sobre las iniciativas de paz siglo xix en colombia
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A propósito de los intentos de regulación de la guerra e iniciativas de paz en
Colombia
Por Fredy Andrés Vargas G
Teniendo como referente diversos autores e historiadores que gracias a sus
investigaciones han dado a conocer los muchos momentos de guerra vividos en
Colombia durante el siglo XIX, donde nos muestran las realidades de los
enfrenamientos y de lucha por el poder que llevaron a cabo los grandes poderosos
de la época, y que como siempre al igual que en el contexto actual los que llevan
la peor parte son los ciudadanos que nada tienen que ver con las situaciones, es
importante destacar entre otras cosas los intentos que se hicieron por la
terminación de estos enfrentamientos a través de indultos, amnistías, exponsiones
etc., que aunque parecieran un poco impunes o no acordes con el pensamiento de
algunos, permitía también tener momentos de tranquilidad tanto en la población
como entre los combatientes, sin embargo, en muchas ocasiones que se hicieron
este tipo de acuerdos entre las regiones el gobierno no los autorizaba y por el
contrario debía cumplirse lo que este proponía a través de decretos y leyes a nivel
central.
La guerra por la definición de territorio y del poder institucional público, no era
nada más que la lucha entre dos grupos políticos y armados que querían ser los
dominantes, estos eran los liberales y los conservadores; por un lado los liberales
muchas veces apoyados por algunos campesinos y trabajadores que creían en un
modelo de gobierno descentralizado donde se respetaran mutuamente y se
pudiera convivir entre ciudadanos, de otro lado los conservadores apoyados
principalmente por la iglesia que en aquellos tiempos era predominante y que bajo
la amenaza de un Dios castigador hacían que estos tuvieran más ventaja al
momento de la confrontación, todos los bandos enfrentados tenían posiciones
radicales que hacían más complicados los intentos por tener acercamientos de
dialogo.
Se debe destacar que en la constitución de rio negro de 1863, es incluido el
Derecho de Gentes como medio para hacer respetar la vida de los ciudadanos y
hace desaparecer la pena de muerte implantada por los liberales radicales, el
texto “La Filigrana de la paz” nos muestra el papel que cumplían los comisionados
de paz haciendo acercamientos entre los grupos en contienda para que se
plantearan acuerdos, indultos, armisticios y exponsiones que pusieran fin al
conflicto; los comisionados debían correr riesgos y en algunas ocasiones
quedaban en medio de la confrontación, según el texto de la filigrana de la paz:
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Los comisionados eran enviados en misión oficial a llegar a parlamentar con
los rebeldes o presuntos rebeldes, con el ánimo de llegar a algún acuerdo
político algún acuerdo político que lograse evitar la guerra o suspenderla
cuando ya se había iniciado (Hincapie, 2011, pág. 189).
Por lo anterior creo que, el objetivo principal de estos comisionados era evitar o
poner fin a las confrontaciones, aunque no siempre todo llegaba a buen término
ellos hacían intentos de aplicar o mostrar otras formas de lucha.
En 1885 iniciando el segundo periodo de Rafael Núñez, se inicia en Colombia el
estallido de una nueva guerra civil, la cual lleva al gobierno a replantear las
estrategias para enfrentarlas, los alzados en armas estaban convencidos de sus
ideales debido a la necesidades del momento, esto hace que por primera vez los
Estados Unidos se involucraran en los asuntos internos de la Nación, en el artículo
Estrategias de ruptura política, absolutización del enemigo y conversión ideológica
de Rafael Núñez y Álvaro Uribe dice: “por primera, y no ultima vez, ésta
prevalencia del enemigo interno justifico la injerencia militar de Estados Unidos en
territorio Colombiano con el propósito de consumar su derrota” (Guerrero, 2011,
pág. 121).
Es importante tener en cuenta que a través de la historia y hasta los tiempos
actuales, los Estados Unidos como potencia mundial han querido dominar el
mundo mostrando el poderío de las armas como principal medio para defender lo
que ellos llaman “libertad”, con un fin expansionista y de esta manera tener un
control militar y económico a nivel mundial.
Al igual que Núñez a finales del siglo XIX, hoy a inicios del nuevo milenio apareció
lo que podría llamarse a lo mejor su “reencarnación”, un personaje no muy
diferente a este es elegido y reelegido como presidente de Colombia, con diversas
estrategias legales o no legales dominó con su autoritarismo durante 8 años como
presidente, llevando también a declarar una guerra total a los grupos subversivos
del momento FARC Y ELN teniendo como pretexto principal la lucha contra el
“terrorismo y por la seguridad democrática”, con esta justificación comienza a
plantear estrategias guerreristas similares a las llevadas a cabo por Núñez,
teniendo como punto de partida el odio y el rencor imposibilitando llevar a cabo
momentos de tranquilidad.
Aunque las iniciativas de paz y de acercamiento de los grupos en contienda
quienes trataban de hacer más llevadero los distintos conflictos y personas de
muy distinguida honorabilidad denominadas comisionados de paz fueron muchas,
no siempre estas llegaban a feliz terminación, siempre que parecía el fin de una
hostilidad aparecían quienes nos estaban de acuerdo con ello o quienes querían
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dominar de una u otra manera en las regiones convirtiéndose así en los caudillos
que podrían sacar al pueblo adelante.
Es válido reconocer que a finales del siglo XX se dieron importantes
acercamientos también con los grupos subversivos del momento, algunos llegaron
a buen término, entre ellos la entrega de armas y la desmovilización del M19
durante el gobierno del Virgilio Barco cuyas cabezas principales eran; Carlos
Pizarro, Antonio Navarro, Jaime Bateman entre otros. Actualmente se vienen
llevando a cabo diálogos entre el gobierno Nacional y las guerrillas de las FARC,
ELN y acercamiento con un pequeño grupo del EPL, esto nos muestra que hay
voluntad de las partes y que necesitamos de una manera urgente la terminación
del conflicto armado para iniciar un proceso de instauración de la Paz con Justicia
Social e igualdad de condiciones.
Como punto a resaltar durante las confrontaciones de la lucha por el poder, es el
hecho de que en algunas ocasiones no siempre los representantes del gobierno y
administradores de los diferentes entes Institucionales le eran fieles o cumplían a
cabalidad lo ordenado por el gobierno, en el texto “Las palabras de la guerra” se
afirma que:
“las guerras de los supremos pusieron de presente la ignorancia y la
fragmentación del aparato público, pues algunos militares que mandaban
tropa en las provincias, algunos gobernadores, algunos jueces, magistrados
y funcionarios de alto rango, en el momento de la confrontación, definieron
sus lealtades por los rebeldes y no por el gobierno al cual representaban y
por el que habían sido nombrados” (Uribe, 2010, pág. 69).
Aquí se puede ver como los “lideres” de las regiones aun siendo controlados, en
diferentes ocasiones pensaban verdaderamente en el bienestar de la población,
conscientes de la necesidad de defender a sus habitantes. Esto lo que nos
muestra es que aún en medio de un dominio total por parte del gobierno el cual
creía tener el control total sobre la población por medio de sus representantes,
quienes en ultimas ejecutaban las ordenes eran personas que conocían de cerca
las necesidades y los motivos por los cuales los rebeldes estaban “luchando”
razón por la cual definían ser leales a los rebeldes y no al gobierno.
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Imagen recuperada de: http://www.desmotivaciones.mx/guerra-civil-26989.html; 28/07/2014
Mientras en Colombia se dio inicio a la guerra civil de los mil días entre 1899 y
1902 la cual llevo al derrocamiento del presidente Manuel Antonio San Clemente,
a nivel mundial surgía otros conflictos por diversas causas, entre ellas el tema
económico, esto hace que aunque la convocatoria para la asamblea de la Haya
tenía unos propósitos particulares para unos países que se encontraban en
conflicto, de una u otra manera este permitía además tener una luz que permitiera
orientar de manera más clara acuerdos que llevaran a poner fin a las hostilidades
internas.
Por causa de los diversos conflictos que surgían a nivel mundial, guerras por
poder, por el control militar y político, por la economía etc. y viendo la necesidad
de tener un conjunto de reglas que garantizara la protección de Derechos
fundamentales de las personas, se comienza a establecer tratados, normas y
convenios que hoy conocemos como Derecho Internación Humanitario, y que por
fortuna es la herramienta fundamental para la protección durante tiempos de
guerra especialmente en las población civil, desde su nacimiento estas normas
brinda garantías para la población que se encuentra en medio de conflicto y que
no hacen parte de las hostilidades, además limita y regula el uso de los métodos
de guerra que utilizan durante las confrontaciones los grupos armados, entre sus
principales objetivos está la el respeto por la vida y la integridad humana de la
población no combatiente y son de cumplimiento obligatorio por las actores
armados.
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A modo de reflexión:
Debemos tener en cuenta que desde antes del siglo XIX y hasta la
actualidad han venido surgiendo confrontaciones armadas y políticas que
pretenden de una u otra manera dominar, controlar, e imponer normas que
solo beneficien a quienes están dominando.
Es importante que verdaderamente se apliquen y se hagan cumplir las
normas, convenios y tratados internacionales que protegen tanto a quienes
participan como a los que no participan de las hostilidades, para que de
esta manera sea menos horrorosas las secuelas que estas puedan generar
y se respeten al menos en lo mínimo los derechos fundamentales, tanto de
los combatientes como de los no combatientes.
Aunque los contextos son totalmente diferentes y las tecnologías han
evolucionado, lo que sigue siendo igual es la forma como cada día tenemos
que llorar y enterrar a nuestros muertos, los muertos de nuestro país.
A la luz del Derecho Internacional Humanitario, todos los intentos e iniciativas por
poner fin a los conflictos en Colombia a través de la historia son válidos e
importantes, todos como población no combatiente tenemos la responsabilidad de
manera directa e indirecta de apoyar las diversas propuestas que se planteen en
pro de una salida negociada al conflicto, debemos ser conscientes de la
necesidad urgente de parar el derramamiento de sangre, debemos dejar de
hablar y empezar a actuar frente a las realidades, la paz no se consigue
solamente con el silencio de las armas, la paz además es Justicia social, igualdad,
dignidad, trabajo, salud, educación etc., de no tener en cuenta estas necesidades
fundamentales creo que la paz sería una simple Utopía.
Fredy Andrés Vargas G.
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