diagnostico socio-ambiental pn baritu
Post on 31-Oct-2015
78 Views
Preview:
TRANSCRIPT
DIAGNÓSTICO SOCIO-AMBIENTAL DEL PARQUE NACIONAL BARITÚ Y SU ÁREA DE
INFLUENCIA
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
2
Este documento fue elaborado en el marco del Proyecto Alto Bermejo, el cual
es financiado por el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial y
coordinado por la Fundación ProYungas para el Desarrollo y la Conservación
de las Selvas Subtropicales de Montaña.
EQUIPO DE TRABAJO
Elaboración de Documento
Lic. María José Foguet
Coordinación Técnica
M. Sc. Teresita Lomáscolo
Análisis de Información Geográfica y Elaboración de Mapas
SIGA ProYungas
Lic. Karina Buzza
Coordinador General Proyecto Alto Bermejo
Dr. Alejandro D. Brown
Coordinador Técnico Proyecto Alto Bermejo
Dr. Lucio R. Malizia
Julio de 2009
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
3
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN…………………………………………… 5
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL Y SOCIO-ECONÓMICA
DEL ÁREA DE INFLUENCIA DEL PN BARITÚ
Caracterización ambiental………………………………………. 9
Biodiversidad....................................................................... 15
Accesibilidad………………………………………………………. 19
Población local……………………………………………………. 20
Uso tradicional de la tierra………………………………………. 22
Aprovechamiento forestal……………………………………… 23
Infraestructura………………………………………………………25
Organización comunitaria…………………………………………27
CARACTERIZACION AMBIENTAL Y SOCIAL DEL PN BARITÚ
Ubicación y límites………………………………………………... 30
El medio físico……………………………………………………... 33
Caracterizacion ambiental........................................................ 35
Biodivesidad…………………………………………………………39
La gente y el Parque Nacional Baritú……………………………42
Servicios.…………………………………………………………… 47
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
4
VALOR DE CONSERVACIÓN
Los Bosques Nublados en el contexto internacional…………..49
Contexto regional…………………………………………………….. 52
Reserva de la Biosfera de las Yungas……………………………..55
Proyectos e integración institucional…………………………….. 59
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA………………………………………62
ANEXOS………………………………………………………………….71
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
5
INTRODUCCIÓN Este informe resume la información disponible sobre el Parque Nacional Baritú (PN
Baritú) ubicado dentro de los Departamentos Santa Victoria e Iruya, al noroeste de la
Provincia de Salta, en el límite con Bolivia (22º 20’ y 22º 45’ latitud sur y 64º 30’ y 64º
50’ longitud oeste), (Mapa 1). El PN Baritú protege principalmente Selvas y Bosques
Montanos y una pequeña fracción de Selva Pedemontana, entre los 500 y 2.200 m
s.n.m. aproximadamente, pertenecientes a la provincia fitogeográfica de las Yungas o
selvas subtropicales de montaña (Cabrera 1976, Brown 1995). La superficie del
mismo es de aproximadamente 72.230 ha (APN). Existen comunidades
estrechamente relacionadas al PN Baritú, ya sea por su vecindad como es el caso de
Los Toldos y Arazay o por estar ubicadas parcialmente dentro del mismo como Lipeo
y Baritú. La historia étnica de estas comunidades no se conoce con certeza, sin
embargo, es posible que los pobladores actuales de Lipeo sean descendientes de los
primeros habitantes españoles de la zona, que, tal vez, se mezclaron con los
chiriguanos (Newsham informe inédito).
Mapa 1
Ubicación del Parque Nacional Baritú dentro de los Departamentos Santa Victoria e Iruya, Salta
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
6
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Foto 1
Entrada al Parque Nacional Baritú, Municipio Los Toldos, Salta
-------------------------------------------------------------------
La iniciativa para la creación de esta área protegida surgió en el año 1971 a partir de
un grupo de naturalistas del Instituto Miguel Lillo de la Provincia de Tucumán,
quienes al pensar que era un área muy interesante para la creación de una reserva,
realizaron una presentación a la Dirección General de Parques Nacionales (Natenzon
1993). La comisión técnica de la Dirección de Parques, luego de realizar visitas
exploratorias a la zona, dictaminó la conveniencia de crear el PN Baritú, basándose
en la necesidad de proteger una porción de las Selvas Subtropicales de Montaña
(Yungas), prácticamente inalterada, hábitat de una abundante y variada fauna
autóctona. También consideraron que el área presentaba grandes posibilidades para
desarrollar actividades de investigación sobre este ambiente y que las bellezas
escénicas del mismo podrían promover el desarrollo de actividades recreacionales.
En marzo de 1974 se promulgó la Ley Nacional Nº 20.656, por la que se creó el PN
Baritú (con 72.439 ha). En el año 1978, por Ley Nacional Nº 21.860, se modificaron
los límites del mismo y se desafectaron 209 ha, quedando con una superficie de
72.230 ha. En el año 1990, el decreto nacional 2.149 declaró parte del PN Baritú
como Reserva Natural Estricta, cubriendo bajo esta figura el 80% de la superficie del
Parque. Además, desde el año 2005 forma parte de a Reserva de la Biosfera de las
Yungas constituyendo una de sus áreas núcleo (Mapa 2).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
7
Mapa 2
Ubicación del Parque Nacional Baritú dentro de la Reserva de Biosfera de las Yungas
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
8
Como se mencionó anteriormente, el PN Baritú protege una porción de Yungas, en
su mayoría áreas de Selva Montana (47.344 ha, 76.16 %). Luego le sigue el Bosque
Montano (11.969 ha, 19.25 %) y la Selva Pedemontana (2.848 ha, 4.58 %). Estos
pisos de vegetación presentan características fisonómico-florísticas bien
diferenciadas como respuesta al gradiente altitudinal en que se organizan. La Selva
Pedemontana se encuentra en el pedemonte y serranías de escasa altitud (400 y 700
m s.n.m.), la Selva Montana constituye la franja altitudinal de máximas
precipitaciones pluviales (700 y 1.500 m s.n.m), y el Bosque Montano representa el
piso ecológico de los “bosques nublados” propiamente dichos (1.500 y 3.000 m
s.n.m.).
Foto 2
Selva Montana y Bosque Montano, Parque Nacional Baritú
-----------------------------------------------------------------------------
La zona comprende uno de los núcleos de mayor biodiversidad del país, siendo un
área de alta prioridad de conservación dentro de la ecoregión de las Yungas,
principalmente debido a su buen estado de conservación, a su importancia en la
regulación hídrica, a la presencia de comunidades campesinas que trabajan la tierra
con métodos tradicionales y a su ubicación dentro de la Alta Cuenca del Río
Bermejo (Brown y Grau 1993). Esta heterogeneidad ambiental producto de una
prolongada historia de vinculación hombre-naturaleza aumenta el valor de
conservación del área y la evidencian como particularmente adecuada para la
implementación de un área protegida cuyos objetivos incluyan la protección de los
ecosistemas naturales integrados a la actividad humana tradicional.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
9
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL Y SOCIO-ECONÓMICA DEL ÁREA DE INFLUENCIA DEL
PARQUE NACIONAL BARITÚ
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL
El PN Baritú y su área de influencia se encuentran dentro de las selvas subtropicales
de montaña (Yungas). Las Yungas ocupan actualmente en Argentina unas 5.2
millones de hectáreas, extendiéndose desde la frontera con Bolivia (23° S) hasta el
norte de la Provincia de Catamarca (29° S), pasando por las provincias de Salta,
Jujuy y Tucumán (Mapa 3). Presentan una longitud de 600 km en sentido norte-sur y
menos de 100 km de ancho, en un rango altitudinal entre los 400 y 3.000 m s.n.m.
Las Yungas se extienden en Bolivia a los departamentos de Tarija y Chuquisaca,
conformando una unidad con el sector argentino desde el punto de vista
biogeográfico, ecológico y social (Grau y Brown 2000; Brown et al. 2001). En la
Argentina, las “Yungas en sentido estricto” (áreas que tradicionalmente han sido
ubicadas dentro de esta ecoregión) ocupan una superficie aproximada de 2.700.000
ha (Brown et al. 2002). A estos bosques deben sumarse las “Yungas en transición”,
otras 2.500.000 de ha relativamente más secas, usualmente más simples
estructuralmente y menos diversas, que comúnmente aparecen formando ecotonos
con ambientes del Chaco Semiárido y el Chaco Serrano (Brown et al 2006). Las
Yungas albergan una notable biodiversidad tanto por su riqueza de especies como
por el número de endemismos. Además, poseen un elevado valor estratégico como
reservorio genético y como reguladoras del suministro de agua para las poblaciones
y el agro de las tierras bajas, donde habitan más de 2 millones de personas y la
superficie cultivada es superior a 1.5 millones de ha.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
10
Mapa 3
Parque Nacional Baritú en el marco de las Selvas Subtropicales de Montaña (Yungas)
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
11
En esta área pueden encontrarse los diferentes pisos altitudinales característicos de
las Yungas en menor o mayor grado.
Selva Pedemontana
Este piso se encuentra representado dentro del PN Baritú sólo marginalmente. Se
encuentra en sectores entre los 400 y 700 m s.n.m. en el pedemonte y las serranías
de escasa altitud. En todo el noroeste los distintos autores han reconocido a grandes
rasgos dos unidades ambientales claramente diferenciables dentro de este piso de
vegetación: la “selva de palo blanco y palo amarillo” (Calycophyllum multiflorum y
Phyllostylon rhamnoides, respectivamente) en las áreas más septentrionales
(provincias de Salta y Jujuy) y la “selva de tipa y pacará” (Tipuana tipu y Enterolobium
contortisiliquum, respectivamente) en las más meridionales (provincia de Tucumán,
principalmente). La segunda comunidad vegetal ha sido completamente transformada
en áreas de agricultura intensiva hacia fines del siglo XIX y principios del XX
(principalmente para plantaciones de caña de azúcar), en tanto que la primera aún
persiste en una importante superficie superior al medio millón de hectáreas en la alta
cuenca del río Bermejo, en la región fronteriza con Bolivia, mayormente en situación
de ladera (Brown y Malizia 2004). Esta selva de “palo blanco y palo amarillo” ha sido
considerada como relicto de un bosque que se extendió por gran parte de las áreas
tropicales y subtropicales de Sudamérica, del cual quedan pocos fragmentos. Existen
parches de este tipo de bosque en el centro de la Argentina y Paraguay, al sudeste
de Bolivia, en los extremos del noreste de Brasil (Caatinga) y al Norte de Venezuela y
Colombia, en la Península de Guajira (Prado 1995). Las especies dominantes son
palo blanco, palo amarillo, lapacho rosado (Tabebuia impetiginosa), cebil
(Anadenanthera colubrina), quina (Myroxylon peruiferum), afata (Cordia trichotoma),
palo lanza (Patagonula americana), pacará y urundel (Astronium urundeuva).
Selva Montana
Este piso representa una gran proporción del PN Baritú. Ocupa las laderas de las
montañas entre los 700 y 1500 m s.n.m. y representa la franja altitudinal de máximas
precipitaciones pluviales. Las especies dominantes son de origen tropical y presentan
en esta región su límite meridional de distribución geográfica. Entre ellas se puede
señalar a la maroma (Ficus maroma), laurel (Cinnamomum porphyrium, Nectandra
pichurim y Ocotea puberula), pocoy (Inga edulis, I. semialata e I. saltensis), tipa
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
12
blanca (Tipuana tipu) y horco molle (Blepharocalix salicifolius). En general, es un
bosque con predominio de especies perennifolias y con estacionalidad hídrica no tan
marcada.
Bosque Montano
Este bosque se encuentra representado en buena medida dentro del PN Baritú y es
la unidad ambiental más conspicua en el Valle de Los Toldos (área de influencia del
PN Baritú). Representa el piso ecológico de los “bosques nublados” propiamente
dichos, entre los 1500 y 3000 m s.n.m. Limita en su parte superior con los Pastizales
de Neblina y forman un paisaje de alta heterogeneidad estructural. Esta
heterogeneidad está dada por bosques en distintos estadios sucesionales
originados a partir de la dinámica del fuego, elemento utilizado por las poblaciones
locales para renovar las pasturas y controlar los procesos de sucesión secundaria
(Brown 1995b; Arturi et al. 1998; Grau y Veblen 2000). Los procesos de sucesión
forestal post-fuego presentan una primer etapa de sucesión que puede originarse en
arbustos (géneros Baccharis y Senecio) y los cuales son colonizados por
Podocarpus y posteriormente especies del bosque maduro como árboles de la
familia Myrtaceae (Myrcianthes pseudomato, M.callicoma, Blepharocalyx
salicifolius), Cedrela lilloi, Juglans australis, Ilex argentinum, Prunus tucumanensis,
Rhamnus polymorphus, etc. que constituyen las especies más comunes del bosque
maduro. Cuando los disturbios son muy intensos como deslizamientos de ladera,
incendios de mayores proporciones, el proceso sucesional se inicia con Alnus y
posteriormente continúa en forma similar al anterior (Arturi et al. 1998; Easdale
1999).
A pesar de la altitud y latitud en la que se encuentran, los Bosques Montanos
presentan una elevada diversidad pudiéndose encontrar en este piso de vegetación
más de 30 especies de árboles (Morales y Brown 1998). Las especies comunes son
de clara distribución andina, encontrándose especies de origen austral (Gondwánico),
como pino del cerro (Podocarpus parlatorei), yoruma colorada (Roupala meisneri),
quirusilla (Gunnera sp.) y flor de la quebrada (Fuchsia boliviana), y especies de
origen boreal (Holártico), como aliso del cerro (Alnus acuminata), nogal (Juglans
australis), arbolillo (Viburnum seemenii), molulo (Sambucus peruviana) y palo yerba
(Ilex argentinum).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
13
Los bosques montanos secundarios presentes en el área forman un paisaje
heterogéneo compuesto por comunidades de diferente composición de especies y
que difieren en la edad sucesional (Gurvich et al 2003; Pinazo et al. 2003). Estos
bosques se originaron a partir disturbios antrópicos, tales como el desmonte para
actividades ganaderas, agricultura migratoria en pequeñas parcelas, pastoreo dentro
del bosque y extracción forestal selectiva (Easdale 1999; Pinazo et al 2003). Al igual
que otros bosques secundarios neotropicales, tienen un alto valor de conservación
debido a la gran superficie que ocupan, a la capacidad de albergar especies
características de bosques maduros, a su rol como reguladores hídricos, alta
productividad y presencia de especies de valor forestal (Easdale 1999).
En líneas generales, las etapas más tempranas de la sucesión en bosques
montanos se caracterizan por la presencia de comunidades dominadas por aliso
(Alnus acuminata) y pino del cerro (Podocarpus parlatorei). A medida que aumenta
el tiempo sin disturbios, las comunidades se hacen más diversas, incorporando
especies como palo barroso (Blepharocalyx salicifolius), chalchal (Allophylus edulis)
y guayabo (Myrcianthes sp.) (Morales et al 1995; Arturi et al 1998). La composición
específica y la estructura particular de cada bosque secundario pueden depender
del tipo de uso previo al abandono, de la intensidad del uso y de las condiciones
ambientales del sitio (Easdale 1999; Gurvich et al. 2003). En cualquier caso, se
observa una tendencia al aumento de la diversidad con la edad (Easdale 1999). Si
bien existe alta variabilidad en la diversidad según el tipo de uso, hay una tendencia
a mayores valores de riqueza de especies en bosques originados en áreas
abandonadas de cultivos de maíz, valores intermedios en cultivos con arado y bajos
para aquellos que provienen de pastizales abandonados (Easdale 1999). El total de
especies arbóreas en los parches de bosques secundarios puede variar entre 35 y
50 (Easdale 1999; Gurvich et al 2003).
Según la composición específica, se diferencian tres tipos de bosques secundarios
en la región: 1- bosques dominados por Alnus acuminata, 2- bosques mixtos
dominados por Podocarpus parlatorei, Juglans australis, Myrcianthes mato,
Allophylus edulis, Blepharocalyx salicifolius, Parapiptadenia excelsa, Schinus
meyeri, y 3- bosques dominados por Amomyrtella guilli, Myrica pubescens, Ilex
argentina, Maytenus cuezzoi, Cletra scabra y Roupala sp. (Easdale 1999). Easdale
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
14
(1999) no observa relación entre la composición de la comunidad y la historia de uso
reciente, sino con variables topográficas, y con la distancia a cursos de agua. Sin
embargo, Gurvich et al. (2003) encuentran que los bosques dominados por A.
acuminata se asocian con intensidades de uso baja o media, los dominados por P.
parlatorei con baja intensidad de uso, y los dominados por A. guilli se asocian con
alta intensidad de uso previo y pérdida casi completa de las capas superiores del
suelo. La tasa de descomposición en estos bosques secundarios es dependiente de
las especies cuyas hojas se descomponen, siendo más alta en los bosques
secundarios dominados por P. parlatorei (Gurvich et al 2003). De esta forma, la
diferencia en composición de especies establecidas en áreas con diferente
intensidad de uso puede tener efectos a largo plazo en la dinámica de estos
bosques a través de la velocidad de incorporación de nutrientes al suelo. Si bien no
se encontraron diferencias significativas, los suelos de bosques originados en
pastizales muestran una tendencia a tener menores valores de pH, menos contenido
de materia orgánica, nitrógeno y bases de intercambio en relación a los suelos de
bosques originados en otro tipo de uso (Easdale 1999).
En comparación con los bosques primarios, los bosques montanos secundarios
presentan menor área basal y, si bien existe bastante variabilidad, se estima que se
necesitan más de 80 años para recuperar la madurez estructural (Easdale 1999).
Con respecto a la riqueza y diversidad, los valores absolutos entre bosques
primarios y secundarios pueden ser similares en poco tiempo, pero existen
marcadas diferencias en cuanto a la composición, siendo preponderantes las
especies tolerantes en los bosques primarios.
Pastizales de Neblina
Este piso actitudinal no se encuentra presente dentro del PN Baritú, sin embargo está
bien representado en zonas adyacentes al mismo, como el valle de Los Toldos, al
igual que los Bosques Montanos. Este ambiente se ubica en la cabecera de las
Yungas, en estrecho contacto con el Bosque Montano. Se caracteriza por la
presencia de especies de gramíneas y herbáceas de flores llamativas. Entre las
gramíneas más abundantes se destacan Festuca hieronymi, especies de Deyeuxia,
Paspalum lineispatha y Stipa tucumana. Algunas de las especies de flores llamativas
son Cosmos peucedanifolius, Stevia spp., Lippia turnerifolia, Amicia medicaginea,
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
15
Spilanthes alpestris, Hysterionica bakeri, Zinnia peruviana, Eupatorium
macrocephalum, Ranunculus praemorsus, Calceolaria teucrioides, Bidens andicola,
Alchemilla pinnata, Saxifraga alchemilloides, Eryngium elegans, Chevreulia
acuminata, Trechonaetes rotacea, y diversas especies de Polygala, Baccharis,
Aspilia, Gentianella, Tagetes, Verbena y Salvia.
BIODIVERSIDAD
Las Yungas contienen una gran diversidad faunística, aunque muchos de sus
componentes han sufrido una fuerte reducción en sus poblaciones, provocada por la
intervención antrópica. En este sentido, el principal factor de amenaza a la
conservación de la fauna de la región es la transformación y fragmentación de
hábitat, especialmente en las zonas aptas para la agricultura. Para algunos
mamíferos mayores, la caza puede resultar también un factor de amenaza
importante.
En Yungas han sido registradas una gran variedad de mamíferos dentro de los
cuales se encuentran numerosas especies de especial interés comercial/cinegético
como el Yaguareté (Panthera onca), el tigrillo (Leopardus tigrinus) y el margay
(L.wiedii) (Fundación ProYungas 2008). Las especies frecuentemente capturadas
para consumo por parte de pobladores locales, como ciertos armadillos (e.g.
Dasypus novencinctus, Euphractus sexcintus y Tolypeutes matacus), los chanchos
del monte (Pecari tajacu y Tayassu pecari), el agutí (Dasyprocta punctata), la
corzuela parda (Mazama guazubira) y el tapir (Tapirus terrestris).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
16
Foto 3
Piel de yaguareté (Panthera onca) exhibida en vivienda de un poblador local
-------------------------------------------
El número de especies de aves de bosques y selvas que habitan las Yungas
australes o Selva Tucumano-boliviana alcanza las 294 especies, y supera las 450 si
se consideran también a las especies propias de humedales y a las especies de
hábitats no boscosos y de bosques secos que ingresan solo marginalmente en las
selvas de Yungas (Fundación ProYungas 2008). Esto representa más de un cuarto
de las especies de aves que se registraron para Argentina (Mazar Barnett y Pearman
2001). De éstas, ocho (Leptotila megalura, Cypseloides rothschildi, Eriocnemis
glaucopoides, Microstilbon burmeisteri, Veniliornis frontalis, Elaenia strepera,
Atlapetes fulviceps, Poospiza erythrophrys) poseen una distribución restringida
mayormente a esta ecoregión durante la estación de cría. Todas estas especies
nidifican en la Selva Montana o el Bosque Montano, mientras que solo dos (Leptotila
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
17
megalura y Veniliornis frontalis) también crían con regularidad en el piso inferior de
vegetación o Selva Pedemontana.
A lo largo de los 1.200 Km. de extensión latitudinal de las Yungas australes, se
observa un pronunciado gradiente de riqueza de especies, siendo menor al sur y
mayor en el sector norte. Los factores biogeográficos, asociados a cambios
climáticos ocurridos desde el Pleistoceno, serían el principal mecanismo
determinante de este gradiente de biodiversidad. La riqueza de especies es similar
entre localidades de un mismo piso de vegetación (i. e. Bosque Montano, Selva
Montana o Selva Pedemontana) en todo el sector central de las Yungas australes,
comprendido desde Jujuy y el norte de Salta en Argentina hasta los departamentos
de Tarija y sudeste de Chuquisaca en Bolivia. A pesar de esta similitud, hay una
paulatina adición de especies a medida que decrece la latitud (e. g., Penelope
dabbenei, Ara militaris, Aeronautes montivagus, Campephilus melanoleucos,
Corythopis delalandi, Phyllomyias uropygialis, Myiodynastes chrysocephalus, Turdus
albicollis, Cyanocorax cyanomelas, Tersina viridis, Trichothraupis melanops,
Chlorophonia cyanea).
Algunas especies de aves tienen especial importancia en relación a su función como
dispersores de semillas. Varios trabajos en diferentes partes de las Yungas, han
comprobado la gran dependencia que la mayoría de los árboles con frutos carnosos
tienen sobre esta dispersión mediada por pájaros (Giannini 1999; Malizia 2001; Blake
y Rougés 1997; Rougés 2003; Rougés y Blake 2001). Entre los dispersores más
importantes de las Yungas podemos nombrar a varios zorzales (e.g. Turdus
nigriceps, T. rufiventris y T. serranus, este último en estado amenazado), de los
fiofíos (e.g. Elaenia strepera y E. parvirostris) y al frutero yungueño (Chlorospingus
ophtalmicus)
Entre las aves que dentro de nuestro país solo se encuentran en las selvas y
bosques de Yungas podemos mencionar algunas especies de palomas, como la
yerutí yungueña (Leptotila megalura) y la paloma montera grande (Geotrygon
frenata), gran variedad de picaflores como el picaflor vientre blanco (Amazilia
chionogaster), el picaflor frente azul (Eriocnemis glaucopides), el picaflor yungueño
(Adelomya melanogenys) y el picaflor enano (Microstilbon burmeisteri) y lechuzas
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
18
como el caburé yungueño (Glaucidium jardinii). Una especie importante desde un
punto de vista de conservación es el hocó oscuro (Tigrisoma fasciatum), cuya
población se encuentra amenazada y su distribución está restringida a los bosques
asociados a los cursos de agua permanente en el interior de las Yungas. Dentro de
las aves rapaces el águila poma (Oroaetus isidori) es uno de los símbolos de las
Yungas y una de las águilas de mayor porte de la Argentina. Su avistaje es raro y
actualmente está considerada como especie amenazada. Otra rapaz prácticamente
restringida a las Yungas y de difícil observación es el águila solitaria (Harpyhaliaetus
solitarius). El grupo de los catas y loros se encuentra bien representado en las
Yungas, con gran número de especies, por ejemplo el chiripepé cabeza parda
(Pyrrhura molinae), el loro maitaca (Pionus maximiliani) y el loro alisero (Amazona
tucumana). Sin embargo, la deforestación impacta de manera particular en este
grupo, reduciendo la disponibilidad de árboles, cuyas cavidades son usadas como
nido. Otro aspecto que incide sobre la densidad de las poblaciones de estas especies
es su caza para la comercialización como mascotas debido a sus coloridos plumajes
y sus habilidades para “hablar” (e.g. el loro hablador (Amazona aestiva) y el
calancate cara roja (Aratinga mitrata)).
La región norte de Argentina es el área de mayor biodiversidad de anfibios del país
(Lavilla et al. 2000a). Para la región del NOA (Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca) se
reconocen 63 especies, 25 de las cuales están listadas como en peligro (EP),
vulnerables (V) o insuficientemente conocidas (IC) a escala nacional (Lavilla et al.,
2000a; 2002) y 20 listadas como en peligro crítico (EPC), vulnerables o
insuficientemente conocidas a escala global (IUCN et al. 2006).
La diversidad de anfibios en la ecorregión de las Yungas es una de las más altas de
Argentina junto a la de las Selvas Misioneras y de la Región Chaqueña (Fundación
ProYungas 2008). Su ensamble alberga importantes endemismos regionales (que
comparte con el sector de Yungas de Bolivia) y especies exclusivas para Argentina.
En el caso de Gastrotheca y Eleutherodactylus el grupo de especies presentes en las
Yungas constituyen el límite más austral de la distribución para ambos géneros.
Asimismo, estas selvas de montaña presentan especies cuyos modos y
comportamientos reproductivos son únicos en toda la batracofauna argentina.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
19
ACCESIBILIDAD
Los Toldos es la localidad más importante relacionada con el PN Baritú. Durante
toda su historia, Los Toldos ha sido un área marginal, primero como el poblado más
al sur y aislado del Departamento boliviano de Tarija y luego como la localidad más
al norte y aislada del Departamento argentino de Santa Victoria (Grau et al en
prensa). La única ruta de acceso al pueblo pasa por Bolivia y hasta el año 2001 no
existía un puente para atravesar el Río Bermejo, por lo que no se podía llegar al
poblado en vehículo y la gente debía cruzar el río en la “roldana”, frágil caja de
madera que pendiente de un tenso cable de acero permitía el traslado de la gente
durante las crecidas del Río Bermejo. De esta forma, la afluencia turística ha sido
tradicionalmente baja o nula y la única conexión con la economía moderna era a
través de la exportación de madera de alta calidad, principalmente “cedro colla”
(Cedrela lilloi) (Reboratti 1998).
La construcción del puente y la posterior pavimentación del camino desde Bermejo
hasta Mamora (Bolivia) generó un mayor movimiento entre los poblados del valle de
Los Toldos y ciudades como Orán o Tarija durante todo el año con lo cual el turismo
se ha incrementado levemente.
Foto 4
Acceso a Los Toldos por puente pavimentado sobre río Bermejo
------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
20
POBLACIÓN LOCAL
El proceso poblacional del Valle de Los Toldos fue parte del poblamiento del Valle de
Tarija (Gil Montero 2005). La región forma parte de un conjunto de valles separados
de la región chaqueña a través de la cordillera oriental, lugar en el que vivían los
chiriguanos, pueblo aborigen de abolengo guaraní. Este grupo indígena en particular,
presentó una gran resistencia a la llegada de los españoles y el valle de los Toldos
fue uno de los últimos en ser conquistados (Newsham Informe inédito). De este
modo, el valle presentaba una alta diversidad étnica compuesta por grupos
chiriguanos dispersos, pocos asentamientos españoles y algunos grupos chaqueños.
Las poblaciones locales practicaban la agricultura migratoria (de tumba y quema) con
cultivos de maíz, mandioca y zapallo (Easdale 1999). Con la colonización y la
incorporación masiva de ganado vacuno, ovino, caprino, equino y mulares, los
pobladores indígenas se convirtieron en “arrendatarios” de estas tierras, siendo una
forma de mano de obra barata para sostener las actividades productivas de los
españoles como la cría del ganado y el cuidado de las pasturas, entre otras
(Newsham informe Inédito). A cambio de cumplir con estas obligaciones, se les
permitía continuar con sus propias actividades agrícolas, como ser el cultivo de maíz,
papa y poroto, actividades que se siguen practicando hasta la fecha en Baritú, Lipeo
y otras localidades de la zona. Debido a la fertilidad de los valles en relación al
altiplano vecino, estos cumplían un importante rol como abastecedor de la región. A
principios del siglo XIX el Valle de Los Toldos era una única propiedad, que formaba
parte del antiguo Marquesado de Tojo o Yavi, el cual durante ese mismo siglo
comenzó a subdividirse en propiedades de menor superficie (Losert 1997; Easdale
1999). Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, la interrupción del comercio con
Tarija, consecuencia de las guerras y de la aparición de la frontera internacional
(Langer y Conti 1991 en Newsham inédito), provocó un cambio en el uso de las
tierras dejando de producir bienes para el comercio y comenzando a cobrar los
derechos de uso de tierra a los campesinos asentados en las fincas. Además, el salto
de la producción azucarera a una escala industrial en Salta y Jujuy, creó una
oportunidad de trabajo para los campesinos quienes comenzaron a trabajar en los
ingenios para poder pagar el arriendo de las tierras. Los avances tecnológicos del
siglo XX, sin embargo, permitieron a los ingenios prescindir de la mano de obra,
dejando a los campesinos de la zona en una muy precaria situación laboral (Reboratti
1996 en Newsham informe inédito). Hasta la fecha, la falta de una fuente estable de
trabajo, más allá de las oportunidades laborales para el estado, sigue teniendo una
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
21
resonancia profunda en la zona. En el caso de la comunidad de Lipeo, la creación del
PN Baritú impuso límites estrictos sobre las actividades productivas que los
pobladores solían llevar a cabo.
El área del Municipio de Los Toldos perteneció al Departamento de Tarija (Bolivia)
hasta el año 1938, momento en el que se hizo efectivo el canje dispuesto en el
tratado de límites llamado Carrillo-Díez de Medina, suscrito en 1925 y ratificado en
1929 por Bolivia por el que Los Toldos pasó a formar parte del territorio argentino (Gil
Montero 2005). Aunque a partir de esa fecha Los Toldos se incorporó como municipio
al Departamento de Santa Victoria de la provincia de Salta, el acceso carretero
continúa siendo aún hoy a través de Bolivia. Este aislamiento de otras localidades
argentinas que sufre todavía Los Toldos, refuerza los lazos comerciales y culturales
de esta región con Bolivia.
El Municipio de Los Toldos abarca alrededor de 112.000 hectáreas y cuenta con una
población de 2155 habitantes, que se distribuyen entre las poblaciones de Condado
(100 familias), La Misión (50 familias), Los Toldos (200 familias), Arazay (20
familias), Lipeo (24 familias) y Baritú (15 familias) (Brown y Grau 1999; Malizia
2004). Todas estas poblaciones representan uno de los últimos reductos de cultura
de selva, socialmente marginadas y con una economía básica de subsistencia
(Brown y Grau 1999).
A pesar que durante el siglo XX se observó un crecimiento de la población, el patrón
más marcado es una tendencia hacia la concentración de los pobladores en el
pueblo de Los Toldos, que pasó de 122 a 833 habitantes entre 1980 y 1990,
concordando con un patrón regional de movimiento desde áreas rurales a áreas
semiurbanas (Grau et al en prensa). La distribución de edades en la población
muestra una reducción en la clase más activa (20-29 años), especialmente en el
sexo masculino, lo que sugiere una emigración hacia centros urbanos más grandes.
Si bien en la actualidad el pueblo de Los Toldos no puede describirse como urbano
(pueblos con más de 2000 personas), una proporción significativa de la población
presenta hábitos “urbanos”, tales como ser empleados estatales o de empresas de
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
22
servicios y ha disminuido proporcionalmente el número de agricultores en relación
a principios de siglo (Grau et al en prensa; Gil Montero 2005). Desde el punto de
vista étnico, los pobladores del valle se autodefinen como criollos e inicialmente
pertenecían principalmente a la religión católica (Losert 1997), si bien en los últimos
años hubo un significativo aumento en los pobladores pertenecientes a la religión
evangélica, principalmente en Lipeo y Baritú (Malizia datos inéditos). Como se
mencionó anteriormente, es posible que los habitantes actuales de Lipeo sean
descendientes de chiriguanos que se mezclaron con los primeros habitantes
españoles de la zona. Esta hipótesis explicaría la mezcla de rasgos y apellidos
españoles característicos de los lipeños actuales (Newsham informe inédito).
Las comunidades festejan sus fiestas tradicionales, mostrando en sus celebraciones
la especial mezcla de las culturas que les dieron origen (hispana, andina y guaraní).
Algunas de estas fiestas se desarrollan en diferentes lugares a la vez, otras reúnen
a la gente en un lugar en común. La mayoría de estas fiestas celebran ceremonias
religiosas, se coplea y se toca la caña, instrumento de viento tradicional de esta
región (Anexo 1).
Desde el punto de vista de la tenencia de la tierra, los pobladores pueden ser
propietarios, propietarios indivisos y arrendatarios (Brown y Grau 1999). En el caso
de la propiedad indivisa, la tierra es usada por varias familias y cada una posee una
superficie cercada que incluye parcelas de uso privado, rodeadas de una matriz de
uso compartido.
USO TRADICIONAL DE LA TIERRA
El sistema agropecuario tradicional corresponde a la agricultura migratoria y la
ganadería vacuna de trashumancia, siempre relacionados con una economía de
subsistencia (Reboratti 1995; Ramadori 1995). La organización del trabajo es desde
el núcleo familiar, formado por el matrimonio, en ocasiones los abuelos y un gran
número de hijos (Losert 1997). Como se mencionó anteriormente, durante las últimas
décadas (80 y 90) un gran número de personas abandonaron las actividades
agropecuarias para trabajar en empleos estatales y empresas de servicios y
privadas, proceso que se ha revertido en parte con la crisis económica del 2001. Otra
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
23
actividad que se intensificó recientemente es la producción de artesanías, como
bateas, platos y cucharas de madera, canastos de bejuco, vasijas de barro, tejidos
como pullos, colchas y alforjas bordadas, hechos generalmente en telares de piso,
para lo que usan lana esquilada y tejida de sus ovejas o comprada en pueblos de la
Quebrada de Humahuaca (Losert 1997). Históricamente, la producción de artesanías
era con fines de autoconsumo y en los últimos años aumentó la comercialización de
las mismas dentro del pueblo de Los Toldos en un local de la Cooperativa de
Artesanos de Santa Ana Ltda. y en un local de los Clubes de Madres. Adicionalmente
se está en un proceso incipiente de comercialización de estos productos en las
principales ciudades de la región.
APROVECHAMIENTO FORESTAL
En las últimas décadas se ha incorporado a la economía local la extracción
maderera selectiva de cedro, nogal y pino (Reboratti 1996). La actividad forestal en
los bosques montanos, al igual que en el resto de los bosques de montaña del
noroeste argentino, consiste en la tala selectiva de los individuos de cierto tamaño
de determinadas especies, principalmente cedro (Gasparri et al 2003). En general,
las intervenciones no van acompañadas de un plan de manejo que asegure la
sustentabilidad del recurso sino que generalmente se realizan cortas únicas en cada
bosque, por lo que continuamente están incorporando nuevos fragmentos de
bosque a intervenir. Una práctica muy habitual en el Valle de Los Toldos para
aprovechar la madera del bosque es el rayado. Dada la imposibilidad de extraer el
rollo de madera del monte, generalmente por falta de recursos técnicos, se hacen
tablas allí mismo utilizando la motosierra. Esta práctica presenta como desventaja la
gran pérdida de madera que se produce, dado el espesor de la cadena de la
motosierra. En algunos casos se utiliza un implemento llamado marco guía que
permite reducir el desperdicio de madera y el esfuerzo que implica esta tarea.
Las especies de mayor interés comercial en el bosque montano son el cedro
(Cedrela lilloi), nogal (Juglans australis) y pino del cerro (Podocarpus parlatorei).
Existen algunos trabajos que estudiaron el crecimiento de los individuos y la
estructura de las poblaciones de J. australis (Gasparri et al. 2003; Pinazo et al
2003), y los cambios estructurales causados por el aprovechamiento selectivo
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
24
(Pinazo y Gasparri 2003), los cuales ofrecen datos útiles para diseñar e implementar
un plan de aprovechamiento racional de estos bosques.
Los sitios con mayor grado de intervención, por ser más accesibles que otros,
presentan una alta densidad de individuos en las clases diamétricas inferiores y de
individuos de especies pioneras, especialmente aliso del cerro (Alnus acuminata)
(Pinazo et al 2003). En estos sitios, se encuentra un mosaico de bosques
secundarios, de distinta edad y composición. En general, la composición de
especies, la densidad y el área basal presenta tendencias similares a las de otros
bosques en recuperación.
Foto 5
Ejemplar de cedro colla (Cedrella lilloi) en PN Baritú, Municipio Los Toldos, Salta
---------------------------------------------------------------------------------------------------
La capacidad de los renovales de establecerse en lugares con disturbios, como por
ejemplo sitios en los que se realizó aprovechamiento forestal, dan a estos bosques
un alto potencial para su manejo. Por otro lado, se sugirió que el intenso pastoreo
podría no ser un factor limitante para la dinámica de renovación (Morales y Brown
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
25
1998). Esto podría ser el caso para la renovación de algunas especies, ya que otras,
como Cedrela lilloi, puede ser afectada por la presencia de ganado (Zamora Petri
2005). De todas formas, la posibilidad de que algunas especies puedan regenerar
en sitios con ganado es muy interesante ya que prácticamente todos estos bosques
presentan ganado.
La sobreexplotación de estos bosques, así como la disminución en la disponibilidad
de maderas de interés forestal son factores que obligan a tomar urgentes medidas
de manejo de estos recursos forestales.
INFRAESTRUCTURA
En la localidad de Los Toldos se encuentra la Sede del Municipio, donde también
funciona el registro civil, una receptoría de rentas, la policía provincial, el puesto de
Gendarmería Nacional, una oficina de Administración de Parques Nacionales (en la
comunidad de Lipeo también existe un destacamento de Parques Nacionales), la
iglesia, el correo, cabinas telefónicas, biblioteca pública, almacenes, carpinterías,
una empresa maderera (Losert 1997; Malizia 2004). En el caso de las comunidades
de Lipeo y Baritú, no existen almacenes, por lo que los pobladores realizan viajes a
Los Toldos para obtener algunos suministros básicos.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
26
Foto 6
Destacamento Los Toldos, Gendarmería Nacional, Administración de Parques Nacionales y Biblioteca pública, Los Toldos, Salta.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En relación a la educación, el pueblo de Los Toldos cuenta con escuela primaria y
colegio secundario. Este último es el único de todo el municipio y posee un albergue
para alojar a los estudiantes que viven lejos, así como ocasionalmente también a
turistas. Los otros núcleos poblacionales disponen de escuela primaria en las que
funcionan comedores escolares.
En relación a la salud, en Los Toldos hay un hospital público (que cuenta con dos
médicos, bioquímica, enfermeros y dentista) y una farmacia, mientras que en las
comunidades de Condado, La Misión, Lipeo y Baritú funcionan puestos sanitarios. El
hospital se comunica por radio con el hospital San Vicente de Paul de Orán y con
los puestos sanitarios de Lipeo y Baritú (Malizia 2004).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
27
La central hidráulica, ubicada dentro de la Reserva Nacional El Nogalar, provee de
electricidad al pueblo de Los Toldos y zonas cercanas. Una parte de la población
dispone de agua potable corriente. Sin embargo, la mayor parte de la población del
valle no tiene ni electricidad ni agua corriente. En el caso de Lipeo y Baritú, sólo las
escuelas disponen de luz y la obtienen a través de paneles solares.
El municipio cuenta con camiones, camioneta y tractor destinado a obras públicas.
Las familias en mejor posición económica poseen vehículos. Para el traslado de
enfermos el municipio dispone, de ser necesario, de una avioneta del gobierno
provincial. Los pobladores de Baritú y Lipeo se manejan a pie o a caballo.
ORGANIZACIÓN COMUNITARIA
La organización comunitaria en grupos de interés común es algo reciente en esta
zona. En los últimos años, ha tomado gran importancia la formación de los Clubes de
Madres, espacio de revalorización de la capacidad y autoestima de las mujeres,
brindándoles además un espacio desde el cual se pueden expresar y trabajar en
conjunto tanto para sus familias como para la comunidad (Maliza 2004). En la
actualidad existen aproximadamente once Clubes en el Municipio de Los Toldos: uno
en Condado, tres en La Misión, cinco en Los Toldos, uno en Arazay, y uno en Baritú.
La iniciativa para la formación de los clubes de madres surgió desde la Municipalidad,
pero una vez que esta dejó de brindarles su apoyo, fueron las mismas mujeres las
que fortalecieron a través de su participación estas instituciones hasta el presente.
Dentro de las actividades emprendidas por los Clubes de Madres se pueden
mencionar la elaboración de bollos y empanadillas para vender, la producción de
huertas y gallinas familiares y la producción de artesanías.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
28
Foto7
Local de venta de artesanías en pueblo de Los Toldos
--------------------------------------------------------------
Foto 8
Artesanas en reunión de trabajo
------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
29
En el año 1998 se creó la Cooperativa de Artesanos de Santa Ana Ltda. con el
objeto de comercializar los productos artesanales fabricados por los pobladores
(Malizia 2004). La Cooperativa tiene un local en el pueblo de Los Toldos donde se
exponen y venden los productos de sus socias y de los clubes de madres. Por otro
lado, los clubes de madres poseen en el pueblo un local en el que exponen y
venden sus productos.
Fotos 9
Casa de artesanía del Club de Madres y Cooperativa de Artesanos de Santa Ana Ltda.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
A partir de las acciones del Proyecto “Diversificación Productiva bajo condiciones de
sustentabilidad en la Alta Cuenca del Río Bermejo”, financiado por el Programa
Estratégico de Acción (OEA/PNUD/COBINABE), y ejecutado por la Fundación
ProYungas, se fortalecieron diversos grupos de productores, conformados por
pobladores que se dedican a la producción y comercialización de frutales de carozo y
cítricos. Como parte del mismo proyecto, en el año 2004 se desarrolló el curso “Entre
Cerros y Montes, Nuestras Escuelas”, destinado a la capacitación de los docentes
en la temática ambiental.
Como resultado del proyecto Rutas del Alto Bermejo, financiado por la Cooperación
Andina de Fomento y CODESPA y ejecutado por Fundación ProYungas y el
Programa Andes Tropicales, se creó la Asociación de Turismo Comunidades Unidas
La Apacheta con el objetivo de brindar servicios turísticos a lo largo del Municipio de
Los Toldos.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
30
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL Y SOCIAL DEL PARQUE NACIONAL BARITÚ
UBICACIÓN Y LÍMITES
Uno de los problemas del aislamiento en el que se encuentra el PN Baritú es la falta
de definición de sus límites y, por consiguiente, la falta de precisión de su superficie.
Según la bibliografía consultada la superficie del Parque es de 72.230 ha (Guía
visual Parques Nacionales de la Argentina, APN). En este documento, se trata de
definir con mayor precisión los límites del área tomando como base información
disponible de los catastros oficiales de la dirección de inmuebles de Salta, y el
catastro proporcionado por la Administración de Parques Nacionales (APN) (Anexo
2).
Los límites de la Finca Pintascayo (catastros oficiales de la dirección de inmuebles
de Salta) se utilizaron para delimitar el sur del PN Baritú que coincide en algunos
sectores con el río Pescado y las sierras del Cerro Negro. Así mismo los límites de
la Finca Candelaria se utilizaron para delimitar parte del límite oeste. La Finca
Candelaria limita con el PN Baritú en el sector suroeste, que coincide con las
cumbres de las serranías de los Cinco Pinachos. El tramo hacia el noroeste se
delimitó siguiendo los accidentes naturales, dejando afuera el área de uso intensivo
por parte de la comunidad Baritú, que no se encuentra dentro del territorio del PN
Baritú. La demarcación del límite oeste necesita un análisis más detallado debido a
que presenta más incongruencias entre los diferentes catastros. El vértice del límite
noroeste se estableció en la naciente el río Lipeo y todo el límite norte se definió
siguiendo el mismo río y un pequeño tramo del río Bermejo en el extremo noreste
del Parque. Por último, el límite este se tomó del catastro proporcionado por APN,
que sigue las cumbres de las serranías de Las Pavas (Mapa 4). La superficie que se
presenta en este documento es de 62.161 ha.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
31
Mapa 4
Límites del Parque Nacional Baritú, Departamentos Santa Victoria e Iruya, Salta.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Se accede al PN Baritú desde San Ramón de la Nueva Orán (Salta) por ruta
nacional 50 hasta la frontera con Bolivia. Se sigue por la ruta panamericana
(territorio boliviano) hasta La Mamora; allí se cruza el río Bermejo por un puente
para ingresar nuevamente en territorio argentino. Se continúa por la ruta provincial
19, atravesando la localidad de Los Toldos y luego de aproximadamente 26 Km. se
llega a la localidad de Lipeo, que ya se encuentra dentro del territorio del PN Baritú.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
32
Foto 10
Puente que conecta Argentina y Bolivia, camino que lleva a Los Toldos
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Foto 11
Señalización al camino que conduce a las localidades de Lipeo y Baritú.
------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
33
EL MEDIO FÍSICO
El relieve de la zona es montañoso, sumamente irregular, quebrado, con fuertes
pendientes que superan los 60º y sectores planos, como el Valle de Los Toldos. El
PN Baritú está naturalmente cerrado por cuatro cadenas montañosas pertenecientes
a las sierras subandinas, encontrándose hacia el norte la Sierra del Porongal, al este
la serranía de Las Pavas, de 2.000 m s.n.m., al sur el Cerro Negro y las sierras del
Río Pescado, y al oeste las serranías de los Cinco Picachos, de 1.900 metros de
altitud. El clima es tropical serrano con estación seca. Las temperaturas medias son
de 24º C durante el verano y 14º C en el invierno (Chébez 2005). El 90% de la
precipitación pluvial anual se registra durante el verano, con variaciones en el
promedio anual dependiendo de la zona. Por ejemplo, en Lipeo, las precipitaciones
oscilan entre los 895 y los 2.089 mm anuales y la media durante el periodo 1978 a
1984 es de 1.650 mm (Bianchi y Yañez 1992). Estudios dendroclimatológicos
realizados en el área de Los Toldos que reconstruyen las condiciones climáticas de
las últimas tres centurias, indican una tendencia al aumento en las precipitaciones
anuales durante la segunda mitad del siglo XX, patrón que se repite a nivel regional
(Villalba et al 1998).
Hidrográficamente la región del PN Baritú forma parte de la Alta Cuenca del Río
Bermejo (Mapa 4). Los ríos presentan un régimen fuertemente estacional, con un
crecimiento de sus caudales durante el verano (diciembre-marzo). Los afluentes de
mayor importancia que pasan dentro del PN Baritú son el río Lipeo Grande, cuyo
último tramo constituye el límite norte del PN Baritú, hasta su desembocadura en el
río Bermejo y el río Pescado, que, en un pequeño tramo, forma el límite sur del
Parque (Natenzon 1993).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
34
Foto 12
Río Bermejo, colector de los ríos que atraviesan el PN Baritú .
----------------------------------------------------------------------------------------
Foto 13
Río Lipeo, uno de los principales afluentes del río Bermejo
----------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
35
El área presenta un intenso proceso de erosión geológica, por ejemplo, en el sector
más alto y árido de la cuenca del río Pescado, por lo que el acarreo de sedimentos
en suspensión es muy importante (Natenzon 1993).
Los suelos del área pertenecen a las asociaciones Alisar (Ai) y El Candado (Eca).
Son suelos débilmente desarrollados con perfil A, Ac, C, bien o excesivamente
drenados, pendientes de 13 a 55% y erosión moderada a severa (Nadir y Chafatinos
1990).
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL
La vegetación del PN Baritú está representada principalmente por Selva Montana y
en menor medida por Bosques Montanos. Por último, la Selva Pedemontana se
encuentra representada sólo marginalmente dentro del mismo (Mapa 5).
Mapa 5
Unidades Ambientales dentro del Parque Nacional Baritú y su área de influencia
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
36
Durante el año 2003 se realizaron 3 parcelas permanentes dentro del PN Baritú (Red
Subtropical de Parcelas Permanentes - RedSPP). Dos en Selva Montana (1.100 m
s.n.m. y 1.600 m s.n.m.) y una en Bosque Montano (2.000 m s.n.m.) (Mapa 6). Las
parcelas de 1.600 m y 2.000 m s.n.m. representan bosques bien conservados, con
árboles de buen porte de cedro, nogal y mirtáceas.
Mapa 6
Ubicación parcelas permanentes y sitio de muestreo dentro del Parque Nacional Baritú
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Además, durante el 2005 se realizaron muestreos de vegetación (lista con
presencia/ausencia de especies) en la Alta Cuenca del Río Bermejo con el objetivo
de validar un modelo de distribución de especies hecho en base a las parcelas
permanentes previamente nombradas. Uno de estos muestreos se realizó dentro del
territorio del PN Baritú (Mapa 6).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
37
La Selva Montana abarca la mayoría del territorio del PN Baritú (47.344 ha) y donde
se ubica la localidad de Lipeo. Las especies que se pueden encontrar en este piso
son horco molle (Blepharocalyx salicifolius), palo amarillo (Phyllostylon rhamnoides),
tala (Celtis sp.), laureles (Cinnamomum porphyrium, Nectandra pichurim y Ocotea
puberula) y cedro (Cedrela balansae) que alcanzan tamaños imponentes y cuya
madera es muy valiosa. Debido a que la humedad persiste incluso durante el
invierno, es el lugar propicio para el crecimiento de líquenes. Alrededor de los 1.200
m s.n.m. existen helechos arborescentes formando el sotobosque. En la transición de
la Selva Montana al Bosque Montano se encuentran bosques de mirtáceas con
sotobosque de caña brava (Chusquea lorentziana) y ejemplares de alisos (Alnus
acuminata) y pino del cerro (Podocarpus parlatorei). Esto sucede, por ejemplo, a
1.500 m de altura, en el angosto del río Baritú (Chébez 2005).
Foto 14
Selva Montana en el Parque Nacional Baritú, Municipio Los Toldos, Salta
------------------------------------------------------------------------------------------------
El Bosque Montano ocupa una franja de 9.207 ha que corre en sentido norte-sur al
oeste del PN Baritú y una franja más pequeña de 2.762 ha al este del mismo. Las
localidades de Baritú, Los Toldos y Arazay se asientan en este piso altitudinal. Es el
piso más alto presente en el Parque, donde la vegetación cambia sustancialmente.
En zonas de suaves pendientes se encuentran ejemplares de cedro asociados al
nogal y a medida que la altura aumenta, comienzan a establecerse los pinos del
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
38
cerro. Sobre los 1.800 m de altura predominan los alisos acompañados de horco
molles, pinos y queñoas (Polylepis australis).
Foto 15
Bosque Montano dentro del Parque Nacional Baritú
---------------------------------------------------------------
La Selva Pedemontana se encuentra representada marginalmente dentro del PN
Baritú, ocupando una fracción de 2.823 ha ubicada en la zona de amortiguamiento
del mismo, en su extremo noreste. Es un ambiente de transición, por lo que presenta
algunas especies características de la Selva Montana (piso actitudinal contiguo)
tales como lapacho rosado (Tabebuia avellanedae), tipa (Tipuana tipu) y el burro caá
(Casearia sylvestris) (Chébez 2005) y es una Selva Pedemontana más húmeda que
en otros sectores de Yungas. Las especies típicas de este piso son afata (Cordia
trichotoma), pacará (Enterolobium contortisiliquum), viraró (Pterogyne nitens), espina
corona (Gleditsia amorphoides), Arundel (Astronium urundeuva), cebil
(Anadenanthera colubrina), tipa blanca (Tipuana tipu), laurel (Cinnamomum
porphyria), jacarandá (Jacaranda mimosifolia), ceibo (Erythrina falcata) y el palo
barroso (Pithecellobium grisebachianum). En las zonas más húmedas aparecen
selvas de mirtáceas con mato (Myrcianthes mato), guayabo y arrayán (Eugenia sp.).
También es posible encontrar en estos estratos bajos y muy húmedos a una planta
herbácea llamada pico de tucán (Heliconia subulata) que puede alcanzar los 3 o 4
metros de altura. Alrededor de los 650 m s.n.m. crece un tipo de higuerón llamada
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
39
maroma (Ficus maroma).
BIODIVERSIDAD
La fauna presente en el PN Baritú es altamente diversa y valiosa desde una
perspectiva conservacionista. Existen 62 especies de mamíferos nativos, cuatro de
las cuales en Argentina sólo se encuentran en el Parque: murciélago escarchado
(Lasiurus cinereus), moloso coludo chico (Nyctinomops laticaudatus), el colilargo
yungueño grande (Oryzomys legatus) y el coendú espinas blancas (Coendou
prehensilis). Entre las especies que se encuentran ubicadas en alguna de las
categorías de amenaza del libro rojo de los mamíferos se pueden mencionar al
yaguareté (Leo onca), gato moro (Herpailurus yaguarondi), lobito de río (Lontra
longicaudis) y el tapir (Tapirus terrestres), consideradas en peligro y especies
consideradas vulnerables como ocelote (Leopardus pardalis), y gato margay
(Margay wiedii). La fauna de murciélagos es muy diversa, con 18 especies
representadas en el PN Baritú. Además se encuentran tres especies de edentados:
mulita grande (Dasypus novemcinctus), oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla) y
oso melero (Tamandua tetradactyla). Es posible encontrar zorro de monte
(Cerdocyon thoust), puma (Puma concolor), zorrino común (Conepatus chinga),
hurón mayor (Eira barbara), hurón menor (Galictis cuja), coatí (Nasua nasua),
mayuato (Procyon cancrivorus), pecarí de collar (Pecari tajacu), pecarí labiado
(Tayassu pecari), corzuela colorada (Mazama americana) y ardilla roja (Sciurus
ignitus). Relacionado a los márgenes del río, pueden observarse carpinchos
(Hydrochaeris hydrochaeris). El conejo criollo o tapetí (Sylvilagus brasiliensis) se
encuentra ampliamente distribuido en el área y es el único conejo nativo (Chébez
2005).
La Red Yaguareté realizó estudios de relevamientos de la fauna del PN Baritú
(particularmente sobre grandes predadores como el puma y el yaguareté) con el
objetivo principal de ampliar el conocimiento de fauna de la ecoregión y utilizarlo
como herramienta complementaria para la planificación de estrategias de
conservación de esta área protegida (Tabla 1). Se registraron un total de 131 huellas
de felinos, en parcelas y transectas, principalmente de yaguareté (94 registros) y
también de puma (25 registros) y felinos menores (12 registros).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
40
Se registraron también otras especies de mamíferos consideradas presa de los
grandes felinos, como Tapirus terrestris, Mazama americana, y M. guazoubira,
Dasyprocta punctata, Sylvilagus brasiliensis, Penélope obscura, especie no
identificada de la Familia Dasypodidae, roedores pequeños, y algunas especies que
no son presas preferenciales porque comparten áreas territoriales con los felinos
como el zorro (Cerdocyon thous) y mayuato (Procyon carnivorus).
Tabla1
Especies de mamíferos identificadas y signos encontrados. Observación directa (OD), Huellas (H), Fotografía de trampa cámara (TC), Fotografía manual (FM). Fecas (F). Se indican
también los nombres comunes utilizados localmente (extraída de informe sobre Baritú, Red yaguareté)
---------------------------------------------------------------------------------------
Especie/Género/Familia Nombre común Tipo de signo Familia Dasypodidae
Armadillo H
Myrmecophaga tridactyla Oso hormiguero, oso bandera
H
Cebus apella Mono caí OD, FM
Cerdocyon thous Zorro de monte OD, H, TC, FM, F
Lycalopex gymnocercus Zorro Gris TC
Lycalopex culpaeus Zorro colorado H
Herpailurus yaguarondi Gato moro, yaguarundi OD, H, TC
Oncifelis geoffroyi Gato montés, tigrillo TC
Leopardus pardalis Gato onza, ocelote, tigrillo H, TC
Puma concolor Puma, león OD, H, TC, FM, F
Panthera onca Yaguareté, tigre, overo OD, H, TC, F
Leopardus wiedii Margay H
Lontra longicaudis Lobito de río, nutria OD, H, FM, F
Procyon cancrivorus Mayuato, vizorro H, TC, F, OD
Tapirus terrestres Anta, tapir OD, H, TC, FM, F
Tayassu pecari Pecarí labiado, majano H
Mazama americana Corzuela colorada OD, H, TC, FM, F
Mazama guazoubira Corzuela parda, pardo OD, H, TC, FM, F
Hippocamelus antisensis Taruca-Venado H, F
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
41
Sciurus ignitus Ardilla, matasto OD, FM
Dasyprocta punctata Acutí OD, H, TC, F
Orden Rodentia Roedor pequeño H
Sylvilagus brasiliensis Conejo, tapetí H, TC, F
Lagidium viscacia Vizcacha serrana-chinchillón OD
Eira Barbara Hurón mayor, tocor TC,OD
Hydrochoerus hydrochaeris Carpincho H
En base a los requerimientos territoriales y alimenticios mínimos de los grandes
predadores y su función reguladora en el ecosistema, la identificación de distintas
especies de grandes predadores en una misma área como Panthera onca, Puma
concolor, Oroaetus isidori, Harpyhaliaetus solitarius y Spizastur melanoleucus,
reflejan la buena calidad de hábitat y rica biodiversidad que alberga el ecosistema.
Es importante destacar el aporte de este estudio en cuanto a la incorporación de
nuevas especies a los listados oficiales del PN Baritú como el águila poma (Oroaetus
isidoris), confirmación de presencia de oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla); la
nueva cita de distribución para el espartillero estriado (Asthenes maculicauda) en
Argentina, y los registros de especies criticas o de valor especial como el lobito de río
(Lontra longicaudis), ocelote (Leopardus pardalis), taruca (Hippocamelus antisensis)
y yaguareté (Panthera onca), entre otras.
La avifauna es muy variada, los últimos estudios registran 255 especies que pueblan
el PN Baritú, de las cuales 21 nidifican allí. El cóndor andino (Vultur gryphus), jotes
cabeza negra (Coragyps atratus), y de cabeza colorada (Cathartes aura), loros,
urracas, tucanes y el boyero gigante son especies características de la zona. Las
especies en peligro albergadas son seis: águila solitaria (Harpyhaliaetus solitarius),
águila viuda (Spizastur melanoleucus), halcón peregrino (Falco peregrinus), pava del
monte alisera (Penelope dabbenei), y mirlo de agua (Cinclus schulzi). Además
alberga siete especies exclusivas, es decir, que no se encuentran en otros parques
nacionales como el colibrí mediano (Colibri serrirostris), espartillero serrano
(Asthenes sclateri), titiri goteado (Margarornis squamiger), mosqueta rabadilla
ocrácea (Phyllomyias uropygialis), benteveo de barbijo (Myiodynastes
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
42
chrysocephalus), calandria castaña (Mimus dorsalis) y arañero garganta gris
(Myiborus miniatus) (Chébez 2005).
Durante los relevamientos realizados por Red Yaguareté se registraron por
observación directa o indirecta por vocalización 120 especies de aves, incorporando
una especie nueva al listado de aves del PN Baritú, águila poma (Oroaetus isidoris) y
una nueva cita de distribución del espartillero estriado (Asthenes maculicauda) en
Argentina.
Existen 19 especies de reptiles confirmadas tales como largarto trepador yungueño
(Tropidurus melanopleurus), ututu yungueño (Cnemidophorus leachei), culebra ciega
del Baritú (L. stratiulus), ñacaniná de monte (Mastigodryas bifossatus), yarará chica
(Bothrops neuwiedi), entre otras (Chébez 2005).
Entre los anfibios, es interesante mencionar la presencia de ranas marsupiales del
género Gastrotheca, en especial la de pintas doradas (G. chrysosticta), al típico
sapito yungueño (Chaunus rumbolli), al sapito de panza roja (Melanophryniscus
rubiventris toldosensis) y la rana trepadora (Hypsiboas marianitae) (Chébez 2005).
LA GENTE Y EL PARQUE NACIONAL BARITÚ
Dentro del Municipio Los Toldos, las comunidades de Lipeo (24 familias) y Baritú (15
familias) (Malizia 2004) son las que presentan una mayor relación con el PN Baritú,
estando la primera ubicada dentro del mismo y la segunda en zonas colindantes.
Lipeo se ubica en el valle de Lipeo, a unos 1.200 m s.n.m. y Baritú se ubica en el
valle de Baritú, a unos 1.500 m s.n.m. Estas comunidades son marginales social y
económicamente, producto del aislamiento geográfico en el que se encuentran. Las
familias de Lipeo cultivan cítricos que venden a compradores bolivianos e
intercambian algunos productos (naranjas, maíz a cambio de papas, ocas, carne
ovina y lana) con comunidades de los pisos más altos (Santa Victoria del Oeste sobre
todo). En Baritú, la gente tiene mucho contacto con los cerrenos (Santa Victoria del
oeste, Trigo Huaico) con los cuales realizan trueques, además dos de las pocas
formas de ingreso en dinero son la venta de ganado vacuno a Bolivia y la venta de
artesanías en el pueblo de Los Toldos.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
43
Foto 16
Poblador local en parcela de agricultura abandonada
-------------------------------------------------------------------------
Foto 17
Localidad de Lipeo, dentro del Parque Nacional Baritú
------------------------------------------------------------------------
Desde la creación del PN Baritú y durante casi dos décadas, los pobladores de la
comunidad de Lipeo, al no ser dueños de la tierra y vivir dentro del mismo fueron
considerados como “intrusos”, por lo que no tenían oportunidades para conseguir
permisos precarios de ocupación ni permisos de pastaje y cultivo y su presencia
dentro del PN Baritú o cualquier uso de los recursos pertenecientes al mismo
resultaba ilegal (Newsham informe inédito). Recién en el año 1992 se establece el
estatus legal de los pobladores de Lipeo. La Administración de Parques Nacionales
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
44
les otorgó el uso de más tierra para cultivo y permitió que algunas organizaciones
trabajen junto a los lipeños dentro del PN Baritú en proyectos con el fin de reducir la
pobreza a través de actividades de desarrollo productivo sustentable y la
conservación de los recursos naturales. Las actividades agrícolas y ganaderas que
se han iniciado con los pobladores de Lipeo son cultivo e injerto de plantas cítricas,
cultivo de verduras de huerta (repollo, lechuga, tomate, pimiento), y cría de gallinas
ponedoras. También se han realizado actividades de capacitación en cuanto a la
sanidad y prevención de enfermedades en el ganado bovino y porcino.
Foto 18
Frutales injertados cultivados por pobladores locales
-----------------------------------------------------------------------
Economía
Como se explicó anteriormente, el aislamiento en que se encuentra el municipio de
Los Toldos ha permitido la preservación de costumbres y técnicas tradicionales de
uso de la tierra (Levy Hynes et al 1997).
La localidad de Baritú, por sus características particulares como presentar una baja
densidad poblacional, ser la población más aislada, encontrarse fuera del territorio
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
45
del PN Baritú, posiblemente es el lugar donde más se conserva el uso tradicional de
la tierra que realizaban los campesinos de las Yungas (Brown com. Pers.).
Los productores de Lipeo y Baritú practican la agricultura migratoria y la ganadería
trashumante complementadas por algunas actividades agrícolas sedentarias. El
territorio que utiliza una familia es amplio debido a que no tienen realmente límites de
tierra. Las parcelas permanentes de frutales y cultivos anuales ocupan 2 a 4 ha por
familia y se ubican en las cercanías de la casa. Además, cada familia trabaja en el
monte (“desmonte o roza”) donde cultivan maíz asociado a pequeñas cantidades de
poroto o zapallo.
En ambas comunidades, los pobladores trabajan con sistemas agroforestales
permanentes y secuenciales. Los permanentes son el huerto frutal, la parcela mixta y
la huerta y los secuenciales se diferencian en parcelas de cultivo anual, con tiempo
de barbecho corto y parcelas de cultivo anual con tiempo de barbecho largo.
El huerto frutal, presente en la comunidad de Baritú, es una parcela cuyo fin es la
producción de frutas (aunque pueden estar presentes otros tipos de cultivos). Las
especies de frutas que predominan son la pera (34%), el durazo (18%) y la manzana
(16%), mezclando plantas criollas e injertadas. Estos huertos están cerrados de
diferentes maneras (pircas, alambrado, palos muertos) para evitar el ingreso de
animales. Además presentan cortinas compuestas por especies exóticas como el
pino patula, ciprés o eucaliptos, que sirven como rompevientos y previenen heladas.
La parcela mixta, presente en la comunidad de Lipeo, consiste en una mezcla de
plantas anuales y perennes, con doble propósito de producción (frutas y legumbres).
En general se encuentran cerca de la casa en terrenos con mucha pendiente. Las
asociaciones son frutales (naranja, lima y limón) con cultivos como la papa, maíz,
maní y/o con hortalizas. Se mezclan también frutales injertados con criollos. Las
parcelas son cerradas al igual que en Baritú para evitar la entrada de animales pero
aquí no existen cercos vivos ya que esta comunidad se encuentra dentro del PN
Baritú donde está prohibida la introducción de árboles exóticos al territorio.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
46
La huerta, presente en ambas comunidades, es una parcela pequeña cuyo fin es la
producción de hortalizas para complementar la alimentación de la familia. Pueden
estar integradas al huerto frutal o a la parcela mixta o delimitada como una parcela
aparte. Los pobladores compran las semillas o las sacan de la producción anterior y
suelen tener dos ciclos. En otoño-invierno siembran acelga, arveja, lechuga, cebolla,
papa, remolacha, repollo y zanahoria y en primavera-verano zapallo, zapallitos, maíz,
perejil y zanahorias.
Las parcelas de cultivo anual (tiempo de barbecho corto) son aquellas donde la
producción de cultivo es anual y el tiempo de descanso de la tierra es menor a 10
años. Es un sistema agroforestal secuencial donde el componente agrícola y el
forestal no se encuentran al mismo tiempo en la parcela sino de forma sucesiva.
Estas parcelas, están presentes en Baritú sobre pendientes suaves y en Lipeo sobre
pendientes con mayor inclinación. Las parcelas de cultivo anual (tiempo de barbecho
largo) se practican en zonas muy quebradas, de difícil acceso. En ellas se cultivan 1
o 2 años como máximo después de un tiempo de descanso de 10 a 30 años para la
recuperación de la tierra.
En relación a la ganadería, la vacuna es la más importante del área. Se desarrolla
tradicionalmente mediante un sistema de trashumancia entre las zonas de Bosque
Montano y Pastizales en el verano y la Selva Montana (monte) en el invierno. La
mayoría de los pobladores acostumbran a trasladarse e instalarse en sus puestos
en el monte durante todo el invierno, mientras que una minoría solo se traslada al
monte cada 15 o 20 días para verificar el estado de sus animales. En cambio, en el
verano, el ganado es retirado de las tierras bajas porque se transforma en un lugar
poco propicio para la hacienda y de difícil acceso por la crecida de los ríos (Malizia
2004). El ganado se alimenta de las pasturas y generalmente no utilizan alimentos
suplementarios. El estado sanitario de los animales es muy deficiente, ya que
difícilmente utilizan vacunas y antiparasitarios en forma periódica (Ferro 2004).
Uso de las plantas por la gente
Las Yungas son uno de los reservorios más importantes de biodiversidad y
germoplasma de Argentina: entre las especies indígenas del noroeste se encuentran
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
47
parientes cercanos o formas salvajes de varias especies cultivadas, además de
hierbas, árboles y arbustos con propiedades medicinales, forestales, frutales y
ornamentales (Grau 1994).
Levy Hynes et al (1997) realizaron estudios en comunidades campesinas cercanas al
PN Baritú donde registraron el uso de aproximadamente 180 especies, siendo 106
silvestres y 74 cultivadas. Algunos ejemplos de estas plantas son nogal criollo
(Juglans australis), chilto (Cyphomandra betacea), mora (Rubus sp), serminuela
(Lochroma australe), arrayán (Eugenia uniflora), mato (Myrcianthes pungens), vila
vila (Solanum sisymbrifolium), tala (Celtis sp.) y el peciolo de la kirusilla (Gunnera sp.)
(Levy Hynes et al 1997). Además se registraron 54 especies, en su mayoría
silvestres, con valor medicinal. Estudios más recientes (Hilgert 2007) han
contabilizado más de 350 especies de plantas silvestres utilizadas, de las cuales 158
representan especies medicinales y 60 alimenticias.
Las especies leñosas se utilizan para leña (pino y aliso), madera (cedro y nogal),
confección de herramientas (lapacho y palo barroso), confección de utensilios
(cedro, antarco, sauco, ceiba), construcción de techos (cortezas de pino, cedro y
nogal), tinturas (aliso, nogal, amarillo) (Levy Hynes 1997).
Si bien el aislamiento geográfico en el que se encuentran las comunidades
campesinas como Baritú y Lipeo ha permitido la preservación de los usos
tradicionales de la tierra, el mejoramiento de los medios de acceso ha producido un
reemplazo de los productos naturales por productos de origen comercial, pudiendo
traer aparejada la pérdida de los valores y conocimientos sobre el uso de los
recursos naturales. Esto podría estar sucediendo con ciertos cultivos tradicionales
como el yacón, la achera y la papa balusa que se están perdiendo posiblemente por
su reemplazo con ciertos alimentos comerciales amiláceos (Levy Hynes et al 1997).
SERVICIOS
Algunos de los servicios turísticos (circuitos y travesías) que se ofrecen en el área del
PN Baritú son el circuito Baritú – Los Helechos, el circuito El Cedral de Baritú,
Circuito Lipeo - Aguas Termales, Circuito Parque Nacional Baritú, Circuito Lipeo –
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
48
Baritú -Sidras, Circuito Baritú - Nogalito y Travesía Lipeo – Cañañí - Santa Victoria
Oeste. Estos recorridos permiten admirar ciertas características de las Yungas como
el maravilloso Cedral del Baritú, con ejemplares de Cedro que alcanzan en esta
región tamaños imponentes de hasta 2 metros de diámetro o los helechos
arborescentes, ejemplares únicos en las selvas de montaña del noroeste de
Argentina que pueden alcanzar los 4 a 5 metros de altura. Además, se pueden
conocer las actividades productivas que se desarrollan en las localidades.
Además de las guiaturas dirigidas por gente local que conocen muy bien la zona, se
ofrecen otros servicios turísticos como alojamiento (posadas) en viviendas locales,
comedores donde disfrutar de comidas típicas de la zona, transporte y alquiler de
caballos y venta de artesanías (Anexos 3 y 4).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
49
VALOR DE CONSERVACIÓN
LOS BOSQUES NUBLADOS EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
A lo largo de las cadenas montañosas de los Andes y Centroamérica se extiende un
sistema boscoso que se caracteriza por una enorme diversidad biológica, por
regular los importantes caudales hídricos de los ríos que atraviesan el continente y,
sobre todo, por compartir una historia de uso y de oferta de recursos en forma
interrumpida con la humanidad durante por lo menos la última decena de miles de
años (Brown y Kapelle 2001). Sin embargo hoy se presentan como uno de los
sistemas más frágiles a la intervención humana y sobre el cual están cayendo con
inusual fuerza los procesos de degradación por sobre-utilización y conversión en
sistemas agrícolas y campos de pastoreo. En muchas áreas estos procesos de
empobrecimiento están asociados a la violencia política y económica que
paradójicamente los está despoblando, llevando a sus otrora pobladores a
incrementar los cordones de pobreza periurbanos o a colonizar nuevas áreas
“vírgenes” incrementando los procesos de degradación.
Estos Bosques Nublados y sus sistemas forestales colindantes han recibido
numerosas denominaciones a través de su extenso recorrido latitudinal por la espina
dorsal de América, desde “Bosque Mesófilo de Montaña” en México, “Selva Nubosa”
en Guatemala, “Bosque Nublado” en Honduras, “Nebliselvas” en Nicaragua;
“Bosque Nuboso” en Costa Rica, “Bosques o Selvas Andinas” en Colombia; “Selvas
Nubladas” en Venezuela; “Selva Tucumano-bolivianas” o “Yungas” en Argentina y
Bolivia.
El clima en general es templado cálido con temperaturas promedio mensuales entre
20º y 30º C pudiendo bajar a 10º C en las áreas subtropicales en invierno, donde
también pueden presentar heladas (temperaturas bajo 0º C) en los extremos
latitudinales de su distribución en países como Argentina (Brown et al. 2001).
La fisonomía de los Bosques Nublados varía con el gradiente altitudinal. Los BN de
altura, ubicados e la cima de montañas tropicales, se presentan achaparrados, con
troncos y ramas tortuosos, y el suelo mullido de humus, hojarasca y humedad (Silver
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
50
et al. 2001). En áreas de ladera estos bosques se presentan más desarrollados,
sobrepasando los 30 metros de altura como los que se pueden observar en México,
Guatemala, Honduras, Venezuela, Argentina y donde los epifitos siguen siendo el
componente abundante y diverso que los definen estructuralmente.
Los valores emergentes de los BN son la gran superficie que cubren en los sistemas
montañosos de América Latina, la alta biodiversidad que albergan, su rol en la
captación de agua, su alto valor de productividad, las numerosas y complejas
interacciones bióticas que entre sus especies se desarrollan, los recursos que
aportan (maderables y no maderables) y la alta diversidad de especies que se
cultivan en ellos (Brown y Kapelle 2001).
Dentro de los riesgos a los que se enfrentan, podemos mencionar la transformación
en tierras agrícolas y campos de pastoreo, los incendios forestales, la degradación y
pérdida de biodiversidad, la introducción de especies exóticas y el largo tiempo que
requieren para recuperar su estructura (Brown y Kapelle 2001).
El panorama de la situación futura de los BN y de las poblaciones que los habitan es
lamentablemente pesimista. No hay duda de los importantes servicios que los BN
han dado y están dando a la humanidad. Sin embargo el proceso dominante es el
de la degradación y conversión en sistemas más simples controlados por la mano
del hombre, su degradación y posterior abandono. Se han realizado importantes
esfuerzos a través de la creación de un importante número de reservas en muchos
países (Tabla 2), que suman en conjunto varios millones de hectáreas, y se ha
logrado posiblemente una mayor conciencia pública sobre el valor de los BN
(principalmente para la provisión de agua potable para los centros urbanos). Sin
embargo ello no es suficiente y no podremos asegurar la preservación del grueso de
los BN si no orientamos el esfuerzo a trabajar sobre la matriz dominante del paisaje,
es decir hacia los bosques secundarios, los agroecosistemas, los sistemas de
aprovechamiento de los recursos naturales y complementariamente, la creación de
nuevas áreas reservadas y establecimiento de corredores biológicos o ecológicos en
los sectores más críticos o prioritarios que fueran identificados. Para poder realizar
esto hacen falta recursos financieros, muchos más de los que se ha recibido hasta
el presente, pero particularmente hacen falta estructuras institucionales fuertes
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
51
(técnica y políticamente) en cada uno de los países con BN, alimentadas con el
capital humano altamente capacitado, que nuestros países tienen distribuidos por el
mundo. Estas instituciones con la mirada puesta en los sistemas naturales pero
también (y sobre todo) en los sistemas sociales y productivos, deberían ser las
encargadas de generar la información necesaria y establecer las estrategias
regionales de conservación y desarrollo asociadas a la conservación de la
biodiversidad, a establecer prácticas agrícolas diversificadas (y rentables) y a
impulsar sistemas de aprovechamiento sustentables de los recursos naturales.
Tabla 2
Superficie de bosques nublados por país y superficie protegida en áreas de reserva en los distintos países de América Central y del Sur (Brown y Kapelle 2001)
------------------------------------------------------------------------------------------------------
País Superficie Bosque Nublado (ha) Superficie Protegida (ha)
México 800.000 183.000
Guatemala 50.000 20.000
Honduras 417.600 103.200
Nicaragua 551.000 510.000
Costa Rica 1.075.700 648.900
Panamá 2.265.500 566.400
Venezuela 9.100.000
Colombia 33.288.000 4.770.000
Ecuador 11.200.000 1.448.700
Perú 2.355.500
Bolivia 6.000.000 2.900.000
Argentina 4.000.000 243.000
TOTAL >75.000.000 22.848.700
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
52
CONTEXTO REGIONAL
En Argentina los bosques húmedos subtropicales ocupan dos áreas disyuntas entre
los 23 y 29 grados de latitud Sur separados entre sí por la gran planicie de bosques
xerófilos chaqueños (Cabrera 1976). En el noreste (Provincias de Misiones,
Corrientes, Formosa y Chaco) se desarrolla la llamada “selva misionera” de origen
biogeográfico vinculado con la Floresta Atlántica de Brasil (Brown et al 2002) con un
rango de precipitaciones entre los 1500-2000 mm anuales distribuidas
uniformemente a lo largo del año. En el noroeste se encuentran las Yungas o
selvas subtropicales de montaña, de origen andino, con sus precipitaciones
ampliamente concentradas en el período estival o de verano (Noviembre-Marzo).
Ambos núcleos selváticos de similar superficie territorial (Mapa 7) representan en
conjunto menos del 2% del territorio nacional pero acumulan más del 50% de la
biodiversidad presente en Argentina (Brown et al 2002).
Mapa 7
Distribución de las selvas subtropicales en Argentina
---------------------------------------------------------------------
Las Yungas ocupan las laderas de montañas que presentan una distribución
discontinua en el sentido predominantemente Norte-Sur, discontinuidad originada
principalmente en la irregular distribución de los cordones montañosos sobre los que
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
53
las mismas se desarrollan. Esta discontinuidad orográfica genera, a su vez, una
discontinuidad en la distribución de estos bosques húmedos, lo que tiene una clara
incidencia en el patrón de distribución geográfico de la biodiversidad. En tal sentido
se reconocen tres sectores geográficos latitudinales (Norte, Centro y Sur) con
bosques xerofíticos chaqueños serranos en las áreas intermedias. La historia
climática de la región y el aislamiento de los distintos sectores posiblemente han
jugado un papel importante en determinar la composición biológica actual, lo que se
refleja en el patrón geográfico de endemismos (Brown 1986). En tal sentido la
concentración de endemismos de bosques húmedos respondería a las posibilidades
de migración latitudinal y a la existencia de áreas que se comportan como refugios al
largo plazo. A juzgar por el número de especies endémicas pertenecientes a distintos
grupos taxonómicos y formas de vida (plantas epífitas y arbóreas, aves, anfibios,
moluscos) la Alta Cuenca del Río Bermejo en Argentina, donde se encuentra el PN
Baritú y su área de influencia y las áreas contiguas de Bolivia (Tariquía, Tarija)
posiblemente se han comportado como un refugio de biodiversidad durante el
Pleistoceno (Brown et al 2001).
Las poblaciones vegetales silvestres existentes en las Yungas son extremadamente
valiosas, consideradas como fuente de diversidad genética original o secundaria. En
el extremo sur de las Yungas y en la Selva Misionera se encuentra la reserva más
importante de biodiversidad y germoplasma de Argentina. Todas estas especies
vegetales con sus propiedades sirven para una variedad de actividades como
ornamentales, medicinales, forestales y alimenticias. Desafortunadamente, estas
selvas del noroeste argentino corren el riesgo de desaparecer por el avance de los
desmontes.
Durante los últimos 15 años y a partir de una serie de reuniones y talleres realizados
en la región con la participación de distintos actores sociales se determinó a la “Alta
Cuenca del Río Bermejo” (ACRB) como el área prioritaria de conservación de las
Yungas de Argentina y Sur de Bolivia (Brown 1995a) y la zona ha sido considerada
como una de las áreas de “biodiversidad sobresaliente” de la Argentina (Mapa 8)
(Bertonatti y Corcuera 2000).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
54
Mapa 8
Áreas prioritarias de conservación en las Yungas de la Alta Cuenca del Río Bermejo y localización de la RBYungas
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
55
RESERVA DE LA BIOSFERA DE LAS YUNGAS
En Noviembre de 2002 se creó en el Noroeste de Argentina la Reserva de la
Biosfera de las Yungas (RBYungas) en el marco del Programa del Hombre y la
Biosfera (MAB) de la UNESCO. La RBYungas cuenta con una superficie de
aproximadamente 1.300.000 ha, siendo la más grande de nuestro país y la única
que incluye territorio de dos provincias (Jujuy y Salta), cubriendo una amplia
superficie continua de Yungas (Mapa 9, Reserva de la Biosfera de las Yungas
2002).
Mapa 9
Límites de la Reserva de Biosfera de Yungas
-------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
56
El objetivo de esta reserva es la implementación de acciones para lograr la
conservación y el manejo sustentable de la ecoregión de las Yungas. En la
RBYungas se encuentran representados los cuatro pisos altitudinales que
componen las Yungas, Selva Pedemontana (400- 700 m s.n.m.), Selva Montana
(700-1500 m s.n.m.), Bosque Montano (1500-3000 m s.n.m.) y Pastizales de
Neblina, estos últimos de vinculación biogeográfica y ecológica con el páramo
(arriba de 3000 m s.n.m.) (Lomáscolo y Malizia 2006).
La RBYungas es el marco de discusión y consenso para la implementación de una
estrategia regional de integración institucional orientada a la conservación de la
biodiversidad y el desarrollo sustentable que incluye la participación del gobierno,
comunidades locales, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales.
Dicha estrategia se basa en cuatro ejes: 1- institucionalización de las acciones de
conservación y desarrollo, 2- manejo de áreas protegidas, 3- desarrollo local y 4-
relevamiento y monitoreo ambiental (Lomáscolo y Malizia 2006). Las acciones en
cada uno de estos cuatro ejes intentan vincular la generación de información
ecológica con la toma de decisiones en el contexto de una propuesta de
ordenamiento territorial para la RBYungas y su área de influencia (Brown et al
2007).
La heterogeneidad social y ambiental representada en la RBYungas constituye un
gran desafío para su gestión. Como se mencionó anteriormente, la región se
caracteriza por la diversidad de intereses en juego en relación con la conservación
de los ecosistemas y el interés económico que sus recursos representan para el
sector privado. Esta realidad, realzada desde la creación de la RBYungas, ha
condicionado a los gobiernos locales a tomar un rol más activo para liderar la
evolución de las discusiones y la generación de alternativas que compatibilicen los
distintos intereses en juego (Lomáscolo y Malizia 2006; Brown et al 2007).
CONTEXTO LOCAL
El PN Baritú es un sector de Yungas de gran importancia ornitológica, presenta una
alta diversidad de aves, incluyendo varias especies de distribución en la Argentina
bien localizada (Moschione 2007). Representa el sector más norteño de las Yungas
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
57
en la Argentina con posibilidad de conectividad con los ambientes similares
bolivianos a través de la Reserva Tariquía. Se registraron 270 especies de aves
aunque son necesarios más estudios. Hay registros de grandes águilas selváticas
(Harpyhaliaetus solitarius, Spizastur melanoleucus), la pava de monte alisera
(Penelope dabbenei) es común en ciertos sectores de Los Toldos y Baritú donde los
pobladores reconocen que se caza habitualmente para su consumo (A. Di Giacomo
com. pers.). Este Parque ha sido considerado como un área clave para la
conservación de aves amenazadas neotropicales (Moschione 2007), y declarado
AICA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves) de Birdlife International,
programa enfocado a la identificación, documentación y conservación de una red de
sitios críticos para las aves del mundo (Mapa 10).
Mapa 10
Parque Nacional Baritú y otras AICAS relacionadas al mismo
--------------------------------------------------------------------------------
Las especies dentro del PN Baritú de gran importancia ornitológica se dividen en
cuatro categorías. La categoría A1 (especies amenazadas a nivel mundial) incluye a
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
58
Vultur gryphus (casi amenazada en Argentina), Harpyhaliaetus solitarius (casi
amenazada), y Ara militaris (vulnerable), Cinclus schulzi (vulnerable) y Amazona
tucumana. La categoría A2 (especies de distribución restringida) incluye a las dos
últimas especies de la categoría A1, además de Eriocnemis glaucopoides, Grallaria
albigula, Scytalopus zimmeri, Elaenia strepera y Penelope dabbenei (vulnerable).
Esta última también considerada dentro de la categoría C1, especie amenazada a
nivel nacional. Por último, hay cuatro especies consideradas endemismos de biomas
(categoría A3).
Existen otras AICAS, que por su cercanía al PN Baritú, se encuentran muy
relacionadas al mismo (Mapa 10). Este es el caso de Santa Victoria y Lipeo, AICA
que se encuentra en contigüidad con el PN Baritú. Representa un sector de mayor
altura y ambientalmente complementario al PN Baritú. Desde las zonas altas
presenta la secuencia completa de los ambientes, los Pastizales de altura, alternando
en las laderas más secas con matorrales de bromeliáceas Abromeitella, bosques de
queñoa (Polylepis australis), de aliso (Alnus acuminata) y pino del cerro (Podocarpus
parlatorei), y luego bosques de mirtáceas de la Selva Montana. Al ser un área vecina
del PN Baritú, es importante considerar medidas de conservación para mantener la
integridad de ambos sectores (Moschione 2007).
El Parque Provincial Laguna Pintascayo considerado también un AICA, se encuentra
relacionado con el PN Baritú, asegurando su continuidad hacia el sur con los
sectores yungueños orientales. Es un área de Yungas típicamente pedemontana, de
gran importancia para la continuidad del corredor latitudinal de la Reserva de Biosfera
de las Yungas.
El principal valor de conservación de la zona radica en la combinación de un
ambiente de Selvas Montanas y Bosques Montanos en muy buen estado de
conservación, con la presencia de campesinos que presentan una fuerte vinculación
con el bosque y utilizan métodos tradicionales para su explotación (Informe L.I.E.Y.
1999). Las actividades de agricultura generan un paisaje particular y entre las
parcelas que aún están en uso y el bosque maduro hay varias etapas de sucesión
ecológica. Se encuentran parcelas de cultivos típicos de la zona, parcelas recién
abandonadas (de 5 años aproximadamente), parcelas con 50 años de abandono y,
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
59
finalmente, bosques maduros mixtos (Brown y Grau 1999). Estas cronosecuencias
permiten reconstruir espacialmente la secuencia histórica de las actividades de los
pobladores, lo que tiene gran importancia turística, educativa y científica.
La importancia de la conservación de esta área radica, por ejemplo, en la presencia
de ciertas especies como el yaguareté. Argentina es probablemente el país en donde
la especie ha perdido mayor superficie de distribución, habiendo sufrido una
retracción del 85% aproximadamente (Red Yaguareté 2008). El corredor Serranías
de Zapla – Calilegua – Baritú se destaca en cuanto a importancia y potencial para la
conservación del yaguareté, ya que la zona contiene selvas en buen estado de
conservación, con extensiones de monte continuas, presencia humana relativamente
baja, fragmentación antrópica menor a la que existe en otras ecoregiones y que
mantiene continuidad con el ambiente selvático boliviano (próximo a la Reserva de
Flora y Fauna de Tariquía, de 246.870 ha).
Además su cercanía a la Reserva Nacional EL Nogalar así como al Parque Provincial
Laguna Pintascayo y su pertenencia a la Reserva de la Biosfera de las Yungas como
una de las zonas núcleo, permite integrar el manejo del PN Baritú a una estrategia de
conservación regional.
PROYECTOS E INTEGRACIÓN INSTITUCIONAL
Desde poco antes de la creación de la RBYungas y durante sus primeros siete años
de existencia, se han logrado concretar en la región un importante número de
iniciativas impulsadas por diferentes sectores de interés (Lomáscolo y Malizia 2006;
Brown et al 2007):
Creación del Comité de Gestión de la RBYungas, que se reúne periódicamente
para planificar actividades dentro del ámbito de la Reserva. Este Comité está
compuesto por los estados provinciales de Salta y Jujuy, la Administración de
Parques Nacionales, gobiernos municipales, empresas, comunidades locales y
organizaciones de la sociedad civil. La participación de la población rural y la
posibilidad de fijar metas de contenido y alcance local se ve garantizada por los
Comités Zonales. El área del Municipio de Los Toldos está representada por uno
de los Comités Zonales (CZ Norte).
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
60
Implementación del Proyecto Alto Bermejo, destinado a fortalecer la
institucionalización de la RBYungas, la consolidación de las reservas, el
desarrollo local y el monitoreo ambiental (Fondo Francés para el Medio
Ambiente Mundial, ONF Internacional, Fundación ProYungas e instituciones
contrapartes).
Desarrollo de un proyecto de turismo rural de base comunitaria (Rutas del Alto
Bermejo), que integra comunidades locales (San Francisco, Los Toldos, Santa
Victoria) con la generación de servicios a lo largo de antiguas rutas de
trashumancia y que unen la selva con los pastizales de altura y la Puna.
Particularmente en lo que concierne a RNLT este proyecto está desarrollando el
eje Santa Victoria Oeste – Lipeo – Los Toldos (Corporación Andina de Fomento,
Consejo Federal de Inversiones de Argentina, Programa de Andes Tropicales,
CODESPA, Fundación ProYungas, Gobierno de Jujuy-CFI).
Creación de áreas de manejo forestal certificadas en la región.
Aproximadamente 100.000 ha ya han sido certificadas o están en vías de serlo
(Forestal Santa Bárbara y Grupo de Manejo Forestal Latinoamericano). Ambas
empresas poseen propiedades en el área de influencia de la RNLY y del
Municipio de Los Toldos como Finca Pintascayo (GMF) y Finca Candelaria
(FSB). A esto se le suman unas 2.000 ha de bosques incluidos en un Programa
de Buen Manejo Forestal, impulsado por el sector ambiental (Fundación
ProYungas, Fundación Vida Silvestre Argentina y Greenpeace Argentina) y
financiado con aporte privado (Empresa NorAndino Argentina S.A). En todos los
casos, entre el 15-20% de la superficie total de las propiedades son destinadas a
conservación.
Proyectos y actividades de desarrollo local con comunidades campesinas y
aborígenes en el área. Estas actividades se han incrementado
considerablemente durante estos últimos años e incluyen acciones de
planificación estratégica (Municipio de Los Toldos), producción y
comercialización de artesanías (Clubes de Madres y Cooperativa de Artesanas
en Los Toldos), producción de frutales (Los Toldos), producción de miel
(Comunidad de Los Naranjos y Los Toldos), viveros forestales y frutales (Los
Naranjos, San Andrés, Los Toldos), y servicios turísticos (Asociaciones de San
Francisco y Los Toldos). Estas actividades incluyen oportunidades de
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
61
capacitación que son realizadas por diversas instituciones con acciones en la
zona como FPY, APN, INTA).
Actividades de monitoreo ambiental, que incluyen áreas bajo aprovechamiento
forestal, vinculadas a ordenamiento territorial y con cambios de uso de la tierra a
escala de la RBYungas y su área de influencia. Estas acciones de monitoreo
incluyen relevamientos y censos de biodiversidad centrados en grupos
taxonómicos relevantes (mamíferos, aves, anfibios), establecimiento de parcelas
forestales permanentes (40 ha censadas y marcadas hasta el momento, algunas
de las cuales están en el interior de la RNLT), y digitalización de áreas
transformadas para agricultura y ganadería.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
62
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Arturi, M.F.; H.R.Grau; P.G.Aceñolaza y A.D.Brown. 1998. Estructura y sucesión
en bosques montanos del Noroeste de Argentina. Rev. Biología Tropical, 46: 525-
532.
Bertonatti, C. y J.Corcuera. 2000. Situación Ambiental Argentina 2000. Fundación
Vida Silvestre Argentina. 392 pp.
Bianchi, AR. y Yañez, C.E. 1992. Las precipitaciones del noroeste argentino. 2da
edición. INTA, Salta.
Blake J. G. y Rougés, M. 1997. Variation in capture rates of understory birds in El
Rey National Park, northwestern Argentina. Ornitología Neotropical 8: 185-193.
Brown, A.D. 1986. Autoecología de bromelias epífitas y su relación con Cebus
apella, Primates en el noroeste argentino. Tesis doctoral Universidad Nacional de La
Plata. 474 pp.
Brown, A.D. y H.R. Grau. 1993. La naturaleza y el hombre en las selvas de
montaña. Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ). 143 pp.
Brown, A.D. 1995a. Ecology and conservation of the Argentine Montane Forest.
Pp.107-115, en Hamilton,L., J. Juvik y F. Scatena, eds. Tropical Montane Cloud
Forests. Springer-Verlag Ecological Studies Vol. 110.
Brown, A.D. 1995b. Las selvas de montaña del noroeste de Argentina: problemas
ambientales e importancia de su conservación. Pp. 9-18, en Brown, A.D. y H.R. Grau,
eds. Investigación, conservación y desarrollo en las selvas subtropicales de montaña.
Laboratorio de Investigaciones Ecológicas de las Yungas, UNT.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
63
Brown, A.D. y A.Grau. 1999. Desarrollo agroforestal bajo condiciones de
sustentabilidad, Los Toldos, Salta. Informe final Proyecto PEA/OEA/GEF.
Brown, A.D. y M. Kapelle. 2001. Introducción a los bosques nublados del
geotrópico: una síntesis regional. En M. Kappelle y A.D. Brown (Eds.). Bosques
Nublados de Latinoamerica. Editorial INBio, Costa Rica. Pp: 25-38.
Brown, A.D.; H.R. Grau; L. Malizia y A. Grau. 2001. Los Bosques Nublados de la
Argentina. En M. Kappelle y A.D. Brown (Eds.). Bosques Nublados de
Latinoamerica. Editorial INBio, Costa Rica. Pp: 623-659.
Brown, A.D.; A. Grau; T. Lomáscolo y N.I. Gasparri. 2002. Una estrategia de
conservación para las Selvas Subtropicales de Montaña (Yungas) de Argentina.
Ecotrópicos 15: 147-159.
Brown, A.D. y L.R. Malizia. 2004. Las Selvas Pedemontanas de las Yungas: En el
umbral de la extinción. Ciencia Hoy 83: 52-63.
Brown, A.D. y L.R. Malizia. 2006. Lista comentada de los árboles de las Yungas.
Fundación ProYungas.
Brown, A.D., S. Pacheco, T. Lomáscolo y L.R. Malizia. 2006. Situación Ambiental
en los Bosques Andinos Yungueños. En: Situación Ambiental de la Argentina 2005
(A.D. Brown; U. Martínez; M. Acerbi y J. Corcuera, (eds.). Pp. 52-71. Fundación Vida
Silvestre Argentina.
Brown, A.D.; L.R. Malizia y T. Lomáscolo. 2007. Reserva de la Biosfera de las
Yungas: armando el rompecabezas entre todos. Secretaria Programa sobre El
Hombre y la Biosfera. Libro sobre Reservas de la Biosfera de países que integran la
Red IberoMAB.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
64
Cabrera, A. 1976. Regiones Fitogeográficas de la República Argentina.
Enciclopedia de Agricultura, Jardinería y Floricultura Tomo 2. Editorial Acme,
Buenos Aires. Pp: 1-85.
Chébez, J.C. 2005. Guía de las Reservas Naturales de la Argentina. Noroeste.
Editorial Albatros. 256 pp.
Easdale, T. A. 1999. Relación de disturbios y factores ambientales con la
diversidad, composición y estructura de comunidades leñosas en el Valle de Los
Toldos, Yungas Argentinas. Informe correspondiente a Convenio FA96 con World
Wildlife Fund-US; Programa de Becas para identificación de vacíos en información
botánica en América Latina y el Caribe. 21 pp.
Falke, F. y Lodeiro Ocampo, N. 2008. Identificación de conflictos yaguareté-hombre
en el norte de la provincia de Salta, Argentina. Reportes Tigreros. Serie Investigación
(1): 1-32. Red Yaguareté, Buenos Aires.
Ferro, E. 2004. Informe diagnostico ganadero productivo y lineamientos generales
de la Estrategia de intervención. Anexo I. Informe Proyecto PEA Nº 70 / PNUMA Nº
2222. Segundo Informe Parcial (Abril – Octubre de 2003). Fundación ProYungas.
Fundación ProYungas. 2008. Informe del Programa de Monitoreo Ambiental de
Ledesma SAAI.
Gasparri, N.I, M. Pinazo y J. Goya. 2003. Crecimiento individual y diámetro mínimo
de corta de Juglans australis: simulación de intervención en un rodal maduro en el
noroeste de Argentina. Revista Forestal Yvyraretá 11: 27-32.
Giannini, N. P. 1999. La interacción de aves-murciélagos-plantas en el sistema de
frugivoría y dispersión de semillas en San Javier, Tucumán, Argentina. Tesis de
Doctorado, Univ. Nac. Tucumán, Argentina.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
65
Gil Montero, R. 2005. Poblaciones de frontera. Los Toldos en los siglo XIX y
XX". Anuario de Estudios Bolivianos, Archivísticos y Bibliográficos. 2005. Nº 11, pp.
125 - 157. Ediciones Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia.
Grau, A. 1994. El tomate de las Yungas. Revista Ciencia Hoy 5 (25):26-34.
Grau, A. y A.D. Brown. 2000. Development threats to biodiversity and opportunities
for conservation in the mountain ranges of the Upper Bermejo River Basin, NW
Argentina and SW Bolivia. Ambio 29: 445-450
Grau, H.R. y T. Veblen. 2000. Rainfall variability, fire and vegetation dynamics in
neotropical montane ecosystems in north-western Argentina. Journal of
Biogeography, 27: 1107-1121.
Grau, H.R.; R. Gil Montero; R. Villalba; J. Carilla; E. Araoz; G. Massé y M. de Membiela. En prensa. Environmental history and forest regeneration dynamics in a
degraded valley of NW Argentina cloud forest. In Juvik, J., Bruijnzeel, S., and
Scatena, F. (Eds.). Forests in the Mists, Ecology and Conservation of Tropical of
Tropical Montane Cloud Forests. University of Hawaii Press.
Gurvich, D.E., T. Easdale y N. Pérez-Harguindeguy. 2003. Subtropical montane
tree litter decomposition: links with secondary forest types and species shade
tolerance. Austral Ecology 28: 666-673.
Hilgert, N. 2007. Plantas silvestres, ámbito doméstico y subsistencia. En Brown,
A.D., M. García Moritán, B. Ventura, N. Hilgert y L. Malizia. Finca San Andrés, un
espacio de cambios ambientales y sociales en el Alto Bermejo. Ediciones del
Subtrópico. Fundación ProYungas. Pp.187-228.
IUCN, Conservation International, and NatureServe. 2006. Global Amphibian
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
66
Assessment. <www.globalamphibians.org>. Acceso el 30 de Enero de 2008.
Langer, E., and V. Conti. 1991. Circuitos comerciales tradicionales y cambio
económico en los Andes Centromeridionales 1830-1930. Desarrollo Económico 31.
Lavilla, E. O., Ponssa, M. L., Baldo, D., Basso, N. G., Bosso, A., Céspedez, J., Chebez, J. C., Faivovich, J., Ferrari, L., Lajmanovich, R. C., Langone, J. A., Peltzer, P., Ubeda, C., Vaira, M. y Vera Candioti, F. 2000a. Categorización de los
anfibios de Argentina. Pp 11-34 En: E. O. Lavilla, E. Richard yG. J. Scrocchi,
editores. Categorización de los anfibios y reptiles de la república argentina. AHA, S.
M. de Tucumán.
Lavilla, E. O., Barrionuevo, J. S. y Baldo, D. 2002. Los anfibios insuficientemente
conocidos en argentina: Una reevaluación. Cuadernos de Herpetología 16: 99-118.
Levy Hynes, A.; A.D. Brown; H.R. Grau y A. Grau. 1997. Local knowledge and the
use of plants in rural communities in the montane forests of northwestern Argentina.
Mountain Research and Development 17: 263-271.
Lomáscolo, T. y S. Malizia. 2006. Reserva de Biosfera de las Yungas: un modelo
de gestión participativa. Pp. 68-71. En Brown, A.D., U. Martínez Ortíz, M. Acerbi, J.
Corcuera. (Eds.). La situación Ambiental argentina 2005. Fundación Vida Silvestre
Argentina. 587 pp.
Losert, A. 1997. La mujer campesina en Los Toldos. Estudio de caso mediante
análisis de género sobre la situación del trabajo familiar y el rol de la mujer en las
comunidades de La Misión y El Condado (Municipio de Los Toldos, Pcia. Salta).
Informe realizado en el marco del Proyecto Desarrollo Agroforestal en Comunidades
Rurales del Noroeste Argentino. GTZ.
Malizia, L. R. 2001. Seasonal Fluctuations of Birds, Fruits, and Flowers in a
Subtropical Forest of Argentina. The Condor 103:45-61.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
67
Malizia, M. 2004. Turismo rural de base comunitaria. Informe social: comunidades
de Los Toldos, Lipeo, Baritú y Santa Victoria Oeste. Fundación ProYungas.
Mazar Barnett J y M Pearman. 2001. Lista comentada de las aves
argentinas/Annotated checklist of the birds of Argentina. Lynx Edicions, Barcelona.
164 pp.
Morales, J.M.; M. Sirombra y A.D. Brown. 1995. Riqueza de árboles en las
Yungas argentinas. En Brown, A.D. y H. R. Grau (Eds.). Investigación, Conservación
y Desarrollo en las Selvas Subtropicales de montaña. Laboratorio de Investigaciones
Ecológicas de las Yungas, UNT. Pp: 163-174.
Morales, J.M. y A.D. Brown. 1998. Bosques montanos con diferente intensidad de
explotación. Bosques 17: 51-52.
Moschione, F. 2007. Parque Nacional Baritú. En Di Giacomo, A. S., M. V. De
Francesco y E. G. Coconier (editores). 2007. Áreas importantes para la
conservación de las aves en Argentina. Sitios prioritarios para la conservación de la
biodiversidad: 360-361. Temas de Naturaleza y Conservación 5. CD-ROM. Edición
Revisada y Corregida. Aves Argentinas/Asociación Ornitológica del Plata, Buenos
Aires.
Moschione, F. 2007. Santa Victoria y Lipeo. En Di Giacomo, A. S., M. V. De
Francesco y E. G. Coconier (editores). 2007. Áreas importantes para la
conservación de las aves en Argentina. Sitios prioritarios para la conservación de la
biodiversidad: 384-385. Temas de Naturaleza y Conservación 5. CD-ROM. Edición
Revisada y Corregida. Aves Argentinas/Asociación Ornitológica del Plata, Buenos
Aires.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
68
Moschione, F. 2007. Parque Provincial Laguna Pintascayoc. En Di Giacomo, A. S.,
M. V. De Francesco y E. G. Coconier (editores). 2007. Áreas importantes para la
conservación de las aves en Argentina. Sitios prioritarios para la conservación de la
biodiversidad: 371. Temas de Naturaleza y Conservación 5. CD-ROM. Edición
Revisada y Corregida. Aves Argentinas/Asociación Ornitológica del Plata, Buenos
Aires.
Nadir, A. y T. Chafatinos. 1990. Los suelos del N.O.A. Salta, Argentina.
Natenzon, C. E. 1993. Áreas Protegidas, Asentamientos Locales y Desarrollo: El
Caso del Parque Nacional Baritú. Informe presentado al Proyecto “Sociedad,
ambiente y desarrollo en el Alto Bermejo”. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad
de Buenos Aires.
Newsham, A. Datos inéditos. Parques y personas: el caso de Lipeo, un pueblo
dentro del Parque Nacional Baritú, Salta, Argentina. Informe Centre of African
Studies, University of Edinburgh.
Pinazo, M.A. y N. I. Gasparri, 2003. Cambios estructurales causados por el
aprovechamiento selectivo en el bosque Bosque Montano del norte de Salta,
Argentina. Ecología Austral: 13: 160-172.
Pinazo, M.A.; N.I. Gasparri; J.F. Goya y M.F. Arturi. 2003. Caracterización
estructural de un bosque de Podocarpus parlatorei y Juglans australis en Salta,
Argentina. Rev. Biol. Trop. 51 (2):361-368.
Prado, D.E. 1995. Selva Pedemontana: contexto regional y lista florística de un
ecosistema en peligro. In: Brown, A.D.; Grau, H.R. (eds.). Investigación, conservación
y desarrollo en las Selvas subtropicales de montaña. Laboratorio de Investigaciones
Ecológicas de las Yungas, UNT. p. 19-52.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
69
Ramadori, D. 1995. Agricultura migratoria en el valle del río Baritú, Santa Victoria
(Salta). En A.D. Brown y H. R. Grau (Eds.). Investigación, Conservación y Desarrollo
en Selvas Subtropicales de Montaña. Laboratorio de Investigaciones Ecológicas de
las Yungas, UNT. Pp: 205-214.
Reboratti, C. 1995. Apropiación y uso de la tierra en las Yungas del Alto Bermejo.
En Brown, A.D. y H. R. Grau (Eds.). Investigación, Conservación y Desarrollo en las
Selvas Subtropicales de montaña. Laboratorio de Investigaciones Ecológicas de las
Yungas, UNT. Pp: 199-204.
Reboratti, C. 1996. Sociedad, ambiente y desarrollo regional en la Alta Cuenca del
Río Bermejo. Instituto de Geografía, Facultad de Ciencias Naturales, Universidad de
Buenos Aires.
Reboratti, C. 1998. El Alto Bermejo. Realidades y conflictos. La Colmena. Buenos
Aires.
Red Yaguareté. Relevamiento de felinos en el Parque Nacional Baritú (Huayratu: Pueblo Chico).
Reserva de la Biosfera de las Yungas. 2002. Documento de presentación a la
UNESCO.
Rougés, M. y Blake, J. G. 2001. Tasas de captura y dietas de aves del sotobosque
en
el parque biológico Sierra de San Javier, Tucumán. Hornero 16:7-15.
Rougés, M. 2003. Bird community dynamics along an altitudinal gradient in
subtropical
montane forests. Ph.D. Diss. University of Missouri – St. Louis.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
70
Silver, W.L.; E. Martín-Spiotta y A.E. Lugo. 2001. El Caribe. En M. Kappelle y A.D.
Brown (Eds.). Bosques Nublados del Neotrópico. Editorial INBio. Pp: 155-182
Villalba, R.; H.R. Grau; J.A. Bonisegna; G.C.Jacoby y A. Ripalta. 1998. Tree-ring
evidence for long-term precipitation changes in subtropical South America. Int. J.
Climatol. 18 : 1463-1478.
Zamora Petri, M. 2005. Influencia de la ganadería trashumante y la apertura de
claros en la supervivencia y el crecimiento de Cedrela lilloi en Tariquia, Bolivia. En:
Ecología y producción de cedro (genero Cedrela) en las Yungas australes. Pacheco,
S. y A. Brown (Eds.). LIEY-Fundación ProYungas.
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
71
ANEXOS
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
72
Anexo 1
Folleto con las Fiestas tradicionales de la zona producido por la Administración de Parques Nacionales
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
73
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
74
Anexo 2
Límites del Parque Nacional Baritú
---------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
75
Anexos 3 y 4
Folletería con información general producida por la Administración de Parques Nacionales
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
76
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
77
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
78
Diagnóstico socio.ambiental Parque Nacional Baritú, Salta
79
top related