alvaro de rosson

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Reseña Biográfica de Álvaro de Rossón Nació el 11 de Mayo de 1931 en la ciudad de Caracas, fue un venezolano a su propio decir: “Monje del Arte, atormentado hombre de éxito y buscador de soledad, gran comedor de arena, de pescado y de estrellas”. Su vocación humanista lo nutrió de una sólida formación multidisciplinaria, expresando todo su talento de muy distintos modos. Estudió Música y Teatro en la Escuela Superior “José Ángel Lamas” y en Universidad Central de Venezuela. Ofreció conciertos, recitales y participó en oratorias y operas con su voz de bajo, destacando sus sorprendentes cualidades. Fue escenógrafo, musicalizador, creador de luces y efectos sonoros, escritor periodista, traductor, poeta, crítico de arte, hacedor de versiones, productor de programas radiales, ganadero y director teatral. Dirigía sus obras calzando sandalias y vistiendo bragas verdes, anaranjadas y beige, “para estar cómodo en esa caminadera”, gritaba, sudaba, gesticulaba, se apasionaba y exigía el máximo esfuerzo de actores y escenógrafos. De la misma forma vehemente se introducía en el texto de cada una de las obras para transformar el discurso si era necesario, participó en casi medio centenar de obras, tanto de teatro lírico como dramático. Entre tantas obras podemos mencionar a título referencial: “El Testamento del Perro”, “Los Engañados”, “La Mandrágora”, “Los Enamorados”, “Amor”, “Romeo y Julieta”, entre otras. Fue invitado a los Estados Unidos, Francia (Festival Nancy), Brasil, Polonia, por su brillante y original rol de director. Todo ello ameritó que obtuviera de la crítica el premio nacional de teatro, cuando se otorgó por primera vez en Venezuela, en 1975. Interpretó, en su faceta de actor, diversas obras de Shakespeare, Rengifo, Cabrujas, Zorrilla, Lope de Vega, Brecht, entre otros, obras como “Noche de Reyes”, “Lo que dejó la Tempestad”, Pozo Negro, “Juan Francisco de León”, “Fuentovejuna”, entre otras. Sus últimas actuaciones fueron en las obras: “Las Efectuadas”, “Don Juan” y “La Ópera de los Tres Centavos”. Inquieto y polifacético, abarcó áreas que fueron desde el diseño gráfico a la poesía. Durante veinte años, a partir de 1962; produjo los programas líricos de la Radio Nacional de Venezuela, incluyendo la gran Ópera Dominical y el Concierto Operático. Su sentido de trascendencia dio vida a nuestros grupos de teatro, frecuentando la ciudad de Barquisimeto, realizando trabajos de dirección y docencia teatral. En la década de los 60 fundó “El Surco”, así como la escuela de teatro, la coral y el teatro estable de Maracay. Para la década de los 70 fundó los grupos “Siembra y Teatro”, realizando montajes de obras de teatro de dramaturgos venezolanos como: “El Círculo” de Edilio Peña, “La Empresa Perdona un Momento de Locura” de Rodolfo Santana, ocupando el primer lugar en la vida teatral nacional. Muere el 11 de Abril de 1981 en su retiro de Adícora, frente al océano y tal vez el rumor del mar le recordaba los aplausos del teatro nacional, el fragor de los aplausos y felicitaciones. No es difícil pensar que alguna tarde, ante el mar aplaudiendo por los siglos con sus manos verdes y saladas, Álvaro de Rossón halla dicho, inclinando la cabeza intranquila: “Muchas gracias señores, muchas gracias...”

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Una Breve Biografía de Álvaro de Rossón

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Page 1: Alvaro de Rosson

Reseña Biográfica de Álvaro de Rossón

Nació el 11 de Mayo de 1931 en la ciudad de Caracas, fue un venezolano a su propio decir: “Monje del Arte,

atormentado hombre de éxito y buscador de soledad, gran comedor de arena, de pescado y de estrellas”.

Su vocación humanista lo nutrió de una sólida formación multidisciplinaria, expresando todo su talento de muy

distintos modos. Estudió Música y Teatro en la Escuela Superior “José Ángel Lamas” y en Universidad Central de

Venezuela.

Ofreció conciertos, recitales y participó en oratorias y operas con su voz de bajo, destacando sus sorprendentes

cualidades.

Fue escenógrafo, musicalizador, creador de luces y efectos sonoros, escritor periodista, traductor, poeta, crítico

de arte, hacedor de versiones, productor de programas radiales, ganadero y director teatral.

Dirigía sus obras calzando sandalias y vistiendo bragas verdes, anaranjadas y beige, “para estar cómodo en

esa caminadera”, gritaba, sudaba, gesticulaba, se apasionaba y exigía el máximo esfuerzo de actores y escenógrafos.

De la misma forma vehemente se introducía en el texto de cada una de las obras para transformar el discurso si era

necesario, participó en casi medio centenar de obras, tanto de teatro lírico como dramático.

Entre tantas obras podemos mencionar a título referencial: “El Testamento del Perro”, “Los Engañados”, “La

Mandrágora”, “Los Enamorados”, “Amor”, “Romeo y Julieta”, entre otras. Fue invitado a los Estados Unidos, Francia

(Festival Nancy), Brasil, Polonia, por su brillante y original rol de director. Todo ello ameritó que obtuviera de la crítica el

premio nacional de teatro, cuando se otorgó por primera vez en Venezuela, en 1975.

Interpretó, en su faceta de actor, diversas obras de Shakespeare, Rengifo, Cabrujas, Zorrilla, Lope de Vega,

Brecht, entre otros, obras como “Noche de Reyes”, “Lo que dejó la Tempestad”, Pozo Negro, “Juan Francisco de León”,

“Fuentovejuna”, entre otras.

Sus últimas actuaciones fueron en las obras: “Las Efectuadas”, “Don Juan” y “La Ópera de los Tres Centavos”.

Inquieto y polifacético, abarcó áreas que fueron desde el diseño gráfico a la poesía. Durante veinte años, a partir

de 1962; produjo los programas líricos de la Radio Nacional de Venezuela, incluyendo la gran Ópera Dominical y el

Concierto Operático.

Su sentido de trascendencia dio vida a nuestros grupos de teatro, frecuentando la ciudad de Barquisimeto,

realizando trabajos de dirección y docencia teatral. En la década de los 60 fundó “El Surco”, así como la escuela de

teatro, la coral y el teatro estable de Maracay.

Para la década de los 70 fundó los grupos “Siembra y Teatro”, realizando montajes de obras de teatro de

dramaturgos venezolanos como: “El Círculo” de Edilio Peña, “La Empresa Perdona un Momento de Locura” de Rodolfo

Santana, ocupando el primer lugar en la vida teatral nacional.

Muere el 11 de Abril de 1981 en su retiro de Adícora, frente al océano y tal vez el rumor del mar le recordaba los

aplausos del teatro nacional, el fragor de los aplausos y felicitaciones. No es difícil pensar que alguna tarde, ante el mar

aplaudiendo por los siglos con sus manos verdes y saladas, Álvaro de Rossón halla dicho, inclinando la cabeza

intranquila:

“Muchas gracias señores, muchas gracias...”