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MATERIA (049): Psicoanlisis Freud Ctedra I TERICO: 9 FECHA: 30 de mayo de 2007 PROFESOR: Osvaldo Delgado
En el terico de hoy vamos a tomar el desarrollo de un concepto fundamental en el
psicoanlisis. Tenemos antecedentes de este concepto en lo que trabajamos el primer da.
Efectivamente, haba preguntas que se iban formulando. En algunos casos pude responder
con los elementos conceptuales de ese momento lgico de la obra de Freud, pero haba
algunas preguntas que no quedaban suficientemente respondidas porque aunque
aparecan en estado prctico al faltarle ciertos conceptos, Freud no poda dar cuenta de
ciertos fenmenos clnicos.
A lo largo de la obra de Freud se van a encontrar muchas veces con que se le presentan
obstculos clnicos y tericos. Freud no los deshecha sino por el contrario se orienta por el
obstculo. Tal como han visto en La interpretacin de los sueos cuando apareca un
olvido, un tropiezo, un traspi, es por ah por donde se orientaba Freud; y es por ah por
donde hay que orientarse en el anlisis. No por donde todo parece marchar sino por donde
hay un tropiezo, un obstculo, una complicacin en el relato, por all encontramos el
inconciente. Freud procede de la misma manera en su elaboracin doctrinaria.
Hay una solidaridad absoluta entre la prctica analtica con un paciente, en cmo se
piensa esa prctica en la orientacin por el obstculo, por el inconveniente, por lo que
cuestiona y el modo de produccin terica de Freud. El obstculo para l es una gua, es un
faro. El obstculo es hacia ah tengo que ir y se dirige hacia all aunque tenga que tirar
abajo todo lo que ha construido tericamente hasta el momento. Es lo que hace
permanentemente.
Muchas veces se encuentra con fenmenos clnicos de los que tiene que dar cuenta de
algn modo y los conceptos de que dispone en ese momento no terminan de permitrselo.
Un ejemplo paradigmtico es el de los sueos de angustia y los sueos punitivos. Freud
hace el esfuerzo de forzar la conceptualizacin de que el sueo es una realizacin de
deseo. Pero, los sueos de angustia o punitivos le van marcando que hay un lmite. Como
todava no dispone de ciertos conceptos no los produjo trata de dar cuenta del estado
prctico de esa problemtica.
Tenamos los primeros textos: empezamos a trabajar la histeria y la conversin histrica,
los primeros historiales. Recuerdan que operaba la defensa separando representacin y
monto de afecto. La representacin psquica se iba a expresar como retorno de lo reprimido
en el sntoma conversivo donde la facilitacin somtica en la histeria tomaba el cuerpo.
Y ya en ese momento nos preguntbamos: qu cuerpo?, el organismo?
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Aparecan zonas afectadas por la conversin histrica que no respondan a los haces
nerviosos del organismo. La histeria comenzaba a decir que haba un cuerpo con otras
leyes, diferente a las del organismo. Es ms, que era un cuerpo que sufra de parlisis, de
dolores, de diferentes perturbaciones. Una parte del cuerpo, una parte recortada del cuerpo,
un otro cuerpo, distinto al organismo. Y recuerdan que nos preguntbamos cul es el valor
de la emergencia de ese otro cuerpo?
Decamos que un sntoma, por ejemplo histrico tomo la histeria porque es
paradigmtica no porque sea excluyente es el retorno de lo reprimido. Hay all la verdad de
un deseo que busca expresarse, de un deseo reprimido y prohibido. Una inclinacin hacia el
cuado, tomando el ejemplo del caso freudiano.
Entonces, un deseo reprimido, una verdad que busca expresarse y todo el trabajo de
Freud era buscar cul era esa verdad reprimida. Una vez que se obtena se liberaba del
sntoma: se recordaba, se produca un efecto de abreaccin y se produca la resolucin de
ese sntoma.
Les deca que adems de que hay una verdad que busca expresarse tambin hay una
satisfaccin, algo se satisface. Es una satisfaccin paradjica porque es una conversin, es
un dolor en el cuerpo; satisfaccin paradjica que dejaremos para ms adelante.
Adelanto que se trata de una satisfaccin, que los sntomas implican un modo de
satisfaccin. Entonces, se trata de una verdad que se dice desfiguradamente como en el
sueo que gracias a los operadores del trabajo del sueo se expresa desfiguradamente;
pero no slo es una verdad que se expresa desfiguradamente sino que en esa expresin
desfigurada de una verdad algo se satisface. Hay un cuerpo que se satisface.
Incluso para refinar an ms las cuestiones, en la clase pasada cuando les ubicaba el
juego de palabras del que habla Freud, de utilizar jugueteo de palabras, les deca que de
ello Freud va a tomar lo que no tiene utilidad.
Recuerdan que jugueteo de palabras en alemn quiere decir que es un juego de palabras
pero no con un fin til sino, simplemente, para una satisfaccin en el mismo jugueteo de
palabras. Quiere decir, entonces, que adems de que una verdad que busca expresarse hay
una satisfaccin.
Por ejemplo, estoy hablando y explicndoles desde el yo. Al mismo tiempo, padezco de
deseos reprimidos, padezco de mi inconciente y, en verdad, es mi inconciente el que me va
orientando a decir lo que estoy diciendo, aunque mi yo crea que l domina y es el amo. En
cualquier momento mi inconciente me hace producir un lapsus que le dice al yo t no eres
el amo.
Entonces, estoy mi yo est dando la clase pero estoy siendo gobernado por mi propio
inconciente, por mis deseos inconcientes que orientan la posibilidad de decir. Pero, adems,
est ocurriendo otra cosa: mientras les hablo, mientras explico me satisfago. Y ustedes
tambin estn logrando una satisfaccin. Adems de estar tratando de entender la clase
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para aplicar los conceptos, para aprender la obra de Freud, lo que estoy diciendo est
afectando su inconciente, el inconciente de ustedes se ve afectado por lo que aqu
trabajamos. Entonces con qu se estn satisfaciendo? Se satisfacen a nivel auditivo con
mi voz. Estn en este momento a nivel de otro agujero, no el de la boca. Entonces, yo me
estoy satisfaciendo con ese borde del cuerpo y ustedes lo hacen con otro borde, con qu?
con el objeto voz, no porque sea extraordinario sino simplemente porque estoy aqu dando
la clase. En este momento el yo de cada uno est tratando de adquirir los conceptos, lo que
les estoy diciendo est afectando el inconciente, sus deseos inconcientes que se van a
conectar de un modo u otro con lo que aqu voy profiriendo. Y, a la vez, se estn
satisfaciendo.
Tenemos, entonces, lo que es del campo de la sexualidad. Freud cuando trabaja la
vivencia sexual prematura traumtica, etctera pareca vincular el trauma a la vivencia
sexual prematura traumtica. Ah apareca sexualidad igual a genitalidad, en el sentido
comn de sexualidad. Sin embargo ya haba algunos inconvenientes porque apareca una
misteriosa fuente independiente de desprendimiento de displacer, un quantum pulsional,
apareca una rareza: dos tiempos para la formacin del sntoma.
Recuerdan: la huella, el perodo de amnesia psquica, despus de la pubertad otro
representante psquico. El en dos tiempos que marca lo propio de la sexualidad humana,
diferente a la animal.
Tenemos varios elementos que harn que Freud necesite producir un concepto nuevo. El
concepto que aparece por primera vez en 1905 en Tres ensayos de teora sexual, es el
concepto de pulsin, en alemn trieb. En la traduccin de Lpez Ballesteros encontrarn el
trmino instinto. Es una traduccin incorrecta. Cada vez que vean escrito instinto pongan
pulsin, porque hay una diferencia radical, absoluta. Es ms, el instinto no tiene nada que
ver con la pulsin. El instinto es del orden de lo animal, del organismo, habla del cuerpo
como organismo, habla de las necesidades del cuerpo orgnico, habla de algo que se puede
satisfacer absolutamente. Instinto es, por ejemplo, comer: como y estoy satisfecho. El
problema con la pulsin es que no descansa jams. Se satisface pero no completamente.
Vamos a ir viendo las definiciones de pulsin de Tres ensayos.
En principio, pulsin es el nombre de la sexualidad humana que se diferencia de la
genitalidad y se diferencia del instinto. Es ms, la genitalidad, el encuentro genital es una de
las tantas manifestaciones de la sexualidad. Entonces, aqu se quiebra la idea de que
sexualidad y genitalidad sean lo mismo, sean sinnimos. Genitalidad es slo una parte de la
sexualidad ya que el campo de la sexualidad es mucho ms abarcativo. El nombre de esta
sexualidad humana es pulsin que, a diferencia del deseo, se satisface.
Les deca que el deseo, por ejemplo en el sueo, no se satisface. El deseo se realiza
alucinatoriamente en el camino regrediente del sueo. Se realiza alucinatoriamente en
relacin con la huella de la primera experiencia de satisfaccin que es la que comanda el
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proceso de realizacin del deseo. O sea que el deseo slo puede realizarse, expresarse,
entre los representantes psquicos, pero no hay satisfaccin del deseo. Es ms, el deseo se
define por su insatisfaccin. La pulsin, en cambio, de un modo u otro siempre se satisface.
No lo hace en forma absoluta, siempre hay una diferencia dir Freud entre la satisfaccin
buscada y la satisfaccin hallada. Esa diferencia funciona como motor: la diferencia entre lo
que se busca y lo que se encuentra funciona como motor, siempre buscando los modos de
satisfaccin.
La satisfaccin plena, absoluta, es un nombre, en Freud, de lo imposible. Y vern cmo
se conecta con cosas que hemos trabajado. La satisfaccin plena, absoluta es imposible por
estructura, no porque est prohibida. Adems, est la prohibicin.
Entonces es el nombre de la sexualidad humana. Tal es as, que los sntomas neurticos
son la vida sexual de los neurticos. En tanto supongo que todos los alumnos aqu
presentes pertenecen al campo de la neurosis les comunico que slo se satisfacen
sintomticamente. Alguno que tenga inquietudes artsticas puede tambin satisfacerse por la
sublimacin pero, en general, se satisfacen sintomticamente. Vamos a ir viendo cmo la
pareja amorosa viene al lugar de un sntoma; la diferencia de pulsin con deseo; la
diferencia de pulsin con satisfaccin pulsional; la satisfaccin articulada a la pulsin y
diferente a la genitalidad.
Es muy importante situar la diferencia entre pulsin e instinto. Los animales se aparean
por instinto en poca de celo y a cada animal le corresponder un partenaire prefijado por la
especie. No podemos tomar un perro y proponerle a un pato de partenaire porque no habr
acoplamiento, ya que slo puede haber un encuentro a nivel de un objeto ya determinado
por la especie.
En el ser humano el objeto no est predeterminado, no existe para la pulsin un objeto
predeterminado. O sea, que puede venir cualquier cosa a ocupar ese lugar y, cuando digo
cualquier cosa, es cualquier cosa. La relacin de la pulsin con el objeto es de soldadura, no
viene dado por la especie. Hay una relacin que, por el momento, voy a decir que se
construye.
Un dato importante. Si para el instinto el objeto viene determinado por la especie, el
instinto satisface su necesidad con el objeto; para la pulsin, a la relacin de la pulsin con
el objeto que dijimos que es una construccin, que puede ser cualquier objeto, Freud la
llama soldadura. De ese modo da cuenta de que es algo que no viene determinado que es
una construccin de la historia infantil del sujeto. La pulsin no se satisface con el objeto
sino que el objeto sirve para lograr la satisfaccin.
Supongamos aquel que fuma o bebe, la satisfaccin oral. Tengo la boca, los labios, un
objeto puedo poner cigarrillo o alcohol: el impulso parte de la fuente, gira alrededor del
objeto que es soporte para ese circuito y la satisfaccin se produce en la misma fuente, en
los labios. La satisfaccin no es en el objeto sino que el objeto es el que permite hacer el
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circuito porque la satisfaccin es en la misma fuente. Cada sujeto en el encuentro amoroso
es un objeto soporte para el circuito pulsional del otro en su propio cuerpo.
Este es un concepto fundamental.
Que el objeto no est determinado por la especie y cualquier objeto pueda venir a ese
lugar, abre a la consideracin multifastica de la sexualidad humana. Si toman como
ejemplo al fetichista se encuentran con que toma como objeto partenaire cualquier objeto
comn del mundo: un zapato sucio, un pauelo, y ese objeto nico es el partenaire. Ven
que un zapato sucio no es lo mismo que otra persona. Pero el fetichista tiene su
particularidad ya que se va a satisfacer slo con el zapato, es un objeto nico imposible de
sustituir porque es se zapato no es un zapato cualquiera. Es una cuestin importante para
diferenciar fetiche de fetichizacin. La fetichizacin que vale como condicin ertica, por
ejemplo, que a un muchacho le gusten las mujeres con ciertos rulos, etctera. Eso funciona
como condicin fetichista, vale como rasgo de condicin ertica. Al fetichista, en cambio, le
interesa el rulo, puede estar el rulo cado, no le importa nada de la duea del rulo. Es lo
absoluto de ese objeto cualquiera del mundo que se vuelve exclusivo y no es metafrico, no
es interpretable, como si lo es el rasgo de condicin ertica.
Oscar Masotta en El modelo pulsional dice: La palabra pulsin misma aparece por primera vez en 1905, en los Tres ensayos sobre
una teora sexual, pero la necesidad del concepto haba precedido la aparicin del
trmino. Freud entiende ceir mediante la pulsin, la especificidad de la sexualidad
humana, pero esa especificidad exiga desde el principio un modelo dualista en el cual las
pulsiones sexuales fueran distinguidas y aisladas de otro tipo de pulsiones. Se
distinguira, entonces, la sexualidad de la necesidad biolgica, lo que pertenece al Eros,
de lo que pertenece a la relacin del organismo y su medio. En trminos de Freud haba
que distinguir el hambre, del amor. Sorprende comprobar hasta qu punto la literatura
explcitamente psicoanaltica es escasa cuando se trata de la historia del gran modelo
pulsional en la obra de Freud. (p.11-2)
Qu es lo que Masotta introduce? Una cuestin central en el ordenamiento del concepto
de pulsin, por eso habla del modelo pulsional; y la cosa no es tan sencilla.
Freud producir a lo largo de su obra tres ordenamientos pulsionales. Uno en la poca
que estamos trabajando: Tres ensayos; otro, cuando trabaja Introduccin del
narcisismo en 1914, y el tercer ordenamiento pulsional es el del texto Ms all del principio
de placer de 1920.
Las dos primeras an se tratan del intento freudiano por tratar de dar cuenta de que el
aparato psquico se regula por el principio de placer, por la tensin de deseo del principio de
placer.
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El tercer modelo que produce en 1920habla de un ordenamiento pulsional diciendo que
el aparato psquico no est orientado por el principio de placer sino que hay un ms all de
ese principio.
Regresemos a la poca que estamos trabajando. Tres ensayos de 1905, cul es el
conflicto con el que se encuentran y que Freud postulaba en Las neuropsicosis de
defensa? Van a cmo utiliza lo que vena trabajando y cmo con eso no le alcanza para dar
cuenta de la problemtica clnica con la que se encuentra.
Decamos que hay un deseo que buscaba expresarse, un deseo inconciente y un yo que
no le permite expresarse si no es desfiguradamente. Cuando trabajbamos Las
neuropsicosis de defensa vimos el conflicto con el yo. Cuando trabajamos sueos, vimos la
censura onrica que se pone al servicio de que el deseo inconciente del sueo ese deseo
sexual, infantil, indestructible slo pueda expresarse gracias al desplazamiento, la
condensacin, la puesta en imgenes, la desfiguracin. Por qu? Porque se produca un
conflicto entre instancias: aquello que poda ser placentero para el inconciente era
displacentero para la conciencia. Pusimos como ejemplo un deseo prohibido, incestuoso,
que para el inconciente era placentero pero que entraba en contradiccin con la conciencia,
porque era un deseo prohibido. Entonces, la censura onrica, situada en el trabajo del
proceso primario y el proceso secundario, haca que el deseo slo pueda expresarse
desfiguradamente.
Veamos, entonces, dos trminos en conflicto: el representante psquico asociado a la
huella que dej la primera experiencia de satisfaccin entra en conflicto con el yo y se
produce un grupo psquico separado y luego su retorno. En el sueo el resto diurno
perturbador, el deseo inconciente como respuesta, un deseo prohibido de la vida infantil, de
los objetos de la historia infantil del sujeto, entra en contradiccin, entonces, desfiguracin,
expresin desfigurada.
Dos trminos en conflicto. Freud aprovecha este ordenamiento y dir como primera teora
pulsional en 1905, que hay dos clases de pulsiones en conflicto. Del lado en donde ubicaba
el deseo inconciente, indestructible, etctera, donde ubicaba el representante psquico que
entraba en conexin con el otro representante, ubica las pulsiones sexuales. Del otro lado, hablar de las pulsiones del yo o de autoconservacin. Agrega este ordenamiento, sin suprimir el anterior.
El conflicto psquico, el sntoma neurtico hablar todo el tiempo de los modos de
relacin de las pulsiones sexuales con las pulsiones del yo o de autoconservacin.
Por ejemplo, que una pierna pueda caminar correctamente est al servicio del yo, de la
conservacin del individuo, para poder bajar una escalera sin caerme.
Ser distinto si la pierna est tomada por un deseo reprimido y una pulsin que se
satisface en ese cuerpo, que es un recorte del organismo. Recuerdan que organismo y
cuerpo no son sinnimos: el cuerpo es un cuerpo sexualizado, libidinizado dir ms adelante
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Freud. Si se juega en esa pierna un deseo reprimido y una satisfaccin, ya no estar al
servicio de las pulsiones del yo o de autoconservacin sino de las pulsiones sexuales.
Entonces la renguera ser la expresin del conflicto entre esas dos pulsiones.
En el texto que tienen que trabajar, La perturbacin psicgena de la visin segn el
psicoanlisis, aparece un ejemplo paradigmtico del conflicto pulsional: una ceguera en la
que no hay ningn trastorno orgnico para que se produzca.
El sujeto necesita poder ver para no llevarse por delante una columna, pero esa misma
zona est afectada sexualmente porque con los ojos ve tambin los encantos del objeto
amoroso. En la medida en que ese objeto amoroso est marcado por una prohibicin, puede
quedar ciego, no ver aunque no tenga ningn trastorno orgnico. Puede no ver porque est
la dimensin pulsional que se pone en juego como satisfaccin, que hace que el resultado
sintomtico sea la ceguera.
Entonces, en la ceguera como ceguera histrica: un rgano que sin tener ningn
problema orgnico aparece padeciendo una afectacin, un no funcionamiento. La ceguera
histrica es el testimonio del conflicto pulsional. Vamos a trabajar la prxima clase este
texto.
El sntoma es el resultado de ese juego de fuerzas porque en verdad hay cierto
deslizamiento en el texto freudiano.
Freud habla de pulsiones del yo o de autoconservacin y pulsiones sexuales y pareciera
que las pulsiones del yo o de autoconservacin estn al servicio de conservar el organismo.
En verdad, las pulsiones del yo o autoconservacin estn al servicio radicalmente de tratar
de garantizar la unidad del yo o la unidad del individuo. En cambio, la pulsin sexual dir
que esa unificacin es absolutamente imaginaria, engaosa.
La pulsin sexual fractura al sujeto, lo divide, lo revela fracturado y dividido. Entonces el
conflicto es entre las pulsiones del yo o autoconservacin y pulsiones sexuales.
Recuerden que la vida sexual de los neurticos es sintomtica. Cmo lo introduce
Freud? Les leo el primer prrafo del texto Tres ensayos: El hecho de la existencia de necesidades sexuales en el hombre y el animal es
expresado en la biologa mediante el supuesto de la pulsin sexual. En eso se procede
por analoga con la pulsin de nutricin: el hambre. El lenguaje popular carece de una
designacin equivalente a la palabra hambre; la ciencia usa para ello libido. (p.123)
El ejemplo que pone es el hambre. Tambin este conflicto pulsional lo encontramos en la
clnica contempornea con otras complicaciones, en esa patologa que abunda y que no es
nueva que se llama anorexia, en la que el no comer produce efectos que pueden llevar
hasta la muerte misma. La anorexia es un nombre tambin de este conflicto pulsional.
Freud, cuando comienza a hablar de pulsin, hablar de desviaciones, porque la
sexualidad humana es desviada de la norma. El instinto no est desviado, es fijo, siempre
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igual y del mismo modo: el animal hace su ciclo de comida, reproduccin, anida, viaja
siempre igual, no hay desvo.
La sexualidad humana en cambio y lase pulsin revela que por definicin es una
sexualidad desviada. Si adems recuerdan que el objeto no est predeterminado y que
puede ser cualquier cosa ms desviada an.
Freud habla de desviacin respecto al objeto y a la meta de la pulsin. Respecto al objeto
es lo que acabo de decir: si no hay un objeto predeterminado todo objeto es desviado en
relacin con el instinto y respecto a lo que el yo indicara que debera ser. En el mejor de los
casos es desviado, desviado de acuerdo a lo que se espera.
Cuando la relacin con el desvo angustia mucho se puede tratar de buscar un partenaire
que aparezca como no desviado, el que debera y tendra que ser de acuerdo a todo lo que
se espera, a todo lo que el yo unificado espera. Pueden buscarse un partenaire as y se
aburrirn y se morirn en vida, as que feliz el desvo (risas). Entonces, hay desvo
respecto al objeto.
Es importante porque Freud empezar a hablar de objeto desviado, el inters sexual por
un partenaire del mismo sexo biolgico homosexualidad como desvo. Y es cierto que es
un desvo. La aclaracin que hice antes es para que no crean que la homosexualidad es un
desvo y en la heterosexualidad no hay desvo: hay desvo en la heterosexualidad y en la
homosexualidad. Aclaro esto porque como Freud comienza a hablar de homosexualidad y le
dedica un gran desarrollo. Habla de tres clases de homosexualidad: de las producidas a
partir de ciertas experiencias sexuales infantiles por ejemplo violaciones; las
homosexualidades ocasionales que ocurren en institutos o en crceles; y la
homosexualidad referida a una perturbacin orgnica hermafroditismo en la que alguien
tiene biolgicamente los dos sexos. Aunque dir en el mismo texto que no hay para nada
una relacin directa entre hermafroditismo y homosexualidad. Alguien puede tener como
sexo biolgico ambos sexos y sin embargo ningn conflicto a nivel de su sexualidad
psquica y alguien puede tener perfectamente los rganos anatmicos y tener una posicin
sexuada distinta a la de su organismo. Entonces, aclaro lo del objeto desviado.
Efectivamente la homosexualidad es un desvo pero es tan desvo como el conjunto de las
prcticas sexuales humanas.
Freud habla de desvo no slo del objeto sino tambin de la meta. Vern la importancia
del trmino desvo y que no tiene ninguna connotacin degradante, no es peyorativo. Para
que les quede claro: del primer desvo que habla respecto a la meta sexual es el amor. El
amor es un desvo. Por qu? Es un desvo respecto al encuentro sexual directo. En vez de
ir como Dios manda y tomar al objeto sexuado y tener el encuentro sexuado directamente a
alguien se le empieza a ocurrir escribir poesas. Alguien puede elevar ese objeto sexual a un
lugar absolutamente idealizado, tan idealizado a veces que por ah no pueden acceder
sexualmente. Hay una pelcula maravillosa que se llama Los amantes de Mara, donde ah
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se ve claramente a un seor tan enamorado que no puede abordar a la seorita y ella
dicindole amme un poco menos (risas).
Respecto a lo que debera ser el encuentro sexual directo el amor es un desvo.
Fjense que si estamos nombrando algo que siempre en la historia de la humanidad tuvo
ese valor tan sublime como el amor, decir que es un desvo quiere decir que desvo no es un
trmino peyorativo. Es ms, que el sujeto humano en el mejor de los casos, es desviado. Es
ms, que todos los regimenes totalitarios y fundamentalistas a nivel social atentan contra los
desvos. Todo sistema totalitario a nivel social trata de hacer entrar el desvo en alguna
norma, porque hay que amar como Dios dice, como el partido dice, como el lder dice, hay
que amar como el mercado dice, etctera. Cuando en verdad cada sujeto existe slo por el
desvo.
Es ms, el nombre propio de cada uno no es el que figura en el documento de identidad,
el nombre propio es el desvo que cada uno tiene, no hay dos sujetos con el mismo desvo.
Eso hace a cada sujeto singular, cada uno tiene un desvo propio, cada sujeto es ese
desvo, existe gracias a ese desvo. Ese desvo es el sabor de la vida de cada uno de. Esto
es fundamental.
El psicoanlisis es la epopeya tica, subversiva y el verdadero amor a la vida, de
colocarse en el lugar del respeto ms absoluto a esos desvos. En eso se diferencia de
cualquier otra prctica psicoteraputica que busca hacer entrar las conductas en alguna
norma. Un psicoanlisis es lograr reconocer, aceptar y amar el propio desvo; es reconocer,
respetar y amar el desvo del otro. Con una salvedad, cuando el desvo del otro no sea el
desvo de satisfacerse matando gente, porque hay personas que tienen el desvo de
satisfacerse matando personas o torturando personas, tambin es un desvo, pero el
psicoanlisis no orienta a que se ame eso precisamente.
Entonces, el psicoanlisis tiene por funcin en el mundo decirle no a toda moral. Pero el
psicoanlisis es entonces inmoral? No. Porque lo llamado inmoral tambin es un modo de
moral. No defiende ni una moral victoriana, ni una moral libertina, ni la moral de la poca de
Freud, ni la actual. No es que promueva lo inmoral. Promueve sujetos responsables, para
los cuales el amor es un alto valor.
La prxima clase vamos a trabajar: Tres ensayos de teora sexual, La perturbacin
psicgena de la visin segn el psicoanlisis y La sexualidad en la etiologa de la
neurosis.
Bibliografa trabajada Freud, S., Tres ensayos de teora sexual (1905), en: Obras completas, tomo VII,
Amorrortu editores, Buenos Aires, 1990.
---------------, Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiologa de las neurosis
(1906 [1905]), en: Obras Completas, tomo VII, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1988.
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Bibliografa citada Freud, S., Las neuropsicosis de defensa. (Ensayo de una teora psicolgica de la histeria
adquirida, de muchas fobias y representaciones obsesivas, y de ciertas psicosis
alucinatorias) (1894), en: Obras Completas, tomo III, Amorrortu editores, Buenos Aires,
1989.
---------------, La sexualidad en la etiologa de la neurosis (1898), en: Obras completas,
tomo III, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1989.
---------------, La Interpretacin de los sueos (1900 [1899]), en: Obras completas, tomo
V, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1989.
---------------, La perturbacin psicgena de la visin segn el psicoanlisis (1910), en:
Obras Completas, tomo XI, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1988.
---------------, Introduccin del narcisismo (1914), en: Obras completas, tomo XIV,
Amorrortu editores, Buenos Aires, 1990.
---------------, Ms all del principio de placer (1920), en: Obras completas, tomo XVIII,
Amorrortu editores, Buenos Aires, 1990.
Masotta, O., El modelo pulsional, Buenos Aires: Argonauta, Biblioteca de psicoanlisis.
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