after. antes de ella (serie after 0) - leer libros online...

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Índice

PortadaAplicaciónserieAFTERPortadillaPlaylistdehessaDedicatoria

Parteuno.ANTESDepequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPH

Partedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTE

VEINTIUNOVEINTIDÓSVEINTITRÉS

Partetres.DESPUÉSAlfinseestabaconvirtiendoenelhombre...ZEDLANDONCHRISTIANSMITHHESSAHESSA

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ANNATODD

AFTER.ANTESDEELLA

(SerieAfter,0)

Playlistdehessa

NeverSayNeverdeTheFrayDemonsdeImagineDragonsPoison&WinedeTheCivilWarsI’maMessdeEdSheeranRobbersdeThe1975ChangeYourTicketdeOneDirectionTheHillsdeTheWeekndInMyVeinsdeAndrewBelleEndlesslydeTheCabColorsdeHalseyBeautifulDisasterdeKellyClarksonLetHerGodePassengerSaySomethingdeAGreatBigWorld,conChristinaAguileraAllYouEverdeHunterHayesBloodBankdeBonIverNightChangesdeOneDirectionADropintheOceandeRonPopeHeartbreakWarfaredeJohnMayerBeautifulDisasterdeJonMcLaughlinThroughtheDarkdeOneDirectionShiverdeColdplayAllIWantdeKodalineBreatheMedeSia

Paramismagníficoslectores,quemeinspiranmuchomásdeloquepuedanllegaraimaginarParteuno

ANTES

Depequeño,elniñosoñabaconquéseríademayor.Quizá policía, o profesor. Vance, el amigo de mamá, trabajaba

leyendolibros,yesoparecíadivertido. Pero el chico dudaba de su capacidad; no tenía aptitudes.

NosabíacantarcomoJoss,unniñodesuclase.NosabíasumaryrestarnúmeroslargoscomoAngela.Apenaseracapazdehablardelantedesuscompañeros, a diferencia del dicharachero Calvin. Con lo único quedisfrutabaeraleyendopáginasypáginasdesuslibros.Esperabaansiosoaque Vance se los llevara, lo que solía ser una vez a la semana, enocasiones más, otras menos. Había épocas en las que no aparecía, yentonces

seaburríay releía laspáginasgastadasdesusobras favoritas.Peroaprendióaconfiarenqueaquel

hombretansimpáticosiempreacabaríavolviendo,libroenmano.Yelniñocrecíaysevolvíacada

vezmásinteligente,unosdoscentímetrosyunlibronuevocadadossemanas.

Suspadres fueroncambiandocon las estaciones.Supadrecadavezgritabamásyteníapeor

aspecto; su madre estaba cada vez más cansada y sus sollozosinundabanelsilenciodelanocheyse

volvían cada vez más intensos. El olor a tabaco y a cosas peoresempezóafiltrarseenlasparedesde

la pequeña casa. Los platos sucios se desbordaban de la pila de lacocina, y el aliento de su padre apestaba a whisky. Con el paso de losmeses,enocasionesinclusollegabaaolvidarporcompletoelaspectoqueteníasupadre.

Vanceacudíacadavezconmásfrecuencia,yélapenasreparóenelmodoenquelosgemidosde

su madre se transformaron por las noches. Había hecho amigos.Bueno,unamigo.Eseamigose

trasladóaotrolugaryyanosemolestóenhacerotrosnuevos.Sentíaquenolosnecesitaba,noleimportabaestarsolo.

Loshombresquesepresentaronensucasaaquellanochecambiaronalgoenlomásprofundode

su ser. Presenciar lo que le sucedió a su madre lo endureció; lotransformóenunapersonacargada

de ira, y su padre se convirtió en un extraño para él. Poco tiempodespués, aquél dejó de aparecer tambaleándose por la minúscula ymugrientacasa.Desapareciódelmapa,yelchicosintióalivio.Seacabóelwhisky.Seacabaron losmueblesrotosy losagujerosen lasparedes.Loúnicoquedejóatrás

fueaunhijosinunpadreyunsalónllenodepaquetesdecigarrillosmediovacíos.

El muchacho detestaba el sabor que le dejaba el tabaco, pero leencantabaelmodoenqueelhumo

inundaba sus pulmones y le robaba el aliento.Acabó fumándoselostodos,ydespuéscomprómás.

Hizoamigos, si sepodía llamaramigos a ungrupodedelincuentesrebeldes que le causabanmás problemas que otra cosa. Empezó a salirhastatarde,ylasmentirijillaspiadosasylasbromasinofensivasdelgrupodeadolescentesfuriososacabaríantransformándoseenactosmásgraves.Seconvirtieronenalgomásoscuro,algoquetodossabíanqueestabamal,enelsentidomásprofundo

delapalabra,peropensabanquesóloseestabandivirtiendo.Creíanqueteníantodoelderechodelmundoacomportarseasí,yeranincapacesdenegarseelsubidóndeadrenalinaquelescausabaelpoderquesentían.Tras cada inocencia que robaban, sus pulsos latían conmás arrogancia,conmásseddecausardolorymenoslímites.

Este chico seguía siendo el más blando de todos ellos, pero habíaperdidolaconcienciaqueensu

díalohizosoñarconserbomberooprofesor.Larelaciónqueestabadesarrollandoconlasmujeres

no era la habitual. Ansiaba su contacto, pero se protegía contracualquiertipodeconexiónemocional.

Estoincluíaasumadre,aquienhabíadejadodedecirlehastaelmássimple«tequiero».Apenasla

veía.Sepasabalamayorpartedeltiempoenlacalle,ysucasapasóaser sóloel sitioenelque recibíapaquetesdevezencuando, en losqueaparecíaunadireccióndelestadodeWashingtonescritabajoelnombredeVancecomoremitente.

Vancetambiénlohabíaabandonado.Laschicassefijabanenél.Seabalanzabansobreél, leclavabansus

largasuñasdejándolemedialunasmarcadasenlosbrazosmientraséllesmentía,lasbesaba

yselastiraba.Despuésdepracticarelsexo,lamayoríadeellasintentabanrodearloconlosbrazos,peroéllasapartabaylesnegabasusbesosysuscaricias.Encasitodaslasocasionesselargabaantesdequeellashubiesenrecobrado el aliento. Se pasaba los días y las noches colocado en elcallejón de detrás de la licorería o en la tienda del padre de Mark,malgastando su vida. Robaba botellas de alcohol, grababa vídeosmanteniendo relaciones sexuales y humillaba a chicas ingenuas. Habíadejadodesentiremocionesmásalládelaarroganciaylarabia.

Alfinal,sumadredijobasta.Yanoteníanidineronipacienciaparalidiarconsucomportamiento

destructivo.AsupadrelehabíanhechounaofertadetrabajoenunauniversidaddeEstadosUnidos.

EnWashington,concretamente,elestadoenelquevivíaVance,enlamismaciudad,incluso.Elbueno

yelmalojuntosenelmismolugarunavezmás.Su madre creía que no la estaba escuchando cuando habló con su

padresobreenviarloallí.Alparecer,elviejosehabíadesintoxicado,aunqueélnoestabaseguro.

Nunca lo estaría.Además, se había echado novia, unamujer a la que letenía celos, ya que ella podía ver lo bueno de su nueva faceta; podíacompartirlascomidassobriasylaspalabrasamablesdelasqueélnuncadisfrutó.

Cuandollegóalauniversidad,semudóaunacasadefraternidad.Lohizosóloporfastidiarasu

viejopero,aunquenolegustabaellugar,encuantotrasladósuscajasaesahabitaciónconuntamaño

bastantedecentequeseríasólosuya,sintióunaespeciedealivio.El

dormitorioeraeldobledegrandequeelqueteníaenHampstead.Noteníaagujeros en las paredes y no había bichos reptando por los lavabos delcuartodebaño.Porfinteníaunlugarenelquecolocartodossuslibros.

Al principio se pasaba el tiempo solo y no se molestó en haceramigos.Supandillasefue

juntando poco a poco, y con ella volvió a caer en el mismocomportamientooscuro.

ConocióaldobledeMark,asuversiónestadounidense,yesolohizopensarqueasíeracomose

suponíaque teníaque ser elmundo.Empezó a aceptar que siempreestaríasolo.Seledababienhacer

daño a la gente. Hirió a otra chica, como a la anterior, y volvió asentiresatormentaeléctricaqueascendíaydescendíaporsuespaldayqueamenazabacondestruirsuvidaconsufuriosaenergía.

Empezóabebertantocomosupadrelohabíahechoensudía,cosaqueloconvirtióenelpeordelos

hipócritas.Pero le daba igual; apenas era capaz de notar sensación alguna, y

teníaamigosqueloayudabanaolvidarelhechodequenoteníanadaauténticoenlavida.Nadaimportaba.Nisiquieralaschicasqueintentabanllegarhastaél.

NATALIE

Cuandoconocióaesachicadeojosazulesycabellooscurosupoqueestabaahíparaponerloapruebadeunmododistinto.Erabuena,elalmamásnoblequehabíaconocidohastaelmomento...,yestabaperdidamenteenamoradadeél.

Sacó a la pobre ingenua de su vida perfecta y la arrastró hasta unmundo oscuro y sórdido para después abandonarla a su suerte en aquelambiente que le era completamente ajeno. Su crueldad hizo de ella unamarginada.Primerolarepudiósuiglesiaydespuéssufamilia.Lascríticaseranduras,losrumoresseextendíandebeataenbeata,ysufamilianoseportómuchomejor.Sequedósola,ycometióelerrordeconfiarenqueéleramásdeloqueeracapazdeser.

Lo que le hizo a esa chica fue la gota que colmó el vaso para sumadre,demodoqueloenvióaEstadosUnidos,alestadodeWashington,con su supuesto padre. Su manera de tratar a Natalie lo exilió de suLondresnatal.Alfinalhabíaconseguidoquelasoledadquehabíasentidotodoesetiemposehicierarealidad.

Hoy los bancos de la iglesia están repletos de feligreses que hanacudidoarezarenestacalurosatardedejulio.Todaslassemanasvienelamismagente,yconozcolosnombresylosapellidosdetodosellos.

Mifamiliayyovivimoscomoreyesaquí,enunadelasciudadesmáspequeñasdeJesús.

Mihermanapequeña,Cecily,estásentadaamiladoenprimerafila,tirandoconsusdeditosdeunasastillasdelviejobancodemadera.Acabandeconcederleuna subvenciónanuestraparroquiapara renovarpartedelos interiores, y nuestro grupo de juventudes ha estado ayudando arecoger materiales donados por la comunidad. Esta semana, nuestramisiónesconseguirpinturaparapintarlosbancos.Mehepasadolatardeyendodeunaferreteríaaotrapidiendodonaciones.

Comopara subrayar el fracasoque siento con respecto a esa tarea,oigounlevechasquidoy,

cuandomevuelvo,veoqueCecilyhaarrancadountrocitodemaderadesuasiento.Tienelasuñaspintadasderosa,ajuegoconellazoqueluceensucabellocastañooscuro,pero¡madremía,quédestructivaes!

—Cecily,arreglaremoslosbancoslasemanaqueviene.Estatequieta.—Lecojosusmanoscon

suavidad y hace pucheritos—. ¿Quieres ayudarnos a pintarlos paraquevuelvanaestarbonitos?

Le sonrío; ella me responde con su adorable sonrisa mellada yasienteconlacabeza.Susrizos

rebotanconcadaunodesusmovimientos,paraorgullodemimadre,queseloshahechoconlaplanchaestamañana.

El pastor casi ha terminado con el sermón, y mis padres estáncogidosdelamanomirandohacia

elfrentedelapequeñaiglesia.Elsudorsehaestadoacumulandoenmicuelloysuspegajosasgotas

desciendenpormiespaldamientrasoigodefondosuspalabrassobreelpecadoyelsufrimiento.

Hacetantocaloraquídentroqueelmaquillajedemimadreempiezaarelucir en sugargantay a correrse alrededorde susojos.Sin embargo,ésta debería ser nuestra última semana de padecer sin el aireacondicionado.O,almenos,esoespero;delocontrario,hastaesposiblequefinjaestarenferma

paraevitarestehorno.Cuando termina la misa, mi madre se levanta para hablar con la

mujerdelpastor.Laadmiramucho, demasiado, diría yo. Pauline, la primera dama de nuestra

iglesia,esunaseñoraduraymuypocoempática,demodoqueentiendoporquéamimadre le llama

tantolaatención.Saludo a Thomas con la mano, el único chico de mi edad de las

juventudes.Medevuelveelsaludomientrassiguelafiladepersonasquesalendelaiglesiacontodasu

familia.Listapararespirarunpocodeaire fresco,me levantoymeseco lasmanosenmivestido

azulpastel.—¿PuedesllevaraCecilyalcoche?—mepreguntamipadreconuna

sonrisacómplice.

Sedisponeaintentarquemimadredejedeparlotear,comotodoslosdomingos.Esunadeesas

mujeres que siguen hablando y hablando después de habersedespedidounastresveces.

Nome parezco a ella en ese sentido. En eso he salido ami padre,cuyasescasaspalabrassuelen

estarcargadasdeunenormesignificado.Yséquemipadresesienteorgullosodelascosasquehe

heredado de él, desde su discreto comportamiento hasta nuestrosrasgosmásevidentes:elpelo

oscuro,losojosazulpálidoylaaltura.O,másbien,lafaltadeella.Apenasmedimosunmetrosesentaysiete,aunqueéles ligeramentemásaltoqueyo.MamásiemprebromeaconqueCecilynospasaráencuantocumplalosdiez.

Asientoycojoamihermanadelamano.Caminamásrápidoqueyo,yelentusiasmodela

juventud la hace apresurarse entre el pequeño grupo de feligreses.Quiero tirar de ella para que espere, pero se vuelve hacia míofreciéndomelamejordesussonrisasynopuedoevitarseguirla.

Echamosacorrerporlaescalerahastaelpatio.Cecilyesquivaaunaparejadeancianos,ymeechoa

reír cuando da un gritito, a punto de chocar con Tyler Kenton, elchicomástraviesodelaparroquia.

Elsolbrilla,sientoelairedensoenmispulmonesycorrocadavezmásrápido,siguiéndola,hasta

quetropiezaycaesobreelcésped.Mearrodilloparacomprobarqueestábien,meinclinosobreella

yleapartoelpelodelacara.Ensusojos,laslágrimasamenazanconbrotar,yellabioinferiorletiemblaconviolencia.

—El vestido... —Se palpa el vestido blanco mirando las verdesmanchasdecéspedenlatela—.

¡Se ha estropeado!—exclama, y se cubre el rostro con lasmanitassucias.

Se lasapartoyse lascolocosobresuregazo.Sonríoy ledigoconvozsuave:

—Nosehaestropeado.Sepuedelavar,cariño.Pasoeldedopulgarporsupárpadoinferiorparasecarleunalágrima

quepretendíadescenderporsumejilla.Ellasesorbelosmocos,dudandosicreermeono.—Pasamuchasveces;amímehapasadoporlomenostreintaveces

—legarantizo,aunqueesmentira.Lascomisurasdesuslabiossecurvanhaciaarribayseesfuerzapor

nosonreír.—Noesverdad—respondeamimentirijilla.Laabrazoytirodeellaparalevantarla.Echounvistazoasuspálidas

extremidadesparaasegurarmedequeno tienenada.Está intacta.Continúo rodeándola

conelbrazomientrascaminamosporelpatiodelaiglesiaendirecciónalaparcamiento.Mispadresse

aproximandesdeesadirección.Élporfinhaconseguidocortarloschismorreosdemimadre.Durante el trayecto a casa, me acomodo en el asiento trasero con

Cecilyydibujamospequeñasmariposas en su cuaderno de colorear favorito mientras mi padre

hablaconmimadresobreelproblemaquehemostenidoúltimamenteconunmapachequehurga

ennuestrocontenedordelabasura. Mi padre deja el coche en marcha cuando estaciona en el

acceso.Cecilymedaunbesitorápidoenlamejillaysaledelvehículo.Yotambiénsalgo,abrazoamimadreyrecibounbesodemipadreantesdeocuparelasientodelconductor.

Mipadrememira.—Ve con cuidado, bichito.Con el día tan bueno que hace hoy, hay

muchagenteporahí—dicehaciendoviseraconlamanoparacubrirselosojosentornadosporla

luz.Es el díamás soleado que hemos tenido en Hampstead desde hace

tiempo.Hahechocalor,perosolno.Asientoyleprometoqueestarébien.Esperoasalirdelbarrioparacambiar laemisoraderadio.Suboel

volumenycantotodaslascancionesqueponendecaminoalcentrodelaciudad. Mi objetivo es conseguir que las tres tiendas que voy a visitardonen trescubosdepinturacadauna.Meconformoconquedonenuno,

peromi objetivo es que sean tres para que haya suficiente para pintarlotodobien.

Laprimeratienda,Mark’sPaintandSupply,esfamosaporserlamásbaratadelaciudad.Mark,el

propietario,gozademuybuenareputación,ytengomuchasganasdeconocerlo.Estacionoenel

parking, que está casi vacío.Aparte delmío, sólo hay un coche deestiloclásicopintadoderojomanzanadecarameloyunmonovolumen.Eledificio es viejo, compuesto de tablones demadera y yeso inestable. Elcartelestá torcido,y la«M»apenas se lee.Lapuertademaderacrujealabrirsey

hace sonar una campanilla. Un gato salta de una caja de cartón yaterrizaamispies.Acaricioalabola

depeloduranteuninstanteyluegomedirijoalmostrador.El interior de la tienda está tan descuidado como el exterior y, con

todollenodetrastos,enunprincipionoveoalchicoqueestádepietrasél.Supresenciamecogeunpocoporsorpresa.Esaltoydeespaldaancha.Pareceeltípicoquellevaañoshaciendodeporte.

—¿Mark...?—digoesforzándomeporrecordarsuapellido.TodoelmundolollamaMarkasecas.—Marksoyyo—replicaunavozpordetrásdelchicoatlético.Meinclinounpocohaciaunladoyveoaotrochicovestidotodode

negrosentadoenunasilla.Noestancorpulentocomoelprimero,perolapresenciaqueemana

esmuchomásimponente.Tieneelpelooscuro,largoporlosladosyconunaespeciedeflequilloque

lecaehaciaunladodelafrente.Susbrazosestánrepletosdetatuajesdesperdigadosaquíyalláenun

mardepielbronceada.Lostatuajesnomevanmuchopero,enlugardejuzgarlo,enloúnico

quepiensoesenlomorenoqueestátodoelmundomenosyoesteverano.—Nolehagascaso.Soyyo—diceunaterceravoz.Me vuelvo hacia el otro lado del primer chico y descubro a un

tercero demediana estatura, de constitución delgada y con el pelomuyrapado.

—Bueno,soyMarkhijo.Sibuscasamiviejo,hoynoestá.

Éste también tiene algunos tatuajes, aunque los suyos son másdiscretosquelosdelchicode

cabello alborotado, y también lleva un piercing en la ceja. Meacuerdo de cuando dije en casa que quería hacerme un piercing en elombligoy,adíadehoy,aúnmeríoalrecordarcómoseescandalizaron.

—Éste es elmejor de los dosMarks—interviene el chicodel peloalborotadoconsuvoz

profundaygrave.Sonríe y, al hacerlo, dos preciosos hoyuelos se dibujan en sus

mejillas.Meríoalimaginarqueesonoesenabsolutoverdad.—Lodudomucho—bromeo.Todosseechanareír,yMarkhijoseacercaconunasonrisaenlos

labios.El chico de la silla se levanta. Es tan alto que su presencia se

intensificatodavíamás.Seaproximaymesientoaúnmáspequeñaasulado.Surostroesfuerteyatractivo,

conunmentónafilado,unaspestañas oscuras y unas cejas pobladas. Tiene la nariz fina y los

labiosdeunrosaclaro.Mequedomirándolo,yélamí.—¿Buscabasamipadreporalgo?—preguntaMark.Alverquenorespondodeinmediato,Markyelatletasenosquedan

mirando.Vuelvoenmíalinstantey,algoavergonzadadequemehayanpillado

mirando,iniciomidiscurso:—Vengode la iglesiabautista deHampsteadymepreguntaba si os

gustaríadonarnospinturaoalgunos materiales. Estamos remodelando la iglesia y necesitamos

donativos...Medetengoporqueelchicoencantadordeloslabiosrosaempiezaa

susurrarlesalgoasusamigosenunavoz tanbajaquenopuedooír loquedice.Entonces

paran,ytodosmemiranalavez;tressonrisasenfila.Markeselprimeroenhablar.

—Porsupuestoquesí—dice.Alsonreírmerecuerdaaunaespeciedefelino,nosabríadecirpor

qué.Ledevuelvolasonrisayempiezoadarlelasgracias.Entoncessevuelvehaciasuamigo,eldelbarcogigantetatuadoenel

bíceps.—Hardin,¿cuántaslatashayahí?«¿Hardin?»Quénombretanraro.Nolohabíaoídonunca.Lasmangasde lacamisetanegradel talHardinapenas lecubren la

mitaddelbarcodemadera.Esmuy bonito: los detalles y las sombras están muy conseguidos.

Cuandolevantolavistaparamirarloala cara,me detengo un instante en sus labios y siento el calor que

invade mis mejillas. Me está mirando directamente, observando cómoanalizosurostro.VeoqueMarkyHardinestablecencontactovisual,peronoconsigodistinguirloqueelprimerolearticula.

—¿Ysihacemosun trato?—diceMark, señalandoaHardinconungestodelacabeza.

Estoprometeserinteresante.EltalHardinparecedivertido;unpocoraro,perohastaelmomento

megusta.—¿Cuál?

Me enrosco las puntas del pelo en el dedo y espero. Hardin siguemirándome.Escomosiocultara

algo.Losientodesdeelotroladodelapequeñatienda.Tengomuchacuriosidadporestechicoquese

está esforzando tanto en dar esa imagen de duro.Me horrorizo alpreguntarmequépensaríanmispadresycómoreaccionaríansiaparecieraencasaconél.Mimadrecreequelostatuajesloshaceeldemonio,peronosé.Nomeapasionan,aunqueconsideroquepuedenserunaformade

autoexpresióny,sinduda,siemprehaybellezaenalgoasí.Markserascaelmentónimberbe.—SiaccedesatenerdoscitasconmiamigoHardin,aquípresente,te

darécuarentalitrosdepintura.MiroaHardin,quemeobservaconuna sonrisamaliciosadibujada

enlascomisurasdesuslabios. Qué labios tan bonitos tiene. Sus rasgos ligeramente

femeninoslohacenmásatractivoquesuropanegray supelo revuelto. ¿Eraeso loqueestaban susurrando?

¿QuelegustoaHardin?Mientras considero la proposición queme ha hecho,Mark sube la

apuesta:—De cualquier color. Con el acabado que quieras. A cuenta de la

casa.Cuarentalitros.Esunbuenvendedor.Chasqueolalenguacontraelpaladar.—Unacita—respondo.Hardin se echa a reír. Su nuez se mueve con cada carcajada y sus

hoyuelosaparecendenuevoensus mejillas. Vale, es muy muy sexi. No entiendo cómo no me he

dadocuentadesdeelprimermomento.Estabatanconcentradaenconseguirlapinturaqueapenas

mehabíafijadoenloverdesquesonsusojosbajolaslucesfluorescentesdelatiendadepinturas.—Queseaunacita,entonces.—Hardinsemetelamanoenelbolsillo

yMarkmiraalcaballerorapado.Sintiéndomebastantevictoriosaanteeléxitodemipequeñoregateo,

sonríoynombroloscoloresquenecesitoparalosbancos,lasparedesylaescalerayfinjonoestar

deseando que llegue el momento demi encuentro con Hardin, el chicomisterioso de pelo alborotado que es tan inocente y tímido que estádispuestoaintercambiarcuarentalitrosdepinturaporunacita.

MOLLY

Cuandoerapequeño,sumadrelehabíahabladodechicaspeligrosas.Cuantopeorseportecontigo,ycuantomássealejede ti,más legustas.«Tienesqueirdetrásdeella»,lesenseñanalosniños.

Pero, con el tiempo, esos niños descubren que, la mayoría de lasveces, si a una chica no le gustas, sencillamente no le gustas. La chicacreciósinunamujerqueleenseñaracómodebíacomportarse.Sumadresoñabaconvivirdeprisa,conalgomásgrandedeloqueellamismapodíaofrecer,ylachicaaprendiócómosesuponíaqueteníanquecomportarseloshombresobservandoaaquellosquelarodeaban.

Cuandolachicacreció,enseguidaentróeneljuegoyseconvirtióenunaexperta.

Me coloco bien el vestido mientras doblo la oscura esquina paraentrarenelcallejón.Oigocómola

malladela telasedesgarraenelmomentoenquetirodeellaymemaldigoporestarhaciendoesto

otravez.Hevenidoalcentroentrenconlaesperanzadeobtener...algo.No estoy muy segura de qué, pero estoy harta de sentirme así. La

sensacióndevacíopuedehacerquetecomportesdeunmodoquejamáshabríasimaginado,yéstaes

laúnicamaneraquetengodellenarelputoagujeroenormequetengodentrodemí.Lasatisfacción

vieneysevaconforme loshombressemecomencon lamirada.Creenquetienenderechoadisfrutardemicuerpoporquevistodeunaformaquelosprovocademaneradeliberada.Medantodoelascodelmundo,peroentroensu

juegode lujuriayalimento sucomportamientoguiñándolesunojo.Latímidasonrisadeunhombre

solitariomeayudamucho.Me pone enferma necesitar esa atención. No se trata de un simple

deseo;esunanecesidaddolorosayabrasadoraquemequemapordentro.Cuando giro otra esquina, un coche negro se acerca y miro hacia

otroladoalverqueelhombretras el volante reduce la velocidad para observarme. Está muy

oscuro,yestecallejónzigzagueanteestásituadodetrásdeunadelaszonasmásricasdeFiladelfia.Lascallesestánrepletasde tiendascuyaspuertastraserasdanaquí.

HaydemasiadodineroydemasiadapocaamabilidadenMainLine.—¿Te apetece dar una vuelta? —pregunta el hombre mientras la

ventanillabajademaneraautomáticaconunsuavezumbido.Surostropresentaalgunasarrugasytieneelcabellocastañoclaroy

grisdivididoconunarayaperfectaypeinadohaciaatrásaloslados.Susonrisaesencantadoray

noestámalparasuedad,perohay una alarma que resuena enmi cabeza todos y cada uno de los

finesdesemanaquerealizoesterecorrido,quesigoestarutinaautomáticasinsaberporqué.Lafalsa

amabilidaddesusonrisaesprecisamenteeso,tanfalsacomomibolsode«Chanel». Su sonrisa proviene del dinero; a estas alturas ya lo sé. Loshombresconcochesnegrosquepresumendeunaspectotanimpolutobajola luz de la luna tienen dinero, pero no conciencia. Sus mujeres llevansemanassinfollarconellos,puede

quemeses,yellosbuscanenlascalleslasatencionesqueseleshannegado.

Peroyonoquierosudinero.Mispadresyatienenmásquedesobra.—¡Nosoyunaprostituta,capullopervertido!—Ledoyunapatadaa

suestúpidoflamantecocheconlabotadeplataformayadviertoelbrillodeunaalianzaenunode

susdedos.Sus ojos siguen mi línea de visión y esconde la mano debajo del

volante.Menudocapullo.—Buenintento.Vuelveacasacontumujer,seguroquelaexcusaque

seaquelehayasdadoestáapuntodecaducar.Empiezoaalejarmeymedicealgomás.Ladistanciaatrapaelsonido

yloalejaenlanoche,sindudaaalgúnrincónoscuro.Nisiquieramemolestoenvolverme.Lacalleestácasivacía,yaquesonmásdelasnuevedelanochedeun

lunes,ylaslucesdelapartetrasera de los edificios son tenues. El ambiente es tranquilo y

silencioso. Paso por detrás de un restaurante cuya azotea despide unacolumna de vapor, y el olor a carbón inunda mis sentidos. Huele demaravillaymerecuerdaalasbarbacoasquehacíamoseneljardínconlafamiliadeCurtiscuando

eramásjoven.Cuandoerancomounasegundafamilia.Apartoesospensamientosdemimenteyledevuelvolasonrisaauna

mujerdemedianaedadquellevaundelantalyunsombrerodechefyquehasalidoporunadelas

puertastraserasdeunrestaurante.Lallamadesumecherorelumbraenlanoche. Da una calada al cigarrillo que tiene en la mano y le sonrío denuevo.

—Tencuidadoporahí—meadvierteconvozáspera.—Siemprelotengo—respondoconotrasonrisa,ylasaludoconla

mano.Sacude la cabeza y vuelve a llevarse el cigarrillo a los labios. El

humoinundaelairefríoyelfuegorojoenelextremoemiteuncrepitantesonidoenelsilenciodelanocheantesdequelotirealsueloylopiseconfuerza.

Sigocaminandoyelairesevuelvemás frío.Pasaotrocoche,yyomeapartoaunladodelcallejón.Elcocheesnegro...Mirodenuevoyveoqueeselmismodeantes.Sientounescalofríoalcomprobarqueaminorala velocidad y al oír cómo las ruedas hacen crujir los escombrosesparcidos

porelsuelo.Caminomásdeprisaydecidopasarpordetrásdeuncontenedorpara

apartarmetodoloposibledelextraño.Mispiesaceleranelpasoymealejounpocomás.No séporqué estoy tanparanoica estanoche;hagoesto casi todos

losfinesdesemana.Mepongounhorriblevestidocamisero,ledoyamipadreunbesoenlamejilla

ylepidodineroparaeltren.Élfrunceelceñoymedicequepasodemasiadotiemposolayquetengo

quesuperarlomíoantesdeque la vida se me escurra entre los dedos. Si superarlo fuese tan

sencillo,noestaríacambiándomederopa rápidamenteyguardandoelvestidocamiseroenelbolsopara

volveraponérmelodevueltaacasa.Superarlo...Comosiesofueratanfácil.«Molly, sólo tienesdiecisieteaños.Tienesquevolvera lavida real

antesdequetehayasperdidolosmejoresañosdetuvida»,medicecadavez.Siéstossonlosmejoresañosdemivida,noleveoelsentidoavivir

muchomástiempo.Siempreasiento,ledoylarazónconunasonrisamientrasdeseopara

misadentrosquedejedecompararsupérdidaa lamía.Ladiferenciaesquemimadrequisomarcharse.

Peroestanocheesdiferente,quizáporqueelmismohombreseestádeteniendoamiladopor

segundavezenveinteminutos.Echoacorrerydejoqueelmiedomearrastreporestacallellenade

bacheshastalaotraquehayal final,más transitada. Un taxime pita cuando piso la calzada sin

mirar,yvuelvoalaaceradeunbrincomientrasintentorecuperarelaliento.Necesitoregresaracasaahoramismo.Meardeelpechoymefaltala

respiración.—¡¿Molly?MollySamuels, ¿eres tú?!—grita unamujer por detrás

demí.Mevuelvoyveoel rostro familiarde laúltimapersonacon laque

queríaencontrarme.Resistolanecesidad de salir despedida en la dirección contraria cuando mi

miradaseencuentraconlasuya.Seaproxima amí con una bolsamarrón con algo de compra en cada

mano.—¿Qué haces aquí tan tarde? —pregunta la señora Garrett, y un

mechóndepelolecaesobrelamejilla.—Sólopaseaba—digo,ymebajoelvestidoporlosmuslosantesde

quevuelvaamirarme.—¿Sola?—Ustedtambiénestásola—digoenuntonomásquealadefensiva.Ellasuspirayentoncessepasalasbolsasdelacompraaunamano.—Anda,subealcoche.Sedirigehaciaunmonovolumenmarrónaparcadoenlaesquina.Con sólo apretar un botón, la puerta del asiento del copiloto se

desbloqueayentroconvacilación.Prefieromil veces estar dentro de este coche con ella juzgándome

queen lacalleconel tipodelcochenegro,quenopareceaceptarunnoporrespuesta.

Mi salvadora temporal se instala en el asiento del conductor ymantienelamiradaalfrente

duranteunminutoantesdevolversehaciamí.—Sabesquenopuedesseguircomportándoteasíelrestodetuvida.

—Terminasuafirmaciónconuntonofirme,peroletiemblanlasmanossobreelvolante.—No...—Nofinjasquenohapasadonada.—Surespuestameindicaqueno

estádehumorparaformalidadessociales—.Vistesdeunmodocompletamentediferente

delquesolíasvestir,ynocreoque tu padre lo apruebe.Llevas el pelo rosa..., que no se parece en

nadaaturubionatural.Estásaquífueradenoche, sola.Nosoy laúnicaque tehavisto, ¿sabes? John,

quevaalamismaiglesiaqueyo,teviolaotranoche.Ynoslodijodelantedetodoelmundo.—Yo...Levantalamanoparainterrumpirmiprotesta.—Noheterminado.Tupadremedijoqueyanisiquieravasairala

UniversidadEstataldeOhio,apesardetodoslosañosqueCurtisytúospasasteishaciendoplanes

parairjuntos.Elnombrequesaledesuslabiosmeatraviesayresquebrajapartede

laduracorazaconlaquemehe acostumbrado a vivir. La espesa nada con la que he estado

autoprotegiéndome.Elrostrodesuhijo

inundamimente,ysuvoz,misoídos.—Basta—consigodecirapesardeldolor.—No,Molly—insistelaseñoraGarrett.Cuandolamiro,veoqueestáconmocionada,comosihubieraestado

acumulandomillonesymillonesdeemocionesensuinterioryalguiensehubiesededicadoa

agitarlas durante los últimos seis meses y ahora estuviesen a punto deestallar.

—Eramihijo—dice—.Así queno actúes como si tú tuvierasmásmotivosparaestartristeque

yo. He perdido un hijo, mi único hijo, y ahora estoy aquí sentadaviendocómotú,ladulceMolly,la

niñaa laquehevistocrecer, sepierde también,ynopienso seguircallada.Tienesquemoverelculo

eiralauniversidad,salirdeestaciudadtalycomoCurtisytúhabíaisplaneado.Siguecontuvida.Es

loquetodostenemosquehacer.Y,siyopuedohacerlo,pormuyduroquesea,joder,tútambiénpuedes.

Cuando la señoraGarrett deja de hablar, siento como si se hubierapasadolosúltimosdos

minutos haciéndome nudos en el estómago. Siempre ha sido unamujermuycallada.Erasumarido

quienhablaba lamayorpartedel tiempo,perodealgunamaneraenlosúltimoscincominutosseha

vuelto menos frágil. Su voz, normalmente suave, ha adquirido unnuevotonodedeterminaciónque

meha impresionado.Además, semeparteelcorazónalpensarquehedejadoquemividase

conviertaenestamalsanaexistencia.Peroyoconducíaesecoche.AccedíaconducirlafurgonetadeCurtislanocheantesdesacarmeel

carnet.Losdosestábamosmuy emocionados y su sonrisa eramuy persuasiva. Lo amaba con

cadafibrademicuerpoy,cuandomurió, me hice pedazos. Él era mi calma, mi garantía de que no

acabaríacomomimadre,unamujerque vivía por y para ser algomás que la esposa de alguien en una

enormecasadeunricovecindario.Se pasaba los días pintando y danzando por la casa, cantando

cancionesyprometiéndomequeconseguiríamossalirdeestaarquetípicaciudad.«No moriremos aquí. Algún día convenceré a tu padre», decía

siempre.Sólo cumplió lamitad del trato, y hace dos años se largó en plena

noche.Nosoportabalavergüenza que le causaba ser madre y esposa. La mayoría de las

mujeresnoentenderíanquétieneesode vergonzoso, pero así es ella. Quería acaparar toda la atención,

necesitabaquelagentesupierasunombre.Meculpabacuandoesonoeraasí,aunqueintentabanegarla

evidencia.Siempreseavergonzaba demí; no paraba de echarme en cara lo que le había

hechoasucuerpo.Mecontómilyunaveceslofantásticaqueestabahastaquelleguéyo.Actuabacomo

siyohubieraelegidoestarahí,en el útero de esamujer tan egoísta.Un día inclusome enseñó las

marcasquelehabíahechoenelvientre.Mehorroricéalversupielestriadaporloscostados.Apesardequemiexistenciasuponíaunestorboensuestilodevida,

me prometía la luna.Me hablaba de ciudadesmás grandes y luminosas,concartelespublicitariosgigantesenlosquedesearíapoderaparecer.

Yundía,demadrugada,despuésdehaberescuchadocómohablabasobreelmundoquequeríala

noche anterior, vi a través de los gruesos barrotes de metal de labarandilladelaescaleracómoarrastrabasumaletaporlamoquetahacialapuerta.Maldecíay se apartaba el pelopordetrás de loshombros. Ibavestida como si fuera a una entrevista de trabajo,muymaquillada, y sehabíasecadoel

pelo con el secador.Debía dehaber usadomediobote de lacaparaquelequedaraasí.Estabaemocionadayparecíamuyseguradesímismaporelmodoenquesetoqueteabalamelena.

Justo antes de salir por la puerta, se quedó observando el salónhermosamentedecoradoyensu

rostrosedibujó lamayorsonrisaque lehabíavisto jamás.Después

cerrólapuertaymelaimaginéfuera,apoyadacontraésta,feliz,sonriendotodavíacomosisefuera

alparaíso.No lloré mientras bajaba de puntillas la escalera e intentaba

memorizarsuaspectoysumaneradecomportarse. Quería recordar cada interacción, cada charla, cada

abrazoquehabíamoscompartido.Incluso entoncesme di cuenta de quemi vida estaba cambiando de

nuevo.Viatravésdelaventanadelsalóncómosesubíaauntaxi.Mequedéallíquieta,mirandohaciael

acceso.Supongoquesiempresupe que no se podía confiar en ella. Puede que mi padre tuviera

miedodeabandonarlaciudadenlaquesehabíacriadoyenlaqueteníaunmagníficotrabajopero,joder,

sepodíaconfiarenél.LaseñoraGarrettmetocaconcuidadolaspuntasdelpelorosa.—Teñirtelacabezaconcolorantealimentarionocambiaránadadelo

sucedido.Sonríoantesueleccióndepalabrasydigoloprimeroquemevienea

lacabeza.—Nome he teñido el pelo por haber presenciado cómo su hijo se

desangrabahastamorirdelantedemí—sueltoalrecordarcómoeltinterosaoscuroseasemejabaa

lasangrecuandomeloenjuagaba.Leapartolamanoy,sí,mispalabrassonduras,pero¿quiéncoñose

creequeesparajuzgarme?Mientras asimila loque acabodedecir, estoy seguradeque se está

imaginandoelcuerporetorcidodeCurtis,elcuerpo juntoalqueestuvedurantedoshoras

antesdequealguienacudieraasocorrernos. Intenté quitarle el cinturón desde el asiento del

conductor,perofueenvano.Elmodoenqueelmetal seabollócuando impactamoscontraelguardarraílme

impedíamoverlosbrazos.Perolo intenté y lo intenté, y gritaba mientras el dentado metal me

desgarrabalapiel.Miamornosemovía,noemitíasonidoalguno,yyole

grité, le grité al coche y al universo entero mientras luchaba porsalvarnos.

Ununiversoquemetraicionóyqueseoscureciócuandosurostrosevolviópálidoysusbrazos

se tornaron laxos. Ahora lo agradezco. Agradezco que mi cuerpodesconectara justo después de su muerte y que no me viera obligada apermanecerallíquieta,mirandoaquelcuerpoqueyanoeraél,ydeseandoquedealgúnmodovolvieraalavida.

Tras un suave suspiro, la señora Garrett arranca el coche y seincorporaaltráfico.

—Entiendotudolor,Molly...Sihayalguienquepuedaentenderlo,ésasoyyo.Heestado

intentandoencontrarelmododeseguirconmividatambién,perotúestásechandoaperderlatuya

poralgosobreloquenoteníasningúncontrol.Me quedo desconcertada ante sus palabras e intento centrarme

pasandolamanoporelplásticodelapuertadelcoche.—¿Que no tenía ningún control? —replico—. Yo conducía. —El

sonidodelmetalretorcidocolisionandocontraunárbolydespuéscontraelguardarraílresuena

enmisoídosysientocómometiemblanlasmanossobreelregazo—.Suvidaestabaenmismanos,y

yolomaté.Él era vida, la pura definición de la palabra. Era inteligente y

cariñosoyamabatodaslascosas.Curtisdisfrutabainclusodelascosasmássencillasymástontas.Yo

noeracomoél.Eramáscínica,sobre todo después de que mi madre se marchara. Pero él me

escuchabacadavezquemiiraalimentaba un error. El día de su cumpleaños ayudó a mi padre a

recogerelestudiodepinturademimadre después de que yo lo destrozara derramando pintura negra

sobrelospreciososcuadrosquenos había dejado. Nunca me preguntó por qué había deseado que

estuvieramuertaenmásdeunaocasión.

Jamásmejuzgaba,yconseguíaapaciguarmedeunmodoqueyoeraincapazdehacer.Siempre

pensé que él sería la razón por la que lograría terminar launiversidadohaceramigosenunaciudad

nueva.Nuncasemediobienocultar loquepensabade lagente,asíquenomeresultabamuyfácilque

digamoshaceramigos.Élsiempremedecíaquenopasabanada,queeraperfectatalycomoera;que

simplemente era demasiado sincera y que tendría que ser él quieninterpretaraelpapeldementiroso

ennuestrarelación.Élfingíaquelecaíanbienlospijospretenciososconlosjerséisanudadosalacinturadelinstituto.Siempreeraagradableytodoelmundoloquería.Yoibaenelpaquete.Comosiempreestábamosjuntos,lagenteempezóaaceptarmeamíyamiactitud.Supongoqueéllocompensaba con su encanto. Él era lo queme excusaba ante el mundo,porquealparecerveíaalgoenmí.Eralaúnicapersonaquemeaceptabaymequería,peroéltambiénmeabandonó.Fueculpamía,

yestoyseguradequemimadresemarchóporqueestabacansadadeestaciudad,delonormalque

eramipadre,desuhijarubiaconellazoenelpelo.Mi último ápice de necesidad de fingir ser normal desapareció

cuandoellavabosetiñóderosaymitonorubiodesapareció.—TengounamigoconinfluenciaenWashington.Despuésderevivirmentalmentetodaslasexperienciasdesagradables

demividaenmenosdediezminutos,casihabíaolvidadodóndeestaba.—Podríapreguntarlesipuedemoveralgunoshilosparaquevayasa

unabuenafacultadallí.Esuna zona muy bonita. Diferente, verde. Ya es algo tarde, pero lo

intentarésitúestásdispuestaair—meofrece.«¿Washington?»¿QuécoñohayenWashington?Considerosuofertaymeplanteosiquieroonoiralauniversidad.Y,

mientraslohago,medoycuentadequeloquequieroessalirdeestahorribleciudad,demodo

quequizádeberíaaceptar.De

pequeña solía pensar en otras ciudades. Mi madre hablaba de LosÁngeles,ysobrecómoeltiempo

eraperfectotodoslosdíasallí.HablabadeNuevaYorkydesuscallesrepletasdegente.Mehablaba

de las glamurosas ciudades en las que quería vivir. Si ella pudodesenvolverseenesasciudades,yo

tengoquepoderenWashington.Peroestálejos,alotroladodelpaís.Mipadresequedaríaaquísolo...,

aunquealomejoresolebeneficia. Ahora apenas ve a sus amigos porque siempre está

preocupadopormí,intentandohacermefeliz.Yanisiquieraseocupadesupropiavida.Quizá loayudeque

mevayaalauniversidad.Puedequeesoledevuelvaciertasensacióndenormalidad.

Podríahaceramigosallí.Quizámipelo rosano intimide tantoa lagentedeunaciudadconalgo

desofisticación.Ytalvezlaschicasdemiedadallínosesientantanamenazadaspormiropasugerente.

Podría empezar de cero y hacer que la señora Garrett se sintieraorgullosademí.

YpodríadarleaCurtisalgodeloquesentirseorgullosotambién.Washington podría ser justo lo que la zorra de la doctora me

recomendó.Y,deestemodo,aquísentadaenelcochedeestamujer,delaamable

madredelchicoalqueaméy perdí, puedo prometer y prometo que pondré de mi parte para

mejorar.NocogeréautobusesparairazonassombríasdeWashington.Nomeregodearéenelpasado.Nomerendiré.Haré lo que esté en mi mano por tener un futuro mejor, y no me

afectaráunamierdaloquedigalagenteenelproceso.

MELISSA

Subestimó a la chica la primera vez que la vio. Entonces no sabíanadasobreella,yaúnhoynosabemucho.Primeroconocióasuhermanoy sepasó lasnochesemborrachándoseconél, llegandoa conocerloy asaberlomalapersonaqueera.Suhermanoeraunaserpientequereptabaporelcampusescogiendoasuspresascomosi fuerasu terrenodecazapersonal.

Perodespuésdeobservarlodemaneraconstante,vioquelaserpienteteníaunpuntodébil:suhermana,queeraunafuerzadelanaturaleza,alta,conelpelonegrocomoelalquitránylapielmorena.Conformeempezóadetestaralaserpiente,viohastaquépuntoeraintensasudebilidadporellaycómolaprotegíacomosinohubieranadamásimportanteenelmundo,apartedesuspropiosdeseosretorcidos,claro.Y,trasautoconvencersedeque laserpienteseestabapasando,dequeestabadiseminandosuvenenocomounaorgullosaplagaquehabíaquedetener,elchicoideóunplan.

Teníaqueacabarconesaescoria,ysuhermananoeramásqueunavíctimadelaguerra.

Lacasaestámuyvacíaparaserviernesporlanoche.Mipadreestáenun banquete celebrando su ascenso en el hospital, y todos mis amigosestánenotrafiesta.Ningunadelasdosopcionesmeatrae.

Nomeimportaríairalafiestasinofueraenlacasadelafraternidaddondesueleestarsiempre

mi hermano. No puedo divertirme allí porque siempre essuperprotectorconmigo.Quéfrustración.

Quizáelbanquete seaunamejoropción,pero sólo ligeramente.Mipadre,elmédicomás

prestigioso de la ciudad, es mejor médico que padre..., pero seesfuerza.Sutiempoesvaliosoycaro,

ynopuedocompetirconlosenfermosquehanpagadoestaenormecasaenlaquemequejoahora

consusfacturasmédicas.

Comomesientounpococulpable,cojoelteléfonoymedispongoamandarleamipadreun

mensajeparadecirlequealfinalvoyair.Peroentoncesveoquesonmásdelasnueve.Elbanquete

empezaba a las ocho y, si acudo ahora, lo único que haré seráinterrumpirydarlealanoviajovende

mi padre unmotivomás para quejarse demí.Tasha tiene sólo tresañosmásqueyoyllevasaliendo

con mi padre más de un año ya. Quizá la aceptaría mejor si nohubieraidoalmismoinstitutoqueella

y no recordara lo zorra que era. O si no actuara como si no seacordarademí,aunquesé

perfectamentequesíseacuerda.Pormuyestúpidaqueseaconmigo,nuncamequejoamipadre.Ella

lohacefeliz.Sonríecuandoél lamirayse ríedesuschistesmalos.Séqueaellano le importa

tantocomodebería,perohevistocómo mi padre se ha convertido en una versión mejorada de sí

mismodesdeeldíaenquellegóasuconsulta conundedo roto y sus tetas firmes.Mi padre llevó lo del

divorciomuchopeorquemimadre,queprontoanuncióqueregresabaaMéxico a vivir con mis abuelos hasta que pudiera mantenerse por sucuenta.

Noséaquiéncreequeestabaengañando.Recibióunabuenasumadedineroconelacuerdode

divorciocomoparapermitirsecomprarsezapatosdecristalparatodaunavida.

En lugar demolestar a Tasha y ami padre, le envío unmensaje aDan.Estásaliendoconunachica

que iba al instituto conmigo. A diferencia de mí, ella sigue en elinstituto.Mihermanoesprotectory

lealhastaelextremo,peroesuncerdo.Repito:esuncerdo.Siempreintentonometermeensusjueguecitosconsuscitas.Susamigostambiénson unos cerdos, normalmentemás jóvenes e incluso peores que él. Legusta rodearse de gente tanmezquina como él, así no se siente tanmal.Supongoquequiereserelreydelasratas.

Danrespondealinstante:

Terecojodentrodeveinteminutos.

Le mando un emoticono sonriente y me levanto de la cama paravestirme.Nopuedoirconlacara

lavaday la camisetade laWCUque llevopuesta.Deberíaponermemás guapa. Sin embargo, debo tener cuidado a la hora de elegir miatuendo si no quiero pasarme la noche oyendo las protestas de mihermano.

Rebusco en el armario entre montones de prendas negras y conlentejuelas.Tengodemasiados

vestidos. Mi madre siempre me regalaba los suyos después dehabérselospuestounavez.Mipadre

intentabahacerlafelizconvestidosbonitosydeportivosrojos,perosufelicidadnuncallegaba.

Cuandoibaamarcharse,meofrecióquevolvieraaMéxicoconella.Pero,porraroqueparezca,no

puderenunciaralanataciónyamiequipo.Eslomásimportantequetengo en Washington. Era lo único, aparte de mi padre y de Dan, quehabría echadodemenos.Dan seplanteóvolver, peronoqueríadejarmeaquí.Onopodía,dadasuconstantevigilancia.

Después de probarme dos vestidos para volver a meterlos en elarmario,mepongounmonoque

todavíanoheestrenado.Esnegro,exceptoporunasletritasquetieneen los gruesos tirantes.Es convenientemente ceñido comopara lucirmitrasero,perolobastantecasualcomoparallevarloalafiesta,ymetapaelcuerpolosuficientecomoparaquemihermanonoabralaboca.

Justocuandoterminodeprepararme,oigoelinsoportableclaxondeDan,demodoquecojoel

bolsoybajo laescaleracorriendo.Sinomedoyprisa, losvecinosvolveránaquejarsedelruido.

Introduzcorápidamenteelcódigodelaalarmadeseguridadysalgodisparadaporlapuerta.EncuantollegoalAudi,veoquehatraídoadosdesuscolegasconsigo.

—Logan,dejaquesesientedelante—diceDan.HeestadoconLoganunmontóndeveces,y siempremeha tratado

bien.Intentótirarmelacaña

una vez en una fiesta, pero cuando me levanté del sofá y vio quemedíaalmenosdiezcentímetrosmásqueél,dijoquepodíamossermuybuenosamigos.Accedíasupropuestariéndome,ysussutilesbromasmecausaron buena impresión. Desde ese momento se convirtió en mifavoritodelapandilla

deamigosidiotasdemihermano.—Da igual, me siento detrás —digo tan pronto como Logan se

desabrochaelcinturón.Meacomodoenel asientodeatrás,dondemeencuentroconun tío

conelpelomorenoyonduladoqueocultael rostro.Lo llevahaciaun ladoenunextraño

rolloemo,peroencajaperfectamenteconlospiercingsqueluceenlacejayenellabio.No

levanta la vista del teléfono cuando me siento a su lado ni cuando losaludo.

—Pasadeél—diceDanmirándomeporelespejoretrovisor.Pongolosojosenblancoysacomipropiomóvil.Serámejorqueme

entretengaunpocoduranteeltrayecto.Alllegaralacasadelafraternidad,nohaysitiodondeaparcar.Dan

seofreceadejarmeenlapuertaparaquenotengaquecaminar.Salgodelcoche,perocuandohecerradolapuertaoigoqueladelotroladotambiénse cierra. Levanto la vista y veo que el tío que estaba conmigo en elasientode

atrássedirigehacialacasa.—¡Capullo!—legritaDan.El desconocido levanta el puño en el aire con el dedode enmedio

levantado.—Creo que mi hermano preferiría que fueras con ellos—le digo

mientraslosigoporelcésped.Un grupo de chicas se lo quedan mirando en cuanto pasamos por

delante;unadeellaslesusurraalgoaotraytodasmemiran.—¿Os pasa algo?—les preguntomirándolas directamente, con sus

carasdesesperadasypintadascomounapuerta.Las tres niegan con la cabeza de un modo que me indica que no

esperabanquelesllamaralaatención.Pues se equivocaban. No me gustan las rubias remilgadas que se

dedicanahablardelosdemásparasentirseimportantes.—Seguramente sehabránmeadoen lasbragas—medice el tíodel

peloondulado.Su voz es profunda, muy profunda, y juraría haber percibido un

acentoinglés.Disminuyelavelocidad,peronosevuelveparamirarme.Tienelosbrazosrepletos

de tatuajes. No distingo la forma de ninguno, pero sí que son todosnegros,nohayningunodecolores.Lepega,conlosvaquerosnegrosylacamiseta a juego.Susbotas emitenun ruido sordoal impactar contra elmullido

césped.Intentoseguirsuritmo,perosuspasossondemasiadolargos.Esalto,

mesacaunoscuantoscentímetros.—Esoespero—ledigo,ymiroalaschicasunavezmás.Ahoraestánconotracosa,mirandoyseñalandoaunachicaborracha

conunminivestidoquevadandotumboscercadeellas.El tío no me dice nada más mientras entramos en la casa. No se

vuelveparamirarmecuandoentraenlacocinanicuandodesenroscaeltapóndeunabotelladewhiskyy

le da un trago. Siento curiosidad por él, demodo que tan pronto comoDan y Logan llegan al salón, decido sacarles información sobre eldesconocidotatuado.Cojounenfriadordevinodeuncuboquehayenelbanco

de la cocina y me acerco a mi hermano. Está sentado en el sofá,cervezaenmano.Yahueleahierba,y

veoquetienelosojosrojoscuandomemira.—¿Quiéneselchicodelasientotrasero?—lepregunto.Lecambialacara.—¿Quién?,¿Hardin?No le ha hecho gracia que le pregunte. Y ¿Hardin? ¿Qué clase de

nombreesése?

—Noteacerquesaél,Mel—meadvierteDan—.Lodigoenserio.Pongo los ojos en blanco y decido que nomerece la pena queme

peleeconmihermanoporesto.Nuncaapruebaaningunodemisnovios,perointentójuntarmeconsu

mejoramigo,Jace...,delejoselmásdesagradablede todosellos.Estáclaroqueelcriteriodemi

hermanoestaninconstantecomolossubidonesylosbajonesdesuconsumodemaríayalcohol.Cuandodaunosgolpecitosauncojínquetieneal lado,mesientoy

mequedoobservandoelambienteduranteunrato.Elvolumendelamúsicavasubiendopoco

apoco,ylagenteestábebiendoalegrementeydebuenrollo.Unos minutos después, Logan le pregunta a mi hermano si quiere

fumarseotro,yyoechounvistazoamialrededorbuscandoaHardin.Nosésimeacostumbraré

aesenombre.Yallíestá,enlacocina,soloyapoyadocontralaencimera.Labotella

dewhiskyestámuchomenosllenaquelaúltimavezquelohevisto,haceunosquinceminutos.

«Parecequelegustalafiesta.Esoesbueno.»Me levantodel sofá,demasiado rápido,yDanmeagarradelbrazo.

Serámejorquemeinventeuna buena excusa para salir de la habitación. Si le digo que voy a

buscaraHardin,meseguirá.—¿Adóndevas?—mepregunta.—Ahacerpis—miento.Detestoquesiempremeinviteaestasfiestasyqueluegoactúecomo

sifueramipadrecuandomealejodesulado.Se me queda mirando y examina mi expresión para ver si estoy

mintiendo,perodoymediavuelta.Sientocómomesigueconlamiradamientrasatraviesoelsalón,de

modoquemedirijohacialaescalera.Losúnicoscuartosdebañoquehayenestaenormecasaestántodosarriba,cosaquenotieneningúnsentido,peroasísonlascasasdelafraternidad.

Subolosescaloneslentamentey,cuandollegoarriba,mevuelvopara

miraramihermano.Encuantomevuelvodenuevo,medoydefrenteconunmuronegro.Peronoesunmuro...,eselpechodeHardin.—¡Joder, lo siento! —exclamo mientras intento limpiarle de la

camisetalahumedaddelenfriadorde vino que llevo en la mano—. Al menos no dejará mancha —

bromeo.Susojos sonverdebrillantey sumirada es tan intensaquemeveo

obligadaaapartarlamía.—Ja-ja—respondesinrastrodehumor.«Seráidiota.»—Mihermanomehaadvertidoquenomeacerqueati—lesueltosin

pensar.Su mirada es tan intensa que me está volviendo loca mantener el

contactovisual,peronoquierorebajarme ante él. Tengo la impresión de que está acostumbrado a

eso,ycreoqueasíescomopierdesfrenteaél.Levantalacejaenlaquellevaelpiercing.—¿Enserio?«Sí, definitivamente tiene acento inglés.» Quiero comentar algo al

respecto,perosélomuchoquefastidia que la gente señale tumanera de hablar.Amíme lo hacen

todoeltiempo.Asiento,yelbritánicoabrelabocaparahablarotravez.—Y¿esoporqué?Nolosé...,peroquierosaberlo.—DebesdesermuymaloparanogustarleaDan—bromeo.Noseríe.Mepongotensa.LaenergíadeHardinmetieneatrapada.—Siaceptamosjuiciosdevalorporsuparte,estamostodosjodidos

—responde.Miprimerareacciónescontradecirlo,decirlequemihermanonoes

tanmalo,loquepasaesquelagentenoloentiende.Deberíadefenderlocontraeseinsulto.Pero entonces recuerdo el día en que toda la familia de la última

noviadeDansepresentóencasa.Lapobrechicapreñadaestabaescondidadetrásdesufuriosopadre.

El mío le firmó un cheque y todos desaparecieron con mi sobrina osobrinoynuncavolvimosa saberdeellos.Algoenmi interiormedicequehayalgomuyoscuroenmihermano,peromeniegoareconocerlo.

ConmimadretanlejosymipadretanpegadoalculodeTasha,Danestodoloquetengo.

Meechoareír.—Claro,yseguroquetúeresmuchomejor.Hardinlevantasumanotatuadayseapartaelpelodelafrente.—No,yosoypeor.Memiradirectamentea losojos,yalgoenmi interiormediceque

habla en serio. Percibo la advertencia en sus palabras y, sin embargo,cuandomeofrecelabotellamediovacíadewhisky,bebountrago.

Elalcoholardecontantaintensidadcomosusojos...YtengolasensacióndequeHardinestáhechodegasolina.

STEPH

Cuando conoció a la chica del pelo de color fuego con los brazoscubiertosdetatuajesviociertaoscuridadenella,ciertacompetitividadencómomirabaasuamigadepelomásclaro.Comparabatodoloquehacía,pensóquepordentroladevorabaeldeseodequeleprestaranatención.Lerecordabaaunadoncella,Roussette,deuncuentodehadasquehabíaleídode niño. La princesa pelirroja estaba celosa de sus hermanas porque sehabían casado con príncipes, a pesar de que ella estaba casada con unalmirante.Perono lebastaba, sumaridonosería lobastantebuenoparaella hasta que la hiciera mejor que a sus hermanas. La chica detestabaperder lo que fuera, incluso cosas que no eran suyas. Odiaba ser lasegundayestabadesesperadaporserelcentrodeatención.Nosoportabaquenadieconsiguieraloqueellamerecíaycreíamerecerabsolutamentetodoloquebrillabajoelsol.

Mi padre vuelve tarde del trabajo otra vez. Llega tarde todas lasnoches, pero se suponía que iba a dejarme el coche para que fuera arecogerelvestidoparaelbaileestasemana.Todasmisamigasrecogieronelsuyohaceunmesyestoyempezandoaponermenerviosa.Comoacabesinvestidoparaelbaile,mevaadarunataque.Mesientomuyfrustradayesunamierdaquemipadrelleguetarde

otravezymimadreestédemasiadoocupadacuidandoamisobrinaparaescucharmisquejas

injustificadas.Todogiraalrededordemihermanaydesubebé.Todoelmundose

llenalabocadiciendoquelahermana pequeña siempre es la más mimada. Suena bien, pero lo

únicoqueherecibidoyoesropausadayfiestasdecumpleañosdeúltimahoraalasquenoveníanadie

salvomisparientesmáscercanos.Soyeldesechodelafamilia,lararaquesehaconvertidoenunfantasmaensupropiacasa.

Ynisiquierasémuybienporqué.

Laúltimavezquemimadremedijomásdedospalabrasfuecuandomanchéellavabodearriba

de tinte rojo barato. Se puso histérica porque elegí el mejormomento:lavísperadelameriendapara

celebrarqueOliviaibaatenerunbebé.Esposiblequesalpicaraporaccidentelaalfombrilladebaño

y quizá usé las toallas bordadas de mis padres para cubrirme loshombrosmientrasdejabaqueeltinte

rojo-camión-de-bomberospenetraraenmipelo...PeronomeatrevíamancharlablusadecuandoOliviateníamiedad.Ésaesotracosaquedetestooír:«CuandoOliviateníadiecisieteaños

eralapresidentadelconsejode estudiantes», o «CuandoOlivia tenía diecisiete años sólo sacaba

sobresalientes y tenía un noviomuy popular, con quien se casó justo alacabarelinstituto».

Estoyhartadequemecomparenconmihermana.Eralaniñaperfectayyonovalgoniparala

medalla de plata, parece ser. Estoy deseando largarme a launiversidad.Debidoalainsistenciacontinuademispadres,estudiaréenlaWashingtonCentral,dondeOliviasegraduóconmatrículadehonor.

Nisabíanqueesauniversidadexistíahastaquemihermanasefueaestudiarallí,ysiemprevoya

salir perdiendo con las comparaciones, pero ya me he cansado delucharenvano;esmásfácildecir

quesí,estudiarallíyqueledenaestacasa.Encuantoel Jeepdemipadreentraenel caminodegrava,cojoel

monedero,memirounaúltimavezalespejoybajocorriendolaescalera.Casimedoydebrucescon

mimadre(quenisiquierasedacuenta de que llevo medias de rejilla y un top de cuero). Sólo

mascullaaltosinapartarlavistadesulectordelibroselectrónico.Esloúnicoquesabehacer.La puerta delantera se abre ymi hermana entra en el salón conmi

padre.Sierra,misobrina,duermeensusbrazos.—Quécansadaestoy—anunciaOliviacruzandolaestancia.Rápidamente aparece mi madre, apaga la tablet y la deja como de

costumbreenlarepisadelachimenea.Pordescontado,cuandosetratade

Olivianoledueledejarsuqueridapantalla.—Stephanie puede llevarte a casa, cariño—le ofrecemi padre sin

consultarme.—¡Papá, tengo que ir a por mi vestido y cierran dentro de media

hora!—Meechoelbolsoalhombroycojolasllavesdesucoche.—OliviaySierrapuedenacompañarte.Mihermanainterrumpe:—Amí nome importa. Pero primero tengo que ir unmomento al

baño.Sucabellocastañoysuavesemuevecuandohabla.Llevaunoschinos

yunablusaestampadaconfloresdevivoscoloresdemangacorta.Mipadresonríecomosisu

hijamayorfueralachicamásconsideradayeducadadelmundo.Esuncoñazo.—Vale—resoplo—.Peronomelovanaguardarniundíamás,ysi

mequedosiniralbaileseráculpa vuestra.—Le lanzo unamirada asesina ami hermana.Olivia

asienteyyoempujoamipadreparasalirdecasa—.Estaréenelcoche.Arranco elmotor y espero aOlivia. Pasan cincominutos.Diez.Le

mandodosmensajesdetextoynomecontesta.Séque loshavistoporelpequeño indicadordemi

móvil.Ysiguedentrodecasa.Imagino que mi madre y ella se están dando el cuarto abrazo de

despedida.Mimadretambiénhaceesocuandovamosacasademiabuela,necesitademúltiplesabrazos

parasatisfacersunecesidaddeafecto. Pasan doce minutos, y salgo del coche decidida a volver a

casa.Estoy cerrando la puerta cuando aparece mi hermana, caminando

plácidamenteyconunasonrisaenlacara.AúntienequecolocaraSierraenlasillitadelcoche.—Olivia,tenemosquesalirya—ledigoparameterleprisa.Suspiraymusitaunadisculpaquenosiente.

Sonlas20.03cuandoaparcodelantedelatiendaaoscuras.ElletrerodelapuertadiceclaramenteCERRADO,ylaslucesestánapagadas.

Ya no puedo recoger el vestido. Hoy era el último día que me loguardaban,lasegundavezque

me lo reservaban. Les supliqué que me dieran un poco más detiempo, perome repitieron varias veces que hoy era el último día.Quémierda,deverdad.

—Losiento,Stephanie—diceOliviaalverquemedejocaersobreelvolante.

Mevuelvohaciaellaylelanzounamiradaasesina.—Esculpatuya.—No es culpa mía —dice; encima tiene la cara dura de parecer

sorprendida—.Papáhaqueridollevarme a comprar zapatos nuevos para Sierra. Se le quedan

pequeñosenseguida...

«¿Zapatosnuevosparaunbebé?¿Estásdebroma?»Mehequedadosinvestidoparaelbaile

porque su bebé necesitaba zapatos nuevos... ¡Si la niña ni siquierasabeandar!

—¿Porquépapánotehallevadoacasadirectamente?Habríasvueltomuchoantes—ledigo

levantandolacabezaylavoz.—Entonces no estaba cansada... No sé. —Se encoge de hombros

comosimitiemponovalieranadaparaella.Comosiestonofueraimportante.—¡Estoesunamierda!—Meneolacabezaymetapolacaraconlas

manos.—¡Nohablesasídelantedelaniña!—exclamamihermana.Gruño y doymarcha atrás en el aparcamiento. Ninguna de las dos

habladecaminoasucasa.Olivia no siente que haya hecho nadamalo, y yo estoy demasiado

cabreadaparadirigirlelapalabra.Estoyhartadequemelorobetodoy,pararematarlo,Sierrallorasin

parar,comosiintentarapartirmelacabezaporlamitad.Odiomivida.CuandollegoacasadeOlivia,medalasgraciasporhaberlallevado.

Noquieroponerunpieensucasanueva, esunalivioquenome lopida.Estoy seguradeque

mispadresloshanayudadoaellay a Roger a pagarla. Su marido es muy callado, no habla mucho

delantedemifamilia.Olivialehabrádichoquenolohaga.Estoyconvencidadequeponeatodoelmundo

sobreavisoantesdequemeconozcan.Noquieropasar,perotengoquehacerpisysetardaquinceminutos

envolveracasademispadres.AlentrarencasadeOlivianotoalinstantequehuelemogollónacanela.Mihermanaenciendevelasperfumadasentodaslashabitaciones.

Rogerestásentadoenelsofáconelmandoadistanciaenunamanoyelordenadorenlaotra.

Cuando nos ve entrar, le sonríe a su mujer y me preguntaeducadamente qué tal estoy. Le digo que igual que antes, aunque norecuerdolaúltimavezquelovi.

Trasunosminutosdeconversación incómoda,Oliviadicequevaaacostaralbebé.Subeporla

escaleraconunositodepelucheenunamanoyunbiberónenlaotra.Rogerapenasmemiracuando

paso junto a él, observando todas las ridículas fotosde familia quetienen en la repisa de la falsa chimenea. Roger se levanta y se va a lacocinaparaevitarasítenerquehablarconmigo,nohayduda.

En la última foto, la pequeña familia perfecta está posandoperfectamenteconjuntadaenblancoy

negro.Elmarcoes finoydemadera.Enelpasillo,de caminoa lacocina,meencuentrounafotografíaconunenormemarcodemetal.SonRogeryOliviaeldíadesuboda.Estáperfectaenlaimagen:peloperfecto,maquillajeperfecto,yelvestidoesprecioso.Unvestidosuave,blanco,

sedoso,queacariciaelsueloconmajestuosidad.Pareceunaprincesa,comosiestuvierahechapara

esevestido.Elsuyoesdiametralmenteopuestoalqueibaasermivestidoparael

baile.Elqueibaarecogerestatardeeradealgodónytulnegro.Elcuerpoesajustadoyelforro

delafaldaenformadeestrellaesdetulconunagrecadeencaje.Esunvestidoque,graciasaOlivia,

notendrénunca.Ojalátuvieraun cubo de pintura negra para poder estropearle elmaldito vestido

perfecto.Mirolasiguientefoto.EsdeRoger,que rodeacon losbrazoselvientredeembarazadade

Olivia.Ellamehadejadosinvestidoparaelbaile,yovoyadesgraciarlesu

vestidodeboda.Cuando entro en la cocina, Roger está ante la nevera, con la cara

ocultadetrásdelapuerta.Tamborileoconlosdedossobrelaencimeraparallamarsuatención.

Encuantosedalavuelta,melevantolacamisetayleenseñobuenapartedemiescote.Cogeairey

seatragantaalsoltarlo.Sonrío.Apuestoaquemihermananolehaechadounbuenpolvoa

sumaridodesdequeparióasubebé.—Perdona.Me retuerzo un mechón de pelo entre los dedos mientras Roger

intentanomirarmelaspiernas,nomirarlasmediasderejilla.—Hola—digosindejardeacercarmeaél.El corazón me late a toda velocidad y no sé qué carajo estoy

haciendo,peroestoycabreadaconmihermanayestoyhartadequetodoseaparaella,ypiensoencómo

todogirasiemprealrededordela perfecta deOlivia y nada es nuncamío, y por eso ella tampoco

deberíatenernada.Sobretodo,nodeberíatenerunmaridoguapoylealcomounperrito.—¿Quéestáshaciendo,Stephanie?—mepreguntaRoger,muchomás

pálidoquehaceunossegundos.—Nada.Sóloestamoscharlando.—Cojolacinturillademifaldayla

bajoparaqueveamisbragasdeencaje.Rogerretrocedeysuespaldacierrabruscamentelapuertadeunode

losarmariosdemadera.—¿Quétepasa?—preguntoconunacarcajada.

Tengo un nudo en el estómago y creo que voy a desmayarme encualquiermomento,peroala

vez me siento genial y poderosa. Debe de ser la adrenalina. Meencanta.Quieromás.Meacercoun

pocomásymellevolamanoalacremalleradelablusa.Rogersetapalacaraconlasmanos.—Para,Stephanie.A la mierda. Tal y como me imaginaba, es fiel como un perrito

faldero.Ahoraquelosé,todavíasientomáscelosdemihermana.—Vamos,Roger,noseas...—¡Stephanie! ¿Qué demonios estás haciendo? —La voz de Olivia

llenalacocina.Mirohacialapuertayahíestá.Sehapuestounpijamadefranelacon

laparteinteriorazul.Estáenfadada.Alospocossegundosmiraasumarido.—¿Roger?—No sé nada, cielo. Ha entrado aquí y ha empezado a intentar

quitarselaropa.—Damanotazosenelaire,suplicándoleasumujerquevealolocaqueestálaputilla

desuhermana.Oliviasevuelvehaciamíymeatraviesaconlamirada.—Stephanie,vetedeaquí.—Ni siquiera me has preguntado si es verdad—le digo, cabreada

porquenolohayahecho.Cojoelbolsoytirodemifaldahaciaabajo.—Teconozco—diceconseguridad.«¿Meconoce?»Nomeconoce en absoluto.Sime conociera, no se

comportaríacomounazorraegoísta.—¿Y...?—MiroaRoger,yélsealejacomosiyofueraunaserpiente.¿Se atreve a juzgarme?Si no tuvieramiedo de que lo pillaran,me

habríapuestomirandoaLaMecasobrelarelucienteencimeradegranito.—¿Te has insinuado a mi marido o no? —A Olivia le tiembla el

labio,estáconteniendolaslágrimas.

Deberíanegarloyculparloaél.RogerestanpatéticoqueOliviamecreería.Además,puedo

llorarsimelopropongoy,siquisiera,podríaconvencerladeloquemedieralagana.

¡Porfavor...!—¡Eresunamocosamalcriada!—megritaentonces,yRogercruza

lacocinaylepasaelbrazoporloshombros.¿Yo soy la mocosa malcriada? ¿Lo dice en serio? Ella es la que

siempreconsigueloquequiere,yapesta.Estoyhartadesersiemprelasegundona.Tienesuertedeque

nohayahechonadapeor.PodríahaberleshechomuchomásdañoaellaoaRoger.Mesorprende lo

queestoypensando...Ymegusta.—¡Fueradeaquí,Stephanie!—Oliviasacudelacabezaysumaridole

frotalasmanostemblorosas.

Esomismovoyahacer.Muyprontonotendréqueaguantartodaestatontería.

Enbrevemeiréalauniversidad.Y,cuandollegueallí,seréelamadelcampus.PartedosDURANTE

HARDIN

Ibapormalcamino,vivíasinexpectativas.Seestabaacostumbrandodemasiadoalavidaenaquelpaísextranjero,inclusocreíaquesuacentosediluíaconcadanochequepasabalejosdesuhogar.Suvidaeraunbuclecontinuo que se repetía maquinalmente: los mismos actos, las mismasreacciones, las mismas consecuencias. Las mujeres se confundían unascon otras, sus nombres eran una repetición infinita de Sarahs, Lauras yDesconocidas.

Noestabasegurodecómoibaaseguirviviendoasí.Yentonces,laprimerasemanadelcursosiguiente,laconoció.Llegó

alaUniversidaddeWashingtonCentraldelamanodealgoodealguienmáspoderosoqueél...Paraatormentarlo.Él—oeso—sabíaquiéneraél,lafamaquesehabíacreado,yteníaunplan.

Estaba decidido a robar otra inocencia, a arruinar la vida de otrachica.«Estaveznoserátanterrible»,sedecía.Nollegaríaalosextremosdeantes.Esoeradistinto,másinfantil.Erasólodiversión.

Ylofuehastaqueelvientoseenredóensupeloyseloapartódelacara.Hastaqueelgrisdesusojosseleaparecióensueñosyenloquecióporsuslabiossonrosados.Seestabaenamorandodeella,tandeprisaquenoestaba segurode sideverdad lo sentíao si se lo estaba imaginando.Pero lo sentía... Sentía que lo estaba destrozando por dentro como elrugidodeunleón.Empezóanecesitarlapararespirar,parapensar.

Unanoche,enmitaddetodo,mientraslanievecubríaconsumantoelasfalto, se sentó a solas en el aparcamiento. Susmanos se cerraban confuerzasobreelvolantedesuviejoFordCapriynosabíani loqueteníadelante,nopodíanipensar.

¿Cómopodíahaberhechoalgosemejante?¿Cómohabíaidotanlejostan rápido?Noestaba seguro,pero sabía, lo sentíamuyadentro,quenodebería haberlo hecho, y tenía claro que se arrepentiría. Ya se estabaarrepintiendo.

Sesuponíaqueeraunobjetivofácil.Unachicabonitaconunasonrisa

inocente y unos ojos de un color extraño que debían de carecer deprofundidadodesignificado.Sesuponíaquenoibaaenamorarsedeella,ysesuponíaqueellanoibaahacerquequisierasermejorpersona.

Élcreíaqueantesestababien.

Antes no le ibamal.Antes de cometer el errormás hermosode suvidaalpermitirqueellaseconvirtieraensumundoentero.Perolaquería,laquería tantoque loaterrorizabaperderla,porquesi laperdíaaellaseperdería a sí mismo, y sabía que no iba a poder soportar una pérdidacomoésadespuésdehaberpasadotodasuvidasinnadaqueperder.

Apretó el volante con más fuerza; el blanco de sus nudilloscontrastaba con el volante negro. Sus pensamientos se tornaron máscaóticos. Se volvió más irracional. Desesperado. Se dio cuenta en eseinstante,enelsilenciodelaparcamientodesiertoqueahogabasusmiedos,de que haría cualquier cosa, cualquier cosa, para conservarla parasiempre.

Fuesuya,laperdióyvolvióasersuyadurantelosmesessiguientes.No acababa de entenderlo. La amaba. Su amor por ella ardía como unaestrella, y subrayaría pasajes de sus diez mil novelas favoritas parademostrárselo. Ella se lo había dado todo, y él observó cómo seenamorabadeél,conlaesperanzadequeéldejaradedecepcionarla.Lafeque tenía en él hizo que quisiera ser merecedor de ella. Queríademostrarles a ella y a todos que se equivocaban. Ella le hizo sentir laclasedeesperanzaqueélnuncahabíasentido,laclasedeesperanzaquenisiquierasabíaqueexistía.

Su presencia lo hacía sentir en paz, el fuego en su corazón seenfriaba,yseestabavolviendoadictoaella.Laansiabahastaquelatuvoy,cuando la hizo suya, ninguno de los dos pudo parar. Su cuerpo seconvirtióensulugarseguro;sumente,ensuhogar.Cuantomáslaamaba,másdañolehacía.Nopodíaalejarsedeellay,atravésdelasdificultadesyde madurar juntos, ella se convirtió en la normalidad que él habíaanheladotodasuvida.

Surelaciónconsupadrefuecambiandohastaserenalgocercanoalafamiliaridad.Unpardecenasfamiliaresempezaronaarrancarlacostrade odio que sentía hacia aquel hombre. Comenzaba a ver de un mododiferente, y eso contribuyó a que viera los errores de su padre de otramanera. Entonces fue cuando la necesitó a ella para darle estabilidad,

cuandosuvidavolvióacambiarysufamiliasetransformó.Empezabaaimportarle, a sentir por aquella casa llena de extraños lo que juró quejamássentiría.

Nofuefácilparaéllucharcontraveinteañosdepatronesdestructivosyreaccionesbásicasyviscerales.

Todoslosdíasteníaquehaceroídossordosallicorquellamabaasusangre, a la ira de la que intentabadespojarse... Perono sabía cómo.Seprometió que lucharía por ella y lo hizo. Perdió algunas batallas, peronuncaperdiódevistaelobjetivodeganarlaguerra.Ellaloenseñóareíryaamar,yélselohadichounaymilveces,peronodejaráderepetírselojamás.

UNO

Losúltimosdíasdelasvacacionessonsiemprelosmejores.Todoelmundosevuelvelocoporhacer

realidadlosúltimosplanesydeseosdelverano.Haymásgenteenlasfiestas,laschicasse

desmelenan... Sin embargo, memuero de ganas de que empiece elsemestre.Noporqueseaunnovato

ymeemocioneelmágicomundodelauniversidad.No.Meapetecequeempieceelcursoporque,si

juego bien las cartas, me graduaré en primavera, un año antes detiempo.

Noestámalparaundelincuentedelquetodoelmundopensabaquenuncapisaríaunauniversidad

y,muchomenos,queibaaterminarlapronto.Mimadreestabatanpreocupadapormifuturoquemeenvióalaotra

puntadelmundo,algrandiosoestadodeWashington,paraquevivieracercademipadre.

Usócomoexcusalabobadaesadequequeríaque«reconectara»conél,peroamínomeengaña.Sé

quenipodíaniqueríaaguantarmemás,asíquemeembarcóhaciaEstadosUnidos,comoa

lospuritanosdeantaño.—¿Tefaltamucho?—Unamarañarosayunoslabioshinchadosme

mirandesdelaentrepierna.Casimehabíaolvidadodequeestabaahí.—Sí.Lacojoporloshombrosycierrolosojos,meconcentroenelplacer

físicoquemeproporciona.Unadistracción,esoesloquees.Todasloson.Lapresión enmi espinadorsal aumentaynomemolesto en fingir

quedisfrutodesucompañíamásalládelplacersexualmientrasmecorroensucalienteboca.

Unossegundosmástarde,seestálimpiandoloslabiosenlapalmadelamanomientrassepone

depie.—¿Sabes?...—diceMollycogiendosubolso.Sacaunpintalabiosde

coloroscuro—.Almenospodríasfingirqueteinteresa,gilipollas.Tuerceelgestoyeliminaelexcesodepintalabios.—Esohago.—Meaclarolagarganta—.Hagoquemeinteresa.Pone los ojos en blanco yme saca el dedo.Me interesa, almenos

sexualmente. Folla bien, y a veces no es mala compañía. Somos muyparecidosellayyo.Alosdosnosrechazalafamilia.Nosémuchodesupasado, pero sí lo bastante para saber que algo malo debe de haberlepasadoparaquese

haya refugiado en el remoto estado de Washington en vez dequedarseensucasadeniñaricaenPensilvania.

—Capullo—mascullatapandolabarradelabios.Estámásguapasinmaquillaje,conloslabios

rosadosehinchadosdehaberestadochupándomelapolla.Mollyesunaamigamía.Bueno,amigaconderechoaroce,diríayo.

Nuestra«amistad»noesexclusivaniporasomo,ylosdostenemoslibertadparahacerloque

nosapetezcaconquiennosapetezca.Medetestalamitaddeltiempo,peronomeimporta.Elsentimientoesmutuo.

El resto de nuestros amigos nos dan la vara con el tema, perofunciona.Meaburroylatengoa

mano.Lachupabienynosequedacuandoacabo.Paramíesperfecto.Parecequeparaellatambién.

—¿Estarásestanoche,paralafiesta?—pregunta.Yotambiénmelevanto,mesuboelbóxerylosvaqueros.—Vivoaquí,¿no?—replicoenarcandounaceja.Odioestesitio,ytodoslosdíasmepreguntocómocoñoheacabado

enunafraternidad.Por el donante de esperma que me hizo. Por eso. Ken Scott es un

taradodeprimera,delapeorespecie.Uncabrónalcohólicoquedestruyómiinfanciay,sinmás,le

dioungiroasuvidaysefueavivir con una señora que tiene un hijo, un perdedor dos añosmás

jovenqueyo.Su segunda oportunidad, imagino.Ken Scott consigue una segunda

oportunidadyyoacaboenunapocilgade fraternidaden launiversidadde laqueestá a cargo.

Porsifuerapoco,prácticamentemehasuplicadoquemevayaavivirconél,comosicreyeraquede

verdadvoyarespirarbajoelmismotechoqueél,bajosucontrol.Cuandomenegué,creíaqueibaaconseguirmeunapartamento.

Perono.Y aquí estoy, en esta puñetera casa.Lo cabreóde lo lindoqueprefirieraesteagujeroasu

casalimpiaeimpoluta.Aunque la fraternidad de mierda tiene sus ventajas. Es una casa

enormedondesecelebranfiestascasitodaslasnoches,hayunflujoconstantedeconejitas.Ylomejor

detodo:nadiesemeteconmigo.Aningunodelossimiosdelafraternidadpareceimportarleselhecho

dequenomuevoundedopararepresentaralahermandad.Nollevolaestúpidasudaderaniuna

desusridículaspegatinasenelcoche.Nohagoningún tipode trabajovoluntarioynovoypor ahí

gritandoelnombredelsitio.Lodeltrabajovoluntarionoestámal,perolacomunidadlesimportaun

bledoy,engeneral,nadatienemuchaimportancia.Miroamialrededorymedoycuentadequeestoysolo.Mollydebe

dehaberseidosinquemehayadadocuenta.

Melevantoyabrolaventanaparaventilarelcuartoantesdevolverausarloestanoche.Estábien

quehayatantashabitacionesvacíasenlacasa,porquenosoportoquenadie entre en lamía. Es demasiado personal o algo así. No sé, nomegustaypunto,ytodoelmundohaaprendido,deunmodouotro,quenoseentraenmicuarto.Mollyycualquierchicaa laquevayaa tirarmesabequeiremosaunadelashabitacionesvacías,noalamía.

Meestoy acercandoa lapuerta cuandoveoaLogan tambaleándoseporelpasilloconunachicade

pelo rizado bajo el brazo. No se corta a la hora de decirle lo quequierehacerle,yyotampocome

cortoalexpresarmisnáuseas.—¡Buscaosunahabitación!—lesgrito.Ellasonríeymehaceuncortedemangas,yyocierrolapuertacon

pestillo.Asísonlascosasporaquí: todo elmundome ignora omemanda a paseo conmayor o

menorsutileza.Prefieroestaraquí,soloenmihabitación,esperandoelsiguientesubidónartificial.Pasoeldedoporlosestantescubiertosdepolvodemilibrería.Nosé

quénovelameapetecevivirahora... ¿Hemingway, tal vez?Medaráunabuenadosis de cinismo.

¿LamedianadelasBrontë?Mevendría bien una historia de amor disfuncional. Cojo Cumbres

borrascosas,mequitolasbotasymetumboenlacama.Noséquétieneestanovelaquemeempujaaleerlayareleerlatantas

veces,perosiempreestoypasandolaspáginasdeestecuentollenodeoscuridad.Esunalocura,

laverdad:dospersonasqueseenamoran y se desenamoran. Se destruyen a símismos y a todo lo

quelosrodeaporquesondemasiadoegoístasycabezotasparaarreglarlosuyo.Pero, para mí, esas historias son las mejores. Quiero sentir algo

mientrasleo,ylasnovelascursisllenas de rosas y solme dan ganas de vomitar sobre las páginas y

quemarlasdespués.—¡Así, así, joder...! —chirría una voz femenina a través de las

paredesfinascomoelpapeldefumar.—¡Cierraelpico!—Aporreolamaderaviejaconelpuñoyluegome

tapolosoídosconlaalmohada.Unañomás.Unañomásdecursosdemierdayexámenesparatontos.

Unañomásdefiestasllenasdegentequesólopiensanen loquedirán losdemás.Unaño

másdeiralomíoypodrévolveraLondres,queesdondeestámisitio.

DOS

A día de hoy, aún recuerda cómo el aroma a vainilla inundaba elpequeñodormitoriouniversitariolaprimeravezquesequedóasolasconella. Tenía el cabello empapado; se había cubierto las curvas con unatoalla,yfuelaprimeravezquesefijóencómoseleencendíaelpechoderuborcuandosecabreaba.Volveríaaverlaenfadada,muyenfadada,tantasveces que había perdido la cuenta, pero jamás olvidaría cómo habíaintentado ser amable con él al principio. Él había confundido esaamabilidadconorgullo.

«Otrachicatercaquefingeserunamujer»,habíapensado.Peroesachica extraña continuó siendo todo lo paciente que pudo. Sin motivoalguno.Noledebíanada,comoahora,ysóloesperapodervercómoseenfadaconélunayotravezduranteelrestodesuvida.

Ahora, solo y atrapado por sus propios errores, se aferra a losrecuerdos de aquellos días. Esos recuerdos de su propia ira, y de la deella,sonalgunasdelaspocascosasquelomantienenaflotedesdequeellalodejó.

Elprimerdíadelprimersemestreessiempreelmejorparaobservaralagente.Montonesde

imbécilesandandeacáparaallácomopollosincabeza,ymontonesdechicaslucensusmejoresmodelitosenunintentodesesperadodeatraerlaatencióndeloshombres.

Esto se repite año tras año en todas las facultades del planeta. Peroresultaqueyoestoycondenado

a ir a la Universidad deWashington Central.Me gusta bastante; esfácil,ymisprofesoressuelenhacerlavistagordaconmigo.Apesardemiputa falta de interés, no me va mal académicamente hablando. Si me«aplicara más», me iría aún mejor, pero no tengo ni el tiempo ni laenergía de obsesionarme con las notas, o conplanes o connada con loqueunopuedaobsesionarse.Nosoytanidiotacomolosprofesoressuelendarporhechoquesoy.Puedofaltarunasemanaenteraaclasey

bordar el examen después. Sé que, mientras siga así, me dejarántranquilo.

La fachada del Centro de Estudiantes es el lugar perfecto paracontemplarelespectáculo.Me

encantasentarmeaquíaobservarcómolloranlospadres.Meresultadivertidoporqueamimadreparecíafaltarleeltiempoparadeshacersedemí,yalgunosdeestospadresactúancomosilesestuvierancortandolosbrazoscuandosushijos,hijosqueyasonadultos,sevanalauniversidad.

Deberíanalegrarsedequehayandecididohaceralgoconsusvidas,enlugardelloriquearcomocríos.Sisedieranunavueltapormiantiguobarrio,besaríanelsuelodelaWCUpordarlesasushijosunaoportunidadenlavida.

Unamujerconunasenormestetasfalsasyelpelodecoloradoabrazaasuenclenquehijode

camisadecuadros,ysonríodeorejaaorejaalvercómoélempiezaa llorar en el hombro de sumadre.Menudo pringado. Su padre esperadetrás,apartadodelapatéticaescenamientrasmirasucaroreloj,aquesumujerysuhijodejendegimotear.

No sé cómo me sentiría si mis padres estuvieran obsesionadosconmigo.Mimadresepreocupaba

bastante, cuando no trabajaba de sol a sol, y dejaba queme valierapormímismomientras

compensaba la falta de sentido común del capullo de mi padre.Intentabacompensarlocomopodía,

pero cuando se ha perdido ya tanto, uno sólo puede ayudar hastacierto punto. Y yo rechazaba su ayuda. En todomomento. No la aceptéentoncesynolaaceptaréahora.Nilasuyaniladenadie.

—¿Quéhay, tío?—Natesesientaa lamesadelmerenderoenfrentedemíysesacauncigarrillo

del bolsillo—. ¿Qué planes tienes para esta noche? —preguntamientrasenciendeelmechero.

Meencojodehombrosymesacoelteléfonodelbolsilloparamirarlahora.

—Nolosé.HemosquedadoenelcuartodeSteph.Mientrasfuma,NatemeinsisteparaquevayamosalcuartodeSteph

desdeelCentrodeEstudiantes. No está lejos, a unos quince minutos o así, pero

preferiríairencocheatenerquesorteara las masas de alumnos ansiosos ataviados con sus mejores galas

universitarias.Paracuandollegamosalosdormitorios,Natenoparadehablardela

fiestadelfindesemana.Hay una fiesta todos los fines de semana. No entiendo por qué se

emocionatanto.Paramísiempreestodoigual.Elmismogrupodeamigos,lamisma

cantidaddesexo,lasmismasfiestas...,otrodía,perolamismamierdadesiempre.Estoyapuntodeirrumpirenlahabitación,peroNatemedetiene:—Deberíamos llamar. ¿Te acuerdas del pedo que llevaba la última

vez?Me río paramis adentros. Sí,me acuerdode ese día.Era el último

semestre.EntréenelcuartodeStephsin llamaryme laencontréde rodillasdelantedeuncapullo.

Lo llamo capullo porque..., bueno, porque llevaba chanclas. Desde mipunto de vista, un tío joven que lleve chanclas es automáticamente uncapullo. Él se quedó todo cortado, y Steph estaba borracha.Mientras eltiposelargabacorriendo,

ella lanzaba prácticamente todas sus posesiones en dirección a micabeza.

Verla tan horrorizada me alegró la semana. A día de hoy, aún lapinchoconeltema.

Porfindejodereírmeconelrecuerdo,yentoncesoigoquenosgritaqueentremos.

Cuando lo hago, me recibe la imagen de un tío rubio con unachaquetadepuntoenmediodel

cuartodeSteph.EllaestádepieentreNateyyo,mirandoalosreciénllegadosconunachispadediversiónen losojos.Tardounmomentoenadvertir también la presencia de una mujer que parece tensa y unajovencita.Lamujerestábuena.Laobservoatentamente:alta,pelolargoyrubio,tetasdecentes...

—Eh,¿ereslacompañeradeSteph?—preguntaNate,yporfinveoalachica.

Noestánadamal:labioscarnosos,pelolargoyrubio.Yesoestodoloquepuedodecir,porquela

chica llevauna ropapor lomenosdiez tallasmásgrandede laquedeberíallevar.Veocómosufalda

llega literalmente al suelo yme encojo de horror por dentro. Consólomirarlaséquelovaapasar

malenlafacultad.Amododeejemplo:seestámirandolospies,nerviosade lahostia.

¿Quécoñolepasa?—Eh..., sí.Me llamoTessa—balbucea, y lo dice tan bajito queme

sacadequicio.Miro a Steph, que sonríe abiertamente y se sienta en su cama sin

apartarlavistadelachica.

Nate responde con una sonrisa,mostrándose como siempre elmásamigabledelosdos.

—YosoyNate.Relájate.Noentiendoporqué lagentesemolestaenentablarconversaciones

triviales, y menos con este ratoncillo, que mira a Nate con los ojosabiertoscomoplatos.Élalargalamanoparatocarleelhombro.

—Estotevaaencantar—añade.Menudocapullo.La compañera de habitación de Steph observa aterrorizada los

pósteresdelosgruposqueéstatieneenlapared.Nopodríanhaberlepuestoaalguienmásdistintode

ella.Asimplevistaparececallada,tímidayasustadiza.Tienesuertedequehoytengoundíabueno;delocontrario,lahabríahechosentirseaúnmásincómoda.

—Estoylista,chicos—diceSteph,levantándosedegolpedelacama.Secuelgaelbolsodelhombroy sedirigehacia lapuerta.El chico

rubio,queprobablementeseael hermano de su nueva compañera, me está observando, y yo lo

fulminoconlamirada.—Nosvemos,Tessa.Natesedespideconlamanodelachica,yentoncesveoqueellame

estáexaminando.Apartalosojosdelaroque llevoen lacejaydesciende lamiradahaciaelaro

dellabioy,después,haciamisdosbrazos.Entoncesveoquelamujeryeltipoestánhaciendolomismo.

Quieropreguntarles:«¿Quépasa?¿Esquenuncahabíaisvistounostatuajes?»,perotengola

impresióndequesumadrenoestanagradablecomoloesmirarlastetasqueluce,asíqueserámejor

quemecomporte.Demomento.Encuantosalimosalvestíbulo,oímoscómolamujerchilla:—¡Pediremosquetecambiendecuarto!Steph se echa a reír, y Nate y yo hacemos lo propio mientras

recorremoselpasillo.

TRES

A lamañana siguiente nome apetece ir a la primera clase, así quedecidoiralahabitacióndeSteph

en su lugar. Seguramente aún esté dormida, pero me aburro, y sucuartoestámáscercademi

siguienteclasequeeldenadiemásdelgrupo.Lemandounmensajeyledigoquevoydecamino,peronoesperoaqueresponda.

El vestíbulo del viejo edificio está casi vacío, sólo unos cuantosrezagadosfrenéticoscorrende

unladoaotroconlosbrazoscargadosdelibros.Llamoalapuerta,paraqueadoñaRemilgadanole

déunataquey,alnooírrespuesta,entroconlallavequeStephmehadado.

ParaevitarquedarmedormidosobreelcolchóndemierdadeSteph,zapeoentreloscanales

básicos de la televisión por cable. Justo cuando un «médico»aburridoestáapuntodedarunconsejo

matrimonialadosidiotas,lapuertaseabreylacompañeradecuartodeStephentracorriendo.Está

envuelta en una toalla húmeda, y tiene el pelo largo y empapadopegado a la cara de un modo que casi resulta cómico. Mientras abremucholosojosporlasorpresa,apagolateleyobservoalespécimenquetengoantemí.

—Esto...¿DóndeestáSteph?—dicecasicomounalarido.Sequedamirandoalsuelo,luegomemiraamídenuevo,yotravez

alsuelo.Sonríoalverlatanavergonzadaymequedocallado.—¿Nomehasoído?TehepreguntadodóndeestáSteph.—Ahorasu

vozesmássuave,másamable.Misonrisaseintensifica.—Nolosé.

Estámuertadevergüenzay,porcómoestáagarrandolosbordesdela toalla, temoquevayaahacerla trizas.Enciendodenuevola teleymeincorporo.

—Vale.Bueno,¿teimportaría...irteoalgoparaquepuedavestirme?Nopienso largarme.Noahoraqueheencontrado laúnicaposición

cómodaenestacama.Hago como queme vuelvo y me tapo la cara con las manos para

seguirleelrollo.—Noseastancreída,nopiensomirarte.¿Cómopuedetenérselotancreídocomoparapensarquevoyaestar

aquímirándola?Vale...,estábien,seguramenteloharía,sobretodoteniendoencuenta

quelatoallaquellevaenrolladaseciñeasucuerpodeunmodolahostiadedelicioso.

Laoigomoversedeacáparaallá, el sonidodeun sujetadorque seabrochaysufuerte

respiración. Sigue nerviosa, yme encantaría verle la caramientrasintenta subirse la ropa todo lo rápidoquepuede.Medestaparía losojossólo para fastidiarla, pero hoy estoy de un humor bastante decente.Además, voy a ver a esta chica bastantes veces, así que más me valemostrarmealgocívico.

—¿Has acabado ya? —pregunto poniendo los ojos en blanco pordebajodelasmanos.

—¿Por qué eres tan desagradable? Yo no te he hecho nada. ¡¿Quénaricestepasa?!—grita.

¿«Narices»?Porsupuesto,noesperabaquenadamásfuertesalieradeesaboquitadeniña

inocente. Está intentando con todas sus fuerzas tener pacienciaconmigo, y yo estoy intentando con todas mis fuerzas que estalle. Nopuedoevitarreír.

MientrasobservoalafuribundacompañeradeSteph,semehaceraroreírmeasí,tanfuerte,pero

esquesuexpresiónesdignadever.Estámuymosqueada.LapuertaseabreyStephentravestidaconlamismaropaquellevaba

anoche.—Sientollegartarde.Tengounaresacademildemonios—gimotea.Pongolosojosenblancodenuevo.¿Cuándonotieneellaresaca?

—Perdona,Tess,olvidédecirtequeHardinsepasaríaporaquí.—Seencogedehombros,comosi

leimportaraunamierda.—Tunovioesungrosero—lesueltalarubia.Nopuedoevitarecharmeareírotravez.Stephmemiraconunaceja

levantadaalverlomuchoquemeestoyriendo.—¡Hardin Scott no es mi novio! —exclama, quizá con demasiada

rotundidad,muertadelarisa.Hemosechadoalgúnpolvo,peronuncahemossalido.Yonosalgoconchicas.—¿Qué lehasdicho?—Stephsevuelvehaciamíypone lasmanos

sobresuscaderasenunintento fallido de reprenderme.Después se vuelve hacia la chica—:

Hardintieneuna...unamaneramuyparticulardeconversar.¿«Conversar»?Noestoyintentandohablarconningunadeellas.Me

encojodehombrosyvuelvoabuscaralgunamierdaquever.—Esta noche hay una fiesta; deberías venir con nosotros, Tessa—

oigoquelediceSteph.Sí,ya,comosiestatipafueraairaalgunafiesta.Memuerdoelaro

dellabioparanovolverareírmeymequedomirandohaciaeltelevisor.—No me van mucho las fiestas. Además, tengo que ir a comprar

algunascosasparamiescritorioymisparedes.—Venga..., ¡es sólo una fiesta! Ahora estás en la universidad, una

fiesta no te hará daño —dice Steph, casi rogando, mientras intentaconvencerla—. Oye, y ¿cómo vas a ir a comprar? Creía que no teníascoche.

—Iba a coger el autobús. Además, no puedo ir a una fiesta, noconozcoanadietodavía—

responde, y yo me río de nuevo—. Pensaba quedarme a leer y ahablarconNoahporSkype.

Vaya, menudo planazo, ir a comprar. Probablemente va al putoTarget;tienetodalapinta.YsucitaporSkype...Seguroquevaaenseñarleeltobilloaesepobretío.

—¡Niseteocurracogerelautobúsunsábado!Vanatope.Élpuedellevartedecaminoacasa...,

¿verdad,Hardin?Stephmemira.Nopiensollevaranadieaningunaparte.—Yenlafiestaestaréyo,yamísímeconoces—continúaSteph—.

Venga,ven...,porfavor...—Nolosé...y,no,noquieroqueHardinmelleveencochealatienda

—gimotealamuyinsoportable.Mevuelvoylessonríoaambas;esloúnicoquepuedohacer,yaque

estánempezandoatocarmelasnarices.—¡Ay, qué pena! Estaba deseando pasar el rato contigo —digo—.

Venga,Steph,sabesqueestachicanovaaaparecerporlafiesta.Me tomo unos instantes para observar elmodo en que su camiseta

blancaseciñeasupechoysuscaderas.Debería vestir así en lugar de con esa falda larga hasta el

sueloquellevabaelotrodía.Susshorts caquis siguenpareciéndomedemasiado largos, perono todo

puedesercomoaunolegustaría.—Pues ahora que lo dices, sí, iré —dice la chica..., ¿cómo se

llamaba?¿Tessa?Sí,eraTessa.Oigounosgrititosdejúbiloy,cuandoveoqueempiezanaabrazarseytoda

esamierda,decidopirarme.—¡Bien!¡Lopasaremosgenial!—leaseguraStephmientrassalgode

lahabitación.

Conduzcohastaelcampusyasistoalrestodelasclasesdelajornada.Despuésrecibounmensajede

NateenelquemedicequemereúnaconélyTristanenBlindBob’symedirijohaciaallí.Pongo

músicaybajo laventanilla.Deadolescentemeparecíaque lagentequeponíalamúsicaatodahostia

enelcocheibadeguayporlavida,peroahoraloentiendo.Avecesnecesitoquedesaparezcatodolo

quemerodea,ysóloloconsigoconlamúsicaylalectura.Todoelmundotienesusmétodos,yéstos

sonlosmíos.Cuandonecesitosilencio,elruidoayuda.SupongoquemejoresoqueunabotelladeJackDaniel’s.Mimadre,

llorandoalteléfonoenmitaddelanoche,diríalomismo.—¿Por qué has tardado tanto? —Tristan le da un bocado a una

hamburguesaylamitaddelosingredientescaensobreelplatoquetienedelante.—Habíauntráficodelahostia.—Medeslizoenelasientoalladode

Nate.Nuestra camarera de siempre me saluda con la cabeza e, instantes

después,aparecejuntoalamesaconunvasodeagua.—¿Sigues sobrio?—preguntaNate,y evitamirarmivasomientras

dauntragoasucerveza.—Sí,sigosobrio.—Mebebolamitaddelvasodeaguaeintentono

pensarenlasensacióndeunacervezabienfríaenmilengua.—Me alegro por ti, tío. Sé que todo el mundo te toma el pelo al

respecto,peroamímepareceincreíblequetengastantoautocontrol.ElcumplidodeNatemeincomoda.Tristanseechaareírysepasaunaservilletaporlabarbilla.—¿Autocontrol?AnochemismooícómoMollygritabatunombre.—Bueno,sobrioconrespectoalabebida.Noconrespectoalastías,

claro.Nateseechaareírtambiénychocasuhombroconelmío.Mesiento

aliviadoconelcambiodetono.Lacosaseestabaponiendodemasiadopersonalparamigusto.Nateacabaconvenciéndomeparaquelodejeconducirmicoche.Sólo

sehatomadounacerveza,ylaverdadesquenomeapetececonducir,asíqueaccedoadejarlosi

mellevaarecogeraStephyasucompañeradehabitación.—Nohaparadodellamarme,dicequenolecogeselteléfono—dice

Natecuandosalimosdelaparcamiento.Pongolosojosenblanco.—Le he dicho hace una hora que yo las llevaría.—A veces Steph

puedeserunputoincordio.—Acabo de decirle que vamos hacia allí.Me alegro de que esa tal

Tessavengatambién—dice,ybajalaventanilladelladodelconductor.—¿Porqué?—Porqueparecemaja,ydeberíasalirmás.Stephdicequecreequesu

novioessuúnicoamigooalgoasí.—¿Sunovio?¿QuieresdecirquelaMadreTeresatienenovio?—me

mofo.Unmomento...¿elchicode lahabitación?Siparecíanhermanos,no

novios.¿EsconélconquienibaahablarporSkype?Entoncessindudaibaaserunvídeocontoda

laropapuesta,puedequeinclusoconunblazerextra,porprotección.—Sí,eselqueestabaconella,esetíotanpijo.—Quésorpresa.—Merío,yenciendolamúsica.Tessyelestiradodesunoviodetestaríanestamúsica,porloquesubo

aúnmáselvolumen.CuandollegamosalaparcamientodelaresidenciadeSteph,empieza

asonarmiteléfono.EsMolly,asíqueledoyaignorarlallamada.—Señoritas.—Natesaludaalaschicasmientrasseacercanalcoche.Stephllevaunvestidoderejilla,ysulapallevaloquepareceunsaco

granate.Noloentiendo.Hevistoelcontornodesucuerpobajoesatoalla.¿Porquéseponeesa

cosatanhorrenda?—Eres consciente de que vamos a una fiesta, no a misa, ¿verdad,

Theresa?—ledigomientrassesubealcoche.—No me llames Theresa, por favor. Prefiero Tessa —se limita a

responderconairepretencioso.Sabía que su nombre sería Theresa. He leído suficientes novelas

comoparaimaginármelo.Parece

queconlodelnombrehetocadountemasensible.—Claro,Theresa—laprovoco.Duranteeltrayecto,lamirounascuantasvecesatravésdelespejo.No

pareceincómoda,yaquenosabeque laestoymirando.Lacasaestácerca; sólo tenemosque

seguirunoscuantosminutosmásen un embarazoso silencio.Nate aparca delante de la casa, tras una

filadecoches.Ellaresoplayponelosojosenblanco.—Esenorme.¿Cuántagentehabráaquí?—pregunta.¿Acasoelcéspedllenonolesirvecomopista?—Unmontón.Vamos—ledigo,ycierrolapuertadelcoche.Ellapermanecesentadaensusitio,enshock,creo,yyomealejopor

elpatio.

CUATRO

Supodesdeelprincipio,desdesuprimerencuentrohastalaprimeravez que ella usó su insolencia contra él, que sentía algo diferente conrespectoasupersona.Noimaginaba...,no,noteníaniputaideadequeelfuegoqueardíaensuinterioracabaríadebilitándosehastaextinguirseporsumala costumbre de cometer un error tras otro.Y ahora amenudo seencuentra sentado solo, reviviendo los días en los que ella rebosabaintensidad. Cuando su voz y sus acciones destilaban tanta pasión que elaireentreellossecargabadehumo.Deberíahaberimaginadoquetodaesapasión acabaría en destrucción, que terminaría quemando su alma yconsumiendocadamilímetrodesuespíritu,llevándosealachicaalaqueamaba,alachicasinlaquenopodíayaúnnopuederespirar,yseveríaobligadoavercómosealeja lentamente,conlasúltimasnubesdehumogris.

Mepaseoporlafiesta llenadegenteymeabropasoatravésdeungrupodecapullosborrachosque

están jugando a alguna especie de juegode beber para entretenersemientrasintentanencajar

desesperadamente. Sus ojos inyectados en sangre y sus estúpidassonrisasmedanganasdevomitar.

Uno por uno, todos me miran con cara de estar pensando «es ungilipollas»mientraslanzanbolasde

plásticoenunosvasosllenosdecervezaylocelebranagritoscomosihubieranganadounaespecie

demedallaporhabersepuestociegosdealcoholcompartiendovasosconlacervezamásbaratadel

mercado.Cuandollegoalatestadovestíbulo,veoaStephyasulapa.Larubia

pareceperdida,completamente fuera de lugar en este enjambre de cuerpos en

movimiento.Alguienledaunabebida

y ella sonríe con amabilidad, a pesar de que no la quiere. Lo séporquesereflejaensusojos.Perola

acepta,ysellevaelvasorojoalaboca.Otraquehaceloquehacentodos.Menudasorpresa.—¡Hooolaaa,TierrallamandoaHardin!—oigoquediceMollypor

encimadelbarullo.Lamiro y veo la expresión de enfado en su rostromientras apoya

unamanosobrelacadera.TienelavistaclavadaenTessaySteph.—¿Quéestabasmirando?—preguntaconvoztensa.—Nada.Méteteentusputosasuntos.Continúomicaminoysubo laescalera rumboamihabitación.Por

detrásdemíoigounrepiqueteo insoportable de bisutería barata y excesiva.Mevuelvoy

meencuentroconMollyysusojosdecachorro.—¿Meestássiguiendoporalgúnmotivo?Seapartaelpelorosadelhombro.—Meaburro—sequeja.—¿Y?...—Me saco el móvil del bolsillo trasero y finjo que hago

cualquiercosamenosescucharla.Mollymepasalamanoporelbrazo.—Entretenme,capullo.La miro de arriba abajo, y me deleito en el modo en que su

minúsculovestidoresaltatodaslascosasqueyahevisto.Meclavalasuñas,ysusonrisaseintensifica.—Venga,Hardin,¿cuándofuelaúltimavezquetecorriste?Notienevergüenza.Megusta.—Pues,teniendoencuentaquemelamamastehacedosdías...Pegasuslabiosalosmíosantesdequepuedadecirunapalabramás.

Meapartohaciaatrás,peroellaseadelanta.«Enfin,¿porquéno?»Noestánadamal,ypodríaestarperdiendoel

tiempoconcosaspeores.ComoStephconsantaTheresatodalanoche.Menudorollo.Mollymeguíahasta laúltimahabitaciónquehaya laderecha;sabe

perfectamente que no debe intentar ir a mi cuarto. Nadie entra en mi

cuarto. Cierra la puerta después de pasar y se abalanza sobre mí encuestióndesegundos.Tienelabocacalienteyloslabiospintadosconunbrillopegajoso.

El hecho de tocarnos, ya sea con Molly o con cualquier otra, meayudaaevadirme.Noentiendo

muybienporqué,perocuandodesconectolamenteduranteunratotodomeresultamásfácil.Esun

subidón,elúnicomomentoenelquerealmentesientoalgo.Mollyme lleva hasta el catre, que apenas tiene una sábana encima.

Estospequeñosdetallesnoimportancuandonosientesnada.Mollyextiendesucuerpomenudo

sobreelmíoyserestriegacontramipierna.Laagarrodelpelorosayapartosubocadelamía.—No—leadvierto.Ellarespondeconelgruñidoquejumbrosoquesueleemitircuandole

recuerdoquenomebese.—Eresuncapullo—protesta,peropasaaponerseahorcajadassobre

micintura.La puerta se abre y deja de menear las caderas. Se vuelve, se

incorpora,yyomeapoyosobreloscodos.—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunta Molly con un tono duro,

cargadodeimpacienciaynecesidad.Y,porsupuesto—¿cómono?—, lapersonaqueestáen lapuertaes

Tessa,lacompañeradeSteph,conunaexpresiónquemeindicaqueestámáscortadaqueMollyyyo

juntos.—Esto...,no.Perdón,yo...—tartamudea—.Estoybuscandounbaño,

alguienmehatiradolabebidaencima.Mira hacia abajo, hacia su vestido manchado, a modo de prueba.

Pareceserqueestachicapasamuchotiempomirandohaciaabajo.—Muy bien. Pues sigue buscando—respondeMolly haciéndole un

gestoconlamanoparaqueselargue.

Tessasaledelahabitacióninmediatamenteycierralapuerta.Sin embargo, mientras Molly se abalanza sobre mi cuello, veo la

sombradelospiesdeTessaalotro lado. ¿Nos está escuchando? Joder, qué tía más rara. Unos

segundosdespués,desaparece,yMollydeslizalamanoentremispiernas.—Joder,esachicamesacadequicio—dice.Para ser una persona que tampoco cae demasiado bien, aMolly la

«sacadequicio»demasiadagente.—¿Debería haberla invitado a participar?—digo encogiéndome de

hombros,yellaponecaradeasco.—¡Puaj!Nihablar.ConBiancaoStephnotediríaqueno,peroconla

Tessaesa,nihablar.Nisiquieraestábuena,ymidecasieldoblequeyo.—Eresunazorra,¿losabías?—ledigo,ysacudolacabeza.Por muy sosa que sea, Tessa tiene un cuerpo bonito, la clase de

cuerpoquelesgustaaloshombres; la clase de cuerpo que devoraría en un santiamén si ella

aprendieraadomaresaactitudquetiene.—Vengaya.Loúnicoquetegustadeellasonsustetas.Mollyseabalanzasobremicuellodenuevo.—No me gusta —digo, sintiendo de repente la necesidad de

defenderme.—Ya,estáclaroquenotegusta.—Seapartaparamirarmealosojos

ysonríecomosiestuviéramos compartiendo un secreto o algo así—. Pero eso no

significaquenotelafollarías.Acercasubocaamimandíbulayempiezaamordisquearmelapiel.

Meagarralapollaatravésdelospantalonesycontinúamoviendosucuerpomenudosobreelmío.—Bastadecháchara.Deslizolamanoentresusmuslosseparadosyempiezoaacariciarla

conlosdedos.Gimecontrami cuello, y yo me concentro en el placer que me está

proporcionando.Mollyseparecemásamíde

loqueadmitiríajamás.Sudíaadíatambiénesaburridoydeprimente.Ella utiliza asimismo las sensaciones para escapar de sus propiospensamientos.Laverdadesquenosémuchodeella,nuncacuentanada,peroséquenodebedehaberlopasadobien.

Mollyempiezaaestremecersemientras lemeto losdedos.Sécómohacerquesecorrarápido.

Cuando gime, oigo que suspira el nombre de «Lou», pero prontorecobralacomposturaydicemi

nombre.«¿Lou?Pero ¿quécojones?» Intentono reírmealpensarquepueda

estarrefiriéndoseaLogan,diciendosunombremientrassecorreconmigo.Sabeperfectamente

queéljamásseacostaríaconella.Esamableconellaporqueesuntíoamablecontodoelmundo,

perotieneprincipios.Simeimportaraalgo, lareprenderíaporello,perolociertoesque

meimportaunamierda.Lautilizo del mismo modo en que ella me utiliza a mí. Y ambos lo

sabemos.Mimentevagahastalafiestaenlaplantainferior.MepreguntocuántasveceshabrálloradoyalacompañeradeSteph.Pareceunapersonasensible,consusrespuestasysuactitudinsolentequeocultanfragilidad.

Mollyagarramisvaquerosymedesabrochaelbotón.Cierrolosojosysientocómosuscálidos

labiosrodeanmipolla.Después,nodicenada,niyotampoco,cuandosepasalosdedospor

loslabioshinchados.Selevanta, seponeelvestidoparacubrir sucuerpo todo loquepuede

cubrírseloeseretalysaledelahabitación.Me quedo ahí tumbado, sobre una cama que no es lamía.Miro el

techoduranteunosminutosysalgo al vestíbulo. La fiesta continúa; el suelo está cada vez más

guarroacadaminutoquepasa.Ungrupodetresborrachascogidasdelamanopasapormilado.—Chicas,soismismejoresamigas—dicelamásbajitadelastres.Una de ellas, la del suéter azul y los ojos inyectados en sangre, se

tambaleaporelpasilloyestáa

puntodecaerse.—¡Osquiero,tías!—responde,yselellenanlosojosdelágrimas.Las chicas, cuando están borrachas, lloran y son las «mejores

amigas»detodoelmundo...Loganaparecealotroextremodelpasillo,conunasonrisatorciday

unabebidaencadamano.Meofreceuna,perolarechazonegandoconlacabeza.—Latuyaesagua—dicesosteniendoelvasorojoentreambos.Locojo,meloacercoalanarizyhueloellíquido.—Eh...,gracias.Beboun tragodelaguafríaydecidoobviarelmodoenqueLogan

mejuzgaparasusadentrospornobeber.—Lacasaestápetada,tío—medice,yseaclaralagargantaconuna

muecadedolor—.Estevodkabaratoquemadelahostia.No contesto nada. Simplemente observo el vestíbulo mientras nos

dirigimoshacialaescalera.—Por cierto, he visto que esa talTessa entraba en tu habitación—

dicedetrásdemí.Mevuelvoparamirarlo.—¿Qué?—HaentradoconSteph,quehabíaestadovomitandoenelcuartode

baño.—Y¿porquéhanidoamicuarto?—digolevantandolavoz.Habría jurado que lo había cerrado con llave. Nadie entra en mi

habitación,pormuyenfermoqueesté.Dehecho,especialmentesiestánenfermos.Noquieroquenadie

vomitesobremiscosas.Loganseencogedehombros.—Nolosé.Sóloteestoyinformando.Desaparece entre lamultitud y yome dirijo ami habitación. Steph

sabeperfectamentequenodebeentrar.¿Porquénoselohaadvertidoasulapa?Entro cabreadoy, cómono, ahí estáTessa al ladodemi estantería.

Veoalinstantequehapuestolamano en mi ejemplar más antiguo de Cumbres borrascosas. Las

páginasgastadasdelatansuuso.—¿Quécoñohacestúenmihabitación?—ledigo.Sinapenasinmutarse,cierraellibrosuavemente.—Tehepreguntadoquécoñohacesenmihabitación—repitoconel

mismotonoásperoquelaprimeravez.Cruzolaestancia,lequitoellibrodelasmanosylocolocodenuevo

ensusitioenlaestantería.Todavíanomehacontestado;sigueahíplantada,cercademicama,

conlosojosabiertoscomoplatosylabocacerrada.—NatehadichoquetrajésemosaStephaquí...—susurra.Señalaconlamanoendirecciónamicama.Stephestá inconsciente

sobreelcolchón,ynomehaceniputagracia.—HabebidodemasiadoyNatehadicho...Yahetenidosuficiente.—Yateheoídolaprimeravez—lainterrumpotranquilamente.—¿Pertenecesaestafraternidad?—preguntaconvozcuriosayalgo

afectada.No es que me sorprenda. Estoy acostumbrado a que me juzguen,

sobretodolosniñosricosdeactitudsoberbia.Aunquenocreoqueestachica sea rica.Suvestido

parecesacadodeunatiendadeoportunidades y no de un centro comercial, cosa que, por alguna

razón,mesorprende.—Sí, ¿por? —Camino hacia la muy cotilla y ella retrocede y se

golpeaconlaestantería—.¿Tantotesorprende,Theresa?—DejadellamarmeTheresa—meespeta.«Vaya,menudocarácter...»—Estunombre,¿no?Suspirando,damediavuelta.Mirohaciamicamaalverquepretende

marcharsedelahabitación.—Nopuedequedarseaquí—ledigo.NopiensodejarqueStephduermaenmicamatodalanoche.—¿Porquéno?Creíaqueeraisamigos.Quémona...,quéingenua.—Ylosomos,peronadiesequedaenmihabitación.

Mecruzodebrazosy laobservodetenidamente.Sumirada recorremistatuajes.Megustacómo

meestámirando,comosiintentaracomprenderme.Diríaqueeshastaexcitantequemeexaminede

esemodo.Esevidentequeestáintrigada.Derepenteparecesalirdesuestadodeobservación.—Ah...,yaveo—dice,ysueltaunacarcajada—.¿Demodoquesólo

laschicasqueselomontancontigopuedenentrarentucuarto?No puedo evitar sonreír ante su actitud beligerante. Tiene el pelo

largoyrubioyunasmagníficascurvasocultasbajoesetrajehorrendo...,perohayalgoenestachica

quemeirritaaunnivelmuchomás profundo que Steph, o incluso Molly. No sabría decir qué es

exactamente,peromeestásacandodemiscasillasytengoqueacabarconestasituación.—Ésenoeramicuarto.Perosi loque intentasdeciresquequieres

montárteloconmigo,losiento,noeresmitipo.Sonríoyobservocómoselecrispaelrostrodevergüenzaydefuria.—Eresun...eresun...Meincomodavercómointentaencontrarlaspalabrasadecuadaspara

insultarme.—En fin..., pues llévala tú a otro cuarto. Ya me las apañaré para

volveralaresidencia.¿Yo?Suengreimientomeestácabreandoapasosagigantados.NoserácapazdelargarseydedejaraStephaquí,¿verdad?Abrela

puertaycruzaelumbral.Mierda, tiene más huevos de lo que creía. Estoy ligeramente

impresionado.Cabreadoperoimpresionado.—¡Buenas noches, Theresa! —le grito al tiempo que cierra de un

portazo.Observomi habitación para ver si hamovido de sitio alguna cosa

más.Derepentecaptamiatención el espejo de la pared, principalmente porque apenas

reconozcoalhombrequeaparece

reflejadoenél.Noséenquiénmeheconvertidoenlosúltimosaños.Pero lo que más me sorprende es que no entiendo a qué viene la

estúpidasonrisitaquetengoenelrostro.Estoy acostumbrado a discutir con gente insufrible en estas fiestas.

¿Porquéhedisfrutadoestavezmásdelonormal?¿Esporestachicanueva?Noesmitipodepresa

habitual,peromediviertejugarconella.Elruidoprovenientedelaplantainferiorinundamihabitacióny,con

Stephenmicama,notengonadaquehacer.TendréquepedirleaNatequelasaquedeaquí...,que

la deje en el vestíbulo si es preciso. Seguro que ha dormido en sitiospeores. Me sorprendo pensando en Tessa y en su actitud. En cómo haapoyado la mano sobre su cadera con ese aire tan testarudo y no seamilanabaantemí.

SalgoalvestíbuloyconvenzoaunnovatodelafraternidadparaquetrasladeelcuerpodeStepha

un cuarto vacío del pasillo.Aguardounmomento para asegurarmedequenosequedaallíconellay,

cuandosaledelahabitación,medirijodenuevoalamía.Al pasar por delante del baño, oigo una voz agitada a través de la

puerta.EslatalTessa,reconozcosuvozalinstante.—Sí. No. He ido a una estúpida fiesta con mi compañera de

habitaciónyahoraestoyatrapadaenla casa de una fraternidad sin un sitio donde dormir y no tengo

maneradellegaralaresidencia.Está llorando.Deberíaalejarmedelapuerta.Notengoni laenergía

nielmásmínimointerésdeaguantaraunalloronahipersensible.—Peroenestemomentoestá...Nologrodistinguirlaspalabrascontantosollozo.Pegolaorejaala

puerta.—Puesaesomerefiero,Noah...—laoigodecir.Intento abrir la puerta. Ni siquiera sé por qué lo hago, así que

probablementehayasidounasuertequeestécerradaconpestillo.

—¡Unmomento!—grita,perdiendolapaciencia.Llamodenuevo.—¡Hedichounmom...!Tiradelapuertadegolpeyabremucholosojosalverme.Apartola

miradayellapasacorriendopordelantedemí.Laagarrodelbrazoyladetengosuavemente.—¡Nometoques!—grita,ysesueltadeuntirón.—¿Hasestadollorando?—pregunto,aunqueyasélarespuesta.—Déjameenpaz—dicesinmuchaconvicción.Pareceagotada.«¿Conquiénestabahablandoporteléfono?¿Consu

novio?»Abrolabocaparaprovocarla,peromehaceungestodeadvertencia

coneldedo.—Hardin, por favor. Te lo estoy suplicando y, si tienes la más

mínimadecencia,medejarásestar.Guárdatelamezquindadquevayasadecirparamañana.Porfavor.Sus ojos azul grisáceo se inundan de lágrimas, y el comentario

groseroqueteníapensadodecirderepentepierdesuchispa.—Hay una habitación al final del pasillo donde puedes dormir. He

llevadoaStephallí—ledigo.Memiracomosiderepentemehubieransalidotrescabezas.—Vale—selimitaaresponderalcabodeuninstante.—Es la tercera puerta a la izquierda—le indico, yme dirijo ami

habitación.De repente siento la imperiosa necesidad de alejarme de esta chica

cuantoantes.—Buenasnoches,Theresa—digo,yluegoentroenmicuarto.Cierrolapuertaymeapoyocontraella.Estoy mareado. No me encuentro bien. Más le vale a Logan no

habermemetidoalgunamierdaenelagua.Meacercoalaestantería,cojoCumbresborrascosasyloabroporla

mitaddelanovela.Catherine es el personaje femenino más exasperante que he leído

jamás,ynologroentenderporquéHeathcliffaguantasusmierdas.

Éltambiénesuncapullo,peroellaeslopeor.

Tardo un rato en quedarme dormido pero, cuando lo hago, acabosoñandoconCatherine,omásbien

con una versión joven y rubia de ella que llega de repente a lafacultad.Peroelsonidodelosgritos

demimadremedespiertaymeincorporodeunsaltoconlacamisaempapadadesudor,yenciendo

laluz.¿Cuándoacabaráestamierda?Llevoañosasíynosemepasa.Tras unas cuantas horas más de mirar al techo y a las paredes e

intentarconvencermedequedebode haber dormido todo ese tiempo, me doy una ducha y bajo a la

cocina.Cojounabolsadebasuraydecido ayudar a limpiar, por una vez. Igual si hago algo agradable

porlosdemás,conseguirédormirunanocheenteraparavariar.En la cocina me encuentro con Tessa, que sigue aquí, riendo y

apoyadacontralaencimera.—¿Qué tiene tanta gracia?—pregunto mientras tiro un montón de

vasosvacíosdelaencimeraalabolsa.—Nada.¿ViveNateaquítambién?—mepregunta.Pasodeella.Levantaunpocosusuavevozeinsiste:—¿Vive o no vive aquí? Cuanto antes me digas si Nate vive aquí,

antesmemarcharé.—Vale,ahoratienestodamiatención.—Doyunpasohacialafuriosa

chicaparalimpiarunmontón de servilletas de papel empapadas de la encimera y sonrío

conmalicia—.Puesno,noviveaquí.¿Tepareceeltípicochicodefraternidad?—No,perotútampoco—mesuelta.

Nocontesto.Malditasea,estacasaesunputodesastre.—¿Pasa algún autobús por aquí cerca? —pregunta golpeteando el

sueloconelpiecomounaniña,

ypongolosojosenblanco.—Sí,aunamanzana.—¿Podríasdecirmedóndeestálaparada?—Claro.Estáaunamanzanadedistancia.Algoensuenfadoinstantáneomehacesonreír.Damediavueltasobresuszapatosplanosysealejaatodaprisa.Me

ríoparamisadentrosypasoporaltoelmodoenqueLoganmesonríeconmaliciadesdeelotro

ladodelacocina.Meacercoaél,perocambiodedirecciónalverqueTessaseacercaaSteph.—No vamos a coger el puto autobús. Uno de estos capullos nos

llevaráalaresidencia.Seguramentesóloteestabatomandoelpelo—oigoquelediceSteph.De repente, irrumpe en la cocina como si fuera el huracánKatrina.

Tienetodoelmaquillajecorrido alrededor de los ojos. Miro a Tessa, que apenas va

maquillada,yladiferenciaesabismal.—Hardin, ¿nos puedes llevar de vuelta ahora?Me va a explotar la

cabeza.—Claro,dameunminuto.Dejo la bolsa de basura en el suelo y me río para mis adentros

cuandooigoaTessaresoplarindignada.Estanfácilsacaraestachicadesuscasillas...

TessaySteph se reúnenconmigo juntoal coche,ynopuedoevitarseleccionarunademis

cancionesheavypreferidas,WarPigs,duranteeltrayectodevueltaalcampus.Bajotodaslasventanillasydisfrutodelabrisa.

—¿Teimportaríasubirlas?—preguntaTessadesdeelasientotrasero.Lamiroporelespejoretrovisorymecojoelarodellabioentrelos

dientesparanoreírmeporelmodoenquesupelorubiolegolpeaentodalacara.Finjoquenola

heoídoysuboelvolumen.Cuandollegamos,mientrassalendelcoche,digo:—Luegomepaso,Steph.Le veo las bragas a través del vestido, pero supongo que ése es el

objetivodellevarunasmediasderejilla.

—Adiós,Theresa.—Sonríoyveocómoellaponelosojosenblanco.Mientrasmealejoconduciendo,mesorprendoamímismoriéndome.

CINCO

Una noche, meses después de conocerla, se despertó. Al darse lavuelta,selaencontróacurrucadajuntoaél,conlaspiernasalrededordelassuyas.Nuncahabíasentidonadaparecido.Eraconscientedelomuchoque había disminuido su dolor, pero al mismo tiempo una corrienteeléctrica invadía su corazón y sumente, y no tenía experiencia en estascosas. Quería despertarla; quería confesar sus pecados a su ángel esanoche, pero ella se despertó justo en el momento en que iba a pedirperdón...ynotuvofuerzas.

Era un cobarde y unmentiroso, y lo sabía. Sólo podía esperar queellasecompadecieradeél.Abriólosojosylobuscóconlamirada,yélsintióunaplastantepesosobresupecho.Nopodíamancharlaimagenqueella tenía de él, pero lo aterrorizaba su futuro, pues de niño habíaaprendidoquetodaslasmentirasdichasenlaoscuridadsetransformanenunahorribleverdadconlaluz.

Unasrisasylosladridosdeunperromedespiertandemistreshorasdesueño.Nuncaduermomucho

detodosmodos,peroagradeceríaunpocodesilencioenelvestíbulo,teniendoencuentaqueeslunes

porlamañanayquetengoclasedentrode...Cojoelmóvilymirolahora.

Las8.43.«Mierda.»Tengoqueestar enclasede literatura antesdemediahora...Y¿qué

haceunperroenlacasa?Recojodel suelo los vaqueros negros que llevaba anocheyme los

pongo,tambaleándomeligeramente y maldiciendo la tela tan ajustada. Tengo las piernas

demasiadolargascomoparallevarpantalones anchos sin parecer un puto zancudo de feria.Anoche se

mecayeronlasllavesalsuelo,así

que ahora me toca rebuscar entre la montaña de camisetas negras,vaquerosnegrosycalcetines

suciosparaencontrarlas.Recorrolacasaypasoporaltolosreveladoressignosdelafiestade

anoche.Loganmesaluda,conunasojerasenormesyunabebidaenergéticaenlamano.—Meencuentrocomoelculo,tío—selamenta,intentandosonreír.Siempreestásonriendo,yhacequemepreguntequésesientealser

así,alestarcontentotodoeltiempo, igual que él. Incluso a pesar de la resaca. Yo nunca lo he

conseguido.—Hacesbienennobeber.—Seacercaalanevera,sacaunabotellade

doslitrosdelecheybebedirectamentedeella.—Joder,quéasco,tío.—Sacudolacabezacensurandosugesto.Élsonríeybebeunpocomás.Lacocinaempiezaallenarseconotros

miembrosdelafraternidady, como no estoy en su círculo, cojo un trozo de pizza de lo que

sobróanochecuandoaalguienseleocurriólaebriaideadepedirdiezpizzasalascuatrodelamañana.Mientrassalgodeallí,oigocómoNeillepreguntaatodoelmundosi

quiereniracenaraalgúnrestaurante esta noche antes de la fiesta. No esperaba que me

invitaran...,nuncalohacen.Además,jamásmedejaríaverconungrupodecapullosdefraternidadcondemasiadagominaenelpelo,fueradeunpardefiestas.

Mimadresiempremeestádando la latacon lode«haceramigos»,peronolopilla.Noestanfácil,niremotamenteentretenido.¿Porquéibaa esforzarme por obtener la aprobación de gente que no soporto, sólopara sentirme ligeramentemás importante en la vida?Nonecesito teneramigos.

Tengounreducidogrupodepersonasalasquetoleroalgo,yconesomesobra.

Paracuandollegoalcampus,elaparcamientoestácasilleno,ytengoquecerrarleelpasoaun

gilipollasconunBeamerparaquitarlelaplaza.Elprofesoryahaempezadolaclasecuandoentroenelaula.Echoun

vistazo,buscounasientovacíoymefijoenlachicaqueestásentadaenprimerafila.Meparece

reconocersupelolargoyrubio,peroeslafaldahastaelsuelolaquemeconfirmadequiénsetrata.EsTessa,lacompañerapuritanadeSteph.

Y está sentada junto a Landon Gibson. Cómo no. Será divertido:Tessaatrapadaenunaclase

conmigo,conunasientovacíoasulado.Estoacabadealegrarmeeldía.

Conformemeacerco,sevuelve,meveyabrelosojoscomoplatos.Sevuelveotravez

rápidamente, y yo acelero el paso para sentarme a su lado. Tal ycomoimaginaba,fingequenoestoy.

Llevapuestaunablusaazulunasdostallasdemasiadogrande,ytieneelpelorecogido,apartadodela

cara.Justocuandoestoycercadeellos,mevibraelmóvilenelbolsillo.Esunmensajedemidonantedeesperma:«Karenvaaprepararuna

magníficacena,deberíasvenir».¿Selehaidolaolla?MiroaLandon,queresultaserelperfectohijo

deKaren,todoimpecableconsupolodemierda.Joder, no,nopienso ir. Jamás semeocurriría ir a su fastuosa casa

nuevaacenarconsunoviayconLandon.ElperfectitodeLandon,alqueleencantanlosdeportesy

le lameel culo a todo elmundopara ser el chicomás agradableymásrespetuosodelaTierra.

«Bah.»Esperoquemiquerido«hermano»Landonmedigaalgo,peronolo

hace.Yluegomipadremevieneconsusmierdasde«uniralafamilia».«Menudocapullo.»—Creoqueéstavaasermiclasefavorita—lediceTessadespuésde

queelprofesornoshayadespachado.Curiosamente,creoquetambiénserálamía,aunqueenrealidadestoy

aquísentadopordiversión.Conseguíquemedejaranescogerla comooptativa, aunqueya lahe

dadoantes.

Tessa se vuelve haciamí al darse cuenta de que estoy siguiendo suconversación.

—¿Quéquieres,Hardin?Yaestáfuncionando.Esbozounasonrisainocente,comosinoestuvieraintentandosacarla

desuscasillas.—Nada.Nada. Es sólo queme alegro tanto de que coincidamos en

unaclase...—digocontonoburlón,yellarespondeamisarcasmoponiendolosojosenblanco.En clase no he dejado de mirarla y, cada vez que resoplaba o se

revolvíaincómoda,mehadadoun subidón. Es tan fácil exasperarla... Me encanta. La clase ha

terminado antes de lo que me habría gustado, y Tessa ha recogido suscosas antes de que el profesor diera por concluida la sesión. No tandeprisa.

Yomehepuestodepie,dispuestoaseguirlosaellayaLandonfueradeledificio.Noquieroque

midiversiónterminetanpronto.Cuandollegamosalpasillo,LandonsevuelvehaciaTessa.Ellaparecenerviosaaltenernosaambosdelante.

—Nos vemos luego, Tessa —dice Landon sin dirigirme ni unapalabraamí.

—Tenías que hacerte amiga del chico más soso de la clase —laprovocomientraséldesaparece

entre los estudiantes de primer curso que intentan orientarse por elcampus.

MeimaginoalamadredeLandonyamipadre,cogidosdelamanoenunalegregestode«mira

qué felices somos». La idea de sumadre cogiendo la mano demipadre,KenScott,alias«padredel

putoaño»,meponeenfermo.Norecuerdoquecogieraamimadredelamanodeesemodoniuna

solavez.—No hables así de él; es muy simpático. A diferencia de ti —me

suelta.Me vuelvo hacia ella, sorprendido ante su exaltada lealtad hacia él.

¿Esqueyaloconoce?¿Yélaella?¿Acasolegusta?

«Peroy¿amíquécojonesmeimporta?»Mientras aparto esas preguntas de mi mente siento la imperiosa

necesidaddeapretarlelastuercasunpocomás.—Cadavezquehablamostevuelvesmásbeligerante,Theresa.Empieza a caminar más rápido para alejarse de mí, de modo que

hagolopropioparairasupaso.—ComovuelvasallamarmeTheresa...—Fruncesuslabioscarnosos

eintentafulminarmeconlamirada,perosusojosse tornancálidosenelproceso.Elgrisdesu

iris se vuelve azul glaciar, y siento cómo la tensión desaparece demishombros. Noto cómo algo asciende por mi columna al tiempo que micuerpocomienzaarelajarse.

Me sacudode encimaesa extraña sensación.Ella siguemirándome.Hecambiadodeidea;pensaba

quemegustabaelmodoenquememiraba, intentandodescifrarme,peroahorasientoenlapielcómo

mejuzga.Estámirandomistatuajesdelmismomodoenquelohacemiabuela.Nonecesitoqueme

cuestione,niamínimisputasdecisiones.—¡Dejademirarme!—leexijo,ymelargo.Al doblar la esquina me falta el aliento. Eso me recuerda a todas

aquellasnochesen lasquefumabademasiadoscigarrillos.«Yanofumo.Yanohagoeso»,meobligoarecordarme,ymeapoyocontralapareddeladrillopararecobrarlarespiración.

Esraraesachicarubiaconexcesivomalcarácter.

Lasemanaenterahasidounamierda.Fiestasymás fiestas, ruidoymásruido.Todoslossonidosde

lamiseria.Habré dormido como mucho veinte horas en total, y hoy estoy

agotado.Apenasveonadaconestehorrible dolor de cabeza y, por lamañana, no encuentro las llaves.

Estoycabreadodelahostiaytengoganasdepelea.Mientraspongomicuartopatasarriba,alguienllamaalapuerta.Me

planteofingirquenoestoy,peroentoncesllamandenuevo,estavezconmásfuerza.

Alabrir lapuertameencuentroconunachicavestidaconunsuéterdelaWCU.Tienelosojosrojosylasmejillascoloradas.

—¿Puedopasar?—preguntaconmanostemblorosas.—No.Losiento.—Lecierrolapuertaenlacara.Unos segundosdespués,vuelve a llamar. Joder.No séquiénes esta

tía, pero tiene que buscarse otra puerta a la que llamar. Continúagolpeandolapuertasinparar,hastaquelaabrodegolpe.

ElqueahoraestáfueraesNeil,unode losmayores imbécilesde lafraternidad.Tieneelpeloalborotado,yhueleacervezayacoño.

—¿Quécojonesquieres?—lepregunto.Vuelvoaentrarenmicuartoyletirounpardevaqueros.—¿HasssvissstoaCady?—Parececabreado,yhablaarrastrandolas

palabras.—¿Aquién?—Alachicaqueessstabaconmigoanoche.¿Lahasvisssto?Piensoenlachicadelsuéterconlosojosrojosyencómoibadeacá

paraalláysacudolacabeza.Al principio he pensado que estaba colocada, y puede que lo

estuviera,peronuncadebendarselascosasporsentado.—Sehalargadoynovaavolver.Déjalaenpaz.—Cojounlibrodela

estanteríayselolanzo.Refunfuñando,mellamacapulloyselarga.Mientrasconduzcodecaminoalcampus,sigocabreado,ycontinúo

conminuevohobbydefastidiaralacompañeradehabitacióndeSteph.—Estoy deseando empezar esta clase.Mehan habladomuybien de

ella—lediceLandonmientraslossigo.Debendesermásamigosdeloquepensaba.Susonrisaescálida,tan

cálidaquetengoqueapartarlamiradaporuninstante.¿Acasosegustan?Ellatieneunnovioquepareceunmaniquíy,hasta

dondeyosé,Landontienenovia.PeroporelmodoenqueestámirandoaTessa,debendehaber

cortado.Amedia clase, él semarcha, y Tessa desplaza su silla literalmente

paraalejarsedemí.

—El lunesempezaremosconOrgulloyprejuicio de JaneAusten—anunciaalaclaseelprofesor

Nosequé.MiroaTessayveoqueestásonriendo.Noesunasimplesonrisa;es

unasonrisadeorejaaoreja.Cómono.AlastíaslesencantaOrgulloyprejuicio.Sevuelvenlocas

conDarcyysumierdadeorgulloencantador.Tessarecogesuscosas:unhorarioenormeytodosloslibrosdetexto

delcampus.Intentohacercomoqueme retraso, pero hasta esome resulta difícil teniendo en

cuentalomuchoqueestátardandoenrecogerlotodoyguardarlodemaneraordenadaensucartera.Lasigofuerayledigo:—Deja que lo adivine: estás perdidamente enamorada del señor

Darcy.Tengoquechincharlaconesto.Nopuedoevitarlo.—Todas lasmujeresquehan leído lanovela loestán—responde,y

sacaligeramentelalenguaalfinalmientrasfijalamiradaencualquierpartemenosenmicara.Continúosiguiéndolayveocómomiraaambosladosantesdecruzar

lacalleenlaintersección.—Porsupuestoquesí.—Merío,ymedetengouninstante,hastaque

medoycuentadequehacruzadocasitodalacallesinmí.Joder,quérápidoanda.—Seguro que eres incapaz de comprender el atractivo del señor

Darcy—diceTessaamododeinsultocuandolaalcanzo,peromeechoareírdenuevo.—¿Unhombrerudoeinsufribleconvertidoenunhéroeromántico?

Esabsurdo.SiElizabethtuvieraalgodesentidocomún,lohabríamandadoalamierdadesde

elprincipio.DoñaRemilgadamemiray,paramisorpresa,oigoellevesonidode

unarisita.Esunadeesasrisitas inocentes y accidentales que parecen haber desaparecido de

estemundo.Enelmomentoenque

elsonidogolpeaelaire,secubrelaboca,perolaheoído.Laheoídoyhasidocomosimehubiera

atravesado.—¿EstásdeacuerdoenqueElizabethesunaestúpida?—insisto.—No, es uno de los personajes más fuertes y más complejos que

jamássehayanescrito.Defiende a Elizabeth Bennet de unmodo en que lamayoría de las

chicasdedieciochoañosseríanincapacesdehacerlo,yademásconreferenciaaunapelículadeTom

Hanksincluida.Mesorprendoriéndome, riéndomede verdad, y ella ríe también. Su risa es suave

comoelalgodón.«¿Quécojonesacabode...?»Dejo de reírme al instante y aparto la vista de ella.Esto es raro de

cojones.Ellaesrara.Einsufrible.—Ya nos veremos, Theresa.—Me despido de ella yme voy en la

direcciónopuesta.«¿Suavecomoelalgodón?»¿Quesusonrisa«mehaatravesado»?¿A

quécoñohavenidoeso?Apartotodasesasgilipollecesdemimenteymedirijoalcoche.Esta

nochehayotrafiesta,comosiempre,ypiensoevadirmede todaestamierdahundiéndomeenun

estrechoyhúmedo...Lavibracióndelmóvilenelbolsillomedistraedemispervertidos

pensamientos.Losaco,veoelnombredeJaceenlapantallaymeapresuroacontestar.Ha estadomucho tiempo fuera, yme alegraré de tenerlo de vuelta.

Todoelmundotieneunapersonaconlaquequedarquelohacesentirsemejorconsigomismo.

Enmicaso,esapersonaesJace.Esuncapullo,ungilipollasdealtonivel,cualquierapodríaconfirmarlo,peroconélladiversiónestáasegurada.

SEIS

Conforme más se acercaba a ella, más necesitaba explorar supersona. Cuando se sorprendió preguntándose en qué pensaría aldespertarse por lamañana, o cuánto tardaría en arreglarse, supo que seestaba convirtiendo en algomás que en otra persona que pasaba por suvida.Derepentehabíadejadodesersóloel juegoalqueestaba jugandocon ella. A su retorcida manera, se alegraba de poder utilizar el juegocomoexcusaparapasarmástiempoasulado.Teníaventajayunmotivopara averiguarlo todo sobre ella sin que sus amigos sospecharan nada.Teníaunpretextoparapasarconellatodaslashorasquepodía.

Siqueríaganar,teníaquehacerlo,¿no?

—¿Por qué tiene que venir otra vez?—pregunta Molly al grupitoantesdedarleunacaladaauncigarrillo.

—PorqueeslacompañeradeStephy,poralgunarazóninexplicable,aellalecaebien,asíqueva

atraerla—explicaNate.—Pero es un coñazo de tía. Es insufrible—protesto frotándome la

cabeza.Me irrita incluso cuandono estápresente.AMollydebedehaberle

gustadomireacción,porquesedisponeainclinarsesobremí.Meapartoantesdequemetoquey

finjoquenomehabíapercatadodesusintenciones.Me he pasado la tarde follándomela, hundiendo la polla en ella y

pensandoenotrapersona.Sentíalas suavescurvasde sucadera, suspechosgenerosos.Oíacómosu

vozpronunciabaminombre.Agarrésupelorosa,meimaginéqueerarubioymecorríconganas

enelcondón.Mollysesintiómuyorgullosadesímismaporconseguirporfinquemecorrierasin

queusaralaboca.

Siellasupiera...—Peroestábuena—añadeNate.¿Esqueahoratodoelmundosehadadocuentadelobuenaqueestá

Tessa?—¿Buena?No,paranada—mientoaregañadientes.Zed se pasa su mano bronceada por el pelo perfectamente

engominado.—Tío, es innegable que está buena —dice con una seguridad

pasmosa—.Yomelatiraríasinpensarlo.—Qué más quisieras. Salta a la vista que es una mojigata. Venga,

¿quiénllegavirgenalauniversidad?—diceMollymofándosedeTessa.Nateseríe.—Ya, ¿desde cuándo sois amiguitas para que te haga esas

confesiones?Mollylofulminaconlamirada.—¿Yo?Yojamáshablaríaconésa,peroStephtienequehacerlo,yal

pareceroyóalgoalrespectocuandola«princesa»estabahablandoconsunovio.—Igualporesoestanestirada,porquenadieselahafolladocomoes

debido—digo,ymeapartounos centímetros de Molly con la esperanza de que no vuelva a

acercarse.—Entoncestendréquesolucionareso—diceZedesperandoquetodo

elmundoseecheareír.Noloconsigue.—Ya,claro.Nopodríasniaunquelointentaras—loprovoco.—Y¿túsí?¡Yotengomásposibilidadesquetú!—contraataca.Nopuedeestarhablandoenserio.¿Acasonoseacuerdadesuquerida

Samantha?—¿Quémeheperdido?—Jacesesientaenelsuelodehormigónyse

sacaunporrodelbolsillo.—Stephtieneunacompañeradecuartoqueesunaauténticaesnob,y

ZedyHardinestándiscutiendosobrequiénpodríatirárselaprimero—loinformaMolly

refunfuñando.

¿En serio Zed cree que se acostaría con él? Miro al grupo, y mecabreaquetodospiensenasíde

ella.Sisucuerpoestanpurocomodicen,meimaginoloquesentiríaconelmásmínimocontacto.La

tendría retorciéndose debajo de mí, suplicándome más. Zed jamáspodríahacerquesecorrieradelmodoenquepodríahacerloyo.

Pero ¿y si dejara que lo intentase? Si ambos estuviéramos en lasmismascondiciones,¿loelegiría

Tessaantesqueamí?—¿Sabes qué? Podríamos hacer esto mucho más interesante. ¿Te

apuntas?—MevuelvohaciaZed,quesonríe.—Depende.—Hum...Bien,veamosquiénconsiguetirárselaprimero.«¿Qué sentido tiene todo esto?»,me pregunto en el instante en que

pronuncioesaspalabras.Yotrapartedemíresponde:«Podríaserdivertido.Almenosmedará

algoquehaceryunmotivoparaseguirchinchándola».—Nosé...—diceZedconvacilación.Había dado por hecho que estaría dispuesto a ganarme en lo que

fuera,dadonuestropasadoyelrencortácitoquemeguarda.—Venga,noseaspringado.Noserátandifícil.Stephseencargaráde

convencerlaparaquevengaa la próxima fiesta y haremos que se haga amiga nuestra —les

explico—.Esjoveneingenua,serámuyfácil.Hehechoestascosasantes,con retosdiferentesypresasdiferentes,

perosiguesiendounjuego.—Esto es absurdo. ¿A quién coño le importa con quién pierda la

virginidadunatíacualquiera?—resoplaMolly,protestandocomosiempre.—Siestástansegurodequepuedeshacerlo,tedaréunasemana.Jaceseatragantaconelhumoensuspulmonesylepasaelcanutoa

Molly.—¿Una semana? Tío, tiene una mala leche que flipas, y no nos

llevamosnadabien.Creoquevoyanecesitarmástiempo.—Notienenniideadelotestarudaqueesesa

tía.Esinsolenteyprepotentedelahostia.—¿Cuánto? ¿Dos semanas?Mira, si lo consigues en el plazodeun

mes,tedaréquinientos—diceZed,yvuelveaapoyarsecontralapareddecemento.—¿Quinientosdólares?—Mollysequedaboquiabierta.Su furia me divierte. A la muy zorra le encanta ser el centro de

atención,ydetestaprofundamentequeTessaleestérobandoprotagonismo.—Yoañadotrescientos.Ochocientos.¿Creesqueloconseguirás?—

preguntaJaceconlosojosrojos.—Sí, claro que sí. Lo único que espero es que no se obsesione

conmigo—digo,ymedebatoentresidebopresumirsobretodaslasvecesqueheganadoestetipo

deapuestasono.Decido no hacerlo. Me fascina la facilidad con la que aparece mi

sonrisacaracterística,esaqueMark,mi viejo amigo deHampstead, solía llamar «el sello». Es la

expresiónquepongocuandoséquevoyaganaralgo,oaalguien.Yaquíestoy,sonriéndoleaZedy

trazandounplanmentalmientraselgrupoesperaquealguienmebajeunpocoloshumos.—Lodudomucho.—Nateseríeyseenciendeotrocigarrillo.—No va a caer en tus redes. No es tan idiota —dice Zed

fulminándomeconlamirada.Jaceseechaareír,mirándomedirectamente.—Sí,asíque,siloconsigues,necesitaremospruebas.¿Pruebas?Nopuedesermuydifícil.Soybastantecreativo.—¿Qué os parece un vídeo? No me vendrá mal algo de material

nuevo.—Jaceseinclinahaciaatrás,mirándometodavía.—No,no.Esoesdemasiadoarriesgado—respondo.Yahepasadoporesoantes,ynoquierovolveravivirlopornadadel

mundo.

—Créeme, tendréis pruebas sinnadade eso.—Mirodirectamente aZedyvuelvoaesbozaresa

sonrisadesuperioridad—.Nuncamehetiradoaunavirgen.Estovaaserdivertido.

Sonrío con falsedadyme llevo los dedos al aro del labio como siestuvieraintentandoocultarlo.

Mollyinterviene.—Unmomento,¿cómocojonespensáisllevarestoacabo?Notiene

sentido.¿Derepentelosdosvais a intentar tirárosla?—Se atusa el pelo cabreada—. Al menos

hacedloconalgodesutileza—nosincrepa,yalargalamanoparatomarprestadoelmecherodeNate.—Tienesrazón—diceJace—.¿Ysilohacemosconunjuego?—¿Unjuego?—Zedpareceintrigado.—ComoVerdadodesafío.Podríamoshacerlepreguntassobresexoy

confirmarqueesvirgenparaquenoperdáiseltiempoparaempezar—diceJacemeneandola

manoentreZedyyo.—¿Verdadodesafío?Dimequeestásdecoña—protesto.Nadiejuegaaesamierdaya.—Es una idea absurda. —Nate sacude la cabeza con fingida

decepción.NadiemayordedoceañosjugaríaaVerdadodesafío.—En realidad esmuybuena idea.Menos evidente—añadeSteph—.

Comonoseenteradenada,pensará que es algo a lo que juega la gente en la facultad para

divertirse.Eslobastanteatrevidocomoparaqueloconsiderepeligroso,ylobastanteinfantilcomoparaque

loentienda.Observo al resto del grupo y todos están asintiendo y riéndose.

Menudosidiotas.Meencojodehombrosycedoantesu idea,perosóloporquenose

meocurrenadamejor.—Bien,queseaVerdadodesafíoentonces—concluyeJace.

Lafiestaestáapetar.Hayinclusomásgentequeen lade lasemanapasada,yyoestoysobrio,como

siempre.Mequedoenmicuartomientras lamúsicavasubiendodevolumen,ydespuésdecidobajar.

DeambuloporelsalónbuscandoaNate,ymedetengoalveraTessasentadaenelsofá.Bueno,

creoqueesella.Vavestidademaneradiferente.Muydiferente.Susfascinantes ojos azul grisáceo resaltanmás con elmaquillaje, y la ropaquellevaseciñeasuscurvas.

Joder, está muy buena. No se lo diría por nada del mundo pero,madremía,cómoestá.

—Estás...diferente.—Nopuedodejardemirarlamientrasseponedepie.

Sus caderas... Joder, esas putas caderas deberían tener mis dedosmarcadosenlapiel.

—Esta noche llevas ropa de tu talla. —Mi comentario parece unaburla,peronopretendíaquelo

fuera.Ponelosojosenblancoyseajustalablusaparacubrirsumagnífico

escote.—Mesorprendeverteaquí—ledigo,sindejardeadmirarla.Suspira.—Yamímesorprendehaberacabadoaquídenuevotambién.—Se

alejademísinprevioaviso,yyodudoporunmomentosiseguirlaono.Conozcoelplan,yahoraquelaveovestidadeestamanera,estoyaún

másdispuestoaestamierda.Decidono seguirla, todavíano.Dejoque sepierdaentre la

genteduranteunrato.Unosminutosdespués,estoyapoyadocontralaencimeradelacocina

cuandoMollysemeacerca.—¿Estáslistoparaesamierdaoqué?—pregunta.Está cabreada y celosa del nuevo reclamo. Y lo entiendo. Está

acostumbradaallamarlaatencióndelsexoopuesto;lahacesentirsenecesitada.Entiendocómosesientemejorquenadie.—¿Ytú?—lecontestoenarcandounaceja.Ponesusojoscargadosdemaquillajeenblanco.—Voyadecirle aStephque labusqueyque la lleveal salón,visto

quetúnopiensasayudarennada.Justocuandomesiento,vasodeaguaenmano,Tessaseunealgrupo.

Alempezareljuego,notoqueestoy incómodoyemocionadoalmismo tiemposin sabermuy

bienporqué.IntentonopensarenNatalie,nienMelissa,nienningunadelasdemás.Noesculpasuya

quehayamosnacidoenestasociedadcontodalaescoriaqueesoconlleva,incluidoyomismo.

—¡JuguemosaVerdadodesafío!—diceZed,ytodonuestropequeñogrupodeamigostatuados

sereúnealrededordelsofá.Mollypasaunabotelladevodka,yyopasodeellaybebountragode

aguacomosimequemaralagargantadeesemodotanfamiliar.Steph,Nate,sucompañerodecuarto,Tristan,ZedyMollybebenpor

turnosdelabotella.Tessalosobservaperonobebenada.Nocreoqueseaadictacomoyo.Alo

mejorsimplementenolegustabeber.Nisiquieraenunafiestauniversitaria.—Tútambiéndeberíasjugar,Tessa.—Mollylesonríe.Conozcoesasonrisamalévola.Todavíanopuedocreerquevayamos

ajugaraestamierdainfantil.—Preferiríanohacerlo—contesta,yempiezaahurgarselasuñas.MiroaZed.Pareceunpocopreocupado.Quizálointimideelhecho

dequenoparedemirarmeamíenlugardeaél.—Para jugar tendría que dejar de ser una mojigata durante cinco

minutos—laprovoco.El grupo se ríe; todos excepto Steph, que está haciendo un papel

magnífico.Amínomeengaña:laconozcoperfectamente.VeocómoTessasedebateantelapresióndelapeñayestáapuntode

ceder.MeinclinohaciaZed:—Estoespancomido.Puedespagarmeya,siquieres—ledigo.Puedequelodeljuegonohayasidotanmalaideadespuésdetodo.

Durantelosprimerosturnos,ZedsebebeunacervezadeuntragoyMollynosenseñalos

piercingsquetieneenlospezones.DisfrutodelolindoalvercómoaTessacasiselesalenlosojos

delasórbitasyseponerojacomountomatealvercómoMollynosloenseñatodocomositalcosa.

Nopuedo evitar imaginarme las generosas tetas deTessa, firmes ysuaves,decoradasconunos

pequeñosbarbells.—¿Verdad o desafío, Theresa? —pregunta Nate, iniciando así el

espectáculo.Porfin.—¿Verdad?—Parecevacilar.NomepasadesapercibidoelhechodequenocorrigeaNatecuando

lallamaTheresa,mientrasquecadavezque lohagoyoactúacomosiquisieraarrancarme las

pelotasyalimentarconellasaeseperritofalderoquetienepornovio.—Cómono—memofo.Mefulminacon lamiradamientrasNatese frota lasmanosy finge

pensarlapreguntaquetodossabemosyaquelevaaformular.—Vale.¿Eres...virgen?—diceporfin.Tessaabrelosojoscomoplatos,másaúnquedecostumbre,yoigo

ligeramentecómoseatraganta.Estáestupefacta,horrorizadayofendidadequeunextraño

seatrevaapreguntarlealgotanpersonal. El rubor comienza a descender por su cuello hasta su

pecho.Empiezaajuguetearconlasmanos y tengo la sensación de que está intentando decidir entre

insultaraestecapulloosalircorriendodelsalón.—¿Ybien?—pregunto sindejarde imaginarme sucuerpodesnudo

debajodelmío.Su dulce voz emitiría sonidos que nadie ha oído nunca antes. Este

pensamientomeatraedelahostia,peroesunamierdaalmismotiempo,porquenopuedohablar

conestatíasinquemeasalteconsucarácteresnob.

Porfin,lamuyinocenteasienterápidamentesinarticularpalabra.Todos los presentes estamospensando ennuestro juegoy en cómo

estachicadulce,inocenteeingenuaamásnopoderacabadecaerennuestratrampa.Tessaesvirgen;acabadeadmitirlodelantedetodosnosotros.Sabía

que lo era antes de que lo admitiera. Lo imaginaba por su manera deestremecerse cuando hablamos a solas. La idea de ser el primero entomarla,enenseñarleloquesehaestadoperdiendo,hacequesemepongadura.Meimaginoloqueseescondedebajodeesemodelito.Supielsuave,sus tetas generosas, sus pezones endureciéndose bajo mis caricias. Haempezado la caza, y estoy más que preparado. Estoy ansioso por estardentrodeella.

Jugueteaconsupelodesdeelotroladodelcírculo,yyomeimaginoesepelorubioalrededorde

mi puño mientras la acerco hacia mí y me la follo por detrás. Ledaríaunapalmadabienfuerteenese

culo redondoque tiene con la esperanzadedejarle unamarca.Ellasuspiraríaminombreatravésde

sus labios rosados e hinchados. Mi nombre sonará de maravillasaliendodesuboca.MeajustolospantalonesyobservoaTessadenuevo.

Ellaselameloslabios,yyogruñoparamisadentros.Mepreguntocuántaspollashabrátenidoenlagarganta.Mepregunto

sihabráprobadoalgunavezel semen de un hombre y, conforme la conversación continúa,

descubroquenotieneprácticamenteningunaexperienciaenloquerespectaalsexo,demodoquepienso

enseñarlehastaelmásmínimodetalledetodoloquesehaestadoperdiendo.

SIETE

Unopuedecometerundeterminadonúmerodeerroresenlavida,yél los había cometido todos.Hasta el último ápice de respeto que sentíaporellaparecíadesaparecerbajosuestadodeconfusiónmental.Laamabaylavalorabamásqueasupropiavida,perofracasabaunayotra,yotravezalahoradedemostrarlo,alahoraderecordarloenlosmomentosquecuentan.Jugabaconella;jugabaajuegosinmadurosynolemostrabasuverdad. Esa verdad que escondía. Esa verdad que había encerrado conllave y que ocultaba por su crianza, por el hecho de ser incapaz derecordar cuántas veces había recibido abrazos y cariño cuando era unniño.

No estaba intentando poner excusas, sólo estaba acostumbrado ahacerlo.Siempreculpabaalosdemás,nuncasehacíaresponsabledesusaccionesnidesuspalabras.Todoresultabamássencillodeesamanera.

Peroalfinalaprendiólalección.

—Desafío.—Todoelmundosabequenuncaelegiríalaotraopción.Pongolosojosenblanco.Nomepuedocreerqueestéjugandoaesta

tontería.MiroalaMadreTeresayveocómorumiaunbuendesafío.—Hum...¿Aquenoteatrevesa...?—Sedetiene.Todos estamos esperando, anticipándonos a su pregunta mientras

juegaacordeanuestroplan.—¿Aqué?—presionoparaquesedéprisaconestamierda.Estachica,quenotieneniideadeenellíoqueseestámetiendocon

esta manada de hienas..., continúa en silencio, mirando a su alrededor,presadelpánico.Sóloesunjuego,peroséquelegustaestarporencimaenloqueaingenioserefiere,inclusosisetratadealgotanestúpidocomoesto.Me

diviertevercómosepreocupaporalgotannimio.Tienelamaníademorderseellabioinferior,del

mismo modo en que yo juego con mi aro. Por un instante, me la

imaginoconunpiercingenellabio.Seríalahostiaverlaasí.—¡Aquitartelacamisetaynovolveraponérteladuranteelrestodel

juego!—exclamaMollyporTessa.YTessaseponecolorada.Seestáconvirtiendoenunpatrón.—Qué infantil.—Mequito la camisetanegrapor la cabezayTessa

posalamiradasobremicuerpo,ylohacecontantaintensidadquenisiquierasedacuentade

quelaestoyobservando.Stephledauncodazo,yellaapartalosojosylosfijaenelsuelo.Oficialmentevoyaganarestaapuesta.Zednotienenadaquehacer.El juego continúa, y yo permanezco aquí sentado, medio desnudo,

observandocómoTessaintentanomirarme.Noséinterpretarsusmiradas.Nosésiledisgustanmis

tatuajesosileintrigan.Noparadetemblarlelamandíbula;seguroqueseestáesforzandoalmáximo

porpermanecerquieta.Quéinteresante.—Tessa,¿verdadodesafío?—preguntaTristan.Meinclinohaciaatrásymeapoyosobrelaspalmasdelasmanos.—¿Paraquépreguntas?Todossabemosquevaadecirverdad...—Desafío —dice la muy testaruda, sorprendiéndome con un tono

retador.Esunsonidoprovocadorquehaceunosinstantesjamáshabríacreídoposibleque

salieradesuboca.—Hum...Tessa...¿aquenoteatreves...abeberuntragodevodka?—

Tristansonríe.—Nobeboalcohol—dice,ylevantalabarbillaamododeorgullosa

negativa.Melohabíaimaginado,peromecomplaceesarevelación.Todoslos

presentesestándeseandoponersecomolascabras,yresultaagradableteneraalguienqueno

necesitaeso.—Poresoesunreto—respondeTristan.—Oye,sinoquiereshacerlo...—empiezaadecirleNate.—Esunapringada—mesusurraMollyaloído.

¿Pringada?¿Porquenoquierebeber?—Vale,sólountrago—dice.Yasí,sinmás,doña«Yonohagoestoylootro»,cedeantelapresión.Lociertoesquemesientoalgodecepcionado.Nosémuybienpor

qué,perocreíaqueeradiferente.Pensabaquenoeracomoelrestodenosotros,desesperada

porllamarlaatencióndenuestroscolegas.Estáclaroquemeequivocaba.—Lomismodeantes—lediceZed,yledaungrantragoalabotella

devodkaantesdepasársela.Mecabreaquebebandelamismabotella;esasqueroso.Yeljuegocontinúa,bebidatrasbebida.Ellahacegestosdedesagrado

yselimpiaelardientelíquidodeloslabios.Ahoratienelosojosrojosylasmejillasa juego.Da la impresióndeestarperdidaydequepierdeelequilibrio,inclusoapesardeestarsentada.

Se lleva la botella a la boca de nuevo y, de repente,me sorprendoagarrándolayapartándolade

ella. No intenta detenerme. ¿Es consciente de que ya ha bebidosuficiente?

¿Consideraestosuprimersorbodelibertad?Unachicatanprotegida,expuestaahoraaeste

mundo cruel de personas que beben para dejar de sentir aquellosproblemasquesuspadresdemierda

les hayan legado. Quizá el suyo, como el mío, fuera el abandono.¿Sufrióestachicadeabandono?

Fijo lamirada en el cuello perfectamente cerrado de su blusa. No,estoy seguro de que no la abandonaron. Tal vez su baja autoestima seasólounafase.Quiereliberarsedesuscontroladorespadresydemostrarseasímismaqueellatambiénpuedeserunachicarebelde.Esperfectamentecapazdesalirconloschicosmalosydebeberhastavomitar.

Laotraposibilidadesque,sencillamente,amigrupoyamísenosdédemasiadobienarrastrara

lagente.—Creoqueyahasbebidosuficiente—digo,ymedispongoapasarle

labotellaaNate.PeroTessaseapresuraaagarrarlaenelúltimoinstanteybebeotro

sorbo.Ensuscarnososlabios

se dibuja una leve sonrisa maliciosa mientras se lame paralimpiarlos.Observosugargantamientras

traga con aire desafiante yme dan ganas de separarle los labios ybebermeellicordirectamentedesu

boca.Apartoesaideademimente.Mollymemiraytrazacírculosconel

dedoenelairejuntoasucabezacomodiciéndomequeestoyloco.Puedequeloesté.—Nomepuedocreerquenotehayasemborrachadonunca,Tessa.Es

divertido,¿verdad?—lepreguntaZed.Ellaseríecomounatontaypongolosojosenblanco.—Hardin,¿verdadodesafío?—mepreguntaMolly.—Desafío.—¿Paraquépregunta?QuizádeberíahaberhecholomismoqueTessa,sólopordemostrar

algo.—¿Aque no te atreves... a besar aTessa?—Los labios pintados de

Mollysecurvanenunasonrisa,yoigocómoTessasofocaungrito.Intervieneantesdequepuedadecirnada:—No,tengonovio.—¿Quémásda?Essólounjuego.Túhazlo—diceMollymientrasse

hurgalasuñas.—No.—Tessaelevalavoz—.Novoyabesaranadie.Se levanta y se dirige al otro extremo del salón.Bebo un trago de

aguayveocómodesaparecepor la puerta principal. Se ha pasado la noche mirándome,

observandomitorsodescamisado.¿Cómopuededarletantoascolaideadebesarmecomoparasalircorriendo

deaquí?¿Oesposiblequeesebesosignificaraparaellamásqueunasimple

pruebadedesafío?—¡Yahíva,señorasyseñores!—Nateseríeyseinclinahaciamí.Derramalacervezadelvasosobrelaalfombraquetienedelanteyno

semolestaenlimpiarla.Estesuelohavistocosaspeores.—Másosvalesalircorriendodetrásdeellaoperderéislaapuesta—

diceStephentonoburlónmientrasmepongodenuevolacamiseta.Joder,últimamenteestámuyalborotadora.¿Quécoñolepasa?—¿Ybien,capullos?,¿quiéndelosdosvaairtrasella?—pregunta

Nate.Echo un vistazo al atestado salón. No la veo. Zed me observa,

evaluandomireacciónantelapataletadeTessa.Mantengounaexpresiónneutra,sinmostrarelmás

mínimointerés,mientrasescaneo la habitación de nuevo. No pienso dejar que sea él quien

lleguehastaellaprimeropornadadelmundo.Sehacabreadoporque lahandesafiadoabesarme.Este

juegodemierdanisiquierahasidoideamía,yahoranoshasalidoeltiroporlaculata.Lesadvertí

quenoerabuenaidea.CuandoLogandistraeaZed,measomoparamirarenlacocina.VeoaTessa

ymedispongoalevantarmedelsuelo.—¿Adóndevas?—Mollymeagarradelbrazomientrasmelevanto.—Eh...,apormásagua.—Miromivaso,queestácasimedio lleno,

peromeimportaunamierdaquedescubramiestratagema.Echounvistazoporlaestanciamientraspasoentrelagentebuscando

elpelorubiodeTessa.Cuandoentroenlacocina,laveojuntoalaencimeraconunabotella

deJackDaniel’senlasmanos.Levanta la botella y siento esa familiar punzada de necesidad en el

fondodelagarganta.Me horroriza que esta chica caiga en un hábito tan peligroso tan

rápido.Elmodoenquecierraconfuerzalosojosmientrasbebeylossonidosdeatragantarseque

hacecuandotermina...Ardeycasilahacevomitar,peroaunasíbebeotrotrago.¿Seráadicta?¿Laayudaráaolvidarcosasyabloquearrecuerdosensu mente, como solía ayudarme a mí? ¿Tendrá recuerdos de los quenecesitehuir?Aparentemente,sí.

Sigo observándola cuando abre el grifo y busca un vaso. Abre elarmarioymirahacialapuerta.

Meapartoparaquenomevea.¿Quéhagoaquísiguiéndolayobservandosurepentinapasiónporla

amnesiaqueprovocaelalcohol?Doymediavueltayvuelvoconmigrupo.Mollyestáburlándosede

Loganconrespectoalachicacon la que estaba anoche, yNate se está encendiendo un cigarrillo

cuandovuelvoasentarmeenelsuelosucio.—Larguémonosdeaquí.Meaburro,ysaltaalavistaquetútambién.

—SientoelalientocalientedeMollyenelcuellocuandorodeamishombrosconlosbrazos.Melasacudodeencimayniegoconlacabeza,perovuelvealataque.—Mevoyarriba—ledigo.Meestrechaconbrazosdeacero,reteniéndomeenelsuelo.—Buenaidea.—Presionaloslabioscontramicuello.Con la combinación de su estado de embriaguez y mi rápido

movimiento,secaedeespaldassobrelaalfombraenelmomentoenqueintentaenvolvermedenuevo

consusbrazos,ymelevanto.—Quéasco.Nonecesitabavereso—bromeaLoganparaprovocarla.Ellalesacaeldedoysevuelvehaciamí.—Joder,Hardin—mesuelta.—Joder,Molly.—Ledoylaespaldaymedirijohacialaescalera.Cuando llego arriba, el teléfono empieza a sonar en mi bolsillo

delantero.VeoelnombredeKenenlapantallayledoyaignorarlallamada.Noestoydehumorpara

tratarconél.Nosueloestarlo.Sólo quiero estar solo, lejos de toda esta música y de todas estas

voces.Quieroquemipatéticopadredejede intentar«conectar»conmigo.Quieroperdermeenelmundo

deunanovelaenlaquelospersonajes tenganproblemasmuchopeores que losmíosyqueme

hagasentiralgomásnormaldeloquesoy.Pero en cuanto me aproximo a mi cuarto, veo que la puerta está

abierta,justolosuficientecomoparasaberquealgonoestábien.Siemprecierroesaputapuerta;¿se

mehabráolvidadoestavez?Dentro,encuentroaTessasentadaenmicamaconunodemislibros

enlamano.Elmóvilsuenaotra vez. Pagomi cabreo conKen con ella. ¿Cree que puede hacer

todoloquelevengaengana?¿Quepuedeentrarenmihabitación,másdeunavez,sinmipermiso?¿Quéhaceaquí?Yaleadvertíquenoentrara.¿Quécoñolepasa?Caminohaciaella.—¿Qué parte de que «Nadie entra en mi habitación» no has

entendido?

Tensaloshombros,sorprendida.—P...perdona,esque...—balbucea,yabremucho losojos,perono

conmiedo...,sinoconfuria.Estáintentándolodenuevo,lodemostrarsepacienteconmigo.Leseñalolapuerta.—Largo.—¡Notienesporquésertancapullo!—mechilla.—Estás en mi cuarto, otra vez, después de que te dijera que no

entraras.¡Lárgate!—lerecuerdoigualandoelvolumendesuvoz.—¿Porquénotegusto?—dice.Séqueestáintentandomostrarsedura,perohabajadoeltono,ysus

enormesojoshanhechoquesemeacelereelpulso.

OCHO

Lapregunta,tanfrancaydirecta,lopillóporsorpresaylohizodarsecuentadequeestabaalbordedeunprecipicio;unprecipiciopor elquepodíacaerconunsimplesoplodeviento.

¿Por qué me pregunta eso? ¿Acaso no es evidente por qué no megusta?Esinsufrible.Es...

Essentenciosa.Noparadejuzgarmeydedarmelalatarespectoamiconductacuandoempiezoa

metermeconella.Yes...Bueno,supongoquenoestátanmal.—¿Por quémepreguntas eso?—digo intentandomantener un tono

tranquilo.Memira con odio y yo le devuelvo el gesto con el mismo vigor.

¿Creequepuedeintimidarme?Estáenmihabitación,haciéndomepreguntasabsurdasymirándome

deesamanera...—Nolosé...Porqueyosóloheintentadoseramable,ytúnoparasde

mostrartegroseroconmigo.Y la verdad es que había llegado a pensar que podíamos

convertirnosenbuenosamigos.Sus ojos enrojecidos son intensos y ocultan tantas cosas que

desconozcodeella...Cosasque,porsupuesto,nomeimportannada.¿Amigos? Joder, ¿está hablando en serio?Yono tengo amigos.No

necesitoamigos.—¿Nosotros?¿Amigos?—Sueltounarisotadafalsa—.¿Acasonoes

evidenteporquénopodemosseramigos?—Paramí,no—respondesencillay llanamentey,alprincipio,casi

meparecequeestádecoña.Pero el tono de confusión de sus palabras me indica que está

hablandoenserio.Estatíaestácomounaputa cabra. ¿Cree que alguien comoyo sería amigode alguien

comoella?¿Acasonosabequeapenas soporto a la gente en general, por no hablar de mi propio

grupode«amigos»?¿Pordóndeempiezolalistademotivosporlosqueestojamáspodría

funcionar?—Bien,pues,paraempezar,túeresdemasiadoestirada.Seguramente

tehabráscriadoenlatípicacasita perfecta de revista, idéntica al resto de las viviendas del

vecindario—comienzo,yrecuerdoelmohonegroque cubría el techodemi cuarto de la infancia—.Tus

padrestecomprabantodoloquequerías y nunca tuviste que anhelar nada. Con tus estúpidas faldas

plisadas...—Observolaropaquelleva puesta y decido obviar el modo en que la tela se ciñe a sus

generosascaderas—.Enserio,¿quiénsevisteasícondieciochoaños?Se queda boquiabierta y avanza hacia mí. Yo retrocedo por acto

reflejo.Susojossehantornadodeungristempestuoso,yséquemevaacaerunabuena.—¡Nosabesnadademí,capullocondescendiente!¡Mividanohasido

asíenabsoluto!Elalcohólicodemipadrenosabandonócuandoyoteníadiezaños,ymi

madretuvoquetrabajardelolindoparaqueyopudiera ir a launiversidad.Empecéa trabajar en

cuantocumplílosdieciséisparapoderayudarlaapagarlasfacturas,yresultaquemegustamiropa.

—Menealasmanosseñalandosuconjunto.Ahoraestágritando,tanfrustradaquesuspequeñasmanos

tiemblan—. ¡Losientosinovistocomounaputa,como todas lasdemáschicas que te rodean! ¡Para ser una persona que se esfuerza tanto endestacaryen serdiferente, juzgascondemasiada ligerezaa losque sondistintosdeti!

Yasí,sinmás,damediavueltaysedirigehacialapuerta.¿Está hablando en serio? ¿De verdad esta chica tan perfecta forma

partedeldesafortunadocírculo

deniñosquehan tenidoquecrecerdemasiadodeprisa?Y, si es así,¿porquéestásonriendocadavez

quelaveo?¿Quejuzgoconligereza?¿Meacusaamídejuzgarcuandoacabade

tildardeputasalaschicasque visten de determinadamanera?Me está observando, esperando

mireacción,peronotengoninguna.Estamujertemperamental,sentenciosaymisteriosaacabade

dejarmesinpalabras.—¿Sabesqué?De todasmaneras,noquiero ser amiga tuya,Hardin

—mediceantesdequemicerebrologresalirdesuaturdimiento.Tessaagarraelpomodelapuertay,derepente,mevienealamente

Seth,elprimeramigoquetuveenlavida.Sufamiliatampocoteníadinero,perocuandounode

sus abuelos ricos, al que no conocía,murió, heredó una buena fortuna.Cambiósusmíseroszapatosrotosporunaszapatillasblancasconlucesenlaparteinferior.Meparecíanlomás.Lepedíamimadreunparparamicumpleaños.Mesonriócontristezay,enlamañanademicumpleaños,meentregóunacajadezapatos.Laabrítodoemocionado,esperandoverlasputaszapatillasconluces.Ydentrodelacajahabíaunaszapatillas,sí,perosinesasmagníficaslucesenlapartedeabajo.Medicuentadequeaquelregalolaentristecía,peronoentendíporquéhastaquefueronpasandolosmesesyempecéavera

Seth cada vez menos, hasta que llegó un día en que sólo lo veíacuandopasabapordelantedemicasa

consusnuevosamigos,todosconzapatillasconluces.Fue mi primer y mi último amigo, y mi vida ha sido mucho más

sencillasinellos.—¿Adóndevas?—lepreguntoalachicaquepensabaquepodíamos

seramigos.Ellasedetieneconfundida,aligualqueloestoyyo.—A la parada del autobús para volver a la residencia, y no pienso

regresaraquíjamás.Estoyhartadeintentarhacermeamigavuestra.Mesientocomounaauténticamierda.Porunlado,hacerquemeodie

serámejoralargoplazo,

pero,porotro...Enfin,quierogustarle losuficientecomoparaquequierafollarconmigo.

PuedeodiarmeunavezquehayaganadolaApuesta.—Esdemasiadotardeparacogerelautobússola—ledigo.Viendoelestadoenelqueseencuentrayelhechodequehaestado

bebiendo toda la noche, es muy mala idea que se vaya a la parada delautobússola.

Se da la vuelta paramirarme y entonces, por primera vez,me doycuentadequetienelosojoscompletamenteinundadosdelágrimas.

—Noestarásintentandoactuarcomositeimportaselomásmínimoquepuedapasarmealgo,

¿verdad?—Sueltaunacarcajadaysacudelacabeza.—Yonohedichoeso...Sóloteloestoyadvirtiendo.Esunamalaidea

—ledigo.EchounvistazoamiestanteríamientraslacomparoconCatherine,el

personajeprincipalfemeninodel libroqueestabaleyendocuandoheentrado.Separece

muchoaella:tienemalcarácterydemasiadoquedemostrar.ElizabethBennetes igual,cadavezque

abrelabocaesparahaceralgunaobservación categórica.Me gusta. Las universitarias de hoy en día

parecenhaberperdidoeseespíritu.Sólo quieren complacer a los hombres, pero no a símismas; ¿qué

graciatieneeso?—Bueno,Hardin,pueseslaúnicaopciónquetengo.Todoelmundo

estáborracho,incluidayo—dice,yseechaallorarotravez.Me ablando un poco. ¿Por qué llora? Al parecer, siempre está

llorando.Intentoanimarladelaúnicamaneraquesé...,conmisarcasmo.—¿Siemprellorasenlasfiestas?—Sóloenlasqueestástú.Ypuestoqueestasdossonlasúnicasalas

queheidonunca...Tessaabrelapuertademihabitación,perojustocuandosedisponea

salir,tropiezayseagarraalaesquinademicómoda.—Theresa...—digo con una voz suave que no sabía que poseía—.

¿Estásbien?—pregunto.Asiente.Estáconfundida, cabreadae impresionada,pero sobre todo

cabreada.¿Qué coño me importa si está bien o no? Tiene angustia y está

borracha;pornadadelmundopiensointentarmarcarletantosaZedestanoche.Noquierohacerloy,

además,esoseríahacertrampa:estádemasiadoborracha.—¿Porquénodescansasaquíunosminutosyluegovasa laparada

delautobús?—sugiero.Talvezsiendomajoganealgunospuntos.—Creíaquenadiepodíapisartuhabitación—diceconunavozsuave

ycargadadecuriosidadmientrassesientaenelsuelo.Estoysegurodeque,sisupieratodalamierdaquehacaídosobreese

suelo,nosesentaríaenél.Me sorprendo sonriendo y paro inmediatamente en cuantome doy

cuentadeloqueestoyhaciendo. Inclina la cabeza y le entra hipo. Tiene pinta de que va a

vomitardeunmomentoaotro,ylelanzounaadvertencia:—Comovomitesenmicuarto...—Creoquesólonecesitounpocodeagua—medice.Leentregomivaso.—Toma.Loapartadeunmanotazoyponelosojosenblancoexasperada.—Hedichoagua,nocerveza.—Esagua.Yonobebo.Sueltaunarisotada.—Vengaya.Novasaquedarteaquíahacermedeniñera,¿verdad?Joder,sí,voyahacerlo.Nopiensodejarlasolatoqueteandomiscosas

ovomitándomesobreloslibros.—Sacaslopeordemí.—Sucomentariomesorprendeymesacade

misilencio.—Vaya,quéhalago—lesuelto.¿Queyosacolopeordeella?Sinisiquierameconoce.Continúo:

—Y,sí,voyaquedarmeaquíahacertedeniñera.Estásborrachaporprimeravezentuvida,ytieneslacostumbredetocarmiscosascuandonoestoypresente.

Me siento en la cama mientras ella se bebe mi agua con recelo.Observocómocierralosojosyse

relame los labios cuando ha terminado y oigo su respiraciónexcesivamenteagitada.Lamirosinque

ella se dé cuenta y me esfuerzo todo lo posible en no pensardemasiadoenelmotivoquemellevaa

estudiarla.Haytantascosasquedesconozcosobreella, tantascosasquequiero

saber...Parecetanevidentedesdefuera...Esrubia,poseeunabellezasencilla,

y sé por su desfasadamanera de expresarse que pasa horas con la carapegadaaunlibro.Perosumalgenioysuactitudaladefensivamellevanapreguntarmequéseescondedetrásdetodoeso.

—¿Puedohacerteunapregunta?—digosinpensar.Hagounesfuerzoylesonrío,perotengolasensacióndequeparezco

unputopervertido.Arrugaelceñoextrañada.—Claro—dicearrastrandolapalabra.«¿Quécojonesvoyapreguntarle?»Habíadadoporhechoquemeiba

amandaralamierda.Optoporlapreguntamássencillaquesemeocurre.—¿Qué quieres hacer después de la universidad?—Sé que debería

haberlepreguntadoalgomáspersonal,algoquemeayudeaganarestejuegocontraZed.Tessaparecemeditarlapreguntaysegolpetealabarbillaconeldedo

antesderesponder:—Puesquieroserescritoraoeditora,loquesurjaprimero.Erafácildeimaginar.Nolecuentoqueyotengopensadohacerexactamentelomismo.En

lugardeello,mequedoconlamiradaperdidaalfrentedespuésdeponerlosojosenblanco.—¿Esos librosson tuyos?—preguntaseñalando laestanteríacon la

mano.—Sí—farfullo.

—¿Cuálestufavorito?Joder,quécotillaes.—Notengofavoritos—miento.Está entrando en un terreno demasiado personal, y sólo ha estado

aquíunrato.Quesepacuálessonmislibrosfavoritosnovaaayudarmeaconseguirloquequiero.Necesito darle un giro a esto y volver a un temamás impersonal.

Tengoquecabrearla.—¿SabeelseñorPerfectoqueestásenunafiestaotravez?Mi maliciosa sonrisa complementa su ceño fruncido. Misión

cumplida.—¿ElseñorPerfecto?—Tunovio—explico—.Menudopringado.—Nohablesasídeél.Éles...es...majo.Nopuedoevitarreíralvercómoseesfuerzaenbuscaruncumplido

paraelpijodesunovio.Después,señalándomeconeldedo,continúa:—Yaquisierastúsertanmajocomoél.— ¿Majo? ¿Es ésa la primera palabra que te viene a la cabeza al

hablarde tunovio?Majo es el eufemismoqueutilizasparano llamarloaburrido.—Merío.

—Noloconoces—insisteconunavehemenciaimpresionante.Ya,peroséqueesaburrido.Saltaalavista,conesachaquetadepunto

yesosmocasines...Meechoa reírcon tantasganasquemeduele labarriga.Nopuedo

evitarlo.Y,cuandoveosuexpresiónmalhumorada,meríoconmásfuerzatodavíaalimaginarmeaeseKenvivientegimoteandoporquelehasalidounagujeroensujerseydecachemir.

—No lleva mocasines. —Tessa se tapa la boca para ocultar sunecesidaddereír.Loentiendo.Yo

tambiénmereiría.Bebeotrosorbodeaguaycontinúo:—Bueno,perohaestadosaliendodosañoscontigoynotehafollado

todavía,asíqueesuncarca.En cuanto esas palabras salen demi boca, Tessa escupe el agua de

nuevoenelvaso.—¿Quénaricesacabasdedecir?

—Yamehasoído,Theresa.—Lesonríoparaalimentarsuira.—Eresuncapullo,Hardin.Joder,meencantacómoseexalta.Derepentemetiraelaguafríaalacara.Sofocoungrito,sorprendidoantesuosadía.Creíaqueloestábamos

pasandobien,disparándonoscomentarios groseros el uno al otro. La estaba ofendiendo a

propósito,yparecíaqueestabadisfrutandodemisprovocacionestantocomoyohaciéndolas.Suexpresióndeindignaciónmeindicaquetalveznofueraasí.¿Porquécojoneshetenidoquemencionarleasunovio?Soyunputo

gilipollas.Estabatantranquila, sentada en el suelo, riéndose conmigo, y he tenido que

fastidiarlotodo.Tessasaledemicuartoinmediatamente.Mientrasmelimpiolacara,

medirijohacialapuertayobservocómobajalaescaleradedosendos.Vuelvoamidormitorio,conlaúnicacompañíadellevezumbidodel

ventiladordeltecho.Mesiento en la cama y, por primera vez desde queme trasladé a esta

casa,sientoquemegustaríanoestarsoloenestahabitación.

NUEVE

Losintióenelmomentoenqueloslabiosdeellarozaronlossuyospor primera vez. Sintió que algo se revolvía en su interior, en un lugarprofundo,escondidoycubiertodepolvo.Norecordabaquenadiehubierallegadonuncahastaél,probablementenadielohabíahechohastaentonces.Ellalodespertó,letrajolaluzylarisayelanheloy,enelinstanteenquesuslabiosseencontraron,supoquejamásvolveríaaserelmismo.

Tessa me ha echado agua en la cara y ha salido de mi habitaciónresoplando,refunfuñandoy

poniendo los ojos en blanco. Sin embargo, aquí estoy, siguiéndolaescalerasabajoapenasunos

minutosdespuésdehaberestadosentadoenmicuarto, lloriqueandocomounniñoquetieneuna

pataletaporsujuguetefavorito.Sólo que Tessa no es mi juguete favorito. Brilla demasiado, está

demasiadonuevaparaquemissuciasmanosjueguenconella.Únicamentetratabadeanimarla,dealegrarla,peroesevidentequehe

fracasado.Deberíahabersabidoquesacareltemadelpardillodesunovioibaaponerlademal

humor.Es una pesada. Se cree superior y cambia de humor con el viento.

Demasiadosensible,laverdad,ymecabreaquenoveas.¿Quiénletiralabebida,aunqueseaagua,a

alguienalacara?Paraalguienque se cree tanto he de decir que se comporta como una mocosa

engreída.CuandollegoalpiedelaescaleraTessaestáenlacocina,bebiendo

deunabotelladelicor.Estábuscandoaalguienconlamiraday,mientraslaobservo,mesuenael

móvilenelbolsillo:

Estanoche le tocaaKarenpreparar lacena,porsi teapetecevenir.Tengoquehablarcontigodealgo.Nohas respondidoaningunodemismensajes,asíquehepensadoque,siteescribíaalastresdelamadrugada,almenostepillaríadespierto.

¿Quiere hablar conmigo de algo? Tengo cosasmejores que hacer,comoenseñarleaZedquiénes

aquíelreydelmambo.VuelvoamirarhaciadondeTessaestádepieyveoqueZedestáahoracon

ella.Cómono,esecretinoapareceasuladoencuantodoymediavuelta.Ella sigue bebiendo. No debería beber tanto. Mañana estará hecha

mierda.Aunque,claro,asíescomoZedplaneaganársela.—¿Aquesonunamonada?—oigoquedicealguien.TengoaStephal

lado,conuncalimochoenlamano.Elpelorojoalborotadoleenmarcalacara.Miro aZedy aTessaotra vez, aunque ahorame fijo en cómoella

suspiramientraslomiradirectamente a los ojos. Parece estar cómoda, tiene los hombros

relajadosyunamiradadulce.Nadaqueverconcuandoestáconmigo.NoconoceaZedmejordeloque

meconoceamí,¿aquésedebela diferencia? ¿Será porque, al contrario que yo, él se apoya en la

encimerasindejardemirarlaalosojos?Élnodejaquesustetaslodistraigan.Seacercaaellayellale

sonríe.Parecequeestáhaciendodepolibueno,yaqueyosoyelpolimalo.Maldición,lohacemuchomejordeloqueimaginaba.Tessa mira hacia la puerta y Steph da un paso atrás y me tira del

brazo.Laaparto.Tienelosojosinyectadosensangre,suspupilassondiminutospuntos

negrosenunmarrojo.—Noledigasqueestoyaquí.Estoyhartadehacerdeniñera—dice

poniendolosojosenblanco.StephnisiquieraintentaaparentarsersimpáticacuandoTessanoestá

presente.Esunaarpíadeprimera.Una rubia borracha con un vestido reventón pasa junto amí yme

guiñaelojo.Meacuerdodeella...¿Creo?—Lahastraídotú—lerecuerdoaStephcomosindarleimportancia.

Estonomeinteresalomásmínimo.Nisiquieraestoysegurodeporquéhemencionadoeltema.—¿Y?Por estanocheyahe tenidobastante, y esparaquevosotros

dosjuguéisconella,¿recuerdas?—Seencogedehombrosysealeja.Vale...—¡Vasaperdersitequedasahícomounpasmarote!—gritaStephal

llegaralapuertaprincipalmientras coge del brazo al raro ese del que tanto se quejaba la

semanapasada.¿Voyaperder?Porfavor...Nidecoña.Perotampocovoyaquedarmepasmadoenelumbral.Vuelvo al salón y encuentro un hueco en el sofá. Esperaré a que

vengaabuscarme.Acabaráporhartarse deZed y de sus rollos sobre ciencias y plantas y salvar el

mundoconfloresdecoloresytodaesamierda.Supongoqueélselocree,talvez.Conesepavonuncasesabe.Lomásprobableesquesepa,enelfondodesusubconsciente,quesólolasplantasloaguantan.

Como era de esperar, Tessa llega al salón, con Zed pegado a sustalonescomosifueraunperrito

faldero. Ni siquiera se da cuenta de que estamos en la mismahabitacióncuandosesientaenelsuelo

conmipandillaapocosmetrosdemí.Sientounapretónenelbícepsymevuelvojustocuandolarubiade

haceunmomentomerodeaeltorsoconlosbrazosymeestrechaconfuerza.—Hardinnnn...—dicecontalcadenciadeborrachaquederepenteno

sésiquieremetermemanooquelahabitacióndejededarvueltas—.Mealegromuchodevolver

averte,peroaúnmealegramásvolverasentirte...La aparto un poco intentando queme suelte. Pero el alcohol la ha

convertidoenunpulpo

insistenteyvuelveapegárseme.Alfinal,mesientojuntoaunodelos«hermanos»delafraternidad

cuyonombrenuncaconsigorecordarypasounodelosbrazosdelaborrachaporsushombros.No

falla,elrestodesucuerpolosigue,ydicearrastrandolaspalabras:—S-Steeeve,cuántotiemposinverte...—mientrasyodesaparezco.Mecabreomásconlanocheconcadapasoquemisbotasdansobre

lamoquetallenademanchas.—¿Hayautobusestodalanoche?—oigopreguntaraTessa,queyano

estáachispada,sinoborrachacomounacuba.Tiene la vozmás gruesa. Observo sus labios, el inferior sobresale

másqueelsuperior.Hablamuydespacio,casiarrastralaspalabras.Me obligo a dejar de escuchar y a regresar a la cocina. No es

problemamío,notengoporquépreocuparmedesiseemborrachaono.Menosdediezsegundosmás

tarde,doblolaesquinayvuelvoalsalón.MispiessedetienenfrenteadondeTessaestásentadaenel

suelo.Alverme, lamocosaarroganteponelosojosenblanco.Pareceque

lohacemuyamenudo.PeronoconZed.Aélnoselohacenunca.—¿Zedytú...?—Arqueounacejayellatrastabillaalponersedepie.

¿Cuántohabebido?Tienelamirada clara en el momento en que encuentra la mía. No sabría

decirlo.Lacojodelbrazocuandomeempujaparapasar.—¡Suéltame, Hardin! —Sus brazos vuelan en el aire e intento no

reírmedesudramatismo.Susojos recorren la habitación como si estuviera buscando algo que

arrojarme—.Sóloleestabapreguntandoporelautobús.Me da un empellón con el hombro y sigue andando. La cojo con

cuidadodelbrazoparaestabilizarla.—Relájate... Son las tres de lamadrugada. No hay autobuses.—La

sueltoyobservocómoasimilaeldato—.Tureciénestrenadoestilodevidahahechoquetequedes

aquítiradaotravez.Lacosa tienegracia. Insisteenqueodiaeste tipodeambientey,sin

embargo,vaapasardenuevolanocheaquí.Memirainexpresiva,conunosojoscomoplatosyunmohínenlos

labios.Metomounmomentoantesdeecharsalensuegoherido.—AnoserquequierasirteacasaconZed...—Señaloconlacabeza

haciaelsalónyellafrunceelceño.Echaaandarsinmediarpalabra.¿Quésentido tiene?¿Porquésigo intentandosacarladequicio?No

tieneningúnsentido,ylaverdadesqueesunapérdidadetiempo.Parecequejugarseledatan

biencomoamí.Cuando vuelvo a mi habitación, cojo un libro de la estantería, me

quitolacamiseta,latiroalsueloyañadomisvaquerosalmontónderopatirada.Abrolanovelaporunapáginaalazaryempiezoaleer:

¿Dequépodíanservirmienojonimisprotestasparavenceraquellapueril credulidad? Nos separamos enfadadas aquella noche, pero al díasiguienteyameteníaustedcaminodeCumbresBorrascosas,escoltandolajaca de mi testaruda señorita. No pude soportar el espectáculo de sutristeza, su palidez, sus ojos hinchados ni su decaimiento. Cedí,alimentando ladébilesperanzadequeelpropioLinton ratificaraconsumanerade recibirnoselpoco fundamentoqueen realidad teníael relatohechoporsupadre.

UnaCatherinerubiaestásentadaenel lindedelpáramoconelpelorecogido conun lazo rojo como la sangreque correpor susvenas.Nopensaba, estabaperdida.Se volvió hacia él y su voz resonaba en el airequelosseparaba.

—¿Hardin?La voz de Catherine es fuerte, tanto que se escapa de mis sueños.

¿Estoysoñando?—¡Hardin!¡Hardin,abrelapuerta,porfavor!

Salto de la cama, confuso y asustado al ver moverse el pomo.Golpeanlapuertaconlospuños.

—¡Hardin!—gritadenuevolavoz.«¿Ésaes...?»Descorroelpestilloyabro.Tessaestáahídepie,concaradeespanto

ylamiradaaterrorizada.Semeerizaelvellodelanucayentroenmododefensivo.—¿Tess?—Me froto los ojos para vermejor, intentandodisipar el

sueño,centrarmeenloqueestápasando.—Hardin, ¿puedopasar,por favor?Ese tipo...—Tessaecha lavista

atrás,haciaelpasillo.Salgoaveraquéletienetantomiedo.Neil caminahacia nosotros, con los ojos inyectados en sangre y la

camisamanchada.Esasqueroso.Y, cuando tropieza contra la pared,medoy cuentade lo

pedoqueva.¿Porquéestáhuyendodeél?¿Lahabrá...?LosojosdeNeilencuentranlosmíosysedetieneenelacto.Sisabe

loqueleconviene,darámediavueltayselargarápordondehavenido.Sino,Tessaytodoslosqueestánenelpasillo,todaesagentequenoparecequererayudarla,vanaverelespectáculoenprimerafila.

Lamirouninstanteparaasegurarmedequeeltíonolehahechonadaquemeobligueaesconder

sucadávercuandolleguelapolicía.—¿Loconoces?—mepreguntaconlavozrota.Notoquelasmanosmetiemblanenloscostados.—Sí,pasa.—Lahagoentrarenmicuartoymesientoenlacama.Sus

ojosgrisesmeobservancon intensidad, y vuelvo a frotarme los ojos—. ¿Estás bien? —le

pregunto.Parece estar bien, un poco nerviosa, pero no está llorando. Buena

señal...Oesocreo.—Sí...—dice en voz baja—.Sí. Siento haber venido aquí y haberte

despertado. Es que no sabía que... —añade a toda velocidad con voztrémula.

¿Seestádisculpandoporhabermedespertado?

Mepasolamanoporelpeloparaapartármelodelafrente.—Notepreocupes.—Notoqueletiemblanlasmanos,igualqueamí,

yhagolapreguntaquedavueltasenmicabezadesdequeheabiertolapuerta—:¿Tehatocado?Ideasasesinasflotanenmimente.NadieecharíademenosaNeil,eso

fijo.—No—empiezaadecir;luegotitubea—.Perolohaintentado.Nosé

cómosemeocurreencerrarmeenuncuartoconundesconocidobebido.Supongoqueha

sidoculpamía.«¿Culpasuya?¿Estátonta?»—Nohasidoculpatuyaquehayahechoeso.Noestásacostumbradaa

estetipode...situación.—Intentomantenerlavozcalmadaynoasustarlamás.Hevistocómolespasabalomismoamuchaschicas.Amimadre,a

chicasquebebíandemasiadoen una fiesta... El año pasado tuve que salvar el culo borracho de

MollydelasgarrasdeNeil.Pensabaquehabíaaprendidolaleccióncuandolerompílanarizyledisloqué

elhombro.Perono.Sevequenecesitaque le refresquen lamemoria.Loganayudará, igualque la

últimavez.Tessaseacercaamíyledoyunaspalmaditasalcolchón.Sesientaa

miladoycolocalasmanosenelregazo.Alversuexpresióndevulnerabilidad,medoycuentade

quesólollevopuestoelbóxernegro. Quiero ponerme algo más de ropa encima, pero no quiero

darleimportanciaytampocoquieroquesesienta incómoda.Havenidohuyendodelomismo,en

buscadepaz.—No tengo intención de acostumbrarme. Ésta es definitivamente la

últimavezquepiensoveniraquí,oacualquierfiesta.Noséniporquéloheintentado.Yesetipo...

hasidotan...Seestremeceyempiezanarodarlelaslágrimasporlasmejillas.—Nollores,Tess—susurro,yllevolamanoasumejilla.Mipulgaratrapalaslágrimashúmedasamedidaquecaen.Sesorbe

losmocos.Esunsonidotaninocenteyvulnerablequeintentoapartarlavista.Peronopuedo.—Nomehabíadadocuentadelogrisesquesontusojos—confieso.Hastaahoranoheprestadomuchaatenciónalosdetallesmásalláde

sustetasylosusceptiblequees a mis jueguecitos. He estado demasiado ocupado, he sido muy

superficial.Llevo prestando atención a los detalles más insignificantes de esta

chicadesdeelmomentoenquelavi.Mimanosiguecontrasumejillayellacontinúamirándomeconsus

labioscarnososentreabiertos.Mellevoelpiercingdellabioalosdientesytirodeél

comohagosiempre.Tienelamiradafijaenmibocay,cuandoapartolamano,seacercaypegala

suyaalamía.Cojoaliento,mehapilladoporsorpresa.¿Quéestáhaciendo?¿Qué

cojonesestoyhaciendo?Peronomedetengo.Nopuedoparar.Recorrosuslabiossuavescon

lalengua.Metragosuspequeños gemidos mientras le cojo las mejillas con las manos.

Suspiraenmiboca,comosisesintieraaliviadaalbesarme,ymismanosdesciendenasuscaderas.Cuandonotoelvodkaensulengua,meaparto.—Tess...—susurroensuboca.Ella suspira y acaricio sus labios con la lengua, separándolos de

nuevo.Tragosalivaeintentopensarconclaridad.¿Cómohemosllegadoaesto?

Mesientotranquilo,loopuestoalfuegoqueardeenmí.Esagradable.Alivialaquemazón

constante.Nuncaantesmehabíasentidotancalmado.Esaterrador.Mimenteyanoestáalmando.Lasensacióndesubocaenlamíaes

másfuertequeelsentidocomún.Laacercomásamí,estrechoconfuerzasuscaderasymetumboenlacama.Seencaramaami torsoyapoyalasmanos enmi pecho. Su lengua provoca a la mía sin salir nunca demiboca.Esto

seledabien.Joder,seledamuybien.

Su pelo cae sobre mi piel y aparto la boca de la suya. El gemidoquejumbrosoquebrotadesus

labios cuando lo hago me la pone dura al instante. Me desea. Susmanossubenybajanpormipecho,

poniendoapruebasuslímites,losé.No dejaré que vaya demasiado lejos. Esta noche no. Ha estado

bebiendoyamíeserollonomeva.La deseo a ella, joder, quiero follármela una y otra vez. Voy a

sentirla,todaentera.Peroestanocheno. Es virgen, pero ¿hasta dónde habrá llegado con su novio? ¿La

habrátenidoélasí,tumbadaencimamoviendolascaderas,tentándolosinpiedadyélsóloconloscalzoncillospuestos?¿Esasíconélyluegoanteelmundopareceunaestrechayunapuritana?

¿Elnoviohabrárecorridocon la lengua lasuavepieldesucuello?Por cómo se le altera la respiración bajo las caricias demi lengua, yodiríaqueno.Gime,lasujetodelpeloylebesoelcuello.Bajolaboca,lemordisqueolaclavículayellagimeotravez,susurrandominombre.

Atraigosubocaa lamíayellasiguemoviéndoseencimademí.Séquenotaloduraquesemeha

puesto,lomuchoqueladeseo.—Hardin...,para—gimesinquesulenguadejedebailarconlamía

—.¡Hardin!—repite.Me aparto y la miro. Tiene los labios hinchados, rosados y

pecaminosos.Ylamiradasalvaje.—No podemos hacerlo —dice. Sus dedos abandonan mi piel y la

quemazónseconvierteenhielo.Sabía que no iba a durar. Ha sido el calentón del momento. Un

momentoquemehabríagustadoqueduraramás, pero todo tieneun final.Meapoyo en los codosy

ellaruedalejosdemí,alotroladodelacama.—Lo siento. Lo siento.—Tiene la voz grave, rasposa, y no parece

que lo sienta en absoluto a juzgar por lo agitado de su respiración y elmodoenquenopuedeapartarlavistademiboca.

La miro y pienso en un libro que leí sobre un pueblo en que lasmujeresdecidendejarde

disculparse en su vida cotidiana. Lo interesante era que se dieron

cuentadequeelnoventaporcientode las veces que pedían disculpas lo hacían por cosas que no eran

culpasuya.Tessaencajaríaalaperfecciónenesepueblo.—¿Quées loquesientes?—digotodolocalmadoquepuedo,yme

levantomientrasellamemiradearribaabajoyalbóxeryseruboriza.—Habertebesado...¿Por qué tiene que disculparse por haberme besado? Si no quiere

nadaconmigo,yotampocoquiero nada, pero no le he dado la menor indicación de que no

quisieralomismoqueella.—Sólo ha sido un beso; la gente se besa sin parar —replico.

Mantengountononeutroapropósito,noquieroquesesientaaúnpeor.Yaseestáarrepintiendoyestáapuntodesalircorriendo.Losé,y,si

lohace,tendréqueirdetrásdeella.Nopuedoabandonarnadamásempezarlapartida,cuandoya

hehechoprogresos.Hesentidosusmanosenmicuerpo,hesaboreadosulengua.Lahehechojadear,

querermás.AhoravoyganándoleaZedynopuedoestropearlo.Vaahacerunamontañade

ungranodearena.Silaconsuelo,esprobablequeconfíeenmí,yesaconfianzamedará la

oportunidaddellegaraúnmáslejoslapróximavez.Se queda mirando el suelo. Otra vez. ¿Tanto se arrepiente que ni

siquierapuedemirarmealacara?Estonomegustaunpelo.Nopuedeestararrepintiéndoseya.Sinolosupera,estoybienjodido,

yZedganará.—¿Teimportaríaqueestonosalieradeaquí?—preguntaTessa.—Créeme, yo tampoco quiero que nadie se entere de esto.Deja de

hablardeello.Haceunamuecaaloírmispalabrasydesearíapoderretirarlas.Esto

semedadeputapena.—Vaya,veoquevuelvesasereldesiempre.—Seleaguzalamirada,

preparándoseparalabatalla.Quierocontestarleloquesemerece,peromecontengo.

Nosabenadademí.Mecabreaquepienseque,despuésdehabernosvistotresveces,secreaque

eslagranexpertaenHardinScott.Secreemuchomejorqueyoylaaterraquelagenteseenterede

quemehabesadoporque... puesporqueyo soycomo soyy ella esdoñaPerfecta.Nopuedo

contenermemás.

—Nunca he sido otra persona—le digo—.No vayas a pensar queporquemehayasbesado,

básicamenteencontrademivoluntad,ahoratenemosalgunaespeciedevínculo.

Puedosentircómomispalabraslecaencomounjarrodeaguafríayseponedepie.Lairabrilla

en sus enormes ojos.Una Juana deArco contemporánea, lista paraquemarmeenlahoguera.

—Podríashabermeparado—masculla.Aprieta lospuños, secreeráqueestánhechosdefuego.

Mi boca reacciona antes de que pueda pensar en algo que decir, yreplico:

—Habríasidodifícil.Tessasuspiraysecubrelacaraconlasmanos.Mirohaciaotrolado.

Esmuyvisceral,yesonoeslomásraro.Supongoqueservisceralesnormal,peroesqueellano

secortaunpelo.Nosoyamigosuyo ni tampoco un pariente, y ahí está, exhibiendo sus emociones

comosinosconociéramosdetodala vida. No le da miedo mostrarme cómo se siente, no le importa

quedarasídeexpuesta.TheresaYoungesunmisterioquemevuelveloco.Estanfrágilytan

abierta..., y a la vez es reservada y aguda como un punzón. No logroentenderla.Esmuyextraño.Lafacilidadconlaquemepermiteverlaasíesunpocotiernapero,aunasí,siguesiendomuyraro.

—Puedespasaraquílanoche,yaquenotienesadóndeir—leofrezcoenvozbaja.

Tessa menea la cabeza, con las manos en las caderas, y me lanzacuchillosconlamirada.Quiero

decirlequetalvezsientasertanbordeconella,quepuedequeavecesdiga chorradas que debería callarme, pero ¿para qué malgastar fuerzasconunadesconocida?Nimeconocenivaaconocerme.

—No,gracias.Cuandodesapareceporelpasillo,meagarroalmarcodelapuertay

ensilencioledeseoqueduermabien.Séqueyonovoyapegarojo.—Tessa—digoenvozbaja,sinestarmuysegurodesiquieroqueme

oiga.

DIEZ

Él siempre fue un cabezota, desde el principio. Ella lo sacaba dequiciocomonadieylehacíaverelmundodeotramanera.Élnoesperabanadadeljuegoquesetraíaentremanosnisuponuncacómocadavezqueellalomiraba,cadavezqueleregalabaunasonrisa,loestabacambiando.No tardó en sentir la necesidad de protegerla. Intentó luchar contra esesentimiento pero, para cuando reunió fuerzas suficientes, ya erademasiadotarde.

Hanpasadoveinteminutosdesdequesehamarchadohechaunafuriaynolaencuentroporninguna

parte.¿PorquénopuedesercomoMollyocomocualquierade laschicasalasquemehetiradoy

volverapormás?¿Cómoesquetienetantafuerzadevoluntad?Conociéndola(lopocoquelaconozco),creoquevaahacermedudar

detodoloquecreíasabersobremujeresengeneral.¡Quevivalamadrequelaparió!Vaaserdivertido.—Se ha ido, tío.—Logan entra en la cocina, botella de vodka en

mano.¿Sehaido?Vengaya.Sinisiquierasabecómovolveralcampusy,si

sepierde,elmóvilprehistóricoquellevanoleservirádenada.—Quéva.—Meneolacabezaycojounatazavacía.Cuando abro el grifo, Nate me mira con una ceja enarcada y una

sonrisabobaliconaenlacara.—¿Quémiras, pringado?—le pregunto bebiéndome el agua de un

trago.—Nada,hombre.—Seechaareírycomparteunasuciamiradacon

Logan.—¿Quémeestoyperdiendo?—Agitolamanoentrelosdos.—Nada.—Logan me pone la mano en el hombro y me aparto—.

¿Porquélaestásbuscando,exactamente?—¿Túquécrees?—respondorápidamente,nomuysegurodesi les

estoymintiendoosivuelvoaentrar en la Apuesta. Sí, todavía estoy, pero en estemomento sólo

quierosaberadóndecoñohaido.—Ya.—NateledacodazosaLogancomomisamigosyyosolíamos

hacerenelcolegio—.Puessehalargado.Lahevistosalirporlapuertaprincipal.—Y¿lahasdejado?—¿Si la he dejado? ¿Y amí quémásme da si viene o se va?A ti

tampocodeberíaimportarte...Digoyo—replicaNate,eintercambiaunamiradaconLogan.—¿DóndeestáZed?—lespregunto.Consuerte,lapreguntaleshará

pensarqueloquemásmepreocupaesquemesaqueventaja.Ambosmeneanlacabezayseencogendehombros,luegovuelvena

charlardesusmierdascomosihubieranperdidotodointerésenelasunto.Mealejodeellosapretandolospuños.¿Habrállamadoaunaamiga

paraquevengaarecogerla?Pero ¿tendrá amigas? Parece de las que miran a los demás por

encimadelhombroyporesonadiequiereseramigosuyo.Enesoescomoyo.Sóloqueellaesunpoco

menosdesagradable.Sólounpoco.Estoysegurodequenoes tan tontacomoparavolverandandoa la

residencia,quesoncincokilómetros.¿Estonta?No.¿Escabezota?Amásnopoder.Recorro los pasillos de la planta de arriba una vez más para

asegurarmedequenoestáenlacasa.Nohaynadieenmicuarto.Esperabaquefueraungranoenelculoy

volvieraacolarseenmihabitación.Esperabapillarlasentadaenlacamaconunodemislibrosenlamano.

Perono,tienequeserdifícilymarcharsedecasa.Sola.Sola.

Joder,estávagandoporlascallesellasola.¿Qué clase de...? Joder,me pone de los nervios. ¿Podríamos haber

escogidoaunachicamásdifícilparalaApuesta?Nidecoña.—¡Nate! —grito su nombre por encima de la música y bajo

corriendolaescalera.—¿Qué? ¿Tienes prisa?—me dice con una sonrisa burlona en los

labios.Frenoalllegarabajo.—No,sólo...—Meapartoelpelodelafrente—.Estoybuscandoala

morena,ladelacamisetanegradetirantesconunbuenpardemelones.—Pongo las manos delante del pecho para representar la anatomía de lamujerquemeheinventado.

Natebajalamiradaysonríe.Apenaspuedoverlaspalabrasquellevatatuadasenelinteriordel

labioinferiorcuandodice:—Ah,lopillo.LeguiñaelojoaLoganyseríe.—Bueno,puesmevoyabuscarla...—Medoylavueltarápidamentey

losoigodespotricarmientrasmealejo.Salgo de la casa sinmirar atrás ymemeto en el coche. Las calles

estándesiertas.Nohayniunalma,ynirastrodeella.Doyunpardevueltasmásalamanzanaydecidoirasuresidencia.

Yadebedeestarallí.Tienequeestarallí.Cuandollegoalaresidenciamedoycuentadequellevodoshorasen

lacalle.LapuertadesuhabitaciónseabresinproblemasymeencuentroaStephyaTristanensucama.Ellanollevacamisetaysusmanosrecorreneltorsodesnudodeél.Dejadebesarloysesienta.

—¿Qué quieres? —Steph se relame y restriega por la boca losúltimosrestosdepintalabios.

—¿DóndeestáTheresa?—lespregunto.Tristanalargaelbrazoparacogersucamiseta,pero

Stephesmásrápidaylatiraalsuelo—.¿Ybien?—insisto.—Aquínoestá.Lahemosadelantadoporelcamino.—Stephpegala

bocaalcuellodeTristany

yohagocomoquevoyavomitar.—¿La habéis adelantado? ¿La habéis visto volver andando y no

habéisparadoarecogerla?—Meagacho,recojolacamisetadeTristanyselatiro.Lescaeenlacara.Tristanselevantadelacamayyovoyhacialapuerta.—Stephmedijoquenoparara—dicemientrassevavistiendo.—¿Teparecebonito?—replicomirándolafijamente.Ellaseechaareír.—Nolevaapasarnada,ylevendrábienandarunpoco.—Eh.—Tristanledauncodazoylamiracondesaprobación.Stephponelosojosenblanco.—Vestíosylargaos.Notardaráenllegar—lesdigo.—Éstaesmihabitación.Nomevoyaningunaparte—replicaSteph.—Venga.—Medevanolossesosbuscandounabuenarazónparaque

sevayan—.Necesitoestarasolasconella.Stephseríeagusto.—¿Paraqué?¿Parafollártela?—Estoytrabajandoenello,sí.—Vamos a mi casa. Seguro que Nate no está —dice Tristan, y le

recogeunmechóndetrásdelaoreja.Ellasonríeyasiente.Cuandosevan,mesientoenlacamadeTessa.Intentodecidirsidebo

curiosearlelascosasonocuandoapareceenelumbraldelapuerta.Pareceunpocomásaltay

tienelospuñosapretados.Echachispaspor losojosy tratadecontenerel cabreoqueamenazacon

reventarla.Encuantolesonrío,explota.—¡Vengaya!—dice altoy convozdepito, dandomanotazos en el

aire.—¿Dónde estabas? —le pregunto tranquilamente, con un tono

opuestoalfuegoqueardeensuinterior—. He estado dando vueltas con el coche intentando

encontrartedurantecasidoshoras.—¿Cómo?¿Porqué?—mepregunta.Suexpresiónesunamezclade

exasperaciónydeconfusión.

Tienelasmejillassonrosadasporlabrisafrescadelotoño,yelpeloalborotadoporelvientonoparece lamelenaderizosperfectosa laquemetieneacostumbrado.

Noconsigodeciralgoqueloexpliquetodo,sinoquesuelto:—Esquenomeparecebuenaideaqueandesporahídenoche,sola.Seechaareíracarcajadas.Seestáriendo.Nadamásynadamenos;

pero¿quélepasa?Esunarisasalvaje, diametralmente opuesta a sus sonrisas modositas y su risa

forzada.Pareceunaloca.—Lárgate, Hardin. ¡Lárgate! —dice cuando su risa se torna más

suave.—Theresa,yo...Peromeinterrumpenlosgolpesenlapuerta.—¡Theresa! ¡Theresa Young, abre la puerta ahora mismo! —Los

chillidosdeunamujercortanelaire.—Joder,Hardin,métete en el armario—susurraTessa cogiéndome

delbrazoylevantándomedelacamadeuntirón.—No pienso esconderme en el armario. Tienes dieciocho años—

protesto.Tessaseapresurahastaelespejo,seinspeccionalacaraysearregla

elpeloalborotado.Correalaotrapuntadelahabitaciónconeltubodedentífricoenlamano,lo

aprieta,sacaunpocodepastayselafrotaporlalengua.Escomoveraunaadolescentealaquehan

pilladosaliendoahurtadillasdecasadesumamá.Caminahistéricahacia lapuertayabreconmano

temblorosa.—Hola. ¿Qué hacéis aquí?—le pregunta Tessa a sumadre cuando

éstacruzaelumbral.Lamujerdomina lahabitaciónunmomentoantesdequeentreotra

persona.Eselpavodelotrodía.Noah.

LamadredeTessavienedirectahaciamí, peroyo sólo tengoojospara el chico.El noviodeTessa, el famosoNoah.Supelo es unpar de

tonos más claro que el de ella, lleva una suave rebeca de punto y lospantalones sin una arruga. Es increíble que, con lo temprano que es,parezcaunsoldado

dejuguetepijoalquetodavíanohansacadodelacaja.¿Quéhaceaquí?¿Vatanenseriolosuyo?¿Hasidoélquienhallamadoalamadre,comosifueraelpolicíade

lamoral?Lamujerrespirahondoyselosacatododelpecho.—¿Éstaes la razónpor laquenocontestabasal teléfono? ¡¿Porque

tienes a este...—gesticula señalándome igual que hace su hija— a este...macarra...tatuadometidoentuhabitaciónalasseisdelamañana?!

«¿Macarra tatuado?» ¿Qué les pasa a estas dos, que insultan comoniñasdeprimaria?

Tessasecuadra,seponerectaysepreparapararepartirleña.Bueno, al menos ahora ya sé de dónde ha sacado sus aires de

superioridad.Yelporte,lascurvasylachispa.Estálanzándolecuchillosasumadreconlamirada,perola

mujerparecenodarsecuentadelmodoenquesuhijaclavalasuñasenlaspalmasdelasmanos.O

decómolapieldesucuellohaadquirido un tono rosado. No parece darse cuenta de nada. Ni

tampocoelseñorPerfecto.Estome cabrea, que reprendan aTessa por comportarse como una

universitarianormal.Sienrealidadesmuchomásmoderadaquetodalagentequeconozco.Su

madredeberíaestarorgullosadeella.—¿Es esto lo que haces en la universidad, jovencita? ¿Pasarte la

nocheenvelaytraerachicosatu habitación? —dice la mujer echando humo—. El pobre Noah

estabapreocupadísimoporti,yhemos conducido hasta aquí para sorprenderte relacionándote con

estosextraños.¿«Extraños»?PorlaformaenqueNoahseretirahacialapuertasin

darsenicuentamientraslamujer sube la voz..., me da la impresión de que le han lavado el

cerebroaúnmásquealapequeñaTessa.

Nopuedoevitarlo.AbrolabocaantesdequeTessatengaocasióndecontestar.

—En realidad, acabo de llegar. Y Tessa no estaba haciendo nadamalo.

Tessamemiraconlabocaabiertacomosiestuvieramaldelacabezaporenfrentarmeasu

madre. Por su parte, la mujer tampoco sale de su asombro. Suincredulidadhacequemeríapordentro:estagentenosabedeloquesoycapaz.

—¿Disculpa? No estaba hablando contigo. Ni siquiera sé qué hacealguiencomotúcercademi

hija.Elcretinodelrincónpermaneceensilencio,comounniñobueno.—Madre... —dice Tessa intentando sonar lo más amenazadora

posible.Memirauninstante,susojosmásdurosquedecostumbre.Nosésiel

fuegoqueemananesdevergüenzaoderabia.Sumadreniseinmuta.—Tessa,estásdescontrolada—masculla—.Puedoolerelalcoholen

tualientodesdeaquí,eimagino que eso ha sido gracias a la influencia de tu encantadora

compañeradehabitaciónydeéste—dicemirándomedirectamente,señalándomeconeldedo.Simeconociera,bajaríaesededo.—Tengo dieciocho años, mamá—empieza a decir Tessa, pero ya

suenaavencida—.Nohebebido nunca antes ni he hecho nadamalo. Sólo estoy haciendo lo

quehacentodoslosdemásestudiantes.Sientoquesemeagotaralabateríadelmóvilyquehayáis

conducidotodoelcaminohastaaquí,peroestoybien.Tessasesientaenelbordedelasilla.Nomegustaloincómodaque

lahacensentir.Meresultaunaextrañaahísentada,esperandoelpróximogolpedelacabronade

sumadre.Nomemuevo.Nisiquieracuandoelhuracánenlosojosdelamujer

vuelveacaersobremí.

—Joven,¿teimportaríadejarnosasolasunminuto?Nomeloestápidiendo.Ylode«joven»parecemuyeducado,peroen

realidadestáhaciendolaguarrada esa que consiste en ningunearme mientras aparenta ser

razonable.Hecrecidoentreniñosbien.Meconozcolajugada.MiroaTheresaymeasegurodequeentiendaquenopiensoirmea

menosquesesientacapazdeenfrentarse a sumadre y a su novio ella sola.Asiente, pero veo la

confusiónensusojosgrises.Mevoy,comomehanpedido,conelpechoenllamas.

ONCE

Cuando empezó a verla en sueños, le dio miedo. Lo estabaengullendoporcompleto,centímetroacentímetro,llevándoselotodo.

Loaterrorizabapensarlascosasqueleharíacuandoestuvieradentro.Noqueríaconsentirlo,peronoteníafuerzaspararesistirse.

Siempre se había creído fuerte, el amo y señor de todo, hasta quellegóellaylequitólacorona.

EsperoyesperoaqueseabralapuertadelahabitacióndeTessaysumadreysucompinchesemarchen.Pasanlosminutosyempiezoadudardemicordura.

«¿Porqué la estoyesperando?¿Quévoyadecirle cuando sevayanlasvisitas?¿Querráhablar

conmigo?»Talvezsí,simedisculpoporhaberdejadoquemebese.Conesosesolucionaríantodos

losproblemas.Alfin,lapuertaseabreysalesumadre,mirándomeconarrogancia

mientrasyosigoapoyadoenlapuertadelahabitacióndeenfrente.Detrásdeella,Tessa,cogidade

lamanodeNoah.Meenderezo,nomuysegurodequédecir,perosintiendoquehede

decir,dehacer,algo.—Vamosalcentro—mediceTessa.¿Quépuedohacerexceptoasentirydejarquesevayan?NopuedoapartarlavistadelamanodeTessaentrelazadaconlade

sunovio.Ellaseruborizaylaretira,ysumadremededicalasonrisamásfalsaquehevistoenmi

vida.—Nomegustanadaesetío—oigoquediceelseñorPerfecto.—Amítampoco—respondeTessaenvozbaja.Mejor.Porqueamíellatampocomegusta.

Cuando vuelvo al coche, elmóvil vibra en el salpicadero. Lo cojoparacontestarencuantoveoelnombredeMollyenlapantalla.Diceunasolafrase:«Estoytirándomedelospelos»,ycuelga.

CincominutosdespuésentroenelapartamentodeMollysinllamaralapuertaysucompañerade

pisomemiramal. Le sale humo de la boca. El blanco de sus ojosparpadeabajounadensacapade

máscaradepestañasyledaotracaladaalcigarrillo.—Estáensucuarto.Molly está en la cama, con la cabeza sobre una montaña de

almohadasylaspiernasdesnudasabiertas. Su habitación es pequeña, las paredes azul claro están

cubiertasdefotosderevistasdemoda.Casi todas son en blanco y negro. Las ha recortado y pegado con

cintaadhesiva.Lacamaestáenlaparedopuestaa lapuertayeldormitoriono tieneventanas.Odiaría

quedarmeencerradoenuncuartosinventanas.Normalqueellanuncaestéaquí.Mehaceungestopara queme tumbe con ella en la cama.Lleva el

pelorosarecogidoenunmoñodesordenadoenloaltodelacoronilla.—Miraaquiéntenemosaquí—dicecuandomesientoasulado.Se levantamás la falda y deja al descubierto las bragas negras. Se

pasalasmanosporlosmuslos,acariciandolosbordesdeencaje.—Mehasllamadotú—lerecuerdo.—Ytúhasvenido—contestaconsarcasmoyorgullo.—Noteemociones.Meaburríaytehasofrecido.Me encojo de hombros y la miro. Tiene el ceño fruncido, finge

sentirseofendida.—Esoesverdad.—Seríeymeneolacabezaantesudesvergüenza.Mollytienelamanofríacuandomerodeaelbrazoymeatraehacia

sí.Lascicatricesdesumuñecabrillanalamedialuzdelalámparadelamesilladenoche.

Sus labios se cierran sobremi cuello e intento no imaginarme loslabioscarnososdeTessa.

Mollyseencaramaamicuerpoysusmanosbuscan losbotonesde

misvaqueros.Losdesabrochaconsolturaymebaja lospantalonesyloscalzoncillos.Melevantopara

ayudarlaadesvestirmemientrasintentoconvencermedequeestomeapetece.Dequeesdivertido.De

que es lo que hace la gente como yo para pasárselo bien. Gente comoMollyycomoyo,gente tarada.Yo tengomisproblemasyella tiene lossuyos,aunque,porfortuna,nohaintentadocontármelosynomeimportanlosuficiente

comoparaquemehayaplanteadopreguntarleporellos.Séqueellaescomoyo.Nonecesitosaber

más.Sulengualamelapuntademipolla,jugandoconmigo.Nomegusta

quemeprovoquen,asíquecojolamatadepelorosayselametotodaenlaboca.Seatragantay

lasuelto.Séquelegustaduro,dehecho,muchomásdurodeloqueestoydispuestoahacerconella.Tirode losmechonesdeTessaque tengoen lamano.Suboca está

caliente,húmeda.Sulenguaesmásagresivade loque imaginabay susmanos sedeslizanpormis

muslos.Norecordabaquellevaralasuñastanlargas.—Hardin...—gime.Ledaotrolametónyselameteentreloslabios.

Suvozesdemasiadoagudaymesuenarara.—Joder,Tessa.Encuantolodigo,loslabioscarnososdeTessasedesinflan.Mollysetensayseaparta.—¿Enserio?Meaclarolagarganta.—¿Qué?Ponelosojosenblanco.—Teheoído.—Nohasoídonaday,aunqueasífuera,nohagascomoquenuncame

hasllamadoLog...—Cállate. —Levanta una mano y la agita con gesto teatral—.

¿Quieresqueacabe?Y,sinmás,sulenguavuelveaserjuguetonaymedoycuentadeque

me está mirando con una extraña simpatía, como si necesitara sentirlástimademíoalgunachorradasemejante.

Esomecabrea.Está tansolay tan jodidacomoyo...¿Quiénsecreequeesparasentirlástimapor

mí?—No.Mesubolospantalones,melevantoymemetoelmóvilenelbolsillo.

Siguemirándomeconlamismacara.Mienfadonosignificanadaparaella.—Novoyaacompañartea lapuerta—mesueltaconunacarcajada,

devueltaasunihilismohabitualporuninstante.Peroluegoañade—:Muchocuidadoconlo

quehaces.Laschicascomoellanuncaacabancontaradoscomotú.Memiraconmáslástimaaúnqueantesymedanganasdevomitaren

sualfombranegra.Séqueni siquiera está intentando insultarme, está siendo clara y sincera,

perononecesitosusconsejos.Noquiero«acabar»conTessa.Quierofollármelaypunto.Sinunapalabramás,melargodeallíyvuelvoacasa.

DOCE

Losgolpesenlapuertanocesan.Elhombrealotroladomellamaporminombreeintentonohacerel

menorruidocuandoabroelarmarioymeescondodentro.Locierroyespero,tapándomelosoídosmientraslosgolpessoncadavezmásfuertes.

—¡Salahoramismo!—resuenasuvoz.Mi padre está borracho de nuevo. Ahora se emborracha todas las

noches.Conunúltimogolpe,tiraalsuelolapuertademadera,yelcrujidome

produceunescalofríoqueasciendepormicolumnavertebral.Detestotenerlemiedo,nodebería

tenérselo.Tengodiezañosysoybastantealtoparamiedad.Deberíasercapazdedefenderme.¿Porquétengomiedo?Porquesoypatético.Suvozsemezclacon lasvocesdeotroshombres...,¿estánaquí?No

estoyseguro.Nodeberían,porqueestáél,peropuedeque,detodasformas,tampoconosproteja.

Lapuertadelarmarioseabreymepegoalaparedhastaquenotengodóndeesconderme.

Medespiertoconunalarido,gritandoenelespaciovacíoysolitario.Llevotresdíassinsalirdela

habitaciónynomehallamadoniunasolapersona,nadiehallamadoamipuerta.Sinembargo,he

adelantado mucho trabajo que tenía pendiente. No quierotropezármela.NoquieroverniaZednia

losdemás.Ellostampocohanvenidoaverme.

Es lo quepasa cuandouno es invisible: no le importas a nadie unamierdayatitampocoteimportanadienada.

Cojolacamisetanegrasuciaquehayenelsuelojuntoalacamaymesecoelsudordelafrente.

Tengoelpeloempapadoylavisiónborrosa,mezcladelpasadoydelpresente,aunqueporahoramantengofueradeestefollónelhechodequenotengofuturo.

Tampoco se puede decir que no tenga futuro. Seré uno de esoshombresquetrabajandemasiado,

follandemasiadoyvuelvenaunacasavacíatodaslasnoches.Tendrééxitoeconómicoyme

compraréunacasaaúnmásgrandequeladeKenynuncaloinvitaréaverla,comoDonDraperde

MadMen.Sóloparademostrarlo.Nosémuybienquéquierodemostrar,perorondaporahí.Enalguna

parte.Hoymelevantodelaputacama.

CuandollegoalcampusbuscoaTessadeinmediato.Hacetiempoquenolaveo.MepreguntosiZed

la habrá visto... ¿Habrá ganadopuntosmientras yo estaba recluido?Esmediamañana,estarásaliendo

deliteratura.Amenosquesehayafumadolaclase...Nidecoña.Entroeneledificiojustocuandoacabalaclaseyatiempo

deverlasalirdelaula.Sehahechoalgoenelpelo.Creoquesólose lohacortado.Lequeda

bien,igualqueantes,peroselohacambiadolojustoparaqueyolonote.Mepreguntosialguienmáslo

habránotado...CuandoveoasuinseparableLandonasulado,séqueélsíquelohanotado.Cómono.Echoaandardetrásdeellosydigo:—Tehascortadoelpelo,Theresa.Lahepilladoporsorpresa,perosevuelveymesaludarápidamente:—Hola,Hardin—yechaaandaraúnmásdeprisa.Sus zapatos planos rechinan contra el suelo como si se deslizara

sobreazulejos.¿Porquétienetantaprisapor...?Entonceslopillo:noquierequesuangelicalamigosepaquemeha

besado.Queprácticamentesearrojóamisbrazos.Suincomodidadesundesafíoquenopuedopasarporalto.—¿Quétalelfindesemana?—preguntoconunagransonrisa.

Comorespuesta,cogeaLandondelbrazo,sepegaaélyhuyedemíatodavelocidad.

—Bien.Bueno,¡yanosveremos!—dicesinmiraratrás.Tira de Landon hacia la puerta principal y los dejo ir. Se me han

pasadolasganasdeverla.Deambulopor las callesdel campus,de caminoal coche,despacio.

Lodeiraclasesemehacemuycuestaarriba.AlospocosminutosmeencuentroaZedsentadoenunbancoenel

exteriordeledificiodeciencias,conuncigarrilloenlaboca.Alzalavistaymemira.Lesalehumodeentreloslabios.—Hola.—Hola.—Nosésideberíasentarmeolargarme.—¿Hasavanzadoconlachica?—pregunta.—Sí,unpoco—miento—.¿Ytú?Esperoimpacienteaqueterminededarotracalada.—No.Empiezoasentirmeunpocomalalrespecto.¿Túno?—No—digo repitiendo lapalabraqueélusademasiadoamenudo.

Siemprees«no»estoy«no»lo otro, como si nada fuera lo bastante bueno para merecer su

atención,demasiadopocacosaparaquesemolesteenpronunciarunapalabrademásdeunasílaba.Zed se encogedehombrosydecido ir aporTessa ahoraqueél se

estácomportandocomouncaguetaquefumademasiado.Detestoeloloratabaco,merecuerdaa

casademimadre.Depequeñoapenas podía respirar por las densas nubes de humo, y casi puedo

sentir las vetas amarillas y pegajosas de alquitrán que cubrían el papeldescoloridodelasaladeestar.

Paramatareltiempomeparoatomaruncafé,peromeloterminoenmenosdedosminutos.La

gargantame escuece por lo caliente que estaba, ymepreguntoporquéestoytannervioso.

MelevantosinunobjetivoalavistaydecidoiralafacultaddeSteph,perometomomitiempo

parallegaryobservaratodoslosquepaseanporelcampus.Parejas

de la mano y corros de empollones que debaten con entusiasmo, unpuñadodeatletaspresuntuososque jueganconunapelota.Esdemasiadoparamí.

PorelpasillodelaresidenciaveoelpelorojodeSteph.—¡Hardin!¿Estabasbuscándomeamí?—preguntasaludándomecon

lamano.—Noexactamente.—Mirohacialapuertadesuhabitación.—Ah, ya entiendo.—Se ríe y se arregla el canalillo—.Vale, iré a

buscaralgoquehacerparaquepuedas pasar un rato con ella. —A medio camino de la salida, se

vuelveygrita—:¡Denada,gilipollas!—No voy a darte las gracias —musito por lo bajo, y llamo a la

puertadesucuarto.Oigo ruidodepapelesyun libroque secierra.Tessada seispasos

hacia lapuertayechounabocanadadeaireporelcuellode lacamisetaparacomprobarquenomehueleelaliento.

«¿Deverdadacabode...?»—Stephaúnnohavuelto—diceellanadamásabrirlapuerta.Paramisorpresa,nisiquieramemiraantesdeacercarsealacama,y

tampocomecierralapuertaenlasnarices.Empezamosbien.—Laesperaré.—MesientoenlacamadeStephymirolamitaddela

habitaciónquelecorrespondeaTessa.—Comoquieras—contestaconungruñidoy,congesto infantil, se

tapalacabezaconlamanta.Me río y observo su cuerpo inmóvil, me pregunto en qué estará

pensando.¿Seráunaespeciedecucúinversoquesesuponequemeharádesapareceroalgoasí?TamborileoconlosdedosenlacabeceradelacamadeStephconla

esperanzademolestaraTessa y que tenga que hablarme. No hay suerte. Pero a los pocos

minutossuenalaalarmadesumóvil.Sacaelbrazodedebajodelamantaylaapaga.

¿Vaasalir?¿Conquién?—¿Vasaalgunaparte?—lepregunto.

—No.—Seincorpora, lamantacaeydejaaldescubiertosucaradepocosamigos—.Quería

descansarveinteminutos.

—¿Te pones la alarma para asegurarte de que sólo te echas veinteminutosdesiesta?—Merío,

deseandomentalmentepoderdormirdevezencuando.—Puessí,pero¿atiquémásteda?Laobservoordenarloslibrossegúnelhorariodeclases.Nodebería

percatarmedequeesoesloqueestáhaciendo,pero lohago.Nosécómopero,por lovisto, sé

muchodeella.Cogeunpequeñoarchivador y lo coloca con pulcritud junto a la pila de libros. Le

obsesionaelorden.—¿Tienes un trastorno obsesivo-compulsivo o algo así? —le

preguntoligeramentedivertido.—No,Hardin.No todoelmundoestáchifladoporquererhacer las

cosasdeunamaneraconcreta.Notienenadademaloserorganizado.Es tan condescendiente... La verdad es que es una chica muy

desagradable,apesardeparecerdulce.Meechoareíralpensarquesecreeperfectayrefinadacuando

enrealidadtieneunmalgeniohorribleyjuzgaalosdemáscomosifuerasutrabajo.Meacerco,intentandoencontrarlamaneradesacarladesuscasillas.

Sepicaconmuchafacilidad,no hace falta recurrir a nada serio. Echo un vistazo rápido a la

habitaciónenperfectoorden,lacamahechaconesmeroyloscuadriculadosmontonesdelibrosyapuntes.

Yalotengo.Cojounmontóndepapelesdelacamajustoenelprecisoinstanteen

quenuestrasmiradascoinciden. Tessa baja la vista, intentando encontrar el modo de

negociarconmigo.Intentacogerlos,perojuegoconella, los levantotodoloaltoquepuedoparaqueno

pueda hacerlo. Sopeso cuándo debo parar, respira con fuerza, su pechosube y baja y le tiembla el labio de rabia. La verdad es queme pone y

quieroirunpocomáslejos.Notantocomoparaquesecabreedeverdad,sólolojusto

parachincharlaytenerquecamelármeladenuevo.Lanzolospapelesalvueloycontemplocómolas

hojasblancasflotanporlahabitaciónantesdecaerdesperdigadasporelsuelo.Lamandíbulalellega

alsueloytienelasmejillasrojasdeira.—¡Recógelos!—explota.Meburlodeellaymepreguntosideverdadcreequevoyahacerlo

quemeordena.Talvez,siaccedearodearmipollaconloslabios...Subolasapuestas,cojootro

montóndepapelesylotirotambiénalsuelo.—¡Hardin,para!—Suvozsequiebraenelaire,amenazándome.Repito la jugada y entonces me sorprende: carga contra mí y me

empujalejosdelacama.—Vaya,parecequeaalguienno legustaque le toqueteensuscosas

—canturreoconsorna,riéndomeasucosta.Está muy enfadada, mucho más de lo que una persona normal se

enfadaríaporunatonteríaasí.—¡Puesno!¡Nomegusta!—gritaymeempujanuevamente.Meponesucabreo.Laenergíaquedesprendemeinsuflavida.Estoy

tanfuriosocomoellaynecesitoqueseamía.Yamismo.Doyunpasorápidohaciaella, lacojodelasmuñecasylaacorralo

contralapared.Semequedamirando,noseamilana,yveocómosusojospasandelafrustración

alasganasdecomerme.Sialgosésobremujeresescuándoestáncachondas,yTessaestáapuntode

caramelo.Laexcitaesta furiaapasionada, igualqueamí.Memiraa losojos antes de pasar rápidamente a la boca y es entonces cuando estoysegurodequequierequesuceda.Metienemuchasganas.Puedequenoleguste, pero la atraigo. «El sentimiento es mutuo», quiero decirle. Ledevuelvolamirada,conganasdedecirlequea

míellatampocomegusta,queloquehayentrenosotrosessólopuralujuria.Queestamoslosdos

igual.Queessólopasiónanimal,dealtovoltaje,peropasiónsinmás.

—Hardin,porfavor—susurra.Tienelavozronca,quierealavezquemevayayquelabese.Losé

porqueyoquierohuirlomáslejosposibledeestachicay,sinembargo,aquíestoy,conlamirada

pegadaasuboca.Supechosubey baja acelerado. Estiro el brazo, necesito tocarla, y en cuantomis

dedosrozansupiel,suspira.Memira fijamente, esperando. Le suelto la muñeca pero con una sola

manolesujetolasdos.Sulenguaseasoma,cubreellabioinferiorypierdoelcontrol.Esunsonidotan

leve,tandébil,quenosésisehadadocuentasiquieradehaberloemitido.Peroyoloheoído.Lohe

oídoymehadesarmado.Aprietoelcuerpocontraelsuyo,empotrándolaconsuavidadcontra

lapared.Gruñeenmibocaycon los brazos me rodea los hombros. Su lengua sigue a la mía,

perfectamentesincronizadaconmislabios, que la reclaman.La agarro de las caderas y la levanto para

tenerlaamialtura.Laabrazoconfuerzayelcorazónmelatetandeprisaymetienetancalientequeno

sécómoserécapazdedeteneresto.ElcuerpodeTessasigueencaramadoalmíoysubocanopara

derecibiralamíamientraslallevoalacama.Tessa me tira del pelo y pierdo la razón. Siento como si cada

centímetrodemicuerpoestuvieraesparcido por el pequeño dormitorio. Entonces gime. Respira

entrecortadamente,deprisa,apequeñasbocanadas.Mesientoen lacama,conellaencima.Lacolocoenmi

regazosindespegarlasmanosdesusgenerosascaderas.Séqueleestoyclavandolasuñas,señaldeque

micuerpoestá intentandocomprender loqueestápasando.Lohehechoantes,muchasveces;¿porquécoñoestoyperdiendoelcontrolahora?Nopuedocontrolarlo.

—Joder —mascullo al notar que la polla me va a reventar lospantalones.

Llevolasmanosasucinturaytirohaciaarribadeldobladillodesu

blusa.Gimeymeapartodeella para poder quitársela. Mis ojos van de sus pupilas a la boca

hinchadaycarnosayluegoalpecho.Llevaunsujetadornegroqueletapalastetas.Sinencaje,sinbrillos,

nadaespecial.Telanegragastada,esoestodo.Taninocente,tansosoytannormalquemeresultaatractivo.Memuerdoellabiointentandorecobrarelcontrolnecesarioparanoarrancarleelsosténdelcuerposuaveytibio.Tiene

lastetasredondas,llenas,sobresalenporelbordenegro.Yunlunarjustodondeacabaelcuello.

Quierobesarlo.Quierocubrirsucuerpoconlabocaysaborearsusjugoscuandomilengualahaga

correrse.—Eresmuysexi,Tess—lesusurroenlaboca.Ellajadeaymetrago

elincreíblesonido.Micontrolhacemutisporelforocuandoempiezaabalancearsecon

másfuerzasobremicuerpo.Laabrazoparasentirlaaúnmáscercademí...Tessa baja de un brinco de mi regazo y recoge su blusa. Se ha

despertadodeltranceenelqueestábamosyseestávistiendo,yeseneseinstantecuandooigoabrirselapuerta.

¿Cómo lo ha oído? ¿No estaba tan concentrada como yo? Yo nohabríaparadodeninguna

manera,niaunqueporesapuertaentraransumadrelainstitutrizyelseñorPerfecto.

PeroesSteph,concaradefingidasorpresa.Hevistoantesesacara,ymepreguntosiZedlehabrá

pagadoparaquevinieraainterrumpirnos.EsperoqueaTessano lecaigabiendeverdad,niquecreaqueson

amigas.Stephesmásfalsaquesupeloteñidodepolodefresa.—¿Quécoñomeheperdido?—preguntaStephconlasmanosenlas

caderas.—Nomucho—contestolevantándome.Stephme guiña el ojomientrasTessa contempla la pared, evitando

mirarlaalacara.Salgo de la habitación sin mirar atrás. No puedo decir nada o

explotaré.Elpechomeestámatando,tengoelcorazóndesbocadoysientoque

voyaenloquecer.Comoentrance,vuelvoacasa,amicuarto,ydecidodarmeladucha

máslargademividaparaintentar olvidar cómo me hace sentir esa chica tan rara y

sobreprotegida.Lacosasecomplica.Sesuponíaquenoibaacomplicarse.Sesuponíaquenomeibaaderretirporsumenteyporsubocaapartesiguales. Se suponía que no iba a pensar en lo prieta que la iba a sentiralrededordemipolla

mientras me la tiro suavemente. Se suponía que no iba a ponermecachondoalimaginarnoscogidos

delamano.Se suponía que iba a conseguir lo que quería, ganar la Apuesta, y

seguirconmivida.Despuésdenosécuántotiempo,elaguaempiezaaenfriarseysalgo

alcuartodebaño.Abroelarmario en busca de una toalla y me sonríe una botella de licor

marrónqueasaberquiénhaescondido,loquemerecuerdaelpoderqueejerce sobremí. Llevomucho sin abrir el armario, ¿por qué no puedodejar de pensar en él ahora? Por un lado, esperaba que uno de losresidentesdelacasa

selahubierabebido.Porotro,deseabaquenadielahubieratocado.Tengolamalacostumbredequerercontrolarlotodoenmivida.Por

ahora,desdequeestoysobrio,hesidocapazdeserplenamenteconscienteydecontrolarmis

pensamientosymisactos,perolosojosgrisesdeTessamemiranconfirmezaysumentebrillante

noparadesuplicarmequedescubratodossussecretos.Labotellamellamaycierroelarmariodeunportazo.Todavíatengoelcontrol.NodejaréqueniTessanilaputabotellamecontrolen.Nolopermitiré.Mequedomirandoaltechoy,cuandoporfinmemetoenlacama,sé

quemeesperaunalarganoche.

Estáoscuro,muyoscuroenelarmario.Estoycansadodeestaraquí

escondido,peronotengoadóndeir.Losgritosdemimadrenocesany,pormuchoquelabusqueenlaplantabaja,nolaencuentro.Laoigoperonolaveo.Aunqueaellossíquelosveo,aloshombres.Losveoyoigosusvoces,queretumbanenlasparedesdelapequeñaviviendaydemicabeza.

Se abre la puerta del armario yme acurruco en un rincón, rezandoparaquenomeveanydeseandoalmismotiempoquecesenlosgritosdemimadre.

Unamanoseacercaporelreducidoespacioybuscoalgoconloquedefenderme,algomás

contundentequeunapercha.—¿Hardin?—mellamaunavozdulceenlaoscuridad.Divide en dos las prendas colgadas y se mete dentro del armario,

mirándomealosojos.Tessa.¿Estáaquí?¿Cómoesposible?—Notengasmiedo,Hardin.Se sientaami lado.No tienemiedoy su cuerpoemanacalor.Lleva

unaflorenlaorejaymeofrecelas manos. Tiene tierra en las uñas y huele como a floristería, a

invernadero.Los gritos de mi madre ya no se oyen, y los latidos acelerados y

aterrorizadosdemicorazóncambianaunritmolentoycalmadocuandosumanitaseentrelazaconlamía.

Para cuando llego al campus, la cafeína me corre por las venas,mejoramivistaymeayudaaolvidarelsueñotanabsurdoquehetenido.

«¿QuéhacíaTessa enmi sueño? ¿Porquéhe soñadoconella?»NisiquieraeraTessatalycomo

es en el presente: era una versión de Tessa de pequeña, con losmofletesregordetesylosojosbrillantesyreconfortantesporlafeminidadprematura.Hasidoraro,rarodecojones,ynomegustaunpelo.

Aunqueme ha encantado poder dormir. Por una vez en la vida hepodidodormiryhoyme

siento...¿descansado?Porlomenos,estoymástranquilo.En clase de literatura me siento en primera fila, junto a dos sillas

vacías.Miroalfrente,esperandoqueempiecelaclase.Estoyluchandocontraeldeseodemirarhacia

lapuerta,deesperarla.Cuandoporfinecholavistaatrás,TessayLandonentranenelaula.

Ellasonríeysólotieneojospara él. Se ha hecho mucho más amiga del chaval de lo que

imaginaba.No me sorprendió que se cayeran bien... Pero no esperaba que la

amistaddeLandonsupusieraunaamenazamayorqueZedalahoradeganarlaApuesta.

TRECE

—HoyseráelúltimodíaquehablaremossobreOrgulloyprejuicio—nosinformaelprofesor—.

Espero que hayan disfrutado y, puesto que todos han leído el final,creoconvenientededicareldebate

dehoyalusodelaanticipacióndeAusten.Díganme,comolectores,¿esperabanqueDarcyyellaacabasensiendoparejaalfinal?

Tessalevantalamanoalinstanteyyomepongocómodo.Nofalla,esunasabelotodo.Igualque

Landon...Laparejadeamericanitosperfectos.—SeñoritaYoung—diceelprofesordándolelapalabra.ATessa se le ilumina lacara.Leencantahacer felicesa losdemás,

contentaratodoelmundo.Seguroquepuedosacarlepartido.Pongo fin a mi monólogo interior y aguardo pacientemente a que

suelteunrollosobreOrgulloyprejuicio. Si es tan inteligente como creo que es, puede ser

interesante.—Bueno, laprimeravezque leí lanovela, estabaenascuas todoel

tiempo,sinsabersiacabaríanjuntosono.Sí,apostaríaaqueacabanjuntos,igualqueapuestoaqueTessayel

perfectodeLandontendránlarelaciónperfecta.—Inclusoahoraque lahe leídoalmenosdiezveces, sigosintiendo

ciertaansiedadalprincipiodesu relación. El señor Darcy es tan cruel y dice cosas tan terribles

sobreElizabethysufamiliaquealleerlasnuncasésiellaserácapazdeperdonarlo,ymuchomenosde

amarlo.Tessa sonríe de oreja a oreja al acabar y coloca las manos con

eleganciaencimadellibro.Está

aguardando con emociónque el profesor le déunapalmadita en elhombroyledigalobuenaalumna

quees.Landonlamira,esperandoqueseiluminecomounarcoírisylesalgapurpurinadecoloresde

laspuntasdelosdedos.Voyafastidiarleselmomento.«Habla,Hardin.»Se me hace un nudo en la garganta. Sólo necesito unas pocas

palabras.Meacuerdodemimadre:«Respirahondo,Hardin.Erescapazdehablarenpúblico...».Siempre

medecíaquenomepreocupara.«Mucha gente tiene ansiedad social, Hardin. No es nada de lo que

debasavergonzarte.»Noesquetengaansiedadsocial.Esquenomegustalagente.—Quéchorrada—digoconunavozaltayclaraquellenaelsilencio

delaula.—¿Señor Scott? ¿Le gustaría añadir algo?—pregunta el profesor,

sorprendidodequeparticipeenclase.—Claro.—Meinclinohaciaadelante.Tessaponecaradepóquer.Está

flipando,perolodisimulabien—.Hedichoqueesoesunachorrada.Lasmujeresdeseanloque

no pueden tener. La actitud grosera del señorDarcy es lo que hace queElizabeth se sienta atraída hacia él, de modo que era evidente queacabaríanjuntos.

Dicho lo cual, bajo la vista y me entretengo arrancándome lascutículas.

—No es cierto que las mujeres deseen lo que no pueden tener—contestaTessa.Lamirocontoda

latranquilidadquesoycapazdeaparentar—.ElseñorDarcysóloeramezquinoconellaporqueera

demasiado orgulloso para admitir que la amaba. Cuando dejó decomportarsedeesaformatan

detestable, Elizabeth se dio cuenta de que en realidad estabaenamorado de ella.—Y, para enfatizar sus apasionadas palabras, da unfuertepuñetazosobreelpupitre.

Echounvistazoamialrededor,todalaclasenosmirasinsaberqué

esperar.LahermanademiamigoDanestásentadaenprimerafilaymesonríesinpudor.Notocómosemeclavanlasmiradasdelosdemásestudiantes.Tengo

quecontestarle.Tengoquehablar.—Noséconquéclasedetíostehasrelacionado,peroopinoque,siél

laamara,nohabríasidomezquinoconella—digo.«Igualqueséque tunoviodeahoray tu

futuronovio,elpeleledeLandon,nosonmaloscontigo.No teplantancara»—.Laúnicarazónpor la

queacabópidiendosumanoenmatrimoniofueporqueellanoparabadelanzarseasusbrazos.«¿ElizabethibadetrásdeDarcy?»No,todolocontrario.«¿Tessavadetrásdemí?»No,todolocontrario.Peronovoyadejarlaganarsinmás.—¡Ellanoselanzabaasusbrazos!¡Éllamanipulaba,lehacíacreer

queeraamableyseaprovechabadesudebilidad!—¿Que él la manipulaba? Léetelo otra vez, es ella... —hago una

pausa,tengolacabezahechaunlío y no hablo con coherencia—, quiero decir, que ella estaba tan

aburridaconsuvidaaburridaquetenía que buscar emociones en alguna parte, de modo que sí, ¡se

lanzabaasusbrazos!Mecallo,sorprendidoporquese lohedichogritandoyporquemis

manosamoratadasseagarranconfuerzaaunaesquinadelpupitregastado.—¡Bueno,igualsiélnohubierasidotanmujeriego,lohabríadejado

estardespuésdelaprimeravezenlugardepresentarseensuhabitación!Para cuando ha terminado, las risitas, los murmullos y las bocas

abiertasindicanquetodoelmundohaentendidodequévanuestropequeñoespectáculo.«Lectura

envivoyendirecto»,deberíancolgaruncartelasíenlapuertadelaula.«¿Mujeriego?»Es posible que me haya acostado con media facultad y que haya

cometidomáserroresqueella(ysemehayanolvidadolamitad),peroalmenosnosoyunaremilgada,

unapuritanayunaesnobqueva por ahí juzgando a todo el mundo. ¿Qué cara pondría si yo la

llamaralomismoqueellamehallamadoamíperoenfemenino?—Bien,esunadiscusiónmuyagitada—diceelprofesorconcarade

pánico,preocupadoporquelasemocioneshumanashanestropeadolalecciónquetraíapreparada

—.Creoqueyahemoshabladosuficientementedeltemaporhoy...Tessa coge su bolsa, se la lleva al pecho y corre hacia la puerta.

Landonpermaneceensusitio,nunca sabequéhacer cuando las cosas seponen tensas.Talvez sea

porquesuvidahasidosiempreperfecta. Seguro que su madre lo esperaba todas las mañanas con

magdalenasreciénhechasyglaseadasconamorantesdeenviarloalcolegio.Yo tenía que prepararme un cuenco de Cheerios revenidos y me

tocabaolerlalecheparaversiestabaagria.Noexistemenúniprogramapara loque,por lovisto,

estamoshaciendoTessayyo.Salgodelaclasecomounrayo.Tessanovaaescaparsedetodoslos

conflictosqueprovoca.Senotaqueestáacostumbradaaeso,asalirsesiempreconlasuya.—¡Novasahuirestavez,Theresa!—legrito.Todo elmundomemira, pero ella sigue andando por el pasillo y

tengoquecorrerparaalcanzarla.Sevuelvepara salir al exteriory la cojodelbrazopara

detenerla.Meapartadeunempujón.—¿Porqué siempreme coges así? ¡Comovuelvas a agarrarmedel

brazo,tedoyuntortazo!—Parecefuriosayestágritando.Vuelvoacogerladelbrazo.Nipestañea.—¿Quéquieres,Hardin?¿Decirmequeestoydesesperada?¿Reírtede

mípordejarquetemeacerques otra vez? Estoy harta de este jueguecito... —Da patadas

mientrashablaymanotazosalaire,comosiempre.Mehacegraciacómohablaconlasmanos.No se calla ni debajo del agua. La verdad es que no sé qué está

diciendo.Sóloestáenfadada,furiosaconmigo,comosihubieraperdidolachaveta. Cuando está con Landon es toda sonrisas y tranquilidad.Conmigo, todo es rabia y electricidad. Le brillan los ojos, de ira o detristeza, no estoy seguro. Pero al menos sé que todavía soy capaz deprovocarunarespuestaemocional.

—Es verdad que saco lo peor de ti, ¿eh?—Mis dedos hurgan unpequeñoagujero,una

quemadura, en elbajodemi camisetanegra—.Noestoy jugandoanadacontigo.

Veoqueseestáformandouncorroanuestroalrededorymepasolasmanosporelpelo.¿Porqué

conellatodotienequesertandramático?Tessasefrotalassienesconlosdedos.—Entonces ¿qué estás haciendo? Porque tus cambios de humorme

dandolordecabeza.Intentocogerlelosbrazosconternura,paracaptarsuatención.Nose

resisteylallevoaunpequeñocallejónentredosedificiosmientraslanzomiradasasesinasparaquenadiesenosacerque.

Noquieroquenadieescuchelaconversación,quenadie lapresioneparaquepongacaradeserlaperfecciónabsoluta.

La miro y admiro su compostura. Parece estar calmada, neutral, apesardelocercaqueestán

nuestros cuerpos. Veo una grieta en su coraza cuando sus ojosencuentranlosmíosytragasalivacon

labiostemblorosos.—Tess,yo...Noséloqueestoyhaciendo.Túmebesasteprimero,¿no

esasí?—ledigo.Noimportaquehayaestadopensandoenelsabordesuslabiosenlos

míostodoslosdíasdesdeentonces.Elladioelprimerpaso,esunargumentoirrefutable.—Sí..., estaba borracha, ¿recuerdas?—dice cabizbaja, avergonzada

—.Ytúmebesasteprimeroayer.Jamás admitirá queme deseaba. Siempre encontrará alguna excusa.

Empiezaatocarmelasnaricessuconstanteestadodenegación.Sentí cómo florecía conmi beso. Puede que ellame odie, pero su

cuerpono.—Sí...,ytúnomedetuviste.—Hagounapausaparadarledramatismo

yvercómoaparecelacuriosidadensumirada—.Debedeseragotador.

—¿El qué? —pregunta con la barbilla levantada en un gesto casidesafiante.

—Fingirquenomedeseas,cuandoambossabemosquesí lohaces.—Doyunpasohaciaellaa

propósitoparaquesuespaldatoquelaparedquetienedetrás.Sequedamuyquieta,comosisucuerposehubieradadocuentadelo

queellaquieredeverdad.Peroentoncessucabezavuelveatomarlasriendasymesuelta:—¿Qué?Yo no te deseo, Hardin. Tengo novio.—Le está costando

muchofingirquehablaconcalma.Sonríolevemente.—Unnovioconelqueteaburres.Admítelo,Tess.Nomelodigassi

noquieres,peroadmítelopara timisma.Te aburres con él.—Pronuncio cadapalabra lomás

lentamenteposible,acercandomicaraalasuya.Sus ojos van hacia mi boca, por supuesto. Está sopesando sus

opciones.Debedeestarrecordandocómolabesé,porqueseacaricialoslabios.Estáatrapada,conmigo.

Sudeseoylaardientecuriosidadsexualquesientehaciamínolepermitensalircorriendo.Estavezno.—¿Algunaveztehahechosentircomotehagosentiryo?—Séquees

unaexageración,perotengocuriosidadporsaberlo.—¿Qué?Porsupuestoquesí—replica,tratandodeinsistir.Nomelotrago.Sonabamássincerahablandodeunanovelaclásica

quedelacapacidaddesuadorablenovioparasatisfacerla.

—No...,noesverdad.Esobvioquenuncatehantocado...quenuncatehantocadodeverdad.

Entreabre los labios y casi puedo oír su corazón galopando en elpecho.Mepreguntocómome

veráella. ¿Noentiendeque su respiraciónentrecortaday sus labioscarnososmevuelvenloco?

¿Habrá algo en mis ojos que le diga que quiero cogerla del pelo,volverlelacarahaciamíybesarla

enlaboca?Sucuerpolosabe.Sucuerpolosabe.—Esonoesasuntotuyo.Noquiere admitirlo.Cuandouno se escondedetrásdeunamáscara

durantetantotiempocomolohahechoella,escasiimposiblequitársela.Oeso,oesellalaquese

sienteinvisible.—Notienesniideadelobienquepuedohacertesentir.—Meacerco

más.«Dejaqueteconvenza,dejaquetelodemuestre»,quierorogarle.Vuelveatocarlaparedconlaespaldaymiraalrededor,tratandode

encontrarunmododealejarsedemí.Lecuestarespirar,estáclaroqueleafecto.Porfin.—Nohacefaltaqueloadmitas—digo—.Losé.Deja escapar un grito quedo, un sonido aparentemente inocente,

aunqueyoséquenoloes.Séquequieremás,quesumenteysucuerpoansíanmás.—Setehaaceleradoelpulso,¿verdad?Ytieneslabocaseca.Piensas

en mí y notas eso... ahí abajo. ¿Verdad, Theresa?—Imagino su cuerpodesnudo abierto de piernas debajo de mí, mi dedo vagando por lahumedaddesucoñoempapado.

Cogeaireeintentadesviarlamirada,perofracasamiserablemente.—Teequivocas.—Sabequetengorazón.—Yonuncame equivoco.—Sonrío.Vacila y se recoge unmechón

revoltosodetrásdelaoreja—.Noenesto.Respirahondoyséquevaacantarmelascuarenta.—¿Porquénoparasdedecirquemelanzoatusbrazossierestúel

quemearrinconaahora?

—Porque fuiste tú quien hizo el primer movimiento. No memalinterpretes—merío—,amíme

sorprendiótantocomoati.—Estaba borracha y había sido una noche muy larga, como bien

sabes.Estabaconfundidaporqueestabassiendoamableconmigo;bueno,tuversióndeseramable.«¿Mi versión de ser amable?» Con ella suelo ser amable.

Superamable,ahoraquetengounarazónparaserlo.MevienealacabezalaApuestaymeobligoapisar

conmenosfuerzadelohabitual.Tessa se aleja demí y se sienta en la acera de hormigón. Echo un

vistazoparacomprobarquenohaynadiemirándonos,parecequenadiehanotadonuestrapresencia.—Yo no soy mezquino contigo —digo, aunque empiezo a

preguntarmesiellacreequesí.—Sí que lo eres. Te pasas mucho conmigo. Bueno, en realidad te

pasascontodoelmundo.Peroparecequeconmigoteensañas.«¿Mezquino?» La trato tan bien como trataría a un gatito. He sido

tododulzuraconella.—Eso no es verdad. No soy peor contigo que con el resto de la

población—bromeo.ATessano lehacegracia.Sipudiera,memandaríaa la lunadeun

puñetazo.Seponeenpiedeunsalto.—¡Noséporquésigomalgastandoeltiempocontigo!Vaamarcharse.Noquieroquesevaya.¿Osí?No,noquiero.Nosemedabienpedirdisculpas,sobretodocuando

noveonecesidaddehacerlo,perohededejardesertantestarudoydecirquelosiento.Secalma

enseguidaconunadisculpa,loheaprendidopronto.—Venga,perdona.Vuelveaquí—digoconeltonopersuasivoquesé

quelesgustaalaschicas.Se yergue y yo me siento en la acera, cerca de donde ella estaba

sentada.—Siéntate—lepidodandounaspalmaditasamilado.

Ellaresoplayobedece.Cruzalaspiernasysuspira.Mesorprendelatranquilidadquesientoalsaberquemehaconcedidoelperdón.

—Estás demasiado lejos —bromeo. Me mira y pone los ojos enblanco—.¿Noconfíasenmí?—

Yamesélarespuesta.Esevidentequenosefía,peroquierehacerlo.Quieroqueconfíeen

mímásdeloquemeveocapazdeadmitir.—No,claroqueno.¿Porquéibaahacerlo?—replica.Suspalabras

sonrápidasypunzantes.Retrocedo. Yo tampoco confío en ella, pero no hacía falta que

contestaratanrápido.Esevidenteque siente cierta atracción haciamí, de lo contrario no estaríamos

teniendo esta conversación. Está aquí porque siente algo, por poco quesea.

—¿Podemosdecidiryasivamosamantenernosalejadoselunodelotrooaseramigos?No

quieroseguirpeleándomecontigo.Tampoco es que nos peleemos tanto, sólo hablamosmás de lo que

ningunodelosdosesperaba.Mepeleomenosconella,yhablomuchomás,queconKen.Esoes

muchodecir.Noshemosacostumbrado.SeríararonovolveraveraTessa.Mehe

acostumbradoasuimpertinencia y a cómo sus ojos delatan lo enfadada que está

conmigo.Sufuegoescontagioso.Sehaconvertidoenunaadicción,comosinecesitaraotra tentaciónenmi

vida.—Yonoquieromantenermealejadodeti—confieso.Detesto tenerquesereducadoycomportarme lomejorposiblecon

ella:unsolodeslizysalecorriendo.Megustaríapensarquehoyestamosunpocomásunidos,

quepuedequeapartirdeahoranohuyaa lamínima.Esperaque lediga loquesiento,queseamás

abiertodeloquesoycapazsinestar incómodo, y a cambio apenas consigo nada. Es como estar

casadosinlasventajasdequemehaganlacenayfollartodaslasnoches.—Me refiero a que no creo que podamosmantenernos alejados el

unodelotro,porqueunademismejoresamigasestucompañeradehabitación.Asíquesupongo

quetendremosqueintentarseramigos.—Tengounaapuestaqueganar,yellanomeestáayudando.—Vale,entonces¿amigos?—preguntaconunavozqueimitaalade

alguienqueestácerrandountratodenegocios.Podríaofrecerle lamitadde lasganancias.Ésesí

queseríaelcomienzodeunahermosaamistad.¿Amigos?¿Quétalamigosquefollan?Follamigos.—Amigos.—Leofrezcolamanoparaquelaestreche.Misonrisaesladina,arrebatadora.Lonotaymenealacabeza.Seda

cuentadequesoypeligroso,peronotantocomoparasalircorriendo.—Pero amigos sin derecho a roce —insiste, aunque lo estropea

ruborizándose.Nomehabíadadocuentadeloatractivaquepodíaresultarmesuinocencia.Jugueteoconelarodemetalquellevoenlaceja.—¿Porquédiceseso?—Comosinolosupieras...Stephmelohacontado.—¿Loquepasóentrenosotros?No estaba mal, era interesante estar con ella. Tiene sus movidas,

comotodos,perolasllevaacuestas,lasescondedelmundo,alcontrarioqueMolly y yo.Me pregunto qué le habrá contado la pelirroja a Tessasobre el tiempo que pasamos juntos. Seguro que ha exagerado nuestrasescapadas.

Steph siempre quiso más de lo que yo podía darle y le poníacompetir.Nosabíaaceptarunnopor

respuesta.—Sí,yloquepasacontigoycontodaslasdemáschicas—masculla.—Bueno,lomíoconSteph...fuedivertido.—Lesonríoymiraaotra

parte.»Y,sí,meacuestoconalgunaschicas.Pero¿porquéibaaimportarte

esoati,amiga?HedeconfesarqueimaginoaTessacomounadeesaschicas,conlas

piernasseparadasdebajodemí y la boca abierta de placer. Cierra los ojos y coge aire.Me la

imagino sin alientomientras se corre enmis dedos ymi boca a la vez.

Estoy seguro de que nunca nadie le ha comido el clítoris con la lenguamientraslentamentedeslizalosdedospor...

—Nomeimporta—diceentoncesinterrumpiendomispensamientos—.Sóloquierodejarclaro

queyonovoyaserunadeesaschicas.—Medaunempujón.Lo único que ha conseguido con eso es echar leña al fuego de la

fantasíaquetengoenmente.—Vaya...,¿estáscelosa,Theresa?Medaotroempujón.—Enabsoluto.Siento lástimapor esas chicas.—Menea la cabezay

me echo a reír. No le daría pena nada ni nadie, sólo sentiría placer,grandescantidadesdeplacerquenopuedeniimaginarse.

—Puesnodeberías—replico.Nopuedodejardepensarensucuerpodesnudo.Necesitoverqué

esconde bajo esos sacos que lleva puestos. Se olvidaría hasta de sunombresimedejaraponerlelas

manosencima—.Lodisfrutan,créeme.—Vale,vale.Yalopillo.¿Podemoscambiardetema?—Tessacierra

losojosotravezyechalacabeza atrás. Gruñe antes de decir—: Entonces ¿vas a ser más

simpáticoconmigoapartirdeahora?—Claro.Y¿túvasaintentarnosertanestiradaytenertanmalaleche

todoeltiempo?—laprovoco.—Yonotengomalaleche;esquetúeresofensivo.Nosreímoscuandoterminalafrase.Surisaessuaveymeenvuelve.

Mesientoligero,esraroperoagradable.«¿Ligero?¿Enserio,Hardin?»Tengoqueconseguircentrarmeyencarrilarestetrendelaamistad.Meacercounpocoaminuevaamiga.—Míranos,siendoamigos.Ellaseechaunpocohaciaatrásyselevanta.Sealisalafaldaconlas

manosyyomedistraigopensandoenquitársela.—Esafaldaesterriblementeespantosa,Tess.Sivamosaseramigos,

vasatenerquedejardeponértela.—Noestanfea,perodesdeluegotampocoesbonita.Ensusojosparpadealavergüenzaylesonríoparatranquilizarla.No

eramiintencióninsultarla.Sóloqueríapincharlaunpoco.Deverdad,siquiere llevarropaque

nolefavorece,mejorparaella.Yo siempre llevo los mismos vaqueros negros y las mismas

camisetasmanchadas.ElmóvildeTessaempiezaavibrarentoncesylosacadelbolso.—Tengoqueirmeaestudiar—anuncia.Mirolareliquiadeplásticoquellevaenlamano.¿EsoesunNokia?—¿Teponeslaalarmaparaestudiar?—lepregunto,pensandoenque

ésedebedeserelúltimomóvil tipo concha que queda en el planeta. Es como si estuviera

intentandoestarpasadademodaoalgoasí.Seencogedehombros.—Me pongo la alarma para muchas cosas; es una costumbre que

tengo.Laavergüenzaesecomportamiento,comosidebierasentirsemalpor

hacersemejantecosa.¿Porqué será? Alguien le ha hecho sentir que tiene que justificar su

extrañocomportamiento.Sumadre,seguro.Bueno, ahoramismoes loqueestoyhaciendoyo,peroesa

mujertienepintadesersuperquisquillosa.Conlocontroladoraquees,seguroqueleponíaa

Tessaunaalarmaparaindicarlecuándoteníaquemear.—Vale, pues póntela para que hagamos algo divertido mañana

despuésdeclase—ledigo.Quieroestarconella.Lonecesito.Memiraconelceñofruncido,confusa.—Nocreoquemiideade«algodivertido»coincidaconlatuya.Noseequivoca.Loqueyoconsiderodivertidonotienenadaquever

consuformadedivertirse.Paraella,«divertido»seríaestudiarjuntosconunmontóndelibrosy

papelesinterponiéndoseentrelosdos.Uncinturóndecastidadacadémico.Paramí, «divertido» sería estar sentado en la cama, apoyado en la

cabecera,mientraslabocade

Tessa sube y baja por mi polla. Me encantaría añadir un vaso dewhiskyconuncubitodehieloflotandoenellíquidoambarino,tintineandocontraelcristalmientrasellaselametetodaenlaboca.

Aunquesesuponequenodebobeber,asíqueimaginoquetomarélamamadasinwhisky.

Envezdedecirletodoeso,replico:—Bueno, sólo despellejaremos a unos cuantos gatos, prenderemos

fuegoaalgunosedificios...Tessa se ríe nerviosa y nopuedo evitar devolverle la sonrisa.Pero

medistraigounpococuandopasajuntoanosotrosunapareja.Vancogidosdelamanoyseríende

unchistemaloquehahechoél.Noheoído loquedecían,perodebedesermaloporque llevan los

calcetinesa rayasa juego, restregándolessurelación,consutileza,a losinocentesviandantes.Menudamierda,enserio.Tessanoparecehaberlosvisto,estámirandoelasfalto.

—En serio, te vendrá bien divertirte, y ahora que somos amigosdeberíamoshaceralgo.

AntesdequeTessamedigaqueno,ledoylaespaldayechoaandar.—Bien,mealegrodequeteapuntes—añado—.Nosvemosmañana.Cuandocruzolacalle,miroatrásylaveosentadaenlaacera.Noha

intentadorechazarlaoferta,haaccedidoaquedarmañanayahoranoséquécojonesvoyahacer,

porque mi plan era que se negara un par de veces antes de tener queorganizarunacitaconella.

Cuando llego al coche trato de pensar en qué hacer con Tessa. Yonuncasalgo,salvoparairafiestasencasadeotros.Apartedeeso,sueloestarporelcampusoenmicuarto,solo.

Arranco el motor sin dejar de darle vueltas a la cabeza. ¿Al cine?¿QuéclasedepelículaslegustanaTessa?Lasadaptacionesdelasnovelasde Nicholas Sparks, seguro. Podría pasarle el brazo por los hombros.Podríacomprarlepalomitasdemaízochocolatinasapreciodeoropara

impresionarla. El problema de ir a ver una película es que no sepuedehablarenelcine.Alguienprotestaríayyoacabaríametidoenunlío.

Losritualesdecortejoeranmuchomenoscomplicadosenelpasado.Siviviéramosenunanovela

de JaneAusten, la cortejaría y tendríamos citas con carabina en las

quepasearíamosporelbosquey,sifueramuyvaliente,lerozaríalamanoenguantadaconlamía.Ella

seruborizaríaysellevaríaundedo a los labios carnosos, mirando a la carabina con una

advertenciaensusojosgrises.Hoy en día las citas sonmuy distintas, y ahora, sime sintieramuy

valiente,lesobaríalospezonesporencimadelablusayellasemeteríamimanoentrelatibiezade

susmuslos.Nicarabinas,nireglas.Elmóvilsuenaeinterrumpemismaquinaciones.¿Tessa tieneminúmero?Porcierto, tengoquepedirlesunúmeroa

Steph.ElnombredeKenapareceen lapantalla.Tuerzoelgesto,peroesta

vezselocojo.Supongoquedeberíapremiarsuperseverancia.—¿Sí?—digo entrando en la autopista con elmóvil sujeto entre el

hombroylaoreja.Laúnicapega que le veo ami preciosoFordCapri de 1970 es que no tiene

Bluetooth.—Eh,Hardin,hola—tartamudea.Noesperabaqueselocogiera.Avecesmellama,estoyconvencido

dequeloconsideraunabuenaobra.Mellamaparaver«quétalestoy»porquesabequenoselovoy

acogeryporqueasíquedabienporintentarentenderseconelrebeldedesuhijo.Esprobablequesu

nuevanovialoalabe,loabracefuerte y lo consuele. Seguro que le promete que su hijo «cambiará

algúndía».«Sóloesqueahoraestáenfadado»,ledirá.Ellatambiénestaríacabreadasituvieralamierdadepadrequetengo

yo.—Hola.—Conectoelaltavozypongoelteléfonoenelsalpicadero.—¿Cómo estás, hijo? —pregunta, y me pone de los nervios al

instante.—Bien.Seaclaralagarganta.—Mealegraoír eso.Quería invitartea cenarmañanapor lanoche.

Karenvaahacerpolloynos

encantaríatenerteconnosotros.¿Quiereinvitarmeacenar?¿Porquédemonioscreequevoyairasu

casaacomerpolloconsunueva familia y a hablar de lo bien que estamos todos en amor y

compañía?No,gracias.—Mañanatengoplanes—ledigo.Estaveznoesmentira.—Ah. Vale, podrías venir cuando hayas acabado con tus planes.

Karentambiénprepararápostre.—Estaréocupadotodalanoche—ledigo.

Mepreguntoqué tiempoharámañana.Elcielosiempreestágrisenesteestadodemierda.Alsol

nodebedegustarlenadaestesitio,poresosiempreestálloviendoynublado.

—¿Va a llover mañana? —le pregunto a Ken. Es más fácil queconsultarlaprevisión

meteorológica.—No, subirán las temperaturas durante la noche y dejará de llover

hastalasemanaqueviene—dice.Situvieraunarelaciónnormalconelhombrequeayudóacrearme,

podríapedirlesugerencias,cosas que hacer en una cita. Pero, como no la tengo, no puedo

pedírselas.Loúnicoquelepreguntoaestehombreesquéformulariosquierela

universidadquerellene.Notenemosnadaencomúnyestamosaañosluzdequelepidaconsejos

amorosos.AlomejoraVanceseleocurrealgo.Prefieropreguntarleaélantes

queacualquiera.Creo.—Tengoquedejarte—digoenvozalta.LecuelgoaKenybuscoelnúmerodeVanceenelteléfono.Contestaalaprimera.—¿Quéhay,Hardin?—¿Merecomiendasunsitioadondellevaraalguien?—lepregunto.

Mivozsuenararaylaspalabrasmehansalidoaborbotones.

—¿Terefieresauncadáver?—Seoyencarcajadas,y sonrío.Esunpayaso.

—Estavezno.—BuscolamaneradepedirleayudasinmencionaraTessa—.Sitiosdondepasar

unratoconalguien.—¿Unacita?—supone.—Noexactamente,peroparecido.No sé cómo llamar a esta salida conTessa.No es una cita. Somos

amigos.«Amigoshastaquemelafolle»,merecuerdoamímismo.Es tan puritana... Se viste con ropa que le sientamal y apenas dice

tacos.¿Adóndepuedollevarlaparaque sedesmelene? Intentopensar cuál esmi recuerdo favorito

desdequememudéaWashington.El arroyoen la autopista75 esdivertido.Podríavaler si hacebuen

tiempo.Espocoprofundoysevenlaspiedrasbajoelagua.¿Tessasebañaríaalairelibreenaguas

mediocristalinas?Probablementeno,peropuedointentarlo.—Lospaseosporelcampoamísiempremehandadoresultado.Son

unaapuestasegura—diceVance.Y de repente me acuerdo de la Apuesta por primera vez en varias

horas.

CATORCE

Laprimeravezqueestuvoasolasconellasupoquealgoserevolvíaen su interior. Creía que podría controlarlo, que quizá simplemente seestuviera ablandando un poco. Y no sólo con ella, sino con todas laspersonasquehabíaensuvida...,estabaconvencido.Sehabíapasadotodalavidasoloyhabíadominadoelartedeevitarcualquiertipodeintimidadmás allá del sexo. No necesitaba tener amigos, y no tuvo una familiafuncional que lo enseñara a interactuar con las personas.Legustaba esaparte dura de su personalidad, le hacía la vida fácil. Se sintió asfixiadodurante su primer encuentro con ella, pero conforme fue pasando eltiempo y empezó a sentir algomás, algo que podía cambiarlo todo, sejurómantenersustatuquo.

Estaba acostumbrado a una soledad estructurada, y ella estabaacabandocontodoeso.

Yaesporlamañanaynohedormidounaputamierdaestanoche.Ynisiquierahasidoporlaspesadillasquememantienendespierto,sinoporTessa.

Aparecía ahí en cuanto cerraba los ojos, y no como me habríagustadoqueestuviera.Enlugarde

estar desnuda, gimiendo suavemente mientras se la metía, estabafuriosayaburridadurantela

excursiónalarroyoquehedecididoquevamosahacer.Enunadelasescalofriantesescenas

peliculerasquemimenteinsomneyacosadorahabíaideado,sedabaungolpeeneldedoysepasaba

toda la tarde quejándose. En otra, estaba aburrida de la muerte yqueríaqueel insulsodesunoviovinieraencochedesdesucasahastaelcampus para recogerla. Y, cuando llegaba, era todo él un cárdigan. Unmonstruosocárdigangigante,escalofrianteysosoalmismotiempo.

Resultarealmentefrustrantelacantidaddetiempoquehemalgastadopensandoenesachica.Nada

de todoesto importarádentrodeunmesoasí.Encasodequeesta«cita»salgabien,esperoganarla

Apuesta antes de dos semanas... Joder, si consigo camelármela losuficiente,puedequeenelarroyo...

La alarmademi teléfono empieza a sonar desde el otro ladode lahabitaciónysaltodelacama

paraapagarla.Hoyeseldía.Yatengolacabezaapuntodeestallar,ymecabreala

presiónquesientoporhacerqueeltiempoquepaseconellaactúeenmifavor.Deberíadarmeuna

ducha.Mientrasmevisto,mepregunto brevemente qué estará haciendo en estos momentos...

¿Estarátanestresadacomoyo?Supongo que sí; está nerviosa todo el tiempo, y probablementeme

anotaraensuagendaenelmomentoenquemeofrecíaintentarestodelaamistad.Tras laducha,buscounacamisetanegra limpiaenel cajón.Laque

encuentroestáarrugada,peromevale.Fuera,cuandoarrancoelcoche,oigouncrujidodebajode

mipieyencuentrounabotelladeaguavacíabajoelpedaldelacelerador.Mediodormidocomoestoy,

elsonidomeirritatantoquesalgodenuevodelcocheparabuscarunsitiodondetirarla.

Ojaládurmieramejor.Llego al campus algo pronto y, sin querer, me dejo los libros de

texto,unosapuntesymijerseynegro en el asiento trasero.Nomedoy cuentahasta queya estoy a

mediocaminodeclase,peronopiensovolveralcocheaporellos.Ocupomiasientoenelauladeliteratura.TessayLandontodavíano

hanllegado,yunapequeñapartedemísealegraconmalicia.Vaallegarmástardequeyo,ysé

queesolasacarádequicio.Enfin,hayquedisfrutardelaspequeñascosas.Me paso el rato mirando sin parar hacia la puerta y la lista de

llamadasperdidasymensajesdetextodeMolly,Jaceyesatíararaquenuncarecuerdocómosellama.

CuandoTessayLandonentranpor fin por la puerta, están de cháchara, y ella parece alegre y

descansada.Notienenirastrodeojerasninadaqueindiquequealgolequitaraelsueñoanoche.—¿Estás preparada para nuestra cita de esta noche?—le pregunto

cuandosucaderarozamipupitre.Lacurvadeesacaderameresultatremendamenteatractiva.Laparte

delanteradelosmuslosdeunamujer,enelladodelascaderas,esunademispartesfavoritasdel

cuerpofemenino...,estansexi...—Noesunacita—medice,ysevuelvehaciaLandonparaañadir—:

Vamosasalircomoamigos.—Vieneaserlomismo.—Lamiroymefijoensuropadehoy.Llevapuestosunosvaqueroslosuficientementeajustadoscomopara

distinguirlaformadesusmuslosysuculo.«Joder.»Tessameevitaeficazmenteduranteelrestodelaclase.Yyotampoco

miroensudirección.Cuando acaba la hora, no capto lo que Landon le dice..., el muy

capullohablademasiadobajo,perosíqueoigoloqueellaleresponde:—Sólo intentamos llevarnos bien porque mi compañera de cuarto es unabuenaamigasuya.

«Asíquesólointentamosllevarnosbien,¿eh?»MeacercounospasosadonEmpollónyasuamiguita,laempollona

sexi.Landonllevaelputopolometidopordentrodesuspantalonesgrisesdevestir.¿Sabeeste

tíoquesesuponequeesunestudianteuniversitariopelado?Ah,espera...Élnoestápelado.Viveenunpedazodecasaacortadistanciadeaquíconelhombrequetécnicamenteesmipadre,mientrasquemimadreviveenInglaterra en una cueva. Y lo que yo llamo hogar es una vieja casa defraternidad llenade tíosdesesperadospormolar quenohacennadaporayudaraestamaravillosacomunidad,talycomoanunciasulema.SeguroqueelnoviodeTessaperteneceaunafraternidad.Pelorubio,ojosazules,

mocasines,cárdigan...Eselcandidatoideal.Oalmenosloseríasiaprendieraabebercomouncosaco.Landon establece contacto visual conmigo y no baja la voz cuando

dice:—Losé,ydeverdadqueeresunaamigafantástica.Peronoacabode

estarsegurodequeHardinmerezcatusimpatía.«¿En serio?»Y ¿quémerezco, Landon? ¿Un nuevo papaíto que no

prefieraelalcoholasuúnicohijobiológico?—¿No tienes nada mejor que hacer que estar aquí poniéndome de

vueltaymedia?Anda,lárgate,tío—digolomásamablementeposible.Sidijeraloqueestoypensandoenrealidad,Tessacancelaríanuestra

citasindudarlo.Landonnomecontesta;miraaTessadenuevoconelceñofruncidoy

ledicealgoenvoztanbajaquenolooigo.Cuandosemarcha,ellasevuelvehaciamí.—Oye, no hace falta que seas cruel con él... Sois prácticamente

hermanos—mesueltasinquevengaacuento.¿«Prácticamentehermanos»?¿Enquéclasedemundoviveestatíaen

elqueLandonyyosomosalgo parecido a hermanos? Somos dos extraños que, casualmente,

tienenuntercerextrañoencomún.—¿Quéacabasdedecir?—lepreguntoconlosdientesapretados.Sóloporqueelborrachuzodemipadresehayatrasladadoavivircon

élyconsumamaítaaunamansiónrepletadegalletasdechocolate...Unmomento...,¿cómosabe

Tessatodoesto?Mepasolosdedosporelpelo,nervioso.—Bueno,tupadreysumadre...—responde.Parecemuyconfundida.Asienteparasíyhaceunamuecadedolor,

comosiacabaraderevelaralgúnsecretoquenodebía.Miro en la dirección en la que ha desaparecidoLandonpara ver si

puedoalcanzaraesecapullo.—Esonoesasuntotuyo.¿Porquécreequetienederechoahablarsobremifamilia?—Noséporquétehacontadonadaesegilipollas.Meparecequevoy

atenerquecerrarleelpico.Hagocrujirlosnudillosypasoporaltolapunzadadedolordelapiel

desgarrándoseenmisdedoseternamentereventados.Tessamefulminaconlamirada.—Déjalotranquilo,Hardin—diceconunconvincentetonoguerrero

—.Nisiquieraqueríacontármelo,yoselosonsaqué.¿Asíqueahorasabecosassobremifamilia?¿Conquéderecho?No

tieneporquésabernadasobremí.Estoestáyendodemasiadolejos,ycon«esto»merefieroa

todalasituación.—Bueno,¿adóndevamosair?—pregunta.Se está acercando demasiado a mí; su manía por entrometerse en

todohaalcanzadounnivelpersonal,ynomehaceniputagracia.Seguroquetambiénhaestado

sonsacándolerespuestasaotraspreguntassobremí.QueporquénovivoconKenysunuevafamilia,

queporquérazónnuncahabloconmi padre... Seguro que hasta le habrá preguntado cómo era de

pequeño,yLandonlehabrásoltado todo lo que ha oído acerca demí.Yame está juzgando, lo

noto.—Novamosairaningúnsitio,estohasidounamalaidea—ledigo,

ymelargodejándolaahíplantada.No tiene por qué acercarse más de lo que ya está. Es demasiado

entrometida,demasiadosentenciosa.Noquierotenernadaquevercontodaestamierda.Debo

mantenermealejadodeestachica.Cuando llego al coche, tengo la cabeza a punto de estallar y las

manossudorosas.¿Porquélohahecho?¿PorquélehahabladoLandonsobremifamilia?Esodebede

significarqueahoraellalosabetodo.OalmenoslascosaspositivasqueLandonlehayacontado:quemipadreeselrectordelauniversidadyqueleencantanlosdeportes.

Loquenosabeesqueeraunborrachodelapeorcalaña,porqueel

maravillosoLandonnoconoceesapartedeél.Mepreguntosienrealidadsabráalgodeél,algoauténtico.¿Oseha

dejadoengañarpormiqueridopapaíto?Meencantaríaser lapersonaquelopusieraalcorrientedequiénes

enrealidadelpastelitodecocodesumamá.De repente siento claustrofobia y bajo la ventanilla para poder

respirar.Lamanivelasebloqueaytiro de la barrametálica del piñón, frustradopor que este precioso

cocheseatanviejo.Recobroelalientoalcabodeunostreintasegundosyporfinabandonolaplaza

deaparcamiento.NosécómohabríareaccionadosiTessamehubieraseguido.Nollevoenmicuartonidiezminutoscuandorecibounmensajede

Molly:«ZedestáconlaBarbieVirgenenlaresi.Serámejorqtedesprisa,

casanova».«¿Qué? ¿Cómo lo sabes?», respondo, ymepreguntopor qué estoy

recibiendoconsejossobreTessaprecisamentedeMolly.«¿Seestáquedandoconmigo?»Nosoyunachivata.Casi puedooír su tonoburlón a travésde la pantalla.Me levantoy

vuelvo a ponerme las botas negras. Están tan gastadas por dentro queespero tocar el suelo con los pies cualquier día de éstos, pero las hellevadoduranteañosynoencuentroningunasqueseantancómodas.

Sé que a Molly no le voy a sonsacar nada más, así que, antes deincorporarmealtráfico,leenvío

unmensajeaSteph:¿EstáTessaconZed?Surespuestaesinstantánea.*No.Zednoestáaquí

*Sédeinmediatoqueestámintiendo,demodoquepisoconfuerzael

acelerador.

QUINCE

Cuandoabrolapuerta,TessaestáenlacamadeSteph,conZed,ylasuya está vacía. En una cama pequeña. Con Zed. Y con Steph y Tristantambién.Además,sóloestáallísentada,sinhacernada,peromedaigual.EstáconZed.Enunacama.EnunacamaconZed.

Nisiquierarima.Ylafuriameinvade.—Joder,tío,aversillamasalapuertaaunqueseaporunavez—dice

Stephhaciéndoselatonta.Sabía muy bien que iba a venir directamente aquí. Quería que lo

hiciera,poresohainformadoaMolly,nomecabelamenorduda.LoquemesorprendeesqueMollyme lodijera.Stephmemira a losojosy seechaareír—.Podríashabermepilladodesnudaoalgo.

¿Podría?Yalohehecho,yveoensusojosunápicedeterror.Sí,yolahevistodesnudadeltodo,

por eso sé que no tiene las tetas ni la mitad de grandes de lo queparecegraciasaesossujetadorescon

rellenoquelleva.Noobstante,tieneunodelosculosmásbonitosquehetocadojamás...

Meadentroeneldormitorioysuelto:—Noesnadaquenohayavistoya.TantoTessacomoTristanponencaradequealguiensehayaechado

unameadamatutinaensuscereales.—Cállate. —Steph se ríe y disfruta de la atención que tanto ansía

siempre.—¿Quéhacéis?—preguntomientrasmesientoenfrentedeellos,en

lacamadeTessa.AlmenosZednoestáensucama.Supongoqueesoesunconsuelo...,

másomenos.Zedsonríedesdeelotroladodelaminúsculahabitación.«¿Porqué

cojonessonríe?»

—Puesíbamosairalcine—dice—.Tessa,¿tevienes?Ellamemira,ydespuésaél.Parecenerviosa.¡Vaadecirquesí!—LaverdadesqueTessayyotenemosplanes—intervengoantesde

quepuedanquedarennada.MirodirectamenteaZedlanzándoleunaadvertencia.Élparpadeacon

lentitud,desafiándome.Tristannodice nada cuando lomiro.Noquiere tener nadaquever

connuestrodrama.Laverdadesquenoesmaltío,sipasamosporaltoqueestásaliendoconesabruja.—¿Qué?—exclamanZedySteph.—Sí,sóloveníaarecogerla.PeroTessapermanecequietaynoparecetenerintencióndemoverse

paramarcharseconmigo.—¿Estáslistaoqué?—digoconairedespreocupado.Nosabequéhacer,comosiestuvieraluchandocontrasímisma.Justo

cuandovoyaintervenirparaconvencerla,asienteyselevantadelacama.—Bueno,nosvemosluego—digoenvozalta,yempujoaTessapor

lapuertatanrápidoqueparecequemehayatomadounspeedoalgo.Una vez fuera, me sigue dando largas zancadas para alcanzarme.

Tieneunaspiernasbastantelargas, y los muslos ligeramente gruesos. No puedo parar de

fantasearquemeaferroaellosmientrasla poseo sobre el capó de mi coche. Intento no pensar en ella al

tenerla tan cerca. Siento mi polla ansiosa, rogándome que imagine losuavequesería,ylomuchoquemegustaríaestrecharla...

Dejodesoñardespiertoaldarmecuentadequehemosllegadoamicocheyqueleheabiertola

puerta del pasajero por acto reflejo. Sin embargo, cuando lamiro,veoqueporalgunarazónnotiene

intención de entrar. Está cruzada de brazos, lo que hace que se lelevantenlastetas.

Estoy seguro de que está intentandomostrarse furiosa, pero ahoramismosólomeparecesexi.

—Vale, recordaré que nunca jamás tengo que volver a abrirte lapuerta—ledigocontono

sarcástico.Ellasacudelacabezayséqueestáapuntodeescupirfuego.—¿Aquédemonioshavenidoeso?Séperfectamentequenohasidoa

micuartoarecogerme.¡Mehasdejadobastanteclaroquenoqueríassalirconmigo!Está chillando.Miro a nuestro alrededor y veo que haygente en el

aparcamiento.Tessanoparecepercatarsedesupresencia.Nodalaimpresióndesereltipodechica

a la que le gusta montar espectáculos, aunque ya hemos discutido dosvecesenpúblico.

Joder,mesacadequicio.—Sí,esverdad,yahoraméteteenelcoche.—Leindicoqueentre.Helimpiadoytodo,asíquemáslevaleentrar.—¡No!Sinoadmitesquenohasvenidoaquí apormí,volveréahí

dentroymeiréalcineconZed—diceconairedesafiante.¿Qué coño le pasa?Me llama a mí grosero y mira cómome está

hablandoellaahora.Unahipócritasentenciosa,esoesloquees.«¿Quécojoneslerespondoaeso?»¿DeberíaconfesarlequeMollymehaavisado?Joder,no.Silohago,

ladelpelorosanovolveráadecirmenadamásenlavida.Y¿porquémeamenazaTessaconsalir

con Zed? ¿Acaso sabe algo sobre la Apuesta? ¿Está compinchada conSteph?

Aunqueapenaslaconozco,séquealgonovabien.SeguroqueStephselohacontado.

—Admítelo,Hardin,omelargo—dice.Nosésiseestáquedandoconmigoono.Pareceenfadadadeverdad,

ynoparadedilatarlasaletasdelanariz.Resultabastantecómico.Metragarémiegoporestavez.—Vale,sí,loadmito.Yahorasubealputocoche.Novoyavolvera

pedírtelo.Quiero ganar la Apuesta, pero el reto se está convirtiendo en un

desastre,ynopiensoesforzarmemucho más. Si las cosas siguen así, le regalaré el trofeo a otro

compañero.Medirijoalladodelconductordemicocheydejolapuerta

delpasajeroabiertaparaqueentresiquiere.Y,cómono,lohace.Salgodel aparcamiento cabreadocomounamona.Había cancelado

esto.Noqueríasalirconella.Y, sin embargo, aquí estamos ahora. Me duele la cabeza y tengo

pensamientoscontradictorios.Unapartedemíquieregritarybajarlasventanillasparapoderahogarme

conmipropiarespiración,perolaotrasienteunaextrañacalma.Esunacalmaquemevainundando

lentamente,peroqueestácargadadepaz.Subo lamúsicapara desconectar; eso suele funcionar: unos

cuantoshombresgritando,cantando sobre la muerte y su propia depresión en puentes que se

repitenunayotravezyconestruendosossolosdebateríaqueintensificanlafuria.

TessaparecenocoincidirconSlipknot,yacercalamanoaldialdelaradio.¿Cómoseatreve?

—Notoquesmiradio.—Sivas a comportarte comoun capullo todo el tiempo, noquiero

salircontigo—meamenaza,ysedejacaercontraelasientodepielcondramatismo.—Noloharé,peronotoquesmiradio.Apenaspuedorespirar,yelruidoestáahogandomipánico.Cuando

mevuelvohaciaellaveoqueestá mirando la radio con una intensa expresión de odio. Eso me

aligeraelánimoymedanganasdeecharmeareír,aunqueprobablementenoseaelmejormomentopara

hacerlo.—¿QuémástedaquevayaalcineconZed?StephyTristantambién

ibanair—diceTessa,levantandolabarbillaparasubrayarlacuestión.«Vaya,¿comounadoblecita?Porfavor...»—NomeparecequeZedtengamuybuenasintenciones.—Noséqué

másdecir,asíquemantengolavistafijaenlacarretera.Trasuntensomomentodesilencio,Tessaseechaareír.«Pero¿qué

cojoneslepasa?»—Ah,y¿túsí?AlmenosZedesagradableconmigo.Continúariéndose.¿QueZedesagradableconella?¿«Agradable»?Pero«ha apostado a queva a arrebatarte la virginidad, querida» es

algoquenopuedodecir.Porquesupongoqueyotambiénlohehecho.Mequedocallado,yTessamantienelaguardiaalta.—¿Teimportaríabajarelvolumen,porfavor?—gritaporencimade

lamúsica.Asiento.Serámejorquecontribuyaaquesepongademejorhumor.—Esamúsicaesespantosa—protesta.Sabíaquenolegustaría;porsuaspecto,estoysegurodequeescucha

unamúsicadeterminada,totalmenteopuestaalamía.Golpeteo el volante con los dedos y observo cómo ella hace lo

mismoensusmuslossindarsecuenta.—No,noloes.Aunquemeencantaríasaberquéconsiderastúquees

buenamúsica.SonríoalimaginarmesureproductordeCDdeadolescente:‘NSync,

JessicaSimpsonyseguroquealgunadeesashorriblesbandasfemeninasquesalendeInglaterra

completanellote.—Pues me gustan Bon Iver y The Fray —responde después de

considerarloduranteunossegundos.—Cómono.Unabandacristianayotramegahipster.Nomesorprendeenabsoluto.Bueno,vale, lasdoshacenmúsicadecente,perono son lomío.No

exudanelsuficientedolor.—¿Qué tienen demalo? Tienenmuchísimo talento, y sumúsica es

maravillosa—respondeconpasión.Cuandomisojosseencuentranconlossuyos,aparta lamiradayse

vuelvehacialaventana.—Sí...,tienentalento.Talentoparahacerquelagenteseduerma.Tessaalargalamanoymedaungolpecitojuguetónenelbrazo.Es

algo extraño. Veo que las parejas lo hacen todo el tiempo, pero nuncanadiemelohabíahechoamí.

—Puesamímeencantan—dice,ysonríeconorgullo.Pareceestarpasándolobien—.¿Adónde

vamos?—Aunodemislugaresfavoritos.Noledoyunarespuestaexacta.Esdemasiadocuriosa.—¿Que está...? —insiste, tal y como me lo había imaginado. Es

superioraella.—Tienes que saberlo todo de antemano, ¿verdad? —le digo,

pagándoleconlamismamoneda.—Sí...,megusta...—¿Controlarlotodo?Sequedacallada.Decidodejarloestardemomento.Noquieroquesecabree.—Pues no voy a decírtelo hasta que hayamos llegado..., que será

dentrodeunoscincominutos.Mientras continuamos, Tessa echa un vistazo a los alrededores

confundida.Séqueseestáesforzandopornohacermemáspreguntas.Intentarelajarse,yesome

ponelascosasmásfáciles.Alcabodeunpardeminutosveoqueestámirandoelasientotrasero.—¿Ves algo que te guste ahí atrás?—bromeo, y ella niega con la

cabeza.Untirabuzóndesulargopelocaesobresuhombro,yloapartahacia

atrás.Sucabelloparecemuysuave. Me pregunto si será rubia natural. Entonces recuerdo el

aspectodesumadreyllegoalaconclusióndequeasíes.—¿Quécocheeséste?—preguntacon lamiradafijaensuszapatos

detela.—UnFordCapri.Esunclásico—contesto.Amo mi coche más que a mí mismo, y estoy orgullosísimo de

tenerlo.Tessaseinvolucraligeramente en la conversación mientras le hablo sobre el motor

restauradoyelnuevosilenciadordeltubodeescape.Sonríeyasienteunay otra vez y, aunque sé que no sabe de qué le hablo, es curiosamenteagradablehablarconunserhumano.Alcabodeunosminutos,mevuelvo

hacia ella yveoquemeestámirandodirectamente.Sientouna crecientepresiónenelcuelloquedesciendepormi

columna.Demasiado personal. Se está convirtiendo en algo demasiado

personal.«Esunjuego,Hardin.Trátalacomounapartedeél.»—Nomegustaquememirenfijamente—digointentandomantener

unaexpresiónseria.Esdemasiadocuriosa,yde repentemedoycuentadequemegusta

másdeloquedebería.DIECISÉIS

Conduzco por una última carretera estrecha y aparco hacia el finaldelpequeñoespaciodegravilla

que hay entre un grupo de árboles enormes.Me encanta este sitio;nuncavienenadie,yesoesideal

para mí. Sobre todo en uno de los pocos días en los que no estálloviendoenlapenínsulaOlímpica,

comohoy,queestásoleado.EstoyacostumbradoalcielogrisdesdemiinfanciaenHampstead;elsol

apenassedejaverentodoelotoño.Tessaechaunvistazoasualrededoryfrunceelceño.—No te preocupes, no te he traído aquí para matarte —le digo

intentandoqueseríamientrassalimosdelcoche.Ella continúa observando el campo de flores silvestres amarillas y

relajalaposturaligeramente.«¿Enquéestarápensando?»—¿Quévamosahaceraquí?—mepregunta.—Bueno,puesempezaremoscaminandounpoco.Tessasuspiraymesigueporuncaminodetierraqueensudíaerade

hierba.Yaestáponiendomalacara.¿Enquéestabapensandoaltraerlaaquí?—Seráunpaseocorto.Nosefíademí,yhoypareceestardemalhumor.Aunque,dehecho,

¿cuándonoloestá?Centrola atención en la nube de polvo que levantanmis botas al impactar

contraelsecoypolvorientosendero.LospasosdeTessaapenasseoyen,ycaminatremendamentedespacio.

—Bueno,sinosdamosprisa,igualllegamosantesdequesepongaelsol—bromeocuandonos

acercamos a un árbol al que hay amarrada una vieja bicicletaabandonada.Esloquemarcalamitad

delcamino,que tieneaproximadamentekilómetroymedio.Noestámal.

Tessareduceelpaso,peroverlacaraqueponecuandollegamosalaguahacequehayamerecido

lapenacadasegundomalgastado.Sofocaungritodesorpresa,comosiestesencilloarroyoenmedio

delbosquefueramágico.Lascomisurasdesuslabiossecurvanhaciaarribaysusojosseabrencomoplatos.

¿Legustaránadar?Deberíahabérselopreguntado.Mequedocalladoydejoqueadmireelpaisaje

antesdedecirnada.Ahoraqueestamossolos,nosemeocurrenadadeloquehablar.¿Ysimemeto

directamente en el agua?Ella sigue sinmoverse del sitio en el queestaba la última vez que la he mirado. Está empujando la tierra con elzapatoparaevitarmirarme.

Queledenporelculoaestasituacióntanincómoda.Voyametermeenelagua.MequitolacamisetayoigoelinevitablegemidodeTessa.Nohablamucho,peroesmuyexpresivaenloquerespectaalossonidosqueacompañanasusgestos.Cuandosonríesuelesuspirar;cuandoseenfada,resoplay,cuandoseexcita,jadea.

—¿Porquéteestásdesnudando?—pregunta.Nosésiesconscientedelaintensidadconlaqueestáobservandomi

pechodesnudo.Seaclaralagargantaycontinúa:—¿Vasanadar?¿Ahí?Señalaelaguaconcaradeasco.Cómono,doñaRemilgadanoquiere

mojarselaropayelpelo.—Sí,ytútambién.Yolohagotodoeltiempo.MedesabrochoelbotóndelosvaquerosyTessacontinúaprotestando

mientrasobservacómomedesnudo.

—Nopiensonadarahí.El agua esmás cristalina que la de lamayoría de los lagos que he

vistoenmivida.Yesporesopor lo que no soporto a estas chicas tan estiradas y tan esnobs que

tienenmiedodequeselesmetatierradebajodelasuñaspintadas.—Y¿porquéno?Elaguaestátanlimpiaquepuedesverelfondo.Señalohacia el agua transparente.Creíaque se emocionaríamás al

veresto.Meenervanosabernuncaloqueestápensando.—Porque...seguroquehaypecesyDiossabequémásahídentro—

exclama.«¿Peces?¿Esoesloquelepreocupaaestatíatanrara?»—Además,nomehasdichoqueíbamosanadar,ynohetraídoropa

debaño.—¿Meestás diciendoque eres de esa clasede chicas queno llevan

ropainterior?—Lesonrío,desesperado por verla de esa guisa—. Venga, puedes quedarte en

bragasysujetador.Sé que no piensa hacerlo por nada del mundo. Veo cómo su furia

aumentatrassusojosgrisesyestoydeseandooírsurespuesta.—Nopiensonadarenropainterior,pervertido.—Tessasesientaen

elcéspedaunosmetrosdelaorilla—.Mequedaréaquíamirarte.Sonríeysecruzadepiernas.Estáobservandomicuerpootravez.Estavezsecentraenelcontorno

demipollabajoelbóxer.Sehapuesto colorada, y se esfuerzapor apartar lamiraday fingir

estarconcentradaenelmontóndehojasdecéspedquetieneenlamano.—Eres una sosa. Y tú te lo pierdes—le digo antes de lanzarme al

aguafría.«Jodddeeerrr»,estámuchomásfríadeloquepensaba.Nadohaciala

otraorilla,dondedaelsoltodoeldía,ylatemperaturacambiadrásticamente.—¡Elaguaestácaliente,Tess!—legrito.

Levanta la mirada del montón de hojas de césped que estáacumulandoparadistraerse.Seestá

aburriendo de la hostia y no tengo ni puta idea de qué hacer paraentretenerla.Nisiquieraquieremeterseenelaguaconmigo...,¿quéhago?

—¡Estaamistadestáresultandosertremendamenteaburrida!...Ponelosojosenblancoeinclinalacabezahaciaatrásparaqueledé

elsolenlacara.—Quítate almenos los zapatos ymójate los pies. Está increíble, y

prontoestarádemasiadofríaparanadar.Tessaaccede,sequitaloszapatosyloscolocademaneraordenadaa

sulado.Sonunoszapatosmuy raros, parecen retales de tela pegados a un trozo de cartón

blando.Tienenpintadesersuperincómodos.Seenrollalaspernerasdelosvaquerosysemuerde

ellabioinferiormientrasintroducelospiesenelagua.Espero una protesta por su parte pero, en lugar de eso, una amplia

sonrisailuminasurostro.—Estábuena,¿verdad?—lepregunto.Asienteeinclinadenuevolacabezahaciaatrásparatomarelsol.—Venga,métete.Echolacabezaatrásymemojoelpeloenunintentodeconvencerla.Cuandovuelvoalevantarla,veoqueestánegandoconlacabeza.No

vaabañarse.«Joder,quécomplicada es esta mujer.» La salpico con agua y ella grita y

retrocedesobrelahierba.Nuncaheestadoenestelugarconnadie;semehaceunpocorarotenercompañía.

¿Cómo puedo convencerla para que se meta? Tengo que negociarconella.Pero¿quépodría

quereracambio?Nopareceeltipodepersonaalaquelegustacomprometerse...—Si te metes en el agua, contestaré a una de tus impertinentes

preguntas.Alaquequieras,perosóloauna.—Manifiestomiideaenvozaltaconformemevieneala

cabeza.Estancotillaqueseguroqueestolatienta.

—Laofertaexpiradentrodeunminuto.Tengoquedarleuntiempolímite,delocontrarioloestarápensando

durantetodoeldía.Mehundoenelaguaycontengolarespiraciónmientrasnadounosseis

metros.EstoysegurodequeTessaestaráconelceñofruncido.Laimagenmehacereírycasimeahogo.

—Tessa.—Joder, ojalá no pensara tanto—.Deja de cavilar tanto ysalta.

Semiralaropa.—No tengo nada que ponerme. Si me meto con ropa, tendré que

volverempapada.—Pontemicamiseta.Aloírmioferta,frunceelceñoymiralaprendaderopaencuestión,

tiradacercasobrelahierba.—Venga,pontemicamiseta.Serálobastantelargacomoparaquete

cubra,ypuedesdejartelasbragasyelsujetadorpuestos,siquieres—añado.Me encantaría que no lo hiciera, pero eso depende de ella, por

supuesto.Tessa se vuelve de nuevo y observa el agua y mi cuerpo

semidesnudo.Alargaelbrazoycogemicamisetadelsuelo.Porfin.—Estábien—respondecomounaniñamimada.Secolocalamanoenlacaderaycontinúalanegociación:—Perodatelavueltaynomemiresmientrasmecambio.¡Enserio!

—Lagatitabeligerantehavuelto.Meríoyellahaceunmovimientoextrañoconlascaderas.Lasmueve

haciaatrásyhaciaadelantemientras se coloca mi camiseta negra entre las piernas para

sostenerlayquitarselasuyaporlacabeza.Mevuelvorápidamente.Soyuncaballero.Enserio,losoy.

—Joder, date prisa ome doy la vuelta—amenazo con impacienciadespuésdehabercontado

hastatreintaparamisadentros.Mevuelvounmomentoy laveoagachada,colocandosusvaqueros

perfectamentealineadoscon

sus zapatos. Es una obsesa del orden. Durante unos instantes mepreguntocómoreaccionaríasi le tirara loszapatosalagua.Secabrearíamuchísimo.Reprimounasonrisayporfinobservosucuerpo.

Suspiernasestánbronceadas,esoesloprimeroqueveo.Micamisetalesientacomounguante.

Joder, tiene las tetas tangrandesque laprendaapenassi lecubre lapartesuperiordelosmuslos.

Atrapo entre los dientesmi aro del labio y disfruto de la vista quetengodelante.

—Esto...,méteteyaenelagua,¿vale?—Intentoaclararmelagargantaydejardemirarlelos

muslos—.¡Tírate!—¡Yavoy!¡Yavoy!—Cogeunpocodecarrerilla.—Vale.Inspirahondoantesdecorrerhaciaelaguaalgorígida.Cuandollega

alborde,grita,setapalacaraysedetieneunpasoantesdetocarlasuperficie.—¡Venga!¡Ibasbien!—Mirisainundaelambientequenossepara,y

observoaTessadenuevo.Meestámirando,sonriendoyriéndosebajolaluzdelsol,yesome

confunde.¿Quéhacemosaquí, riéndonos juntos en un arroyo? ¿Qué es esto? ¿Una de esas

películasdeNicholasSparksenlasque las discusiones de las parejas son tan adorables que el tráiler

correcomolapólvoraporinternet?Mujeresaburridasquecreenqueeltípicohéroeliterariollegarápara

salvarlas.Chorradas,ysiempre, siempre acaban con un marido de mierda que no se

preocupanisepreocuparájamásdeellaodesufamiliamásquedesímismo.—¡Nopuedohacerlo!Parecebastanteagobiada.¿Tienemiedoalagua?Joder.—¿Tedamiedo?—lepregunto.—No...,nolosé.Supongo.Camino por el agua para acercarme a ella y, en el proceso, me

golpeoeldedogordodelpiecon

unagranrocaquehayenelfondo.—Siéntateenelbordeyyoteayudaréaentrar—lesugiero.Levantolasmanoscuandoseagacha.Intentaquenolevealasbragas

cerrandoconfuerzalaspiernas,yleagradezcoelesfuerzo.Loquemenosnecesitoahorason

distracciones.Laagarrodelosmuslosymipollarespondedeinmediato.Malditaseaportenerunosmuslostansuavesyapetecibles.Memuero

deganasdehundirelrostroentreellos.—¿Estáspreparada?—Inspirohondoydesplazo lasmanoshastasu

cintura.Suscaderasseamoldanamitactoyconsigocontrolarmedemilagro.

Memueroporestrechárselas,pordarlelavueltaytomarlaaquímismo.¿Qué coño me pasa? Nunca antes me había comportado como el

típicoestudiantesalido.¿Sonsuinocenciaysucuerpopecaminosolosquemeprovocanesteestadoo

eselafáncompetitivodeconseguirsucuerpoparaganarleaZed?Disfrutodesucálidapielcuandosehundeenelagua,ylasuelto.La

superficielellegajustopordebajo del pecho. Extiende lasmanos por delante de sí y siente su

frescura.Supielseerizabajolaluzdelsol.—Notequedesahíparada.«Necesitoquetemuevasparanoquedarmeaquíplantadomirándote

todoelputodía.»Ellapareceno escucharme, pero empieza a moverse por el arroyo. Conforme

avanzaatravésdelaguaclara,lacamiseta se le levanta como si estuviera intentando echar a volar.

Antesdequeconsigaapartarlamirada,Tessatiradeellahaciaabajoyselapegaalcuerpotodoloquepuede.

—Podrías quitártela y ya está —le digo. Desde luego, no seré yoquienseloimpida.

Arrugalanarizydeslizalamanoatravésdelaguaparasalpicarme.¿Acabadesalpicarme?Me

cabreaestardivirtiéndome.—¿Mehassalpicado?Tessaseríeymesalpicadenuevoconlasdosmanos.Mesacudoel

peloyvoyaporella.Laagarrode lacinturaymedispongoahundirlabajoelagua.Veocómolevantalamanoysetapalanariz.¿Aúnsetapalanariz?Meechoareírconganas.

—No sé qué me hace más gracia, si el hecho de que te lo estéspasandobienoquetengasquetapartelanariz.—Casinopuedohablardelarisa.

Nadahaciamíypuedoverlelasintenciones.Levantalosbrazosenelaireytratadehundirmicabezadebajodelagua.Resultabastantecómico.Aunqueintentopasarporaltoelhechodequemicamisetaestáflotandodenuevoalrededordesucuerpo,nocedo,yellaseríedesímisma.Meduelelabarrigadehacer lopropio.Surisaessuave;merecuerdaa las floressilvestresamarillasquehe

vistoalprincipiodenuestraespeciedecita.—Creoquemedebeslarespuestaaunapregunta—dice.Sabíaquenoseleibaaolvidar,peropensabaqueesperaríaunpoco

másantesdeformularla.—Claro,perosólouna.Seguro queme pregunta alguna chorrada como«¿Te dolió hacerte

lostatuajes?».Mequedomirandolaexuberanteorilladelarroyoyaguardosuintromisión.Suvozinterrumpeelsilencio.—¿Aquiénquieresmásenestemundo?«Nomejodas...»¿Quéclasedepreguntaesésa?¿Quiénpreguntaalgoasí?Noquiero

contestar.Nisiquieratengouna respuesta para eso. Cada vez tengo más claro que habla con

Landonsobremí.¿Queaquiénquieromásenestemundo?¿Aquiénquieromás?Bueno,supongoquequieroamimadre.Nose

lohedichodesdehaceaños,pero sigue siendomimadre.Yya está.Ah,y amímismo.Aquien

másquieroesamímismo.Aunqueno creo que «a quien más quiero es a mí mismo» sea una buena

respuesta.Ysinembargo:

—Amímismo—respondoconsinceridad.No tuve ninguna novia durante la adolescencia, así que nunca he

tenidoquefingirningún«tequiero»antesdesaber loque lapalabrasignificabaenrealidad.Me

sumerjoenelaguaydesaparezcodurante unos instantes mientras el cerebro de Tessa elabora sus

conjeturassobremí.—Esonopuedeserverdad—diceenelmismoinstanteenquesiento

queelairefrescomegolpealapiel—.¿Quémedicesdetuspadres?—Hacruzadolalínea.TessaYoungnotienelímitesenloquerespectaasusputaspreguntas

personaleseindiscretas.Sumirada es cálida, y tiene los labios entreabiertos como si estuviera

esperandounarespuestapormiparte. Detesto la expresión de sus ojos cuando están cargados de

compasión.«Basta,Theresa.»—Novuelvasamencionaramispadres,¿entiendes?—Losiento.Sóloteníacuriosidad—diceenvozbaja—.Losientode

verdad,Hardin,novolveréamencionarlos—sedisculpa.No sé si creerla. Sé que trama algo. Es demasiado intuitiva y

demasiadoinsistente.Nolaconozco,y desde luego ella no me conoce a mí. ¿Por qué cree que puede

hacermeesaspreguntastanpersonales?Esta tarde sólo puede terminar de dos maneras: peleándonos hasta

quesevayacorriendoasucuartotodaagitadaocamelándolaparaquequieraestarconmigo.Decidomantenerlasformas.Prefieroquenonospasemoseltrayecto

devueltaenunincómodosilencio. Alargo las manos hacia ella y rodeo su cintura con los

brazos.Su cuerpoes ligero en el aguacuando la levanto en el airey lalanzoaunlado.Ellasueltaunchillidoyagitalosbrazosenelairecomounpájaro.Caedegolpealaguayemergeconelpelomojadoylosojoscargadosdefuria

fingida.

Estácontenta.Pensabaquealomejorseenfadaba,peronoséporquéparecequele

hagustado.—¡Vasapagarporesto!—gritaalegremente,ycaminahaciamí.¿Deverdadcreequetienealgunaposibilidaddevengarse?Seacerca

aúnmásamí,conelrostroempapado. Tiene la piel mojada y reluciente. ¿Por qué sigue

acercándose?Sesuponequesoyyoquienestáalmandoaquí.Sofocoungritode

sorpresacuandoTessameenvuelvelacinturaconlosmuslosyelevaelcuerpoparaestarami

altura.—Perdona.Seponetensayrelajalaspiernas.«No,no.»Se lasagarro,y la instoavolvera rodearmeconellas.Meencanta

sentirlacontramí,sentirsucalor.Cuando enrosca los brazos alrededor demi cuello, noto una

punzada de pánico en la parte inferior de la espalda. Lamiro e intentoleerlelamente,peromeresultaimposible.

—¿Por qué me haces esto, Tess? —pregunto mientras acariciosuavementesutemblorosolabio

inferiorconelpulgar.Siento cómo su cálido aliento emana de su boca en bocanadas

superficiales.Elsabordesuslabiossiguefrescoenmimemoria.Quierovolveraprobarlos,lonecesito.—Nolosé...No lo sabe, y yo tampoco.Ninguno de los dos tiene control sobre

esto,ylacosapodríairamásrápidamente.Ojalá.¿Esconscienteestachicadelosexiquees?¿Tienelamenorideade

quelasolaimagendesubocame hace imaginar cosasmuymuy obscenas relacionadas con ella?

ImaginarmeaTessaderodillasante mí, con sus carnosos labios bien abiertos, su lengua húmeda,

ansiosaporrecibirme,porsatisfacerme...Quieropresionarmipollacontrasuslabiosytentarla

hastaladesesperación.Puedohacerquesevuelvaloca,comoellaloestáhaciendo conmigo. Su boca es de un color rosa claro, y la curva de sulabio inferior es perfecta, como los labios de un personaje de dibujosanimados.Perounosexi,comoJessicaRabbit.

Joder,estoyperdiendolaputacabezaporella.Estonopuedesernadabueno.Supongoquees

algopositivoelhechodenotenerescrúpulosalahoradesermalo.—Estos labios... y las cosas que podrías hacer con ellos. —Me

detengouninstanterecordandosubocacontralamíaenmihabitación,ydespuésenlasuya—.¿Quieres

quepare?—Lamiroparacomprobaralgúnsignodenerviosismoporsuparte.

Susmuslosmeestrechanconmásfuerzaymetomoelgestocomoun«no»,peroleconcedounos

segundospararesponderantesdeactuar.Secontoneaypega todavíamássucuerpocontraelmíodebajodel

agua.—Nopodemossersóloamigos,losabes,¿verdad?Aloírmispalabras, inspiraprofundamenteyme inclinosobreella.

Presionoloslabioscontralasuavepieldesumandíbula,cercadesubarbilla.Cierralosojoscon

fuerzaydeslizoloslabiosporsumentón, recorriendo su húmeda piel con afecto. Cuando mi boca

alcanzaesepuntodelcuelloqueestájustodebajodelaoreja,exhalaungemidoquemepillaporsorpresa.—Hardin.Lapalabrameatraviesacomounrayo.Suvozesgrave,cargadade

necesidad.Necesidaddemí.Escomoplastilinaenmismanos,ymicorazónlateconfuerzaantela

ideademodelarsuplaceramialrededor. Nunca ha follado con nadie, pero estoy seguro de que

algunavezsehabrácorridomasturbándose.Quierooírcómogimeminombreotravez,delmismomodoenque

necesitovolverasaborearsuboca.—Quiero hacer que gimas mi nombre, Tessa, una y otra vez. Por

favor,permítemelo.—Semehacerarooírmesuplicar.Nos quedamos en silencio, excepto por el sonido de su intensa

respiraciónyellevesusurrodelagua,queformatranquilasondasanuestroalrededor.Ellaasiente.—Dilo,Tessa—continúo.Atrapoel lóbulodesuorejaentremisdientesy lomordisqueocon

suavidad.Ellagimeysemececontramíasintiendofrenéticamente.«Conesonomebasta,Theresa.Séquelodeseas,asíquedímelo.»—Necesitoquelodigas,nena,bienalto,conpalabras,parasaberque

deverdadquieresquelohaga.Deslizo lasmanoshasta suvientrepordebajode la camisetademi

propiedadquecubresucuerpo.—Quiero...—declaraellarápidaydesesperadamente.Sonrío contra la cálida piel de su cuello, y ella suspira. Con esa

palabramebasta.Agarrosucuerpoynotoqueseponetensa,nerviosadepensarquepuedaapartarla.Empiezoasalirdelaguaconellapegadaamí.Tienelosmuslosseparadosysucuerpopegadoamipolla,quesemevaponiendomásduraacadapasoqueavanzo.

La suelto cuando llegamos a la orilla y gimotea. Literalmente. Elsonidohacequesemeconcentre

todalasangreenlaentrepierna.Mesuboalaorillaymevuelvoparaayudarlaasalirdelagua.

Extiendelosbrazoshaciamíconlamiradafijaenmitorsodesnudo.Observocómosusojos

recorren el tatuaje que tengo en el estómago, el árbol muertograbadocontintaenmipiel.Teniendo

encuentaelremilgadolugardelqueprocede,seguroquedetestamistatuajes.Probablementelabeata

desumadreledijeraquelaspersonascontatuajeseranmalasyquesecomíantualmaoalgoasí.

Debedeestaracostumbradaaverlaperfectapiellimpiadelpechodesunovio.Laobservocon

detenimiento mientras sigue mirando, tratando de entender susignificado.Sunovionotieneningún

tatuaje, de eso no me cabe la menor duda. Es muy posible que nisiquieratengalamásmínimacicatriz,nienlapielnienlamente.

Meapartodeellaysequedaquieta,esperandomisinstrucciones.No estoy seguro de qué hacer con ella. Siguemirándome la piel...

¿Porquémemiratanto?Y,loqueesmás importante,¿porquémepreocupa?Mehice los tatuajes

paramí,noparaningunatíasentenciosa.¿Por qué cojones me estoy justificando? Nunca me importa una

mierdaloquelasmujeresopinendemí. Sólo pienso en follármelas y en cómo se deshacen conmis

cariciasmientrasnosdistraemosmutuamente.«Deja de pensar, Hardin.» Soy igual que ella, le doymil vueltas a

todo.¿Porquémeinfluyetanto?Decidoiralgrano:—¿Quiereshacerloaquíoenmihabitación?¿Debería follármela aquí? Podría tumbarla sobre el césped, abrirle

losmuslosyobligarlaagritarminombremientrastrazocírculosensuclítorisconmilengua.Tessaseencogedehombrosmientrasyomeajustoelbóxer.—Aquí—decide.—¿Estásansiosa?—lepregunto.Sientolaatracciónquesucuerpoejercesobreelmíoymepregunto

siellatambiénlosiente.Séque la pongo cachonda, eso es evidente, pero ¿tiene una inmensa

necesidaddetocarme,comomesucedeamíconella?—Venaquí—leordeno.Ruborizada,obedeceyseacerca lentamente.«Másrápido...»,quiero

decirle.No estoy para jueguecitos ahora.Necesito sentirla ya.Necesito que

ellamesienta.Voyafollármela, aquí, sobre la hierba. Voy a tumbarla y a tocar cada

milímetrodesumagníficoypecaminoso cuerpo. Mi camiseta negra está empapada y

completamenteceñidaasutorsocomounguantedelátex.Tengoquequitársela.

Laagarrodeldobladillo inferiory se laquitopor lacabeza.Noestareafácillibrarladelatela

mojada;escomosiquisieraseguirpegadaaella,aligualqueyo.Durante laprimerapartedenuestracitahemoshecholascosasasu

manera,pasandounratoagradable y tranquilo.Esta segunda parte las haremos a lamía.No

estoyacostumbradoaentablarconversaciónniaquemepreguntencosascomoaquiénquieromásenestemundo.Aloqueestoyacostumbradoesautilizaruncuerpocálidoysuaveparaproporcionarleplaceralmío.

DIECISIETE

Estabaapuntodeganar.Estabapreparadoparaganar.Y entonces se dio cuenta de que no estaba preparado para ella en

absoluto.

Extiendo la camiseta mojada sobre el césped a modo de mantaimprovisadaparaquesetumbe

encima.Metiemblanlosdedos.—Échate—leordeno,ylaayudoadescenderhastaelsueloconmigo.Metumbodeladojuntoaellaymeapoyosobreelcodoparapoder

observarlabien.Sucuerpoestáexpuesto,exhibiendosusgenerosospechos;supiel,ligeramente

bronceada,relucebajoelsol.Escomounajugosamanzanarojobrillantealaesperadequeledéun

mordisco.Hevistoamuchas,muchísimasmujeresbastantemásdesnudasqueéstapero,joder,elcuerpodeTessaestáaotronivel.

Mientras asciendo por sus caderas hasta sus firmes tetas con lamirada, sus dos manitas tratan de interrumpir mi recorrido visual. Meincorporoysientolamullidahierbadebajodemí.Ésaeslapartepositivadequenuncaparedelloveraquí.

Laagarrodelasmuñecasyselasapartoaloscostados.—Notetapesdelantedemíjamás—ledigo,ymemiraalosojos.—Esque...—Susmejillasardenderuborydesvíalamirada.Nopermitoqueterminesuridículocomentario.—No,noquieroquetecubras,notienesnadadeloqueavergonzarte,

Tess.Noparececonvencida.¿Quélepasóparaqueseataninsegura?—Lodigoenserio,mírate.—Esquehasestadoconmuchaschicas...Cómo no, tenía que sacar eso a relucir. ¿Qué más le da que haya

estado con otras chicas? No tenemos una relación, ni la vamos a tenerjamás. Ninguna de las chicas con las que he estado eran como Tessa;

algunas se le parecían algo, pero no suelo fijarme en las vírgenesinocentes.Megustaquelasmujeresconlasqueestoytenganlasuficienteexperiencia como para follarme sabiendo lo que se hacen. No soy elprofesordenadie,ymenosenloquealsexoserefiere.

«ApartedeNatalie»,merecuerdaesa irritantevocecillaal fondodemimente.Natalie,esadulce

feligresaconeltraserodemasiadograndecomoparanoadmirarloysucabellonegrocomoel

petróleo. Tenía tan poca experiencia que ni siquiera era capaz deponermeelcondónenlapolla.En

lascatequesisde losdomingosa lasqueacudíadesdeque saliódelúterodesumadrenolehabían

enseñadoeso.—Ningunacomotú—digocuandovuelvoamirarla.Parece nerviosa, tan deliciosamente intacta, y quiero hundirme en

ella.—¿Tienes un condón?—El volumen de su voz disminuye cuando

pronuncialapalabracondón.¿Habrávistoalgunoalgunavez?Natalieloviosóloenlaoscuridad.

«¿PorquécojonesnoparodepensarenNatalieenestosmomentos?»PuedofollarmeaTessayayganaresaapuesta.Puedohundirmeensu

cuerpopuroytomarloquehe venido a buscar. Me está mirando expectante. Cree que soy el

típicotíoquetraeaquíalaschicasparafollárselasenelbosque.Especialmenteaaquellasquenuncalo

hanhechoantes.—¿Un condón? —Me río, y justo en ese instante decido que no

vamosafollaraquí—.Novoyafollarte—ledigo,aunquequierohacerlo.—Ah—replicaTessaconvoztímida,yseincorpora.—¿Adóndevas?¿Porquédaporhechoquetenemosqueirnossóloporquenovoya

tirármela?—Ah.No,Tess,noqueríadecireso,essóloquetúnuncahashecho

nada...nadaenabsoluto,asíquenopiensofollarte.—Intentodetectarsimecree,yañado—:Hoy.

Partedelrubordesusmejillasdesaparece.—Haymuchasotrascosasquequierohacerprimero.Jodersilashay.Voyahacerquemesuplique.Necesitoquesucuerpo

serindaamiscaricias.Cadamilímetro de su ser me pertenece en este momento. La tengo aquí

tumbada,expuestaydispuesta,ypiensoaprovecharmedeello,deella.Memonto sobre su cuerpoy ella sacudeunpoco la cabeza cuando

unasgotasdelaguaqueempapa mi pelo le caen sobre el rostro. Sonrío y observo cómo

cierralosojosesperandoaquecaiganmás.—No puedo creer que nunca te haya follado nadie —digo con

sinceridad.Quieropresionarmicuerpocubiertocontraelsuyoparaquesehaga

unapequeñaideadeloquesentiría sime la follarahoy.Meapoyosobreunodemishombros,

colocolamanoenlagargantadeTessa y deslizo suavemente las puntas de los dedos entre sus

abundantespechos.Parecentansuaves,ysontangrandesquepodríafollármelos.Mimanonollegaacubrirlos

deltodo,perosemantienenperfectamentefirmes.Suspezonessoncomoguijarros esperando a que mi boca los succione. Si me detengo aquí aadmirarlos con el tacto, no seré capaz de mantener la polla en loscalzoncillos.Menos

malquellevapuestoelsujetador.Desciendolosdedosporsuestómago,porlasuaveymodestacurva

desuvientre.Supielseerizay la oigo suspirar.Deslizo lamanopordebajode susbragasyme

detengobrevementeenelbordedela ropa interior. Continúo descendiendo por su coño y busco su

clítorisatravésdelahumedad.—¿Te gusta?—le pregunto mientras lo atrapo entre el índice y el

pulgar.Nocontesta.Estámojada ehinchada.Su cuerpo seha rendido amí

consólounacaricia.Tansólole he empezado a mostrar lo que puedo hacerle sentir. Me inclino

sobreellayrozosuslabiosconlosmíos.

—¿Tegustamásquecuandolohacestú?—pregunto.Libero su clítoris y deslizo un solo dedo por su hendidura. Me

preguntocómoseloharáellamisma.¿Secorreráfrotándoseelclítorisometiéndoselosdedos?Tengolasensacióndequeesmásdeclítoris,quevadirectaalgrano.

—Dime—insisto.—¿Qué?...—Cuandotetocas,¿tegustatantocomoesto?Siguesinresponder...¿Porquénomelodice?Joder,mepone tremendamente cachondo imaginármela tumbada en

sucamadelaresidencia,abiertadepiernasyacariciándoseconesosdeditosquetiene.Tendría

quehacerloensilencioporquesu compañera de habitación está durmiendo, pero se tocaría hasta

llegaralorgasmoysetaparíalaboca con la mano para no gritar. En algunas ocasiones, cuando el

orgasmoesmuyintenso,puedequeinclusosemuerdaellabioysetraguesuspropiosjadeoshastavolver

alarealidad.Necesitosabercómo lo hace, pero siguemirándome como si me hubieran salido

doscabezas.Sólolehepreguntadocómosemasturba.«Vaya.»De repente caigo en la cuenta de que doña Remilgada nunca se ha

masturbado.—Espera...,nuncahashechoesotampoco,¿verdad?—pregunto.Continúo acariciándola, disfrutando del charco de excitación que

cubremidedo.—Tucuerporeaccionaamídeunamaneratanexquisita,yestástan

húmeda...Gime,yesunsonidodeliciosodelahostia.Mecentroensuclítoris

denuevo.Loatrapoconsuavidadentremisdedoshúmedosydejoquesedeslicesuavemente.

—¿Qué... ha sido... eso?—dice, y su voz no esmás que un cálidosusurro.Todasuresistenciase

harendidoamiscaricias.Repitoelplacenteropellizcoytrazopequeñoscírculosconelpulgar.

Tessajadeaahora.Suspiernasse tensanyséqueestácerca.Muycerca.Memueroporver

cómosedeshacepormí.Nopuedocreerquenuncahayasentidolapuraeuforiadelsexo.Joder,nosabeloquesehaestadoperdiendo.

Levanta la espalda del suelo, elevando las tetas haciami rostro.Unlametónnoleharádañoanadie.

Bueno, sí.Medistraeríademiobjetivo.Labesodenuevo, estavezreclamándola seriamente, y dándole justo lo que necesita. Le estoyproporcionandoalgoquenuncahabíasentido.Estácadavezmáslejosdelarealidadgraciasamiscaricias.Amí.

Introduzcomimanolibrepordebajodelsujetadoryrecojosupechoperfecto.Lomasajeoydejo

quenotemásdeunasensaciónalavez.Letiemblanlaspiernas.—Esoes,Tessa,córreteparamí—laaliento.Está tumbada sobre lahierba,mordiéndoseel labio inferior conun

intensoruborenlasmejillas,ysumirada...,joder,meencantasumiradaperdida.—Mírame, nena—le ruego, ymordisqueo la carneque rebosapor

fueradesusujetador.—Hardin —gime con voz densa, negándose a dejarme apartar la

mirada.Estansexi,tanerótica,sinpretenderlolomásmínimo...—Hardin... —Me atrae aún más hacia sí mientras pronuncia mi

nombre.Respiracondificultadaltiempoqueintentarecobrarlacompostura.—Tedaréunminutoparaqueterecuperes—digoylentamentesaco

mimanodesusbragas.Un resbaladizo rastro de su orgasmo reluce en su vientre donde

apoyolamano.Suspira,ymellevolamanoalbóxerparasecármela.La tengo tandura en estosmomentosqueni siquierapuedopensar.

Ellasigueaquítumbada,conexpresión de acabar de vivir elmejormomento de su vida. Sé que

quieremás.YDiossabequeseloconcedería sin dudar. Cada milímetro de mi cuerpo está deseando

penetrarla.Quierooírcómogimeysentircómosusmúsculosseaferranamialrededor.

Perohoyno.Hoynopuedo.Melevantoyrecojolosvaquerosylasbotasdelaorilla.

NotocómoTessameobservamientrasmevisto.—¿Yanosvamos?—preguntaconunavozbajacargadadeduda.¿Quierequehagaquesecorraotravez?¿Quieremásahoraquesabe

lasmaravillosassensacionesquepuedeofrecerlesucuerpo?—Sí,¿queríasquedartemásrato?—Esquepensaba...Nosé.Creíaquetalveztúqueríasalgo...Parecehumillada.¿Porquéibaasentirseasí?¿Seestáarrepintiendo

yadehaberdejadoquelamasturbe?Deberíahaberloimaginado.Tessacambiadeposturaysetapa.Yaestáintentandohuirdemí.Un

momento...hadichoquecreíaqueyoqueríaalgo...—Ah,no.Estoybien.«Meencantaríasentircómotu lenguacaliente jugueteacon lapunta

demipollaenestemismoinstante,peronoformapartedelplan.»Pero,enlugardedecireso,añado«Porahora»,paraasegurarmede

quesepaquevoyadisfrutarlo plenamente cuando suceda. Tessa asiente y se sube los

vaquerosporlaspiernasysecolocalacamisetaporlacabeza.Vercómosevistemeestávolviendoloco.Quieroabalanzarmesobre

ellaydesnudarlaotravez.Se vuelve como si algo entre las piernas la incomodara.No puede

dolerle; no la he penetrado de ninguna manera. Probablemente no estéacostumbrada a estar tan mojada. La idea me hace reír y me ponecachondodelahostiaalavez.

—¿Tepasaalgo?—lepreguntoenelcochemientrasconduzcoporlacarreteradegravilla.

El sol sehapuesto ligeramente, y el aire es cadavezmáshúmedo.Prontoempezaráallover.

—Nolosé.¿Porquéestástanraroahora?«¿Raro?¿Yo?»—Yonoestoyraro,laqueestáraraerestú.—No, no me has dicho nada desde..., bueno, ya sabes. —Le da

demasiadavergüenzasermásespecífica.Lodigoyoporella.—Desdequeteheprovocadotuprimerorgasmo.—Eh...,sí.Nohasdichonadadesdeeso.Tehasvestidoynoshemos

ido.Mehacepensarquemeestásutilizandooalgo.¿Utilizándola?¿Paraqué?Espera,esquelaestoyutilizando.Mierda.Peroellaesonolosabe.Essuinseguridadlaquelahacepensarasí.—¿Qué?Esobvioquenoteestoyutilizando.Parautilizaraalguien

habríasacadoalgoacambio—digomedioriéndome.Peroellano se ríecuando lamiro.Tiene losojos rojosyunasola

lágrimadesciendeporsumejilla.Joder.«¿Estállorando?»—¿Estásllorando?¿Quéhedicho?Nolaentiendo.¿Porquéestátansensible?Y¿porquémesientotan

culpable?Siemprecogetodoloquedigoy lo transforma en algonegativo.Tieneunamuymala

opinióndemí,ynoseloreprocho.Esmuysusceptible.—No quería parecer insensible, lo siento. Es que no estoy

acostumbradoaloquesesuponequetengo que hacer después de estar con alguien; además, no iba a

dejarteentucuartoylargarme.Habíapensadoquepodíamosiracenaroalgo,seguroqueestásmuertade

hambre.—Ledoyunapretónenelmuslo.Ellamesonríe,yelpesarquesentíaenelpechodisminuyedemanera

considerable.—¿Quéclasedecomidategusta?—lepregunto.Noséadónde llevarla.Nuncahesalidoacenarasolasconninguna

mujer.Sí,yaséqueestriste,perolamayorpartedeltiempoquepasoconlasmujerestranscurre

enotrositio.Ella se lleva lasmanosalpelo revueltopara recogérselo.Creoque

megustarávérselo

recogido...,asípodréverlemejorlacara.—Laverdadesquemegustatodo,siemprequesepaloqueesyque

nollevekétchup.—¿No te gusta el kétchup? ¿No se supone que a todos los

estadounidenseslosvuelvelocosesasalsa?Quéraraesestachica.—Notengoniidea,peroesasquerosa.Mehacegracialosegurayorgullosaquesemuestraconrespectoa

sufirmeodioporelkétchup.Seechaareírconmigo.—¿Teparecequeseaunacenasencilla,entonces?Cuando el ambiente en el coche se vuelve demasiado silencioso, le

pregunto:—¿Quéplanestienesparacuandotermineslauniversidad?Mierda,yalehabíapreguntadoeso.Semedafatalconversar.—Tengo intención demudarme a Seattle inmediatamente, y espero

trabajarenunaeditorialoserescritora.Séqueesunatontería.—Semiralasmanos.Noesninguna

tontería; yo tengo el mismo sueño—. Pero ya me lo preguntaste,¿recuerdas?

—No,noloes.ConozcoaalguienquetrabajaenlaeditorialVance;estáunpocolejos,peroalo

mejor podrían hacerte un contrato de formación. Si quieres, habloconél.—Vancemataríaportener

aalguientanbrillantecomoTessatrabajandoallí.—¿Enserio?¿Haríasesopormí?—Sehaquedadopasmada,lonoto

ensuvoz.—Sí,noesparatanto.—Meencojodehombros.Odio recibir tanta atención en este momento. Siento el rebosante

entusiasmodeTessaenelasientodeallado.Conseguirleaalguienuncontratodeformaciónen

Vancenoesgrancosa.Loharíaporcualquiera.Deverdad.—Vaya, gracias. En serio. Necesito conseguir un trabajo o un

contratodeprácticaspronto,yesosería un sueño hecho realidad —dice, y junta las manos con

entusiasmo.

Las junta literalmente, como una niña que acaba de ganar el osogiganteenlaferia.Meentranganasdesonreír.

Mientrasaparco,Tessaparecealgoinseguraconrespectoalacena,yveocómoobservaelaspecto

desfasadodellocal.—Lacomidaaquíesfantástica—legarantizo,ysalgodelcoche.Lacafeteríaestácasivacíacuandonossentamos.Unaancianabajay

rechonchanostraelosmenús,yyointentomiraracualquierpartemenosaTessa.Unavezpedidalacomida, iniciaunaconversaciónconmigo.Intenta

sacarmealgosobremiinfancia,peronoselopermito.—Mipadrebebíamucho;nosabandonócuandoyoerapequeña—me

sueltaderepente.Yonodigonada.Mequedomirandoelplatoconelceñofruncidoe

intentonoimaginármeladeniñaescondiéndosedesuversióndelborrachodemipadre.Permanezco sumido en mis pensamientos durante el trayecto de

regreso.CentrolaatenciónenusarlosdedosparadibujarpequeñasfigurasenlapiernadeTessa.—¿Lohaspasadobien?—preguntacuandollegamosalcampus.Sufraseestácargadadeexpectación.Lociertoesquesílohepasadobien.Megustaríavolvera«pasarlo

bien» con ella y hacerla gemir mi nombremientras la penetro con losdedosunayotravez.

Pero,enlugardeeso,ledigo:—Laverdadesquesí.Oye,teacompañaríaatucuarto,peronotengo

energíasparasoportarelinterrogatoriodeSteph...

Me vuelvo hacia ella. Está decepcionada, aunque se esfuerza pormanteneresafalsasonrisaensu

rostro.—Tranquilo.Nosvemosmañana—diceconpesar.Sé que no quiere marcharse, y la idea me complace. Se me queda

mirando,esperandoaquediga

algo.Nolohago,peroalargolamanoylecolocounmechóndepelosueltodetrásdelaoreja.No

tengomuchoque decir, pero quiero volver a tocarla.Quiero sentiresainmensacalmaqueme

infundecuandometoca.Vuelvelamejillaylaapoyaenlapalmademi mano. Parece una versión más joven de sí misma, abierta yaguardándome.Tirode susbrazosparaque seacerque.Lanecesitomáscerca.Obedece,atraviesalaconsolacentralysecolocaahorcajadassobremiregazo.Micuerpo

estácalientetrashaberrecibidoelsolvespertino,ylasmanosdeellarecorrenconavidezlatintade

mivientreporencimadelafinacamiseta.Vibroalsentirlascariciasdelaspuntasdesusdedos.

Tiento su lengua con lamíay acepto todo loquequieradarme.Lerodeolaespaldaconlos

brazosy laaproximoamí todo loposible.Siguesinser suficiente.Necesitomás.Nuncaessuficiente

conella.Mismanosasciendenporsucálidoestómagoy,derepente,nosinterrumpeeltonodellamadamásdesagradabledelmundo.

—¿Otraalarma?—lepregunto,yellarebuscaensubolso.La pantalla de su viejo móvil es pequeña, pero lo bastante grande

comoparaqueveaelnombrequeapareceenella:NOAH.Suqueridonoviodel instituto laestá llamandomientrasellaestáen

micochemetiéndomelalenguahastalagarganta.Rechazalallamadaymesonríe.¿Enserio?

Supongoquenoestaninocentecomocreía.Unbuenorgasmoparecehaberacabadoconsusentido

delamoralidad,gemidoagemido.Caigoenlacuentadequenovaacontarlenadadeloquehapasado

hoy.Niunapalabra.Vaabesarme,asalirdemicocheyallamaralpijodesu novio en cuanto llegue a su cuarto.Le dirá que lo quiere.Él hará lopropioyellasonreirádelmismomodoquecuandoyolabesé.

Selameloslabiosyseinclinaporencimadelaconsolacentralparabesarmedenuevo.«No,no...»

—Tengoque irme.—Suspiroymequedomirandohaciaadelantea

travésdelparabrisas.—Hardin, he rechazado la llamada—dice a la defensiva—. Voy a

hablarconéldeesto.Aunquenosécómonicuándo,peroserápronto,teloprometo.Vaya,parecequemeequivocabaconrespectoalodesupérdidadela

moralidad, pero esto es peor de lo que pensaba. Se ha pasado la tardeconmigo,y¿ahoravaaromperconsunoviodelainfanciayesperaqueyolosustituya?

«No,no.»No.»El ambiente del coche se está cargando, y siento que me asfixio

mientrasTessaaguardaunarespuesta.—¿Quevasahablarconéldequé?—lepregunto,conscientedeque

nodeboseguiralimentandoaestecachorromásdeloquelohehechoya.—Detodoesto—diceagitandolamanoporelcocheymeneandoel

airedenso,yestoyconvencidodequevoyaasfixiarmeconél.¿Cómo cojones se me ocurre hacer todo esto con ella? Debería

habérmelafollado,sinnadadecenitasdebatiendosobreelkétchupnicharlassobrenuestrosplanes

defuturo.Ahoraquiereformarpartedemivida,comohacensiemprelasmujeres.Puesestábienloca

sicreedeverdadqueesovaasuceder.—Denosotros—añade.Hausadolapalabranosotros,ymeaterradelahostia.—¿Nosotros?Noestarásdiciéndomequevasa romperconél...por

mí,¿verdad?De repente siento todo su peso sobre mi regazo, como un firme

recordatoriodeporquénomevan lasvírgenes.Ni siquieraparaNatalie fue la primeravez; había

perdidolavirginidadconunchicodesuiglesia«experimentando».—¿Es que... no quieres que lo haga?—dice arrugando el ceño con

confusión.«Joder,estovademalenpeor.»

—No, ¿por qué ibas a hacerlo?A ver, si tú quieres dejarlo con él,hazlo,peronolohagaspormí.

—Pero...creíaque...—Yatehedichoqueyonobuscounarelación,Theresa.Se encoge, dolida por mis palabras. Esto es peor de lo que había

imaginado.Unapartedemíquieredecirlequenopretendoseruncapullo,que llevoestaactitud

enmisgenesyquenoesculpamía.Nisuya.Aunque,enrealidad,síqueesculpamía.Esculpamía

notenerniunapizcadeloqueseaquehayaque tenerparaque lagentequieraemparejarseyvivir

felices para siempre mientras retozan en campos de flores silvestres.Sencillamentenosoycapaz.

—Eres un gilipollas. —Se levanta de mi regazo y recogeapresuradamentesumóvilysubolso.

Su súbita ausencia sobre mi cuerpo me tortura, tanto como latormentagrisquesehaformadoen

susojos.

—¡No quiero que vuelvas a acercarte a mí! ¡Lo digo en serio!—grita,ysedisponeamarcharse.

La voz deNatalie dirigiéndome esasmismas palabras con los ojosllenosdelágrimasresuenaen

mi mente a través de un altavoz. Los ojos de Tessa están sólovidriosos, pero sé que se está aguantando el llanto por orgullo. Nosparecemosmuchoeneso;el tremendoe irracionalorgulloque tenemospodríallegaraserpeligroso.

Abrelapuertadelcocheysalesinmirarmesiquiera.Daunportazodeliberadoyrecorreel

parkingapasoacelerado.Arrancode inmediatoy suboelvolumendelaradio.Necesitoqueelruido

silencie elhuracánque se está formandoenmimente.Me tiemblanlasmanosynopuedopararde

darlevueltasalacabeza.Natalie,Theresa,Natalie,Theresa.Natalieestáenelporchede lacasademimadreenHampsteadcon

una mochila estudiantil de flores pegada al pecho y los ojos rojos

inundadosdelágrimas.«Porfavor,Hardin—lloraba—.Notengoadóndeir.»Estabasuplicando.Unanubedevaporempañabaelaire fríodelante

desurostromientrashablaba.Nofuicapazdedejarlapasar.Nopudehacerlo.Teníaentendidoque

sufamiliaylaiglesialahabíanrepudiado,quelahabíanechadodesusdossantuarios.Meparecíatan

jovenenesemomento...;susojosazulesbrillabanatravésdelaoscuridadmientrasesperaba,con

laesperanzadequecambiaradeidea.Peronolohice.Joder,nopodía.Nopodíadejarquesequedaraenmi

casa.Mimadrecasinuncaestaba allí, lo que significaba que estaría conmigo todo el tiempo.

¿Quépodíahaceryoporella?Noqueríatenernadaqueverconellay,aunqueasífuera,nopodíahacer

nadaporayudarla.Mipadreeraunborrachoque lahabríadespertadoal entrar tambaleándose en la

húmedacasa.Lasparedesteníanmanchasdehumoysuolorsehabíafiltradodemanerapermanente

enlatapiceríadelosmuebles.¿Dónde iba a dormir si él regresaba de repente? Llevaba años sin

aparecer,peromimenteinfantilcreíaquevolvería.Eraunestúpido.Ahorahavuelto.Tieneunabonitafamiliayviveenunaenormecasa,

ydetestolacantidaddevecesqueesepensamientomevienealamente.Yame he trasladado a otro país para vivirmás cerca de él, pero lo tengograbadoenlacabezatodoelputodía.

Elruidodeunclaxonmedevuelvealpresenteydoyunvolantazo,loqueprovocaqueel

monovolumenmepitedenuevo.Noveoconclaridad;elmundomásalládelparabrisasesunborrón.

Parpadeo unas cuantas veces y alargo la mano hacia el dial de laradio.Necesitodetenermeaun

ladodelacarretera.Medueleelpecho.Sientounconstantemartilleomuscularenmiinterior.Estan

intenso queme tiemblan los huesos.Unas gotas de sudor, o tal vezlágrimas,meempapanlapiel.Me

lassecoavergonzado.—¡Joder!—gritoaldensoambiente.Necesitooxígeno.Tengolasensacióndequesemecierralagarganta

y abro la ventanilla. El fresco aire otoñal se abre paso y relaja mirespiración.

Veo el rostro de Natalie en mi mente tan claro como si la tuvieradelante.JuntoaellaestáTessa,y

ambasseríendemíacarcajadas.Seestánburlandodelainfluenciaque ejercen sobre mí. La omnisciente sonrisa de Tessa se ilumina, yNataliedesaparece.¿Quécojonesmeestápasando?TengoquealejarmedeTessa.MeimportaunamierdalaApuestayquedarcomounidiotacuandoZedgane.

Zed.Su nombre me hace vacilar. No soporto imaginarme su cuerpo

sudorososobreeldeellamientraslapenetra.Cierrolosojosyapoyomimejillaardientecontraelfríovolante.En

menudolíodemierdamehemetido.

Cuandollegoaclase,Tessanoestáensusitio,queestávacío,comoeldeLandon.Mesientoysacoel

móvil.Hay unmensaje deLogan en el queme invita a tomar algodespuésdecomer.Lerespondoque

noyvuelvoaguardarmeel teléfonoenelbolsillode losvaquerosnegros.Meestánunpococeñidos,

pero no importa.Tengo las piernas demasiado largas y parezco unpayasosimepongopantalones

anchos.Tengounamanchaderotulador(oigualesdemaquillaje)enlamangademicamisetablanca.

Nomeapetecíahacerlacolada,yalgunasdelascosasqueseponenlasmujeresenlacaradebende

serbiopeligrosascomomínimo.Estoydistraídopensandoenmidesagradablefaltadehigienecuando

Tessaentraporlapuerta.Lamirodirectamenteconlaintencióndequesusojosseencuentrencon

losmíosmientrasavanzahacia

laprimerafila.Mesorprendequenosesienteenotrositio.Pensabaquesuodiohaciamíseríatan

fuertequeharíaalgoasí.—¿Tess?—susurroatravésdelreducidoespacioqueseparanuestros

asientos.Ellafingequenomeoye,perohenotadoelrespingodesushombros

cuandohepronunciadosunombre.—¿Tess?—Tragasaliva,ysupechosehinchaysedeshinchaconuna

lentitudantinatural.Latensiónqueemanadenosotrosespalpable.—Nomehables,Hardin—dice,yseponefirmeparaindicarmeque

noestádebroma.—Vengaya.—Intentoengatusarlaconunasonrisa,peronocuela.Selameloslabiosydice:—Lodigoenserio,Hardin.Déjameenpaz.—Vale, como quieras.—Si quiere hacerse la difícil, yo también sé

serlo.Vayasilosé.Landon interviene en la conversación como un cachorrillo

preocupado.—¿Estásbien?—lepreguntaaTessa.—Sí,estoybien.—Asienteella,ysevuelveligeramenteparadarme

máslaespalda.

Lasemana transcurreconnochesenvelay tentadoras llamadasporpartedelasbotellasqueestánbajolapila.Cadavezsemehacemásdifícilresistirme a ellas. Cuando llega el viernes estoy agotado de la hostia.Tengo un aspecto de mierda y me siento como tal. Cuando llego aliteratura,Landonestá

sentadoensusitioymemirainmediatamente.—Tengoquehablarcontigo—dice.Echo un vistazo a mi alrededor para ver a quiénmás podría estar

dirigiéndose.Nopuedeestarhablándomeamí,peroTessaacabadeentrarporlapuerta,asíquepodríaser.

—Sí,esati—dice,ypareceaúnmáscabreadoqueantes.Ocupomisitioypasodeél.Cruzolaspiernaspordebajodelamesa,

meinclinohaciaatrásymeapoyocontraeldurorespaldodeplásticodelasilla.—Quería transmitirteuna invitaciónparaquevengasacenardentro

deunosdías.Nuestrospadrestienen algoquedecirte.—Parece percatarse de su propia estupidez,

porquesecorrige—:Mimadreytupadre.¿«Nuestrospadres»?¿Esquehaperdidolaputacabeza?—¡Novuelvasadecirnadaparecido,gilipollas!Landon se dispone a levantarse presionando las manos contra la

superficiedelpupitre.Noseatreverá.—¡Déjalo en paz! —grita Tessa, y me agarra de los brazos para

evitarquemeabalancesobreLandon.Tienequeaprenderameterseensusputosasuntos.Bajo losbrazos.

«Alamierdaconesto.»¿Porquéhatenidoqueaparecer?—Méteteentusasuntos,Theresa.Ella se inclina sobre su mejor amigo y le susurra algo. «Mejor

amigo»esunaexpresiónabsurda,peroseguroqueestosdospetardoslautilizan.—Nada.Esqueesuncapullo,básicamente—diceLandonenvozalta

mientrasesbozasusonrisamásencantadora.LarisitadeTessameirritamucho.SevuelvehaciaLandon.—¡Tengobuenasnoticias!Vaya.Estáactuandodelantedemí.Seguroquepiensaquenomedoy

cuentadesucomportamientoinfantil.—¿Enserio?¿Elqué?—¡Noahvaaveniravisitarmehoy,ypasaráaquíelfindesemana!Unapunzadadecelosseapoderademíymecrispatodosycadauno

demisnervios.ConcadapalmadaquedaTessa,sientocómomiabrasadoramiradacalientasu

piel,ycadavatiode

luminosidad que emana de su sonrisa aumenta los vehementestembloresdemismanossobreel

pupitre.—¿En serio? ¡Eso es genial! —exclama Landon con sinceridad, y

ningunodelosdosmeprestaatencióncuandofinjotenerarcadas.

DIECIOCHO

Ahora que había conocido a la chica, empezaron a aumentar sustemores.Nuncahabíatenidodemasiadacompetenciaenloquealafectodelasmujeresserefería.Ningúnotrohombresehabíainterpuestojamásensusbrevesencuentrosconellas.

Hasta que apareció aquel chico perfecto de cabello dorado, con unlibroqueconteníatodossussecretos.Sabíaqueaquelchicolahabíavistocrecer; había estado a su lado durante la mayor parte de su vida, yprobablementelaconocíamejorquenadie.Erafácilmentedetestable,peroalfinalsediocuentadequeélnoeralacompetenciaenabsoluto.

Mientras recorro el vestíbulo de la residencia de Tessa, intentoquitarmeesospensamientosdelacabeza.Nohagomásqueimaginármeladesnuda debajo del cuerpo de ese niño bonito. Lleva el cárdigan atadoalrededordeloshombrosmientrasselafolla.

Sinofueraporquemedanáuseas,laimagenmeresultaríachistosa.Llamoa lapuertadeTessaunavezantesdegirarelpomoyentrar.

Noestácerradaconllave,loquesignificaquesunovioyellanotienenplaneadonadademasiado

salvaje.Noah y ella están sentados en la cama a oscuras, yTessa da unrespingoalvermeyseapartaunpocodeél.

—¿Quéhacestúaquí?—ladra,yelevalavozaldarsecuentadequiénacabadellegar—.¡No

puedesirrumpirenmicuartodeestamanera!Sonríoalaadorablepareja.—He quedado con Steph. —Me siento en el borde de la cama de

Steph,sabiendoqueesunamentiradescarada.MevuelvohaciaNoahparaevaluarsuniveldecabreo.¿Seráuntío

majoounestiradocomoTessa?Seguroquesecabreacomounamonaencuantopronunciesu

nombre.

—Hola,Noah,mealegrodevolveraverte.—Meplanteoestrecharlelamano.

Seguroqueestáacostumbradoahacerloenelclubdecampoalquepertenece.

—Está con Tristan, probablemente en tu casa —dice Tessaescupiendolaspalabrascomosi

intentarainsinuarmequemelargue.«Todavíano,rubita.»—¿Ah,sí?—digoparasacarladequicio—.¿Vaisaveniralafiesta?Eso sería mucho más divertido. El tipo encajaría en la casa de la

fraternidad,elrestodelospijosrubios lo obligarían a beber cerveza del barril haciendo el pino en

cuantoentraraporlapuerta.Sualmapura se veríamancillada, yTheresa tendría quebuscarseotro

guaperasrubio.Pobrecita.—No..., no vamos a ir. Estamos intentando ver una película —me

contesta.Noahmueve lamano en la oscuridadymehorrorizo al ver que la

colocasobreladeella.Perciboloincómodaqueestáinclusoatravésdelapenumbra.—Quépena.Serámejorquememarche...—Alvolverme,partedela

presiónquesientoenelpechodesaparece—.Ah,Noah...—Hagounapausaentremispalabras

yesperoparavercómoTessaseechaatemblar—.Llevasunachaquetapreciosa.Parecealiviadaalcomprobarquenovoyamontarunaescena.—Gracias,esdeGAP—merespondeél.Elpobrenotieneniideadequemeestoyburlando.—Meloimaginaba.Queosdivirtáis—digo,ysalgodelahabitación.Meardeelpechomientrascierrolapuerta.Menudopelele.

DIECINUEVE

Justocuandosuvidaempezabaacobrarunpocodesentido,algolasacudiódenuevo.Creíaqueteníaelcontrolabsolutodesímismo,deella,de todo. Se estaba resistiendo a la dulce tentación del amargo licor.Noqueríanecesitarlodelmodoenquelohabíanecesitadohastaquesevioalteléfono hablando con su padre, escuchando los detalles de su nueva (ymejor)vida.

Despuésdecolgar,notuvootraopción.Estabacompletamentesoloconsuúnicaamiga.Labotelladewhisky

estabacasivacía,comoél.

Cuandollegoacasade losScott,aparco justoenmediodelacceso.Detestoestapreciosacasa,que

descansa sobre un perfecto césped verde. Ken y Karen pagan unabuenapastaparaquelesarreglenel

jardín;fijoquetambiénpaganunabuenapastaparaquelosarreglenaellos.Seguroquealarecién

prometida de Ken le encanta vivir aquí. Probablemente disfrutegastándosesudineroen

emperifollarse.Estoyqueechohumo.Estoycabreadoynolosuficientementeborrachocomoparaaguantar

gilipolleces.¿Quéclasedepadredemierdaleanunciaasuúnicohijoquevaacasarseconotra

mujer justo cuando estás empezando a conocerlo? Ésa es justamente larazónporlaquenoqueríasabernadadeél.Mejodemogollónquesóloquedarauncuartodelicorenesabotella.Mevaaestallarlacabeza,tengola garganta seca y me muero por un trago de whisky. Ken Scott tieneguardadasmuchasbotellascaras.

Siempre que alguno de sus pijos colegas de suéter sin mangasregresandesusvacacionesaEscocia

leregalanuna.Elcabróndemipadrevaavolveracasarse,ymelo

sueltaasí:«Karenyyovamosacontraermatrimonio.Pronto,muypronto».«¿Acontraermatrimonio?»¿Nohabíaunaexpresiónmenosnatural

queésa?¿Yduranteunaputaconversacióntelefónica?—Vamos a contraer matrimonio —repito mientras subo los

escalonesdelporchededosendos.El hombre tiene tantos arbustos podados con formas ornamentales

quetengolasensacióndeestarenlaputaselvadeWillyWonkaoenlaputafábrica,ocomocojones

sellamara.Eshorrible.Antesquenada,necesitomáswhisky.—Estoyaquí—exclamoenlaoscuridad.Meencuentroenunaprieto.Estoyborracho,peronotantocomome

gustaría.Necesitomásalcohol.Kentienemásalcohol.Siemprelotiene.Llamoalapuertaynadieabre.Estaestúpidayostentosacasamodelo

deladrilloesdemasiadogrande.—¿Hola?—grito hacia el oscuro patio, pero sólo me responde el

intensochirriardelosgrillos.Todos losvecinos tienen las lucesdelporcheencendidas,yencada

casahayaparcadountodoterreno con el parachoques repleto de pegatinas de la WCU.

Todoslosacadémicosdesueldoexcesivode launiversidadviven en esta calle.Mebajo el gorrode

lanagrisunpocomásconelfindequelosvecinosmeveanconunaspectoaúnmáspeligrosoqueel

quetengodecostumbre.Landon abre la puerta antes de que me dé cuenta de que estoy

aporreandolamaderaconelpuño.Tengolosnudilloshechosmierda.Nuncaledoytiempoalapielde

quesaneantesdedesgarrármeladenuevo.—¿Hardin?—diceconvozgrave,comosiacabaradedespertarlo.—No—contesto,ypasoporsuladohaciaelrecibidor.Voy directamente a la cocina y levanto la voz para que me oiga

mientrasmesigue.Decamino,

reparouninstanteenelenormeyrecargadosofárepletodevolantesenelqueparecequealguienhayavomitadofloressobreél.

—Esotrapersonaidénticaaél,sóloqueaestemodeloaúnleparecesmáscapulloquealmodelo

anterior.Abro el armario de la cocina e inicio mi búsqueda. Desde que se

desintoxicó,midonantedeesperma,esdecir,Ken,sehadeshechodecasitodoelalcohol,pero

séqueconservaalmenosunabotelladewhiskyescocés especial.Puedequeseaunrecordatorio,o talvezunatentación,peroséquelaadora, laguardacomosi fueraun tesoro.Enel tiempoque llevoaquí, loheoídohablarmásdeesa

estúpidabotellayconmásplacerquedesupropiohijo.Cadavezlaguardaenunsitiodiferente;no

sé si la esconde de sí mismo o si la utiliza como un recordatorioconstantedesuabstinencia.Seacomosea,ahoraesmía.

—No están aquí. Mi madre y Ken están pasando el fin de semanafueradelaciudad—meexplica

Landon,aunqueyoyalosabía.Me quedo callado. No tengo ganas de conversar con mi futuro

hermanastro.Laideamedaganasdevomitar.Noquierotenerunafamilia,nihermanosdelosqueestar

pendienteyviceversa.Quieroestarsoloyocuparmedemímismo.Sigobuscando,estavezenlahabitacióndeKenyKaren.Esuncuarto

enorme,losuficientementeampliocomopara albergar tres camasking-size como la cama con

doselquetienenenelcentrodeldormitorio.Tantolacómoda,comolasmesillasdenocheylacama

sondeoscuramaderadecerezo,aligualquelamesadeldespachodeKen.Menudocapulloobsesivo.Esunahabitaciónespantosayfeadecojones,asíqueesperoqueKen

yKarenseanfelicesaquícon sus muebles a juego y su vida perfecta. Tiro de la cadena del

armarioparaencenderlaluzypasolasmanos por los estantes.Después de palpar algo de polvo y una

caja,misdedostocancristal.Bingo.Bajolabotellaconcuidadoylimpiolafinacapadepolvoqueseha

acumuladosobreelladesdela última vez que Ken la mostró en público. Giro el tapón

inmediatamente y siento una tremenda satisfacción cuando el plástico serompeydesgarraelperfectosello.

Elwhiskymequemalalenguaymeescueceenunpequeñocortequetengoenelinteriordela

mejilla.Disfrutodelsaboryeldensoylentoardordelfinolicor.AKenScottsiemprelehagustado

el scotch, es un auténtico aficionado a esta bebida. Tiene un saborincreíble,muysuave,peroalavezmuyintenso.Personalmenteopinoqueesunpocopretenciosa,ymedecepcionódescubrirqueeselúnicowhiskyqueprocededeEscocia.Cabronespresuntuosos.Amítambiénmeencantaelsabor,es

algo que heredé de la corta lista de contribuciones de Ken a miexistencia.

Ya llevo media botella, todo me da vueltas, y creo que deberíaacabármela.¿Porquéno?Mipadre

nose lamerece;nisiquieramerecevolverabeber.Cuandodecidiódejar de caer en la tentación, perdió el derecho aposeerunabotella tanexquisita.

Además, él ya tiene bastantes cosas buenas y perfectas. Como sunuevohijo,porejemplo,que

ahoramismoparececreerquepuedeevitarmiobjetivodehacerquesunuevopapaítosesientatan

desgraciadocomoyo.Kentieneunaprometidaperfectaquemantienesiempreladespensaysu

estómago llenos. Ella no debe trabajar turnos de ocho horas paradespuésacudircorriendoaotrotrabajo.Notienequealinearlasfacturassobrelamesadelacocina,alaquelefaltaunapata,paraescogerlaquenovaapoderpagarestemes.Porlasvecesquehehabladoconél,parececreerque

todonosibabienenHampstead,yyoculpodepartedeesailusiónamimadre,queteníamásorgullo

quecerebro.

Su casa está impoluta, hasta el frigorífico lo está, sin marcas dehuellasenelaceroinoxidable.Me

lamolosdedosylospasoporelmetal.Landonresoplaymaldiceamisespaldas.—¿Te has bebido la botella entera?—pregunta mirando con unos

ojoscomoplatoslabotellaquesebalanceaenmimano.—No,todavíaquedalamitad.¿Quieresunpoco?—lepregunto.Retrocedehaciaelcomedorconlasmanoslevantadas,ylosigo.—No.Elhijoperfectoquenobebe.Quémono.—Creíaqueyanobebías—dice.Me vuelvo hacia él y me aferro a una enorme vitrina llena de

relucientes platos caros para no caerme. ¿Qué cojones sabe de misproblemasconlabebida?

Clavolosdedosenlamadera.—¿Acuentodequédiceseso?Alinstantesedacuentadequesesuponíaquenodebíadecirnadade

esodelantedelpobrechicotraumatizadoyabremucholosojos.—Sólodecíaque...—Intentavendermelaburra.—Déjalo.—Levanto lamano con la botella y él retrocededesde el

comedorhastaelsalón.No va a dejar de hablar.Va a insistir y a insistir.No tengo ningún

controlsobreél,sobrenadadeloqueestápasandoenestemomento.Joder,elcapullodemipadreva

a casarse, estoy borracho y cabreado, y este gilipollas no sabe cuándodejardeagobiarme.

Agarrolaesquinadelavitrinaquetengoalladocontodalavajilladeporcelanadentro.

Seestápasando.—Tupadredijo...Y ahora ha llegado mi turno de pasarme. Antes de que termine la

frase,tirolavitrinaalsuelo,ylo hago con tanta fuerza que se me cae la botella en el proceso.

Landongritaalgo,peroconelruidodelaporcelanahaciéndoseañicosnoconsigooírelqué.

—¡Largodeaquí!¡Quieroquetemarches!—mechilla.Meagachoyrecojolabotelladeentreelrevoltijodecristalesrotos,

maderaastilladayfragmentos de platos de color blanco y azul.Me corto la punta del

dedoymelamolasangremientrasmeasegurodequelabotelladewhiskyestéperfectamentecerrada.—SeguroqueaTessaleencantaríaveresto—looigogritarcuando

abrolapuertatrasera.«¿Tessa?»QuieropreguntarlequécojonespintaTessaen todoesto,

peronoquierodarlelasatisfaccióndesaberquepuedeutilizarlaenmicontra.Porelmotivo

quesea,creequesoltándomesunombrevaaconseguirquemecalmeyquedejedebeber,ynopienso

permitirquesepaqueestáenlo cierto. Paso de él, aunque no quiero hacerlo, y salgo al patio

trasero.El ambiente es cálido pero tranquilo. Está empezando el otoño; las

calurosasnochesdeveranoprontosetornaránfrescas,yesasnochesfrescasprontosetornarán

gélidas.Lapróximavezquelacaguepiensotrasladarmeaalgúnsitiodondehagamáscalor.—«Seguro que a Tessa le encantaría ver esto»—digo en voz alta

imitandoeltonodeLandon.Estaba intentando hacerse el listillo informándome de que ella no

aprobaríamidestructivapataleta.—¡Tessa,Tessa,Tessa!—gritoalaoscuridad.Inclusoestepatioesperfecto.Escasitangrandecomouncampode

fútbolamericanoyestárepleto de altos árboles que dan buena sombra durante el día y

formanunnegromantodeoscuridaddenoche.

Todomedavueltas,yelsilencionoayuda.Bebootrotrago.Unosminutosmástarde,elchirridodelapuertamosquiterahaceque

melevantedeunbrinco.Tessa está en el umbral, delante de Landon. Se dirige hacia mí y

sientoqueelpesodelabotellaquetengoenlamanoaumentaacadapasoqueda.Tienesusojosclaros

fijosenmí.¿Es real? Su pelo rubio brilla tanto bajo las luces del patio... Está

resplandeciente.Enfadada,peroradiante.¿Deverdadestáaquí?Creoquesí...debedeestarlo,amenosqueel

whiskycontuvieraalgúnalucinógeno.—¡¿Quéestáshaciendotúaquí?!—lepregunto.SigosulíneadevisiónhastaLandonymequedohelado.Quécabrón.—Landonmeha...—empiezaaresponder.—Joder,¡¿lahasllamado?!Landonpasademí,entraencasaycierralapuerta.Tessameseñala.—Déjalo en paz, Hardin. Está preocupado por ti —defiende a su

amigo.Elhermanoperfectoconsuamigaperfecta.Suele hablar siempre con suavidad, excepto cuando está cabreada.

Tieneunosojosmuybonitos,demasiado perfectos para esa cara tan dulce. No puedo seguir

mirándola,me está dando dolor de cabeza.Tengo que adivinar qué estápensando,yyahetenidounanochebastantelargadeporsí.Mesientoalamesadelpatioylainvitoasentarseenfrentedemí.

Cuandolohace,bebootrotragoyellameobserva.Sientocómomejuzgaconlamirada.Golpeo

la mesa de cristal con el culo de la pesada botella y Tessa da unbrinco. Debería marcharse. No debería estar aquí. Landon no deberíahaberla llamadonihaberlepedidoqueviniera.Además,¿quéhaceaquí?Sunoviohavenidoaverlaestefindesemana,yseguroqueaestashorastocabanabrazos

segúnsuagenda.La ideame da escalofríos. Landon no tenía ningún puto derecho a

pedirlequeviniera.—Menuda pareja. Qué predecibles sois. El pobrecito Hardin está

enfadado,¡asíqueosaliáiscontramíparaintentarhacerquemesientamalporhaberdestrozado

unaputavajilla!—Lesonríoparaquesepaqueenlafuncióndeestanochesoyelvillano.—¿Nodecíasquenobebías?—inquiere.Está intentando entender quién soy. La tengo confundida, y no lo

soporta.—Y no lo hacía. Hasta ahora, supongo. No seas condescendiente

conmigo;túnoeresmejorqueyo.—Laseñaloconeldedo,usandosupropiatécnicadereprimenda

contraella.Nopareceimpresionarlemigesto.Bebootrotrago.—Nohedichoqueseamejorquetú.Sóloquierosaberporquéestás

bebiendo.Nunca entenderé qué le hace pensar a esta chica que puede

preguntarmeloquelevieneengana.¿Sabeloquesonloslímites?Notieneninguno.—Y ¿a ti qué te importa? ¿Dónde está tu «novio»? —le suelto

mirándoladirectamentealosojos.Apartalamirada,incapazdemantenerlamía.—Está enmi habitación. Sólo quiero ayudarte,Hardin.—Alarga la

manoparatocarme,yyoapartolamíaantesdequelohaga.¿Quéhace?Estodebedeseralgunabromamacabra.Landondebede

haberlepedidoquevengayquesemuestreamableconmigoparadomaral león.¿Porqué ibaa

tocarme,sino?—¿Ayudarme?—Meechoa reír—.Sideverdadquieresayudarme,

lárgate.—Agitolabotellaymimanoendirecciónalapuerta.—¿Porquénomecuentasquétepasa?—insiste.Sabíaque loharía.Los rizosde supelo sueltodescansan sobre sus

hombros.Llevaropacasual,yparecemásjovenquenunca.Apartalosojosdelosmíosysemiralas

manossobresuregazo.Porinercia,mequitoelgorroymepasolamanoporelpelo.Huelo

elwhiskyqueemanapormisporos,ypuedooírlalargaypesadarespiracióndeTessa.Empiezoa

respirarasuritmo,yderepente

mepreguntoquécojonesestoyhaciendo.Prefiero que hablemos a que estemos aquí callados en este tenso

silencio.—Mi padre ha decidido contarme, precisamente ahora, que va a

casarseconKaren,yquelabodaeselmesqueviene.Deberíahabérmelodichohace tiempo,ydesde

luego no por teléfono. Estoy convencido de que Landon el perfecto losabedesdehacetiempo.

Tessamemiraalinstante,yparecealgosorprendidadequemehayaprestadoahablarcontanta

franqueza.Nopretendíaentrarentantosdetalles.Culpodeelloalwhisky.—Seguroqueteníasusmotivosparanodecírtelo—lodefiende.Cómo no. Ken Scott es como ella: guapo, refinado..., y siempre el

buenodelapelícula.—Túnoloconoces.Noleimportounamierda.¿Sabescuántasveces

hemoshabladoenelúltimoaño?¡Unasdiez!Loúnicoqueleimportaessuenormecasa,suahora

futuraesposaysunuevohijitoperfecto.—Doyotrotragodelabotellaymesecoloslabiosconel

dorsodelamano—.Deberíasverel cuchitril en el que vivemimadre en Inglaterra. Ella dice que le

gusta,peroséquenoesverdad.¡Toda lacasaesmáspequeñaqueeldormitorioque tienemipadre

aquí!Mimadreprácticamentemeobligó a venir a estudiar aEstadosUnidos, para que estuvieramás

cercadeél,¡ymiracómohasalidotodo!—¿Cuántosañosteníascuandosemarchó?—preguntaTessa.No sé si siente curiosidad, compasión o si sólo es una simple

pregunta.Vaciloantesderesponder.—Diez.Peroinclusoantesdequesemarchara,nuncaestabaencasa.

Sepasabacadanocheenunbardiferente.YahoraesdonPerfectoyposeetodaestamierda...—

Señalohacialacasa.Unasmacetasconcoloridasfloresdecoranelescalóndelaterrazade

madera,paraacabardecompletareldecorado.—Sientoqueosabandonara,pero...—No,nonecesitotucompasión—lainterrumpo.Siempreestáexcusandoatodoslosquelarodean.Esfrustrantedela

hostia.Noconoceamipadre.Ellano tuvoque soportar toda sumierdahastaquedesapareció,niechódemenosdespuéstenerquehacerlo.

—Noescompasión.Sólointento...«¿Juzgarme?»—¿Quéintentas?—lapresionoparaqueresponda.—Ayudarte.Estaraquíparati.Lodiceen tonoamable.Esuna lástimaquenosepanada sobremí.

Nosabeaquiénestáintentandoayudar.Debeentenderquenosoy reparableyqueestáperdiendoel

tiempoaquí.Tienequelargarseynovolverahablarmejamás.—Erespatética.¿Novesquenotequieroaquí?Noquieroqueestés

aquíparamí.Sóloporquemehayaenrolladocontigonosignificaquequieranadadeti.Peroaquí

estás,ydejasal«majo»detunovio,quesorprendentementesoportaestarcontigo, para venir a verme e intentar «ayudarme». Eso, Theresa, es lapuradefiniciónde lapalabrapatética—digo, y observo cómo sus ojosgrisessetransformanenpiedra.

—Sé que no has querido decir eso. —No me conoce, pero sabeinterpretarmeperfectamente.

Decidoasestarelgolpefinal.—Claro que sí. Lárgate.—Levanto la botella con aire victorioso y

abrolaboca.Derepente,desaparecedemimanoysalevolandoatravésdelpatio.—¡¿Quécojoneshaces?!—legrito.¿Está loca? ¿Cómo se le ocurre lanzar una botella de whisky tan

valiosaporlosaires?Mimiradaoscila entre su figura dirigiéndose hacia la puerta del patio y la

botella.Despuéslasigotrasrecogerlabotellaydejarlaaunladodelsuelodemaderadelaterraza,cerca

delamesa.Mecuestamantenerelequilibrio,peroconsigoplantarmedelantedeella.

—¿Adóndevas?—Lamiroeimpidoqueentreencasa.La luz de la terraza proyecta la sombra de sus pestañas sobre sus

pómulos.Mequedoobservándolamientrasellasemiralospies.—A ayudar a Landon a limpiar el desastre que has montado, y

despuésmevoyacasa—respondeconconvicciónysindarlugaraunadiscusión.Sinembargo,soyunexpertoenelartedeencontrarelmásmínimo

hueco,lamásmínimagrieta,porminúsculaquesea,quedépieadiscutir.—Y ¿por qué vas a ayudarlo?—Me ha traicionado llamándola, y

¿ahoravaadejarmeparairaayudarlo?—Porque, a diferencia de ti, él merece que alguien lo ayude —

respondeconvozgrave,firmeycargadadedeterminación.Siento cómo el impacto de sus palabras se hunde en mi pecho

mientrasmemiraalosojosdesafiante.Tienerazón.Eseltípicotíoconelquedagustoestar.Norompenada

nimontaespectáculoscuando recibemalasnoticias.Merecesu tiempoysu atención, y merece entrar en esa enorme casa y que lo reciban concariñoypoderirseasupropiahabitación.Mereceunacomidacasera;nodebería

comercomidaparallevarenunahabitaciónvacíaenunacasarepletadedesconocidosqueloodian

ensecreto.En eso tiene razón, y por eso dejo que pase y entre en la casa sin

mediarpalabra.Elmodoenquemehamiradoalpasarsemehaclavadoenlamente

ylaimagensereproducesincesar.Sacomimóvilyobservolaspocasfotosquelehehecho.Una

cuandocaminábamoshaciaelarroyo...;supeloparecíaaúnmásrubiobajolaluzdelsolyteníala

pielradiante.Estabatranquila.Bueno,puedequeestuvieranerviosa,peroparecerelajadaenlafoto.

Esmuybonita.¿Porquéibaa

quererayudarme?¿Qué lehacontadoLandonsobremisproblemasconlabebida?

Vuelvo a ponerme el gorro y, al cabo de unos minutos, no puedoevitarentrar.Abrolapuerta.Los

ojosmeardenymevaaestallarlacabeza.—Tessa,¿podemoshablar,porfavor?—preguntoinmediatamente.Landon está en cuclillas, metiendo pedazos rotos de vajilla en un

cubodeplástico.Ellaasienteylamiro a la cara. Despuésmis ojos descienden por su figura y se

detienenensudedoensangrentado,quesostienedebajodelgrifodelapila.Atraviesolacocinaensólounospocospasos.—¿Estásbien?¿Quétehapasado?—Noesnada,meheclavadouncristalito—dice.Elcorteparecepequeño,peronoloveobien.Leagarrolamanoyse

laapartodelagua.Midealrededordeuncentímetroymediode largoymedio centímetro de hondo. Sobrevivirá; sólo necesita un apósito. Sumanoesligeraycálida,ysientocómomirespiraciónserelajamientraslasostengo.Selasueltoyellaexhalaunprofundosuspiro.

—¿Dóndeestánlastiritas?—lepreguntoaLandon.—Enelbaño.—Estácabreadoconmigo.Lonotoensutono.Localizo sin problemas la pequeña caja de apósitos en el armarito.

Cojolapomadaantibacterianadelfondodelestanteyvuelvoalacocina.TomolamanodeTessaporsegundavezyleechounpocodecrema

enlapuntadeldedo.Ellameobservadetenidamente.Supongoqueno sabequépensar.Las tiritas

me recuerdan amimadre y a aquella puta noche de hace tanto tiempo.ApartolaimagendemimenteyenvuelvoelapósitoalrededordeldedodeTessa.

—¿Podemoshablar,porfavor?—lepreguntoporsegundavez.Asiente.Laagarrodelamuñecaylaguíohastaelpatiodenuevo.Allí

tendremosmásintimidad;Landonnonosescuchará.Cuandollegamosalamesa,lesueltolamuñecayretirolasillapara

quesesiente.Supongoqueeslomenosquepuedohacer.Tengolamanofría,yyanoperciboel

bombeodelasangredetrásdemisorejas.Mesientotranquiloybien.Sacootrasillaylaarrastroporelladodelsuelodepiedradelpatio.

Cuandomesientofrenteaella,misrodillascasirozanlassuyas.—¿Ybien?,¿dequéquiereshablar,Hardin?—preguntaconabsoluto

desinterés.Mequitoelgorroylotirosobrelamesaquenossepara.Mellevola

mano al pelo. Me siento como un gilipollas por haberme comportadocomounauténticocapullohaceunosminutos.Quieroquesepaquenosoysuobrabenéfica,sumuñecoroto,peroahoraquemehabajadoelsubidónde

adrenalina,empiezoadarmecuentadeloimbécilquesoy.—Losiento—digoenvoztanbajaquelaspalabrasseasientanenel

ruidoestáticoquenossepara.Nodicenada.—¿Mehasoído?—Sí,teheoído—meladra.Tieneelmentónlevantadoconairedesafiante.Estácabreada.¿Ellaestácabreada?¡Yoestoycabreado!Apareceaquí,seentromete

enmidramafamiliary¿encimanoaceptamisdisculpas?Recojolabotellaylequitoel tapón.Ellamefulminaconlamirada

mientrasellicordesciendepormigarganta.—Eresunapersonamuydifícil.—¿Queyo soydifícil? ¡¿Nohablarás en serio?!... ¿Qué esperasque

haga,Hardin?Erescruelconmigo.Tremendamentecruel.—Le tiemblanloslabiosysusojossehumedecen.

Tratademantenerunaposturafirme,peronoloconsigue;estámuydolida.

—Nolopretendo—susurro.—Sílopretendes,ylosabes.Lohacesapropósito.Nuncanadieme

habíatratadotanmalentodamivida.Esonopuedesercierto.Tampocomeheportadotanmalconella;no

havividonadasiestoeslo

peorquealguienlahatratado.—Y¿porquésiguesrelacionándoteconmigo?¿Porquénopasas?—

lepregunto.Sisoytanmalo,¿porquénodejadeintentarestarconmigo?Desoigoalapartedemicerebroquesepreguntacómomesentiríasi

dejaradeintentarlo.—Porque...nolosé.Peroteaseguroque,despuésdelodeestanoche,

seterminó.Voyadejarlaclasedeliteratura.Yalaharéelsemestrequeviene—medice.Tienelosbrazoscruzadossobreelregazo,yelvientolemeceelpelo

pordetrásdeloshombros.¿Tendráfrío?Noquieroquedejelaclase;eslaúnicaquecompartoconella.—Porfavor,nohagaseso.—¿A ti quémás te da?No querrás verte obligado a estar cerca de

alguientanpatéticocomoyo,¿verdad?—Sientoeldolorqueseescondetrassuspalabras,perono

laconozcolosuficientecomoparasabersiesauténtico.Ojalá la conociera. Me pregunto cuántas personas la conocen de

verdad,alaauténticaTessa.Merefieroaesaquearrugaelceñoantesdesonreír,aesaquetalvezno

tengasusproblemastanresueltoscomosumadrepiensa.—No quería decir eso... Yo soy el patético aquí. —Suspiro, y me

reclinocontraelrespaldodelasilla.Meatraviesaconlamirada.—Novoyadiscutírtelo—dice,ysuslabiosformanunaseveralínea.Hace un intento de quitarme la botella, pero esta vez yo soy más

rápido.—¿Quépasa?¿Ereselúnicoquepuedeemborracharse?—Memira,

ysusojossecentranenelaroquellevoenlaceja.—Pensabaqueibasatirarlaotravez.—Selapaso.No me gusta que beba, pero sé que está dispuesta a discutir al

respecto,yyonotengoganas.Sóloquiero que se quede aquí. Me gusta la paz que siento cuando está

conmigo.Leentraunaarcadaencuantocataelwhisky.—¿Conquéfrecuenciabebes?Medijistequenobebíasnunca.—Me

estáinterrogando.—Antesdeestanochehabíanpasadoseismeses.Seismesestiradosporelretrete.«Deputamadre,Hardin.»—Pues no deberías beber nada. Te hace ser peor persona que de

costumbre—diceentonodebroma,peroséquehablaenserio.

—¿Creesquesoymalapersona?—Esperosu respuestasin levantarlavistadelsuelo.

Vaadecirquesí,comoloharíacualquieraqueestuvieraensusanojuicio.

—Sí.Su respuesta no me sorprende, pero una parte de mí esperaba que

dijeraqueno.—Nolosoy.Bueno,puedequelosea.Quieroquetú...—empiezo.Nosoytanmalapersona,¿no?Podríasermejor,porella,siellame

lopidiera.Lamiroyveoquele tiemblan los labios mientras espera a que termine mi difuso

pensamiento.Quieroserbueno,yquieroqueellapiensequelosoy.—¿Quieresqueyoqué?—preguntaconimpaciencia.Medevuelvelabotellayyoladejosobrelamesasinbeberuntrago.¿Cómo respondo a eso sin sonar patético? Puedo dejar de beber,

puedosermásamableconlagente,osóloconella.—Nada.—Noencuentrolaspalabrasadecuadas.—Tengoqueirme.—Selevantaysedisponeamarcharse.Caminamuydeprisa,ynoquieroquesevaya.Voyaesforzarmemás.—Notevayas.—Lasigo.Cuandosedetiene,surostroestátancercadelmíoquepuedopercibir

elleverastrodelwhiskyensualiento.—¿Porquéno? ¡¿Aúnnohas terminadode insultarme?!—chilla,y

suspalabrasmeafectanmásquedecostumbre.

Medalaespaldaotravezyalargolamano.Laagarrodelbrazoylaobligoavolversedenuevo.

—¡Nomedeslaespalda!—legrito.No puede venir aquí, revolver toda la mierda y largarse sin más.

Estoyhartodequelagentemehagaeso.—¡Deberíahabérteladadohacemuchotiempo!—Megolpeaelpecho

—.¡Nisiquieraséquéestoyhaciendo aquí! ¡He venido corriendo en cuanto Landon me ha

llamado!—Estáchillando.Tienelacararojaysuslabiossemuevenagranvelocidad.Loshumedececon

lalenguauninstanteparapoderproseguir con su furioso discurso—: ¡He dejado a mi novio, que,

comotúmismohasdicho,eselúnicoquesoportaestarconmigo,porqueestabapreocupadaporti!

Sus palabras seme clavan en el alma, una por una.Hadejado a sunovioparaveniraquí.Notiene

ningúnotromotivoparaestaraquíapartedemí.Alomejornosoytanmalocomoyocreía,yquizá

ellaseacapazdeverlo.—¿Sabes qué? Tienes razón, Hardin: soy patética. Soy patética por

veniraquí,ytambiénsoypatéticaporintentarsiquiera...Eliminoelespacioquenosseparasinotropensamientoquepegarmi

bocaalasuya.Ellameempuja y se resiste, pero siento cómo su cuerpo se relaja en mis

brazos.—Bésame,Tessa—leruego.Lanecesito.—Porfavor,bésame.Tenecesito.—Intentounavezmás,porúltima

vez,quemebese.Milenguarozasuslabioscerradosyéstosseseparan.Cedeantemí

deinmediato,demaneravoluntaria y absoluta. Se inclina hacia mí, suspirando contra mi

aliento,yyoagarrosurostroconlasdosmanosydevorosusabor.Recorro su labio inferior con la lengua y ella se estremece. La

envuelvoconlosbrazosymeaferroasuestabilidad.Oigounruidoqueprocededelacasa,yTessaseaparta.Novuelvoabesarla,perocontinúoabrazándola.

—Hardin, de verdad, tengoque irme.Nopodemos seguir haciendoesto;nonoshaceningúnbien

—dice.Seestámintiendoasímisma.Podemoshacerquefuncione.—Síquepodemos—legarantizo.No sé de dónde ha surgido esa repentina esperanza, perome hace

sentirbien.—No,nopodemos.Túmedetestas,yyonoquieroseguirsiendotu

sacodeboxeo.Meconfundes.Me dices que no me soportas o me humillas después de que haya

compartidocontigolaexperienciamásíntimademivida.Tiene razón. La he cagado del todo. Tengo que explicarle lo que

sucedióyqueavecesjodolascosas a propósito. Siempre he sido igual. En mi duodécimo

cumpleaños,miabuelaintentóprepararme una fiesta. Envió invitaciones y encargó una tarta

especial.Eldíadelafiesta,ledijeatodoelmundoquesecancelabaymepasé la jornada completa encerrado en mi cuarto. Ni siquiera toqué latarta.Avecesfastidiolascosas...,peropuedoencontrarlamaneradedejardehacerlo.Sieso

significa poder besar a Tessa, poder sentir cómo se deja llevarconmigootravez,haréloquesea.

Trato de interrumpirla, pero ella me lo impide pegando su dedoíndiceamislabios.Sinotuviera

unatiritapuesta,lebesaríaelcorte.—Yalmomentosiguientemebesasymedicesquemenecesitas.No

megustalaclasedepersonaenlaquemeconviertocuandoestoycontigo,yodiosentirmecomo

mesientocuandomedicescosashorribles.—¿Enquéclasedepersonateconviertescuandoestásconmigo?—le

pregunto.Megustacómoes.Esmejorpersonaquelamayoría.

—Enalguienquenoquieroser,alguienqueengañaasunovioyquelloraconstantemente.—Se

lequiebralavoz.Se avergüenza de la persona en la que se transforma cuando está

conmigo.Yesohacequemesientafatal.Quieroqueseafelizcuandoestáconmigo.Quieroqueme

deseeconlamismairresistibleintensidadqueyoaella.—¿Sabesquiéncreoqueerescuandoestásconmigo?—lepregunto.Recorroconelpulgarlalíneadesumandíbulayellacierralosojos

parasentirmicaricia.—¿Quién?—susurrasinapenasmoverloslabios.El ambiente entre nosotros es calmado mientras aguarda mi

respuesta.Respondoconsinceridad:—Tú misma. Creo que eres la verdadera Tessa, y que sólo estás

demasiadoocupadapreocupándotepor loque losdemáspuedanpensarde ticomopara

dartecuenta.»Y sé lo que te hice después de masturbarte... —Veo cómo la

incomodaquelodigademaneratandirecta—.Siento... lo de nuestra experiencia, sé que no estuvo bien.

Mesentífatalcuandobajastedelcoche.—Lodudo.—Ponelosojosenblanco,incrédula.—Es verdad, te lo juro. Sé que crees que soy una mala persona...,

perotúhacesque...—Nopuedoterminarlafrase.Estáahondandocadavezmásenmiinterior,yme

aterraquelohaga—.Olvídalo.—Terminalafrase,Hardin,omevoyahoramismo.—Séquelodice

totalmenteenserio.Espera a que prosiga con la mano en la cadera y mirándome con

frialdad.—Tú...hacesquequieraserbuenapersona.Quieroserbuenoporti,

Tess—digo,yellasofocaungrito.

VEINTE

Cuando ella empezó a presionarlo con etiquetas y pruebas decompromiso, le entró el pánico. Se sintió como un animal salvajearrinconadoyatrapado.Sujaulaeralahonestidad,yellaamenazabaconencerrarlo sin llave. No podía perderla, pero cada día se le hacía másdifícil conservarla. Ella le había dado la vuelta a la situación, ycuestionabacosasqueélpensabaquejamásentendería.Cuandoellaqueríamás,loexigía,ynoaceptabaotracosamásqueunsíporrespuesta,perocuandoélqueríamás,ellaseresistía,excusatrasexcusa.

—Esto no funcionaría, Hardin, somos muy diferentes. Y, paraempezar,túnobuscasunarelación,

¿recuerdas?—mesuelta.Se aleja demí y espero que no intentemarcharse de la casa demi

padre.Escomosisólohabláramosdelfuturo.Decasarnos,devivirjuntos,deromper,deno

romper.Ellasientelanecesidaddeplanear toda suvida,peroyono.Aestas alturas, todoelmundo

sabequenosoportomuybienesaclasedepresión.Y,apesardetodo,Tessasiguepresionándomepara

quemeconviertaenmejorpersonaporella.

—No somos tan diferentes, nos gustan lasmismas cosas; a los dosnosapasionaleer,porejemplo

—ledigo.Siempreintentodefendermeanteella.—Túnobuscasunarelación—diceimitándomedemaneraburlona.—Losé,peropodríamos...¿seramigos?«¿Amigos?Vengaya,Hardin.»Veolafrustraciónreflejadaensumirada.—Túmismo dijiste que no podíamos ser amigos. Y no quiero ser

amigatuya,séloquequieres

decir con eso.Quieres todas las ventajas de un novio sin tener quecomprometerte.

Sueltosucuerpoymetambaleo,peroprontorecuperoelequilibrio.—¿Quétieneesodemalo?¿Porquénecesitasunaetiqueta?Agradezco el espacio que nos separa y el aire fresco sin olor a

whisky.—Porque, aunque últimamente no lo he demostrado, tengo amor

propio.Nopiensosertujuguete,ymenossiesoimplicaquemetratescomountrapo.—Exasperada,

elevalosbrazosenelaire—.Y,además,yaestoyconalguien,Hardin.¿Está usando a ese tío como excusa? ¡Venga ya! ¿A quién pretende

engañar?—Sí,peromiradóndeestásahora—digoconfrialdad.Estáutilizandoasunovioparaprovocarmeyluegosequejadeque

yohagalomismoconMolly.Estámidiendo lascosasconundoble rasero,yel alcoholhaceque

todoparezcapeordeloquees.Soylobastanteinteligentecomoparaserconscientedeeso,perolo

bastantetontocomoparanodejardecomportarmecomoungilipollas.Ytambién estoy lo bastante borracho como para que nome importe nadaunamierda.Hedestrozadoelsalóndemipadre.

Comounafiera,seponealadefensivaymeenseñalosdientes:—Yoloquiero,yélmequiereamí.Sus palabras se me clavan en el pecho. La última toca hueso. Me

apartodeellaymedoycontralasilla.Malditaseamiputafaltadeequilibrio.—Nome digas eso.—Levanto la mano como si mi gesto pudiera

protegermedesuspalabras.Ellanoloretira;estámuycabreada,ypiensairdirectaalayugular.—Sólo dices esas cosas porque estás borracho;mañana volverás a

odiarme.¿Aodiarla?¿Odiarla?Comosiesofueraposible.Retrocedofrustradoeintentoconcentrarmeenloverdesquesonlos

árbolesaquígraciasalalluvia.

—Noteodio—digoporfin—.Sierescapazdemirarmealosojosydecirmequequieresquete

dejeenpazyquenovuelvaahablartenunca, loharé.—Noquieroquepronuncieesaspalabras,me

mataríaoírlas,perosideverdadesloquedesea,quemealejedeella,loharé—.Tejuroquedesde

hoymismonovolveréaacercarmeati.Sólotienesquedecirlo.Tratodeimaginarmividasinella;sellevaríaconsigotodoelcolor

queheestadointentandodarle.Antesdequeresponda,continúo:—Dímelo,Tessa.Dimequenoquieresvolveravermenunca.No puedo ni pensarlo. Me aproximo más a ella y acaricio la piel

desnudadesusbrazos.Seleerizaelvelloysuslabiosseseparan.Meinclinosobreellaylesusurro:—Dimequenoquieresvolverasentirmitacto.—Lacojodelcuello

ydeslizolaspuntasdelosdedosalolargodesuclavícula.Prácticamente está jadeando, incapaz de hablar. Me inclino todavía

más,dejandosólouncentímetrodeespacioentresurostroyelmío.Sientolaelectricidad

querecorresupiel;sulevezumbidonosdistraeaambos.—Dime que no quieres que vuelva a besarte... —susurro, y se

estremece—.Dímelo,Theresa—lainsto a pronunciar las palabras que no quiero oír saliendo de sus

labios.Apenas la oigo cuando musita mi nombre, pero siento su aliento

contramislabios.—Nopuedesresistirteamí,Tessa,delmismomodoqueyonopuedo

resistirmeati.—Pareceque vacila, pero no se horroriza ante mi afirmación—. Quédate

conmigoestanoche—lepidopegadoasuslabios.Ellaaparta losojosde losmíos,mirahacia lacasaysesepara.Me

vuelvoparaverquéhaprovocadoesareacciónenella.Noveonada.Dicequetienequeirse.

No, no puede irse.No estoy preparado para quedarme solo en estacasatodavía.Nopuedocreer

quevayaaquedarmeaquí.—Joder —farfullo, y me paso la mano por el pelo—. Por favor,

quédate.Quédateconmigosóloesta noche, y si por la mañana decides que no quieres volver a

verme...Porfavor,quédate.Teloestoysuplicando,yyonosuplico,Theresa.Nohesuplicadonadaanadieentodamivida.¿Eselalcoholoesella

laquemetrastornatanto?Nolotengoclaro.Tessaasiente,ysusojosbrillanbajolaluz.—Y¿quévoyadecirleaNoah?—Notounapuñaladaenelcostado

cuandosunombremerecuerda que sólo esmía temporalmente.Necesitomás tiempo con

ella—.Meestáesperando,yyotengosucoche—meexplica.¿Lohadejadosoloensucuarto?¿Pormí?Noséquépensardetodoesto.¿Hanroto?¿Sabeélqueellaestáaquí

conmigo?¿Sabeeltipocómomellamo?Mesacadequicionosaberhastaqué punto está emocionalmente unida a él. Steph nome ha contado unamierda,yTessamenostodavía.

¿Tanto le preocupa lo que su novio pueda pensar? Me quedoobservandolapartetraseradela

casa.Laverdeenredaderaestáapoderándosedelapareddeladrillo.Laslucessonmuybrillantes.

Supongoqueacabadecaerenlacuentadeloquehahecho.—Dile que tienes que quedarte porque... No sé. No le digas nada.

¿Quéeslopeorquepuedehacer?Tengo curiosidad por saber por qué Noah parece ejercer control

sobreella.Suspira,yempiezaasoplar. Parece preocupada de verdad. ¿Qué puede pasar?, ¿que se

chiveasumamaítadeella?Tienedieciochoaños,porsinolosabía.—Además,probablementeyaestédurmiendo—añado.Esverdad,aúnestásometidoaltoquedequedadelinstituto.Tessaniegaconlacabezaymeapoyocontralabarandillademadera

delaterraza.

—No,notienemaneradevolverasuhotel.¿Asuhotel?¿Eltíosequedaunputohotel?¿Yaeslobastantemayor

comoparareservarunahabitaciónsolito?—¿Su hotel? ¿Es que no se queda a dormir contigo? —Estoy

flipando.—No,hareservadounahabitaciónenunhotelcercano.Tessafija lavistaenelsuelodemaderay jugueteacon lospies.Se

sienteincómoda.—Y¿tútequedasallíconél?—No,élduermeallí—respondeconunhilodevoz,convergüenza

—,yyoenmihabitación.No me jodas. ¿De verdad le gusta Tessa? ¿Le gustan las mujeres?

Vengaya,¿nohavistocómoestá?—¿Seguroqueeshetero?—Nopuedoevitarlapregunta.No puede serlo.Amenos que le esté poniendo los cuernos, lo que

seríaunaputada,peroayudaríatremendamenteamicausa.Aunqueellaleestáhaciendolomismoaél.Tessaabrelabocahorrorizada.—¡Porsupuestoquesí!Noentiendoqueno leparezca raroque sunovionoquieradormir

conella.—Perdona,peroesquehayalgoquenomecuadra.Sifuerasmía,no

seríacapazdemantenermealejadodeti.Tefollaríaacadaocasiónquetuviera.Es la verdad. La despertaría todas las mañanas con el rostro

sumergidoentresusmuslos.Laharíaenloquecercadanocheylaharíagritarminombre.Ellaseponecoloradayapartalamirada.Meencantaelmodoenque

leafectanmispalabras.Laoscuridad me está dando dolor de cabeza. Los árboles se mueven

demasiado,ysustroncossemecendemaneraantinatural.Además,quieroestardentro,asolasconella.

Ymásdespuésdelanochecitaquehetenido.Me vuelvo hacia Tessa y no puedo apartar los ojos de sus labios

entreabiertos.—Vayamosadentro.Losárbolesnoparandebalancearse,ycreoque

esoesunindiciodequehebebidodemasiado.Ellamirahacialacasaydenuevoamí.—¿Vasadormiraquí?Asiento y la cojo de lamano. Ella también va a quedarse. Aún no

puedocreerquevayaaquedarmeencasadeKendespuésdetodoloquemehahecho.—Sí,ytútambién.Vamos.—Lacojodelamanoantesdequepueda

resistirsedenuevo.Entramosenlacasayellaintentasoltarsecaminandomásrápidoque

yo.Doyunpasomáslargocuandopasamosporlacocina.Parte del desastre sigue en el suelo.Muchos de los fragmentos de

porcelanasobresalenahoradelcubodelabasura,ylamayorpartedeloscristalesyasehanbarrido.

Bien,quelorecojaLandon.Afin de cuentas, va a quedarse conmi padre. Lo cierto es que ya lo

tiene.KenScottsiemprehasidodealguienoalgoquenosoyyo.Delwhisky,delosbares,deKaren,de

Landon,deestainmensacasa.Abarcamuchas cosas, pero en su vida no había sitio paramí hasta

haceunaño,y¿creequevoyahacercomosinada?Yunamierda.Agarro lamano de Tessa conmás fuerza conforme recorremos la

casaysubimoslaescalera.Sinorecuerdomal,lahabitaciónalaquevamoseslaúltimadelpasillo

superior.Joder,aquíhayunmillóndepuertas.EsperoquenoentremosenelcuartodeLandonporerrorynosloencontremospajeándose.

Por fin llegamos a la últimapuerta.Tessanoha abierto la boca entodoesterato,peronopasa

nada.Noquieropresionarlademasiado,yyosigointentandodejardepensarenelcabróndemidonantedeesperma.

Lahabitaciónquehayalotroladodelapuertaestáaoscuras.Buscoatientaselinterruptor.

—¿Hardin?—susurraTessaenlapenumbra.La luz de la luna penetra a través de la cortina ligeramente abierta.

Sueltosumanoymeadentroen el dormitorio. No consigo encontrar el puto interruptor. Sigo

pasandolamanoporlapared,peronodoyconél.¿Dóndecoñoestá?Veoelcontornodeunamesaypuedequeeldeunalámparaalotro

extremodelcuarto,asíqueavanzoa ciegas enesadirección.Megolpeoeldedogordodelpie

contraalgosólidoycasimecaigodebruces.—¡Joder!—exclamo.Seguroquenohayniluzenlahabitación;queKenyKarensólome

estabantomandoelpelo.Cuandoalcanzolamesa,palpoenbuscadeunapantalla.¡Bingo!—Estoyaquí—ledigoaTessamientrastirodelacadenita.Labombillaseenciendey,aunquesetratadeunalámparapequeña,su

sorprendenteluminosidadme ciega. Parpadeo unas cuantas veces y echo un vistazo al

dormitorio.Midormitorio.Eldormitorioquenuncaheusado.Nunca.Elcuartomerecuerdaalashabitacionesdeunsofisticadohotel.Las

paredes están pintadas de gris claro, con una moldura y un rodapiéblancos.Inclusolamoquetatieneesaslíneasquequedandespuésdehaberpasado el aspirador. La cama, que está contra la pared trasera, esasquerosamentegrandeyestárepletadecojinesdecorativosalaalturadelacabecerademaderadecerezo.Unacama

asídegrandesóloseríanecesariaenelcasodequeTessaestuvieratumbadadesnudaenelcentrodel

edredón gris oscuro. Parami desgracia, no es el caso. Está de piejuntoaunamesadeescritorioa

juego con la cama que tiene un Mac nuevo encima. Son unospresuntuososdemierda.

Mefrotoelcuelloconlamano.—Ésteesmi...cuarto.—Noséquéotracosadecir.Tessasemuerdeellabioinferiorypregunta:—¿Tienesuncuartoaquí?Nolosientocomomíoenabsoluto,perotécnicamenteloes.Kenme

hadichomilvecesquetengo una habitación aquí sólo para mí. Como si fueran a

impresionarmelacamacondoselolagigantescapantalladeordenador.—Sí... Nunca he dormido aquí... hasta esta noche —explico algo

incómodo.Esperoquenomehagamáspreguntas,peroséquesívaahacerlas.Alospiesdelacamahayunenormebaúlqueimaginosólotieneun

únicopropósito:almacenarlaexcesivaabundanciadecojines.Ledoyunusomásútilsentándome

sobre él para quitarme las botas. Tessame observa. Seguramente estarárecopilandounalistadepreguntasquehacer,comolabuenacotillaquees.Mequitoloscalcetinesylosmetodentrodelasbotas.Tengounoscuantoscortes

enel tobillo.Alparecer,algunasesquirlassemehanmetidodentrodelcalzado.Deputamadre.

Tessadebedehabercompletadosulista.Seaproximayabrelaboca.—Vaya,¿yesoporqué?Inspiro hondo y decido contestarle en lugar de reprenderla por

entrometida.—Porquenoquiero.Odioestacasa—respondoconhonestidad.Detesto este sitio. Detesto que mi cama en casa de mi madre en

Inglaterratengauncolchónllenodemanchasylasmismassábanasyelmismoedredónquecuandoera

pequeño.Mientras Tessa procesa mi sincera respuesta y confecciona su

siguientepregunta,medesabrocholos pantalones y me los bajo. Su expresión pasa de ser distante a

atentayalertaenelmomentoenquemepongodepieencalzoncillosdelantedeella.—¿Quéestáshaciendo?—Desnudarme—digoenarcandomicejaperforada.Sé que le gusta hacer preguntas, pero ¿por qué hace tantas tan

innecesarias?—Pero¿porqué?—Mirahaciamientrepierna.Siestáintentandoserdisimuladayfingirquenoestápensandoenmi

pollaenestemismoinstante,estáfracasandoestrepitosamente.

Lamiroalosojos.—No querrás que duerma con vaqueros y botas.—El pelome cae

sobrelafrenteymeloapartoconlamano.—Ah—respondeenvozbaja.Espero a que diga algo más, pero no lo hace. La miro a los ojos

mientrasmequitolacamiseta.Sumirada desciende desde mi cuello hasta mi estómago, admirando

cadalíneadetintanegra.Secentraprincipalmente enel árbolque tengo tatuadoahí.Mepregunto si le

gustaosiesapartedemíledesagrada.Suinsistentemiradameincomoda.Noséquéhacermientrasme inspeccionaenbuscadedaños.Alládondepone la mirada, mi piel se eriza sin remedio. En lugar de la ardientesensaciónque

describenenloslibros,loqueyosientoesellentosoplodeunairegélido.

Tessa continúamirándome, concentrada todavía sólo enmi cuerpo.Lasorprendolanzándolemi

camiseta. Está demasiado abstraída conmigo como para atraparla atiempo.Mepreguntocómopuedo

conseguirquesedesnudeparapoderinspeccionarsucuerpo,conlamiradafijaenella,admirando

cadamilímetro,cadaimperfeccióndelaquesesientainsegurayque,sinembargo,seainvisibleamisojos.

Ojalá supiera lo que está pensando. Ojalá la conociera mejor. Mesorprendodeseandohaberla

conocido en otras circunstancias. Podría haber sido la vecina quevieneacasaapedircosasprestadas,

deesemodopodríahaberlehecho todas laspreguntasquequisiera.Porejemplo,porquéhacetantas

preguntas, por qué arruga el entrecejo cuando está confundida, oenfadada.Tambiénquéquierehacer

con su vida. O cómo se sentiría si no volviera a verme jamás. Lepreguntaríasipodríahallarelperdónyconcedérmelo.

Peroestoes lavidareal,yen lavidarealsoyundesconocidoparaella.Apenassabenadasobre

mí,ysisupieralamitaddemiscagadas,notendríatantacuriosidad.

Mistatuajes,osureacciónfrenteaellos,dejaríandeinteresarle,ysurespuestaamiactitudpasaríade

sersarcásticaavenenosa.Tengoqueirconcuidadoporque,simimisteriodesaparece,ellatambiénlo

hará.Joder,meestoymareandocontodoesto.Semeestápasandoelpedo

ylacabezaempiezaadarmeporelculo.Necesitohaceralgopararelajarelambiente.—Póntelaparadormir.Supongoquenoquerrásmeterteen lacama

sóloenropainterior.Aunque,porsupuesto,amínomeimportaríaenabsolutoquelohicieras.—Dormiré con lo que llevo puesto —dice con el tono menos

convincentequeheoídoenmivida.No quiere dormir con esa falda voluminosa y su blusa ancha. Me

gustabastanteesablusa;elcolorazul claro le resalta los ojos.Nunca había pensado algo así... ¿«Le

resaltalosojos»?¿Quécojonessignificaeso?Semeestásubiendoalacabezaaúnmásqueelwhisky.—Vale,comoquieras;siprefieresestarincómoda,adelante.Meaproximoa lacama,cojoelprimercojíny lo tiroal suelo.Mi

gestopareceofenderla.Oigualestáofendidaporqueestoydesnudo.Nolosé.Seacercaalospiesde

lacamayabreelbaúl.—Nolostiresalsuelo.Vanaquí—medice,comosiyonolosupiera.¿Secreequenuncahevistoestetipodecojines?¿Secreequeporque

mecrieconunamadresolteranosécómoguardarmontonesdecojinesexcesivamentecarosenunbaúl?

«No,Hardin,sólointentaayudar...»,medigoamímismo.Mimentesiempre tiendeapensar lopeorde losdemás,ydetestoqueasí sea.Misinseguridades seme están comiendo vivo. Cojo otro cojín todavíamáscursiylotirosobrelamoqueta.Ellavuelveagruñir,protestayseagachapararecogerlo.

MientrasTessajuegaahacerdechacha,retiroeledredónymemetoenlacama.Senotaquenuncahadormidonadieenella.Escomotumbarseenlasnubes.Esinclusomejorquelacamadeunhotel.MirocómoTessameobservamientraspasolosbrazospordetrásdelacabeza.Siempreme

estáobservando.Yyoaella.Cruzolostobillosaltiempoqueellaguardaelúltimocojínenelbaúl

ybajalatapa.Esunamaníacadelorden.¿Sevaapasartodalanocheahídepie?Preferiríaquesedespojarade

esaropaanchaysemetieraenlacamaconmigo.—No irás a lloriquear por tener que dormir en la cama conmigo,

¿verdad?—No,lacamaeslobastantegrandeparalosdos.—Sonríeyfingeno

estarnerviosa,peronoparadetoquetearselasuñas.Estájuguetona.Meencanta.—ÉsaeslaTessaqueamímegusta—bromeo.Abreunpocolosojosydecidoapartardemimenteelmotivoquela

hallevadoahacerlo.Estanocheno.Esepensamientonovaallevarmeaningunaparte.Conaireincómodo,Tessasedesprendedesuszapatos,semeteenla

camatotalmentevestidaysequedaenunaesquina, todo lo lejosdemíquepuede.Se tumbayse

mepasaporlacabezaacercarmeaella,peroseguroquesecaedelcolchóndelsusto.Meentralarisaal

imaginarmelasituaciónyellasevuelvehaciamí.

—¿Quétehacetantagracia?—Yaestáhaciendootravezesoquehaceconlascejas.

Joder,quémonaes.—Nada—miento.No creo que confesarle queme estaba imaginando que se daba un

leñazomeayudaramuchoestanoche. No obstante, no puedo evitar echarme a reír al verla hacer

pucheros.—¡Dímelo!—Mirahacia arribadurante un segundoy saca el labio

inferiorapropósito.Apesardesusfingidospucheros,oquizáprecisamenteporellos,sus

labiossonmuyfollables.Me muero por sentir cómo absorben mi polla poco a poco. Me

muerdoelpiercingdellabioalimaginarmeelmovimientodesucabezamientrasmelachupa.Siento

elmetalfríoenmilenguacaliente.Mepongodeladoparamirarlayledigo:—Nuncahasdormidoconunchico,¿verdad?Enrealidad,yotampocohedormidoenunacamaconningunachica.

Esascosasnomeiban.Nosésimevanahora,aunqueparecequesí.Notoaliviocuandoresponde:—No.Sonríoparademostrarle loquesientoal serelprimerchicoconel

quevaadormir.Meencantaque haya tantas cosas que reclamar en ella. En cierta manera, yo

tambiéntengomuchascosasqueofrecerlequenohehechoconnadie.Tessa está tumbada frente a mí, a tan sólo unos centímetros de

distancia.Continúacontodalaropapuesta,yesomeestásacandodequicio.Derepente,alargalamanoy

acaricia elhoyuelodemimejilladerecha.Esungesto sencilloy tierno.Nadie,nisiquieramimadre,mehabía tocado lacaradesdehacíapor lomenosdiezaños.Inclusofollando,avecesbesoaalgunaschicas,peronodejoque

meacaricien.Lamiroalosojosyadviertosuexpresióndepánico.Apartalavista,

perolaagarrodelamanoyvuelvo a colocársela en mi mejilla. Me gusta que me toque. Es

agradablesentirsutacto.Quieroquemetoqueportodaspartes.—No entiendo por qué nadie te ha follado todavía; con toda esa

planificaciónquehaces,debesdeoponerunabuenaresistencia—laprovoco.Debedehaberalgúnmotivoparaquetengatanpocaexperiencia.No

tieneningúnsentidoquenohayaexperimentadonadasinunabuenarazónparaello.—Nuncahetenidoqueresistirmeconnadie—dice.Nomecreosuspalabras,perosíloquedicensusojos,aunquesigue

pareciéndomemuyextraño.—O estásmintiendo o fuiste a un instituto de ciegos.—Admiro su

preciosaboca—.Sóloconmirarteloslabiossemeponedura.Esverdad.Y, sino se locree,puedebajar lamanoycomprobarlo.

Casiledigoesomismo,peronoquierofastidiarelmomento.Tessamedeleita sofocandoungrito al oírmis sucias palabras.Me

ríoypiensoentodaslasmanerasenlasquepuedovolverlaloca.Escomoconducir un coche nuevo, la emoción que se siente al oír su suaveronroneo por primera vez. Quiero que ronronee pormí; si Landon noestuvieraaquí

la haría gritar.Deseo ir despacio esta noche, peroquiero enseñarlemáscosasquelasquelehiceenel

arroyo.Aquellofuesólounodemismuchostrucos.Melamoloslabios,atraposumanoconlamíaylasacercoambasa

miboca.Ellainspirasúbitamente ydeslizo sumanopormis húmedos labios.Le tiembla

cuandoseparosudedoíndicedelrestoylemordisqueoconsuavidadlayema.Gimeporactoreflejoy,

encuantolohace,sientocómomipolladaunasacudidacontraelbóxer.Guíosuscálidasmanospor

micuello.Sutactomeresultatanagradablequemenublalossentidos.Ellicorsehaevaporadocasi

porcompleto;loúnicoquemeembriagaahoraesestachicarubia,sexiytestaruda.Liberasumanoy

yo deslizo lamía hastami regazo. Las puntas de sus dedos recorren laenredaderaquetengotatuadaenlabasedelcuello.Enloúnicoquepuedoconcentrarmeesenlafrescaylentahuellaqueestádejandoenmipiel.

Al cabo de unos segundos de silencio decido hablar. Tengocuriosidadyestoycachondo,ypienso

divertirmeconella.Vuelvoacogerlelamano.—Tegustacómotehablo,¿verdad?Mequedomirándolahastaque supecho está cadavezmás agitado.

Interrumpeelcontactovisualconmigoyprosigo:—Veo cómo te sonrojas, y oigo cómo se altera tu respiración.

Contéstame,Tessa,utilizaesoslabioscarnososquetienes.

Me gustaría que los utilizara también para otra cosa. Permanececallada.Joder,yyocreíaqueyo

eratestarudo.Meaproximomásaellaylacojodelamuñeca.Parecemuynerviosayelcolorrosase

haapoderadodesupiel.Esadictiva.Justocuandocreíaqueibaahablarsobresuatracciónhaciamí,dice:

—¿Puedesencenderelventilador?Venga, Theresa. ¿Ya se cree que soy su esclavo? ¿Que voy a

levantarmedeestacamatancómodadondelatengotumbadatancerca?Lamiroasusojosgrises.—Porfavor—susurraaúnmirándome.Antesdecaeren lacuentade loqueestoyhaciendo,me levantodel

colchón.Joder,esmuybuena.Parecebastantesatisfechacuandomevuelvohacialacama.Ytambién

parecetremendamenteincómodacontodaesaropapuesta.Sufaldaestáconfeccionadacon

lamismacantidaddetelaqueeledredón.—Si tienes calor, ¿por qué no te quitas toda esa ropa tan pesada?

Además,esafaldatienepintadepicar.Ellamesonríeyponelosojosenblanco.Perolodigoenserio...,vistefatal.—Deberíasvestirteacordeatufigura,Tessa.Esaropaescondetodas

tuscurvas.—Miroloquepuedoverdesupecho,queesprácticamentenada—.Sinotehubiese

visto en ropa interior, jamás habría imaginado lo sexi que eres y lasmagníficascurvasquetienes.Esafaldapareceunsacodepatatas.

Seechaareír.Haidomejordeloqueesperaba.—¿Quésugieresquemeponga?¿Mediasderejillaytopspalabrade

honor?—Enarcaunacejayaguardaunarespuesta.Me imagino a Tessa con un top palabra de honor y unos shorts

vaqueroscortos.—No.Bueno,meencantaríaverte coneso, perono.Puedes taparte,

perollevarropadetutalla.Esablusatambiénescondetupecho,ytienesunastetaspreciosasque

nodeberíasocultar.—¡Dejadeusaresaspalabras!Sacude lacabezaymeechoareírmientrasvuelvoametermeen la

cama con ella. No sé hasta dónde acercarme, así que lo voy haciendocentímetro a centímetro hasta que estoy prácticamente tocándola. Derepente,seincorporayselevantadelacama.Meardeelpecho.

—¿Adóndevas?—pregunto,yesperoquenosehayacabreadotantocomoparalargarse.

Cruzalahabitacióndandopasitosrápidos.—Acambiarme.—Seagachayrecogemicamisetasuciadelsuelo.Sonríoalverquelegustallevarlatantocomoamíquelalleve.—Datelavueltaynomires—medicecomosifuerauncrío.Sabeperfectamentequevoyamirar.—No.Meencojodehombrosymefulminaconlamirada.—¿Cómoqueno?—preguntafrustrada.—Nopiensovolverme.Quieroverte—lerespondoconsinceridad.Cede, pero me traiciona apagando la luz. ¡Ya le vale! Gruño en

protesta.Meencantaelflirteoquesetrae.Lloriqueoenvozaltaparaquesepaquenovoyajugarlimpio

siellano lohace.Oigoel sonidode la telaalcaeral suelo.Es la falda.Tiro de la cadenita de la lámpara, y Tessa da un brinco al ver la luz.Exclamaminombrecomosifueseuninsulto:

—¡Hardin!Continúoobservándola, desde las piernas hasta los ojos, y otra vez

haciaabajo.Inspirahondoylevantalosbrazosparaponersemicamiseta.Susujetadoressencillo,

dealgodónblancoconmuypocorelleno.Nolonecesita.Susbragasvanajuego;elcortelecubrecasitodoelculo.Tieneunculoperfecto.Redondoyrespingón...Meencantaríametérselaporahítambién.

—Venaquí—susurro.Nopuedoesperarniun segundomáspara tocar sucuerpo.Cuando

caminahacialacama,transforma esta habitación en un puto espectáculo burlesque, y me

encanta.Necesitoverlamejor.Me

incorporo y apoyo la espalda contra la cabecera. Tessa se ponecoloradabajoelardordemimiraday

esoaumentamideleite.Cuandollegaamilado,apoyasumanitaenlamíaytirodeellahacia

mí.Semontaahorcajadassobremí, con las rodillas a ambos ladosdemicuerpo.Meencanta

tenerlaasí.Doyriendasueltaamiimaginación.Tessasemantieneerguida,apoyadaenlasrodillaspara

que nuestros cuerpos no se toquen. «De eso nada.» La agarro de lascaderasylaguíohaciamicuerpo.Semuerdeellabioinferiorymemiraalosojos.Apartolavistaalprincipioporquesientocómomeempalmoalinstante. Sus piernas sonmuy suaves, y elmodo en que se le levanta lacamisetahastalascaderasestremendamentesexi.

Lesonríoydisfrutodesupielydesuaspecto.—Muchomejor.Esperoaquemedevuelvalasonrisa,peronolohace.—¿Qué pasa? —Le acaricio la mejilla con suavidad, y entonces

sonríe.Cierra los ojos y me pregunto si esto es romper las reglas de la

Apuestadealgúnmodo.Aunquecreoqueesoyalohicehacebastantetiempo.—Nada...,esquenoséquéhacer—diceTessa.Alcomprobarquenomemiraalosojos,séqueestáavergonzada.Noquieroquesesientapresionada.Metoquecomometoque,lovoy

adisfrutar.Nosécómoexplicarestosindemostrárselodirectamente.—Hazloquequieras,Tess.Notecomaslacabeza.Ella levanta la mano y parece estar a punto de tocar mi pecho

desnudo.Alverquenolohace,lamiro.Meestámirandoalosojosmientrasesperamipermiso.Nadie

hahechoesonuncaantestampoco.Asiento, nervioso pero excitado, y la observo.Desliza su

dedoíndicelentamentepormivientrehastalagomademibóxer.Intentomantenermequieto,aunquequieroagarrarladelamuñeca,darlelavueltay empotrarla contra el colchón. Cierro los ojos y siento cómo su dedorecorremistatuajes.Megustaquehagaeso.

Cuandoretiralamano,abrolosojos.Necesitomás.Soyadictoaella.

—¿Puedo... eh... tocarte? —Tessa vacila mientras observa el bultobajomiscalzoncillos.

«¡Joder,sí!»,quierogritar,perointentomantenerlacalma.—Porfavor—leruegoasintiendo.Parecenerviosa cuandodesciende lamanohastami entrepierna.La

mantienesuspendidaporencimademicrecienteerecciónantesdellegararozarla.Luegobaja

lamanounpocomásycontinúa palpándola.Desliza los dedos con suavidad hacia arriba y

haciaabajopormipolla,queaumentadetamañoconsusatenciones.—¿Quieresqueteenseñeloquetienesquehacer?—sugiero.Quieroquesesientacómoda.Cuando dice que sí, coloco con suavidad mi mano sobre la suya.

Comolamíaesmuchomásgrande, laspuntasdesusdedossólopasanunpocodemisnudillos.

Desciendoambasmanoshastamicuerpo y entonces me detengo por encima del bóxer. La ayudo a

agarrarmelapolla.Melaaprietaconsuavidadyyogimoylasuelto.Yalotiene.Laexpresióndesurostrocuandosedacuentadequetieneelcontrolabsoluto es tremendamente obscena, sin embargo intenta hacerse lainocente.Tiene laspupilasdilatadasporcompleto, labocaentreabiertaylasmejillassonrosadas.

—Joder,Tessa,nohagaseso—farfullo.Creoquevoyaestallarcomovuelvaaponeresacara.Derepentedetienelamano.Joder,semehabíaolvidadololiteralque

puedellegaraser.—No, no, eso no. Sigue haciendo eso. Me refería a que no me

mirarasdeesamanera—especifico.Ellapestañeacontodalaingenuidaddelaqueescapaz.—¿Dequémanera?—De esamanera tan inocente, porqueme dan ganas de hacerte un

montóndeperversiones.«Notehacesunaideadecuántas,Theresa.»Nerviosa,colocadenuevolamanosobremí.Nomeagarracontanta

firmezacomomegustaría,peronoquierodecírselo.Loacabarádescubriendo.Yameencargaré

yodequelohaga.Semuerdeellabiomientras sus lentas cariciasme hacen gemir su nombre entre

dientes.Sipudierapedirdisfrutardealgoparasiempre,seríaesto.—Joder,Tess,meencantasentirtumanoalrededordemí—gimo.Mis palabras la alientan, quizá demasiado.Me estruja y siento una

suavepunzadadedolor.—Notanfuerte,nena—leindicosinreprocheparanoabochornarla.Mebesaycontinúaconsuslentascaricias.—Perdona—susurracontramicuellomientrasrozamipielconlos

labios.Desliza la lenguahasta labasede laoreja.«Jjjoooodddeeerrr»,qué

gusto.Necesitotocarla;novoyadurarmuchomás.Apoyolasmanosensustetasysusujetadorsemeantojaunmuroque

separasucuerpodemí.—¿Puedo...quitarte...el...sujetador?—leruego.Quierosentirsumagníficocuerpo.Cuelolasmanospordebajodela

camisetaynotosuspreciosos senos: redondos y generosos.Ella asiente sin aliento.Me

tiemblanlasmanosmientrasledesenganchorápidamenteloscorchetesyliberosuspechos.Deslizolostirantesporsushombrosysusbrazos.Meestácostandounmundonoarrancárselodeuntirón.Apartalasmanosdemíparaque

pueda quitarle el sujetador por completo. Lo dejo caer al suelo yvuelvoacolocarlasmanosensus

pechosaltiempoquecubrosubocaconlamía.Pellizcosuavementesusdurospezonesyellagimeen

miboca.Megustasumaneradebesar,suaveperofrenética.Envuelveconsupequeñamanomisexo

yempiezaadeslizarlahacia arribayhacia abajo sinparar.Meestáproporcionandoplacer,enmicama,conmiropapuesta.

—Joder,Tessa,voyacorrerme—exhalo.He dejado de ser dueño de mi cuerpo. Ahora es ella quien me

controlaytiradetodasmissensaciones como si fueran los hilos de una marioneta. Estoy

ardiendoyenunocéanodehieloalmismotiempo.Mecuestaunmundocontrolarme para no gritar su nombre. Me concentro en besarla, en

masajearsudulcelenguaconlamía.Lefrotolospechos.Tessagimeparamostrarmecuántole

gustaquelohaga.Enelmomentoenquemecorro,apartolasmanosdesustetasylasdejocaer.El

calor de mi semen expandiéndose por el interior de mi bóxer mealiviatantocomomilsuspiros.

Cuando el subidón empieza a disminuir, dejo caer la cabeza haciaatrásycierrolosojos.Tessa

permanecesentadasobremismuslos,ymealegrodequelohaga.Apesardelacreenciapopular,he

muerto y he subido al cielo, estoy convencido de ello. Siento queempieza a ponerse nerviosa, demodo que abro los ojos y lamiro.Mepreocupaunpocolorápidoquecaptosusmásmínimosgestos.

Mesonríe,ymipreocupaciónsedisipa.Ledevuelvolasonrisaymeinclinohaciaellaparabesarlela

frente.Cuandolohago,suspira.Adoroesesonido.—Nuncamehabíacorridoasí—leconfieso.Megustavivircosasnuevasconella.—¿No lo he hecho bien? —pregunta avergonzada sacando

conclusionesprecipitadas.—¿Qué?No,lohashechodemaravilla.Normalmentenecesitoalgo

másapartedequealguienmetoqueporencimadeloscalzoncillos.Se queda con la mirada perdida y no responde. Algo no va bien.

Intentoreproducir losúltimostreintaminutosenmimenteparaversi laheofendidodealgunamanera.Creoqueno,asíquedecidopreguntar:

—¿Enquéestáspensando?

Nocontesta.Meechaencaraquenomecomunico,peroellatampocolohaceconmigo.

—Vamos,Tessa,dímelo—protesto.Siempre trata de ocultarme cosas, pero luego espera que yo le dé

explicacionestodoeltiempo.Decidohacerlecosquillas.Lasviejastelenovelasqueveíadepequeño

me enseñaron que la manera más fácil de conseguir que las mujereshablen es haciéndoles cosquillas.Además, se suman puntos de flirteo, ynecesitotodoslosquepuedaconseguir.

—¡Vale,vale!¡Telodiré!—chillapataleandocomouncaballo.Estámuygraciosacontodalacaraarrugada,enseñandolosdientesy

dándomepatadasparaquedejedehacerlecosquillas.Meduelelabarrigadetantoreírme.—Buenadecisión—digo,ysiento lahumedadenmibóxer—.Pero

esperaunmomento.Tengoquecambiarmeloscalzoncillos.Nohetraídoningunamuda,yahoramismosólollevocamisetasenel

maletero.Melevantoymiroporlahabitaciónparaversisemeocurrealgo.Lacómodaestá

llenaderopa;oesomedijoKaren. He intentado no pensar demasiado en el hecho de que haya

llenadounmuebleconropaparauna persona que no quiere tener nada que ver con ella.Me resulta

escalofriante.Alamierda.Nomequedaotroremedio,ylociertoesqueKarenno

mecaetanmal.Lehedestrozado la vajilla; supongo que lo menos que puedo hacer es

ponermesusdonacionesdecaridad.Cruzo los dedos cuando abro el cajón. Mis esperanzas se ven

sesgadascuando,alhacerlo,misojoscontemplan un mar de calzoncillos de cuadros. Azules y blancos,

rojos y blancos, verdes y rojos, rojos y azules, blancos y verdes... Esinterminable.Quierocerrarlodegolpe,peroestoydesesperado.

Cojolosmenoshorribles,unosazulesyblancos,ylossostengoentreelpulgaryelíndicecomosi

estuvierancontaminados.—¿Quépasa?—preguntaTessa.Seincorpora,seapoyasobreloscodosymemira.Seloestápasando

engrandemirándome.Loveoensusojos.Cadaminutoquepasoconellalaconozcomejor.—Estoeshorrible—refunfuño.¿Cuadros?¿Algodón?¿TallaXL?¿Paraquiéncompraesamujer?—Noestántanmal—miente.Sostengo la monstruosidad azul y blanca en el aire y sacudo la

cabeza.—Enfin,acaballoregalado...Vuelvoenseguida.—Cojoelespantoso

bóxerysalgodelahabitaciónsinvolvermeparamiraraTessaenlacama.Decaminoalbaño,pasopordelantedelcuartodeLandonypegola

orejaalapuerta.Nomesorprendecuandooigoaalgúnpersonajedeunapelícula decir algo sobre elfos. Llamo despacito para que Tessa nomeoiga hacerlo.Espero su respuesta, pero es tarde. Probablemente se hayaquedadodormidoviendoCrepúsculo.Llamodenuevoylapuertaseabre.Suexpresiónesrelajada,

hastaquevequesoyyo.Doyunpasohaciaélylevantalasmanospordelantedesucuerpoamodode

defensa.—Nohevenidobuscandopelea—susurro.Esuncapullopordarporhechoquesí.Saltaalavistaquenomecreeenabsoluto.—Y¿quéquieres?—preguntaconaireescéptico.—¿Puedo?—digoseñalandoconlamanohacialahabitación.Mirodentrodelcuartoaoscurasymefijoeneltamañodeltelevisor

quetieneenlapared.Debedeserporlomenosdesesentapulgadas.Cómono.Tambiénhayuna

paredenterallenadecamisetasfirmadascolgadasenmarcosrelucientes.Seguroquelashizoamano

algunadulceseñoradelatiendademanualidades.Probablementepególaspiezasconsusudor,

sóloparaLandon.Parecequesiempreobtienetodoloquequiere.Midesólounoscincocentímetros

menosqueyo,perotienemásmúsculos.Mientrasqueyosoyaltoydelgado,élesmásbajoyestá

más en forma. Es como una versión joven y empollona de DavidBeckham. Lleva puestos una camiseta de laWCU y unos pantalones defranela.Notieneremedio.

Memiradearribaabajoylevantalascejasalverloscalzoncillos.—Vetealamierda,estolocomprótumadre—leespeto.Levantalamanoparataparselabocayfingirquenoseestáriendo.—Losé,poresomehacegracia.Seríeparasusadentrosamicostayesomerecuerdaloinsoportable

quees.—Enfin,dalomismo.—Pasopordelantedeélymedispongoairal

cuartodebaño.Landonlevantalasmanos.—Espera,perdona.Mehahechograciaporqueamítambiénmelos

compraapesardequelehedichomilvecesquesonespantosos.No me uno a sus risas, pero la verdad es que la idea es un poco

graciosa.—QueríahablarcontigodeTessa.Seponealadefensiva.Veocómoseyergueligeramenteyaprietalos

labios.—¿Quépasaconella?Meapartoelpelodelacara.—Queríaasegurarmedequesupierasqueestá...Levantalasmanosdenuevo,estavezparahacermecallar.—Tessasabeloquesehace;nonecesitaquemecomportecomosino

supieracuidarsesolita—dice.Sutonoesseveroperocarentedemalicia.Noséquéresponderaeso.Pensabaquereaccionaríacomoeltípico

gilipollas protector que le diría que huyera todo lo lejos de mí quepudiese.

—Bien...—balbuceoenelpasillo—.Mevoyalacama.Mevuelvodenuevohaciaélyveoquetieneunasonrisaenelrostro

mientrascierralapuerta.Vaya, ha sido bastante incómodo, pero ha ido mejor de lo que

esperaba.Despuésdeducharme,vuelvoalahabitaciónymeencuentroaTessa

enlacama,acurrucadacomoungatito.Dirigelavistainmediatamentehacialoscalzoncillos.

Quéespanto.—Megustan—miente.Joder,másfeosnopuedenser.Nisiquierainsinúanelgrantamañode

mipolla.Lafulminoconlamirada,tirodelacadenitadelalámparaycojoelmandodelatele.

Mesorprendequeelacaudaladoseñor Scott no instalara una puta tele holográfica aquí. Pongo un

canalcualquieraparaquehayaalgo

de ruido de fondo y bajo el volumen casi del todo.Memeto en lacamaymetumbodecaraaTessa,a

sulado.—Bueno,¿quéibasadecirme?—lepregunto.Semuerdeellabioinferior.—Notehagaslatímidaahora.Acabasdehacerquemecorraenlos

calzoncillos.—Meríoanteloabsurdodesuturbación.Larodeoconlosbrazosylaacercomásamí.Espero a que su dramático espectáculo termine. Me encanta lo

despreocupadaqueesaveces.Parece que yo consigo tener ese efecto en ella, y me siento muy

orgulloso.Cuandovuelvealanormalidad,tieneelpeloalborotado.Unosrizos sueltos le caen sobre el rostro. Sin pensar, le toco el pelo y se locoloco detrás de la oreja. Lleva unos pendientes superpequeños. Merecuerdanaaquella

épocaquemedioporquererdilatarmeelagujerodelasorejas,hastaquemiamigoMarkcogióuna

infección.Eraasquerosoyemanabaunapestenauseabunda.Tengoquepensarenotracosa.BesosuavementesuslabiosyTessainundatodamimente.—¿Todavíaestásborracho?—Supreguntaesotroejemplomásdesu

carácterentrometidoyavasallador.—No, creo que nuestra competición de gritos en el patio me ha

despejado.—Bueno,almenos,denuestradiscusiónhasalidoalgopositivo.Nosédóndemeterelbrazo.¿Deberíaponerlosobresuespalda?No

estoyseguro.Girolacabezahaciaella.—Sí,supongo.—Apoyoelbrazoycentrolaatenciónenelmodoen

quesucabezadescansasobremipecho.Se mueve al ritmo de mi respiración como si ya se hubiera

acostumbradoalapostura.Esomegusta.

Estásonriendoampliamente,pormí.—CreoqueenrealidadmegustamáselHardinebrio—dice.ElHardinebrio...«¡Noeresmásqueunborracho,Ken!»Casipuedooír lavozdemi

madregritandopornuestrapequeñacasa.Apartodemicabezalosrecuerdosqueamenazanconabrirsecamino

enmimenteyecharaperder este rato con ella. Probablemente sólo esté de broma.Debo

aprenderapensarantesdehablar.EstarconTessamesirveparapracticar.—¿Enserio?—Puede—dice,ysacaellabioinferior.Si cree que con esta tontería se me va a olvidar que me debe una

respuesta,lollevaclaro.Volviendoaltemaqueteníamosentremanos,digo:—Setedafataldesviarlaatencióndelascosas.Yahora,habla.—Estaba pensando en todas las chicas con las que has..., ya sabes,

hechocosas.—Encuantoterminalafraseescondeelrostrocontramipecho.¿Eraenesoenloqueestabapensando?Enloúnicoquepuedopensar

yoesenlomuchoquemegusta elmodo en que su pelomehace cosquillas en la nariz y que

huelacomosisehubieraechadolitrosdeperfumedevainillaantesdevenir.—¿Porquéestabaspensandoeneso?Suspira como si yo tuviera que saber de antemano de qué está

hablando.Notengoniidea.—Nolosé...,porquenotengoningunaexperiencia,ytútienesmucha.

Stephincluida—diceconunaamarguramásqueevidente.SupongoqueyoestaríaigualsiellasehubierafolladoaZed.Laidea

semepasabrevementeporlacabezaymeprovocaunaangustiaquenoesperaba.Apartoesodemimentedemomento.Zednotienelugarenestacama

conella.Aunqueojalápudieraverelmodoenquememira,ansiosaportenermiatención.

Nosésiestáenfadadaocelosa,osisólotienecuriosidad.Avecesséperfectamenteloqueestá

pensando,yotrasescomounlibrocerrado.Demodoque,comonolotengoclaro,decidopreguntar:—¿Estáscelosa,Tess?Esperoquesí.—No,claroqueno—mientecondescaro.Voy a tomarle el pelo. Se lo ha buscado. Siento su cuerpo cálido

contraelmío.Nuncaheestadotumbadoasíenunacama,abrazadoaunachicadespuésdehaberme

corridoenloscalzoncillos.Nunca he hecho eso antes, y tampoco había conectado con nadie

duranteningúntipodeactividadsexualy,desdeluego,nuncahedormidoenlacamaconnadie.

—Entonces,noteimportaráquetedédetalles,¿verdad?—¡No!¡Porfavor,nolohagas!—chillainmediatamente.Laabrazoconmásfuerzaymeríounpoco.Megustaquenoquiera

nioírlo.Yopreferiríaperforarme los tímpanos antes que oír cómo se ha follado a otra

persona.Mequedomirandoaltechoe intento recordar si alguna vez he llegado a plantearme siquiera

cómo sería pasar las noches con otra persona en la cama.Creo que no.Puedequelohicieraunpardevecesestandoborracho.Tessaestácallada,demasiadocallada. Igual sehaquedadodormida.Cojomi teléfonode lamesillaymiro

quéhoraes.Nosonmásquelasdocedelanoche.—Noteestarásdurmiendo,¿verdad?Aúnespronto—ledigo.—¿Enserio?—dicesomnolienta.Iba a quedarse dormida encima de mí. La verdad es que no me

vendríamaldormirtambién,peroquiero pasar más tiempo con ella. Bosteza y pongo los ojos en

blanco.Casilemientoyledigoquesólosonlasdiez.—Sí,sóloesmedianoche.Seguro que duerme las ocho horas diarias que recomiendan los

médicos.Poresoestásiemprefelizysonriente.

—Eso no es pronto. —Bosteza otra vez, y me parece aún másadorablequelaprimera.

Sueleserfácildepersuadir,asíquevoyaverquépuedohacer.—Paramí,sí.Además,quierodevolverteelfavor.Tessa se tensa en mis brazos. Puedo imaginarme el rubor en sus

mejillas.Seguroquenoparadedarle vueltas a la cabeza, mientras imagina mi lengua caliente y

húmedadeslizándoseporsusexoydibujandopequeñoscírculosensuclítoris.—Te apetece que lo haga, ¿verdad? —pregunto con la voz más

sugerentequepuedoponer.Se estremece ami lado, yme lo tomo como un sí.Memira y sus

labiossetransformanenunasonrisa.Larodeoconmiotrobrazoygirosuavementesucuerpoyel

míohastacolocarmeencimade ella. Enmis fantasías tiene la boca abierta de deseo.Me tira del

peloysudulzurarozamilengua.En la realidad, Tessa me rodea la espalda con la pierna y me

aproximaaella.Rozoconlosdedossumusloyasciendohastalarodilla.Me encanta tenerla debajo. Su cuerpo es irresistible. Estoy

convencidodequealguienlahaenviadoaquísóloparatorturarme,paraponerapruebamicapacidad

deautocontrol.Unavocecitaenmicabezamerecuerdaquetalvez,sólotalvez,lahanenviadopara

todolocontrario.Quizáestoydestinadoaestarconella,amostrarleotropuntodevistadelavida.

Probablementeseaunaauténticaestupidez, pero quizá no esté aquí para castigarme..., sino para

salvarme.—Erestansuave...Deslizolamanoporsusexquisitaspiernasdenuevo.Alrecordarlo

quehaydondeterminanesaspiernas se me nubla la mente y siento una inmensa presión en los

calzoncillos.Tessaseestremecedenuevo y se le eriza todo el vello. Me encanta el modo en que su

organismo reacciona ante mí. Su libido parece no flaquear nunca; su

cuerporespondeacadaunademiscaricias.Melamoloslabiosylabesoenunladodelarodilla.Susuavepiel

sabe a vainilla. Podría devorarla entera en cuestión de segundos.«Autocontrol...,autocontrol...»

—Quierosaborearte,Tessa.Lamiroalosojosyesperosureacción.Notieneniideadelplacer

quepuedoproporcionarle.Milengualavolveráloca...,noquerráqueparenunca.Separa sus carnosos labios y se inclina hacia mí esperando que la

beseen laboca.Sufaltadeexperienciameresulta tanrenovadoracomofrustrante.

—No.Aquíabajo.—Ledoyunostoquecitosenelsexoporencimadelasbragasyellainspira

súbitamente.Supechoseagitaconfrenesíycasipuedosentircómolashormonas

recorrensucuerpoconviolencia.Latientoconsuavescaricias,ynotocómolahumedaden

latelaaumentabajomisdedos.Estáempapada,y se lodigo.Es tanbonita,y subellezaesaúnmás

radiantecuandoestáasí,hinchadaymojadapormí.—Háblame,Tessa.Dimecuántolodeseas—lainsto.Oír cómo suplica mis atenciones se ha convertido en una nueva

obsesiónparamí.Continúo acariciándola con los dedos y centro la atención en el

clítoris.—Noqueríaquepararas—implora.Meencanta.—Nohasdichonada—respondo—.Nosabíasiteestabagustando.—¿Esquenoeraevidente?Me incorporo yme siento sobre susmuslos. No puedo apartar las

manosdeella.Recorroconlosdedos la suave piel de sus piernas y hago que su cuerpo tiemble

debajodelmío.—Dilo—leordeno—.Nadadeasentir.Dimequequieresquelohaga,

nena—laanimo.Meencantaoírladecirlomuchoquemedesea.—Quiero que lo hagas... —Inclina el cuerpo hacia el mío

ligeramente.Meesfuerzoporcontenermeynotocarlaparaobligarlaadecirmelo

quequiere.Enarcounaceja.—¿Quieresquehagaqué,Theresa?—lepregunto.—Pueseso...,besarme.Labesodosvecesenloslabios.Frunceelceño.—¿Eraestoloquequerías?—ledigoconunasonrisatraviesa.Medaunapalmaditaenelbrazo.Quieroquemesupliquequeusela

lengua.—Bésame...ahí.Justocuandomedispongoaobedecer,secubrelacarayniegaconla

cabeza.Meechoareíryleapartolasmanos.Memiraconelceñofruncido.—Meestáshaciendopasarvergüenzaapropósito.—Estáenfadadade

verdad.¿Enquémomentohasucedidoesto?Pone los ojos en blanco cuando intento explicarle que no puedo

evitarlo,quequeríaoírselodecir.—Olvídalo,Hardin.Setapaconeledredóndeuntirónparaocultarsedemivista.Mierda.

Sehatumbadodelado,decaraalapared.Detesto haber hecho que algo sexual le haya resultado una mala

experiencia.Quieroqueestarenlacamaconmigosupongaunrefugioparaella,queseaellugarenel

que puede desconectar y olvidarse de todo excepto del placer que yo leesté provocando. La he cagado, y ahora cada vez que piense en esto lorecordarácondesagrado.Nodeberíahaberlapresionadotanto.Todoestoesnuevo

paraella.Soyunimbécil.—Oye,losiento—ledigopegadoasupelo.Odio pelearme con ella. Sólo estaba de broma, pero no he sabido

pararatiempo.Avecespuedoserunauténticoidiota,porsinolohanotado.—Buenasnoches—mediceconfrialdad.No está de humor para tonterías, así que, muy a mi pesar, decido

dejarlaestar.Loúltimoquequieroespresionarlatodavíamás.«¿Loves?Estoyaprendiendo»,quierodecirle.—Vale,cabezota—refunfuño.Observocómosurespiraciónseralentiza.Entonces larodeoconel

brazoeintentoquedarmedormido.Ellasuspiraunascuantasvecesyfarfullacosassinsentido.

Cuandosequedadormida,meincorporo y la contemplo durante un rato. Me pregunto cuánto le

duraráelenfadoysiserécapazdeaprenderalgunavezaserunbuennovio.

VEINTIUNO

Suvidaestabacambiandoatalvelocidadqueapenaspodíaseguirleelritmo.Erafeliz...Porfinhabíadescubiertoelsignificadodeesapalabra.Los días pasaban volando, demasiado deprisa para que pudiera darsecuentadeloqueocurría.Cuandoellaseabrióaél,entrósindudarloysehizo un hogar en su interior. Ella le regaló lo más profundo de suinocencia y él lo tomó sabiendo que no le pertenecía, pero mentiría sidijera que no deseaba que ella jamás se enterara de eso. La amaba y laestaba utilizando y sabía con certeza cómo conciliar ambas cosas. Laamaba y sabía que eso no excusaba todos los errores que estabacometiendo,unodetrásdeotro,peroesperabapoderdisfrutardeltiempoquelequedaraconellay,aserposible,convencerladequeeramerecedordesuperdón.

Estoy entrando en el aparcamiento de la residencia de Tessa y mepreguntocuálesmiplan.Lotenía

muyclarocuandosalídecasa.Ibaavenirasuresidencia,contárselotodoysuplicarlequemeperdonara.Noeraelmejorplandelmundo,peroera todo loque semeocurría.Me reconcome laculpa,me retuercepordentro,meruegaquemelibredeella.Meaterraloquesucederácuandoselocuente,peromeceresaberlo.Hadesaberlo.

Sólohebebidounpoco.Unpardetragosparacalmarlosnervios.Nopuedoengañarlaabesosnidistraerlaconcaricias.Enlazonadel

edificioBsiemprehayplazas vacías, y aparco en la que está más cerca de la acera. Su

residenciamerecuerdaaunantiguobloque de apartamentos conmuchas ventanas, pero el ladrillo rojo

oscuroledaunaireainstituciónsiniestra.Es elque los empleadosde launiversidad supervisanmenos.Lo sé

muybien:mehanechadotantodeledificioAcomodelD.

Le mando un mensaje rápido a Steph para que no vuelva a lahabitaciónsiesquehasalido.Como

alcabodeunminutonomeharespondido,bajodelcocheyesperoquenoestéensucuarto.AcontinuaciónhayunmensajedeTessaenelquemedeseabuenasnoches.Deberíahaberlerespondido.

¿Porquésoytanimbécil?El pasillo está vacío y, nervioso, me planto ante la puerta de la

habitaciónB20envezdeenlaB22.Tardocincominutosendarmecuentademierror.Nosésillamaro

no.Nomeestáesperando,peroestoy seguro de que está dentro. No, no debería llamar. No hay

razonesparahacerlo.Metiemblanlasmanos cuando giro el pomo. La puerta demadera cruje cuando la

abroyentro,rezandoparanoencontrarmeconunzapatoenlacabezaoconunapollaenlabocadeSteph.

Misojosseacostumbranalaoscuridadjustoenelmomentoenqueseenciendeunalámpara.

—¿Qué haces? —pregunta Tessa. Está sentada, con los ojosentreabiertosparaprotegerlosdela

luz.PasojuntoalacamadeStephymedetengoatreintacentímetrosdela

deella.—Hevenidoaverte—digo,yahoraque laveoalgocambiaenmi

interior,setranquiliza.Sevuelveparaecharsedeladoconunamanoapoyadaenlacadera.

Cuandoseincorpora,lospiesdescalzoscuelgandelbordedelcolchónyelpeloonduladolecubre

casitodalaespalda.Lacamisetade algodónque llevapuestaparecemuy suave.Quiero tocar la tela

queacariciasupiel.Quieropasarleelpulgarpor lafrenteyapartarleelpelodelacara.Necesitotocarelmohíndesuslabios.

Frunce el ceño, las cejas le tiran de la frente. Parece un gatitoenfurruñado.

—¿Porqué?—preguntaconvozagudayllorona.No séquéhacer.Me siento en la sillade suordenadoescritoriode

madera.Trasunosinstantesdeduda,contestoconsinceridad:

—Porqueteechabademenos.Veo en sus ojos enfado e incredulidad cuando los pone en blanco.

¿Ellamehabráechadodemenos?¿Laconsuelocuandoduermecomoellahaceconmigoolaatormento

ensueños?Notengoniidea.Suspiraydejacaerloshombros.—Entonces¿porquétehasido?Sus palabras son dulces.Me tomo unmomento paramirar bien la

habitación.Tienelacamarevuelta, cosa rara. El edredón está hecho un ovillo y una de las

almohadascuelgadelpequeñocolchón.ElladodeStephestátandesastrecomodecostumbre,ytengoquecontenerunacarcajadacuandopiensoenlonerviosaqueesedesordendebedeponeraTess.Mesorprendequenolelimpie

la habitación cuando su compañera no está. Aunque, si no meequivoco,seguroquelohace.

Meencojodehombrosyellasecruzadebrazos.«Tengo mucho que contarte, Tessa, por favor, por una vez, no

hables...»—Porquemeestabasdandolatabarra.Resoplaypataleacomounaniñapequeña.—Vale.Voyaseguirdurmiendo.Estásborrachoyesevidentequevas

avolveratratarmemal.—Menealacabezaycierralosojos.Elpechomeardeconsurabia,ylamíameenciendelospuños.Intento convencerla de que no la trato mal, de que sólo estoy

ligeramentebebidoydequequeríaverla. Trato desesperadamente de no sentarme en la cama con ella.

Quieroquesetumbebocaarribaymedejetocarla.Sigoregalándolelaorejaeintentohacerlasonreír.Noselotraga.—Serámejorquetevayas—replica.Seacuestadándomelaespaldaymirandoalapared.Esunamocosa

cabezota.Esmedioadorableymedioodiosa.

Siquierecomportarsecomounacría,latratarécomosilofuera.—Venga,nena...Noteenfadesconmigo.—Sushombrossetensany

desearíapoderverlelacara.Aunque mi intención era pincharla, me gusta llamarla nena—.

¿Quieresquemevayadeverdad?Yasabes lo que pasa cuando no duermo contigo. —Espero que mi

vulnerabilidadlaconmueva.Suspira con gesto dramático y contengo la respiración. No quiero

irme.Noquieroquequieraquememarche.—Bien. Quédate. Yo me voy a dormir. —No se da la vuelta. Me

preguntosimellevaríaunbofetónportumbarmeasuladooporcogerladelhombroyvolverla

haciamí.No me importa que duerma, pero preferiría poder disfrutar de su

compañía.Loteníamedioplaneado cuando he venido y ahora está fuera de cuestión. Está

enfadada,silesueltolabombanoseconformaráconpalabras.—¿Porqué?¿Noquieresestarunratoconmigo?—lepregunto.Unavezmás,medicequesoyunbordeyunborracho.Ledigoque

nosoyningunadelasdoscosasyqueestáactuandocomounaniña.—Esmuybordedeciresodealguien,sobretodocuandoloúnicoque

hehechohasidopreguntarteportutrabajo—replica.Meduelelacabeza.Nohacemásquevolveralomismo.—Dios,otravezno.Vamos,Tessa,déjaloya.Nomeapetecehablar

deltema.Medoycuentadeque,sise locontara todo, lamayoríadenuestras

dificultadesdesaparecerían.Elproblemaesqueellatambiénseesfumaría.—¿Porquéhasbebidoestanoche?—meinterroga.Parecía buena idea.Estaba tensoy triste yme era imposible pensar

conclaridad.Queelalientome huela a alcohol resta importancia a mis confesiones, las hace

menosofensivas.Puedosoltarbobadasdeborrachoy, si seescandaliza,negarlo todoa lamañana

siguiente.Joder,nopuedoparardementir.—Yo...Nolosé...Meapetecíatomarmeunacopa...ovarias.Dejade

estarenfadadaconmigo,porfavor...Tequiero.La quiero de verdad y necesito estar junto a ella. Detesto que se

enfadeconmigopero,deunmodoenfermizo,elhechodequesepreocupepormímereconforta.Seleestápasandoelcabreobastantedeprisa.—No estoy enfadada contigo, sólo es que no quiero que nuestra

relaciónvayahaciaatrás.Nomegusta cuando la pagas conmigo sin motivo y desapareces. Si estás

enfadadoporalgo,quieroquemelodigasylohablemos.«¿De qué va ahora? ¿De psiquiatra?»Tardo unmomento en darme

cuentadequemeestáhablando como si estuviéramos saliendo juntos. Ni de lejos somos

unaparejaaluso.Seponeahablardecomunicacióncuandoloúnicoquehaceesdarmediavueltaenla

camaynodirigirmelapalabra.Heestadodejándomeelpellejoporestachicayniconeso lebasta.

Estoyintentandoserrazonable,no permitir que me cabree, pero es muy difícil con alguien como

Tessa,quemetocatodaslasteclas.—Notegustanotenerlotodobajocontrol—contraataco.No puedo creer que me esté dando consejos sobre cómo vivir mi

vida.Comosiellalosupieratodo,queesloquesecree.—¿Perdona?—Letiemblalavoz.Seincorporayapoyaloscodosen

lasrodillas.Ledigoqueesmuycontroladora.Loniega.Mepregunta si tengoalgúnotro insultoguardadoen lamangay le

pido que se venga a vivir conmigo. Se queda tan pasmada comoimaginaba que se quedaría. Estoy aquí con ella, sorprendido de quemibocahayaelegidoprecisamenteestemomentoparasacareltema.Estudiamicaracon

detenimiento,comosiestuvieramemorizandoloqueledigosobreel

sitio.Estáemocionada,lonoto.Pero no está del todo segura y no lo disimula muy bien. Le

demostraréquenotienenadaquetemer.Puedo seguir portándome mejor por ella y hacerla feliz. Sé que

puedo.Laenergíaentrenosotroshacambiado por completo. Se está mordiendo el interior del labio,

provocándome,yyonopuedoesperarmásavivirconella.

El huracán de verdades que flota sobre nuestras cabezas, haciendoremolinosycogiendofuerza,

se desplomará sobre nosotros en cualquier momento. Finjo queestamosenunanovelayqueme

perdonaráigualqueElizabethperdonóaDarcy.Sifuéramospalabrasenunapágina,volveríaamis

brazospormuygravesquefueranmiserrores, igualqueCatherine.Anhelaríalaaventuraqueaporto

a su vida y a mí me sería imposible separarme de ella, igual queDaisy.Eldesastrenonosafectarási

estamos a salvo en nuestro propio mundo, en nuestro propioapartamento,ennuestrapropianovela.

Eselugarseráunafortaleza,nounaprisión,leprometoensilencio.Laspalabrasmuerenenmi

lengua y me vuelvo hacia ella otra vez. Me mira con los ojosbrillantes,llenosdecontroladaemoción.

—¿Quémedices?¿Tevienesavivirconmigo?«Diquesí.Diquesí,porfavor.»Tessamueveloshombroshaciaadelanteyhaciaatrásparaaliviarla

tensiónyveountirantedesujetador de color rosa. Creía que toda su ropa interior era de

algodónblancoodealgodónnegro.Mantengo la mirada fija en su hombro, esperando a que el tirante

vuelvaaasomar.—Jesús, un paso detrás de otro. Demomento voy a dejar de estar

enfadadacontigo—medice;essuversióndellegaraunacuerdo—.Ahoravenalacama.Setumbasobreelcolchónyconlamanomeindicaquemeecheasu

lado.Derepentesoyfelizcomo un cachorro cuyo dueño lo deja subirse a la cama. Me

desabrocholosvaqueros,melosquitoylostirosobreunmontóndelibrosdetextoquehayjuntoalacamade

Steph.MiroaTessa,quesólotieneojosparamicamisetaymeestádiciendosinhablarquemela

quite.Lafinacamisetadealgodónque llevaesbastante sexi,peronohaynadacomoverlacon lamía

puesta.Meencantaqueduermaconellas.Melaquitoyladejodelantedeella.Meregalaunasonrisapreciosay

sedisponeasacarselasuya.Supielsuaveesmuysexi,asícomoelmodoenquesuestómagosecurvabajosusgenerosospechos.Casisemesalenlosojosdelasórbitascuandoveoelsosténdeencaje.Estoyacostumbradoa

queunsujetadordealgodónsinformalecontengalastetas,noaunpush-updeencaje.

—Joder—semeescapasinquerer—.¿Quéllevaspuesto?Lachicaessexiamásnopoderynoesconscientedeserlo.Learden

lasmejillas,rojograna.—Mehecompradoropainteriornueva—respondeenunsusurro.Ledavergüenzaapesardequepareceunadiosaconelpelorubio,

laspiernassuavesyloslabioscarnososlistospararecibiramipolla...Mepreguntode inmediatoquémássehabrácompradohoyysime

seríamuydifícilconvencerlade que se lo pruebe todo para mí, como un pequeño espectáculo

privado.Nuncamehabíapuestotantounamujer.Estanabsolutamentesexual

sinpretenderloynotieneniideadelacantidaddemujeresquedaríanloquefueraporsercomo

ella,portenerunascurvasasídesexis.—Yaloveo...Joder.Tessamenealacabeza.—Esoyalohasdicho.Pero le encanta oírlo. Florece con mis cumplidos, lo cual es muy

muysatisfactorio.Mealucina

que no se vea como es en realidad. Le repito lo guapa que está ysonríemás.Nopuedoapartarlavista

desustetas,queamenazanconreventarlascopas,ynopuedoevitarquemipollaintenteescaparde

mi bóxer.Tessa lo estámirando, estámirando el bulto demi pollaerectacontralateladealgodón

negro.Con ojos hambrientos, se relame el labio superior y lo muerde

suavemente.Medicealgoperonosabríadecirquéniaunquemividadependieradeello.—Mmm...—Estoydeacuerdoconloqueseaqueestédiciendo.No puedo pensar en nada salvo en que su cuerpo está llamando al

mío.Escomosiestuvierahechoparamí.ApoyomipesoenlarodillaymetumbosobreTessa,

apresandosubocahúmedaycarnosa con la mía. Su lengua es como el terciopelo y el whisky,

suaveydura,yacaricialamía,atravesándomeysanándomealavez.Estoyjugandoconfuego.Caminosobreunalíneamuyfinaperohe

desarrolladountalentoespecial para el funambulismo. Si acepta vivir conmigo, verá que

estoylistoparasermejorpersonaporella.Verá que un error no importa gran cosa comparado con lomucho

quelaquiero,comparadoconlomuchoquepuedosignificarparaella.Su boca semuere por lamía. Es una experta en esto: su lengua se

mueveconlamía,yconcadaunodesussonidosquemetragomeenamoromásdeella.Hundola

mano en sus suaves cabellos, desesperado por sentirla aún más cerca.Aprieto mi cuerpo contra el suyo, mi polla necesita fricción antes deentrar en combustión. El alivio que me recorre el cuerpo cuando merestriegocontraellame

aterra.Controlamimenteymicuerpoynoséquéharáconellos.Merecuestosobreuncodoparaadmirarsubelleza.Ahorasubocaes

rosaoscuro,ymentalmenterepaso un libro entero de cosas quememuero por hacerle.Con la

otramanoacaricioelencajerosa

pálidoquecruzasupecho;ladelgadatelaapenaspuedecontenerla.Conpacienciaytodaladulzuradelmundo,misdedosasciendenpor

la copa, bajo el tirante, y hundo los dedos bajo la tela para sentir suspezonesduroscomoguijarros.Eselputocielo.

—Noconsigodecidirsiquieroquetedejesestopuesto...Podríapasarmetodaslashorasdetodoslosdíasaquí tumbado,con

ellaesperandomiscaricias.Aplico una mínima presión a sus pezones y gime sorprendida.

Quierosustetasdesnudasenmismanos.—Va,fuera—gruño.Estoycachondoeimpacientey,cuandoarquea

laespaldaparaqueledesabroche los pequeños corchetes, casi me corro en los

calzoncillos.Cojosustetasconlamano,levantándolasydejándolascaerpara admirar la perfección con la que se mueven. Tiene unas tetasperfectas,esmifeticheviviente—.¿Quéquiereshacer,Tess?

Quierohacerlede todo.Quierohacerlecosasquenuncahehechoyexperimentarcosasdemi

pasadocomosifueralaprimeravez.—Yatelodije—protestaempujandosupechocontramimano.Esta

raritaesunacalentorra.

¿Estamos preparados? ¿Está preparada? Creo que lo está. Estájadeando,ylaentrepiernadesus

bragasbrillaalaluzdelalámpara.Mimanodesciendeporsuvientrehaciaelbajodeencaje.Trato

decontrolarme,perogimeminombreynecesitoqueemitamásdemissonidosfavoritos.Joder,me

tienecomiendodesumano.Mis dedos llegan a su coño y tamborileo suavemente sobre el

montículohinchado.Hayquevercómohamojadolasbragas.Sudulcearomaserespiraenelaire,y

quierosaborearla.Lemetolosdedoshastalosnudillos.Grita,ysusjadeoscalanenmímientrasme

abrazaparacontenersucuerpotembloroso.Amis dedos les falta espacio, está prieta, y jadea cada

vezqueselosmeto.

LasmanosdeTessaencuentranenloquecidasmipolla,lamidenconlamano,laestrujanyla

acaricianatravésdelbóxer.—¿Estássegura?—lepregunto.Necesitoqueestéabsolutamentesegura.Necesitoqueseatanperfecto

paraellacomoloseráparamí.Tessa tardaunmomentoendarsecuentadeque leestoyhablandoa

ella.Tienelabocaabiertaylamiradasalvaje.—Sí,estoysegura.¡Noledesmásvueltas!Agacho la cabeza y me río contra su cuello. La ironía me mata.

Normalmenteesellaquienledavueltasa todo.Peroestavezsoyyo.Estoytancercadetenerla,y la

estúpidaApuestavaaestropearlo.La culpa que siento desde que empecé a enamorarme de ella es

superioramí.Seestálibrandounabatalla campal en mi interior: el chico bueno que ama a la chica

buenayelchicomalocondemasiadastarasparasercapazdeamaranadiesebatenenunduelo

conespadas.Cadaunoquiereunacosadelaprincesa.Elchicomalocaederribadoatierra.—Tequiero,losabes,¿verdad?—digoensuboca.¿Serácapazdenotarelsabordemipánico?Silohanotado,nolodemuestra.—Sí...—Mebesa,lentamente,condulzura—.Tequiero,Hardin.Sus piernas tiemblan levemente, como si su cuerpo no pudiera

soportarelplacerdemisdedosentrando y saliendo de su apretado interior. Me espera suplicante

mientrasinvadenmimenteimágenesde sucuerpo retorciéndosebajoelmíocuando rasgue su

pielylahagamía.Nohastaqueelladéelprimerpaso...Esunafronteraquevoyarespetar.Mibocase

cierrasobresucuelloparahacerlamíadeotromodo.Chupolafinapielysientoelcalordelasangrequecorrebajolasuperficie.Esmía.

—Hardin...,voya...—jadeacuandoladejovacía.Escomounafrutamaduralistaparaqueladevoren.Derepente,soy

unhombrehambriento.Necesitocomérmela.Retrocedosobrelacama,lequitolasbragasy

leseparolaspiernas.Esunaromadulce,embriagador.Nuncahesentidonadaparecidoalhambrequerugeenmiinterior.Mislabiostrazanabesosun sendero por su vientre. Está empapada. No puedo evitar soplar ydeleitarme

consusgemidos.Lalevantoporlasnalgas.Allávoy.Susaborinundamissentidosymilenguarepartelametonesarribay

abajo.Concadagemido,mislametones sonmás fuertes,más precisos, y se agarra a las sábanas

contodassusfuerzasparanogritar.—Dime lomucho que te gusta—digo asegurándome de echarle el

alientoconcadapalabra.Nopuedenihablar.—Me...Lachupoylalamohastaquetiemblaygimesinparar.Quierodarleelempujoncitoquenecesita.—Esoes,nena.Córreteparamí.Necesitosentirloenlalengua.Obedece.Alcanzaelorgasmoymeemborrachodeella.Yanotengo

seddelicor,ahoratengoseddepoder.Asciendo por su cuerpo,mi polla late contra su vientre, y la beso.

Saledesuestadodesatisfacción y me besa apasionadamente. Está lista para recibirme.

Estoyimpresionado.—¿Estás...?—preguntoparaasegurarme.Asienteconfrenesíyempujalascaderascontralasmías.—Calla...Sí,estoysegura—mesuplica.Meclavalasuñasenlaespaldayseapoderademibocadenuevo.Sus

labioschupan,sulenguaseabrepasoentrelosmíos.Vuelvoaemborracharme.Mebajaelbóxer

porelculoylaspiernas,ylasensacióndeestardesnudoydurocontrasupielmeenloquece.Necesitoestardentrodeella.Hedehacermíosucuerpo.Estolocambiarátodo.Ningunodelosdosvolveráaserelmismo.Ya

noseráunachicainocente,seráunamujerconunavidasexual.Tendráquemarcarlacasillade

persona sexualmente activa cuando vaya al médico. Un día se casará ytendrá que decirle al tipo que folló conmigo. Cuando hable de susexperiencias sexuales pasadas, sólo podrá hablar de mí. Siento unaculpabilidadinmensayuna

satisfacciónextrema.Esunaexperiencialiberadoraperoaterradoraalavez.

—Tessa,yo...—Tengoquedecírselo.Meestápartiendoelcuerpoendos.

—Calla...—susurra.Nosabeloquedice.Sientoelpesodemicuerposobreelsuyo,encajanalaperfección.La

miroalacara,intentandoguardarestemomentoparasiempre.—Pero,Tessa,tengoquecontarte...—Callaya,Hardin,porfavor.Me lo está suplicando.Susojos son todoamoryemoción.Mivida

estácambiandoy,ahoramismo, voy a darle la vuelta a todo. Toma el control antes de que

puedadecirunapalabrayaprietalos labios contra mi boca. Su mano envuelve mi polla dura y me

masturba,provocándomeyhaciéndomecallar.Cojounarápidabocanadadeairecuando,conuna

pasadadelpulgar,limpialagotaquebrillaenlapunta.—Si vuelves a hacer eso, me corro —protesto. Quiero sentir las

delicadasyemasdesusdedosenlapuntademinabo,incitándome,haciéndomesuplicar.Pero, más que nada, siento la imperiosa necesidad de enterrarme

dentrodeella.Ya.Imaginoqueno tienecondonesymeavergüenzounpocode llevar

siempreunoenlacartera,peroyonuncafollosincondón.Tessaobservadesde lacamacómorecojo losvaquerosdel sueloy

rebuscoenlosbolsillos.Mesiento como un pervertido de esos que siempre llevan un

chubasqueroenlacarteraenprevisióndeecharunpolvo.Perosemeolvidaconunasolamiradaalosojoshambrientosdeella.

Vuelvoalacama,condón

enmano.Esperounsegundoparaquemeloarrebatede lasmanos,peronolohace.Joder,seguro

quesóloloshavistoenclasedeeducaciónsexual.—¿Estás...?—No sé cómopreguntarle si quiere intentar ponérmelo

ella.Aalgunaslesgusta,aotrasno.Levantalavoz.—Simelopreguntasotravez,temato.Lacreo.Me decido por la segunda opción, que es saborear este momento

mientraslatengo.Meneolacabezayagitoelcondóndelantedesusnarices.—Iba apreguntarte si quieres ayudarmeaponérmeloo lohagoyo

solo...Yoacabaríaantes,seguro.Tessaparecenerviosay semuerde el labio.Mipolla semuerepor

ella.Sientolatentacióndefollármelaapelo.Yhederecordarmequeesoseríaunaestupidez.—Ah.Megustaríahacerloyo,pero...vasatenerqueenseñarmecómo

sehace.Esmuytímidaysexiarabiar.Sustetasgrandes,llenasyredondasme

distraen.Tengoquemeterleprisa.—Bien—accedo.Tessaseacercaysesientaconlaspiernascruzadas.Mealegrapoder

enseñarlecómosehace,peronoestoyalcienporcienenelmundoreal:me imagino ya encima de ella,metiéndome en su interior.Me imaginocómo gime y jadea y cómo se agarra ami espalda y amis brazos.Meimaginoquemepidemás,quesecorreyqueyaesmía.

—Nohaestadomalparaunavirgenyunborracho—bromeaTessacuandoestáhechoyyallevoel

condónpuesto.Lerecuerdoquenoestoyborrachoyqueesaboquitainsolentemeha

despejado.—Y¿ahoraqué?—preguntasinpodercontenerse.Guíosumanohastamipolla.

—¿Metienesganas?—pregunto.Asiente.—Yo también te tengoganas—digo.Meestoymuriendo.Nuncahe

tenidotantasganasdenada.Sigue meneándomela, la tiene en la mano. Me coloco entre sus

piernasylasabroconlarodilla.Denuevotieneelcoñobrillanteyempapadopormí.—Estásmuymojada,esoloharámásfácil.Puedoolerla.Sucuerpoesmuyagradecidoyesomevuelveloco.La

besoenlaboca,salpicandoconmis labios traviesos lascomisuras, sunarizyotravezsuboca.

Tessameabrazayrespirohondocuandoseaprietacontramí.Rozosuhumedadycasiexplota.Esmuy

impacienteysepegaamí.Seloadvierto:—Despacio,nena.Tenemosqueirdespacio.—Labesoenlasien.No

quierohacerledaño.Noloharía si no tuviera que hacerlo—. Al principio te va a doler. Si

quieresquepare,dímelo.Lodigoenserio.Lamirofijamente.Tienelaspupilasdilatadas,lasmejillasencendidas

yelpelorevueltosobrelaalmohada.—Vale.Tragasalivanerviosa.Laobservoylerecuerdoensilenciolomucho

quelaquiero,quelanecesitoyqueladeseo.Conunhondosuspiroencuentroloquebusco

yentrocondelicadeza.Notoloapretadaque está cada centímetroque avanzoymedetengocuando

cierralosojosconfuerza.—¿Estásbien?—preguntosinaliento.Asiente,peroestáapretandoloslabios.Estátancaliente,tanprietaa

mialrededor...—¡Joder!—gimocuandoellajadeaymeaprietaotravez—.¿Puedo

moverme?Joder,necesitomoverme.Sabíaqueibaasercomoestarenelcielo,

peronomeimaginabaqueel

putocieloibaaserasídedivino.Tessarespirahondounpardevecesantesdecontestar.—Sí...Medapermiso.Voydespacio,noquierohacerledaño.Sientoquenoseagarrayatan

fuerteamisbrazosyqueserelajaconcadabesoqueledispenso.Sucuello,supreciosaboca,su

nariz.Amohastaelúltimomilímetrodesucuerpo.Demicuerpo.Lerepito lomuchoque laquieromientrasentroysalgolentamente

de ella. Sigue con los ojos cerrados pero no da muestras de estarincómoda. Cuando pasan veinte segundos y noto que su cuerpo noresponde,medetengo.

—¿Quieres...?Joder...¿Quieresquepare?Niega con la cabeza y vuelvo a cerrar los ojos.Me imagino cada

centímetrodeelladebajodemí.Supielsuave,sucuerpoconformándosealmío.Esmía,ahoraypara

siempre,inclusocuandonoshayamoslevantadodelacama.Mantengoelritmoyellanomesuelta.

Notoqueelcorazónmelateenelpecho,quevuelvea lavidaamedidaquemeacercoalbordedel

abismo.Nuncaanteshabíasentidonadaconelsexo.Me siento vivo y brillante y, cuando miro a mi amor, ella me

devuelvelamiradaconunaadmiraciónradianteyahoraséque,dealgunamanera,todoacabará

bien.LafortalezadeTessmesorprendeunavezmáscuandounalágrima

caesilenciosasobrelaalmohada.Labesoparaborrarlaylaalabocomosemerece:—Loestáshaciendomuybien,nena.Tequieromucho.Hundo losdedosen supeloy lamoel sudorquebaña lapielde su

cuello.—Te quiero, Hardin—afirma ella. Nome hace falta nadamás. Ya

estoy.Labesoenlaboca,lechupoloslabiosylalenguaconunavoracidad

insaciable.—Voy a correrme, nena. ¿Te parece bien?—Mi espina dorsal está

quearde,elsudorresplandeceensupiel,estamosenloquecidos.Tessa asiente, me anima a que me derrame en su interior. En este

momentodetestolabarreraquenossepara.Quierocolmarla,quierohacerlamíadetodaslasmaneras

posibles.Mechupaelcuelloyme tenso.Mi cuerpo cede al placer ymascullo su nombre con los

dientesapretadosmientrasalcanzoel clímax. Me desplomo sobre su pecho, sin aliento, y ella me

acariciaperezosamentelapiel.Ahora todo ha cambiado. Lo he cambiado todo entre nosotros. La

reconfortoeignorolapresióndelaverdadqueintentaescaparyqueamenazaconquemarmevivo.

Mientraslareconforto,rezoaquien me esté escuchando para que mi mundo no sea reducido a

cenizas.VEINTIDÓS

Todoempezóadesmoronarseyelpequeñocastillodenaipesquesehabía construido se tornaba más y más frágil cada día que pasaba. Leentraba el pánico a lamásmínimamención de susmentiras y le estabacostandofraguarunplan.Estabaconvencidodeque,cuandoeraniño, lehabían lanzado una maldición... No había otra explicación para elsufrimientoquehabíatenidoquesoportar.

EmpezabaapreguntarsesiTessaerasusalvaciónolapeormaldiciónposible.Lahabíahechosuya,atodaella,peroseleescurríadeentrelosdedoscomolosgranosdeunrelojdearena.

Tessaestáensutrabajodebecariacuandomepasounosdíasdespuésporsuhabitación.Mollymeha

estadocontandoqueaStephseleestáyendolapinza.Dejacaerqueesposiblequeestéperdiendola

putacabeza,ynecesitohablarconellaantesdequeellahable.

Cuandollegoalahabitación,Stephestátiradaenlacama,conelpelorojohechoundesastre.

Lleva mechones recogidos con horquillas por toda la cabeza. Su

maquillajeesoscuro,lasombradeojos de color humo le cubre los párpados y parece la versión

fantasmagóricadeunaniñapija.Tienelapielblancayloslabiosrojooscuro.—Noestá—anuncia,ycierraelportátildeTessa.¿Quéhaceaquísu

portátil?—.Estoyviendounapelícula.Relájate,psicópata.Cojoelordenadordesucamaymelopongodebajodelbrazo.—Yaséquenoestá.Queríahablarcontigo—ledigo.Se incorpora sobre un codo y las tetas amenazan con romper el

vestidoajustadoquellevapuestoyquedarmásalavistadeloqueyaestán.—¿Hablarconmigodequé?Me mira con frialdad mientras espera mi respuesta. Siempre he

sabidoquealgonoibadeltodobienensucabeza,peronosoycapazdecalcularcuánpeligrosoes.

Todostenemossueltosunoodostornillos, pero en el caso de Steph a veces juraría que tiene unos

cuantosmás.Solíapensarqueeraunachicamaja,perohaacabadoresultandolaversiónpelirrojadela

locadeAmyDunne,laprotagonistadePerdida.—Yalosabes—digo.MesientoenlacamadeTessaymevuelvohaciaSteph.—Molly te ha llamado—replica, sumandodos y dos—.Está de un

pesadoquenoveas.—Echalacabezaatrásysesienta—.NovoyacontarlenadaaTessa.Séquela

únicarazónporlaqueestásaquíespararogarmequenoabraelpico.Novoyahacerlo.—Y ¿tengo que creérmelo?—le pregunto, y ella se pasa la lengua

porlosdientes.—Siquieres...y,sino,puesno.Yoyamehedivertidobastante.Ahora

todoelasuntomeaburreyempiezoasentirmeunpocomalporella.Parasersincero,estosíquenomeloesperaba.—¿De verdad?—Me siento justo en el borde de la cama deTessa,

conloscodosapoyadosenlas

rodillas.Stephseechaareír,conunarisaagudayanimal.Suspiro.Quétonto

soy.—No,claroqueno.Perosíquemeaburretodoesto.Ledaun tirón al vestidopara enseñar aúnmás canalillo.Desvío la

mirada.EstoyaquíporTessa.Nohevenidoamontarunnumerito.—Aestasalturas,seguroqueyacasihasterminadoconella.«¿Quecasiheterminadoconella?»¿Estáloca?—¿No?Ahoraquete lahasfollado, tehabráshartadodeella.Es lo

quesuelepasarcontigo.LomásrarodeStephesquenomeloestáechandoencara,sinoque

loafirmasinmás.Dadomihistorial, suevaluacióndeberíasercorrecta,perohepasadomucho

mástiempocurrándomeaTessaqueacualquieradelasotras.Tessme hizo luchar por ella porque lo valía. Qué pena que yo lo

hayaestropeadotodo.—No...—Meaclarolagarganta—.Noheacabadoconella.Stephponelosojosenblancoyserelame.—Ya lo sabía yo. ¿Cuántas veces te la has tirado ya? ¿Sigue

estrechita?Porquetúsiempreloestropeastodo...Creoquemisojosdebendeestarapuntodesalírsemedelasórbitas,

porquememiraysealejademí.—¿Ybien?—insiste—.Seguroqueesmajayyahashechoconella

loquequerías.Ahorayapuedesseguircontuvidayqueellaselargue.Yalaveomásquede

sobra.—Notecaenadabien.—Mefrotolanuca.Tessa piensa que Steph es su amiga y no quiero entrometerme a

menosqueseanecesario.AunquesiStephintentajugársela,tendréquetomarmedidas.—No, nome cae bien. Pasemos a otra cosa.A ver si la dejas ya y

vuelvesaqueMollytelachupedíasí,díano.

—VoyaseguirconTessa.—Nosécómodecírselo.Noquierodarlemáspodersobremídelque

yatiene,perotampocoquierodarlelaimpresióndequeTessaesunrolletepasajero.

No es un rollete, y sigo rezandopara encontrar elmodode que lonuestrofuncione.

Pero eso no es asunto de Steph. Joder, qué desastre. Es un putodesastre.

—¿Paraquéhasvenido,Hardin?Séquenoerasóloparacomprobarquenosoyunabocazas.—

Serelameloslabiosotravezyseaprietalastetasconloscodosconlamenorsutilezaposible.

Mimalgenioamenazaconjugármela,ymelevanto.—¡Tía,estásmaldelacabezasipiensasquevoyatocarte!—Tessanoesnadadelotromundo.NoséporquéZedytúestáistan

obsesionadosconella.—Zed no pinta nada en esto.—Me tiemblan las manos y veo que

StephestáencantadadehaberseconocidoyconcómohereaccionadoaloírelnombredeZed.«Nodejesquesesalgaconlasuya,Hardin.»Meestá cabreando a propósito y yo se lo estoy consintiendo. ¿Qué

solíadecirmiabuela?Mierda,nomeacuerdo.—Zedesmuyimportante...—Basta.—Mellevolasmanosalacara.Mepellizcoelpuentedela

nariz,inspiroyexhalo.He venido a decirle que tiene a Molly muy preocupada y a

asegurarmedequeTessanosaldrámalparadaacausadealgunadesus locurasomaldades.Peroahora

queestoyaquíyqueellaseestácomportando como una desgraciada, me apetece ser un cabrón, la

verdad.QueStephactúecomolareinadelosgilipollasmehacesentirquenosoydistintodecomoera

antesdeconoceraTessa.Pensabaque,enciertosentido,eramejorqueStephycompañía,pero

aquíestoy.Compartiremosmesaenelinfierno.

Nopuedo evitar empujarla.Me encanta hacer que se sienta tanmalcomoyo.Lamiroysonríode

orejaaoreja.—Mejor preocúpate de tu novio y de cómo mira a Molly. Los he

vistoasolasunpardeveces...Sueltounpardeperlasmás sobreellos,no séni loquedigo,pero

para cuando he terminado, Steph tiene los ojos enrojecidos y llenos delágrimasparacelebrarmitriunfo.

—Esoesmentira—replicaintentandocontenerelllanto.«Tepillé.»—No.Losientoporti—ledigo.MetoelportátildeTessaenelprimercajóndesucómoda.Necesito

salirdeestaresidenciacuantoantes.Sin darle a Steph tiempo para responder, salgo de la habitación.

Cuandosuboalcocherecobroelsentido comúnymedoy cuentadequehedadootropaso en falso.

Stephnoescomolamayoríadelas chicas. No se va a quedar de brazos cruzados, esperando el

momentooportunoparavengarse.Esirracional y ya la estoy viendo contándole todos los detalles de la

Apuesta,corregidosyaumentados,aTessa.Deberíaenterarsepormí.Deberíaseryoquienlecontarala

cochinaverdadantesdequelodescubra.Estoacabaráconmigo.Salgodel cocheycaminodevueltaa lahabitaciónde la residencia

paraprobarunenfoquedistintoconSteph.PerooigolavozdeTessaencuantollegoalapuerta.«Joder.»Meapoyoenelumbralyescucholaconversacióndelaschicas.—NocreoqueTristanpique,hevistocómotemira.Leimportasde

verdad.Creoquedeberíasllamarloyhablardeltema—lediceTessa.Pegolaorejaalapuertayrezoparaquenadiemevea.—¿Ysiestáconella?—preguntaSteph.«¿Selohatragado?»—Noestáconella—consuelaTessaasucompañeradehabitación.

—¿Cómolosabes?Avecesunocreequeconocealaspersonas,peronoesasí—empiezaadecir

Steph.Mierda.Selovaacontar.Vaasoltárselotodoahoramismo—.Har...

Abrolapuerta.—Hola —digo entrando en la habitación. Parece que se están

haciendomuyamigas.Aotroigualloengañan—.Uy...,¿mejorvuelvodentrodeunrato?—No, voy a ver si encuentro aTristan y hacemos las paces—dice

Stephlevantándose—.Muchasgracias,Tessa.Laabrazaymemira,dejándomeclarodeesemodoqueestonoha

terminado.Necesitodistraerme.—¿Tienes hambre?—le pregunto aTessmientras Steph se prepara

parasalir.—Sí,laverdadesquesí—dicellevándoselamanoalestómago.EstádistraídaynoparecenotarlamiradadeodioquemelanzaSteph.VEINTITRÉS

Laparanoiaseapoderódeélyfuearrastrándolomásymáslejosdeella. Intentó aferrarse a la pequeña esperanza de que podía tener la vidaquequeríaasulado.Tratódeidearunainfinidaddeplanesparasalvarlaúnicacosabuenaquelehabíapasadojamás.

Suplicóasusenemigosyrogóasusamigosqueguardaransilencio.Peroningunodesusplanes funcionaría,ningunodeellospodríaocultarloque lehabíahecho,yeraconscientedeque todo ibaaestallarleen lacara.

LlevoaTessaalcentrocomercialymimalasuertecontinúacuandonos sentamos en la zona de restauración antes de decidir a qué tiendasvamosair.Laparanoiameatormentaymepersiguealláadondevoy.NopuedodejardepensarenloquepodríahaberlecontadoSteph.¿Sabetodoloquele

hemosestadoocultando?¿Acabarádescubriendoquenosoydignodeella?

JugueteoconlacomidasumidoenmispensamientosmientrasTessa

comedespacioymeobservatodo el tiempo. ¿Qué está buscando? ¿Algún signo que delate mis

mentiras?—¿Ysicompramoslotuyoprimero?—digo.Aún no puedo creer que haya accedido a ir a la boda. Voy a estar

incómodode lahostia,ymiúnicoplanenestosmomentosescentrar laatenciónenTessayolvidartodalaputamierdaanterioralosúltimostresmeses.

—Yotampocoséquéponerme—replicaella.—Bueno,tieneslasuertedequeestaráspreciosatepongasloquete

pongas.Micumplidohacequeseleiluminelacara.—Eso no es verdad. Tú llevas como nadie el estilo ese de «Me

importaunamierdamiaspectoperosiemprevoyperfecto».—Seechaareír,ylapresiónquesiento

enelpechodisminuyeligeramentecuandolaveohacerlo.—¿Tútambiéntehasdadocuenta?—Sonrío.Aunqueellatambiénluceeselook.Muchomásqueyo,ynisiquiera

seesfuerzaenhacerlo.Suteléfonoempiezaavibrarenlamesa.Actúadeunmodobastante

normalparatratarsedealguienquesabequeestánjugandoconelladeestamanera.Iguallo

estáhaciendoapropósitoparadistraermehastapoderdevolvérmelayvengarse.¿Oquizáesqueenrealidadnosabenada?—EsLandon—dicemientrasleosunombreenlapantalla.Micorazóndejademartilleardemaneradescontrolada.Contesta la

llamadaymequedoobservando cómomueve la bocamientras habla. Succiona su labio

inferiorduranteunossegundosymemiradearribaabajo.Semehaocurridounamaneradeimpedirquesequedeasolascon

Steph.Tengoquemantenermepegado a ella de ahora en adelante. He estado demasiado relajado

respectoatodoesto.Deberíaestarconellaatodashoras.

—Vale,haréloquepuedaparaquesepongacorbata—diceTessaalaparato,yestáclaroaquién

seestárefiriendo.Pega la mano a la mejilla y apoya el codo sobre la mesa. Está

adorable,pero¿unacorbata?«Buenasuerte.»Empieza a decirle algo más a Landon, pero mi atención se dirige

hacia el centro de la zona de restauración, donde veo a Zed, a Jace y aLogan.Cada uno va vestido de unamanera diferente; un claro esfuerzopordemostrarquiénessonatravésdelvestuario.Loganeseltípicopunkpijitoconcaradeniña,yeselquemenospintadeagresivo tienede lostres.Zed,altoymoreno,pareceestaren

undesfiledemodelosdeprendasdecuero,apesardeencontrarseenuncentrocomercialdeclase

media.Estátotalmentefueradelugar.YJacepareceeltípicomalotealquelasadolescentesnodeberíanacercarse.

—Vuelvo enseguida. —Me levanto de la mesa dejando toda micomidaenelplato.

MenosmalqueTessestáal teléfono,asínomeseguirá,oalmenosnodeinmediato.

Cuandollegohastaellos,Loganseestáaplicandounprotectorlabial.Jacetieneunaputa

expresióndesuficienciaenlacarayZedparecebastanteagobiado.—Yotambiénmealegrodeverte—diceLogan,ygolpeteaelsuelo

delinóleoconelpiemientrasJaceseríe,colocado.Lostrestienenlaspupilasdilatadasylosojosrojos.Huelenamaríay

atabacorancio.SiZedyTessasebesaron,¿legustaríaaellaelsaboratabacoensulengua?—¿Qué estáis haciendo aquí?—pregunto, y vigilo a Tessa con el

rabillodelojo.—¿Dónde?¿Enuncentrocomercialpúblico?—respondeJace.Inspiro hondo a modo de amenaza silenciosa. Comome joda esto

hoy,notendréreparosenhacerledaño.—Andábamosporlazona—explicaLogan.Se encoge de hombros ymemira con una expresión parecida a la

comprensión.Sabequémepreocupa,ymeestá indicandodealgunamaneraquenohanvenido

aquíparaeso.—Esverdad—añade,ymerelajoligeramente.—¿Dóndeestátumascota?—preguntaJace,ychasquealalenguade

unmodomuydesagradable.Zedseencoge,avergonzadoporsugesto,yLoganpasadenosotros

ymiralapantallarajadadesuiPhone.—¡Vaya,siestáahí!—diceJacealzandolavoz, loqueprovocaque

casimeabalancesobreél.Es el típico canalla despreciable, comomi viejo amigoMark, que

jugabaconlagentecomosifueran juguetes y no sentía ningún tipo de remordimiento por sus

actos.«Aunquesupongoqueyosoyigual»,pienso,enloquerespectaalaApuesta,yalfinaldeljuegoal

quejugamostodos,fuiyoquienalzóeltrofeo.—Yabasta—digoavanzandohaciaél.Jace sonríe con malicia. Le encanta crisparme. Sabe que me está

sacandodequicio.Éllosabe,yolosé,yprontoTessalosabrátambién.—Viene hacia aquí. —Logan sigue mirando su teléfono, pero nos

adviertedelallegadadeTessa.Mesudanlasmanosymeduelelapieldelosnudilloscadavezque

meclavolasuñasenlapalma.Van a joderme la vida en estemismo instante, aquí, en este centro

comercialdealgunaputaciudadestadounidense.—Hola,Tessa,¿cómoestás?—Zedavanzahaciaella,ydoyunpaso

adelante.Larodeaconlosbrazosymedanganasdearrancárselosdelcuerpo

alinstante.—Hardin, ¿novas apresentarmea tu amiga?—Jacememira,y en

susojosrojospuedoverlomuchoqueestádisfrutandoconesto.—Sí. —Meneo la mano entre ambos y cuento los segundos que

hemosalargadoesto—.Éstaesmi

amigaTessa;Tessa,tepresentoaJace.Ella frunce el ceño furiosa, y yo miro a nuestro alrededor

confundido.¿Porquéseenfada?Analizosurostroyesperoaquememire.Nolohace.—¿EstudiasenlaWCU?—lepreguntaaJace.¿Porquétienequeseramableconlagenteyentablarconversación?

Saltaalavistaquenotienemuchaexperiencia socialmentehablando;noparece tenerni elmás

mínimosentidodelaetiqueta.—No, porDios.Yopasode la universidad.—Jace se echa a reír y

Tessaserelajaunpoco—.Perosi todas las universitarias son tan guapas como tú, voy a tener que

replanteármelo.Tessa parece un poco asustada, y cuentomentalmente los tonos de

azulquepodríaverenlacaradeJacealestrangularlo.—Vamosairalosmuellesestanoche.Deberíaispasaros—diceZed.«¿Pasarnos?Vetealamierda,Zed.»—No podemos. La próxima vez será —contesto para zanjar la

conversación.—¿Porquéno?—insisteJace.

EstáclaroquemeestádesafiandodelantedeTessaydeZed.—Mañana trabaja.Supongoqueyopodríapasarmemás tarde.Solo

—digoparadejárselobienclaroatodoelmundo.Nopiensovivirestasituaciónnuncamás.Vaaserdifícil,peroestoy

lobastantelococomoparacreerquepuedocontinuarocultandoesto.YoheganadolaApuesta,

esmía,ypormipartepuedendarleporelculoaZed.—Quélástima.—JacesonríeaTessaymeesfuerzopormantenerla

compostura.Me está provocando.Me está restregando por las narices este puto

juegodemierdaalqueaccedíaparticiparcomosifueraunratónyél tuvieraunsabrosotrozode

queso.—Ya.Bueno,osllamocuandoestédecamino—lesmiento.

Tengoquepensarenquécojonesvoyahacerconél.Estádeseandoencontrarelmomentopara

hablarleaTessadelaApuesta...,esasídecabrón.Peroséquesacareltemasóloloincitaráaúnmása

abrirsuenormebocaza,oledarélaideaencasodequetodavíanoselehayaocurrido.

LostressemarchanyTessalosapuñalaporlaespaldaconlamirada.Mequedocalladoylasigo,

aellayasumalgenio,porMacy’s.Caminadeunmodoaceleradoyconlacabezaalta,comouna

niñaquequieredemostrarqueestáenfadada.—¿Quétepasa?—pregunto.Siempre parece estar enfadada por algo: porque he dicho algo,

porquehehechoalgo,porqueelgatodealguienlahamiradomal...Siemprelepasaalgo.—¡Ah,puesnosé,Hardin!—¡Yotampoco!¡TúereslaquehaabrazadoaZed!—legrito.En lo único que puedo pensar en este momento es en sus brazos

rodeandoaZed,¿yencimasemosqueaconmigo?—¿Es que te avergüenzas de mí? Vamos, que lo entiendo, no soy

precisamentelachicamásmolona,peropenséque...Nocomprendoadóndequiereiraparar.¿Creequemeavergüenzode

estarconella?¿Porquésiempreacabapensandoeso?—¿Qué?¡No!Porsupuestoquenomeavergüenzodeti.¿Estásloca?Menudapregunta.Claroqueestáloca.Ambosloestamos.—¿Porquémehaspresentadocomosifueraunaamiga?Notecansas

derepetirmequenosvayamosavivirjuntos...¿yluegovasylesdicesquesomosamigos?

—mesueltasubiendoeltonodevozconcadapalabra—.¿Quéintentashacer?,¿ocultarme?Noseréel

secretodenadie.Sinosoylobastantebuenaparaquetusamigossepanqueestamosjuntos,puede

quenomeapetezcaseguircontigo.

¿Cómovoyadecirqueesalgomásqueunaamiga?Meodiarámásqueacualquierenemigo

cuandomi tiempo se agote con ella. Esmuchomás que un secretoparamí.Nopretendoocultarla.

Joder, no quiero seguirmanteniéndola escondida. Quiero presumirdeellayquetodoelputomundo

sepa que es mía. Sólo mía. Pero soy demasiado idiota como paraconseguirquetodofuncioneentre

nosotros,poresotengoqueocultaralacosamáspreciosa,alúnicotesoroquehetenidoentodami

vida.Tengoqueocultarlaenlugardedejarquereluzcaalsol,yesomeestámatandopordentro.

—¡Tessa!Malditasea...—Noterminolafrase,yentoncesveoqueellamirahacialosprobadores

delasecciónderopafemeninadelatienda—.Memeterécontigo—leadvierto,ylodigoenserio.

Meencantaríaentrarconellaeneseprobadoryfollármelacontraelespejodecuerpoentero.

Tesslevantalascejasyfrunceloslabios.Sabeperfectamentequeloharé. La seguiría hasta la partemás profunda del infierno si ellame lopidiera.

—Llévameacasa—meordena.¿Que la lleve a casa? ¿Por una absurda pelea? Para dejarme bien

claroqueestáenfadada,caminavariospasospordelantedemímientrassaledelatiendaysedirige

devueltaalcoche.Unavezfuera,hagoademándeabrirlelapuerta,peroellamefulminaconlamirada

impidiendoquelohaga.—¿Setehapasadolapataleta?—¿Lapataleta?¿Metomaselpelo?—chillaconrabia.—Noséporqué ledas tanta importanciaaquehayadichoqueeras

miamiga.Sabesquenoeraesoloquequeríadecir.Sóloesquemehanpilladoporsorpresa.—

Esunaverdadamedias.—Siteavergüenzasdemí,creoquenoquierovolveraverte—dice

convoztemblorosa.Está haciendo un esfuerzo por no llorar. Ya estoy lo bastante

familiarizadoconsusreaccionescomopara saberque se está clavando las uñas en losmuslosy sus

ojosgrisesseestáninundandodelágrimas.Máslágrimasquederramapormiculpa.—Nomedigaseso.—Mepaso lamanoporelpelograsientoyme

danganasdearrancármeloatirones—.Tessa,¿porquésuponesquemeavergüenzodeti?Esoes

absurdo.Notengoningúnmotivoparaavergonzarmedeella;másbiensería

alcontrario.Paramisamigos, ella no esmás que un juguete; cada putomomento que he

compartidoconestachicahaquedadoreducidoa lanada.Heconvertidotodoennadaynotardaráendescubrirlo,ynohaynadaquepuedahacerpara evitar que este tren de mercancías me destroce la vida de nuevo.Acababadeempezarareconstruirla,perolahecagado.

—Quetediviertasestanocheenlafiesta—dicehaciendounpucherodesdeelasientodel

pasajero.—Porfavor,novoyair.SólolohedichoparalibrarmedeJace.Eslaverdad.Noquieroiraningunaputafiesta.Quieropasarmetoda

lanochesumergidoentrelosmuslosdeTessa.—Sinoteavergüenzasdemí,llévamealafiesta.Deberíahaber imaginadoquemesaldríaconésas.Paraella todoes

siempreunjuego,todo.Ymiraquiénfueahablar.—Esosíqueno—mascullo.

Evidentemente,fuimosalaputafiestaporque,unavezmás,TheresaYoungsesalióconlasuya.

Conformevanpasandolosdías,cadavezmesientomáscómodoenmipropiamentiradeloque

me gusta admitir. Hago como si nada se estuviera desmoronandopocoapoco,comosilos

minúsculos fragmentos de todo lo que nos mantiene unidos no seestuvierandespegandoacada

minuto que pasa sin que se lo cuente.No puedo hacerlo.No puedo

abriresalatadegusanosydejarquenosdestruya.Laverdadnosahogaríasinremedio.Esinevitable,

comoloesmiamorporTessa.

—Pues... ¿Bienvenida a casa?—digo cuando el agente inmobiliarionosdejaporfinsolosenel

apartamento.Pensabaquenoibaapirarsenunca.Tessaseríe,secubrelabocacon

eldorsodelamanoyseacerca. La abrazo y doy gracias a quien sea que la pusiera en mi

caminoporpermitirmeseguirconella un poco más antes de que la arranquen de mi vida. Merezco

disfrutardeunpocodefelicidadmientrasdure,¿no?—Esincreíblequeahoravivamosaquí.Noparecedeverdad.Sus ojos curiosos examinan la sala de estar, y brillan con una

emociónquejamáslehabíavisto.Conestegestolehedadolibertad.Lehedadounbonitoapartamento

enelquepuedeserellamisma,laversiónalaquenadiepuedejuzgarniexigirlecosas.Sumadreno

estáparadecirlequesecepilleelpelo,yStephnoestáparacalcularmanerasdehacernosdaño.—Si alguien me hubiera dicho que iba a vivir contigo, o a salir

contigo,hacedosmeses,mehabría partido de risa en su cara... O se la habría partido de una

hostia...Cualquieradelasdoscosas.—Meríoylecojolacaraentrelasmanos.Surostroestácalienteyradiantedeemoción.—Eresunamor.—Ponelasmanossobremiscaderasyseapoyaen

mí.Sientoelpesodesucabezasobremipecho.Mividaesperfectapor

primeravezdesdequemealcanzalamemoria.Hedecididonopensarenlacatástrofequeseavecina.Porahora,mividaesperfecta.

—Aunqueesungranaliviotenerunsitiosóloparanosotros.Nomásfiestas,nicompañerosde

habitación,niduchascomunitarias—añade.Micorazónbombeacon fuerza contra sumejilla, ymepregunto si

sentirámicrecienteparanoia.

—Y nuestra propia cama —digo, y enmascaro mis temores conhumor—.Tendremosque

comprarcosas,comoplatosydemás.Cuantasmáscosastengaaquí,másdifícilserácuandolleguelahora

demarcharse.Joder,estoyatrapado en esta mentira y rodeándola con la soga conforme

hablamos.Estachicatanmaravillosanuncameperdonará.Sinembargo,yapensaréenesomásadelante.Algosemeocurrirá.Mecolocalamanoenlafrenteypresionaunpoco.—¿Teencuentrasbien?—Sonríe—.Hoyestásdelomáscolaborador.Sussarcasmoshacenquelaadoreaúnmás.Acercosumanoamislabiosyselacubrodebesos.—Sóloquieroestarsegurodequeestáscontentaaquí.Quieroquete

sientascomoencasa...conmigo.No hay nada que desee más. Nunca he sentido que tenía un hogar

hastaqueTessahafirmadosobre esa línea de puntos para trasladarse a vivir conmigo.

Despertarmeconlainsufriblealarmadesumóviltodoslosdíassehaconvertidoenunanecesidadparamí,en

algoqueechabademenossinsaberlo.—Y ¿qué hay de ti? ¿Te sientes en casa? —pregunta con la voz

cargadadeesperanza.Aunqueesunaesperanzatenue.Estáaguardandoaqueexpresealguna

opinióndesagradablesobrenuestraconvivencia.Loveoensusojos.Estáilusionada,pero

esperalopeorpormiparteporqueesloquerecibesiempre.—Parami sorpresa, sí—respondo con honestidad y esforzándome

porquemivozsuenelomásconvincenteposible.Meencantaestaraquí,conella.—Deberíamosirapormiscosas—sugiere,ymehabladeloslibros

ylaropadelosqueyameheocupado.—Yaestáhecho.—Sonrío.Ladealacabeza,confundida.

—¿Qué?—Tehetraídotuscosasdetuhabitación.Estátodoenelmaleterode

tucoche.No podía esperar. Quería verla aquí y que no se marchara nunca.

Necesitoquenosemarchejamás, así que tengo que hacer todo lo posible para que se sienta

cómoda.—¿Cómo sabías que iba a firmar? ¿Y si nome hubiera gustado el

apartamento?—Levantaelrostro hacia el mío y me mira con una expresión medio curiosa,

mediodesafiante.—Siéstenotehubieragustado,habríabuscadootro—lecontesto.Asiente.Sabequelodigocompletamenteenserio.—Vale...Y¿quéhaydetuscosas?—mepregunta.—Podemosirarecogerlasmañana.Tengoropaenelmaletero.—Y¿esoporqué?—La verdad es que no lo sé. Pero uno nunca sabe cuándo va a

necesitarropa.

¿Por qué tiene que ser tan cotilla? Tengo ropa en el maletero delcochepormuchosmotivos,y

probablementelamayoríadeellosnolegustarían.—Vayamosacomprarloquenoshacefaltaparalacocinaycomida

—sugiero.Tessasevuelvehaciamícuandollegamosalvestíbulo.—Vale.¿Puedoconduciryo?—No lo sé...—bromeo, pero por supuesto que puede conducir mi

coche.

PartetresDESPUÉS

Al fin se estaba convirtiendo en el hombre que jamás imaginó quepudieraser.Canalizósuiraenlaescriturayestabaempezandoasentirseorgullosodelapersonaqueera.Ellaeralaúnicarazónporlaquesuvidaeraasíy, si fueraposible, searrodillaríay ledaría lasgraciasporcadasegundo.Ellasequedóconélhastaquedejódeserbuenoparaambosyluegolediotiempoparaquepusieraordenensuvidaélsolo.Apoyósusdecisionesunmes trasotroynuncadejódehacerle sentirque teníaqueaspiraramás.

Duranteese tiempo, cadamesquepasaba sobrio, recibíaunapostalporcorreo,alaantiguausanza,conelnombredeellayuncorazón.Éllaconocía lo suficienteparaestar segurodeque losdosañosquepasaronseparadosnodebierondeser fácilesparaella.Paraella fueun infierno;paraél,unpurgatorioeterno.

Cuandolaspalabrasmanuscritasdesuarchivadorseconvirtieronenlíneasenunapáginaimpresa,ellatardóunasemanaenllamar.

Él sabía que había leído el libro y estaba seguro de que se habíapasado la semana dando vueltas por el pequeño apartamento quecompartíaconsuhermano.Élacababadetrasladarseaunlugarnuevo,seestabaadaptandoaunaciudaddondesiemprehacíaviento,conedificiosaltos y un exceso de perritos calientes y béisbol.No se sentía en casa apesar de que ella lo visitaba más a menudo de lo que él merecía. Asípasaba los días, trabajando, esperando una llamada o un correoelectrónico de ella, haciendo planes para cuando volviera a verla denuevo.Amedidaquesehacíadignodeella,empezóagustarleelhombrequeveíaporlasmañanasenelespejo.

Cuando transcurrió la semana y ella por fin llamó, la voz se lequebróalpronunciarlaprimerapalabra,yaéllecostóencontrarlafraseadecuada.Queríahacerleentenderquenohabíadospersonasenelmundoque estuvieran tan hechas la una para la otra como ellos dos. Ella lofelicitó por su libro, aunque con una comedida distancia. Él empezó acansarse,apreguntarsesiaquéllaibaasersuvida:soloenunapartamento

deunedificio residencial,alimentándosedecomidapara llevarmientrasveíareposicionesde«Friends».

Semanas después, el corazón casi se le salió del pecho cuando ellallamóparadecirlequeibaavisitarlaciudadenlaqueélvivía,queibaaasistiraunabodaynecesitabaacompañante.Bailóconéltodalanocheyyaciódebajodeél,ensucama,durantetresdías...

Hastaquesemarchó,llevándosesucorazónconsigo.Lavezsiguientefueélquienlavisitó,enlacaóticaciudaddeNueva

York, y se quedó impresionado con su nueva vida. Aunque echaba demenosunsitioenella.Aellaleibanbienlascosas:teníaamigosyfamilia.Él tenía una vida imaginaria con ella y estaba esperando a que ellacambiaradeparecerparapoderhacerlarealidad.Élcreíaqueerasuúnicaoportunidaddetenerunavidaplenaysiguiódemostrándolequeeramejorpersonadeloquesolíaser.Muchomejor.Muchomásvivo.

En cierto momento, su desarrollo como ser humano y cómo setraslucíaésteensucomportamientocon losdemásempezaronahacerlosentir valioso, y con eso llegaron responsabilidades mayores. A suhermanolerompieronelcorazónyélseaseguródeestardisponibleparahablaryparaayudarloasuperarlo.Derepenteleeraútilasufamilia,enlascosasgrandesyenlaspequeñas.

Fue el padrino en la boda de su hermano. Ella estaba allí,resplandecienteporelamorquesentíaporély,dealgúnmodo,losdossedieron cuenta, afortunadamente, de que la separación había llegado a sufin. Ambos eran ya adultos capaces de enfrentarse juntos al mundo. Élhabía dejado de ser egoísta; ella al fin sabía quién era.Les había hechomuchobien pasar un tiempo el uno sin el otro, pero estaban listos paracomenzarsuvidaencompañíamutua.

Juntossufrieronunadevastaciónmayordelaquesehabíancausadoentre sí en años anteriores, y a veces no sabían si conseguirían saliradelante.Eldíamástristedetodos,cuandoéldesmontólahabitacióndelhijo que habían perdido, se preguntó si era un castigo, si sus pecadospasadoseranlarazónporlaqueteníanqueafrontarsemejantepérdida.

El día que nació su primer hijo, también lo hizo él.Había vuelto anacer,aestarvivo.Habíarecorridounlargocaminoyhabíacambiado.Lefue posible alcanzar un nivel más profundo y más elevado de amor ycomprensión.Losdedosdelapequeñaerandiminutos,peroseleclavaronenelcorazón.Habíavistotransformarse,primeroenmujerydespuésen

lamadredesuhija,alachicaalaquehabíaamadoduranteaños.Nohabíanadamáshermoso...

Hastaquefuemadreporsegundavez,lamadredesupequeño.Amedidaquesushijossehacíanmayores,estehombrenuevoyesta

mujersesentían,dealgúnmodo,másjóvenesyvolvíanaenamorarseelunodelotroadiario.

Élsesentíaafortunado,dichoso,tremendamenteorgullosodelavidaquehabíanconstruidojuntos.Lecostabacreerlasuertequehabíatenido.

ZED

Todanovelarepresentaalhéroerománticoasumanera.Lamayoríaempleaelclásicorecursodelquetodosestamosyacansados:eltriánguloamoroso. Wickham mintió sobre el padre de Darcy para granjearse elafectodeElizabeth.JayGatsbyinvitóacenaryabeberaDaisyBuchanan,ofreciéndole una vida que Tom, su marido, no podía proporcionarle.Linton era la opción más segura para mi heroína favorita, CatherineEarnshaw,quien loprefirióantesqueunavidadepasióndestructivaconHeathcliff. Incluso un hombre lobo de piel bronceada intentó ganarse elcorazón de la ingeniosa Bella Swan, pese al vampiro centenario yconquistadordeojosazules.

Está más visto que el tebeo y, como lo había vivido en tantashistorias,lehizograciaverseinmersoenuntriánguloamorosodeverdad.Ensuhistoria,elchicomaloconaspiracionesdesantoyproblemasconsupadreintentamanteneralavirgen,inocenteytestaruda,lejosdelchicomodernoyemocionalquequieresalvarlasfloresyelplanetaenunsolodía. En los clásicos, estos personajes casi siempre acaban muertos, otrayendo al mundo bebés que son mitad vampiro, pero todos tienen untemacomún:unodelosdosrivalesnuncatienelamenoroportunidady,enlo que a su relación respecta, él nunca supo si ser importante para ellasignificabaquealfinalalcanzaríalavictoria.

Aunasí,cumplensupapel.Son losotros, loschicosquevuelvenalruedodespuésdehaberperdidoanteelevidenteganador.

Otra fiesta. Otra fiesta donde hay demasiada gente que haceexactamentelomismoendíasdistintos.

Labebidasesirveenvasosdeplásticorojoylamúsicaretumbaentodas las habitaciones. Cada persona junto a la que paso parece másaburridaquelaanterior,poresosemehaceraroqueaestafiestadevueltaalasclaseshayaaúnmásgentequeenladelañopasado.¿Dedóndehansalido?¿Es

queestán todos tanaburridosdemirarseelombligoque tienenque

aferrarseaungrupoyfingirquetienen una vida social fabulosa? Comienzo a entender que la

universidadconsisteeneso.Washingtones muy diferente de Florida, el lugar en el que me crie, pero las

universidadesparecenserigualesentodaspartes.—Tengoquemear—mequejoalairemientrasmeapoyoenlapared

quehayjuntoalapuertadelcuartodebaño.Momentos después, una chica bajita con el cabello rubio por los

hombrossaledelservicio.Llevaunablusademangalargaqueleenvuelvelassinuosascurvasdesus

caderasalaperfección,apesardequellevaunosvaquerosdemasiadograndes,tipoárabe.—Disculpa—dice,ysonríemirandoalamoquetamientrasmaniobra

parasaliralpasillo.Entroenelbañoycierrolapuerta.Hueleaambientadordevainilla.

Memareaunpoco,asíqueme doy prisa en mear, lavarme las manos y abrir la puerta... y

encontrarmeconunamuchedumbredechicas. Una de ellas me mira de arriba abajo con ojos golosos,

admirandomisfacciones.Casipuedoleerlelamente.Abrelabocaparahablar,perodetrásdeellaveoala

rubiadelascaderasdevértigo,depieenloaltodelaescalera.Sellevalamanoalbolsillodeatrás

pero la saca vacía, se pasa la lengua por los labios y pone los ojos enblanco. Tiene carácter, se nota desde aquí.Me he prometido no intentarnadaconnadieduranteuntiempodespuésdelodeTessa,peroderepenteestoyandando

endirecciónalarubia.Nobusconadaserio,aunquemevendríabienunpocodeconversación.

Mientrasmeacerco,observocómosupequeñamanorodeaelpostedemetalcondelicadeza.Doy

unpardepasosmáshaciaellaparapoderverlamejoryellabajalaescaleradespacioyconcuidado

peseaque llevazapatillasdeportivas.Tieneunabuenamatadepeloquelellegahastalacintura.Está

buscando algo entre lamultitud. Es consciente de dónde está, lo séporcómoexaminaunaaunatodas

lascaras.¿Estarábuscandoaalguien?Semuerdeellabiosuperiorydecidohablarle.Llevaeldobladillodelosvaquerosremangado,dejandoalavistaunaestrellaensutobillo.

—¿Buscasaalguien?—lepregunto.Cuandosevuelveveoquetieneunosojazosmarronesenormes,casi

demasiadograndesparasucara,yaquehacenqueparezcaunpocoasustada.—Estababuscandoamisamigos,perocreoquesehanido.—Frunce

elceño.—¿Quieresqueteayudeabuscarlos?—meofrezco.Sindejardeexaminarlaestancia,levantalamanoylequitalagorra

debéisbolauntíoquepasajuntoanosotros.Élgruñeyellasonríe,sólounpelínavergonzaday

untantodesesperada.Lamiropreguntándomeporquéhabráhechoeso.—MiamigoJohnllevaunagorracomoésa—explica.Nosésiestímidaoagresiva,peroquieroaveriguarlo.—Y¿nopuedesllamarlos?—lepregunto.—No,mimóvilvaenelbolsodemiamiga—diceconunsuspiro—.

Noqueríallevarbolsohoy.Sabíaquenodeberíahabervenido.Nomevanlasfiestas—añadeun

pocomás alto, y empieza a gesticular con las manos—. PeroMacy noparabadeinsistirydesuplicarmequeviniera.«Lopasaremosbien»,dijo.«Nosquedaremossólounahora»,dijo.

Con un pequeño bufido, arruga la nariz y tengo que morderme ellabioparanosoltaruna

carcajada.Ellaseruborizaavergonzada.—¿Qué?—Nada—miento.Esmuymona—.¿Teapeteceunacopa?—Nosuelobeber—diceenvozbaja.—¿Nunca?—Bebo alguna vez, pero desde luego no con extraños en fiestas

multitudinarias.—Parecesensato.—Sonríoparaquesepaquemeparecegenialque

nosientalanecesidaddeemborracharsecomolasdemáschicasquehayenlafiesta.Nicomo

loschicos,quetambiénvanfinos.—Puedodivertirmesintenerquepillarunciego.—Muybien—asiento.Cadavezlaencuentromásatractiva—.Oye,si

quierespuedotraerteunvasodeagua,oun refresco,ypuedesquedarte conmigoyconmis

amigoshastaqueencuentresalostuyos.—Nosé,yo...—Echaunvistazoalsalónllenodedesconocidos—.No

conozcoanadie,yenlasfiestascomoéstanosuelepasarnadabueno.Sequedamirandoadosborrachosquerodeanaungrupodechicas

convestidosminúsculos.Novadesencaminada.Natemesaludadesdelaotrapuntadelaestanciayyomirodenuevo

aestachicatanmisteriosa.—Bueno, si te cansasdeestar aquí sola, eresbienvenidaennuestro

grupo.—Señaloamisamigosy observo cómo abre los ojos al ver la cantidad de tatuajes que

llevamostodos—.Sonmássimpáticos de lo que parece —insisto. Cuando sonríe con

incredulidad,añado—:Bueno,lamayoría.Me sorprende al soltar una pequeña carcajada y seguirme a donde

estánellos.Tristanselevantapara dejarle sitio en el sofá y ella le da las gracias con educación.

Hacíatiempoquenoloveía,perome alegro de que haya vuelto de Luisiana, soltero y oficialmente

libredelasmentirasdeSteph.—¡Porelúltimoañodeuniversidad!—Alzalacopa.—Quésuertetenéis.Amíaúnmefaltandos—refunfuñaNate.Lachicaconlaqueestásaliendo(Briana,creoquesellama)ponelos

ojosenblancoymascullaalgo así como «Qué exagerado», coge el vaso de Nate y le da un

trago.—Tendría que haber hecho un ciclo formativo. —Echa la cabeza

atrásylachicalomiradivertida

—.Launiversidadesunaputamierda.—Yatedijequedeberíashaberaceptadoelpuestodeaprendizenel

localdetatuajes—loregaña.Élponecaradeestarhartoylebajaelfinotirantedelvestido.Lleva

descubiertalamitaddesupielmorena,peroestoyseguradequeaNatenolemolesta.—Lo estoy pensando—dice él.La verdad es que parece una buena

opción,porqueleestácostandounmundoacabarlauniversidad.—Enfin,yabastadepensarenelfuturo.¿Quiénes?—Mollyseñalaa

lachicaqueheconocidoenelpasillo.—Os presento a... —La miro pidiendo ayuda. Se me ha olvidado

preguntarlesunombre.—Therise —dice, y detecto un leve acento del que no me había

percatadoantes.Malditasea.—Dimequeesunabroma.—Mollyseechaareírysereclinacontra

Logan.—Bonito nombre —se burla Jace lamiendo el borde del papel de

fumarquetieneenlasmanos.—¿Teapetece jugaraunacosa,Therise?—diceMollyconun tono

devozqueconozcomuybien—.¿Verdadodesafío?—Memirayyoniegoconlacabeza.—No, nadie quiere jugar a esa tontería. —Le lanzo a Molly una

miradaasesina.Therise no entiende lo que ocurre, y parece nerviosa y un tanto

incómoda.—Venga...Apuestoaqueserádivertido—diceJace.Mollyasiente.—Sí,yporcómotemira,alomejorganasestavez...Logan le tapa labocaa sunovia con lamano.Mecuesta creerque

estosdoshayanacabadojuntos.—Cortaelrollo—lediceaMolly.Ellatuerceelgestoperopermanececalladacuandoélretiralamano

desubocaza.—No pienso repetir lo del año pasado. Demasiadas emociones.—

LoganbesaelhombrodesnudodeMolly y ella sonríe, esta vez es una sonrisa sincera que la hace

parecermenospérfida.Therisemeobserva con el ceño fruncido, luegomira a los demás;

notalaextrañaenergíaqueflotaenelaire.—¿Quésucedióelañopasado?—pregunta.—Nada—sentencio,ymiroamisamigosmientrasrezoparaqueno

abranelpico.Acabo de conocer a esta chica, es demasiado pronto para

bombardearlacontodaaquellamierda.—Puesqueunchico,Hard...—Mollynosabeestarsecalladita.—¡NovamosahablarmásdeHessa!—gruñeLogan—.Soncomola

parejadeeserealityquenadiedebemencionar.—¿QuécoñoesesodeHessa?—preguntalachicadeNate.Mollylevantalamanoconorgullo.—¡Semeocurrióamí!—grita—.Elméritoestodomío.Yolespuse

nombreaesepardelocosdeatar,yesperoquemeinvitenalaboda.—Seríe.Lleva el pelo rosa apagado, ha perdido casi todo el color y hace

muchoquenoselotiñe.Yaselevecasitodorubio,cortoyasimétrico.—Novanacasarse—lesuelto.

Estoyhastalasnaricesdeoírhablardeesosdos.EstoyhartodeverlasactualizacionesdeTessa

en Facebook. Es superfeliz en Nueva York. Hardin es superfeliztambién.Todoelmundoes

asquerosamentefeliz.Bienporellos.—No serámañanamismo, perome jugaría un buen pellizco a que

acabaráenboda.—Sonríe—.Yganaríayo.—Sehadibujadocírculosnegrosalrededordelosojos

y,cuandomeguiñaelojo,pareceungato.Loganechamássalamiheridacuandoasiente.Da la impresiónde

queatodoslespareceobvio.Mollyhaceaspavientosconlamanoparaquetodoelgruposecalle.

—En fin, antes de que llegarais, estábamos recordando la fabulosahistoriadelaexnoviadeZed.

—Noeraminovia—protestoapretandolosdientes.—Mierda—dicealguien;¿Jace,talvez?—En fin...—Therise se levanta y se cruje los nudillos, es un gesto

raro—.Aquíescuandoyomevoy.—Sonríevacilanteysemarcha.Se ve que he puestomala cara, o cara de pena, o de enfado (desde

luego, he sentido todo eso), porque Loganme dice:—Esmejor que ladejesmarchar.Sóloconseguiríasganarteotroenemigo.Seguroquetieneun

novioqueterajaríalosneumáticosdelcoche.Porlovisto,misamigoshandecididorestregarmeestasemanatodos

miserrorespasados.Laexpectativadequemividaamorosaacabeporserundesastretras

otrohacequesemepaseunpoco el enfado. No tengo fuerzas para estar cabreado, de verdad,

cuandosiemprepasalomismo.—Nosabíaquelachicaestabaprometida—digo,ymeavergüenzoal

recordarloqueJonahSotole hizo a mi coche. Ese tipejo no debería ser profesor en esta

universidad.Estámaldelachaveta.Nateseencogedehombrosylepegauntragoasubebida.—Entoncesdejadeacostarteconcualquiera.—Esofuehaceunaño.Y¿cómoibaasaberyoquesuprometidoera

profesorenestauniversidad?Aquel finde semana fuedignodeolvidar.Sihubiera sabidoque la

chica estaba en el club para celebrar su despedida de soltera, nome lahabría llevadoacasa.La tradiciónesadeque lanovia lleveunodeesosfulares de plumas, tiaras y una banda que diceLASOLTERAexiste poralgo. Es una advertencia para que los tíos, o ella, no cometan ningunaestupidez. La banda es lo primero que tienes que quitarte; es unrecordatorio de que «anda, mira, va a casarse». En este caso, al díasiguiente.

Pero,conmimalasuerte,elúnicopolvodeunanochequeheechadoenmividatuvoqueacabar

endrama.(Esposiblequehayapermitidoquemisamigoscreanquemividasexualesmásdeloque

es, pero no tengo por qué darles explicaciones.) El tío se lo tomóbastantebien,yohabría

reaccionadopeor,hastaqueintentóquemeexpulsarandelafacultaddecienciasyluchóparaevitarla

expulsión de Hardin. Nadie pareció cuestionar por qué se puso departedeunmacarraproblemático

al que ni siquiera conocía. Fue una jugada muy sucia, pero he dereconocerquemealegrédequeno

echaranaHardin.—Ledijolasarténalcazo...PorqueMollysehatiradoalamitadde

lospresentes.—Esaboca—meadvierteLogan,ytodosseponentensos.Sinembargo,enlugardediscutirconél,decidoirdetrásdelanueva.No la conozco, pero parece buena gente y es preciosa. Sí, me

recuerdaaTessay,sí,hetardadomucho en olvidarla y puede que esto no sea buena idea. Pero casi

nadaloes.Tengolacabezacomounbombo,peromelevantoabuscarla.NoesperabaquelasituaciónconTessaacabaraasí.Meimportaba,sí,

peromesuperaronloscelos y la estúpida necesidad de vengarme de Hardin por haberse

acostadoconSamantha.Tessamegustabamucho,peromissentimientosnoerannadacomparadoscon

loqueHardinsentíaporella.Samanthaerafantástica.Eradivertidayunosañosmayorqueyo.Eso

meponíamucho,peroestabaloca.DesdequelodeTessaacabó,hepensadoamenudoque

surelaciónconHardinerasimilara laqueyo teníaconSamantha.PeroSamanthaseacostóconHardinynolesupusoningúnproblema.Loveíacomolomásnormaldelmundo.Acostarseconmiamigo.Éltampocolediolamenorimportancia,cómono.

Paramílatuvo.Mepartióelcorazón,yestabafuriosoydejéquemeconsumierapordentroala

esperadepoderdevolvérselaaHardin.Tessaconfiabaenmí,peseamipapelenlaApuesta.Fuiyo

quien le contó los detalles, y siempre acudía a mí cuando menecesitaba.Éseeraelproblema:sólome

llamabacuandoélpasabadeella.Esoamínomeva.Nosoyplatodesegundamesa.Además,eran

demasiadasemocionesy, tras lavictoriapírricadepoderfastidiaraHardin,empezóaseragotador

tenerqueacudir en su rescateyestar al corrientede su relacióndemocososinmaduros.

Deberíahaberladejadoenpazdespuésdequesunoviomepartieralacara.Perono,sucabreome

llevóaseguirintentandoganarlo.¿PorquéibaadejarqueHardinsefuera de rositas después de haberse acostado con Samantha y de haberparticipado en laApuesta? ¿Y encima él decide cuándo estamos en paz,ponefinaljuegoycuándoyohededejaraunladomissentimientosporTessa?...

Fuetodomuyinfantil.Ahoraloveoclaro.Nodeberíahaberintentadonadaaquellanocheencasa

de sumadreynodebería haberdicho lamitadde las sandecesquedije.Miestupidezmehamantenido

solterodesdeentonces,yhacemásdeunañoquenosénadadeTessa.Lotristeesqueechodemenos

hablarconella.Me han dicho que se ha ido a vivir a Nueva York con su amigo

Landon,peroséqueHardinnotardaráenseguirla.Detestoadmitirlo,perolosuyoesmuyespecial.

Por muy disfuncionales que sean, nunca he visto a nadie pelear por surelacióncon tantoempeño.Hardinno se lamerece,nidecoña,peronomecorrespondeamíinterponermeentreesosdos.Yano.

SalgoafueraybuscoaTheriseeneljardín.Estásentadaenloaltodelmurodepiedra,cosaque

me trae recuerdos, rascando lapiedra agrietada.Cuandovequemeacerco,sedisponeasaltar.

—Espera.—Levanto lasmanos en son de paz—. Puedo ayudarte abuscaratusamigosoa

encontraraalguienquetelleveacasa.—Nosé...—Memiraconrecelo,buscandopistasque le indiquensi

soyunasesinoenserie.

—Sólotellevaránacasa.Amisamigoslesgustamuchohablar,peroningunoteharíadaño.Yote

acompaño,siquieres.Aunque,comohebebido,nopuedoconducir.Enarcounacejayellamenealacabeza.—Vaya,elpunkimonotienesentidocomún.—Sonríe,burlándosede

mícondulzura.—A veces —confieso encogiéndome de hombros. Le ofrezco la

mano—.MellamoZed.Ellatitubeauninstanteantesdeestrecharla.—Encantadadeconocerte,Z-ed.—Pronunciaminombrecomosile

dieramiedotragárselo.—Elplaceresmío,Therise.

LANDON

Odiabaalchicoperfectoinclusoantesdeconocerlo.Cuandosupadreledijoqueibaatenerunhermano,esperabaquelanoticialohicierafeliz.Esperabaquede repente le importaran la familia, lascenasy labolleríaparallevarsebienconelnuevohijodesupadre.

Cuando conoció a este otro chico su odio no hizo más queacrecentarse.Sabíaquesólolodetestabaporcelos,peronopodíaevitarlo.Nosabíahablardedeportesnidedeportistas, comoelnuevohijode supadre, ni era capaz de encandilar a todos los comensales, como el hijonuevo de su padre. Sabía que no podía competir con el chico pero, amedida que su vida cambiaba, se dio cuenta de que tampocohacía falta.Luchóduro,muyduro,paraguardarlasdistanciasconelHijoPredilecto,quealfinalseconvertiríaensumejoramigo.

Todoslosdías,lastresprimerascosasquemevienenalacabezason:«Noestátanmasificadocomocreía».«EsperoqueTessasalgaprontodeltrabajoparaquepodamospasar

unratojuntos.»«Echodemenosamimadre.»Sí, estoy en segundo de la universidad, en Nueva York, pero mi

madreesunademismejoresamigas.Añoromihogar.AunquemeayudaqueTessaestéaquí;ellaeslomás

parecidoaunafamiliaquetengo.Séquelohacentodoslosuniversitarios:sevandecasaysemueren

deganasdeperderdevistasuciudad natal. A mí eso no me sucede. A mí me gustaba mi casa,

aunquenomehubieracriadoenella.CuandomematriculéenlaUniversidaddeNuevaYorkteníaunplan,

sóloquelacosanosaliócomoyoesperaba.MetrasladéaquíparaempezarmividaconDakota,mi

noviadelinstituto.Noteníaniideadequeellafueraacambiardeopiniónyadecidirqueprefería

pasarsuprimerañoenlauniversidadsoltera.Medestrozó.Aúnnoestoybiendel todo,peroquieroqueseafeliz,

aunqueseasinmí.Enseptiembreaquíhaceun fríoquepela,perono llueveapenasen

comparaciónconWashington.Yaesalgo.Decaminoaltrabajo,miroelmóvil.Lohagocomocincuentaveces

aldía.Mimadreestáembarazada,voyatenerunahermanita,yquieroestaraltantodelas

novedadesparapodercogerelprimeraviónsipasacualquiercosayasípoderestarallíconella.Por

ahora,loúnicoquemeenvíasonfotosdelascosastanincreíblesquepreparaenlacocina.Ni una emergencia, pero hay que ver cómo echo de menos su

comida.Enlacallenohaytantagentecomoimaginaba.Estoyesperandoenun

pasodecebra,rodeadodeextraños; casi todo son turistas con enormes cámaras colgando del

cuello.MeríoparamisadentroscuandounadolescentesacauniPadgiganteparahacerseunselfie.Nuncaentenderélodelosselfies.

Cuando el semáforo se pone en ámbar y los peatones podemoscruzar,suboelvolumendelos

auriculares.Aquísiemprellevolosauricularespuestos.Laciudadesmuchomás

ruidosadeloqueyomeesperabaymeayudateneralgoquebloqueapartedelruidoyañade

untoquedecoloralossonidosqueaunasímellegan.HoytocaHozier.Llevo loscascospuestos inclusomientras trabajo (almenosenuna

oreja,conlaotraescuchoalosclientesquemepidencafé).Medistraigomirandoadoshombres

quevanvestidosdepiratayse

gritanelunoalotro.EntroenlacafeteríaymetropiezoconAiden,elcompañerodetrabajoquepeor

mecae.Esalto,muchomásaltoqueyo.Elpelorubioplatinoledaunairea

DracoMalfoyymedarepelús.AdemásdeparecerseaDraco,avecesesun poco maleducado. Conmigo es amable, pero veo cómo mira a lasuniversitariasquevienenaGrind.Secomportacomosilacafeteríafueraunclub,y

nounsitiodondesólosesirvecafé.Les sonríe a todas, coquetea y las hace reír con su «arrebatadora»

mirada.Esrepelente.Encima,noes tanguapo.Aunquea lomejor, si fueramejorpersona,me lo

parecería.—Mira por dónde vas —masculla dándome una palmada en el

hombrocomosiestuviéramospaseandoporuncampodefútbolvestidosconcamisetasajuego.Hoyempiezaprontoatocarmelasnarices.Meolvidodelasunto,mepongoeldelantalamarilloymiroelmóvil

otravez.DespuésdeficharbuscoaPosey,lachicaalaquetengoqueformarduranteunparde

semanas.Essimpática.Tímidapero muy trabajadora, eso me gusta. Se toma la galleta que le

regalamos todos los días durante el período de formación como unincentivoparaestarunpocomáscontentaduranteelturnodetrabajo.

Casitodoslosnovatoslarechazan,peroellasehacomidounaaldíaesta semana, cada día una distinta: chocolate, chocolate con nueces demacadamia,vainillayunamisteriosadecolorverdequecreoqueesunaespecialidadlocalsingluten.

—Hola—lasaludoconunasonrisamientrasellaestáapoyadaenlamáquinadehacerhielo.

Llevaelpelodetrásdelasorejasyestáleyendolaetiquetadeunodelospaquetesdecafémolido.

Alzalavista,mesaludaconunasonrisarápidaysigueleyendo.—Noentiendocómopuedencobrarquincedólaresporunpaquetede

cafétanpequeñocomoéste—dicelanzándomelabolsa.La atrapo al vuelo y casi seme resbala de entre los dedos, pero la

sujetoconfuerza.—Podemos —la corrijo con una sonrisa, y dejo el paquete en el

expositor—.Esoesloquecobramos.—Nollevotrabajandoaquílosuficienteparausarlaprimerapersona

delplural—replica.Se saca una goma de lamuñeca y levanta sus rizos cobrizos en el

aire.Tienemuchopeloyselorecoge pulcramente con la goma. Luego me hace un gesto para

indicarmequeestálistaparatrabajar.Poseyme sigue a la sala y espera junto a la caja. Esta semana está

aprendiendo a tomar las comandas de los clientes.La semana que vieneempezará a prepararlas. Amí lo quemásme gusta es coger comandasporquepuedohablarconlosclientesenvezdequemarmelosdedosconlamáquina

decafé,comomepasasiempre.Estoypreparandomizonadetrabajocuandosuenalacampanillade

lapuerta.MiroaPoseyparaver si está lista. Lo está, sonriente y dispuesta para recibir a los

adictosalacafeínadeestamañana.Doschicas se acercana labarra cacareandocomogallinas.Unade

lasvocessemeclavaenelalma:es Dakota. Va vestida con un sujetador deportivo, pantalón corto y

ancho y zapatillas de colores chillones. Habrá salido a correr, no sepondría eso para una clase de baile. Para bailar prefiere maillot ypantalonescortosajustados.Estaríaigualdeguapa.Siempreestápreciosa.

Llevavariassemanassinaparecerporaquíymesorprendevolveraverla.Meponenervioso.Me

tiemblan las manos y estoy pulsando la pantalla del ordenador sinmotivo.SuamigaMaggymeveprimero, tocaaDakotaenelhombroyéstasevuelvehaciamíconunaenormesonrisaenlacara.

Una fina capa de sudor le cubre el cuerpo y lleva los rizos negrosrecogidosenunmoñodespeinado.

—Esperabaencontrarteaquí.—NossaludaconlamanoprimeroamíyluegoaPosey.

«¿Ah, sí?»No sé cómo tomármelo. Sé que acordamos ser amigos,peronosésiestonoesmás

queunaconversacióncordialoalgomás.

—Hola,Landon.—Maggytambiénmesaludaconlamano.Lessonríoalasdosylespreguntoquévanatomar.—Café helado con extra de nata —dicen ambas al unísono. Van

vestidascasiigual,sóloqueMaggyesprácticamente invisibleal ladodelcutis radiantedecolor

carameloylosojosbrillantesymarronesdeDakota.Entroenpilotoautomático.Cojodosvasosdeplásticoylosllenode

hielodeunasolapalada,luegoañadoelcafédeunajarraqueyatenemospreparada.Dakotameobserva,puedosentirsumirada.Poralgunarazónme incomoda, asíquecuandonotoquePosey tambiénmeestámirando,me doy cuenta de que podría (de que debería) explicarle qué demoniosestoyhaciendo.

—Simplemente hayque servirlo despuésdeponer el hielo.Losdelturnodenochelopreparanel

díaantesparaqueseenfríeynoderritaelhielo—digo.No es en absoluto complicado, y me siento un poco tonto

explicándolodelantedeDakota.Noesquenosllevemosmal,sóloesqueyanoestamosjuntosatodashoras.

EstáenNuevaYork,unaciudadnuevadondehahechonuevasamistades,yyohecumplidomipromesayseguimossiendoamigos.Laconozcodesdehaceañosysiempreserámuyimportanteparamí.Fuemisegundanovia

pero la primera relación de verdad que he tenido hasta ahora. HeestadoviendoaSo,unamujertres

añosmayorqueyo,aunquesólosomosamigos.SehaportadomuybienconTessaylahaayudadoa

conseguirtrabajoenelrestauranteenelquetrabaja.—¿Dakota? —La voz de Aiden ahoga la mía cuando empiezo a

preguntarlessiprefierenquelanataseamontada,queeslaquemegustaecharleamíalcafé.Confundido,observocómoAidenalargaelbrazoycogelamanode

Dakota.Ellalalevantay,conunaenormesonrisa,haceunapiruetadelantedeél.Entoncesmemiradereojoysealejaunpocodeél.—Noteníaniideadequetrabajarasaquí—diceentononeutro.MiroaPoseyparaintentarnoescucharloquedicenyfinjoqueestoy

mirandoelhorarioqueestá

colgado de la pared que tiene detrás. Sus amistades no son asuntomío.

—Creoquetelodijeanoche—replicaAiden,ytosoparaquenadiesedécuentadelsonidoque

heemitido.Por suerte, sóloPoseyparecehaberlonotado.Hace todo loposible

pornosonreír.No miro a Dakota pese a que percibo que está incómoda. Como

respuestaaAiden,seríe.Eslamisma risa que cuando abrió el regalo que le hizo mi abuela las

Navidadespasadas.Unarisaencantadora...Dakotahizofelizamiabuelaalreírsedelhorriblepez

cantarínpegadoauntocóndemaderadeimitación.Cuandovuelveareírseséqueestáincómodaa

másnopoder.Paraquelasituaciónnoseatanrara,lepasolosdoscafésconunasonrisayledigoqueesperovolveraverlapronto.

Antes de que pueda responder, sonrío de nuevo, me voy a latrastiendaysuboelvolumendelos

cascos.Aguardoaquesueneotravezlacampanilladelapuerta,asísabréque

DakotayMaggysehanido.Entoncesmedoycuentadequenooirénadaporque tengomuyalta la repeticióndelpartidodehockeydeayer.Sólollevouncascopuesto,perolamultitudgritayaplaudemuchomásaltodeloque

suenalacampanillademetal.Vuelvoalasala;PoseyponelosojosenblancomientrasAidenleexplicacómosepreparalacremadelecheparael café.Aún parecemás raro con el pelo rubio platino envuelto en unanubedevapor.

—Dicequesoncompañerosdeclaseenlaacademiadedanza—mesusurraPoseycuandome

acerco.MequedodepiedraymiroaAiden,quenosehadadocuentadenada

detanenfrascadocomoestáensumaravillosomundo.

—¿Se lo has preguntado? —digo impresionado y a la vezpreocupadoporlarespuestaquehaya

dadoaotraspreguntasacercadeDakota.

Poseyasienteycogeunatazademetalqueestáparaenjuagar.Lasigoalfregaderoyellaabreel

grifo.—Hevistocómotehaspuestocuandolahacogidodelamano.Así

quelehepreguntadoquéhayentreellos.Seencogedehombrosysusrizossemuevenconella.Tienelaspecasmásimperceptiblesquehevisto,repartidasentrelas

mejillasyelpuentedelanariz.Labocagrande,conloslabioscarnosos,yes casi tan alta como yo. De eso me di cuenta el tercer día que la vi,cuandoimaginoquedespertómiinterésduranteunsegundo.

—Salíamosjuntos—leconfiesoaminuevaamiga,yledoyunpañoparaquesequelataza.

—No creo que estén juntos. Hay que estar loca para salir con unSlytherin.

—¿Tútambiénlohasnotado?—pregunto.Cojounagalletadementaypistachoyselaofrezco.Ellasonríe,tomalagalletay,paracuandoheterminadodecerrarel

bote,yacasiselahacomidoentera.

CHRISTIAN

Los lazos que nos unen a la familia supuestamente trascienden anuestraalma.Sesuponequedebemosamaranuestrospadres,hermanosydemássimplementeporquepornuestrasvenascorrelamismasangre.Deniñolodudaba.¿Teníaqueamaralborrachocuyosgritoslodespertabanen plena noche durante la semana? ¿El hombre al que se encontrabaapoyado en la repisa de la chimenea del salón intentando quitarse lasbotas? El niño se escondía detrás de la pared mientras observaba alhombre luchar por mantener el equilibrio y acabar en el suelo. Luegosubía corriendo a su habitación mientras una de sus botas le rozaba laorejaychocabacontralapared.

Odiaba aquellas noches y contaba los días que faltaban para que elamigodesumadre,quesiempresonreía,volviera.Deseabaqueelamigodesumadre fuerasupadre.Talvezelotrohombre lo llevaradepaseo,solíapensar.Recordabaqueaquelhombresiemprellevabaunlibrobajoelbrazo.Hablabadeloslibrosconelniño,leexplicabalatrama,eltema,lohacíasentirinteligenteymayor.

Siempre recordaría el primer libroque el hombre le regaló.Aquellibroseconvirtióenelprimeramigodelniño.Conel tiempo,amedidaque él crecía, el amigo de mamá empezó a visitarlos con menorfrecuencia. Recordaba lo mucho que lo echaba de menos, a él y a loslibros,duranteloslargosintervalosentrevisitayvisita.Aunasí,inclusoalo largo de la adolescencia rebelde del muchacho, el hombre siemprellevaba libros consigo. El chico sabía que sumadre queríamucho a suamigo,peronoteníaniideadequeaconsecuenciadeellogranpartedesuvidaeramentira.

La casa está en silencio.Miro aKim, está dormida con la pequeñaKarinatumbadaensuvientre.Las

manosdelaniñaseaferranalsuéterdesumadre.Kimsehaquedadodormidahablándoledemíyde

mi acento, diciéndole a nuestra hija que tendrá una voz adorable,

mezcladeltonodulcedesumamáydel acento diabólico de papá. «Diabólico», ha dicho. Mira quién

habla.EslamujermáscabezotayendiabladasobrelafazdelaTierra,eiríadecabezaalinfiernocontaldedemostrarlelomuchoquelaquiero.

Kimberlyhapasadodesermisecretariaasermisocia,ytienebuenojoparaverelpotencialde

laspersonasydelascosas.Talvezporesosecasóconmigo.Opuedequeseaporqueadoraamihijo,Smith.Esimposiblenoquererlo.

Tengodelanteunmontóndepapeles:elcontratoparael restaurantequeabriremoselañoque

viene en Nueva York. Es muy emocionante, pero nada comparadoconmibebé.Heampliadomis

inversionesarestaurantesenWashington,NuevaYorkyLosÁngeles,peronomedannilamitadde

lafelicidadqueelhechodevercreceramipequeña,cosaquenohetenidolasuertedepoderhacer

conmisotroshijos.Vuelvo a mirar a mi mujer. Está roncando más que de costumbre.

Hagoloqueharíaunbuenmarido: saco el móvil para grabarla. El contrato puede esperar a

mañana.Echodemenosamimujer.Haceunruidoespantoso.Comienzo a grabar yme acerco sigilosamente al sofá.A los cinco

segundosabrelosojos,veelmóvil y me siento fatal por haberla despertado con lo poco que

duermeúltimamente.—¿Nodeberíasestartrabajando?—susurramiamorconvozdulcey

soñolienta.SedesperezasinperderdevistaaKarina.—Sí,mivida,perohacertelapuñetaesmuchomásdivertido.—Me

echoareírymelanzaunapatada.Karinaserevuelveensupecho,abre losojitosymiracongestode

desaprobaciónasuspadres.—Ahora síque lahashechobuena—me regañaKimberly conuna

sonrisa.SesientaymeofreceaKarinaalmismotiempo.Cuandoextiendolos

brazosparacogerla,depositacuidadosamenteenellosanuestrapequeñaboladefelicidad.—Mi chiquitina—le digo a Karina y le acaricio la mejilla con la

nariz.Ellabosteza.Haheredadomisonrisa.SmithyHardintambiéntienenlosmismoshoyuelos.MeacuerdodeAnneydeKenintentandodecidirquénombreponerle

asuhijounanocheenlaquetodosestábamosdepieenlacocinadesucasa.Trishestabatan

hinchadaquenisiquierapodíaabrocharseloszapatos.—MegustaNicholas.OHarold—sugirióKen.«¿Harold?»No.«Nicholas.»Nihablar.Trishsonrióconternura,acariciándoseelvientre.—Harold...Megustacómosuena.Nodetestabaelnombre,peronoacababadeconvencerme.Elchicole

hizopasaruninfiernoalcuerpode sumadre.Sepasaba las nochesdandopatadasy le había

estiradolapieldelvientremásalláde lo humanamente posible. El niño era peleón... El nombre de

Harold(Harry)erademasiadoblando,demasiadotranquilo.—Muydelmontón—intervineantesdequeKenpudieradecirnada

—.¿QuéospareceHardin?Era el nombre que había elegido para mi primer hijo siendo un

adolescente,cuandonoeramásqueuncríoenHampsteadypensabaqueundíaescribiríaunagran

novelayelprotagonistasellamaríadeesemodo.Noesunnombremuycomún,perosonabamuyconvincenteenlaviejaInglaterra.

EntoncesTrishlopronuncióenvozaltaparasentirloenlalengua.—Hardin.Noestoysegura...Sin embargo, a continuaciónmiró a sumarido, de quien yo sentía

unoscelosterriblesenaquelmomento. Él se encogió de hombros, sin el menor interés pero

intentandosereducado.—Nosuenamal—dijosinentusiasmo.VolvióaencogersedehombrosyTrishesbozóunatímidasonrisa.

—¿Hardin?...Hardin.—Yaestá.Decidido—proclamóKenmuyaliviado.Trishnoparecíasorprendidanimolestaantelopocointeresadoque

parecíaKenporelegirelnombredesuprimogénito.Amísíquemeinteresaba,ysabíaquea

Trishtambién.

Me gustaría pensar que en otras circunstancias a Ken también lehabríaimportado.Peroestabaen

la universidad y demasiado ocupado. O eso me dije entonces.Estudiabamuchoycorríanrumoresde

queesnifabaloquenodebíamientrassepreparabaparalosexámenesde Derecho. Solía tener las pupilas dilatadas, pero tenía mucho queestudiaryyo lo entendía.Noeraquiénpara juzgarlo, pero sabíaque seestaba probando la fachada de padre perfecto, probándosela no muyconvencido,antes

inclusodequeelpequeñohubieranacido.Esomemolestabamásdelodebido,dadalasituaciónenla

quemehabíametido.

Dosdécadasantes...

El sol cae sin piedad sobreHampstead en abril y hace calor. Trishestátumbadaamiladosobrela

hierba,elvientojuegaconsumelenacastaña,quemedalatigazosenlacara.Aellaleparecelomás

divertido que ha visto en sus dieciséis años de vida. En general, esmuymaduraparasuedad,hablay

habla durante horas sobre sus teorías acerca del mundo y de suslíderes, pero en este momento ha elegido comportarse como si tuvieraonceaños.

Apartosupelodemicaraporenésimavez.—¿No ibas a cortarte esamelena de león?—le preguntomedio en

bromamientrasmedistanciounos centímetros de ella. La semana pasada proclamó a los cuatro

vientosqueibaacortarselamelenaparademostraralgo,norecuerdoelqué.

HampsteadTowneParkestáhoycasidesierto,yelecodelarisadeTrishresuenaentrelos

árboles que rodean la explanada. Venimos a menudo, pero Ken sepierdecasitodasnuestrascitasporqueestásiempremuyocupado.

—Esoibaahacer,peroestoesmuchomásdivertido—replica.Trishruedahaciamíymeechaelpeloen lacaraotravez.Huelea

floresyunpocoamenta.Esunaromaquemeatrae.Sucuerpoestápegadoamicostadoymeponela

piernaencima.Deberíaapartarla,perono.Megusta.—¿Ysilosbebésnacieranconelpelolargo?Esunapreguntaaleatoriaperoquenomesorprende.Trishesfamosa

porsuspreguntas.«¿Ysiesto?¿Ysilootro?...»Lohacesiempreyesgenialyunpocoraroal

mismotiempo.Esmuydistintade las chicas de mi colegio, ni siquiera las chicas que van a la

universidaddelpueblosoncomoella.Sumelenarebeldeesloprimeroquemellamólaatencióndeella,y

enestemartesporlatardesehaconvertidoenmiprincipalproblema.—¿Deverdadhemosfaltadoaclaseparahablardesilosbebéssalen

delcuerpodesumadreconpeloderoquero?—pregunto.Abrolosojosymetumbobocaabajoparaverlabien.Tienemuchas

pecas.Quierounirlasconlapuntadelosdedosyvercómocierralosojosencantada.—No,supongoqueno.—Seríeysigosumiradahacialasombraque

seaproxima.Ken se sienta en la hierba y se le iluminan los ojos observando a

Trish.Ella ledevuelve la sonrisayescomosi aKen lehubiera tocado la

lotería.Nosésiellasehadadocuenta de cómo la mira él. Yo siempre lo he notado y me he

acostumbradoafingirquenomequemacomosimecorrieraácidoporlasvenas.Todoelmundosabequeéleselquemásvaledelosdos.El solmepica en la piel,me levanto y coloco lamano amodode

viseraantemisojos.—Creo que yo me voy. Tengo una cita —digo, y me aliso los

vaqueroscortosconlasmanos.Memaravillaelcontrastedelapielbronceadacontraelvaquerogastado,

nosécómomehepuestotanmorenoesteverano.Trishlomencionacasiadiario.Debedeserde

pasartantotiempoconella.Trish pone los ojos en blanco y nos dice alguna ordinariez. Las

manzanasqueKentienepormejillas se ruborizan lo justo. Se está dejando el pelo largo y las

greñasempiezanataparlelanuca.Tieneojerasbajolosojosmarronesdeestudiarcomounlocoparael

examendeaccesoalaFacultaddeDerecho.KenScotteselmejorestudiantedenuestrocurso,nosé

cómo alguien así ha acabado siendo nuestro mejor amigo. Trish es unpocomejorestudiantequeyo.Escomoladinamitayelsol,perotambiénpuedesertanfríacomoelmármololamarea.Sabecuándodesmelenarseycuándoser

cautelosaeinteligente.Siempremehagustadoesodeella.—¿Puedo hablar contigo un momento? —dice Ken cuando me

levanto.Se me acerca un poco más. Es unos centímetros más alto que yo.

Asientoyesperoaqueempiece,pero está mirando fijamente a Trish y comprendo que quiere que

hablemosasolas.Lehagoungestoparaquedecidaadóndequiere ir.Losigoycaminamosunosveinte

metrosantesdequesedetengajuntoaunviejobancodemetal.Sesientaydaunaspalmadasenel

espaciovacíoasuladoparaqueyohagalomismo.Estámuyserio.¿Deberíapreocuparme?Unajovenparejapasajunto

anosotros,vancogidosdelamano.Kenesperaaquesealejenymipreocupaciónvaenaumento

hastaqueporfinhabla.—Quería hablarte de una cosa —dice con el ceño fruncido. No

parecequesólotengadiecisieteaños.

—No te estarás muriendo, ¿no?—Lo empujo con el hombro y serelajaunpoco.

Niegaconlacabeza.—No,no.Noeseso.—Medioseríe.Esunarisanerviosa.¿Quélotendrátantenso?Quelodigadeunavez.—QuieropedirleaTrishqueseamía—sueltaaborbotones.Ahora me gustaría que se tragara las palabras, o que se estuviera

muriendo.Bueno,tampocotanto,peroalgoasí.Cualquiercosa.—¿Quesea...qué?—Mecuestamantenerlacompostura.Kenponelosojosenblanco.—Queseaminovia,sotonto.Quierodecirlequenopuedetenerla,quenoesjustoqueélselopida

primero.«Queelijaella»,quierodecirle.«Sesuponíaqueibaasermía»,querríaargumentar.—Y¿amíquémecuentas?—esloquesaledemiboca.Miamigosereclinacontraelrespaldodelbancoysellevalasmanos

alasmejillas.—Quería estar seguro de... —comienza a decir, pero su lengua se

comelaspalabras.Yde repentemedoycuentadequeestoyatrapadoentreser sincero

conmimejoramigoohacerlofeliz.Lasdoscosassonimposibles.Sonríoyantepongosufelicidadalamía.NomesorprendequefinalmenteTrishaceptelaofertadeKen,pero

mentiríasidijeraquenomeaferroa laesperanzadeque tambiénmequiereamí.Sinembargo,

prefierelaestabilidad,yduranteunañohagoloposibleporveraTrishúnicamentecomolanoviade

mimejoramigo.Enocasiones,cuando se besan delante de mí, la pillo mirándome, buscando mi

aprobaciónunavezconcluidoelbeso.Mantengovivaesapequeña llamadeesperanza,locualhacequeseaunañomuyduroparamí.

Cuandofollo,piensoenella.Cuandobeso,lasaboreoaella.Tienequeparar.Alprincipioesfácil.Dejodecompararatodaslaschicasconlasque

salgoconTrish.Elladejade

cogermedelamanomientrascharlamos.Empiezoaverlascosasdeotramaneraahoraqueellaya

nomeataaestelugar.Yanomeretieneaquí.Nadameretiene.Hampstead semehaquedadopequeño, lo sé.Trish lo sabe. Incluso

losdelapanaderíasehandadocuentademicomportamientoydequeyanovoyacomprardulcesunavezalasemana.

De repente quiero más del mundo de lo que esta ciudad puedeofrecerme.QuieroirmeaEstados

Unidos, lejos de las mentes obtusas de mis amigos, que no tienenplanesdefuturo,yaúnmáslejosde

miparejadeamantesfavorita.MeheconvertidoenelaguantavelasdeKen, Max y sus respectivas parejas. Quiero ver mundo, aprender de lagente,ynopuedoasentarmeaquí.Enmicírculotodoshanechadoraíces.Han abierto cuentasbancariasyhan elegidounauniversidadde la zona.Veocómoacabaránsusaspiracionesencuantoaceptensuprimertrabajo,haciendolomismoqueunodesusprogenitores.Seconformaránconesepapelynuncaintentaránconseguirotro.

Trish se ha convertido en una de ellos. Ha pasado de ser unaambiciosaestudiantede

Humanidadesanoasistirapenasaclase.Kenyellasehanidoaviviraunpequeñoapartamentojunto

al campus universitario de él para ahorrar tiempo. Ken se estádejandolapiel.Cuandolovemossiempretienelacabezaenterradaenunapiladelibrosdetexto.Trishesmássumadrequesuamante.

Seaseguradequetieneropalimpiatodaslasmañanas.Lepreparaelcafé,eldesayunoyunabolsa

con el almuerzo.Espera a que vuelva a casa y le sirve una comidacaliente,yélprefiereestarconsus

librosantesqueconella.Yanoeslachicasalvajeydivertidaqueera.Es la mujer que trabaja demasiado, no duerme lo suficiente y viveesperando a que su hombre regrese a casa. Gracias a ella, el pequeñoapartamento está como los chorros del oro y ha conseguido que tengaciertoencanto.

Incluso ha adoptado a un gatito callejero y lo ha llamadoGat enhonordeunodemispersonajesfavoritos.SospechoqueaKenelgatoledaigual.Elgatoyelnombre.

Ella casi nunca juega ya a sus queridos «¿Y si...?», y sus

conversacionessóloreflejanansiedad.Yanodejavolarlaimaginaciónparaentretenernosalosdos,sinoquese

preocupaporlascosascotidianas.Yanosoyuncompañerodejuegosenuna explanada cubierta de hierba, sino alguien que la anima y le dafuerzas,peseaquenotengocabidaensucorazón.

Aunasí,conservaelsentidodelhumor,ytodaslasnochesleruegoaDiosquenopermitaquelo

pierda del todo. Cuanto más la visito, más contenta se la ve. Mepropongo visitarla una vez a la semana, luego dos, tal y como ellamepide. Ken pasa cada vez más tiempo fuera y la casa está cada vez másvacía. Ella comparte conmigo sus preocupaciones y susurra cuestionessombríasenelcuarto

oscuro.Yo finjo tener todas las respuestas y, como buen amigo deambos,laanimoacompartirsus

miedosconsuamante.Notardoenarrepentirmedeesadecisión.Unanoche,unadelasraras

nochesenlasqueKenestáencasaynoestudiando,estamostodossentadosjuntoalamesadela

cocina,conunacopadewhiskyenlamano.Enunmomentotranquilodelaextrañaconversaciónen

laqueintentamosponernosaldíadenuestravida,Kenvuelveallenarseelvaso.Nosemolestaen

echarlehielo,ahoralotomasolo.Trishsuspiraenaltoyse levanta,vaa lapequeñasaladeestaryse

sientaenelbrazodelsofá.—¿Y si el mundo existiera en una urna de cristal dentro del

dormitoriodeunniñoextraterrestre,como si fuera una granja de hormigas o algo así? —Juro que el

acentodeTrishesmásmarcadocadavezquebebe.—Qué pregunta tan rara —comento con sorna, el whisky

quemándomelasfosasnasales.Ken no sonríe, ni siquiera mueve los labios. Me levanto para

estirarmeynoserelúnicosentadoalamesaconél.—Está bien. ¿Y si elmundo acabaramañana y nos demostrara que

trabajartantoydormirtan

pocoesunapérdidade tiempo?—Lebrillan losojosen laestanciapocoiluminada.

Gatsesientaensuregazoyellaleacariciaellomonaranja.Empiezoapensarensupregunta.Simemurieramañana,¿sabríalo

muchoquesufroporella?¿Lomuchoquelaquiero?Kenseechaareír,perosucomentarionoesloqueesperaba.—¿Trabajartanto?—replica—.Túnosabesloqueeseso.Estásonriendo,conlacabezainclinadadeunmodosiniestrosobrela

mesa.GatparecesentirlaamenazayTrishrespirahondo.Nuncaloshevistopelearsepero,si

lohacen,apuestoporTrish.Elgatobajaalsuelodeunsaltoysevaporelpasillo.Deberíairmecon

él,deberíamarcharmeynometermeenesto.Peronopuedo.Ken se lleva el vaso a los labios y se bebe lo que queda del licor

ambarino.—Perdona,creoquenoteheoídobien—mascullaTrish.Nohagocasodecómometiemblanlasmanosbajolamesacuandoél

seponedepieycomienzaalevantarlelavoz.Nohagocasodemiinstinto,quemedicequelo

tirealsueloylosacudahastaquelo saque del sopor en el que ha estado viviendo últimamente, un

estadoenelqueleestágritando,insultándolaydiciéndolecosashorribles.Nohagocasodemiestómago,queestáapuntodevomitarlavacuandoélle cruza la cara deunbofetón.Nohago casode cómo sus lágrimasmequeman los brazosmientras la abrazo en el sofá, cuando él hacemediahoraque seha largado,borrachocomounacubay encocheapesardequehaceesesalandar.Aunquedespuésdecómosehaidodeaquíhechounafuria,sinmiraratrássiquieracuandolohellamado,mealegrodequenoesté.

—¿Y si no vuelve? —A Trish le tiembla el labio, pero está máscalmadayapoyalacabezaenmi

pecho.—¿Ysivuelve?—preguntoamivez.Suspiraymeaprietalamanoentrelassuyas.Lamiroysemeparteel

corazón. Es preciosa incluso cuando tiene los labios rojos de tantomordérselosylosojoshinchadosdellorar.Ahoraquesehatranquilizado,

susojosmiranfijamentemislabios.—¿Ysiyanoveoalhombrealquecreíaconocer?—Supreguntaes

rápida,ylasiguientetodavíalo es más—: ¿Y si prefiriera que me prestaran atención a la

estabilidad?Parece histérica y se pasa los dedos por la densa mata de pelo

castaño.Memiraysecuadra.—¿Ysiconfundílaamistadconelamor?¿Creesqueesloquenosha

pasadoaKenyamí?Memiralasmanos,extendidashaciaellasinqueyomehayadadoni

cuenta.—Nolosé—digoretirándolasypasándomelasporelpelo.Mereclinocontraelrespaldodelsofá.Yoconfundílaamistadconel

amorcuandoelegílaamistad por encima de lo que sentía por Trish, pero ahora mis

mejoresamigostienenunavidajuntos.El problema al que se enfrentan no es la falta de amor, sino de

tiempo.Esoestodo.Éllaquierey,siellameamaraamíynoaél,melohabríadichohacemucho.Trish se arrodilla en el sofá para acercarse a mí y me aparta un

mechóndelacara.—¿Ysinofueratansencillo?¿Notaráloquesientoporella?¿Poresoseacercacadavezmás?Cuando su rostro está apenas a unos centímetros delmío,memira

directamentealosojos.—¿Algunavezpiensasenmí?El aliento nos huele awhisky, a pesar de que hemos bebidomenos

queKen.YaestoypensandoenKenotravez.Escomosisupresenciallenaratodoelapartamento.Ha

marcadoelcuerpodeTrish,essuyo,seacuestaconellatodaslasnoches.Acariciasuspechosconlas

manos,lapielsuavedesuvientre,desusmuslos.LoslabiosdeTrishsonsuyosyélesquienlosdisfruta...

Yyonuncapodréhacerlo.—Nodebería...—digo.Pero sería un imbécil si nopensara en sus esbeltas caderasy en su

pielperfecta.Lahevistocrecer,yfantasearsobreellahasidolaconstante

demivida.ATrishlacomplacemirespuesta.Loveoencómosepasalalengua

porloslabiosmientrasmiralos míos, en cómo entreabre la boca. ¿Significa eso que ella ha

estado...pensandoenmí?Delocontrario,¿porquéibaapreguntarlo?Cuandomemiraalosojosuninstanteyluegootravezaloslabios,

elsentidocomúnyelautocontroldesaparecendemivocabulario,hundolosdedosensupeloyatraigosubocahacialamía.Lasaboreodespacio,reclamandocadamilímetrodesulengua,desuslabios.Enestemomentoesmíaylosdosloestamosaprovechandoalmáximo.Seimpacienta,susmovimientossonmás

agresivos,metiraalsueloyseencaramaamicuerpo.Suexpresiónes de profundo alivio cuando desliza de nuevo la lengua en mi boca.Jadeo, alzo las caderas en busca de las suyas. Me ha puesto como unapiedrayquieroquelosienta.

Entrelaza los dedos con los míos y se los lleva a la entrepierna.Pareceencantadademostrarmelo

mojadaqueestá,estálistaparaconfesarquemenecesita.Yotambiénloestoy,yseloenseñocuando

presiono mis caderas contra las suyas. Blasfema y me suplica quesiga.

«¿Podemos...?»—¿Ysinospilla?—preguntaechándoseatrásuninstante.Nosésimeimportatantocomopensaba.—¿Y si no nos pilla?—dice entonces para sí, y silencia cualquier

preguntaquepudiéramoshacermetiéndomelalenguaenlabocaydesabrochándomelospantalones.Deslizalamanodentroymecoge,yyomederrito.Elmiedoaque

unKenfuriosonosdescubra,elsaberqueellanoesmíaynodeberíatomarla,laansiedadqueme

consume cuando pienso enmarcharme de aquí... Todo se desvanece. Loúnico en lo que puedo pensar es en hundirme en su interior, en que lanecesitoencuerpoyalma.

Mebajolospantalonesyelbóxeratirones.Subocamedisfruta,mesaboreaylamelavenaprotuberantequeasciendehastalapunta.Cierralosojos,deleitándoseconelmodoenquesemetragahastalagargantaparasoltarmedenuevo.Sucauteladesaparecemientrasmedevoraconrapidez

yeficiencia.Meestácomplaciendocomosinofueraavolveracatarme.Novolveráa

hacerlo.—Túmbate boca arriba con las piernas abiertas. Quiero verte—le

digo.Quieromirarlamientras por fin tengo lo que deseo debajo demí.

Trishsesitúaenelcentrodelaalfombrayapartalamesitadecafédemaderadecerezo.Sedesnuda

rápidamente. No me importa, porque poder verla no tiene precio. Elvestidolargodealgodóncaeasuspies,yyaseestábajandolos tirantesdelsosténblancoysencillo.Sigoconlosojosloscontornosdesucuerpo,lospezonesse

leendurecencomoguijarrosbajomiatentamirada.Tieneelvientretersoylosmúsculosdesutorso

securvanensuscaderas.Cuando llegoa su lado, estoyduroypalpitante.Está tumbadaen la

alfombra,abiertadepiernasparamí.Mipolla cuelga entre losdosypuedooler lomojadaque

está. Juro que puedo sentir lo prieta que va a estar. Me acerco más,empujando hasta llenarla lentamente. Es como un guante empapado, yentro y salgo de ella.No creo que pueda parar, nunca.Necesitomás deella.Trishhacerradolosojos,yséquenovoyaaguantarmucho.Meneolas caderasy ellameabraza con losmuslos.Se corre, dice.Gimeymeclavalasuñascuandolapenetroconmásfuerza.

Mederramoenelladeseandoquenosea laprimeray laúltimavezquepuedadisfrutarasídesu

cuerpo.Jadeaconfuerzaenmihombroybeso lasmarcashúmedasquehandejadomislametonesen

sucuello.Minutosmás tarde losdosestamosdevueltaenelmundo real, con

losbrazosylaspiernasdoloridos,sudorososytotalmenteagotados.Trishestásentadaenel

suelo,conlaspiernascruzadas,yyoenelsofá,lomáslejosdeellaquesoycapaz.—¿Ysinopodemosparar?—dicemirándomeprimeroamíyluego

endirecciónalamesadelacocina.

Noséquédecir.Noséloquequieroniloqueellaquiere.Noséquéesposible.

—Hemos de hacerlo—digo como atontado—.Me voy elmes queviene.

Aunqueyalosabe,aunquemeayudóareservarelbilletedeavión,sevuelvehaciamíderepente

comosiacabaradeenterarse.Entonces,sinunapalabra,asiente.Ambossentimosuna tormentade

culpa,dealivioydepenaporalgoqueenrealidadnuncatuvimos.

Elmaravillosopresente...

Ken era mi amigo, yo diría que mi mejor amigo, y yo estabaobsesionado,locoporsumujer.Amaba

aesadiablesayelfuegoqueardíaensupresencia.Eradesafianteeinteligente,midebilidad.Loque

estábamos haciendo era inaceptable, y ella lo sabía. Lo sabía peroningunodelosdospudimos

evitarlo. Estábamos atrapados, víctimas de un mal momento y deeleccionesaúnpeores.Nofueculpa

nuestra,odeesointentabaconvencermecadavezquemedejabacaeragotado y jadeante sobre su cuerpo desnudo. Simplemente no podíamosevitarlo, no era culpa nuestra. Era el universo, las circunstancias denuestrasituación.

Me criaron así. De niñome enseñaron que nada era culpamía.Mipadresiempreteníarazón,

incluso cuando no la tenía, y enseñó a su hijomayor a pensar delmismomodo.Fuiuncríomimado,

peronoenel sentidoeconómico.El tiempoquepaséconmipadremeenseñóasertanarrogantecomoél.Aprendíqueenlavidasiempresepodía culpar a otro. Como padre, intenté no parecerme a él, intenté sermejor.

Kimberlydicequesemedamuybien.Mealabamuchomásdeloquemerezco,peroloacepto

encantado. También me pone en mi sitio, tiene una boquita muchopeorquelademiscompañerosde

universidaddespuésdedocecervezasbaratas.—AcuestaaKarina.Teestaréesperando.—Kimberlymedaunbeso

enlamejillayunazoteeneltrasero. Me guiña el ojo, me sonríe y se marcha al dormitorio

meneandolascaderas.Amoaesamujer.Karinaeructaensueñosylefrotolaespaldacondelicadeza.Levanta

unamanitadiminutaycogelamía.Nomepuedocreerquehayavueltoaserpadre.Ahorasoyviejo.No

parandesalirmecanasaquíyallá.Tras la muerte de Rose, Smith y yo nos quedamos solos, y no

esperabatenerotrobebé.Odescubrir que tenía otro hijo.Nimuchomenos, teniendo en cuenta

cómoempezaronlascosas,quedicho hijo tuviera veintiún años y formara parte de mi vida como

amigoycomohombre.Hardinpasódesermimayorremordimientoasermimayoralegría.Temía

tantoporsufuturoquelocontratéenVancesóloparaasegurarmedequetuvieratrabajo.Lo que no esperaba es que fuera un genio. Lo pasó tan mal en la

adolescenciaquepensabaqueibaaarruinarselavidaoaacabarconellamuchoantesdequeempezara

de verdad. Siempre estaba cabreado con el mundo y cometiendoestupideces.Hizopasarasumadreuninfiernoenvida.

HevistocómoHardinpasabadeserunjovensolitarioyatormentadoaconvertirseenunautor

superventasyundefensordelosjóvenesconproblemas.Estodoloquepodíasoñarquefuera.Smith

aspiraasercomoél,perosintatuajes.Lesencantadiscutirsobrelostatuajes. Smith dice que le parecen de mal gusto, y Hardin disfrutaenseñándolelosnuevosqueconsiguehacerseenlapocapielquelequedalibre.

Miro a la bella durmiente que descansa en su cuna y apago lalamparilladelacómodamientrasle

prometo a mi dulce y preciosa niña que seré el mejor padre que

puedallegaraser.

SMITH

Dejovennosabíacómoserunmodeloaseguir.Noteníanipuñeteraideadeporquénadiequerríasercomoél.Peroesoeraloquequeríaelpequeño.Elcríoconhoyuelosloseguíaatodaspartescuandoibadevisitaysehacíamayoramedidaqueélcrecía.Elpequeñoacabósiendounodesus mejores amigos y, para cuando fue tan alto como él, ya eranverdaderoshermanos.

HoyvieneHardinyestoymásemocionadoquedecostumbreporquehacemesesquenolovemos.

Temíaqueno fueraavolver.Cuandose trasladó,prometióquenosvisitaríadevezencuando,todo

lo que pudiera, dijo. Me gusta que, hasta ahora, haya cumplido supromesa.

Estos últimos díasmi padreme tiene ocupado para distraerme concosascomolosdeberesde

matemáticas, sacar los platos del lavavajillas y pasear al perro deKim. Me gusta pasear a Teddy, es muy bueno y muy pequeño, así quepuedollevarloenbrazoscuandoledaperezacaminar.Pero,aunasí,estoyenlasnubespensandoenlavisitadeHardin.

Hoy se me ha hecho el día muy largo: colegio, clase de piano, yahoratengoquehacerlos

deberes.Kimberlyestácantandoenotrahabitación.Esmuyruidosa.Avecescreoquepiensaquecantabien,poresonoledigoquelohacedepena.Cuandollegaaunanotaalta,elperroavecesseasusta.

SiemprequeHardinvieneacasametraeunlibro.Melosleotodosyluegohablamosonos

escribimosparacomentarlos.Avecesmedalibrosdifícilesescritosdeunmodoquenoentiendo,o

librosquemipadremequitaporquedicequesoydemasiado jovenparaleerlos.Conésos,mipadre

siempre le pega a Hardin en la cabeza antes de guardarlo para«cuandotengaedad».

Me da risa siempre que Hardin maldice a mi padre. Normalmentedespuésderecibirunodeesos

cachetes.Tessa me ha dicho que Hardin solía enseñarme tacos cuando era

pequeño,peronomeacuerdodeeso. Ella siempre me habla de cuando era pequeño. No conozco a

nadiequehabletantocomoella,salvoKimberly.Nadiehablamás,nimásalto,queKim.AunqueTessa

tampocosequedacorta.Alpasarjuntoalapuertaprincipal,laalarmasuenaunpardevecesy

veoquelapantalladelateledelsalónsehaencendido.LacaradeHardinysunapiallenantodoel

pequeñorectángulo.Ahoraseleveelcuello,lostatuajesparecengarabatos.Meechoareírypulso

elbotóndelaltavoz.—¿Tu padre ha vuelto a cambiar el código? —pregunta. Lo más

graciosoesquelapantallamuestra sus labios en movimiento mucho antes de que llegue el

sonidoporelaltavoz.Suvozescasiidénticaalademipadre,aunquehablamásdespacio.

Miabuelaymiabuelotambiénhablancomoellos,porquenacierontodosenInglaterra.Mi

padredicequeheestadoallícuatroveces,peroyosólorecuerdolavisitadelañopasado,cuandofuimosalabodadeunaamiga.

Mipadreselastimóduranteelviaje.Recuerdoquesupiernaparecíacarne de ternera picada y lista para guisar.Me recordó a «TheWalkingDead» (pero que no se entere de que he encontrado elmodo de verla).Ayudé a Kim a cambiarle las vendas. Daba bastante asco, pero le hanquedadounas

cicatricesmuychulas.Kimtuvoqueempujarloenunasilladeruedasdurante un mes. Dice que lo hizo porque lo quiere. Si alguna vez melastimoynecesitoquemeempujenensilladeruedas,seguroqueellaloharía.

Le abro lapuerta aHardiny entro en la cocina en cuantooigo suspasosenlasaladeestar.

—Smith, cariño—dice Kim entrando a su vez en la cocina—, ¿teapetececomeralgo?

Hoyllevaelpelorizadoalrededorde lacara.Separeceasuperro,Teddy,quesueltapeloportodaspartes.

NiegoconlacabezayentoncesapareceHardin.—Amísí—dice—.Tengohambre.—A ti no te he preguntado, se lo he preguntado a Smith—replica

ella,yselimpialasmanosenelvestidoazul.Hardinseechaareírconunasonoracarcajada.Menealacabezayme

mira:—¿Vescómometrata?Esterrible.Yotambiénmerío.KimdicequeHardinsemeteconella.Sonmuy

graciosos.Ellaabrelaneveraysacaunajarradezumo.—Miraquiénfueahablar.Hardin vuelve a reírse y se sienta ami lado.Lleva en lamanodos

pequeñospaquetesenvueltosenpapel blanco.Sin lazos, sin florituras.Séque sonparamí, perono

quierosermaleducado.Mequedomirándoloseintentoleereltítulodeloslibrosatravésdel

papel,peronada.Mevuelvohacia la ventana y finjo contemplar el paisaje para no parecer un

malcriado.HardindejalospaquetesenlaencimerayKimmesirveunatazade

zumo;luegovuelvealarmarioaporpatatasfritas.Mipadresiempreledicequenomedejecomermuchas,peroellano

lehacecaso.Mipadredicequenuncalehacecaso.Intentocoger labolsa,peroHardinsemeadelantay lasostienepor

encimademicabezaunmomento.Mesonríe:—Creíaquenoteníashambre.El agujero del labio parece como un punto que alguien le hubiera

pintadoenlacara.Antes

llevabaunpiercing,deesomeacuerdo.Siempreledigoquevuelvaaponérselo.Élmedicequeno

hagacasoaTessa.—Ahorasí.—Deunsalto,lequitolabolsadepatatas,quecrujencon

estruendoenmismanos.Hardin se encoge de hombros, parece feliz. Cree que soy muy

gracioso,melodiceatodashoras.Cuandoabrolabolsa,élcogeunpuñadodepatatasyselasmeteenla

boca.—¿Novas a abrir tus regalos antes de pringarte lasmanos con las

patatasfritas?—Escupemigasalhablar,yKimponecaradeasco.—¡Christian!—gritaellallamandoamipadre.

MedalarisayHardinfingetenermiedo.Apartolabolsadepatatas.—Bueno,yaquemelopreguntas,prefieroabrirloslibrosprimero.Hardinsellevalosdospaquetesalpecho.—Libros,¿eh?Y¿quétehacepensarquetehetraídolibros?—dice.—Porqueesloquehacessiempre.Señaloelmásgruesoyéllodeslizaporlaencimera.—Touché—responde,aunquenoséloquesignifica.Me olvido demismodales y rasgo el papel hasta que aparece una

cubiertamuycolorida.Esunchicoconsombrerodemago.—HarryPotterylacámarasecreta.—Leoel títuloenvozalta.Me

vaagustarestelibro.Acabodeleermeelanterior.CuandomiroaHardin,seestáapartandounmechóndelacara.Estoy

deacuerdoconmipadre:necesitauncortedepelo.LollevacasitanlargocomoKim.Señalaellibro:—DepartedeLandon,comoelanterior.Legustaelpequeñomago.Mipadreentraentoncesen lacocinaysueltaunapalabrotaalvera

Hardin.ÉsteledaunapalmadaenelhombroyKimlesdicequesoncomocríos.Aseguraqueyome

comportoconmásmadurez

queellos.—Quécosasmásbonitasmedices—comentamipadre—.Smith,no

teolvidesdedarlelasgraciasalamigodeTessa.Hardinarrugalanariz.—¿El amigo de Tessa? ¡Es mi hermano! —Sonríe y se rasca los

tatuajesdelosbrazos.Quierohacermetatuajescomolossuyoscuandoseamayor.Mipadre

dicequedeesonada,peroKim asegura que, una vez me independice, papá no podrá

impedírmelo.Podréhacerloquemedélaganacuandoseamayor.—No es tu hermano de verdad—le digo. Papáme ha contado que

LandonyHardinnollevanlamismasangre.LasonrisadeHardinsedesvaneceyasiente.—Ya,peroaunasísiguesiendomihermano.Mientraspiensoquéquieredecirconeso,Kimlepreguntaamipadre

sitienehambre,yHardinexaminalacocina.Derepentepareceestartriste.—Tupadre esmi padre. ¿Significa eso que lamadre deLandon es

tambiénlatuya?—lepregunto.Hardin niega con la cabeza ymi padre le da un beso a Kim en el

hombro,cosaque,cómono,lahacesonreír.Papátieneeseefectoenella.—Aveces la gentepuede ser familia aunqueno tengan losmismos

padres.Hardin me mira como esperando respuesta. No sé qué ha querido

decirconeso,perosideseaqueLandontambiénseasuhermano,amímeparecebien.Landonesmuy

simpático.ViveenNuevaYork, por eso no lo veomucho. Tessa también vive allí.Mi padre

tieneunaoficinaenesaciudad.Espequeñayhuelecomoahospital.Hardinmeacaricialamanoylomiro.—QueLandonseamihermanonosignificaquetúdejesdeserlo.Lo

sabes,¿no?

Me siento un poco mal porque Kim ha puesto cara de que va aecharseallorarymipadreparece

asustado.—Losé—ledigo,ymiroellibrodeHarryPotter—.Landontambién

puedesermihermano.Él parece feliz cuando sonríe y yo alzo la vista para ver si Kim

vuelveaponerlacaradeantes.—Claroquepuede.—HardinmiraaKimydice—:¡Pareya,señora!

Porcómosehapuesto,cualquieradiríaqueestoesunvelatorio.Mi padre insulta a Hardin y Kim se aparta cuando él le tira una

manzanaamipadre,quepareceunjugadordebéisbolporcómolacogealvuelo...yledaunmordisco.

Todosreímos.Hardindeslizaelsegundolibroporlaencimerayloatrapo.Elpapel

deéstecuestamásderomper,ymehagouncorteeneldedoconunodelosbordes.Hago

unamuecaperoojalánadiesedécuenta.Si lodigo,Kimharáquemelo laveconaguay jabónyme

pondráunatirita.Yoquieroverquélibromehatraído.Cuando cae el último trozo de papel, veo una cruz enorme en la

cubierta.—¿Drácula?—digoenvozalta.Heoídohablardeeste libro.Esde

vampiros.MipadredejaaKimyrodealaencimera.—¿Drácula?¿Esuna broma? ¡Si sólo tiene nueve años!—Estira el

brazoparaqueleentregueellibro.Le lanzo a Kim una mirada suplicante. Ella aprieta los labios y le

ponemalacaraaHardin.—Normalmente me pondría de tu parte —dice. Hardin la llama

embustera,peroellasiguehablando—:Pero¿Drácula?¿Enquéestabaspensando?HarryPotter

yDrácula...Menudacombinación.Mi padre asiente y continúa en lamisma posición que antes, como

unaestatuagigante.Lohacesiemprequequieredemostrarquetienerazón.TranscurrenunosinstantesyluegoHardinponelosojosenblancoy

ledauntirónalcuellodesucamisetanegra.—Losiento,amigo.Tupadreesunmuermo.EmpiezaconLacámara

secretayenmipróximavisitatetraeréotro...—Unoenelquenohayaviolencia—lointerrumpemipadre.Hardinsuspira.—Vale,vale.Sinviolencia—diceburlándosedeél.Merío.MipadresonríetambiényKimloabraza.MepreguntocuándovolveréaveraHardin.—¿Tardarásmuchoenregresar?—lepregunto.Élserascalabarbilla.—Noestoyseguro;¿unmes,talvez?Unmes esmucho tiempo,pero el librodeHarryPotter esbastante

largo...Hardinsemeacerca.—Perovolveré,ysiemprequevengatetraeréunlibro—mesusurra.—¿Como mi padre hacía contigo? —le pregunto, y él mira a mi

padre.Anuestropadre.AunqueHardin no lo llama así. Él lo llamaVance, que es nuestro apellido,

peronoeldeHardin.ÉlseapellidaScott.Éseeselapellidodesupadredementira.Cuando intenté llamar a mi papá Vance, me dijo que si volvía a

hacerlo me castigaría hasta los treinta. No quiero estar castigado tantotiempo,asíquelollamopapá.

Hardinserevuelveenlasilla.—Sí,comoélhacíaconmigo.De nuevo se ha puesto triste, creo. Hardin se pone triste, luego se

enfada,acontinuaciónseríe...Asíesél.Másraroqueunperroverde.—Y¿túcómosabeseso,Smith?—preguntamipadre.Hardinseruborizayconloslabios,perosinhablar,dice:«Noselo

digas».Levantolasmanosycojomáspatatasfritas.—Hardindicequenotelocuente.

Hardinsedaunapalmadaenlafrenteyluegomedauncachete.Kimnossonríe.Sepasalavidala

mar de sonriente. También me gusta cuando se ríe, tiene una risabonita.

Mipadreseacercaanosotros.—AquíelquemandanoesHardin—dice,ycomienzaamasajearme

loshombros.Megustacuandohaceeso,esmuyagradable—.DimequétehacontadoHardin

ytellevaréacomerheladoyacomprarraílesnuevosparaeltrendejuguete.Eltrenesmijuguetefavorito.Mipadresiempremeestácomprando

raíles,yelmespasadoKimmeayudóatrasladarloaunahabitaciónvacía.Ahoratengouncuarto

enteroparamistrenes.Hardinestásudandolagotagorda,peronopareceenfadado.Decido

queselopuedocontaramipadre.Además,conseguirémáscosasparamitren.—Me dijo que le llevabas libros, como hace él.—Levanto los dos

pesadoslibros—.Yqueesolohacíamuyfelizcuandoeraunniñopequeñocomoyo.Hardinvuelve lacabezaymipadreparecesorprendidoaloírlo.Le

brillanlosojosymemirafijamente.—¿Esotedijo?—Suvozsuenarara.—Sí—digoasintiendoconlacabeza.Hardinpermaneceensilencio,peromeestámirandootravez.Seha

puestorojocomountomateylebrillanlosojosigualqueamipadre.Kimsehatapadolaboca

conlamano.—¿Hedichoalgomalo?—lespregunto.MipadreyHardindicenquenoalavez.—No has dicho nadamalo, hombrecito.—Papá pone unamano en

mishombrosylaotraenlosdeHardin.Normalmente, cuando intenta hacer eso, él se aparta. Hoy no se

mueve.

HESSA

Nueva York está pasando uno de los veranos más calurosos de lahistoriacuandoTessatieneaAuden.

Esmartes,eldíaenquesalealaventamiúltimanovela,yTessayyoestamostiradosenlaalfombra,

mirandoelventiladordetechoqueinstalamoslasemanapasada.

Nohacemosmásqueredecorarnuestropequeñoapartamentocomolocos.Sabemosqueno

vamosaviviraquísiempre,yaunasínoparamosde invertirenél.Porimpulso,decidimosredecorar

por completo la habitación del niño cuando éste sólo tenía ochosemanas,yharesultadoserunatarea

muchomáscomplejadeloquecreíamos.Porculpadelarenovación,lacunadeAudenestáen

nuestrodormitorio,alospiesdelacama.Loencuentroabarrotadoyfeo,comosifuéramos

refugiadosenunbarcoenanoquehandecididocederleasuhijadecincoaños,Emery,elcamarote

principalmientrasellosseinstalanenelbotesalvavidas.ATessleencanta.Haynochesenlasquesequedadormidaconlospiesenlacabecera,

cogidadelamanodelbebémientrasambosduermen.Lamitaddelasveceslemuerdolaorejao

ledoyunmasajeenloshombrosparaque sedespiertey se acueste en laposicióncorrecta.

Lasdemásnochesmeabrazoasuspiernasydormimosasí.Perotengoquetocarla.Porlasmañanas

siempresedespiertaamiladoymemuerdelaorejaomefrotalaslumbares.Mesientocomounanciano.Meduelelaespaldaporqueescribocon

muymalapostura:sentado

enelsofáoaloindioenelsuelo,conelportátilsobreelregazo.Tessaseñalaelventiladordetecho.—Estátorcido.Deberíamosvolverapintar.En este momento, la habitación del bebé está pintada de amarillo

pastel,untononeutroparachicooparachica.Queríamosquefuerauncolorclaro,hemosaprendido

queesunerror(yuntostón)darpor sentadoquea lasniñas lesgusta el rosaalgodóndeazúcar.De

esecolorpintamossuhabitaciónantes de que naciera nuestra hija, pero en cuanto Emery descubrió

quenolegustabaelrosanoscostótres tardes, y tres capas de pintura verde, cubrirlo. Aprendimos la

lección,yTessaaprendiódemíunpardetacosnuevos.Elamarillopasteleraelcolordemoda,ytodos

sabemosquehedeseguirlasúltimas tendencias y complacer a mi señora. También es porque

resultaráfácilpintarencimadeesecoloreldíaqueAudenempieceaexpresarsuspreferencias.Lahabitacióndelbebécontienedistintostonosdeamarillo.Nosabía

quehubieratantostonosdeamarillo o que pudieran llevarse tan mal. Todos proceden de las

visitasdeTessaaIKEAyaPotteryBarn. Juro que va por lomenos tres veces a la semana. Encuentra

todaclasedetonteríasqueadoraylasabrazacontrasupechoyexclama:«Estaalmohadadecorativaes

taaaaaaaansuave...»o«¡Estanmonoquemelocomería!».Yluegometedichatonteríadebajodeuncojíndelsofáodecualquierotrorincóndelahabitacióndelbebéquenohayallenadoya.

El cuarto ha acabado siendo como una enorme bola de ondulantesrayosdesolenlaqueTessano

aguanta ni diezminutos sinmarearse.Mehizo prometer que nuncamásladejaríavolveradecorar

unahabitación,especialmenteunadebebé.Yahoraquierequevuelvaapintarla.

Loquehagoporestamujer.Ymásqueharía.Hagotodoloquepuedo.Una cosa que podría hacer por ella es conseguir que dejara más

trabajoenlaoficina,aunqueparaesotendríaquerecurriralamagia.Últimamenteestáagotada,yeso

meponemalo.Noquierebajarelritmo,peroyosélomuchoquelegustasutrabajo.Sucarreraessu

tercerhijo.Sedejalapielparaconseguir lasbodasmásbonitasqueunopueda imaginar.Acabade

empezarenlaindustria,peroseledadecine.Cuando me habló de cambiar la dirección de su carrera estaba

aterrorizada.Noparabadedarvueltasporladiminutacocina.Yoacababadeponerellavavajillasy

depintarlelasuñasaEmery.Creía haberlo hecho muy bien, pero Emery hizo que Tessa me

despacharacuandodeclaréconorgulloquelachapuzaquelehabíahechoensusuñitasestababien,

queelcolorrojoledabaunairedehabermatadoaalguien.Nosabíaqueunahijamíapudieraser tandelicaday tener tanpoco

sentidodelhumor.—QuierorechazarelascensoenVanceyretomarlosestudios—dijo

Tessacomosinada.Oamímeparecióquelodecíacomosinotuvieraimportancia.Emery estaba sentada y en silencio, sin comprender el impacto que

esetipodedecisionestienenenlasvidasdelagente.—¿Deverdad?—preguntémientrassecabaunplatoconunpañode

cocina.Tessasemordióellabioinferioryabriómucholosojos.—Loheestadopensandoy,sinolohago,mevolveréloca.A mí no hacía falta que me lo explicara. Todos necesitamos un

cambiodevezencuando.Inclusoyomeaburroentre libroy libro,yaTessa se leocurrióque fuera

profesorsustitutodosotresdíasalmes enValsar, el colegio donde estudia Emery y en el que trabaja

Landon.Cierto,dimitíalcabodetresdías,perofueunaexperienciaentretenidayganépuntosconmi

chica.

Como siempre, animé a Tessa a hacer lo que quería. Deseaba quefuerafelizynonecesitábamos

el dinero. Yo acababa de firmar un nuevo contrato con Vance, elterceroendosaños.EldinerodeAfter fuedirectoaunacuentapara losniños. Bueno, después de comprarle a Tessa una pulsera de charms: laantiguano estabahechapara durar.Sehabía desgastado con el pasodeltiempo, pero Tessa conservó los amuletos y le encantó ver que podíacolgárselosalanueva,podíacambiarlosparavariar,podíaquitaryponerasugusto.Amímeparecíaunachorrada,peroaellalahacíamuyfeliz.

AlamañanasiguienteTessasesentóahablarconVancey,conmuchaeducación,rechazóel

ascenso.Alvolveracasasepasóunahorallorando.Yosabíaquesesentiría culpable por dejar su empleo, pero se le pasaría pronto. Eraconsciente de que Kim y Vance la animarían a mantenerse firme en sudecisióndurantelasdosúltimassemanasquetrabajóenlaeditorial.

Cuando consiguió su primer cliente como organizadora de bodasgritódefelicidad,ylavimás

vivaquenunca.Aúnno sabía por qué lamuy loca seguía conmigopeseatodaslasgilipollecesque

había hecho de joven, perome alegrémucho de que nome dejarasóloportenerelprivilegiodeverlatanilusionada.

Pordescontado,Tessabordólaprimerabodayempezaronalloverlerecomendaciones.Alos

pocosmesesyateníadosempleados.Mesentíamuyorgullosodeellayellaestabamuyorgullosade

símisma.Enretrospectiva,no teníanadadequepreocuparse.Tessaesunadeesaspersonas

repelentesquetocanunmontóndemierdayloconviertenenoro.Esbásicamenteloquehizoconmigo.Trabajabasinpararyseestabamatandoatrabajarotravezdespuésde

daraluzaAuden.Ledoyunachuchón.—Necesitasunanoche libre.Teestásquedandodormidadelantedel

ordenador,mirandoelventiladordetecho.Meclavauncodojuguetónenlacadera.—Estoybien.Túereselqueapenasduermedenoche—mesusurra

enelcuello.Séque tiene razón,pero tengo fechasde entregaque cumplir yme

faltanhoras.Además,cuandosemeatascaunpárrafo,ledoyvueltassinpararynomedejadormir.

Aunasí,detestoquesehayadadocuentadequeandofaltodesueñoporquesiempresepreocupa

máspormíqueporella.—Lodigoenserio.Necesitasdescansar.Todavíateestásrecuperando

dehabertraídoalmundoaese monstruito —digo deslizando la mano bajo su blusa y

acariciándoleelvientre.Tuerceelgesto.—Déjame—gruñeintentandozafarsedemismanos.Nomegustanadaloinseguraquesesientedesdequetuvoanuestro

hijo.ElnacimientodeAudenfue mucho más duro con su cuerpo que el de Emery, pero yo la

encuentromássexiquenunca.Odioquemiscariciaslaincomoden.—Nena... —Retiro la mano pero sólo para poder apoyarme en el

codo.Lamiroymeneolacabeza.Tessamehacecallartapándomelabocacondosdedosysonríe.—Meséesapartedelanovela:escuandomesueltaseldiscursodel

buenmaridoacercadecómomeheganadomiscicatrices,quemehacentodavíamásbonitadelo

queyaera—diceconaireteatral.Siemprehasidounasabelotodo.—No,Tess.Escuandotedemuestrocómomesientocuandotemiro.Le cojo el pecho con lamano y aprieto lo justo para que entre en

ignición,paraquesucuerpoempieceaprecalentarpararecibiralmío.Jadeasindarsenicuentay

gimecuandoencuentrounpezónbienduroylopellizcopordebajodelaropa.

Haperdido.Yoloséyellatambién.Aceptasuderrotasincondicionesymeapresuroa

reaccionar.Rápidamente,mismanos encuentran las perneras de suspantalonescortosysecuelan

bajo la tela.Como imaginaba,yahamojado lasbragas.Meencantanotarcómochorrea,ymemuero

porsaborearlaenmiboca.Sacolosdedosymelosllevoaloslabios.Tessagime,sellevamidedo

índicealabocaylochupa.Mierda,estamujeracabaráconmigo.Memira fijamente a los ojos ymordisquea la punta demis dedos.

Presionomicuerpocontraelsuyo para que sienta lo dura que me la ha puesto con su pequeño

festivaldelmordisco.Acontinuación,tirodelacinturilladesuspantalonescortosdealgodón

yselosbajo.Mequiereya,menecesitaya.Lelamoelcuelloyellameagarralapollaconfirmeza.

Estátandesesperadacomoyo,ymedesnudaenunabrirycerrar losojos.Paracuandoseencarama

sobremí,sólollevopuestosloscalcetines.Las inseguridadesdeTessaparecendesvanecersecuando

dejadescendersucuerposobreelmíoysuslabioshúmedosengullenmipieldura.Sucálidalengua

trazacírculosenlapuntayseganaunagotita.Elritmodesubocaesconstante,medevorahastael

fondoyjadeosunombre.Metumboenelsueloylecojolastetas.Lastieneenormesdedarel

pecho(eselúnicocambioquelegusta),yyonovoyaquejarmeportenermástetaconlaque

jugar.—Joder, me encantan tus peras—le digo mientras su boca sube y

baja.Tessameabraza,succionacadavezmásfuerte,ylapresiónaumenta

enmiabdomen.Hundolasmanosensupeloyellamesuelta,memiraalosojosyserelame.Se

apoyaenloscodosyacercasupechoamientrepierna.Jadeocomounperroqueesperaunacaricia

desuamodespuésdehabersepasadotodoeldíaencerradoenunajaula.Tessajuntasushermosos

melonesydeslizamipollaentreellos.Bastaconquelohagatresvecesparaquemecorraensupiel.

Mientrasrecobroelaliento,ellase pasa la lengua por los labios y me sonríe tímidamente, con las

mejillasruborizadasporcómosucuerporespondeadarmeplacer.Selevanta,semiralastetasydice:—Necesitodarmeunaducha.Jadeante,cojolacamisetanegrayla llevohastasupecho,peroella

meapartalamano,memiramalyempiezaaandarhacialapuerta.Conelpasodelosaños,cada

vezlegustamenosquelimpiefluidoscorporalesconmiscamisetas.Porlovisto,noesapropiadoy

paraesoestánlastoallas,medicesiempre.La sigo al baño y tomo nota mental de devolverle el favor en la

ducha.Sustetasestánespectacularescontralamamparadecristal.Elespejo

delapareddelbañoeslomejorquetieneesteapartamento.

HESSA

Pascua

—Hardin, Auden se ha despertado.—La voz de Tessa traspasa lasnubesdemisueño—.Tenemosque

despertaraEmeryparaquebusquensuscestasdePascua.Mesacudedelhombro,suplicándomequemelevante.—Venga, Hardin —dice en voz baja, pero la emoción contenida

resuenaensussusurros.Seréelhombremásafortunadodelmundosimedespiertanasítodas

lasmañanasdemivida.Gruñoy,sinapenasabrirlosojos,laestrechocontramipecho.—¿Aquévienetantojaleo?—preguntomientraslebesolasien.Supelosemepegaalacarayapartolosmechonesdeunsoplido.No

llevacamisón,ynotosussuavestetascontramicostado.Suspirayentrelazaunapiernasinafeitarconlasmías.Pongocarade

queraspayellamedaunempujón.—Losniñostienenqueencontrarsuscestasyyohedeponermecon

eldesayuno.Tienesquelevantarte.Comosinada,comosinomeestuvieraponiendocomounamoto,se

apartademicuerpo,ruedaporlacamayselevanta.—Nena,vuelveaquí—protesto.Echodemenoselcalordesupiel.Abrelacómodaycontemplosutorsodesnudo.Unquejidoescapade

migarganta.Ojalámehubiera despertado antes para tenerla un rato más en la cama

conmigo.Yaestaríadentrodeella,enterradoensusprofundidades,ensucálidoyhúmedo...

Unaalmohadamegolpealacara.

—¡Levanta!Hoytenemosmuchoquehacer.Suspiro, salgodenuestracamadematrimonioyacontinuaciónme

pongounacamisetaantesdequeme tireotracosaa lacara.Sehapasadomeses redecorandoel

apartamento, seguro que no le apetece mucho romper ninguna de lasexquisitas piezas que compró con el decorador demente que ella meconvencióquenoshacíafaltacontratar.Eltíoestabafataldelosuyo.Pintótodoelsalónde

rosa salmón y una semana después volvió a pintarlo de un colormenosnauseabundo.

—Losé,cielo.Cestas,conejos,huevosytodaesamierda.Me miro en el espejo que cuelga de la pared y me peino con los

dedos.MerecojoelpeloconlagomaquellevoenlamuñecaylelanzoaTessamiradasasesinasde

reojo.Intentanosonreír,peroséqueleestácostando.—Sí,ytodaesamierda.—Noaguantamásyseechaareír.Cogeel

cepillodelpelo—.TenemosqueestarencasadeLandonalasdos.KarenyKenyahanllegadoy

todavíanohepreparadolaensaladadepatataqueíbamosallevar.Terminadepeinarselamelenaymepasaelcepilloconunasonrisa

burlona.Nolonecesito.Prefierohacerloconlosdedos.—Harélaspatatasmientras tú tearreglas—ofrezco—.Vamosaver

cómolosniñosbuscansuscestas.Haceunamuecayseplanteasiesunabuenaofertaporquenosabesi

soycapazdeprepararlaspatatas.Lacocinasemedademaravilla...Exceptocuandoqueméel

pollolasNavidadespasadas.Tessavavestidaconunpantalónblancodealgodónyunacamiseta

azulmarino.Sehapuestounpocomorenagraciasal tiempoquepasaenelpatiocuidandodesu

pequeñojardín.Leencantatenerun jardín enBrooklyn.Es lo quemás le gusta de la casa que le he

compradoparacelebrarlaventademiúltimanovela.

Enelpasillo,sedetieneantelahabitacióndeEmery.—Despiértalaynosvemosenel salón—dice.Medaunbesoen la

mejillaygritaelnombredenuestrohijo.Ledoyunazoteenelculoyellamepone losojosen

blanco.Lodesiempre.CuandoentroenelcuartodeEmery,melaencuentrodurmiendocon

lamitaddelcuerpofueradela cama. Tiene las piernas destapadas, colgando del borde del

colchón,lejosdesuedredóndeDisney.—Em...—Lasacudodelbrazocondelicadeza.Semueve,aunquenoabrelosojos.Vuelvoaintentarlo,peroprotesta:—Noooo.Se da la vuelta y hunde la cabeza en la almohada. Me ha salido

teatrera.—Cariño, es hora de levantarse. Auden se va a comer todos los

dulcesdePascuasino...Ydeunbrincoestáfueradelacama,elpelohechounamarañarubia.

Lotieneonduladocomoyoydensocomosumadre.—¡Noseatreverá!—proclamaponiéndoselaszapatillasdeandarpor

casaantesdesalirdisparadadelahabitación.Cuandolaalcanzo,estáabriendotodoslosarmariosdelacocina.—¡¿Dóndeestámicesta?!—chilla.Tessa se ríe y Auden desenvuelve con dedos torpes un huevo de

chocolate,quesemeteenteroenlaboca.Masticauninstanteyluegolaabredeltodo.Tessaseacercaylequitaunpequeñotrozodepapeldealuminiodela

lengua.Élsonríe,desdentado y lleno de chocolate. Se le cayó un incisivo la semana

pasadayestáparacomérseloconpatatas.Me burlo de su ceceo, es una de las ventajas de ser padre:

puedometermeconmishijostodoloquemeapetezca.Esunritodeiniciación.—¡Mamá!—lloriqueaEmerydesdeelarmariodelpasillo—.Papáha

escondidomicesta,

¿verdad?¡Poresonoconsigoencontrarla!Meríodeloexageradaquees.—Sí,laheescondidoyo.Esunaniñamuydulce,perotambiénmuyinsolenteyconopiniones

paratodoalatiernaedaddeonceaños.Poresonotienemuchosamigos.EmerysiguerebuscandoporlacasamientrasAudendevoralamitad

desucestadedulcesyesparcebriznasdecéspedartificialporelsuelo.—Tambiéntehanpuestountambor—ledigo.Élasienteconlabocallenadecaramelos.Noparecequeleinterese

nadaquenoestéhechodechocolate.

—Papá. —Emery entra en la cocina con las manos vacías—. Porfavor,¿podríasdecirmedónde

hasescondidomicesta?Melohaspuestomuydifícil,muchomásqueelañopasado.

Seacercaaltabureteenelqueestoysentadoyseabrazaamicintura.Esmuyaltaparasuedad,y

metomaportonto.—Porfavor...—mesuplica.—No engañas a nadie, jovencita. Te daré una pista, pero que sepas

queunabrazoyunavozdulceno bastan para sobornarme. Tienes que trabajar para ganarte las

cosas,¿recuerdas?Haceunmohínymeabrazaconmásfuerza.—Yalosé,papá—dicecontramipecho.SonríoantelanuevatácticaymiroaTessa,queobservaaEmerycon

recelo.—Está en un sitio al que nunca nunca vas.A donde va la ropa que

siempreteniegasaayudarnosadoblar.—Leacariciolaespaldayellasesueltademicuello.—¡La lavadora!—grita Auden, y Emery chilla de emoción. Corre

juntoasuhermanoyleacariciaelpelo.Élsonríe,felizcomounperrito,porelgestocariñosodesuhermana

mayor.

Antesdeunminuto,Emeryvuelvecorriendoalacocinaconsucesta,de la que caen pequeños huevos de chocolate.No les hace ni caso, estámuyocupadahurgandodentro.TessaselevantapararecogerlosyEmerynoparecemuyinteresadaenayudarasumadre.

Mihijasesientaenelsuelo,conlaspiernascruzadasylacestaenelregazo,yseechaalaboca

unpuñadodegominolasdecolores.MevuelvohaciaTessayAuden.Sumadrelohacogidoen

brazos, parece casi tan grande como ella. Los años han pasadovolandoynosécómoyo,un

gamberrodemediopelo,hetraídoalmundodosniñostanempáticosytranquilos.

Bueno, Emery tiene sus rabietas. Como cuando arrojó una plantacontralapared.Peronofueuna

situacióndifícilderesolver:lequitélapuertadesuhabitación.Yonojuegoalachorradaesadelniño

mimado enfadado con todo.No hay razones por las que deba estarenfadadacontansóloonceaños,

nohatenidolavidaquetuveyo.Tieneunospadresquelaadoranyquesiempreestáncuandolosnecesita.

Mishijossonmaravillosos.Tessayyosiempreestamosahíparaellos.Nohanvividounsolodía

sinunbeso,unabrazoyalmenosdos«tequiero»biencursis.Emerytienealgunasdelascosas

queseponendemodaentrelosniñospopularesdelcolegio.Noquieroquemishijosseancomoyo,

elniñoconloszapatosllenosdeagujeros. Quiero que sepan qué se siente al desear cosas como

juguetesydemás,yluegoenseñarleselmododeganárselashaciendogestossencillos,comodarbesosen

lamejilla,abrazosyregalarpalabrasamables.Deesonuncafaltaenestacasa.Cuandonacierondecidimosquenoibaasercomomipadre,comoninguno demis padres.Mis hijos iban a saberse queridos, jamás iban apensarque

estabansolosenelmundo.Elmundoesdemasiadograndeparaestarsolo,especialmenteparadospequeñosScott.

He puesto fin a la saga de padres penosos para no arruinar dos

pequeñasvidas.Antesdeunahora,EmeryestáK.O.enelsofá,conunapiernaenel

respaldoyunbrazocolgandodel asiento. Auden está en su sofá favorito. Se supone que es una

«miniatura»,aunqueocupamuchoespacio.PeroaunasíTessainsistióenquedárseloehizooídossordos

amisprotestas.Elsofáteníaunaotomanacarísimaajuego,quetambiénocupademasiadoespacio

paraeltamañodelquegozauna sala de estar en Brooklyn. No tuve ni voz ni voto con los

muebles, así que, aquí estoy, contemplando a mi pequeño de seis años,comatosode tantocomerdulces, con labarbillamanchadadechocolate.Separecemuchomásamíqueasumadre.

—Mira quémonos son—dice Tessa detrás demí. Parece agotada,conlamiradaapagadaylatez

pálida.Le rozo lamejilla con los labios, esperando devolverle el color a

besos.Suspira,meabrazaysusmanossecierranenmivientre.—¿Quéplanestienesparalasiesta?—pregunto.Siempreselasapaña

paraaprovecharhastaelúltimominutodelassiestas(cadavezmáscortas)delosniñospara

hacercosasproductivas.Estádemasiadoocupadaynomehacenicaso,asíquenohaynada

quehacer.Séquementalmenteestátachandoelementosdelalistadetareaspendientes.—Bueno...—dice con lentitud, y luego suelta a chorro—, llamar a

Feeporlodelatarta,decirleaPosey que compruebe los ramos... —y más cosas que no escucho

porqueleestoymetiendolamanoenlospantalones.Ellamemiraconatenciónmientrasdeshagoelnudodelcordelque

losmantieneensusitioyhundolosdedosensusbragas.—Nomedistraigas—protesta, pero su cuerpo sepegaalmíopara

sentirmáspresión.—Trabajasdemasiado—ledigoporenésimavezestasemana.Ella pone los ojos en blanco por enésima vez también. Luego me

cogeporlamuñecaysellevalamanoalpecho.—Diceelhombreque sepasadías enteros sindormir cuando tiene

unafechadeentrega.Hoyparecereceptivaaqueladistraiga,noeslonormal,peropormí

estupendo.Lesobolastetas,quesubenybajanensupecho.Gime,quieremásdemí.Yselovoya

dar.La cojo de lamano y entonces la llevo al pasillo. Camina deprisa,

ansiosaporllegaranuestrodormitorio.Enelmomentoenquecruzamosel umbral, cierra la puerta maciza con tanta fuerza que casi se cae elgigantesco retratode losniñosque cuelgade lapared.Cuandodijoquedeberíamoshacerlomeparecióunpoco fuera de lugar, pero aTessa leencantabalaideadetenerunaimagendenuestroshijosaquídeltamañodeuncartelpublicitario.Almenosmehizocasoenunacosa:locolgó

en la paredopuesta a la cama.Ni de coñavoy a estarmirandounaversiónabstractaencoloresneón

demishijosmientrasmefolloamimujer.Nihablar.—Venaquí—ledigoatrayéndolaamiregazo.Estoy sentado en el borde de nuestra cama de matrimonio. En los

últimosmeseslahemostenidoquecompartirdevezencuandoconnuestroshijos.Audenatravesó

unaetapaenlaqueteníapesadillas y yome pasaba las noches en vela preguntándome si lo

habíaheredadodemí.Mástardeletocó a Emery, que sintió celos de su hermano y comenzó a venir

pidiendoenvozbajaquelaprotegiéramosdelos«sueñosfeos»,aunqueyosabíaqueeramentira.

Hastasefrotabalosojosigualquecuandoteníaseisañosytodo.Lesgustabadormirconmamáaunladoypapáalotro.Eralaleche,enserio.—¿Hardin?—LavozdeTessaesdulceygrave,ysusojosmemiran

fijamente—.¿Enquéestáspensando?—pregunta. Sus dedos suben y bajan pormi abdomen y

mearañaunpoco.—En los niños, en cuando venían a dormir con nosotros. —Me

encojodehombrosysonrío.—Esoesunpoco raro—dicemeneando la cabeza.Pero sus labios

sonríen.—Sóloporqueestavezelqueestádistraídosoyyo,mivida.Lemuerdo lospezonescomopiedras,ygime.Lequito lablusa.La

prendacaealsueloyellaseapartaelpelodelacaraconunmovimientodelacabeza.Pareceuna

salvajecon lasmejillasencendidasy los labiosdecolor rosa, lamelenarubiaylamiradahambrienta.Recorroelencajedesusujetadornegroconlosdedos.Estamujersiempre lleva lossostenesdeencajemássexisdelplaneta.Metoundedobajolacopaylepellizcounpezón.

—Acuéstate,nena—leordeno.Ella se quita los pantalones y las bragas, los deja en el suelo y se

tumbaen lacama.Cogeunaalmohadayse laponedebajode lacabeza.Sus ojosme dicen lo que quiere con exactitud. Quiere que se lo coma.Últimamenteesloquemáslegusta.

Estácansada,agotadayleduelenlospies,asíquesóloquierequelamimen.Porsupuesto,

siempremecorresponde.Mimujermedevuelveelfavormetiéndosemipollahastalasamígdalas

cuando los niños nos dejan dormir hasta pasadas las siete de lamañana.Tessalevantalaspiernas,las

flexionay lasabre.Tengosusmuslos justoenfrente.Memuerdoellabioinferior,intentandosofocar

unjadeo.Estáempapada,brillantebajolaluzdeldormitorio,ycuandosetrata

deellanotengoautocontrol.Casimeabalanzoconlabocaabiertasobresupielsuaveyhúmeda.

Milenguadibujaunalínearectadeabajoarribaaltiempoquemislabiossuccionanconsuavidad.Tessamuevelascaderas,lasaprietacontramiboca.Metolosbrazos

pordebajodesusmuslosytirodeellahaciaelbordede lacama.Grita,unadorablesonidode

sorpresamezcladaconexcitación.Lalevantoporlasnalgasconlasmanosmientrasmibocaladevoray

ellagimeminombre,alternándolo con «sí», «no» y «Ay, Dios» más otras muchas

guarradas.Mechiflansusexclamacionesyquemedéánimos.Tienenelefecto

deconseguirqueletiemblenlas piernas, que se agarre a las sábanas.Ahorame está tirando del

pelo.Cómomepone.—Har-din...—Selequiebralavozyañadoundedoalaecuación.Se lo meto hasta el fondo y la vuelvo loca. Trazo círculos con la

lenguaensuclítoris,sinparardechupar, sinparardechupar.Saboreosucorrida,es lomásdulce

delmundo.Levantolacabezaparacogeraireylaapoyoensuvientremientras

ellarecobraelaliento.Medapequeños tironesdelpeloparaqueasciendaporsucuerpo.Todavía

latengoduracuandometumboencimadeella.Ahoramismo,loúnicoquefaltaportachardemilista

dedeseosynecesidades es sexo.Tessa lo sabe, por eso se levantade lacamayserestriegacontramí.

—¿Quieres que te folle? ¿No has tenido suficiente? —preguntofrotandolapollacontrasu

entrepierna.—Nunca tendré suficiente... —gimotea, y yo jadeo cuando me la

agarrayselametedentro.La penetro muy despacio y contemplo el placer que reflejan sus

facciones.Sustetasestánpegadasamipechoysusmuslosrodeanmicintura.—Más—suplica;quierequememuevadentrodeella.No hay problema, lo hago a buen ritmo.Me clava las uñas de una

manoenlaespaldayconlaotrametiradelpelo.Novoyadurarmucho.Nada.Notoqueseletensanlosmuslosyyovoyallegaralmismotiempo

queella.Unpardeembestidas más y nos derretimos juntos. Tessa sigue con los ojos

cerradosyyomedesplomosobresucuerpo.Mientrasmicorazón recupera su ritmonormal, contemploaTessa.

Tienelosojosgrisescerrados, la boca entreabierta, y me parece tan hermosa como el

primerdíaquelavi.Apenasrecuerdoelmuchachoqueeracuandolaconocí,perotodos

losdetallesdenuestravidajuntosmecorrenporlasvenascomounacanción.Esta mujer terca como una mula se niega a casarse legalmente

conmigo,peroesmimujeratodoslos efectos y la madre de mis preciosos hijos. Queremos tener al

menosunomás,cuandosutrabajolopermita.

Me pone un poco nervioso traer otro hijo al mundo. Siempre mepreocupocuandosequeda

embarazada.La responsabilidaddecriarunserhumanobuenoydecenteesalgo

quemetomomuyenserio,peroTessacargaconlamitadymeaseguraquesomosunospadres

fantásticos.Nosoycomomipadre.Lohagoamimanera.Nocabedudadeque he cometido errores, pero he cumplido mi condena y he sidoperdonado.Aunque no soy un hombre religioso, sé que tiene que haberalgomásgrande

queTessyqueyo.Mimundopasódenadaatodoyestoyorgullosodequiensoyahora.Meveoen

losojosdemishijosyoigomifelicidadensusrisas.Me siento orgulloso de poder ayudar a los adolescentes con

problemasquevivenenmibarriorecaudando fondos para el centro social. He conocido a miles de

personasquesesintieronconmovidas al leer mis palabras impresas. Luché durante muchos

añosparaguardármelotododentro, sin embargo, cuando lo dejé salir, mi corazón se abrió.

Habríasidomuyegoístapormipartenocompartirmisvivencias,noayudaraotrosadolescentesvíctimas

deadiccionesyconproblemaspsicológicos.Conlosañosheaprendidoanovivirenelpasado,sino

amirarsiemprehaciaelfuturo.

Soyconscientede lomanidoyde loñoñoqueparezco,peroesmiverdad.

Hevividodurante tanto tiempoen laoscuridadquequieroayudaraotrosaencontrarlaluz.

Hesidobendecidoconunafamiliaquenisiquieramehabríaatrevidoasoñar,ymishijosserán

muchomejoresdeloquelofuiyo.LacabezadeTessacaehaciaun ladoy,sindespertarla, leapartoel

pelodelacara.Hasidomipaz,mifuego,mialiento,midolory,apesardetodo,cadasegundo

hamerecidolapenaparaconseguirlavidaquetenemosahora.NoshicepasaraTessyamíuninfierno,perovivimosparacontarlo.

Despuésdetodo,hemosencontradonuestrapropiaversióndelcielo.

AGRADECIMIENTOS

Tengo la sensación de que los agradecimientos de este libro sonexactamentelosmismosquelosdel

anterior,porqueherecibidolaayudadelamismagentemaravillosa,asíque¡graciasatodos!

AdamWilson, una vezmás, gracias por todo tu esfuerzo.Aprendomuchodetiyagradezcotu

paciencia.Hemospublicadocinco libros (que,en realidad, tienen laextensióndediez)enunaño,y

esoesunaputalocura.Estoyansiosaporpublicarlospróximostres.KristinDwyer,ereslabomba,tía.Consiguesqueseaorganizada(en

lamedidadeloposible,yaque acabo de empezar a anotarme las fechas en el calendario).

¡Graciasportodo!Wattpad, gracias por seguir siendo mi base y por manteneros

orgánicosyproporcionaramillones de personas un lugar en el que hacer aquello quemás les

gusta.UrsulaUriarte,nopuedocreerqueaparecierasenmividacomouna

blogueraalaquelegustabanmislibrosyquetehayasconvertidoenunademismejores

amigas.Aunquesigosinsaberdeletreartunombre,eresfundamentalparamíyparaHardinyTessa.

Séquelosadorastantocomoyo,yesosignificamuchoparaellos.(¡Melohandicho!)Vilma y RK, os adoro y aprecio muchísimo vuestra amistad. Me

ayudasteisconlasdistintasfasesparaescribirestelibroyescuchasteismistemores.Osquiero.AshleighGardner,¡graciasporserlamejoramiga-agentequeexiste!Gracias a los correctores y al personal de producción que han

trabajadocontantaintensidadconunosplazostanajustados.

Ymuchísimasgraciasalpersonaldemiseditorialesenelextranjero,desdeloseditoreshastalos

publicistas. Soy consciente del empeño que ponéis en traducir ypromocionarmislibrosentodoel

planeta, y eso significa mucho para mí y para los lectores. Lo hepasadogenialvisitandotantísimos

lugaresyconociendoatantoslectoresdetodoelmundo.

Detrásdecadalibrohayunautorquehadedicadotodossussueños,tiempo y energía a crear una historia que guste a los lectores, que lesarranque una sonrisa y les haga soñar. Anna no es una excepción y enAnnaTodd confidencial podrás descubrir a la autora de la serieAfter yconocertodossussecretos.

Estamos seguras dequehay algunanovela que te hamarcado yqueleesunayotravez…

¡Soy una apasionada de la lectura! Cazadores de sombras. Losorígenes,deCassandraClareesmilibropreferido.¿Lohabéisleído?¡Oslorecomiendo!

…yalguna serieque te tiene enganchadaypegadaal sofá cadasemana…

¡¡Me encanta «Crónicas Vampíricas»!! Stefan, Elena y Damon sonbrutalesyelescalofriantetriángulo

amorosoquevivenmetiene...¡enganchadísima!Nomepierdoningúncapítulo.

…yunapelículaquehasvistocientosdevecesyquetesabesdememoria…

Algopararecordar,conMegRyanyTomHanks.Esunahistoriatantierna…Nomecansodeverla

unayotrayotrayotravez.

…yuncolor…

Verdementa.Esmicolor.

¿Cuálestucomidapreferida?¿Tegustacocinar?Siesasí,¿tienesalgúnplatoestrella?

¡Cocinar esmi pasión!Me atrevo con casi cualquier plato, pero loquemásmegustaeselpolloylos

dumplings,unosbollos rellenosdemanzanamuy típicosdeEstadosUnidos.¿Loshabéisprobado?

Situvierasqueescogerentreheladoygofre,¿quéelegirías?

¡Quépreguntamásfácil!¡Helado!Unbuenheladosolucionacasicualquiercosa.¡Jajaja!

¿Hasidoaalgúnconcierto?

¡Sí! He ido a algunos conciertos, ¡claro! Recuerdo con especialcariñolosdeOneDirectionyTheFray.Sinoloshabéisvistoendirecto,osanimoahacerlo.¡Noosdecepcionarán!

¿Cuálestucanciónfavorita?

¿Tengoqueescogersólouna?MequedoconBloodBankdeBonIver.¿LaconocéisenEspaña?BuscadlaenYouTube.¡Seguroqueosgustarátantocomoamí!

Aparte deOne Direction, ¿eres fan de algún otro grupo? ¿Quéotramúsicaescuchas?

La verdad es que no escuchomuchos grupos. Prefiero los solistasquecomponencancioneslentas.En

mireproductorsiemprehayalgunacancióndeTheFray,BonIveryEdSheeran.¡Ytambiénadoroa

TaylorSwift!

Cuéntanoseldíamásfelizdetuvida.

Uf…Tengotantos,que¡nosécuálescoger!Perovoyadecireldíaquemeconfirmaronqueteníaun

contrato para publicar mi libro. Por lo menos es uno de los másfelicesdelúltimoaño.

Hastrabajadodevendedoradeproductosdebelleza.¿Cuálestusecretodebelleza?¿Ytu

imprescindible?, aquel producto que toda chica debería llevarsiempreenelbolso.

Chicas,hacedmecaso:todas,absolutamentetodas,deberíamosllevarsiemprecremadecacaooun

gloss en el bolso.Y usadlo tantas veces como queráis.Os sentiréissexisyatractivasyvuestroslabios

osloagradecerán.

Osrecomiendounodemissecretosdebelleza:despuésdelimpiarosbien la cara, utilizad plátano triturado comomáscara facial. ¡La piel osquedaráperfectayossentiréismuybien!

Imagínatequepudieraspedirunúnicodeseo.¿Quépedirías?

Que todo el mundo sea feliz consigo mismo. Eso es lo másimportante:serfelizconunomismo.Yes

loquepediríaparatod@s.

Si tuvieras que quedarte con un solo sentido, ¿con cuál tequedaríasyporqué?

¡Wow! Dudo entre la vista y el oído… Déjame unos minutos…Mmmm.¡Quédifícil!

Yaestá.Aunquesineloídonohaymúsica,elijolavista,porquehaytantascosasbonitasparaveren

el mundo… Sí, sin duda. La vista sería el sentido con el que me

quedaría.

Si pudieras elegir una época en la que vivir (años treinta, añoscincuenta…),¿cuálsería?

¡Éstaes fácil!Meencantaríaviviren laAméricade losañosveinte.Losvestidoseranmaravillososy

las mujeres lucharon para hacerse fuertes e influyentes. Fue unaépocaincreíble.Ojaláhubiera

podidovivirla…

SinovivierasenEstadosUnidos,¿dóndetegustaríavivir?¿Porqué?

CreoqueenCanadá.Torontoesunaciudadquemegustamuchísimo,yestámuycercadeEstadosUnidos.

Tras tu visita por España, ¿qué te parece nuestro país? ¿Loconocías?¿Quéesloquemásteha

sorprendido?¿Yloquemástehagustado?

¡Españaestantantanbonita!Mechiflanelidiomaylagente.Nuncahabía estado y fue una experiencia inolvidable. Vosotros, mis lector@sespañol@s,soistancariños@s…

¡Fuemuydivertidodescubrir queponéis una rodajade limónen laCoca-Cola!Estoesloquemásme

sorprendió.¡Jajaja!

Aunquesuenea tópico, lacomidaespañolaes ¡riquísima,muymuybuena!Ylorepitounavezmás:

sois todosestupendos,cariñososyencantadores. ¡GraciasporhacerdemivisitaaEspañauna

experienciaúnicaeimborrable!

Cuando eras pequeña, ¿ya querías ser escritora? ¿O queríasdedicarteaotraprofesión?

Primero soñé que llegaría a ser profesora; luego, enfermera ocientífica…Peroheacabadosiendo

escritora.Noestánadamal,¿verdad?

¿Quéaconsejaríasaunjovenquequiereserescritor?

Quenuncaabandone.Dehecho,nuncanuncanuncanuncaosdéisporvencidosalahoradeperseguir

vuestro sueño. Tomadme amí de ejemplo: hace dos años no habíapublicadonaday¡miradmeahora!

Empecé sin lectores ni seguidores, igual que cualquier joven quequiereserescritor…

Si de verdad queréis algo, id a por ello, luchad por ello. Todo esposibleenlavida,siempreycuando

unotrabajeduroyhagaloquerealmenteleapasiona.

¿Teinspirasenlavidarealparaescribirtushistorias?

Enciertomodosí,meinspiroenlavidareal,perolamayoríadelascosasqueescribosonficción.

Estáclaroquehaypersonasenmividaquemeinspiraronalahoradeescribiralgunosde lospersonajesdeAfter, pero tengoquemantenersusnombresensecreto…

Suponemos que tienes algún ritual a la hora de escribir. ¿Noscuentasquésecueceenel

backofficedelaAnnaToddescritora?

No tengo muchos rituales a la hora de sentarme a escribir,sinceramente…Perosíquehayalgoque

nunca faltamientrasescribo:música.Lamúsicaesunaconstanteenmivida.Nopuedovivirsinella.

¿QuéteinspiróalahoradeescribirAfter?

Yo soy una gran lectora. En esa época leía mucho y buscaba algodiferente,quemeenganchara.

Queríaescribirunahistoriaquetuvieratodoslosingredientesquemegustancomolectora.Ycreo

queconAfter loheconseguido.Esperoquevosotr@spenséis igualqueyo.

¿CómotedecidisteporeltítulodeAfter?

Queríaqueeltítulofueraunasolapalabra.Esoloteníaclarodesdeelprincipio.Ylaprimeravezque

loescribí lohicepensandoenqueTessacambiadespuésdeHardin.Pero, ya veis, al final de la historia ha acabado siendo al revés. (Ups,¡esperoquemirespuestanohayasidounspoiler!)

¿TeesperabaseléxitodeAfter?

¡Paranada!Escribir siempremehagustado,esmihobbyydisfrutémuchoescribiendoAfter,perono

mepodíaimaginarquepudierallegaratenertantoéxito.Entreotrascosas,porqueloescribíapara

mí.Hasidoalgoincreíbleymuymuymuygratificante.

¿Es duro escribir las partes más tristes de una novela? ¿HaslloradoalescribirAfter?

Escribir las partes tristes de una novela es lomás duro, porque lovivesenprimerapersona.Hardiny

Tessamehanhecho llorarmucho,pero losquiero tantoquenomeimportahaberlohecho.

Afterllegaráalagranpantalla.¡Seguroqueestásemocionadísima!¿Haspensadoquéactorestegustaríaque interpretaranaHardinyaTessa?

¡Sí! ¡Y estoy encantada con ello! Confío plenamente en losproductoresyséqueellosescogeránalos

actoresperfectosparaencarnaraHardinyaTessa.AunqueamímeencantanDouglasBoothe

IndianaEvans.¡Jajaja!

YtraselenormeéxitoquehatenidoAfter,¿quéotrosproyectostienesenmente?

Osdoyunaprimicia: tengoya tres libros enmente, peronopuedoadelantarnadamás.

¿TegustamásescribirdesdeelpuntodevistadeHardinodesdeeldeTessa?

Los amo con locura a los dos, pero, sinceramente, me gusta másescribirdesdeelpuntodevistade

Hardin.Esmuyinteresanteestarenlacabezadeestechicomalo.

El primer amor nunca se olvida. ¿Cuándo te enamoraste tú porprimeravez?

Alosdieciséismeenamoréporprimeravezdeunchicoque…hoyesmimarido.

¿Creesenlasalmasgemelas?

¡¡Estoyseguradequelasalmasgemelasexisten!!Aunquetambiénesciertoqueelamorylas

relaciones requieren mucho trabajo, mucha comprensión y muchapaciencia.

Túencontrastea la tuyaenel institutoyya llevasunoscuantosañoscasada.¿Cuáleselsecreto

paraqueunarelacióndure?¿Nosdasalgúnconsejo?

No sé el secreto para que una relación dure, pero sí sé que esimportantecrecerjuntosyquecadauno

sigasiendocomoes.Tienesqueconfiarentuparejayamarla,pero

tambiéntenermomentosparatiytusamigos.Noteolvidesnuncadeconservartuindependencia.

Todashemoscometidoalgunalocuraporamor.Explícanosalgunadelasquehayashechotú.

¿Mimayor locura?¡Mecaséa losdieciocho!Nohaymayor locuraporamorqueésta,¿nocreéis?

¡Jajaja!

¿Eresdelasquecreenenelamorinfinito?

¡Por supuesto!Y no sólo en las novelas. Tod@s podemos vivir unamorcomoeldeTessayHardin.

¿Quéesloquemástegustadeunchico?

Mmmm.Megustalahonestidadyelsentidodelhumor.Yquetengalasuficiente seguridad en símismocomoparaqueno le afecte lo que losotrospiensendeél.Ah,¡yquehagaeltonto,igualquelohagoyo!

¿Loharíastodoporamor?

Poramorloharíatodo,sí.Siempreycuandonohagadañoanadie,¡claro!Ésteseríamilímite.

Tessaesdelasquepiensanquetodosepuedeperdonar.Ytú,¿quéopinas?

En esto, Tessa y yo nos parecemos: yo también creo que todo sepuedeperdonar,siemprequelapersonaaprendadesuserrores.

¿Quéhasperdonadoporamor?

Afortunadamentelascosasquehetenidoqueperdonarsonpequeñasypocoimportantes.Comono

ponerunabolsadebasuranuevaycosasasí.¡Jajaja!

¿Perdonaríasunainfidelidad?

No creo que pudiera perdonar una infidelidad. Pero no juzgo a laspersonasquesísoncapacesdehacerlo.

¿Cuálessontusarmasdeseducción?

Nohaynadamásseductorqueunacenarománticaconunbuenvinoyterminarconunbuenmasaje.

¡Demomentoesteplansiempremehafuncionado!

ATessa lahemosvistovistiendoropa interiorbásicayropamássexi.Ytú,Anna,¿eresdelasque

llevanencajeono?

¡Meencantaelencaje!Tener ropa interiorbonitayconencajehacequetesientassexi,aunquenola

veanadiemásquetú…Cómprateunconjuntonuevoycompruébalotúmisma.

AFTERLahistoriadeunamorinfinito

Aquíempiezatodo

AFTER.ENMILPEDAZOS

¿Sepuedeperdonartodo?

AFTER.ALMASPERDIDAS

¿Essuficienteelamorparaestarjuntos?

AFTER.AMORINFINITO

Nosédequéestánhechas lasalmas,pero lamíay la suyasonunasola.

After.Antesdeella(SerieAfter0)AnnaTodd

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni suincorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquierforma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, porfotocopia, por grabación u otrosmétodos, sin el permiso previo y porescrito del editor.La infracciónde los derechosmencionadospuede serconstitutivadedelitocontralapropiedadintelectual(Art.270ysiguientesdelCódigoPenal).

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PuedecontactarconCEDROatravésdelawebwww.conlicencia.comoporteléfonoenel917021970/932720447.

Títulooriginal:Before

Diseñodelaportada,DepartamentodeArteyDiseño.ÁreaEditorialGrupoPlaneta©delafotografíadelaportada,DaniRodríguez–AgeFotostocky

TetraImages–GettyImages

©AnnaTodd,2015LaautoraestárepresentadaporWattpad.Publicado de acuerdo con el editor original, Gallery Books, una

divisióndeSimon&Schuster,Inc.©delatraducción,TraduccionesImposibles,2015©EditorialPlaneta,S.A.,2015Avda.Diagonal,662-664,08034Barcelona(España)www.editorial.planeta.eswww.planetadelibros.com

Canciones del interior: pág. 104: ©War Pigs, 2013 Blue ParadiseRecords, interpretada por Black Sabbath pág. 457:©BloodBank, 2009Jagjaguwar,interpretadaporBonIver

Primeraediciónenlibroelectrónico(epub):noviembrede2015

ISBN:978-84-08-14869-2(epub)

Conversiónalibroelectrónico:Àtona-VictorIgual,S.L.www.victorigual.com

DocumentOutline

AplicaciónserieAFTERÍndicePortadillaPlaylistdehessaDedicatoriaParteuno.ANTES

Depequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPH

Partedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTE

VEINTIUNOVEINTIDÓSVEINTITRÉS

Partetres.DESPUÉSAlfinseestabaconvirtiendoenelhombre...ZEDLANDONCHRISTIANSMITHHESSAHESSA

AGRADECIMIENTOSConectaconAnnaTolddenWattpadConfidencialPersonalEscritoraElarmorCréditos

TableofContentsAplicaciónserieAFTERPortadillaPlaylistdehessaDedicatoriaParteuno.ANTESDepequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPHPartedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTEVEINTIUNO

VEINTIDÓSVEINTITRÉSPartetres.DESPUÉSAlfinseestabaconvirtiendoenelhombre...ZEDLANDONCHRISTIANSMITHHESSAAGRADECIMIENTOSConectaconAnnaTolddenWattpadConfidencialPersonalEscritoraElarmorCréditosÍndice