~ Un.ive.rsid~\d Nacional de Entre l{ios

Ia Facultad de Trabajo Social

Trabajo Practico N° 2

Cicio de Complementaci6n Curricular

Asignatura: Trabajo Social Contemporaneo

Equipo docente: Susana Cazzaniga, Laura Salazar, Rosana Pieruzzini, Ver6nica

Villagra

Alio: 2010.-

Fecha: 1014110

Textos:

• MONTANO, Carlos (2000) La naturaleza del servicio social: un ensayo

sobre su genesis, su especificidad y su reproducci6n. Cortez. San Pablo

• CAZZANIGA, Susana. Fichas de la Asignatura respecto de legitimidad (en:

www.fts.uner.edu.ar- catedras on line)

1. Tesis 1.-: Identificar cada uno de los aspectos: en que radica la legitimidad de

Trabajo Social, segun define Montano. ~cuales son los riesgos y

consecuencias que detalla el autor, de acuerdo a esta tesis?

2. Segun la tesis 2: ~en que basa su legitimidad Trabajo Social?

2.a) ~c6mo conceptualiza legitimidad funcional y en que radica la misma?

2.b) ~Quien la otorga?

3. ~Como define legitimidad social, el autor mencionado?

4. Estas dos formas de legitimacion: ~se complementan 0 contraponen? ~Por

que?

5. Explique: ~por que, el autor sostiene, que el trabajador social se convierte en "un profesional de la coercion y del consenso'?

6. ~Que aspectos contradictorios senala el autor? Identifique.

7. Explique: ~en que sentido sostiene el autor que se enmascara su camcfer de

clase?

8. Aporte final: elabore una reflexion critica de estos aspectos trabajados en

clase, y en fichas de la asignatura en tension con el texto de Montano, teniendo

en cuenta su trayectoria de intervencion profesional.

Dados Internacionais de Cataloga~ao na PUblica~ao (CIP) (Camara Brasileira do Livro, SP, Brasil)

Montano, Carlos E. La naturaleza del servicio social: un ensayo sobre su genesis,

su especificidad y su reproducci6n ICarlos E. Montano. 2. ed. ­Sao Paulo, Cortez, 2000 - (Biblioteca latinoamericana de servicio social. Serie ensayos)

Bibliografia. ISBN 85-249-0683-9

I. Politica social. 2. Servic;o social 3. Servic;o social­aspectos politicos 4. Servic;o social - filosofia 5. Servic;o social como profissao I. Titulo. II. Serie.

98-2338 CDD-36I

Indices para catalogo sistematico:

I. Servic;o social 361

BIBLIOTECA LATINOAMERICANA DE SERVICIO SOCIAL

CARLOS MONTANO

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

Un ensaya sabre su genesis, su especificidad y su repraducci6n

Traducci6n: Alejandra Pastarini

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42 43 LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

- caracteristicas estas que, a pesar de que hayan side transfelidas para la profesi6n y constituidas en particularidades del Servicio Social, sin embargo nada nos dicen a respecto de la funcionalidad y legitimidad de la profesi6n. Asi, para ellos, no hay evoluci6n (de formas anteriores de ayuda para el Servicio Social "profesionalizado") sino la creaci6n de un nuevo actor, de una nueva profesi6n que, sin embargo, no se constituye con una identidad meramente atribuida, en la medida en que los primeros profesionales "llevan" consigo sus propias caracterfsticas (su subalternidad de genero, sus forrnas de pnictica voluntarista ligadas a la asistencia y a la filantropia, su formaci6n confesional, su origen de clase etc.).

2. LA LEGIT/MACION SOCIAL Y FUNClONAL DE LOS ASISTENTES SOCIALES

Correlativamente a la discusi6n sobre la genesis del Servicio Social, existen dos tesis que remiten a la legitimaci6n de la profesi6n. Legitimaci6n frente a la sociedad y ante el Estado.

2.1. Asi, la primera tesis, vinculada a la perspectiva "evo­lucionista-particularista" (endogenista), entiende que la legitimi­dad del Servicio Social radica en la "especijicidad" de su pnictica profesionaJ.

En la primera tesis, considenindose el Servicio Social como una forma de ayuda profesionalizada, la legitimaci6n de este derivarfa de los elementos diferenciadores tanto de "otras" formas de ayuda como de las restantes profesiones; 0 sea, de su "especificidad". Aqui, la estrategia profesional de legitimaci6n es montar una barrera interprofesional, bajo el acuerdo de cada profesi6n de no invadir el espacio "especffico" del otm. Este espacio especffico, en el caso del Servicio Social, estarfa dado por el objeto, por el metodo propio o por su fundamento en la pnictica de campo, por sus objetivos etc. (sobre esto volveremos en el item 2 del capitulo II).

Esta especificidad, al ser considerada, segtin esta tesis, como el elemento que da sentido a la profesi6n, ha sido el centro de innumerables debates por el colectivo profesional. En esta perspectiva se entiende como "especffico" del Servicio Social la prestaci6n de

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS

servlclos dirigidos a los sectores empobrecidos y carentes de la poblaci6n. Tambien seria "especffico" su tipo de investigaci6n social, la cual aparece como orientada para la acci6n, contraIiamente a las demas disciplinas sociales. Se define, de la misma manera, la metodologia como "especffica", los objetivos profesionales como "especfficos" y los objetos de intervenci6n tambien son entendidos como "especfficos" del Servicio Social. Asimismo se encuentra un sujeto "especffico" propio de la profesi6n: los "pobres", los carentes 0, en la mejor de las hip6tesis, los asistidos por las polfticas sociales donde trabajan estos profesionales.

Todas estas "especijicidades" no pasan, en realidad, de una gran ilusi6n40, de quien necesita demostrar 10 que hay de diferente, de propio, de aut6ctono, ... de "especifico", en su quehacer profesional. Parece que si no se encontrara 10 propio del Servicio Social, entonces este no tendria motivo de existir como profesi6n, no estarfa legitimado, no tendrfa raz6n de ser.

Pero (,que profesi6n no fue creada para responder a la realidad?; (,cual de elias investiga sin tener como horizonte iluminar su practica profesional?; (,se podrfa afirmar que s6lo el Servicio Social trabaja con los sectores carentes de la poblaci6n?

Parecerfa que estas "ilusiones" estan realmente lejos de ser reales.

No obstante, una de las ilusiones mas perversas sobre estas "especificidades" se refiere a la exclusividad de los tradicionales campos de· intervenci6n profesional: salud, trabajo, minoIidad, fa­rnilia41

. Se piensa que una profesi6n puede constituirse por la intervenci6n en las areas donde actuara en el momento en que fue creada (desarrollaremos esta cuesti6n el punto 4 del capitulo II). Se piensa, por 10 tanto, que las "cuestiones sociales" existentes en un determinado periodo del desarrollo del capitalismo son las mismas

"

40. Para Martinelli, "e! conjunto de expresiones que aparecen como manifestaciones cspecfficas de su practica son [en realidadl exteriorizaciones de su identidad atribllida" (1997: 73).

41. Ver, por ejemplo, los "campos del Servicio Social" que propone Balbina Ottoni Vieira: de la familia, de menores, escolar, de salud, psiqlliatrico, correccional, de nnpresas (1977: 66-70).

45 44 LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

ahora y consecuentemente seran las mismas en el futuro: esta vision congela el desarroIIo social, economico y polftico, y IIeva a la consideracion 0 interpretacion de los "problemas sociales" como "disfunciones", desajustes que mantienen las mismas caracterfsticas (a-historicamente) en el correr del tiempo.

Aquf se trata no solo de una ilusion fetichizada; esta concepcion es profundamente conservadora: dificulta fuertemente la incorporacion de nuevas areas y nuevas demandas sociales como campos de intervencion profesional y de nuevas estrategias de intervencion, congelando la legitimacion y funcionalidad profesional (su base de sustentacion funcional-laboral) al momenta de su genesis. En realidad, esta tesis refleja una profunda ansiedad42, que IIeva al colectivo profesional a rechazar cualquier modificacion que debilite su "es­tabilidad", prefiriendo la comoda y estable subordinacion y subal­temidad profesional (en la preservacion de aqueIIa "especificidad" que excIuye a los "otros"), en lugar de la inestable y desafiante ruptura de Ifmites, con su consecuente ampliacion de sus espacios, fronteras y posibilidades de transformacion de la realidad.

- Parece diffcil aceptar la tesis de que la legitimidad del Servicio Social recaiga en la "especificidad" de su practica. Espe­cialmente en momentos en que espacios tradicionalmente ocupados por asistentes sociales estan siendo hoy disputados por sociologos, psicologos sociales, terapeutas familiares y hasta profesionales no ligados directamente a 10 "social": agronomos, arquitectos, medicos, entre otros.

De esta forma, esta primera tesis resulta falsa e ilusoria; sin percibir el lugar que ocupa la profesion en el orden socioeconomico, resulta enteramente "funcional" al sistema y al capital. Propone generalmente, en esta pretendida "especificidad", un tecnico encargado de desempefiar ciertas tareas ejecutivas, "apolfticas" y "neutras", 0

en el mejor de los casos, "practicista", iluminado por el conocimiento cientffico, tambien "neutro" y orientado por las definiciones polfticas

42. Ansiedad provocada por la invasi6n de los tradicionales campos de trabajo del asistente social por otros profesionales y tecnicos, asf como por un sentimiento de perdida de su locus, de su espacio de trabajo, de intervenci6n, ... de su "especificidad" y, por 10 tanto, de su empleo.

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS

de un Estado que parece buscar el "bien comon"; ocultando as!, detnls de un manto de "equidad", las orientaciones de una cIase dominante y hegemonica.

2.2. En oposicion a esto, vinculado a la vision de totalidad (perspectiva historico-critica), surge una segunda tesis que parte de un Servicio Social legitimado oficialmente por el papel que cumple en, y para el Estado capitalista (yen y para el orden !.>urgues), el cual se convierte en su principal empleador.

Aquf, en una perspectiva historico-sistematica, se ve al Servicio Social ocupando un lugar en la division sociotecnica del trabajo, dentro de un proyecto polftico-economico hegemonico y desempe­iiando funciones de control y apaciguamiento de la poblacion en general y de las cIases trabajadoras en particular.

Su legitimacion recae en su funcion prestada al orden burgues a traves de su participacion fundamentalmente en el Estado, como cjecutor terminal de polfticas sociales, y no en su eventual "espe­cificidad". Como dijera Iamamoto (1997: 145), la legitimidad del ilsistente social surge, no tanto por su caracter tecnico-especffico, "ino por su Junci6n politica, de cuno "educativo", "moralizador" y "disciplinador". EIIa entiende que

"el Servicio Social se institucionaliza y legitima como profesi6n (Oo.) cuando el Estado centraliza la politica asistencial, efectivizando a traves de la prestaci6n de servicios sociales implementados por las grandes instituciones; con eso, las fuentes de legitimaci6n del quehacer profesional pasan a emanar del propio Estado y del conjunto dominante" (Iamamoto, 1992: 95).

As!, para Netto, la legitimacion es dada por el desempeno de iiI.,

"funciones ejecutivas, independientemente de la (auto-)representaci6n que de elias bagan. Estructurandose como colectivo profesional a partir de tipos sociales preexistentes al orden monopolista, original­mente conectados a un heterogeneo referencial ideal incorporado por el proyecto sociopolftico conservador (abierto a las reformas 'dentro del orden') propio de la burguesfa monopolista" (Netto, 1997: 77).

46

47 LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

Segun el autor, es s610 en el orden monopolista "que la actividad de los agentes del Servicio Social puede recibir publica y socialmente Un caracter projesional: la legitimacion (...) por el desempefio de papeles, atribuciones y funciones a partir de la ocupacion de un espacio en la divisi6n social (y tecnica) del trabajo en la sociedad burguesa consolidada y madura" (1997: 68-69). Netto, criticando la influencia positivista que lIeva a atribuir el "fundamento de legitimidad" profesional desde que tenga una estructura cientifica y metodo propio, entiende que "10 que ha legitimado nuestra profesi6n es, primeramente, una consagrada divisi6n social del trabajo" y sobretodo, la "atenci6n a demandas, sean institucionales 0 no" (Netto,1993: 56-57).

Es en este sentido que Mota, estudiando el Servicio Social de empresa, entiende que "si, aparentemente, la empresa apenas da legitimidad a una practica profesional, ratificando su utilidad social [en el sentido de prestaci6n de servicios] al profundizar la cuesti6n veremos que, mas alIa de 10 que es considerado como aspecto tecnico, esta presente el componente politico de la readquisici6n, identificado en la necesidad de mediar intereses de clase" (Mota, 1991: 17) (grifos nuestros).

Lo que legitima una profesi6n es, por 10 tanto:

1) dar respuestas (no importa si exclusivas 0 no) a determinadasdemandas sociales,

2) la existencia de instituciones con interes y capacidad de contratar esos profesionales.

En el caso del Servicio Social, requiere la existencia de: 1) la Ilamada "cuesti6n social" (inmanente al sistema capitalista indus­trial) y 2) organismos - hist6ricamente el Estado y organizaciones ligadas a las clases dominantes - que desarrollen polfticas sociales4J •

- Resulta entonces, de esta perspectiva, que existe una vin­culaci6n entre el caracter de empleado, de trabajador, de funcionario, con la legitimaci6n del Servicio Social.

43. Entonces, si en contextos de Estados fuertes, intervencionistas y Con importante peso en polfticas sociales el Servicio Social prolifera; i,que pasa en momentos donde el Estado es minimizado y los recursos para polfticas sociales son recortados? Es una cuesti6n abierta (sobre esto ver Netto, 1996 y Montano, 1997).

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS

Se debe distinguir por 10 tanto, la legitimidad funcional de la legitimacion social; en la medida en que cada una de esas categorfas expresa una relaci6n especffica del profesional44 .

La primera, la legitimidad juncional, remite a la relacion asistente social / empleador: el Estado y demas instituciones rela­cionadas a las clases privilegiadas 0 dominantes.

Segun Martinelli, el Estado "como el creador [del Servicio Social] no podia dejar de legitimar a la criatura, tanto esa identidad atribuida como la practica asistencial desanollada por los asistentes sociales eran plenamente ratificadas por la burguesia", instalandose allf una gran paradoja: "Ia Iegitimaci6n de su practica no provino de la poblaci6n usuaria sino de la clase dominante - los mandantes de la prcktica - asi como tambien de los contratantes de los servicios profesionales de los asistentes sociales" (Martinelli, 1997: 141-142).

Para Iamamoto, "las fuentes de legitimaci6n de la demanda del Servicio Social no han sido, a 10 largo de su historia, derivadas de aquellos segmentos sociales que son particularmente el foco de la acci6n profesional, sino de los segmentos que controlan las organizaciones en donde actua el Asistente Social, y a traves de las cuales procuran sedimentar su influencia sobre el conjunto de la sociedad" (Iamamoto, 1997: XXXI).

Netto afirma, en ese sentido, que "el Servicio Social se constituye como profesi6n [legftimaJ, insertandose en el mercado de trabajo, con todas las consecuencias de ahi derivadas (princi­palmente con su agente haciendose vendedor de su fuerza de trabajo)" (1997: 67).

De esta manera, 10 que dota de legitimidad funcional a la actividad del asistente social es "la condici6n del agente y el

44. En Netto aparecen algunas fuentes que sostienen las crisis de identidad profesional del Servicio Social; entre elias, dos que nos interesan para ilustrar 10 que venimos diciendo: "Del lado de su clientela inmediata, toda la validacion profesional tiende a ser promovida al interior de una moldura que anula la base propia de la profesionalizaci6n - la moldura de sus protoformas filantr6picas. Del angulo de sus financiadores directos, su legitimaci6n se torna variable de su funcionalidad en relaci6n a los objetivos particulares que tengan en vista" (1997: 102).

48 LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

significado social de su accion" (ibidem.), es, en definitiva, la existencia de un campo de trabajo que es demandado por el Estado - en consonancia con las necesidades de la clase hegemonica de perpetuarse en el poder y de consolidar el sistema - y que es ocupado por el profesional de Servicio Social. Son las "cuestiones sociales", puestas como problemas puntuales ("disfunciones") que afectan el supuesto "equilibrio" del sistema, las que constituyen los espacios sobre los cuales debe intervenir el asistente social, a partir de la demanda del Estado, instrumentalizado este por las clases hegemonicas.

Asf, afirma Iamamoto, "es en ese contexto, en que se afirma la hegemonfa del capital industrial y financiero, que emerge sobre nuevas formas la llamada 'cuestion social', la cual se torna la base de justificacion de ese tipo de profesional especializado" (1997: 91).

La legitimidad social, por el contrario, refiere a la relaci6n asistente social / usuario: el sujeto para el cual van dirigidas las polfticas sociales, y por 10 tanto, para quien es desarrollada la accion profesional, la cual mayoritariamente se refiere a la poblacion subaltema 0 carenciada.

Este profesional solo puede desempefiar el papel para el cual es contratado (obteniendo su legitimacion funcional) desde que sea aceptado y legitimado por la poblacion asistida. Las polfticas sociales que el ejecuta solo se toman eficientes a sus objetivos si ellas consiguen insertarse en la realidad de sus destinatarios, asf su ejecutor debe poseer un cierto grado de legitimidad social, de aceptacion. De esta forma, la genesis del Servicio Social esta vinculada a una estrategia de la clase hegemonica de controlar no solo el espacio publico de las personas, sino tambien de llevar el control a la esfera de 10 privado, a la vida cotidiana, a la intimidad de las personas; por 10 tanto, este profesional debe estar legitimado por la poblacion; esta ultima debe ver en el asistente social el "solucionador" de sus problemas.

La "cuestion social" se torna asf, no apenas el factor "disfun­cional" y amenazador del "equilibrio", llevando ala clase dominante, mediatizada por el Estado, a desarrollar una estrategia de control de esta a traves de las polfticas sociales y contratando al asistente social como ejecutor de estas (10 que 10 legitima funcionalmente),

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 49

sino que ella se constituye tambien en el motivo por el cual la poblacion "demanda" y acepta la intervencion de este profesional para la solucion de sus carencias (10 que legitima socialmente al asistente social). La legitimidad funcional refiere entonces, a una relacion de trabajo, salarial, donde el asistente social desarrolla las funciones para las cuales es contratado, 10 que Ie confiere una instrumentalidad social (ver Guerra, 1995). la legitimacion social remite a la demanda por servicios, 10 que torna al profesional aceptado y requisitado por la poblacion.

EI cfrculo se cierra: la clase hegemonica debe legitimar el sistema y controlarlcontener las insatisfacciones populares que puedan amenazar su "equilibrio natural"; para eso desarrolla, en el contexto de un "pacto social", de una estrategia de bienestar, mediante la intervenci6n estatal en las "cuestiones sociales" implementando po­Ifticas sociales; estas ultimas precisan de un cierto agente que las ejecute: el asistente social; se contrata entonces este profesional que desempefiara su funcion a cambio de un salario (legitimandose runcionalmente); asf el asistente social va a intervenir en los problemas de la poblaci6n; esta ultima los recibira en funcion de la imagen de ayuda, de nexo con el Estado, de la cual gozan los profesionales, y por "solucionar" sus carencias (10 que 10 legitima entre la poblacion); 10 que se espera en medios oficiales, como resultado de esto, es la legitimaci6n y consolidacion del sistema.

En realidad, estas dos formas de legitimacion no pueden ser vistas como fenomenos divorciados. Hay aquf dos tipos de demandas que, interrelacionadas, parten de actores diferentes y requieren cosas i1istintas. Primeramente, la poblaci6n carente demanda al Estado Sl:rvicios sociales y asistenciales. Asf, dentro de una 16gica de "pacto ,social" tense (Estados "populistas", de Bienestar social, Keynesianos, ('11 fin, Estados Providenciarios), con un Estado ampliado, no me­r;lInente coercitivo sino que precisa legitimarse tambien mediante l"I consenso (ver Coutinho, 1994: 42 y ss,), las clases hegemonicas y cI Estado por elias instrumentalizado precisan responder a algunas t k· estas demandas como forma de evitar levantes populares. Es :Iquf que aparece el segundo tipo de demanda: el Estado, y los lilganismos "ojiciales" del capital, demandan la intervenci6n de /ns asistentes sociales para implementar las polfticas sociales, las ,'uales iran a responder a algunas de aquellas demandas sociales.

50 LA NATURALEZA DEL SERVrCro SOCIAL

En este sentido, la demanda directamente hecha al profesional de Servicio Social parte del Estado, de la empresa etc. - 10 que Ie confiere legitimidad funcional -, y es a estos que el asistente social se vincula organica y funcionalmente a traves de un contrato de trabajo. No obstante, en realidad, aunque indirectamente, su demanda tiene como punto de partida las necesidades ~ociales: si la poblacion dejara de demandar servicios, el resultado serfa que el Estado dejarfa de demandar la intervencion de asistentes sociales45 .

Asf, esta doble relacion (que deriva en las dos formas de legitimidad profesional): "asistente social / empleador" y "asistente social / usuario", debe ser entendida como un proceso unico: demafUia social por servicios estatales - ampliaci6n del Estado e intervenci6n social de este a traves de polfticas sociales - demanda de asistentes sociales (para ejecutar estas ultimas) por parte del Estado _ legitimaci6n (juncional) y consolidaci6n projesional.

La fuente de demanda de intervencion esta en la existencia de la lIamada "cuestion social", castigando los sectores trabajadores, aunque ella no sea directa ni visible. EI compromiso itico-projesional pOI' 10 tanto, debe estar dirigido a la atenci6n y respuesta de la situacion, de los problemas que viven estas c1ases sociales (que viven del trabajo). Es por eso que la opci6n polftico-projesional debe, mas alia de las orientaciones ideopolfticas de cada asistente social individualmente (el que puede reforzar 0 no aquella opcion), dirigirse fundamental mente a la defensa de los intereses de las cIases trabajadoras; dado que, a pesar de que directamente la demanda

45. En el contexto de las sociedades capitalistas es infundado pensar que l()s Irabajadores dejen de demandar servicios al Estado (son derechos del trabajador mismo que disfrazados de "concesiones"); no obstante, si pensaramos en un contexto diferellte al que enmarc6 el Estado Providencia, el "pacto de c1ases", si consideniramos tin

contexto donde el Estado tiende a ser minimizado, las polfticas sociales reducidas, donde en fin, las clases dominantes no precisen legitimar el Estado con tales medid:as pues el sistema es aceptado pOl' el "Iibre juego del mercado" (una discusi6n sobre es:ta cuestion se encuentra en Montano, 1995: punto 3 del capitulo III), y no precisen rn:as revertir la tendencia al subconsumo ni disminuir eI costo de producci6n, de la fuer;za de trabajo, pues el mercado de consumo y produccion estan "globalizados" (cualqukr semejanza con la realidad actual no es mera coincidencia), en este contexto, rnisrrno manteniendose, y en aumento, la demanda social pOl' los servicios sociales y asistenciales del Estado (y de las empresas), sera el propio Estado y el capital que no prornllevmn y manlengan a eslos ultimos.

1./\ NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 51

del profesional parta de los organismos ligados a las clases domi­nantes, la verdadera fuente - aunque indirectamente 'f fetichizada - de la demanda por asistentes sociales, y por 10 tanto el fundamento ultimo de su legitimaci6n, esta en la demanda que la poblacion trabajadora hace de servicios sociales y asistenciales, 10 que indi­rectamente significa en demanda (de esta vez hecha fundamentalmente por el Estado y la empresa) de agentes para la ejecucion de tales servicios.

Es que, disfrazado en aqueIIa dualidad de relaciones, como divorciadas, se retira del imaginario profesional el vinculo directo con la demanda social, pareciendole al profesional su relacion con la poblaci6n como mediada por la (bondadosa) intervencion del Estado. Asf como el Estado transforma derechos y conquistas populares en aparentes "concesiones" de servicios, este tambien transfigura la verdadera fuente y fundamento de la demanda de asistentes sociales: demafUia por servicios que parte de aquellos derechos y conquistas de la poblaci6n, y la muestra como una demanda de trabajo que parte del Estado.

Legitimidad funcional y social son, por su parte, elementos por veces contradictorios, en constante tensi6n, de tal forma que hacen del asistente social, como ya observamos, un "projesional de La coerci6n y del consenso", un profesional que se debate entre "servir a dos senores": el empleador y el usuario. Dos sujetos cIaramente diferenciados en sus intereses, objetivos, tiempos etc. Esta tension que vive el asistente social entre desarrollar una intervenci6n a servicio de su patron (y del orden socioeconomico y polftico que representa) 0 servir al usuario de las polfticas sociales, es "resuelta" rapida aunque intermitentemente a traves de la creencia ilusoria de que los intereses de ambos sujetos son semejantes, 0

en 10 minimo, complementarios46 . Se piensa que el Estado, y las

46. 0, como afirma lamamOlo, "esta tensi6n ha sido "resuelta" en la trayectoria hist6rica del Servicio Social en el sentido de la adhesi6n objetiva de sus agentes, consciente 0 no, a los intereses sociales de las clases hegemonicas, traducidos en la direccion impresa a la prt'ietica y al modo de pensar que la informa, 10 que viene marcanao al Servicio Social con el distintivo de la imposicion. Este caracter socialmente impositivo se encllentra en tension permanente con uno de los requisitos de esa accion que supone obtener adhesion de los "clientes" a sus prop6sitos y fundamentos" (Iamamoto, 1997: XXXI).

53 LA NATURALEZA DEL SERVICfO SOCIAL 52

polfticas socia1es, persiguen e1 bien comun, se entiende que no hay luchas de clases, que honesta y "patri6ticamente" todos, capitalistas y trabajadores, se benefician mutuamente, sin haber en eso ningun tipo de contradicci6n estructural, apenas prob1ematicas "disfuncio­nales". No obstante eso, en los servicios sociales y asistencia1es estan contenidas demandas de la poblaci6n hist6ricamente conquis­tadas; es asf que Iamamoto afirma:

"si, por un lado, el profesional es solicitado para responder a las exigencias del capital, por otro, participa, aunque subordinadamente, de las respuestas a las necesidades legftimas de sobrevivencia de las c1ases trabajadoras. De esa forma se procura aprehender eL movimiento contradictorio de La practica projesionaL en eL juego de Las juerzas sociaLes presentes en La sociedacf' (Iamamoto, 1997: XXXVI).

En realidad, las c1ases hegem6nicas - y e1 Estado capitalista por ellas instrumenta1izado - necesitan perpetuar e1 orden socioe­con6mico y polftico. Para eso, frente a la insatisfacci6n popular, producto de las desigualdades sociales, polfticas y econ6micas, se precisaba crear polfticas sociales "aprobadas" y "aceptadas" por 1a pob1aci6n, de tal forma que disminuyeran real y ficticiamente aquellas desigualdades, disminuyendo con eso la insatisfacci6n y movilizaci6n popular en general y sindical en particular. Era necesario por 10 tanto, camuflar su estrategia y sus implementadores. As\, por un lado, se precisaba rec1utar personas que fueran aceptadas por 1a poblaci6n, que tuvieran facilidad de "entrar" en sus vidas. Por otro 1ado, aquellas personas tenfan el fundamental pape1 de viabilizar y tomar posible la implementaci6n de las polfticas socia1es, necesarias para 1a disminuci6n del descontento y movilizaci6n social. Finalmente, e1 vfnculo laboral deberfa ser mantenido por e1 Estado con su apariencia de "neutralidad".

De esta manera, "la ideo10gfa dominante encubre, en 10 cotidiano, la aprehensi6n de las re1aciones de c1ase. Las relaciones Servicio Social / usuarios, se personalizan, enmascarando su caracter de clase. Mas: aparece reforzado un humanitarismo que legitima mejor los intereses instituciona1es" (Vv. Aa., 1991: 60) (grifos nuestros).

Estos actores, esenciales para tomar efectivas estas polfticas socia1es y por 10 tanto, para garantizar la estrategia de manutenci6n

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS

y consolidaci6n del orden capitalista en su fase monopolista, deberfan estar revestidos de un manto que encubriera su verdadera identidad, su real funci6n, imprimiendo en su "cara visible" una identidad transportada de la jilantropta. Sin embargo, disfrazar el caracter funciona1 del sistema dominante significa ocultarlo tanto de la poblaci6n como de los propios ejecutores47 de esta tactica dicha

"redistributiva"48. * Asf, por un lado, para tomar imperceptible la funciona1idad

de las polfticas sociales, y para que estas sean aceptadas por la pob1aci6n, el Estado recluta originalmente, como implementadores de aquellas, a las personas otrora vinculadas a las organizaciones fi1antr6picas49 . Se rec1ut6 entonces, a las "damas de caridad", las coales disponfan de legitimidad social y aceptaci6n por su imagen "inofensiva" y caritativa50 : mujeres bondadosas que desempefiaban actividades de ayuda, caridad, filantropfa. Esta aceptaci6n les permitfa "entrar" en la vida cotidiana del pueblo, llevando con ellas las

47. Segun Guerra, "el vinculo entre la fuerza de trabajo del asistente social y eI l'apital no se realiza de manera directa. (...) en la mayorfa de los casos esa relacion es mediatizada pOl' el Estado: la interpolaci6n del Estado engendra una representaci6n klichizada de la posici6n que el asistente social ocupa en el mercado de trabajo, ya quc la requisici6n pOl' el trabajo profesional aparece como una demanda del Estado y Ill) del capital"; asf, COnlinua, "de una parte, esta concepcion oscurece las condiciones /'III/eretas que determinan la intervenei6n profesional, como ser, su vinculo de asala­,ialniento. (... ) De otra parte, la intervenci6n profesional en cuanto prestaci6n de servicios, III SCI' retirada del enfrentamiento directo entre capital-trabajo, liene oscurecida su fwu:i6n IJIII/lica en la mediaci6n de los antagonismos entre las dos c1ases fundamentales de la

IlIIcicdad capitalista" (Guen'a, 1995: 155-156).

48. En realidad, de este proyecto polftico, econ6mico e ideol6gico.

49. Martinelli afirma que "era para crear tales 'bases de sustentaci6n' [ideol6gicas v sociales], capaces de garantizar la irreversibilidad del capitalismo, que la burguesia d"::,'aba utilizar la pn'ictica social de los filantropos, entre otras estrategias". Lo que 11111 ian "valiendose de la facilidad del acceso de esos agentes a la familia obrera" y ", ,,'II!lando sus reales intenciones en un abstracto discurso humanitario" (Martinelli,

1'11)1: 70). )(). "La Acci6n Social y la Acci6n Cat61ica [en el Brasil] se vuelven asf una de

111~. l'ucnles de preferencia de rec1utamiento de esos profesionales" (Iamamoto, 1997: I(, I) I.a autora entiende que "ese origen confesional, articulado a los movimientos de "11<11\ Social y Acci6n Cat61ica, forma parte un tipo de legitimidad de la profesi6n IIIV"~: l'ucntes de justificaci6n ideol6gica se encuentran en la doctrina social de la

Ild''':III'' (idem.: 97).

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55 LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL

polfticas sociales y SUS efectos (los beneficos y los nocivos)51 transfiguradas en "concesiones" estatales y "soluciones" a los pro­blemas.

* Por otro lado, para encubrir el fundamento polftico-econ6mico de las polfticas sociales de sus propios implementadores, haciendoles sentir su funci6n como "ayuda al trabajador" - en 10 que Martinelli llama "el fetiche de la pnictica" -, los asistentes sociales deberfan someter su pnictica a los controles polfticos (y cientfficos), retinindola de la elaboraci6n, hecha externamente al Servicio Social, de las polfticas sociales. De esta forma, el Servicio Social puede desarrollarse tecnica y hasta te6ricamente, desde que no posea componentes de vista crfticos y totalizantes. Asimismo, la profesi6n aparece vinculada subalternamente a las "ciencias", las cuales Ie dotarfan del conoci­miento (segmentado) de la realidad sobre la cual el asistente social deberfa intervenir. Segun afirma Iamamoto,

"Ia reificaci6n de los metodos y tecnicas de intervenci6n, la buro­cratizaci6n de las actividades, la psicologizaci6n de las relaciones sociales, la absorci6n de una terminologfa mas adecuada a la estrategia de crecimiento econ6mico acelerado, son factores, entre otros, que contribuyen para encubrir en la conciencia del projesional las reales implicaciones de su practica (...). Esa perspectiva implica la reafir­maci6n y profundizaci6n de la subordinaci6n del Servicio Social a las necesidades de la polftica estatal de dominaci6n y control" (Iamamoto, 1997: 17S).

De esta forma, este actor aparece como un profesional subalterno, donde la extrema "especializaci6n" (y compartimentaci6n) del co­nocimiento no permitfa a los asistentes sociales (al servicio de los verdaderos controladores de esta estrategia) aprehender globalmente el verdadero sentido de su pnictica52. Asf, segun Martinelli, en un verdadero "fetichismo de La practica",

51. Vean como la procedencia de los primeros asistentes sociales es aleatoria, adjetiva, secundaria en reLaci6n a1 hecho, este sf fundante, sustantivo, de su funcionalidad a un proyecto de clase hegem6nica.

52. Las repercusiones de esto en la actualidad sen\n tematizadas en el punto 2 del capftulo II.

LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS

"envolviendo SUS agentes en la ilusi6n de servir y los destinatarios de su practica en la ilusi6n de que eran servidos, la c1ase dominante procuraba enmascarar las reales intenciones del sistema capitalista, impidiendo que este se tomara transparente" (Martinelli, 1997: 73).

Asf, si las lIamadas "protoformas" del Servicio Social vienen a caracterizar ciertas respuestas a las "cuestiones sociales" que, institucionalizadas, calificadas y organizadas, seran ahora desarro­lIadas por el Servicio Social, sin embargo, no se puede ignorar la sustantiva diferencia en los papeles y significaci6n sociales, en la funcionalidad, en la base de sustentaci6n funcional-Iaboral, y por 10 tanto, en la Legitimidad entre las "protoformas" y la profesi6n: un trabajador asalariado, reclutado fundamentalmente por el Estado para ejecutar polfticas sociales publicas, como respuestas oficiales (y de las cIases hegem6nicas) a las "cuestiones sociales", de forma tal de mediar intereses de clases, disminuyendo conflictos y propi­ciando la acumulaci6n capitalista.

3. LAS POLiTlCAS SOCIALES Y EL SERVICIO SOCIAL

;,Instrumento de reversion 0 manutencion de las desigualdades?

par Alejandra Pastorini*

EI tercer punto a considerar, conformando el trfpode gene­sisflegitimaci6n/polfticas sociales en donde se contraponen dos tesis, refiere a la forma como son entendidas las polfticas sociales y su funcionalidad en relaci6n al sistema socioecon6mico y politico.

Los analisis desarrollados en los puntos precedentes nos permiten visualizar la existencia de un vincuLo generico entre eL Servicio

.. EI presente punto es de autoria de Alejandra Pastorini. El mismo fue gentilmente cedido con Ia finalidad de completar el analisis gLobal tal como fue expuesto en: "Genesis y Legitimidad del Servicio Social. Dos tesis sobre el origen del Servicio Social, su legitimidad y su funci6n en relaci6n a las Polfticas Sociales"; publicado por La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la Republica (Uruguay) - F.C.U. Documentos de Trabajo Social n° 20; Montevideo, 1994.