la chaquitaclla y su persistencia en la agricultura andina
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LA CHAQUITACLLA Y SU PERSISTENCIA EN LA AGRICULTURA ANDINA
La chaquitaclla fue considerada un invento inca, pero descubrimientos recientes indican
que este instrumento ha sido previo a la agricultura andina. Se dice que el uso de la
chaquitaclla es obsoleto y en la actualidad se remite a ciertas zonas, sin embargo es un
elemento efectivísimo, que lamentablemente requiere un esfuerzo extenuante y lento.
La chaquitaclla es un instrumento rustico y artesanal hecho de un palo largo terminado en
punta. Hay tres variedades de chaquitaclla: arado (chacra iapu), siembra de maíz (zara
tarpui) y siembra de tubérculos (papa oca tarpui),.
LA LABRANZA EN LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO Y DEL ESPACIO
La función básica de la chaquitaclla era voltear los céspedes, en los valles bajos se utilizó el
sistema de la “milpa”; en los valles intermedios o templados, el sistema de andenes
predominaba y en los valles mas altos, los antiguos peruanos utilizaban plenamente la
chaquitaclla.
La labranza contempla rotación estricta de las actividades, los sembríos se alternaban
primero con tubérculos, luego con cereales y finalmente dejaban el suelo por varios años
antes de una nueva labor. Esta mecánica, hacía que la labor sea sumamente lenta, por lo
que recurrieron al trabajo en equipo, distribuyendo tareas equitativamente.
La Taclla es un instrumento para trabajo en equipo, un grupo de dos a cinco personas,
llamado “masa” que realiza el trabajo pesado (“yapuy”), pudiendo varios equipos realizar el
trabajo en varios lugares del campo al mismo tiempo (como en el caso del denominado
“ayni” o “minka”).
ESTRATEGIAS DE LABRANZA
La alternancia de lluvia y sequía hacía que se calcule la labranza y el arado en atención
estricta a las condiciones climáticas. Asi tenemos: a) Adelantadas, al final de la época de
lluvias que precede; b) Cuando el riego lo permite, temporada seca; c) Inmediatamente
antes o después de la siembra; d) Postergadas.
La fracción de superficie volteada varía también, y con ella el trabajo por hectárea:
a) La labranza completa: La totalidad del terreno es trabajada, requiere trabajo tedioso y
preparación secundaria de la tierra.
b) La labranza en camellones antes de la plantación: Mucho mas rápida, grupos de tres
personas aran parcelas de 500 a 1000 m2.
c) La labranza en camellones, después de la plantación directa en el pastizal de descanso:
Los tubérculos se colocan en el fondo de un hoyo en donde se desarrollan al borde del
terrón que los cubre, por ello quedan pequeños, posibilitando su conversión a chuño.
d) Una cuarta modalidad: Se abren surcos profundos de entre 10 a 15 cm. distantes en 80
cm. allí se siembra la semilla y se voltea completamente la tierra entre los surcos.
RENDIMIENTO POR HECTÁREA Y PRODUCTIVIDAD
Para los agricultores la técnica de labranza completa resulta ser la mejor, pues entrega
resultados hasta del doble de producción que la técnica de labranza en camellones.
CHAQUITACLLA, ARADO DE PALO, TRACTOR, PERSPECTIVAS
La carencia de animales que tiraran de un arado, hizo que los utensilios manuales fuesen
utilizados, lo cual llevo a una escasez critica de alimentos en vista de la lentitud y bajo
rendimiento de estas técnicas; la introducción del arado tirado por bueyes, resultó un
complemento a la agricultura, pues en las zonas altas se requería de técnicas mixtas.
Otra razón para la subsistencia de la taclla es la inaccesibilidad o la pequeñez de los
terrenos a trabajar, donde no podían acceder las yuntas (como los andenes).
El tractor. Además del factor inaccesibilidad, en el Perú, el desconocimiento de las
herramientas adecuadas ha primado, por lo que el tractor no ha sido explotado en su
plenitud. Para “tractorizar” la agricultura, debe tenerse en cuenta que solo un tractor bien
implementado y bien utilizado, puede remplazar completamente al resultado de un arado o
una chaquitaclla.
CONCLUSION
La modernización puede hacer que la agricultura pase de ser de consumo familiar a
agricultura comercial.
ANEXO: LAS CHAQUITACLLAS
La chaquitaclla ha sufrido variaciones en el tiempo y de acuerdo a la zona donde ha sido
utilizada; como evolución del simple palo, ofrece ciertas ventajas:
a) La eficacia de la cuchilla
b) El Estribo o Takillpu, que permite ejercer fuerza
c) La empuñadura y la forma del mango que permiten hacer palanca.
Lamentablemente los campesinos nunca poseyeron herramientas especializadas para sus
terrenos, conformándose con una o dos variedades de chaquitaclla.
OPINION
La utilización de un instrumento de labranza tan rudimentario como la chaquitaclla, remite
de inmediato a la diversidad cultural existente – y subsistente – en un mismo contexto.
Aquí nos topamos con una realidad, pluricultural por antonomasia, multifacética y muchas
veces impredecible en su evolución social y cultural. Visto así, si bien la idiosincrasia de
los antiguos pobladores andinos pudo sostenerse casi sin contaminación externa, resulta por
lo menos curioso que en la actualidad se sostenga el uso de una herramienta tan sencilla,
primitiva y sobre todo cuestionablemente pragmática, máxime en tiempos de tecnología y
ciencia, que parecen haber dado respuesta casi a cualquier dificultad de tal categoría.
También, es omnipresente en la persistencia del uso de la chaquitaclla, el aspecto
evocativo, residual, casi hereditario de los campesinos que por una u otra razón se han
negado (o se han visto en la circunstancia irremediable) a dejar una herramienta que
pareciera obsoleta, incluso en tiempos en los que la intromisión cultural externa es
avasalladora.
Asimismo, es innegable que los peruanos antiguos comulgaban en mejor modo con la
naturaleza, y es que el cultivo con modalidades tan simplistas como la labranza manual con
chaquitaclla significo una medida avanzada en pro de la naturaleza, toda vez que la forma
de darle vuelta a los trozos de tierra, significó la reutilización de elementos naturales como
materia organica o abono para los próximos sembríos.
Tambien se ha podido apreciar la dicotomía impostergable entre tradición y modernidad, en
este caso la incursión de la modernización (primero con el arado de mano y de bueyes y
luego con el tractor) en la agricultura, no ha significado la extinción de los usos culturales
(como casi en todo ámbito) por lo que a la fecha conviven tecnología y costumbrismo. La
explicación parece radicar en una incorrecta o incompleta incursión de la modernización en
el país.
Finalmente, solo queda referir que el porvenir de la agricultura, se ha visto profundamente
conmovido con eventos como los tratados de libre comercio o el crecimiento acelerado de
las exportaciones, al fin el país ha pasado de ser una zona donde se producía para el
consumo para convertirse en un generador empresarial, lo que no quiere decir que debamos
perder de vista el desarrollo interno entendido como el sostenimiento suficiente y
conveniente del mercado interno.
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