factores ergonómicos de la voz en docentes
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Agosto 2015
INTRODUCCIÓN.
La voz es un instrumento de transmisión de información con contenido simbólico y
emocional, un docente es un profesional de la voz, dado que debe usarla cualitativa y
cuantitativamente como una herramienta imprescindible de trabajo.
Las demandas vocales de un profesor son variadas pues necesita la voz para
comunicarse, instruir y aclarar dudas (Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling, S; Rydell, R;
Lofqvist, A. 2014). Las tareas que debe desempeñar durante un día laboral son diversas
(cantar, lectura en voz alta, enseñanza en espacios abiertos) y la mayoría de estas
implican exigencias en la voz, tales como: una voz proyectada, largos periodos de uso
vocal, volumen elevado. Sin embargo, altos niveles de ruido y una acústica desfavorable
en la sala de clases, hacen difícil la labor del docente, perjudicando su voz para la voz
(Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling, S; Rydell, R; Lofqvist, A. 2014).
Actualmente existen políticas públicas que regulan los niveles de ruido en la sala de
clases y que pretenden mejorar la calidad del contexto laboral (ergonomía) de un docente
con alta demanda vocal. Los factores ergonómicos se pueden clasificar en físicos,
organizacionales, emocionales y ambientales. Los primeros hacen referencia a aspectos de
una tarea que por su condición se transforman en una exigencia sobre la persona, como
por ejemplo la postura y el movimiento. Los segundos hacen referencia a demandas
impuestas por la organización de trabajo, como la cantidad de horas de trabajo. Los
terceros son factores de carácter cognitivo, afectivo emocional y/o social impuestas por el
sistema laboral al trabajador. Los factores ambientales hacen referencia a agentes físicos,
químicos o biológicos presentes en el ambiente de trabajo, como por ejemplo el ruido
ambiental, calidad del aire, etc.
A continuación se presentará una revisión bibliográfica que contempla tanto
investigaciones internacionales como nacionales, que tratan sobre la disfonía laboral en
profesores y los factores ergonómicos que la afectan, además de documentos
proporcionados por organizaciones internacionales que pretenden dar orientación sobre
la regulación de normas arquitectónicas que favorezcan el ambiente acústico de
enseñanza.
PROPÓSITO.
Conocer los factores de riesgo ergonómicos que afectan a la voz en el ambiente
escolar, y sus conexiones con síntomas vocales de los docentes.
OBJETIVO GENERAL.
1. Realizar una revisión bibliográfica que aborde los factores ergonómicos que
influyen en la calidad de voz del docente.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
1.1. Definir los factores ergonómicos que afectan la calidad vocal de los docentes.
1.2. Comparar la información disponible tanto a nivel nacional como internacional.
1.3. Analizar las políticas públicas nacionales que aborden esta temática.
FACTORES ERGONÓMICOS QUE INFLUYEN EN LA VOZ DE LOS DOCENTES.
Si bien los factores genéticos tienen un impacto en la etiología de los problemas
vocales, los factores ambientales no son menos importantes, ya sea de forma
independiente o en interacción con factores genéticos. Éstos desempeñan un papel clave,
más aún si la persona presenta una carga vocal importante.
Lo anterior fue corroborado en el estudio de Simberg, Santtila, Soveri, Sala y
Sandnabba (2009), quienes determinaron que el 65% de las disfonías tiene causa
ambiental y sólo el 35% eran de causa genética.
Los profesores hablan excesivamente y con una intensidad vocal alta, lo que es
muy perjudicial para la salud vocal. El profesor no está solo en el aula; 92% de los
profesores evidencian que el ruido que realizan los estudiantes en clases es preocupante
(Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling, S; Rydell, R; Lofqvist, A. 2014). Ante esto, existen
muchas razones por las que los docentes deben aumentar la intensidad de la voz,
principalmente a causa de factores ambientales, como por la distancia que hay entre el
alumno y el profesor, otra es el ruido de fondo (causado tanto por actividades internas o
externas al aula), que provoca que las personas eleven sus voces en un ambiente ruidoso
debido al efecto Lombard. Este último se describe como la influencia del ruido ambiental
en la voz: el orador levanta automáticamente la intensidad vocal a medida que aumenta el
nivel de ruido (Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling, S; Rydell, R; Lofqvist, A. 2014).
La mala acústica del aula aumenta los efectos nocivos del ruido, lo hace continuo y
restringe su atenuación. La voz también se ve afectada por la calidad del aire interior o la
exposición al polvo orgánico, este último, puede desencadenar reacciones alérgicas o
inflamatorias en las membranas mucosas de la laringe. Las alergias respiratorias, a su vez,
aumentan el riesgo de síntomas vocales.
Otro estudio que investigo la influencia de los factores ergonómicos en la voz de
los profesores titulado “Voz de los profesores en ambientes de enseñanza: Estudio de
campo usando un monitor ambulatorio de fonación” (Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling, S;
Rydell, R; Lofqvist, A. 2014 ), comparó la frecuencia fundamental, los niveles de presión
sonora (SPL), la dosis de ciclos vibratorios (VLI) y los tiempos de fonación total, registrados
a través de un monitor ambulatorio, en 14 profesores que percibían problemas vocales
(VP) y a otros 14 profesores que percibían su voz como normal (HV), durante una jornada
laboral representativa. Además de las medidas nombradas anteriormente también se
midieron factores ergonómicos ambientales: la temperatura de la sala de clases, los
niveles de presión sonora y la calidad del aire.
En base a todas estas medidas se realizaron comparaciones entre ambos grupos
obteniendo como resultado en la medición del VLI y el tiempo de fonación que los
profesores con PV obtuvieron un porcentaje significativamente mayor que los profesores
con HV durante las actividades de enseñanza. Para la medición de los cambios en la
frecuencia fundamental y SPL, se obtuvo que el grupo de profesores con PV disminuye la
frecuencia fundamental al aumenta los SPL, y en cambio el grupo de profesores con VH
aumenta la frecuencia fundamental al aumentar el SPL. Todos los resultados obtenidos
condujeron a los autores a concluir que los profesores con VP presentan una mayor carga
vocal a causa del aumento en el VLI, con menores oportunidades de recuperación, lo que
sumado al patrón de cambios en la frecuencia fundamental y SPL indican una flexibilidad
vocal reducida.
Por otra parte, los riesgos se multiplican si hay una mala ventilación. Según
Rantala, Hakala, Holmqvist y Sala (2012) y Lyberg, Pelegrin, Whitling, Rydell, Lofqvist
(2014), la mala calidad del aire al interior de las aulas es el factor que más se correlaciona
con el aumento de la incidencia de laringitis, a su vez la laringitis a repetición puede
producir asma a largo plazo.
A esto se suman los daños a causa de la humedad, ya que el riesgo aumenta con la
de formación de moho en el interior de las salas, debido a que éste emite sustancias
tóxicas que pueden causar problemas de la voz y sintomatología asociada al tracto
respiratorio superior. En su estudio, Patovirta, Meklin, Nevalainen y Husman (2004)
encontraron que la exposición al moho produce rinitis alérgica, sinusitis, conjuntivitis,
dolor de cabeza y fatiga.
La humedad y la temperatura también son factores que afectan la calidad del aire.
En un clima frío, el aire interior puede ser muy seco, y la capacidad de retención de
humedad del aire disminuye rápidamente a medida que la temperatura del aire decrece.
La humedad relativamente baja afecta a la producción de la voz. Hemler, Wieneke, Lebacq
y Dejonckere (2001) estudiaron la voz en dos condiciones de aire diferentes: el aire con
alta humedad relativa (100%) versus el aire con baja humedad relativa (0%). La viscosidad
y rigidez de los pliegues vocales aumentaron significativamente en ambas condiciones
ambientales, pero el aire seco causó que el pliegue vocal tuviese una cubierta más rígida y
más viscosa que el aire húmedo, lo cual produce una disminución de su amplitud y
frecuencia, por consecuencia, causa alteración de los parámetros acústicos de la voz, el
jitter y el shimmer.
En relación a la temperatura que debe existir en la aulas según el Decreto
548/1989 que Aprueba normas para la planta física de los locales educacionales que
establecen las exigencias mínimas que deben cumplir los establecimientos reconocidos
como cooperadores de la función educacional del estado, según el nivel y modalidad de la
enseñanza que impartan, se establece que para la Educación Parvularia, se debe tener una
temperatura de 15º C, para la Educación Básica y Media una temperatura de 12º C y para
Hogares Estudiantiles, una temperatura de 15º C.
En un estudio de Salas, Centeno, Landa, Amaya y Benites (2004), sobre la
“Prevalencia de disfonía en profesores del distrito de Pampas-Tayacaja-Huancavelica” se
entrevistó a 75 profesores de dicho distrito, donde la prevalencia de disfonía encontrada
fue de 44%, es decir 33 profesores. El 37.3% de los profesores señaló al ruido que dificulta
la comunicación como el factor de riesgo laboral que se presenta con mayor frecuencia,
seguido por: temperatura incómoda (26.7%) e insatisfacciones interpersonales con la
jefatura (20%) y con los apoderados (10%).
El hablar con un tono excesivamente alto, con una respiración inadecuada y los
efectos dañinos de la contaminación ambiental, son los principales aspectos que influyen
en que los profesores tengan problemas de disfonía e incluso afonía.
Un estudio realizado por Barreto, D., Cháux, O., Estrada, M., Sánchez, J., Moreno,
M., Camargo, M. (2011) sobre “Factores ambientales y hábitos vocales en docentes y
funcionarios de pre-escolar con alteraciones de voz” en donde se examinó la relación de
los factores ambientales del entorno laboral de los docentes (ruido, ambiente climático:
frío, caliente o templado y contaminantes), concluyó que existe una relación directa con la
presencia de disfonía.
Los resultados de la investigación concluyeron que tanto los hábitos vocales
inadecuados como, iniciación fuerte del habla, voz alta, carraspeo, falta de hidratación y
respiración alterada, entre otros, y las condiciones ambientales ocupacionales
desfavorables tales como, presencia de ruido, contaminantes y temperatura, son factores
predisponentes de una alteración vocal (disfonía) lo cual coincide con lo descrito en
estudios anteriores.
Algunos factores de riesgo ergonómicos de la voz pueden ser los factores físicos,
entre ellos la postura. Sabemos que para optimizar la función de la voz, debemos tener
una buena postura y se ha evidenciado que pacientes con desórdenes vocales tienen
trastornos músculo-esqueléticos, lo que está íntimamente relacionado con las estructuras
de producción de la voz. Rubin, Blake y Mathieson (2007) encontraron, en su estudio, que
la contracción de los músculos estilohioideo y esternocleidomastoideo, además, de un
débil mecanismo flexor profundo produce que la laringe quede en posición elevada y
restringida.
En un estudio realizado por Fernández, L., y Marinho, T. (2010), acerca de la
“Prevalencia de disfonía en profesores de educación pública estatal fuera del aula”, se
aplicó una encuesta exploratoria de registros médicos de profesores alejados de las aulas
durante los años 2005 a 2006 registrados en la Superintendencia central de inspecciones
médicas y salud en el trabajo del estado de Río de Janeiro, a partir de una muestra total
de 554 profesores de enseñanza durante el período analizado, fueron encuestados 130
historias clínicas de los profesores con licencia por diversos diagnósticos, procurando
identificar licencia por enfermedad con un diagnóstico de disfonía lo que dio como
resultado:
● De los 554 profesores analizados, 178 solicitó período de licencia médica analizada,
correspondiente al 32 % de la muestra.
● Se observa que del total de profesores con licencia, la mayoría correspondía a
mujeres y principalmente entre el rango etario de 36 a 55 años de edad, con una
carga horaria de 40 horas por semana.
● La encuesta encontró que la mayor frecuencia de las ausencias de los profesores
de ambos sexos ocurrían por razones músculo-esqueléticas; en segundo lugar, por
problemas respiratorios, seguidos de los trastornos psiquiátricos y la necesidad de
la vigilancia de los familiares enfermos. En la quinta categoría, en términos de
frecuencia, aparecían condiciones ginecológicas, restringidos, por lo tanto, a las
mujeres. Sólo en el sexto lugar, el motivo de la licencia fue la disfonía, debido a los
cambios anatómicos laríngeos.
● Del universo de los maestros con licencia, el 6.9 % se alejaron de las clases con
diagnóstico médico de disfonía.
Esta encuesta encontró que, a pesar de que los estudios previos reportan altas
tasas de maestros que informaron alteraciones vocales, sólo el 6,9% de los docentes se
han alejado de la sala de clases con un diagnóstico de disfonía debido a los cambios
anatómicos de la laringe.
En otro estudio de Costa, J., Silva, P, Jansen, K. Haertel-Giusti, P. (2011) en donde
analizó la Prevalencia de síntomas músculo-esqueléticos en la facultad de la escuela
pública y la escuela privada, mediante una revisión transversal con los maestros de
enseñanza básica de las escuelas públicas y privadas del área urbana de Pelotas en 2009.
Cuya muestra fue de 320 docentes de seis escuelas a los que se les realizó un cuestionario
sociodemográfico, una lista de verificación para la evaluación ergonómica y un
cuestionario Nórdico para evaluar los síntomas músculo-esqueléticos.
Se obtuvieron los siguientes resultados:
● La prevalencia de síntomas osteomusculares en los profesores varones fue 91,3%
y mujeres 89,4%.
● Con referencia a la relación de los síntomas músculo-esqueléticos con la carga de
trabajo, los profesores que trabajaron entre 20-40 horas mostraron un mayor
número de síntomas músculo-esqueléticos (52,6%).
● Con respecto a la capacidad funcional, el 36,6% de los profesores eran incapaces
de realizar sus actividades normales en los últimos doce meses, debido a la
presencia de síntomas.
● De los 320 profesores, el 74,1% realizaban actividades extracurriculares, de los
cuales 91,56% reportaron síntomas músculo-esqueléticos en los últimos doce
meses.
● Antes de la evaluación ergonómica, se encontró que mientras peores son las
condiciones laborales, mayores son los síntomas músculo-esqueléticos sentidos
por los profesores. En las escuelas privadas el 32,5% y en el sistema público el
45,8%.
Este estudio mostró una alta prevalencia de síntomas osteomusculares en profesores
de la red pública y privada de Pelotas, Brasil, señalando que la columna era la parte del
cuerpo más afectada.
Las emociones son factores mentales, que también tienen una fuerte conexión con la
producción de la voz. Al igual que el estrés y la ansiedad que producen cambios acústicos
en la voz, lo que se ha asociado a los síntomas vocales de los profesores y estudiantes de
pedagogía. Los profesores están expuestos a numerosos factores de estrés, como por
ejemplo, presiones de tiempo o carga de trabajo. A esto, se le suman, las diferentes
afectaciones personales y su forma de enfrentar las diferentes situaciones. Según Rantala,
Hakala, Holmqvist y Sala (2012), el estrés es el factor que se correlaciona más fuertemente
con los síntomas de voz. Mendoza y Carballo (1998), concluyeron en su estudio “Acoustic
analysis of induced vocal stress by means of cognitive workload tasks”, que los cambios
acústicos producidos en la voz a causa de situaciones estresantes son: aumento en la
relación de la frecuencia fundamental (F0), un aumento en la fluctuación de fase y el
brillo, un aumento en la energía armónica de alta frecuencia y una disminución en el ruido
espectral.
Realidad actual de los docentes chilenos: INFORME “EDUCATION AT A GLANCE”.
Según el informe “Education at a Glance”, elaborado por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), parece relevante la cantidad de
estudiantes por sala en nuestro país, detallando que el promedio de estudiantes en los
cursos de primero a sexto básico oscila en 30 alumnos (alrededor de 29 alumnos en
colegios municipales, 32 en subvencionados y 24 en privados) y en los cursos de séptimo
básico a cuarto medio el promedio es de 31 alumnos (alrededor de 31 estudiantes en
colegios públicos, 33 en subvencionados, y 25 promedio para colegios particulares). Estos
resultados ubican a Chile en el segundo lugar luego de China, quien promedia 38 alumnos
en educación básica y 52 en enseñanza media.
El informe también revela datos de interés en el aspecto de la jornada laboral a la
que se ven enfrentados los docentes chilenos (factores organizacionales), el profesor
chileno de Educación Media con alrededor de 15 años de experiencia gana en promedio
US$ 26.195 al año, y el promedio de la OCDE es de US$ 42.861, sueldo que representa
sólo un 77% del total que se les paga a profesores de educación superior. El tema
económico se relaciona principalmente con la cantidad de horas que realizan los docentes
de nuestro país, la OCDE destaca que en todos los niveles de enseñanza los profesores
trabajan hasta 1.103 horas anuales, siendo el promedio de la OCDE de 1.001 en prebásica,
782 en básica y 655 en media.
Condiciones de trabajo y bienestar/malestar docente en profesores de enseñanza media
de Santiago de Chile.
El estudio realizado por Cornejo Chávez, R. (2009), pone de manifiesto las
condiciones de materiales de trabajo que los profesores de enseñanza media de Santiago
deben enfrentar en su quehacer cotidiano, destacando:
● Empleo y precariedad: El empleo reportado por los profesores y profesoras en la
ciudad de Santiago tiende a la precariedad.
● Jornada laboral: Los docentes de educación media reportan trabajar
aproximadamente 10 horas extras no remuneradas a la semana (lo que representa
casi un tercio de su contrato laboral). Además, reportan falta de instancias de
descanso y desconexión durante la jornada laboral.
● Pertinencia y disponibilidad de materiales pedagógicos: Los materiales pedagógicos
de apoyo a la docencia son percibidos por la mayoría de los docentes como
insuficientes (66%) y poco pertinente (51%). Situación que se acentúa en colegios
técnico-profesionales.
● Escala de exigencias ergonómicas: Las exigencias ergonómicas son percibidas
como excesivas por un porcentaje mayoritario de los docentes, especialmente en
lo que respecta a tener que estar de pie durante la jornada laboral (86%), tener
que forzar la voz (76%) y estar expuesto a cambios bruscos de temperatura (49%).
Estas exigencias son percibidas en un nivel significativamente mayor, por los
docentes de establecimientos municipales.
● Condiciones de la infraestructura: Llama la atención que aún existan colegios que
no cuenten con sala de profesores; como también es lamentable que en casi la
mitad de los colegios no se cuente con un mobiliario en buen estado para este
lugar, que es donde los docentes deben realizar parte importante de sus tareas,
además de ser un espacio de reunión y descanso. Cuando se revisó el estado de las
salas de clase, se encontraron faltas de mobiliario adecuado para el profesor, y
mala iluminación. A lo anterior se agrega que los docentes deben realizar sus
clases en salas que no cuentan con el aislamiento para los ruidos externos, lo cual
implica necesariamente que deben forzar su voz para ser escuchados por todo el
alumnado.
Influencia de la acústica en la voz del docente.
“Acústica como factor ambiental”.
Es importante analizar con más detalle los factores ergonómicos ambientales como
lo son la acústica proporcionada por la sala de clases y el ruido ambiente. Ya que es un
factor que incide en la ocurrencia de trastornos de la voz (Lyberg, V; Pelegrin, D; Whitling,
S; Rydell, R; Lofqvist, A. 2014).
Se puede definir la acústica como la rama de la física que estudia la formación,
propagación y propiedades del sonido en todas sus aplicaciones (Contreras, E., Silva, A.;
2012).
Los altos niveles sonoros existentes dentro de las aulas, las características acústicas
arquitectónicas y constructivas inapropiadas y los bajos rendimientos académicos
observados en los últimos años, llevaron a la institución de mayor prestigio en lo
relacionado con la acústica en el mundo, la Acoustical Society of America (ASA, EE.UU.), a
crear en el año 1996 el subcomité de acústica de aulas (Classroom Acoustics), el cual ha
realizado bastantes contribuciones en esta disciplina, creando una normativa, la ANSI
S12.60-2002, la cual logra regular los distintos parámetros acústicos para lograr altos
estándares de calidad acústica dentro de las salas de clases.
Ante esto los niveles de ruidos recomendados por la normativa americana no
debieran superar los 35 a 40 dBA (ANSI, 2002), para la Organización Mundial de la Salud
(OMS, 1999) este no debe superar los 35 dBA y actualmente la normativa chilena
establece que en una sala de clases el ruido ambiente no debe superar los 25 dB para la
banda frecuencial de 1000 Hz (NCh 352 Of. 61).
Pero pese a esto, los niveles de ruido existentes en la sala de clases oscila entre los
41 a 55 dBA (Lucic, Y. 2009), llegando a 75 u 80 dBA en algunos sectores de la región
metropolitana (Valdebenito, M. 2004).
Esto claramente incide en la producción vocal del docente, lo que provocará la
necesidad de elevar su voz, generando un aumento en la tensión y hábitos
compensatorios que pueden ser nocivos para sus pliegues vocales.
Pero el encontrarnos con este nivel de ruido ambiente no sólo es perjudicial para la
voz; éste además, puede afectar el rendimiento de los procesos cognitivos de los
estudiantes entre los cuales se encuentran la lectura, atención, solución de problemas y
memorización (OMS, 1999).
Este ruido ambiente puede verse afectado por los siguientes factores:
● Eco: El eco es el sonido definido y distinguible, percibido separado o atrasado con
respecto al sonido original (Contreras, E., Silva, A. 2012).
● Tiempo de reverberación: Es la persistencia en el ambiente de la energía sonora
una vez que la fuente que la genera la ha dejado de emitir (Perelló J., 1975). En
cualquier espacio cerrado, el sonido que se percibe será una combinación del
sonido directo y el sonido reverberante. Esto puede reducir la comprensión del
mensaje por parte del receptor (Acevedo, V. 2009). El fenómeno de la
reverberación sucede cuando el eco de un sonido se confunde con su sonido
directo original (Contreras, E. Silva, A. 2012).
● Diferencia señal-ruido: El ruido en la sala de clases suele ser alto, proveniente
tanto de ruidos internos, como externos. Para que el mensaje llegue con claridad
al interlocutor, la diferencia entre estos debe ser como mínimo de 10 dB (Cortázar,
M. y Rojo, B., 2007).
● Distancia profesor - estudiantes: Mientras mayor sea la distancia entre el docente
y el estudiante, mayores serán las posibilidades de que el mensaje sufra
distorsiones en su recorrido (Cortázar, M. y Rojo B., 2007)
Lyberg, Pelegrin, Whitling, Rydell, Lofqvist (2014) relatan que en aulas demasiado
reverberantes se reduce la inteligibilidad y que el docente hace más esfuerzo al hablar.
Por otro lado, a nivel nacional, en el “Estudio de la calidad acústica de salas de clases en
colegios de Valdivia, utilizando STI” (Torres, 2008), se analizaron tres de los parámetros
más influyentes en la calidad acústica de las salas de clases: el nivel de ruido de fondo, el
tiempo de reverberación y la inteligibilidad de la palabra en colegios de Valdivia.
Los resultados obtenidos de acuerdo a los tres parámetros evaluados, muestran
valores que se alejan de los rangos, por consecuencia, se deduce que la calidad de los
centros de enseñanza estudiados no alcanzan los estándares necesarios para lograr una
óptima interacción entre profesores y alumnos.
Siempre que un profesor realiza su función docente para un grupo de alumnos de
cualquier nivel, se esfuerza en alcanzar los objetivos naturales del aprendizaje, haciendo
uso de un gran número de herramientas, es decir, no es suficiente la emisión clara del
mensaje, debido a que antes de su recepción, éste se ve modificado por las características
acústicas, tanto de la sala, como del entorno en que se desarrolla el proceso.
Los resultados del estudio entregaron los siguientes resultados:
● Inteligibilidad del habla según la escala subjetiva de calificación de la
Inteligibilidad de la Palabra:
■ 47.4% de las salas (9 salas) alcanza la valoración de Regular.
■ 47.4% (9 salas) alcanza la valoración de Bueno.
■ 5.2% (1 sala) de Excelente.
En aulas dedicadas a la docencia se tiene que asegurar que la inteligibilidad de la
palabra tenga mínimos del 0.75 – 0.80, lo cual significa que se trata de una acústica
“excelente”, en este estudio se obtuvieron medidas promedio de entre 0.60 y 0.75.
● Tiempo de reverberación: En la ANSI S12.60-2002 American National Standard
Acoustical Performance Criteria, Design Requirements, and Guidelines for Schools,
se definen todos los parámetros necesarios para eliminar las barreras acústicas
entre profesores y alumnos, se define el tiempo de reverberación óptimo que en
las aulas no debiera sobrepasar los 0.6s y una Relación señal ruido de +6 dB. Los
valores obtenidos fueron desde 0,4 a 1,78 s, lo que se aleja de lo propuesto
internacionalmente.
Ruido de fondo: Según los expertos de ASHA (American Speech-Language and
Hearing Association), un aula de condición acústica satisfactoria debería poseer
niveles de Ruido de fondo menores a 30 dB cuando está desocupada, y un tiempo
de reverberación menor o igual a 0,4s medido en un rango amplio de frecuencias
discretas (ASHA, 1995). Pero, si consideramos una clase típica, es decir, con el
profesor ubicado en el frente de la sala y los alumnos sentados, asumiendo
además que el nivel de voz del profesor es alto, aproximadamente 70 dB, vemos
que la relación señal ruido de las salas estudiadas no cumple con la recomendación
de la ASHA.
En consecuencia de lo anterior, hay dos grupos de riesgo en las escuelas: los niños
pequeños, y los docentes. Una mala inteligibilidad puede ocasionar a los niños un
aprendizaje incorrecto. Los docentes, para evitar inconvenientes con la enseñanza,
fuerzan excesivamente la voz, causándose trastornos fonatorios. Esto, porque se prefiere
la construcción de salas con iluminación natural para lo cual se instalan grandes
ventanales, reflectantes de sonido y con una deficiente capacidad de aislar el ruido
externo. Por otra parte, se buscan salas que sean fáciles de limpiar y con materiales
duraderos lo que implica el uso de materiales duros y reflectantes como baldosa,
cemento, entre otros.
En un estudio realizado por Guidini, Bertoncello, Zanchetta y Dragone (2012), se
analizó si existe una correlación entre el ruido ambiental dentro del aula, la intensidad de
la voz y la presencia de trastornos de la voz en los docentes. Se realizó la medición del
ruido ambiental en 10 salas de escuelas primarias locales.
La intensidad de las voces de los profesores se midió durante la clase y las
muestras fueron analizadas utilizando la escala GRABS. Los resultados se correlacionaron,
la media de ruido ambiental sin la presencia de niños en el aula varía de 40-51 dB y con la
presencia de niños varía de 45-65 dB. Entre los profesores, había un 70% de la ocurrencia
de un cambio en el grado de afectación global de la voz (G) y un 90% en la tensión vocal
(S), éstos se presentan en grados de leves a moderados. Se constató que existe una
variación de 52 dB y 68 dB en la intensidad de la voz de los profesores, alcanzando 7,48
dB por encima del nivel de ruido ambiental. Por lo que hubo una correlación entre la
intensidad vocal de los maestros y el ruido ambiental en la presencia de niños durante la
clase. Se concluye del estudio que los niveles de ruido ambiental en el aula son altos y se
correlacionan con el aumento de la intensidad de las voces de los maestros (por
competencia con el ruido ambiental).
CONCLUSIONES
Existen necesidades de Evaluación Ergonómica Voz en el Trabajo, que se encarguen
de inspeccionar los factores de riesgo en el ambiente de trabajo, como por ejemplo “la
evaluación de factores ergonómicos en el medio ambiente de trabajo- manual y lista de
chequeo” (WEAW), creado por Sala et al. (2004) Que fue pensado para el uso clínico de la
salud en el trabajo.
Es importante que todas las entidades educativas del país se preocupen por cuidar
y mantener la salud vocal del personal del plantel educativo promoviendo charlas,
talleres, jornadas sobre el uso adecuado de la voz, cursos informativos durante la carrera
de formación como docentes y cursos preventivos en las instituciones educativas. Lo cual
también contribuiría a disminuir o eliminar los costos que tienen que afrontar las
instituciones educativas a causa del reposo médico o la incapacidad laboral de los
docentes debido a las alteraciones vocales.
Es necesario concienciar a los docentes y a los funcionarios con altas demandas
vocales sobre la importancia del uso adecuado de la voz, como un factor que puede
disminuir el riesgo de presentar alteraciones vocales.
Existe la necesidad de crear conciencia y elaborar normas, para que en la
construcción de futuras salas de clases (materiales de construcción) se dedique más
atención a los factores acústicos que definen la inteligibilidad de la palabra, con el fin de
que esta variable no se transforme en una barrera de aprendizaje para alumnos y una
fuente de patologías vocales para los profesores.
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