o economista 102 marzo: entrevista a pau a. monserrat

Post on 28-Nov-2014

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Economy & Finance

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Pau A. Monserrat habla en la revista de los economistas de A Coruña sobre su libro "La banca culpable"

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La mejor manera de que nadie responda de los despro-pósitos realizados en el negocio bancario es negar quehaya culpas ni culpables o, mejor, aceptar que existeresponsabilidad compartida por todos: banqueros ybancarios, Gobierno, supervisores y clientes. En Labanca culpable hay culpas y culpables. No es un com-pendio revanchista ni un alegato de indignación, aun-que también. Lo que se pretende es identificar las ma-las prácticas y los productos financieros que han cau-sado la ruina de hipotecados y ahorradores, además

de proporcionar las herramientas básicas para que elcliente no vuelva a entrar desprotegido a una oficinabancaria.El autor ha tratado de analizar los errores y malos

usos de la forma más objetiva e imparcial posible, re-curriendo a la opinión de expertos y clientes reales, asícomo a su experiencia como bancario, primero, y comoagente de entidad financiera, después. Su actual vin-culación al mundo de las finanzas online le ha permiti-do escribir con pleno conocimiento del sector.

O Economista nº 102 | Marzo 2013Ocio. Libros recomendados 13

Pau Montserrat examina a la banca…y la suspende

La banca culpable. Testimonio de un exempleado sobre malas prácticascomerciales y cómo protegerse de ellas. Pau A. Monserrat

¿Cree que el tótum revolútum queestá atravesando el sector banca-rio supondrá una regreso a lasbuenas prácticas comerciales enun futuro más o menos próximo?Dicho de otro modo, ¿volverán aasesorar en lugar de vender?Más que una predicción es un de-seo, el que la banca aprenda a ha-cer bien su trabajo, que es captarahorro y canalizarlo eficientemen-te al consumo e inversión, sin en-gañar a sus clientes en el proceso.Para ello es necesario un cambiointegral en su política comercial yde análisis de riesgo, cambio quea día de hoy personalmente nopercibo. Hay que cambiar a los di-rectivos y los incentivos económi-cos, cosa que no está pasando ami modo de ver. Creo que va a serel cliente bancario, con su cambiode actitud hacia la banca, la queforzará el cambio, más que el sec-tor motu propio.

¿Se ha roto definitivamente la re-lación de confianza que existía ha-ce años entre cliente y el directorde la sucursal ?Sin duda. Los bancos crearon unafigura de “director de sucursal” quenada tiene que ver con la percep-ción de asesor de confianza que

tenía el cliente. No es que los em-pleados de banca hicieran mal sutrabajo los profesionales, es que sutrabajo era vender. Y además, losincentivos no se diseñaron parauna venta adecuada para el clien-te, sino para los intereses a cortoplazo del banco. Por tanto, el clien-te depositó una confianza en al-guien que no debía, un comercialpuro y duro. Y la banca, verdaderaresponsable, traicionó de formaflagrante este vínculo emocionaldel cliente. Los ciudadanos, conuna cultura financiera muy pobreen general, siguen necesitandoconfiar en un asesor paracontratar productos fi-nancieros. Si a ello lesumamos que cree-mos que este aseso-ramiento ha de sergratuito, nos encon-tramos con un cír-culo vicioso. Sabe-mos que el bancono asesora pero noqueremos pagar a unasesor independiente.O bien surgenbancos

que asesoren, o bien acudimos afuentes independientes. Pero todono se puede tener. Mi intuición esque las generaciones actuales seresisten a desconfiar de “sus” ban-cos, pero las futuras ya no confia-rán más en ellos.

En el libro critica al sistema finan-ciero pero sin quitar del todo laresponsabilidad a las personasafectadas. ¿Se atreve a emitir quetanto por ciento de culpa poseenambas partes?Es evidente que no puedo genera-

lizar ni cifrar porcentualmenteesta responsabilidad.

Sin embargo, solosimplificando la

realidad los eco-nomistas pode-mos dar indica-

ciones útiles.Así que mea r r i e s g a r é ,

con la certezade que no acier-

to realmente: Elsistema financiero

tiene un 40% deresponsabi-

l i d a d .

Los supervisores (Banco de Españay CNMV) y los Gobernantes que de-ciden sobre sus directivos, otro40%. El cliente que firma muchasveces sin leer los contratos y la granmayoría de ocasiones sin entender-los, el 20% restante de responsabi-lidad. En cambio, el 100% del casti-go a las culpas ha recaído en el pro-pio cliente. ¿Es eso justo?

¿Qué consejo daría a alguien quese dirige a una sucursal bancariapara confiarle sus ahorros?Que no “confíe” sus ahorros. El di-nero que tanto cuesta ganar hayque aprender a gestionarlo unomismo. Igual que al comprar uncoche no “confiamos” en el vende-dor, ni tampoco “confiamos” en elque nos ofrece un seguro, tampo-co hay que poner nuestra fe en unbanco. Al banco se va a comprar.Una vez tenemos clara esta premi-sa, busquemos un banco que sepavender sin perjudicar al cliente,que entienda que entre vendedory comprador hay que crear día adía un vínculo de confianza, basa-do en el saber hacer empresarial.Pero nunca olvidemos que el ban-co vende y es responsabilidadnuestra saber qué y cómo com-pramos productos financieros.

ENTREVISTA A PAU MONSERRAT

«Hay que tener claro que al banco se va a comprar»

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