los efectos de la privación del sueño sobre la atención
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Universidad Autónoma de Nuevo León
Facultad de Psicología
“Los efectos de la privación del sueño sobre la atención”
Benítez Barbosa, Joel
Castillo Silva, Xóchitl Xel-há
Peña Parás, Gerardo Manuel
Peña González, Roque
Rodríguez de León, Jhonatan Emmanuel
Salazar Betancourt, Sídney Germán
U.A.: Psicofisiología de la Motivación y la Emoción
Grupo: 3°- G
Fecha: Noviembre del 2010
2
Resumen
El objetivo general de la presente investigación es determinar los efectos de
la privación total de sueño sobre el nivel de alerta subjetivo y el rendimiento
obtenido en pruebas de atención. Para ello, el experimento consistió en la
privación total del sueño de un participante durante casi 33 horas en las que
se le aplicaron 6 sesiones de una tarea de ejecución continua (TEC). Con
esto analizamos experimentalmente el rendimiento de estas tareas a partir
de la precisión y el tiempo de respuesta a los estímulos presentados. En esta
investigación encontramos que los niveles de atención en estado de
privación de sueño son influenciados por un gran número de factores, entre
los que destaca la motivación de los participantes; factor que provocó la
inconsistencia en algunas de nuestras hipótesis.
Palabras clave: Privación total de sueño, atención, TEC.
3
Introducción.
Un ser humano adulto pasa las dos terceras partes de su vida despierto y
una tercera parte durmiendo (del Río, 2006). El sueño es prácticamente
universal en el reino animal y parece que es imprescindible para la vida, ya
que su privación absoluta, al menos en mamíferos, produce la muerte en una
a tres semanas (Santamaría, 2003). Cuando una persona no duerme en
forma adecuada o está privada parcial o totalmente del sueño, presenta
alteraciones de diferente índole, como son: fallas en los procesos de
atención y percepción, falta de interés, errores de memoria e irritabilidad.
Esto precipita al sujeto afectado hacia un estado de ansiedad o estrés, con
alteración y modificación de las funciones cerebrales superiores o
cognoscitivas, de tal manera que se altera su capacidad para realizar
eficazmente las actividades de la vida cotidiana. Con lo anterior, podemos
apreciar que el sueño y la vigilia guardan una estrecha relación y ambos son
indispensables no sólo para la supervivencia del ser humano, sino para una
buena calidad de vida al favorecer estados físico y mental saludables (del
Río, 2006).
Uno de los efectos de la privación del sueño es la deterioración en la
atención selectiva (Lim, Tan, Parimal, Dinges, Chee; 2010), que implica la
capacidad de procesar un evento sensorial e ignorar otros eventos
presentes; además de afectar significativamente la atención sostenida, que
es la capacidad de mantener el estado de selectividad atencional durante un
4
período prolongado en la realización de una tarea (Valdez, 2009). De igual
manera hay disminución de las alertas tónica (la capacidad de dar una
respuesta a los cambios en el ambiente) y fásica (la capacidad de activarse
cuando el medio lo requiera) con la privación del sueño. Según Valdez
(2005), uno de los factores que producen estos deterioros, conforme pasa el
tiempo en esta clase de experimentos de privación del sueño, es el
cansancio. Otro factor clave en estos deterioros nos lo dan nuevas
investigaciones que señalan que las personas privadas de sueño, a veces
sufren "apagones" o interrupciones de la atención y el procesamiento visual;
concluyendo que, durante los lapsos de atención, el cerebro privado de
descanso entra en un estado similar al sueño (Chee, 2010).
Para medir los niveles de atención se pueden usar tareas de vigilancia
(Gómez, 2000). En general, las tareas de vigilancia consisten en mantener la
atención hacia una fuente de estimulación durante un período prolongado e
ininterrumpido de tiempo, en el que se presentan una serie de estímulos
(p.ej., destellos de luz, letras, figuras, etc.), algunos de ellos señales y otros
no-señales o ruido, ante los cuales el sujeto debe permanecer alerta y
responder ante la aparición de las señales. Sin embargo, en las
investigaciones sobre privación total de sueño se han obtenido resultados
contradictorios respecto a los efectos negativos de la privación de sueño
sobre la ejecución de tareas de vigilancia. Por ejemplo, cuando el nivel de
complejidad de la tarea es alto, se contrarresta los efectos negativos de la
somnolencia, no produciéndose un deterioro en la ejecución de dicha tarea.
5
Además, si durante su realización se introduce un estímulo activador -un
ruido- también se previene la aparición del deterioro en el rendimiento; y, por
último, cuando el ritmo de ejecución puede ser marcado por el propio sujeto
(autorritmo), apenas se observa un déficit en la ejecución de la tarea
respecto al grupo control, ya que los sujetos privados de sueño, con un nivel
de alerta o activación disminuido, tienden a realizar la tarea a un ritmo lento
(Gómez, 2000).
El objetivo general de la presente investigación es determinar los efectos
de la privación total de sueño sobre el nivel de alerta subjetivo y el
rendimiento obtenido en pruebas de atención. Se formularon las siguientes
hipótesis:
-Hipótesis 1: Durante la condición de privación del sueño se producirá
una disminución progresiva subjetiva del nivel de alerta debido al
cansancio y/o el nivel de somnolencia del participante.
-Hipótesis 2: El participante experimental no tendrá disminución del
nivel de precisión, mas si en la velocidad, conforme va avanzando la
prueba.
-Hipótesis 3: En el transcurso de la noche, el que esté privado de
sueño tendrá algunos lapsos de sueño, lo que repercutirá en su
desempeño en las tareas de atención.
6
Método
a) Sujetos
En el experimento participaron 2 sujetos varones (uno de control y otro
experimental), con edades comprendidas entre los 18 y 21 años. El sujeto 1
entra en la escala de cronotipo intermedio; tiene una plasticidad de sueño
moderada y una necesidad de 6 a 7 horas de sueño cada día (sueño medio).
El sujeto 2, es moderadamente nocturno; tiene una plasticidad de sueño algo
limitada; y un patrón de sueño caracterizado por dormir alrededor de 11
horas (sueño largo); reporta una ligera dificultad para empezar a dormir y
somnolencia diurna, que no parece molestarle mucho. Ninguno de los
participantes ingirió días antes (15 días) más que un litro aproximado de
refresco al día (sólo el participante de control) y cigarros (sólo el participante
experimental fuma aprox. 4 al día) en cuanto a sustancias que pudieran
alterar el ciclo sueño-vigilia. No recibieron remuneración alguna por su
participación.
b) Aparatos
La tarea de ejecución continua (TEC) fue guiada por 2 videos de
elaboración propia, que presentan una serie de números aleatorios (150)
cada 2 segundos. Consiste en presentarles a los participantes números al
azar, para que así, toquen un tablero frente a ellos con la mano derecha
cuando sea un número del 1 al 9 (alerta tónica); con la izquierda si se le
7
presenta un 0 (atención selectiva); y con ambas manos cuando después del
0 aparezca un 5 (alerta fásica). Habrá un intervalo de 2 segundos entre cada
número, por lo que al ser 150 números en cada prueba, ésta durará 5
minutos (los cambios en el nivel de ejecución durante el transcurso de la
prueba son un indicador de atención sostenida).
También utilizamos una serie de test como lo son: el test de autoevaluación
de la fase circadiana (Horne y Ostberg); y una serie de test adaptados por
nosotros de Valdez (2009), que incluyen preguntas subjetivas sobre la
plasticidad del dormir y la necesidad de sueño de cada participante; así como
un diario de sueño a cada uno. Además de esto, se aplicaron escalas
subjetivas numéricas para el nivel de fatiga, el de somnolencia y el de
ansiedad. Como equipo estándar usamos videocámaras digitales y
computadoras portátiles. Para entretenerlos llevamos una baraja y algunos
juegos de mesa como “Jenga” y ajedrez. Para el procesamiento de datos
usamos el software Excel 2007 de Microsoft.
c) Procedimiento
El experimento se dividió en dos partes: una fase preliminar y una fase
experimental. En la fase preliminar, a nuestros dos participantes se les aplicó
el test de autoevaluación de la fase circadiana (Horne y Ostberg), para
8
determinar su cronotipo; así como un cuestionario de plasticidad del dormir y
necesidad de sueño, y un diario de sueño.
El experimento consiste en la privación total del sueño de uno de los
participantes durante casi 33 horas (empezando un viernes a las 8:00 p.m. y
terminando el domingo inmediato a las 5:03 a.m. aproximadamente),
mientras que el otro participante funcionará como control (es decir, el tendrá
la libertad de dormir cuando quiera). Al empezar el experimento, les
pediremos a nuestros participantes que contesten dos pruebas: una del nivel
de fatiga subjetiva y otra de los niveles subjetivos de somnolencia y ansiedad
(escala numérica). Una vez realizado esto, y con el fin de evaluar todos los
componentes de la atención, utilizaremos la tarea de ejecución continua
realizada por el equipo, variante de la de Valdez (2005). Para ello,
alternamos nuestros dos videos para tratar de evitar el autorritmo en nuestros
participantes. Para medir los niveles de atención consideraremos rapidez y
eficiencia. Por eficiencia consideramos aciertos, errores y titubeos; y por
rapidez los tiempos de reacción contados a partir de la grabación de cada
una de las pruebas.
Este conjunto de pruebas se repite cada 6 horas, por lo que aplicamos 6
pruebas a lo largo del experimento. Durante el tiempo en que los
participantes no estaban realizando las pruebas, se entretenían de
diferentes maneras: en mayor medida se les entretenía platicando, algunas
veces jugaban cartas; otras, algunos juegos de mesa como “Jenga” y
9
ajedrez; en menor medida, con las computadoras mientras navegan por la
web.
Hay que recalcar que el participante de control pudo dormir y tomar siestas
sin afectar al experimento; sin embargo, se le despertó (de ser necesario) 30
minutos antes de cada sesión de pruebas. Además se les dará de comer a
los participantes en horarios más o menos fijos lo que esté a nuestra
disposición.
10
Resultados
En la fase preliminar de nuestra investigación, vemos que nuestros
participantes son muy diferentes entre sí. Por ejemplo, al aplicar la prueba de
autoevaluación del ritmo circadiano vemos que nuestros participantes tienen
diferente cronotipo y plasticidad (Tabla 1).
Tabla 1: Resultados de la prueba de autoevaluación del ritmo circadiano
Sujeto/Participación Edad Puntaje Cronotipo Plasticidad
Sujeto 1/Control 18 48 Intermedio Intermedia
Sujeto 2/Experimental 21 32 Moderadamente nocturno Limitada
Además, los diarios de campo arrojaron que nos enfrentábamos con
sujetos con patrones de sueño contrastantes; pues mientras el sujeto 1
duerme generalmente 6 horas (sueño medio), el sujeto 2 lo hace alrededor
de 10 horas (sueño largo) (Figura 1). Además, el sujeto 1 suele reponer el
sueño perdido en los fines de semana, mientras que el sujeto 2 se
permanece constante (Figura 2).
Figura 1: Organización del dormir de los participantes (sujeto 1 arriba, sujeto 2 abajo) de un
día entre semana promedio.
18 h
19 h
20 h
21 h
22 h
23 h
0 h
1 h
2 h
3 h
4 h
5 h
6 h
7 h
8 h
9 h
10 h
11 h
12 h
13 h
14 h
15 h
16 h
17 h
18 h
Organización del dormir entre semana
S2- - 01:00 hrs-12:20 hrs.
S1 - - 0:00 hrs-
6:30hrs
11
Figura 2: Organización del dormir de los participantes (sujeto 1 arriba, sujeto 2 abajo) de un
día de fin semana promedio.
Ya en la fase experimental de nuestra investigación, tuvimos un ligero
inconveniente: el sujeto 2, después de permanecer casi 33:02 horas en
estado de vigilia, se quedó dormido; y ya no se le pudo despertar hasta
cuatro horas después, razón por la que se suspendió el experimento (en un
principio se tenían planeadas 36 horas y 7 pruebas). Con respecto a las
pruebas, la de los niveles subjetivos de fatiga arrojó que el sujeto 2 sufrió
más fatiga que el otro participante; y que sorprendentemente se recuperó
alrededor de las 20:00 hrs. del sábado, seguido de un disparo en su nivel de
fatiga en la siguiente prueba (Figura 3). La de de los niveles subjetivos de
somnolencia y ansiedad arrojó que, de igual manera que con la fatiga, el
sujeto 2 tuvo una ligera recuperación alrededor de las 20:00 hrs. del sábado.
Lo más curioso de esto es que a tan solo unos minutos de haber realizado la
quinta prueba, una vez que terminaron de comer, era claramente visible que
18 h
19 h
20 h
21 h
22 h
23 h
0 h
1 h
2 h
3 h
4 h
5 h
6 h
7 h
8 h
9 h
10 h
11 h
12 h
13 h
14 h
15 h
16 h
17 h
18 h
Organización del dormir fin de semana
S2- - 01:30 hrs-12:00 hrs.
S1- - 4:00 hrs-15:00 hrs
12
sus niveles, tanto de somnolencia como de ansiedad, estaban peor que
antes que se recuperara, afirmación confirmada en la última prueba (Figura 4
y 5).
Figura 3: Niveles subjetivos de la fatiga de ambos participantes
Figura 4: Niveles subjetivos de la somnolencia de ambos participantes.
0
5
10
15
20
25
20:00 h. 2:00 h. 8:00 h. 14:00 h. 20:00 h. 2:00 h.
Pu
nta
je s
ub
jeti
vo
Hora
Cotejo de puntajes de fatiga
Sujeto 2
Sujeto 1
0
1
2
3
4
5
6
7
8
20:00 h. 2:00 h. 8:00 h. 14:00 h. 20:00 h. 2:00 h.
Niv
el d
e s
om
no
len
cia
(0-1
0)
Hora
Niveles subjetivos de somnolencia
Sujeto 1
Sujeto 2
13
Figura 5: Niveles subjetivos de la ansiedad de ambos participantes.
Con respecto a la TEC, vimos que el sujeto 1 tuvo un mejor rendimiento
en las pruebas que el sujeto 2 en cuanto a aciertos; mas casi siempre fue
más lento que su compañero, pues solo lo superó entre las 14:00 y las 20:00
hrs. El cotejo de ambas nos indica el grado de atención selectiva (figura 6).
Figura 6: Aciertos y tiempos generales de la prueba TEC
0
1
2
3
4
5
6
20:00 h. 2:00 h. 8:00 h. 14:00 h. 20:00 h. 2:00 h.
Niv
el d
e a
nsi
ed
ad (
0-1
0)
Hora
Niveles subjetivos de ansiedad
Sujeto 1
Sujeto 2
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 2 0.95 0.98 0.99 0.96 0.93 0.93
Sujeto 1 0.95 1.14 1.07 0.93 0.90 0.94
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
Segu
nd
os
Hora (h)
Tiempo de respuestaTEC
20:00 h. 2:00 h. 8:00 h. 14:00 h. 20:00 h. 2:00 h.
Sujeto 1 147 147 149 148 148 150
Sujeto 2 139 144 147 148 146 148
132
134
136
138
140
142
144
146
148
150
152
Aci
ert
os
Cotejo de aciertos en la TEC
14
La prueba tuvo un total de 900 estímulos (números), de los cuales: 651
eran para determinar la alerta tónica, 162 la atención selectiva y 87 la alerta
fásica (Tabla 2).
Con lo que respecta la alerta tónica, el sujeto 1 tiene un mejor
desempeño, tanto en aciertos como en tiempo, que el sujeto 2 la mayoría del
tiempo, sólo en las pruebas de las 14:00 hrs. y las 20:00 hrs. se vio superado
(Figura 7). En atención selectiva, el sujeto 1 solo es superado en tiempo en
las primeras tres pruebas (Figura 7). En alerta fásica, ambos sujetos
presentaron mejorías tanto en aciertos como en tiempo; sin embargo, sólo el
sujeto 2 presenta un pequeño déficit en algunas de las pruebas finales.
(Figura 8).
Tabla 2: Desempeño de la TEC, por componentes de la atención. (%AC: porcentaje de aciertos, %ER: porcentaje de errores y %TIT: porcentaje de titubeos.
Participante 1 Participante 2
Componente TOTAL %AC %ER %TIT %AC %ER %TIT
Tónica 651 99.69 0.00 0.31 99.08 0.61 0.31
Selectiva 162 95.68 0.00 4.32 89.51 1.85 8.64
Fásica 87 97.70 0.00 2.30 94.25 4.60 1.15
Total 900 97.69 0.00 2.31 94.28 2.35 3.37
15
Figura 7: Acierto y tiempos de alerta tónica y atención selectiva.
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 1 99.07 100.00 100.00 100.00 99.07 100.00
Sujeto 2 95.37 99.08 100.00 100.00 100.00 100.00
93.00
94.00
95.00
96.00
97.00
98.00
99.00
100.00
101.00P
orc
en
taje
Alerta tónicaAciertos
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 1 0.97 1.11 1.01 0.91 0.90 0.97
Sujeto 2 0.91 0.98 0.89 0.97 0.94 0.93
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
Segu
nd
os
Alerta Tónica: Tiempo de respuesta
promedio
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 2 81.48 88.89 92.59 92.59 88.89 92.59
Sujeto 1 96.30 92.59 96.30 92.59 96.30 100.00
0.00
20.00
40.00
60.00
80.00
100.00
120.00
Po
rce
nta
je
Atención selectivaAciertos
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 1 0.95 1.13 1.17 0.93 0.90 0.93
Sujeto 2 0.94 1.04 1.16 0.93 0.93 0.96
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
1.40
Segu
nd
os
Atención selectiva: Tiempo de
respuesta promedio
16
Figura 8: Aciertos y tiempo de alerta fásica.
En este experimento, aproximadamente el 97% del tiempo no se
estuvieron haciendo pruebas (cada práctica duró 10 minutos como máximo),
por lo que hubo oportunidad de ver cómo iban evolucionando los
participantes a cómo iba pasando el tiempo. Primeramente, el sujeto 1 pasó
parte de este periodo dormido, con un total de poco más de 9 horas
dormidas (Tabla 3).
Tabla 3: Horarios de sueño del sujeto 1 (Int. Sueño: interrupciones de sueño).
Hora dormir 22:00 03:14 14:50 03:41
Hora despertar
00:13 07:27 16:38 Fin Prueba
Int. Sueño 3 2 2 2
Tiempo dormido
02:13 04:13 01:48 01:30 09:44
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 1 93.33 92.86 100.00 100.00 100.00 100.00
Sujeto 2 93.33 85.71 93.33 100.00 93.33 100.00
75.00
80.00
85.00
90.00
95.00
100.00
105.00
Po
rce
nta
je
Alerta fásicaAciertos
20:00 h.
2:00 h.
8:00 h.
14:00 h.
20:00 h.
2:00 h.
Sujeto 1 0.94 1.25 1.04 1.03 0.89 0.87
Sujeto 2 1.01 0.93 0.93 0.98 0.93 0.90
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
1.40
Segu
nd
os
Alerta fásica: Tiempo de respuesta promedio
17
Por otra parte, el sujeto 2 presentó algunos desordenes físicos a lo largo
de la prueba, como dolor de estómago, ganas de vomitar, y movimientos
algo torpes durante las últimas horas del experimento. De hecho se ponía
muy irritable a veces cuando las tareas se ponían algo complejas, como por
ejemplo algunos juegos de mesa o algunas conversaciones. Y no solo
irritable, su actitud era muy cambiante y extremista: o muy alegre o muy
irritado, dependiendo de las situaciones. También eran notables los periodos
en los que parecía que el sujeto 2 se quedaba dormido o bostezaba mucho.
En cuanto a lo que consumieron en la prueba, se trató de comida casera, y
cereales (Tabla 4).
Tabla 4: Consumo de los participantes durante la prueba (D1:día)
Consumo hora Platillo Bebida
D1 20:30 Picadillo Pasta jugo
D2 08:03 cereal leche -
D2 11:40 tamales
jugo
D2 20:07 Pasta pollo jugo
18
Discusión
Según las hipótesis plateadas y los resultados en el experimento, se puede
considerar que en la hipótesis 1, que dice que durante la condición de
privación del sueño se producirá una disminución progresiva subjetiva del
nivel de alerta debido al cansancio y/o el nivel de somnolencia del
participante; descubrimos que esa disminución de niveles si existe, pero no
afecta en lo absoluto a los niveles de alerta, puesto que el participante fue
mejorando en su rendimiento conforme avanzaba el experimento. De hecho,
pareciese como si cada vez que se realizaba la prueba, se “reactivaban” para
llevarla a cabo, ya que después de ésta y en la mayor parte del tiempo en el
que no se hacía prueba, podía percibirse cierto deterioro más que nada en el
participante experimental. Quizá la razón principal por la que nuestros
resultados sean contrastantes con los que expone Valdez sea la variante de
nuestra TEC: la TEC del primero trabaja con el movimiento de los dedos (un
movimiento mínimo) y la nuestra con los brazos (un movimiento más amplio y
complejo); lo que indicaría que la atención no se deteriora en respuestas con
un grado de dificultad. A diferencia de lo que dice Gómez (2000), que cuando
una tarea tiene una mayor complejidad no se facilita la aparición de la
función decremento, sino que puede invertirla debido a un aumento en la
motivación de los sujetos producido por la complejidad excesiva de los
estímulos; el mismo principio también se sigue en la manera en cómo se
ejecuta la tarea en sí. No obstante, también podríamos atribuirle esta mejoría
al autorritmo de los participantes, ya que el sujeto de control también mejoró;
19
sin embargo nunca repetimos el mismo video consecutivamente; por lo que
este argumento no es relevante. Estos hallazgos nos dan la idea de que la
atención está influenciada por más factores.
En la hipótesis 2, la cual afirma que el sujeto experimental no tendría
disminución del nivel de precisión, pero si en su velocidad de respuesta,
conforme avanzaba la prueba; pues sucedió que la precisión solo fue
mejorando (aunque con pequeños altibajos), y que con el tiempo ocurrió algo
muy similar; de hecho el tiempo solo empeoró un poco en alerta tónica; lo
que indica que respondía progresivamente cada vez más rápido a estímulos
diferentes, mas empeoraba o permanecía constantes con estímulos
repetitivos. También podemos atribuir como causantes de esto los mismos
factores de la hipótesis 1.
La Hipótesis 3 mencionaba que el sujeto experimental tendrá algunos
lapsos de sueño, lo cual afectaría en su desempeño. A esto, pues el sujeto si
presentó estos lapsos de sueño, pero aparentemente no afectaron en el
rendimiento de la prueba, pues como ya se había mencionado. De hecho
estos periodos de sueño solo aparecen cuando el sujeto está ocioso o
inactivo, la complejidad de la prueba no le permite entrar en este estado de
somnolencia.
A grandes rasgos podemos concluir que hay factores que no medimos y
que son parte importante en los niveles de atención durante la privación de
sueño. El más importante de ellos, según creemos, es la motivación del
participante. Dicha motivación, como lo hemos mencionado, puede ser la
20
clave para explicar las mejorías en el nivel de alerta de esta investigación.
Las pruebas que menciona Valdez son demasiado simples y monótonas
(solo se usan los dedos, de una mano), razón por la cual el participante
puede perder el interés progresivamente en ella, es decir la motivación que
hemos mencionado, y así bajar considerablemente los niveles registrados de
alerta. Nuestra TEC es más compleja y representa siempre un reto para
nuestros participantes, lo que alimenta esa motivación. Un factor más es la
disposición de los participantes, ya que ellos mismos se ofrecieron como
voluntarios, una motivación más a la lista.
A fin de cuentas, vemos que ha quedado claro de que la relación entre
sueño-nivel de alerta-ejecución en tareas de vigilancia es bastante compleja,
y estamos seguros que todavía hay mucho más por descubrir.
21
Referencias
1. García, M, (2001) Mecanismos atencionales y síndromes
neuropsicológico REV. NEUROL; 32(1): 463-7]
[http://www.revneurol.com/3205/k050463.pdf]
2. Lim J., Tan J.C., Parimal S., Dinges D.F., Chee M.W.L. (2010) Sleep
Deprivation Impairs Object-Selective Attention: A View from the Ventral
Visual
Cortex,http://www.plosone.org/article/info:doi/10.1371/journal.pone.00
09087
3. Gómez, I.C. & cols. (2000) Análisis experimental de la capacidad de
vigilancia: Efecto de la privación parcial de sueño y dificultad de la
tarea. Anales de psicología 16(1). 49-59.
4. Santamaría, J. (2003) Mecanismos y función del sueño: su
importancia clínica. Med Clin;120(19):750-5.
5. Del Río, P. (2006) Estrés y sueño. Revista Mexicana de Neurociencia
7(1). 15-20.
6. Valdez, P. (2009). Cronobiología. Respuestas psicofisiológicas al
tiempo. UANL. México.
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