erosión de playas
Post on 13-Dec-2015
11 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
EROSIÓN DE PLAYAS: ¿ FENÓMENO NATURAL O PROVOCADO?
Las playas son acumulaciones de materiales no consolidados en zonas litorales y están
sujetas a la acción del oleaje, las corrientes, los vientos y las mareas. En condiciones
de concentraciones de detritos (material suelto o sedimentos,
productos de la erosión) de alta densidad y resistencia, las
arenas de playas pueden ser ricas en minerales[1]. Las playas
pueden ser erosionadas como parte de aquel proceso, en el
cual se pierde material terrestre pudiendo ser removido hacia
otras partes de los litorales. Las variaciones en la franja de
playa dependen fundamentalmente del nivel base de la ola
que actúa sobre el material no consolidado del fondo.
La erosión costera es un fenómeno natural que se origina por
la interacción de los procesos climáticos, meteorológicos,
hidrodinámicos y sedimentarios con la morfología costera y la
profundidad, lo que ocasiona un retroceso de la línea costera.
La erosión de las playas es afectada principalmente por el
oleaje y las corrientes, como resultado en algún otro sitio
tendrán lugar la acumulación de sedimentos. Este equilibrio dinámico es muy importante en el
caso de las playas pues así conservan la franja de playa.
La erosión de las costas puede ser de origen
natural como por huracanes, inundaciones,
actividad tectónica de manglares o
deslizamientos submarinos, o de origen
antrópico, inducidas por las actividades
humanas, como por extracción de líquidos del
suelo, elevación del nivel del mar debido al
calentamiento global, represamiento de ríos,
modificación de litorales por construcción,
entre otros. La velocidad de erosión puede variar considerablemente, por ejemplo, los
huracanes pueden tener una respuesta inmediata en la erosión de las playas, mientras que
los deshielos de las zonas polares, pueden tardar más.[1]
Si bien es cierto los fenómenos naturales han afectado considerablemente las playas de
Cancún y Riviera Maya, también es un hecho que este fenómeno se ha agravado por el
desarrollo turístico, en especial por laconstrucción de hoteles sobre la duna costera, la
edificación desordenada de obras de protección, así como el retiro de la vegetación en las
playas.
En Cancún el aumento en el nivel del mar y una serie de
huracanes inusualmente poderosos han agravado la decisión
de construir un destino turístico sobre dunas de arena
fluctuantes en una península angosta. Después de que
llegaran las fuertes tormentas, las malas ideas quedaron al
desnudo, una gran parte de la imponente Zona Hotelera de
Cancún ha reducido su playa.
Además de las modificaciones a la dinámica del sistema
costero inducidas por la construcción masiva de vías y
hoteles, dos eventos atmosféricos han sido de particular
importancia por los daños ocasionados en las playas de la
Riviera Maya y Cancún: el huracán Gilberto en 1988 y Wilma
en el 2005. El paso de estos huracanes, además del colapso
de gran parte de las líneas de conducción y transmisión y de
los severos daños sufridos por edificaciones hoteleras y viviendas, produjo una gran pérdida
de arena en las playas con la consecuente reducción de sus anchos y quedando al
descubierto el estrato rocoso en algunas partes de Cancún.
Un ambicioso proyecto de restauración de playas encargado al IMTA (Instituto Mexicano de
Tecnología del Agua) fue aplicado en el 2006, invirtiendo 230 millones de pesos. Se
empezaron las obras de relleno dragando millones de metros cúbico de arena con
característica similares a las originales del fondo arenoso del Mar Caribe[2], pero al final,
nuevamente fenómenos meteorológicos y la misma dinámica de la zona costera provocaron
una erosión constante.
Más adelante se decidió continuar con el proyecto, Cancún de nuevo perdía sus playas y
debía hacer algo al respecto pues también perdía flujo turístico. En el 2009 el proyecto de
restauración creó una franja de playa de unos 11 kilómetros de largo en Cancún, 4.2
kilómetros en Playa del Carmen, y 4.5 kilómetros en la isla de Cozumel, con un costo
aproximado de 785 millones de pesos.[3] Pero esa franja ya empezó a desaparecer, se
reconoció que de 6 a 8% de la nueva arena ha sido erosionada, incluso sin grandes
tormentas.
A pesar de que el proyecto de restauración ha
funcionado aumentando el tamaño de la franja
playera, también se tienen repercusiones
negativas, no solamente el mencionar que es
un proyecto temporal, pues si no se tiene el
manejo adecuado de las costas, la erosión de
la arena seguirá aumentando año con año.
También al extraer enormes cantidades de
arena de otro sitio, afecta al ecosistema del lecho oceánico de donde es retirada, y a los
arrecifes de coral en la costa.
También, al tener el relleno en las playas, las olas cavaron una depresión en la playa que
llega a la cintura, la costa no está nivelada, y los turistas y locales no se sienten cómodos con
la “nueva playa”. Esto tiene repercusiones para algunas especies como lo son las tortugas
marinas, pues cuando vienen a desovar a las playas, necesitas escalar ese desnivel que se
ha creado en la playa y no pueden subir para depositar sus huevecillos en la arena.
Todo esto obliga a hacer un análisis más riguroso de las acciones que se habrán de tomar
como parte de una política pública del cuidado al medio ambiente y el desarrollo sustentable
en la entidad.
La erosión costera se agudizó por un aumento en el nivel del mar, que ha crecido a un
promedio de casi 2,2 milímetros por año. [4]En el 2008 se perdió un cinco por ciento de flujo
de visitantes por falta de playas según un estudio presentado por el CNET (Consejo Nacional
Empresarial Turístico) a la Secretaría de Turismo; este porcentaje representa unos 260
millones de dólares al año que deja de percibir el norte de la entidad.[5]
La erosión de las playas está afectando en distintos grados a los
ecosistemas y las economías costeras de varios lugares. Como
señala el doctor José Luis Juanes, del Instituto de Oceanología de
Cuba, “la erosión daña a las propiedades e infraestructura turística y
urbana, y deteriora el paisaje del litoral, lo que se traduce en la
desvalorización del producto turístico”. Es claro lo crucial que es para
ciudades como Cancún y Playa del Carmen recuperar sus playas a
partir de esquemas que garanticen un mejor uso de los recursos
invertidos, considerando desde luego la preservación de los arenales
por el mayor tiempo posible.[6]
Un mal manejo ambiental de los litorales pueden tener un alto costo,
social, económico, político y claro ecológico. Por lo que es importante
que se tomen acciones correctas y se midan los impactos que estas
tendrán no solo en la zona, pero en todos los lugares donde influyen.
También es importante que se haga lo necesario para evitar aumentar la erosión y no solo
tratar de recuperar lo perdido.[i]
top related