cultura Popular. No es una casualidad, en-tonces, que quien guiara la reaccin espiritualista contra las co-rrientes biologistas fuera un intelectual fuertemente anticonfor-mista como Carlo Costamagna. l, desde siempre sensible al tema

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 141

  • del racismo, propugnaba abiertamente por un cambio significativoen el sentido totalitario y revolucionario del derecho, hasta lle-gar a polemizar abiertamente con aquellos que consideraba resi-duos ideolgicos del liberalismo y de la mentalidad universalistapresentes en el rgimen mismo. Su posicin de fuerza le permitiuna lectura crtica de un captulo importante de la poltica fascista:el del planteamiento del problema del racismo.

    En Italia est viva actualmente la polmica en torno al llama-do racismo espiritual, sobre cuya interpretacin no existe acuer-do entre los historiadores. Se ha sostenido que el racismo espiritualsera simplemente un razzismo irrazionale (Caffaz, 1975), queno encontraba bases ideolgicas slidas. Segn otra interpretacin,ste no sera ms que una sublimacin del racismo biolgico (Collo-tti, 2004): en ambos casos se termina por negar la relevancia y laautonoma de tal doctrina. El razzismo spirituale sera una merainvencin de carcter justificador, ya que en realidad la legislacinracista italiana estaba inspirada en el llamado Manifesto degliscienziati razzisti, que estaba apoyado por el Ministerio de la Cul-tura Popular; y sobre todo, las leyes raciales italianas establecieronun criterio meramente biolgico y no cultural o religioso en la indi-vidualizacin del hebreo (Sarfatti, 2005: 80-81). Esto en contras-te con las tesis de De Felice sobre la realidad del racismo italianodiverso del alemn, ms suave y dictado por las conveniencias pol-ticas del momento. La ambigedad historiogrfica de fondo consis-te en querer anular la solidez del llamado racismo espiritualtambin con la justa finalidad de contrastar tesis reduccionistas so-bre la responsabilidad italiana en la persecucin antihebrea, ahdonde se ha entendido en parte el trmino espiritual como equiva-lente al trmino cultural. El anlisis desarrollado demuestra cmo,an en la diversidad de las posiciones puestas en juego y en la con-fusin de las publicaciones no especializadas, que en el bienio 38-39 utilizaban los argumentos ms dispares y contradictorios contal de hacerle propaganda al racismo, la formacin discursiva delracismo espiritual estuvo dotada de una cierta fuerza, y de manera

    Olindo De Napoli142 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • muy diversa a un simple racismo cultural o prejuicio religioso. Lateora no resulta en contradiccin con el carcter biolgico de lasnormas antihebreas italianas: cuando se debata sobre el binomioracismo espiritual/racismo biolgico, de hecho, no se discuta sobrelas expresiones concretas (es decir, sobre la disciplina que debaemanar de ello) sino sobre los fundamentos lgicos y culturales dela normatividad racista. En fin, si se considera la doctrina de Evola(de la cual se ha intentado demostrar la influencia en la cultura ju-rdica italiana), el dato biolgico no se elimina al interior de la doc-trina espiritualista del racismo italiano: cosa que demuestra lacompatibilidad con normas jurdicas que individualizaban a los he-breos a partir de la descendencia y de la sangre y no de la religinprofesada. En conclusin, no hay que considerar el planteamientoespiritualista como necesariamente ms moderado con respecto delbiolgico-ario, de acuerdo con cuanto sostena Evola sobre la cues-tin hebrea cuando prevea como ya se ha vist que la parola ul-tima non pu essere la pace, bens la guerra.

    Pero la importancia de la reaccin espiritualista de los juris-tas est sobre todo en la fuerza expansiva de una formacin discur-siva: ella lograba hacer entrar de nuevo al racismo en el marco delos principios tradicionales y no materialistas de la cultura huma-nista italiana, de modo que resultaba comprensible y aceptable ahdonde el arianismo biologista y antilatino nunca habra podido lo-grar inculcar en Italia los principios que llevaron a la persecucinantihebrea. En este sentido se puede decir que el conjunto de posi-ciones que se referan a las categoras espirituales tuvo un nota-ble xito, logrando imponerse tambin en parte del mundo catlico,que no habra podido confluir en teoras que se fundaban sobre laidolatra de la raza.

    Notas

    ! "# $ "

    % & ' & ()

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 143

  • Lista de Referencias

    ACERBO, Giacomo (1940). Intorno al concetto di razza. En: Razza e ci-vilt. Rivista mensile del Consiglio superiore e della Di-

    rezione generale per la demografia e la razza. Ministero de-llinterno. Roma, Italia.

    __________________ (1968). Fra due plotoni di esecuzione. Avveni-menti e problemi dellepoca fascista. Cappelli. Bologna, Italia.

    BENDISCIOLI, Mario (1936). La Germania religiosa nel 3 Reich:conflitti religiosi e culturali nella Germania nazista. Morce-lliana. Brescia, Italia.

    __________________ (1937). Neopaganesimo razzista, Morcelliana.Brescia, Italia.

    BOURDIEU, Pierre (1988). La parola e il potere: leconomia degliscambi linguistici. Guida. Napoli, Italia.

    CAFFAZ, Ugo (1975). Lantisemitismo italiano sotto il fascismo. LaNuova Italia. Firenze. Italia.

    CASSATA, Francesco (2003). Alla destra del fascismo: profilo politi-co di Julius Evola. Bollati Boringhieri. Torino, Italia.

    CIANO, Galeazzo (2004). Diario 1937-1943. Rizzoli. Milano, Italia.

    COGNI, Guido (1937a). Il razzismo. Bocca. Milano, Italia.

    __________________ (1937b). I valori della stirpe italiana. Bocca.Milano, Italia.

    COLLOTTI, Enzo (2004). Il fascismo e gli ebrei: le leggi razziali inItalia. Laterza. Roma, Italia.

    __________________ (2000). Fascismo e politica di potenza. Politicaestera 1922-1939. La Nuova Italia. Firenze, Italia.

    COSTAMAGNA, Carlo (1937). Lidea di Impero. En: Lo Stato. Rivistadi scienze politiche, giuridiche ed economiche.

    __________________ (1939a). Relazione al II congresso di collaborazionegiuridica italo-germanica. En: Lo Stato. Rivista di scienze poli-tiche, giuridiche ed economiche.

    Olindo De Napoli144 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • COSTAMAGNA, Carlo (1939b). Chiarificazione necessaria. En: Lo Sta-to. Rivista di scienze politiche, giuridiche ed economiche.

    __________________ (1940). Voce Razza. En: PARTITO NAZIONALEFASCISTA (ed.). Dizionario di politica. Istituto della enciclope-dia italiana. Roma, Italia.

    CUOMO, Franco (2005). I dieci. Chi erano gli scienziati italiani chefirmarono il Manifesto della razza. Baldini e Castoldi.

    Milano, Italia.

    DE FELICE, Renzo (1974). Mussolini il duce. Gli anni del consenso(1929-1936). Einaudi. Torino.

    __________________ (1993). Storia degli ebrei italiani sotto il fascis-mo. Einaudi. Torino, 1993.

    DE NAPOLI, Olindo (2006). Razzismo e diritto romano: una polemica de-gli anni Trenta. En: Contemporanea, n. 1.

    EVOLA, Julius (1934a). Sulla caduta dellidea di Stato. En: Lo Stato. Ri-vista di scienze politiche, giuridiche ed economiche.

    __________________ (1934b). Sul senso spirituale della mediazione fascis-ta. En: Lo Stato. Rivista di scienze politiche, giuridiche edeconomiche.

    __________________ (1937a). Il mito del sangue. Hoepli. Milano, Italia.

    __________________ (1937b). Il problema ebraico dal punto di vista de-llImpero. En: Lo Stato. Rivista di scienze politiche, giuridi-che ed economiche.

    GHISALBERTI, Carlo (1990). Il Dizionario di politica. En: Il Parlamen-to italiano 1861-1988, vol. XII, tomo II 1939-1945. Nuova CEI.Roma, Italia.

    GIANNETTI, Berlindo (1939). Un libro da far sparire. En: Lo Stato. Ri-vista di scienze politiche, giuridiche ed economiche.

    LA VIA, Lorenzo (1941). Sintesi del concetto di razza nella dottrina e nelnostro diritto pubblico. En: Razza e civilt. Rivista mensile delConsiglio superiore e della Direzione generale per la demo-

    grafia e la razza. Ministero dellinterno. Roma, Italia.

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 145

  • LABANCA, Nicola (2002). Oltremare: storia dellespansione colo-niale italiana. Il Mulino. Bologna, Italia.

    LUDWIG, Emil (1932). Colloqui con Mussolini. Mondadori. Miln, Ita-lia.

    MAGGIORE, Giuseppe (1938a). La scuola degli Italiani. En: Critica fas-cista, n. 21.

    __________________ (1938b). Logica e moralit del razzismo. En: La dife-sa della razza.

    __________________ (1939). Razza e fascismo. Agate. Palermo, Italia.

    MALGIERI, Gennaro (1981). Carlo Costamagna: dalla caduta dellideale moderno alla nuova scienza dello Stato, EdizioniSette Colori. Vibo Valentia, Italia.

    MUSSOLINI, Benito (1959). Opera Omnia, XXVII. La Fenice. Firenze,Italia.

    ORANO, Paolo (1939). Inchiesta sulla razza. Ed. Pinciana. Roma, Italia.

    PAGLIUCA, Antonio (1987). Lo Stato nel pensiero di Carlo Costa-magna. Jovene. Napoli, Italia.

    PANKHURST, Richard (1988). Lo sviluppo del razzismo nellimpero colo-niale italiano (1935-1941). En: Studi piacentini, N. 3.

    POLIAKOV, Leon (1999). Il mito ariano saggio sulle origini del na-zismo e dei nazionalismi. Editori Riuniti. Roma, Italia.

    RASPANTI, Mauro (1994). I razzismi del fascismo. En: Centro Furio Jesi(ed.). La Menzogna della razza. Documenti e immagini delrazzismo e dellantisemitismo fascista. Grafis Edizioni. Bolog-na, Italia.

    __________________ (2000). Il mito ariano nella cultura italiana fra Otto eNovecento. En: BURGIO, Alberto (ed.). Nel nome della razza: ilrazzismo nella storia dItalia 1870-1945. Il Mulino. Bologna,Italia.

    RENDE, Domenico (1940). Recensione a G. Maggiore, Razza e fascismo.En: Il diritto razzista.

    Olindo De Napoli146 Frnesis Vol. 15, No. 3 (2008) 119 - 147

  • ROCHAT, Giorgio (1996). Limpiego dei gas nella guerra dEtiopia. En:DEL BOCA, Angelo (ed.), I gas di Mussolini. Il fascismo e laguerra dEtiopia. Editori Riuniti. Roma, Italia.

    SARFATTI, Michele (2002). Le leggi antiebraiche spiegati agli ita-liani di oggi. Einaudi. Torino, Italia.

    __________________ (2005). La Shoah in Italia: la persecuzione degliebrei sotto il fascismo. Einaudi. Torino, Italia.

    SBRICCOLI, Mario (1999). Le mani nella pasta e gli occhi al cieli. La pe-nalistica italiana negli anni del fascismo. En: Quaderni fiorentiniper la storia del pensiero giuridico moderno, N. 28.

    SERTOLI SALIS, Renzo (1939). Introduzione. En: Le leggi razziali ita-liane (legislazione e documentazione). Quaderni della Scuoladi Mistica fascista Sandro Italico Mussolini N 1, Milano, Italia.

    SRGONI, Barbara (1998). Parole e corpi. Antropologia, discorsogiuridico e politiche sessuali interrazziali nella colonia Eri-

    trea (1890-1941). Liguori. Napoli, Italia.

    STAFF, Ilse (2001). Teorie costituzionali del fascismo. En: MAZZACANE,Aldo (ed.), Diritto economia e istituzioni nellItalia fascista.Nomos. Baden-Baden, Deutschland.

    TREVES, Anna (2001). Le nascite e la politica nellItalia del Nove-cento. LED. Milano, Italia.

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdica 147

    New Table of ContentsRevue -filosfico- poltico sobrela participacinGladys AsprinoFacultad de Ciencias Jurdicas y Polticas.Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela37A philosophical-political review regarding participation

    Gnesis del pensamiento poltico MusulmnJess Hernandez GodoyUniversidad Cecilio AcostaMaracaibo [email protected] Genesis of Muslim Political Thought

    La responsabilidad social universitaria como estrategia de vinculacin con su entorno socialCynthia Martnez de Carrasquero, Ramn J. Mavrez,Ligibther A. Rojas, P. y Belkis CarvalloUniversidad del Zulia. Maracaibo- [email protected], [email protected]@hotmail.com81University Social Responsibility asa Strategy to Connect the University with the Social Environment

    Algunas consideraciones sobrela labor del mediador penalMara Petzold RodrguezInstituto de Filosofa del Derecho. Facultad de Ciencias Jurdicasy Polticas. Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. [email protected] Considerations on the workof the Penal Mediator

    El problema filosfico del racismo fascista desde la perspectivade la cultura jurdicaOlindo De NapoliUniversidad de los Estudios de Npoles Federico [email protected] Philosophical Problem of Fascist Racism from the Perspectiveof Legal Culture