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Reservados todos los derechos
Principales conceptos relacionados con las
estrategias didácticas
Estrategias didácticas para
el aprendizaje individual
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Autor y Derechos Conexos, por lo que podrá ser sancionado penalmente.
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Introducción
Cuando nos ubicamos en el ámbito didáctico, es bastante común que algunos
conceptos se utilicen de manera indistinta, como si se tratara de sinónimos, y sin
advertir que existen diferencias de significado entre estos. Este es el caso de
algunos conceptos relacionados con las estrategias didácticas, de manera que,
como entrada a este delicioso y variado menú, le ofrecemos el presente módulo,
en el cual definiremos qué es un método didáctico, una estrategia didáctica, una
técnica y una actividad, con el fin de que podamos tener mayor claridad y
podamos utilizar y aplicar apropiadamente cada uno de estos términos.
¡Empecemos y buen provecho!
¿Qué es un método didáctico?
De acuerdo con Medina (2009, p. 19) citado por la Unidad de Gestión Curricular de
la Universidad de las Américas (UDLA) (2015), un método didáctico se entiende
como el conjunto de decisiones y acciones que fundamentan y facilitan el quehacer
docente. Dicho de otra manera, se trata de una serie de principios que definen la
forma en la que el docente va a concebir, organizar, planificar y llevar a cabo el
proceso de enseñanza.
Como lo indica Serna (1985) “el método didáctico combina armoniosamente y en
secuencias variadas, diversos recursos, técnicas y procedimientos para conducir
con eficacia el aprendizaje hasta los objetivos previstos” (p. 46). Desde esta
perspectiva, entonces, el método didáctico corresponde a una concepción más
general que abarca e incluye las estrategias, las técnicas y las actividades.
Los métodos didácticos han sido calificados de múltiples formas; y una de estas es
la propuesta por Giuseppe (1985), quien propone la suya a partir de varios
elementos, como lo son la organización de la institución, las posiciones que puedan
tener el docente y el estudiantado, entre otros. Así pues, su clasificación puede
hacerse según distintos aspectos. Veamos:
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Clasificación de los métodos didácticos según Giuseppe (1985)
Aspecto a tomar en cuenta Clasificación
Forma de razonamiento Método deductivo
Método inductivo
Método analógico comparativo
Coordinación de la materia Método lógico
Método psicológico
Concretización de la enseñanza Método simbólico verbalístico
Método intuitivo
Sistematización de la materia Métodos de sistematización (rígica o semirígida)
Método ocasional
Actividades del alumno Método pasivo
Método activo
Globalización de los conocimientos Método de globalización
Método no globalizado o de especialización
Método de concentración
Relación entre el profesor y el
alumno
Método individual
Método individualizado
Método recíproco
Mètodo colectivo
En cuanto al trabajo del alumno Método de trabajo individual
Método de trabajo colectivo
Método mixto de trabajo
En cuanto a la aceptación de lo
enseñado
Método dogmático
Método heurístico
En cuanto al abordaje del tema de
estudio
Método analítico
Método sintético
Elaboración propia con base en Guiseppe (1985)
No obstante lo anterior, vale la pena mencionar la perspectiva de Morín, Ciurana y
Motta (2002), mencionada y compartida también por Seas (2016), según la cual el
método se describe como “un camino, que se inventa y nos inventa, es decir un
camino que se construye permanentemente y cuyo recorrido nos cambia, nos hace
diferentes, producto de ese andar” (p. 193).
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De acuerdo con este enfoque, si bien el método fundamenta y conduce el
quehacer docente, este lo hace de una forma menos rígida que como se ha
entendido tradicionalmente, al permitir la (re)construcción de las estrategias a la
luz del contexto, de las relaciones e interacciones, de la creatividad y de la
innovación.
¿Qué es una estrategia didáctica?
Etimológicamente, el concepto de estrategia se relaciona con el ámbito bélico, de
manera que, desde su primera acepción, una estrategia es “el arte de dirigir las
operaciones militares” (RAE, 2015); sin embargo, de modo más general se refiere
también al “arte, traza para dirigir un asunto” (RAE, 2015). Así pues, vemos cómo
desde su sentido más general, una estrategia se refiere a algo que se planea para
dirigir algo.
De acuerdo con Aparicio (2013), una estrategia es un sistema de planificación de
cierto número de acciones, cuya consecución permitirá lograr un objetivo y
alcanzar una meta fijada previamente; es decir, lo primero es saber para dónde
vamos y qué queremos lograr, y con base en esto es que diseñamos la estrategia.
De manera específica, las estrategias didácticas se definen como las acciones
conscientes e intencionadas, que son determinadas y planificadas por el docente,
con el objetivo de orientar la enseñanza y promover que el estudiante logre la
construcción del aprendizaje y el alcance de los objetivos planteados. En esta
misma línea, la Unidad de Gestión Curricular de la UDLA (2015) indica, citando a
Anijovich y Mora (2010) que las estrategias didácticas son “orientaciones generales
acerca de cómo enseñar un contenido disciplinar considerando qué queremos que
nuestros alumnos comprendan, por qué y para qué” (p. 6).
Al respecto, es importante indicar que un curso bien diseñado no solo promueve
de manera exitosa los objetivos de aprendizaje, sino también el desarrollo de la
autorregulación, la autoevaluación y la autonomía del estudiante durante dicho
curso, y estas habilidades las puede transferir a otros cursos y a su vida personal y
profesional.
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¿Qué es una técnica?
Las técnicas son procedimientos didácticos, lógicos y con fundamento psicológico
que permiten la concreción de las estrategias y con esto, el logro de los objetivos y
metas fijadas desde esta. Dicho de otra forma, una estrategia está conformada por
técnicas; es decir que mientras una estrategia abarca y se enfoca en aspectos más
generales del proceso de enseñanza-aprendizaje, la técnica, por su parte, incide en
un sector, fase o tema específico de estudio.
Las técnicas son, en general, procedimientos que buscan obtener
eficazmente, a través de una secuencia determinada de pasos o
comportamientos, uno o varios productos precisos. Las técnicas determinan
de manera ordenada la forma de llevar a cabo un proceso, sus pasos
definen claramente cómo ha de ser guiado el curso de las acciones para
conseguir los objetivos propuestos (Centro virtual de técnicas didácticas del
Tecnológico de Monterrey, s.f.).
¿Qué es una actividad?
Las actividades son las acciones específicas que se llevan a cabo en la ejecución de
una técnica. De acuerdo con Seas (2016), estas “son flexibles y permiten ajustar la
técnica a las características del estudiantado” (p. 229). En otras palabras, las
actividades son las que permiten que las técnicas se adecuen en mayor o menor
medida al grupo de estudiantes o al contexto.
Para resumir lo anterior, le presentamos el siguiente cuadro.
Concepto Definición Ejemplo
Método didáctico Conjunto de decisiones
que fundamenta y
conduce el quehacer
docente.
De trabajo individual
(según la forma como los
estudiantes trabajen)
Estrategia didáctica Conjunto de acciones
(técnicas) planificadas por
el docente de forma
intencionada, que
Puede incluir una o varias
técnicas. Siempre van a
depender del objetivo de
aprendizaje y de los
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Concepto Definición Ejemplo
orientan en proceso de
enseñanza y promueven
el logro de los
aprendizajes por parte del
estudiante. Son generales
o globales.
contenidos por
desarrollar. Debe tomar
en cuenta varios aspectos
como el tiempo, los
recursos, etc.
Técnica Procedimientos didácticos
que concretan la
estrategia. Determinan,
mediante pasos
secuenciales y ordenados,
cómo llevar a cabo un
proceso. Son concretas y
específicas.
Cuadro de triple
entrada
Diario reflexivo
Ensayo
Mapa conceptual
Mapa mental
Texto paralelo
Actividad Acciones que se realizan
en la ejecución de una
técnica. Son flexibles.
Elaboración de
productos concretos
Discusiones grupales
Participación en foros
virtuales
Fuente: elaboración propia
En las asignaturas o cursos que tiene a cargo, ¿qué
métodos, estrategias, técnicas y actividades están
planificadas?
¿Considera que estos facilitan el logro de los objetivos
y de los aprendizajes por parte del estudiantado?
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Elementos de una estrategia didáctica
Seguidamente, presentaremos brevemente cuáles son los elementos que
conforman una estrategia didáctica:
1. Propósito
El propósito de una estrategia didáctica debe concordar siempre con el o los
objetivos de aprendizaje que se encuentran ya establecidos en los programas o
diseños curriculares de los cursos o asignaturas; en este sentido, los objetivos de
aprendizaje son la base, el punto de partida y el norte para la propuesta de los
propósitos de cada estrategia didáctica.
En este elemento, los equipos docentes deben indicar de manera breve, clara y
concisa qué es lo que se espera que el estudiantado aprenda con el desarrollo de
las actividades propuestas en la estrategia.
2. Contenidos
Al igual que como ocurre con el propósito, los contenidos (los temas) de la
estrategia didáctica son siempre los mismos que ya están establecidos desde el
diseño curricular. Asimismo, estos deben estar relacionados completamente con los
objetivos de aprendizaje ya establecidos. Sobre este elemento, es necesario que la
estrategia aborde o desarrolle los contenidos desde sus tres aspectos: conceptual
o teórico (saber), procedimental o metodológico (saber hacer) y actitudinal (saber
ser).
3. Recursos
Los recursos se refieren a los materiales que se diseñan o que se le brindan al
estudiantado para el desarrollo de la estrategia. En este sentido, se espera que
estos cumplan con algunos criterios, como la concreción, la claridad, la
estructuración, la contextualización, la mediación didáctica, entre otros. En cuanto
a los formatos, los recursos pueden ser escritos, adiovisuales, multimediales, etc.
4. Técnicas
Como dijimos en la parte anterior, las técnicas son los métodos concretos que elige
la persona docente para que el estudiante lleve a cabo las estrategias; por
ejemplo, estudios de caso, mapas conceptuales, entre otras. Sobre las técnicas es
muy importante que estas se elijan de manera estratégica, tomando en cuenta los
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contenidos pues no todas las técnicas son apropiadas para cualquier tipo de
contenido. Asimismo, se recomienda que las personas docentes faciliten guías y
ejemplos del cómo se espera que sean llevadas a cabo por el estudiantado, para
que el desarrollo de estas no represente una dificultad adicional.
5. Actividades
Estas forman parte de las técnicas, pero se presentan como un elemento aparte
porque representan las acciones o tareas específicas y concretas (los pasos) que la
persona docente propone para que el estudiantado desarrolle la estrategia y logre
alcanzar los propósitos relacionados con esta. Dichos pasos deben ser ordenados
por el docente de forma lógica y secuencial, con el fin de que cada estudiante
pueda llevar a cabo el producto, la evidencia o la tarea solicitada.
6. Propuesta de evaluación
En este punto es importante recordar que desde un enfoque de evaluar para
aprender, la evaluación es integral e integrada al proceso de aprendizaje del
estudiantado, lo cual quiere decir que no solo se evalúan solo resultados finales,
sino también el proceso y los avances. Así pues, las propuestas evaluativas de las
estrategias didácticas deben tomar en cuenta dicho principio para que la
evaluación sea auténtica y formativa.
El diseño de las propuestas de evaluación implica, a su vez, la construcción de
instrumentos de evaluación (rúbricas, listas de cotejo, escalas de valoración, etc.)
los cuales, por un lado, le permitan al equipo docente la determinación de los
criterios que serán tomados en cuenta y que son clave que el estudiantado cumpla
en el desarrollo de las estrategias; y por el otro, le permitan al estudiantado
conocer tales criterios para autorregular y autoevaluar su desempeño. Asimismo,
es importante que las propuestas evaluativas potencien no solo la
heteroevaluación, sino también la co y la autoevaluación.
Para la propuesta y diseño de los elementos anteriores, es necesario que el equipo
docente realice previamente un ejercicio reflexivo sobre otros aspectos, como es el
caso de la población meta (su nivel y sus conocimientos previos), las
características del lugar donde se llevarán a cabo las estrategias (ya sea que se
trate de espacios físicos o virtuales), el tiempo con que contará el estudiantado
para llevarlas a cabo, entre otros.
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¿A qué responde una estrategia didáctica?
Toda estrategia didáctica debe ser coherente, en primer lugar, con la concepción
pedagógica que comporta la institución educativa y, en segundo lugar, con los
componentes de la planificación curricular, específicamente, los objetivos de
aprendizaje y contenidos.
Asimismo, las estrategias deben promover el desarrollo de las competencias de
autonomía, autodirección y autorregulación en el proceso de aprender;
competencias que cada día es más necesario potenciar, debido al uso de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el proceso educativo.
Como lo destaca Valenzuela (s.f.) al referirse al papel del estudiante, “no importa
qué tan buen diseño instruccional tenga un curso o qué tan sofisticadas sean las
tecnologías que se empleen, el aprendizaje de un cierto contenido tiene al
participante (y a sus estrategias para aprender) como el responsable final del logro
de las metas educativas” (párrafo 5).
Por esto, a continuación, haremos una breve referencia al aprendizaje estratégico,
significativo y autorregulado y en cómo podemos hacer para planificar estrategias
que lo promuevan.
El aprendizaje estratégico y el aprendizaje significativo
Las estrategias, además de estar estrechamente relacionadas con el logro de los
objetivos, deben promover el aprendizaje estratégico, en el cual las
representaciones mentales (aprendizajes) tengan relación con el contexto de la
persona que aprende y tenga relevancia para su cotidianidad. El aprendizaje
estratégico se expresa cuando:
Tiene sentido para la persona que aprende.
Es placentero, integral, multidimensional y multisensorial.
Implica procesos autorganizativos para la autonomía y la autorregulación
del proceso de aprendizaje.
Los procesos se viven en la interacción con el objeto de aprendizaje y con
las personas involucradas.
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El aprendizaje estratégico se promueve a través de estrategias metacognignitivas,
las cuales le permiten al estudiantado reflexionar sobre la forma en la que ellos y
ellas mismas desarrollan sus propios procesos de aprendizaje y de pensamiento.
Tales estrategias pueden ser:
Estrategias de autoevaluación y autorregulación que le permiten a la
persona estudiante tener el control de su proceso de aprendizaje, para
tomar las decisiones sobre ella misma.
Estrategias generales de adquisición de conocimiento que le ofrecen al
estudiantado las técnicas que mejor se acomoden a su forma de aprender.
Estrategias contextuales que contribuyen al manejo eficiente del tiempo, a
develar los requisitos de cada asignatura, a construir el ambiente de
aprendizaje más apropiado. Elementos que van a contribuir a la eficacia de
su proceso de aprendizaje.
Estrategias para el manejo de los recursos educativos, que permiten al
estudiantado la adquisición de competencias para alcanzar las metas
propuestas.
Estrategias específicas de la disciplina de estudio que contribuyen a
conseguir procesos de aprendizaje eficientes en el área particular de
estudio.
A todo este proceso consciente y reflexivo que realiza la persona aprendiente
sobre la manera o las maneras óptimas de potenciar sus aprendizajes y
conocimientos se le llama “aprender a aprender”, lo cual se define como
[…] ser consciente de lo que se sabe y de lo que es necesario aprender, de
cómo se aprende, y de cómo se gestionan y controlan de forma eficaz los
procesos de aprendizaje, optimizándolos y orientándolos a satisfacer
objetivos personales. Requiere conocer las propias potencialidades y
carencias, sacando provecho de las primeras y teniendo motivación y
voluntad para superar las segundas desde una expectativa de éxito,
aumentando progresivamente la seguridad para afrontar nuevos retos de
aprendizaje..." (Ministerio de Educación y Ciencia, 2007, p. 57).
Ahora bien, todo lo anterior se relaciona de manera intrínseca con el aprendizaje
significativo, el cual se refiere a ese aprendizaje que alcanza el estudiantado,
cuando lo integra de manera consciente e intencionada a su estructura de
conocimientos previos; es decir, cuando la persona que aprende logra hacer una
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conexión entre lo nuevo que está aprendiendo y lo que ya sabía. En este sentido,
tanto el aprendizaje significativo como el aprendizaje estratégico van más allá del
aprendizaje memorístico, pues implican un papel mucho más activo del
estudiantado; de ahí la importancia de que las estrategias didácticas que
propongan los equipos docentes vayan en dirección a potenciar estas
competencias.
El aprendizaje autorregulado
Como referencia, el modelo pedagógico de la Universidad Estatal a Distancia
(UNED) plantea en sus principios epistemológicos que “el sujeto aprendiz tiende en
forma natural, a su autorregulación, lo cual lo conduce continuamente a
autodeterminarse, autorrealizarse y trascender” (UNED, 2004, p. 25); esto implica
que todas las gestiones académicas deben tener en consideración, que la persona
adulta es autónoma en su proceso de aprender y que todos los recursos didácticos
y estrategias de aprendizaje sugeridas debe orientarse en este sentido.
Para Bartolomé (2012), el aprendizaje autorregulado debe ser una competencia
que debe promoverse en la formación continua y se identifica en la capacidad de
Detectar las necesidades de formación.
Encontrar los recursos para responder a estas necesidades.
Discriminar entre los recursos en función de su calidad y su adecuación a
las necesidades propias.
Utilizar esos recursos de modo más o menos autónomo, en función del
recurso.
Valorar, con o sin ayuda externa (según los casos), si se han alcanzado los
objetivos pretendidos o no.
Para concluir, le invitamos a reflexionar a partir de las siguientes preguntas:
¿Promueve usted el aprendizaje estratégico,
significativo y autorregulado desde las estrategias
didácticas que propone en el curso o asignatura que
tiene a cargo?, ¿por qué sí o por qué no?, ¿de qué
forma?
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