algunas reflexiones sobre el aquí y el ahora

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1 ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL AQUÍ Y EL AHORA El universo subjetivo se vuelve frágil y maleable cuando nos concentramos en percibir intensamente algo objetivo a nivel sensorial, más todavía si lo hacemos jugando, porque el juego nos absorbe y no deja espacio mental para la intelectualización. Ocurre una apertura que podemos aprovechar para subvertir las creencias que más angustia nos producen. ¿Por qué nos resulta tan difícil concentrarnos en el aquí y el ahora? ¿Por qué no podemos percibir de forma sostenida la maravilla e infinitud de cada instante? Hábito de pensar diacrónicamente Falta de entrenamiento de la concentración consciente Falta de intensidad de las percepciones Valores y creencias del ego compulsión del deber-ser y los juicios Influencia del medio social y la cultura Sobre-estimulación externa Hipertrofia de nuestros miedos Necesidad de seguridad de la mente. ************* El llamado “aquí y ahora” es un universo vertical, múltiple e infinito, que nuestros sentidos no pueden abarcar en su totalidad. Cuando pretendemos concentrarnos en él, la mente se pierde en esa infinitud y termina regresando a su propio universo subjetivo, el cual se encuentra siempre a su alcance y dentro de su capacidad de conocimiento. Por otra parte, por lo general nos encontramos en lugares y situaciones que “no nos gustan”, ya que no se ajustan al deber-ser de nuestro universo subjetivo. Nuestra mente inferior rechaza el concentrarse en lo que no le gusta o produce placer y tiene el hábito de escapar hacia su universo subjetivo para distraerse y consolarse con su imaginación y sus pensamientos. Mientras más agresivo y ajeno a nuestros valoressea el medio en el que nos encontremos, mayor será esta tendencia, mayor y más fuerte se hará nuestro universo subjetivo, y más difícil será encontrar los medios de romperlo para concentrarnos en el aquí y el ahora. También se hará más difícil permanecer en esa concentración y disminuirá el tiempo que logremos sostenerla. Paradójicamente, es en esas situaciones cuando más necesitamos hacerlo. En consecuencia, de todos los obstáculos mencionados al principio, los más difíciles de superar y que más entorpecen la concentración en el presente, son los valores y creencias del Ego inferior. Es muy importante identificar estos valores y creencias y trabajar conscientemente en conocerlos y deshacerlos. Ejemplos de valores y creencias que impiden la concentración aquí y ahora:

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Reflexiones sobre el Aquí y el Ahora.

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    ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL AQU Y EL AHORA

    El universo subjetivo se vuelve frgil y maleable cuando nos concentramos en

    percibir intensamente algo objetivo a nivel sensorial, ms todava si lo hacemos jugando, porque el juego nos absorbe y no deja espacio mental para la

    intelectualizacin. Ocurre una apertura que podemos aprovechar para subvertir las creencias que ms angustia nos producen.

    Por qu nos resulta tan difcil concentrarnos en el aqu y el ahora? Por qu no podemos percibir de forma sostenida la maravilla e infinitud de cada instante?

    Hbito de pensar diacrnicamente

    Falta de entrenamiento de la concentracin consciente

    Falta de intensidad de las percepciones

    Valores y creencias del ego compulsin del deber-ser y los juicios Influencia del medio social y la cultura

    Sobre-estimulacin externa Hipertrofia de nuestros miedos

    Necesidad de seguridad de la mente.

    ************* El llamado aqu y ahora es un universo vertical, mltiple e infinito, que nuestros sentidos no pueden abarcar en su totalidad. Cuando pretendemos concentrarnos en l, la mente se pierde en esa infinitud y termina regresando a su propio universo subjetivo, el cual se encuentra siempre a su alcance y dentro de su capacidad de conocimiento. Por otra parte, por lo general nos encontramos en lugares y situaciones que no nos gustan, ya que no se ajustan al deber-ser de nuestro universo subjetivo. Nuestra mente inferior rechaza el concentrarse en lo que no le gusta o produce placer y tiene el hbito de escapar hacia su universo subjetivo para distraerse y consolarse con su imaginacin y sus pensamientos. Mientras ms agresivo y ajeno a nuestros valores sea el medio en el que nos encontremos, mayor ser esta tendencia, mayor y ms fuerte se har nuestro universo subjetivo, y ms difcil ser encontrar los medios de romperlo para concentrarnos en el aqu y el ahora. Tambin se har ms difcil permanecer en esa concentracin y disminuir el tiempo que logremos sostenerla. Paradjicamente, es en esas situaciones cuando ms necesitamos hacerlo. En consecuencia, de todos los obstculos mencionados al principio, los ms difciles de superar y que ms entorpecen la concentracin en el presente, son los valores y creencias del Ego inferior. Es muy importante identificar estos valores y creencias y trabajar conscientemente en conocerlos y deshacerlos. Ejemplos de valores y creencias que impiden la concentracin aqu y ahora:

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    Debo ser mejor de lo que soy, ms delgada, bella, joven, saludable, entusiasta, optimista, sociable, etc.

    Debo tener un trabajo mejor que este, mejor remunerado, ms interesante y creativo.

    Debo estar en un lugar ms acorde con mi inteligencia y conocimientos.

    El trabajo debe ser agradable de realizar.

    Es mejor estar en otro lugar y no en este.

    Es mejor hacer otra cosa y no esto que hago.

    Lo que hago y lo que me rodea (situaciones, personas, etc.) debe producirme placer.

    La gente que me rodea debe ser agradable, inteligente y talentosa.

    La gente que me rodea debe tener mis mismos valores y creencias.

    La gente que me rodea debe reconocer mi inteligencia y mi talento.

    La gente que me rodea debe quererme, alentarme y halagarme.

    La gente que me rodea debe ser agradable, gentil, corts, considerada, honesta, generosa, agradecida y amable.

    Los juicios, opiniones y actitudes de la gente que me rodea hacia mi persona son importantes y determinan el valor de mi ser.

    Etc. Basta una rpida ojeada a este conjunto de creencias para comprender que no hacen otra cosa que garantizar todo el tiempo la distancia y el conflicto con el universo que me rodea y en consecuencia el encierro en mi propio mundo subjetivo. Gran parte de estas creencias tiene una relacin directa con la gente que me rodea. El resto tiene que ver conmigo misma, el lugar donde estoy y las cosas que hago. El mecanismo de funcionamiento es la comparacin constante de mi propio ser, las personas que me rodean, el lugar donde estoy y las cosas que hago con el deber-ser positivo, agradable y placentero que tengo creado en mi mundo subjetivo. El resultado es el conflicto y la angustia por no ser capaz de ser mejor, hacer cosas ms agradables, rodearme de personas ms agradables, estar en un lugar y situacin ms agradables El primer paso es observar estos mecanismos de funcionamiento de la mente y reconocer de donde parten los conflictos y las angustias de cada momento. Las creencias pueden modificarse intelectualmente, pero es difcil hacer que las modificaciones intelectuales lleguen al subconsciente, donde estn sembradas profundamente las creencias originales. Para ello es importante observar el modo en que se instauran las creencias y los valores en las mentes infantiles. En realidad el proceso tiene muy poco que ver con el intelecto. Los nios adquieren las creencias y valores oyndolas de sus padres y maestros, los cuales poseen para ellos la verdad absoluta. Otros son establecidos e instaurados por la sociedad, el gobierno y las religiones, cuyos poder y principios son considerados tambin ciertos de manera absoluta. Este conjunto de verdades absolutas es el principio y el fundamento de nuestro universo subjetivo (nico lugar adonde la mayor parte de estas verdades son ciertas). Alrededor de ellas y a partir de ellas creamos nuestras creencias propias, las cuales se modifican muy poco a lo largo de la vida. Estas creencias supuestamente nos identifican como individuos y nos sirven para interactuar socialmente, pero en verdad lo que ocurre es que nos aslan de la realidad, tanto de nosotros mismos como de los otros, dificultando as extraordinariamente nuestro desempeo personal y social.

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    Es posible recrear las condiciones en las que se instauran las creencias en nuestra mente infantil?

    Estado de apertura mental que garantiza la recepcin total de la creencia, no juicio, no cuestionamiento ni comparacin con otras creencias. Concentracin sensorial en el aqu y el ahora Actitud abierta de percepcin, recepcin, descubrimiento. Acercamiento ldico a la realidad.

    La creencia como verdad absoluta, garantizada por la autoridad afectiva de nuestros padres y maestros.

    Reforzamiento por repeticin a travs de los mecanismos del placer/dolor afectivo. Si fuera posible recrear estas condiciones podramos trabajar fcilmente sobre nuestras viejas creencias, modificndolas, sustituyndolas por otras nuevas o simplemente eliminndolas de nuestro universo mental subjetivo. Si bien es cierto que cuando logramos concentrarnos aqu y ahora, nuestro universo subjetivo desaparece, hemos visto que esta concentracin es muy fugaz debido, precisamente, al conjunto de creencias que nos lleva a juzgar y separarnos del universo objetivo. De manera que el trabajo sobre nuestras creencias es fundamental para lograr sostener esta concentracin. Resulta muy difcil, si no imposible, recrear las dos ltimas condiciones, pero podemos intentarlo con la primera que es la ms importante de las tres: 1. Estado de apertura mental que garantiza la recepcin total de la creencia, no juicio, no cuestionamiento ni comparacin con otras creencias.

    Concentracin sensorial en el aqu y el ahora Actitud abierta de percepcin, recepcin, descubrimiento. Acercamiento ldico a la realidad.

    En primer lugar, es necesario renunciar conscientemente al carcter absoluto de nuestras creencias y verdades. Conscientemente podemos comprender y afirmar la relatividad de todas las verdades y creencias con las que se rodea nuestro Ego inferior. Si observamos nuestra mente podemos descubrir que funciona saltando de creencia en creencia, creando con ellas cadenas y sistemas completos de verdades que vincula a otros sistemas. Las creencias y verdades de la mente son una red muy tupida que la encierra, apresa y separa del universo objetivo que es y que la rodea. Podemos comenzar por cualquier parte e ir relativizando y destejiendo lo dems segn aparezca en nuestro pensamiento. Por ejemplo: Me siento mal porque tengo hambre. Esta afirmacin o creencia de mi universo subjetivo, aparentemente simple, est compuesta en realidad por seis creencias diferentes entretejidas entre s:

    Tengo hambre

    Me siento mal

    Me siento mal porque tengo hambre.

    No debera tener hambre

    No debera sentirme mal

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    No debera sentirme mal porque tengo hambre. Si empiezo por cualquiera de ellas, por ejemplo, tengo hambre puedo afirmar lo contrario con la misma certeza. Tal vez tengo deseos de comer, pero no tengo hambre. Automticamente la cadena se debilita. Me siento mal se queda sin fundamento. Puedo dejar de juzgar y calificar como me siento y concentrarme ms intensamente en lo que hago. Puedo adems decir que me siento bien por varias cosas, con lo que relativizo el bien y el mal de mis sensaciones. As me siento mal porque tengo hambre deja de existir. Si vamos al no debera tener hambre, tambin se deshace, en primer lugar porque no tengo hambre y en segundo lugar porque comprendo que es la creencia la que me hace sentir mal en realidad, al establecer una distancia entre lo que es y lo que debe ser. De esta forma renuncio y me libero de las tres ltimas creencias. Cuando, luego de este proceso, vuelvo a mi afirmacin original, puedo sentir que ha perdido completamente la credibilidad, fuerza e intensidad que tena antes en mi universo subjetivo. Pero para lograr esto de forma efectiva y permanente necesito que estn presentes las condiciones de:

    Concentracin sensorial en el aqu y el ahora Actitud abierta de percepcin, recepcin, descubrimiento. Acercamiento ldico a la realidad.

    De manera que voy a utilizar un juego que me obligue a concentrarme sensorialmente, pero que no conlleve ningn tipo de proceso intelectual. Jugar con una pelota, por ejemplo. Lanzo la pelota de una mano a la otra, mientras repito el proceso. En efecto, cuando juego un rato con la pelota y vuelvo a mi afirmacin original, veo que ha desaparecido completamente el malestar asociado con ella anteriormente. Mi estado general ha mejorado sustancialmente, ya que uno de los elementos bsicos que sostena la distancia de mi universo subjetivo con el universo objetivo ha desaparecido y al desaparecer ha debilitado a los otros. Puedo seguir usando la pelota para repetir afirmaciones que me ayuden a sostener este acortamiento de la distancia:

    Soy todo Todo es Todo es lo que soy Soy todo lo que es Observo y juego, juego y observo

    etc. El juego con la pelota puede ser sustituido por cualquier otra actividad fsica de carcter ldico que requiera concentracin sensorial y coordinacin.

    Instauracin de Nuevas Creencias El mismo proceso y los mismos recursos pueden ser usados para sustituir todas las creencias antiguas por otras menos conflictivas y angustiosas. Para seguir con el ejemplo anterior, la creencia me siento mal porque tengo hambre puede ser sustituida por me siento bien, alerta y gil, porque no estoy llena. Es importante comprender que cada nueva creencia no-conflictiva posiblemente tiene una contrapartida conflictiva profundamente sembrada en nuestro subconsciente y es

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    necesario remover esas races antes de lograr sustituirla. Es decir, deshacer primero la vieja creencia y sembrar en su lugar la nueva. Las creencias no-conflictivas tambin habitan en nuestro universo subjetivo, pero a diferencia de las conflictivas no contribuyen a alejarlo del universo objetivo sino que, por el contrario, lo aproxima y facilita su apertura. En general, las creencias no-conflictivas pueden ser muy tiles especialmente en los casos en que nuestra mente se resista a abandonar por completo determinada creencia. Las creencias no-conflictivas pueden ser incluso un paso necesario para el abandono definitivo de cualquier creencia. Una vez que logro neutralizar el efecto de la creencia conflictiva y pienso que me siento bien porque no estoy llena, puedo fcilmente limitar la creencia a me siento bien y posteriormente a me siento

    El estado de neutralidad existencial/sensorial Mientras continuemos pensando en trminos de bien y mal seguiremos yendo de un extremo al otro de nuestro ser y sentir. El eje cualitativo BIEN---MAL y su asociacin al eje sensorial GUSTO --- DISGUSTO / BIENESTAR --- MALESTAR, es uno de los fundamentos ms importantes de nuestro universo subjetivo y lo aplicamos de forma automtica a todas las situaciones, sucesos, personas y cosas que nos rodean, siempre en funcin de las creencias de nuestro Ego inferior. De manera que resulta esencial trabajar sobre las creencias que cualifican nuestras vivencias y percepciones del universo, convirtindolas y encerrndolas en uno u otro extremo de estos ejes. Sucede, sin embargo, que estos ejes tienen un extremo conflictivo (MAL, DISGUSTO, MALESTAR) y un extremo no conflictivo (BIEN, GUSTO, BIENESTAR). Si observamos nuestra mente podemos descubrir como cuando podemos ubicar una percepcin en el extremo no conflictivo somos ms abiertos y todo lo que nos rodea tiende a volverse ms agradable y menos conflictivo; mientras que, por el contrario, cuando identificamos una percepcin con el eje conflictivo, nos separamos de forma automtica de ella, refugindonos en nuestro universo subjetivo y sintiendo en toda su magnitud la angustia de la distancia entre la cualidad que percibimos y la que pensamos que debera ser, sensacin que tambin extendemos a todo lo que nos rodea. Si bien el estado ideal de la mente es aquel en el cual somos capaces de percibir intensamente todo sin calificar ni catalogar, pienso que, en primer lugar, resulta ms fcil aprender a cambiar la polaridad de nuestras percepciones, percibiendo los fenmenos en toda su magnitud e infinita posibilidad y ejerciendo conscientemente nuestro poder de clasificarlos de forma no conflictiva. Este ejercicio nos permite abrir nuestro universo subjetivo, y esta apertura es muy necesaria para comenzar a deshacerlo. Para nuestra mente habituada a calificarlo todo en funcin de sus creencias es muy difcil percibir el estado de neutralidad existencial y sensorial. Pienso que el aprender a cambiar la polaridad de nuestras percepciones (desmantelando de paso nuestras creencias) es el paso intermedio necesario para cesar de calificarlas. Si determinada percepcin puede ser a la vez agradable y desagradable, la propia mente, de manera natural, tender a no seguir calificando intilmente sus percepciones. En el ejemplo que analizbamos antes, la creencia me siento mal porque tengo hambre, produce un estado conflictivo que se extiende a todas mis restantes percepciones. Desde ese estado resulta muy difcil concentrarnos simplemente en sentir, ya que el sentir va a estar inevitablemente vinculado con el malestar y la mente va a rechazarlo y a refugiarse

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    automticamente en su universo subjetivo. Sin embargo, si realizo el ejercicio de cambiar la polaridad de la percepcin y logro llegar al me siento bien porque no estoy llena, la sensacin de bienestar y no conflicto tambin se extiende a todas mis percepciones, intensificndolas y profundizndolas, disminuyendo la distancia entre mi universo subjetivo y el objetivo y, en consecuencia, capacitndome para llegar al me siento (estado de neutralidad existencial y sensorial).

    La autoestima Todos los procesos y recursos anteriores son impedidos en mayor o menor medida por nuestra falta de estima, amor y fe verdaderos en nosotros mismos. Todo el sistema de creencias que se nos repite, refuerza e implanta en el subconsciente a lo largo de nuestra vida est dirigido a crear un conflicto esencial entre lo-que-creemos que/como-somos y lo-que-creemos que/como-debemos ser/hacer.

    Este sistema de creencias y conflictos bsicos es construido por la familia y la sociedad (de manera ms o menos consciente y a travs de muchas vas) con el objetivo de domesticarnos y someternos a su autoridad. La familia es, sin dudas, el centro principal de elaboracin de nuestras creencias en relacin con nosotros mismos, seguido en orden de importancia por la escuela. La seguridad afectiva, tan necesaria para los nios pequeos, depende totalmente de las figuras adultas de sus padres y maestros, quienes la utilizan para manipular a su antojo las conductas del nio. De este modo, el afecto, la aprobacin y la seguridad emocional pasan a convertirse en trofeos muy importantes que obtenemos solo cuando somos/actuamos en concordancia con sus creencias. Esto garantiza: 1. Que asimilemos sus creencias como propias. 2. Que juzguemos constantemente lo que somos/hacemos en funcin de sus/nuestras

    creencias. 3. Que vinculemos la aprobacin de los dems al afecto y a la seguridad emocional y en

    consecuencia que sobrevaloremos la aprobacin de los dems. 4. Que sintamos una carencia esencial de aprobacin-afecto-seguridad y vivamos en

    funcin de obtener estos trofeos. 5. Que cuando no obtenemos aprobacin-afecto-seguridad nos cuestionemos y

    sintamos muy mal con nosotros mismos. Las consecuencias de este sistema educativo persisten en nuestro subconsciente por el resto de nuestras vidas, reforzadas eficaz y constantemente por todo el sistema de creencias sociales con el que se garantiza nuestra sumisin al orden establecido. De manera que no es nada extrao que nos sintamos constantemente inseguros, angustiados y en conflicto con nosotros mismos y que creamos que el nico alivio posible de este estado tan lastimoso sea el obtener aprobacin, amor y seguridad de los dems, lo que no ocurre muy frecuentemente, ya que los dems han sido y son vctimas del mismo proceso y

    Lo que creo que soy

    Como creo que soy

    Lo que creo que hago

    Como creo que lo hago

    Lo que creo que debo-ser

    Como creo que debo-ser

    Lo que creo que debo-hacer

    Como creo que lo debo-hacer

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    estn demasiado angustiados la mayor parte del tiempo con ellos mismos para poder suplir nuestras necesidades de aprobacin-afecto-seguridad. Los dems, en realidad, necesitan y requieren lo mismo de nosotros y al no obtenerlo acostumbran a ignorarnos en el mejor de los casos, cuando no a proveernos justamente de lo contrario, esto es, juicio/desaprobacin-hostilidad-agresin, que no es otra cosa que el estado de sus propias mentes en relacin con ellos mismos, pues sencillamente nadie puede brindar lo que no tiene. Lo ms triste es que lo que tanto nos duele en relacin con los dems es tambin nuestra propia forma de actuar, no solo con ellos, sino tambin con nosotros mismos. As, cuando queremos a alguien, lo hacemos en funcin de que la otra persona nos brinde la aprobacin, el afecto y la seguridad emocional de la que carecemos y, a cambio, nos disponemos a darle lo mismo. Sin embargo, una vez ms, nadie puede dar lo que no tiene y las relaciones afectivas con los dems se asfixian, ya que las relaciones afectivas con los dems no pueden existir mientras no seamos capaces de sostener una relacin afectiva real con nosotros mismos. Pero, cmo alguien puede lograr una relacin no conflictiva consigo mismo?

    1. Observar, investigar, conocer sus creencias y mecanismos mentales.

    2. Neutralizarlos (instaurando nuevas creencias que le permitan una relacin de aprobacin-afecto-seguridad consigo mismo).

    3. Disolver las creencias.

    Las creencias/mecanismos claves en este proceso son las que vinculan la aprobacin de los dems con el afecto y la seguridad emocional.

    Los dems tienen la razn

    Los dems son muy importantes para m

    Necesito que los dems me aprueben

    Si no me aprueban, me censuran o me critican es que no me quieren

    Necesito que me quieran

    Si no me quieren no me siento segura

    Si no me aprueban-quieren es mi culpa por no ser/actuar como debo

    Si no me aprueban-quieren soy un desastre y tengo que sentirme mal conmigo misma

    Etc.

    Por infantiles que parezcan a simple vista, todos llevamos estas creencias grabadas en el subconsciente con mayor o menor intensidad y son causa de muchas de nuestras angustias y neurosis. Como puede verse se trata de un sistema complejo en el que unas creencias dependen de las otras, por lo que parece difcil aislarlas para trabajar sobre alguna de ellas en particular, pero siempre es posible romper el sistema por alguna parte.

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    Por ejemplo, tomemos la primera, que es una de las que ms dbiles parecen: Los dems tienen la razn. Evidentemente, cualquier adulto sabe que esto no es cierto, pero este saber se opaca y desaparece en cuanto alguien nos critica o afirma algo negativo de nuestra persona, demostrando que en algn lugar de nuestro subconsciente est sembrada la creencia de que Los dems tienen la razn Sucedi posiblemente cuando ramos muy pequeitos y nuestros amantes padres nos demostraron una y otra vez que saban ms, eran ms fuertes y siempre tenan la verdad y la razn absolutas en sus manos.

    Para neutralizar esta creencia podemos probar a afirmar lo contrario, esto es, Yo tengo la razn mientras visualizamos a los dems con todas sus angustias, miedos, inseguridades y conflictos, al tiempo que realizamos alguna actividad fsica que nos obligue a concentrarnos sensorialmente en el presente (jugar con una pelota, bailar, etc.). Podemos construir adems otras creencias neutralizadoras que refuercen la primera, como pueden ser:

    Yo tengo la razn

    Los dems sufren mucho y por eso juzgan y son agresivos

    Los dems usan sus opiniones para ponerme en conflicto y dominarme

    Estoy feliz, creo en m mismo y no me importa la opinin de los dems

    Yo se mucho ms que ellos

    Yo se cul es la verdad

    Etc.

    Cuando hacemos esto podemos sentir como nuestro estado emocional mejora considerablemente. Es entonces cuando aprovechamos este estado emocional positivo para trabajar a un nivel ms profundo en la disolucin de la creencia.

    Todo el mundo tiene opiniones, pero en realidad nadie tiene la verdad

    La verdad es relativa

    Todo es Dios

    Todo Es

    Yo Soy

    Etc.

    Se trata solo de un ejemplo. La enunciacin de las creencias puede variar con cada persona y este trabajo ha de ser constante y minucioso para que sea efectivo. Llevamos muchos aos guardando y reforzando las creencias que nos hacen sufrir y no es posible disolverlas a todas en un momento, pero s es posible hacerlo con dedicacin y perseverancia. Por lo menos creo que vale la pena intentarlo.

    Ser, Necesidad, Conducta.

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    Uno de las causas que impiden la necesaria claridad en la observacin/conocimiento de las creencias de nuestro Ego inferior es la confusin total que reina en el enfoque de su propia realidad.

    Si observamos podemos descubrir que nuestro ser est constitudo por varios niveles que funcionan de manera simultnea e interdependiente:

    Por supuesto, se trata de un esquema muy simplificado, pero bastante til a los efectos de comprender esta estructura extraordinariamente compleja, donde los diferentes niveles coexisten en el mismo espacio y, en consecuencia, se interpenetran y tienden a confundirse. La primera distincin que podemos observar es la que existe entre el SER (Espritu Universal, TODO) y el Ser Individual, representado por los semicrculos concntricos. Es la existencia del Ser como individualidad (fsica + mental) la que crea las necesidades primarias (condiciones de subsistencia), sin las cuales el SER INDIVIDUAL tiende a volver a disolverse en el TODO del que forma parte. Estas necesidades primarias o condiciones de subsistencia son:

    ALIMENTO aire, agua, comida SEGURIDAD FISICA ELEMENTAL temperatura adecuada para la vida APAREAMIENTO/REPRODUCCIN EVACUACIN DESCANSO

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    De hecho, nacemos con estas necesidades inscritas genticamente en nuestro cuerpo/mente y con los comportamientos reflejos necesarios para satisfacerlas que, en las primeras etapas de la vida se limitan a:

    RESPIRAR ALIMENTARNOS E HIDRATARNOS CONTROLAR LA TEMPERATURA CORPORAL EVACUAR DORMIR EMITIR SONIDOS PARA COMUNICAR ESTAS NECESIDADES CUANDO SENTIMOS

    QUE NO ESTN CUBIERTAS Sin embargo, en cuanto nacemos entramos en contacto con personas inmersas en sus universos subjetivos quienes, con las mejores intenciones, tienden a proyectar sobre nosotros las perspectivas distorsionadas de sus egos, sus creencias, carencias y conflictos, sus experiencias y emociones. Las consecuencias se traducen de inmediato en sobre-atencin:

    SOBRE-ALIMENTACIN SOBRE-ESTIMULACIN SOBRE-PROTECCIN

    Los sonidos que emite un nio recin nacido son interpretados como llanto con todas las implicaciones emocionales que en la mente de un adulto se relacionan con este concepto. El gran error consiste en creer que en la mente del nio recin nacido pueden existir emociones y nociones tales como el afecto, la tristeza o la soledad por solo poner tres ejemplos de los ms comunes. Este error hace que se provea al nio con un exceso de alimentacin, estimulacin y proteccin que no solo anula sus defensas naturales e instinto de adaptacin al medio, sino que lo acostumbra a estos excesos y condiciona su mente subconsciente a necesitarlos. Es fcil comprender lo que pasa despus, cuando los adultos se hallan frente a un nio que necesita y demanda, por todos los medios a su alcance, una atencin excesiva que ellos ya no tienen el tiempo, la energa, ni la voluntad de proporcionarle. La sobre-alimentacin, sobre-estimulacin y sobre-proteccin pasan a convertirse en necesidades cuya satisfaccin depende de factores que, no solo se escapan por completo de lo que el nio puede comprender, sino que son utilizados como parte del proceso educativo para premiar/castigar su conducta y su grado de adecuacin a un deber-ser social que, paradjicamente, NO ACEPTA LAS NECESIDADES EXCESIVAS. Cuando el nio alcanza el nivel de desarrollo mental necesario para empezar a tomar conciencia de su individualidad, ya se halla sumido en este conflicto frecuentemente profundo e insoluble entre lo que necesita/quiere hacer/tener y lo que se le permite/suministra en nombre de la buena educacin o, lo que es lo mismo, entre como SIENTE/CREE QUE ES y la manera en que cree que DEBE-SER, conflicto que va a crecer y a marcar indeleblemente el resto de su vida como individuo social. Es en este momento que comienzan a surgir y desarrollarse las conductas emocionales sustitutivas que consisten en la bsqueda de satisfaccin a las necesidades subjetivas complejas del Ego inferior (atencin, aprobacin-reconocimiento, afecto) con conductas objetivas destinadas a la obtencin de placer-satisfaccin de carcter fsico (comida, bebida, juego y posteriormente sexo, alcohol, tabaco, drogas, etc.). Pero el placer-satisfaccin de carcter fsico ocurre solo en este plano y no alcanza a satisfacer las necesidades subjetivas, mientras que su bsqueda en exceso frecuentemente genera rechazo social. La crtica y el rechazo social hacen que las necesidades subjetivas se incrementen ms an, establecindose un crculo vicioso que destruye totalmente la estabilidad mental del individuo incapaz de comprender sus propias necesidades y conductas.

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    La realidad es que estas necesidades subjetivas del Ego inferior se encuentran tan hipertrofiadas que son imposibles de satisfacer. Como hemos visto, el placer fsico no las disminuye, sino que las incrementa, mientras que las pocas situaciones de satisfaccin emocional que la vida social puede suministrar son muy limitadas y efmeras, dependiendo por lo general de innumerables factores que se escapan a la voluntad y el control del individuo. Entre estas situaciones de relativa y efmera satisfaccin emocional se hallan:

    La afinidad emocional con otras personas (amistades, parejas, hijos, padres, etc.). La integracin a un grupo social de intereses afines (orientacin sexual, modo de vida,

    religin, profesin, poltica, etc.). El reconocimiento a los logros (escolares, laborales, profesionales, artsticos, etc.). El status social (dinero, posesiones, ttulos, cargos de importancia, belleza, poder, etc.).

    Paradjicamente, estas situaciones a la vez dependen de y estn regidas por determinados deber-ser que no suelen resultar muy afines con las necesidades subjetivas que el individuo busca satisfacer, produciendo nuevos conflictos y/o reforzando los ya existentes. Esto ocurre repetidamente a lo largo de toda la vida social afectando a todos las personas que conforman la sociedad. El grado, la intensidad y la cantidad de las necesidades-conflictos-insatisfacciones de cada individuo es diferente y vara tambin en funcin de mltiples factores, condicionando conductas que van desde la bsqueda ms comn de placer-satisfaccin que puede hallarse en una buena comida hasta los niveles ms intensos de adiccin y las llamadas conductas anti-sociales de todo tipo, tanto agresivas como pasivas. El individuo se retira cada vez ms a su universo subjetivo (recuerdos, creencias, deseos, frustraciones, expectativas, juicios, miedos, etc.) separndose cada vez ms tambin de la realidad objetiva. La comunicacin con otras personas se dificulta ms mientras ms necesaria se vuelve, limitndose las ms veces a la repeticin ms convencional de verdades y presupuestos validados socialmente, en tanto cualquier enunciado que roce siquiera las opiniones acerca del otro, sus creencias, necesidades, emociones y conductas personales, se vuelve extraordinariamente agresivo y pone en peligro la supuesta estabilidad de la relacin que se trate. Algo semejante ocurre en la relacin del individuo consigo mismo. La respuesta a las preguntas que me haca inicialmente se encuentra sin duda en esta necesidad insatisfecha de sobre-estimulacin que conduce a la hipertrofia del universo subjetivo, imposibilitando la apertura, la paz, la comunicacin y la concentracin sostenida indispensables para el verdadero y ms objetivo conocimiento de la realidad presente. Es posible, sin embargo, lograr la identificacin de las necesidades reales, sus orgenes, las creencias que las fundamentan y sus mecanismos de funcionamiento, disminuyendo y disolviendo el poder absoluto que ejercen sobre la mente. Es posible observar y entrar mediante la observacin de cada instante en un nivel mental superior, donde dejamos de creer que somos solamente y que estamos limitados por los mismos lmites de nuestro cuerpo y nuestra mente inferior. En este nivel de observacin contina existiendo la individualidad, pero ya es posible percibir y sentir en gran medida el carcter unvoco de nuestro SER en armona con el TODO que es. Las necesidades del Ego inferior se sublimizan en la necesidad de conocimiento y autoconocimiento y la conducta caracterstica de este nivel es la observacin intensa y objetiva del presente, as como la utilizacin del intelecto para organizar, sistematizar y difundir el conocimiento.

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    Sin embargo, a pesar de que el Ego superior es perfectamente capaz de descubrir, conocer y discriminar las necesidades subjetivas del Ego inferior, todava es vctima frecuente de ellas y contina confundiendo muchas veces su satisfaccin con las satisfacciones sensoriales, en tanto no ha logrado deshacer permanentemente su individualidad.

    Individualidad y Unicidad, la Paradoja del Conocimiento Nuestra existencia en un cuerpo fsico aparentemente separado de los otros es la base sobre la que el Ego elabora la nocin subjetiva de individualidad, que a su vez constituye el cimiento fundamental de las conductas emocionales complejas que nos limitan y caracterizan por lo general como seres humanos. En la etapa en que se forma nuestra nocin de quienes somos y como somos la inmensa mayora de nosotros se halla bajo el cuidado y dependencia emocional de otras personas que no conocen nada ms all de los lmites de sus propios Egos inferiores, por lo que esa es la nica nocin que nos ayudan a crear y reafirmar acerca de nosotros mismos. Esta nocin egocntrica est condenada a hallarse, desde su surgimiento y a lo largo de toda nuestra vida, en un conflicto constante y terriblemente angustioso con la realidad. El Ego inferior, en efecto, percibe el universo como algo otro que lo rodea y cuya existencia no responde a sus egocntricas necesidades, creencias o deber-ser.

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    De modo que, desde el inicio mismo de nuestra actividad cognoscitiva, nuestro impulso de explorar y conocer se dirige hacia ese algo que percibimos afuera de nosotros y que no responde al deber-ser que le tratamos de imponer. Cuando, segn la Biblia, Adn y Eva existen separados de los frutos del rbol del conocimiento, estn demostrando el propsito y la razn de ser de todas las religiones, que no es sino establecer, validar y reafirmar la separacin entre el ser y el universo o, lo que es lo mismo, el carcter individual y egocntrico del ser en permanente conflicto con el deber-ser-conocer divino. En efecto, este fue el fundamento de la sociedad humana, muy anterior a la escritura de la Biblia y todos los restantes textos sagrados, un fundamento de separacin y conflicto que garantiza el egocentrismo, la exacerbacin del miedo y la consecuente sumisin del ser humano al poder de turno. Este es y contina siendo adems el fundamento de nuestra sociedad actual, transmitido y validado por los sistemas educativos, desde los ms conservativos y tradicionales hasta los ms modernos y supuestamente transgresores. En todos habita la misma separacin entre el ser humano y el universo, conflicto muy destructivo para ambos polos. La naturaleza del universo es unvoca y esa unicidad incluye a todos y cada uno de los seres que lo habitan. Nuestra individualidad es solo aparente, ya que todos estamos formados por la misma esencia energtica que habitamos y de la que formamos parte. Cuando la educacin social nos convence de lo contrario, nos crea una brecha mental extraordinariamente conflictiva por donde se escapa la paz, la armona y la mayor parte de nuestras posibilidades mentales y vitales. La metfora paradjica en la cual Dios crea el universo como algo separado de s mismo, se contina en la metfora por la cual crea al ser humano como algo separado del conocimiento que es. Cada ser humano recrea esta paradoja en s mismo al crear un Ego y un universo subjetivo que lo alejan y separan de su propio ser. La expulsin del Paraso no es entonces resultado de la bsqueda-adquisicin del conocimiento, sino de la asuncin de un conocimiento distorsionado que los otros nos brindan basado en la separacin entre el ser humano y el resto del universo. De este modo quedamos condenados a una existencia de conflicto y sufrimiento, de la que solo Dios nosotros mismos- nos puede salvar. El conocimiento es lo que somos. El concepto de Dios incluye al universo y a su conocimiento, as como tambin a todos los seres que lo integran y habitan, sin separacin alguna fuera de la ms aparencial y subjetiva. El conocimiento, entonces, no es ni puede ser otra cosa que el autoconocimiento. Conocer es conocerse en el sentido ms amplio que este trmino puede tener. Una educacin basada en el principio de identidad/unicidad del ser y el universo devolvera el ser a su totalidad y conducira al desarrollo de seres humanos muy superiores y libres, ya que no seran esclavos de su individualidad y consecuente egocentrismo. Estos seres tendran pleno uso de sus posibilidades vitales y seran capaces de llegar a confornar una sociedad humana verdaderamente cooperativa y equitativa. An parece lejano el da en que una educacin as se encuentre a disposicin de la humanidad Los obstculos van desde los intereses egocntricos que sostienen a las naciones, sociedades y religiones actuales hasta los intereses egocntricos del hombre comn que las integra y apoya. Sera necesario revolucionar completamente el pensamiento y los valores de las personas y eso no puede ocurrir de un momento para otro ni por decreto de nadie. Cada uno ha de hacerlo a su propio ritmo y en el momento que le corresponda y, por ms que no nos guste, ese ritmo y ese momento tambin forman parte indisoluble de todo lo que es.