inspiran en famosas tablas ayacuchanas...
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UNIVERSO SARHUA
Clásico musical
La rocola en la capital
Tinta indeleble
La tierra deTúpac Amaru
DANZANTES SE INSPIRAN EN FAMOSAS TABLAS AYACUCHANAS
Sem
ana
del 2
0 al
26
de ju
nio
de 2
011
Semanario del Diario Oficial El Peruano
| Año 104 | 3a etapa | N° 230
2 VARIEDADES
CRÓNICA
2008 © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
Variedades es una publicación del Diario Oficial
DIRECTOR FUNDADOR : CLEMENTE PALMA
DIRECTORA (E) : DELFINA BECERRA GONZÁLEZ
SUBDIRECTOR : JORGE SANDOVAL CÓRDOVA EDITOR : MOISÉS AYLAS ORTIZ
EDITOR DE FOTOGRAFÍA : JEAN P. VARGAS GIANELLA EDITOR DE DISEÑO : JULIO RIVADENEYRA USURÍN
DIAGRAMACIÓN : CÉSAR FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ
TELÉFONO : 315-0400, ANEXO 2030 CORREOS : VARIEDADES@EDITORAPERU.COM.PE MAYLAS@EDITORAPERU.COM.PE
RESUMEN
ESCENA. Danzantes del Conjunto Nacional de Folclor recrean el estilo de vida de Sarhua, un pueblo que narra su historia a través de sus famosas tablas. FOTO: Piero Vargas
UN REPRODUCTOR CLÁSICO
Tiempos de rocola La rocola es, después del fonógrafo, inventado en 1877 por Thomas Alva Edison, el reproductor de sonido más popular de todos los tiempos y, en Lima, se resiste a desaparecer.
ESCRIBE: CYNTHIA PIMENTELFOTOS: PIERO VARGAS Y CARLOS LEZAMA
LA ROCOLA MÁGICADon Luciano Luis Ayudante Mendoza tiene en su
restaurante bar "Don Lucho", signado con el número 216
del jirón Quilca, en Lima, una rocola marca Wurlitzer cuya
capacidad de almacenamiento asciende a 600 discos de
45 revoluciones por minuto, todos originales, que dan
cuenta de la memoria musical del siglo XX.
Y, como quien se acomoda a la sombra de un árbol
grande, pues da buena sombra, a su abrigo, es decir,
animado por esta colosal musicoteca, en cuyo interior
todos los géneros musicales conviven en perfecta armo-
nía, con la misma vitalidad y sin estorbarse el uno al otro,
ha sabido ser buen hijo, padre, empresario y político.
Adquirió la rocola en 1965, con un desembolso de 25 mil
MODERNIDAD. Las rocolas se han actualizado con las últimas tendencias. Ahora existen modelos que operan como una computadora.
5 | SEMBLANZASentido homenaje al destacado abogado
y poeta Mariano Peláez Bardales.
16 | EL OTRO YO
6 | MUSEOTinta, el pueblo de Túpac Amaru, edifica
un museo en honor del cacique.
8 | ARTERecreación artística del estilo de vida de
la comunidad de Sarhua.
12 | TRADICIÓNLos orígenes del Inti Raymi, una fiesta
arraigada en el pueblo cusqueño.
Músico, compositor
e intérprete, Gerardo
Manuel es una figura
destacada del rock peruano
y se confiesa a Variedades.
PORTADA
Lunes 20 de junio de 2011 3
LIMA
soles. Es de las primeras que llegaron al Perú, importadas
de los Estados Unidos, donde las fabricaban. La instaló,
primero, en Surquillo, escenario de un establecimiento
precursor; y el 29 de mayo de 1972, la trajo a Quilca, cuando
fundó este histórico local. Hace 40 años.
Observamos que posee un estupendo sonido, cualidad
capital que atribuye a un celoso mantenimiento periódico.
Si algún disco empieza a desgastarse por el uso, sim-
plemente lo cambia. ¿Cómo? Le vienen a ofrecer otros a
la puerta del negocio por un sol la unidad. ¡Qué cosas!,
¿no?, sonríe benevolente y se interroga a la vez.
Chiclayano, a punto de celebrar su septuagésimo
tercer cumpleaños –nació el 13 de diciembre de 1938,
cuando apenas existía la radio, mas no la televisión en
nuestro país–, Luciano Luis ha gozado del particular canto
de Pedrito Otiniano y Lucho Barrios, clientes habituales
de su fonda; y también de Luis Abanto Morales.
Barrios filmó un documental y se fotografió con la
rocola tres días antes de partir a lo eterno, porque pla-
(LA ROCOLA) NO ES UN ACRÓNIMO DE LA PALABRA ROCK Y VITROLA, PERO SÍ UNA DE LAS MANERAS MÁS COMUNES CONQUE SE DESIGNA AL DISPOSITIVO. EL OTRO ES SINFONOLA. TAMBIÉN SE ASOCIA AL AUGE DEL ROCK AND ROLL, EXPLICA UNA VERSIÓN ADICIONAL.
neaba un viaje a Miami, en donde sus fanáticos exigían
material fílmico y gráfico como obsequio y recuerdo. En
cuanto al "cholo" Abanto, también trujillano, como lo fue
su primera esposa, Rosa, es muy amigo suyo.
Lorenzo Palacios Quispe, igual visitó el local y aquí
se rodó parte de su miniserie biográfica Chacalón: el
ángel del pueblo; en este mismo escenario hicieron es-
cenas de una cinta el 7 de junio, Día de la Bandera. Son
cosas que don Luciano quizá no imaginó cuando, a los
13 años de edad, se vino a Lima, con cinco hermanos
y su madre viuda.
Pero doña Anselma Mendoza Mesta, así se llamó su
mamá, supo educarlos. Él estudió Administración de Em-
presas en la Universidad de San Martín de Porres; forjó este
medio de vida, secundado por su esposa, Rosa Roncal, ya
fallecida; tiene un hijo abogado, un yerno médico, y posee
dos departamentos en San Luis, enumera.
Se inició en la política a los 19 años; fue alcalde
de Villa María del Triunfo a los 30; y actualmente es
secretario general de la Secretaría Provincial de Lima
Centro por el Partido Popular Cristiano, condecorado
con medalla en honor al mérito por Luis Bedoya Reyes.
Le han propuesto nuevos cargos, pero por ahora está
dedicado a la actividad privada: estrenará un nuevo me-
són, esta vez en Los Cedros de Villa, allá en Chorrillos,
con otra rocola antigua.
No se imagina trabajando sin la compañía de esta
fabulosa caja musical, en cuya consola se lucen los
nombres de canciones memorables: una moneda de 0.50
céntimos basta para activar dos de ellas. Así de simple.
Ha de ser cierta la magia, pues en la zona solo subsisten
dos restaurantes de los 22 que fueron un día.
Don Lucho nos recuerda que aquí se sirven los días
viernes y sábado el típico cabrito a la norteña y el gran
cebiche. Él no cocina, pero define el punto de sazón.
Siempre con la ayuda de sus hijas. Vive agradecido a
Dios y sus clientes han sido elevados a la categoría de
amigos. Por eso y más, hay don Lucho para rato.
EVOCACIÓN. En el jirón Quilca muchos locales poseen estas máquinas que crean un ambiente especial del que disfrutan no solo los mayores sino también los jóvenes.
APUNTES
Las radiolas de la marca Wurlitzer fueron importadas exclusivamente por la Casa Importadora Perú, cuyo dueño fue Carlos Dogny Larco, pionero del deporte de la tabla hawaiana.
Dogny introdujo y difundió estos inolvidables aparatos musicales casi por todo el país, haciéndolos muy populares y requeridos, durante las décadas de 1950 y 1960.
La Compañía Salame-Córdova importaba electrodomésticos y radiolas de la marca "Rockola", variación del nombre del dispositivo Rock-Ola de invención de David Cullen, Rocola.
4 VARIEDADES
CRÓNICA
YO CONOCÍ LA ROCOLADora Queirolo tenía apenas 12 años de edad cuando
acudió con su familia a la "Trattoría Italia", ubicada en la
tercera cuadra de la avenida Colonial y propiedad de la
familia Pietroni, para escuchar la música que emanaba de
una rocola. Era la novedad del barrio entonces. También
se podían apreciar tangos y música italiana.
Hoy la trattoría de sus recuerdos es peruana y aquella
rocola no existe, pero cuando su hija Iris pensó en po-
ner un negocio, se le ocurrió que constituía una buena
oportunidad la alternativa que ofrecía la Municipalidad de
Lima para hacer cafés restaurantes a la vera de la primera
cuadra del jirón Quilca, una vez adoquinada.
Plasmado el proyecto, se acercó un representante de
la empresa Cosmos Games, ofreciéndole la posibilidad de
emplear una rocola moderna sin costo alguno, apenas la
ventaja de animar al público en el nuevo local bautizado
"Don Quto", sobrenombre de Ernesto, padre de nuestra
anfitriona. Volvió a ver una rocola.
Habían pasado 53 años. Inicialmente atraía a personas
de la tercera edad, luego también a los jóvenes y, a las
finales, como que lograron pactar entre generaciones para
turnarse en su uso. Todo mundo solicita 0.50 céntimos
para hacerla cantar. Este modelo permite ver de manera
simultánea al intérprete melódico en una pantalla.
Existen a lo largo de estos cien metros de jirón, cinco o
seis ambientes de comida, algunos independientes y otros
a manera de trastienda de locales mayores. Todos lucen
ese tipo de máquina musical en buen y en mal estado, y
calladas de día. Lo mismo ocurre en la avenida Nicolás
de Piérola, en torno a la Plaza San Martín.
LA ROCOLA MODERNAEstamos hablando de una computadora vestida de
rocola que, aventaja a la tradicional en un punto: puede
reunir 20 mil videos e igual número de canciones en su
"memoria" o disco duro.
Lo explica César Flores, funcionario de la empresa
peruana Cosmos Games, afincada en el jirón Carabaya
1123, en Lima y representante de la firma boliviana
Rockobox, autora del programa.
Peruanos son el mueble de madera, la fibra y el
ensamblaje, en tanto que los accesorios como botones
y microswisht siempre son importados, en este caso de
Taiwan, por el tema de los costos.
Aunque fueron los primeros, Flores estima en 20 el
número de quienes hacen rocolas en el país, solo tres
o cuatro son empresas legalmente constituidas, otros
las hacen en forma artesanal.
Flores, de 37 años, atribuyó la nueva modalidad de
rocola a los cambios de la tecnología y a las exigencias
musicales de la juventud, pues en una rocola antigua no
se podría escuchar a Shakira o Marc Anthony.
Cosmos Games SRL tiene unos 15 años en actividad, co-
menzó haciendo video juegos y desde hace siete hace otro tanto
con la versión moderna de la rocola destinada mayormente a
bares, video pub. Brinda repuestos y servicio técnico.
CLÁSICO. La rocola evoca a un tiempo pasado cuando esta máquina era una de las principales atracciones de restaurantes y bares.
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SEMBLANZA
ESCRIBE: LUIS ARISTA MONTOYA
E l escritor chachapoyano Mariano Peláez Bardales fue
un viajero empedernido, andaba siempre conociendo
ciudades y paisajes; incluso su diario caminar era
rápido y elegante, a paso ligero. Siempre en tránsito. Es
por eso que tomo su prematura e inesperada muerte
CANTO A KUÉLAP
Al coronar la cima,
después de atravesar
su mágico recinto
de piedra y de granito,
de leyenda y de misterio;
su reducto fortificado
de torreones, plataformas y murallas,
y su tintero legendario
patrimonio y orgullo de sus dioses;
en la cumbre misma del gran mirador,
atalaya que domina
la inmensidad de los abismos;
contemplando absorto
el esplendor alado de la roca
el hombre en silencio se interroga:
¿De qué paraje sideral e insondable,
perdido acaso en la región de otra galaxia
brotó de pronto un día,
sobre el ande amazónico
el barro y la arcilla milenaria
que soldó la perfecta arquitectura
de tus torreones y murallas?
¿Quién pudo construirte,
bajo el sol y la niebla,
sobre el arrecife eterno de los siglos
sobre la cumbre misma de la montaña
imponente y firme,
en el amanecer del hombre
en el fulgor germinal
de su estirpe indomable,
con piedra labrada
por manos de gigantes?
¿Quién edificó tu eternidad y tu gloria
sobre un andamio indestructible
de piedra milenaria y de granito fuerte?
¿De dónde surgió la fosfórica roca
sobre cuya base se levanta
la pétrea dimensión de tu grandeza?
Y dentro de aquel recinto de piedra,
bajo una luz radiante,
que cae en perenne cascada desde el cielo,
se siente, la fuerza creadora de los antepasados
y la voz ancestral de la raza,
que vibra y que perdura
con altivez y grandeza.
y sobre un paisaje hermoso
de praderas y de andenes
de colinas y montañas
en perfecta armonía,
se puede afirmar
simplemente con la voz de la verdad
fortaleza milenaria
donde vibra una fuerza telúrica,
la cimiente eterna de la raza,
y un hálito cósmico
que abre los poros y los sentidos.
Templo y vestigio inmortal
de un ancestro glorioso,
donde la piedra se eterniza
como un legado de los tiempos.
Morada eterna de los dioses
que fundaron otro reino
anterior al gran imperio.
Hechura de gigantes
que fueron los CHACHAPOYAS
guerreros invencibles
forjadores de otra raza.
Testimonio silencioso
de un pasado de esplendor y de gloria.
Legado histórico que se pierde
detrás de los siglos, junto a la eternidad,
en el mito, en el misterio y en la leyenda.
Kuelap.
Está sobre el mismo abismo,
sobre las alturas del tiempo,
piedra sobre piedra,
eternidad en equilibrio,
cadencia sublime de la roca,
perfección alada de la piedra.
Está sobre la cima de la montaña
sobre el vuelo del cóndor,
donde anida el águila
y reposa el viento,
junto a la nieve eterna.
Está donde surge el trueno
y la luz del relámpago,
provocando admiración y vértigo
y derrotando al tiempo,
con su pétrea arquitectura
hecha de granito y de eternidad,
de piedra en armonía,
de roca y de silencio.
ENTRE LA HISTORIA Y LA POESÍA
Bitácora de un viajeroSu deceso sorprendió a todos. Mariano Peláez Bardales fue destacado abogado, siguiendo una estirpe familiar, pero fue también un notable poeta. Aquí un sentido homenaje a este hombre que amó al Perú
como uno si estuviera de vacaciones, quizá por el valle de
Huayabamba. Hace algunos días un intruso y fulminante
infarto paralizó abruptamente su corazón mientras gozaba
jugando fulbito con sus hermanos y amigos. Siempre es
así, la muerte nos acecha
Una de sus virtudes fue haber conjugado la ciencia y
la praxis del Derecho con el ejercicio pertinaz de la poesía.
¿Cómo hizo para que su creatividad estética no sucumbiera
ante la pedestre juridicidad de los Títulos y Valores? Intento
una explicación: es que su vocación poética troqueló su
conciencia desde muy temprano, a los catorce años; y la
vena y veta literaria la heredó de sus ancestros, sobre todo
de su padre don Mario Peláez Bazán. Bien decía el viejo
Aristóteles, dos causas naturales concurren a formar la
poesía: el imitar es connatural al hombre desde niño; y
todos se complacen con las imitaciones.
Una intrahistoria de amistades y nostalgias amazo-
nenses discurre por su poética. Pero también una épica
histórica ante la belleza de los monumentos arqueológicos
peruanos; su hermoso canto a Kuélap es parte de su
testimonio y testamento estético. Leámoslo.
LEVANTAN MUSEO A TÚPAC AMARU
Tinta está ligado con la historia de la independencia del Perú. Es un pueblo cusqueño donde el silencio y la piedra blanca se unen. Un proyecto municipal inaugurará este año el museo de sitio dedicado a Túpac Amaru.
ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILAFOTOS: ÓSCAR DURAND
I
Ciertos rasgos sicológicos de los hombres pueden
también aherrojarse y exteriorizarse en los centros
urbanos. Tinta, por ejemplo, que era corregimiento
en la Colonia y hoy es pueblo histórico por cuestiones más
altas, sufre de piedra y soledad.
Piedra por sus calles empedradas, como la Bolognesi,
que es larga y comunica al pueblo con la carretera que va
de Cusco a Sicuani.
La soledad también acompaña al caminante, aunque
dicen que son siete mil habitantes, la mayoría ligados con
las labores agropecuarias. Por eso, la ausencia en los
días. La vida está en el campo, igual que en los tiempos
de José Gabriel.
A veces vienen a ladrarle a uno los perros solos o en
jauría, rascándose su hambre y su sueño. Algún "buenos
En tierras del cacique días" llega con un vecino un poco desconfiado que indica
que más allá está la plaza principal de Tinta, señor. ¿Donde
se ven esos árboles y la iglesia? Ahí, señor.
Y mientras a uno lo bendice el sol serrano, los versos de
Alejandro Romualdo empiezan a volver desde los tiempos
del colegio: "Lo harán volar con dinamita./ En masa, lo
cargarán, lo arrastrarán./ A golpes le llenarán de pólvora
la boca./ Lo volarán: ¡y no podrán matarlo!".
IILa de Tinta debe de ser una de las plazas más grandes
que existan en los pueblos del interior del país, inclusive
más extensa que la Plaza Mayor de Lima.
Es también impecable: hecha de piedra blanca. Solo
dos chicheras y unos juegos para los chicos, que ya lle-
garán en la tardecita, al final de otra jornada, dan señales
de vida. Al medio, una pileta coronada con un niño del
color serio, que juguetea con un cisne blanco, como para
no desentonar.
Lo impresionante de la plaza son las cinco estatuas
verdes, en fila, que miran solemnes el horizonte, la
eternidad. Al medio, la de José Gabriel Condorcanqui
(1738-1781). Una placa del Congreso de la República,
fechada en noviembre de 2005, recuerda a Túpac Amaru
II, a aquel 4 de noviembre de 1780, cuando su "gesto de
insurrección" al poder monárquico repercutió en todo el
continente. Hizo historia. "Y no podrán matarlo", vuelve
la frase de Romualdo.
Otro atractivo en la plaza de Tinta es la casona de
Clorinda Matto de Turner, que ocupa media manzana en
la calle Arica, atrás de las estatuas, y hoy es local de la
gobernación del pueblo. Tocamos y nadie responde. Dicen
que para así. Y para consolarnos, que el niño negrito de
la pileta fue una donación del esposo de doña Clorinda,
el médico y hacendado gringo Joseph Turner.
En la plaza, todo es blanco, impoluto y silencioso, salvo
una cumbia, ubicuo ritmo tropical, que suavemente se
cuela desde los parlantes de los juegos, a bajo volumen,
POBLADO. Tinta fue un corregimiento en la Colonia y hoy es un pueblo histórico que posee varios monumentos como su puente colonial.
6 VARIEDADES
MUSEO
como para no incomodar la solemnidad ni la eternidad
de José Gabriel y los suyos.
A otro lado de la plaza está la iglesia de San Bartolomé,
su templo y su capilla. De su campana María Angola nos
dirán que es la única de su tipo que se puede encontrar
en un pueblo andino. Atrás de la iglesia queda el local del
seminario diocesano, rodeado de quinuales, y de más silen-
cio: el seminario se trasladó hace tiempo al Cusco y ahora
solo lo usan una vez al mes, cuando llegan para el retiro
espiritual, nos explica el profesor Orlando Sotejani.
Se lamenta que no sea martes, jueves, sábado o do-
mingo, cuando hay misa, porque solo esos días llegan
los mayordomos y abren la iglesia, llega el cura y da su
misa por la mañana y luego se va. El local del seminario
sería un excelente hotel de lujo para Tinta, pensamos y
nos despedimos.
IIIAtrás queda el cerro Calvario y sus cruces, que hablan de
la fe de los vecinos de Tinta cada Semana Santa o en cada
fiesta de San Isidro Labrador, en mayo, o de San Bartolomé,
patrón del pueblo, y la Virgen de las Nieves, cada agosto.
En esas fechas, el pueblo se llena de gente, adquiere vida
como por generación espontánea y multicolor.
La señora Andrea nos refresca con vasos de chicha
helada, las vende por años ahí en la plaza. Dice que así
es Tinta, que no me sorprenda: solo cobra vida en sus
fiestas, luego sigue silenciosa. Cada media hora o un
poquito más, llegan las combis que hacen el servicio hasta
Sicuani, donde internet, mototaxis, pollerías y buses son
una gran atracción para los de Tinta.
El único local que respira vida es la municipalidad, al
otro extremo de la misma plaza. Gente silenciosa que viene
y va, cada cierto tiempo, llevando papeles, trámites.
El arquitecto Óscar Medrano hincha el pecho de orgullo:
máximo el 17 de agosto, en las festividades de Tinta, la muni-
cipalidad inaugurará las obras de la remozada casa de Túpac
Amaru, que les ha tomado algunos años, pero que cuenta con
todo y la aprobación del Ministerio de Cultura.
Se dice que el cacique de Surimana, Tungasuca y
Pampamarca tuvo varias casas aquí en Tinta, lugar en el
que nació y desde donde erigía su poder. Pero en la más
importante, a una cuadra de la plaza, se han iniciado las
obras en un área de más de mil metros cuadrados; queda
entre las calles Lima y Túpac Amaru.
Ahí se yergue el despacho de José Gabriel. La muni-
cipalidad ha tenido que ir comprando las casas aledañas
para llevar a cabo el proyecto que se plantea como Museo
de Sitio de Túpac Amaru II.
Queda el despacho, remozada, pero manteniendo
la arquitectura original. También está el pilar del solar
original. Todo lo demás quedó destruido tras la muerte
de Tupac Amaru, para borrar su existencia, aunque no
pudieron matarlo.
Se ha reconstruido el primer patio para reproducir cómo
vivió José Gabriel, hombre de dinero, en sus tiempos.
Se han recreado el comedor, un oratorio como antesala
al dormitorio central, con las imágenes de la Virgen de
Lourdes y San Bartolomé, ya que José Gabriel era de
formación jesuita. El dormitorio goza de vista al primer
y segundo patios.
En este último, explica el arquitecto, se siguen las
usanzas arquitectónicas que se hallan en todo el Cusco,
de las casonas del siglo XVIII, como la mudéjar. En todo
este proyecto se han invertido un millón y medio de nuevos
soles, aproximadamente.
El segundo y tercer patios estarán dedicados a la cultura
viva, habrá talleres de cerámica y textiles, exposiciones
de pintura y escultura, para promocionar a artistas del
lugar, y también habrá espacio para cantar y recitar a la
memoria de Túpac Amaru II.
Ya lo decía Romualdo: "Al tercer día de los sufrimien-
tos, cuando se crea todo consumado, gritando: ¡libertad!
Sobre la tierra, ha de volver. / Y no podrán matarlo". No
pudieron matarlo.
HISTÓRICO. La casa donde vivió Túpac Amaru. Una placa del Congreso de la República recuerda su gesta patriótica.
Lunes 20 de junio de 2011 7
HISTORIA
8 VARIEDADES
ARTE
En Sarhua, la historia de cada familia y de la comunidad se escribe en tablas de maguey. Esa costumbre con la que se adornaba y bendecía las casas pasó a artesanía, y hoy el Conjunto Nacional de Folclor se inspira en esos maderos para su nuevo espectáculo, Sarhua, tablas de vida.
IMÁGENES DE UN MUNDO
¡Tablas que danzan!ESCRIBE JOSÉ VADILLO VILAFOTOS PIERO VARGAS G.
U n caballo metafórico, no como el que mandó
a construir Odiseo y lo envió a Troya, que tuvo
otros fines y otros "regalos", por cierto, sino uno
hecho con piernas, brazos y sentimientos de hombres y
mujeres, y jinete en el lomo, sirve para introducirnos en
el universo de Sarhua, en la versión del Conjunto Nacional
de Folclor (CNF).
En esta comunidad campesina, ubicada en las alturas
de la provincia ayacuchana de Víctor Fajardo, las corridas
de equinos son parte de las festividades de su calendario.
Pero como era imposible traer caballos morochucos para
los montajes, por esas cuestiones que poéticamente se
llaman "de presupuesto", más valió el ingenio del hombre,
nos cuenta la directora coreográfica Luz Gutiérrez Privat,
y los 30 danzarines y 22 músicos del CNF crearon el
espectáculo Sarhua, tablas de vida, con la astucia de su
oficio y sus cuerpos en movimiento, ayayay.
●●●
La peculiaridad principal de la artesanía de esta comuni-
dad son sus tablas. Si las que transcribió Moisés en 40
días y sus sombras en el monte Sinaí contenían los 10
mandamientos de la ley de Dios, los de Sarhua, que se
pintan sobre tronco de maguey, escribe la historia de una
familia sarhuina y sus tradiciones.
Sarhua, tablas de vida, el espectáculo, se inicia como en
la vida real de la comunidad: cuando un "compadre" llega a la
casa nueva de la comunidad portando la tabla o la "viga com-
padre", que se colocará en medio de la casa, como soporte
de la vivienda. Al compadre lo secundan gente llevando las
chichas de jora, las de las siete semillas y las cantoras. Ahí
se inicia la fiesta y, también, la puesta escénica.
Todas las casas en Sarhua, aunque son humildes y
de techo de ichu trenzado, tienen su "viga compadre". De
ahí se derivan las tablas de Sarhua, que los artesanos del
lugar fabrican como adornos; pueden medir un metro
o menos y ha ido cambiando con el tiempo y se usan
para el trueque y el negocio (en 1975 se hizo la primera
exposición de estas tablas en Lima). Y hay ideas de seguir
diversificando estas tablas, y crear nuevos objetos a partir
de ellas, como espejos, cartucheras o bolsas. Total, la
artesanía, como la sociedad, se va adoptando a la vida, a
las necesidades y a los turistas.
Lunes 20 de junio de 2011 9
PERÚ
SARHUA. La escenificación del Conjunto Nacional de Folclor es una mirada a la vida
organizada de Sarhua. La comunidad que narra su historia a través de sus famosas tablas.
HISTORIAS. Algunas manifestaciones representadas por los danzantes son el Kuyanacuy, que muestra tablas y pinturas que grafican las fiestas y el amor.
EN ESTA COMUNIDAD AYACUCHANA SE HABLA, SE BESA, SE RESPIRA, SE CHACCHA COCA, SE DISCUTE Y SE HACE TRUEQUE EN RUNASIMI (QUECHUA). Y EL ELENCO DE LA CNF CANTA EN EL IDIOMA DE CHANCAS E INCAS LOS 90 MINUTOS DE ESTA OBRA "DE INTERVENCIÓN AL ESPACIO PÚBLICO"...
En las tablas de Sarhua la escritura son los dibujos.
Y la lectura es de abajo hacia arriba, como el japonés. Ahí
está toda el registro de la genealogía de la familia y de la
comunidad, y esta costumbre vendría desde el tiempo de
los censos de los incas.
Siempre en la parte superior del dibujo está el tayta Inti
(Sol) o la mama Killa (Luna). Pero el avance de los tiempos
también le da espacio al sincretismo, donde la bendición
viene, para la nueva casa, del Espíritu Santo cristiano o una
Virgen. Pero los artesanos no se han quedado en el tiempo ni
solo expresan la alegría. También han retratado los tiempos
violentos del terrorismo y la violencia social. De eso y más
hablan en la actualidad las tablas sarhuinas.
●●●
En esta comunidad ayacuchana se habla, se
besa, se respira, se chaccha coca, se discute
y se hace trueque en runasimi (quechua). Y el
elenco de la CNF canta en el idioma de chancas
e incas los 90 minutos de esta obra "de intervención
al espacio público". Los danzarines profesionales
visten "moroponchos" y camisas a cuadros,
ellos; y ellas, polleras y llicllas. Y todos con
sus sombreros. Los que llevan flores son
los solteros, el resto, ya tiene compromiso
y descendencia, se sobreentiende. Con esa
vestimenta van recreando las danzas.
Como sintetizar las festividades de una
comunidad tan ligada a la artesanía es difícil, la co-
reógrafa Gutiérrez ha sistematizado la algarabía y tomado
las principales fiestas del calendario sarhuino para crear el
espectáculo: de limpia acequias, de carnavales y de matrimo-
nio. Esos son los ejes de la puesta. Mientras los danzarines
van de una estación a otra, la música continúa, hace de puente
mientras la algarabía invita a la concurrencia.
El espectáculo de la CNF también es una mirada a la
organizada vida en Sarhua, donde se agrupan en tejedores de
polleras, de ponchos y los artesanos, y donde todo el dinero
se aporta a la comunidad. Como el verdadero arte es estudio,
llegó desde Sarhua una maestra danzaria y una antropóloga dio
luces, para enseñar a los miembros del elenco, en el verano de
2010, sobre la vida y la pedagogía de esta comunidad.
●●●
El mundo andino es dual, mundo de arriba y de abajo, por-
que complementándose entre dos se hace menos solitario
recorrer los caminos de la vida. Entonces se entiende que
los sarhuinos del ayllu Jollana y los de Sauja son rivales y
compiten en el serpentín de la eternidad cultural. Tienen
los "juegos para adultos" que la CNF ha rescatado en su
montaje. En estos juegos, hombres y mujeres se bromean
y esconden algunas cosas.
10 VARIEDADES
ARTE
COSMOVISIÓN. Los mitos del cóndor y la niña,
las sirenas; los juegos para adultos Allinaysu,
Sachapilay forman parte de esta historia.
PERSONAJES. Se recrean danzas como Yarq aspiy, Carnaval de Sarhua, Kasaracuy y otros.
LA COREÓGRAFA GUTIÉRREZ HA SISTEMATIZADO LA ALGARABÍA Y TOMADO LAS PRINCIPALES FIESTAS DEL CALENDARIO SARHUINO PARA CREAR EL ESPECTÁCULO: DE LIMPIA ACEQUIAS, DE CARNAVALES Y DE MATRIMONIO. ESOS SON LOS EJES DE LA PUESTA...
El conjunto ha puesto el ojo sobre estas tablas para los
cinco "momentos" o escenas de Sarhua, tablas de vida. Están,
por ejemplo, los mitos y las leyendas populares que siempre
se recrean en las tablas. Aquí la leyenda de El cóndor y la niña:
en danza, cantando y bailando se narra cómo una niña es
enamorada en su chacra de un joven apuesto, que la corteja y
al final resulta un cóndor que se la lleva sobre sus hombros al
nido. Aunque el raptor quiere resarcir el daño inmaculado, los
padres de la muchacha ya le esperan con una olla caliente donde
se pela como un plumífero más y salvan a la niña traviesa.
Otro mito que se narra, en las tablas y en la puesta es-
cénica, es el de la sirena, una historia que explica cómo los
sarhuinos aprendieron a tocar arpas y violines. Se dice que
los jóvenes iban al río a ver a unas mujeres hermosas que,
mejores maestras, tocaban a cuerpo desnudo melodías en
estos instrumentos cordófonos. Así, de tanto ir a observar,
aprendieron a tocar, quién no, sus instrumentos y ahora el
huaino de Sarhua es más alegre.
●●●
Cuenta Luz Gutiérrez que cuando en julio del año pasado el
CNF estrenó en el Parque de las Aguas su nuevo espectáculo,
Sarhua, tablas de vida, los invitados especiales fueron los
sarhuinos. Tras hora y media de espectáculo, se quedaron
muy felices del resultado, de esa lectura desde la danza y desde
Lima. Inclusive les invitaron a visitar la comunidad para mostrar
esta "interpretación limeña" de las tradiciones de este pueblo
donde la tabla es la ley para construir las casas, las familias,
para dejar ahí constancia del paso de las generaciones, de la
historia de uno mismo, de su ayllu y del tiempo. Pero faltó
dinero para llevar al gran elenco a este pueblo a más de 120
kilómetros de Ayacucho. Tal vez en algún momento. El tiempo
lo dirá o lo escribirá en una tabla.
APUNTES Sarhua, tablas de
vida. Funciones: viernes 24, a las 18:00 horas en la huaca Melgarejo (La Molina); el sábado 25, desde las 15:00 horas, en el Parque de la Muralla de Lima; y el domingo 26, en el Parque Trinidad, de Villa María del Triunfo, a las 16:30 horas. Ingreso libre.
La obra se estrenó en julio de 2010 en el Parque de la Reserva. Se hizo otra función en enero en el centro cultural de España. Su siguiente proyecto es trabajar sobre la cultura de Lamas (San Martín).
NUESTRAMÚSICAEscribe: Manuel Acosta Ojeda
Lunes 20 de junio de 2011 11
Como dijimos en la primera entrega sobre las calles
de Lima, los historiadores de nuestra vieja capital
difieren en sus opiniones; no me considero histo-
riador, pero tengo derecho a caer en inexactitudes, que
pasamos a aclarar:
Desde niño escuché muchas versiones sobre los
nombres de las calles de Lima, en especial la del "Suspi-
ro"; contaban los mayores una adjudicada a don Ricardo
Palma, la que relataba que un día el Diablo paseaba por
las calles de Barrios Altos y entre salto y salto invitaba a
los hombres a pecar. En este recorrido se encontró con la
procesión de la Virgen del Carmen; al ver la multitud que
acompañaba a la imagen, Lucifer intentó escapar, pero
se topó con una peña inmensa. En su desesperación,
utilizando todo su poder demoníaco, la atravesó. Al salir
de ella, exhaló un fuerte suspiro de alivio que se escuchó
en todo Lima. Desde ese entonces las
calles que forman la esquina fueron
bautizadas como "Peña horadada" y
"Suspiro".
La famosa piedra se ubica hasta
el día de hoy, en el cruce de los jiro-
nes Junín y Cangallo, en los Barrios
Altos.
Cabe resaltar que el tradicionalista
Palma nunca escribió el relato que se
le atribuye, según aclara César Coloma
Porcari, en su trabajo titulado: Las an-
tiguas calles de Lima en las Tradiciones
de Ricardo Palma publicado en "Aula
Palma" volumen IX, editado por el Ins-
tituto Ricardo Palma de la Universidad
del mismo nombre, en 2010.
Esta "peña" ha merecido mucha
atención, no sólo de los cronistas,
sino también de la ciencia. Es el caso
de la reconocida historiadora María
Rostworoski, quien señala a la "peña" como uno de los
laterales de la huaca Lima, cuyo centro sería la plaza
Italia. Con base en este trabajo, Carlota Pereyra Rey, en
su libro Entre el agua y las estrellas, sostiene que la peña
es un marcador astronómico, utilizando la luz solar como
indicadora de la época de lluvia, que era traducido como
fertilización de las tierras de cultivo.
Continuando con las calles que se mencionan en la
polca anotamos:
La Victoria también tiene a Grau,
Santa Teresa también Ya Parió
Siete Jeringas y un Pejerrey
en la calle del Capón
y San Pedro le aconsejó
que los bañara en el Marañón
y le sacuda Polvos Azules
en El Acequión.
Victoria: cuarto distrito en creación de la antigua
Lima.
Grau: la actual avenida Grau.
Santa Teresa: novena cuadra de la avenida Abancay.
Ya parió: tercera cuadra del jirón Cañete.
Siete jeringas: cuadra ocho de la calle Ayacucho,
hoy jirón Miró Quesada.
Pejerrey: segunda cuadra del jirón Jauja.
Capón: sexta y séptima cuadra del jirón Ucayali.
San Pedro: la primera cuadra de Ucayali, es Platero
de San Pedro; y la tercera cuadra del mismo jirón es San
Pedro. No olvidemos que con ese nombre existieron
plazuelas, iglesias, boticas, molinos,
alamedas, manzanas o cuadras, hos-
pitales, piletas, calles en diferentes
barrios.
Marañón: calle perteneciente al
barrio de Abajo'el Puente.
Polvos azules: primera y única calle
de jirón Santa.
El acequión: primera cuadra del jirón
Huari.
En los escritos de Manuel Atanasio
Fuentes existe un error –que como mu-
chos sugieren, debe ser tipográfico– al
citar dicha calle. Escribieron sequión
por cequión, o como debe ser y hoy
es llamado acequión. Allí existía una
gran acequia que servía para el riego
del barrio del Cercado, con un largo
aproximado de cuatro cuadras.
TRADICIÓN, HISTORIA Y CIENCIA
Las calles de Lima(2)
Este artículo es la segunda entrega sobre los nombres con que eran bautizadas las calles de la Lima de antaño. Algunas derivaban de nombres de personajes, otras de animales. También las había con un pasado histórico
12 VARIEDADES
TRADICIÓN
INTI RAYMI O FIESTA DEL SOL
Culto a la identidadA la peregrinación del Señor del Qoyllur Rit'i, que ya se vive en el Cusco, le sucederán el Corpus Christi y el Inti Raymi. Una fiesta donde reivindican la cultura Inca.
ESCRIBE: JESÚS RAYMUNDO TAIPE
La primera vez que Cusco evocó el Inti Raymi fue
desbordante. A pesar de que el programa oficial
se difundió en apenas 29 días, la concurrencia
fue masiva: más de 20 mil personas, de las 40 mil
que habitaban la ciudad, se ubicaron alrededor de la
explanada. Se presentaron incluso danzas y conjuntos
de comunidades alejadas como Canas y Paucartambo,
a donde solo se podía llegar cabalgando por caminos
de herradura.
El impacto de la recreación del Inti Raymi en los
cusqueños fue inédito. "Nadie podía detenerse a pensar
en la mayor o menor exactitud de la evocación, puesto
que el efecto logrado puede sintetizarse en el recogi-
miento netamente religioso y en la emoción suprema
que reflejaban los semblantes", anotó el diario El Sol en
su edición del 26 de junio de 1944.
Con el tiempo, el Inti Raymi no solo conserva su
colorido y fastuosidad, sino también la gran acogida de
los cusqueños, especialmente de los sectores populares.
Se trata de un espectáculo que entretiene y sensibiliza, a
pesar de que los espectadores podrían ser extranjeros.
Al culminar la celebración, en los alrededores de Sa-
csayhuamán los asistentes continúan con los festejos
durante varias horas.
FIESTA. El Inti Raymi forma parte de la tradición inca. Los cusqueños lo han asumido como uno de sus símbolos.
Lunes 20 de junio de 2011 13
CUSCO
EVOCACIONES¿En qué circunstancias se creó el Inti Raymi moderno?
El sentimiento regional de los cusqueños siempre ignoró al
23 de marzo de 1534, fecha en que los españoles fundaron
la ciudad. Incluso la conmemoración del cuarto centenario
de la fundación española, en 1934, fue rechazada por ar-
tistas, estudiosos, intelectuales y profesores universitarios
de la ciudad, por lo que el Gobierno central fue el único en
organizarla.
Ante la ausencia de un día conmemorativo para la ciudad,
los socios del Instituto Americano de Arte acordaron, en
enero de 1944, crear el Día de Cusco y recrear una de las
festividades incaicas más importantes. Eligieron el 24 de
junio porque en aquella época se denominaba Día del Indio
y se encontraba cerca del solsticio de invierno, fecha en
que los incas celebraban la fiesta del Sol. Así ratificaban la
relación del pueblo cusqueño con su pasado inca.
Karina Pacheco Medrano, autora de Incas, indios y
fiestas, asegura que la reactivación del Inti Raymi res-
pondía a los objetivos del Instituto Americano de Arte,
conformado por la élite intelectual cusqueña. Significaba
la reivindicación de la cultura inca, de la que los cusqueños
se sentían herederos, y un homenaje al Cusco, al que todos
se encontraban ligados. Además, se concibió como un eje
de atracción turística a la región.
Aunque atribuyen al gran Pachacutec como el creador
del Inti Raymi, hay opiniones que indican que no es posible
conocer con exactitud cuándo se estableció la fiesta del Sol.
Lo cierto es que él reconstruyó el gran Templo del Sol o Co-
ricancha y lo adornó con oro y plata. Su hijo, Inca Yupanqui,
edificó en el Cusco la casa del Sol y puso mayor énfasis en
los ritos, ceremonias y fiestas. Por eso, hay quienes creen
que sería el autor del Inti Raymi.
CON EL TIEMPO, EL INTI RAYMI NO SOLO CONSERVA SU COLORIDO Y FASTUOSIDAD, SINO TAMBIÉN LA GRAN ACOGIDA DE LOS CUSQUEÑOS, ESPECIALMENTE DE LOS SECTORES POPULARES. SE TRATA DE UN ESPECTÁCULO QUE ENTRETIENE Y SENSIBILIZA, A PESAR DE QUE LOS ESPECTADORES PODRÍAN SER EXTRANJEROS.
Según los cronistas, la fiesta que se realizaba en junio
duraba de 15 a 20 días. Las ceremonias eran encabezadas
por la familia real y los nobles de sangre, quienes en la plaza
mayor entonaban cánticos y oraciones desde los primeros
rayos solares del día principal. Además de las procesiones de
ídolos y animales a las huacas sagradas, en la fiesta del Sol
se ofrendaban sacrificios de animales y seres humanos.
Delly Zegarra Alfaro, coautora de Cincuenta años de Inti
Raymi, afirma que los ritos y las ceremonias que realizaban los
incas tenían el propósito económico. Además, lograban unir a
todo el pueblo y reafirmar la lealtad y obediencia. "La sociedad
inca ofrendaba, regalaba y pagaba a la suprema deidad (Sol)
por los favores recibidos especialmente en la cosecha. Era un
medio de inculcar al pueblo la veneración al Sol".
TIEMPOS MODERNOSDe la primera evocación de 1944 quedan muchos re-
cuerdos, como la visita del presidente Manuel Pardo, quien
participó en las celebraciones del 23 y el 24 de junio. De
aquella fecha data también el primer guión, inspirado en la
obra del Inca Garcilaso de la Vega, quien ha detallado las
secuencias de la ceremonia incaica. Sin embargo, el guión
siempre ha sufrido variaciones, incluso cuando se usaba
varias veces de un mismo autor, porque su propósito siempre
es captar el interés del público.
Cada año, la escenificación comienza en la explanada
del templo del Coricancha, luego pasa a la plaza de Armas y
culmina en el Sacsayhuamán, donde se realiza la ceremonia
central y un espectáculo de danzas que se prolonga hasta la
noche. Solo en tres oportunidades ha dejado de celebrarse:
en 1950, a causa del terremoto que asoló al Cusco; en 1970,
por el desastre en Huaraz; y en 1977, por la crisis económica
que vivió el país.
En Sacsayhuamán desfilan los que barren el suelo,
los soldados y las escogidas del Sol. Los sacerdotes se
ubican junto al inca, quien es conducido en hombros de los
cargadores. La emotividad llega al clímax cuando luego del
brindis con la sagrada chicha, se recitan oraciones al Sol y se
realiza el sacrificio de la llama blanca. Sus vísceras permiten
conocer el futuro. Al final, las ofrendas se incineran para que,
a través del humo, asciendan hasta las divinidades.
En las presentaciones modernas se observa también
que cada año surgen debates en semanas previas al 24 de
junio. No solo se discute sobre la fecha en que debe evocarse
la fiesta y el significado que tuvo en el Tahuantinsuyo, sino
también sobre la elección de quienes representarán al inca, la
coya y el sumo sacerdote. El intérprete del inca, por ejemplo,
debe ser un cusqueño de prestigio intelectual y que domine
el quechua. En el aspecto físico, debe ser alto y robusto.
Aunque las visiones de los intelectuales cusqueños sobre
la evocación tampoco coinciden, ninguna de las dos posturas
consigue gran respaldo de los pobladores. Karina Pacheco
Medrano señala que, a pesar de que los espectadores no
asumen como propios los ritos ni sus significados, el Inti
Raymi se encuentra tan arraigado que los participantes
consideran que es una conmemoración incaica que ha
llegado para iluminar estos tiempos.EVOCACIÓN. El colorido y fastuosidad se destacan en esta escenificación. En ella participan cientos de artistas y pobladores.
14 VARIEDADES
TURISMO
ESCRIBE/FOTOS: ROLLY VALDIVIA CHÁVEZ
Primer intento. Seis de la mañana. Un canchón cercado,
una hilera de combis, un chofer legañoso, un "llena-
dor" vociferante. Aparece un pasajero. "Suba, suba,
acomódese. Ahorita arrancamos". Esperar y ser paciente. No
queda otra. Cabecear un poco. Seis y treinta. Motor apagado.
Se enciende una radio. Harto ruido, pocos pasajeros... pero
"no se preocupe, no se baje, ya nos vamos".
Siete de la mañana. Tres pasajeros en la combi. Algo
es algo. Si se puede. ¿Ya salimos? No hay respuesta. El
chofer desayuna: quinua y papa sancochada. El "llenador"
sigue en lo suyo. "A Vilcas, a Vilcas", anuncia, repite,
arma alboroto, se acerca desesperado a los hombres que
cargan paquetes y bultos, a las mujeres que llevan sus
VILCASHUAMÁN Y VISCHONGO
La herencia incaAyacucho destaca también por su herencia prehispánica. En la región abundan importantes vestigios, entre los que destacan Vilcashuamán y Vischongo, ambos monumentos arqueológicos de origen inca.
atados a la espalda.
Ocho, ocho y treinta. Nueve de la mañana. Todo es inútil.
Nadie sube. Más bien bajan. "No se vayan, en 10 minutos
partimos", miente el chofer que ahora hojea un periódico
y el "llenador" que ha cesado sus gritos y aspavientos.
Es tarde. Travesía frustrada. Mala suerte. Será otro día,
Vilcashuamán. Quizá mañana. Tal vez en el próximo viaje
a la vieja Huamanga, a la actual Ayacucho.
Segundo intento. Seis de la mañana. Una combi repleta
en las afueras de un canchón cercado. "Uno a Vilca, uno y
nos vamos", grita con entusiasmo el "llenador". Mochila al
techo. Bien amarradita entre paquetes y costales. "No se
preocupe. De allí no se cae ni a balazos". Subir a la volada.
El peor asiento. Resignación: 118 kilómetros de recorrido
dándole la espalda al camino.
Quien la sigue, la consigue. Hoy no hubo espera. Hoy
sobraron pasajeros. Ahora sí, dirección sureste. Hacia
Vischongo y Vilcashuamán. Mirando a los demás pasaje-
ros: señoras con polleras, hombres con sombreros, niños
chaposos. Sufriendo más los embates de una carretera que
es caprichosa. Se insinúa el mareo. Y nadie baja. La combi
sigue llena. Y se avanza, se sube, se superan los cuatro mil
metros de altura.
Tramo final. Un desvío. A la derecha se abre la vía hacia
el complejo arqueológico de Pumacocha o Intihuatana. Ruta
pendiente. Será mañana. La combi no se detiene. Avanza,
solo faltan 21 kilómetros para arribar a Vilcashuamán, la
capital de la provincia del mismo nombre, un lugar que hace
poco, no mucho, en el pasado cercano, vivió atribulado por
la violencia y el terror.
VILCASHUAMÁN. El complejo arqueológico fue un centro administrativo inca. La ciudad está conformada por una gran plaza y dos edificios.
Lunes 20 de junio de 2011 15
AYACUCHO
Un pueblo, un distrito. Vischongo, una plaza dominada
por un Inca, un puñado de casas campesinas. Promesas
de exploración en Tintacayoc, el mayor rodal de puyas de
Raimondi en todo el mundo. Allí se llega caminando o ca-
balgando. No en carro, menos en combi. Adelante. Curvas.
Verlo todo de reojo: sí, todo, las montañas, las quebradas,
el paisaje impactante de la serranía ayacuchana.
Diez de la mañana. La combi se detiene. Al fin Vilcashua-
mán. Bajan los pasajeros a 3,470 metros sobre el nivel del
mar. Hay polvo en sus ropas. Lucen cansados. El trayecto
es agotador, intenso, se hace sentir. ¿Valdrá la pena?, se
pregunta el viajero mientras sacude su mochila y da sus
primeros pasos en la tierra del halcón sagrado. Una aventura
comienza en una plaza con aroma de lluvia.
LEGADO INCAICOTúpac Yupanqui se yergue en el centro de la plaza. A
sus pies hay un halcón inmenso y, unos metros adelante,
un trío de vicuñas monumentales. Detrás del Hijo del Sol,
está la iglesia colonial de San Juan Bautista, levantada
sobre colosales piedras incas. Lo andino y lo occidental en
un mismo espacio. Armonía. Contradicción. Sentimientos
encontrados. Una herida que ¿sigue abierta?
El templo está cerrado. Dos señoras descansan en
el atrio. Visten con polleras, medias de lanas y chompas
coloridas. Se retiran cuando aparece el viajero. "Buenos
días", musitan antes de perderse por una callecita de aire
centenario, que no se llama ni Grau ni Bolognesi, tampo-
co Lima. Lleva un nombre en quechua, en runa simi, la
lengua de los hombres, la lengua que heredaron de los
antepasados.
No es un mal inicio. Muros, hornacinas, terrazas frente
a la plaza, las casas y al costadito de un hotel sin lujos que
sirve de rústico refugio. Ahí queda la mochila. Descanso
breve. De vuelta a la calle. Caminar más allá de la iglesia,
para descubrir una pirámide de piedra. Es el usno de
Vilcashuamán, el lugar sagrado en el que se rendía culto a
las divinidades prehispánicas.
Puerta trapezoidal. Escalones. Subir. Agitarse. El
viajero fantasea y se siente un sacerdote que invoca al
Sol y a la Pachamama, los dioses que aún perduran en
los corazones de los hombres andinos. Sus plegarias no
son atendidas. El día no aclara. Las nubes se deshacen
en lluvia. Sus gotas golpean las paredes, los peldaños y
hasta esa piedra esculpida que habría sido el asiento del
soberano del Tawantinsuyo.
Ocurre lo mismo en Pumacocha. Cielo constipado sobre la
laguna artificial en forma de puma. Obra ciclópea en el distrito
de Vischongo. El agua crece y se desborda, humedeciendo
los senderos del complejo arqueológico que sorprende por
su baño del inca, su piedra de los 13 ángulos y sus muros
de fina arquitectura.
También por su acllahuasi y esos recintos con pasadizos
estrechos que parecen ser parte de un laberinto, donde se
aprecian dos bloques grabados con un flamenco y una ser-
piente. "Aún falta investigar. Es un hallazgo nuevo", reconoce
Julio, el guía ocasional del viajero que no sale de su asombro
y sonríe satisfecho por haber persistido con las combis.
A la segunda fue la vencida. Sí, había valido la pena
intentarlo de nuevo. Siempre vale la pena; entonces, entre el
recuerdo y la alucinación, se pregunta cómo será a la tercera.
Y piensa en Titancayoc. Una deuda por saldar. Una cuenta
pendientes en la provincia de Vilcashuamán, la mítica tierra
del halcón sagrado.
ALTA
FIDELIDAD
Virtuosismo sin voz
H acen lo que no muchos pueden hacer: metal
progresivo, y lo hacen bien, con todo lo que
ello implica; a saber, pericia extrema en el manejo
de sus instrumentos y un grado de virtuosismo
que resulta evidente incluso para el menos fa-
miliarizado con este tipo de música. A ello se
añade el detalle de ser un grupo eminentemente
instrumental, sin participación vocal alguna; si-
tuación que no merma en lo absoluto el impacto
que desde una primera audición generan sus
complejas composiciones.
Shakken es un cuarteto asentado en el Callao,
cuyo sonido se inspira evidentemente en los desplie-
gues épicos de bandas como los estadounidenses
Dream Theater (el referente más notorio de este
subgénero) y en el acelerado speed metal gestado
durante los años 80. La batería de Nicolás Cárdenas
y las guitarras de Pierre Farfán y Daniel Ruiz, inte-
ractúan entre sí, junto al bajo de Alan Assado. Sus
riffs y cambios de ritmo configuran, en piezas como
"¿Quién desafía al sol?", "Zero" y "Los niños nunca
aprenden", su afición por sonoridades y esquemas
de raigambre clásica.
Algo más impredecibles son los arreglos apli-
cados a "La Raza" (que ha sido el tema escogido
para ilustrar el primer videoclip de la banda), que
llevan a dicha composición a terrenos propios del
denominado crossover o mezcla de metal pesado
y otras tendencias. Así, el ritmo está dotado en
determinados momentos de la crudeza del hardcore
pero en otros –en combinación con el bajo– se
acerca a lo latino, mientras que las guitarras ensayan
velocísimos solos.
Son detalles como los anteriormente menciona-
dos los que hacen que sin necesidad de recurrir al uso
de voces, la música de Shakken pueda mantener la
atención de quien la escucha. En este caso, son los
instrumentos y las manos de quienes los ejecutan
los que parecen tener mucho que expresar.
ESCRIBE: FIDEL GUTIÉRREZ M.
FICHA TÉCNICAARTISTA: ShakkenCD: Quién desafía al solPAÍS: PerúSELLO: Sonidos Latentes Producciones
UN PUEBLO, UN DISTRITO. VISCHONGO, UNA PLAZA DOMINADA POR UN INCA, UN PUÑADO DE CASAS CAMPESINAS. PROMESAS DE EXPLORACIÓN EN TINTACAYOC,
16 VARIEDADES
ELOTROYO
ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA SHEENCARICATURA: TITO PIQUÉ ROMERO
Es sobrino de un escritor importante, ¿le gusta leer?
–He sido fanático de H. G. Wells, por ejemplo. Me agrada
mucho leer. Mi mamá me contaba cuentos, "Alicia en el País
de las Maravillas", "Pinocho", uno de ellos.
¿Qué está recordando ahorita?
–Yo tenía 13 años y tocaba saxofón, mi
padre se oponía a que fuera músico. Desde
los 9 años lo tocaba maravillosamente
bien, y era el benjamín de mi banda, el
grupo de jazz del colegio que se llamaba
Los Doltons. En el colegio comenzamos
(Ica) y, cuando vine a Lima a estudiar, formé
Los Doltons de acá.
¿O sea, usted creó el grupo Los Doltons?
–Sí, y el único que no estaba era César
Ichikawa, quien fue el que ingresó como cantante
cuando pasé a los Shain's. El nombre lo copié
de un sello de disco, que era el Dolton Record. Ésa
es la verdadera historia.
Usted es memorioso.
–Mi otro nombre es elefante. Y cuando pasan
los años, uno es más memorioso, uno hace como un
repaso en la historia.
¿Por qué no se dedicó a la historia?
–Porque la música me ganó. Siempre fui fanático. Me
gustan todos los géneros pero que estén bien hechos. Me
encanta la Sonora Matancera, Pérez Prado. Cuando lo escuché
por primera vez, sabía que iba a llegar alto.
¿Le gusta bailar también?
–Siempre he sido bailarín. Me encantaba seguir los pasos
de Tintán, Cantinfl as y Resortes, los cómicos mexicanos.
¿Es un hombre humilde?
–Soy chupado. No me gusta la fama. Tanto es así que no
busqué hacer noticia con el derrame cerebral que tuve.
¿Se deja querer?
–No. En mi cumpleaños por ejemplo me desaparezco.
Siempre he sido una especie de ermitaño. He sido hijo único,
pues. Uno se queda con sus amigos fi cticios.
Jugaba solo...
–Tenía un montón de personajes. Mi primer artículo para
GERARDO MANUEL ROJAS RODÓ
"No me gusta la fama"Es Gerardo Manuel, sobrino de José Enrique Rodó, el autor de Ariel. Gran lector, conversador, músico y tímido para sorpresa de muchos. Ésta es una confesión de parte.
la revista Refl ejos del colegio fue de ciencia-fi cción, sobre
una supuesta invasión extraterrestre a Ica. Estos seres salían
de la laguna del cerro Saraja. Mi seudónimo era Reg Zajor
(Gerardo Rojas al revés).
Cuando vino Paul McCartney se sentó a su lado, me
imagino...
–Le amarré los zapatos... (risas)... No, estuve en la
tribuna...
¿Qué sintió?
–Hasta ahora no lo puedo explicar, para mí fue un
"transporter", igualito que Viaje a las estrellas, mismo
Vulcano. Me transporté. Lloré todo el show. Para mí
fue una experiencia inolvidable. Fue "EL" concierto.
Vi a un ser humano en toda su grandiosidad
en un escenario. Dejó de ser el ídolo, de lo
que signifi caba para mí para convertirse en
un "pata" del barrio. Vi un ejemplo de lo que
debe ser un artista como él.
¿En qué lo notó?
–Su puesta en escena, entrega al público, su sen-
cillez.
¿Y qué pasaba por su mente mientras lloraba?
–Toda mi vida. Mi primer disco de los Beatles
que me compré: Please, please me. El recuerdo
de mi querida tía María Ayarza de Chiarella, mi
tía abuela, con quien lo escuché en un antiguo
tocadiscos Philips.
Le voy a hacer una clásica pregunta: ¿tiene un
ícono roquero?
–Ícono no es la palabra. Diría, mis patas, a los que he
hablado cada vez que terminaba de oír una de sus canciones:
"compadre que buen tema". Ellos son Elvis Presley, Jimmy
Hendrix y Robert Plant, el cantante de Led Zeppelin.
¿Existe un tipo de música que oiga en secreto
porque le avergüenza que le agrade?
–¿Vergüenza? Nunca he sentido vergüenza
porque me guste un tipo de música...
¿Le gusta la cumbia?
–Uhmm... me pone en aprietos.
Esteee... Yo le encuentro un esquema
musical muy monótono, no tiene tras-
cendencia, no sale de lo mismo. Es
muy limitado.
Entrevista completa en www.andina.com.pe
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