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ANÁLISIS DE DIAGNÓSTICO TECNOLÓGICO SECTORIAL INDUSTRIAS DE BIENES DE CAPITAL RESPONSABLE: MIGUEL PEIRANO COLABORADORES: DANIELA MOYA FERNANDO GRASSO SEBASTIÁN KOSSACOFF MARZO 2013

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ANÁLISIS TECNOLÓGICOS Y PROSPECTIVOS SECTORIALES 1

ANÁLISIS DE DIAGNÓSTICOTECNOLÓGICOSECTORIAL

INDUSTRIAS DE BIENES DE CAPITAL

MARZO 2013

RESPONSABLE:MIGUEL PEIRANO

COLABORADORES:DANIELA MOYAFERNANDO GRASSOSEbASTIÁN kOSSACOFF

MARZO 2013

AUTORIDADES

■ Presidenta de la Nación

Dra. Cristina Fernández de Kirchner

■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dr. Lino Barañao

■ Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dra. Ruth Ladenheim

■ Subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Lic. Fernando Peirano

RECONOCIMIENTOS

Los estudios de Análisis de Diagnóstico Tecnológico Sectorial fueron coordinados, su-pervisados y revisados por la Mg. Florencia Kohon, el Lic. Gustavo Baruj y el Lic. Fernan-do Porta. Colaboró con la edición el Lic. Sebastián Spector.

Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científico-tecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de con-sulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción colectiva de conocimientos.

Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected]

El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no represen-ta la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

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COMPLEJO PRODUCTIVO: INDUSTRIA DE BIENES DE CAPITAL

1. PROCESOS PRODUCTIVOS PRINCIPALES Y TECNOLOGÍAS

EMPLEADAS

1.1. Procesos productivos

El sector de bienes de capital, perteneciente a la industria metalúrgica, constituye un

sector estratégico en toda economía. El carácter central de su rol se debe a que las

empresas del sector abastecen a una gran diversidad de sectores productivos,

definiendo niveles de productividad de las empresas, tecnologías utilizadas y diversas

características y perfiles de los procesos de producción en la economía.

Su importancia es reconocida como creadora de capacidad productiva e inductora del

progreso técnico a lo largo de toda la economía, determinando su potencial de

expansión y densidad cualitativa. Por sus vínculos con la base técnico-científico y por

difundir externalidades tecnológicas e incorporar innovaciones en los bienes que

fabrica, directa o indirectamente, esta industria es en parte responsable de la

competitividad sistémica. En este sentido, la fabricación de bienes de capital está en

el seno de la valorización productiva, ya que en su diseño se ponen de manifiesto el

saber qué hacer y cómo hacerlo. Buena parte de la agregación de valor en una

cadena productiva está incorporada en las maquinarias y equipos utilizados.

Se trata de una actividad típicamente asociada a la diversificación y diferenciación de

producto, ya que el universo de bienes que genera es muy variado y heterogéneo. El

sector abarca un gran abanico de maquinarias y equipos: ascensores, puentes grúa y

aparejos eléctricos, maquinaria vial, motores y generadores eléctricos,

transformadores eléctricos, construcciones prefabricadas, maquinaria agrícola ,

máquinas-herramienta, empaquetadoras, envasadoras, equipos de manipulación,

máquinas para tratamiento de materiales, equipos de refrigeración, turbinas y

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turborreactores, “plantas llave en mano”, bombas, válvulas y compresores, calderería,

instrumentos de medición y control y equipamiento hospitalario, entre otros.

Dado que ocupa un lugar central en la producción, ya sea en actividades primarias,

manufactureras y de servicios, el sector de bienes de capital tiene una profunda

vinculación con un conjunto de proveedores y clientes también muy diverso, en

número, perfil y tamaño. La información que fluye a lo largo de estas interacciones

configura una extensa red de gran riqueza económica, ya que es en estos procesos

donde se definen las técnicas de producción, la calidad de producto y la mayor parte

de las innovaciones de proceso.

En los primeros eslabones de la cadena productiva se encuentran los proveedores de

productos básicos, fundamentalmente siderúrgicos y de metales no ferrosos.

Algunas de estas materias primas son utilizadas directamente en el bien final, pero la

mayoría sufre al menos un proceso de transformación (corte, plegado, tratamiento

superficial, estampado, forjado, fundición, trefilado, etc.), propio de la industria

metalúrgica. Estos eslabones intermedios conforman una diversidad de rubros que

fabrican las partes y piezas que se incorporarán al bien de capital final. Algunos

proveen exclusivamente a este tipo de fabricantes y otros también elaboran bienes

intermedios para otros sectores. También participan de la cadena de valor

proveedores no metalúrgicos, generalmente asociados a las industrias plásticas y

químicas, así como aquellos que brindan productos y servicios complementarios de

diversa naturaleza (textiles, cauchos, madera, servicios de ingeniería, impresión y

gráfica, etc.).

Dentro de los eslabones intermedios de la cadena de valor de bienes de capital, cabe

diferenciar entre los metalúrgicos a aquellos que fabrican partes y piezas

metalmecánicas de aquellos que proveen conjuntos y subconjuntos electro-

mecánicos. Los segundos corresponden a un escalón más avanzado, ya que suelen

combinar diversos productos de los eslabones anteriores (ya sea metalmecánicos,

eléctricos o electrónicos). La diferencia entre subconjuntos y conjuntos es el grado

de autonomía. Por ejemplo, un sistema de engranajes es un subconjunto, porque por

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sí solo no cumple ninguna función; mientras que un motor es un conjunto, ya que

tiene un funcionamiento propio, más allá de que luego termine formando parte de un

bien superior (un automóvil, un tractor, una máquina-herramienta o similar). Las

actividades que se destacan en estos eslabones son el mecanizado de partes y

piezas y su ensamblado.

En el otro extremo de la cadena se encuentran quienes distribuyen y/o utilizan los

bienes de capital producidos. Los clientes del sector son tan variados como la

amplitud de productos que fabrica el sector. Allí donde existe una inversión física

suele haber un cliente, ya sea para actividad minera, agropecuaria, industrial, la

construcción, el desarrollo de infraestructura y la prestación de servicios. También se

destaca la vinculación con grandes obras de ingeniería (centrales eléctricas,

refinerías, energías renovables, explotación en pozos petroleros y gasíferos,

explotación minera, construcciones viales, entre otras) y obras civiles (edificios de

vivienda, hospitales, escuelas, entre otras edificaciones).

Los fabricantes de bienes de capital suelen tener un trato directo con sus clientes. A

excepción de algunas actividades específicas, no es común que existan

intermediarios (distribuidores mayoristas y minoristas, prestadores de servicios, etc.)

debido a las escalas del mercado interno y a la compleja información que se

intercambia entre eslabones. Por lo tanto, las empresas de bienes de capital son las

que realizan las actividades vinculadas a la comercialización del producto, el

marketing, la puesta en marcha, los servicios de post-venta e incluso su distribución

(entrega del bien), aunque muchas veces también se tercerizan en compañías

especializadas de comercio, logística y servicios. Las relaciones que se desarrollan en

estos casos pueden ser exclusivas de cada fabricante o no, dependiendo de las

especificidades del mercado y los actores existentes. Sin embargo, es común que

exista algún tipo de capacitación por parte de los fabricantes o vinculación más

profunda que un simple acuerdo comercial.

Debido a factores económicos pero también técnicos, en la industria de bienes de

capital es común el predominio de PyME. Esto se debe fundamentalmente a que las

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producciones suelen ser seriadas y las economías de escala no suelen ser el factor

principal de competitividad. Más de allá de que exista una progresiva tecnificación y

automatización, el trabajo humano no puede ser soslayado dada la gran

diversificación de proceso productivos y el escaso grado de eventos repetitivos al

interior de los mismos. Asimismo, es muy frecuente la existencia de varias líneas de

producción que comparten procesos previos pero derivan en productos finales

diferenciados, lo cual requiere intervenciones del trabajo humano altamente

calificadas que permitan articularlos en forma adecuada. Los principales procesos

productivos implicados en estas series son los que se detallan en el esquema de a

continuación.

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ESQUEMA 1. CADENA TÉCNICA DE VALOR

Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas.

Plantas "llave en mano"

Sistemas y Partes Eléctricos y

Electrónicos

PROVEEDORES

Conjuntos y Subconjuntos Electro -

Metalmecánicos

PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

Productos Finales

Maquinarias

Material y Equipo para

Transporte

Otros Equipos

Terminación Inversión Productiva

Procesos Complementarios Servicios

Investigación y Desarrollo Servicio a Clientes

ESLABON FINAL

Proveedores de

Materias Primas

(Insumos

Siderurgicos

Acero -chapas,

tubos, perfiles,

barras, bridas-,

Aluminio, Caucho,

Pinturas,

Plásticos -

termorígidos y

PVC-, Polietileno,

Cobre, Químicos,

Acero Inoxidable)

Partes y Componentes

Fabricación Comercialización

Transformación de Insumos Ensamblado Construcción / Infraestructura

- Fundición y forja- Corte- Estampado- Troquelado- Soplado- Inyección, extrusión, termoformado de plástico

- Conformación- Soldado- Armado- Montaje

- Pintado - Esmaltado - Despacho- Control de Calidad - Embalaje

- Diseño de Productos- Ingeniería de Procesos- Desarrollo Tecnológico (nuevos materiales, técnicas, funcionalidades, etc)- Cumplimiento de Normativa (eficiencia y seguridad, compatibilidad electrómagnetica, etc).

- Instalación y mantenimiento- Relevamiento de satisfacción de clientes y calidad total

- Producción Primaria.- Producción Industrial.- Producción de Servicios.

- Marketing- Distribución- Ventas- Servicio al Usuario

- Fabricación y Armado de Motores- Resistencias y Controles de Nivel- Controles y Componentes Eléctricos y Electrónicos- Incorporación de Accesorios Elétricos y Electrónicos- Termostatos, Presostatos, Termocuplas y bujías de encendido- Condensadores y Capacitores- Cables y Conectores- Otros

- Módulos y Sistemas - Sistema Hidráulico- Sistema Electrónico- Sistema Electromecánico- Sistema Neumático- Transformadores

Metalmecánicos:- Válvulas- Cilindros- Rodamientos Radiales - Axiales.- Engranajes-Tuberias y Fiting (tuercas, tornillos, etc.)- Quemadores- Compresores- Evaporadores- Rejillas

Otros:- Neumáticos y Amortiguadores- Perillas, Burletes y Botones

- Maquinarias Generales y Específicas (Vial, Agrícola, Máquinas- Herramientas, Empaquetadoras, Envasadoras, Instrumentos de Medición y Control)- Motores, Turbinas y Generadores Eléctricos- Tornos

- Remolques y Semi-remolques- Camiones- Locomotores, Buques y Aeronaves- Otros equipo de Transportes

- Equipo de Procesos Industriales- Transformadores, Bombas, Calderas, Compresores y Válvulas- Moldes y Matrices- Ascensores- Aparatos de Control / Equipos de COntrol Númericos- Otros Equipos Industriales- Puentes grúa y aparajos eléctricos- Equipo Hospitalario- Equipos de Refrigeración

- Construcción Vial- Obras de Ingenieria (central eléctrica, refinerías, etc.)- Construcción Civial- Obra Pública

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En un sentido amplio, el sector puede ser dividido en dos grandes grupos, de

acuerdo a diversas clasificaciones que se realizan convencionalmente. Por un lado,

podría definirse un conjunto de tipo eléctrico, donde se puede hallar los

transformadores, motores y generadores eléctricos, algunos elementos

pertenecientes a equipamiento hospitalario y de instrumentos de medición. El resto

podría agruparse en bienes de capital no eléctricos, donde suelen incluirse

maquinarias tradicionales como ascensores, máquinas-herramientas, bombas y

válvulas industriales, acoplados, etc. Un rubro particular corresponde al de “plantas

llave en mano”, donde la producción suele ser por proyectos y los procesos

productivos tienen un alto contenido de ingeniería y diseño industrial, aun cuando

algunos equipos también son fabricados al interior de la empresa. Sin embargo, esta

clasificación es una simplificación y la diferenciación suele ubicarse en la intensidad

del uso de productos siderúrgicos, frente al uso de otros metales no ferrosos como

cobre y aluminio, así como el componente eléctrico y electrónico del bien de capital,

que comúnmente se vincula con otros materiales como el plástico.

Generalmente, las etapas de fabricación de un bien de capital parten de la producción

de la materia prima básica, su transformación en partes y piezas, la agregación de

valor sobre las mismas para la obtención se subconjuntos y conjuntos y, finalmente,

el ensamblado final y puesta en funcionamiento del bien final. Estas actividades y

procesos metalúrgicos pueden estar internalizados dentro de la fábrica de bienes de

capital de manera total o parcial, dependiendo de los costos, la tecnología empleada,

la requisitoria técnica y de factibilidad económica que exige el proceso productivo. La

decisión de internalizar tareas es un fenómeno que encuentra causas como las

mencionadas pero, también, pueden incluir decisiones estratégicas de la empresa,

ubicación geográfica, organización específica de la tarea productiva de la firma, la

especificidad del insumo, la existencia de bienes sustitutos, entre otras.

A partir de los insumos de la industria siderúrgica, la primera fase industrial consiste

en la obtención de chapas, tubos, perfiles y barras de acero. También se presenta el

caso donde se agregan otros componentes metálicos y no metálicos, buscando

mejorar las propiedades físico-químicas del producto obtenido. De acuerdo a los

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elementos (por ejemplo, silicio, cromo, níquel, cobalto, etc.) que los componen, las

aleaciones resultantes son denominados aceros especiales. Para proteger la

superficie de las distintas piezas siderúrgica, el sector realiza diferentes tratamientos

especiales (cincado, cromado, galvanizado, niquelado, etc.). Estos procesos son

similares a los que se realizan para obtener otros commodities industriales de

metales no ferrosos. Buena parte de la industria metalúrgica se apoya en la existencia

de la siderurgia nacional, allí donde la actividad principal consiste en procesar

productos básicos como la chapa, barras de acero y redondos (alambrones,

palanquillas, etc.). Sin embargo, los faltantes son varios. De todos modos se debe

tener en cuenta que dichos faltantes siempre deben ponerse en perspectiva de lo

que se fabrica a nivel nacional; es decir, si la Argentina no fabricara automóviles no

se manifestaría la falta de motores. Hecha esta aclaración, en insumos básicos la

ausencia de producción nacional se manifiesta principalmente en determinadas

especificaciones de chapas (grosores, la denominada chapa al silicio utilizada en la

fabricación de transformadores eléctricos y determinadas maquinarias, con

recubrimientos especiales tipo e-poxi, tratadas químicamente, etc.); aleaciones

especiales como inoxidables (utilizados en equipamiento hospitalario y maquinarias

para la industria alimenticia principalmente) y otras que le confiere propiedades

particulares necesarias en determinadas piezas de bienes de capital o incluso la

industria ferroviaria; y metales no ferrosos excepto aluminio (fundamentalmente

cobre refinado y electrolítico, utilizado en la industria eléctrica, electrónica y

equipamiento hospitalario).

A partir de allí se inicia la etapa metalúrgica. En este eslabón, se realizan las tareas de

fundición, corte, plegado, estampado y otros procesos a partir de los cuales se

obtienen los productos intermedios, componentes claves en el funcionamiento de las

máquinas y equipos. Las empresas combinan este conjunto de componentes de

acuerdo a la complejidad de las funciones del bien de capital a producir y su

contenido tecnológico. A modo de ejemplo, la exigencia de las prestaciones de un

torno de control numérico o una máquina para preparar alimentos, cuyo

requerimiento tecnológico puede ser clasificado como medio-alto o alto, dada la

precisión o cumplimiento de normas a cumplir, resulta relativamente menor para el

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fabricante de bienes de capital que en el caso de la producción de ascensores o

remolques, cuya tecnología implica una menor complejidad. Obtenido el bien de

capital, las empresas del sector se vinculan directamente con sus clientes, los cuales

transmiten sus demandas específicas, información que influye en el proceso

productivo de la empresa en búsqueda de cumplir con lo que exige la firma

demandante.

1.2. Tecnologías empleadas

La producción de bienes de capital en Argentina ocupa un lugar destacado en la

generación de empleos. Este sector industrial ocupa alrededor de 90.000

trabajadores en forma directa, en su mayoría, con niveles de calificación alta

(estudios terciarios o superior). En términos de producción, el sector produce bienes

por un valor cercano a los 5.000 millones de dólares, explicando el 4,5% del PBI

industrial. Existen aproximadamente 3.000 empresas, cuya composición accionaria,

es principalmente, de capitales nacionales. Este rasgo está presente casi en el 90%

de las firmas del sector. Si bien existen empresas de gran porte, una porción

significativa del empleo y la producción es llevada a cabo por pequeñas y medianas

firmas.

En Argentina, cualquier abordaje de las cadenas del sector debe enmarcarse en los

conceptos de heterogeneidad estructural. Esto es, la multiplicidad de actividades,

productos y actores, así como la convivencia de empresas con diversos grados de

desarrollo tecnológico, tecnificación e intensidad de la mano de obra, diferentes

técnicas de producción, formalidad de la mano de obra, normalización de procesos

productivos y capacidad productiva, entre otros aspectos, aún dentro de una misma

actividad. Por lo tanto, resulta muy difícil determinar categóricamente el perfil

tecnológico de las empresas del sector. Sin embargo, podrían mencionarse algunos

rasgos generales, que permitiría disgregar algunos conjuntos de empresas que

comparten características comunes.

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En primer lugar, existe un conjunto de firmas que elabora productos de diversa

complejidad relativa, entre los que se pueden mencionar: tanques, calderas

industriales, máquinas herramientas, máquinas dosificadoras, fermentadoras y

equipos de procesos para la industria alimenticia, entre otros. La producción de este

grupo de empresas se caracteriza, debido a su alta especialización y la necesidad de

satisfacer demandas específicas de sus clientes, por estar organizada en series muy

cortas o en muchos casos, se fabrican equipos a medida. El grado de automatización

en estas empresas es relativamente bajo, siendo muy significativo el componente de

mano de obra.

El personal de estas firmas se caracteriza por tener una elevada calificación formal.

Las tareas de elaboración y comercialización son las etapas en donde las empresas

logran diferenciarse de su competencia. El servicio de pre y postventa y la capacidad

en desarrollar y adaptar productos a las necesidades del cliente es donde se

concentra la diferenciación del producto. El componente ingenieril en este tipo de

empresas es un elemento clave y diferenciador en el mercado.

Por otro lado, existe un segundo grupo de empresas que realizan procesos

productivos de automatización media-alta y donde los procesos, al menos en algunas

etapas, pueden tener un carácter de estandarización elevado. La producción en estos

casos se organiza mediante series cortas y en cadena. Entre los bienes que producen

se puede mencionar, equipos de incubación, transformadores, motores, equipos y

válvulas para la industria petrolera, equipos de rayos, mesas de anestesia, autoclaves,

entre otros.

No obstante, ambos grupos de empresas evidencian una elevada flexibilidad

empresarial, la cual le ha permitido desarrollar estrategias de protección del mercado

interno y de inserción externa, fundamentalmente hacia países latinoamericanos. De

todas formas, existen casos de exportaciones a destinos de mayor exigencia, como

ser Estados Unidos, Europa (Alemania, Francia, Holanda) y Japón. En estos casos se

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destacan algunos rubros de equipamiento hospitalario, bombas y maquinas

vinculadas a diversos procesos industriales.

La mayoría de las empresas de bienes de capital suelen ser multiproducto, aun

cuando exista alguna línea específica que es la que la identifica con el mercado o a

partir de la cual se erige el negocio en sí mismo. Pero todas suelen complementar su

oferta con otros bienes, sean propios o de terceros (nacionales o importados). El

objetivo es abordar las demandas del mercado de manera integral. Como toda

producción en serie, existe la posibilidad de sustitución de factores en la medida que

aumenta la escala de producción, dando lugar a una mayor estandarización de

procesos y productos y, por lo tanto, a una mayor automatización e intensidad de

bienes de capital. Pero como este no suele ser el caso en Argentina, la gran mayoría

de empresas presenta una alta intensidad en el uso de mano de obra.

Por otro lado, gran parte de las tecnologías de producción están definidas en los

eslabones intermedios, donde se define la ingeniería de producto y el diseño de

partes y piezas, lo cual se vincula con los niveles de integración nacional de los

bienes de capital fabricados en el país, en la medida que estas actividades se realicen

o no a nivel local. También en este aspecto existen diversas realidades.

Generalmente, esto varía en función de las escalas de producción, la disponibilidad

de materias primas, la competencia y los requerimientos del mercado. Pero es

evidente que en las últimas décadas se ha incrementado la interacción con

proveedores y/o competidores del extranjero, de la mano de la globalización y el

proceso de liberalización y apertura económica de mediados de los 70 y la

convertibilidad.

Si bien no todas las empresas mantienen este tipo de vínculos contractuales, las

estrategias de este grupo de empresas para ampliar su inserción en los mercados

externas y clientes locales se basan en establecer convenios de cooperación con

firmas extranjeras líderes. Con estas modalidades contractuales, las firmas buscan

compensar las desventajas asociadas a las reducidas escalas en las que operan

respecto a sus competidores internacionales y la ausencia de financiamiento tanto

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para su producción como la destinada a sus demandantes finales. En algunos casos,

las razones de establecer acuerdos entre empresas se basan en la necesidad de

parte de la empresa extranjera de contar con un representante en el mercado local y

por el lado de la firma nacional, de acceder a nuevas tecnologías.

Por último, la presencia de empresas multinacionales que se encuentran realizando

procesos productivos en el ámbito local tienden a ser escasa y se concentra en

algunos rubros específicos. Sin embargo, puede mencionarse que existe

participación de las empresas extranjeras comercializando sus productos, donde

muchas empresas locales actúan como distribuidoras. En términos generales, podría

decirse que donde existe capacidad de producción local, las tecnologías son

desarrolladas localmente y existe cierta endogeneidad en las mismas. Pero donde

dicha capacidad es acotada, inexistente o inconveniente en términos económicos (en

la relación calidad-precio o la escala del mercado local), prevalece la importación

integral de las máquinas y equipos.

1.3. Mapeo institucional y territorial

La distribución territorial de las empresas de bienes de capital no se diferencia en

gran medida a la que se presenta en la industria manufactura en general. Es decir, se

evidencia una fuerte presencia de las firmas del sector en torno a los grandes centros

urbanos, zonas donde existe una importante densidad de actividad industrial. En su

gran mayoría, los fabricantes de bienes de capital se localizan en los cordones

industriales que rodean a las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, los

cuales se estima concentran casi el 90% de los establecimientos.

El resto de las empresas se encuentran en los aglomerados metalmecánicos que se

han formado y vinculado con alguna actividad regional. Su participación en estos

casos es la de proveer equipos, pero también ofrecen partes y piezas y servicios de

reparación y mantenimiento, a la actividad dominante de la zona.

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Por ejemplo, se puede mencionar el aglomerado vinculado a la producción petrolera,

la vitivinicultura y la minería en la provincia de Mendoza. Entre las empresas

fabricantes de máquinas y equipos se pueden encontrar, productores de máquinas y

equipos para la agroindustria (plantas llave en mano para frutas y hortalizas

industrializadas), máquinas y equipos para la vitivinicultura (plantas completas,

bombas y tanques de acero inoxidable), máquinas y equipos para la olivicultura

(plantas completas para elaboración de aceite de oliva y aceitunas de mesa),

fabricantes de partes de máquinas, cintas transportadoras y sistemas de transporte

(sanitarias, de carga, para materiales a granel, equipos para manipuleo de stock,

autoelevadores), recipientes sometidos a presión externa e interna en diferentes

materiales (tanques para sustancias peligrosas, gases, líquidos y silos), equipos para

minería (trituradoras, sistemas de transporte, molinos), maquinaria hidráulica

(turbinas, compuertas, válvulas y bombas), fabricantes de calderas, intercambiadores

de calor y hornos (equipos para uso en diferentes industrias), fabricantes de

transformados eléctricos, tableros eléctricos (para maquinaria industrial, industria

petrolera y plantas industriales), automatización de equipos industriales. También se

encuentran empresas que brindan servicios como reparación de bombas y calderas,

servicio técnico de maquinaria industrial y mantenimiento de equipos y sistemas de

control.

De acuerdo al plan estratégico del sector metalúrgico de la provincia de Mendoza del

Instituto de Desarrollo Industrial Tecnológico y de Servicios (IDITS), mediante la

coordinación del mismo instituto y el apoyo de Secretaría de Ciencia y Tecnología de

la Nación, INTA, INTI y Unidades de Vinculación Tecnológica (UVT), se persiguieron

en 2006 los siguientes objetivos: definir una política de I+D y articularla con las UVT,

articular con organismos de Ciencia y Tecnología Nacionales e Internacionales y

determinar y analizar la inversión de las empresas mendocinas en I+D. También se

estableció como meta aumentar la cantidad de proyectos de I+D con

implementación efectiva en la industria local. Si bien estas resultan las propuestas

más generales, en el plan estratégico se establecían lineamientos específicos para

16

cada componente metalúrgico del sector de bienes de capital, separado de acuerdo a

la actividad dominante a la cual se vinculaba (vitivinícola, petrolera, minera, etc.).

Otros ejemplos de aglomerados sectoriales son el de Río Cuarto, Córdoba, donde

existe un grupo de empresas de bienes de capital que se encuentra vinculado a la

industria automotriz y de alimentos; el sur de la provincia de Santa Fe y distintas

zonas de la provincia de Buenos Aires, donde se destacan varias zonas del Gran

Buenos Aires como Avellaneda y Quilmes y algunos partidos de zona norte, etc.

También existen concentraciones de empresas de bienes de capital vinculadas a

determinados desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, existe un cluster nacido a partir

del desarrollo de energía eólica. Este grupo de empresas está compuesto por

aproximadamente 60 empresas, ubicadas en diferentes partes del territorio nacional

(Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Rio Negro, Chubut, Tucumán, entre otras

provincias). También existen algunas iniciativas referidas a los proveedores de

equipos para gas y petróleo y, de manera incipiente, para minería.

Sin embargo, la industria de bienes de capital en Argentina difícilmente pueda

enmarcarse en los conceptos de “clusterización”, aun cuando existan ciertos

agrupamientos o algún perfil territorial vinculado con las actividades productivas que

se realizan en la zona. La relación entre las empresas fabricantes, proveedores y

clientes es estrecha, pero tiende a ser producto de experiencias individuales. En este

sentido, los esfuerzos tecnológicos de los distintos sectores suelen ser atomizados y

esta lógica se modifica ante situaciones específicas y discontinuas;

fundamentalmente de tipo comercial, por ejemplo, para definir una determinada

norma técnica, para medidas de defensa del mercado interno, promoción de

exportaciones, etc.

No obstante, ello no significa que no haya casos asociativos más profundos, que

reflejan algún grado avanzado de vinculación entre empresas, instituciones científicas

y tecnológicas, etc. En el rubro de ascensores, por ejemplo, algunas PyME se han

unido para diversas iniciativas entre las cuales se destacan la creación de un centro

de ensayos de alta complejidad con el apoyo de la Facultad de Ingeniería de la UBA y

el Centro Metropolitano de Diseño. Asimismo, en el marco del programa de Distritos

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Productivos del Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires se ha

instalado un laboratorio para la certificación de normas específicas, requeridas a nivel

internacional.

También podrían destacarse acciones de estas características en otros rubros como

equipamiento hospitalario, donde se asociaron empresas para exportar “sanatorios

llave en mano” de media y baja complejidad. Recientemente, en el sector de

máquinas-herramientas las empresas están convocando a los usuarios para conocer

sus demandas, ofrecer sus tecnologías y sustituir importaciones. Por otro lado, en los

últimos años los fabricantes de bienes de capital han realizado esfuerzos importantes

para ganar mercados en el exterior a través de ferias específicas y, en el plano local,

mejorar sus diseños de planta mediante el traslado a parques industriales. En esta

tarea han estado muy activos los gobiernos provinciales y municipios, aunque el

apoyo no se ha direccionado exclusivamente a los rubros de bienes de capital.

Finalmente, cabe destacar que las empresas del sector están alcanzadas por

múltiples normas técnicas, deben realizar pruebas y certificaciones de calidad de

distinto tipo e implementar acciones tecnológicas permanentemente. Por lo tanto, las

vinculaciones con instituciones como el INTI, el IRAM, laboratorios y centros

tecnológicos privados son más profundas y frecuentes que las que existen en otros

sectores. De igual modo, los requisitos de calificación de la mano de obra colocan a

estos rubros entre los más dinámicos en sus relaciones con universidades y escuelas

técnicas.

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2. ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS DE LOS BIENES DE CAPITAL

MÁS RELEVANTES

El sector de bienes de capital provee a sus clientes de un muy variado conjunto de

productos, lo que implica la realización de un abanico de procesos diferentes, con

distintos grados de automatización y niveles tecnológicos. Sin embargo, la mayoría

se inscribe en los métodos y técnicas propios a los procesos metalúrgicos, que son

compartidos por el universo sectorial.

Entre las actividades metalúrgicas básicas, se encuentran tareas de corte, plegado,

forja, fundición, estampado y trefilado, entre otras. Estas actividades pueden ser

tercerizadas o llevadas a cabo por fuera de la empresa, obteniéndose las partes,

piezas, conjuntos y subconjuntos metalmecánicos necesarios para su ensamblado y

terminación (pintura, controles de calidad, embalajes, etc.). Sin embargo, la mayoría

suele internalizarlos allí donde se considera clave para el negocio contar con el

control riguroso de dichos procesos. La tercerización suele concentrarse en la

elaboración de bienes intermedios de otra naturaleza (por ejemplo, plásticos) o en

otros de menor complejidad, más estandarizados.

En el caso de las empresas de bienes de capital de carácter eléctrico y electrónico,

los procesos característicos son las tareas de soldadura, bobinados y cilindrados,

donde el ensamblado de componentes elaborados por terceros es más común (sea

de origen importado o nacional). Por ejemplo, en el sector de equipamiento

hospitalario los procesos de soldadura son muy sofisticados y el control de

materiales utilizados es muy celoso, dado que todos ellos deben ser certificados por

la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica

(ANMAT).

En general, las tecnologías utilizadas en el sector tienden a ser de una antigüedad

media y en los establecimientos suelen convivir maquinarias y equipos de diverso

grado de obsolescencia, lo cual resulta lógico para el perfil que caracteriza a estas

19

empresas y la necesidad de obtener productividades razonables con escalas de

producción inferiores a la de la competencia importada. La intensidad en el uso de

equipos de automatización (por ejemplo, robots de soldadura) es muy baja, ya que

los procesos suelen ser más de mano de obra intensiva.

Cuadro 1. Características de las máquinas y equipos más relevantes para los

procesos productivos

CARACTERÍSTICAS MAQUINAS DE

CORTE CENTRO

MECANIZADO PLEGADORAS

TORNO CONTROL NUMERICO

TORNO PARALELO

Parámetros técnicos críticos

Ancho y

espesor de

corte máximos

en chapa,

control

numérico para

programar

distintos cortes.

Facilidad y rapidez

para cambios de

programas,

posibilidad de

combinar

múltiples

operaciones,

rapidez, precisión.

Capacidad en

toneladas y largo

de plegado,

posibilidad de

programar

distintos (x, y, z),

posibilidad de

adaptar brazo

alimentador,

sistema de

control numérico

Facilidad y rapidez

para cambios de

programas;

posibilidad de

combinar

múltiples

operaciones;

rapidez; precisión

Facilidad y

rapidez para

cambios de

programas;

posibilidad de

combinar

múltiples

operaciones;

rapidez;

precisión

Antigüedad y grado de obsolescencia

10 años / Media 8 Años / Mínima 10-20 años /

Media 8 Años / Mínima

30 Años / Alto

(*)

¿Cómo es la oferta nacional?

Suficiente Parcial

Suficiente Parcial Insuficiente

Principales orígenes importados

China

Taiwán/ Japón/

EEUU/ UE Alemania; España Corea; Taiwán;

Japón; EEUU

Corea; Taiwán;

Japón; EEUU

Principales proveedores

Dino Leali

Víctor

Trumpf; Mebusa

Hass; Leadwell;

Victor; Biglia;

Utita; Kia; You Yi

Hass;

Leadwell;

Victor; Biglia;

Utita; Kia; You

Yi

Racionalidad de la decisión de compra

Disminución de

tiempos de

trabajo. Mayor

precisión.

Mayor precisión,

flexibilidad y

calidad. Mejorar

productividad.

Posibilidad de

estandarización

de programas

sobre cada una

de las piezas.

Mejora la

precisión y

productividad.

Mayor precisión,

flexibilidad y

calidad. Mejorar

productividad.

Mayor

precisión,

flexibilidad y

calidad.

Mejorar

productividad.

Fuente: Elaboración propia en base a relevamiento de empresas del sector.

(*) Algunas empresas, debido a las condiciones específicas del proceso productivo,

aún utilizan como equipo de trabajo tornos paralelos, sin que ello impida

20

cumplimentar con los requisitos de calidad y tiempo de la demanda de sus

productos. No obstante, la tendencia tecnológica predominante marca un paulatino

reemplazo de estos equipos por aquellos de control numérico, de mayor precisión,

velocidad y funcionalidad.

Cuadro 2. Características de las máquinas y equipos más relevantes para los

procesos productivos

CARACTERÍSTICAS PRENSA FRESADORAS CILINDRADORAS MAQUINAS DE

CORTE SOLDADORAS

Parámetros técnicos críticos

Capacidad en

toneladas,

dimensiones de la

mesa de trabajo,

carrera de la mesa

móvil.

Sistema de

control

numérico,

Chapas de

Grandes

Dimensiones

Ancho y espesor

de corte

máximos en

chapa, control

numérico para

programar

distintos cortes.

Distintos

extensiones,

capacidad de

producción.

Antigüedad y grado de obsolescencia 10 Años / Media 5 años / Media 5 años / Media 5 años / Media

2-5 años / Media

(*)

¿Cómo es la oferta nacional?

Parcial (no existe

fabricante local de

mayor tonelaje)

Insuficiente Insuficiente Suficiente Parcial

Principales orígenes importados

Alemania / Rep.

Checa / España

Alemana,

Estados Unidos Italia, Turquía Alemana, China

Japón; Estados

Unidos;

Principales proveedores

Nacionales:

Iturrospe/ Prensas

Schmidt/Rolop

RVC y Mach 97.

Importado:

Schüler/ Zdas /

Fagor

Wirtgen; Clever;

Milltronics

Davi, ak-bend,

Sahinler Bosch, Makita

Kuka, ABB;

Motoman

Racionalidad de la decisión de compra

Mayor flexibilidad

y calidad.

Disminución de

tiempos de

trabajo. Mayor

precisión.

Calidad

Disminución de

tiempos de

trabajo. Mayor

potencia

Precisión y

Calidad

Fuente: Elaboración propia en base a relevamiento de empresas del sector.

(*) Las soldadoras presentan una tasa de recambio superior al resto de otras

maquinarias y equipos utilizados en los procesos del sector.

21

3. BRECHA SECTORIAL RESPECTO DE LAS MEJORAS

PRÁCTICAS INTERNACIONALES

El sector de bienes de capital a nivel mundial se encuentra en un proceso de cambio

permanente. De acuerdo a un informe elaborado por la Universidad Estadual de

Campinas (San Pablo, Brasil), la fabricación de bienes de capital tiende a localizarse

próxima a los centros fabriles. Sin embargo, en las últimas décadas, la producción

industrial ha enfrentado un proceso de deslocalización, trasladándose su mayor

crecimiento de Europa y Estados Unidos hacia otros países en desarrollo. Este

escenario ha generado flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia economías

con un crecimiento industrial importante y un mercado interno amplio. En este

sentido, se observa el caso de otorgamientos de licencias, joint venture, y otras tipos

de modalidades de cooperación. Una clara muestra del cambio en el epicentro del

consumo de los bienes de capital es China, economía que no sólo ha pasado a ser el

principal exportador de máquinas y equipos sino también el principal importador.

Estas modificaciones en el plano mundial abren un escenario donde las políticas

implementadas oportunamente influyen en los flujos de IED, el otorgamiento de

licencias, la transferencia de tecnologías, etc. Estos fenómenos, donde se transmite

conocimiento de una economía a otra, permiten que el sector de bienes de capital de

país en desarrollo se reposicione de mejor manera en el escenario internacional. Por

sus características destacables, en América latina, Brasil y Argentina son los dos

países que cuentan con la capacidad técnica para producir bienes de capital y

abastecer al resto de la región. En la medida en que el proceso de industrialización de

la región continúe, el mercado regional se ampliará creando nuevas oportunidades de

negocios y resultará un factor que atraiga la participación de las empresas líderes

mundiales del sector.

Sin embargo, este nuevo escenario también genera desafíos de envergadura para

nuestros países, dado que la fuerte incursión de China y países similares en estos

segmentos de la producción también han generado mayor competencia para los

fabricantes locales. En general, el mercado regional era abastecido por empresas

22

locales en los tramos de la demanda de tecnologías medias y bajas y los de mayor

complejidad tecnológica era provistas casi exclusivamente por países desarrollados

de Europa, Estados Unidos y Japón. Pero la irrupción de los países asiáticos no sólo

ha generado presión competitiva en los segmentos tecnológicos de la oferta local,

sino también ha reducido los precios y costos medios de producción en los bienes de

capital más sofisticados. La reducción de estos costos no ha sido sólo producto de

condiciones sociales y laborales más precarias en estos países, sino también por el

notable aumento de las escalas de producción.

En este marco, los fabricantes de bienes de capital en Argentina se orientan a un

segmento del mercado donde la relación entre precio, calidad y sofisticación

tecnológica suele ser equilibrada; o bien, en determinados nichos de mercado donde

la competencia es menos intensa. Este tipo de lógica se perfila hacia la demanda de

empresas de menor tamaño, cuyas compras de bienes de capital son más sensibles

a las diferencias de precio que las de las grandes empresas. Los equipos también

son de menor escala y, por lo tanto, las desventajas tecnológicas que pueden tener

frente a la oferta extranjera o local de grandes empresas se reducen notablemente.

Asimismo, los productos se caracterizan por ser máquinas o partes tecnológicamente

más sencillas y con altos costos de transporte internacional.

Por su parte, la demanda proveniente de grandes empresas suele orientarse a

grandes paquetes tecnológicos adquiridos en el exterior y las empresas locales

intentan cubrir algunos espacios complementarios, con equipos de menor

complejidad. Estas conductas en las grandes empresas no sólo son el resultado de la

existencia o no de fabricación nacional, sino que están asociadas a las políticas de

compras y preferencias de marcas, cuya reputación es mayor. Es decir, los

responsables de decidir sobre las compras de bienes de capital de las empresas

grandes suelen orientarse hacia empresas internacionales con una marca reconocida

ya que, al ser la adquisición de maquinarias una operación significativa y con pocas

posibilidades de ser revertida, el gerente busca un proveedor de renombre y así,

reducir la posibilidad de ser cuestionado ante un resultado insatisfactorio. También,

debe señalarse, que la estructura manufacturera argentina está ampliamente

23

transnacionalizada. Muchas de las empresas que realizan las inversiones más

significativas en bienes de capital forman parte de redes globales donde los

proveedores de máquinas y equipos son los mismos para el conjunto de las filiales

de la corporación.

Este contexto en el cual se desenvuelven los fabricantes locales –junto a los efectos

de la reestructuración regresiva de los años setenta y la convertibilidad-, determinan

una estructura sectorial donde existen múltiples vacíos en la oferta local. Pero donde

existe fabricación nacional lo que prevalece es la heterogeneidad, ya que existen

casos donde la oferta no difiere de las mejores prácticas internacionales, otros donde

las tecnologías de producción y la calidad de los productos son menores pero su

precio le permite competir en determinados segmentos de demanda y otros donde

se combinan situaciones de ambos tipos.

Resulta muy difícil poder clasificar a los distintos rubros de bienes de capital según

estos criterios, ya que el perfil de cada empresa es distinto. Asimismo, en muchos

casos la incidencia del precio y las otras razones pierden fuerza frente a condiciones

muy distintas en materia de plazos de entrega o financiamiento. Las ventajas

competitivas de muchos bienes de origen extranjero frente al similar local son las

líneas de crédito de largo plazo que incluye la operación o las condiciones de entrega.

De manera análoga, muchas veces la ventaja del fabricante local es su cercanía con

el usuario y la posibilidad de brindarle fácilmente mayor asistencia, los servicios de

mantenimiento y reparación.

En términos de esfuerzos tecnológicos, las empresas de bienes de capital han

realizado inversiones muy importantes en los últimos años. Durante este período, las

empresas han buscado equiparse para ganar calidad y productividad, desarrollar y

lanzar nuevos productos, ampliar la capacidad productiva, introducir herramientas de

mejora continua y gestión de la calidad y, en menor medida, favorecer el desarrollo

de proveedores e incrementar los niveles de tercerización. Mediantes diferentes

acciones y estrategias, lograron profundizar su inserción como proveedores

especializados y ampliar su capacidad productiva. Sin embargo, a pesar de la

24

efectividad de sus acciones, sus iniciativas no implicaron una transformación radical.

El espectro de acciones de las empresas ha tendido a circunscribirse al ámbito de las

innovaciones incrementales, es decir, que se trata principalmente de mejoras

introducidas sobre la plataforma de productos y procesos preexistentes.

Los empresarios del sector reconocen la existencia de desventajas respecto de sus

competidores del exterior en dimensiones tales como la escala, la capacidad

comercial o la gestión de la innovación, pero observan como un fuerte la calidad de

sus productos y su flexibilidad frente a diversos escenarios. En su mayoría, las

perspectivas de competencia y crecimiento se advierten viables a partir de su arraigo

al mercado interno y a la inserción externa en países de similar o menor desarrollo

relativo, fundamentalmente de América Latina, Europa Oriental y África. En estos

ámbitos, donde la competencia de Brasil es considerable se identifica como principal

limitante la presencia de multinacionales operando en dicho país, las mayores

escalas de producción y, también, las ventajas financieras y –en algunos casos-

fiscales con que cuentan estas empresas. En este sentido, pareciera evidente que el

sendero que debe recorrer el diverso y complejo universo de fabricantes de bienes

de capital en Argentina requiere de importantes esfuerzos por la diferenciación de

producto y la innovación tecnológica.

De acuerdo a datos de ADIMRA, se estima que el 40% de las empresas del sector no

gasta ni asigna personal a la I+D. En conjunto, las firmas de maquinarias y equipos,

presenta una tasa de I+D sobre ventas que es un 45% menor que su equivalente

brasileña. En el caso de equipos eléctricos, la brecha es aún mayor, ya que el gasto

de I+D sobre ventas es un 65% menor (INDEC, 2004; IBGE 2005).

Si bien estas acciones tecnológicas son superiores al promedio industrial y, durante

el período 2006–2010, el sector de bienes de capital fue uno de los principales

destinatarios de distintos fondos públicos destinados a la modernización tecnológica,

la innovación y el desarrollo de productos y procesos, aún no se manifiestan pruebas

que permitan afirmar de manera contundente que las brechas de productividad y

tecnología con países más avanzados se haya reducido.

25

4. GRADO DE HETEROGENEIDAD TECNOLÓGICA

INTRASECTORIAL Y ASIMETRÍAS ENTRE ESLABONES

La gran mayoría de las empresas son firmas nacionales independientes de perfil

familiar. La presencia de subsidiarias de trasnacionales resulta un caso muy

excepcional en el sector. Respecto al tamaño, el sector está compuesto

mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, con realidades muy

heterogéneas. Una primera diferencia que puede establecerse entre las empresas del

sector es de acuerdo a las características de sus clientes.

En este sentido, puede mencionarse que existe un grupo de empresas que en

general produce bienes de capital para clientes grandes empresas de sectores como

el petroquímico, la alimentación, el sector automotriz o la siderurgia. Por otro lado, las

demandas de las empresas PyME son satisfechas por otro conjunto de productores

de bienes de capital, abasteciendo a la actividad manufacturera en general.

Más allá del subrubro de bienes de capital al que pertenezcan, aquellas empresas

que frecuentemente mantienen transacciones con empresas de gran porte y alta

tecnificación, suelen verse obligadas a cumplir mayores exigencias en sus productos,

hecho que las impulsa a no sólo invertir para una adecuación tecnológica, sino

también realizar cambios organizaciones y de comercialización. En estos casos, las

empresas se ven obligadas a cumplir con normas técnicas, pero también

requerimientos propios del cliente (plazos, materiales, etc.). A este segmento de

empresas de bienes de capital, el vínculo les permite contar con un flujo de

información de empresas líderes y firmas que operan habitualmente en mercados

competitivos. Generalmente, estas empresas poseen un poder de negociación

limitado, donde las condiciones son impuestas por la empresa compradora.

En el caso de las empresas que abastecen mayormente a PyME, la flexibilidad

empresaria es mayor y también su poder de mercado. Sus productos presentan una

mayor adaptación a los requisitos del cliente y cuentan con mayor información del

26

medio local. Sus innovaciones provienen de canales informales de comunicación,

donde la experiencia y la cercanía con el cliente juegan un rol fundamental. El poder

de negociación se encuentra repartido entre proveedor y cliente.

Otro aspecto que diferencia a las empresas de bienes de capital son los niveles de

productividad con los que operan. Utilizando como aproximación los salarios medios,

se observa una alta heterogeneidad, superior al de otras ramas industriales, ya sea

por tamaño de empresa o por tipo de bien que se trate. En general, se advierte que la

productividad de los grandes fabricantes de bienes de capital es hasta tres veces

superior a las de las microempresas. Sin embargo, se resalta que en el período 2003-

2008 dicha brecha se ha reducido en un 15%, magnitud leve si se observa que las

diferencias entre un grupo y otro llegaban al 300%.

La situación por subsector también presenta resultados muy disimiles. Entre los

fabricantes de bienes de metal para uso estructural, la brecha entre grandes y

microempresas adquiere su mínima expresión. Las grandes tienen un nivel salarial

que duplica al que se observa en las microempresas. El resto de los sectores

presentan diferencias más pronunciadas. Este resultado esta influencia por el hecho

que, hasta 2006, los sueldos más altos correspondían a las medianas empresas y no

a las grandes. Sin embargo, la tendencia del período fue a profundizar la diferencia.

Se incrementó en un 78%, a contramano de lo observado para el nivel general.

Por último, otro rasgo diferenciador en el sector proviene del desempeño exportador.

De acuerdo a entrevistas realizadas, existe dentro de cada subrubro un pequeño

grupo de empresas con fuerte presencia en los mercados internacionales. Por

ejemplo, en el sector de equipamiento médico, bombas y válvulas, algunas

máquinas-herramientas, calderería pesada, ascensores y “plantas llave en mano”,

entre otras, se destacan por realizar frecuentemente ventas al exterior y competir en

igualdad de condiciones con empresas líderes del rubro. Luego existe otro conjunto

de firmas, que si bien exportan, sólo logran hacerlo a mercados que en términos

competitivos y tecnológicos se encuentran un escalón abajo; o bien, en

determinados nichos de mercado. Estas empresas mantienen un porcentaje

27

relevante de su facturación gracias a transacciones que realizan hacia mercados de

Latinoamérica principalmente, y con menor frecuencia, hacia destinos del continente

africano y asiático.

Cabe señalar que las empresas de bienes de capital se destacan sobre el resto del

complejo metalmecánico en su capacidad exportadora. Este conjunto de firmas

exportan alrededor de un tercio de sus ventas. Algunos ejemplos los constituyen las

maquinarias agrícolas (fundamentalmente cosechadoras y tractores), equipamiento

hospitalario, bombas y válvulas, transformadores eléctricos y ascensores, entre otros.

Sin embargo, estos casos no representan a la mayoría de las empresas del sector. En

este sentido, un gran número de firmas destinan sus productos a abastecer al

mercado local, a pesar que en muchos casos, su tamaño resulte insuficiente. Este

punto suele ser clave para las empresas a la hora de decidir incrementar la

automatización de sus procesos o ampliar sus capacidades instaladas.

De acuerdo a fuentes del sector, las diferencias en el uso del capital en los procesos

de producción de las empresas con sus pares internacionales responden a la

pequeña demanda que el mercado local les propone. Este escenario retroalimenta las

diferencias entre las empresas, dado que aquella que logra exportar frecuentemente,

suele tener mayor volumen demandado y por ende, mayor interés de incrementar la

automatización, mientras que por el otro lado, la empresa que se orienta al mercado

local, no encuentra incentivos a sustituir factores productivos y por ende, continúa

realizando procesos productivos mano de obra-intensivos, cuya productividad es

relativamente menor.

28

5. IDENTIFICACIÓN DE TECNOLOGÍAS O CONOCIMIENTOS

QUE CONSTITUYEN BARRERAS A LA ENTRADA

Salvo excepciones determinadas, en el sector de bienes de capital generalmente no

existe la presencia de altas barreras de entrada, más de allá de las habituales

certificaciones de calidad, normas técnicas y demás regulaciones de mercado

vinculadas con la seguridad de los usuarios y las políticas económicas. En este

sentido, uno de los principales limitantes radica en los conocimientos necesarios para

el diseño y fabricación de estos bienes, lo cual supone cierta disponibilidad de los

mismos a lo largo de toda la cadena de valor. Asimismo, al ser una actividad

profundamente signada por las economías de escala dinámicas, el learning by doing

y la acumulación de experiencias que surgen de la interacción entre proveedores,

fabricantes y clientes, la industria de bienes de capital es escenario de

comportamientos tipo path dependence.

En Argentina, la gran mayoría de las empresas han ingresado al sector y continúan

operando en el mismo a partir de la denominada ingeniería reversa. Es decir, sus

productos son fruto del análisis de desarrollos realizados por la competencia. A partir

de este estudio, las firmas determinan cuales son los materiales utilizados, su

funcionamiento, su proceso de producción, etc. Si bien este proceso requiere un

conocimiento ingenieril de parte de aquellos que realizan la actividad, no resulta un

impedimento para que una nueva empresa compita con las firmas ya instaladas. La

realización de estos procesos en el país, en una etapa relativamente temprana, es lo

que ha permitido que actualmente existan capacidades y una masa crítica de

empresas relevante. Por su dimensión, densidad y diversidad, el sector de bienes de

capital en la Argentina está entre los dos o tres más importantes de Latinoamérica.

Sin embargo, existen algunos condicionantes para la participación de nuevos actores

en los diversos segmentos de bienes de capital que no se vinculan con estas

cuestiones esenciales. La existencia de formas contractuales que impidan el acceso

a una tecnología clave para el desarrollo del producto no suele ser uno de estos

29

condicionantes, aunque es evidente que los productos en sí mismos suelen estar

protegidos por patentes. Si bien estos derechos de propiedad son vulnerados con

frecuencia en el mundo, se trata de herramientas que son utilizadas por las empresas

para defender sus posiciones de mercado, fundamentalmente las grandes empresas

multinacionales y las PyME de los países industrializados. A ello se suma que los

usuarios de bienes de capital suelen tomar la decisión de compra en base al

reconocimiento de una marca o su experiencia previa, lo cual plantea un alto umbral a

las empresas que quieran participar de un mercado donde no operaban.

Pero aun superando estas barreras de entrada, en la Argentina los fabricantes

también deben afrontar las reducidas escalas de producción del medio local. Si bien

el mercado interno es la principal plataforma a partir de la cual desarrollan sus

negocios, su baja escala constituye un obstáculo para nuevos actores si ello no

conlleva algún tipo de innovación sustancial en productos y/o procesos. La demanda

interna comúnmente está asociada a volúmenes pequeños, que suelen ser

abastecidos por un grupo de PyME que, a su vez, compiten entre sí. Si bien ello ha

impulsado a empresas a abrir mercados en el exterior, buscando ampliar su

demanda, los efectos de partir de un mercado relativamente chico también se

transmiten en su desempeño en los mercados externos. Las empresas encuentran

importantes dificultades a la hora de destinar recursos en nuevos procesos y

productos, dado que su inversión suele ser difícil de recuperar en los plazos que

exige la factibilidad económica del proyecto y las exigencias de los mercados

externos.

Por otro lado, si bien -como mencionábamos- generalmente no existen patentes que

impidan la producción de bienes de capital, la barrera de ingreso de nuevos

competidores suele presentarse de un modo indirecto. En el caso de las licitaciones

de proyectos de ingeniería de las grandes empresas, referentes del sector

mencionan que suelen incluirse especificaciones del producto que orientan la compra

del bien de capital hacia una determinada empresa, dejando fuera de competencia a

nuevos ofertantes. Si bien empresas pueden realizar el producto exigido por el

30

cliente, estas quedan excluidas por no cumplir con condiciones que fueron

establecidas pensando en el bien que finalmente se termina adquiriendo.

Las licencias y/o convenios sólo operan en el sector en lo vinculado a la

comercialización. Es decir, sólo en el caso que una empresa local decida ofrecer los

productos de una firma líder internacional. Tampoco se observan situaciones en las

que el tipo de norma, estándar técnico o certificación de producto operen como

obstáculos. Cierta excepción a esta situación puede plantearse en el sector de

equipamiento médico, donde la Administración Nacional de Medicamentos,

Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) debe certificar los procesos y productos de

toda empresa que quiera intervenir en el mercado. Recientemente, el tiempo de

fiscalización del ANMAT se amplío de uno a tres años, elevándose de esta forma, la

barrera al ingreso. Si bien las exigencias del organismo se encuentran acorde a las

necesidades del caso y están en línea a la normativa exigida en el resto del mundo,

los tiempos establecidos resultan un obstáculo muy importante para aquella pyme

que quiera involucrase en la producción de equipos para servicio médico.

Otra excepción que puede mencionarse en el sector de bienes de capital es en el

rubro de calderería y tanques. Empresas del sector nuclear, petrolero, alimenticios,

suele exigir que los trabajos de soldadura sean realizados por operarios

especializados y certificados por la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos

(ASME). De no contar con el personal exigido, la empresa oferente queda fuera del

segmento de potenciales proveedores.

El resto de las normas aplicables a los procesos y producto son de carácter general,

las cuales cumplen un rol en los mercados y son consideradas condiciones

necesarias para operar. Se puede mencionar los ejemplos más frecuentes como ser

normas IRAM y en el campo de las certificaciones, las diferentes ISO. También cabe

destacarse que para intervenir en algunos mercados externos, las exigencias de

cumplimiento de normas y certificaciones son mayores. En muchos casos, normas

vinculadas a métodos de producción limpia, ecoeficiencia y ecodiseño suelen ser

31

utilizadas como barreras para-arancelarias, donde el objetivo no es la protección del

medioambiente sino el resguardo de los mercados internos.

Existe una barrera de entrada que suele operar en algunos segmentos de los bienes

de capital vinculada a la estrategia comercial de las empresas. En algunos subrubros,

la renovación tecnológica y de diseño de los productos se utiliza como un obstáculo

para el ingreso de nuevas firmas. Esto suele presentarse frecuentemente en el rubro

de equipamiento médico, donde cada línea o producto se renueva con una celeridad,

que exige que el nuevo participante deba invertir un gran monto de recursos para

desarrollar el producto antes que su ciclo de vida en el mercado culmine. Es decir, las

empresas del sector mantienen un comportamiento innovador permanentemente

como forma de defenderse frente a nuevos competidores. Para citar un caso

concreto, en el rubro de equipos de estética, los productos son renovados cada dos

años, con modificaciones principalmente de diseño, sin que estos cambios sean

exigidos por el mercado.

Por su parte, la inexistencia en el mercado local de una provisión suficiente de aceros

especiales (aceros inoxidables o con determinado tratamiento) también cumple un

papel importante como desincentivo al ingreso de nuevos jugadores. Si bien existen

distribuidores en el ámbito local que cumplen con proveer el insumo, su posición

cuasi-monopólica y el bajo volumen demandado generan que el precio y los plazos de

entrega no contribuyen a que una nueva empresa se involucre. Adicionalmente, el

tratamiento arancelario de los insumos mencionados genera un encareciendo de la

materia prima, y una pérdida de competitividad al producto final. Esta desventaja, si

bien es enfrentada por todo el sector en general y no debería constituir una barrera al

ingreso dado que las condiciones de mercado son iguales para todas las empresas,

genera que el agente que analiza involucrarse y aun no realizo inversiones hundidas

en el rubro, decida no hacerlo ante las dificultades con las que opera el sector.

32

6. PRESENTE Y FUTURO DE LOS PERFILES LABORALES

Como se mencionó anteriormente, las empresas de bienes de capital son en su

mayoría empresas de pequeño porte, las cuales fueron fundadas durante la vigencia

del modelo de sustitución de importaciones. Si bien muchas empresas han

modificado sus estructuras y las formas de organizar sus tareas, otras mantienen una

estructura algo difusa, donde las funciones no se encuentran bien delimitadas ni

ejercidas por personal con habilidades específicas para el cargo. Suele suceder que

este tipo de empresas participen en cargo directivos personas con lazos de filiación o

amistad con el dueño-fundador.

En estos casos, suelen existir problemas de delegación por parte de los dueños hacia

los responsables de gestión, quedando sus funciones y sus niveles de autonomía

fuertemente reducidos. Ello condiciona la capacidad de la empresa para tomar

nuevas iniciativas o establecer un cambio en los objetivos.

Sin embargo, se aprecia otro grupo de empresas, de un carácter más dinámico, que

ha modificado su estructura inicial, profesionalizado sus equipos administrativos y

estableciendo un esquema de responsabilidades y control definido. Estas empresas,

generalmente de un porte mayor a las mencionadas anteriormente, se vieron

obligadas a modificar su esquema organizativo como condición necesaria para

acompañar el crecimiento del negocio.

En general, las empresas de bienes de capital cuentan en sus plantillas con personal

de calificación media y alta. En este punto, se destacan los técnicos, los operarios

calificados y profesionales de ciencias duras, como ingenieros de diferentes

especialidades. En este último punto, suele suceder que el ingeniero no cuente con

conocimientos específicos del sector donde opera la empresa. Sin embargo, dado el

faltante de profesionales en el rubro, se contrata un universitario recibido, con

conocimientos de carácter general y la empresa se encarga de capacitarlo, de forma

tal que sea apto para las necesidades de la empresa. Por ejemplo, no toda empresa

33

de equipamiento médico posee en un plantilla un ingeniero electrónico o bio-

ingeniero, profesionales indicados para el rubro.

Gráfico 3. Calificación de los operarios del sector de bienes de capital (2007).

Fuente: Elaboración propia en base a ADIMRA-UNGS

Es muy reducido, el número de empresas que cuenta en su estructura con

departamento formales de I+D e innovación, aún en el grupo que puede identificarse

como dinámico. Incluso, un gran número de empresas no asignan ni destina recursos

a realizar actividades de I+D e innovación ni de forma parcial.

A partir del 2003, con la contundente recuperación de la industria en general y

particularmente del sector metalúrgico, se evidenció un fuerte déficit de parte del

sistema educacional en la formación de profesionales de ciencias duras. En los

primeros años de la recuperación, las limitaciones que surgían del mercado laboral

fueron sorteándose mediante capacitación de trabajadores, eligiendo aquellos que

Profesionales en Cs

Económicas (exc. ingenieros)

3% Ingenieros 6% Técnicos

14%

Operarios calificados

48%

Operarios calificados; 28%

34

presentaban mejores aptitudes y experiencias en el rubro. Sin embargo, en 2008, el

sector evidenció fuertes restricciones en la oferta de mano de obra especializada,

condicionando su crecimiento. Por entonces, se intensificaron los esfuerzos de las

empresas por retener a sus operarios calificados (en oficios tales como tornería,

soldadura, matricería, plegado y pintura) y se multiplicaron los casos de fugas o robos

de profesionales entre empresas.

Para solucionar este déficit, existen distintas iniciativas, ya sea desde el sector

privado, público y/o instituciones intermedias. Por parte del sector privado, las

empresas dictan cursos de capacitación para sus propios empleados. Las clases, en

muchos casos, son financiadas íntegramente por las empresas, aunque existe el

Programa Más y Mejor Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, el cual provee

a las empresas de recursos para capacitación de personal.

Por el lado de actividad gremial de trabajadores, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM),

en conjunto con el Programa de Formación Continua del Ministerio de Trabajo de la

Nación, brinda los contenidos de formación para los principales oficios relacionados

con la metalurgia. El objetivo del proyecto es desarrollar las capacitaciones acordes a

lo que necesitan las empresas y que favorezcan la adaptación del trabajador al primer

trabajo, buscando achicar los tiempos de capacitación y de tutorías en las empresas.

Las certificaciones son otorgadas por UOM y Universidad Tecnológica Nacional

(UTN). Por su parte, la Asociación de Supervisores Industriales Metalúrgicos de la

Rep. Argentina (ASIMRA) cuenta con una escuela de capacitación y cursos para

mandos medios. Se realizan a través de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

Los cursos brindados son de carácter general (como computación y estadística), y

otros de aplicación en calidad, o más específicos, como el de herramientas de corte.

Por su parte, ADIMRA, a través de su Instituto de Actualización Empresarial,

desarrolló distintos cursos de capacitación, orientado a los mandos medios o

personal superior de las empresas. Entre las habilidades que intentan desarrollarse,

pueden mencionarse el dictado de cursos de Gestión de la Calidad (cuyos módulos

son; Mejora de Procesos y Resolución de Problemas, Metrología: Tolerancias,

Calibración de Instrumentos, Determinación de capacidad de máquina y proceso),

35

Gestión Estratégica e Innovación (Tablero de Comando para Pymes Industriales,

Innovación para Competir), Gestión de Recursos Humanos (Introducción a la

Evaluación de Desempeño del Personal, La Capacitación en la Empresa basada en

Competencias Laborales, Desarrollando Habilidades para mejorar la gestión de

nuestros Recursos Humanos) y Gestión de la Producción (Métodos y Tiempos,

Reducción de los Tiempos de Preparación de Máquina (SMED), Mantenimiento para

PyME, Costos Industriales).

36

7. IMPACTO DE LAS TECNOLOGÍAS DE PROPÓSITOS

GENERAL SOBRE LAS CONDICIONES PRODUCTIVAS DEL

SECTOR

El mercado local de bienes de capital tiende a operar bajo un régimen altamente

competitivo, con una presión cada vez mayor por reducir costos, lo cual ha tendido a

una oferta de masificación, más empobrecida desde el punto de vista de la calidad

debido a la creciente presencia de China y orígenes similares. Muchas importaciones

son producidas bajo condiciones de fuertes subsidios, hecho que profundiza en el

ámbito nacional aún más las tendencias señaladas. Ello conlleva la necesidad de

establecer controles, estándares y normas de calidad que eviten estas fuertes

distorsiones y apuntalen un régimen de competencia que estimula la innovación y el

aumento genuino de la productividad.

No obstante ello, las tecnologías de propósito general han tenido un impacto de

relativa importancia en las condiciones productivas del sector metalúrgico y

particularmente, del sector de bienes de capital. En primer lugar, gracias a los

avances que han tenido estas tecnologías en la industria siderúrgica, el sector de

bienes de capital se ha beneficiado con una mayor variedad y calidad de insumos.

Los adelantos que han tenido lugar en el campo de la nanotecnología han permitido

que el complejo siderúrgico abra un abanico de posibilidades en la provisión de

aceros con diferentes propiedades específicas. Es decir, esta nueva tecnología ha

permitido que el sector de bienes de capital tenga la posibilidad de acceder a

insumos siderúrgicos con parámetros de resistencia, elasticidad, dureza, densidad y

moldeabilidad, que no eran posibles previo a la difusión de la técnica.

La utilización de este tipo de materiales en la fabricación de bienes de capital permite

mejorar su prestación, incrementando la productividad de los bienes producidos por

la industria manufacturera. No obstante, en Argentina el grado de incorporación y

difusión de la nanotecnología en el sector aún se encuentra en un estado muy

incipiente, generándose una brecha con aquellos países que se encuentran a la

37

vanguardia del sector. Sin embargo, cabe destacar que desde el sector público y las

instituciones intermedias ha habido iniciativas que buscan generar avances en la

materia, pero la mayoría de ellas se encuentra en una etapa experimental, de

investigación y no ha sido llevada a escala productiva. Un ejemplo de ello es la

creación de la Fundación Argentina de Nanotecnología, dependiendo del Ministerio

de Ciencia, Tecnología e Innovación. Su misión es impulsar el desarrollo de la

nanotecnología, mediante diferentes instrumentos públicos y también, difundir

investigaciones y actores involucrados facilitando la conexión entre el mundo

académico y aquellos que busquen acceso a estas tecnologías para aplicarlas en el

campo industrial o comercial.

Una posible aplicación de la nanotecnología se presenta en el sector de

equipamiento médico. Esta tecnología puede colaborar en la esterilización del

material hospitalario, utilizando nanopartículas de plata, para lavar la blanquería o

pintar las paredes. Según explican los técnicos, logra destruir las bacterias que

pueden provocar diversas infecciones hospitalarias. Otro uso de la nanotecnología en

el sector es la obtención de tratamientos dúplex (nitruración iónica + recubrimientos

PAPVD) sobre aceros inoxidables martensíticos, utilizados en herramental quirúrgico,

para obtener superficies nanoestructuradas. Con el objeto de evaluar sus

propiedades tribológicas y de resistencia a la corrosión, se estudian la resistencia al

desgaste, la variación del coeficiente de fricción, y su comportamiento en el medio

biológico.

Por su parte, la incorporación de las Tecnologías de la Información y de la

Comunicación (TIC) han permitido que los procesos productivos presenten cambios

en la organización, permitiendo mejoras de productividad y calidad. Asimismo, la

introducción y amplia difusión de la electrónica y particularmente, de las TIC han

conducido a que se produzcan una serie de cambios en los procesos al interior de la

empresa del sector de bienes de capital. De esta forma, el sector de bienes de capital

se vio posibilitado de incorporar un mayor grado de automatización en procesos,

introducir o mejorar controles de calidad, realizar mediciones especiales, optimizar el

lay out de plantas y crear nuevas funciones en los puestos de trabajo.

38

En general, la implementación de TIC en el sector se ha concentrado en incorporar en

nuevos elementos de gestión administrativa y productiva. Las empresas han

incorporado software de diseño y fabricación (CAD, CAM) y de gestión (ERP) a sus

tareas diarias. Ello no sólo ha tenido efectos en reducción de tiempos, sino también

ha permitido realizar mejoras en los procesos productivos. Por ejemplo, el diseño

mediante el paquete informático AUTOCAD ha permitido automatizar el proceso de

corte de la materia prima, mejora que ha dado lugar a nuevos productos o bien, a que

el mismo producto brinde nuevas prestaciones. Previo al uso de esta tecnología,

dichos procesos eran muy dificultosos de realizar.

Otro ejemplo de amplia implementación de TIC se ha dado en el sector productor de

equipamiento médico. De acuerdo a fuentes del sector, las empresas utilizaron esta

tecnología fundamentalmente para encontrar soluciones a sus procesos productivos.

Ello permitió incrementar notablemente su eficiencia y obtener resultados positivos

en los niveles de productividad. Otra aplicación sectorial de las TIC ha sido diseñar e

implementar un sistema de trazabilidad de los equipos, innovación que no era posible

mediante tecnologías primitivas.

39

8. OPORTUNIDADES CIENTÍFICAS O TECNOLÓGICAS

LATENTES AÚN NO APROVECHADAS

Salvo algunos casos puntuales, actualmente la articulación entre el sector privado

productivo y los institutos nacionales de tecnología ha tenido más desencuentros que

resultados exitosos. Es frecuente que algunas empresas del sector consideren que la

producción científico tecnológica no atiende sus necesidades o su dinámica no se

ajusta a los tiempos de la actividad productiva, existiendo cierta desconexión entre la

creación de conocimiento y la factibilidad económica del proyecto. Por el lado de las

instituciones, existen dificultades para canalizar los pedidos del sector privado, ya

que muchas veces las empresas brindan una información parcial de sus proyectos o

son reacios a desplegar estrategias conjuntas. Este obstáculo en la comunicación

entre usina y usuario del conocimiento genera que el sistema nacional de innovación

presente un funcionamiento incompleto. Sin embargo, en los últimos años se ha

avanzado notablemente en estos temas, lo cual ha permitido delinear varias líneas de

trabajo que permiten acercar el accionar de los distintos actores, públicos y privados,

así como contar con mayores presupuestos.

Tanto el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva como el de

Industria y Planificación Federal han ido alineando sus acciones en este sentido. Los

programas de apoyo y fomento a la innovación se han ampliado y las empresas de

bienes de capital han sido uno de los destinos más importantes en programas como

el FONTAR. También la articulación entre empresas y el Ministerio de Planificación

Federal en el desarrollo de la televisión digital y las obras de generación de energías

renovables y no renovables constituyen casos concretos, que ha permitido potenciar

o ampliar capacidades en el sector fabricante de máquinas y equipos. Por su parte, el

Ministerio de Industria, fundamentalmente a través del Instituto Nacional de

Tecnología Industrial (INTI), ha retomado un rol muy activo en aspectos muy

relevantes para las empresas, como son la certificación de normas y la realización de

pruebas y ensayos.

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Asimismo, el INTI cuenta con un Centro de Mecánica funcionando en el Parque

Tecnológico Miguelete. La producción científico-tecnología, realizada por la unidad

técnica de máquinas y herramientas, presenta una importante diversidad de avances

tecnológicos en diferentes procesos y productos:

Mecanizado:

Diferenciación de aceites de corte puro en operaciones de agujereado.

Evaluación de aceites de corte emulsionables en operaciones de agujereado.

Mecanizado de alta velocidad (MAV)

Evaluación de maquinabilidad por torneado de un acero SAE 1020 fabricado

en Colombia

Rendimiento de sierras bimetálicas

Ensayos de fresas de metal duro integral

Brocas:

Influencia de la geometría de las hélices de brocas helicoidales en los

esfuerzos de agujereado.

Reducción de la variabilidad atribuible a las brocas, en la medición de

esfuerzos en operaciones de agujereado.

Microestructura y rendimiento de brocas helicoidales de acero AISI M2 con

tratamientos PVD y Duplex.

Rendimiento de brocas helicoidales de acero AISI M2 nitruradas por plasma

DC-Pulsado.

Rendimiento de brocas de acero AISI M2 con distintos tratamientos.

Métodos no normalizados de manufactura de probetas planas de tracción

(PPT):

o El punzonado de control numérico aplicado a la manufactura de PPT

normalizadas obtenidas a partir de chapas finas de acero galvanizadas.

o La electroerosión por hilo aplicada a la manufactura de PPT normalizadas

obtenidas a partir de chapas finas de acero galvanizadas.

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o El proceso de corte láser aplicado a la manufactura de PPT normalizadas

obtenidas a partir de chapas finas de acero galvanizadas.

o El corte por chorro de agua con abrasivos aplicado a la manufactura de

PPT normalizadas obtenidas a partir de chapas finas de acero

galvanizadas.

Procesos de corte alternativos aplicados a la manufactura de PPT: Trabajo

final.

Procesos de conformado: Forjado de un brazo de suspensión.

El Instituto también cuenta con distintos laboratorios, donde se prueban las

propiedades de diferentes materiales. Por un lado, el laboratorio de metalografía se

encarga de estudiar las características macro y micro estructurales o constitutivas de

un metal o aleación, las cuales se las puede relacionar con sus propiedades físicas,

químicas y mecánicas. También, cuenta con un laboratorio de ensayos mecánicos, el

cual estudia las propiedades mecánicas de diferentes productos metálicos, las cuales

pueden relacionarse con sus propiedades químicas y microestructurales.

El CIDIDI, fue creado mediante convenio firmado entre la Facultad de Ingeniería de la

Universidad de Buenos Aires (FIUBA), y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

(GCBA), a través de su Ministerio de Producción (actual Ministerio de Desarrollo

Económico) en 2007. Algunos proyectos vinculados al sector de bienes de capital

son:

Desarrollo de Innovaciones y Capacitación de la Industria de la Fundición.

Desarrollo de Tecnología y Enseñanza del Ascensor.

Desarrollo, Producción y Aplicación de Nanocompuestos y Aleaciones

Nanoestructuradas.

El último de los desarrollo se trata de un proyecto llevado a cabo conjuntamente

entre la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina y la FIUBA.

El objetivo es promover, producir y aplicar productos nanotecnológicos locales que

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aseguren un desarrollo sostenido de la industria metalúrgica en el contexto

internacional.

Este proyecto forma parte de la convocatoria de Nanotecnología impulsada por

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación a través de la

Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, bajo subsidio del Fondo

Argentino Sectorial (FONARSEC).

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REFERENCIAS

ADIMRA-UNGS (2009) “Comportamientos empresariales y demandas de políticas en

el sector metalmecánico argentino”, trabajo coordinado por Grasso, F y Kantis, H,

Informe Final de Proyecto.

CENES (2003) “El sector de maquinaria para la alimentación y su encadenamiento

productivo”, Centro de Estudio de la Estructura Económica (CENES), Facultad de

Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires.

CESPA (2006) “Lineamientos de una propuesta para el desarrollo armónico de la

industria local de bienes de capital. Propuesta de Plan estratégico para la industria de

bienes de capital”, Informe y Anexos, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad

de Buenos Aires.

Fernández Rotelli, M. Luján (2008) “La industria metalmecánica en Río Cuarto. ¿Un

sistema productivo local?”, Tesis de final de carrera de grado, Facultad de Ciencias

Económicas, Universidad de Río Cuarto.

FUNDES (2005) “Notas sobre una experiencia de desarrollo local y fomento a la

cultura emprendedora: el caso de Olavarría”, Informe.

Gatto, F (1999) “Desafíos competitivos del Mercosur a las pequeñas y medianas

empresas industriales” Revista de la CEPAL

Kantis, H; Moori-Koenig, V; Yoguel, G (1993) “Las empresas medianas y pequeñas de

bienes de capital ante la apertura y el Mercosur; perfiles empresariales y escenarios

para diseñar acciones de fortalecimiento de su competitividad” Documento de

Trabajo. CEPAL y Consejo Federal de Inversiones.

Nassif, A (2008) “Estructura y competitividad de la industria brasileña de bienes de

capital” Revista de la CEPAL

44

Peirano, F (2011) “El complejo productivo de bienes de capital”, Documento de

Trabajo.

Peirano, F (2006) “La contribución del Sector Industrial al Cambio Tecnológico. Un

análisis comparado de los casos de Argentina y Brasil”, Documento de Trabajo.

Centro Redes.

UIA (2008) “Debilidades y desafíos tecnológicos del sector productivo. Capitulo

Metalmecánica”, Informe Final.