tomás de aquino final

Post on 13-Jun-2015

3.098 Views

Category:

Education

0 Downloads

Preview:

Click to see full reader

TRANSCRIPT

14 1

Santo Tomás de Aquino

0. Contexto histórico: Introducción

Históricamente la Edad Media comprende el período que transcurre desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d. C. hasta la caída de Constantinopla en el 1453. En Filosofía se considera el comienzo de la filosofía medieval el año 529 d. C., fecha de la apertura del monasterio benedictino de Montecassino y de la clausura de la Academia platónica. Pero los orígenes del pensamiento medieval se encuentran ya en el siglo II d. C., cuando filosofía y cristianismo convergen en el mundo romano y la temática filosófica deriva hacia temas religiosos (en la Patrística). La filosofía medieval que vamos a abordar se ciñe a los límites espaciales de la Europa occidental feudal, heredera de la que había sido la parte occidental del Imperio Romano, asentamiento de los pueblos germánicos y posteriormente del Imperio Carolingio. Conviene tener presente que ésta no fue la única continuación de la filosofía antigua, que siguió en otro curso en el Imperio Bizantino y luego en el mundo árabe y judío. Haremos también referencia a estos otros desenvolvimientos, en la medida en que resultaron decisivos para la evolución del pensamiento occidental. Las señas de identidad de este período vienen marcadas por la religión cristiana que cimentará toda esta etapa y proporcionará la visión del mundo presente en el feudalismo , la vida de los monasterios , y el surgimiento de las ciudades y las universidades . El feudalismo es la estructura económica y política que rige la Europa de los siglos IX-XIII. La palabra feudo significa «posesión territorial de un señor». Es pues un sistema basado en la propiedad de amplias extensiones de tierras (latifundios) poseídas por una minoría de señores feudales que viven en sus castillos formando núcleos independientes política y económicamente, y trabajadas por la mayoría de campesinos sometidos a éstos. La sociedad feudal es una sociedad estamental, dividida en dos grandes grupos:

a) Los privilegiados (nobleza y clero) b) Los no privilegiados (campesinos).

a) Los primeros eran los dueños de la tierra y se dedicaban a la guerra y a la oración; no tenían que pagar impuestos, impartían justicia, daban permiso para casar o para marchar de las tierras, y sólo tenían la obligación de recoger a los campesinos en el castillo en tiempos de guerra. b) Por el contrario los campesinos trabajaban la tierra y mantenían a guerreros y clérigos, debían pagar una parte de la cosecha al señor, trabajaban gratis sus tierras determinados días del año, tenían que pagar por usar el molino, por cruzar el puente, por llevar a pastar el ganado,... La Iglesia les cobraba la décima parte de la cosecha (el diezmo). Se pertenecía a un estamento por nacimiento, con lo cual no se podía saltar de uno a lo largo de la vida. La relación entre estamentos era el vasallaje. Una persona que necesitaba ayuda para defenderse se hacía vasallo de otra y le juraba fidelidad hasta la muerte.

15 1

Se creó así una pirámide feudal: en la cumbre se situaba el Papa y el Emperador; por debajo los reyes; cada uno de ellos podía tener nobles señores sometidos, que a su vez dominaban otros más pequeños; y todos, en la base de la pirámide, tenían como vasallos a los campesinos de sus feudos. Entre éstos, estaban los campesinos libres (villanos) que poseían ciertas tierras (los mansos) por las que pagaban al señor, y los siervos de la gleba, que trabajaban las propiedades directas del señor feudal y eran casi esclavos. La Iglesia tenía la misma estructura feudal y los monasterios eran también feudos. Constaban de una iglesia con otras dependencias fortificadas y tenían tierras, pastos y bosques trabajados por siervos y villanos. Tuvieron mucha importancia económica y sobre todo cultural, pues fue en sus bibliotecas donde residió y se cultivó todo el saber de la época. A partir del siglo XI comienzan a reaparecer las ciudades y se produce un intercambio comercial entre el mundo rural y urbano: el campo produce materias primas y alimentos y la ciudad proporciona productos manufacturados. El sistema feudal se mantuvo y las ciudades en esta época fueron sólo un elemento secundario dentro del sistema social, acogiendo la mano de obra excedente del campo. Se mantuvo la sociedad estamental pero surgió un nuevo grupo social dentro de los no privilegiados que fue la burguesía . La burguesía fue el grupo social dominante en el mundo urbano. Eran hombres libres, independientes del señor feudal, que basaban su status en la riqueza. Pronto existió una alta burguesía, formada por los ricos banqueros y comerciantes, y una pequeña burguesía de artesanos. La alta burguesía ocupó los puestos más importantes en los núcleos urbanos y ayudó a los monarcas a aumentar su poder frente a la nobleza feudal. En las ciudades el trabajo se organizó por oficios, apareciendo los gremios , asociaciones de artesanos que tenían como objetivo facilitar las materias primas, fijar los precios de venta,... Los siglos XI-XIII fueron tiempos de florecimiento económico, y Europa amplió sus relaciones comerciales gracias a la ruta marítima del Mediterráneo (que permitió los contactos con el Próximo Oriente) y la establecida entre el mar del Norte y el mar Báltico (que llevó a un contacto con los pueblos eslavos), además de las rutas terrestres que cruzaron el continente. La Iglesia continuó dominando la sociedad medieval adaptándose a las ciudades. Aparecieron nuevas órdenes religiosas mendicantes como los franciscanos y los dominicos , que crearon conventos urbanos y se dedicaron a la evangelización y al estudio de la teología. Tomás de Aquino vive en el siglo XIII, en la Baja Edad Media, el período áureo de la teología y la filosofía gracias a la creación de las universidades (los nuevos centros de enseñanza e investigación), a la fundación de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos proporcionarán gran cantidad de maestros muy cualificados, y el propio aquinate es dominico), y al contacto de los medios culturales occidentales con obras filosóficas desconocidas hasta entonces (los escritos metafísicos y físicos de Aristóteles, por ejemplo).

1. La noción de Escolástica y el nacimiento de la Universidad

Durante la Edad Media tiene lugar el nacimiento de la filosofía escolástica.

16 1

El término escolástica procede del latín scholasticus que significa «quien enseña en una escuela», refiriéndose al maestro que enseñaba en las escuelas monacales las artes liberales: el Trivium (que constaba de gramática, retórica y dialéctica) y el Quadrivium (que comprendía los estudios de música, aritmética, geometría y astronomía). Pasó por extensión a significar además la materia enseñada y el método empleado para la enseñanza. Se conoce también la escolástica como la filosofía elaborada dentro del dogma católico, lo que la lleva más allá de las fronteras de la Edad Media. La filosofía medieval fue más que escolástica, pero puede afirmarse que fue el elemento más importante dentro del pensamiento del medievo. El método escolástico comprendía dos momentos: se comenzaba con la lección (lectio) que consistía en la lectura de un texto de la Biblia o de una autoridad por parte del maestro. A medida en que el lector fue haciendo anotaciones a los textos que leía aparecieron en la literatura escolástica los comentarios, que recogían el texto original más las glosas y anotaciones de los lectores. A continuación se procedía a la disputa (disputatio), donde maestro y alumnos defendían e impugnaban la tesis de la lectio siguiendo un rígido esquema argumentativo que acababa con la síntesis y conclusión del maestro. Como consecuencia aparecieron las cuestiones (quaestio), que reflejaban las interpretaciones contrapuestas sobre un tema. Un desenvolvimiento más sistematizado de las quaestio fueron las sumas (summas), compendios sistemáticos del saber. La escolástica no pretendía encontrar una verdad que ya sabía de antemano por la Revelación, ni su método tenía este objetivo, sino que era un modo de fundamentarla e interpretarla mediante el pensamiento racional con el fin de conseguir un amplio conocimiento de las verdades de fe. Para la justificación y legitimación de las ideas era constante la apelación a la autoridad (San Agustín dice...; la Biblia demuestra...). Pueden distinguirse cuatro grandes etapas en el desenvolvimiento de la escolástica:

1. Formación (del s. IX hasta comienzos del XI): destaca Alcuino o Escoto Eriúgena. 2. Desenvolvimiento (del s. XI hasta mediados del s. XII): Anselmo de

Canterbury y Pedro Abelardo. 3. Florecimiento (segunda mitad del s. XII hasta finales del s. XIII): Tomás

de Aquino representa el culmen de la Escolástica. 4. Crisis (s. XIV): surge el nominalismo que cuestiona el propio método

escolástico. Las universidades responden al nuevo sistema de vida que trae consigo la aparición de las ciudades. Su origen lo encontramos en las escuelas medievales del siglo XIII, a las que acudían estudiantes y profesores de toda Europa (las más importantes eran las de París, Chartres y San Víctor). Poco a poco, debido a sus complejas estructuras de funcionamiento, con motivo de una demanda cada vez mayor, y con un afán de liberarse de los rígidos e intransigentes criterios de los obispos que dominaban las escuelas, se van a ir transformando en asociaciones de maestros, o maestros con alumnos que van a elaborar estatutos propios. Bajo el papado de Inocencio III en el siglo XIII fueron protegidas con el fin de mantenerlas bajo la ortodoxia cristiana. Surgen así las universidades: en 1158 nace la Universidad de Bolonia, en 1180 la de París, en 1214 la de

17 1

Oxford, con un reconocimiento legal de su función académica, sus estatutos y sus privilegios, obteniendo el derecho a otorgar el grado correspondiente a los estudios seguidos. La Universidad de París, protegida por el papado, será la más importante de esta época. Por ella pasan los filósofos y teólogos más importantes, como S. Buenaventura, San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, Siger de Brabante, Raimundo Llull, Duns Escoto y otros. Las universidades constaban de cuatro facultades: la de Derecho (en la que se especializó la Universidad de Bolonia), la de Medicina (donde sobresalen las universidades de Montpellier y Salerno), la de Artes y Letras y la de Teología (en estas dos destaca la Universidad de París), que era la más importante. Las facultades estaban dirigidas por un decano, y habitualmente el decano de Artes y Letras era nombrado rector. El idioma universitario era el latín. Franciscanos y dominicos rechazarán las cátedras más importantes, lo que originará disputas entre las distintas universidades.

2. La recepción de Aristóteles. Averroes y el averroísmo latino

Estamos delimitando nuestro objeto de estudio en la filosofía medieval europea, tal y como se desenvolvió a partir de la caída del Imperio Romano de Occidente. Pero este no fue el único rumbo tomado, ni la única derivación de la filosofía grecorromana. El Imperio Romano de Oriente devino en el Imperio Bizantino. En Arabia, Mahoma funda la religión islámica en el siglo VII y a partir de ahí comienza la expansión del Islam . Desde la península Arábiga los musulmanes se expanden hacia el norte y conquistan en un primer momento el sur del Imperio Bizantino, o sea Siria, Egipto y Palestina. Allí, fundamentalmente en Siria, permanecían muchas obras de la Grecia clásica, en especial las de Aristóteles , que eran desconocidas para los filósofos occidentales. Los árabes entran en contacto con ellas, y comienzan a traducirlas del griego al árabe, del griego a siríaco, y de este al árabe. De este modo el mundo islámico se hizo portador del saber griego que elaboró e interpretó confrontándolo con la verdad del Corán. Los árabes continúan su expansión por todo el norte de África y en el 711 conquistan la península Ibérica, haciendo de la ciudad de Córdoba el centro cultural del occidente musulmán. Además de introducir su cultura y conocimientos, acercan a Europa el legado griego que su filosofía estaba comentando y trabajando. Es así como el mundo occidental recupera nuevamente la totalidad de la filosofía griega. La cultura árabe influye en los judíos que vivían dispersos por el territorio musulmán y que, aunque mantuvieron sus tradiciones se impregnaron también de la cultura islámica. Durante mucho tiempo trabajaron conjuntamente en la península Ibérica estudiosos árabes, judíos y musulmanes. Con el fin de lograr una difusión sistemática del saber greco-judío-islámico, el arzobispo Raimundo de Sauvetat organizó en Toledo, en el siglo XII, una Escuela de Traductores en la que se tradujeron tratados médicos de Galeno e Hipócrates, de la astronomía de Ptolomeo, de la matemática de Euclides (es en esta época cuando se introduce la notación numérica arábiga, lo que facilitó el cálculo), el Corán, obras árabes y judías y las obras de Aristóteles , junto con los comentarios que le había hecho a éstas los autores

18 1

musulmanes. Y así, en el primer tercio del siglo XIII el occidente cristiano descubre un mundo culturalmente nuevo y desconocido hasta aquel momento. Las obras de Aristóteles causan una gran conmoción en el pensamiento europeo, dominado hasta el momento por la interpretación platónica del mundo y el ser humano. En 1215 fueron prohibidas en la Universidad de París las obras aristotélicas que versaban sobre metafísica o filosofía natural. Se apreciaba el valor de la lógica aristotélica, pero, por lo demás, el Estagirita era considerado un filósofo pagano donde sus doctrinas chocaban abiertamente con la revelación. Ej., su defensa de la eternidad del mundo, y la mortalidad del alma.

Entre los filósofos musulmanes conviene nombrar entre otros a Al-Kindi, el primer gran pensador de la filosofía islámica; Al-farabí, el introductor del aristotelismo en la cultura árabe o Avicena, el primer comentador de Aristóteles, con fuerte influencia neoplatónica. Centrémonos en una gran influencia para Santo Tomás: el filósofo musulmán Averroes.

Averroes (Ibn Rush, en árabe) fue un importante médico, jurista y filósofo, nacido en Córdoba en el 1126 y que muere en Marruecos en el 1198. Es el gran comentador de Aristóteles, de quien hace paráfrasis libres de los textos (Comentarios medios), compendios sin relación estricta con el texto y Grandes Comentarios, donde reproduce los textos del estagirita analizados párrafo a párrafo. Para él, «la doctrina de Aristóteles coincide con la verdad suprema». Confía totalmente en la razón, lo que le llevará a la confrontación con la dogmática islámica. Por citar tres ejemplos, no acepta la idea de la creación a partir de la nada que defiende la religión, pues es contraria a la razón. Del mismo modo afirma la inmortalidad del espíritu suprapersonal, pero no defiende la inmortalidad del alma individual. En el ámbito moral aboga por la necesidad de hacer el bien por sí mismo y no por la consecución de premios en la otra vida. Conviene destacar su concepción sobre la relación fe-razón, pues también en la filosofía árabe se suscita el problema al intentar conciliar las verdades de la razón con la verdad del Corán. Averroes defiende que la misma verdad se transmite por la filosofía y por la teología. La filosofía enuncia la verdad en estado puro y, por lo tanto, sólo es accesible a algunos individuos. El Corán intenta acercar la verdad de un modo más sencillo, para llegar a más gente, a toda aquella que no puede llegar a las profundidades de la filosofía. En el caso de conflicto «es preciso ponerse del lado de los filósofos», y buscar un sentido interno al libro sagrado (pues el sentido externo está elaborado para los individuos menos preparados). Con el redescubrimiento de la obra aristotélica íntegra y los comentarios que hace Averroes de la misma, se crea un movimiento filosófico conocido como Averroísmo Latino , que mantenía dos tesis basadas en la cosmología y antropología aristotélicas, contrarias a la doctrina cristiana: 1. La eternidad del mundo, preconizada por el pensamiento de Aristóteles,

atenta contra la creencia cristiana de que el mundo fue creado por Dios. Para Aristóteles, Dios no es más que el motor inmóvil que mueve eternamente un mundo eternamente existente, pero este Dios no creó el mundo ni tiene ninguna relación con él.

2. El alma de cada ser humano no es inmortal, sino que muere y se corrompe, siendo el entendimiento el único inmortal. El entendimiento al que se refería Aristóteles está presente en cada ser humano, pero es único para toda la humanidad y se identifica con Dios.

19 1

3. Tomás de Aquino (1225-1274). Vida y obra Nace en Rocca Secca (Italia) en 1225, cerca de Aquino. Hijo del conde

de Aquino, pariente de Federico Barbarossa (en lucha con el papado). A los cinco años cursa estudia en la abadía benedictina de Montecassino. Estudios en la Universidad de Nápoles; allí ingresa en la Orden de los Predicadores (Dominicos) Secuestrado por deseo de su madre, que se oponía a la decisión de Tomás, queda retenido en el castillo de Rocaseca. Al huir es enviado a la Universidad de París, donde se convierte en alumno de Alberto Magno . Maestro en diversas Universidades y en distintos grados (Colonia, París, Nápoles). En 1323 fue canonizado por el papa Juan XXII.

El catálogo de las obras de Tomás de Aquino sobrepasa los ciento treinta títulos, con una diversidad bastante amplia, tanto en lo referente a la temática, como al género expositivo o a la extensión.

Se supo servir, por ejemplo, de una metodología tan tradicional en la Escolástica como es la disputatio (“disputación”). En la disputatio aparecen diversos tipos de objeciones, conclusiones y respuestas en torno a un determinado tema. El espíritu didáctico del aquinate encuentra en ella un instrumento de gran valor para plasmar por escrito el resultado de diversos estudios e investigaciones. Entre las obras del Santo figuran una docena de Quodlibetales (disputaciones de carácter general) y 14 series de Cuestiones disputadas (de carácter monográfico en torno a un tema determinado. Otra muestra la encontramos en el Escrito sobre las Sentencias del Maestro Pedro Lombardo.

También utiliza modelos expositivos escolásticos mezclados. Redacta, así, los comentarios a diversas obras de Aristóteles en forma de lectiones, o dota de una estructuración en capítulos muchas de sus obras, como la Suma contra los gentiles (de singular importancia apologética), el opúsculo Sobre el ser y la esencia, etc. Pero todo ello no supone óbice para que se reconozca el valor dialéctico y pedagógico de la técnica disputativa.

Existía, además, cierta costumbre, entre los maestros medievales, de elaborar compendios más o menos sistemáticos, sobre determinadas materias, bajo el título de “Sumas”, atendiendo, en líneas generales, al esquema típico de la “disputación”. Tomás también redacta Sumas pero, fiel a su espíritu innovador en la metodología, adopta otra metodología, tanto en la Suma contra los gentiles, como en la Suma de Teología.

La Suma de Teología es una obra maestra, el culmen en su género. Tomás se propone con ella elaborar una especie de enciclopedia teológica dirigida a la enseñanza y retoma la forma expositiva de la disputación. La Suma de Teología es un gran compendio de teología –con importantísimas aportaciones filosóficas- que consta de tres partes. Cada parte está dividida en cuestiones y éstas, en artículos.

4. Influencias en Tomás de Aquino El Santo de Aquino, amén de buen pedagogo, fue un destacado ejemplo de

espíritu abierto y progresista. No dudó en mostrar franca simpatía por el sistema filosófico de Aristóteles, en una época en que un número nada reducido de autoridades eclesiásticas y teólogos le eran francamente hostiles. El teólogo dominico lo estudió a fondo, redactó extensos comentarios a sus

20 2

obras fundamentales asumió muchas de sus tesis básicas como entramado perfectamente válido para desarrollar explicaciones filosóficas y teológicas. Cuando él lo cita lo nombra como “el Filósofo”.

Además asume comentarios de Averroes , denominado Comentator –”el Comentador”-, algo chocante pues era un filósofo musulmán, lo que, en el mundo cristiano medieval viene a ser sinónimo de “gentil”, o si se prefiere “infiel”. Como lo era Avicena , al que también cita con cierta frecuencia. Recordemos que en el siglo XIII continuaban las Cruzadas y las luchas de la Reconquista en España. Maimónides , el filósofo hebreo, también le influye en alguna de las pruebas para demostrar la existencia de Dios.

5. El problema de la razón y fe

El problema fe-razón alude al conflicto en las relaciones entre religión y filosofía, o sea, de un saber comprometido en la comprensión de la revelación y un saber basado en la argumentación por la razón. El origen del problema lo encontramos en el siglo II, en los primeros contactos entre ambos tipos de conocimiento, y va a convertirse en uno de los temas centrales de la reflexión medieval. Podemos señalar cuatro respuestas básicas al problema: 1. Oposición entre fe y razón: se defiende la incompatibilidad entre los dos tipos de saberes. La fe es autosuficiente y no necesita para nada de la filosofía, ni para justificarse ni para comprenderse. Es la posición defendida por Tertuliano cuando afirma «creo porque es absurdo ». Esto le llevó a sostener la teoría del latrocinio , que dice que si hay algo de verdad en la filosofía antigua es por un plagio del Antiguo Testamento. 2. Conciliación de fe y razón: la verdad única, en sentido estricto, es la verdad de la revelación y, tanto la fe como la razón, la persiguen. La razón ayuda a hacer comprensible la verdad cristiana. La fe, por su parte, ilumina y orienta el conocimiento racional, y permite alcanzar conocimientos no accesibles de otro modo. Es la postura que defenderán San Agustín, Boecio, Anselmo, Pedro Abelardo , etc. 3. Separación de fe y razón: razón y fe son autónomas, independientes e igualmente verdaderas. El averroísmo latino defiende la teoría de la doble verdad: existe una verdad filosófica y otra religiosa que pueden ser contradictorias pero ninguna es superior. Esta postura no fue aceptada por la ortodoxia eclesiástica y sus defensores fueron considerados herejes. 4. La posición de Tomás de Aquino: intersección fe y razón. Tomás de Aquino entiende que la razón y la fe representan dos hechos distintos, pero no divergentes, de conocimiento: a) Afirma que son distintos porque la fe se basa en la revelación sobrenatural, mientras que la razón es una facultad que corresponde a las personas sobre la base de su propia naturaleza. b) Sostiene que no son divergentes porque entre ellas no puede darse contradicción, dado que tienen un origen común: la fuente de la verdad (Dios). Rechaza, por lo tanto, la tesis de algunos averroístas, la teoría de la doble verdad de los averroístas latinos, acerca de la existencia de dos verdades de signo contrario: la de la fe y la de la razón. Tomás de Aquino describe un triple ámbito de verdades: a) Verdades a las que se puede acceder sólo con la razón natural y que no inciden en el ámbito de la salvación. Por ejemplo: las verdades de las matemáticas o las de la ciencia natural.

21 2

b) Verdades que están contenidas en los «artículos de la fe» y que exceden las posibilidades naturales de la razón humana. Para éstas resulta imprescindible la fe. Por ejemplo, los misterios de la Trinidad o de la Encarnación. c) Verdades que el ser humano podría alcanzar con su razón, pero que son importantes para la salvación de la especie humana y que por tanto requieren también la intervención de la fe. Éstas no son «artículos de fe», sino «preámbulos de fe ». Por ejemplo: la inmortalidad del alma, la demostración racional de la existencia de Dios. Desde estas tres perspectivas es preciso entender las relaciones entre la razón y la fe, o entre la filosofía, como saber racional, y la teología, como saber fundado en la revelación, sobrenatural. Son relaciones de autonomía y de mutua colaboración. Por lo tanto, razón y fe se armonizan y complementan. Por eso resulta legítimo el uso de la razón para aquellas verdades que el conocimiento humano puede alcanzar y al mismo tiempo la fe prolonga la capacidad de conocimiento humano más allá de los límites de nuestra razón. En este contexto, la filosofía comienza a dejar de ser la «criada» de la teología (ancilla theologiae), es decir, la consideración de que la razón está al servicio de la fe; pues la razón tiene su propio ámbito de aplicación, autónomo, dentro de esa verdad única, al igual que ocurre con la fe.

6. Ontología: la estructura de la realidad

6.1 Esencia y existencia: la estructura de la realidad Los conceptos de esencia y existencia son nuevos y nuestro autor los recibe en herencia especialmente del pensador árabe iraniano Avicena . Tomás de Aquino distingue cuidadosamente entre lo que las cosas son (esencia) y el hecho de que existan o no (existencia). La esencia es un conjunto de características que hacen que una cosa sea lo que es, su singularidad, que la hace distinguirse de otras. Por ejemplo: la esencia del ser humano es ser «animal racional». Existencia es el acto de ser, recibido en la esencia por la intervención de «causas segundas» (padres) o de la «causa primera» (Dios), que es acto puro. En Dios , esencia y existencia se identifican, no hay distinción. Dios es un ser necesario: existe y no deja de existir. Su esencia consiste en el acto de existir. Por el contrario, los seres creados, que están compuestos de esencia y existencia son contingentes, es decir, existen, pero pueden dejar de existir (por ejemplo, con la muerte) por lo que su existencia no pertenece necesariamente a su existencia.

6.2 La demostración de la existencia de Dios

Tomás de Aquino era fundamentalmente un teólogo: tanto en la Suma de Teología como en la Suma contra los Gentiles trata de afianzar el saber humano sobre Dios. El conocimiento humano tiene su punto de partida en la experiencia sensible, puesto que no es posible un conocimiento intuitivo de Dios (excepto visión beatífica). Mas la inteligencia humana puede llegar al conocimiento de la existencia de Dios a partir de los datos empíricos. Se vale para ello de 5 VÍAS.

22 2

Antes de exponerlas es necesario refutar los dos modos de pensar a Dios en su época: el ONTOLOGISMO y el TRADICIONALISMO . El ONTOLOGISMO considera que el primer ser tiene que constituir el objeto primero del conocimiento y por eso, atribuía a la mente humana la capacidad de conocer la existencia del Ser supremo de forma evidente e inmediata. Para el de Aquino, sin embargo, el conocimiento humano es PRECARIO, pues no puede alcanzar de modo satisfactorio la esencia divina durante su existencia terrenal. El representante más significativo del ontologismo es S. ANSELMO DE CANTERBURY (S. XI) que proponía un “ARGUMENTO ONTOLÓGICO” para demostrar la existencia de Dios. S. Anselmo creyó encontrar un testigo irrefutable de la existencia de Dios en el hecho de que todo el mundo lo concibe como “lo más perfecto que se puede pensar” . La suposición de que tal ser no exista sería una contradicción manifiesta, dado que ese ser no sería perfecto. Santo Tomás replica a S. Anselmo que existe en su argumento un tránsito indebido del orden lógico al de la realida d, pues de la idea de un ser, por perfecto que sea, sólo se puede concluir la correspondiente idea de existencia, nunca la existencia real, a no ser que ya se suponga realmente existente dicha perfección. El TRADICIONALISMO se muestra tan desconfiado de las posibilidades de la inteligencia humana, que le niega la aptitud para demostrar la existencia de un ser supremo: sólo se llega por el camino de la fe. El “Doctor Angélico” refuta esta teoría distinguiendo entre demostración a priori (aquella que concluye en los efectos a partir de las causas, también denominada propter quid ) y a posteriori (que, tomando como principio de la argumentación ciertos efectos, llega a la existencia de una causa, también denominada quia ). Para el aquinate es imposible argumentar a priori la existencia de Dios, puesto que esto implicaría que el ser incausado es efecto de una causa superior, lo cal es imposible. Tomás de Aquino aboga por una demostración a posteriori de la existencia de Dios mediante 5 vías. Las cinco vías son cinco argumentos que permiten a la mente humana acceder al conocimiento de la existencia de un Ser Supremo a partir de la experiencia sensible. Todas las vías recurren al PRINCIPIO DE CAUSALIDAD : proporciona la trabazón metafísica para enlazar hechos empíricos con una realidad suprema que transciende toda empiria. Si no se acepta éste, se desmorona la argumentación. Los 5 argumentos mantienen el mismo esquema: Un punto de partida : parte de un dato de la experiencia , algo perfectamente observable. 1º grado de la vía : a aplicación del principio de causalidad o razón suficiente a dicho punto de partida (los efectos empíricos postulan la existencia de las cosas). 2º grado de la vía : es imposible que se pueda dar una serie infinita de causas subordinadas unas a otras: ES NECESARIO SUPONER UNA CAUSA PRIMERA. Término final : tal causa primera es Dios . La primera de las vías parte de la constatación empírica del movimiento . La existencia de realidades cambiantes en el mundo es innegable. Ahora bien, «todo lo que se mueve es movido por otro», porque lo

23 2

que se mueve está en potencia respecto de aquello hacia lo que se mueve, y nada puede pasar de la potencia al acto si no es en virtud de algo que ya se encuentra en acto. La explicación del movimiento, por consiguiente, hace pensar en una serie de motores móviles que se van accionando unos a otros. Y, dado que este proceso no puede ser infinito, es necesario admitir la existencia de un primer motor inmóvil: Dios . El segundo argumento está tomado de la causalidad eficiente . En el mundo podemos observar series de efectos y causas que, a su vez, son producidas por otras, pues nada pode ser causa de sí mismo. Como tales series no pueden prolongarse de manera infinita, todo hace pensar, en la existencia de una causa primera incausada , que es Dios . La tercera vía toma su punto de arranque de la contingencia de los seres mundanos . Los seres contingentes, como ya se vio, no tienen en sí mismos la razón de su existencia. Ésta sólo puede devenirles de algún ser necesario. Si este, a su vez, depende de otro y este de otro, y así sucesivamente, nos encontramos de nuevo abocados a una cadena infinita imposible a todas luces. Por ello ha de inferirse la existencia de un ser absolutamente necesario , al que todos llaman Dios . Los diversos grados de perfección en las cosas constituye el punto inicial de la cuarta vía . La verdad, la bondad, la nobleza y otras perfecciones no se encuentran repartidas por igual en los distintos seres del mundo, sino que admiten diversidad de grados. Pero la gradación en las perfecciones implica relación a la perfección absoluta. Luego existe el ser absolutamente perfecto: Dios . La quinta y última vía se basa en el orden que se aprecia en el universo. Todo agente obra por un fin . Los agentes dotados de conocimiento pueden perseguir sus fines conscientemente, así como también conducir otras cosas hacia sus objetivos. Pero el orden admirable que reina entre el resto de los agentes mundanos postula la existencia de una inteligencia suprema , a la que llamamos Dios .

VÍA Influencias Punto de partida Principio de causalidad

Imposibilidad de retrocesión

al infinito

Término final

1º MOVIMIENTO Aristóteles Todo se mueve Cadena de movimientos

Motor inmóvil DIOS

2ª CAUSA EFICIENTE

Aristóteles Existen causas eficientes

Unas causas están subordinadas a otras

Causa incausada DIOS

3ª CONTINGENCIA

Maimónides, Avicena

Existen seres contingentes

Cadena de causas de seres

contingentes

Ser necesario DIOS

4ª Grados de perfección

Platón, Agustín y Anselmo

Existen grados de perfección en los

seres

Graduación de seres y de causas de estos

seres

Ser perfecto DIOS

5ª Finalidad Platón, Agustín Todo tiende a un fin Necesidad de un Ser que dirija y entienda

Inteligencia Suprema

DIOS

24 2

6.3 La demostración de la esencia de Dios Una vez demostrada la existencia de un Ser Supremo, conviene investigar lo que considera accesible a la razón humana de la naturaleza divina, es decir, la esencia de Dios. Mas el conocimiento humano es precario y “la sustancia divina sobrepasa por su inmensidad todas las formas de nuestro entendimiento”. Acude a la “analogía del ser”, aunque admitiendo que existe una gran diferencia entre las criaturas y Dios, por lo que nuestro conocimiento de su esencia queda oscurecido. Existen tres vías por las que la razón humana intenta aprehender la esencia divina: 1) LA VÍA AFIRMATIVA 2) LA VÍA DE EMINENCIA 3) LA VÍA NEGATIVA O DE REMOCIÓN 1) VÍA AFIRMATIVA O DE CAUSALIDAD: afirmamos de Dios todo lo que nuestro entendimiento es capaz de concebir. En las criaturas se dan perfecciones que, en cuanto tales, no denotan imperfección alguna: la deficiencia que podemos observar en ellas se debe a la limitación de la propia criatura. Tal es el caso de las llamadas “perfecciones puras” como la bondad o la sabiduría. Luego Dios es inteligencia, sabiduría, vida, bondad : si se dan en las criaturas tales perfecciones, no puede el Creador carecer de ellas. Es impensable que la causa esté desprovista de las perfecciones encontradas en los efectos. 2) VÍA DE EMINENCIA: atribuimos a Dios todo lo que entendemos de Él en grado sumo. La distancia entre las criaturas y Dios es infinita; para hablar de él recurrimos a la vía de la eminencia, predicando de Dios las perfecciones en grado supremo. Así, Dios es un ser omnipotente, omnisciente, suprema bondad, suprema perfección . 3) VÍA NEGATIVA O DE REMOCIÓN : excluye de Dios las imperfecciones observadas en los seres creados para acceder a lo poco que podemos conocer de los atributos divinos. No podemos saber lo que es, sólo lo que no es. El aquinate muestra una clara preferencia por esta vía, siguiendo de este modo una tradición existente desde la Patrística. Dios es simple, perfecto, acto puro, infinito, inmutable, eterno y uno . Con todo hay un atributo fundamental : Dios es el mismo ser subsistente en él: esencia y existencia se identifican, son la misma realidad. Esta perfección atañe a la divinidad de forma exclusiva.

7. Moral y política: Ley divina, ley natural y ley positiva en Tomás

La ética tomista, como la aristotélica, es teleológica y eudemonista . La naturaleza humana persigue un fin: toda acción humana tiende a un fin; y el fin es el bien de una acción. Hay un fin último hacia el que tienden las acciones humanas: la felicidad. La felicidad no puede consistir en la posesión de bienes materiales, sino que tiene que identificarse con la posesión del conocimiento de los objetos más elevados (teoría o contemplación). En su denodado intento por aproximar aristotelismo y cristianismo, identifica la felicidad con la contemplación beatífica de Dios. Luego para el aquinate la felicidad no es terrenal: la bienaventuranza perfecta sólo puede lograrla con la visión de la

25 2

esencia divina, y la visión beatífica no es asequible al ser humano en este mundo. Distingue tres clases de virtudes : 1) Corporales (perfección del cuerpo: la salud). 2) Morales (moderación en los deseos: templanza, fortaleza y justicia). 3) Intelectuales (perfección en el entendimiento: sabiduría y prudencia). Por virtud entiende también un hábito selectivo de la razón que se forma mediante la repetición de actos buenos. A la razón le corresponde dirigir al hombre hacia su propio fin, y el fin del hombre ha de ser acorde con la naturaleza, por lo que la actividad propiamente moral recae sobre la deliberación. Concede, por lo tanto, primacía al entendimiento sobre la voluntad. Uno de los primeros principios que descubre la razón es que ha de hacer el bien y evitar el mal. De él se siguen todas las exigencias básicas del comportamiento moral, emanadas directamente de las inclinaciones o tendencias naturales del ser humano: la defensa de la vida, la conservación de la especie a través de la procreación y crianza de los hijos, la búsqueda de la verdad relacionada con el fin último y la convivencia social.

Si la humanidad tiene una naturaleza idéntica y un mismo fin se sigue que los actos humanos tendientes a ese fin tienen que estar regulados por una normativa común: la LEY NATURAL. La LEY NATURAL es “la participación de la ley eterna en la criatura racional”. Por LEY ETERNA se refiere al ordenamiento que la sabiduría hace, desde la eternidad, de cada cosa hacia su respectivo fin. Los seres racionales tienen la ventaja de participar de ella de una forma especial, acorde a su racionalidad, y esta participación es la ley natural. La ley natural se basa en tres tendencias: En cuanto sustancia, el ser humano tiende a conservar su propia existencia, de aquí el deber moral de procurar y conservar su existencia. En cuanto animal, el ser humano tiende a procrear. De eso viene el deber moral de cuidar a los hijos. En cuanto ser racional, el ser humano tiende a conocer la verdad y vivir en sociedad. De aquí la obligación moral de buscar la verdad y respectar las exigencias de la justicia, La ley natural tiene tres características: 1) Es evidente (normas fácilmente conocidas por los seres humanos). 2) Es universal (común a todos los seres humanos). 3) Es inmutable (permanece siempre igual a pesar de los cambios en las sociedades). La LEY POSITIVA o HUMANA es la ley escrita promulgada por los gobiernos. Esta ley es una exigencia de la ley natural, que impone la vida en sociedad, vida que sólo es posible si existen normas legales que regulen la convivencia. Por otro lado, la ley positiva constituye la prolongación de la ley natural, por lo que debe de concretar las normas morales naturales, que son generales. La convivencia social es una de las exigencias de la LEY NATURAL. El ser humano para el aquinate, como para el estagirita, es un ser social por naturaleza. La convivencia en sociedad requiere dirección y gobierno.

26 2

Una autoridad que dirige los Estados hacia el bien común es necesaria. Dado que la sociedad es una exigencia de la naturaleza y ésta tiene su origen en Dios también la autoridad es de origen divina. Se afirma el origen divino de la autoridad y que los gobernantes sean responsables ante Dios (la tiranía debe ser evitada). Los gobernantes deben promulgar leyes justas que se encaminen hacia el Bien común. La LEY POSITIVA para ser justa debe mantener la concordancia con la LEY NATURAL. Sino es así, es injusta y los súbditos pueden desobedecerla (justifica la desobediencia civil). Así, existen tres tipos de gobiernos buenos o justos: democrático, aristocrático y monárquico. Y tres son los tipos de gobierno que representan la injusticia o son malos: demagógico, oligárquico y tirano.

top related