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e 1 N E

UNIVE.RSIDAD DE MEXICO

ma de galería y de talleres ha inauguradoel INBA a la entrada del bosque de Cha­pultepec. A mi me simpatiza la idea, claroestá, pero la forma de llevarla a cabocreo que adolece de muchas fallas. Antesque señalarlas todas sólo menciono lade haber puesto, al lado de la obra de lospintores jóvenes y de algunas muestrasdignas de artistas del siglo XIX, comoLandesio, Velasco, etc., vaciados en yesodel Moisés de Miguel Angel, la Venusde Milo, la Cabeza de la Venta, etc., en

EL

LA. escasez de t~xtos cinematográ­

. f ICOS en espanol, que en ot:'osidiomas no es tan aguda, obligaa la traducción y al comentario

de los libros escritos en lenguas extran­jeras.' Por otra parte, la necesidad d,efundarrientar una estéti,ca del cine, es eVI­dente en todo el mundo. Basta ver unapelícula por semana, pa.ra darse .cuentade la inaplazable urgencIa que eXiste defomentar la creación de textos idóneos.Relativamente, son muv pocos los pen­sadores, literatos, y entendidos en la ma­teriaque han dedicado sus esfuerzos enforma seria a la elaboración de teoríasque fecunden el séptimo arte. Este pro­blema es Un círculo vicioso. Porque haypocos libros sobre esta materia, los es­critores no se inclinan a escribir acercade ella, por esto, lógicamente, la produc­ción de textos es. precaria, y a su vez,esta falta de estímulos literarios reper­cute en perjuicio de la calidad ele laspelículas. El cine, en su aspecto mercan­til, es un negocio como otro cualquiera.Mientras que los accionistas de las com­pañías cinematográficas reciban dividen­dos, la producción de películas mediocrescontinuará en forma ininterrumpida. Entanto que la literatura especializada noinfluya en el ánimo del público, de talmanera que éste se rebele contra el malgusto de los productores por medio deun boicot a las taquillas, la tiranía capi­talista gozará siempre de impunidad. Yno importa que grandes talentos artís­ticos y técnicos se ocupen en la produc­ción de películas, ya que el criterio delcapital reprime sus capacidades con impe­rativos económicos: rinden pleitesb a las

lamentable confusión. Lo que más atraeen di,cho conglomerado es el taller de losniños que hacen argumentos, dibujan, es­culpen, pintan figuras y decoracionespara el teatro guiñol "El Burro Sabio"'.Verlos hacer todo esto me conmovió. Detodos modos, es posible que de este nú­cleo salga algo realmente positivo. Por lopronto el público dominguero ha llenadolas salas del edificio que se adaptó paratal fin, yeso hay que aprovecharlo entodo su significado social y cultural ...

PROSAY

POESIA

DEL MOVIMIENTO

Por Carlos VALDES

deidades del mal gusto, o se les prohibela entrada al santuario.

Afirma don Alfonso Reyes que las re­vistas llenan el espacio que existe entrelos libros. Por mi parte, en este artículo,trataré de ocupar el vacío que hay enrededor del libro Cinematic design de

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Leonard Hacker por medio de comenta­rios, y la versión libre -que conviene ami labor sintética- al español de susconceptos más importantes.

Hacker, en el prefacio de su libro,denuncia la aparición de la palabra en elcine como trauma cultural para las pe­lículas que apenas comenzaban a encon­trar el camino del arte.

Su observación me parece pertinente.y casi se podría aventurar una ley al res­pecto: a cada nuevo avance técnico co­rresponde un retroceso en la cal~dad, ~lr­

tística. Pero ningún adelanto C1~n~lflco

ha sido tan dañoso como el advenimientode la palabra, pues ésta hizo perder ?lcine casi totalmente, su categonade :lledio artístico independiente de laliteratura. La dificultad no sólo está enlos diálogos, de por sí contrap~,estos, alfilm, cuya esencia e' la expreslOn pl~s­

tica, sino que principia en el lIbreto 111l~­

mo. Los complejos verbales que descn­ben la acción que se realizará en la pan­talla son un elemento perturbador de lapur;za plástica,! .fuente de infini~?s, malentendidos. El unlco adelanto POSldVO alrespecto es el lenguaj~ técnico que se usaen el guión. Si un director se enfrenta,por ejemplo, al término clase 1tp, .es se-guro que sabrá cómo emplearlo S1l1 de-

l , t' de htrimento de los valores p as ICOS ,cinta; pero si debe tran~f~rma~ una aco­tación en actos, se vera 1I1validado p~rla resistencia que ofrece todo t~::,to 11­terario a convertirse en una acc~on de­terminada, ya que la palabra enC1er.ra elgermen de mil movimientos; pero ningu-no definitivo. '

El teatro hace mucho encontró la ~,a­nera de traducir las palabras en aCClOny poesía; pero el ~ine aun no enc~entra

un modó independiente d: c~)I1vertlr ~osmateriales del espíritu en Imagene~ plas­ticas. Ya se ha apuntado el camino enalgunas películas que se guard~n comoobras de arte en los n;useos clnemato~

gráficos; pero la mayona de los J?roducctares filman sin tener la menor I?ea delas posibilidades y los medios propl.o~ del. Y' en todos sus actos se mal1lÍJestacme. , . ' 1

el desprecio ya típico de la mdus.tna y ecapital por el espíritu que aspIra a labelleza.

El cine es un medio mecánico -diceHacker- capaz de captar con precisiónmatemática el ballet de la naturaleza.

El cine es un arte que en combinacióncon la ciencia puede realizar lo que nin­gún otro: presentar en movimiento eldrama de la naturaleza, tal como sucedeen la realidad, o mejor aun, superándolo,ya que en la pantalla, es posible captarla armonía que existe entre los. seres deluniverso; todo lo que se reql1lere paralograr este espectáculo, son ~nos cuan­tos objetos naturales, nubes, arbole~, es­trellas, y el conocimiento de 9ue, la me~­

te, la materia, el espacio y el tiempo, cstan;ntimamente ligados unos con otros.

Hacker llega a la con~lusión de que .elcine, al plasmar pen~~mlentos por med~ode imágenes en aCClOn, es el arte masexcelso de todos.

Creo inoperante discutir cuál es la másgrande de las bellas ~rtes. Me, basta conque al cine se le de categona de a.rteindependiente. El. he~ho de. que el cll:eesté ligado a la ciencia no 11Iega s,u ca1l­dad artística, ya que ,no d~pende esta delos adelantos de aquella, smo de la .sen~

sibilidad con que se usen sus matenales.::.

expresivos. Un artista con una cámaray unos cuantos metros de película, sinotro escenario y actores que la natura­leza, puede lograr mej ores resultadosque una compañía que prodm:e películasen masa con amplios recursos científicosy monetarios.

La objeción de que las películas enve­jecen con las modas, y que esta caducidadniega su categoría de arte: me parece unerror de apreciación. Se acostumbra aver la película como producto de larealidad, y no, como realidad indepen­diente, conjunto estructurado de imáge­nes capaces de provocar su propia obje­tividad. Si viéramos cualquier clase deobras de arte desde el mismo punto devista con que apreciamos las películas,resultaría que las ropas de las pinturasclásicas eran anticuadas; el lenguaje dedon Quijote y Hamlet, caduco; las cate­drales góticas, inhabitables. Del mismomodo que el cine nos enseña a descubrirlos objetos consabidos, nosotros debemosaprender a mirar las películas con llUe­

vas ojos. Pero el más grave error deapreciación es considerar al cine sLlbpro­ducto de la literatura, y no, un arte plás­tico.

Hacker en el primer capítulo se refierea la importancia que tienen las formasg-eométricas dentro de! cine, y declara quela simplicidad formal debe ser su máxi­ma aspiración.

El cinema es e! único medio artístico,a diferencia de las otras artes plásticas,que funde mente y materia en un ele­mento móvil. La cámara, guiada por lainteligencia y la sensibilidad, es capaz deseleccionar formas físicas y relacionar­las entre sí, o seguirlas a través de suproceso evolutivo. El cine no sólo com­bina patrones fijos, sino por ser esen­cialmente plástico, registra tanto las for­mas estacionarias como las evolutivas.Así que, los dos procesos fundamentalesdel arte, plasticidad y permanencia, que­dan unidos en un medio único, en el queno hay límite para las intenciones filo­sóficas, satíricas y psicológicas, que sonexpresadas sin necesidad de incluir unapalabra. El cinema, con el movimientopor herramienta selectiva, traduce el caosde formas de la naturaleza en un moldearmónico, fijo e ideal.

El movimiento --opina Hacker- esen sí una historia más interesante quemuchos mitos superficiales que encon­tramos en cuentos y novelas. En el cinetodos los motivos deben transformarseen imágenes con el sólo acompañamientode la música y uno que otro ruido oca­sional. El hecho de emplear sólo e! sen­tido de la vista no es una limitación, sinouna fuerza, porque los límites de un ntesen un estímulo para acentuar sus carac­terísticas.

En el segundo capítulo Hacker habl3del ritmo. El ritmo es la estructura bá­sica de la existencia, sin él la vida pa­recería caótica y sin sentido. Este sepresenta en cada movimiento de la vidadiaria; pero como somos parte de ella,no nos damos cuenta de sus relaciones.y para apreciarlo necesitamos algún me­dio estético, como la música o el cine.

Hay la tendencia en el oyente de mú­sica clásica a transformar los sonidos queescucha en imágenes de su fantasía, ya encarnar como la danza, las notas mu­sicales por medio de movimientos plásti­cos; pero mientras que la mente hace una

labor imaginativa, imprecisa y perece­dera, y, el ballet se ve limitado al cuerpohumano, la cámara tiene todo un mundoplástico para crear un ballet con los se­res de la naturaleza.

Si se aplica la teoría cinematográficade Hacker al problema de los actores, re­sulta que estrellas y astros de la pantallaquedan reducidos a sus verdaderas pro­porciones, las mismas que ocupan en lavida diaria, simples seres de la natura­leza, sin más ni menos categoría que elresto de las criaturas. En las artes plás­ticas -a las que pertenece el cine- to­dos los motivos poseen en principio lamisma fuerza expresiva, aquí el cuerpohumano está colocado en igual nivel quelos demás objetos naturales. Mientrasque en e! teatro los actores representan,en el cine se presentan. Este arte de si­luetas no soporta a las máscaras del tea­tro. En una película e! personaje es lo queparece, es exactamente idéntico a su apa­riencia (Fernando Vela, El arte al cubo).Esta regla vale por igual para los hom­bres y los demás seres.

Ya que el cine -reflexiona Hacker­está esencialmente unido con la música,es obvio que en las películas e! acompa­ñamiento músical asegure mejores resul­tados estéti,cos. La música más efectivaes elemental, con ritmos básicos predo­minantes, como la de! tambor primitivo,insistente, perpetuo, en la que parece pal­pitar el misterio de todas las edades. Peroel tipo de música que debe elegirse depen­de de la naturaleza de! diseño que sepresente y del modo como se exprese.En e! film profesional la música se usapara suplir la falta de ritmo en las imá­genes que se presentan en la pantalla.

Hacker recomienda el uso del metró­nomo, cuando se toman películas, paraaquéllos que no perciben con facilidad elritmo de la naturaleza. Una de las venta­jas del movimiento rítmico es su virtudpara fundir escenas y motivos dentro deuna unidad, como se aprecia en la pelícu­la rusa El fin de San Petesburgo, cuandolos movimientos de las máquinas simbo­lizan la ira del obrero que denuncia alcapitalista.

Los mejores film s son los que repro­ducen e! reino de la naturaleza, porquede él se derivan todos los principios delas artes. Los elementos literarios, trama.intriga, y demás, sólo desvían al cine delritmo básico en que descansan todas lascosas. La cámara es un instrumento di­señado para registrar los ritmos natura­les y sintéticos del cosmos. T,as cintasserán en verdad cinematog-ráficas cuan­do manifiesten los nrincipios cósmicosde la forma y el movimiento.

Hacker, a propósito del papel que jue­ga la relatividad en el cine, opina queésta debe ser expresada a través de! me­dio visual, hermanando líneas, motivos,movimientos y colores, en sucesivas yux­taposiciones, hasta llegar a la composiciónele un diseño previsto. El artista debeconocer tan bien como el funcionamientode su cámara, la relación que existe cntn~

forma, y movimiento, tono y color. Elcinc es el único arte con poder plásticopara presentar los pensamientos tal comolas producciones y preservarlos en formapermanente. El límite del artista de lacámara cinematográfica está en su capa­(idad visual para ver las cosas y relacio­narlas entre si, y, con este fin puede hacerjuegos malabares con mente y materia,tiempo y espacio.

tJNIVERSIDAD DE MEXICO

En la literatura, la poesía, por su vir­tud para fundir imágenes, es la encar­g~da de revelar la secreta analogía quevl11cula al cosmos. Dentro de las artesplásticas, el cine, mejor que ninguna otra,es capaz de relacionar formas y movi­mientos que a simple vista parecen di­vorciados. Es decir, de crear metáforas ysímbolos plásticos.

Las teorías de Hacker desembocan ('J1

la creación de una poesía del movimiento.Creo que los criterios de lo abstracto

y lo concreto dentro del terreno del arteno se han deslindado en forma suficien­te. Por lo general se entiende por abs­tracto un arte deshumanizado, como lagreca ornamental, que tiene por límite lapureza de las formas geométricas. y, porconcreto, un arte que imita con fidelidadla naturaleza, como la novela realista y lafoto comercial. A mí, por el contrario,me parece que 10 abstracto en el arte esla tendencia a purificar los materiales, sindespojarlos de su esencial humanidad,hasta el momento en que las formas lle­guen a ser un conjunto estructurado ca­paz de crear por sí mismo su objetividad,y, lo concreto, la tendencia a dar vida aia obra por compilación de detalles queofrezcan la ilusión de realidad. En la li­teratura se encuentra como ejemplo deésta el relato costumbrista, y de aquélla,la poesía lírica. Asimismo, en el cine sepueden distinguir dos clases de películas:las comerciales que se acercan más a laprosa, y las que son producto de la teoríade la relatividad que se asemejan más ala poesía. Aquéllas caducan con los ac­tores y las modas, éstas son intemporalescomo las formas geométricas en que seinspiran.

Estoy en desacuerdo con el principioque establece Hacker sobre el color. N ome parece que este elemento tenga im­portancia capital. Por el contrario, creoque ocupa un segundo término, como elcolor que se emplea al pintar la superfi­cie de una escultura. El cine es, antetodo, un arte plástico y no, pictórico,excepto las cintas de dibujos animadosque forman una cateogría especial, y queen rigor no emplean el medio propio delarte cinematográfico, sino que son pin­turas animadas por la ciencia fotográfica.Un artista de la cámara de cine disponea voluntad, en todo momento, del volu­men, como e! coreógrafo de sus bailari­nes; no as: de los colores, sobre Jos cualesejerce un control superfi(ial, relativo, ynunca s"perará el dominio que el pintortiene sobre la pal~ta. Tampoco me con­venTe la razón de que e! color da realis­mo a las películas, ya que el cine pre­senta una realidad más real que la de lavida diaria (d. Fernando Vela, loe. cit. ).La tercera dimensión y el color no pres~

tan verosimilitud a las cintas. El principiadel cine se estableció para siempre cuan­do las primeras manos proyectaron susombra sobre una tela blanca,.y se volviórealidad el día en que las sombras chines­cas se perpetuaron en el invento de loshermanos Lumiere, 10 demás es litera­tura, y lo que es peor, señuelos para cazarbobos: pantalla panorámica, cinemasco-.pio, vista visión ... y todos los trucosque de tiempo en tiempo sacan a relucirlos productores para desviar la atencióndel público de la calidad inferior de laspelículas. Cuando Elie Faure afirmó queel cine había nacido para perpetuar losmovimientos de la danza, no se apartomucho de la verdad cinematográfica.

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