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Fidelidad al carisma y renovaciónen los procesos gestionales

en las instituciones católicas para la salud

ESQUEMA

ESQUEMA

• Introducción.

• Tomando el pulso a la situación.

• Misión de la vida religiosa hoy (y gestión).

• Modelo de gestión de la calidad.

INTRODUCCIÓN

• ¿Son las “obras propias” el carisma?

• Si hay dificultades en la gestión,… sinceramente: ¿cuál es la causa?

INTRODUCCIÓN

• ¿Hay algún problema en términos de “FIDELIDAD AL CARISMA”?

• ¿El fin de las Instituciones religiosas es tener obras propias?

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué es para mí fidelidad?a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué es para mí renovación?a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Cuáles son los valores (y palabras clave) más referidos en los documentos de nuestra Organización para definir la especificidad del carisma?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Cuáles son los valores con los que ahoradefinimos la identidad de la Organización?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Están alineados con los tradicionales? ¿Reflejan fidelidad?

a. Sí,b. Noc. En parte

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

INDICADORES

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué indicadores utilizaban nuestros Fundadores y sus compañeros, para poder verificar que el carisma se traducía en calidad asistencial?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué indicadores consideramos nosotros que indican fidelidad al carisma de la Institución para poder avalar que nuestra gestión está alineada con la identidad carismática?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

DIFICULTADES

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué dificultades encontraron nuestros Fundadores para encarnar en su tiempo la novedad del carisma y los valores asociados?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• ¿Qué dificultades encontramos nosotros hoy en nuestros Centros para encarnar la “novedad” (originalidad, especificidad) de nuestro carisma y los valores asociados?

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

SOLUCIONES INTENTADAS

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Soluciones intentadas por los fundadores y no exitosas.

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Soluciones intentadas hoy y no exitosas.a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

ESTRATEGIAS

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Estrategias arbitradas por los Fundadores con éxito.

a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Estrategias arbitradas hoy con éxito.a.b.c.d.e.f.

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

RETOS

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

• Retosa.b.c.d.e.f.

MISIÓN DE LA VIDA RELIGIOSA HOY

(Y GESTIÓN)

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

Fidelidad y renovación

Calixto Vendrame citaba en una de sus jugosas cartas a los religiosos camilos algunas palabras del documento "Religiosos y promoción humana":

"La fidelidad a nuestro carisma debe ser 'capaz de aportar al presente de la vida y de la misión de cada uno de los institutos la audacia con la que los Fundadores se dejaron conquistar por las intenciones originarias del Espíritu' (RPU, 30) [...]

TOMANDO EL PULSO A LA SITUACIÓN

Fidelidad y renovación

La creatividad es una cuestión de fidelidad. En un mundo que cambia debemos cambiar nosotros también si queremos seguir siendo los mismos, siempre actuales y comprometi­dos en la misión como nuestros fundadores nos quisie­ron. Afrontar el presente con la cabeza vuelta atrás sería una traición, y nuestras casas e iglesias no tardarían mucho en convertirse en museos. Es fiel un religioso en el que vive el fundador, con toda su carga carismática, con su arrojo y espíritu de iniciativa, con gran fe en Dios, en sí mismo y en los demás, capaz de superar todos los obstáculos y con la luz del Espíritu, sin desanimarse nunca".

VENDRAME C., "Essere religiosi oggi", Roma, Dehoniane, 1989, p. 303.

Vida religiosa hoy y gestión

• “La misión de la comunidad religiosa no se identifica en su raíz con una tarea intramundana, intrahistórica (educación, sani­dad, obras asistenciales, evangelización); ni siquiera con una encomienda puramente espiritual­sobrenatural, como pertene­ciente a un segundo o super­estrato de la vida humana, sino que coincide fundamentalmente con la misión que constituye al mismo hombre, porque el religioso es hombre".

• GARCÍA PAREDES J.C.R., "Misión de la vida religiosa", Madrid, ITVR, 1982, p. 53-54.

Vida religiosa hoy y gestión

MISIÓN DE LA VIDA RELIGIOSA HOY

Vida religiosa hoy y gestión

• La "Perfectae Caritatis" nos recuerda que en institutos como los dedicados a la salud y la acción social "la acciónl apostólica y benéfica pertenece a la naturaleza misma de la vida religiosa, ya que el sagrado ministerio y la obra propia de la caridad les han sido encomendados por la Iglesia y deben cumplirse en su nombre" (PC 8).

Vida religiosa hoy y gestión

• ¿Cuál es la misión de los consagrados diferente a los seglares?

Vida religiosa hoy y gestión

• Los religiosos consagrados tienen, como miembros del Pueblo de Dios, la misma misión que los demás miembros de la Iglesia de seguir a Jesús, que recorría "todos los pueblos y aldeas anunciando la buena noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias" (Mt 9,35). "Hay en la Iglesia diversidad de ministerios, pero unidad de misión" (AA 2).

Vida religiosa hoy y gestión

• El concilio Vaticano II pide a los religiosos que sean signo, no sólo por las tareas apostólicas que desempeñan, sino especialmente por lo que son, por su modo de vivir y de entender la vida y de organizarla. "Así, pues, la profesión de los consejos evangélicos aparece como un símbolo que puede y debe atraer eficazmente a todos los miembros de la Iglesia a cumplir sin desfallecimiento los deberes de la vida cristiana" (LG 44).

Vida religiosa hoy y gestión

• El aspecto específico de la misión de la comunidad religiosa es su aportación como símbolo existencial, como parábola que propone una "verdadera anormalidad", mejor aún, "una exagera­ción profética" de los valores contenidos en los consejos evangélicos.

• Cf. GARCÍA PAREDES J.C.R., en AAVV., "Presencia y misión. Vida religiosa a Iglesia particular", Madrid, Publicaciones claretianas, 1994, p. 51 y p. 167.

Vida religiosa hoy y gestión

• "La vida religiosa es evangelizadora en su ser. Es evangelizadora en su proyecto de vida. Y lo es por la anormalidad sociológica en la que se colocan en la vida del religioso las renuncias y las preferencias que implica su proyecto".

• VICO PEINADO J., "Pasión por el reino. Preferencias y renuncias de la vida religiosa", Madrid, Publicacionesclaretia-nas, 1992, p. 95.

Vida religiosa hoy y gestión

FIDELIDAD ¿A QUÉ?

Fidelidad ¿a qué?

¿A qué hemos de ser fieles los religiosos sanitarios?

Fidelidad ¿a qué?

El reto a nuestra misión es el de ser fieles a la vocación del hombre/mujer (persona).Algunas veces, al tratar de expresarnos como religiosos, nos olvidamos de lo más importante: ser hombres. Hemos tenido que soportar un dualismo en la comprensión de la misión, y la hemos espiritualizado o escatolo­gi­zado hasta el punto de resultarnos difícil armonizarla con la misión del hombre.

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Fidelidad ¿a qué?El reto a nuestra misión es el de ser fieles a la vocación del hombre/mujer (persona).Algunas veces, al tratar de expresarnos como religiosos, nos olvidamos de lo más importante: ser hombres. Hemos tenido que soportar un dualismo en la comprensión de la misión, y la hemos espiritualizado o escatolo­gi­zado hasta el punto de resultarnos difícil armonizarla con la misión del hombre.

Ser fieles a la vocación del persona nos compromete a ser profundamente humanos en nuestras relaciones, en nuestra sensibilidad ante los sufrimientos, en nuestra capacidad para darnos cuenta de las necesidades reales de cada uno de los hombres y de los grupos de personas que sufren y nos interpelan seriamente como personas semejantes a ellos. Ser fieles a la vocación del hombre nos llevará a una asistencia a los que sufren concebida en sentido global, no como máquinas, que, si no las usan hombres fieles a lo mejor de sí mismos, solo son parcialmen­te útiles a la persona.

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Fidelidad ¿a qué?­ Ser fieles a nuestro ser de cristianos

El P. Calixto decía: "Por muy extraña que pueda parecer esta expresión, se necesitan religiosos que sean cristianos; es decir, que pongan el amor al prójimo en primer lugar, antes incluso que la doctrina de la disciplina y de muchas otras virtudes ­absoluta­mente necesarias sin duda, pero que a nada conducen sin la caridad (cf 1 Cor 13) en las que suelen especializarse algunos, y ay del religioso que no camina según este tipo de santidad".

Fundando nuestra vida como religiosos en la caridad tal y como nos la presenta san Pablo (1Cor 13), las preguntas sobre nuestra misión en el pre sente encuentran una respuesta. Tanto en el ejercicio del ministerio a título individual como en los proyectos comunitarios, deberíamos dejarnos conducir por este motivo recurrente: "Nosotros hemos creído en el amor" (1 Jn 4,16; C 11).

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Fidelidad ¿a qué?• Ser fieles a nuestro ser de religiosos

Como religiosos nos sentimos llamados por Dios a vivir de una forma determinada y enviados a ejercer la misión como tales, incluso en el hacer, pero sobre todo en nuestro ser.

A partir de una experiencia de Dios nos sentimos llamados a construir una comunidad que, nacida de la experiencia misma, quiere configurar­se en torno al carisma recibido. Estamos llamados como indivi­duos, pero también como comunidad, a ser parábola.

“La comunidad religiosa no tiene un sentido meramente funcional. Tanto su ser como su misión deben ser originalmente una experien­cia teologal, una experiencia de la presencia y de la acción de Dios y de su Reino. Una comunidad religiosa no es simple producto de una iniciativa personal, sino el resultado de una llamada".

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Fidelidad ¿a qué?• Ser fieles a nuestro ser de religiosos

La misión como religiosos debe acentuar los elementos dinámico operativos de nuestra identidad. Es preciso ver nuestra identidad como una "cierta anormali­dad", que nos pone en relación más directa con la universalidad que con la particularidad, que nos presenta más como signosque como instrumentos de realización del Reino. En este sentido, teniendo una misión común con todos los laicos cristianos comprometidos en el mundo de la salud, nuestra vida se propone como una cierta "exageración profética" que quiere presentarse como dedo que señala en dirección a la trascendencia, como propulsor hacia la finalidad vertical. "Para conseguir la meta de su misión, el religioso debe entregarse a esta causa, pero movido no por una simple pragmática, sino por una mística. Los religiosos no actúan como funcionarios, sino como auténticos místicos entregados a la causa de la trascendencia". Este hecho aparece visible en la vivencia gozosa de los consejos evangéli­cos, que reciben una connotación muy especial en el servicio de los enfermos.

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Fidelidad ¿a qué?• Ser fieles a nuestro ser de religiosos

De ahí la importancia de la misión contemplativa de la vida religiosa. "La pérdida del carácter contemplativo, constitutivo de toda forma de vida religiosa, es la mayor amenaza para la comprensión de la misión y de su vivencia". La fidelidad a nuestro ser de religiosos en el mundo de la salud implica vivir nuestro trabajo como fuente de contemplación. Somos conscientes de que en el ejercicio de nuestro ministerio glorificamos a Dios.

Nuestra Constitución se expresa en estos términos: "Mediante la promoción de la salud, la curación de la enfermedad y el alivio del sufrimiento, cooperamos en la obra del Creador, glorificamos a Dios en el cuerpo humano y damos testimonio de la fe en la resurrección" (C 45). en los hospitales".

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Vida religiosa hoy y gestión

DESAFÍOS PARA LA MISIÓN

Desafíos para la misión

En un mundo tan fragmentado como el nuestro, al que alguien ha calificado de dislocado, estamos llamados a ser testimonios del Cristo, que conocía lo que hay en el corazón del hombre (Jn2,25), a prestar una asistencia integral que unifique lo disperso en la persona del enfermo y a acompañarle en la experiencia de integración personal y de grupo en el lugar en que el "diabolos" hace su trabajo de destrucción y donde a veces el hombre se convierte en objeto de manipulación profesional. Estamos llamados a señalar una centrali­dad importante en el encuentro personal con los enfermos promovien­do su dignidad y responsabili­dad.

Desafíos para la misión

Fieles a la misión del hombre y del cristiano, estamos llamados a escuchar las necesidades más frecuentes y urgentes en el mundo de la salud y a ir al lugar en que nuestra presencia y nuestro ser pueden resultar significativos, donde nuestra presencia sea realmente una llamada dirigida al Dios que se acerca a las debilidades en tiempos de enfermedad.

Se nos interpela para que estemos muy atentos a las nuevas patologías sociales y para que demos una respuesta pronta y significativa como personas consagradas movidas por los valores cristianos.

Desafíos para la misión

Estamos llamados como religiosos a expresar con expresio­nes nuevas el carácter de universalidad de nuestra vocación a la vida religiosa, superando la tendencia a la tranquilidad y viviendo nuestra condición de "peregrinos por la misión".

Desafíos para la misión

Estamos llamados a ejercer nuestro ministerio con los enfermos y los trabajadores sanitarios a partir de nuestro voto de pobreza no sólo como solidaridad entre nosotros, sino como solidaridad efectiva con los más necesitados, sin acumular riquezas materiales ni dotaciones personales. Como pobres, integrando nuestros límites, estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos, más aún, todo, nuestra propia vida, por el bienestar de los que sufren.

Desafíos para la misiónEstamos llamados a desplegar nuestro ministerio a partir de nuestro voto de castidad, que se inserta en una opción de amor por los más pobres, por los enfermos abandonados, por los ancianos y marginados, por los trabajadores sanitarios que sufren los efectos de una afectividad destruida. Y estamos llamados a trabajar sobre nosotros mismos dejándonos transformar por el Espíritu, que quiere actuar en el religioso generando entrañas maternas de Dios.

Desafíos para la misión

* Se nos llama a desempeñar nuestro ministerio a partir del voto de obediencia, sin acomodamientos individuales o estructu­rales a los propios criterios personales.

Debemos ser signos de grupo capaz de dejarse interpelar, grupo que trata de contribuir a la construcción del Reino preguntándose constantemente a cerca de las motivaciones de fondo.

Desafíos para la misión* Se nos llama a acercarnos a los enfermos y las

personas que sufren con la voluntad de ser verdaderamente Bueno Noticia para ellos. Nuestra presencia debe ser portadora de salvación y nuestro encuentro con los enfermos producir efectos saluda­bles también en el ámbito religioso­espiritual. Como grupo estamos llamados a vivir relaciones sanas entre nosotros, unas relaciones que construyan el Reino dentro de nuestras propias comunidades. "La primera forma de evangelización es el testimonio" (MR 42).

Desafíos para la misión* Se nos llama a vivir el mundo de la salud y del

sufrimien­to como auténtica tierra de Evangelio donde Dios no se presenta como un extraño, sino que está presente por medio del testimonio dado con nuestras obras y nuestras palabras. Nuestro lenguaje de acercamiento hace que el doliente sienta la presencia de un Dios que se interesa, no de un "dios abstracto". La Buena Noticia en el mundo de la salud nos hace ser testigos de una salud que se convierte en salvación.

Desafíos para la misión* Estamos llamados a profundizar en el concepto de

salud a partir de una lectura más profunda del Evangelio, que hace que la experiencia de la salud se convierta en aconteci­miento biográfico. Debemos ofrecer al enfermo "la misma salud que Cristo ofrece a todos: ver, recuperar la propia dignidad, crear relaciones nuevas, comenzar un estilo nuevo de vida, liberarse de las esclavitudes, desplegar las energías internas escondidas y ahogadas, cambiar, convertirnos, disponer oblativamente de sí mismos, aceptar la cruz y abandonarse confiadamente en las manos del Padre. Es, por consiguiente, una salud para este mundo y para todas las edades, compatible con el sufrimiento, la enfermedad y el límite (compañeros suyos inseparables) porque es también salud para el seguimiento y la misión".

Desafíos para la misión

* Estamos llamados a renovar nuestros modos de presencia pastoral y a promover la capellanías de radio amplio porque compar­ti­mos con todos los creyentes la misma misión y debemos realizarla en la diversidad de los ministerios y en comunión y complementa­ridad.

Desafíos para la misión* Estamos llamados a superar una visión

asistencialista y a no confundir nuestra misión carismática con nuestras obras, aunque sean éstas una expresión de aquélla. La visión carismática debe llevarnos a una dinámica constante de renovación de las obras propias que no sean por ningún motivo una señal que apunta más allá de uno mismo. Se nos llama asimismo a no pensar sólo en nuestras obras, sino también en la promoción de la salud, en la prevención, en la búsqueda de los diferentes campos que tienen que ver con la enfermedad.

Desafíos para la misión

* Estamos llamados a cuidar atentamente la formación, a preparar buenos profesionales en los diferentes sectores que tienen que ver con la promoción de la salud y el cuidado de la enfermedad, pero siempre como religiosos conscientes de la propia identidad de religiosos.

Desafíos para la misión

* Estamos llamados a compartir nuestro carisma con los laicos, a comunicar de forma más abierta el modo de servir a los enfermos que se inspira en nuestros Fundadores y en su espirituali­dad.

Desafíos para la misión* Estamos llamados a purificar y mejorar las relaciones

con los laicos donde nosotros somos dueños y ellos simples colabora­dores; nuestras "mutuae relationes" deben ser el fruto no de un ejercicio de poder autoritario ni tampoco de simple promoción humana y espiritual, sino de un poder que siente la corresponsa­bilidad y que por consiguiente es compartido, y que confirma, aun reconociendo diferencias efectivas, lo que hay de común en la misión. Los nuevos proyectos de futuro, fruto de la creativi­dad y del carácter profético de nuestro carisma, deberán nacer de la corresponsabilidad con quienes sienten que pueden vivir de otro modo el carisma que la Iglesia nos reconoce a nosotros, pero no a título de monopolio.

Desafíos para la misión* Estamos llamados a saber morir. Durante mucho

tiempo se nos ha conocido como los "Padres de la buena muerte". Pues bien, estamos llamados al "ars moriendi" carismático propio de la vida religiosa, no como expresión de resignación individual y colectiva ­del grupo, de una institución asistencial, de una provincia...­, sino como signo viviente del mismo Espíritu que nos lleva a las renuncias y no concentra las energías en la conservación de sí mismos, ni individualmente ni como institu­ción, con una fe atenta a las novedades que el Espíritu hará que rebroten. La evidente pérdida de protagonismo de los religiosos en el mundo de la salud nos debe llevar a nuevas formas de presencia evangelizadora.

- ¿Qué dificultades encontramos en la renovación?

- ¿Cómo podemos afrontar las dificultades?

- Compartir ideas para promover la fidelidad al carisma y la renovación de los procesos gestionales.

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