dialectos gr
Post on 08-Aug-2015
35 Views
Preview:
TRANSCRIPT
LOS DIALECTOS GRIEGOS
El griego es una lengua IE que ha podido tener relaciones con el armenio y el
indoiranio, en una zona próxima al Mar Negro, y también con el itálico. La entrada en
la península balcánica se fecha entre el 2200-1900 a. C.
En la Grecia antigua las formas difieren de una región a otra e incluso de una
ciudad a otra. Además, cada género literario posee, en principio, su lengua particular y
tradicional. Así, el jonio es dialecto en que se escribe la épica, el dorio, el de la lírica y
el ático, el de la tragedia1.
La situación dialectal del primer milenio nos permite clasificar los dialectos en
varias familias.
I ARCADIO CHIPRIOTA
Este primer grupo incluyendo dialectos separados geográficamente por una gran
distancia, incluso marítima, pero con numerosas semejanzas lingüísticas entre ambos.
El parentesco entre los dos dialectos remonta al 2º milenio a. C. Los arcadios todavía no
estaban aislados en el Peloponeso y los chipiotras no se habían marchado.
La hipótesis general es que los micénicos son los antecesores de los arcadio-
chipriotas. La colonización de Chipre se produce quizá antes de la invasión doria. Tras
ésta, algunos emigran a Chipre y se llevan su lengua.
El desarrollo de ambos dialectos es diferente al de los demás. El chipriota tiene
también relación con lenguas no griegas. Ambos son dialectos arcaizantes. El chipriota
utiliza un sistema de escritura peculiar. Al lado de inscripciones alfabéticas más
recientes, el chipriota usa también un silabario muy parecido al micénico (quizás de
origen común).
A partir del VI-V a. C. comienzan las inscripciones alfabéticas. El silabario y el
alfabeto coexisten durante 3 ó 4 siglos.
Entre los VI -IV a. C. el grupo arcadio-chipriota presenta rasgos comunes.
Comparte con el jónico-atico:
- El paso de ti a si: divdwsi
- La forma oiJ del nom pl. del artículo
1 En la antigua poesía griega había una relación entre forma y contenido, de tal modo que el cultivar un determinado género literario implicaba en buena medida por tradición aceptar una lengua y un metro determinados. Así, quien componía una epopeya o un poema didáctico había de utilizar hexámetros y un jonio homérico; la tragedia se servía de yambos y troqueos en los diálogos cuya lengua era la ática, y de metros líricos en los coros, donde era preciso utilizar un dialecto dórico, propio a su vez de la poesía lírica. En cambio, en época de Teócrito la libertad era mayor y podían mezclarse temas y trastocar las formas establecidas. Cf. C. D. Buck, The Greek Dialects, 19612, 14-16.
1
- La desinencia verbal de 1ª pl. -men.
- Los infinitivos atemáticos en -nai, evnai
- Las conjunciones eij y oJvte
- La partícula modal a]n
- El vocalismo o en el verbo bouvlomai.
Se llama eteochipriotas o eteocretenses a los habitantes de Chipre o Creta antes
de la llegada de los griegos. Se han encontrado una serie de inscripciones en el silabario
chipriota que no están en griego y están aún por descifrar.
II JÓNICO ÁTICO
En el 2º milenio a. C. los dialectos jónico-ático formaban grupo dialectal con los
arcadio chipriotas (aunque con diferencias locales).
Las diferencias entre jónico-ático y arcadio-chipriota son posteriores a la
invasión doria (s. XII a. C.) que provocó su separación.
El jónico-ático tradicionalmente se divide en dos grandes subgrupos
-Ático: hablado en Ática y bien documentado
- Jónico. Puede distinguirse entre:
- Jónico minorasiático. Desde Lesbos hacia el sur (también algunas islas
dorias)
- Jónico cicládico o insular. Variante del minorasiático. Hablado en las
islas Cíclades
- Jonio de Eubea. En Eubea se hablaba también jonio, clasificado como
jonio-occidental (euboico). No se limita a Eubea, ya que por su actividad colonizadora
los eubeos lo exportaron a Occidente (Cumas, Nápoles, Pitecusa, Regio, Naxos,
Zancle). También en la península calcídica (Olynthos)
La clasificación más actual divide el jónico-ático en tres dialectos: jónico, ático,
eubeo (al mismo nivel que los demás).
El jónicoático comparte con el arcadio chipriota los rasgos que hemos señalado
anteriormente. Uno y otro podrían pertenecer a un mismo grupo dialectal. El cierre de a
en h en jónico-ático no constituye una objeción para ello, ya que se trata de un hecho
fonético relativamente tardío.
III EOLIO
Engloba tres dialectos: lesbio, tesalio y beocio. Todos ellos presentan
semejanzas lingüísticas pese a la distancia geográfica que los separa.
2
El parentesco lingüístico se remonta a una época de comunidad y contacto, el 2º
milenio a. C., antes, por tanto, de las invasiones dorias. Vivían todos en Grecia Central
con un dialecto más o menos igual. Tras la invasión doria se produce la separación y
emigración. Las diferencias lingüísticas entre los dialectos son posteriores a la invasión
doria (s. XII a. C.)
El lesbio está atestiguado en testimonios literarios antes que epigráficos, al
contrario, por tanto, que en la mayoría de los casos. El lesbio está atestiguado en la
lengua de Safo, mientras que la epigrafía no aparece hasta el s. IV.
El lesbio presenta rasgos pertenecientes al jonio, lo que se explica por su
situación geográfica (asimilación, prep. eij", etc.).
El tesalio incluye varios dialectos con rasgos comunes: tesalio oriental/tesalio
occidental. Además, dentro de cada ciudad hay variantes diferentes, como por ejemplo,
Larissa.
El beocio presenta más elementos dialectales de procedencia occidental ajenos
al eolio. El beocio resulta peculiar por los arcaismos y rasgos innovadores. La
evolución del vocalismo se adelanta a los demás dialectos en varios siglos. La
monoptongación se produce antes que luego se producirán en la koinhv.
El dialecto beocio está atestiguado literalmente en los escritos de Corina y
algunas otras poetisas menores. Hesíodo y Píndaro no escriben en Beocio, aunque sean
beocios.
Otro rasgo peculiar del beocio es la escritura fonética, que intenta reflejar la
pronunciación real, lo que le aleja de los demás dialectos eolios.
/ai/ > /e_/, pero en la grafía continúa siendo ai en la koinhv.
Diversas faltas de ortografía dispersas indican hechos de pronunciación en los
demás dialectos. En Beocia esto ocurre habitualmente porque la escritura intenta ser
reflejo de la pronunciación (que no son faltas ortográficas).
paidov" / phdo" (beocio)
Los dialectos eolios presentan ciertos rasgos originales comues a todos ellos,
como el tratamiento particular de las labiovelares ante e y el desarrollo de la desinencia
de dativo plural -essi en la 3ª declinación.
En otros puntos se relacionan con los dialectos dóricos y occidentales:
- Infinitivos -men y -menai.
- Partícula modal ke (más cerca de ka– que de a[n)
3
- Conjunción condicional aij.
En muchos casos, los dialectos eolios difieren entre sí y concuerdan con otros
grupos dialectales. Por ejemplo, en el tratamiento de -ti, beocio y tesalio coinciden con
los dialectos occidentales y dicen divdwti, mientras que el lesbio divdwsi coincide con
el jónico-ático.
El nom. pl. : beocio toi (como dialectos occidentales) / lesbio y tesalio oij
(como el jónico-ático, pero con pérdida de aspiración).
Conjunción oJvka en beocio (como en dorio) / lesbio o[ta.
Verbo bouvlomai: - beocio y tesalio dicen beivlomai o bevllomai con
vocalismo e que corresponde al del dorio dhvlomai.
- Lesbio presenta bovllomai, comparable al jónico-ático bouvlomai.
IV PANFILIO.
El panfilio es un dialecto bastante mal documentado. A veces se le incluye
dentro del grupo del arcadio-chipriota o del eolio. Actualmente se le considera un
dialecto aparte por la gran cantidad de elementos distintos que presenta.
Panfilia es una colonia y quizás la diversidad dialectal se deba a la variedad de
colonas. Grandes influencias no griegas.
V DIALECTOS OCCIDENTALES O DORIOS.
Es el grupo dialectal más numeroso. Los dialectos occidentales pueden
agruparse por criterios lingüísticos (dorio medio/severo), pero vamos a proponer una
agrupación geográfica.
a) Dialectos del Noroeste (focidio, locrio, etolio, eleo.2). Sólo quedan
testimonios epigráficos y no muy abundantes. Muchas de las inscripciones de Delfos no
sirven como testimonio porque no están en el dialecto local (no en fócidio)
El dialecto eleo tiene como centro principal a Olimpia. Algunos lo consideran
dentro del grupo del Noroeste, otros, como un grupo aparte. En Olimpia hay muchas
inscripciones pero no todas en eleo.
Con el dialecto acayo ocurre lo mismo que con el eleo: unos con los del
Noroeste, otros solos. También se incluyen Ítaca, etc.
b) Dialectos del grupo sarónico: corintio, megarense, argólico. Se incluyen
también las respectivas colonias como Córcira, Siracusa, Selinunte, Bizancio
(fundación megarense del VI)
2 Lépido, Acarnaia, Lócride, Dóride
4
c) Dorios del Peloponeso o dorios en sentido estricto.
Incluye Laconia, Mesenia y las colonias de Laconia (Tarento, aunque
evolucionará de forma diferente al Laconio)
(A veces se incluyen en este grupo el eleo y el acayo, que pueden explicarse por
tres soluciones: como dialecto del noroeste, como dorio o como)
d) Islas del Sureste del Egeo y Sur de Asia Menor: Creta, Rodas, Cos, Cárpatos,
Cnidos y algunos lugares del continente como Halicarnaso, Keramos. Se incluyen
también las islas de estas colonias.
Debe incluirse también Tera y su colonia Cirene (en África)
*ton" - tou" dígrafo para anotar o– y cerrada (resultado jónico-ático)
- tw". Vocal o– abierta > o–/
ton" es el resultado lingüístico utilizado para hacer esta clasificación de los
dorios en sentido amplio.
Los dialectos occidentales o dorios presntan rasgos originales:
- Mantenimiento del grupo -ti (allí donde en otros dialectos pasa a si): divdwti
en lugar de divdwsi
- La forma toi; del nom pl. del artículo
- La desinencia verbal de 1ª pl. -me".
- Los infinitivos atemáticos en -men
- Las conjunciones aij y oJvka (át. eij, oJvte)
- La partícula modal ka– (át. a]n).
- El vocalismo e en el verbo 'querer' dhvlomai (át. bouvlomai).
Para explicar las diferencias dialectales de época histórica (s. VIII a. C.) se ha
recurrido a diferentes teorías3, que explicarían la SITUACIÓN EN EL 2º MILENIO
1) TEORÍA DE LAS TRES OLEADAS
La teoría de las tres oleadas fue defendida por Kretschmer4 y Hoffmann, y se
aceptó hasta mediados del siglo XX. Según Kretschmer la repartición dialectal del gr.
debía ser explicada teniendo en cuenta tres sucesivas oleadas en la penetración de los IE
en Grecia. Antes de adentrarse en la Hélade los inmigrantes IE, que serían los griegos
3 A. López Eire, "La dialectología griega", Estudios Clásicos 54, 287-305, (= Estudios de Lingüística: dialectología e historia de la lengua griegas, Salamanca 1986, 85-103.)4 Kretschmer, "Zur Geschichte der griechischen Dialekte", Glotta 1, 1909, 9-59, cf. también Introducción a la lingüística griega y latina, tr. esp. Madrid 1946, 157-180.
5
de época histórica, estaban agrupados en tres estirpes diferentes: jonios, aqueos y
dorios. Cada uno de estos tres grupos de invasores traspasa los límites de la futura
Grecia en época distinta, constituyéndose así tres fases en la invasión. Los protogriegos
se asientan en Grecia en tres oleadas sucesivas protagonizadas por cada uno de los
linajes señalados:
- Entre el 2200-1900 a. C. habrían llegado los antecesores de los futuros jónico-
áticos.
- Entre el 1600-1500 a. C. se produce la llegada de los aqueos, los futuros
eolios-arcadio chipriotas.
- Hacia el 1200 a. C. llegarían los dorios
Cada una de estas tres estirpes aporta su dialecto, bien diferenciado de los otros
dos. La dialectalización se habría producido, por tanto, antes de la entrada en Grecia.
Ya Hoffmann5 había establecido que el dialeco eólico era en realidad aqueo del
norte, es decir, simplemente un subgrupo del dialecto aqueo, que se subdivide en aqueo
del Norte (eólico) y aqueo del sur (arcadiochipriotra). El aqueo del Norte y el del Sur se
diferenciaron por sustrato. Los jonios, según Krestchmer, se fusionaron con la
población pregriega del contienente, géneticamente emparentada con estirpes
anatólicos. Se constituyó así el estrato de los pelasgos, anterior al afianzamiento de
aqueos y dorios. La lengua hablada por esta población influyó en la que aportaban los
IE de la segunda oleada, los aqueos.
La intención de Kretschmer y Hoffmann era explicar la diversidad dialectal del
griego ciñéndose a los datos proporcionados por la tradición antigua. La concepción de
ambos lingüistas coincide con un pasaje de Estrabón que dice que en el Peloponeso,
antes de la llegada de los dorios, se habló jónico en un principio y luego, al penetrar los
aqueos, eólico. Kretschmer y Hoffmann sólo se permitieron echar mano de un elemento
muy en boga en la Lingüística dialectal de su época para aclarar fenómenos dialectales:
el sustrato.
El principal problema que plantea esta teoría es que si cada oleada hubiese
aportado su pueblo y su dialecto, las diferencias entre dialectos habrían sido más grande
de lo que realmente son. Esta cronología resulta excesiva. Sabemos por los antiguos que
a pesar de las diferencias dialectales, los distintos pueblos se entendían entre ellos.
5 Hoffmann, Die griechischen Dialekte in ihrem historischen Zusammenhange I-III, Gotinga 1891-1898, I, pág. VI.
6
Hacia mediados del s. XX se desecha la teoría tradicional de las tres oleadas, antes ya
del desciframiento del micénico (1952). Ahora se admite la teoría de las 2 oleadas
2) TEORÍA DE LAS DOS OLEADAS
A mediados del s. XX, Porzig6 y Risch7, de forma independiente y basándose en
argumentos lingüísticos, establecen la teoría de las dos oleadas.
- La primera oleada se produce entre 2000-1900 a. C. Predecesores de los
jónico-áticos, arcadio chiprioteas y eolios. Constituyen la civilización micénica (serán
los hablantes de este dialecto). Región central del Peloponeso.
- Hacia el 1200 a. C. se produce la segunda oleada, protagonizada por los dorios
Porzig sostiene que jónico-ático y arcadio-chipriota proceden de un mismo
dialecto anterior. A la invasión de jonios y arcadios debió de seguir una oleada de
eolios, y así se explicarían los eolismos del dialecto aqueo.
Antes del 2000 a. C. todos los dialectos constituían un grupo más o menos
uniforme. Es dentro de Grecia donde se produce la diversificación. Hacia el 2000 a. C.
se produce la primera diferenciación: los que entran en la 1ª oleada y los que quedan al
Norte de Grecia (dorios en sentido amplio). A favor de una primitiva comundiad
dialectal específica entre jónico y arcadiochipriota está el hecho de que las
coincidencias que ofrecen ambos dialectos se remontan a una fecha anterior al año 1200
a. C., en que tuvo lugar la invasión dórica.
En torno al 1200 a. C. los dorios bajan de la zona del Epiro hacia la región
central. Ello provoca el final de la civilización micénica (aunque otros piensan que cayó
por otras causas: decadencia política, ataques externos. Ese vacío de poder provocaría
más tarde la entrada de los dorios.)
La situación dialectal griega es fruto de la invasión doria que provoca
arrinconamiento y migraciones de los diferentes pueblos.
Los dorios llegaron también a Creta. ¿Quién había allí antes?. Parece ser que los
micénicos (algunas tablillas micénicas proceden de allí). Se hablaba allí griego oriental.
Los micénicos de Creta se superpusieron a los autores autóctonos de las tablillas del
silabario Lineal A (parece que no anota griego). Sería la lengua de los minoicos
6 Porzig, "Sprachgeographische Untersuchungen zu den altgriechischen Dialekten", Indog. Forschung 61, 1953, 147-169.7 Risch, "Altgriechische Dialektographie", Mus. Helv. 6, 1949, 19-28.
7
(pueblos pregriegos). Parece ser que ca s. XV-XIV a. C. una dinastía micénica se instala
en Creta y controla políticamente la isla. La civilización minoica no pudo hacer frente a
los micénicos debido a la erupción del volcán de Tera (pero opiniones divididas).
Prueba de la instalación de los micénicos en Creta son las tablillas allí encontradas. En
torno al s. XIII a. C, cae la civilización micénica debido a la invasión doria. Desaparece
la civilización micénica del continente y de Creta.
El desciframiento del Lineal B parecía confirmar la teoría de las invasiones
dóricas. El desciframiento había revelado que en época micénica se hablaba un dialecto
no dorio en Pilos, Tirinto, Micenas y Creta. Pues bien, como en estas regiones en época
clásica no se hablaba sino dorio, era obligado suponer que los dorios se habrían
impuesto a los otros griegos.8 Sin embargo, en 1976, uno de los descifradores del
micénico, John Chadwick9 ha lanzado la idea de que las invasiones dorias no habrían
tenido lugar. Chadwick admite que los dorios entraron en Grecia, pero en su opinión no
lo habrían hecho después de la Guerra de Troya, sino antes, al mismo tiempo que los
otros griegos. Los griegos habrían llegado a Grecia en una sola oleada.
3) TEORÍA DE UNA SOLA OLEADA
La teoría de una sola oleada data ya del s. XIX y parece de nuevo está en boga.
Los argumentos de Chadwick son los siguientes
1) Argumentos arqueológico: Las invasiones dóricas no han dejado huella
material, no hay objetos propiamente dorios, lo que indica que los dorios estaban en
Grecia desde hacía mucho tiempo y usaban los mismos objetos que los otros griegos.
Contraargumentos: muchas invasiones no dejan huellas arqueológicas, por tanto
el que no halla vestigios arqueológicos no es un argumento de peso.
2) Chadwick ve en el micénico 'especial' (es decir aquel cuyos trazos coinciden
con el aradio-chipriota) un dialecto protodorio, que probaría la presencia de los dorios
en el centro de los reinos micénicos. Estos dorios habrían sido sometidos por los
micénicos, pero un día se habrían revelado y habrían tomado el poder. Esta revuelta se
habría considerado equivocadamente como una invasión. El argumento principal es que
los dorios no se quedaron al margen. Lo que llamamos rebelión doria fue la rebelión de
una población sometida, los dorios. Por tanto, no estaríamos hablando de invasión, sino
de rebelión de los que ya estaban allí.
8 Duhoux 1986, 67-69.9 J. Chadwick, La Parola del Passato 31, 1976, 103-117.
8
3) Chadwick interpreta los elementos arcadio-chipriotas del dialecto dorio de
Creta como indicio de una presencia doria en la isla en edad micénica. Sin embargo, la
penetración de los elementos arcadio-chipriotas en cretensde ha de situarse después del
s. XII en muchos casos.
Un argumentos lingüístico que apoyaría esta teoría sería la no asimilación (rasgo
dorio), en algunos casos, en las tablillas micénicas. Sin embargo, no ha podido ser
demostrado que algún escriba lo hiciese de forma sistemática
Por otra parte, la coexistencia de secuencias asimiladas/secuencias no asimiladas
podría deberse a arcaismos.
La teoría de una sola oleada ha sido minimizada por parte de los lingüistas, que
han manifestado un escepticismo bastante general. Parece que sigue gozando de mayor
predicamento la teoría de dos oleadas.
1) Jónico-atico y arcadio-chipriotas presentan suficientes rasgos comunes para
constituir un solo grupo. Las tribus que hablaban lenguas del tipo arcadio y chipriota
estaban asentadas en Grecia antes de la invasión doria. Los dorios arrojaron a los
arcadios al centro del Peloponeso. Los griegos de Chipre son en gran parte colonos
venidos del Peloponeso, antes de la llegada de los dorios.
En cuanto a los jonios, aunque únicamente tenemos nociones bastante vagas de
los puntos en que pudieron embarcarse para las islas y para Asia Menor, las tradiciones
legendarias concuerdan en mostrarnos que venían de la Grecia propiamente dicha, o
incluso del Peloponeso.
Este amplio grupo se repartió en fecha relativamente baja en dos ramificaciones:
la jónico-ática, de gran prosperidad, y la arcadio-chipriota, conservadora de notables
arcaísmos y sin porvenir.
2) Los dialectos dorios representan los últimos invasores. En tradiciones
legendarias se les asocia con el Retorno de los Heraclidas.
Del grupo eolio no son claras ni las circunstancias de su asentamiento en Grecia
ni las características dialectales de lesbio, tesalio y beocio, que junto a rasgos comunes
presentan notables divergencias entre sí, sufridas seguramente por la influencia de los
dialectos vecinos. Los eolios, conocidos antes de la época homérica, pueden ser una
vanguardia de las poblaciones dorias, a las que habrían precedido, asentándose en la
Grecia del Norte. La gramática eolia parece tener afinidades bastante claras con el
dorio. Podría, por tanto, verse en él una ramificación marginal del gran grupo de los
dorios
9
En definitiva, tendríamos únicamente dos grandes conjuntos dialectales:
- Dialectos meridionales, con el resto arcaico del arcadio-chipriota y el
desarrollo nuevo y vigoroso del jónico-ático.
- Dialectos septentrionales, con los restos marginales y complejos que
constituyen los dialectos eólicos y el grupo más reciente de los dialectos dorios que,
incluso a los ojos de los griegos, se oponían claramente al jónico-ático.
En cualquier caso, en torno al s. XII a. C. se produce un movimiento de pueblos
que provoca la diversificación lingüística y que desembocará en la situación dialectal
que encontramos en el primer milenio.
La visión esquemática que distingue entre dialectos del Sur, los más antiguos, y
dialectos del Norte, los últimos en llegar, encuentra cierta confirmación en el
desciframiento, por Michael Ventris (1953), de las tablillas micénicas de Pilos en
Mesenia, Micenas en Argólide y Cnoso en Creta. Estas tablillas de arcilla, cocidas en el
incendio de los palacios, nos proporcionan textos griegos consistentes en inventarios,
documentos administrativos, fiscales y catastrales, cuya fecha debe establecerse entre
1400 y 1200 a. C., según los lugares.
EL MICÉNICO
Hay que preguntarse en qué relación se encuentra el micénico con respecto a los
dialectos gr. hablados en el primer milenio.
Cuando el micénico se descifra, se ve inmediatamente que no es un dialecto
dórico. Se esperaría que fuese un antepasado de una lengua de tipo arcadio-chipriota,
eolia o jónico-atico. Sin embargo, el micénico no reproduce ninguno de los dialectos
del primer milenio. Al contrario, presente una serie de isoglosas comunes con cada uno
de los tres grupos dialectales non dóricos.
Cuadro pág. 57
El micénico no es monolítico. Se trata de una lengua notablemente uniforme, es
verdad, pero con pequeñas diferencias locales, e incluso de un escriba a otro.
El micénico, más que una lengua hablada por la mayoría de la población es una
lengua de poder, de elite. Las pequeñas variaciones pueden explicarse como variaciones
que el escriba ha introducido por influjo de la lengua que pronunciaba en privado,
frente a la que usaba en la administración.
Analicemos ahora las relaciones del micénico con las tres familias dialectales no
dorias. La dificultad principal que encontramos es que no podemos comparar el
10
micénico con el jónico o el ático, por ejemplo, por la gran distancia cronológica que les
separa. La comparación debe hacerse con el antepadado del jónico o el ático, que
obviamente son desconocidos y debemos reconstruir. El problema es que los estudiosos
no lo reconstruyen del mismo modo. Las distintas propuestas pueden verse en el
cuadro.
La mayoría de las propuestas coinciden en un elemento, la afinidad del micénico
con el arcadio chipriota. Pero queda por saber si el micénico se relaciona (con
eventuales jaspeados/tintes derivados de contactos interdialectales) sólo con el grupo
arcadio chipriota, o a un conjunto más amplico: arcadio chipriota + jónico-ático; o bien
+ eolico, o incluso +jónico-ático y eolio.
Para algunos dialectólogos el micénico es aqueo hablado en el segundo milenio
a. C., y su supervivencia en el primer milenio es el arcadiochipriota. Frente a esta tesis
'ortodoxa', tradicional, esiste la propuesta simultánea de Porzig y Risch:
arcadiochipriota y jónicoático constituyeron un único dialecto en el segundo milenio.
Risch llega más lejos: este dialecto, común progenitor del jónicoático y
arcadiochipriota, es el micénico. Duhoux 1986, 56ss.
11
DEFINICIÓN DE ISOGLOSA
¿Una isoglosa es una innovación común a más dialectos, un arcaismo
conservado, o incluso una innovación independiente?. La respuesta no es tan evidente
como suponemos.
7. EL VERBO
Aparte de los problemas generales para el estudio del verbo que produce el
propio sistema gráfico en que están escritas las tablillas debemos señalar la limitación
tan grande que supone la propia naturaleza de los documentos, que, salvo las
inscripciones pintadas sobre jarras, son en su inmensa mayoría documentos de la
administración palacial de diferentes centros micénicos, lo que, desde un punto de vista
pragmático, limita enormemente el abanico de formas verbales que resulta esperable
que aparezcan. Así, en documentos de este tipo no es de esperar que aparezcan
optativos, por ejemplo, ni tampoco formas de segunda persona. De hecho, todas las
formas verbales que tenemos documentadas en micénico son de tercera persona o
formas nominales; carecemos por completo ejemplos de optativos y los casos
propuestos de subjuntivos e imperativos son más que dudosos.
Aun así, podemos afirmar que la situación del verbo micénico, por lo que a su
morfología se refiere, era bastante similar en sus rasgos generales a la del griego del
primer milenio, pues no en vano las principales características del verbo griego son
herencia de época indoeuropea. Nos encontramos en micénico con un sistema verbal
articulado en torno a cuatro temas (presente, futuro, aoristo y perfecto) y a dos voces
principales (activa y media, pues no hay ejemplos de formas pasivas en los tiempos en
que morfológicamente se distingue de la media en griego del primer milenio). Sí que
hay diferencias de detalle respecto del verbo griego del primer milenio por lo que se
refiere a las desinencias primarias y en cuanto a la utilización del aumento en los
tiempos secundarios.
Comenzamos por ofrecer un cuadro-resumen que da una visión general del
verbo micénico. Basado en el que ofrece Magueijo (1980) 184s., ha sido retocado para
adaptar terminologías o actualizar datos o interpretaciones. Después ofrecemos
información más detallada acerca de cada uno de los temas verbales y dejamos para el
final algunas consideraciones generales.
Para la elaboración de este capítulo hemos realizado una revisión de todas y
cada una de las formas micénicas que en algún momento han sido interpretadas como
12
verbos y a lo largo de él aparecerá completo el elenco de las formas que con una cierta
verosimilitud pueden ser consideradas verbos en micénico, clasificadas por temas y
voces e incluyendo dentro de cada tema también las formas nominales del verbo. El
último intento de elaborar una lista completa de las formas verbales micénicas se
encuentra en los anexos que acompañan al artículo de Duhoux y Dachy del año 1992
sobre el aspecto verbal. Nuestro material de partida para el análisis del verbo micénico
es más amplio que el aparece en ese trabajo, en primer lugar porque en algunos trabajos
aparecidos en los diez años transcurridos desde su publicación se han hecho nuevas
propuestas de interpretación que han aumentado el caudal de formas interpretables
como verbos y, en segundo lugar, porque hemos podido incorporar los datos de las
nuevas tablillas tebanas. Además, en función de sus intereses para ese trabajo, Duhoux
y Dachy no recopilaron los adjetivos verbales en -tov" y -tevo", mientras que
nosotros sí los hemos tenido en cuenta.
No abundan los trabajos generales sobre el verbo micénico. De hecho, sólo hay
un intento de presentación general del verbo micénico debido al propio Duhoux (1988),
que, de todas formas, no atiende de forma específica a las cuestiones morfológicas, sino
que se centra fundamentalmente en los problemas relativos al tiempo y el aspecto y la
voz y la diátesis. Naturalmente, encontramos aportaciones interesantes en las obras
generales sobre el micénico, como Docs., Palmer (1963) y, sobre todo, Vilborg (1960)
y Ruijgh (1967). Pero hay que tener en cuenta la fecha de estos dos últimos libros, por
lo que, a pesar de que su consulta sigue siendo provechosa, están todavía muy cercanos
en el tiempo al momento del desciframiento y no pueden tener la perspectiva sobre el
tema con la que podemos trabajar hoy en día cuando ya han pasado cincuenta años.
También encontramos indicaciones valiosas sobre el verbo micénico en los estudios
generales sobre la morfología del griego, como Chantraine (1961) y Rix (1976). De
todas formas, hay que decir que Chantraine hace todavía una utilización muy tímida de
los datos del micénico. En cuanto a Rix, incorpora ya bien los datos micénicos pero no
se centra especialmente sobre ellos. Sí que encontramos, en cambio, una utilización
muy adecuada de los datos micénicos en el que sin duda podemos considerar el estudio
fundamental sobre el verbo griego de los últimos años, Duhoux (1992 [20012]), aunque,
como dejan ver los índices, no se estudian en él de forma sistemática todas las formas
verbales micénicas. Naturalmente, aparte de estos estudios generales, existen varios
trabajos que se ocupan de aspectos parciales del verbo micénico, pero tampoco son
13
especialmente abundantes. Y existen llamativas lagunas en la bibliografía, como, por
ejemplo, el hecho de que no haya ningún estudio dedicado al tema de futuro en
micénico a pesar del interés que puede tener para una adecuada valoración de la historia
de los futuros sigmáticos y futuros contractos en griego.
14
1
top related