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Complutum, 6, 1995: 57-77 AMBIENTES, TERRITORIOS Y SUBSISTENCIA EN EL PALEOLÍTICO MEDIO DE PORTUGAL 1 Luis Raposo * Rnsusís~v.- Se expone la información actual sobre los principales yacimientos portugueses del Paleolítico Medio, tanto en cueva como al aire libre en el marco de una reflexión sobre ambientes, territorio yformas de subsistencia. Tras subrayar que los datos no permiten todavía elaborar un cuadro de referencia geocronoclí- mático antenor al Wtir,n Reciente, se comparan los sitios del Paleolítico Medio con los del Inferior y Super- ior. en un plano geográfico general y dentro de unidades geomorfológicas especificas, y se analiza la dis- tribución de yacimientos musterienses en pequeños territorios intentado determinar posibles diferencias fun- cionales dentro de las estrategias de subsistencia organizadas logisti comente. Al respecto asumimos una posi- ción escéptica sobre la aplicación de modelos etnoarqueológicos actualistas ‘, probablemente inadecuados para el estudio de un período cuyos datos sólo permiten manejar los extremos opuestos de la escala temporal: los breves minutos de una acción de talla reconstruidos por los remontajes, y los siglos o milenios representa- dos en la acumulación de un único horizonte arqueológico. Apsmicn- Recent information obrained in tIte mabí Middle Palaeolithic sites of Portugal (caves as v’ell as open air sites) is used iii se#ing a reflection abouí environment. territory and subsistence strategies. Afier emphasizing tite current lack of tite necessary data to build a geochronological and clinzatic reference sequen- cefor tite periods befare the recent Wtirm. a comparison is made between Lower, Middle aná Upper Palaeoli- thic site distribution, both at a geograhical general level and inside panicular geomorphological regions. and an onalysis is attempted of tIte Mausterian site distribution in small territories in arder to check thefunctional dijferences in tIte subsistence strategies. A skeptical position is ossumed about tIte application of ethnoar- chacological actualistic models, probably unappropiatedfor tIte study of a period whose dato only allow us to approach tIte opposite ends of tIte chronological scale: tIte few minutes of aflint knapping action, reconstruc- ced 4v tite piece refitting, and the several centuries or millenia thot can be represented in a single archaeologi- cal level. PAL4BJUs CvtrE: Musteriense, Paleolítico Medio, Paleoecologia, Estrategias de subsistencia, Análisis espa- cial, Portugal. Ksr Wonns: Mausteflan, Middle Palaeolithic, Palaeoecology. Subsistence strategies, Spatiol analysis, Por- tugal. 1. CUESTIONES GENERALES Parece habitual reconocer la escasez de da- tos fiables, capaces de informar sobre ambientes, pa- trones de utilización del territorio y prácticas de sub- sistencia, en el Paleolitico Medio de la mayor parte de la Península Ibérica. Es posible que en algunas zonas esta situación derive de una escasa presencia humana; sin embargo en el caso de Portugal, donde la carencia de este tipo de testimonios es notoria, tal laguna en la información se halla en relación directa con la historia de las investigaciones sobre el Paleolí- tico (y., por ejemplo, Raposo 1989 y 1993a). En bue- na medida el elenco de localidades atribuibles al Pa- leolítico Medio está formado por pequeños conjuntos líticos recogidos en superficie, en contextos sedimen- tarios de alta energia —playas litorales elevadas o te- rrazas fluviales—, delimitados mediante el llamado “método de la series” o “de las pátinas”, de acuerdo con la aproximación desarrollada en los años cuaren- ta por Henri Breuil y George Zbyszewski (1942- 1945). La excavación de niveles en cueva, iniciada * Arqueólogo. Museu Nacional de Arqueelogia, Praga do lntpério, 1400 Lisboa, Portugal. 1 Traducido por M. Santonja.

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Page 1: AMBIENTES, TERRITORIOS Y SUBSISTENCIA EN EL PALEOLÍTICO ... · subsistencia. Tras subrayar que los datos no permiten todavía elaborar un cuadro de referencia geocronoclí-mático

Complutum,6, 1995: 57-77

AMBIENTES, TERRITORIOS Y SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIO DE PORTUGAL1

LuisRaposo*

Rnsusís~v.-Seexponela información actual sobrelos principalesyacimientosportuguesesdel PaleolíticoMedio, tanto en cuevacomoal aire libre en elmarcode una reflexiónsobreambientes,territorio yformasdesubsistencia.Trassubrayarquelos datosno permitentodavía elaborarun cuadro dereferenciageocronoclí-mático antenoral Wtir,n Reciente,se comparanlos sitios delPaleolíticoMedio con los delInferiorySuper-ior. en un plano geográficogeneraly dentrode unidadesgeomorfológicasespecificas,y se analiza la dis-tribución deyacimientosmusteriensesenpequeñosterritorios intentadodeterminarposiblesdiferenciasfun-cionalesdentrodelas estrategiasdesubsistenciaorganizadaslogisticomente.Al respectoasumimosunaposi-ción escépticasobrela aplicaciónde modelosetnoarqueológicosactualistas‘, probablementeinadecuadospara el estudio de un períodocuyos datossólo permitenmanejarlos extremosopuestos de la escalatemporal:los brevesminutosdeunaaccióndetalla reconstruidospor los remontajes,y los sigloso milenios representa-dosen la acumulaciónde un único horizontearqueológico.

Apsmicn-Recentinformation obrainedin tIte mabíMiddle PalaeolithicsitesofPortugal (cavesas v’ell asopen air sites) is used iii se#inga reflection abouí environment. territory and subsistencestrategies. Afieremphasizingtite currentlackof tite necessarydata to build ageochronologicalandclinzaticreferencesequen-cefor tite periods befarethe recentWtirm. a comparisonis madebetweenLower, Middle anáUpperPalaeoli-thic sitedistribution, both at a geograhicalgenerallevelandinsidepaniculargeomorphologicalregions.andan onalysisis attemptedof tIte Mausteriansitedistribution in small territories in arder to checkthefunctionaldijferencesin tIte subsistence strategies.A skepticalposition is ossumed about tIte application of ethnoar-chacologicalactualisticmodels,probablyunappropiatedfortIte studyof aperiodwhosedato onlyallow us toapproachtIte oppositeendsof tIte chronologicalscale:tItefewminutesof aflint knappingaction, reconstruc-ced4v tite piecerefitting, andtheseveralcenturiesor millenia thotcan berepresentedin a singlearchaeologi-cal level.

PAL4BJUs CvtrE: Musteriense,PaleolíticoMedio, Paleoecologia,Estrategiasde subsistencia,Análisisespa-cial, Portugal.

Ksr Wonns: Mausteflan, Middle Palaeolithic, Palaeoecology.Subsistencestrategies, Spatiol analysis, Por-tugal.

1. CUESTIONES GENERALES

Parecehabitualreconocerla escasezde da-tos fiables,capacesde informarsobreambientes,pa-tronesde utilización del territorioy prácticasde sub-sistencia,en el Paleolitico Medio de la mayorpartede la PenínsulaIbérica. Es posibleque en algunaszonasestasituación derive de una escasapresenciahumana;sin embargoen el casode Portugal,dondela carenciade estetipo de testimonioses notoria, tallaguna enla informaciónse halla enrelacióndirecta

con la historia delas investigacionessobreel Paleolí-tico (y., por ejemplo,Raposo1989y 1993a). En bue-na medidael elencode localidadesatribuiblesal Pa-leolítico Medio estáformadopor pequeñosconjuntoslíticos recogidosen superficie,en contextossedimen-tariosdealta energia—playaslitorales elevadaso te-rrazasfluviales—, delimitados medianteel llamado“método de la series”o “de las pátinas”, de acuerdocon la aproximacióndesarrolladaenlos añoscuaren-ta por Henri Breuil y George Zbyszewski (1942-1945). La excavaciónde niveles encueva, iniciada

* Arqueólogo.MuseuNacionaldeArqueelogia,Pragado lntpério, 1400Lisboa,Portugal.1 Traducido por M. Santonja.

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en el siglo XIX. no fue continuadamás queocasio-nalmenteenla décadade 1960—casodela interven-ción inicial en Gmta Nova da Columbeira—.Ade-más las investigacionesde las dos últimas décadas,tanto en sitios al aire libre como en cueva,no ha sidopublicadaenextenso.

Podrian aún apuntarseotras limitaciones.Desdeel punto de vista cronológicoy climático, lasescasasfechasabsolutas,y la ausenciade un marcode referenciaglobal. Con respectoal contextoarn-biental, la inexistenciade cartograftasgeomorfológi-cas modernas,de estudiosestratigráficossuficiente-mentedetallados,identificacionesde fuentesde ma-terias primas, secuenciasbioestratigráficasde refe-rencia,etc. En el plano del comportamientohumano,la granfrecuenciade descripcionesde industria líticareducidasa aspectosestrictamentetipológicos.dondeincluso aún se pone énfasisen la identificaciónde“fósiles directores”,mientrascaenenel olvido los as-pecIosrelativosa la tecnologiay a la economiade lasmateriasprimas. Finalmente, también los informespaleontológicosse reducena meroslistadosde espe-cies, normalmentesin cuantificar,y condescuidoab-solutode estudiostafonómicosy arqueozoológicos.

Aún asi, del conjunto de estacionesobjetode investigaciónen los últimos veinte años,puedenseleccionarsevariasquehanaportadoelementosconinterésparael conocimientoambiental,el del territo-rio ocupadoy los comportamientosdesubsistenciaenel periodoque tratamos.Las presentaremossunmria-mente.

2. LAS CUEVAS

Furninha. Situada sobre el escarpelitoral,es unade las cuevasportuguesasmásconocidas,conocupacioneshumanaspaleolíticasy neolíticas.Su re-lleno sedimentariopleistocenofue exca~’ado total-menteen el siglo XIX (Delgado1884),y fuedescritocon un notablerigor si nossituamosen la época.Enlos cerca de ochometrosde potenciaquealcanzabase diferenciarontreceniveles,siete de ellos califica-dos de “niveles osiferos”. La presenciahumanade-tectada era discreta,no obstantese señalóindustrialítica en casi todas las capaspleistocenas(cincoarte-factosen el primer nivel “osífero”, uno en el 20, se-tentaenel 30 cuatroenel 50 diezen el 60 y dieciseisen cl 70), y también,removida,en las capasneolíti-cas. Breuil y Zbyszewski(1942-45), al hacerla des-cripción tipológica de los materialeslíticos, conside-raronla existenciade ocupacionesdel PaleolíticoSu-perior, en concretoSolutrense,y del “Achelensesu-perior”, apenasrepresentadopor unbifaz. peroatri-

-buyeronla mayorpartede los hallazgosde los nive-les inferiores al Musteriense.Esta clasificación esconformecon las observacionesde caráctergeomor-fológico y estratigráficoque atribuyenla mayorpartede los depósitospleistocenosal Wúrm Antiguo. Apesarde losmárgenesde incertidumbreque práctica-mentela vuelveninutilizable, la únicadataciónabso-luta obtenida(seriesde Uranio, sobrehuesodel ter-cer nivel osífero”) apunta en el mismo sentido:80.880-4-42.420—31260. La revisión recientede lafauna(Cardoso1993), efectuadasobreel conjunto delos nivelespor serconsiderada“bastanteuniforme”,indica que el lugar fúe asiduamentevisitadopor fie-ras, entre las que destacaIhaena Ityaena prisca(34% del total de huesosidentificados)y Ursusarc-tos (31%). En conjunto los carnivoros—que inclu-yen ademásCanis lupus lunellensis, Lvnx pardinaspelaea.I~ulpes vulpes y Pantherapardus—constitu-ven cerca del 94% de los huesosidentificados. Losherbivoros.poco másque testimoniales,estánrepre-sentadospor Cervus elapItus (5%). Bosprimigeniusy Dicerorhinus hemitoechus(amboscon menosdel1%). Ademásse recogieronrestos de otras muchasespecies,tanto pequeñoscomo grandesmamíferos.18 especiesdeavesy al menosuna detortuga.

Columbeira(Gruta Nova da Columbcira)(fig. 1) se localiza no muy lejos de Furninha. algomáshaciael interior del territorio. Fue descubiertayexcavadaen 1962. aunquehastaahora nuncahayasido objeto de ningunapublicaciónamplia. Los pri-meros excavadoresreconocieronuna secuenciadediez. capas(Zbyszewski1963; Ferreira1966),y todas—“dealto a baixo”—fueron atribuidasal Musterien-se. Más tarde en 1971,J.Rocheprocedióa la litupie-za de un cortetestigo, y alcanzóa diferenciarveinteniveles, entre los cuales, con baseen la interpreta-ción geoclimáticade los sedimentos,consideróquealgunode ellospodríacorresponderal PaleolíticoSu-perior. Esta interpretaciónse veía reforzadapor dosdataciones.consideradaspoco fiables y demasiadorecientes (Gif-2703, 26.400+750 BP: Gif-2704,28.900+950BP) pesea que ambasfueron obtetiidasa partirde restoscarbonosos”recogidosen dos nive-les, el 160 y el 200, de la partebasalde la secuencia,los cualesel mismo J. Rocheatribuia al PaleolíticoMedio. En uno de estosniveles(el 200, igual al 80/90

de la secuenciadescrita en la primera excavación)fue hallado el primer resto de Homosapiensnean-derihalensis identificado en Portugal (Feretibach1964/65):un 20 molar inferior infantil. Ante el des-conocimientoen detalle de las industriaslíticas deestacueva,resultaimposible actualmenteconftrmarsi existían niveles del PaleoliticoSuperior. En cual-quiercasola ocupaciónmás importante,enel niveL 8

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Fig. t.- tndustria tísica de la cueva de Cotunibeira (nivet 6y6-7). 1-4: puntas denticuladas (“puntas deTayac’); 5-12: readeras; 13-14: denticu-lados; 15: muesca; 16-18: tascas Levallois; t9-20: núcleos. 1-3, 5-6, t3-tS, t6-t8: sílex; 4, 8, 12, t9-20: cuarcita; 7,9-ti, 14: cuarzo. (dibujosde Fernanda Boto).

de la secuenciainicial, en la basedel relleno sedi-mentario.del cual procedeel restohumanoindicado,esclaramenteMusteriense(Ferreira1984). Su indus-tria lítica, actualmenteen estudio(L. Raposoy J.L.Cardoso).ofreceuna granvariedadde materiaspri-mas, indices Levallois elevadosy alto porcentajedeutensilios muy elaborados,como diversos tiposde

raederas,denticulados,escotadurasy puntasde Ta-yac. Los excavadoresindicarontambiénla presenciade utensiliosenhuesoy de hogares,uno de ellosuti-tizadoa lo largo de un granperiodo de tiempo (Fe-rreira 1984).La faunade las capas6 y 8 ha sido ob-jeto de un estudio conjunto (Cardoso1993), el cualrevelael predominiode Cervuselaphus (58% de los

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huesos identificados), seguido de Capra pvrena¡ca(9%), Equus caballas (6%), l3os primigentus (6%),DicerorhinusItesniloechus(6%) y Capreoluscapreo-tus (0,6%). Los carnívorosestánrepresentadosporCrocuta crocutaspelaea(9%),Lynxpardina spelaea(3%),C’anis lupus (0.8%)y Felis svlvestris (0.4%).

FiguciraBrava. Estacueva,objetode exca-vacionesen épocareciente(Antunes1990/91;Cardo-so 1993), se encuentraen el sur de la Extremaduraportuguesa,sobreel litoral acantiladoenqueacabalaSienade Arrabida. Su rellenosedimentario,queape-nasalcanzaun metro,contienevestigioslíticos y fau-nisticos del Paleolitico Medio, aunquetodo él estáafectadopor remocionesprofundasde épocaromana.No se registranindicios de ocupacioneshumanasdeninguna otra época,tampoco del Paleolítico Supe-rior. En estascircunstancias,la separaciónde la in-dustria paleolítica pudo hacersesin dificultad. Encuantoa la fauna,en casode duda,setuvo en cuentael gradode mineralización.Dos muestrasde conchasproporcionaronsendasdatacionesque se consideranfiables, 30.050+550BP (ICEN 386) y 30.930+700(ICEN 387) (Antunesel al. 1989).Otrasdosfechas,a partir de dientes,por el método de las seriesdeUranio, fueron menosconcluyentes,dado el mayormargendeerrorqueadmiten.

El conjunto litico, muy abundantee integra-ble en un concepto amplio de Musteriense—indus-tría sobrelascacon raederas,denticuladosy escota-duras—, fue elaboradoen rocas comunesen las in-mediacionesde la cueva,cuarzoy cuarcita. Algún si-¡ex y jaspesin embargopuedeprocederde una dis-tanciasuperiora 10 Km. El estudiotecnológicopre-liminar (Cardosoy Raposo1993) demuestraque lasrocasalóctonasfueron introducidasen la cuevades-puésde una formatizaciónprevia, mientrasque lasrocasde la zona seexplotaronin loco a partirde blo-quesen bruto o apenassometidosa una comproba-ción elemental. Ademásde los artefactoshay queconstatarla presenciade restos atribuibles a Hornosapiensneanderthalensis,un segundopremolar, unmetacarpianoy unafalange(Antunes1990/91).

La asociación faunistica (Cardoso 1993),muy rica y diversificada,comprende18 especiesdegrandesmamíferos. 19 de pequeñosmamíferos, 32de avesy 8 de reptiles.Cardososubrayala alta repre-sentación de algunos herbívoros, Cervus elaphus(43%. sobre un total de 344 huesosidentificados),Bosprimigenias (28%)y Copra pyrenaica(22%), ydeducela explotaciónde dos“biotoposbien diferen-ciados,la planicie litoral y la montaña”.El inventa-rio faunisticorecogetambiénvarioscarnivoros,entrelos quedestacaCrocuta crocutaspelaea(9%)y Pan-therapardas(3%). Tambiénse registróPanteraspe-

laea, Felis sylvestris,Canis lupus, y Vulpes vulpes,todosconmenosdel 1%.

Caldeiráo.Estaes, detodaslas queanaliza-mos, la cueva másen el interior del territorio. Poseeuna importantesecuenciasedimentaria,convestigiosde ocupacionesquese extiendendesdeel PaleolíticoMedio a la épocamedieval. Los horizontesatribui-bIes al Paleolitico Medio, así clasificados más porcriteriosestratigráficosquepor elementosdiagnósti-cos elocuentes.dada la escasaindustria lítica quecontienen,correspondena la basedela secuenciaex-cavada,capasK-Q (Zilháo 1993), que se refiere al“interestadiowilrmiense” (capasL-Q) y al comienzodel Wíirm Reciente (nivel K, con una fecha C14.OxA-1941. de 27.600±600BP). Según ZilhAo lacuevadebió funcionar en estaépocacomo cubil dehienas,cuyoshuesos.y especialmentesuscoprolitos,son abundantes.Esta observaciónconcuerdacon laescasapresenciade industria lítica, que comprendealgunaslascasLevallois,elaboradaensílex, cuarzoysobretodocuarcita.

Cueva de Oliveira (Nascentesdo Almon-da). Se tratade unacavidad,integradaen unavastaredcárstica,dondese identifican ocupacioneshuma-nas quevan desdeel PaleolíticoInferior a la Edaddel Hierro (Zilhño el al. 1991). Los horizontesdelPaleolíticoMedio, actualmenteexcavados,se detec-taron inicialmenteen el interior dela cueva,y pare-cen correspondera un cono de deyecciónque partede una salacasi totalmentecolmatadapor sedimen-tos, en la cual se registróen superficie la presenciade Paleolíticosuperior(Zilháo 1992). Una dataciónporel métodode las seriesde Uranio efectuadasobreun diente de caballodio un resultadode ca. 70.000BP (apudMarks et al. 1994; y. tambiénZilhAo 1992y 1993). SegÚnZilháo se tratade un horizonteen elqueparececlara la intervenciónhumanaen la fonna-ción de unaacumulaciónfaunísticaabundante,inte-grada por ciervo, caballo, cabra, rinoceronte,conejoy tortuga, aunqueno se handadoa conoceraún losporcentajesrespectivos.La presenciade carnívorosessólamenteresidual,apenasun restoentre240 pie-zas. Una parte significativa de los restosóseos.el20%.aparecenquemados.

La industria lítica, numerosay predominan-tementeen sílex (másdel 50%), presentaíndicesLe-vallois altos y bastantesutensilios retocados(raede-ras, denticulados,cuchillos de dorso); se atribuyeal“Musteriensede tipo Ferrassie”,una ocupaciónhu-manaen “un contextode entradade cueva” (Zilháo1993).

Otros registros en cueva. Ademásde lascitadashastaaquí, otras cuevasofrecenrestosatri-buibles al PaleolíticoMedio. Entrelos principales

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Hg. 2.- Industria lítica de la cueva de Saternas (nivel IV, tvb). 1:punta Levallois retocada; 2: punta Levallois; 3-5: readeras: 6-7: nú-cleos; 8- canto tallado/núcteo. 1-7: sílex; 8: cuarcita. (dibujos de Fer-nanda Boto).

ejemplos a considerarse encuentranlos hallazgosefectuadosen cuatrocavidadescársticasen la regiónal Norte de Lisboa. Tresde ellas se sitúanen alturasnotables,por encimade 200 m, en macizosrocososrecortadossobre valles profundosy estrechos.Lasdos primerasen Salemas,una sima y una diaclasa.En la diaclasa(fig.2) losmaterialeslíticos atribuiblesal PaleolíticoMedio se encuentranen la basede lasecuenciasedimentaria,en númeroreducidoy hastaahora no hansido minimamentedescritos.Se dispo-nc de una dataciónC14, efectuadasobrehuesosdemamíferos,de 24.820±500BP (ICEN-379; Antunesel al. 1989),la cual no confirma la antiguedadsuge-rida paraestenivel. En la sima, colmatadapor sedi-mentosde distintasépocas,fue posibleidentificar unnivel basalcon algunosartefactoslíticos poco carac-terísticos(Zbyszewskiel al. 1980/Sl),posiblementedel PaleolíticoMedio a juzgarpor las fechasC14 ob-tenidassobrehuesodemamíferos:ICEN-366,29.890+1.130 —980 BP: ICEN-371. >29.000 BP: ICEN-361. 27.170+t.000—900 BP (Antunesel al. 1989).En la faunaasociada(Cardoso1993) dominaCervuselaphas(29% de los huesosidentiftcados).Bos ¡mi-migenias(25%) y Eqaus caballus (22%). Contienetambiénotros herbivoros(Caprapyrenaica,3%; Ca-

preoluscapreolus,0,8%; Sasscrofa, 1,7%; Diceror-hinusItemitoechus,0,8%) y carnivoros(Lynx pardi-na spelaea,5%; Ursas arctos, 4%; Pantheraspe-laea,0,8%; Felis sylvestris,0,4%y Pantherapardas,0,4%). La escasezde industria lítica, las caraeteristi-casde la localidad,una sima,y la asociaciónfaunís-tica. hacenpensaren el tipo desitio paleontológico

Fig. 3.- tndustria lítica de la cueva de Concio-Mór (nivel 1/VI). 1-5:denticulados; 6-8: núcleos. Todos en sílex. (dibujos de FernandaBoto).

con discretapresenciahumanadescritopor algunosautores(Brugaly Jaubert1991).

La terceracavidad,Pégodo Diablo, es unapequeñacuevapróxima a las anteriores.Se ha reco-nocido enella un nivel muy pobreen industria,posi-blementeencuadrableen el Paleolitico Medio, cuyolímite post-qaemviene dadopor una fecha obtenidaparala basede la capasuprayacente,la 2, conindus-tría posiblementeauriñaciense,28.120 +860 —780BP, ICEN-732 (Zilháo 1993). Finalmentela cuartacueva, la de Correio-Mor (Zbyszewskiel al. 1980/81y 1987) (fig.3) se sitúa a menor altura, cercade laampliacuencasedimentariadel río Trancáo,afluentedirectodel Tajo. Lamentablemente,cuandofue des-cubierta estabaya casi totalmentedestruida,por loque no fue posibleexcavarde manerametódicasusnivelesde ocupación,desdeel PaleoliticoMedio a laEdaddel Bronce.En cualquiercasola industria líticadel PaleolíticoMedio es muyabundante,mayoritaria-menteen sílex, con un elevadoporcentajede utensi-lioselaborados.

Fuerade la regióndeLisboatambiénse hanseñaladoyacimientosdel PaleolíticoMedio en estosúltimos años.Perosólamentese han publicadoalgu-nasreferenciasrelativasa Escoural,en el Alentejo,conocidapor serla únicacuevaportuguesaconvesti-gios de arte parietal pleistoceno.Recientestrabajosrealizadosen unade las entradasprimitivas(Silva etal. 1991) han reveladola existenciade unaabundan-te industria lítica en cuarzo,con núcleosdiscoidesypocosutensilios retocados.Una dataciónpor las se-riesde uranio, sobreun dientede venado,dió unafe-chade48.900+5.800 -5.500BP (Araujo el al. 1995).

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l’ig. 4.- Industria lítica de Sto.denticulados; 7-10: núcleos. 1.jos de Fernanda Boto).

AntRo do Tojal. 1-4, 6: readeras; 5:5, 10: cunízo; 2-4, 6-9: sílex. (dibu-

3. LOS SITIOS AL AIRE LIBRE

SantoAnUo do Tojal. (Fig.4). CercaíioaLisboa. en el fondo del valle del rio Trancáo. Com-prendeun conjunto de localizacionessituadassobreuna terrazabaja atribuidaal intergíacialRiss-Wúrm(Breuil y Zbyszewski 1943). En uno de estossitiosfueron identificadas,en el talud de un canal deriegomoderno, industrias musterienses, relativamenteabundantessi tenemosen cuenta las circunstanciasdel descubrimiento,elaboradasen materiasprimasvariadas—sílex, cuarzoy cuarcita—.cotí un elevadoporcentaje,32%, de utensiliosretocados,un 17% dcnúcleos,49% de lascasy 2% de bloquesinclasifica-bIes. En la misma localidad se recogierontambiénrestos faunísticoscorrespondientesa Elephasanti-quusy Equascaballus(Zbyszewski1943 y 1977). Lapresenciade cexúzas,artefactosy huesosquemadosdeja suponerque puedatratarse de una asociaciónconsignificadoantrópico.Unadataciónreciente(Ra-

poso. inédita)por el método de las seriesde Uranto.sobrehuesosde elefante.dió el resultadode 81.900+4.000—3.800(SMU-305).

Vale do Forno. (Fig.5). Los sitiosarqueoló-gicos situadosa lo largo del Valedo Forno se inclu-yen enel conjuntodelas formacionespleistocenasdela regiónde Alpiar9a. las másnotablestanto desdeelpunto de vista geológico cotno desdeel arqueológicoen todo el valle del Bajo Tajo (Breuil y Zbyszewski194245,Zbvszewski 1946). Desdeuna perspectivatipológica el aspectomás sobresalienteen estazonaesla gran expresióncuantitativay cualitativa de lasindustriasconbifaces.y la ausenciacasi totalde con-juntos “de tipo musterietíse”. Tradicionalmente,apartir de argumentosderivadosde la teoria glacio-eustática,se han valoradodatacionesmuy antiguaspara las industriascon bifaces, desdeel “Mmdcl”hastael “mss inicial”. El estudiotipológico modernode uno de los variosconjuntos“micoquienses”(“A-chelensefinal”) reconocidosen la zona, del sitio deMilharós (Raposo el al. 1985). suscitófuertes reser-vas en cuantoa cronologíastan antiguas.Reciente-menteha sido posibledatarpor TL una secuenciasedimentariaquecontienedos nivelesarqueológicos(VF2 y VF8) deaspecto Achelensesuperior”,situa-dosestratigráficamentepor debajode los horizontes~mtcoqutenses”.Estasdataciotíes.aunqueapenasin-dicativaspor encontrarsetnuy cercanasa los límitesde aplicacióndel método,sugierenque la secuenciaen cuestiónse situaría entre el final del mss y elWúrm Antiguo. lo cual confirma la hipótesisde queduranteel Wúrm Antiguo subsistenen la región deAlpiar9a industriascon bifaces.cuandoen otraszo-nasdel Bajo Tajo las industriasque técnicay tipoló-gicamentese consideran“de tipo musteriense”estángeneralizadas.Una de las estacionesexcavadasmásrecientemente.Vale do Forno 8. atribuidaal fflss fi-nal y carectizable tipologicamente como “Achelense

superior’,presentaunarica industrialitica elaboradasobrecantosrodadoslocales,perodondealgunosso-portesfueron introducidos va conformados(grandeslascaso “lascasachelenses”.utilizadasen la fabrica-ción de bifaces y hendedores).Los utensilios retoca-dosconstituyenun grupo muy importanteen el con-junto de la serie.Entreellos, ademásde algunoslar-ge calling lools, útilestípicamenteachelenses.se se-ñalasobre todo unagrancantidadde utensiliossobrelasca(raederas,denticulados,escotaduras,cuchillosde dorso,piezascon retoqueabrupto, etc.) entre losquese reconoceunaelevadapresenciade determina-dosfilos útiles, como esel casode algunosbecs.

Estradado Prado.(Fig.6). Estesitio, objetodeexcavacionesdeemergenciaal comienzodelos 80(Mateus1984). sepresentaetí depósitosfinos del río

fi

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AMBIENTES, TERRITORIOSY SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIODE PORTUGAL 63

6

tt28

Hg. 5.- tudustrialítica de VatedoFomo8. 1: punta dentículadaQpuntadeTavac); 2-9: readeras: 10-15: denticulados; II: muesca enexlremi-dad distal; 12-14: pertbradores o puntas perforantes; 16-19: núcleos. t-2, 5: sílex; 4-6.9. II: cuarzo: 3,7-8,10,12-19: cuarcita, (dibujos deFernanda Boto).

Nabáo, subafluentedel Tajo. A partir de observacio-nes geomorfológicas.estratigráficasy geoquimicas.se sugirió una edadantigua, ffiss final, para el pa-quetede sedimentosarcillososcon másde dosmetrosdepotenciadel queprocedeunaindustriaabundante,

quizásde sucesivossuelosde ocupación,los cualesno fueposiblediferenciarde manerasatisfactoria.Laindustria fue elaboradasobremateriasprimas varia-das—sílex, cuarcitay cuarzo—,a partir de soportesengeneralde pequeñasdimensiones,conampliouso

1011

12

15

o

5cm

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64 LUIS RAPOSO

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eII

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Fig. 6.- Industria títica de Estrada do Prado. 1-3: raspadores; 4-6,12-13: readeras; 7-It: denticulados; t4-l5: muescas; 16-t9: núcleos.1,4.6, 7,9: sílex; 2-3, 8, 1O-t9: cuarcita; 5: cuarzo. (dibujos de Fer-nanda Boto).

de los métodosLevallois y discoide,bajo modalida-des de gestióncentrípetasrecurrentes,al lado de unamplioporcentajedeutensilios retocados.La natura-lezadel medio no facilitó quese conservarala fauna,conexcepcióndeun pequeñorestono identificable.

Vilas Ruivas. (Fig.7). Descubiertoa media-dos de los años70 y objeto de excavaciónen los si-guientes,hastaprincipios de los 80 (Raposoy Silva1981; GEPP1983). El yacimientose localiza en elvalle del Tajo, a unos 10 Km del tramo internacionaldel mismo, en la zona de Vila Velha de RódAo. Laexistencia en la zonade un imponentecrestóncuar-cítico originó la acumulaciónde amplios y potentesdepósitosplio-pleistocénicos.El yacimientose sitúaen un nivel a techode un retazodela terrazade+32m, en un puntodondese observala influenciade un

Fig. 7.- Industria lítica de Vilas Ruivas. 1: raspador; 2: readera; 3-5:denticulados; 6-8: lascas Levallois; 9-12: núcleos. 1-9, 1 1-12: cuarc’-t¡; 10 - sílex. (dibujos de Joaquim Franco).

Basándoseen argumentosgeomorfológicos.estrati-gráficos y geoquimicos,los autorescitados propusie-ron inicialmente una cronologíaffiss final para elhorizonte arqueológico.Más adelantese considerótambiénposibleuna fecha másreciente.WQrmAnti-guo (Raposo1987).confirmadaen principio por dosdatacionesTL referidasa la mismacapaque incluyeel nivel arqueológico(arenaslimosascon unaaltera-ción fersialitica notable): 51.000 +13.000 —12000TL y 68.000+35.000—26.000 TL (mediapondera-da: 54.000+12.000—11.000TL) (Raposo,inédito).La naturalezaácida del medio sedimentarioimpidióla conservaciónde fauna,y afectó incluso al sílex.presentepor otro lado enunaproporciónbaja.

La industria lítica de Vilas Ruivas no es nu-merosa,peroofrececaracteresquepermitenatribuir-la de manerafirme al PaleolíticoMedio: núcleosLe-vallois y discoidescentrípetosrecurrentes,y susco-

rrespondientessubproductosde talla; pocosutensiliosretocados—raederas,denticulados—, y algún que

otro percutory cantotallado.La aportaciónprincipal

elo

19

pequeñocurso afluente, el arroyo de Vilas Ruivas. de esta localidadson sinembargolas estructurasde

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AMBIENTES, TERRITORIOSYSUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIODE PORTUGAL 65

habitaciónregistradas.En los 50 m2 excavadossede-tectarondosarcosformadospor acumulación,verda-dero apilamientoen algunos puntos, de cantos decuarcitay cuarzode dimensionesgrandesy medias.

El arco menor, mejor definido, seabreal Noroesteycontieneen su interior una estructura interpretadacomo hogar-calorífero:se tratade unacoronade pie-drasdelimitandoun espaciointerior densamentere-llenado por cantosde reducidasdimensiones.El arcomasgrandese abreal Oestey contienedosestructu-ras semejantesal anterior, una de similares dimen-sionesy otra algo mayor, Estaúltima presentaigual-menteunacoronade bloques,algo menosordenada,quizás por la disgregaciónde alguno de los másgrandes.fracturadosprofundamentea causadel ca-br. Alrededorde estospeculiareshogares-caloríferosse reconocieron“vacíosestructurados”— áreasredu-cidasdelimitadaspor grandesbloques,queno conte-nían otros cantosni artefactos—que fueron inter-pretadoscomo agujerosde poste.El origenantrópicode estasestructurasno pareceofrecer dudas,tantopor suconftguracióncomo por situarseen un depósi-to areno-limosohomogéneo,concercade 60 cmde

Fig. 8.- Induslria lítica de Foz do Enxanique. 1-5: denticulados ymuescas; 6: readera; 7-8: núcleos Levallois centrípetos recorrentes.1: cuarzo; 2-8: cuarcita. (dibujos de Fernanda Boto).

Fig. 9.- Industria lítica de Foz do Enxarrique. 1: punta Levallois;2-6: lascas Levallois: 7: núcleo Levaltois para lasca preferencial; 8:núcleo Levallois para punta preferencial (de notar la remontaje deuna lasca de preparación del tabo de la punta); 9: núcleo Levalloisrecorrente unipolar. 1: sílex; 2-9: cuarcita. (dibujos de FernandaBoto).

potencia,en el que resultaimposibleexplicar la pre-senciade grandesclastospor causasnaturales.Laasociaciónentre las estructurasdescritasy la indus-tria lítica vienedadapor la correlaciónespacialy es-tratigráficaentreambas,siendoevidente,en las pro-yeccioneslaterales,la disposicióncontinuaa lo largode un sólo plano quepuedeconstituiridealmenteunsuelo de ocupación,el cual sin embargono fue posi-ble determinarpor otros medios(análisis micromor-fológico y sedimentológico,variacioneslateralesdefacies,tenoresgeoquimicos,etc,).

Foz do Enxarrique. (Pigs. 8 y 9). ComoVi-las Ruivas, estalocalidadtambiénse encuentraen lacomarcade Vila Velha de Rodáo; pero en posiciónmorfoestratigráficadistinta, próxima a la orilla delTajo a techo de la terrazaatribuible a una fase ns-siense convencional,bajo depósitos limo-arcillososcon másde6 metrosdepotencia.Las aguasdel Tajo,ricasen carbonatos,que inclusoen la actualidadcu-bren, en épocasde lluvias, frecuentementeel sitio,proporcionaronpor hipercolaciónel carbonatocálci-

9

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8

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LUIS RAPOSO

Laboratório

Sitios Fecha

Arqueológicos

Método Muestra Nivel Publicacion

Cuevas

Colunibeira (iií-27030i12704

26 400 *750 BP28 900 ±950BP

014014

carbonescarbones

nivel 16nivel 20

Delibriasetoh 1986Delibriasetat 1986

Sima de Salenías(cantera)

ICEN-36 1ICEN-371ICEN-366

27 170 +1000 -900BP>29 200 BP29 890 + 1130 -9SOBP

014Ct4014

huesohuesohueso

nivel ininivel ininivel ini

Antunes eta!, 1989AnIones eta!. 1989Antunes eta!. 1989

Diaclasa de Sale-mas (cueva)

ICEN-384ICEN-383ICEN-384

20740 ±470BP23 830 ±580BP24820±550BP

014C14014

huesohuesohueso

tvbtvbtvb

iNmunes eta! 1989Antunes ej aL 1989Antunes ej al. 1989

FurninJía 5MU-? 80880+42420-31260 ThÍU diente 3’nv.osít’ero Cardoso 1993

Figucira Brava ICEN-386ICEN-387SMU-232SMU-233

30050±550BP30930±700BP30561+11759 -1072544806+15889-13959

014014Th/UTh/U

conchasconchasdientediente

nivel ininivel mdcl.nivel 2nivel 2

Antunes el al. 1989Antunes eta! 1989Antunes 1990/91Antunes 1990/91

Almonda SMU- 7 ca. 70000 Th/1i diente 7 Marks etal, 1994

Caldeirto OxA-1941 27 600 +600 BP 014 hueso sup. nivel K ZilhIn 1993

Pégo do Diabo lC1?N-732 28 120 +860 BP 014 hueso base nivel 2 ZilhAo 1993

Escoural SNtU-250 48900+5800-5500 ‘t1Vt.J diente s.3a, n.60-70 Arnújoeta! 1995

Sitiosal alt-e libre

Sto. Antáo Tojal SMU-305 81 900 +4000 -3800 Th/U hueso nivel 2 iu,édito (trab. autor)

Vale do Forno 13Nt.VFO 113M-VFO213M-VFOSBM-VFO6

t27 000 +uff -26000119000 +ii -32000117000 +inf. -26000>124 000

TLTLTLTI,

limoslimostimoslimos

hor. VF2nf VF2

hor. VF8ini VF8

inédito (trab. autor)inédito (traS. autor)inédito (trab. autor)inédito (trab. autor)

Vilas Ruivas DM-VRUIBKt-VRU2

St 000+13000-1200068000+35000 -26000

TLTL

limoslinios

nivel Bnivel B

inédito (trab. autor)inédito (trab. autor)

Foz Enxan-ique SNtU-225SNtU-226SMU-224

32938±105534 088 +80034 093 +920

TI#UTIvUThiU

dientedientediente

nivel Onivel Onivel O

inédito (traS, autor)inédito (traS, autor)inédito (trab. autor)

Cuadro 1.- Dataciones absoluta para los sitios del Paleolítico Medio portugués.

co precipitadosobre las estructurasexistentesen elsubsuelo,factor que explica la conservaciónde lafaunaen unaregiónde sustratorocosoesquisto-grau-váquicomuy ácido,

El yacimientose descubrióen 1982 (Raposoel al. 1985) y hastaahora se han excavado150 m2,El único horizonte arqueológicoregistrado se en-cuentraprotegido por la espesacoberteralimo-arct-llosa antes señalada,constituyendo,por otra parte,uno de los variosepisodiosde playaque se detectanen el sectoritíferior. Presentauna inclinación suave,hasta alcatízarun nivel de gravasfluviales que sedisponeinmediatamentesobreel sustratorocoso. Setratade un horizontefácilmenteobserVablee inclusoresaltadopor la presenciade concreccionescarbona-tadas,detítro del cual, en estrecharelaciónestratigrá-fica, se encuentrala industria lítica y la fauna queacontinuaciónvamosa describir. Disponemosdetres

datacionesinéditashastaahora,obtenidaspor el mé-todo de las seriesde Uranio, a partir de dosdientesde caballo y uno de auroch: 32.938+1055(SMU-225), 34.088±800(SMU-226)y 34.093+920 (SMU-224) —media ponderada.33.600+500—.El conjun-to lítico, muy abundante.se realizó casi exclusiva-mentea partir de cantoscuarciticosprocedentesdelos inmediatosniveles de gravas, aunquetambiénseobservacuarzo.,y másesporádicamentesílexy jaspe,cuyafuenteprobablementetambiénsoncantosroda-dosde los depósitosinmediatos,tmnsportadospor elTajo desdeterritorio español.

Si bien el estudiotécnicoy tipológico de laindustria lítica está aún en curso. podetnosafirmarque la talla se realizóen la tuisnía localidad.practi-cándoseconfrecuenciael método Levallois recurren-te de gestióncentrípeta,aunquetambién se observencasosde gestión unipolary núcleos discoides.Los

66

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AMBIENTES, TERRITORIOSY SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIO DE PORTUGAL 67

utensilios retocadossonde tamañomínimo, y es fre-cuente la observaciónde micro-denticulacionesqueobedecena una utilización expeditiva de soportesbrutos,no retocados,observaciónquese apoyaen re-sultadosdeanálisistraceológicos(Pereira1993).

El conjuntofaunistico estáen estudiopor J.Ph. Brugal. a quien debemoslas observacionespreli-minaresque aquí realizamos.De 808 restosóseos,cercade la mitadpudieronserdeterminados—lo queconstituye un alto porcentaje (cf. Brugal y Patou1993)—. observándoseunapresenciamayoritariadeCervus elaphus (27% del número total de restos;NM13) y Equascaballas (18%, NMI=3). Bos pri-migenius también está presente,aunqueen menormedida(1,2%,NMI=2). Residualmentese reconocióla presenciade Oryctolagussp. (2%) y un proboscí-deo indeterminado(0,7%), identificado como File-p,’ias anliqauspor Cardoso,lo queconstituiríaproba-blementela cita más recientede estaespecieen laPenínsulaIbérica(Cardoso1993). Con un sólo resto(0.1%) se señalaun rinoceróntido. ¡“alpes i’ulpes y

cf. Crocuta. La asociaciónreconocidadenotaun cli-ma templado,con presenciade espaciosabiertosymanchaslocalizadasdebosque.

Sobre el conjunto de restosdescritose handetectadoalteracionespost-deposicionalesdebidasaaccionamientoen medio hidráulico, a compactacióny al movimiento de hombresy animales. En cual-quiercasose reconoceel origen local de la faunamásrepresentada,valorando las conexionesanatómicasobservadasy la representaciónde las distintaspartesdel esqueleto.Brugal consideraposibleasimilar esteconjunto faunistico a una asociación natural en elmargende un no, va que la actividadde carnívoros(1%), o la intervenciónantrópíca—0,7%de huesosquemados,0,5%de fracturasnítidas en espiral, 0.6

con estríasquizásdebidasa la accióndefilos cor-tantes—parecediscreta.

Otras localidades al aire libre. Aunqueson muchos los sitios con industriasdel PaleolíticoMedio descritosen Portugal,pocosmásaportanele-mentosvaliosospara avanzaren el conocimientodeambientes,patronesterritoriales y modos de subsis-tencia.

En los alrededoresde Lisboa se conoceunagran“mancha”, algunasdecenasde sitios, donde lamateriaprima másutilizada es el sílex local (Car-doso1992). Aún en el estuariodel Tajo, en la orillaizquierda,conocemosvastisimasextensionesconaltadensidadde núcleosdiscoidesy lascas.Entreellos elejemplomásexpresivoes el sitio de Cascalheira(Ca-rreiray Raposo1994),en el quese obtuvoun conjun-to industrial de más de tres millares de artefactos,cercade 500 núcleosentreellos, muchosdiscoidesy

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eo*0Th7

Fig, lO.- Núcleos de Cascatheira. Todos en cuarcita. (dibujos de Fer-nanda Boto).

Levallois, la mayorcolección de estaíndoleexisten-te enPortugal(ftg. 10).

Los yacimientosdescritosen otras regionesportuguesasson mucho menos importantes,por lasrazonesqueal principio de este texto aducíamos.Sinembargoen laExtremaduraportuguesase hanreferi-do muy recientementesitios del mayor interéspoten-cial. casode SantaCita, en el rio Nabáo,próximo ala estacióncitadade Estradado Prado(Marks el al.1994).

4. PROBLEMÁTICA

4.1. Ambiente y clima

Los datos queacabamosde presentarmues-tran de forma elocuentelas dificultadesparaestable-cer un cuadrode referenciageocronoclimáticomini-mamentesólido parael conjunto del PaleolíticoMe-dio portugués.Cualesquieraqueseanlos límitestem-

e

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68 LUÍS RAPOSO

Ouadro It.. (iuiactcristicas prñic¡patcs dc la dislrít,uctótt espacial dc los síltos dcl Pateotílíco ¡swttigtics.

poralesdel periodo, la verdad es quepara las fasesanterioresal interestadialwfirmienseno exiten ele-mentossuficientementeválidos que demuestrenlaexistenciade fluctuacionesclimáticassignificativas.ya seanlas de la secuenciaglaciar alpina u otras,ymucho menospara quepuedaconcedérselasun sig-nificadoglobal. Tampocose conocenenPortugalfor-macionesde origen glaciar anterioresal Wtiirm Re-ciente. Algunasobservacionesde caráctergeomorfo-lógico sugierenclimas frios, de tipo periglaciar,quepodríancorrespondera la penúltimaglaciaciónalpi-na: arenaseólicas, depósitoscrioclásticosen zonasmontañosas(Ferreira 1993), coladasde sol(fi uxiónen las superficiesbasálticasal nortede Lisboa (Zéze-re 1991), etc. Sin embargo,ademásde queningunadeestasmanifestacioneshasido fechadaconclaridad(Lss?, Wúrm Antiguo ?). las mismaspodríaninclu-so interpretarsede maneradiferente. considerarseenrelación con factoresestrictamentelocales(altitud,orografta, insolación.exposiciónoceánica,etc.) másque con pailonesdel clima global. Otras vías com-plementariasque puedanavalarfluctuacionesclimá-

ticasanterioresal interestadiowtirmiense.se revelantambién inconsistentes:las cubiertas vegetalesper-manecenprácticamentedesconocidas(y. Mateus yQueiroz 1993) y las faunassonen gran partebana-les. Las lagunasqueprovocanla falta de elementosfiablesdan lugar a unavisión discordantecon los re-sultados de algunos trabajos modernos sobre elWúrm Reciente(y. por ejemplo Zilháo 1993), queparecenconfirmar la existenciadeambientesmarca-damentefrios enestaúltima fasedel PleistocenoSu-perior —especialmenteduranteel ‘últiíno maxtmoglaciar”—. En estostérminos,máspor falta de datosquepor argumentospositivos,continúasiendoválidaparael PaleoliticoMedio portuguésla observacióndeiRocheacercadel mantenimientode un clima esta-ble,“que no conociómásquelevesoscilaciones”,porlo menosdesdeel ffiss final al Wúrm Antiguo, conuna asociaciónfaunísticadominantede “hiena-lobo-caballo-venado-bóvidode granporte” (Roche1971).Esta opinión ha sido confirmadaen una revisión re-cientepor J. Cardoso.en la que se reconoceque“elterritorio portuguéssecaracterizóhastael comienzo

CUADRO IICaracterísticasprincipaies de la distribución espacial

de los sitios del Paieolítico portugues

Litoral

Yacimientos al aire libre

Yacimientos en cuevas

u

u

Relación territorialentre yacimientos

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AMBIENTES, TERRITORIOSY SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIODE PORTUGAL 69

del Wúrm Recientepor un clima húmedo,engeneraldetempladoa caliente” (Cardoso1993).

El carácterpoco definido de los cuadrosdereferenciageoclimáticosy la escasezde datacionesabsolutas,hacen también muy difícil situar en eltiempolas ocupacioneshumanas.Observacionesqueanteriormentesirvieronparaproponerdatacionesan-tiguas(fflss final) en al menosdossitios con indus-trias “de tipo Paleolítico Medio” (Vilas Ruivas yEstradado Prado),las cualespartíande suponerfluc-tuacionesclimáticasimportantes,aceptandoque lasimportantesalteracionesfersialiticasqueafectabanalos nivelesque incluían los horizontesarqueológicoscorrespondíana un “periodo interglaciar” (Riss/Wtirm), pierdensignificadosi consideramosel man-tenimiento prolongadode climas templadoso cáli-dos.Al menosen el casode Vilas Ruivas,datadoporTL en unafaseavanzadadel Wúnn Antiguo. parececlaroqueasí es. La alteracióngeoquímicaallí regis-tradapodríaeventualmenteatribuirseal episodioin-terestadialqueseparael Wtirm Antiguo y el WúrmRecientecuyaexistenciaha sido suficientedocumen-tadaen otraslocalidades.

4.2. Territorialidad

Tradicionalmentelos sitios del PaleolíticoMedio portuguéshansidoadscritosa provinciascul-turales(y. por ejemploZbyszewski 1974): cuevasdeEstremadura;regionesde Lisboa y de Río Maior;playascuaternariasdel litoral deEstremadura;tena-zascuaternariasde la cuencadel Tajo o Algarve me-ridional. Resultaobvio que se trata de una divisiónpuramentegeográfica,sin significadocultural algu-no. Comoalternativapuedensin embargoobservarsecuestionesrelacionadascon la territorialidaden elPaleolíticoMedio a tresniveles: en el plano general,de la comparaciónde la distribución global de los si-tios de esteperiodoy de los periodosinmediatos:enel plano intermedio,de observargrandesáreascuyaunidad vengadadapor su coherenciageomotfológi-ca; finalmenteen el plano del análisis detalladodediferentessitios supuestamentearticuladosentresí enel interior de un pequeñoterritorio.

En el plano más general, las diferenciasque se aprecianenla ocupacióndel territorio cuandose comparanlosyacimientosportuguesesdel Paleolí-tico Medio y del PaleolíticoInferior, son muy nota-bIes(ftgs. 11, 12 y 13):

a) la comparación con las localidades delPaleolítico inferior ponede relieve unamayorutilí-ación/frecuentaciónde las cuevasen el PaleolíticoMedio, puestoqueen el PaleolíticoInferior sólo enAlmonda sedocumentaciertapresencia, la cual ade-

másparecebastantefortuita (Zilháo el al. 1991).Es-ta dicotomiaesposible quepuedacomprenderseden-tro de comportamientosde orden cultural: en elPaleolíticoMedio se habríaprocuradode manerade-liberadautilizar cuevasen el marcode estrategiasdecaptaciónde recursosmás organizadas.Mas puedetaimbien obedecera unasimpleprogresiónen la ocu-pacióndel territorio, explicadapor factoresdemográ-ficos, alcanzándoseen el Paleolítico Medio áreas—macizosrocososa mayoraltura,aunqueraramentepor encimade los200 m— antes“marginales”enre-lación con las rutaspreferencialesde circulacióndelosgrandesherbívorospleistocenos,obviamenteliga-dasa los fondosdevalle.

b) la comparación con las localidades delPaleolítico superior muestra el contrasteprofundoque se da entre ambosperiodos.Resultaflagranteladispersiónmayorde los sitios del PaleolíticoMedio,muchosde loscualessemantieneníntimamenteliga-dos a los valles fluviales principaleso secundarios,igual queen el PaleolíticoInferior, mientrasque loslugaresocupadosen el PaleolíticoSuperiorse con-centranen los macizoscalcáreosde la Estremaduraportuguesa,y raramentese relacionantÉ conlos va-lles fluviales principalesni con los de los afluentesmás significativos. Este hecho puedeefectivamenteser el resultadode una fonna diferentede tomar elterritorio por partede las comunidadeshumanasdeambosperiodos,revelandolas del PaleolíticoSupe-rior unabúsquedamáscomplejade recursos,y sobretodo una mayorcohesiónsocial, traducidaen focosde concentraciónde los sitios arqueológicos.Pero,tampoco puededescartarseque estemosobservandoel resultadocircustancialde factorestalescomonece-sidadesde aprovisionamientode materiasprimas di-ferenciadas,o simplementeunascondicionesde de-tección y control arqueológicodistintas, al impedirlos depósitosholocenosacumuladossobrelas forma-cionesfluviales del Wíirm Recientela observacióndenumerosossitios quepodrianexistir. Ocasionalmentelas condicionesde identificacióntipológicadelas in-dustriasde ambasépocasy la misma historia de lasinvestigacionespodríantambién habercontribuidoaacentuarlas diferenciasconstatadas.

En el plano de la observación de grandesáreas, dentro de unidades geomorfológicas cohe-rentes, la única suceptiblede aportarelementosdeinterésesla cuencadel Tajo (fig. 14). En estaregiónconocemossitios del PaleolíticoMedio en sentidoes-tricto, o sea de “tipo Musteriense”y datablesen elWúrm Antiguoo eventualmenteen el mssfinal, des-de el estuariodel rio hastala frontera española.Noobstanteen un sectorintermediose conocen,duranteel mismoperiodo, industriasdebifacesatribuiblesal

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70 LUIS RAPOSO

390 N

Figura tI.- Localización de tos principales yacimientos del Paleolítico Inferior portugués. 1: Quinta do Oónego: 2: NIonte do Farmaco; 3: Nada-douro; 4: Vale do Forno; 5: Cabe~o da Mina; 6: Casal do Monte; 7: Sete Rios: 8: Samouco.

390 N

Figura 12.- Localización de los prijicipales yacimientos del Paleolítica Níedio portugués. t: Nascentes do Aln,ot,da: 2: Estrada do Prado; 3: San-taCita; 4: Vilas Ruivas; 5: Fozdo Enxarrique: 6: Panascosa: 7: Funjinha: 8: Columbeira; 9: Vale do Forno: lo: Salenias; II: Correlo-Mór; 12:Santo MatAn do Tojal; 13: Oasat do Monte; 14: Cal9ada dos Mestres; 15: Alto da Pacheca e Cascalheira: 16: Figueria Brava: 17: Escoural.

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AMBIENTES, ~ll3RR1TORIOSY SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIO DE PORTUGAL 71

AchelenseSuperior”y al “AchelenseFinal” o ~Mi-coquiense”.Las mismas industriasde “tipo muste-riense” reconocidasa lo largo del valle presentancierta variabilidad,tanto en cuantoa la economíadelas materiasprimas,como conrespectoa suscaracte-rísticas tipológicasy tecnológicas.Encontramosasíla posibilidadde distinguir en el valle portuguésdelTajo al menoscuatroentidadesde posiblesignificadocultural. Tresde ellas se integranbien enel conceptode industrias“de tipo PaleolíticoMedio”, y hastade“tipo musteriense”:en primery segundolugar las dela regiónde Lisboa, dondese separanlas industriasde la margenderechadel estuario,en quepredominala utilizaciónde sílex, y las dela orilla izquierda.conmayorfrecuenciade cuarcitacomomateriaprima.Laterceravendríaconstituidapor los conjuntosdel TajoMedio, hastala frontera española.Finalmente,dife-renciadade las tresanterioresy máscercadel patrón“Paleolítico inferior” 1 “Achelense”, tendríamoslasindustriascon bifacesde la zona de Alpiar~a (BajoTajo).

4.3. Tipos de sitios

El análisis integrado de sitios en el inter-ior de territorios reducidos continúa en la actuali-dad sin ser posible, tanto por la escasezdelocalidadesy datos quepuedanservir para estepro-pósito,como, principalmente,por las dificultadesde-rivadasde las insuficientesescalascronológicasdis-ponibles.Esteaspectode la cuestiónnosparecedeci-sivo, e inclusoconimplicacionesquesobrepasanam-pliamentela problemáticadel PaleolíticoMedio por-tugués.Es cierto quea partir de argumentosderiva-dosde las diferenciasen la implantacióngeográficaygeológicade los sitios ocupados,la naturalezade lasasociacionesfaunísticasqueen ellos se registran,laabundanciay características—materiasprimas, lee-nologia,tipología—de las industriaslíticas, la exis-tenciade estructurasde hábitat, etc., es posiblepro-poner flincionalidades diversas. Pero existen, ennuestraopinión. fuertes limitacionespara la aplica-ción en el PaleolíticoMedio de unaaproximacióndecorte“actualista” o “etnográfico”, implícito en estetipo demodelos.

La exposiciónde los elementosdisponiblesen Portugal puedeilustrar mejor nuestrasreservas.Comenzaremospor efectuaren el registro arqueoló-gico disponiblela “lectura” que los modelosapunta-dossugieren.

a) En el casode las ocupacionesencuevas.resulta patentela existenciade múltiples diferen-cías:

En relacióncon la dimensióny formade lascaví-

dadespodemosanotardesdecuevasampliasa peque-ñasfisurascársticas

Respectoa la localizacióne intensidadde la ocu-paciónhumana,ya a la entradao en el interior, conrarosvestigioslíticos o industriasabundantes,estruc-turas de combustiónincluidas:utilización expeditivao conservaciónde utensilios,a su vez fabricadosenmateriasprimaslíticasquepudieronobtenerselocal-mente,cercao ser transportadasdesdedistanciasma-yores.— Vinculadascon la naturalezade las asociacionesfaunísticas,ya seanclaramentedominadaspor carní-voros y con la presenciavestigial deherbívoros;másvariadas,conunarepresentaciónequilibradade espe-ciesdiferentes,o bien dominadaspor herbívorosconreducidarepresentacióndecarnívoros,hastael puntode poderseadmitir la intervenciónantrópica en laacumulación.

Si se partede admitir todasestasvariables,deberíareconocersequela mayorpartede las cuevasdel Paleolítico Medio portugués(Furninha, Caldei-rao, Salemas,etc.) correspondenbásicamentea em-plazamientosocupados por fieras, principalmentehienas,ocasionalmenteososu otroscarnívoros,don-de la presenciahumanaes másbien esporádica,y sinpapelalgunoen la formaciónde las asociacionesfau-n.ísticas.

Es posiblesin embargoque en algún casopuedanaceptarseocupacioneshumanasmás regula-res, por ejemplo en Columbeira.Correio-Mor y Al-monda.En Columbeiraajuzgarpor la abundanciadeindustria lítica, la diversidadde materiasprimasuti-lizadas—quepatentizala captaciónen un árearela-tivamentegrande,aunquesiempre localmente—,elelevadoporcentajede utensilios retocadosy la exis-tenciade hogares.En Correio-Mor tambiénpor la di-versidadde materiasprimas, la amplia industria lí-tica y la ausenciade carnívoros,aunqueéstapuedadebersea las deficientescondicionesde las observa-cionesal serdescubiertay/o a la malaconservaciónde los restosóseos.ParaAlmonda (Gruta de Olivei-ra) cabeproponeruna interpretaciónsimilar, puestoque la industria lítica tambiénescopiosa,en el con-junto de la fauna dominanlos herbívoros,y ademásel 20% de los huesospresentanseñalesinequívocasde habersido quemados(Zilháo 1992). En todocasoen ninguna de estas localidadespuedeelucidarselanaturalezade las ocupacioneshumanas,dadoque entodas carecemosde los estudiosarqueozoológicosytafonómicosbásicospara distinguir con claridad laintervenciónhumanade laactividadpredadorade loscarmvoros.

b) En cuantoa los sitios al aire libre, es po-sible establecerdiferenciasfuncionales relacionadas

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72 LWS RAPOSO

80 W Gr.

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390 N

Figura 13.- Localización de los principales yacimie,itos del Paleolítico Superior portugués. 1: Caldeír5o: 2: Nascentes do Almonda; 3: Variosyacimientos de la región de Rio Maior; 4: Fumista; 5: Casa da Monra; 6: Lapa du Suso: 7: Lopa da RaínJn; 8: Vale da AJn,oinha e Rossio doCabo; 9: Vate da Masa; lO: Salemas; II: Correio-Mór: 12: Esconral; 13: Evora-Monte.

Figura 14.- Principales yacimientos arqucotógicos del Paleolítico Medio y Superior de la Alta Extremadura portuguesa y de las regiones limítro-

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fes. (Lasflechasindican los ejes de movimientopreferencial sugeridos pos la distribución geográfica de los yacimientos>.

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73AMBIENTES, TERRIToRIosY SUBSISTENCIAEN EL PALEOLÍTICO MEDIO DEPORTUGAL

convariosfactores:— Localizaciónen las orillas de los ríos o en posi-ción elevada,sobreantiguastenazasfluviales; situa-ción envallesprincipaleso secundarios,etc.— Dimensióny composiciónde la industria litica, yase tratede pequeñosconjuntoso de seriesabundan-tes;presenciao ausenciade restosde talla o de uten-silios retocados,etc.

Origen, variedady tratamientodiferencial de lamateriaprima,etc.

Presenciade estructurasde hábitaty característi-casde las asociacionesfaunísticasrepresentadas.

En principio, por la naturalezapropiade laocupacioneshumanasy de los procesospost-deposi-cionalesqueactúanen los lugaresal aire libre, puededecirseque estetipo de estacionesofrece, en condi-cionesfavorables,mayoresposibilidadesque las ocu-pacionesen cuevapara llegar a conocermodosdesubsistenciaantrópicos. Sitios como Cascalheira,donde los subproductoslíticos de talla son muy nu-merosos,con casicompletaausenciadeutensiliosre-tocados.podrianconfigurar el modelo de “taller” o“áreadetalla”. Vilas Ruivasy localidadesaftnes.conestructurasde hábitaty una reducidaindustria lítica,pudieranasimilarse,como observaZilhdo. al modelode “lugares parala observaciónde la caza” descritopor L. Binford en relación a los Nunamiut (Zilháo1992;Binford 1983).Localidadescomo SantoAntáodo Tojal, en el fondo de un valle y en terrenopanta-noso, con industria lítica rica en utensiliosretocadosy unaasociaciónfaunisticadominadapor el elefante,pudieran interpretarsecomo “sitios de caza, abati-miento y troceado”.FinalmenteValedo Forno8, in-cluso sin quesehayanconservadorestosfaunísticos,a partir de las abundantísimasindustriaslíticas quepresenta,con actividadlocal de talla y grannúmerode utensilios retocados,cabríapresentarlocomomo-delode “campamentobase”.

Conjugandola informaciónobtenidaencue-vasy estacionesal aire libre, y manteniendola obser-vaciónen el plano de la integración de los diferen-tes sitios, alguien,finalmente, llegaríaa plantearlareconstrucciónde escenariosa escalalocal. El ejem-pío quemejor ilustra estaclasede construccionesloencontramosen los sitios de la regiónde Loures,cer-ca de Lisboa (fig.15), dondefácilmentepodríanque-rerse reconocer“residencias-base”(Cueva de Co-rreio-Mór) a baja altura, en la oria de los fondosdevalle: “cazaderos”(SantoAntáodo Tojal) tambiénenlos fondosde valle; “áreasde talla” (Casaldo Mon-te), en plataformaspoco elevadas,cercade las liten-tes de materiaprima,y “localidadesde paso”,puntosde apoyo logístico a la actividad de cazay recolec-ción (Cuevasde Salemasy de Pégo do Diablo), o

simples refugios de fieras frecuentadosocasional-mentepor el hombre (Sima de Salemas),estos dosúltimos gruposemplazadosa mayoraltura,por enct-ma de los 200 m, en los macizosrocososperiféricos(Raposo 1993 b). Se podria... Y sin dudacon una in-negable utilidad heurística. Sin embargo,tal comosubrayamosen el texto citado, es preciso no perderde vista las limitaciones impuestaspor el punto departida, los datos básicos,y sobre todo por la escasaresolución cronológica disponibleen el estudiodelPaleolíticoMedio, especialmentesi nosceñimosa lasinformación del territorio portuguésque hoy pode-mos manejar.Es indispensabletener en cuenta elconceptode pene-contemporaneidadque utilizamos,en el que tal vez no tenganfácil acomodociertosejerciciosintelectuales,ciertamentemuyinteresantes,perosólo aplicablesde manerasólidacuandose pue-da garantizarla articulacióncronológicaentrelos di-ferentessitios manipulados.En nuestrocaso, es porejemplo imposiblegarantizarque los “lugaresde ca-za” de Santo Antáo do Tojal, datablesen tomo a80.000 años, puedan estructurarsefuncionalmentecon el restode sitios implicadosen el análisis,paralos queno se disponededatacionesy cuyaedad,porlo menosenel casode las cuevasde Salemasy Pégodo Diablo, puedeser bastanteavanzadadentro delWíirm Antiguo.

La determinaciónde la funcionalidada es-caía local/regionaldeberiaademásapoyarseenel co-nocimiento profundo de cadasitio concreto,para locual seriadecisivo disponerde evidenciasque o noexisten,o no hansido documentadasde manerasufi-ciente. Pensamosen el estudiode los procesostafo-nómicosactivos en cadasitio, y en particularsobrecadabloque de elementos(artefactoslíticos, faunas,sedimentos,etc.).Un buenexponentede lo equívocasquepuedenllegara seralgunasasociacionesaparen-tes noslo daFoz deEnxarrique,sitio queintenciona-damenteno hemos incluido en los ejemplosde fun-cionalidadqueacabamosde apuntar.Nos encontra-mosanteun casode clasificaciónfuncional muypro-blemática:“taller” ajuzgarpor la abundanciadepro-duetosde talla, obtenidosin loco, con unaausenciacasi total de útiles retocados;“cazadero”si concede-mostal significacióna la asociaciónfaunísticadocu-mentada;“campamentobase” por la documentacióndetodoslos elementosde las cadenasoperativaslíti-cas, dándoseunautilización expeditivade artefactosno retocados,utensiliosaposteriori, en expresióndeF. Bordes.Cualquieradeestashipótesispartedepos-talar que estamosdelantede un sólo horizontedeocupación,en el límite. de un “suelo de ocupación”,y parael casopoco importael reconocimientode al-gunas perturbacionespost-deposicionalesde escaso

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74 LUIS RAPOSO

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Figurat5.- Principales yacimientos del 1’aleotitico Medio en la región de Loures (atrededores de t..ishoa>. 1: Pégo do Diabo; 2: Satenias (cuevay sisna); 3: Murtal; 4: Pintéus; 5: Sto. Antáo do Tojal; 6: 8. Juliáo do Tojal; 7: Correio-Mór; 8: Moinho da Agonia; 9: Casal do NIontal; lO:Casal do Monte.

alcance.La relaciónentreindustria lítica y faunapo-dna.inicialmente.considerarse“e~’idesíte”: el reduci-do número de especiesde herbívoros,junto a laausenciacasitotal de carnívorosy las diferentespar-tes del esqueletoy conexionesanatómicasobserva-das, todo ello en asociación estratigráficaestrechacon la industria talladain loco, llevaría a proponeruna relación unívoca y linear entreel hombrey laasociaciónfaunística.La homogeneidadde la fauna,sobretodo si nosceñimosa las tresespecies—vena-do, caballoy uro— ampliamentedominantes,y de laindustrialítica, contribuiríana su vez a hacerparecer“evidente” queambascorrespondierana un mismo y

único “presenteetnográfico”.El estudiotafonómicopreliminarde la fau-

na parecesin embargoinclinarsepor unatanatoceno-sis natural, acasocon historiasdiferentespara cadauna de las especiesrepresentadas,proponiendounadiscreta intervenciónhumana,en contraste con laamplia actividaddetalla documentadaenel lugar.

Por otra parte, aunquemantengamosla presunciónde “contemporaneidad”parael conjuntode la indus-tria lítica, nadaimpide que la mismacorrespondaauna.dos...o x’ariasdecenasdeocupacionessucesIvas,a escalade los años.décadas...inclusosiglos; recuer-deseal respectola conocidaposiciónde F. Bordesenel debateacercadel conceptode“suelo de hábitat” yla “ilusión de los remontajes”(Bordes1975 y 1980).Si así son en este caso las dudas,nos preguntamoscual puedeserla realidadpaletnológicade la genera-lidad de los horizontesregistradosen cuevas,loscua-les ademáscorrespondena palimpsestosde duraciónmuy superiora un horizonteestratigráficoúnico, deformacióny losilización rápida. como el de Foz deEnxarnique.El estudiodel PaleolíticoMedio no pue-de basarseen un concepto.el de “presenteetnográfi-co”. que en realidad no existe, va que inevitable-mentenuestrabasede datosnosremitea los dosex-tremosopuestosdel continua»; temporal: de los bre-ves minutos, segundosincluso,encerradosen un acto

cueva cueva so libro airo flbm

eampaniento basa Sitio de frequentación ocasional Taller Punto de adqublcián de recursosanimales (can o necrefagla)

Líneas de movimento preferencial Territorios poasible de adquisiciónde los grandes herbivoma de recursos

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75AMBIENTEs, TERRITORIOSY SUI3SISíENCIA EN EL PALEOLÍTICO MEDIO l)E PORTUGAL

de talla recuperadovia remontaje.hastalos siglos omilenios que puedenestarcontenidosen el procesode acusnulaciónde aquelloque, por falta de mejoresinstrumentosde análisis, consideramosun sólo ‘ho-rizonte” arqueológico.

En conclusión, en Portugal, el PaleolíticoMedio, entendiendoel ténninoen sentidorestringido—industrias“de tipo musteriense”—,constituyeunperiodo cuyos límites cronológicosinferiores se en-cuentranaúnpor definir, puesaunquese admita. noestá probadacon seguridadla existenciade indus-trias ‘de tipo musteriense”anterioresa la última gla-ciación.

En cualquiercaso,los patronesde territoria-lidad deestaetapase diferenciande los del Paleolíti-co Inferior (Achelense)y de los del PaleolíticoSupe-rior. En el conjuntode lossitios ocupados,se recono-cendiferenciasqueprobablementetraducencierto ti-po de organizaciónlogísticaen la exploracióndel te-rritorio: las cuevasfueron frecuentadasesporádica-menteu ocupadasdemaneramás intensa,a vecesco-moverdaderasbasesde residencia.Los sitios al airelibre sugierenen ocasionesuna discriminaciónfun-cional entre“talleres”, “lugaresde observaciónde lacaza”, “cazaderos”y “campamentosbase”.Esta ob-servación viene en cierto modo confirmada por eltratamiento económicodiferencial de las materiasprimas. En su abrumadoramayoríaprocedende lasinínediacionesde los sitios ocupados.excepcional-mentededistanciashastade unadecenade kilóme-

tros: no se da la adquisiciónsistemáticade ningunadeellas—ni del sílex—, aunquea vecessonintrodu-csdasbajo la forma de soportespre-conformadoso debloquesbrutos/probados,segúnsu origen, abundan-cia y utilizaciónpotencial, lo quesuponeunaplanifi-cación territorial del aprovisionamientomínima-menteorganizada.

En cuantoa las estrategiasde obtencióndelalimento, junto al desconocimientocompleto de laimportanciadel componentevegetal,es manifiestalaausenciade cualquierindicacióndeactividadessiste-máticasde caza,y muchosncnosde cazaselectiva.Afalta de estudiostafonómicosy arqueozoológicosmo-demos,apenasiniciados sólo en el casode Foz deEnxarrique,es norínal que seadilicil establecerconrigor la contribuciónantrópicaa la fonnaciónde losconjuntos faunisticos documentadosen cada locali-dad. La asociacióncasi universalvenado-caballo-uroconstituye muy probablementela principal baseali-menticia animal. Adicionalmentepuedevalorarselaobtenciónde recursosproteínicosanimalesconsegui-dos medianteprácticasnecrofágicassobre la mega-fauna (elefante,rinoceronte),así como la capturadepequeñosmamíferos(jabali. conejo, cabra)y reptiles(tortuga). Otros restosmás ocasionales(aves,peces,mamiferosacuáticos,etc.), aunquepudierana vecesestarrelacionadoscon la actividaddel hombre,debencontemplarseactualmentecon mayor reserva,unavezqueapenassehandetectadoen las cuevas,dondetambiénesnotoria la acciónpredadorade las fieras.

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