dones del espÍritu santo

DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Para crecer personalmente, es necesario crecer

espiritualmente.

DON DE SABIDURÍA

 No es para que sepamos muchísimo de muchas cosas; sino para

perfeccionar en nosotros ni más ni menos que el amor, la caridad.

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

Nos conformamos con las enseñanzas y

experiencias de Fe que tuvimos durante nuestra

infancia, no trascendemos.

DON DE ENTENDIMIENTO

Con él se entienden de manera admirable lo más profundos misterios; se comprende por ejemplo la santidad de la Virgen María; la grandeza de la

Santa Misa, y su valor infinito...   

Nos conformamos con la práctica superficial de los ritos de la Iglesia

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

DON DE CIENCIAEs la ciencia verdadera, de la que viene y va a Dios en directo. Por

supuesto que también perfecciona la fe que debemos transmitir a los

demás, como el mejor servicio que se le puede prestar a los hombres.

Nos conformamos con oraciones y peticiones a

Dios, sin mostrar un alma agradecida por tantas

Bendiciones

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

DON DE CONSEJO:

Ayuda mucho, a esa virtud tan rara y muy pocas veces tomada en cuenta

que es la prudencia, virtud casi desconocida y raras veces empleada en

nuestro vivir y en nuestro actuar. Nuestras grandes determinaciones en la vida están o deben estar signadas

por el don de Consejo.  

Nos alejamos del Camino de Dios porque nos deslumbran otros

acontecimientos que nada tienen que ver con

una vida en el Señor

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

 DON DE PIEDAD

Con este don, el Espíritu nos hace descubrir a Dios como Padre y quererle con todas nuestras fuerzas; de paso nos estimula a querer

a nuestros hermanos.

Rechazamos el amor de Dios y no somos casa de amor para nuestros semejantes,

por el contrario, nuestra vida se convierte en una vida

llena de rencor y odio

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

DON DE FORTALEZA

Fuerza del Espíritu Santo que resiste y acomete según la necesidad del momento. Es una

fuerza única que resiste el mal; el que sacude al mundo y a sus

gentes como un huracán y tiende a destruirlo y borrarlo del mapa de

la vida.

Ante las pruebas, desfallecemos y no

dejamos que Dios sea ese aliento en nuestro

caminar diario.

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

DON DE TEMOR A DIOS

 También el temor es necesario; pero es un temor pleno de

amor; es un susto justificado de perder la amistad de nuestro Padre Dios y de nuestro Hermano Jesús..

No nos formamos continuamente en las

verdades y realidades de la Fe, sin permitir la

acción de Dios en nuestra vida

CUANDO NEGAMOS LOS DONES

Una vez que el Espíritu Santo ha entrado en nuestra vida, nada ni nadie nos lo puede

arrebatar. Nosotros mismos, con el mal

uso de nuestra libertad, con el egoísmo y el pecado, nos

alejamos del Espíritu Santo y le impedimos su acción en

nosotros y a través de nosotros.