ciudades celtíberas rupestres

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ESPAÑA RUPESTRE CIUDADES CELTÍBERAS

RUPESTRES

ARQUITECTURA RUPESTREArquitectura rupestre es una modalidad de la arquitectura que consiste en crear edificios por el procedimiento de esculpir las rocas, peñascos y acantilados naturales. Es este un fenómeno que se dio en todo el mundo antiguo y que perduró hasta bien entrada la Edad Media dejándo múltiples manifestaciones en Europa, Asia y África.

Cuando se habla de arte rupestre, en general, se hace referencia a las pinturas y grabados realizados en la Prehistoria en algunas rocas y cavernas. Pero aquí nos vamos a remitir a la acepción más genérica de la palabra rupestre derivada del latín rupes, roca, – perteneciente o relativo a las rocas – para extender el concepto a las creaciones arquitectónicas y escultóricas que el hombre ha producido desde la antigüedad por el arduo procedimiento de moldear la naturaleza haciendo de las montañas su materia de trabajo.

La arquitectura rupestre surge, por norma general, en aquellas zonas donde abunda la piedra blanda, como la toba volcánica, la piedra arenisca o también la piedra caliza o basáltica.

Está íntimamente emparentada con aquellas arquitecturas producidas por sustracción en contraposición a las arquitecturas creadas por acumulación o construidas, motivo por el cual no es infrecuente ver este término asociado a las llamadas arquitecturas excavadas, de cavidades o troglodíticas.

   En la arquitectura rupestre los edificios son monolíticos. Forman una unidad con la masa del bloque pétreo donde se han excavado. Y eso incluye a todos los elementos estructurales y decorativos que configuran sus exteriores e interiores. Suelos, techos, fachadas, pilares, paredes, todo es uno. Un solo y único monolito que forma parte de la mole montañosa donde está esculpido, que se imbrica y se hace uno con la naturaleza.

CIUDADES CELTÍBERAS RUPESTRES

TIERMESCONTREBIA LEUCADE

En la Península Ibérica las más antiguas realizaciones arquitectónicas y urbanísticas rupestres se remontan a la antigüedad prerromana. Subsisten varios yacimientos con ilustrativos vestigios de este tipo de arquitectura llevada a cabo por tribus celtibéricas asentadas en la meseta castellana, como es el caso de los vetones en el castro de Ulaca (Ávila), los arévacos en Tiermes (Soria) y los pelendones en Contrebia Leucade (La Rioja).  

En el oppidum arévaco de Tiermes las técnicas de construcción rupestre se aplicaron a las mismas viviendas y a otros elementos urbanísticos como calles, escalinatas, graderíos y acueductos.

En Contrebia Leucade existen calles enteras de viviendas rupestres y semi-rupestres, dotadas de aljibes y canales de agua tallados en la misma roca, y un grandioso foso defensivo excavado en la roca madre sobre la que se levanta la muralla.  

TIERMES. Término municipal deMontejo de Tiermes.Soria.

Yacimiento Arqueológico de Tiermes

Yacimiento de Tiermes.

Tiermes (Soria). Ruinas de una importante ciudad celtíbera.

La ciudad celtíbera era en su mayor parte de carácter rupestre, es decir, con cimientos, viviendas, calles, rampas, escalinatas y canalizaciones talladas en la roca madre.

Se asentaba a distintos niveles sobre una gran plataforma de piedra arenisca que dominaba la llanura, reservando su zona más elevada para una acrópolis con función militar.

Tiermes

Tiermes. Acceso a la acrópolis.

Tiermes disponía de elaborados sistemas de provisión y canalización de aguas, como lo atestigua el acueducto que recorre a media ladera el perímetro del promontorio, con largos tramos excavados en la roca.

Las aguas para su abastecimiento provendrían de las fuentes altas del río Pedro, situadas a 1.300 m de altura en la sierra de Pela.

La distribución de las viviendas en la acrópolis y en el burgo estaba muy condicionada por el escalonamiento y las irregularidades de la superficie rocosa del promontorio.

Muchas de las viviendas rupestres quedaron absorbidas por la muralla que se construyó en la época imperial. 

Tiermes aparece con frecuencia mencionada en textos de historiadores clásicos grecolatinos (Apiano, Diodoro, Tácito, Plinio...) referentes a las Guerras Celtibéricas, siendo descrita como un oppidum arévaco no sometido a Roma y que estaba estrechamente relacionado con Numancia, el principal oppidum de los seis que tenían los arévacos (grupo étnico celtíbero) en sus territorios.

Las viviendas de Tiermes estaban por lo general constituidas por dos plantas, con una gran cámara cuadrangular cavada en la roca en planta baja. Las armas, utensilios y fragmentos de cerámica hallados por los arqueólogos entre los escombros de estas moradas han sido datados entre finales del siglo IV a. C. y el año 97 a. C. En esta fecha se produjo la caída de Tiermes.

Escaleras rupestres.

Graderío rupestre de 70 m de longitud.

Tiermes desempeñó junto con Numancia un papel importante en las tres Guerras Celtibéricas que a lo largo del siglo II a. C. enfrentaron a las milicias de la república de Roma con los indígenas celtíberos de Hispania que se resistían a ser conquistados y que, tras la caída de Numancia en 133 a. C., concluyeron con la incorporación de Celtiberia a los territorios de la Hispania romana. 

Los habitantes de Tiermes repelieron con éxito sucesivos ataques de los ejércitos romanos, como los llevados a cabo por Quinto Cecilio Metelo en 142 a. C. y por su sucesor Quinto Pompeyo Aulo en 141 a. C. hasta que sucumbió al asalto del procónsul Tito Didio en 97 a. C. que, tras arrasar la ciudad, impuso a los termesinos desalojar la acrópolis y establecerse en el llano, con la obligación de no fortificarse.   Viviendas rupestres

Pasillo de acceso.

A partir de la conquista romana Tiermes fue sometida a pagar tributos, y se inició un proceso de romanización de sus habitantes.

La ciudad experimentó una importante reordenación urbana, construyéndose un templo dedicado a Mercurio y otros monumentos públicos.

Pasillo de acceso.

Ya en la época del imperio romano, en tiempos de Tiberio (14-37 d. C.), la romanización de Tiermes había sido tan completa que recibió el rango de municipium y se le concedió el estatus de ciudadanía romana. Su momento de máximo esplendor se produjo entre los siglos I y II d. C.

Algunas de las estancias rupestres de Tiermes estaban destinadas a cuerpos de guardia, como las que flanquean la llamada “puerta del

Sol”, situada al sudeste. 

Cámara rupestre.

Las hileras de mechinales (huecos para empotrar vigas) revelan que hubo edificios construidos apoyados en la pared rocosa

vertical.

YACIMIENTO DE CONTREBIA LEUCADE. Contrebia Leucade es el nombre dado a una ciudad de origen celtibérico cuya historia se remonta hasta la primera Edad del Hierro. Sus ruinas se han preservado hasta el presente en relativo buen estado. Su ubicación geográfica está al sureste de La Rioja, España, en el término municipal de Aguilar del Río Alhama.

Las ruinas de la antigua ciudad celtibérica llamada Contrebia Leucade constituyen uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Rioja, en el que la arquitectura y el urbanismo de carácter rupestre desempeñan un papel muy significativo.

Se hallan en un despoblado a orillas del río Alhama, no lejos del pueblo de Inestrillas. 

Contrebia Leucade (La Rioja). Muralla y foso rupestre.

El accidentado relieve de este paraje favoreció su elección para construir un oppidum o poblado fortificado, que se levantaba sobre dos montes separados por una vaguada. 

Estancia rupestre asomada al precipicio.

Gran parte del perímetro del oppidum estaba protegido por escarpados acantilados de gran altura que caían en picado sobre la ribera del río, lo que facilitaba la defensa del lugar frente a posibles enemigos. El resto estaba defendido con murallas y fosos.

 El lugar era muy estratégico pues estaba situado en el corredor de comunicación entre el valle del Ebro y la meseta castellana.

Ruinas de Contrebia Leucade. Calle con viviendas y canalizaciones rupestres.

Aparte de las murallas, las partes mejor conservadas son precisamente las estructuras que se edificaron con técnica rupestre. Las realizadas en sillar o madera prácticamente han desaparecido.    

Así se pueden ver varias calles escalonadas en terrazas, cuyas viviendas, excavadas en la roca como cuevas, están separadas por un delgado muro.

Viviendas rupestres.

Los componentes rupestres de estas viviendas, que tenían estancias anexas de sillar, madera y tejas, se distribuyen por lo general en dos cámaras rectangulares, una haciendo de vestíbulo y la otra socavada en lo más profundo de la roca, comunicadas por una puerta. 

En la Edad de Hierro ya había asentamientos humanos de origen celta en el promontorio más occidental de Contrebia Leucade. Fue en la época celtibérica cuando un pueblo conocido como pelendones amplió el asentamiento construyendo y tallando en la roca el oppidum fortificado.

Hacia el 300 a. C. se instalaron en el lugar nuevos grupos de población celtíbera, esta vez arévacos. 

Durante el siglo II a. C., Contrebia Leucade, que tenía fama de ser una ciudad inexpugnable, tomó parte activa en las Guerras Celtibéricas hasta que sucumbió, no sin oponer tenaz resistencia, a los ejércitos de la Roma republicana.

Tras conquistarla, los romanos ocuparon la ciudad, la reurbanizaron y la reforzaron con una gran muralla jalonada de torreones para sustituir la muralla celtibérica, que había sido destruida. 

Viviendas rupestres. Muros de separación.

El escritor latino Tito Livio menciona las ciudad de Contrebia Leucade al narrar las guerras civiles entre Sertorio y Sila durante el siglo I a. C. conocidas como Guerras Sertorianas. En el siglo VII se instalaron en la urbe pobladores de origen visigodo.

En el siglo IX, tras dos mil años de historia, Contrebia Leucade fue abandonada.

Interior de vivienda rupestre.

Escaleras talladas en la roca.

Canalización rupestre.

La mayoría de las viviendas disponía de aljibes y pequeñas cisternas ahuecadas en el suelo para recoger el agua de lluvia. En las calzadas de las calles se aprecian ranuras y canaletas que descienden por la pendiente de la roca y servirían como sistema de desagüe. 

Foso rupestre y muralla.

Contrebia Leucade disponía de un doble sistema de defensas amuralladas, con una muralla externa a pie de valle y una interna que protegía la parte alta de la ciudad.

Esta última muralla es en parte rupestre. Sus lienzos superiores están construidos en sillería, pero la parte baja está tallada a pico para crear un muro vertical de roca y al mismo tiempo excavar en el suelo un enorme foso de 700 m de largo, de 7 a 9 m de ancho y 8 m de profundidad que circundaba todo su perímetro de la ciudad.

Foso rupestre y muralla.

Este impresionante foso, el más grande que existe de la época celtibérica, no es horizontal, sino que asciende por una ladera de la colina, la rodea por su parte más elevada, y desciende en fuerte pendiente por la ladera opuesta.

“CIUDADES CELTÍBERAS RUPESTRES” es una presentación sin ánimo de lucro. Solo tiene una finalidad educativa y

cultural.

TEXTOS Y FOTOGRAFÍA: Cortesía de FotoAleph. Mi agradecimiento a sus autores

a quienes pertenece el copyright de las mismas.

MÚSICA: Adam Hurst. “Ritual”.

REALIZACIÓN: Emilio Fernández eferna@telefónica.net

SITIO WEB FOTOALEPH: http://www.fotoaleph.com/index.php

Centro de Documentación Fotográfica y Visual

Noviembre 2015

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