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Parteuno.ANTESDepequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPH
Partedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTE
VEINTIUNOVEINTIDÓSVEINTITRÉS
Partetres.DESPUÉSAlfinseestabaconvirtiendoenelhombre...ZEDLANDONCHRISTIANSMITHHESSAHESSA
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Playlistdehessa
NeverSayNeverdeTheFrayDemonsdeImagineDragonsPoison&WinedeTheCivilWarsI’maMessdeEdSheeranRobbersdeThe1975ChangeYourTicketdeOneDirectionTheHillsdeTheWeekndInMyVeinsdeAndrewBelleEndlesslydeTheCabColorsdeHalseyBeautifulDisasterdeKellyClarksonLetHerGodePassengerSaySomethingdeAGreatBigWorld,conChristinaAguileraAllYouEverdeHunterHayesBloodBankdeBonIverNightChangesdeOneDirectionADropintheOceandeRonPopeHeartbreakWarfaredeJohnMayerBeautifulDisasterdeJonMcLaughlinThroughtheDarkdeOneDirectionShiverdeColdplayAllIWantdeKodalineBreatheMedeSia
Paramismagníficoslectores,quemeinspiranmuchomásdeloquepuedanllegaraimaginarParteuno
ANTES
Depequeño,elniñosoñabaconquéseríademayor.Quizá policía, o profesor. Vance, el amigo de mamá, trabajaba
leyendolibros,yesoparecíadivertido. Pero el chico dudaba de su capacidad; no tenía aptitudes.
NosabíacantarcomoJoss,unniñodesuclase.NosabíasumaryrestarnúmeroslargoscomoAngela.Apenaseracapazdehablardelantedesuscompañeros, a diferencia del dicharachero Calvin. Con lo único quedisfrutabaeraleyendopáginasypáginasdesuslibros.Esperabaansiosoaque Vance se los llevara, lo que solía ser una vez a la semana, enocasiones más, otras menos. Había épocas en las que no aparecía, yentonces
seaburríay releía laspáginasgastadasdesusobras favoritas.Peroaprendióaconfiarenqueaquel
hombretansimpáticosiempreacabaríavolviendo,libroenmano.Yelniñocrecíaysevolvíacada
vezmásinteligente,unosdoscentímetrosyunlibronuevocadadossemanas.
Suspadres fueroncambiandocon las estaciones.Supadrecadavezgritabamásyteníapeor
aspecto; su madre estaba cada vez más cansada y sus sollozosinundabanelsilenciodelanocheyse
volvían cada vez más intensos. El olor a tabaco y a cosas peoresempezóafiltrarseenlasparedesde
la pequeña casa. Los platos sucios se desbordaban de la pila de lacocina, y el aliento de su padre apestaba a whisky. Con el paso de losmeses,enocasionesinclusollegabaaolvidarporcompletoelaspectoqueteníasupadre.
Vanceacudíacadavezconmásfrecuencia,yélapenasreparóenelmodoenquelosgemidosde
su madre se transformaron por las noches. Había hecho amigos.Bueno,unamigo.Eseamigose
trasladóaotrolugaryyanosemolestóenhacerotrosnuevos.Sentíaquenolosnecesitaba,noleimportabaestarsolo.
Loshombresquesepresentaronensucasaaquellanochecambiaronalgoenlomásprofundode
su ser. Presenciar lo que le sucedió a su madre lo endureció; lotransformóenunapersonacargada
de ira, y su padre se convirtió en un extraño para él. Poco tiempodespués, aquél dejó de aparecer tambaleándose por la minúscula ymugrientacasa.Desapareciódelmapa,yelchicosintióalivio.Seacabóelwhisky.Seacabaron losmueblesrotosy losagujerosen lasparedes.Loúnicoquedejóatrás
fueaunhijosinunpadreyunsalónllenodepaquetesdecigarrillosmediovacíos.
El muchacho detestaba el sabor que le dejaba el tabaco, pero leencantabaelmodoenqueelhumo
inundaba sus pulmones y le robaba el aliento.Acabó fumándoselostodos,ydespuéscomprómás.
Hizoamigos, si sepodía llamaramigos a ungrupodedelincuentesrebeldes que le causabanmás problemas que otra cosa. Empezó a salirhastatarde,ylasmentirijillaspiadosasylasbromasinofensivasdelgrupodeadolescentesfuriososacabaríantransformándoseenactosmásgraves.Seconvirtieronenalgomásoscuro,algoquetodossabíanqueestabamal,enelsentidomásprofundo
delapalabra,peropensabanquesóloseestabandivirtiendo.Creíanqueteníantodoelderechodelmundoacomportarseasí,yeranincapacesdenegarseelsubidóndeadrenalinaquelescausabaelpoderquesentían.Tras cada inocencia que robaban, sus pulsos latían conmás arrogancia,conmásseddecausardolorymenoslímites.
Este chico seguía siendo el más blando de todos ellos, pero habíaperdidolaconcienciaqueensu
díalohizosoñarconserbomberooprofesor.Larelaciónqueestabadesarrollandoconlasmujeres
no era la habitual. Ansiaba su contacto, pero se protegía contracualquiertipodeconexiónemocional.
Estoincluíaasumadre,aquienhabíadejadodedecirlehastaelmássimple«tequiero».Apenasla
veía.Sepasabalamayorpartedeltiempoenlacalle,ysucasapasóaser sóloel sitioenelque recibíapaquetesdevezencuando, en losqueaparecíaunadireccióndelestadodeWashingtonescritabajoelnombredeVancecomoremitente.
Vancetambiénlohabíaabandonado.Laschicassefijabanenél.Seabalanzabansobreél, leclavabansus
largasuñasdejándolemedialunasmarcadasenlosbrazosmientraséllesmentía,lasbesaba
yselastiraba.Despuésdepracticarelsexo,lamayoríadeellasintentabanrodearloconlosbrazos,peroéllasapartabaylesnegabasusbesosysuscaricias.Encasitodaslasocasionesselargabaantesdequeellashubiesenrecobrado el aliento. Se pasaba los días y las noches colocado en elcallejón de detrás de la licorería o en la tienda del padre de Mark,malgastando su vida. Robaba botellas de alcohol, grababa vídeosmanteniendo relaciones sexuales y humillaba a chicas ingenuas. Habíadejadodesentiremocionesmásalládelaarroganciaylarabia.
Alfinal,sumadredijobasta.Yanoteníanidineronipacienciaparalidiarconsucomportamiento
destructivo.AsupadrelehabíanhechounaofertadetrabajoenunauniversidaddeEstadosUnidos.
EnWashington,concretamente,elestadoenelquevivíaVance,enlamismaciudad,incluso.Elbueno
yelmalojuntosenelmismolugarunavezmás.Su madre creía que no la estaba escuchando cuando habló con su
padresobreenviarloallí.Alparecer,elviejosehabíadesintoxicado,aunqueélnoestabaseguro.
Nunca lo estaría.Además, se había echado novia, unamujer a la que letenía celos, ya que ella podía ver lo bueno de su nueva faceta; podíacompartirlascomidassobriasylaspalabrasamablesdelasqueélnuncadisfrutó.
Cuandollegóalauniversidad,semudóaunacasadefraternidad.Lohizosóloporfastidiarasu
viejopero,aunquenolegustabaellugar,encuantotrasladósuscajasaesahabitaciónconuntamaño
bastantedecentequeseríasólosuya,sintióunaespeciedealivio.El
dormitorioeraeldobledegrandequeelqueteníaenHampstead.Noteníaagujeros en las paredes y no había bichos reptando por los lavabos delcuartodebaño.Porfinteníaunlugarenelquecolocartodossuslibros.
Al principio se pasaba el tiempo solo y no se molestó en haceramigos.Supandillasefue
juntando poco a poco, y con ella volvió a caer en el mismocomportamientooscuro.
ConocióaldobledeMark,asuversiónestadounidense,yesolohizopensarqueasíeracomose
suponíaque teníaque ser elmundo.Empezó a aceptar que siempreestaríasolo.Seledababienhacer
daño a la gente. Hirió a otra chica, como a la anterior, y volvió asentiresatormentaeléctricaqueascendíaydescendíaporsuespaldayqueamenazabacondestruirsuvidaconsufuriosaenergía.
Empezóabebertantocomosupadrelohabíahechoensudía,cosaqueloconvirtióenelpeordelos
hipócritas.Pero le daba igual; apenas era capaz de notar sensación alguna, y
teníaamigosqueloayudabanaolvidarelhechodequenoteníanadaauténticoenlavida.Nadaimportaba.Nisiquieralaschicasqueintentabanllegarhastaél.
NATALIE
Cuandoconocióaesachicadeojosazulesycabellooscurosupoqueestabaahíparaponerloapruebadeunmododistinto.Erabuena,elalmamásnoblequehabíaconocidohastaelmomento...,yestabaperdidamenteenamoradadeél.
Sacó a la pobre ingenua de su vida perfecta y la arrastró hasta unmundo oscuro y sórdido para después abandonarla a su suerte en aquelambiente que le era completamente ajeno. Su crueldad hizo de ella unamarginada.Primerolarepudiósuiglesiaydespuéssufamilia.Lascríticaseranduras,losrumoresseextendíandebeataenbeata,ysufamilianoseportómuchomejor.Sequedósola,ycometióelerrordeconfiarenqueéleramásdeloqueeracapazdeser.
Lo que le hizo a esa chica fue la gota que colmó el vaso para sumadre,demodoqueloenvióaEstadosUnidos,alestadodeWashington,con su supuesto padre. Su manera de tratar a Natalie lo exilió de suLondresnatal.Alfinalhabíaconseguidoquelasoledadquehabíasentidotodoesetiemposehicierarealidad.
Hoy los bancos de la iglesia están repletos de feligreses que hanacudidoarezarenestacalurosatardedejulio.Todaslassemanasvienelamismagente,yconozcolosnombresylosapellidosdetodosellos.
Mifamiliayyovivimoscomoreyesaquí,enunadelasciudadesmáspequeñasdeJesús.
Mihermanapequeña,Cecily,estásentadaamiladoenprimerafila,tirandoconsusdeditosdeunasastillasdelviejobancodemadera.Acabandeconcederleuna subvenciónanuestraparroquiapara renovarpartedelos interiores, y nuestro grupo de juventudes ha estado ayudando arecoger materiales donados por la comunidad. Esta semana, nuestramisiónesconseguirpinturaparapintarlosbancos.Mehepasadolatardeyendodeunaferreteríaaotrapidiendodonaciones.
Comopara subrayar el fracasoque siento con respecto a esa tarea,oigounlevechasquidoy,
cuandomevuelvo,veoqueCecilyhaarrancadountrocitodemaderadesuasiento.Tienelasuñaspintadasderosa,ajuegoconellazoqueluceensucabellocastañooscuro,pero¡madremía,quédestructivaes!
—Cecily,arreglaremoslosbancoslasemanaqueviene.Estatequieta.—Lecojosusmanoscon
suavidad y hace pucheritos—. ¿Quieres ayudarnos a pintarlos paraquevuelvanaestarbonitos?
Le sonrío; ella me responde con su adorable sonrisa mellada yasienteconlacabeza.Susrizos
rebotanconcadaunodesusmovimientos,paraorgullodemimadre,queseloshahechoconlaplanchaestamañana.
El pastor casi ha terminado con el sermón, y mis padres estáncogidosdelamanomirandohacia
elfrentedelapequeñaiglesia.Elsudorsehaestadoacumulandoenmicuelloysuspegajosasgotas
desciendenpormiespaldamientrasoigodefondosuspalabrassobreelpecadoyelsufrimiento.
Hacetantocaloraquídentroqueelmaquillajedemimadreempiezaarelucir en sugargantay a correrse alrededorde susojos.Sin embargo,ésta debería ser nuestra última semana de padecer sin el aireacondicionado.O,almenos,esoespero;delocontrario,hastaesposiblequefinjaestarenferma
paraevitarestehorno.Cuando termina la misa, mi madre se levanta para hablar con la
mujerdelpastor.Laadmiramucho, demasiado, diría yo. Pauline, la primera dama de nuestra
iglesia,esunaseñoraduraymuypocoempática,demodoqueentiendoporquéamimadre le llama
tantolaatención.Saludo a Thomas con la mano, el único chico de mi edad de las
juventudes.Medevuelveelsaludomientrassiguelafiladepersonasquesalendelaiglesiacontodasu
familia.Listapararespirarunpocodeaire fresco,me levantoymeseco lasmanosenmivestido
azulpastel.—¿PuedesllevaraCecilyalcoche?—mepreguntamipadreconuna
sonrisacómplice.
Sedisponeaintentarquemimadredejedeparlotear,comotodoslosdomingos.Esunadeesas
mujeres que siguen hablando y hablando después de habersedespedidounastresveces.
Nome parezco a ella en ese sentido. En eso he salido ami padre,cuyasescasaspalabrassuelen
estarcargadasdeunenormesignificado.Yséquemipadresesienteorgullosodelascosasquehe
heredado de él, desde su discreto comportamiento hasta nuestrosrasgosmásevidentes:elpelo
oscuro,losojosazulpálidoylaaltura.O,másbien,lafaltadeella.Apenasmedimosunmetrosesentaysiete,aunqueéles ligeramentemásaltoqueyo.MamásiemprebromeaconqueCecilynospasaráencuantocumplalosdiez.
Asientoycojoamihermanadelamano.Caminamásrápidoqueyo,yelentusiasmodela
juventud la hace apresurarse entre el pequeño grupo de feligreses.Quiero tirar de ella para que espere, pero se vuelve hacia míofreciéndomelamejordesussonrisasynopuedoevitarseguirla.
Echamosacorrerporlaescalerahastaelpatio.Cecilyesquivaaunaparejadeancianos,ymeechoa
reír cuando da un gritito, a punto de chocar con Tyler Kenton, elchicomástraviesodelaparroquia.
Elsolbrilla,sientoelairedensoenmispulmonesycorrocadavezmásrápido,siguiéndola,hasta
quetropiezaycaesobreelcésped.Mearrodilloparacomprobarqueestábien,meinclinosobreella
yleapartoelpelodelacara.Ensusojos,laslágrimasamenazanconbrotar,yellabioinferiorletiemblaconviolencia.
—El vestido... —Se palpa el vestido blanco mirando las verdesmanchasdecéspedenlatela—.
¡Se ha estropeado!—exclama, y se cubre el rostro con lasmanitassucias.
Se lasapartoyse lascolocosobresuregazo.Sonríoy ledigoconvozsuave:
—Nosehaestropeado.Sepuedelavar,cariño.Pasoeldedopulgarporsupárpadoinferiorparasecarleunalágrima
quepretendíadescenderporsumejilla.Ellasesorbelosmocos,dudandosicreermeono.—Pasamuchasveces;amímehapasadoporlomenostreintaveces
—legarantizo,aunqueesmentira.Lascomisurasdesuslabiossecurvanhaciaarribayseesfuerzapor
nosonreír.—Noesverdad—respondeamimentirijilla.Laabrazoytirodeellaparalevantarla.Echounvistazoasuspálidas
extremidadesparaasegurarmedequeno tienenada.Está intacta.Continúo rodeándola
conelbrazomientrascaminamosporelpatiodelaiglesiaendirecciónalaparcamiento.Mispadresse
aproximandesdeesadirección.Élporfinhaconseguidocortarloschismorreosdemimadre.Durante el trayecto a casa, me acomodo en el asiento trasero con
Cecilyydibujamospequeñasmariposas en su cuaderno de colorear favorito mientras mi padre
hablaconmimadresobreelproblemaquehemostenidoúltimamenteconunmapachequehurga
ennuestrocontenedordelabasura. Mi padre deja el coche en marcha cuando estaciona en el
acceso.Cecilymedaunbesitorápidoenlamejillaysaledelvehículo.Yotambiénsalgo,abrazoamimadreyrecibounbesodemipadreantesdeocuparelasientodelconductor.
Mipadrememira.—Ve con cuidado, bichito.Con el día tan bueno que hace hoy, hay
muchagenteporahí—dicehaciendoviseraconlamanoparacubrirselosojosentornadosporla
luz.Es el díamás soleado que hemos tenido en Hampstead desde hace
tiempo.Hahechocalor,perosolno.Asientoyleprometoqueestarébien.Esperoasalirdelbarrioparacambiar laemisoraderadio.Suboel
volumenycantotodaslascancionesqueponendecaminoalcentrodelaciudad. Mi objetivo es conseguir que las tres tiendas que voy a visitardonen trescubosdepinturacadauna.Meconformoconquedonenuno,
peromi objetivo es que sean tres para que haya suficiente para pintarlotodobien.
Laprimeratienda,Mark’sPaintandSupply,esfamosaporserlamásbaratadelaciudad.Mark,el
propietario,gozademuybuenareputación,ytengomuchasganasdeconocerlo.Estacionoenel
parking, que está casi vacío.Aparte delmío, sólo hay un coche deestiloclásicopintadoderojomanzanadecarameloyunmonovolumen.Eledificio es viejo, compuesto de tablones demadera y yeso inestable. Elcartelestá torcido,y la«M»apenas se lee.Lapuertademaderacrujealabrirsey
hace sonar una campanilla. Un gato salta de una caja de cartón yaterrizaamispies.Acaricioalabola
depeloduranteuninstanteyluegomedirijoalmostrador.El interior de la tienda está tan descuidado como el exterior y, con
todollenodetrastos,enunprincipionoveoalchicoqueestádepietrasél.Supresenciamecogeunpocoporsorpresa.Esaltoydeespaldaancha.Pareceeltípicoquellevaañoshaciendodeporte.
—¿Mark...?—digoesforzándomeporrecordarsuapellido.TodoelmundolollamaMarkasecas.—Marksoyyo—replicaunavozpordetrásdelchicoatlético.Meinclinounpocohaciaunladoyveoaotrochicovestidotodode
negrosentadoenunasilla.Noestancorpulentocomoelprimero,perolapresenciaqueemana
esmuchomásimponente.Tieneelpelooscuro,largoporlosladosyconunaespeciedeflequilloque
lecaehaciaunladodelafrente.Susbrazosestánrepletosdetatuajesdesperdigadosaquíyalláenun
mardepielbronceada.Lostatuajesnomevanmuchopero,enlugardejuzgarlo,enloúnico
quepiensoesenlomorenoqueestátodoelmundomenosyoesteverano.—Nolehagascaso.Soyyo—diceunaterceravoz.Me vuelvo hacia el otro lado del primer chico y descubro a un
tercero demediana estatura, de constitución delgada y con el pelomuyrapado.
—Bueno,soyMarkhijo.Sibuscasamiviejo,hoynoestá.
Éste también tiene algunos tatuajes, aunque los suyos son másdiscretosquelosdelchicode
cabello alborotado, y también lleva un piercing en la ceja. Meacuerdo de cuando dije en casa que quería hacerme un piercing en elombligoy,adíadehoy,aúnmeríoalrecordarcómoseescandalizaron.
—Éste es elmejor de los dosMarks—interviene el chicodel peloalborotadoconsuvoz
profundaygrave.Sonríe y, al hacerlo, dos preciosos hoyuelos se dibujan en sus
mejillas.Meríoalimaginarqueesonoesenabsolutoverdad.—Lodudomucho—bromeo.Todosseechanareír,yMarkhijoseacercaconunasonrisaenlos
labios.El chico de la silla se levanta. Es tan alto que su presencia se
intensificatodavíamás.Seaproximaymesientoaúnmáspequeñaasulado.Surostroesfuerteyatractivo,
conunmentónafilado,unaspestañas oscuras y unas cejas pobladas. Tiene la nariz fina y los
labiosdeunrosaclaro.Mequedomirándolo,yélamí.—¿Buscabasamipadreporalgo?—preguntaMark.Alverquenorespondodeinmediato,Markyelatletasenosquedan
mirando.Vuelvoenmíalinstantey,algoavergonzadadequemehayanpillado
mirando,iniciomidiscurso:—Vengode la iglesiabautista deHampsteadymepreguntaba si os
gustaríadonarnospinturaoalgunos materiales. Estamos remodelando la iglesia y necesitamos
donativos...Medetengoporqueelchicoencantadordeloslabiosrosaempiezaa
susurrarlesalgoasusamigosenunavoz tanbajaquenopuedooír loquedice.Entonces
paran,ytodosmemiranalavez;tressonrisasenfila.Markeselprimeroenhablar.
—Porsupuestoquesí—dice.Alsonreírmerecuerdaaunaespeciedefelino,nosabríadecirpor
qué.Ledevuelvolasonrisayempiezoadarlelasgracias.Entoncessevuelvehaciasuamigo,eldelbarcogigantetatuadoenel
bíceps.—Hardin,¿cuántaslatashayahí?«¿Hardin?»Quénombretanraro.Nolohabíaoídonunca.Lasmangasde lacamisetanegradel talHardinapenas lecubren la
mitaddelbarcodemadera.Esmuy bonito: los detalles y las sombras están muy conseguidos.
Cuandolevantolavistaparamirarloala cara,me detengo un instante en sus labios y siento el calor que
invade mis mejillas. Me está mirando directamente, observando cómoanalizosurostro.VeoqueMarkyHardinestablecencontactovisual,peronoconsigodistinguirloqueelprimerolearticula.
—¿Ysihacemosun trato?—diceMark, señalandoaHardinconungestodelacabeza.
Estoprometeserinteresante.EltalHardinparecedivertido;unpocoraro,perohastaelmomento
megusta.—¿Cuál?
Me enrosco las puntas del pelo en el dedo y espero. Hardin siguemirándome.Escomosiocultara
algo.Losientodesdeelotroladodelapequeñatienda.Tengomuchacuriosidadporestechicoquese
está esforzando tanto en dar esa imagen de duro.Me horrorizo alpreguntarmequépensaríanmispadresycómoreaccionaríansiaparecieraencasaconél.Mimadrecreequelostatuajesloshaceeldemonio,peronosé.Nomeapasionan,aunqueconsideroquepuedenserunaformade
autoexpresióny,sinduda,siemprehaybellezaenalgoasí.Markserascaelmentónimberbe.—SiaccedesatenerdoscitasconmiamigoHardin,aquípresente,te
darécuarentalitrosdepintura.MiroaHardin,quemeobservaconuna sonrisamaliciosadibujada
enlascomisurasdesuslabios. Qué labios tan bonitos tiene. Sus rasgos ligeramente
femeninoslohacenmásatractivoquesuropanegray supelo revuelto. ¿Eraeso loqueestaban susurrando?
¿QuelegustoaHardin?Mientras considero la proposición queme ha hecho,Mark sube la
apuesta:—De cualquier color. Con el acabado que quieras. A cuenta de la
casa.Cuarentalitros.Esunbuenvendedor.Chasqueolalenguacontraelpaladar.—Unacita—respondo.Hardin se echa a reír. Su nuez se mueve con cada carcajada y sus
hoyuelosaparecendenuevoensus mejillas. Vale, es muy muy sexi. No entiendo cómo no me he
dadocuentadesdeelprimermomento.Estabatanconcentradaenconseguirlapinturaqueapenas
mehabíafijadoenloverdesquesonsusojosbajolaslucesfluorescentesdelatiendadepinturas.—Queseaunacita,entonces.—Hardinsemetelamanoenelbolsillo
yMarkmiraalcaballerorapado.Sintiéndomebastantevictoriosaanteeléxitodemipequeñoregateo,
sonríoynombroloscoloresquenecesitoparalosbancos,lasparedesylaescalerayfinjonoestar
deseando que llegue el momento demi encuentro con Hardin, el chicomisterioso de pelo alborotado que es tan inocente y tímido que estádispuestoaintercambiarcuarentalitrosdepinturaporunacita.
MOLLY
Cuandoerapequeño,sumadrelehabíahabladodechicaspeligrosas.Cuantopeorseportecontigo,ycuantomássealejede ti,más legustas.«Tienesqueirdetrásdeella»,lesenseñanalosniños.
Pero, con el tiempo, esos niños descubren que, la mayoría de lasveces, si a una chica no le gustas, sencillamente no le gustas. La chicacreciósinunamujerqueleenseñaracómodebíacomportarse.Sumadresoñabaconvivirdeprisa,conalgomásgrandedeloqueellamismapodíaofrecer,ylachicaaprendiócómosesuponíaqueteníanquecomportarseloshombresobservandoaaquellosquelarodeaban.
Cuandolachicacreció,enseguidaentróeneljuegoyseconvirtióenunaexperta.
Me coloco bien el vestido mientras doblo la oscura esquina paraentrarenelcallejón.Oigocómola
malladela telasedesgarraenelmomentoenquetirodeellaymemaldigoporestarhaciendoesto
otravez.Hevenidoalcentroentrenconlaesperanzadeobtener...algo.No estoy muy segura de qué, pero estoy harta de sentirme así. La
sensacióndevacíopuedehacerquetecomportesdeunmodoquejamáshabríasimaginado,yéstaes
laúnicamaneraquetengodellenarelputoagujeroenormequetengodentrodemí.Lasatisfacción
vieneysevaconforme loshombressemecomencon lamirada.Creenquetienenderechoadisfrutardemicuerpoporquevistodeunaformaquelosprovocademaneradeliberada.Medantodoelascodelmundo,peroentroensu
juegode lujuriayalimento sucomportamientoguiñándolesunojo.Latímidasonrisadeunhombre
solitariomeayudamucho.Me pone enferma necesitar esa atención. No se trata de un simple
deseo;esunanecesidaddolorosayabrasadoraquemequemapordentro.Cuando giro otra esquina, un coche negro se acerca y miro hacia
otroladoalverqueelhombretras el volante reduce la velocidad para observarme. Está muy
oscuro,yestecallejónzigzagueanteestásituadodetrásdeunadelaszonasmásricasdeFiladelfia.Lascallesestánrepletasde tiendascuyaspuertastraserasdanaquí.
HaydemasiadodineroydemasiadapocaamabilidadenMainLine.—¿Te apetece dar una vuelta? —pregunta el hombre mientras la
ventanillabajademaneraautomáticaconunsuavezumbido.Surostropresentaalgunasarrugasytieneelcabellocastañoclaroy
grisdivididoconunarayaperfectaypeinadohaciaatrásaloslados.Susonrisaesencantadoray
noestámalparasuedad,perohay una alarma que resuena enmi cabeza todos y cada uno de los
finesdesemanaquerealizoesterecorrido,quesigoestarutinaautomáticasinsaberporqué.Lafalsa
amabilidaddesusonrisaesprecisamenteeso,tanfalsacomomibolsode«Chanel». Su sonrisa proviene del dinero; a estas alturas ya lo sé. Loshombresconcochesnegrosquepresumendeunaspectotanimpolutobajola luz de la luna tienen dinero, pero no conciencia. Sus mujeres llevansemanassinfollarconellos,puede
quemeses,yellosbuscanenlascalleslasatencionesqueseleshannegado.
Peroyonoquierosudinero.Mispadresyatienenmásquedesobra.—¡Nosoyunaprostituta,capullopervertido!—Ledoyunapatadaa
suestúpidoflamantecocheconlabotadeplataformayadviertoelbrillodeunaalianzaenunode
susdedos.Sus ojos siguen mi línea de visión y esconde la mano debajo del
volante.Menudocapullo.—Buenintento.Vuelveacasacontumujer,seguroquelaexcusaque
seaquelehayasdadoestáapuntodecaducar.Empiezoaalejarmeymedicealgomás.Ladistanciaatrapaelsonido
yloalejaenlanoche,sindudaaalgúnrincónoscuro.Nisiquieramemolestoenvolverme.Lacalleestácasivacía,yaquesonmásdelasnuevedelanochedeun
lunes,ylaslucesdelapartetrasera de los edificios son tenues. El ambiente es tranquilo y
silencioso. Paso por detrás de un restaurante cuya azotea despide unacolumna de vapor, y el olor a carbón inunda mis sentidos. Huele demaravillaymerecuerdaalasbarbacoasquehacíamoseneljardínconlafamiliadeCurtiscuando
eramásjoven.Cuandoerancomounasegundafamilia.Apartoesospensamientosdemimenteyledevuelvolasonrisaauna
mujerdemedianaedadquellevaundelantalyunsombrerodechefyquehasalidoporunadelas
puertastraserasdeunrestaurante.Lallamadesumecherorelumbraenlanoche. Da una calada al cigarrillo que tiene en la mano y le sonrío denuevo.
—Tencuidadoporahí—meadvierteconvozáspera.—Siemprelotengo—respondoconotrasonrisa,ylasaludoconla
mano.Sacude la cabeza y vuelve a llevarse el cigarrillo a los labios. El
humoinundaelairefríoyelfuegorojoenelextremoemiteuncrepitantesonidoenelsilenciodelanocheantesdequelotirealsueloylopiseconfuerza.
Sigocaminandoyelairesevuelvemás frío.Pasaotrocoche,yyomeapartoaunladodelcallejón.Elcocheesnegro...Mirodenuevoyveoqueeselmismodeantes.Sientounescalofríoalcomprobarqueaminorala velocidad y al oír cómo las ruedas hacen crujir los escombrosesparcidos
porelsuelo.Caminomásdeprisaydecidopasarpordetrásdeuncontenedorpara
apartarmetodoloposibledelextraño.Mispiesaceleranelpasoymealejounpocomás.No séporqué estoy tanparanoica estanoche;hagoesto casi todos
losfinesdesemana.Mepongounhorriblevestidocamisero,ledoyamipadreunbesoenlamejilla
ylepidodineroparaeltren.Élfrunceelceñoymedicequepasodemasiadotiemposolayquetengo
quesuperarlomíoantesdeque la vida se me escurra entre los dedos. Si superarlo fuese tan
sencillo,noestaríacambiándomederopa rápidamenteyguardandoelvestidocamiseroenelbolsopara
volveraponérmelodevueltaacasa.Superarlo...Comosiesofueratanfácil.«Molly, sólo tienesdiecisieteaños.Tienesquevolvera lavida real
antesdequetehayasperdidolosmejoresañosdetuvida»,medicecadavez.Siéstossonlosmejoresañosdemivida,noleveoelsentidoavivir
muchomástiempo.Siempreasiento,ledoylarazónconunasonrisamientrasdeseopara
misadentrosquedejedecompararsupérdidaa lamía.Ladiferenciaesquemimadrequisomarcharse.
Peroestanocheesdiferente,quizáporqueelmismohombreseestádeteniendoamiladopor
segundavezenveinteminutos.Echoacorrerydejoqueelmiedomearrastreporestacallellenade
bacheshastalaotraquehayal final,más transitada. Un taxime pita cuando piso la calzada sin
mirar,yvuelvoalaaceradeunbrincomientrasintentorecuperarelaliento.Necesitoregresaracasaahoramismo.Meardeelpechoymefaltala
respiración.—¡¿Molly?MollySamuels, ¿eres tú?!—grita unamujer por detrás
demí.Mevuelvoyveoel rostro familiarde laúltimapersonacon laque
queríaencontrarme.Resistolanecesidad de salir despedida en la dirección contraria cuando mi
miradaseencuentraconlasuya.Seaproxima amí con una bolsamarrón con algo de compra en cada
mano.—¿Qué haces aquí tan tarde? —pregunta la señora Garrett, y un
mechóndepelolecaesobrelamejilla.—Sólopaseaba—digo,ymebajoelvestidoporlosmuslosantesde
quevuelvaamirarme.—¿Sola?—Ustedtambiénestásola—digoenuntonomásquealadefensiva.Ellasuspirayentoncessepasalasbolsasdelacompraaunamano.—Anda,subealcoche.Sedirigehaciaunmonovolumenmarrónaparcadoenlaesquina.Con sólo apretar un botón, la puerta del asiento del copiloto se
desbloqueayentroconvacilación.Prefieromil veces estar dentro de este coche con ella juzgándome
queen lacalleconel tipodelcochenegro,quenopareceaceptarunnoporrespuesta.
Mi salvadora temporal se instala en el asiento del conductor ymantienelamiradaalfrente
duranteunminutoantesdevolversehaciamí.—Sabesquenopuedesseguircomportándoteasíelrestodetuvida.
—Terminasuafirmaciónconuntonofirme,peroletiemblanlasmanossobreelvolante.—No...—Nofinjasquenohapasadonada.—Surespuestameindicaqueno
estádehumorparaformalidadessociales—.Vistesdeunmodocompletamentediferente
delquesolíasvestir,ynocreoque tu padre lo apruebe.Llevas el pelo rosa..., que no se parece en
nadaaturubionatural.Estásaquífueradenoche, sola.Nosoy laúnicaque tehavisto, ¿sabes? John,
quevaalamismaiglesiaqueyo,teviolaotranoche.Ynoslodijodelantedetodoelmundo.—Yo...Levantalamanoparainterrumpirmiprotesta.—Noheterminado.Tupadremedijoqueyanisiquieravasairala
UniversidadEstataldeOhio,apesardetodoslosañosqueCurtisytúospasasteishaciendoplanes
parairjuntos.Elnombrequesaledesuslabiosmeatraviesayresquebrajapartede
laduracorazaconlaquemehe acostumbrado a vivir. La espesa nada con la que he estado
autoprotegiéndome.Elrostrodesuhijo
inundamimente,ysuvoz,misoídos.—Basta—consigodecirapesardeldolor.—No,Molly—insistelaseñoraGarrett.Cuandolamiro,veoqueestáconmocionada,comosihubieraestado
acumulandomillonesymillonesdeemocionesensuinterioryalguiensehubiesededicadoa
agitarlas durante los últimos seis meses y ahora estuviesen a punto deestallar.
—Eramihijo—dice—.Así queno actúes como si tú tuvierasmásmotivosparaestartristeque
yo. He perdido un hijo, mi único hijo, y ahora estoy aquí sentadaviendocómotú,ladulceMolly,la
niñaa laquehevistocrecer, sepierde también,ynopienso seguircallada.Tienesquemoverelculo
eiralauniversidad,salirdeestaciudadtalycomoCurtisytúhabíaisplaneado.Siguecontuvida.Es
loquetodostenemosquehacer.Y,siyopuedohacerlo,pormuyduroquesea,joder,tútambiénpuedes.
Cuando la señoraGarrett deja de hablar, siento como si se hubierapasadolosúltimosdos
minutos haciéndome nudos en el estómago. Siempre ha sido unamujermuycallada.Erasumarido
quienhablaba lamayorpartedel tiempo,perodealgunamaneraenlosúltimoscincominutosseha
vuelto menos frágil. Su voz, normalmente suave, ha adquirido unnuevotonodedeterminaciónque
meha impresionado.Además, semeparteelcorazónalpensarquehedejadoquemividase
conviertaenestamalsanaexistencia.Peroyoconducíaesecoche.AccedíaconducirlafurgonetadeCurtislanocheantesdesacarmeel
carnet.Losdosestábamosmuy emocionados y su sonrisa eramuy persuasiva. Lo amaba con
cadafibrademicuerpoy,cuandomurió, me hice pedazos. Él era mi calma, mi garantía de que no
acabaríacomomimadre,unamujerque vivía por y para ser algomás que la esposa de alguien en una
enormecasadeunricovecindario.Se pasaba los días pintando y danzando por la casa, cantando
cancionesyprometiéndomequeconseguiríamossalirdeestaarquetípicaciudad.«No moriremos aquí. Algún día convenceré a tu padre», decía
siempre.Sólo cumplió lamitad del trato, y hace dos años se largó en plena
noche.Nosoportabalavergüenza que le causaba ser madre y esposa. La mayoría de las
mujeresnoentenderíanquétieneesode vergonzoso, pero así es ella. Quería acaparar toda la atención,
necesitabaquelagentesupierasunombre.Meculpabacuandoesonoeraasí,aunqueintentabanegarla
evidencia.Siempreseavergonzaba demí; no paraba de echarme en cara lo que le había
hechoasucuerpo.Mecontómilyunaveceslofantásticaqueestabahastaquelleguéyo.Actuabacomo
siyohubieraelegidoestarahí,en el útero de esamujer tan egoísta.Un día inclusome enseñó las
marcasquelehabíahechoenelvientre.Mehorroricéalversupielestriadaporloscostados.Apesardequemiexistenciasuponíaunestorboensuestilodevida,
me prometía la luna.Me hablaba de ciudadesmás grandes y luminosas,concartelespublicitariosgigantesenlosquedesearíapoderaparecer.
Yundía,demadrugada,despuésdehaberescuchadocómohablabasobreelmundoquequeríala
noche anterior, vi a través de los gruesos barrotes de metal de labarandilladelaescaleracómoarrastrabasumaletaporlamoquetahacialapuerta.Maldecíay se apartaba el pelopordetrás de loshombros. Ibavestida como si fuera a una entrevista de trabajo,muymaquillada, y sehabíasecadoel
pelo con el secador.Debía dehaber usadomediobote de lacaparaquelequedaraasí.Estabaemocionadayparecíamuyseguradesímismaporelmodoenquesetoqueteabalamelena.
Justo antes de salir por la puerta, se quedó observando el salónhermosamentedecoradoyensu
rostrosedibujó lamayorsonrisaque lehabíavisto jamás.Después
cerrólapuertaymelaimaginéfuera,apoyadacontraésta,feliz,sonriendotodavíacomosisefuera
alparaíso.No lloré mientras bajaba de puntillas la escalera e intentaba
memorizarsuaspectoysumaneradecomportarse. Quería recordar cada interacción, cada charla, cada
abrazoquehabíamoscompartido.Incluso entoncesme di cuenta de quemi vida estaba cambiando de
nuevo.Viatravésdelaventanadelsalóncómosesubíaauntaxi.Mequedéallíquieta,mirandohaciael
acceso.Supongoquesiempresupe que no se podía confiar en ella. Puede que mi padre tuviera
miedodeabandonarlaciudadenlaquesehabíacriadoyenlaqueteníaunmagníficotrabajopero,joder,
sepodíaconfiarenél.LaseñoraGarrettmetocaconcuidadolaspuntasdelpelorosa.—Teñirtelacabezaconcolorantealimentarionocambiaránadadelo
sucedido.Sonríoantesueleccióndepalabrasydigoloprimeroquemevienea
lacabeza.—Nome he teñido el pelo por haber presenciado cómo su hijo se
desangrabahastamorirdelantedemí—sueltoalrecordarcómoeltinterosaoscuroseasemejabaa
lasangrecuandomeloenjuagaba.Leapartolamanoy,sí,mispalabrassonduras,pero¿quiéncoñose
creequeesparajuzgarme?Mientras asimila loque acabodedecir, estoy seguradeque se está
imaginandoelcuerporetorcidodeCurtis,elcuerpo juntoalqueestuvedurantedoshoras
antesdequealguienacudieraasocorrernos. Intenté quitarle el cinturón desde el asiento del
conductor,perofueenvano.Elmodoenqueelmetal seabollócuando impactamoscontraelguardarraílme
impedíamoverlosbrazos.Perolo intenté y lo intenté, y gritaba mientras el dentado metal me
desgarrabalapiel.Miamornosemovía,noemitíasonidoalguno,yyole
grité, le grité al coche y al universo entero mientras luchaba porsalvarnos.
Ununiversoquemetraicionóyqueseoscureciócuandosurostrosevolviópálidoysusbrazos
se tornaron laxos. Ahora lo agradezco. Agradezco que mi cuerpodesconectara justo después de su muerte y que no me viera obligada apermanecerallíquieta,mirandoaquelcuerpoqueyanoeraél,ydeseandoquedealgúnmodovolvieraalavida.
Tras un suave suspiro, la señora Garrett arranca el coche y seincorporaaltráfico.
—Entiendotudolor,Molly...Sihayalguienquepuedaentenderlo,ésasoyyo.Heestado
intentandoencontrarelmododeseguirconmividatambién,perotúestásechandoaperderlatuya
poralgosobreloquenoteníasningúncontrol.Me quedo desconcertada ante sus palabras e intento centrarme
pasandolamanoporelplásticodelapuertadelcoche.—¿Que no tenía ningún control? —replico—. Yo conducía. —El
sonidodelmetalretorcidocolisionandocontraunárbolydespuéscontraelguardarraílresuena
enmisoídosysientocómometiemblanlasmanossobreelregazo—.Suvidaestabaenmismanos,y
yolomaté.Él era vida, la pura definición de la palabra. Era inteligente y
cariñosoyamabatodaslascosas.Curtisdisfrutabainclusodelascosasmássencillasymástontas.Yo
noeracomoél.Eramáscínica,sobre todo después de que mi madre se marchara. Pero él me
escuchabacadavezquemiiraalimentaba un error. El día de su cumpleaños ayudó a mi padre a
recogerelestudiodepinturademimadre después de que yo lo destrozara derramando pintura negra
sobrelospreciososcuadrosquenos había dejado. Nunca me preguntó por qué había deseado que
estuvieramuertaenmásdeunaocasión.
Jamásmejuzgaba,yconseguíaapaciguarmedeunmodoqueyoeraincapazdehacer.Siempre
pensé que él sería la razón por la que lograría terminar launiversidadohaceramigosenunaciudad
nueva.Nuncasemediobienocultar loquepensabade lagente,asíquenomeresultabamuyfácilque
digamoshaceramigos.Élsiempremedecíaquenopasabanada,queeraperfectatalycomoera;que
simplemente era demasiado sincera y que tendría que ser él quieninterpretaraelpapeldementiroso
ennuestrarelación.Élfingíaquelecaíanbienlospijospretenciososconlosjerséisanudadosalacinturadelinstituto.Siempreeraagradableytodoelmundoloquería.Yoibaenelpaquete.Comosiempreestábamosjuntos,lagenteempezóaaceptarmeamíyamiactitud.Supongoqueéllocompensaba con su encanto. Él era lo queme excusaba ante el mundo,porquealparecerveíaalgoenmí.Eralaúnicapersonaquemeaceptabaymequería,peroéltambiénmeabandonó.Fueculpamía,
yestoyseguradequemimadresemarchóporqueestabacansadadeestaciudad,delonormalque
eramipadre,desuhijarubiaconellazoenelpelo.Mi último ápice de necesidad de fingir ser normal desapareció
cuandoellavabosetiñóderosaymitonorubiodesapareció.—TengounamigoconinfluenciaenWashington.Despuésderevivirmentalmentetodaslasexperienciasdesagradables
demividaenmenosdediezminutos,casihabíaolvidadodóndeestaba.—Podríapreguntarlesipuedemoveralgunoshilosparaquevayasa
unabuenafacultadallí.Esuna zona muy bonita. Diferente, verde. Ya es algo tarde, pero lo
intentarésitúestásdispuestaair—meofrece.«¿Washington?»¿QuécoñohayenWashington?Considerosuofertaymeplanteosiquieroonoiralauniversidad.Y,
mientraslohago,medoycuentadequeloquequieroessalirdeestahorribleciudad,demodo
quequizádeberíaaceptar.De
pequeña solía pensar en otras ciudades. Mi madre hablaba de LosÁngeles,ysobrecómoeltiempo
eraperfectotodoslosdíasallí.HablabadeNuevaYorkydesuscallesrepletasdegente.Mehablaba
de las glamurosas ciudades en las que quería vivir. Si ella pudodesenvolverseenesasciudades,yo
tengoquepoderenWashington.Peroestálejos,alotroladodelpaís.Mipadresequedaríaaquísolo...,
aunquealomejoresolebeneficia. Ahora apenas ve a sus amigos porque siempre está
preocupadopormí,intentandohacermefeliz.Yanisiquieraseocupadesupropiavida.Quizá loayudeque
mevayaalauniversidad.Puedequeesoledevuelvaciertasensacióndenormalidad.
Podríahaceramigosallí.Quizámipelo rosano intimide tantoa lagentedeunaciudadconalgo
desofisticación.Ytalvezlaschicasdemiedadallínosesientantanamenazadaspormiropasugerente.
Podría empezar de cero y hacer que la señora Garrett se sintieraorgullosademí.
YpodríadarleaCurtisalgodeloquesentirseorgullosotambién.Washington podría ser justo lo que la zorra de la doctora me
recomendó.Y,deestemodo,aquísentadaenelcochedeestamujer,delaamable
madredelchicoalqueaméy perdí, puedo prometer y prometo que pondré de mi parte para
mejorar.NocogeréautobusesparairazonassombríasdeWashington.Nomeregodearéenelpasado.Nomerendiré.Haré lo que esté en mi mano por tener un futuro mejor, y no me
afectaráunamierdaloquedigalagenteenelproceso.
MELISSA
Subestimó a la chica la primera vez que la vio. Entonces no sabíanadasobreella,yaúnhoynosabemucho.Primeroconocióasuhermanoy sepasó lasnochesemborrachándoseconél, llegandoa conocerloy asaberlomalapersonaqueera.Suhermanoeraunaserpientequereptabaporelcampusescogiendoasuspresascomosi fuerasu terrenodecazapersonal.
Perodespuésdeobservarlodemaneraconstante,vioquelaserpienteteníaunpuntodébil:suhermana,queeraunafuerzadelanaturaleza,alta,conelpelonegrocomoelalquitránylapielmorena.Conformeempezóadetestaralaserpiente,viohastaquépuntoeraintensasudebilidadporellaycómolaprotegíacomosinohubieranadamásimportanteenelmundo,apartedesuspropiosdeseosretorcidos,claro.Y,trasautoconvencersedeque laserpienteseestabapasando,dequeestabadiseminandosuvenenocomounaorgullosaplagaquehabíaquedetener,elchicoideóunplan.
Teníaqueacabarconesaescoria,ysuhermananoeramásqueunavíctimadelaguerra.
Lacasaestámuyvacíaparaserviernesporlanoche.Mipadreestáenun banquete celebrando su ascenso en el hospital, y todos mis amigosestánenotrafiesta.Ningunadelasdosopcionesmeatrae.
Nomeimportaríairalafiestasinofueraenlacasadelafraternidaddondesueleestarsiempre
mi hermano. No puedo divertirme allí porque siempre essuperprotectorconmigo.Quéfrustración.
Quizáelbanquete seaunamejoropción,pero sólo ligeramente.Mipadre,elmédicomás
prestigioso de la ciudad, es mejor médico que padre..., pero seesfuerza.Sutiempoesvaliosoycaro,
ynopuedocompetirconlosenfermosquehanpagadoestaenormecasaenlaquemequejoahora
consusfacturasmédicas.
Comomesientounpococulpable,cojoelteléfonoymedispongoamandarleamipadreun
mensajeparadecirlequealfinalvoyair.Peroentoncesveoquesonmásdelasnueve.Elbanquete
empezaba a las ocho y, si acudo ahora, lo único que haré seráinterrumpirydarlealanoviajovende
mi padre unmotivomás para quejarse demí.Tasha tiene sólo tresañosmásqueyoyllevasaliendo
con mi padre más de un año ya. Quizá la aceptaría mejor si nohubieraidoalmismoinstitutoqueella
y no recordara lo zorra que era. O si no actuara como si no seacordarademí,aunquesé
perfectamentequesíseacuerda.Pormuyestúpidaqueseaconmigo,nuncamequejoamipadre.Ella
lohacefeliz.Sonríecuandoél lamirayse ríedesuschistesmalos.Séqueaellano le importa
tantocomodebería,perohevistocómo mi padre se ha convertido en una versión mejorada de sí
mismodesdeeldíaenquellegóasuconsulta conundedo roto y sus tetas firmes.Mi padre llevó lo del
divorciomuchopeorquemimadre,queprontoanuncióqueregresabaaMéxico a vivir con mis abuelos hasta que pudiera mantenerse por sucuenta.
Noséaquiéncreequeestabaengañando.Recibióunabuenasumadedineroconelacuerdode
divorciocomoparapermitirsecomprarsezapatosdecristalparatodaunavida.
En lugar demolestar a Tasha y ami padre, le envío unmensaje aDan.Estásaliendoconunachica
que iba al instituto conmigo. A diferencia de mí, ella sigue en elinstituto.Mihermanoesprotectory
lealhastaelextremo,peroesuncerdo.Repito:esuncerdo.Siempreintentonometermeensusjueguecitosconsuscitas.Susamigostambiénson unos cerdos, normalmentemás jóvenes e incluso peores que él. Legusta rodearse de gente tanmezquina como él, así no se siente tanmal.Supongoquequiereserelreydelasratas.
Danrespondealinstante:
Terecojodentrodeveinteminutos.
Le mando un emoticono sonriente y me levanto de la cama paravestirme.Nopuedoirconlacara
lavaday la camisetade laWCUque llevopuesta.Deberíaponermemás guapa. Sin embargo, debo tener cuidado a la hora de elegir miatuendo si no quiero pasarme la noche oyendo las protestas de mihermano.
Rebusco en el armario entre montones de prendas negras y conlentejuelas.Tengodemasiados
vestidos. Mi madre siempre me regalaba los suyos después dehabérselospuestounavez.Mipadre
intentabahacerlafelizconvestidosbonitosydeportivosrojos,perosufelicidadnuncallegaba.
Cuandoibaamarcharse,meofrecióquevolvieraaMéxicoconella.Pero,porraroqueparezca,no
puderenunciaralanataciónyamiequipo.Eslomásimportantequetengo en Washington. Era lo único, aparte de mi padre y de Dan, quehabría echadodemenos.Dan seplanteóvolver, peronoqueríadejarmeaquí.Onopodía,dadasuconstantevigilancia.
Después de probarme dos vestidos para volver a meterlos en elarmario,mepongounmonoque
todavíanoheestrenado.Esnegro,exceptoporunasletritasquetieneen los gruesos tirantes.Es convenientemente ceñido comopara lucirmitrasero,perolobastantecasualcomoparallevarloalafiesta,ymetapaelcuerpolosuficientecomoparaquemihermanonoabralaboca.
Justocuandoterminodeprepararme,oigoelinsoportableclaxondeDan,demodoquecojoel
bolsoybajo laescaleracorriendo.Sinomedoyprisa, losvecinosvolveránaquejarsedelruido.
Introduzcorápidamenteelcódigodelaalarmadeseguridadysalgodisparadaporlapuerta.EncuantollegoalAudi,veoquehatraídoadosdesuscolegasconsigo.
—Logan,dejaquesesientedelante—diceDan.HeestadoconLoganunmontóndeveces,y siempremeha tratado
bien.Intentótirarmelacaña
una vez en una fiesta, pero cuando me levanté del sofá y vio quemedíaalmenosdiezcentímetrosmásqueél,dijoquepodíamossermuybuenosamigos.Accedíasupropuestariéndome,ysussutilesbromasmecausaron buena impresión. Desde ese momento se convirtió en mifavoritodelapandilla
deamigosidiotasdemihermano.—Da igual, me siento detrás —digo tan pronto como Logan se
desabrochaelcinturón.Meacomodoenel asientodeatrás,dondemeencuentroconun tío
conelpelomorenoyonduladoqueocultael rostro.Lo llevahaciaun ladoenunextraño
rolloemo,peroencajaperfectamenteconlospiercingsqueluceenlacejayenellabio.No
levanta la vista del teléfono cuando me siento a su lado ni cuando losaludo.
—Pasadeél—diceDanmirándomeporelespejoretrovisor.Pongolosojosenblancoysacomipropiomóvil.Serámejorqueme
entretengaunpocoduranteeltrayecto.Alllegaralacasadelafraternidad,nohaysitiodondeaparcar.Dan
seofreceadejarmeenlapuertaparaquenotengaquecaminar.Salgodelcoche,perocuandohecerradolapuertaoigoqueladelotroladotambiénse cierra. Levanto la vista y veo que el tío que estaba conmigo en elasientode
atrássedirigehacialacasa.—¡Capullo!—legritaDan.El desconocido levanta el puño en el aire con el dedode enmedio
levantado.—Creo que mi hermano preferiría que fueras con ellos—le digo
mientraslosigoporelcésped.Un grupo de chicas se lo quedan mirando en cuanto pasamos por
delante;unadeellaslesusurraalgoaotraytodasmemiran.—¿Os pasa algo?—les preguntomirándolas directamente, con sus
carasdesesperadasypintadascomounapuerta.Las tres niegan con la cabeza de un modo que me indica que no
esperabanquelesllamaralaatención.Pues se equivocaban. No me gustan las rubias remilgadas que se
dedicanahablardelosdemásparasentirseimportantes.—Seguramente sehabránmeadoen lasbragas—medice el tíodel
peloondulado.Su voz es profunda, muy profunda, y juraría haber percibido un
acentoinglés.Disminuyelavelocidad,peronosevuelveparamirarme.Tienelosbrazosrepletos
de tatuajes. No distingo la forma de ninguno, pero sí que son todosnegros,nohayningunodecolores.Lepega,conlosvaquerosnegrosylacamiseta a juego.Susbotas emitenun ruido sordoal impactar contra elmullido
césped.Intentoseguirsuritmo,perosuspasossondemasiadolargos.Esalto,
mesacaunoscuantoscentímetros.—Esoespero—ledigo,ymiroalaschicasunavezmás.Ahoraestánconotracosa,mirandoyseñalandoaunachicaborracha
conunminivestidoquevadandotumboscercadeellas.El tío no me dice nada más mientras entramos en la casa. No se
vuelveparamirarmecuandoentraenlacocinanicuandodesenroscaeltapóndeunabotelladewhiskyy
le da un trago. Siento curiosidad por él, demodo que tan pronto comoDan y Logan llegan al salón, decido sacarles información sobre eldesconocidotatuado.Cojounenfriadordevinodeuncuboquehayenelbanco
de la cocina y me acerco a mi hermano. Está sentado en el sofá,cervezaenmano.Yahueleahierba,y
veoquetienelosojosrojoscuandomemira.—¿Quiéneselchicodelasientotrasero?—lepregunto.Lecambialacara.—¿Quién?,¿Hardin?No le ha hecho gracia que le pregunte. Y ¿Hardin? ¿Qué clase de
nombreesése?
—Noteacerquesaél,Mel—meadvierteDan—.Lodigoenserio.Pongo los ojos en blanco y decido que nomerece la pena queme
peleeconmihermanoporesto.Nuncaapruebaaningunodemisnovios,perointentójuntarmeconsu
mejoramigo,Jace...,delejoselmásdesagradablede todosellos.Estáclaroqueelcriteriodemi
hermanoestaninconstantecomolossubidonesylosbajonesdesuconsumodemaríayalcohol.Cuandodaunosgolpecitosauncojínquetieneal lado,mesientoy
mequedoobservandoelambienteduranteunrato.Elvolumendelamúsicavasubiendopoco
apoco,ylagenteestábebiendoalegrementeydebuenrollo.Unos minutos después, Logan le pregunta a mi hermano si quiere
fumarseotro,yyoechounvistazoamialrededorbuscandoaHardin.Nosésimeacostumbraré
aesenombre.Yallíestá,enlacocina,soloyapoyadocontralaencimera.Labotella
dewhiskyestámuchomenosllenaquelaúltimavezquelohevisto,haceunosquinceminutos.
«Parecequelegustalafiesta.Esoesbueno.»Me levantodel sofá,demasiado rápido,yDanmeagarradelbrazo.
Serámejorquemeinventeuna buena excusa para salir de la habitación. Si le digo que voy a
buscaraHardin,meseguirá.—¿Adóndevas?—mepregunta.—Ahacerpis—miento.Detestoquesiempremeinviteaestasfiestasyqueluegoactúecomo
sifueramipadrecuandomealejodesulado.Se me queda mirando y examina mi expresión para ver si estoy
mintiendo,perodoymediavuelta.Sientocómomesigueconlamiradamientrasatraviesoelsalón,de
modoquemedirijohacialaescalera.Losúnicoscuartosdebañoquehayenestaenormecasaestántodosarriba,cosaquenotieneningúnsentido,peroasísonlascasasdelafraternidad.
Subolosescaloneslentamentey,cuandollegoarriba,mevuelvopara
miraramihermano.Encuantomevuelvodenuevo,medoydefrenteconunmuronegro.Peronoesunmuro...,eselpechodeHardin.—¡Joder, lo siento! —exclamo mientras intento limpiarle de la
camisetalahumedaddelenfriadorde vino que llevo en la mano—. Al menos no dejará mancha —
bromeo.Susojos sonverdebrillantey sumirada es tan intensaquemeveo
obligadaaapartarlamía.—Ja-ja—respondesinrastrodehumor.«Seráidiota.»—Mihermanomehaadvertidoquenomeacerqueati—lesueltosin
pensar.Su mirada es tan intensa que me está volviendo loca mantener el
contactovisual,peronoquierorebajarme ante él. Tengo la impresión de que está acostumbrado a
eso,ycreoqueasíescomopierdesfrenteaél.Levantalacejaenlaquellevaelpiercing.—¿Enserio?«Sí, definitivamente tiene acento inglés.» Quiero comentar algo al
respecto,perosélomuchoquefastidia que la gente señale tumanera de hablar.Amíme lo hacen
todoeltiempo.Asiento,yelbritánicoabrelabocaparahablarotravez.—Y¿esoporqué?Nolosé...,peroquierosaberlo.—DebesdesermuymaloparanogustarleaDan—bromeo.Noseríe.Mepongotensa.LaenergíadeHardinmetieneatrapada.—Siaceptamosjuiciosdevalorporsuparte,estamostodosjodidos
—responde.Miprimerareacciónescontradecirlo,decirlequemihermanonoes
tanmalo,loquepasaesquelagentenoloentiende.Deberíadefenderlocontraeseinsulto.Pero entonces recuerdo el día en que toda la familia de la última
noviadeDansepresentóencasa.Lapobrechicapreñadaestabaescondidadetrásdesufuriosopadre.
El mío le firmó un cheque y todos desaparecieron con mi sobrina osobrinoynuncavolvimosa saberdeellos.Algoenmi interiormedicequehayalgomuyoscuroenmihermano,peromeniegoareconocerlo.
ConmimadretanlejosymipadretanpegadoalculodeTasha,Danestodoloquetengo.
Meechoareír.—Claro,yseguroquetúeresmuchomejor.Hardinlevantasumanotatuadayseapartaelpelodelafrente.—No,yosoypeor.Memiradirectamentea losojos,yalgoenmi interiormediceque
habla en serio. Percibo la advertencia en sus palabras y, sin embargo,cuandomeofrecelabotellamediovacíadewhisky,bebountrago.
Elalcoholardecontantaintensidadcomosusojos...YtengolasensacióndequeHardinestáhechodegasolina.
STEPH
Cuando conoció a la chica del pelo de color fuego con los brazoscubiertosdetatuajesviociertaoscuridadenella,ciertacompetitividadencómomirabaasuamigadepelomásclaro.Comparabatodoloquehacía,pensóquepordentroladevorabaeldeseodequeleprestaranatención.Lerecordabaaunadoncella,Roussette,deuncuentodehadasquehabíaleídode niño. La princesa pelirroja estaba celosa de sus hermanas porque sehabían casado con príncipes, a pesar de que ella estaba casada con unalmirante.Perono lebastaba, sumaridonosería lobastantebuenoparaella hasta que la hiciera mejor que a sus hermanas. La chica detestabaperder lo que fuera, incluso cosas que no eran suyas. Odiaba ser lasegundayestabadesesperadaporserelcentrodeatención.Nosoportabaquenadieconsiguieraloqueellamerecíaycreíamerecerabsolutamentetodoloquebrillabajoelsol.
Mi padre vuelve tarde del trabajo otra vez. Llega tarde todas lasnoches, pero se suponía que iba a dejarme el coche para que fuera arecogerelvestidoparaelbaileestasemana.Todasmisamigasrecogieronelsuyohaceunmesyestoyempezandoaponermenerviosa.Comoacabesinvestidoparaelbaile,mevaadarunataque.Mesientomuyfrustradayesunamierdaquemipadrelleguetarde
otravezymimadreestédemasiadoocupadacuidandoamisobrinaparaescucharmisquejas
injustificadas.Todogiraalrededordemihermanaydesubebé.Todoelmundose
llenalabocadiciendoquelahermana pequeña siempre es la más mimada. Suena bien, pero lo
únicoqueherecibidoyoesropausadayfiestasdecumpleañosdeúltimahoraalasquenoveníanadie
salvomisparientesmáscercanos.Soyeldesechodelafamilia,lararaquesehaconvertidoenunfantasmaensupropiacasa.
Ynisiquierasémuybienporqué.
Laúltimavezquemimadremedijomásdedospalabrasfuecuandomanchéellavabodearriba
de tinte rojo barato. Se puso histérica porque elegí el mejormomento:lavísperadelameriendapara
celebrarqueOliviaibaatenerunbebé.Esposiblequesalpicaraporaccidentelaalfombrilladebaño
y quizá usé las toallas bordadas de mis padres para cubrirme loshombrosmientrasdejabaqueeltinte
rojo-camión-de-bomberospenetraraenmipelo...PeronomeatrevíamancharlablusadecuandoOliviateníamiedad.Ésaesotracosaquedetestooír:«CuandoOliviateníadiecisieteaños
eralapresidentadelconsejode estudiantes», o «CuandoOlivia tenía diecisiete años sólo sacaba
sobresalientes y tenía un noviomuy popular, con quien se casó justo alacabarelinstituto».
Estoyhartadequemecomparenconmihermana.Eralaniñaperfectayyonovalgoniparala
medalla de plata, parece ser. Estoy deseando largarme a launiversidad.Debidoalainsistenciacontinuademispadres,estudiaréenlaWashingtonCentral,dondeOliviasegraduóconmatrículadehonor.
Nisabíanqueesauniversidadexistíahastaquemihermanasefueaestudiarallí,ysiemprevoya
salir perdiendo con las comparaciones, pero ya me he cansado delucharenvano;esmásfácildecir
quesí,estudiarallíyqueledenaestacasa.Encuantoel Jeepdemipadreentraenel caminodegrava,cojoel
monedero,memirounaúltimavezalespejoybajocorriendolaescalera.Casimedoydebrucescon
mimadre(quenisiquierasedacuenta de que llevo medias de rejilla y un top de cuero). Sólo
mascullaaltosinapartarlavistadesulectordelibroselectrónico.Esloúnicoquesabehacer.La puerta delantera se abre ymi hermana entra en el salón conmi
padre.Sierra,misobrina,duermeensusbrazos.—Quécansadaestoy—anunciaOliviacruzandolaestancia.Rápidamente aparece mi madre, apaga la tablet y la deja como de
costumbreenlarepisadelachimenea.Pordescontado,cuandosetratade
Olivianoledueledejarsuqueridapantalla.—Stephanie puede llevarte a casa, cariño—le ofrecemi padre sin
consultarme.—¡Papá, tengo que ir a por mi vestido y cierran dentro de media
hora!—Meechoelbolsoalhombroycojolasllavesdesucoche.—OliviaySierrapuedenacompañarte.Mihermanainterrumpe:—Amí nome importa. Pero primero tengo que ir unmomento al
baño.Sucabellocastañoysuavesemuevecuandohabla.Llevaunoschinos
yunablusaestampadaconfloresdevivoscoloresdemangacorta.Mipadresonríecomosisu
hijamayorfueralachicamásconsideradayeducadadelmundo.Esuncoñazo.—Vale—resoplo—.Peronomelovanaguardarniundíamás,ysi
mequedosiniralbaileseráculpa vuestra.—Le lanzo unamirada asesina ami hermana.Olivia
asienteyyoempujoamipadreparasalirdecasa—.Estaréenelcoche.Arranco elmotor y espero aOlivia. Pasan cincominutos.Diez.Le
mandodosmensajesdetextoynomecontesta.Séque loshavistoporelpequeño indicadordemi
móvil.Ysiguedentrodecasa.Imagino que mi madre y ella se están dando el cuarto abrazo de
despedida.Mimadretambiénhaceesocuandovamosacasademiabuela,necesitademúltiplesabrazos
parasatisfacersunecesidaddeafecto. Pasan doce minutos, y salgo del coche decidida a volver a
casa.Estoy cerrando la puerta cuando aparece mi hermana, caminando
plácidamenteyconunasonrisaenlacara.AúntienequecolocaraSierraenlasillitadelcoche.—Olivia,tenemosquesalirya—ledigoparameterleprisa.Suspiraymusitaunadisculpaquenosiente.
Sonlas20.03cuandoaparcodelantedelatiendaaoscuras.ElletrerodelapuertadiceclaramenteCERRADO,ylaslucesestánapagadas.
Ya no puedo recoger el vestido. Hoy era el último día que me loguardaban,lasegundavezque
me lo reservaban. Les supliqué que me dieran un poco más detiempo, perome repitieron varias veces que hoy era el último día.Quémierda,deverdad.
—Losiento,Stephanie—diceOliviaalverquemedejocaersobreelvolante.
Mevuelvohaciaellaylelanzounamiradaasesina.—Esculpatuya.—No es culpa mía —dice; encima tiene la cara dura de parecer
sorprendida—.Papáhaqueridollevarme a comprar zapatos nuevos para Sierra. Se le quedan
pequeñosenseguida...
«¿Zapatosnuevosparaunbebé?¿Estásdebroma?»Mehequedadosinvestidoparaelbaile
porque su bebé necesitaba zapatos nuevos... ¡Si la niña ni siquierasabeandar!
—¿Porquépapánotehallevadoacasadirectamente?Habríasvueltomuchoantes—ledigo
levantandolacabezaylavoz.—Entonces no estaba cansada... No sé. —Se encoge de hombros
comosimitiemponovalieranadaparaella.Comosiestonofueraimportante.—¡Estoesunamierda!—Meneolacabezaymetapolacaraconlas
manos.—¡Nohablesasídelantedelaniña!—exclamamihermana.Gruño y doymarcha atrás en el aparcamiento. Ninguna de las dos
habladecaminoasucasa.Olivia no siente que haya hecho nadamalo, y yo estoy demasiado
cabreadaparadirigirlelapalabra.Estoyhartadequemelorobetodoy,pararematarlo,Sierrallorasin
parar,comosiintentarapartirmelacabezaporlamitad.Odiomivida.CuandollegoacasadeOlivia,medalasgraciasporhaberlallevado.
Noquieroponerunpieensucasanueva, esunalivioquenome lopida.Estoy seguradeque
mispadresloshanayudadoaellay a Roger a pagarla. Su marido es muy callado, no habla mucho
delantedemifamilia.Olivialehabrádichoquenolohaga.Estoyconvencidadequeponeatodoelmundo
sobreavisoantesdequemeconozcan.Noquieropasar,perotengoquehacerpisysetardaquinceminutos
envolveracasademispadres.AlentrarencasadeOlivianotoalinstantequehuelemogollónacanela.Mihermanaenciendevelasperfumadasentodaslashabitaciones.
Rogerestásentadoenelsofáconelmandoadistanciaenunamanoyelordenadorenlaotra.
Cuando nos ve entrar, le sonríe a su mujer y me preguntaeducadamente qué tal estoy. Le digo que igual que antes, aunque norecuerdolaúltimavezquelovi.
Trasunosminutosdeconversación incómoda,Oliviadicequevaaacostaralbebé.Subeporla
escaleraconunositodepelucheenunamanoyunbiberónenlaotra.Rogerapenasmemiracuando
paso junto a él, observando todas las ridículas fotosde familia quetienen en la repisa de la falsa chimenea. Roger se levanta y se va a lacocinaparaevitarasítenerquehablarconmigo,nohayduda.
En la última foto, la pequeña familia perfecta está posandoperfectamenteconjuntadaenblancoy
negro.Elmarcoes finoydemadera.Enelpasillo,de caminoa lacocina,meencuentrounafotografíaconunenormemarcodemetal.SonRogeryOliviaeldíadesuboda.Estáperfectaenlaimagen:peloperfecto,maquillajeperfecto,yelvestidoesprecioso.Unvestidosuave,blanco,
sedoso,queacariciaelsueloconmajestuosidad.Pareceunaprincesa,comosiestuvierahechapara
esevestido.Elsuyoesdiametralmenteopuestoalqueibaasermivestidoparael
baile.Elqueibaarecogerestatardeeradealgodónytulnegro.Elcuerpoesajustadoyelforro
delafaldaenformadeestrellaesdetulconunagrecadeencaje.Esunvestidoque,graciasaOlivia,
notendrénunca.Ojalátuvieraun cubo de pintura negra para poder estropearle elmaldito vestido
perfecto.Mirolasiguientefoto.EsdeRoger,que rodeacon losbrazoselvientredeembarazadade
Olivia.Ellamehadejadosinvestidoparaelbaile,yovoyadesgraciarlesu
vestidodeboda.Cuando entro en la cocina, Roger está ante la nevera, con la cara
ocultadetrásdelapuerta.Tamborileoconlosdedossobrelaencimeraparallamarsuatención.
Encuantosedalavuelta,melevantolacamisetayleenseñobuenapartedemiescote.Cogeairey
seatragantaalsoltarlo.Sonrío.Apuestoaquemihermananolehaechadounbuenpolvoa
sumaridodesdequeparióasubebé.—Perdona.Me retuerzo un mechón de pelo entre los dedos mientras Roger
intentanomirarmelaspiernas,nomirarlasmediasderejilla.—Hola—digosindejardeacercarmeaél.El corazón me late a toda velocidad y no sé qué carajo estoy
haciendo,peroestoycabreadaconmihermanayestoyhartadequetodoseaparaella,ypiensoencómo
todogirasiemprealrededordela perfecta deOlivia y nada es nuncamío, y por eso ella tampoco
deberíatenernada.Sobretodo,nodeberíatenerunmaridoguapoylealcomounperrito.—¿Quéestáshaciendo,Stephanie?—mepreguntaRoger,muchomás
pálidoquehaceunossegundos.—Nada.Sóloestamoscharlando.—Cojolacinturillademifaldayla
bajoparaqueveamisbragasdeencaje.Rogerretrocedeysuespaldacierrabruscamentelapuertadeunode
losarmariosdemadera.—¿Quétepasa?—preguntoconunacarcajada.
Tengo un nudo en el estómago y creo que voy a desmayarme encualquiermomento,peroala
vez me siento genial y poderosa. Debe de ser la adrenalina. Meencanta.Quieromás.Meacercoun
pocomásymellevolamanoalacremalleradelablusa.Rogersetapalacaraconlasmanos.—Para,Stephanie.A la mierda. Tal y como me imaginaba, es fiel como un perrito
faldero.Ahoraquelosé,todavíasientomáscelosdemihermana.—Vamos,Roger,noseas...—¡Stephanie! ¿Qué demonios estás haciendo? —La voz de Olivia
llenalacocina.Mirohacialapuertayahíestá.Sehapuestounpijamadefranelacon
laparteinteriorazul.Estáenfadada.Alospocossegundosmiraasumarido.—¿Roger?—No sé nada, cielo. Ha entrado aquí y ha empezado a intentar
quitarselaropa.—Damanotazosenelaire,suplicándoleasumujerquevealolocaqueestálaputilla
desuhermana.Oliviasevuelvehaciamíymeatraviesaconlamirada.—Stephanie,vetedeaquí.—Ni siquiera me has preguntado si es verdad—le digo, cabreada
porquenolohayahecho.Cojoelbolsoytirodemifaldahaciaabajo.—Teconozco—diceconseguridad.«¿Meconoce?»Nomeconoce en absoluto.Sime conociera, no se
comportaríacomounazorraegoísta.—¿Y...?—MiroaRoger,yélsealejacomosiyofueraunaserpiente.¿Se atreve a juzgarme?Si no tuvieramiedo de que lo pillaran,me
habríapuestomirandoaLaMecasobrelarelucienteencimeradegranito.—¿Te has insinuado a mi marido o no? —A Olivia le tiembla el
labio,estáconteniendolaslágrimas.
Deberíanegarloyculparloaél.RogerestanpatéticoqueOliviamecreería.Además,puedo
llorarsimelopropongoy,siquisiera,podríaconvencerladeloquemedieralagana.
¡Porfavor...!—¡Eresunamocosamalcriada!—megritaentonces,yRogercruza
lacocinaylepasaelbrazoporloshombros.¿Yo soy la mocosa malcriada? ¿Lo dice en serio? Ella es la que
siempreconsigueloquequiere,yapesta.Estoyhartadesersiemprelasegundona.Tienesuertedeque
nohayahechonadapeor.PodríahaberleshechomuchomásdañoaellaoaRoger.Mesorprende lo
queestoypensando...Ymegusta.—¡Fueradeaquí,Stephanie!—Oliviasacudelacabezaysumaridole
frotalasmanostemblorosas.
Esomismovoyahacer.Muyprontonotendréqueaguantartodaestatontería.
Enbrevemeiréalauniversidad.Y,cuandollegueallí,seréelamadelcampus.PartedosDURANTE
HARDIN
Ibapormalcamino,vivíasinexpectativas.Seestabaacostumbrandodemasiadoalavidaenaquelpaísextranjero,inclusocreíaquesuacentosediluíaconcadanochequepasabalejosdesuhogar.Suvidaeraunbuclecontinuo que se repetía maquinalmente: los mismos actos, las mismasreacciones, las mismas consecuencias. Las mujeres se confundían unascon otras, sus nombres eran una repetición infinita de Sarahs, Lauras yDesconocidas.
Noestabasegurodecómoibaaseguirviviendoasí.Yentonces,laprimerasemanadelcursosiguiente,laconoció.Llegó
alaUniversidaddeWashingtonCentraldelamanodealgoodealguienmáspoderosoqueél...Paraatormentarlo.Él—oeso—sabíaquiéneraél,lafamaquesehabíacreado,yteníaunplan.
Estaba decidido a robar otra inocencia, a arruinar la vida de otrachica.«Estaveznoserátanterrible»,sedecía.Nollegaríaalosextremosdeantes.Esoeradistinto,másinfantil.Erasólodiversión.
Ylofuehastaqueelvientoseenredóensupeloyseloapartódelacara.Hastaqueelgrisdesusojosseleaparecióensueñosyenloquecióporsuslabiossonrosados.Seestabaenamorandodeella,tandeprisaquenoestaba segurode sideverdad lo sentíao si se lo estaba imaginando.Pero lo sentía... Sentía que lo estaba destrozando por dentro como elrugidodeunleón.Empezóanecesitarlapararespirar,parapensar.
Unanoche,enmitaddetodo,mientraslanievecubríaconsumantoelasfalto, se sentó a solas en el aparcamiento. Susmanos se cerraban confuerzasobreelvolantedesuviejoFordCapriynosabíani loqueteníadelante,nopodíanipensar.
¿Cómopodíahaberhechoalgosemejante?¿Cómohabíaidotanlejostan rápido?Noestaba seguro,pero sabía, lo sentíamuyadentro,quenodebería haberlo hecho, y tenía claro que se arrepentiría. Ya se estabaarrepintiendo.
Sesuponíaqueeraunobjetivofácil.Unachicabonitaconunasonrisa
inocente y unos ojos de un color extraño que debían de carecer deprofundidadodesignificado.Sesuponíaquenoibaaenamorarsedeella,ysesuponíaqueellanoibaahacerquequisierasermejorpersona.
Élcreíaqueantesestababien.
Antes no le ibamal.Antes de cometer el errormás hermosode suvidaalpermitirqueellaseconvirtieraensumundoentero.Perolaquería,laquería tantoque loaterrorizabaperderla,porquesi laperdíaaellaseperdería a sí mismo, y sabía que no iba a poder soportar una pérdidacomoésadespuésdehaberpasadotodasuvidasinnadaqueperder.
Apretó el volante con más fuerza; el blanco de sus nudilloscontrastaba con el volante negro. Sus pensamientos se tornaron máscaóticos. Se volvió más irracional. Desesperado. Se dio cuenta en eseinstante,enelsilenciodelaparcamientodesiertoqueahogabasusmiedos,de que haría cualquier cosa, cualquier cosa, para conservarla parasiempre.
Fuesuya,laperdióyvolvióasersuyadurantelosmesessiguientes.No acababa de entenderlo. La amaba. Su amor por ella ardía como unaestrella, y subrayaría pasajes de sus diez mil novelas favoritas parademostrárselo. Ella se lo había dado todo, y él observó cómo seenamorabadeél,conlaesperanzadequeéldejaradedecepcionarla.Lafeque tenía en él hizo que quisiera ser merecedor de ella. Queríademostrarles a ella y a todos que se equivocaban. Ella le hizo sentir laclasedeesperanzaqueélnuncahabíasentido,laclasedeesperanzaquenisiquierasabíaqueexistía.
Su presencia lo hacía sentir en paz, el fuego en su corazón seenfriaba,yseestabavolviendoadictoaella.Laansiabahastaquelatuvoy,cuando la hizo suya, ninguno de los dos pudo parar. Su cuerpo seconvirtióensulugarseguro;sumente,ensuhogar.Cuantomáslaamaba,másdañolehacía.Nopodíaalejarsedeellay,atravésdelasdificultadesyde madurar juntos, ella se convirtió en la normalidad que él habíaanheladotodasuvida.
Surelaciónconsupadrefuecambiandohastaserenalgocercanoalafamiliaridad.Unpardecenasfamiliaresempezaronaarrancarlacostrade odio que sentía hacia aquel hombre. Comenzaba a ver de un mododiferente, y eso contribuyó a que viera los errores de su padre de otramanera. Entonces fue cuando la necesitó a ella para darle estabilidad,
cuandosuvidavolvióacambiarysufamiliasetransformó.Empezabaaimportarle, a sentir por aquella casa llena de extraños lo que juró quejamássentiría.
Nofuefácilparaéllucharcontraveinteañosdepatronesdestructivosyreaccionesbásicasyviscerales.
Todoslosdíasteníaquehaceroídossordosallicorquellamabaasusangre, a la ira de la que intentabadespojarse... Perono sabía cómo.Seprometió que lucharía por ella y lo hizo. Perdió algunas batallas, peronuncaperdiódevistaelobjetivodeganarlaguerra.Ellaloenseñóareíryaamar,yélselohadichounaymilveces,peronodejaráderepetírselojamás.
UNO
Losúltimosdíasdelasvacacionessonsiemprelosmejores.Todoelmundosevuelvelocoporhacer
realidadlosúltimosplanesydeseosdelverano.Haymásgenteenlasfiestas,laschicasse
desmelenan... Sin embargo, memuero de ganas de que empiece elsemestre.Noporqueseaunnovato
ymeemocioneelmágicomundodelauniversidad.No.Meapetecequeempieceelcursoporque,si
juego bien las cartas, me graduaré en primavera, un año antes detiempo.
Noestámalparaundelincuentedelquetodoelmundopensabaquenuncapisaríaunauniversidad
y,muchomenos,queibaaterminarlapronto.Mimadreestabatanpreocupadapormifuturoquemeenvióalaotra
puntadelmundo,algrandiosoestadodeWashington,paraquevivieracercademipadre.
Usócomoexcusalabobadaesadequequeríaque«reconectara»conél,peroamínomeengaña.Sé
quenipodíaniqueríaaguantarmemás,asíquemeembarcóhaciaEstadosUnidos,comoa
lospuritanosdeantaño.—¿Tefaltamucho?—Unamarañarosayunoslabioshinchadosme
mirandesdelaentrepierna.Casimehabíaolvidadodequeestabaahí.—Sí.Lacojoporloshombrosycierrolosojos,meconcentroenelplacer
físicoquemeproporciona.Unadistracción,esoesloquees.Todasloson.Lapresión enmi espinadorsal aumentaynomemolesto en fingir
quedisfrutodesucompañíamásalládelplacersexualmientrasmecorroensucalienteboca.
Unossegundosmástarde,seestálimpiandoloslabiosenlapalmadelamanomientrassepone
depie.—¿Sabes?...—diceMollycogiendosubolso.Sacaunpintalabiosde
coloroscuro—.Almenospodríasfingirqueteinteresa,gilipollas.Tuerceelgestoyeliminaelexcesodepintalabios.—Esohago.—Meaclarolagarganta—.Hagoquemeinteresa.Pone los ojos en blanco yme saca el dedo.Me interesa, almenos
sexualmente. Folla bien, y a veces no es mala compañía. Somos muyparecidosellayyo.Alosdosnosrechazalafamilia.Nosémuchodesupasado, pero sí lo bastante para saber que algo malo debe de haberlepasadoparaquese
haya refugiado en el remoto estado de Washington en vez dequedarseensucasadeniñaricaenPensilvania.
—Capullo—mascullatapandolabarradelabios.Estámásguapasinmaquillaje,conloslabios
rosadosehinchadosdehaberestadochupándomelapolla.Mollyesunaamigamía.Bueno,amigaconderechoaroce,diríayo.
Nuestra«amistad»noesexclusivaniporasomo,ylosdostenemoslibertadparahacerloque
nosapetezcaconquiennosapetezca.Medetestalamitaddeltiempo,peronomeimporta.Elsentimientoesmutuo.
El resto de nuestros amigos nos dan la vara con el tema, perofunciona.Meaburroylatengoa
mano.Lachupabienynosequedacuandoacabo.Paramíesperfecto.Parecequeparaellatambién.
—¿Estarásestanoche,paralafiesta?—pregunta.Yotambiénmelevanto,mesuboelbóxerylosvaqueros.—Vivoaquí,¿no?—replicoenarcandounaceja.Odioestesitio,ytodoslosdíasmepreguntocómocoñoheacabado
enunafraternidad.Por el donante de esperma que me hizo. Por eso. Ken Scott es un
taradodeprimera,delapeorespecie.Uncabrónalcohólicoquedestruyómiinfanciay,sinmás,le
dioungiroasuvidaysefueavivir con una señora que tiene un hijo, un perdedor dos añosmás
jovenqueyo.Su segunda oportunidad, imagino.Ken Scott consigue una segunda
oportunidadyyoacaboenunapocilgade fraternidaden launiversidadde laqueestá a cargo.
Porsifuerapoco,prácticamentemehasuplicadoquemevayaavivirconél,comosicreyeraquede
verdadvoyarespirarbajoelmismotechoqueél,bajosucontrol.Cuandomenegué,creíaqueibaaconseguirmeunapartamento.
Perono.Y aquí estoy, en esta puñetera casa.Lo cabreóde lo lindoqueprefirieraesteagujeroasu
casalimpiaeimpoluta.Aunque la fraternidad de mierda tiene sus ventajas. Es una casa
enormedondesecelebranfiestascasitodaslasnoches,hayunflujoconstantedeconejitas.Ylomejor
detodo:nadiesemeteconmigo.Aningunodelossimiosdelafraternidadpareceimportarleselhecho
dequenomuevoundedopararepresentaralahermandad.Nollevolaestúpidasudaderaniuna
desusridículaspegatinasenelcoche.Nohagoningún tipode trabajovoluntarioynovoypor ahí
gritandoelnombredelsitio.Lodeltrabajovoluntarionoestámal,perolacomunidadlesimportaun
bledoy,engeneral,nadatienemuchaimportancia.Miroamialrededorymedoycuentadequeestoysolo.Mollydebe
dehaberseidosinquemehayadadocuenta.
Melevantoyabrolaventanaparaventilarelcuartoantesdevolverausarloestanoche.Estábien
quehayatantashabitacionesvacíasenlacasa,porquenosoportoquenadie entre en lamía. Es demasiado personal o algo así. No sé, nomegustaypunto,ytodoelmundohaaprendido,deunmodouotro,quenoseentraenmicuarto.Mollyycualquierchicaa laquevayaa tirarmesabequeiremosaunadelashabitacionesvacías,noalamía.
Meestoy acercandoa lapuerta cuandoveoaLogan tambaleándoseporelpasilloconunachicade
pelo rizado bajo el brazo. No se corta a la hora de decirle lo quequierehacerle,yyotampocome
cortoalexpresarmisnáuseas.—¡Buscaosunahabitación!—lesgrito.Ellasonríeymehaceuncortedemangas,yyocierrolapuertacon
pestillo.Asísonlascosasporaquí: todo elmundome ignora omemanda a paseo conmayor o
menorsutileza.Prefieroestaraquí,soloenmihabitación,esperandoelsiguientesubidónartificial.Pasoeldedoporlosestantescubiertosdepolvodemilibrería.Nosé
quénovelameapetecevivirahora... ¿Hemingway, tal vez?Medaráunabuenadosis de cinismo.
¿LamedianadelasBrontë?Mevendría bien una historia de amor disfuncional. Cojo Cumbres
borrascosas,mequitolasbotasymetumboenlacama.Noséquétieneestanovelaquemeempujaaleerlayareleerlatantas
veces,perosiempreestoypasandolaspáginasdeestecuentollenodeoscuridad.Esunalocura,
laverdad:dospersonasqueseenamoran y se desenamoran. Se destruyen a símismos y a todo lo
quelosrodeaporquesondemasiadoegoístasycabezotasparaarreglarlosuyo.Pero, para mí, esas historias son las mejores. Quiero sentir algo
mientrasleo,ylasnovelascursisllenas de rosas y solme dan ganas de vomitar sobre las páginas y
quemarlasdespués.—¡Así, así, joder...! —chirría una voz femenina a través de las
paredesfinascomoelpapeldefumar.—¡Cierraelpico!—Aporreolamaderaviejaconelpuñoyluegome
tapolosoídosconlaalmohada.Unañomás.Unañomásdecursosdemierdayexámenesparatontos.
Unañomásdefiestasllenasdegentequesólopiensanen loquedirán losdemás.Unaño
másdeiralomíoypodrévolveraLondres,queesdondeestámisitio.
DOS
A día de hoy, aún recuerda cómo el aroma a vainilla inundaba elpequeñodormitoriouniversitariolaprimeravezquesequedóasolasconella. Tenía el cabello empapado; se había cubierto las curvas con unatoalla,yfuelaprimeravezquesefijóencómoseleencendíaelpechoderuborcuandosecabreaba.Volveríaaverlaenfadada,muyenfadada,tantasveces que había perdido la cuenta, pero jamás olvidaría cómo habíaintentado ser amable con él al principio. Él había confundido esaamabilidadconorgullo.
«Otrachicatercaquefingeserunamujer»,habíapensado.Peroesachica extraña continuó siendo todo lo paciente que pudo. Sin motivoalguno.Noledebíanada,comoahora,ysóloesperapodervercómoseenfadaconélunayotravezduranteelrestodesuvida.
Ahora, solo y atrapado por sus propios errores, se aferra a losrecuerdos de aquellos días. Esos recuerdos de su propia ira, y de la deella,sonalgunasdelaspocascosasquelomantienenaflotedesdequeellalodejó.
Elprimerdíadelprimersemestreessiempreelmejorparaobservaralagente.Montonesde
imbécilesandandeacáparaallácomopollosincabeza,ymontonesdechicaslucensusmejoresmodelitosenunintentodesesperadodeatraerlaatencióndeloshombres.
Esto se repite año tras año en todas las facultades del planeta. Peroresultaqueyoestoycondenado
a ir a la Universidad deWashington Central.Me gusta bastante; esfácil,ymisprofesoressuelenhacerlavistagordaconmigo.Apesardemiputa falta de interés, no me va mal académicamente hablando. Si me«aplicara más», me iría aún mejor, pero no tengo ni el tiempo ni laenergía de obsesionarme con las notas, o conplanes o connada con loqueunopuedaobsesionarse.Nosoytanidiotacomolosprofesoressuelendarporhechoquesoy.Puedofaltarunasemanaenteraaclasey
bordar el examen después. Sé que, mientras siga así, me dejarántranquilo.
La fachada del Centro de Estudiantes es el lugar perfecto paracontemplarelespectáculo.Me
encantasentarmeaquíaobservarcómolloranlospadres.Meresultadivertidoporqueamimadreparecíafaltarleeltiempoparadeshacersedemí,yalgunosdeestospadresactúancomosilesestuvierancortandolosbrazoscuandosushijos,hijosqueyasonadultos,sevanalauniversidad.
Deberíanalegrarsedequehayandecididohaceralgoconsusvidas,enlugardelloriquearcomocríos.Sisedieranunavueltapormiantiguobarrio,besaríanelsuelodelaWCUpordarlesasushijosunaoportunidadenlavida.
Unamujerconunasenormestetasfalsasyelpelodecoloradoabrazaasuenclenquehijode
camisadecuadros,ysonríodeorejaaorejaalvercómoélempiezaa llorar en el hombro de sumadre.Menudo pringado. Su padre esperadetrás,apartadodelapatéticaescenamientrasmirasucaroreloj,aquesumujerysuhijodejendegimotear.
No sé cómo me sentiría si mis padres estuvieran obsesionadosconmigo.Mimadresepreocupaba
bastante, cuando no trabajaba de sol a sol, y dejaba queme valierapormímismomientras
compensaba la falta de sentido común del capullo de mi padre.Intentabacompensarlocomopodía,
pero cuando se ha perdido ya tanto, uno sólo puede ayudar hastacierto punto. Y yo rechazaba su ayuda. En todomomento. No la aceptéentoncesynolaaceptaréahora.Nilasuyaniladenadie.
—¿Quéhay, tío?—Natesesientaa lamesadelmerenderoenfrentedemíysesacauncigarrillo
del bolsillo—. ¿Qué planes tienes para esta noche? —preguntamientrasenciendeelmechero.
Meencojodehombrosymesacoelteléfonodelbolsilloparamirarlahora.
—Nolosé.HemosquedadoenelcuartodeSteph.Mientrasfuma,NatemeinsisteparaquevayamosalcuartodeSteph
desdeelCentrodeEstudiantes. No está lejos, a unos quince minutos o así, pero
preferiríairencocheatenerquesorteara las masas de alumnos ansiosos ataviados con sus mejores galas
universitarias.Paracuandollegamosalosdormitorios,Natenoparadehablardela
fiestadelfindesemana.Hay una fiesta todos los fines de semana. No entiendo por qué se
emocionatanto.Paramísiempreestodoigual.Elmismogrupodeamigos,lamisma
cantidaddesexo,lasmismasfiestas...,otrodía,perolamismamierdadesiempre.Estoyapuntodeirrumpirenlahabitación,peroNatemedetiene:—Deberíamos llamar. ¿Te acuerdas del pedo que llevaba la última
vez?Me río paramis adentros. Sí,me acuerdode ese día.Era el último
semestre.EntréenelcuartodeStephsin llamaryme laencontréde rodillasdelantedeuncapullo.
Lo llamo capullo porque..., bueno, porque llevaba chanclas. Desde mipunto de vista, un tío joven que lleve chanclas es automáticamente uncapullo. Él se quedó todo cortado, y Steph estaba borracha.Mientras eltiposelargabacorriendo,
ella lanzaba prácticamente todas sus posesiones en dirección a micabeza.
Verla tan horrorizada me alegró la semana. A día de hoy, aún lapinchoconeltema.
Porfindejodereírmeconelrecuerdo,yentoncesoigoquenosgritaqueentremos.
Cuando lo hago, me recibe la imagen de un tío rubio con unachaquetadepuntoenmediodel
cuartodeSteph.EllaestádepieentreNateyyo,mirandoalosreciénllegadosconunachispadediversiónen losojos.Tardounmomentoenadvertir también la presencia de una mujer que parece tensa y unajovencita.Lamujerestábuena.Laobservoatentamente:alta,pelolargoyrubio,tetasdecentes...
—Eh,¿ereslacompañeradeSteph?—preguntaNate,yporfinveoalachica.
Noestánadamal:labioscarnosos,pelolargoyrubio.Yesoestodoloquepuedodecir,porquela
chica llevauna ropapor lomenosdiez tallasmásgrandede laquedeberíallevar.Veocómosufalda
llega literalmente al suelo yme encojo de horror por dentro. Consólomirarlaséquelovaapasar
malenlafacultad.Amododeejemplo:seestámirandolospies,nerviosade lahostia.
¿Quécoñolepasa?—Eh..., sí.Me llamoTessa—balbucea, y lo dice tan bajito queme
sacadequicio.Miro a Steph, que sonríe abiertamente y se sienta en su cama sin
apartarlavistadelachica.
Nate responde con una sonrisa,mostrándose como siempre elmásamigabledelosdos.
—YosoyNate.Relájate.Noentiendoporqué lagentesemolestaenentablarconversaciones
triviales, y menos con este ratoncillo, que mira a Nate con los ojosabiertoscomoplatos.Élalargalamanoparatocarleelhombro.
—Estotevaaencantar—añade.Menudocapullo.La compañera de habitación de Steph observa aterrorizada los
pósteresdelosgruposqueéstatieneenlapared.Nopodríanhaberlepuestoaalguienmásdistintode
ella.Asimplevistaparececallada,tímidayasustadiza.Tienesuertedequehoytengoundíabueno;delocontrario,lahabríahechosentirseaúnmásincómoda.
—Estoylista,chicos—diceSteph,levantándosedegolpedelacama.Secuelgaelbolsodelhombroy sedirigehacia lapuerta.El chico
rubio,queprobablementeseael hermano de su nueva compañera, me está observando, y yo lo
fulminoconlamirada.—Nosvemos,Tessa.Natesedespideconlamanodelachica,yentoncesveoqueellame
estáexaminando.Apartalosojosdelaroque llevoen lacejaydesciende lamiradahaciaelaro
dellabioy,después,haciamisdosbrazos.Entoncesveoquelamujeryeltipoestánhaciendolomismo.
Quieropreguntarles:«¿Quépasa?¿Esquenuncahabíaisvistounostatuajes?»,perotengola
impresióndequesumadrenoestanagradablecomoloesmirarlastetasqueluce,asíqueserámejor
quemecomporte.Demomento.Encuantosalimosalvestíbulo,oímoscómolamujerchilla:—¡Pediremosquetecambiendecuarto!Steph se echa a reír, y Nate y yo hacemos lo propio mientras
recorremoselpasillo.
TRES
A lamañana siguiente nome apetece ir a la primera clase, así quedecidoiralahabitacióndeSteph
en su lugar. Seguramente aún esté dormida, pero me aburro, y sucuartoestámáscercademi
siguienteclasequeeldenadiemásdelgrupo.Lemandounmensajeyledigoquevoydecamino,peronoesperoaqueresponda.
El vestíbulo del viejo edificio está casi vacío, sólo unos cuantosrezagadosfrenéticoscorrende
unladoaotroconlosbrazoscargadosdelibros.Llamoalapuerta,paraqueadoñaRemilgadanole
déunataquey,alnooírrespuesta,entroconlallavequeStephmehadado.
ParaevitarquedarmedormidosobreelcolchóndemierdadeSteph,zapeoentreloscanales
básicos de la televisión por cable. Justo cuando un «médico»aburridoestáapuntodedarunconsejo
matrimonialadosidiotas,lapuertaseabreylacompañeradecuartodeStephentracorriendo.Está
envuelta en una toalla húmeda, y tiene el pelo largo y empapadopegado a la cara de un modo que casi resulta cómico. Mientras abremucholosojosporlasorpresa,apagolateleyobservoalespécimenquetengoantemí.
—Esto...¿DóndeestáSteph?—dicecasicomounalarido.Sequedamirandoalsuelo,luegomemiraamídenuevo,yotravez
alsuelo.Sonríoalverlatanavergonzadaymequedocallado.—¿Nomehasoído?TehepreguntadodóndeestáSteph.—Ahorasu
vozesmássuave,másamable.Misonrisaseintensifica.—Nolosé.
Estámuertadevergüenzay,porcómoestáagarrandolosbordesdela toalla, temoquevayaahacerla trizas.Enciendodenuevola teleymeincorporo.
—Vale.Bueno,¿teimportaría...irteoalgoparaquepuedavestirme?Nopienso largarme.Noahoraqueheencontrado laúnicaposición
cómodaenestacama.Hago como queme vuelvo y me tapo la cara con las manos para
seguirleelrollo.—Noseastancreída,nopiensomirarte.¿Cómopuedetenérselotancreídocomoparapensarquevoyaestar
aquímirándola?Vale...,estábien,seguramenteloharía,sobretodoteniendoencuenta
quelatoallaquellevaenrolladaseciñeasucuerpodeunmodolahostiadedelicioso.
Laoigomoversedeacáparaallá, el sonidodeun sujetadorque seabrochaysufuerte
respiración. Sigue nerviosa, yme encantaría verle la caramientrasintenta subirse la ropa todo lo rápidoquepuede.Medestaparía losojossólo para fastidiarla, pero hoy estoy de un humor bastante decente.Además, voy a ver a esta chica bastantes veces, así que más me valemostrarmealgocívico.
—¿Has acabado ya? —pregunto poniendo los ojos en blanco pordebajodelasmanos.
—¿Por qué eres tan desagradable? Yo no te he hecho nada. ¡¿Quénaricestepasa?!—grita.
¿«Narices»?Porsupuesto,noesperabaquenadamásfuertesalieradeesaboquitadeniña
inocente. Está intentando con todas sus fuerzas tener pacienciaconmigo, y yo estoy intentando con todas mis fuerzas que estalle. Nopuedoevitarreír.
MientrasobservoalafuribundacompañeradeSteph,semehaceraroreírmeasí,tanfuerte,pero
esquesuexpresiónesdignadever.Estámuymosqueada.LapuertaseabreyStephentravestidaconlamismaropaquellevaba
anoche.—Sientollegartarde.Tengounaresacademildemonios—gimotea.Pongolosojosenblancodenuevo.¿Cuándonotieneellaresaca?
—Perdona,Tess,olvidédecirtequeHardinsepasaríaporaquí.—Seencogedehombros,comosi
leimportaraunamierda.—Tunovioesungrosero—lesueltalarubia.Nopuedoevitarecharmeareírotravez.Stephmemiraconunaceja
levantadaalverlomuchoquemeestoyriendo.—¡Hardin Scott no es mi novio! —exclama, quizá con demasiada
rotundidad,muertadelarisa.Hemosechadoalgúnpolvo,peronuncahemossalido.Yonosalgoconchicas.—¿Qué lehasdicho?—Stephsevuelvehaciamíypone lasmanos
sobresuscaderasenunintento fallido de reprenderme.Después se vuelve hacia la chica—:
Hardintieneuna...unamaneramuyparticulardeconversar.¿«Conversar»?Noestoyintentandohablarconningunadeellas.Me
encojodehombrosyvuelvoabuscaralgunamierdaquever.—Esta noche hay una fiesta; deberías venir con nosotros, Tessa—
oigoquelediceSteph.Sí,ya,comosiestatipafueraairaalgunafiesta.Memuerdoelaro
dellabioparanovolverareírmeymequedomirandohaciaeltelevisor.—No me van mucho las fiestas. Además, tengo que ir a comprar
algunascosasparamiescritorioymisparedes.—Venga..., ¡es sólo una fiesta! Ahora estás en la universidad, una
fiesta no te hará daño —dice Steph, casi rogando, mientras intentaconvencerla—. Oye, y ¿cómo vas a ir a comprar? Creía que no teníascoche.
—Iba a coger el autobús. Además, no puedo ir a una fiesta, noconozcoanadietodavía—
responde, y yo me río de nuevo—. Pensaba quedarme a leer y ahablarconNoahporSkype.
Vaya, menudo planazo, ir a comprar. Probablemente va al putoTarget;tienetodalapinta.YsucitaporSkype...Seguroquevaaenseñarleeltobilloaesepobretío.
—¡Niseteocurracogerelautobúsunsábado!Vanatope.Élpuedellevartedecaminoacasa...,
¿verdad,Hardin?Stephmemira.Nopiensollevaranadieaningunaparte.—Yenlafiestaestaréyo,yamísímeconoces—continúaSteph—.
Venga,ven...,porfavor...—Nolosé...y,no,noquieroqueHardinmelleveencochealatienda
—gimotealamuyinsoportable.Mevuelvoylessonríoaambas;esloúnicoquepuedohacer,yaque
estánempezandoatocarmelasnarices.—¡Ay, qué pena! Estaba deseando pasar el rato contigo —digo—.
Venga,Steph,sabesqueestachicanovaaaparecerporlafiesta.Me tomo unos instantes para observar elmodo en que su camiseta
blancaseciñeasupechoysuscaderas.Debería vestir así en lugar de con esa falda larga hasta el
sueloquellevabaelotrodía.Susshorts caquis siguenpareciéndomedemasiado largos, perono todo
puedesercomoaunolegustaría.—Pues ahora que lo dices, sí, iré —dice la chica..., ¿cómo se
llamaba?¿Tessa?Sí,eraTessa.Oigounosgrititosdejúbiloy,cuandoveoqueempiezanaabrazarseytoda
esamierda,decidopirarme.—¡Bien!¡Lopasaremosgenial!—leaseguraStephmientrassalgode
lahabitación.
Conduzcohastaelcampusyasistoalrestodelasclasesdelajornada.Despuésrecibounmensajede
NateenelquemedicequemereúnaconélyTristanenBlindBob’symedirijohaciaallí.Pongo
músicaybajo laventanilla.Deadolescentemeparecíaque lagentequeponíalamúsicaatodahostia
enelcocheibadeguayporlavida,peroahoraloentiendo.Avecesnecesitoquedesaparezcatodolo
quemerodea,ysóloloconsigoconlamúsicaylalectura.Todoelmundotienesusmétodos,yéstos
sonlosmíos.Cuandonecesitosilencio,elruidoayuda.SupongoquemejoresoqueunabotelladeJackDaniel’s.Mimadre,
llorandoalteléfonoenmitaddelanoche,diríalomismo.—¿Por qué has tardado tanto? —Tristan le da un bocado a una
hamburguesaylamitaddelosingredientescaensobreelplatoquetienedelante.—Habíauntráficodelahostia.—Medeslizoenelasientoalladode
Nate.Nuestra camarera de siempre me saluda con la cabeza e, instantes
después,aparecejuntoalamesaconunvasodeagua.—¿Sigues sobrio?—preguntaNate,y evitamirarmivasomientras
dauntragoasucerveza.—Sí,sigosobrio.—Mebebolamitaddelvasodeaguaeintentono
pensarenlasensacióndeunacervezabienfríaenmilengua.—Me alegro por ti, tío. Sé que todo el mundo te toma el pelo al
respecto,peroamímepareceincreíblequetengastantoautocontrol.ElcumplidodeNatemeincomoda.Tristanseechaareírysepasaunaservilletaporlabarbilla.—¿Autocontrol?AnochemismooícómoMollygritabatunombre.—Bueno,sobrioconrespectoalabebida.Noconrespectoalastías,
claro.Nateseechaareírtambiénychocasuhombroconelmío.Mesiento
aliviadoconelcambiodetono.Lacosaseestabaponiendodemasiadopersonalparamigusto.Nateacabaconvenciéndomeparaquelodejeconducirmicoche.Sólo
sehatomadounacerveza,ylaverdadesquenomeapetececonducir,asíqueaccedoadejarlosi
mellevaarecogeraStephyasucompañeradehabitación.—Nohaparadodellamarme,dicequenolecogeselteléfono—dice
Natecuandosalimosdelaparcamiento.Pongolosojosenblanco.—Le he dicho hace una hora que yo las llevaría.—A veces Steph
puedeserunputoincordio.—Acabo de decirle que vamos hacia allí.Me alegro de que esa tal
Tessavengatambién—dice,ybajalaventanilladelladodelconductor.—¿Porqué?—Porqueparecemaja,ydeberíasalirmás.Stephdicequecreequesu
novioessuúnicoamigooalgoasí.—¿Sunovio?¿QuieresdecirquelaMadreTeresatienenovio?—me
mofo.Unmomento...¿elchicode lahabitación?Siparecíanhermanos,no
novios.¿EsconélconquienibaahablarporSkype?Entoncessindudaibaaserunvídeocontoda
laropapuesta,puedequeinclusoconunblazerextra,porprotección.—Sí,eselqueestabaconella,esetíotanpijo.—Quésorpresa.—Merío,yenciendolamúsica.Tessyelestiradodesunoviodetestaríanestamúsica,porloquesubo
aúnmáselvolumen.CuandollegamosalaparcamientodelaresidenciadeSteph,empieza
asonarmiteléfono.EsMolly,asíqueledoyaignorarlallamada.—Señoritas.—Natesaludaalaschicasmientrasseacercanalcoche.Stephllevaunvestidoderejilla,ysulapallevaloquepareceunsaco
granate.Noloentiendo.Hevistoelcontornodesucuerpobajoesatoalla.¿Porquéseponeesa
cosatanhorrenda?—Eres consciente de que vamos a una fiesta, no a misa, ¿verdad,
Theresa?—ledigomientrassesubealcoche.—No me llames Theresa, por favor. Prefiero Tessa —se limita a
responderconairepretencioso.Sabía que su nombre sería Theresa. He leído suficientes novelas
comoparaimaginármelo.Parece
queconlodelnombrehetocadountemasensible.—Claro,Theresa—laprovoco.Duranteeltrayecto,lamirounascuantasvecesatravésdelespejo.No
pareceincómoda,yaquenosabeque laestoymirando.Lacasaestácerca; sólo tenemosque
seguirunoscuantosminutosmásen un embarazoso silencio.Nate aparca delante de la casa, tras una
filadecoches.Ellaresoplayponelosojosenblanco.—Esenorme.¿Cuántagentehabráaquí?—pregunta.¿Acasoelcéspedllenonolesirvecomopista?—Unmontón.Vamos—ledigo,ycierrolapuertadelcoche.Ellapermanecesentadaensusitio,enshock,creo,yyomealejopor
elpatio.
CUATRO
Supodesdeelprincipio,desdesuprimerencuentrohastalaprimeravez que ella usó su insolencia contra él, que sentía algo diferente conrespectoasupersona.Noimaginaba...,no,noteníaniputaideadequeelfuegoqueardíaensuinterioracabaríadebilitándosehastaextinguirseporsumala costumbre de cometer un error tras otro.Y ahora amenudo seencuentra sentado solo, reviviendo los días en los que ella rebosabaintensidad. Cuando su voz y sus acciones destilaban tanta pasión que elaireentreellossecargabadehumo.Deberíahaberimaginadoquetodaesapasión acabaría en destrucción, que terminaría quemando su alma yconsumiendocadamilímetrodesuespíritu,llevándosealachicaalaqueamaba,alachicasinlaquenopodíayaúnnopuederespirar,yseveríaobligadoavercómosealeja lentamente,conlasúltimasnubesdehumogris.
Mepaseoporlafiesta llenadegenteymeabropasoatravésdeungrupodecapullosborrachosque
están jugando a alguna especie de juegode beber para entretenersemientrasintentanencajar
desesperadamente. Sus ojos inyectados en sangre y sus estúpidassonrisasmedanganasdevomitar.
Uno por uno, todos me miran con cara de estar pensando «es ungilipollas»mientraslanzanbolasde
plásticoenunosvasosllenosdecervezaylocelebranagritoscomosihubieranganadounaespecie
demedallaporhabersepuestociegosdealcoholcompartiendovasosconlacervezamásbaratadel
mercado.Cuandollegoalatestadovestíbulo,veoaStephyasulapa.Larubia
pareceperdida,completamente fuera de lugar en este enjambre de cuerpos en
movimiento.Alguienledaunabebida
y ella sonríe con amabilidad, a pesar de que no la quiere. Lo séporquesereflejaensusojos.Perola
acepta,ysellevaelvasorojoalaboca.Otraquehaceloquehacentodos.Menudasorpresa.—¡Hooolaaa,TierrallamandoaHardin!—oigoquediceMollypor
encimadelbarullo.Lamiro y veo la expresión de enfado en su rostromientras apoya
unamanosobrelacadera.TienelavistaclavadaenTessaySteph.—¿Quéestabasmirando?—preguntaconvoztensa.—Nada.Méteteentusputosasuntos.Continúomicaminoysubo laescalera rumboamihabitación.Por
detrásdemíoigounrepiqueteo insoportable de bisutería barata y excesiva.Mevuelvoy
meencuentroconMollyysusojosdecachorro.—¿Meestássiguiendoporalgúnmotivo?Seapartaelpelorosadelhombro.—Meaburro—sequeja.—¿Y?...—Me saco el móvil del bolsillo trasero y finjo que hago
cualquiercosamenosescucharla.Mollymepasalamanoporelbrazo.—Entretenme,capullo.La miro de arriba abajo, y me deleito en el modo en que su
minúsculovestidoresaltatodaslascosasqueyahevisto.Meclavalasuñas,ysusonrisaseintensifica.—Venga,Hardin,¿cuándofuelaúltimavezquetecorriste?Notienevergüenza.Megusta.—Pues,teniendoencuentaquemelamamastehacedosdías...Pegasuslabiosalosmíosantesdequepuedadecirunapalabramás.
Meapartohaciaatrás,peroellaseadelanta.«Enfin,¿porquéno?»Noestánadamal,ypodríaestarperdiendoel
tiempoconcosaspeores.ComoStephconsantaTheresatodalanoche.Menudorollo.Mollymeguíahasta laúltimahabitaciónquehaya laderecha;sabe
perfectamente que no debe intentar ir a mi cuarto. Nadie entra en mi
cuarto. Cierra la puerta después de pasar y se abalanza sobre mí encuestióndesegundos.Tienelabocacalienteyloslabiospintadosconunbrillopegajoso.
El hecho de tocarnos, ya sea con Molly o con cualquier otra, meayudaaevadirme.Noentiendo
muybienporqué,perocuandodesconectolamenteduranteunratotodomeresultamásfácil.Esun
subidón,elúnicomomentoenelquerealmentesientoalgo.Mollyme lleva hasta el catre, que apenas tiene una sábana encima.
Estospequeñosdetallesnoimportancuandonosientesnada.Mollyextiendesucuerpomenudo
sobreelmíoyserestriegacontramipierna.Laagarrodelpelorosayapartosubocadelamía.—No—leadvierto.Ellarespondeconelgruñidoquejumbrosoquesueleemitircuandole
recuerdoquenomebese.—Eresuncapullo—protesta,peropasaaponerseahorcajadassobre
micintura.La puerta se abre y deja de menear las caderas. Se vuelve, se
incorpora,yyomeapoyosobreloscodos.—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunta Molly con un tono duro,
cargadodeimpacienciaynecesidad.Y,porsupuesto—¿cómono?—, lapersonaqueestáen lapuertaes
Tessa,lacompañeradeSteph,conunaexpresiónquemeindicaqueestámáscortadaqueMollyyyo
juntos.—Esto...,no.Perdón,yo...—tartamudea—.Estoybuscandounbaño,
alguienmehatiradolabebidaencima.Mira hacia abajo, hacia su vestido manchado, a modo de prueba.
Pareceserqueestachicapasamuchotiempomirandohaciaabajo.—Muy bien. Pues sigue buscando—respondeMolly haciéndole un
gestoconlamanoparaqueselargue.
Tessasaledelahabitacióninmediatamenteycierralapuerta.Sin embargo, mientras Molly se abalanza sobre mi cuello, veo la
sombradelospiesdeTessaalotro lado. ¿Nos está escuchando? Joder, qué tía más rara. Unos
segundosdespués,desaparece,yMollydeslizalamanoentremispiernas.—Joder,esachicamesacadequicio—dice.Para ser una persona que tampoco cae demasiado bien, aMolly la
«sacadequicio»demasiadagente.—¿Debería haberla invitado a participar?—digo encogiéndome de
hombros,yellaponecaradeasco.—¡Puaj!Nihablar.ConBiancaoStephnotediríaqueno,peroconla
Tessaesa,nihablar.Nisiquieraestábuena,ymidecasieldoblequeyo.—Eresunazorra,¿losabías?—ledigo,ysacudolacabeza.Por muy sosa que sea, Tessa tiene un cuerpo bonito, la clase de
cuerpoquelesgustaaloshombres; la clase de cuerpo que devoraría en un santiamén si ella
aprendieraadomaresaactitudquetiene.—Vengaya.Loúnicoquetegustadeellasonsustetas.Mollyseabalanzasobremicuellodenuevo.—No me gusta —digo, sintiendo de repente la necesidad de
defenderme.—Ya,estáclaroquenotegusta.—Seapartaparamirarmealosojos
ysonríecomosiestuviéramos compartiendo un secreto o algo así—. Pero eso no
significaquenotelafollarías.Acercasubocaamimandíbulayempiezaamordisquearmelapiel.
Meagarralapollaatravésdelospantalonesycontinúamoviendosucuerpomenudosobreelmío.—Bastadecháchara.Deslizolamanoentresusmuslosseparadosyempiezoaacariciarla
conlosdedos.Gimecontrami cuello, y yo me concentro en el placer que me está
proporcionando.Mollyseparecemásamíde
loqueadmitiríajamás.Sudíaadíatambiénesaburridoydeprimente.Ella utiliza asimismo las sensaciones para escapar de sus propiospensamientos.Laverdadesquenosémuchodeella,nuncacuentanada,peroséquenodebedehaberlopasadobien.
Mollyempiezaaestremecersemientras lemeto losdedos.Sécómohacerquesecorrarápido.
Cuando gime, oigo que suspira el nombre de «Lou», pero prontorecobralacomposturaydicemi
nombre.«¿Lou?Pero ¿quécojones?» Intentono reírmealpensarquepueda
estarrefiriéndoseaLogan,diciendosunombremientrassecorreconmigo.Sabeperfectamente
queéljamásseacostaríaconella.Esamableconellaporqueesuntíoamablecontodoelmundo,
perotieneprincipios.Simeimportaraalgo, lareprenderíaporello,perolociertoesque
meimportaunamierda.Lautilizo del mismo modo en que ella me utiliza a mí. Y ambos lo
sabemos.Mimentevagahastalafiestaenlaplantainferior.MepreguntocuántasveceshabrálloradoyalacompañeradeSteph.Pareceunapersonasensible,consusrespuestasysuactitudinsolentequeocultanfragilidad.
Mollyagarramisvaquerosymedesabrochaelbotón.Cierrolosojosysientocómosuscálidos
labiosrodeanmipolla.Después,nodicenada,niyotampoco,cuandosepasalosdedospor
loslabioshinchados.Selevanta, seponeelvestidoparacubrir sucuerpo todo loquepuede
cubrírseloeseretalysaledelahabitación.Me quedo ahí tumbado, sobre una cama que no es lamía.Miro el
techoduranteunosminutosysalgo al vestíbulo. La fiesta continúa; el suelo está cada vez más
guarroacadaminutoquepasa.Ungrupodetresborrachascogidasdelamanopasapormilado.—Chicas,soismismejoresamigas—dicelamásbajitadelastres.Una de ellas, la del suéter azul y los ojos inyectados en sangre, se
tambaleaporelpasilloyestáa
puntodecaerse.—¡Osquiero,tías!—responde,yselellenanlosojosdelágrimas.Las chicas, cuando están borrachas, lloran y son las «mejores
amigas»detodoelmundo...Loganaparecealotroextremodelpasillo,conunasonrisatorciday
unabebidaencadamano.Meofreceuna,perolarechazonegandoconlacabeza.—Latuyaesagua—dicesosteniendoelvasorojoentreambos.Locojo,meloacercoalanarizyhueloellíquido.—Eh...,gracias.Beboun tragodelaguafríaydecidoobviarelmodoenqueLogan
mejuzgaparasusadentrospornobeber.—Lacasaestápetada,tío—medice,yseaclaralagargantaconuna
muecadedolor—.Estevodkabaratoquemadelahostia.No contesto nada. Simplemente observo el vestíbulo mientras nos
dirigimoshacialaescalera.—Por cierto, he visto que esa talTessa entraba en tu habitación—
dicedetrásdemí.Mevuelvoparamirarlo.—¿Qué?—HaentradoconSteph,quehabíaestadovomitandoenelcuartode
baño.—Y¿porquéhanidoamicuarto?—digolevantandolavoz.Habría jurado que lo había cerrado con llave. Nadie entra en mi
habitación,pormuyenfermoqueesté.Dehecho,especialmentesiestánenfermos.Noquieroquenadie
vomitesobremiscosas.Loganseencogedehombros.—Nolosé.Sóloteestoyinformando.Desaparece entre lamultitud y yome dirijo ami habitación. Steph
sabeperfectamentequenodebeentrar.¿Porquénoselohaadvertidoasulapa?Entro cabreadoy, cómono, ahí estáTessa al ladodemi estantería.
Veoalinstantequehapuestolamano en mi ejemplar más antiguo de Cumbres borrascosas. Las
páginasgastadasdelatansuuso.—¿Quécoñohacestúenmihabitación?—ledigo.Sinapenasinmutarse,cierraellibrosuavemente.—Tehepreguntadoquécoñohacesenmihabitación—repitoconel
mismotonoásperoquelaprimeravez.Cruzolaestancia,lequitoellibrodelasmanosylocolocodenuevo
ensusitioenlaestantería.Todavíanomehacontestado;sigueahíplantada,cercademicama,
conlosojosabiertoscomoplatosylabocacerrada.—NatehadichoquetrajésemosaStephaquí...—susurra.Señalaconlamanoendirecciónamicama.Stephestá inconsciente
sobreelcolchón,ynomehaceniputagracia.—HabebidodemasiadoyNatehadicho...Yahetenidosuficiente.—Yateheoídolaprimeravez—lainterrumpotranquilamente.—¿Pertenecesaestafraternidad?—preguntaconvozcuriosayalgo
afectada.No es que me sorprenda. Estoy acostumbrado a que me juzguen,
sobretodolosniñosricosdeactitudsoberbia.Aunquenocreoqueestachica sea rica.Suvestido
parecesacadodeunatiendadeoportunidades y no de un centro comercial, cosa que, por alguna
razón,mesorprende.—Sí, ¿por? —Camino hacia la muy cotilla y ella retrocede y se
golpeaconlaestantería—.¿Tantotesorprende,Theresa?—DejadellamarmeTheresa—meespeta.«Vaya,menudocarácter...»—Estunombre,¿no?Suspirando,damediavuelta.Mirohaciamicamaalverquepretende
marcharsedelahabitación.—Nopuedequedarseaquí—ledigo.NopiensodejarqueStephduermaenmicamatodalanoche.—¿Porquéno?Creíaqueeraisamigos.Quémona...,quéingenua.—Ylosomos,peronadiesequedaenmihabitación.
Mecruzodebrazosy laobservodetenidamente.Sumirada recorremistatuajes.Megustacómo
meestámirando,comosiintentaracomprenderme.Diríaqueeshastaexcitantequemeexaminede
esemodo.Esevidentequeestáintrigada.Derepenteparecesalirdesuestadodeobservación.—Ah...,yaveo—dice,ysueltaunacarcajada—.¿Demodoquesólo
laschicasqueselomontancontigopuedenentrarentucuarto?No puedo evitar sonreír ante su actitud beligerante. Tiene el pelo
largoyrubioyunasmagníficascurvasocultasbajoesetrajehorrendo...,perohayalgoenestachica
quemeirritaaunnivelmuchomás profundo que Steph, o incluso Molly. No sabría decir qué es
exactamente,peromeestásacandodemiscasillasytengoqueacabarconestasituación.—Ésenoeramicuarto.Perosi loque intentasdeciresquequieres
montárteloconmigo,losiento,noeresmitipo.Sonríoyobservocómoselecrispaelrostrodevergüenzaydefuria.—Eresun...eresun...Meincomodavercómointentaencontrarlaspalabrasadecuadaspara
insultarme.—En fin..., pues llévala tú a otro cuarto. Ya me las apañaré para
volveralaresidencia.¿Yo?Suengreimientomeestácabreandoapasosagigantados.NoserácapazdelargarseydedejaraStephaquí,¿verdad?Abrela
puertaycruzaelumbral.Mierda, tiene más huevos de lo que creía. Estoy ligeramente
impresionado.Cabreadoperoimpresionado.—¡Buenas noches, Theresa! —le grito al tiempo que cierra de un
portazo.Observomi habitación para ver si hamovido de sitio alguna cosa
más.Derepentecaptamiatención el espejo de la pared, principalmente porque apenas
reconozcoalhombrequeaparece
reflejadoenél.Noséenquiénmeheconvertidoenlosúltimosaños.Pero lo que más me sorprende es que no entiendo a qué viene la
estúpidasonrisitaquetengoenelrostro.Estoy acostumbrado a discutir con gente insufrible en estas fiestas.
¿Porquéhedisfrutadoestavezmásdelonormal?¿Esporestachicanueva?Noesmitipodepresa
habitual,peromediviertejugarconella.Elruidoprovenientedelaplantainferiorinundamihabitacióny,con
Stephenmicama,notengonadaquehacer.TendréquepedirleaNatequelasaquedeaquí...,que
la deje en el vestíbulo si es preciso. Seguro que ha dormido en sitiospeores. Me sorprendo pensando en Tessa y en su actitud. En cómo haapoyado la mano sobre su cadera con ese aire tan testarudo y no seamilanabaantemí.
SalgoalvestíbuloyconvenzoaunnovatodelafraternidadparaquetrasladeelcuerpodeStepha
un cuarto vacío del pasillo.Aguardounmomento para asegurarmedequenosequedaallíconellay,
cuandosaledelahabitación,medirijodenuevoalamía.Al pasar por delante del baño, oigo una voz agitada a través de la
puerta.EslatalTessa,reconozcosuvozalinstante.—Sí. No. He ido a una estúpida fiesta con mi compañera de
habitaciónyahoraestoyatrapadaenla casa de una fraternidad sin un sitio donde dormir y no tengo
maneradellegaralaresidencia.Está llorando.Deberíaalejarmedelapuerta.Notengoni laenergía
nielmásmínimointerésdeaguantaraunalloronahipersensible.—Peroenestemomentoestá...Nologrodistinguirlaspalabrascontantosollozo.Pegolaorejaala
puerta.—Puesaesomerefiero,Noah...—laoigodecir.Intento abrir la puerta. Ni siquiera sé por qué lo hago, así que
probablementehayasidounasuertequeestécerradaconpestillo.
—¡Unmomento!—grita,perdiendolapaciencia.Llamodenuevo.—¡Hedichounmom...!Tiradelapuertadegolpeyabremucholosojosalverme.Apartola
miradayellapasacorriendopordelantedemí.Laagarrodelbrazoyladetengosuavemente.—¡Nometoques!—grita,ysesueltadeuntirón.—¿Hasestadollorando?—pregunto,aunqueyasélarespuesta.—Déjameenpaz—dicesinmuchaconvicción.Pareceagotada.«¿Conquiénestabahablandoporteléfono?¿Consu
novio?»Abrolabocaparaprovocarla,peromehaceungestodeadvertencia
coneldedo.—Hardin, por favor. Te lo estoy suplicando y, si tienes la más
mínimadecencia,medejarásestar.Guárdatelamezquindadquevayasadecirparamañana.Porfavor.Sus ojos azul grisáceo se inundan de lágrimas, y el comentario
groseroqueteníapensadodecirderepentepierdesuchispa.—Hay una habitación al final del pasillo donde puedes dormir. He
llevadoaStephallí—ledigo.Memiracomosiderepentemehubieransalidotrescabezas.—Vale—selimitaaresponderalcabodeuninstante.—Es la tercera puerta a la izquierda—le indico, yme dirijo ami
habitación.De repente siento la imperiosa necesidad de alejarme de esta chica
cuantoantes.—Buenasnoches,Theresa—digo,yluegoentroenmicuarto.Cierrolapuertaymeapoyocontraella.Estoy mareado. No me encuentro bien. Más le vale a Logan no
habermemetidoalgunamierdaenelagua.Meacercoalaestantería,cojoCumbresborrascosasyloabroporla
mitaddelanovela.Catherine es el personaje femenino más exasperante que he leído
jamás,ynologroentenderporquéHeathcliffaguantasusmierdas.
Éltambiénesuncapullo,peroellaeslopeor.
Tardo un rato en quedarme dormido pero, cuando lo hago, acabosoñandoconCatherine,omásbien
con una versión joven y rubia de ella que llega de repente a lafacultad.Peroelsonidodelosgritos
demimadremedespiertaymeincorporodeunsaltoconlacamisaempapadadesudor,yenciendo
laluz.¿Cuándoacabaráestamierda?Llevoañosasíynosemepasa.Tras unas cuantas horas más de mirar al techo y a las paredes e
intentarconvencermedequedebode haber dormido todo ese tiempo, me doy una ducha y bajo a la
cocina.Cojounabolsadebasuraydecido ayudar a limpiar, por una vez. Igual si hago algo agradable
porlosdemás,conseguirédormirunanocheenteraparavariar.En la cocina me encuentro con Tessa, que sigue aquí, riendo y
apoyadacontralaencimera.—¿Qué tiene tanta gracia?—pregunto mientras tiro un montón de
vasosvacíosdelaencimeraalabolsa.—Nada.¿ViveNateaquítambién?—mepregunta.Pasodeella.Levantaunpocosusuavevozeinsiste:—¿Vive o no vive aquí? Cuanto antes me digas si Nate vive aquí,
antesmemarcharé.—Vale,ahoratienestodamiatención.—Doyunpasohacialafuriosa
chicaparalimpiarunmontón de servilletas de papel empapadas de la encimera y sonrío
conmalicia—.Puesno,noviveaquí.¿Tepareceeltípicochicodefraternidad?—No,perotútampoco—mesuelta.
Nocontesto.Malditasea,estacasaesunputodesastre.—¿Pasa algún autobús por aquí cerca? —pregunta golpeteando el
sueloconelpiecomounaniña,
ypongolosojosenblanco.—Sí,aunamanzana.—¿Podríasdecirmedóndeestálaparada?—Claro.Estáaunamanzanadedistancia.Algoensuenfadoinstantáneomehacesonreír.Damediavueltasobresuszapatosplanosysealejaatodaprisa.Me
ríoparamisadentrosypasoporaltoelmodoenqueLoganmesonríeconmaliciadesdeelotro
ladodelacocina.Meacercoaél,perocambiodedirecciónalverqueTessaseacercaaSteph.—No vamos a coger el puto autobús. Uno de estos capullos nos
llevaráalaresidencia.Seguramentesóloteestabatomandoelpelo—oigoquelediceSteph.De repente, irrumpe en la cocina como si fuera el huracánKatrina.
Tienetodoelmaquillajecorrido alrededor de los ojos. Miro a Tessa, que apenas va
maquillada,yladiferenciaesabismal.—Hardin, ¿nos puedes llevar de vuelta ahora?Me va a explotar la
cabeza.—Claro,dameunminuto.Dejo la bolsa de basura en el suelo y me río para mis adentros
cuandooigoaTessaresoplarindignada.Estanfácilsacaraestachicadesuscasillas...
TessaySteph se reúnenconmigo juntoal coche,ynopuedoevitarseleccionarunademis
cancionesheavypreferidas,WarPigs,duranteeltrayectodevueltaalcampus.Bajotodaslasventanillasydisfrutodelabrisa.
—¿Teimportaríasubirlas?—preguntaTessadesdeelasientotrasero.Lamiroporelespejoretrovisorymecojoelarodellabioentrelos
dientesparanoreírmeporelmodoenquesupelorubiolegolpeaentodalacara.Finjoquenola
heoídoysuboelvolumen.Cuandollegamos,mientrassalendelcoche,digo:—Luegomepaso,Steph.Le veo las bragas a través del vestido, pero supongo que ése es el
objetivodellevarunasmediasderejilla.
—Adiós,Theresa.—Sonríoyveocómoellaponelosojosenblanco.Mientrasmealejoconduciendo,mesorprendoamímismoriéndome.
CINCO
Una noche, meses después de conocerla, se despertó. Al darse lavuelta,selaencontróacurrucadajuntoaél,conlaspiernasalrededordelassuyas.Nuncahabíasentidonadaparecido.Eraconscientedelomuchoque había disminuido su dolor, pero al mismo tiempo una corrienteeléctrica invadía su corazón y sumente, y no tenía experiencia en estascosas. Quería despertarla; quería confesar sus pecados a su ángel esanoche, pero ella se despertó justo en el momento en que iba a pedirperdón...ynotuvofuerzas.
Era un cobarde y unmentiroso, y lo sabía. Sólo podía esperar queellasecompadecieradeél.Abriólosojosylobuscóconlamirada,yélsintióunaplastantepesosobresupecho.Nopodíamancharlaimagenqueella tenía de él, pero lo aterrorizaba su futuro, pues de niño habíaaprendidoquetodaslasmentirasdichasenlaoscuridadsetransformanenunahorribleverdadconlaluz.
Unasrisasylosladridosdeunperromedespiertandemistreshorasdesueño.Nuncaduermomucho
detodosmodos,peroagradeceríaunpocodesilencioenelvestíbulo,teniendoencuentaqueeslunes
porlamañanayquetengoclasedentrode...Cojoelmóvilymirolahora.
Las8.43.«Mierda.»Tengoqueestar enclasede literatura antesdemediahora...Y¿qué
haceunperroenlacasa?Recojodel suelo los vaqueros negros que llevaba anocheyme los
pongo,tambaleándomeligeramente y maldiciendo la tela tan ajustada. Tengo las piernas
demasiadolargascomoparallevarpantalones anchos sin parecer un puto zancudo de feria.Anoche se
mecayeronlasllavesalsuelo,así
que ahora me toca rebuscar entre la montaña de camisetas negras,vaquerosnegrosycalcetines
suciosparaencontrarlas.Recorrolacasaypasoporaltolosreveladoressignosdelafiestade
anoche.Loganmesaluda,conunasojerasenormesyunabebidaenergéticaenlamano.—Meencuentrocomoelculo,tío—selamenta,intentandosonreír.Siempreestásonriendo,yhacequemepreguntequésesientealser
así,alestarcontentotodoeltiempo, igual que él. Incluso a pesar de la resaca. Yo nunca lo he
conseguido.—Hacesbienennobeber.—Seacercaalanevera,sacaunabotellade
doslitrosdelecheybebedirectamentedeella.—Joder,quéasco,tío.—Sacudolacabezacensurandosugesto.Élsonríeybebeunpocomás.Lacocinaempiezaallenarseconotros
miembrosdelafraternidady, como no estoy en su círculo, cojo un trozo de pizza de lo que
sobróanochecuandoaalguienseleocurriólaebriaideadepedirdiezpizzasalascuatrodelamañana.Mientrassalgodeallí,oigocómoNeillepreguntaatodoelmundosi
quiereniracenaraalgúnrestaurante esta noche antes de la fiesta. No esperaba que me
invitaran...,nuncalohacen.Además,jamásmedejaríaverconungrupodecapullosdefraternidadcondemasiadagominaenelpelo,fueradeunpardefiestas.
Mimadresiempremeestádando la latacon lode«haceramigos»,peronolopilla.Noestanfácil,niremotamenteentretenido.¿Porquéibaa esforzarme por obtener la aprobación de gente que no soporto, sólopara sentirme ligeramentemás importante en la vida?Nonecesito teneramigos.
Tengounreducidogrupodepersonasalasquetoleroalgo,yconesomesobra.
Paracuandollegoalcampus,elaparcamientoestácasilleno,ytengoquecerrarleelpasoaun
gilipollasconunBeamerparaquitarlelaplaza.Elprofesoryahaempezadolaclasecuandoentroenelaula.Echoun
vistazo,buscounasientovacíoymefijoenlachicaqueestásentadaenprimerafila.Meparece
reconocersupelolargoyrubio,peroeslafaldahastaelsuelolaquemeconfirmadequiénsetrata.EsTessa,lacompañerapuritanadeSteph.
Y está sentada junto a Landon Gibson. Cómo no. Será divertido:Tessaatrapadaenunaclase
conmigo,conunasientovacíoasulado.Estoacabadealegrarmeeldía.
Conformemeacerco,sevuelve,meveyabrelosojoscomoplatos.Sevuelveotravez
rápidamente, y yo acelero el paso para sentarme a su lado. Tal ycomoimaginaba,fingequenoestoy.
Llevapuestaunablusaazulunasdostallasdemasiadogrande,ytieneelpelorecogido,apartadodela
cara.Justocuandoestoycercadeellos,mevibraelmóvilenelbolsillo.Esunmensajedemidonantedeesperma:«Karenvaaprepararuna
magníficacena,deberíasvenir».¿Selehaidolaolla?MiroaLandon,queresultaserelperfectohijo
deKaren,todoimpecableconsupolodemierda.Joder, no,nopienso ir. Jamás semeocurriría ir a su fastuosa casa
nuevaacenarconsunoviayconLandon.ElperfectitodeLandon,alqueleencantanlosdeportesy
le lameel culo a todo elmundopara ser el chicomás agradableymásrespetuosodelaTierra.
«Bah.»Esperoquemiquerido«hermano»Landonmedigaalgo,peronolo
hace.Yluegomipadremevieneconsusmierdasde«uniralafamilia».«Menudocapullo.»—Creoqueéstavaasermiclasefavorita—lediceTessadespuésde
queelprofesornoshayadespachado.Curiosamente,creoquetambiénserálamía,aunqueenrealidadestoy
aquísentadopordiversión.Conseguíquemedejaranescogerla comooptativa, aunqueya lahe
dadoantes.
Tessa se vuelve haciamí al darse cuenta de que estoy siguiendo suconversación.
—¿Quéquieres,Hardin?Yaestáfuncionando.Esbozounasonrisainocente,comosinoestuvieraintentandosacarla
desuscasillas.—Nada.Nada. Es sólo queme alegro tanto de que coincidamos en
unaclase...—digocontonoburlón,yellarespondeamisarcasmoponiendolosojosenblanco.En clase no he dejado de mirarla y, cada vez que resoplaba o se
revolvíaincómoda,mehadadoun subidón. Es tan fácil exasperarla... Me encanta. La clase ha
terminado antes de lo que me habría gustado, y Tessa ha recogido suscosas antes de que el profesor diera por concluida la sesión. No tandeprisa.
Yomehepuestodepie,dispuestoaseguirlosaellayaLandonfueradeledificio.Noquieroque
midiversiónterminetanpronto.Cuandollegamosalpasillo,LandonsevuelvehaciaTessa.Ellaparecenerviosaaltenernosaambosdelante.
—Nos vemos luego, Tessa —dice Landon sin dirigirme ni unapalabraamí.
—Tenías que hacerte amiga del chico más soso de la clase —laprovocomientraséldesaparece
entre los estudiantes de primer curso que intentan orientarse por elcampus.
MeimaginoalamadredeLandonyamipadre,cogidosdelamanoenunalegregestode«mira
qué felices somos». La idea de sumadre cogiendo la mano demipadre,KenScott,alias«padredel
putoaño»,meponeenfermo.Norecuerdoquecogieraamimadredelamanodeesemodoniuna
solavez.—No hables así de él; es muy simpático. A diferencia de ti —me
suelta.Me vuelvo hacia ella, sorprendido ante su exaltada lealtad hacia él.
¿Esqueyaloconoce?¿Yélaella?¿Acasolegusta?
«Peroy¿amíquécojonesmeimporta?»Mientras aparto esas preguntas de mi mente siento la imperiosa
necesidaddeapretarlelastuercasunpocomás.—Cadavezquehablamostevuelvesmásbeligerante,Theresa.Empieza a caminar más rápido para alejarse de mí, de modo que
hagolopropioparairasupaso.—ComovuelvasallamarmeTheresa...—Fruncesuslabioscarnosos
eintentafulminarmeconlamirada,perosusojosse tornancálidosenelproceso.Elgrisdesu
iris se vuelve azul glaciar, y siento cómo la tensión desaparece demishombros. Noto cómo algo asciende por mi columna al tiempo que micuerpocomienzaarelajarse.
Me sacudode encimaesa extraña sensación.Ella siguemirándome.Hecambiadodeidea;pensaba
quemegustabaelmodoenquememiraba, intentandodescifrarme,peroahorasientoenlapielcómo
mejuzga.Estámirandomistatuajesdelmismomodoenquelohacemiabuela.Nonecesitoqueme
cuestione,niamínimisputasdecisiones.—¡Dejademirarme!—leexijo,ymelargo.Al doblar la esquina me falta el aliento. Eso me recuerda a todas
aquellasnochesen lasquefumabademasiadoscigarrillos.«Yanofumo.Yanohagoeso»,meobligoarecordarme,ymeapoyocontralapareddeladrillopararecobrarlarespiración.
Esraraesachicarubiaconexcesivomalcarácter.
Lasemanaenterahasidounamierda.Fiestasymás fiestas, ruidoymásruido.Todoslossonidosde
lamiseria.Habré dormido como mucho veinte horas en total, y hoy estoy
agotado.Apenasveonadaconestehorrible dolor de cabeza y, por lamañana, no encuentro las llaves.
Estoycabreadodelahostiaytengoganasdepelea.Mientraspongomicuartopatasarriba,alguienllamaalapuerta.Me
planteofingirquenoestoy,peroentoncesllamandenuevo,estavezconmásfuerza.
Alabrir lapuertameencuentroconunachicavestidaconunsuéterdelaWCU.Tienelosojosrojosylasmejillascoloradas.
—¿Puedopasar?—preguntaconmanostemblorosas.—No.Losiento.—Lecierrolapuertaenlacara.Unos segundosdespués,vuelve a llamar. Joder.No séquiénes esta
tía, pero tiene que buscarse otra puerta a la que llamar. Continúagolpeandolapuertasinparar,hastaquelaabrodegolpe.
ElqueahoraestáfueraesNeil,unode losmayores imbécilesde lafraternidad.Tieneelpeloalborotado,yhueleacervezayacoño.
—¿Quécojonesquieres?—lepregunto.Vuelvoaentrarenmicuartoyletirounpardevaqueros.—¿HasssvissstoaCady?—Parececabreado,yhablaarrastrandolas
palabras.—¿Aquién?—Alachicaqueessstabaconmigoanoche.¿Lahasvisssto?Piensoenlachicadelsuéterconlosojosrojosyencómoibadeacá
paraalláysacudolacabeza.Al principio he pensado que estaba colocada, y puede que lo
estuviera,peronuncadebendarselascosasporsentado.—Sehalargadoynovaavolver.Déjalaenpaz.—Cojounlibrodela
estanteríayselolanzo.Refunfuñando,mellamacapulloyselarga.Mientrasconduzcodecaminoalcampus,sigocabreado,ycontinúo
conminuevohobbydefastidiaralacompañeradehabitacióndeSteph.—Estoy deseando empezar esta clase.Mehan habladomuybien de
ella—lediceLandonmientraslossigo.Debendesermásamigosdeloquepensaba.Susonrisaescálida,tan
cálidaquetengoqueapartarlamiradaporuninstante.¿Acasosegustan?Ellatieneunnovioquepareceunmaniquíy,hasta
dondeyosé,Landontienenovia.PeroporelmodoenqueestámirandoaTessa,debendehaber
cortado.Amedia clase, él semarcha, y Tessa desplaza su silla literalmente
paraalejarsedemí.
—El lunesempezaremosconOrgulloyprejuicio de JaneAusten—anunciaalaclaseelprofesor
Nosequé.MiroaTessayveoqueestásonriendo.Noesunasimplesonrisa;es
unasonrisadeorejaaoreja.Cómono.AlastíaslesencantaOrgulloyprejuicio.Sevuelvenlocas
conDarcyysumierdadeorgulloencantador.Tessarecogesuscosas:unhorarioenormeytodosloslibrosdetexto
delcampus.Intentohacercomoqueme retraso, pero hasta esome resulta difícil teniendo en
cuentalomuchoqueestátardandoenrecogerlotodoyguardarlodemaneraordenadaensucartera.Lasigofuerayledigo:—Deja que lo adivine: estás perdidamente enamorada del señor
Darcy.Tengoquechincharlaconesto.Nopuedoevitarlo.—Todas lasmujeresquehan leído lanovela loestán—responde,y
sacaligeramentelalenguaalfinalmientrasfijalamiradaencualquierpartemenosenmicara.Continúosiguiéndolayveocómomiraaambosladosantesdecruzar
lacalleenlaintersección.—Porsupuestoquesí.—Merío,ymedetengouninstante,hastaque
medoycuentadequehacruzadocasitodalacallesinmí.Joder,quérápidoanda.—Seguro que eres incapaz de comprender el atractivo del señor
Darcy—diceTessaamododeinsultocuandolaalcanzo,peromeechoareírdenuevo.—¿Unhombrerudoeinsufribleconvertidoenunhéroeromántico?
Esabsurdo.SiElizabethtuvieraalgodesentidocomún,lohabríamandadoalamierdadesde
elprincipio.DoñaRemilgadamemiray,paramisorpresa,oigoellevesonidode
unarisita.Esunadeesasrisitas inocentes y accidentales que parecen haber desaparecido de
estemundo.Enelmomentoenque
elsonidogolpeaelaire,secubrelaboca,perolaheoído.Laheoídoyhasidocomosimehubiera
atravesado.—¿EstásdeacuerdoenqueElizabethesunaestúpida?—insisto.—No, es uno de los personajes más fuertes y más complejos que
jamássehayanescrito.Defiende a Elizabeth Bennet de unmodo en que lamayoría de las
chicasdedieciochoañosseríanincapacesdehacerlo,yademásconreferenciaaunapelículadeTom
Hanksincluida.Mesorprendoriéndome, riéndomede verdad, y ella ríe también. Su risa es suave
comoelalgodón.«¿Quécojonesacabode...?»Dejo de reírme al instante y aparto la vista de ella.Esto es raro de
cojones.Ellaesrara.Einsufrible.—Ya nos veremos, Theresa.—Me despido de ella yme voy en la
direcciónopuesta.«¿Suavecomoelalgodón?»¿Quesusonrisa«mehaatravesado»?¿A
quécoñohavenidoeso?Apartotodasesasgilipollecesdemimenteymedirijoalcoche.Esta
nochehayotrafiesta,comosiempre,ypiensoevadirmede todaestamierdahundiéndomeenun
estrechoyhúmedo...Lavibracióndelmóvilenelbolsillomedistraedemispervertidos
pensamientos.Losaco,veoelnombredeJaceenlapantallaymeapresuroacontestar.Ha estadomucho tiempo fuera, yme alegraré de tenerlo de vuelta.
Todoelmundotieneunapersonaconlaquequedarquelohacesentirsemejorconsigomismo.
Enmicaso,esapersonaesJace.Esuncapullo,ungilipollasdealtonivel,cualquierapodríaconfirmarlo,peroconélladiversiónestáasegurada.
SEIS
Conforme más se acercaba a ella, más necesitaba explorar supersona. Cuando se sorprendió preguntándose en qué pensaría aldespertarse por lamañana, o cuánto tardaría en arreglarse, supo que seestaba convirtiendo en algomás que en otra persona que pasaba por suvida.Derepentehabíadejadodesersóloel juegoalqueestaba jugandocon ella. A su retorcida manera, se alegraba de poder utilizar el juegocomoexcusaparapasarmástiempoasulado.Teníaventajayunmotivopara averiguarlo todo sobre ella sin que sus amigos sospecharan nada.Teníaunpretextoparapasarconellatodaslashorasquepodía.
Siqueríaganar,teníaquehacerlo,¿no?
—¿Por qué tiene que venir otra vez?—pregunta Molly al grupitoantesdedarleunacaladaauncigarrillo.
—PorqueeslacompañeradeStephy,poralgunarazóninexplicable,aellalecaebien,asíqueva
atraerla—explicaNate.—Pero es un coñazo de tía. Es insufrible—protesto frotándome la
cabeza.Me irrita incluso cuandono estápresente.AMollydebedehaberle
gustadomireacción,porquesedisponeainclinarsesobremí.Meapartoantesdequemetoquey
finjoquenomehabíapercatadodesusintenciones.Me he pasado la tarde follándomela, hundiendo la polla en ella y
pensandoenotrapersona.Sentíalas suavescurvasde sucadera, suspechosgenerosos.Oíacómosu
vozpronunciabaminombre.Agarrésupelorosa,meimaginéqueerarubioymecorríconganas
enelcondón.Mollysesintiómuyorgullosadesímismaporconseguirporfinquemecorrierasin
queusaralaboca.
Siellasupiera...—Peroestábuena—añadeNate.¿Esqueahoratodoelmundosehadadocuentadelobuenaqueestá
Tessa?—¿Buena?No,paranada—mientoaregañadientes.Zed se pasa su mano bronceada por el pelo perfectamente
engominado.—Tío, es innegable que está buena —dice con una seguridad
pasmosa—.Yomelatiraríasinpensarlo.—Qué más quisieras. Salta a la vista que es una mojigata. Venga,
¿quiénllegavirgenalauniversidad?—diceMollymofándosedeTessa.Nateseríe.—Ya, ¿desde cuándo sois amiguitas para que te haga esas
confesiones?Mollylofulminaconlamirada.—¿Yo?Yojamáshablaríaconésa,peroStephtienequehacerlo,yal
pareceroyóalgoalrespectocuandola«princesa»estabahablandoconsunovio.—Igualporesoestanestirada,porquenadieselahafolladocomoes
debido—digo,ymeapartounos centímetros de Molly con la esperanza de que no vuelva a
acercarse.—Entoncestendréquesolucionareso—diceZedesperandoquetodo
elmundoseecheareír.Noloconsigue.—Ya,claro.Nopodríasniaunquelointentaras—loprovoco.—Y¿túsí?¡Yotengomásposibilidadesquetú!—contraataca.Nopuedeestarhablandoenserio.¿Acasonoseacuerdadesuquerida
Samantha?—¿Quémeheperdido?—Jacesesientaenelsuelodehormigónyse
sacaunporrodelbolsillo.—Stephtieneunacompañeradecuartoqueesunaauténticaesnob,y
ZedyHardinestándiscutiendosobrequiénpodríatirárselaprimero—loinformaMolly
refunfuñando.
¿En serio Zed cree que se acostaría con él? Miro al grupo, y mecabreaquetodospiensenasíde
ella.Sisucuerpoestanpurocomodicen,meimaginoloquesentiríaconelmásmínimocontacto.La
tendría retorciéndose debajo de mí, suplicándome más. Zed jamáspodríahacerquesecorrieradelmodoenquepodríahacerloyo.
Pero ¿y si dejara que lo intentase? Si ambos estuviéramos en lasmismascondiciones,¿loelegiría
Tessaantesqueamí?—¿Sabes qué? Podríamos hacer esto mucho más interesante. ¿Te
apuntas?—MevuelvohaciaZed,quesonríe.—Depende.—Hum...Bien,veamosquiénconsiguetirárselaprimero.«¿Qué sentido tiene todo esto?»,me pregunto en el instante en que
pronuncioesaspalabras.Yotrapartedemíresponde:«Podríaserdivertido.Almenosmedará
algoquehaceryunmotivoparaseguirchinchándola».—Nosé...—diceZedconvacilación.Había dado por hecho que estaría dispuesto a ganarme en lo que
fuera,dadonuestropasadoyelrencortácitoquemeguarda.—Venga,noseaspringado.Noserátandifícil.Stephseencargaráde
convencerlaparaquevengaa la próxima fiesta y haremos que se haga amiga nuestra —les
explico—.Esjoveneingenua,serámuyfácil.Hehechoestascosasantes,con retosdiferentesypresasdiferentes,
perosiguesiendounjuego.—Esto es absurdo. ¿A quién coño le importa con quién pierda la
virginidadunatíacualquiera?—resoplaMolly,protestandocomosiempre.—Siestástansegurodequepuedeshacerlo,tedaréunasemana.Jaceseatragantaconelhumoensuspulmonesylepasaelcanutoa
Molly.—¿Una semana? Tío, tiene una mala leche que flipas, y no nos
llevamosnadabien.Creoquevoyanecesitarmástiempo.—Notienenniideadelotestarudaqueesesa
tía.Esinsolenteyprepotentedelahostia.—¿Cuánto? ¿Dos semanas?Mira, si lo consigues en el plazodeun
mes,tedaréquinientos—diceZed,yvuelveaapoyarsecontralapareddecemento.—¿Quinientosdólares?—Mollysequedaboquiabierta.Su furia me divierte. A la muy zorra le encanta ser el centro de
atención,ydetestaprofundamentequeTessaleestérobandoprotagonismo.—Yoañadotrescientos.Ochocientos.¿Creesqueloconseguirás?—
preguntaJaceconlosojosrojos.—Sí, claro que sí. Lo único que espero es que no se obsesione
conmigo—digo,ymedebatoentresidebopresumirsobretodaslasvecesqueheganadoestetipo
deapuestasono.Decido no hacerlo. Me fascina la facilidad con la que aparece mi
sonrisacaracterística,esaqueMark,mi viejo amigo deHampstead, solía llamar «el sello». Es la
expresiónquepongocuandoséquevoyaganaralgo,oaalguien.Yaquíestoy,sonriéndoleaZedy
trazandounplanmentalmientraselgrupoesperaquealguienmebajeunpocoloshumos.—Lodudomucho.—Nateseríeyseenciendeotrocigarrillo.—No va a caer en tus redes. No es tan idiota —dice Zed
fulminándomeconlamirada.Jaceseechaareír,mirándomedirectamente.—Sí,asíque,siloconsigues,necesitaremospruebas.¿Pruebas?Nopuedesermuydifícil.Soybastantecreativo.—¿Qué os parece un vídeo? No me vendrá mal algo de material
nuevo.—Jaceseinclinahaciaatrás,mirándometodavía.—No,no.Esoesdemasiadoarriesgado—respondo.Yahepasadoporesoantes,ynoquierovolveravivirlopornadadel
mundo.
—Créeme, tendréis pruebas sinnadade eso.—Mirodirectamente aZedyvuelvoaesbozaresa
sonrisadesuperioridad—.Nuncamehetiradoaunavirgen.Estovaaserdivertido.
Sonrío con falsedadyme llevo los dedos al aro del labio como siestuvieraintentandoocultarlo.
Mollyinterviene.—Unmomento,¿cómocojonespensáisllevarestoacabo?Notiene
sentido.¿Derepentelosdosvais a intentar tirárosla?—Se atusa el pelo cabreada—. Al menos
hacedloconalgodesutileza—nosincrepa,yalargalamanoparatomarprestadoelmecherodeNate.—Tienesrazón—diceJace—.¿Ysilohacemosconunjuego?—¿Unjuego?—Zedpareceintrigado.—ComoVerdadodesafío.Podríamoshacerlepreguntassobresexoy
confirmarqueesvirgenparaquenoperdáiseltiempoparaempezar—diceJacemeneandola
manoentreZedyyo.—¿Verdadodesafío?Dimequeestásdecoña—protesto.Nadiejuegaaesamierdaya.—Es una idea absurda. —Nate sacude la cabeza con fingida
decepción.NadiemayordedoceañosjugaríaaVerdadodesafío.—En realidad esmuybuena idea.Menos evidente—añadeSteph—.
Comonoseenteradenada,pensará que es algo a lo que juega la gente en la facultad para
divertirse.Eslobastanteatrevidocomoparaqueloconsiderepeligroso,ylobastanteinfantilcomoparaque
loentienda.Observo al resto del grupo y todos están asintiendo y riéndose.
Menudosidiotas.Meencojodehombrosycedoantesu idea,perosóloporquenose
meocurrenadamejor.—Bien,queseaVerdadodesafíoentonces—concluyeJace.
Lafiestaestáapetar.Hayinclusomásgentequeen lade lasemanapasada,yyoestoysobrio,como
siempre.Mequedoenmicuartomientras lamúsicavasubiendodevolumen,ydespuésdecidobajar.
DeambuloporelsalónbuscandoaNate,ymedetengoalveraTessasentadaenelsofá.Bueno,
creoqueesella.Vavestidademaneradiferente.Muydiferente.Susfascinantes ojos azul grisáceo resaltanmás con elmaquillaje, y la ropaquellevaseciñeasuscurvas.
Joder, está muy buena. No se lo diría por nada del mundo pero,madremía,cómoestá.
—Estás...diferente.—Nopuedodejardemirarlamientrasseponedepie.
Sus caderas... Joder, esas putas caderas deberían tener mis dedosmarcadosenlapiel.
—Esta noche llevas ropa de tu talla. —Mi comentario parece unaburla,peronopretendíaquelo
fuera.Ponelosojosenblancoyseajustalablusaparacubrirsumagnífico
escote.—Mesorprendeverteaquí—ledigo,sindejardeadmirarla.Suspira.—Yamímesorprendehaberacabadoaquídenuevotambién.—Se
alejademísinprevioaviso,yyodudoporunmomentosiseguirlaono.Conozcoelplan,yahoraquelaveovestidadeestamanera,estoyaún
másdispuestoaestamierda.Decidono seguirla, todavíano.Dejoque sepierdaentre la
genteduranteunrato.Unosminutosdespués,estoyapoyadocontralaencimeradelacocina
cuandoMollysemeacerca.—¿Estáslistoparaesamierdaoqué?—pregunta.Está cabreada y celosa del nuevo reclamo. Y lo entiendo. Está
acostumbradaallamarlaatencióndelsexoopuesto;lahacesentirsenecesitada.Entiendocómosesientemejorquenadie.—¿Ytú?—lecontestoenarcandounaceja.Ponesusojoscargadosdemaquillajeenblanco.—Voyadecirle aStephque labusqueyque la lleveal salón,visto
quetúnopiensasayudarennada.Justocuandomesiento,vasodeaguaenmano,Tessaseunealgrupo.
Alempezareljuego,notoqueestoy incómodoyemocionadoalmismo tiemposin sabermuy
bienporqué.IntentonopensarenNatalie,nienMelissa,nienningunadelasdemás.Noesculpasuya
quehayamosnacidoenestasociedadcontodalaescoriaqueesoconlleva,incluidoyomismo.
—¡JuguemosaVerdadodesafío!—diceZed,ytodonuestropequeñogrupodeamigostatuados
sereúnealrededordelsofá.Mollypasaunabotelladevodka,yyopasodeellaybebountragode
aguacomosimequemaralagargantadeesemodotanfamiliar.Steph,Nate,sucompañerodecuarto,Tristan,ZedyMollybebenpor
turnosdelabotella.Tessalosobservaperonobebenada.Nocreoqueseaadictacomoyo.Alo
mejorsimplementenolegustabeber.Nisiquieraenunafiestauniversitaria.—Tútambiéndeberíasjugar,Tessa.—Mollylesonríe.Conozcoesasonrisamalévola.Todavíanopuedocreerquevayamos
ajugaraestamierdainfantil.—Preferiríanohacerlo—contesta,yempiezaahurgarselasuñas.MiroaZed.Pareceunpocopreocupado.Quizálointimideelhecho
dequenoparedemirarmeamíenlugardeaél.—Para jugar tendría que dejar de ser una mojigata durante cinco
minutos—laprovoco.El grupo se ríe; todos excepto Steph, que está haciendo un papel
magnífico.Amínomeengaña:laconozcoperfectamente.VeocómoTessasedebateantelapresióndelapeñayestáapuntode
ceder.MeinclinohaciaZed:—Estoespancomido.Puedespagarmeya,siquieres—ledigo.Puedequelodeljuegonohayasidotanmalaideadespuésdetodo.
Durantelosprimerosturnos,ZedsebebeunacervezadeuntragoyMollynosenseñalos
piercingsquetieneenlospezones.DisfrutodelolindoalvercómoaTessacasiselesalenlosojos
delasórbitasyseponerojacomountomatealvercómoMollynosloenseñatodocomositalcosa.
Nopuedo evitar imaginarme las generosas tetas deTessa, firmes ysuaves,decoradasconunos
pequeñosbarbells.—¿Verdad o desafío, Theresa? —pregunta Nate, iniciando así el
espectáculo.Porfin.—¿Verdad?—Parecevacilar.NomepasadesapercibidoelhechodequenocorrigeaNatecuando
lallamaTheresa,mientrasquecadavezque lohagoyoactúacomosiquisieraarrancarme las
pelotasyalimentarconellasaeseperritofalderoquetienepornovio.—Cómono—memofo.Mefulminacon lamiradamientrasNatese frota lasmanosy finge
pensarlapreguntaquetodossabemosyaquelevaaformular.—Vale.¿Eres...virgen?—diceporfin.Tessaabrelosojoscomoplatos,másaúnquedecostumbre,yoigo
ligeramentecómoseatraganta.Estáestupefacta,horrorizadayofendidadequeunextraño
seatrevaapreguntarlealgotanpersonal. El rubor comienza a descender por su cuello hasta su
pecho.Empiezaajuguetearconlasmanos y tengo la sensación de que está intentando decidir entre
insultaraestecapulloosalircorriendodelsalón.—¿Ybien?—pregunto sindejarde imaginarme sucuerpodesnudo
debajodelmío.Su dulce voz emitiría sonidos que nadie ha oído nunca antes. Este
pensamientomeatraedelahostia,peroesunamierdaalmismotiempo,porquenopuedohablar
conestatíasinquemeasalteconsucarácteresnob.
Porfin,lamuyinocenteasienterápidamentesinarticularpalabra.Todos los presentes estamospensando ennuestro juegoy en cómo
estachicadulce,inocenteeingenuaamásnopoderacabadecaerennuestratrampa.Tessaesvirgen;acabadeadmitirlodelantedetodosnosotros.Sabía
que lo era antes de que lo admitiera. Lo imaginaba por su manera deestremecerse cuando hablamos a solas. La idea de ser el primero entomarla,enenseñarleloquesehaestadoperdiendo,hacequesemepongadura.Meimaginoloqueseescondedebajodeesemodelito.Supielsuave,sus tetas generosas, sus pezones endureciéndose bajo mis caricias. Haempezado la caza, y estoy más que preparado. Estoy ansioso por estardentrodeella.
Jugueteaconsupelodesdeelotroladodelcírculo,yyomeimaginoesepelorubioalrededorde
mi puño mientras la acerco hacia mí y me la follo por detrás. Ledaríaunapalmadabienfuerteenese
culo redondoque tiene con la esperanzadedejarle unamarca.Ellasuspiraríaminombreatravésde
sus labios rosados e hinchados. Mi nombre sonará de maravillasaliendodesuboca.MeajustolospantalonesyobservoaTessadenuevo.
Ellaselameloslabios,yyogruñoparamisadentros.Mepreguntocuántaspollashabrátenidoenlagarganta.Mepregunto
sihabráprobadoalgunavezel semen de un hombre y, conforme la conversación continúa,
descubroquenotieneprácticamenteningunaexperienciaenloquerespectaalsexo,demodoquepienso
enseñarlehastaelmásmínimodetalledetodoloquesehaestadoperdiendo.
SIETE
Unopuedecometerundeterminadonúmerodeerroresenlavida,yél los había cometido todos.Hasta el último ápice de respeto que sentíaporellaparecíadesaparecerbajosuestadodeconfusiónmental.Laamabaylavalorabamásqueasupropiavida,perofracasabaunayotra,yotravezalahoradedemostrarlo,alahoraderecordarloenlosmomentosquecuentan.Jugabaconella;jugabaajuegosinmadurosynolemostrabasuverdad. Esa verdad que escondía. Esa verdad que había encerrado conllave y que ocultaba por su crianza, por el hecho de ser incapaz derecordar cuántas veces había recibido abrazos y cariño cuando era unniño.
No estaba intentando poner excusas, sólo estaba acostumbrado ahacerlo.Siempreculpabaalosdemás,nuncasehacíaresponsabledesusaccionesnidesuspalabras.Todoresultabamássencillodeesamanera.
Peroalfinalaprendiólalección.
—Desafío.—Todoelmundosabequenuncaelegiríalaotraopción.Pongolosojosenblanco.Nomepuedocreerqueestéjugandoaesta
tontería.MiroalaMadreTeresayveocómorumiaunbuendesafío.—Hum...¿Aquenoteatrevesa...?—Sedetiene.Todos estamos esperando, anticipándonos a su pregunta mientras
juegaacordeanuestroplan.—¿Aqué?—presionoparaquesedéprisaconestamierda.Estachica,quenotieneniideadeenellíoqueseestámetiendocon
esta manada de hienas..., continúa en silencio, mirando a su alrededor,presadelpánico.Sóloesunjuego,peroséquelegustaestarporencimaenloqueaingenioserefiere,inclusosisetratadealgotanestúpidocomoesto.Me
diviertevercómosepreocupaporalgotannimio.Tienelamaníademorderseellabioinferior,del
mismo modo en que yo juego con mi aro. Por un instante, me la
imaginoconunpiercingenellabio.Seríalahostiaverlaasí.—¡Aquitartelacamisetaynovolveraponérteladuranteelrestodel
juego!—exclamaMollyporTessa.YTessaseponecolorada.Seestáconvirtiendoenunpatrón.—Qué infantil.—Mequito la camisetanegrapor la cabezayTessa
posalamiradasobremicuerpo,ylohacecontantaintensidadquenisiquierasedacuentade
quelaestoyobservando.Stephledauncodazo,yellaapartalosojosylosfijaenelsuelo.Oficialmentevoyaganarestaapuesta.Zednotienenadaquehacer.El juego continúa, y yo permanezco aquí sentado, medio desnudo,
observandocómoTessaintentanomirarme.Noséinterpretarsusmiradas.Nosésiledisgustanmis
tatuajesosileintrigan.Noparadetemblarlelamandíbula;seguroqueseestáesforzandoalmáximo
porpermanecerquieta.Quéinteresante.—Tessa,¿verdadodesafío?—preguntaTristan.Meinclinohaciaatrásymeapoyosobrelaspalmasdelasmanos.—¿Paraquépreguntas?Todossabemosquevaadecirverdad...—Desafío —dice la muy testaruda, sorprendiéndome con un tono
retador.Esunsonidoprovocadorquehaceunosinstantesjamáshabríacreídoposibleque
salieradesuboca.—Hum...Tessa...¿aquenoteatreves...abeberuntragodevodka?—
Tristansonríe.—Nobeboalcohol—dice,ylevantalabarbillaamododeorgullosa
negativa.Melohabíaimaginado,peromecomplaceesarevelación.Todoslos
presentesestándeseandoponersecomolascabras,yresultaagradableteneraalguienqueno
necesitaeso.—Poresoesunreto—respondeTristan.—Oye,sinoquiereshacerlo...—empiezaadecirleNate.—Esunapringada—mesusurraMollyaloído.
¿Pringada?¿Porquenoquierebeber?—Vale,sólountrago—dice.Yasí,sinmás,doña«Yonohagoestoylootro»,cedeantelapresión.Lociertoesquemesientoalgodecepcionado.Nosémuybienpor
qué,perocreíaqueeradiferente.Pensabaquenoeracomoelrestodenosotros,desesperada
porllamarlaatencióndenuestroscolegas.Estáclaroquemeequivocaba.—Lomismodeantes—lediceZed,yledaungrantragoalabotella
devodkaantesdepasársela.Mecabreaquebebandelamismabotella;esasqueroso.Yeljuegocontinúa,bebidatrasbebida.Ellahacegestosdedesagrado
yselimpiaelardientelíquidodeloslabios.Ahoratienelosojosrojosylasmejillasa juego.Da la impresióndeestarperdidaydequepierdeelequilibrio,inclusoapesardeestarsentada.
Se lleva la botella a la boca de nuevo y, de repente,me sorprendoagarrándolayapartándolade
ella. No intenta detenerme. ¿Es consciente de que ya ha bebidosuficiente?
¿Consideraestosuprimersorbodelibertad?Unachicatanprotegida,expuestaahoraaeste
mundo cruel de personas que beben para dejar de sentir aquellosproblemasquesuspadresdemierda
les hayan legado. Quizá el suyo, como el mío, fuera el abandono.¿Sufrióestachicadeabandono?
Fijo lamirada en el cuello perfectamente cerrado de su blusa. No,estoy seguro de que no la abandonaron. Tal vez su baja autoestima seasólounafase.Quiereliberarsedesuscontroladorespadresydemostrarseasímismaqueellatambiénpuedeserunachicarebelde.Esperfectamentecapazdesalirconloschicosmalosydebeberhastavomitar.
Laotraposibilidadesque,sencillamente,amigrupoyamísenosdédemasiadobienarrastrara
lagente.—Creoqueyahasbebidosuficiente—digo,ymedispongoapasarle
labotellaaNate.PeroTessaseapresuraaagarrarlaenelúltimoinstanteybebeotro
sorbo.Ensuscarnososlabios
se dibuja una leve sonrisa maliciosa mientras se lame paralimpiarlos.Observosugargantamientras
traga con aire desafiante yme dan ganas de separarle los labios ybebermeellicordirectamentedesu
boca.Apartoesaideademimente.Mollymemiraytrazacírculosconel
dedoenelairejuntoasucabezacomodiciéndomequeestoyloco.Puedequeloesté.—Nomepuedocreerquenotehayasemborrachadonunca,Tessa.Es
divertido,¿verdad?—lepreguntaZed.Ellaseríecomounatontaypongolosojosenblanco.—Hardin,¿verdadodesafío?—mepreguntaMolly.—Desafío.—¿Paraquépregunta?QuizádeberíahaberhecholomismoqueTessa,sólopordemostrar
algo.—¿Aque no te atreves... a besar aTessa?—Los labios pintados de
Mollysecurvanenunasonrisa,yoigocómoTessasofocaungrito.Intervieneantesdequepuedadecirnada:—No,tengonovio.—¿Quémásda?Essólounjuego.Túhazlo—diceMollymientrasse
hurgalasuñas.—No.—Tessaelevalavoz—.Novoyabesaranadie.Se levanta y se dirige al otro extremo del salón.Bebo un trago de
aguayveocómodesaparecepor la puerta principal. Se ha pasado la noche mirándome,
observandomitorsodescamisado.¿Cómopuededarletantoascolaideadebesarmecomoparasalircorriendo
deaquí?¿Oesposiblequeesebesosignificaraparaellamásqueunasimple
pruebadedesafío?—¡Yahíva,señorasyseñores!—Nateseríeyseinclinahaciamí.Derramalacervezadelvasosobrelaalfombraquetienedelanteyno
semolestaenlimpiarla.Estesuelohavistocosaspeores.—Másosvalesalircorriendodetrásdeellaoperderéislaapuesta—
diceStephentonoburlónmientrasmepongodenuevolacamiseta.Joder,últimamenteestámuyalborotadora.¿Quécoñolepasa?—¿Ybien,capullos?,¿quiéndelosdosvaairtrasella?—pregunta
Nate.Echo un vistazo al atestado salón. No la veo. Zed me observa,
evaluandomireacciónantelapataletadeTessa.Mantengounaexpresiónneutra,sinmostrarelmás
mínimointerés,mientrasescaneo la habitación de nuevo. No pienso dejar que sea él quien
lleguehastaellaprimeropornadadelmundo.Sehacabreadoporque lahandesafiadoabesarme.Este
juegodemierdanisiquierahasidoideamía,yahoranoshasalidoeltiroporlaculata.Lesadvertí
quenoerabuenaidea.CuandoLogandistraeaZed,measomoparamirarenlacocina.VeoaTessa
ymedispongoalevantarmedelsuelo.—¿Adóndevas?—Mollymeagarradelbrazomientrasmelevanto.—Eh...,apormásagua.—Miromivaso,queestácasimedio lleno,
peromeimportaunamierdaquedescubramiestratagema.Echounvistazoporlaestanciamientraspasoentrelagentebuscando
elpelorubiodeTessa.Cuandoentroenlacocina,laveojuntoalaencimeraconunabotella
deJackDaniel’senlasmanos.Levanta la botella y siento esa familiar punzada de necesidad en el
fondodelagarganta.Me horroriza que esta chica caiga en un hábito tan peligroso tan
rápido.Elmodoenquecierraconfuerzalosojosmientrasbebeylossonidosdeatragantarseque
hacecuandotermina...Ardeycasilahacevomitar,peroaunasíbebeotrotrago.¿Seráadicta?¿Laayudaráaolvidarcosasyabloquearrecuerdosensu mente, como solía ayudarme a mí? ¿Tendrá recuerdos de los quenecesitehuir?Aparentemente,sí.
Sigo observándola cuando abre el grifo y busca un vaso. Abre elarmarioymirahacialapuerta.
Meapartoparaquenomevea.¿Quéhagoaquísiguiéndolayobservandosurepentinapasiónporla
amnesiaqueprovocaelalcohol?Doymediavueltayvuelvoconmigrupo.Mollyestáburlándosede
Loganconrespectoalachicacon la que estaba anoche, yNate se está encendiendo un cigarrillo
cuandovuelvoasentarmeenelsuelosucio.—Larguémonosdeaquí.Meaburro,ysaltaalavistaquetútambién.
—SientoelalientocalientedeMollyenelcuellocuandorodeamishombrosconlosbrazos.Melasacudodeencimayniegoconlacabeza,perovuelvealataque.—Mevoyarriba—ledigo.Meestrechaconbrazosdeacero,reteniéndomeenelsuelo.—Buenaidea.—Presionaloslabioscontramicuello.Con la combinación de su estado de embriaguez y mi rápido
movimiento,secaedeespaldassobrelaalfombraenelmomentoenqueintentaenvolvermedenuevo
consusbrazos,ymelevanto.—Quéasco.Nonecesitabavereso—bromeaLoganparaprovocarla.Ellalesacaeldedoysevuelvehaciamí.—Joder,Hardin—mesuelta.—Joder,Molly.—Ledoylaespaldaymedirijohacialaescalera.Cuando llego arriba, el teléfono empieza a sonar en mi bolsillo
delantero.VeoelnombredeKenenlapantallayledoyaignorarlallamada.Noestoydehumorpara
tratarconél.Nosueloestarlo.Sólo quiero estar solo, lejos de toda esta música y de todas estas
voces.Quieroquemipatéticopadredejede intentar«conectar»conmigo.Quieroperdermeenelmundo
deunanovelaenlaquelospersonajes tenganproblemasmuchopeores que losmíosyqueme
hagasentiralgomásnormaldeloquesoy.Pero en cuanto me aproximo a mi cuarto, veo que la puerta está
abierta,justolosuficientecomoparasaberquealgonoestábien.Siemprecierroesaputapuerta;¿se
mehabráolvidadoestavez?Dentro,encuentroaTessasentadaenmicamaconunodemislibros
enlamano.Elmóvilsuenaotra vez. Pagomi cabreo conKen con ella. ¿Cree que puede hacer
todoloquelevengaengana?¿Quepuedeentrarenmihabitación,másdeunavez,sinmipermiso?¿Quéhaceaquí?Yaleadvertíquenoentrara.¿Quécoñolepasa?Caminohaciaella.—¿Qué parte de que «Nadie entra en mi habitación» no has
entendido?
Tensaloshombros,sorprendida.—P...perdona,esque...—balbucea,yabremucho losojos,perono
conmiedo...,sinoconfuria.Estáintentándolodenuevo,lodemostrarsepacienteconmigo.Leseñalolapuerta.—Largo.—¡Notienesporquésertancapullo!—mechilla.—Estás en mi cuarto, otra vez, después de que te dijera que no
entraras.¡Lárgate!—lerecuerdoigualandoelvolumendesuvoz.—¿Porquénotegusto?—dice.Séqueestáintentandomostrarsedura,perohabajadoeltono,ysus
enormesojoshanhechoquesemeacelereelpulso.
OCHO
Lapregunta,tanfrancaydirecta,lopillóporsorpresaylohizodarsecuentadequeestabaalbordedeunprecipicio;unprecipiciopor elquepodíacaerconunsimplesoplodeviento.
¿Por qué me pregunta eso? ¿Acaso no es evidente por qué no megusta?Esinsufrible.Es...
Essentenciosa.Noparadejuzgarmeydedarmelalatarespectoamiconductacuandoempiezoa
metermeconella.Yes...Bueno,supongoquenoestátanmal.—¿Por quémepreguntas eso?—digo intentandomantener un tono
tranquilo.Memira con odio y yo le devuelvo el gesto con el mismo vigor.
¿Creequepuedeintimidarme?Estáenmihabitación,haciéndomepreguntasabsurdasymirándome
deesamanera...—Nolosé...Porqueyosóloheintentadoseramable,ytúnoparasde
mostrartegroseroconmigo.Y la verdad es que había llegado a pensar que podíamos
convertirnosenbuenosamigos.Sus ojos enrojecidos son intensos y ocultan tantas cosas que
desconozcodeella...Cosasque,porsupuesto,nomeimportannada.¿Amigos? Joder, ¿está hablando en serio?Yono tengo amigos.No
necesitoamigos.—¿Nosotros?¿Amigos?—Sueltounarisotadafalsa—.¿Acasonoes
evidenteporquénopodemosseramigos?—Paramí,no—respondesencillay llanamentey,alprincipio,casi
meparecequeestádecoña.Pero el tono de confusión de sus palabras me indica que está
hablandoenserio.Estatíaestácomounaputa cabra. ¿Cree que alguien comoyo sería amigode alguien
comoella?¿Acasonosabequeapenas soporto a la gente en general, por no hablar de mi propio
grupode«amigos»?¿Pordóndeempiezolalistademotivosporlosqueestojamáspodría
funcionar?—Bien,pues,paraempezar,túeresdemasiadoestirada.Seguramente
tehabráscriadoenlatípicacasita perfecta de revista, idéntica al resto de las viviendas del
vecindario—comienzo,yrecuerdoelmohonegroque cubría el techodemi cuarto de la infancia—.Tus
padrestecomprabantodoloquequerías y nunca tuviste que anhelar nada. Con tus estúpidas faldas
plisadas...—Observolaropaquelleva puesta y decido obviar el modo en que la tela se ciñe a sus
generosascaderas—.Enserio,¿quiénsevisteasícondieciochoaños?Se queda boquiabierta y avanza hacia mí. Yo retrocedo por acto
reflejo.Susojossehantornadodeungristempestuoso,yséquemevaacaerunabuena.—¡Nosabesnadademí,capullocondescendiente!¡Mividanohasido
asíenabsoluto!Elalcohólicodemipadrenosabandonócuandoyoteníadiezaños,ymi
madretuvoquetrabajardelolindoparaqueyopudiera ir a launiversidad.Empecéa trabajar en
cuantocumplílosdieciséisparapoderayudarlaapagarlasfacturas,yresultaquemegustamiropa.
—Menealasmanosseñalandosuconjunto.Ahoraestágritando,tanfrustradaquesuspequeñasmanos
tiemblan—. ¡Losientosinovistocomounaputa,como todas lasdemáschicas que te rodean! ¡Para ser una persona que se esfuerza tanto endestacaryen serdiferente, juzgascondemasiada ligerezaa losque sondistintosdeti!
Yasí,sinmás,damediavueltaysedirigehacialapuerta.¿Está hablando en serio? ¿De verdad esta chica tan perfecta forma
partedeldesafortunadocírculo
deniñosquehan tenidoquecrecerdemasiadodeprisa?Y, si es así,¿porquéestásonriendocadavez
quelaveo?¿Quejuzgoconligereza?¿Meacusaamídejuzgarcuandoacabade
tildardeputasalaschicasque visten de determinadamanera?Me está observando, esperando
mireacción,peronotengoninguna.Estamujertemperamental,sentenciosaymisteriosaacabade
dejarmesinpalabras.—¿Sabesqué?De todasmaneras,noquiero ser amiga tuya,Hardin
—mediceantesdequemicerebrologresalirdesuaturdimiento.Tessaagarraelpomodelapuertay,derepente,mevienealamente
Seth,elprimeramigoquetuveenlavida.Sufamiliatampocoteníadinero,perocuandounode
sus abuelos ricos, al que no conocía,murió, heredó una buena fortuna.Cambiósusmíseroszapatosrotosporunaszapatillasblancasconlucesenlaparteinferior.Meparecíanlomás.Lepedíamimadreunparparamicumpleaños.Mesonriócontristezay,enlamañanademicumpleaños,meentregóunacajadezapatos.Laabrítodoemocionado,esperandoverlasputaszapatillasconluces.Ydentrodelacajahabíaunaszapatillas,sí,perosinesasmagníficaslucesenlapartedeabajo.Medicuentadequeaquelregalolaentristecía,peronoentendíporquéhastaquefueronpasandolosmesesyempecéavera
Seth cada vez menos, hasta que llegó un día en que sólo lo veíacuandopasabapordelantedemicasa
consusnuevosamigos,todosconzapatillasconluces.Fue mi primer y mi último amigo, y mi vida ha sido mucho más
sencillasinellos.—¿Adóndevas?—lepreguntoalachicaquepensabaquepodíamos
seramigos.Ellasedetieneconfundida,aligualqueloestoyyo.—A la parada del autobús para volver a la residencia, y no pienso
regresaraquíjamás.Estoyhartadeintentarhacermeamigavuestra.Mesientocomounaauténticamierda.Porunlado,hacerquemeodie
serámejoralargoplazo,
pero,porotro...Enfin,quierogustarle losuficientecomoparaquequierafollarconmigo.
PuedeodiarmeunavezquehayaganadolaApuesta.—Esdemasiadotardeparacogerelautobússola—ledigo.Viendoelestadoenelqueseencuentrayelhechodequehaestado
bebiendo toda la noche, es muy mala idea que se vaya a la parada delautobússola.
Se da la vuelta paramirarme y entonces, por primera vez,me doycuentadequetienelosojoscompletamenteinundadosdelágrimas.
—Noestarásintentandoactuarcomositeimportaselomásmínimoquepuedapasarmealgo,
¿verdad?—Sueltaunacarcajadaysacudelacabeza.—Yonohedichoeso...Sóloteloestoyadvirtiendo.Esunamalaidea
—ledigo.EchounvistazoamiestanteríamientraslacomparoconCatherine,el
personajeprincipalfemeninodel libroqueestabaleyendocuandoheentrado.Separece
muchoaella:tienemalcarácterydemasiadoquedemostrar.ElizabethBennetes igual,cadavezque
abrelabocaesparahaceralgunaobservación categórica.Me gusta. Las universitarias de hoy en día
parecenhaberperdidoeseespíritu.Sólo quieren complacer a los hombres, pero no a símismas; ¿qué
graciatieneeso?—Bueno,Hardin,pueseslaúnicaopciónquetengo.Todoelmundo
estáborracho,incluidayo—dice,yseechaallorarotravez.Me ablando un poco. ¿Por qué llora? Al parecer, siempre está
llorando.Intentoanimarladelaúnicamaneraquesé...,conmisarcasmo.—¿Siemprellorasenlasfiestas?—Sóloenlasqueestástú.Ypuestoqueestasdossonlasúnicasalas
queheidonunca...Tessaabrelapuertademihabitación,perojustocuandosedisponea
salir,tropiezayseagarraalaesquinademicómoda.—Theresa...—digo con una voz suave que no sabía que poseía—.
¿Estásbien?—pregunto.Asiente.Estáconfundida, cabreadae impresionada,pero sobre todo
cabreada.¿Qué coño me importa si está bien o no? Tiene angustia y está
borracha;pornadadelmundopiensointentarmarcarletantosaZedestanoche.Noquierohacerloy,
además,esoseríahacertrampa:estádemasiadoborracha.—¿Porquénodescansasaquíunosminutosyluegovasa laparada
delautobús?—sugiero.Talvezsiendomajoganealgunospuntos.—Creíaquenadiepodíapisartuhabitación—diceconunavozsuave
ycargadadecuriosidadmientrassesientaenelsuelo.Estoysegurodeque,sisupieratodalamierdaquehacaídosobreese
suelo,nosesentaríaenél.Me sorprendo sonriendo y paro inmediatamente en cuantome doy
cuentadeloqueestoyhaciendo. Inclina la cabeza y le entra hipo. Tiene pinta de que va a
vomitardeunmomentoaotro,ylelanzounaadvertencia:—Comovomitesenmicuarto...—Creoquesólonecesitounpocodeagua—medice.Leentregomivaso.—Toma.Loapartadeunmanotazoyponelosojosenblancoexasperada.—Hedichoagua,nocerveza.—Esagua.Yonobebo.Sueltaunarisotada.—Vengaya.Novasaquedarteaquíahacermedeniñera,¿verdad?Joder,sí,voyahacerlo.Nopiensodejarlasolatoqueteandomiscosas
ovomitándomesobreloslibros.—Sacaslopeordemí.—Sucomentariomesorprendeymesacade
misilencio.—Vaya,quéhalago—lesuelto.¿Queyosacolopeordeella?Sinisiquierameconoce.Continúo:
—Y,sí,voyaquedarmeaquíahacertedeniñera.Estásborrachaporprimeravezentuvida,ytieneslacostumbredetocarmiscosascuandonoestoypresente.
Me siento en la cama mientras ella se bebe mi agua con recelo.Observocómocierralosojosyse
relame los labios cuando ha terminado y oigo su respiraciónexcesivamenteagitada.Lamirosinque
ella se dé cuenta y me esfuerzo todo lo posible en no pensardemasiadoenelmotivoquemellevaa
estudiarla.Haytantascosasquedesconozcosobreella, tantascosasquequiero
saber...Parecetanevidentedesdefuera...Esrubia,poseeunabellezasencilla,
y sé por su desfasadamanera de expresarse que pasa horas con la carapegadaaunlibro.Perosumalgenioysuactitudaladefensivamellevanapreguntarmequéseescondedetrásdetodoeso.
—¿Puedohacerteunapregunta?—digosinpensar.Hagounesfuerzoylesonrío,perotengolasensacióndequeparezco
unputopervertido.Arrugaelceñoextrañada.—Claro—dicearrastrandolapalabra.«¿Quécojonesvoyapreguntarle?»Habíadadoporhechoquemeiba
amandaralamierda.Optoporlapreguntamássencillaquesemeocurre.—¿Qué quieres hacer después de la universidad?—Sé que debería
haberlepreguntadoalgomáspersonal,algoquemeayudeaganarestejuegocontraZed.Tessaparecemeditarlapreguntaysegolpetealabarbillaconeldedo
antesderesponder:—Puesquieroserescritoraoeditora,loquesurjaprimero.Erafácildeimaginar.Nolecuentoqueyotengopensadohacerexactamentelomismo.En
lugardeello,mequedoconlamiradaperdidaalfrentedespuésdeponerlosojosenblanco.—¿Esos librosson tuyos?—preguntaseñalando laestanteríacon la
mano.—Sí—farfullo.
—¿Cuálestufavorito?Joder,quécotillaes.—Notengofavoritos—miento.Está entrando en un terreno demasiado personal, y sólo ha estado
aquíunrato.Quesepacuálessonmislibrosfavoritosnovaaayudarmeaconseguirloquequiero.Necesito darle un giro a esto y volver a un temamás impersonal.
Tengoquecabrearla.—¿SabeelseñorPerfectoqueestásenunafiestaotravez?Mi maliciosa sonrisa complementa su ceño fruncido. Misión
cumplida.—¿ElseñorPerfecto?—Tunovio—explico—.Menudopringado.—Nohablesasídeél.Éles...es...majo.Nopuedoevitarreíralvercómoseesfuerzaenbuscaruncumplido
paraelpijodesunovio.Después,señalándomeconeldedo,continúa:—Yaquisierastúsertanmajocomoél.— ¿Majo? ¿Es ésa la primera palabra que te viene a la cabeza al
hablarde tunovio?Majo es el eufemismoqueutilizasparano llamarloaburrido.—Merío.
—Noloconoces—insisteconunavehemenciaimpresionante.Ya,peroséqueesaburrido.Saltaalavista,conesachaquetadepunto
yesosmocasines...Meechoa reírcon tantasganasquemeduele labarriga.Nopuedo
evitarlo.Y,cuandoveosuexpresiónmalhumorada,meríoconmásfuerzatodavíaalimaginarmeaeseKenvivientegimoteandoporquelehasalidounagujeroensujerseydecachemir.
—No lleva mocasines. —Tessa se tapa la boca para ocultar sunecesidaddereír.Loentiendo.Yo
tambiénmereiría.Bebeotrosorbodeaguaycontinúo:—Bueno,perohaestadosaliendodosañoscontigoynotehafollado
todavía,asíqueesuncarca.En cuanto esas palabras salen demi boca, Tessa escupe el agua de
nuevoenelvaso.—¿Quénaricesacabasdedecir?
—Yamehasoído,Theresa.—Lesonríoparaalimentarsuira.—Eresuncapullo,Hardin.Joder,meencantacómoseexalta.Derepentemetiraelaguafríaalacara.Sofocoungrito,sorprendidoantesuosadía.Creíaqueloestábamos
pasandobien,disparándonoscomentarios groseros el uno al otro. La estaba ofendiendo a
propósito,yparecíaqueestabadisfrutandodemisprovocacionestantocomoyohaciéndolas.Suexpresióndeindignaciónmeindicaquetalveznofueraasí.¿Porquécojoneshetenidoquemencionarleasunovio?Soyunputo
gilipollas.Estabatantranquila, sentada en el suelo, riéndose conmigo, y he tenido que
fastidiarlotodo.Tessasaledemicuartoinmediatamente.Mientrasmelimpiolacara,
medirijohacialapuertayobservocómobajalaescaleradedosendos.Vuelvoamidormitorio,conlaúnicacompañíadellevezumbidodel
ventiladordeltecho.Mesiento en la cama y, por primera vez desde queme trasladé a esta
casa,sientoquemegustaríanoestarsoloenestahabitación.
NUEVE
Losintióenelmomentoenqueloslabiosdeellarozaronlossuyospor primera vez. Sintió que algo se revolvía en su interior, en un lugarprofundo,escondidoycubiertodepolvo.Norecordabaquenadiehubierallegadonuncahastaél,probablementenadielohabíahechohastaentonces.Ellalodespertó,letrajolaluzylarisayelanheloy,enelinstanteenquesuslabiosseencontraron,supoquejamásvolveríaaserelmismo.
Tessa me ha echado agua en la cara y ha salido de mi habitaciónresoplando,refunfuñandoy
poniendo los ojos en blanco. Sin embargo, aquí estoy, siguiéndolaescalerasabajoapenasunos
minutosdespuésdehaberestadosentadoenmicuarto, lloriqueandocomounniñoquetieneuna
pataletaporsujuguetefavorito.Sólo que Tessa no es mi juguete favorito. Brilla demasiado, está
demasiadonuevaparaquemissuciasmanosjueguenconella.Únicamentetratabadeanimarla,dealegrarla,peroesevidentequehe
fracasado.Deberíahabersabidoquesacareltemadelpardillodesunovioibaaponerlademal
humor.Es una pesada. Se cree superior y cambia de humor con el viento.
Demasiadosensible,laverdad,ymecabreaquenoveas.¿Quiénletiralabebida,aunqueseaagua,a
alguienalacara?Paraalguienque se cree tanto he de decir que se comporta como una mocosa
engreída.CuandollegoalpiedelaescaleraTessaestáenlacocina,bebiendo
deunabotelladelicor.Estábuscandoaalguienconlamiraday,mientraslaobservo,mesuenael
móvilenelbolsillo:
Estanoche le tocaaKarenpreparar lacena,porsi teapetecevenir.Tengoquehablarcontigodealgo.Nohas respondidoaningunodemismensajes,asíquehepensadoque,siteescribíaalastresdelamadrugada,almenostepillaríadespierto.
¿Quiere hablar conmigo de algo? Tengo cosasmejores que hacer,comoenseñarleaZedquiénes
aquíelreydelmambo.VuelvoamirarhaciadondeTessaestádepieyveoqueZedestáahoracon
ella.Cómono,esecretinoapareceasuladoencuantodoymediavuelta.Ella sigue bebiendo. No debería beber tanto. Mañana estará hecha
mierda.Aunque,claro,asíescomoZedplaneaganársela.—¿Aquesonunamonada?—oigoquedicealguien.TengoaStephal
lado,conuncalimochoenlamano.Elpelorojoalborotadoleenmarcalacara.Miro aZedy aTessaotra vez, aunque ahorame fijo en cómoella
suspiramientraslomiradirectamente a los ojos. Parece estar cómoda, tiene los hombros
relajadosyunamiradadulce.Nadaqueverconcuandoestáconmigo.NoconoceaZedmejordeloque
meconoceamí,¿aquésedebela diferencia? ¿Será porque, al contrario que yo, él se apoya en la
encimerasindejardemirarlaalosojos?Élnodejaquesustetaslodistraigan.Seacercaaellayellale
sonríe.Parecequeestáhaciendodepolibueno,yaqueyosoyelpolimalo.Maldición,lohacemuchomejordeloqueimaginaba.Tessa mira hacia la puerta y Steph da un paso atrás y me tira del
brazo.Laaparto.Tienelosojosinyectadosensangre,suspupilassondiminutospuntos
negrosenunmarrojo.—Noledigasqueestoyaquí.Estoyhartadehacerdeniñera—dice
poniendolosojosenblanco.StephnisiquieraintentaaparentarsersimpáticacuandoTessanoestá
presente.Esunaarpíadeprimera.Una rubia borracha con un vestido reventón pasa junto amí yme
guiñaelojo.Meacuerdodeella...¿Creo?—Lahastraídotú—lerecuerdoaStephcomosindarleimportancia.
Estonomeinteresalomásmínimo.Nisiquieraestoysegurodeporquéhemencionadoeltema.—¿Y?Por estanocheyahe tenidobastante, y esparaquevosotros
dosjuguéisconella,¿recuerdas?—Seencogedehombrosysealeja.Vale...—¡Vasaperdersitequedasahícomounpasmarote!—gritaStephal
llegaralapuertaprincipalmientras coge del brazo al raro ese del que tanto se quejaba la
semanapasada.¿Voyaperder?Porfavor...Nidecoña.Perotampocovoyaquedarmepasmadoenelumbral.Vuelvo al salón y encuentro un hueco en el sofá. Esperaré a que
vengaabuscarme.Acabaráporhartarse deZed y de sus rollos sobre ciencias y plantas y salvar el
mundoconfloresdecoloresytodaesamierda.Supongoqueélselocree,talvez.Conesepavonuncasesabe.Lomásprobableesquesepa,enelfondodesusubconsciente,quesólolasplantasloaguantan.
Como era de esperar, Tessa llega al salón, con Zed pegado a sustalonescomosifueraunperrito
faldero. Ni siquiera se da cuenta de que estamos en la mismahabitacióncuandosesientaenelsuelo
conmipandillaapocosmetrosdemí.Sientounapretónenelbícepsymevuelvojustocuandolarubiade
haceunmomentomerodeaeltorsoconlosbrazosymeestrechaconfuerza.—Hardinnnn...—dicecontalcadenciadeborrachaquederepenteno
sésiquieremetermemanooquelahabitacióndejededarvueltas—.Mealegromuchodevolver
averte,peroaúnmealegramásvolverasentirte...La aparto un poco intentando queme suelte. Pero el alcohol la ha
convertidoenunpulpo
insistenteyvuelveapegárseme.Alfinal,mesientojuntoaunodelos«hermanos»delafraternidad
cuyonombrenuncaconsigorecordarypasounodelosbrazosdelaborrachaporsushombros.No
falla,elrestodesucuerpolosigue,ydicearrastrandolaspalabras:—S-Steeeve,cuántotiemposinverte...—mientrasyodesaparezco.Mecabreomásconlanocheconcadapasoquemisbotasdansobre
lamoquetallenademanchas.—¿Hayautobusestodalanoche?—oigopreguntaraTessa,queyano
estáachispada,sinoborrachacomounacuba.Tiene la vozmás gruesa. Observo sus labios, el inferior sobresale
másqueelsuperior.Hablamuydespacio,casiarrastralaspalabras.Me obligo a dejar de escuchar y a regresar a la cocina. No es
problemamío,notengoporquépreocuparmedesiseemborrachaono.Menosdediezsegundosmás
tarde,doblolaesquinayvuelvoalsalón.MispiessedetienenfrenteadondeTessaestásentadaenel
suelo.Alverme, lamocosaarroganteponelosojosenblanco.Pareceque
lohacemuyamenudo.PeronoconZed.Aélnoselohacenunca.—¿Zedytú...?—Arqueounacejayellatrastabillaalponersedepie.
¿Cuántohabebido?Tienelamirada clara en el momento en que encuentra la mía. No sabría
decirlo.Lacojodelbrazocuandomeempujaparapasar.—¡Suéltame, Hardin! —Sus brazos vuelan en el aire e intento no
reírmedesudramatismo.Susojos recorren la habitación como si estuviera buscando algo que
arrojarme—.Sóloleestabapreguntandoporelautobús.Me da un empellón con el hombro y sigue andando. La cojo con
cuidadodelbrazoparaestabilizarla.—Relájate... Son las tres de lamadrugada. No hay autobuses.—La
sueltoyobservocómoasimilaeldato—.Tureciénestrenadoestilodevidahahechoquetequedes
aquítiradaotravez.Lacosa tienegracia. Insisteenqueodiaeste tipodeambientey,sin
embargo,vaapasardenuevolanocheaquí.Memirainexpresiva,conunosojoscomoplatosyunmohínenlos
labios.Metomounmomentoantesdeecharsalensuegoherido.—AnoserquequierasirteacasaconZed...—Señaloconlacabeza
haciaelsalónyellafrunceelceño.Echaaandarsinmediarpalabra.¿Quésentido tiene?¿Porquésigo intentandosacarladequicio?No
tieneningúnsentido,ylaverdadesqueesunapérdidadetiempo.Parecequejugarseledatan
biencomoamí.Cuando vuelvo a mi habitación, cojo un libro de la estantería, me
quitolacamiseta,latiroalsueloyañadomisvaquerosalmontónderopatirada.Abrolanovelaporunapáginaalazaryempiezoaleer:
¿Dequépodíanservirmienojonimisprotestasparavenceraquellapueril credulidad? Nos separamos enfadadas aquella noche, pero al díasiguienteyameteníaustedcaminodeCumbresBorrascosas,escoltandolajaca de mi testaruda señorita. No pude soportar el espectáculo de sutristeza, su palidez, sus ojos hinchados ni su decaimiento. Cedí,alimentando ladébilesperanzadequeelpropioLinton ratificaraconsumanerade recibirnoselpoco fundamentoqueen realidad teníael relatohechoporsupadre.
UnaCatherinerubiaestásentadaenel lindedelpáramoconelpelorecogido conun lazo rojo como la sangreque correpor susvenas.Nopensaba, estabaperdida.Se volvió hacia él y su voz resonaba en el airequelosseparaba.
—¿Hardin?La voz de Catherine es fuerte, tanto que se escapa de mis sueños.
¿Estoysoñando?—¡Hardin!¡Hardin,abrelapuerta,porfavor!
Salto de la cama, confuso y asustado al ver moverse el pomo.Golpeanlapuertaconlospuños.
—¡Hardin!—gritadenuevolavoz.«¿Ésaes...?»Descorroelpestilloyabro.Tessaestáahídepie,concaradeespanto
ylamiradaaterrorizada.Semeerizaelvellodelanucayentroenmododefensivo.—¿Tess?—Me froto los ojos para vermejor, intentandodisipar el
sueño,centrarmeenloqueestápasando.—Hardin, ¿puedopasar,por favor?Ese tipo...—Tessaecha lavista
atrás,haciaelpasillo.Salgoaveraquéletienetantomiedo.Neil caminahacia nosotros, con los ojos inyectados en sangre y la
camisamanchada.Esasqueroso.Y, cuando tropieza contra la pared,medoy cuentade lo
pedoqueva.¿Porquéestáhuyendodeél?¿Lahabrá...?LosojosdeNeilencuentranlosmíosysedetieneenelacto.Sisabe
loqueleconviene,darámediavueltayselargarápordondehavenido.Sino,Tessaytodoslosqueestánenelpasillo,todaesagentequenoparecequererayudarla,vanaverelespectáculoenprimerafila.
Lamirouninstanteparaasegurarmedequeeltíonolehahechonadaquemeobligueaesconder
sucadávercuandolleguelapolicía.—¿Loconoces?—mepreguntaconlavozrota.Notoquelasmanosmetiemblanenloscostados.—Sí,pasa.—Lahagoentrarenmicuartoymesientoenlacama.Sus
ojosgrisesmeobservancon intensidad, y vuelvo a frotarme los ojos—. ¿Estás bien? —le
pregunto.Parece estar bien, un poco nerviosa, pero no está llorando. Buena
señal...Oesocreo.—Sí...—dice en voz baja—.Sí. Siento haber venido aquí y haberte
despertado. Es que no sabía que... —añade a toda velocidad con voztrémula.
¿Seestádisculpandoporhabermedespertado?
Mepasolamanoporelpeloparaapartármelodelafrente.—Notepreocupes.—Notoqueletiemblanlasmanos,igualqueamí,
yhagolapreguntaquedavueltasenmicabezadesdequeheabiertolapuerta—:¿Tehatocado?Ideasasesinasflotanenmimente.NadieecharíademenosaNeil,eso
fijo.—No—empiezaadecir;luegotitubea—.Perolohaintentado.Nosé
cómosemeocurreencerrarmeenuncuartoconundesconocidobebido.Supongoqueha
sidoculpamía.«¿Culpasuya?¿Estátonta?»—Nohasidoculpatuyaquehayahechoeso.Noestásacostumbradaa
estetipode...situación.—Intentomantenerlavozcalmadaynoasustarlamás.Hevistocómolespasabalomismoamuchaschicas.Amimadre,a
chicasquebebíandemasiadoen una fiesta... El año pasado tuve que salvar el culo borracho de
MollydelasgarrasdeNeil.Pensabaquehabíaaprendidolaleccióncuandolerompílanarizyledisloqué
elhombro.Perono.Sevequenecesitaque le refresquen lamemoria.Loganayudará, igualque la
últimavez.Tessaseacercaamíyledoyunaspalmaditasalcolchón.Sesientaa
miladoycolocalasmanosenelregazo.Alversuexpresióndevulnerabilidad,medoycuentade
quesólollevopuestoelbóxernegro. Quiero ponerme algo más de ropa encima, pero no quiero
darleimportanciaytampocoquieroquesesienta incómoda.Havenidohuyendodelomismo,en
buscadepaz.—No tengo intención de acostumbrarme. Ésta es definitivamente la
últimavezquepiensoveniraquí,oacualquierfiesta.Noséniporquéloheintentado.Yesetipo...
hasidotan...Seestremeceyempiezanarodarlelaslágrimasporlasmejillas.—Nollores,Tess—susurro,yllevolamanoasumejilla.Mipulgaratrapalaslágrimashúmedasamedidaquecaen.Sesorbe
losmocos.Esunsonidotaninocenteyvulnerablequeintentoapartarlavista.Peronopuedo.—Nomehabíadadocuentadelogrisesquesontusojos—confieso.Hastaahoranoheprestadomuchaatenciónalosdetallesmásalláde
sustetasylosusceptiblequees a mis jueguecitos. He estado demasiado ocupado, he sido muy
superficial.Llevo prestando atención a los detalles más insignificantes de esta
chicadesdeelmomentoenquelavi.Mimanosiguecontrasumejillayellacontinúamirándomeconsus
labioscarnososentreabiertos.Mellevoelpiercingdellabioalosdientesytirodeél
comohagosiempre.Tienelamiradafijaenmibocay,cuandoapartolamano,seacercaypegala
suyaalamía.Cojoaliento,mehapilladoporsorpresa.¿Quéestáhaciendo?¿Qué
cojonesestoyhaciendo?Peronomedetengo.Nopuedoparar.Recorrosuslabiossuavescon
lalengua.Metragosuspequeños gemidos mientras le cojo las mejillas con las manos.
Suspiraenmiboca,comosisesintieraaliviadaalbesarme,ymismanosdesciendenasuscaderas.Cuandonotoelvodkaensulengua,meaparto.—Tess...—susurroensuboca.Ella suspira y acaricio sus labios con la lengua, separándolos de
nuevo.Tragosalivaeintentopensarconclaridad.¿Cómohemosllegadoaesto?
Mesientotranquilo,loopuestoalfuegoqueardeenmí.Esagradable.Alivialaquemazón
constante.Nuncaantesmehabíasentidotancalmado.Esaterrador.Mimenteyanoestáalmando.Lasensacióndesubocaenlamíaes
másfuertequeelsentidocomún.Laacercomásamí,estrechoconfuerzasuscaderasymetumboenlacama.Seencaramaami torsoyapoyalasmanos enmi pecho. Su lengua provoca a la mía sin salir nunca demiboca.Esto
seledabien.Joder,seledamuybien.
Su pelo cae sobre mi piel y aparto la boca de la suya. El gemidoquejumbrosoquebrotadesus
labios cuando lo hago me la pone dura al instante. Me desea. Susmanossubenybajanpormipecho,
poniendoapruebasuslímites,losé.No dejaré que vaya demasiado lejos. Esta noche no. Ha estado
bebiendoyamíeserollonomeva.La deseo a ella, joder, quiero follármela una y otra vez. Voy a
sentirla,todaentera.Peroestanocheno. Es virgen, pero ¿hasta dónde habrá llegado con su novio? ¿La
habrátenidoélasí,tumbadaencimamoviendolascaderas,tentándolosinpiedadyélsóloconloscalzoncillospuestos?¿Esasíconélyluegoanteelmundopareceunaestrechayunapuritana?
¿Elnoviohabrárecorridocon la lengua lasuavepieldesucuello?Por cómo se le altera la respiración bajo las caricias demi lengua, yodiríaqueno.Gime,lasujetodelpeloylebesoelcuello.Bajolaboca,lemordisqueolaclavículayellagimeotravez,susurrandominombre.
Atraigosubocaa lamíayellasiguemoviéndoseencimademí.Séquenotaloduraquesemeha
puesto,lomuchoqueladeseo.—Hardin...,para—gimesinquesulenguadejedebailarconlamía
—.¡Hardin!—repite.Me aparto y la miro. Tiene los labios hinchados, rosados y
pecaminosos.Ylamiradasalvaje.—No podemos hacerlo —dice. Sus dedos abandonan mi piel y la
quemazónseconvierteenhielo.Sabía que no iba a durar. Ha sido el calentón del momento. Un
momentoquemehabríagustadoqueduraramás, pero todo tieneun final.Meapoyo en los codosy
ellaruedalejosdemí,alotroladodelacama.—Lo siento. Lo siento.—Tiene la voz grave, rasposa, y no parece
que lo sienta en absoluto a juzgar por lo agitado de su respiración y elmodoenquenopuedeapartarlavistademiboca.
La miro y pienso en un libro que leí sobre un pueblo en que lasmujeresdecidendejarde
disculparse en su vida cotidiana. Lo interesante era que se dieron
cuentadequeelnoventaporcientode las veces que pedían disculpas lo hacían por cosas que no eran
culpasuya.Tessaencajaríaalaperfecciónenesepueblo.—¿Quées loquesientes?—digotodolocalmadoquepuedo,yme
levantomientrasellamemiradearribaabajoyalbóxeryseruboriza.—Habertebesado...¿Por qué tiene que disculparse por haberme besado? Si no quiere
nadaconmigo,yotampocoquiero nada, pero no le he dado la menor indicación de que no
quisieralomismoqueella.—Sólo ha sido un beso; la gente se besa sin parar —replico.
Mantengountononeutroapropósito,noquieroquesesientaaúnpeor.Yaseestáarrepintiendoyestáapuntodesalircorriendo.Losé,y,si
lohace,tendréqueirdetrásdeella.Nopuedoabandonarnadamásempezarlapartida,cuandoya
hehechoprogresos.Hesentidosusmanosenmicuerpo,hesaboreadosulengua.Lahehechojadear,
querermás.AhoravoyganándoleaZedynopuedoestropearlo.Vaahacerunamontañade
ungranodearena.Silaconsuelo,esprobablequeconfíeenmí,yesaconfianzamedará la
oportunidaddellegaraúnmáslejoslapróximavez.Se queda mirando el suelo. Otra vez. ¿Tanto se arrepiente que ni
siquierapuedemirarmealacara?Estonomegustaunpelo.Nopuedeestararrepintiéndoseya.Sinolosupera,estoybienjodido,
yZedganará.—¿Teimportaríaqueestonosalieradeaquí?—preguntaTessa.—Créeme, yo tampoco quiero que nadie se entere de esto.Deja de
hablardeello.Haceunamuecaaloírmispalabrasydesearíapoderretirarlas.Esto
semedadeputapena.—Vaya,veoquevuelvesasereldesiempre.—Seleaguzalamirada,
preparándoseparalabatalla.Quierocontestarleloquesemerece,peromecontengo.
Nosabenadademí.Mecabreaquepienseque,despuésdehabernosvistotresveces,secreaque
eslagranexpertaenHardinScott.Secreemuchomejorqueyoylaaterraquelagenteseenterede
quemehabesadoporque... puesporqueyo soycomo soyy ella esdoñaPerfecta.Nopuedo
contenermemás.
—Nunca he sido otra persona—le digo—.No vayas a pensar queporquemehayasbesado,
básicamenteencontrademivoluntad,ahoratenemosalgunaespeciedevínculo.
Puedosentircómomispalabraslecaencomounjarrodeaguafríayseponedepie.Lairabrilla
en sus enormes ojos.Una Juana deArco contemporánea, lista paraquemarmeenlahoguera.
—Podríashabermeparado—masculla.Aprieta lospuños, secreeráqueestánhechosdefuego.
Mi boca reacciona antes de que pueda pensar en algo que decir, yreplico:
—Habríasidodifícil.Tessasuspiraysecubrelacaraconlasmanos.Mirohaciaotrolado.
Esmuyvisceral,yesonoeslomásraro.Supongoqueservisceralesnormal,peroesqueellano
secortaunpelo.Nosoyamigosuyo ni tampoco un pariente, y ahí está, exhibiendo sus emociones
comosinosconociéramosdetodala vida. No le da miedo mostrarme cómo se siente, no le importa
quedarasídeexpuesta.TheresaYoungesunmisterioquemevuelveloco.Estanfrágilytan
abierta..., y a la vez es reservada y aguda como un punzón. No logroentenderla.Esmuyextraño.Lafacilidadconlaquemepermiteverlaasíesunpocotiernapero,aunasí,siguesiendomuyraro.
—Puedespasaraquílanoche,yaquenotienesadóndeir—leofrezcoenvozbaja.
Tessa menea la cabeza, con las manos en las caderas, y me lanzacuchillosconlamirada.Quiero
decirlequetalvezsientasertanbordeconella,quepuedequeavecesdiga chorradas que debería callarme, pero ¿para qué malgastar fuerzasconunadesconocida?Nimeconocenivaaconocerme.
—No,gracias.Cuandodesapareceporelpasillo,meagarroalmarcodelapuertay
ensilencioledeseoqueduermabien.Séqueyonovoyapegarojo.—Tessa—digoenvozbaja,sinestarmuysegurodesiquieroqueme
oiga.
DIEZ
Él siempre fue un cabezota, desde el principio. Ella lo sacaba dequiciocomonadieylehacíaverelmundodeotramanera.Élnoesperabanadadeljuegoquesetraíaentremanosnisuponuncacómocadavezqueellalomiraba,cadavezqueleregalabaunasonrisa,loestabacambiando.No tardó en sentir la necesidad de protegerla. Intentó luchar contra esesentimiento pero, para cuando reunió fuerzas suficientes, ya erademasiadotarde.
Hanpasadoveinteminutosdesdequesehamarchadohechaunafuriaynolaencuentroporninguna
parte.¿PorquénopuedesercomoMollyocomocualquierade laschicasalasquemehetiradoy
volverapormás?¿Cómoesquetienetantafuerzadevoluntad?Conociéndola(lopocoquelaconozco),creoquevaahacermedudar
detodoloquecreíasabersobremujeresengeneral.¡Quevivalamadrequelaparió!Vaaserdivertido.—Se ha ido, tío.—Logan entra en la cocina, botella de vodka en
mano.¿Sehaido?Vengaya.Sinisiquierasabecómovolveralcampusy,si
sepierde,elmóvilprehistóricoquellevanoleservirádenada.—Quéva.—Meneolacabezaycojounatazavacía.Cuando abro el grifo, Nate me mira con una ceja enarcada y una
sonrisabobaliconaenlacara.—¿Quémiras, pringado?—le pregunto bebiéndome el agua de un
trago.—Nada,hombre.—Seechaareírycomparteunasuciamiradacon
Logan.—¿Quémeestoyperdiendo?—Agitolamanoentrelosdos.—Nada.—Logan me pone la mano en el hombro y me aparto—.
¿Porquélaestásbuscando,exactamente?—¿Túquécrees?—respondorápidamente,nomuysegurodesi les
estoymintiendoosivuelvoaentrar en la Apuesta. Sí, todavía estoy, pero en estemomento sólo
quierosaberadóndecoñohaido.—Ya.—NateledacodazosaLogancomomisamigosyyosolíamos
hacerenelcolegio—.Puessehalargado.Lahevistosalirporlapuertaprincipal.—Y¿lahasdejado?—¿Si la he dejado? ¿Y amí quémásme da si viene o se va?A ti
tampocodeberíaimportarte...Digoyo—replicaNate,eintercambiaunamiradaconLogan.—¿DóndeestáZed?—lespregunto.Consuerte,lapreguntaleshará
pensarqueloquemásmepreocupaesquemesaqueventaja.Ambosmeneanlacabezayseencogendehombros,luegovuelvena
charlardesusmierdascomosihubieranperdidotodointerésenelasunto.Mealejodeellosapretandolospuños.¿Habrállamadoaunaamiga
paraquevengaarecogerla?Pero ¿tendrá amigas? Parece de las que miran a los demás por
encimadelhombroyporesonadiequiereseramigosuyo.Enesoescomoyo.Sóloqueellaesunpoco
menosdesagradable.Sólounpoco.Estoysegurodequenoes tan tontacomoparavolverandandoa la
residencia,quesoncincokilómetros.¿Estonta?No.¿Escabezota?Amásnopoder.Recorro los pasillos de la planta de arriba una vez más para
asegurarmedequenoestáenlacasa.Nohaynadieenmicuarto.Esperabaquefueraungranoenelculoy
volvieraacolarseenmihabitación.Esperabapillarlasentadaenlacamaconunodemislibrosenlamano.
Perono,tienequeserdifícilymarcharsedecasa.Sola.Sola.
Joder,estávagandoporlascallesellasola.¿Qué clase de...? Joder,me pone de los nervios. ¿Podríamos haber
escogidoaunachicamásdifícilparalaApuesta?Nidecoña.—¡Nate! —grito su nombre por encima de la música y bajo
corriendolaescalera.—¿Qué? ¿Tienes prisa?—me dice con una sonrisa burlona en los
labios.Frenoalllegarabajo.—No,sólo...—Meapartoelpelodelafrente—.Estoybuscandoala
morena,ladelacamisetanegradetirantesconunbuenpardemelones.—Pongo las manos delante del pecho para representar la anatomía de lamujerquemeheinventado.
Natebajalamiradaysonríe.Apenaspuedoverlaspalabrasquellevatatuadasenelinteriordel
labioinferiorcuandodice:—Ah,lopillo.LeguiñaelojoaLoganyseríe.—Bueno,puesmevoyabuscarla...—Medoylavueltarápidamentey
losoigodespotricarmientrasmealejo.Salgo de la casa sinmirar atrás ymemeto en el coche. Las calles
estándesiertas.Nohayniunalma,ynirastrodeella.Doyunpardevueltasmásalamanzanaydecidoirasuresidencia.
Yadebedeestarallí.Tienequeestarallí.Cuandollegoalaresidenciamedoycuentadequellevodoshorasen
lacalle.LapuertadesuhabitaciónseabresinproblemasymeencuentroaStephyaTristanensucama.Ellanollevacamisetaysusmanosrecorreneltorsodesnudodeél.Dejadebesarloysesienta.
—¿Qué quieres? —Steph se relame y restriega por la boca losúltimosrestosdepintalabios.
—¿DóndeestáTheresa?—lespregunto.Tristanalargaelbrazoparacogersucamiseta,pero
Stephesmásrápidaylatiraalsuelo—.¿Ybien?—insisto.—Aquínoestá.Lahemosadelantadoporelcamino.—Stephpegala
bocaalcuellodeTristany
yohagocomoquevoyavomitar.—¿La habéis adelantado? ¿La habéis visto volver andando y no
habéisparadoarecogerla?—Meagacho,recojolacamisetadeTristanyselatiro.Lescaeenlacara.Tristanselevantadelacamayyovoyhacialapuerta.—Stephmedijoquenoparara—dicemientrassevavistiendo.—¿Teparecebonito?—replicomirándolafijamente.Ellaseechaareír.—Nolevaapasarnada,ylevendrábienandarunpoco.—Eh.—Tristanledauncodazoylamiracondesaprobación.Stephponelosojosenblanco.—Vestíosylargaos.Notardaráenllegar—lesdigo.—Éstaesmihabitación.Nomevoyaningunaparte—replicaSteph.—Venga.—Medevanolossesosbuscandounabuenarazónparaque
sevayan—.Necesitoestarasolasconella.Stephseríeagusto.—¿Paraqué?¿Parafollártela?—Estoytrabajandoenello,sí.—Vamos a mi casa. Seguro que Nate no está —dice Tristan, y le
recogeunmechóndetrásdelaoreja.Ellasonríeyasiente.Cuandosevan,mesientoenlacamadeTessa.Intentodecidirsidebo
curiosearlelascosasonocuandoapareceenelumbraldelapuerta.Pareceunpocomásaltay
tienelospuñosapretados.Echachispaspor losojosy tratadecontenerel cabreoqueamenazacon
reventarla.Encuantolesonrío,explota.—¡Vengaya!—dice altoy convozdepito, dandomanotazos en el
aire.—¿Dónde estabas? —le pregunto tranquilamente, con un tono
opuestoalfuegoqueardeensuinterior—. He estado dando vueltas con el coche intentando
encontrartedurantecasidoshoras.—¿Cómo?¿Porqué?—mepregunta.Suexpresiónesunamezclade
exasperaciónydeconfusión.
Tienelasmejillassonrosadasporlabrisafrescadelotoño,yelpeloalborotadoporelvientonoparece lamelenaderizosperfectosa laquemetieneacostumbrado.
Noconsigodeciralgoqueloexpliquetodo,sinoquesuelto:—Esquenomeparecebuenaideaqueandesporahídenoche,sola.Seechaareíracarcajadas.Seestáriendo.Nadamásynadamenos;
pero¿quélepasa?Esunarisasalvaje, diametralmente opuesta a sus sonrisas modositas y su risa
forzada.Pareceunaloca.—Lárgate, Hardin. ¡Lárgate! —dice cuando su risa se torna más
suave.—Theresa,yo...Peromeinterrumpenlosgolpesenlapuerta.—¡Theresa! ¡Theresa Young, abre la puerta ahora mismo! —Los
chillidosdeunamujercortanelaire.—Joder,Hardin,métete en el armario—susurraTessa cogiéndome
delbrazoylevantándomedelacamadeuntirón.—No pienso esconderme en el armario. Tienes dieciocho años—
protesto.Tessaseapresurahastaelespejo,seinspeccionalacaraysearregla
elpeloalborotado.Correalaotrapuntadelahabitaciónconeltubodedentífricoenlamano,lo
aprieta,sacaunpocodepastayselafrotaporlalengua.Escomoveraunaadolescentealaquehan
pilladosaliendoahurtadillasdecasadesumamá.Caminahistéricahacia lapuertayabreconmano
temblorosa.—Hola. ¿Qué hacéis aquí?—le pregunta Tessa a sumadre cuando
éstacruzaelumbral.Lamujerdomina lahabitaciónunmomentoantesdequeentreotra
persona.Eselpavodelotrodía.Noah.
LamadredeTessavienedirectahaciamí, peroyo sólo tengoojospara el chico.El noviodeTessa, el famosoNoah.Supelo es unpar de
tonos más claro que el de ella, lleva una suave rebeca de punto y lospantalones sin una arruga. Es increíble que, con lo temprano que es,parezcaunsoldado
dejuguetepijoalquetodavíanohansacadodelacaja.¿Quéhaceaquí?¿Vatanenseriolosuyo?¿Hasidoélquienhallamadoalamadre,comosifueraelpolicíade
lamoral?Lamujerrespirahondoyselosacatododelpecho.—¿Éstaes la razónpor laquenocontestabasal teléfono? ¡¿Porque
tienes a este...—gesticula señalándome igual que hace su hija— a este...macarra...tatuadometidoentuhabitaciónalasseisdelamañana?!
«¿Macarra tatuado?» ¿Qué les pasa a estas dos, que insultan comoniñasdeprimaria?
Tessasecuadra,seponerectaysepreparapararepartirleña.Bueno, al menos ahora ya sé de dónde ha sacado sus aires de
superioridad.Yelporte,lascurvasylachispa.Estálanzándolecuchillosasumadreconlamirada,perola
mujerparecenodarsecuentadelmodoenquesuhijaclavalasuñasenlaspalmasdelasmanos.O
decómolapieldesucuellohaadquirido un tono rosado. No parece darse cuenta de nada. Ni
tampocoelseñorPerfecto.Estome cabrea, que reprendan aTessa por comportarse como una
universitarianormal.Sienrealidadesmuchomásmoderadaquetodalagentequeconozco.Su
madredeberíaestarorgullosadeella.—¿Es esto lo que haces en la universidad, jovencita? ¿Pasarte la
nocheenvelaytraerachicosatu habitación? —dice la mujer echando humo—. El pobre Noah
estabapreocupadísimoporti,yhemos conducido hasta aquí para sorprenderte relacionándote con
estosextraños.¿«Extraños»?PorlaformaenqueNoahseretirahacialapuertasin
darsenicuentamientraslamujer sube la voz..., me da la impresión de que le han lavado el
cerebroaúnmásquealapequeñaTessa.
Nopuedoevitarlo.AbrolabocaantesdequeTessatengaocasióndecontestar.
—En realidad, acabo de llegar. Y Tessa no estaba haciendo nadamalo.
Tessamemiraconlabocaabiertacomosiestuvieramaldelacabezaporenfrentarmeasu
madre. Por su parte, la mujer tampoco sale de su asombro. Suincredulidadhacequemeríapordentro:estagentenosabedeloquesoycapaz.
—¿Disculpa? No estaba hablando contigo. Ni siquiera sé qué hacealguiencomotúcercademi
hija.Elcretinodelrincónpermaneceensilencio,comounniñobueno.—Madre... —dice Tessa intentando sonar lo más amenazadora
posible.Memirauninstante,susojosmásdurosquedecostumbre.Nosésiel
fuegoqueemananesdevergüenzaoderabia.Sumadreniseinmuta.—Tessa,estásdescontrolada—masculla—.Puedoolerelalcoholen
tualientodesdeaquí,eimagino que eso ha sido gracias a la influencia de tu encantadora
compañeradehabitaciónydeéste—dicemirándomedirectamente,señalándomeconeldedo.Simeconociera,bajaríaesededo.—Tengo dieciocho años, mamá—empieza a decir Tessa, pero ya
suenaavencida—.Nohebebido nunca antes ni he hecho nadamalo. Sólo estoy haciendo lo
quehacentodoslosdemásestudiantes.Sientoquesemeagotaralabateríadelmóvilyquehayáis
conducidotodoelcaminohastaaquí,peroestoybien.Tessasesientaenelbordedelasilla.Nomegustaloincómodaque
lahacensentir.Meresultaunaextrañaahísentada,esperandoelpróximogolpedelacabronade
sumadre.Nomemuevo.Nisiquieracuandoelhuracánenlosojosdelamujer
vuelveacaersobremí.
—Joven,¿teimportaríadejarnosasolasunminuto?Nomeloestápidiendo.Ylode«joven»parecemuyeducado,peroen
realidadestáhaciendolaguarrada esa que consiste en ningunearme mientras aparenta ser
razonable.Hecrecidoentreniñosbien.Meconozcolajugada.MiroaTheresaymeasegurodequeentiendaquenopiensoirmea
menosquesesientacapazdeenfrentarse a sumadre y a su novio ella sola.Asiente, pero veo la
confusiónensusojosgrises.Mevoy,comomehanpedido,conelpechoenllamas.
ONCE
Cuando empezó a verla en sueños, le dio miedo. Lo estabaengullendoporcompleto,centímetroacentímetro,llevándoselotodo.
Loaterrorizabapensarlascosasqueleharíacuandoestuvieradentro.Noqueríaconsentirlo,peronoteníafuerzaspararesistirse.
Siempre se había creído fuerte, el amo y señor de todo, hasta quellegóellaylequitólacorona.
EsperoyesperoaqueseabralapuertadelahabitacióndeTessaysumadreysucompinchesemarchen.Pasanlosminutosyempiezoadudardemicordura.
«¿Porqué la estoyesperando?¿Quévoyadecirle cuando sevayanlasvisitas?¿Querráhablar
conmigo?»Talvezsí,simedisculpoporhaberdejadoquemebese.Conesosesolucionaríantodos
losproblemas.Alfin,lapuertaseabreysalesumadre,mirándomeconarrogancia
mientrasyosigoapoyadoenlapuertadelahabitacióndeenfrente.Detrásdeella,Tessa,cogidade
lamanodeNoah.Meenderezo,nomuysegurodequédecir,perosintiendoquehede
decir,dehacer,algo.—Vamosalcentro—mediceTessa.¿Quépuedohacerexceptoasentirydejarquesevayan?NopuedoapartarlavistadelamanodeTessaentrelazadaconlade
sunovio.Ellaseruborizaylaretira,ysumadremededicalasonrisamásfalsaquehevistoenmi
vida.—Nomegustanadaesetío—oigoquediceelseñorPerfecto.—Amítampoco—respondeTessaenvozbaja.Mejor.Porqueamíellatampocomegusta.
Cuando vuelvo al coche, elmóvil vibra en el salpicadero. Lo cojoparacontestarencuantoveoelnombredeMollyenlapantalla.Diceunasolafrase:«Estoytirándomedelospelos»,ycuelga.
CincominutosdespuésentroenelapartamentodeMollysinllamaralapuertaysucompañerade
pisomemiramal. Le sale humo de la boca. El blanco de sus ojosparpadeabajounadensacapade
máscaradepestañasyledaotracaladaalcigarrillo.—Estáensucuarto.Molly está en la cama, con la cabeza sobre una montaña de
almohadasylaspiernasdesnudasabiertas. Su habitación es pequeña, las paredes azul claro están
cubiertasdefotosderevistasdemoda.Casi todas son en blanco y negro. Las ha recortado y pegado con
cintaadhesiva.Lacamaestáenlaparedopuestaa lapuertayeldormitoriono tieneventanas.Odiaría
quedarmeencerradoenuncuartosinventanas.Normalqueellanuncaestéaquí.Mehaceungestopara queme tumbe con ella en la cama.Lleva el
pelorosarecogidoenunmoñodesordenadoenloaltodelacoronilla.—Miraaquiéntenemosaquí—dicecuandomesientoasulado.Se levantamás la falda y deja al descubierto las bragas negras. Se
pasalasmanosporlosmuslos,acariciandolosbordesdeencaje.—Mehasllamadotú—lerecuerdo.—Ytúhasvenido—contestaconsarcasmoyorgullo.—Noteemociones.Meaburríaytehasofrecido.Me encojo de hombros y la miro. Tiene el ceño fruncido, finge
sentirseofendida.—Esoesverdad.—Seríeymeneolacabezaantesudesvergüenza.Mollytienelamanofríacuandomerodeaelbrazoymeatraehacia
sí.Lascicatricesdesumuñecabrillanalamedialuzdelalámparadelamesilladenoche.
Sus labios se cierran sobremi cuello e intento no imaginarme loslabioscarnososdeTessa.
Mollyseencaramaamicuerpoysusmanosbuscan losbotonesde
misvaqueros.Losdesabrochaconsolturaymebaja lospantalonesyloscalzoncillos.Melevantopara
ayudarlaadesvestirmemientrasintentoconvencermedequeestomeapetece.Dequeesdivertido.De
que es lo que hace la gente como yo para pasárselo bien. Gente comoMollyycomoyo,gente tarada.Yo tengomisproblemasyella tiene lossuyos,aunque,porfortuna,nohaintentadocontármelosynomeimportanlosuficiente
comoparaquemehayaplanteadopreguntarleporellos.Séqueellaescomoyo.Nonecesitosaber
más.Sulengualamelapuntademipolla,jugandoconmigo.Nomegusta
quemeprovoquen,asíquecojolamatadepelorosayselametotodaenlaboca.Seatragantay
lasuelto.Séquelegustaduro,dehecho,muchomásdurodeloqueestoydispuestoahacerconella.Tirode losmechonesdeTessaque tengoen lamano.Suboca está
caliente,húmeda.Sulenguaesmásagresivade loque imaginabay susmanos sedeslizanpormis
muslos.Norecordabaquellevaralasuñastanlargas.—Hardin...—gime.Ledaotrolametónyselameteentreloslabios.
Suvozesdemasiadoagudaymesuenarara.—Joder,Tessa.Encuantolodigo,loslabioscarnososdeTessasedesinflan.Mollysetensayseaparta.—¿Enserio?Meaclarolagarganta.—¿Qué?Ponelosojosenblanco.—Teheoído.—Nohasoídonaday,aunqueasífuera,nohagascomoquenuncame
hasllamadoLog...—Cállate. —Levanta una mano y la agita con gesto teatral—.
¿Quieresqueacabe?Y,sinmás,sulenguavuelveaserjuguetonaymedoycuentadeque
me está mirando con una extraña simpatía, como si necesitara sentirlástimademíoalgunachorradasemejante.
Esomecabrea.Está tansolay tan jodidacomoyo...¿Quiénsecreequeesparasentirlástimapor
mí?—No.Mesubolospantalones,melevantoymemetoelmóvilenelbolsillo.
Siguemirándomeconlamismacara.Mienfadonosignificanadaparaella.—Novoyaacompañartea lapuerta—mesueltaconunacarcajada,
devueltaasunihilismohabitualporuninstante.Peroluegoañade—:Muchocuidadoconlo
quehaces.Laschicascomoellanuncaacabancontaradoscomotú.Memiraconmáslástimaaúnqueantesymedanganasdevomitaren
sualfombranegra.Séqueni siquiera está intentando insultarme, está siendo clara y sincera,
perononecesitosusconsejos.Noquiero«acabar»conTessa.Quierofollármelaypunto.Sinunapalabramás,melargodeallíyvuelvoacasa.
DOCE
Losgolpesenlapuertanocesan.Elhombrealotroladomellamaporminombreeintentonohacerel
menorruidocuandoabroelarmarioymeescondodentro.Locierroyespero,tapándomelosoídosmientraslosgolpessoncadavezmásfuertes.
—¡Salahoramismo!—resuenasuvoz.Mi padre está borracho de nuevo. Ahora se emborracha todas las
noches.Conunúltimogolpe,tiraalsuelolapuertademadera,yelcrujidome
produceunescalofríoqueasciendepormicolumnavertebral.Detestotenerlemiedo,nodebería
tenérselo.Tengodiezañosysoybastantealtoparamiedad.Deberíasercapazdedefenderme.¿Porquétengomiedo?Porquesoypatético.Suvozsemezclacon lasvocesdeotroshombres...,¿estánaquí?No
estoyseguro.Nodeberían,porqueestáél,peropuedeque,detodasformas,tampoconosproteja.
Lapuertadelarmarioseabreymepegoalaparedhastaquenotengodóndeesconderme.
Medespiertoconunalarido,gritandoenelespaciovacíoysolitario.Llevotresdíassinsalirdela
habitaciónynomehallamadoniunasolapersona,nadiehallamadoamipuerta.Sinembargo,he
adelantado mucho trabajo que tenía pendiente. No quierotropezármela.NoquieroverniaZednia
losdemás.Ellostampocohanvenidoaverme.
Es lo quepasa cuandouno es invisible: no le importas a nadie unamierdayatitampocoteimportanadienada.
Cojolacamisetanegrasuciaquehayenelsuelojuntoalacamaymesecoelsudordelafrente.
Tengoelpeloempapadoylavisiónborrosa,mezcladelpasadoydelpresente,aunqueporahoramantengofueradeestefollónelhechodequenotengofuturo.
Tampoco se puede decir que no tenga futuro. Seré uno de esoshombresquetrabajandemasiado,
follandemasiadoyvuelvenaunacasavacíatodaslasnoches.Tendrééxitoeconómicoyme
compraréunacasaaúnmásgrandequeladeKenynuncaloinvitaréaverla,comoDonDraperde
MadMen.Sóloparademostrarlo.Nosémuybienquéquierodemostrar,perorondaporahí.Enalguna
parte.Hoymelevantodelaputacama.
CuandollegoalcampusbuscoaTessadeinmediato.Hacetiempoquenolaveo.MepreguntosiZed
la habrá visto... ¿Habrá ganadopuntosmientras yo estaba recluido?Esmediamañana,estarásaliendo
deliteratura.Amenosquesehayafumadolaclase...Nidecoña.Entroeneledificiojustocuandoacabalaclaseyatiempo
deverlasalirdelaula.Sehahechoalgoenelpelo.Creoquesólose lohacortado.Lequeda
bien,igualqueantes,peroselohacambiadolojustoparaqueyolonote.Mepreguntosialguienmáslo
habránotado...CuandoveoasuinseparableLandonasulado,séqueélsíquelohanotado.Cómono.Echoaandardetrásdeellosydigo:—Tehascortadoelpelo,Theresa.Lahepilladoporsorpresa,perosevuelveymesaludarápidamente:—Hola,Hardin—yechaaandaraúnmásdeprisa.Sus zapatos planos rechinan contra el suelo como si se deslizara
sobreazulejos.¿Porquétienetantaprisapor...?Entonceslopillo:noquierequesuangelicalamigosepaquemeha
besado.Queprácticamentesearrojóamisbrazos.Suincomodidadesundesafíoquenopuedopasarporalto.—¿Quétalelfindesemana?—preguntoconunagransonrisa.
Comorespuesta,cogeaLandondelbrazo,sepegaaélyhuyedemíatodavelocidad.
—Bien.Bueno,¡yanosveremos!—dicesinmiraratrás.Tira de Landon hacia la puerta principal y los dejo ir. Se me han
pasadolasganasdeverla.Deambulopor las callesdel campus,de caminoal coche,despacio.
Lodeiraclasesemehacemuycuestaarriba.AlospocosminutosmeencuentroaZedsentadoenunbancoenel
exteriordeledificiodeciencias,conuncigarrilloenlaboca.Alzalavistaymemira.Lesalehumodeentreloslabios.—Hola.—Hola.—Nosésideberíasentarmeolargarme.—¿Hasavanzadoconlachica?—pregunta.—Sí,unpoco—miento—.¿Ytú?Esperoimpacienteaqueterminededarotracalada.—No.Empiezoasentirmeunpocomalalrespecto.¿Túno?—No—digo repitiendo lapalabraqueélusademasiadoamenudo.
Siemprees«no»estoy«no»lo otro, como si nada fuera lo bastante bueno para merecer su
atención,demasiadopocacosaparaquesemolesteenpronunciarunapalabrademásdeunasílaba.Zed se encogedehombrosydecido ir aporTessa ahoraqueél se
estácomportandocomouncaguetaquefumademasiado.Detestoeloloratabaco,merecuerdaa
casademimadre.Depequeñoapenas podía respirar por las densas nubes de humo, y casi puedo
sentir las vetas amarillas y pegajosas de alquitrán que cubrían el papeldescoloridodelasaladeestar.
Paramatareltiempomeparoatomaruncafé,peromeloterminoenmenosdedosminutos.La
gargantame escuece por lo caliente que estaba, ymepreguntoporquéestoytannervioso.
MelevantosinunobjetivoalavistaydecidoiralafacultaddeSteph,perometomomitiempo
parallegaryobservaratodoslosquepaseanporelcampus.Parejas
de la mano y corros de empollones que debaten con entusiasmo, unpuñadodeatletaspresuntuososque jueganconunapelota.Esdemasiadoparamí.
PorelpasillodelaresidenciaveoelpelorojodeSteph.—¡Hardin!¿Estabasbuscándomeamí?—preguntasaludándomecon
lamano.—Noexactamente.—Mirohacialapuertadesuhabitación.—Ah, ya entiendo.—Se ríe y se arregla el canalillo—.Vale, iré a
buscaralgoquehacerparaquepuedas pasar un rato con ella. —A medio camino de la salida, se
vuelveygrita—:¡Denada,gilipollas!—No voy a darte las gracias —musito por lo bajo, y llamo a la
puertadesucuarto.Oigo ruidodepapelesyun libroque secierra.Tessada seispasos
hacia lapuertayechounabocanadadeaireporelcuellode lacamisetaparacomprobarquenomehueleelaliento.
«¿Deverdadacabode...?»—Stephaúnnohavuelto—diceellanadamásabrirlapuerta.Paramisorpresa,nisiquieramemiraantesdeacercarsealacama,y
tampocomecierralapuertaenlasnarices.Empezamosbien.—Laesperaré.—MesientoenlacamadeStephymirolamitaddela
habitaciónquelecorrespondeaTessa.—Comoquieras—contestaconungruñidoy,congesto infantil, se
tapalacabezaconlamanta.Me río y observo su cuerpo inmóvil, me pregunto en qué estará
pensando.¿Seráunaespeciedecucúinversoquesesuponequemeharádesapareceroalgoasí?TamborileoconlosdedosenlacabeceradelacamadeStephconla
esperanzademolestaraTessa y que tenga que hablarme. No hay suerte. Pero a los pocos
minutossuenalaalarmadesumóvil.Sacaelbrazodedebajodelamantaylaapaga.
¿Vaasalir?¿Conquién?—¿Vasaalgunaparte?—lepregunto.
—No.—Seincorpora, lamantacaeydejaaldescubiertosucaradepocosamigos—.Quería
descansarveinteminutos.
—¿Te pones la alarma para asegurarte de que sólo te echas veinteminutosdesiesta?—Merío,
deseandomentalmentepoderdormirdevezencuando.—Puessí,pero¿atiquémásteda?Laobservoordenarloslibrossegúnelhorariodeclases.Nodebería
percatarmedequeesoesloqueestáhaciendo,pero lohago.Nosécómopero,por lovisto, sé
muchodeella.Cogeunpequeñoarchivador y lo coloca con pulcritud junto a la pila de libros. Le
obsesionaelorden.—¿Tienes un trastorno obsesivo-compulsivo o algo así? —le
preguntoligeramentedivertido.—No,Hardin.No todoelmundoestáchifladoporquererhacer las
cosasdeunamaneraconcreta.Notienenadademaloserorganizado.Es tan condescendiente... La verdad es que es una chica muy
desagradable,apesardeparecerdulce.Meechoareíralpensarquesecreeperfectayrefinadacuando
enrealidadtieneunmalgeniohorribleyjuzgaalosdemáscomosifuerasutrabajo.Meacerco,intentandoencontrarlamaneradesacarladesuscasillas.
Sepicaconmuchafacilidad,no hace falta recurrir a nada serio. Echo un vistazo rápido a la
habitaciónenperfectoorden,lacamahechaconesmeroyloscuadriculadosmontonesdelibrosyapuntes.
Yalotengo.Cojounmontóndepapelesdelacamajustoenelprecisoinstanteen
quenuestrasmiradascoinciden. Tessa baja la vista, intentando encontrar el modo de
negociarconmigo.Intentacogerlos,perojuegoconella, los levantotodoloaltoquepuedoparaqueno
pueda hacerlo. Sopeso cuándo debo parar, respira con fuerza, su pechosube y baja y le tiembla el labio de rabia. La verdad es queme pone y
quieroirunpocomáslejos.Notantocomoparaquesecabreedeverdad,sólolojusto
parachincharlaytenerquecamelármeladenuevo.Lanzolospapelesalvueloycontemplocómolas
hojasblancasflotanporlahabitaciónantesdecaerdesperdigadasporelsuelo.Lamandíbulalellega
alsueloytienelasmejillasrojasdeira.—¡Recógelos!—explota.Meburlodeellaymepreguntosideverdadcreequevoyahacerlo
quemeordena.Talvez,siaccedearodearmipollaconloslabios...Subolasapuestas,cojootro
montóndepapelesylotirotambiénalsuelo.—¡Hardin,para!—Suvozsequiebraenelaire,amenazándome.Repito la jugada y entonces me sorprende: carga contra mí y me
empujalejosdelacama.—Vaya,parecequeaalguienno legustaque le toqueteensuscosas
—canturreoconsorna,riéndomeasucosta.Está muy enfadada, mucho más de lo que una persona normal se
enfadaríaporunatonteríaasí.—¡Puesno!¡Nomegusta!—gritaymeempujanuevamente.Meponesucabreo.Laenergíaquedesprendemeinsuflavida.Estoy
tanfuriosocomoellaynecesitoqueseamía.Yamismo.Doyunpasorápidohaciaella, lacojodelasmuñecasylaacorralo
contralapared.Semequedamirando,noseamilana,yveocómosusojospasandelafrustración
alasganasdecomerme.Sialgosésobremujeresescuándoestáncachondas,yTessaestáapuntode
caramelo.Laexcitaesta furiaapasionada, igualqueamí.Memiraa losojos antes de pasar rápidamente a la boca y es entonces cuando estoysegurodequequierequesuceda.Metienemuchasganas.Puedequenoleguste, pero la atraigo. «El sentimiento es mutuo», quiero decirle. Ledevuelvolamirada,conganasdedecirlequea
míellatampocomegusta,queloquehayentrenosotrosessólopuralujuria.Queestamoslosdos
igual.Queessólopasiónanimal,dealtovoltaje,peropasiónsinmás.
—Hardin,porfavor—susurra.Tienelavozronca,quierealavezquemevayayquelabese.Losé
porqueyoquierohuirlomáslejosposibledeestachicay,sinembargo,aquíestoy,conlamirada
pegadaasuboca.Supechosubey baja acelerado. Estiro el brazo, necesito tocarla, y en cuantomis
dedosrozansupiel,suspira.Memira fijamente, esperando. Le suelto la muñeca pero con una sola
manolesujetolasdos.Sulenguaseasoma,cubreellabioinferiorypierdoelcontrol.Esunsonidotan
leve,tandébil,quenosésisehadadocuentasiquieradehaberloemitido.Peroyoloheoído.Lohe
oídoymehadesarmado.Aprietoelcuerpocontraelsuyo,empotrándolaconsuavidadcontra
lapared.Gruñeenmibocaycon los brazos me rodea los hombros. Su lengua sigue a la mía,
perfectamentesincronizadaconmislabios, que la reclaman.La agarro de las caderas y la levanto para
tenerlaamialtura.Laabrazoconfuerzayelcorazónmelatetandeprisaymetienetancalientequeno
sécómoserécapazdedeteneresto.ElcuerpodeTessasigueencaramadoalmíoysubocanopara
derecibiralamíamientraslallevoalacama.Tessa me tira del pelo y pierdo la razón. Siento como si cada
centímetrodemicuerpoestuvieraesparcido por el pequeño dormitorio. Entonces gime. Respira
entrecortadamente,deprisa,apequeñasbocanadas.Mesientoen lacama,conellaencima.Lacolocoenmi
regazosindespegarlasmanosdesusgenerosascaderas.Séqueleestoyclavandolasuñas,señaldeque
micuerpoestá intentandocomprender loqueestápasando.Lohehechoantes,muchasveces;¿porquécoñoestoyperdiendoelcontrolahora?Nopuedocontrolarlo.
—Joder —mascullo al notar que la polla me va a reventar lospantalones.
Llevolasmanosasucinturaytirohaciaarribadeldobladillodesu
blusa.Gimeymeapartodeella para poder quitársela. Mis ojos van de sus pupilas a la boca
hinchadaycarnosayluegoalpecho.Llevaunsujetadornegroqueletapalastetas.Sinencaje,sinbrillos,
nadaespecial.Telanegragastada,esoestodo.Taninocente,tansosoytannormalquemeresultaatractivo.Memuerdoellabiointentandorecobrarelcontrolnecesarioparanoarrancarleelsosténdelcuerposuaveytibio.Tiene
lastetasredondas,llenas,sobresalenporelbordenegro.Yunlunarjustodondeacabaelcuello.
Quierobesarlo.Quierocubrirsucuerpoconlabocaysaborearsusjugoscuandomilengualahaga
correrse.—Eresmuysexi,Tess—lesusurroenlaboca.Ellajadeaymetrago
elincreíblesonido.Micontrolhacemutisporelforocuandoempiezaabalancearsecon
másfuerzasobremicuerpo.Laabrazoparasentirlaaúnmáscercademí...Tessa baja de un brinco de mi regazo y recoge su blusa. Se ha
despertadodeltranceenelqueestábamosyseestávistiendo,yeseneseinstantecuandooigoabrirselapuerta.
¿Cómo lo ha oído? ¿No estaba tan concentrada como yo? Yo nohabríaparadodeninguna
manera,niaunqueporesapuertaentraransumadrelainstitutrizyelseñorPerfecto.
PeroesSteph,concaradefingidasorpresa.Hevistoantesesacara,ymepreguntosiZedlehabrá
pagadoparaquevinieraainterrumpirnos.EsperoqueaTessano lecaigabiendeverdad,niquecreaqueson
amigas.Stephesmásfalsaquesupeloteñidodepolodefresa.—¿Quécoñomeheperdido?—preguntaStephconlasmanosenlas
caderas.—Nomucho—contestolevantándome.Stephme guiña el ojomientrasTessa contempla la pared, evitando
mirarlaalacara.Salgo de la habitación sin mirar atrás. No puedo decir nada o
explotaré.Elpechomeestámatando,tengoelcorazóndesbocadoysientoque
voyaenloquecer.Comoentrance,vuelvoacasa,amicuarto,ydecidodarmeladucha
máslargademividaparaintentar olvidar cómo me hace sentir esa chica tan rara y
sobreprotegida.Lacosasecomplica.Sesuponíaquenoibaacomplicarse.Sesuponíaquenomeibaaderretirporsumenteyporsubocaapartesiguales. Se suponía que no iba a pensar en lo prieta que la iba a sentiralrededordemipolla
mientras me la tiro suavemente. Se suponía que no iba a ponermecachondoalimaginarnoscogidos
delamano.Se suponía que iba a conseguir lo que quería, ganar la Apuesta, y
seguirconmivida.Despuésdenosécuántotiempo,elaguaempiezaaenfriarseysalgo
alcuartodebaño.Abroelarmario en busca de una toalla y me sonríe una botella de licor
marrónqueasaberquiénhaescondido,loquemerecuerdaelpoderqueejerce sobremí. Llevomucho sin abrir el armario, ¿por qué no puedodejar de pensar en él ahora? Por un lado, esperaba que uno de losresidentesdelacasa
selahubierabebido.Porotro,deseabaquenadielahubieratocado.Tengolamalacostumbredequerercontrolarlotodoenmivida.Por
ahora,desdequeestoysobrio,hesidocapazdeserplenamenteconscienteydecontrolarmis
pensamientosymisactos,perolosojosgrisesdeTessamemiranconfirmezaysumentebrillante
noparadesuplicarmequedescubratodossussecretos.Labotellamellamaycierroelarmariodeunportazo.Todavíatengoelcontrol.NodejaréqueniTessanilaputabotellamecontrolen.Nolopermitiré.Mequedomirandoaltechoy,cuandoporfinmemetoenlacama,sé
quemeesperaunalarganoche.
Estáoscuro,muyoscuroenelarmario.Estoycansadodeestaraquí
escondido,peronotengoadóndeir.Losgritosdemimadrenocesany,pormuchoquelabusqueenlaplantabaja,nolaencuentro.Laoigoperonolaveo.Aunqueaellossíquelosveo,aloshombres.Losveoyoigosusvoces,queretumbanenlasparedesdelapequeñaviviendaydemicabeza.
Se abre la puerta del armario yme acurruco en un rincón, rezandoparaquenomeveanydeseandoalmismotiempoquecesenlosgritosdemimadre.
Unamanoseacercaporelreducidoespacioybuscoalgoconloquedefenderme,algomás
contundentequeunapercha.—¿Hardin?—mellamaunavozdulceenlaoscuridad.Divide en dos las prendas colgadas y se mete dentro del armario,
mirándomealosojos.Tessa.¿Estáaquí?¿Cómoesposible?—Notengasmiedo,Hardin.Se sientaami lado.No tienemiedoy su cuerpoemanacalor.Lleva
unaflorenlaorejaymeofrecelas manos. Tiene tierra en las uñas y huele como a floristería, a
invernadero.Los gritos de mi madre ya no se oyen, y los latidos acelerados y
aterrorizadosdemicorazóncambianaunritmolentoycalmadocuandosumanitaseentrelazaconlamía.
Para cuando llego al campus, la cafeína me corre por las venas,mejoramivistaymeayudaaolvidarelsueñotanabsurdoquehetenido.
«¿QuéhacíaTessa enmi sueño? ¿Porquéhe soñadoconella?»NisiquieraeraTessatalycomo
es en el presente: era una versión de Tessa de pequeña, con losmofletesregordetesylosojosbrillantesyreconfortantesporlafeminidadprematura.Hasidoraro,rarodecojones,ynomegustaunpelo.
Aunqueme ha encantado poder dormir. Por una vez en la vida hepodidodormiryhoyme
siento...¿descansado?Porlomenos,estoymástranquilo.En clase de literatura me siento en primera fila, junto a dos sillas
vacías.Miroalfrente,esperandoqueempiecelaclase.Estoyluchandocontraeldeseodemirarhacia
lapuerta,deesperarla.Cuandoporfinecholavistaatrás,TessayLandonentranenelaula.
Ellasonríeysólotieneojospara él. Se ha hecho mucho más amiga del chaval de lo que
imaginaba.No me sorprendió que se cayeran bien... Pero no esperaba que la
amistaddeLandonsupusieraunaamenazamayorqueZedalahoradeganarlaApuesta.
TRECE
—HoyseráelúltimodíaquehablaremossobreOrgulloyprejuicio—nosinformaelprofesor—.
Espero que hayan disfrutado y, puesto que todos han leído el final,creoconvenientededicareldebate
dehoyalusodelaanticipacióndeAusten.Díganme,comolectores,¿esperabanqueDarcyyellaacabasensiendoparejaalfinal?
Tessalevantalamanoalinstanteyyomepongocómodo.Nofalla,esunasabelotodo.Igualque
Landon...Laparejadeamericanitosperfectos.—SeñoritaYoung—diceelprofesordándolelapalabra.ATessa se le ilumina lacara.Leencantahacer felicesa losdemás,
contentaratodoelmundo.Seguroquepuedosacarlepartido.Pongo fin a mi monólogo interior y aguardo pacientemente a que
suelteunrollosobreOrgulloyprejuicio. Si es tan inteligente como creo que es, puede ser
interesante.—Bueno, laprimeravezque leí lanovela, estabaenascuas todoel
tiempo,sinsabersiacabaríanjuntosono.Sí,apostaríaaqueacabanjuntos,igualqueapuestoaqueTessayel
perfectodeLandontendránlarelaciónperfecta.—Inclusoahoraque lahe leídoalmenosdiezveces, sigosintiendo
ciertaansiedadalprincipiodesu relación. El señor Darcy es tan cruel y dice cosas tan terribles
sobreElizabethysufamiliaquealleerlasnuncasésiellaserácapazdeperdonarlo,ymuchomenosde
amarlo.Tessa sonríe de oreja a oreja al acabar y coloca las manos con
eleganciaencimadellibro.Está
aguardando con emociónque el profesor le déunapalmadita en elhombroyledigalobuenaalumna
quees.Landonlamira,esperandoqueseiluminecomounarcoírisylesalgapurpurinadecoloresde
laspuntasdelosdedos.Voyafastidiarleselmomento.«Habla,Hardin.»Se me hace un nudo en la garganta. Sólo necesito unas pocas
palabras.Meacuerdodemimadre:«Respirahondo,Hardin.Erescapazdehablarenpúblico...».Siempre
medecíaquenomepreocupara.«Mucha gente tiene ansiedad social, Hardin. No es nada de lo que
debasavergonzarte.»Noesquetengaansiedadsocial.Esquenomegustalagente.—Quéchorrada—digoconunavozaltayclaraquellenaelsilencio
delaula.—¿Señor Scott? ¿Le gustaría añadir algo?—pregunta el profesor,
sorprendidodequeparticipeenclase.—Claro.—Meinclinohaciaadelante.Tessaponecaradepóquer.Está
flipando,perolodisimulabien—.Hedichoqueesoesunachorrada.Lasmujeresdeseanloque
no pueden tener. La actitud grosera del señorDarcy es lo que hace queElizabeth se sienta atraída hacia él, de modo que era evidente queacabaríanjuntos.
Dicho lo cual, bajo la vista y me entretengo arrancándome lascutículas.
—No es cierto que las mujeres deseen lo que no pueden tener—contestaTessa.Lamirocontoda
latranquilidadquesoycapazdeaparentar—.ElseñorDarcysóloeramezquinoconellaporqueera
demasiado orgulloso para admitir que la amaba. Cuando dejó decomportarsedeesaformatan
detestable, Elizabeth se dio cuenta de que en realidad estabaenamorado de ella.—Y, para enfatizar sus apasionadas palabras, da unfuertepuñetazosobreelpupitre.
Echounvistazoamialrededor,todalaclasenosmirasinsaberqué
esperar.LahermanademiamigoDanestásentadaenprimerafilaymesonríesinpudor.Notocómosemeclavanlasmiradasdelosdemásestudiantes.Tengo
quecontestarle.Tengoquehablar.—Noséconquéclasedetíostehasrelacionado,peroopinoque,siél
laamara,nohabríasidomezquinoconella—digo.«Igualqueséque tunoviodeahoray tu
futuronovio,elpeleledeLandon,nosonmaloscontigo.No teplantancara»—.Laúnicarazónpor la
queacabópidiendosumanoenmatrimoniofueporqueellanoparabadelanzarseasusbrazos.«¿ElizabethibadetrásdeDarcy?»No,todolocontrario.«¿Tessavadetrásdemí?»No,todolocontrario.Peronovoyadejarlaganarsinmás.—¡Ellanoselanzabaasusbrazos!¡Éllamanipulaba,lehacíacreer
queeraamableyseaprovechabadesudebilidad!—¿Que él la manipulaba? Léetelo otra vez, es ella... —hago una
pausa,tengolacabezahechaunlío y no hablo con coherencia—, quiero decir, que ella estaba tan
aburridaconsuvidaaburridaquetenía que buscar emociones en alguna parte, de modo que sí, ¡se
lanzabaasusbrazos!Mecallo,sorprendidoporquese lohedichogritandoyporquemis
manosamoratadasseagarranconfuerzaaunaesquinadelpupitregastado.—¡Bueno,igualsiélnohubierasidotanmujeriego,lohabríadejado
estardespuésdelaprimeravezenlugardepresentarseensuhabitación!Para cuando ha terminado, las risitas, los murmullos y las bocas
abiertasindicanquetodoelmundohaentendidodequévanuestropequeñoespectáculo.«Lectura
envivoyendirecto»,deberíancolgaruncartelasíenlapuertadelaula.«¿Mujeriego?»Es posible que me haya acostado con media facultad y que haya
cometidomáserroresqueella(ysemehayanolvidadolamitad),peroalmenosnosoyunaremilgada,
unapuritanayunaesnobqueva por ahí juzgando a todo el mundo. ¿Qué cara pondría si yo la
llamaralomismoqueellamehallamadoamíperoenfemenino?—Bien,esunadiscusiónmuyagitada—diceelprofesorconcarade
pánico,preocupadoporquelasemocioneshumanashanestropeadolalecciónquetraíapreparada
—.Creoqueyahemoshabladosuficientementedeltemaporhoy...Tessa coge su bolsa, se la lleva al pecho y corre hacia la puerta.
Landonpermaneceensusitio,nunca sabequéhacer cuando las cosas seponen tensas.Talvez sea
porquesuvidahasidosiempreperfecta. Seguro que su madre lo esperaba todas las mañanas con
magdalenasreciénhechasyglaseadasconamorantesdeenviarloalcolegio.Yo tenía que prepararme un cuenco de Cheerios revenidos y me
tocabaolerlalecheparaversiestabaagria.Noexistemenúniprogramapara loque,por lovisto,
estamoshaciendoTessayyo.Salgodelaclasecomounrayo.Tessanovaaescaparsedetodoslos
conflictosqueprovoca.Senotaqueestáacostumbradaaeso,asalirsesiempreconlasuya.—¡Novasahuirestavez,Theresa!—legrito.Todo elmundomemira, pero ella sigue andando por el pasillo y
tengoquecorrerparaalcanzarla.Sevuelvepara salir al exteriory la cojodelbrazopara
detenerla.Meapartadeunempujón.—¿Porqué siempreme coges así? ¡Comovuelvas a agarrarmedel
brazo,tedoyuntortazo!—Parecefuriosayestágritando.Vuelvoacogerladelbrazo.Nipestañea.—¿Quéquieres,Hardin?¿Decirmequeestoydesesperada?¿Reírtede
mípordejarquetemeacerques otra vez? Estoy harta de este jueguecito... —Da patadas
mientrashablaymanotazosalaire,comosiempre.Mehacegraciacómohablaconlasmanos.No se calla ni debajo del agua. La verdad es que no sé qué está
diciendo.Sóloestáenfadada,furiosaconmigo,comosihubieraperdidolachaveta. Cuando está con Landon es toda sonrisas y tranquilidad.Conmigo, todo es rabia y electricidad. Le brillan los ojos, de ira o detristeza, no estoy seguro. Pero al menos sé que todavía soy capaz deprovocarunarespuestaemocional.
—Es verdad que saco lo peor de ti, ¿eh?—Mis dedos hurgan unpequeñoagujero,una
quemadura, en elbajodemi camisetanegra—.Noestoy jugandoanadacontigo.
Veoqueseestáformandouncorroanuestroalrededorymepasolasmanosporelpelo.¿Porqué
conellatodotienequesertandramático?Tessasefrotalassienesconlosdedos.—Entonces ¿qué estás haciendo? Porque tus cambios de humorme
dandolordecabeza.Intentocogerlelosbrazosconternura,paracaptarsuatención.Nose
resisteylallevoaunpequeñocallejónentredosedificiosmientraslanzomiradasasesinasparaquenadiesenosacerque.
Noquieroquenadieescuchelaconversación,quenadie lapresioneparaquepongacaradeserlaperfecciónabsoluta.
La miro y admiro su compostura. Parece estar calmada, neutral, apesardelocercaqueestán
nuestros cuerpos. Veo una grieta en su coraza cuando sus ojosencuentranlosmíosytragasalivacon
labiostemblorosos.—Tess,yo...Noséloqueestoyhaciendo.Túmebesasteprimero,¿no
esasí?—ledigo.Noimportaquehayaestadopensandoenelsabordesuslabiosenlos
míostodoslosdíasdesdeentonces.Elladioelprimerpaso,esunargumentoirrefutable.—Sí..., estaba borracha, ¿recuerdas?—dice cabizbaja, avergonzada
—.Ytúmebesasteprimeroayer.Jamás admitirá queme deseaba. Siempre encontrará alguna excusa.
Empiezaatocarmelasnaricessuconstanteestadodenegación.Sentí cómo florecía conmi beso. Puede que ellame odie, pero su
cuerpono.—Sí...,ytúnomedetuviste.—Hagounapausaparadarledramatismo
yvercómoaparecelacuriosidadensumirada—.Debedeseragotador.
—¿El qué? —pregunta con la barbilla levantada en un gesto casidesafiante.
—Fingirquenomedeseas,cuandoambossabemosquesí lohaces.—Doyunpasohaciaellaa
propósitoparaquesuespaldatoquelaparedquetienedetrás.Sequedamuyquieta,comosisucuerposehubieradadocuentadelo
queellaquieredeverdad.Peroentoncessucabezavuelveatomarlasriendasymesuelta:—¿Qué?Yo no te deseo, Hardin. Tengo novio.—Le está costando
muchofingirquehablaconcalma.Sonríolevemente.—Unnovioconelqueteaburres.Admítelo,Tess.Nomelodigassi
noquieres,peroadmítelopara timisma.Te aburres con él.—Pronuncio cadapalabra lomás
lentamenteposible,acercandomicaraalasuya.Sus ojos van hacia mi boca, por supuesto. Está sopesando sus
opciones.Debedeestarrecordandocómolabesé,porqueseacaricialoslabios.Estáatrapada,conmigo.
Sudeseoylaardientecuriosidadsexualquesientehaciamínolepermitensalircorriendo.Estavezno.—¿Algunaveztehahechosentircomotehagosentiryo?—Séquees
unaexageración,perotengocuriosidadporsaberlo.—¿Qué?Porsupuestoquesí—replica,tratandodeinsistir.Nomelotrago.Sonabamássincerahablandodeunanovelaclásica
quedelacapacidaddesuadorablenovioparasatisfacerla.
—No...,noesverdad.Esobvioquenuncatehantocado...quenuncatehantocadodeverdad.
Entreabre los labios y casi puedo oír su corazón galopando en elpecho.Mepreguntocómome
veráella. ¿Noentiendeque su respiraciónentrecortaday sus labioscarnososmevuelvenloco?
¿Habrá algo en mis ojos que le diga que quiero cogerla del pelo,volverlelacarahaciamíybesarla
enlaboca?Sucuerpolosabe.Sucuerpolosabe.—Esonoesasuntotuyo.Noquiere admitirlo.Cuandouno se escondedetrásdeunamáscara
durantetantotiempocomolohahechoella,escasiimposiblequitársela.Oeso,oesellalaquese
sienteinvisible.—Notienesniideadelobienquepuedohacertesentir.—Meacerco
más.«Dejaqueteconvenza,dejaquetelodemuestre»,quierorogarle.Vuelveatocarlaparedconlaespaldaymiraalrededor,tratandode
encontrarunmododealejarsedemí.Lecuestarespirar,estáclaroqueleafecto.Porfin.—Nohacefaltaqueloadmitas—digo—.Losé.Deja escapar un grito quedo, un sonido aparentemente inocente,
aunqueyoséquenoloes.Séquequieremás,quesumenteysucuerpoansíanmás.—Setehaaceleradoelpulso,¿verdad?Ytieneslabocaseca.Piensas
en mí y notas eso... ahí abajo. ¿Verdad, Theresa?—Imagino su cuerpodesnudo abierto de piernas debajo de mí, mi dedo vagando por lahumedaddesucoñoempapado.
Cogeaireeintentadesviarlamirada,perofracasamiserablemente.—Teequivocas.—Sabequetengorazón.—Yonuncame equivoco.—Sonrío.Vacila y se recoge unmechón
revoltosodetrásdelaoreja—.Noenesto.Respirahondoyséquevaacantarmelascuarenta.—¿Porquénoparasdedecirquemelanzoatusbrazossierestúel
quemearrinconaahora?
—Porque fuiste tú quien hizo el primer movimiento. No memalinterpretes—merío—,amíme
sorprendiótantocomoati.—Estaba borracha y había sido una noche muy larga, como bien
sabes.Estabaconfundidaporqueestabassiendoamableconmigo;bueno,tuversióndeseramable.«¿Mi versión de ser amable?» Con ella suelo ser amable.
Superamable,ahoraquetengounarazónparaserlo.MevienealacabezalaApuestaymeobligoapisar
conmenosfuerzadelohabitual.Tessa se aleja demí y se sienta en la acera de hormigón. Echo un
vistazoparacomprobarquenohaynadiemirándonos,parecequenadiehanotadonuestrapresencia.—Yo no soy mezquino contigo —digo, aunque empiezo a
preguntarmesiellacreequesí.—Sí que lo eres. Te pasas mucho conmigo. Bueno, en realidad te
pasascontodoelmundo.Peroparecequeconmigoteensañas.«¿Mezquino?» La trato tan bien como trataría a un gatito. He sido
tododulzuraconella.—Eso no es verdad. No soy peor contigo que con el resto de la
población—bromeo.ATessano lehacegracia.Sipudiera,memandaríaa la lunadeun
puñetazo.Seponeenpiedeunsalto.—¡Noséporquésigomalgastandoeltiempocontigo!Vaamarcharse.Noquieroquesevaya.¿Osí?No,noquiero.Nosemedabienpedirdisculpas,sobretodocuando
noveonecesidaddehacerlo,perohededejardesertantestarudoydecirquelosiento.Secalma
enseguidaconunadisculpa,loheaprendidopronto.—Venga,perdona.Vuelveaquí—digoconeltonopersuasivoquesé
quelesgustaalaschicas.Se yergue y yo me siento en la acera, cerca de donde ella estaba
sentada.—Siéntate—lepidodandounaspalmaditasamilado.
Ellaresoplayobedece.Cruzalaspiernasysuspira.Mesorprendelatranquilidadquesientoalsaberquemehaconcedidoelperdón.
—Estás demasiado lejos —bromeo. Me mira y pone los ojos enblanco—.¿Noconfíasenmí?—
Yamesélarespuesta.Esevidentequenosefía,peroquierehacerlo.Quieroqueconfíeen
mímásdeloquemeveocapazdeadmitir.—No,claroqueno.¿Porquéibaahacerlo?—replica.Suspalabras
sonrápidasypunzantes.Retrocedo. Yo tampoco confío en ella, pero no hacía falta que
contestaratanrápido.Esevidenteque siente cierta atracción haciamí, de lo contrario no estaríamos
teniendo esta conversación. Está aquí porque siente algo, por poco quesea.
—¿Podemosdecidiryasivamosamantenernosalejadoselunodelotrooaseramigos?No
quieroseguirpeleándomecontigo.Tampoco es que nos peleemos tanto, sólo hablamosmás de lo que
ningunodelosdosesperaba.Mepeleomenosconella,yhablomuchomás,queconKen.Esoes
muchodecir.Noshemosacostumbrado.SeríararonovolveraveraTessa.Mehe
acostumbradoasuimpertinencia y a cómo sus ojos delatan lo enfadada que está
conmigo.Sufuegoescontagioso.Sehaconvertidoenunaadicción,comosinecesitaraotra tentaciónenmi
vida.—Yonoquieromantenermealejadodeti—confieso.Detesto tenerquesereducadoycomportarme lomejorposiblecon
ella:unsolodeslizysalecorriendo.Megustaríapensarquehoyestamosunpocomásunidos,
quepuedequeapartirdeahoranohuyaa lamínima.Esperaque lediga loquesiento,queseamás
abiertodeloquesoycapazsinestar incómodo, y a cambio apenas consigo nada. Es como estar
casadosinlasventajasdequemehaganlacenayfollartodaslasnoches.—Me refiero a que no creo que podamosmantenernos alejados el
unodelotro,porqueunademismejoresamigasestucompañeradehabitación.Asíquesupongo
quetendremosqueintentarseramigos.—Tengounaapuestaqueganar,yellanomeestáayudando.—Vale,entonces¿amigos?—preguntaconunavozqueimitaalade
alguienqueestácerrandountratodenegocios.Podríaofrecerle lamitadde lasganancias.Ésesí
queseríaelcomienzodeunahermosaamistad.¿Amigos?¿Quétalamigosquefollan?Follamigos.—Amigos.—Leofrezcolamanoparaquelaestreche.Misonrisaesladina,arrebatadora.Lonotaymenealacabeza.Seda
cuentadequesoypeligroso,peronotantocomoparasalircorriendo.—Pero amigos sin derecho a roce —insiste, aunque lo estropea
ruborizándose.Nomehabíadadocuentadeloatractivaquepodíaresultarmesuinocencia.Jugueteoconelarodemetalquellevoenlaceja.—¿Porquédiceseso?—Comosinolosupieras...Stephmelohacontado.—¿Loquepasóentrenosotros?No estaba mal, era interesante estar con ella. Tiene sus movidas,
comotodos,perolasllevaacuestas,lasescondedelmundo,alcontrarioqueMolly y yo.Me pregunto qué le habrá contado la pelirroja a Tessasobre el tiempo que pasamos juntos. Seguro que ha exagerado nuestrasescapadas.
Steph siempre quiso más de lo que yo podía darle y le poníacompetir.Nosabíaaceptarunnopor
respuesta.—Sí,yloquepasacontigoycontodaslasdemáschicas—masculla.—Bueno,lomíoconSteph...fuedivertido.—Lesonríoymiraaotra
parte.»Y,sí,meacuestoconalgunaschicas.Pero¿porquéibaaimportarte
esoati,amiga?HedeconfesarqueimaginoaTessacomounadeesaschicas,conlas
piernasseparadasdebajodemí y la boca abierta de placer. Cierra los ojos y coge aire.Me la
imagino sin alientomientras se corre enmis dedos ymi boca a la vez.
Estoy seguro de que nunca nadie le ha comido el clítoris con la lenguamientraslentamentedeslizalosdedospor...
—Nomeimporta—diceentoncesinterrumpiendomispensamientos—.Sóloquierodejarclaro
queyonovoyaserunadeesaschicas.—Medaunempujón.Lo único que ha conseguido con eso es echar leña al fuego de la
fantasíaquetengoenmente.—Vaya...,¿estáscelosa,Theresa?Medaotroempujón.—Enabsoluto.Siento lástimapor esas chicas.—Menea la cabezay
me echo a reír. No le daría pena nada ni nadie, sólo sentiría placer,grandescantidadesdeplacerquenopuedeniimaginarse.
—Puesnodeberías—replico.Nopuedodejardepensarensucuerpodesnudo.Necesitoverqué
esconde bajo esos sacos que lleva puestos. Se olvidaría hasta de sunombresimedejaraponerlelas
manosencima—.Lodisfrutan,créeme.—Vale,vale.Yalopillo.¿Podemoscambiardetema?—Tessacierra
losojosotravezyechalacabeza atrás. Gruñe antes de decir—: Entonces ¿vas a ser más
simpáticoconmigoapartirdeahora?—Claro.Y¿túvasaintentarnosertanestiradaytenertanmalaleche
todoeltiempo?—laprovoco.—Yonotengomalaleche;esquetúeresofensivo.Nosreímoscuandoterminalafrase.Surisaessuaveymeenvuelve.
Mesientoligero,esraroperoagradable.«¿Ligero?¿Enserio,Hardin?»Tengoqueconseguircentrarmeyencarrilarestetrendelaamistad.Meacercounpocoaminuevaamiga.—Míranos,siendoamigos.Ellaseechaunpocohaciaatrásyselevanta.Sealisalafaldaconlas
manosyyomedistraigopensandoenquitársela.—Esafaldaesterriblementeespantosa,Tess.Sivamosaseramigos,
vasatenerquedejardeponértela.—Noestanfea,perodesdeluegotampocoesbonita.Ensusojosparpadealavergüenzaylesonríoparatranquilizarla.No
eramiintencióninsultarla.Sóloqueríapincharlaunpoco.Deverdad,siquiere llevarropaque
nolefavorece,mejorparaella.Yo siempre llevo los mismos vaqueros negros y las mismas
camisetasmanchadas.ElmóvildeTessaempiezaavibrarentoncesylosacadelbolso.—Tengoqueirmeaestudiar—anuncia.Mirolareliquiadeplásticoquellevaenlamano.¿EsoesunNokia?—¿Teponeslaalarmaparaestudiar?—lepregunto,pensandoenque
ésedebedeserelúltimomóvil tipo concha que queda en el planeta. Es como si estuviera
intentandoestarpasadademodaoalgoasí.Seencogedehombros.—Me pongo la alarma para muchas cosas; es una costumbre que
tengo.Laavergüenzaesecomportamiento,comosidebierasentirsemalpor
hacersemejantecosa.¿Porqué será? Alguien le ha hecho sentir que tiene que justificar su
extrañocomportamiento.Sumadre,seguro.Bueno, ahoramismoes loqueestoyhaciendoyo,peroesa
mujertienepintadesersuperquisquillosa.Conlocontroladoraquees,seguroqueleponíaa
Tessaunaalarmaparaindicarlecuándoteníaquemear.—Vale, pues póntela para que hagamos algo divertido mañana
despuésdeclase—ledigo.Quieroestarconella.Lonecesito.Memiraconelceñofruncido,confusa.—Nocreoquemiideade«algodivertido»coincidaconlatuya.Noseequivoca.Loqueyoconsiderodivertidonotienenadaquever
consuformadedivertirse.Paraella,«divertido»seríaestudiarjuntosconunmontóndelibrosy
papelesinterponiéndoseentrelosdos.Uncinturóndecastidadacadémico.Paramí, «divertido» sería estar sentado en la cama, apoyado en la
cabecera,mientraslabocade
Tessa sube y baja por mi polla. Me encantaría añadir un vaso dewhiskyconuncubitodehieloflotandoenellíquidoambarino,tintineandocontraelcristalmientrasellaselametetodaenlaboca.
Aunquesesuponequenodebobeber,asíqueimaginoquetomarélamamadasinwhisky.
Envezdedecirletodoeso,replico:—Bueno, sólo despellejaremos a unos cuantos gatos, prenderemos
fuegoaalgunosedificios...Tessa se ríe nerviosa y nopuedo evitar devolverle la sonrisa.Pero
medistraigounpococuandopasajuntoanosotrosunapareja.Vancogidosdelamanoyseríende
unchistemaloquehahechoél.Noheoído loquedecían,perodebedesermaloporque llevan los
calcetinesa rayasa juego, restregándolessurelación,consutileza,a losinocentesviandantes.Menudamierda,enserio.Tessanoparecehaberlosvisto,estámirandoelasfalto.
—En serio, te vendrá bien divertirte, y ahora que somos amigosdeberíamoshaceralgo.
AntesdequeTessamedigaqueno,ledoylaespaldayechoaandar.—Bien,mealegrodequeteapuntes—añado—.Nosvemosmañana.Cuandocruzolacalle,miroatrásylaveosentadaenlaacera.Noha
intentadorechazarlaoferta,haaccedidoaquedarmañanayahoranoséquécojonesvoyahacer,
porque mi plan era que se negara un par de veces antes de tener queorganizarunacitaconella.
Cuando llego al coche trato de pensar en qué hacer con Tessa. Yonuncasalgo,salvoparairafiestasencasadeotros.Apartedeeso,sueloestarporelcampusoenmicuarto,solo.
Arranco el motor sin dejar de darle vueltas a la cabeza. ¿Al cine?¿QuéclasedepelículaslegustanaTessa?Lasadaptacionesdelasnovelasde Nicholas Sparks, seguro. Podría pasarle el brazo por los hombros.Podríacomprarlepalomitasdemaízochocolatinasapreciodeoropara
impresionarla. El problema de ir a ver una película es que no sepuedehablarenelcine.Alguienprotestaríayyoacabaríametidoenunlío.
Losritualesdecortejoeranmuchomenoscomplicadosenelpasado.Siviviéramosenunanovela
de JaneAusten, la cortejaría y tendríamos citas con carabina en las
quepasearíamosporelbosquey,sifueramuyvaliente,lerozaríalamanoenguantadaconlamía.Ella
seruborizaríaysellevaríaundedo a los labios carnosos, mirando a la carabina con una
advertenciaensusojosgrises.Hoy en día las citas sonmuy distintas, y ahora, sime sintieramuy
valiente,lesobaríalospezonesporencimadelablusayellasemeteríamimanoentrelatibiezade
susmuslos.Nicarabinas,nireglas.Elmóvilsuenaeinterrumpemismaquinaciones.¿Tessa tieneminúmero?Porcierto, tengoquepedirlesunúmeroa
Steph.ElnombredeKenapareceen lapantalla.Tuerzoelgesto,peroesta
vezselocojo.Supongoquedeberíapremiarsuperseverancia.—¿Sí?—digo entrando en la autopista con elmóvil sujeto entre el
hombroylaoreja.Laúnicapega que le veo ami preciosoFordCapri de 1970 es que no tiene
Bluetooth.—Eh,Hardin,hola—tartamudea.Noesperabaqueselocogiera.Avecesmellama,estoyconvencido
dequeloconsideraunabuenaobra.Mellamaparaver«quétalestoy»porquesabequenoselovoy
acogeryporqueasíquedabienporintentarentenderseconelrebeldedesuhijo.Esprobablequesu
nuevanovialoalabe,loabracefuerte y lo consuele. Seguro que le promete que su hijo «cambiará
algúndía».«Sóloesqueahoraestáenfadado»,ledirá.Ellatambiénestaríacabreadasituvieralamierdadepadrequetengo
yo.—Hola.—Conectoelaltavozypongoelteléfonoenelsalpicadero.—¿Cómo estás, hijo? —pregunta, y me pone de los nervios al
instante.—Bien.Seaclaralagarganta.—Mealegraoír eso.Quería invitartea cenarmañanapor lanoche.
Karenvaahacerpolloynos
encantaríatenerteconnosotros.¿Quiereinvitarmeacenar?¿Porquédemonioscreequevoyairasu
casaacomerpolloconsunueva familia y a hablar de lo bien que estamos todos en amor y
compañía?No,gracias.—Mañanatengoplanes—ledigo.Estaveznoesmentira.—Ah. Vale, podrías venir cuando hayas acabado con tus planes.
Karentambiénprepararápostre.—Estaréocupadotodalanoche—ledigo.
Mepreguntoqué tiempoharámañana.Elcielosiempreestágrisenesteestadodemierda.Alsol
nodebedegustarlenadaestesitio,poresosiempreestálloviendoynublado.
—¿Va a llover mañana? —le pregunto a Ken. Es más fácil queconsultarlaprevisión
meteorológica.—No, subirán las temperaturas durante la noche y dejará de llover
hastalasemanaqueviene—dice.Situvieraunarelaciónnormalconelhombrequeayudóacrearme,
podríapedirlesugerencias,cosas que hacer en una cita. Pero, como no la tengo, no puedo
pedírselas.Loúnicoquelepreguntoaestehombreesquéformulariosquierela
universidadquerellene.Notenemosnadaencomúnyestamosaañosluzdequelepidaconsejos
amorosos.AlomejoraVanceseleocurrealgo.Prefieropreguntarleaélantes
queacualquiera.Creo.—Tengoquedejarte—digoenvozalta.LecuelgoaKenybuscoelnúmerodeVanceenelteléfono.Contestaalaprimera.—¿Quéhay,Hardin?—¿Merecomiendasunsitioadondellevaraalguien?—lepregunto.
Mivozsuenararaylaspalabrasmehansalidoaborbotones.
—¿Terefieresauncadáver?—Seoyencarcajadas,y sonrío.Esunpayaso.
—Estavezno.—BuscolamaneradepedirleayudasinmencionaraTessa—.Sitiosdondepasar
unratoconalguien.—¿Unacita?—supone.—Noexactamente,peroparecido.No sé cómo llamar a esta salida conTessa.No es una cita. Somos
amigos.«Amigoshastaquemelafolle»,merecuerdoamímismo.Es tan puritana... Se viste con ropa que le sientamal y apenas dice
tacos.¿Adóndepuedollevarlaparaque sedesmelene? Intentopensar cuál esmi recuerdo favorito
desdequememudéaWashington.El arroyoen la autopista75 esdivertido.Podríavaler si hacebuen
tiempo.Espocoprofundoysevenlaspiedrasbajoelagua.¿Tessasebañaríaalairelibreenaguas
mediocristalinas?Probablementeno,peropuedointentarlo.—Lospaseosporelcampoamísiempremehandadoresultado.Son
unaapuestasegura—diceVance.Y de repente me acuerdo de la Apuesta por primera vez en varias
horas.
CATORCE
Laprimeravezqueestuvoasolasconellasupoquealgoserevolvíaen su interior. Creía que podría controlarlo, que quizá simplemente seestuviera ablandando un poco. Y no sólo con ella, sino con todas laspersonasquehabíaensuvida...,estabaconvencido.Sehabíapasadotodalavidasoloyhabíadominadoelartedeevitarcualquiertipodeintimidadmás allá del sexo. No necesitaba tener amigos, y no tuvo una familiafuncional que lo enseñara a interactuar con las personas.Legustaba esaparte dura de su personalidad, le hacía la vida fácil. Se sintió asfixiadodurante su primer encuentro con ella, pero conforme fue pasando eltiempo y empezó a sentir algomás, algo que podía cambiarlo todo, sejurómantenersustatuquo.
Estaba acostumbrado a una soledad estructurada, y ella estabaacabandocontodoeso.
Yaesporlamañanaynohedormidounaputamierdaestanoche.Ynisiquierahasidoporlaspesadillasquememantienendespierto,sinoporTessa.
Aparecía ahí en cuanto cerraba los ojos, y no como me habríagustadoqueestuviera.Enlugarde
estar desnuda, gimiendo suavemente mientras se la metía, estabafuriosayaburridadurantela
excursiónalarroyoquehedecididoquevamosahacer.Enunadelasescalofriantesescenas
peliculerasquemimenteinsomneyacosadorahabíaideado,sedabaungolpeeneldedoysepasaba
toda la tarde quejándose. En otra, estaba aburrida de la muerte yqueríaqueel insulsodesunoviovinieraencochedesdesucasahastaelcampus para recogerla. Y, cuando llegaba, era todo él un cárdigan. Unmonstruosocárdigangigante,escalofrianteysosoalmismotiempo.
Resultarealmentefrustrantelacantidaddetiempoquehemalgastadopensandoenesachica.Nada
de todoesto importarádentrodeunmesoasí.Encasodequeesta«cita»salgabien,esperoganarla
Apuesta antes de dos semanas... Joder, si consigo camelármela losuficiente,puedequeenelarroyo...
La alarmademi teléfono empieza a sonar desde el otro ladode lahabitaciónysaltodelacama
paraapagarla.Hoyeseldía.Yatengolacabezaapuntodeestallar,ymecabreala
presiónquesientoporhacerqueeltiempoquepaseconellaactúeenmifavor.Deberíadarmeuna
ducha.Mientrasmevisto,mepregunto brevemente qué estará haciendo en estos momentos...
¿Estarátanestresadacomoyo?Supongo que sí; está nerviosa todo el tiempo, y probablementeme
anotaraensuagendaenelmomentoenquemeofrecíaintentarestodelaamistad.Tras laducha,buscounacamisetanegra limpiaenel cajón.Laque
encuentroestáarrugada,peromevale.Fuera,cuandoarrancoelcoche,oigouncrujidodebajode
mipieyencuentrounabotelladeaguavacíabajoelpedaldelacelerador.Mediodormidocomoestoy,
elsonidomeirritatantoquesalgodenuevodelcocheparabuscarunsitiodondetirarla.
Ojaládurmieramejor.Llego al campus algo pronto y, sin querer, me dejo los libros de
texto,unosapuntesymijerseynegro en el asiento trasero.Nomedoy cuentahasta queya estoy a
mediocaminodeclase,peronopiensovolveralcocheaporellos.Ocupomiasientoenelauladeliteratura.TessayLandontodavíano
hanllegado,yunapequeñapartedemísealegraconmalicia.Vaallegarmástardequeyo,ysé
queesolasacarádequicio.Enfin,hayquedisfrutardelaspequeñascosas.Me paso el rato mirando sin parar hacia la puerta y la lista de
llamadasperdidasymensajesdetextodeMolly,Jaceyesatíararaquenuncarecuerdocómosellama.
CuandoTessayLandonentranpor fin por la puerta, están de cháchara, y ella parece alegre y
descansada.Notienenirastrodeojerasninadaqueindiquequealgolequitaraelsueñoanoche.—¿Estás preparada para nuestra cita de esta noche?—le pregunto
cuandosucaderarozamipupitre.Lacurvadeesacaderameresultatremendamenteatractiva.Laparte
delanteradelosmuslosdeunamujer,enelladodelascaderas,esunademispartesfavoritasdel
cuerpofemenino...,estansexi...—Noesunacita—medice,ysevuelvehaciaLandonparaañadir—:
Vamosasalircomoamigos.—Vieneaserlomismo.—Lamiroymefijoensuropadehoy.Llevapuestosunosvaqueroslosuficientementeajustadoscomopara
distinguirlaformadesusmuslosysuculo.«Joder.»Tessameevitaeficazmenteduranteelrestodelaclase.Yyotampoco
miroensudirección.Cuando acaba la hora, no capto lo que Landon le dice..., el muy
capullohablademasiadobajo,perosíqueoigoloqueellaleresponde:—Sólo intentamos llevarnos bien porque mi compañera de cuarto es unabuenaamigasuya.
«Asíquesólointentamosllevarnosbien,¿eh?»MeacercounospasosadonEmpollónyasuamiguita,laempollona
sexi.Landonllevaelputopolometidopordentrodesuspantalonesgrisesdevestir.¿Sabeeste
tíoquesesuponequeesunestudianteuniversitariopelado?Ah,espera...Élnoestápelado.Viveenunpedazodecasaacortadistanciadeaquíconelhombrequetécnicamenteesmipadre,mientrasquemimadreviveenInglaterra en una cueva. Y lo que yo llamo hogar es una vieja casa defraternidad llenade tíosdesesperadospormolar quenohacennadaporayudaraestamaravillosacomunidad,talycomoanunciasulema.SeguroqueelnoviodeTessaperteneceaunafraternidad.Pelorubio,ojosazules,
mocasines,cárdigan...Eselcandidatoideal.Oalmenosloseríasiaprendieraabebercomouncosaco.Landon establece contacto visual conmigo y no baja la voz cuando
dice:—Losé,ydeverdadqueeresunaamigafantástica.Peronoacabode
estarsegurodequeHardinmerezcatusimpatía.«¿En serio?»Y ¿quémerezco, Landon? ¿Un nuevo papaíto que no
prefieraelalcoholasuúnicohijobiológico?—¿No tienes nada mejor que hacer que estar aquí poniéndome de
vueltaymedia?Anda,lárgate,tío—digolomásamablementeposible.Sidijeraloqueestoypensandoenrealidad,Tessacancelaríanuestra
citasindudarlo.Landonnomecontesta;miraaTessadenuevoconelceñofruncidoy
ledicealgoenvoztanbajaquenolooigo.Cuandosemarcha,ellasevuelvehaciamí.—Oye, no hace falta que seas cruel con él... Sois prácticamente
hermanos—mesueltasinquevengaacuento.¿«Prácticamentehermanos»?¿Enquéclasedemundoviveestatíaen
elqueLandonyyosomosalgo parecido a hermanos? Somos dos extraños que, casualmente,
tienenuntercerextrañoencomún.—¿Quéacabasdedecir?—lepreguntoconlosdientesapretados.Sóloporqueelborrachuzodemipadresehayatrasladadoavivircon
élyconsumamaítaaunamansiónrepletadegalletasdechocolate...Unmomento...,¿cómosabe
Tessatodoesto?Mepasolosdedosporelpelo,nervioso.—Bueno,tupadreysumadre...—responde.Parecemuyconfundida.Asienteparasíyhaceunamuecadedolor,
comosiacabaraderevelaralgúnsecretoquenodebía.Miro en la dirección en la que ha desaparecidoLandonpara ver si
puedoalcanzaraesecapullo.—Esonoesasuntotuyo.¿Porquécreequetienederechoahablarsobremifamilia?—Noséporquétehacontadonadaesegilipollas.Meparecequevoy
atenerquecerrarleelpico.Hagocrujirlosnudillosypasoporaltolapunzadadedolordelapiel
desgarrándoseenmisdedoseternamentereventados.Tessamefulminaconlamirada.—Déjalotranquilo,Hardin—diceconunconvincentetonoguerrero
—.Nisiquieraqueríacontármelo,yoselosonsaqué.¿Asíqueahorasabecosassobremifamilia?¿Conquéderecho?No
tieneporquésabernadasobremí.Estoestáyendodemasiadolejos,ycon«esto»merefieroa
todalasituación.—Bueno,¿adóndevamosair?—pregunta.Se está acercando demasiado a mí; su manía por entrometerse en
todohaalcanzadounnivelpersonal,ynomehaceniputagracia.Seguroquetambiénhaestado
sonsacándolerespuestasaotraspreguntassobremí.QueporquénovivoconKenysunuevafamilia,
queporquérazónnuncahabloconmi padre... Seguro que hasta le habrá preguntado cómo era de
pequeño,yLandonlehabrásoltado todo lo que ha oído acerca demí.Yame está juzgando, lo
noto.—Novamosairaningúnsitio,estohasidounamalaidea—ledigo,
ymelargodejándolaahíplantada.No tiene por qué acercarse más de lo que ya está. Es demasiado
entrometida,demasiadosentenciosa.Noquierotenernadaquevercontodaestamierda.Debo
mantenermealejadodeestachica.Cuando llego al coche, tengo la cabeza a punto de estallar y las
manossudorosas.¿Porquélohahecho?¿PorquélehahabladoLandonsobremifamilia?Esodebede
significarqueahoraellalosabetodo.OalmenoslascosaspositivasqueLandonlehayacontado:quemipadreeselrectordelauniversidadyqueleencantanlosdeportes.
Loquenosabeesqueeraunborrachodelapeorcalaña,porqueel
maravillosoLandonnoconoceesapartedeél.Mepreguntosienrealidadsabráalgodeél,algoauténtico.¿Oseha
dejadoengañarpormiqueridopapaíto?Meencantaríaser lapersonaquelopusieraalcorrientedequiénes
enrealidadelpastelitodecocodesumamá.De repente siento claustrofobia y bajo la ventanilla para poder
respirar.Lamanivelasebloqueaytiro de la barrametálica del piñón, frustradopor que este precioso
cocheseatanviejo.Recobroelalientoalcabodeunostreintasegundosyporfinabandonolaplaza
deaparcamiento.NosécómohabríareaccionadosiTessamehubieraseguido.Nollevoenmicuartonidiezminutoscuandorecibounmensajede
Molly:«ZedestáconlaBarbieVirgenenlaresi.Serámejorqtedesprisa,
casanova».«¿Qué? ¿Cómo lo sabes?», respondo, ymepreguntopor qué estoy
recibiendoconsejossobreTessaprecisamentedeMolly.«¿Seestáquedandoconmigo?»Nosoyunachivata.Casi puedooír su tonoburlón a travésde la pantalla.Me levantoy
vuelvo a ponerme las botas negras. Están tan gastadas por dentro queespero tocar el suelo con los pies cualquier día de éstos, pero las hellevadoduranteañosynoencuentroningunasqueseantancómodas.
Sé que a Molly no le voy a sonsacar nada más, así que, antes deincorporarmealtráfico,leenvío
unmensajeaSteph:¿EstáTessaconZed?Surespuestaesinstantánea.*No.Zednoestáaquí
*Sédeinmediatoqueestámintiendo,demodoquepisoconfuerzael
acelerador.
QUINCE
Cuandoabrolapuerta,TessaestáenlacamadeSteph,conZed,ylasuya está vacía. En una cama pequeña. Con Zed. Y con Steph y Tristantambién.Además,sóloestáallísentada,sinhacernada,peromedaigual.EstáconZed.Enunacama.EnunacamaconZed.
Nisiquierarima.Ylafuriameinvade.—Joder,tío,aversillamasalapuertaaunqueseaporunavez—dice
Stephhaciéndoselatonta.Sabía muy bien que iba a venir directamente aquí. Quería que lo
hiciera,poresohainformadoaMolly,nomecabelamenorduda.LoquemesorprendeesqueMollyme lodijera.Stephmemira a losojosy seechaareír—.Podríashabermepilladodesnudaoalgo.
¿Podría?Yalohehecho,yveoensusojosunápicedeterror.Sí,yolahevistodesnudadeltodo,
por eso sé que no tiene las tetas ni la mitad de grandes de lo queparecegraciasaesossujetadorescon
rellenoquelleva.Noobstante,tieneunodelosculosmásbonitosquehetocadojamás...
Meadentroeneldormitorioysuelto:—Noesnadaquenohayavistoya.TantoTessacomoTristanponencaradequealguiensehayaechado
unameadamatutinaensuscereales.—Cállate. —Steph se ríe y disfruta de la atención que tanto ansía
siempre.—¿Quéhacéis?—preguntomientrasmesientoenfrentedeellos,en
lacamadeTessa.AlmenosZednoestáensucama.Supongoqueesoesunconsuelo...,
másomenos.Zedsonríedesdeelotroladodelaminúsculahabitación.«¿Porqué
cojonessonríe?»
—Puesíbamosairalcine—dice—.Tessa,¿tevienes?Ellamemira,ydespuésaél.Parecenerviosa.¡Vaadecirquesí!—LaverdadesqueTessayyotenemosplanes—intervengoantesde
quepuedanquedarennada.MirodirectamenteaZedlanzándoleunaadvertencia.Élparpadeacon
lentitud,desafiándome.Tristannodice nada cuando lomiro.Noquiere tener nadaquever
connuestrodrama.Laverdadesquenoesmaltío,sipasamosporaltoqueestásaliendoconesabruja.—¿Qué?—exclamanZedySteph.—Sí,sóloveníaarecogerla.PeroTessapermanecequietaynoparecetenerintencióndemoverse
paramarcharseconmigo.—¿Estáslistaoqué?—digoconairedespreocupado.Nosabequéhacer,comosiestuvieraluchandocontrasímisma.Justo
cuandovoyaintervenirparaconvencerla,asienteyselevantadelacama.—Bueno,nosvemosluego—digoenvozalta,yempujoaTessapor
lapuertatanrápidoqueparecequemehayatomadounspeedoalgo.Una vez fuera, me sigue dando largas zancadas para alcanzarme.
Tieneunaspiernasbastantelargas, y los muslos ligeramente gruesos. No puedo parar de
fantasearquemeaferroaellosmientrasla poseo sobre el capó de mi coche. Intento no pensar en ella al
tenerla tan cerca. Siento mi polla ansiosa, rogándome que imagine losuavequesería,ylomuchoquemegustaríaestrecharla...
Dejodesoñardespiertoaldarmecuentadequehemosllegadoamicocheyqueleheabiertola
puerta del pasajero por acto reflejo. Sin embargo, cuando lamiro,veoqueporalgunarazónnotiene
intención de entrar. Está cruzada de brazos, lo que hace que se lelevantenlastetas.
Estoy seguro de que está intentandomostrarse furiosa, pero ahoramismosólomeparecesexi.
—Vale, recordaré que nunca jamás tengo que volver a abrirte lapuerta—ledigocontono
sarcástico.Ellasacudelacabezayséqueestáapuntodeescupirfuego.—¿Aquédemonioshavenidoeso?Séperfectamentequenohasidoa
micuartoarecogerme.¡Mehasdejadobastanteclaroquenoqueríassalirconmigo!Está chillando.Miro a nuestro alrededor y veo que haygente en el
aparcamiento.Tessanoparecepercatarsedesupresencia.Nodalaimpresióndesereltipodechica
a la que le gusta montar espectáculos, aunque ya hemos discutido dosvecesenpúblico.
Joder,mesacadequicio.—Sí,esverdad,yahoraméteteenelcoche.—Leindicoqueentre.Helimpiadoytodo,asíquemáslevaleentrar.—¡No!Sinoadmitesquenohasvenidoaquí apormí,volveréahí
dentroymeiréalcineconZed—diceconairedesafiante.¿Qué coño le pasa?Me llama a mí grosero y mira cómome está
hablandoellaahora.Unahipócritasentenciosa,esoesloquees.«¿Quécojoneslerespondoaeso?»¿DeberíaconfesarlequeMollymehaavisado?Joder,no.Silohago,
ladelpelorosanovolveráadecirmenadamásenlavida.Y¿porquémeamenazaTessaconsalir
con Zed? ¿Acaso sabe algo sobre la Apuesta? ¿Está compinchada conSteph?
Aunqueapenaslaconozco,séquealgonovabien.SeguroqueStephselohacontado.
—Admítelo,Hardin,omelargo—dice.Nosésiseestáquedandoconmigoono.Pareceenfadadadeverdad,
ynoparadedilatarlasaletasdelanariz.Resultabastantecómico.Metragarémiegoporestavez.—Vale,sí,loadmito.Yahorasubealputocoche.Novoyavolvera
pedírtelo.Quiero ganar la Apuesta, pero el reto se está convirtiendo en un
desastre,ynopiensoesforzarmemucho más. Si las cosas siguen así, le regalaré el trofeo a otro
compañero.Medirijoalladodelconductordemicocheydejolapuerta
delpasajeroabiertaparaqueentresiquiere.Y,cómono,lohace.Salgodel aparcamiento cabreadocomounamona.Había cancelado
esto.Noqueríasalirconella.Y, sin embargo, aquí estamos ahora. Me duele la cabeza y tengo
pensamientoscontradictorios.Unapartedemíquieregritarybajarlasventanillasparapoderahogarme
conmipropiarespiración,perolaotrasienteunaextrañacalma.Esunacalmaquemevainundando
lentamente,peroqueestácargadadepaz.Subo lamúsicapara desconectar; eso suele funcionar: unos
cuantoshombresgritando,cantando sobre la muerte y su propia depresión en puentes que se
repitenunayotravezyconestruendosossolosdebateríaqueintensificanlafuria.
TessaparecenocoincidirconSlipknot,yacercalamanoaldialdelaradio.¿Cómoseatreve?
—Notoquesmiradio.—Sivas a comportarte comoun capullo todo el tiempo, noquiero
salircontigo—meamenaza,ysedejacaercontraelasientodepielcondramatismo.—Noloharé,peronotoquesmiradio.Apenaspuedorespirar,yelruidoestáahogandomipánico.Cuando
mevuelvohaciaellaveoqueestá mirando la radio con una intensa expresión de odio. Eso me
aligeraelánimoymedanganasdeecharmeareír,aunqueprobablementenoseaelmejormomentopara
hacerlo.—¿QuémástedaquevayaalcineconZed?StephyTristantambién
ibanair—diceTessa,levantandolabarbillaparasubrayarlacuestión.«Vaya,¿comounadoblecita?Porfavor...»—NomeparecequeZedtengamuybuenasintenciones.—Noséqué
másdecir,asíquemantengolavistafijaenlacarretera.Trasuntensomomentodesilencio,Tessaseechaareír.«Pero¿qué
cojoneslepasa?»—Ah,y¿túsí?AlmenosZedesagradableconmigo.Continúariéndose.¿QueZedesagradableconella?¿«Agradable»?Pero«ha apostado a queva a arrebatarte la virginidad, querida» es
algoquenopuedodecir.Porquesupongoqueyotambiénlohehecho.Mequedocallado,yTessamantienelaguardiaalta.—¿Teimportaríabajarelvolumen,porfavor?—gritaporencimade
lamúsica.Asiento.Serámejorquecontribuyaaquesepongademejorhumor.—Esamúsicaesespantosa—protesta.Sabíaquenolegustaría;porsuaspecto,estoysegurodequeescucha
unamúsicadeterminada,totalmenteopuestaalamía.Golpeteo el volante con los dedos y observo cómo ella hace lo
mismoensusmuslossindarsecuenta.—No,noloes.Aunquemeencantaríasaberquéconsiderastúquees
buenamúsica.SonríoalimaginarmesureproductordeCDdeadolescente:‘NSync,
JessicaSimpsonyseguroquealgunadeesashorriblesbandasfemeninasquesalendeInglaterra
completanellote.—Pues me gustan Bon Iver y The Fray —responde después de
considerarloduranteunossegundos.—Cómono.Unabandacristianayotramegahipster.Nomesorprendeenabsoluto.Bueno,vale, lasdoshacenmúsicadecente,perono son lomío.No
exudanelsuficientedolor.—¿Qué tienen demalo? Tienenmuchísimo talento, y sumúsica es
maravillosa—respondeconpasión.Cuandomisojosseencuentranconlossuyos,aparta lamiradayse
vuelvehacialaventana.—Sí...,tienentalento.Talentoparahacerquelagenteseduerma.Tessaalargalamanoymedaungolpecitojuguetónenelbrazo.Es
algo extraño. Veo que las parejas lo hacen todo el tiempo, pero nuncanadiemelohabíahechoamí.
—Puesamímeencantan—dice,ysonríeconorgullo.Pareceestarpasándolobien—.¿Adónde
vamos?—Aunodemislugaresfavoritos.Noledoyunarespuestaexacta.Esdemasiadocuriosa.—¿Que está...? —insiste, tal y como me lo había imaginado. Es
superioraella.—Tienes que saberlo todo de antemano, ¿verdad? —le digo,
pagándoleconlamismamoneda.—Sí...,megusta...—¿Controlarlotodo?Sequedacallada.Decidodejarloestardemomento.Noquieroquesecabree.—Pues no voy a decírtelo hasta que hayamos llegado..., que será
dentrodeunoscincominutos.Mientras continuamos, Tessa echa un vistazo a los alrededores
confundida.Séqueseestáesforzandopornohacermemáspreguntas.Intentarelajarse,yesome
ponelascosasmásfáciles.Alcabodeunpardeminutosveoqueestámirandoelasientotrasero.—¿Ves algo que te guste ahí atrás?—bromeo, y ella niega con la
cabeza.Untirabuzóndesulargopelocaesobresuhombro,yloapartahacia
atrás.Sucabelloparecemuysuave. Me pregunto si será rubia natural. Entonces recuerdo el
aspectodesumadreyllegoalaconclusióndequeasíes.—¿Quécocheeséste?—preguntacon lamiradafijaensuszapatos
detela.—UnFordCapri.Esunclásico—contesto.Amo mi coche más que a mí mismo, y estoy orgullosísimo de
tenerlo.Tessaseinvolucraligeramente en la conversación mientras le hablo sobre el motor
restauradoyelnuevosilenciadordeltubodeescape.Sonríeyasienteunay otra vez y, aunque sé que no sabe de qué le hablo, es curiosamenteagradablehablarconunserhumano.Alcabodeunosminutos,mevuelvo
hacia ella yveoquemeestámirandodirectamente.Sientouna crecientepresiónenelcuelloquedesciendepormi
columna.Demasiado personal. Se está convirtiendo en algo demasiado
personal.«Esunjuego,Hardin.Trátalacomounapartedeél.»—Nomegustaquememirenfijamente—digointentandomantener
unaexpresiónseria.Esdemasiadocuriosa,yde repentemedoycuentadequemegusta
másdeloquedebería.DIECISÉIS
Conduzco por una última carretera estrecha y aparco hacia el finaldelpequeñoespaciodegravilla
que hay entre un grupo de árboles enormes.Me encanta este sitio;nuncavienenadie,yesoesideal
para mí. Sobre todo en uno de los pocos días en los que no estálloviendoenlapenínsulaOlímpica,
comohoy,queestásoleado.EstoyacostumbradoalcielogrisdesdemiinfanciaenHampstead;elsol
apenassedejaverentodoelotoño.Tessaechaunvistazoasualrededoryfrunceelceño.—No te preocupes, no te he traído aquí para matarte —le digo
intentandoqueseríamientrassalimosdelcoche.Ella continúa observando el campo de flores silvestres amarillas y
relajalaposturaligeramente.«¿Enquéestarápensando?»—¿Quévamosahaceraquí?—mepregunta.—Bueno,puesempezaremoscaminandounpoco.Tessasuspiraymesigueporuncaminodetierraqueensudíaerade
hierba.Yaestáponiendomalacara.¿Enquéestabapensandoaltraerlaaquí?—Seráunpaseocorto.Nosefíademí,yhoypareceestardemalhumor.Aunque,dehecho,
¿cuándonoloestá?Centrola atención en la nube de polvo que levantanmis botas al impactar
contraelsecoypolvorientosendero.LospasosdeTessaapenasseoyen,ycaminatremendamentedespacio.
—Bueno,sinosdamosprisa,igualllegamosantesdequesepongaelsol—bromeocuandonos
acercamos a un árbol al que hay amarrada una vieja bicicletaabandonada.Esloquemarcalamitad
delcamino,que tieneaproximadamentekilómetroymedio.Noestámal.
Tessareduceelpaso,peroverlacaraqueponecuandollegamosalaguahacequehayamerecido
lapenacadasegundomalgastado.Sofocaungritodesorpresa,comosiestesencilloarroyoenmedio
delbosquefueramágico.Lascomisurasdesuslabiossecurvanhaciaarribaysusojosseabrencomoplatos.
¿Legustaránadar?Deberíahabérselopreguntado.Mequedocalladoydejoqueadmireelpaisaje
antesdedecirnada.Ahoraqueestamossolos,nosemeocurrenadadeloquehablar.¿Ysimemeto
directamente en el agua?Ella sigue sinmoverse del sitio en el queestaba la última vez que la he mirado. Está empujando la tierra con elzapatoparaevitarmirarme.
Queledenporelculoaestasituacióntanincómoda.Voyametermeenelagua.MequitolacamisetayoigoelinevitablegemidodeTessa.Nohablamucho,peroesmuyexpresivaenloquerespectaalossonidosqueacompañanasusgestos.Cuandosonríesuelesuspirar;cuandoseenfada,resoplay,cuandoseexcita,jadea.
—¿Porquéteestásdesnudando?—pregunta.Nosésiesconscientedelaintensidadconlaqueestáobservandomi
pechodesnudo.Seaclaralagargantaycontinúa:—¿Vasanadar?¿Ahí?Señalaelaguaconcaradeasco.Cómono,doñaRemilgadanoquiere
mojarselaropayelpelo.—Sí,ytútambién.Yolohagotodoeltiempo.MedesabrochoelbotóndelosvaquerosyTessacontinúaprotestando
mientrasobservacómomedesnudo.
—Nopiensonadarahí.El agua esmás cristalina que la de lamayoría de los lagos que he
vistoenmivida.Yesporesopor lo que no soporto a estas chicas tan estiradas y tan esnobs que
tienenmiedodequeselesmetatierradebajodelasuñaspintadas.—Y¿porquéno?Elaguaestátanlimpiaquepuedesverelfondo.Señalohacia el agua transparente.Creíaque se emocionaríamás al
veresto.Meenervanosabernuncaloqueestápensando.—Porque...seguroquehaypecesyDiossabequémásahídentro—
exclama.«¿Peces?¿Esoesloquelepreocupaaestatíatanrara?»—Además,nomehasdichoqueíbamosanadar,ynohetraídoropa
debaño.—¿Meestás diciendoque eres de esa clasede chicas queno llevan
ropainterior?—Lesonrío,desesperado por verla de esa guisa—. Venga, puedes quedarte en
bragasysujetador.Sé que no piensa hacerlo por nada del mundo. Veo cómo su furia
aumentatrassusojosgrisesyestoydeseandooírsurespuesta.—Nopiensonadarenropainterior,pervertido.—Tessasesientaen
elcéspedaunosmetrosdelaorilla—.Mequedaréaquíamirarte.Sonríeysecruzadepiernas.Estáobservandomicuerpootravez.Estavezsecentraenelcontorno
demipollabajoelbóxer.Sehapuesto colorada, y se esfuerzapor apartar lamiraday fingir
estarconcentradaenelmontóndehojasdecéspedquetieneenlamano.—Eres una sosa. Y tú te lo pierdes—le digo antes de lanzarme al
aguafría.«Jodddeeerrr»,estámuchomásfríadeloquepensaba.Nadohaciala
otraorilla,dondedaelsoltodoeldía,ylatemperaturacambiadrásticamente.—¡Elaguaestácaliente,Tess!—legrito.
Levanta la mirada del montón de hojas de césped que estáacumulandoparadistraerse.Seestá
aburriendo de la hostia y no tengo ni puta idea de qué hacer paraentretenerla.Nisiquieraquieremeterseenelaguaconmigo...,¿quéhago?
—¡Estaamistadestáresultandosertremendamenteaburrida!...Ponelosojosenblancoeinclinalacabezahaciaatrásparaqueledé
elsolenlacara.—Quítate almenos los zapatos ymójate los pies. Está increíble, y
prontoestarádemasiadofríaparanadar.Tessaaccede,sequitaloszapatosyloscolocademaneraordenadaa
sulado.Sonunoszapatosmuy raros, parecen retales de tela pegados a un trozo de cartón
blando.Tienenpintadesersuperincómodos.Seenrollalaspernerasdelosvaquerosysemuerde
ellabioinferiormientrasintroducelospiesenelagua.Espero una protesta por su parte pero, en lugar de eso, una amplia
sonrisailuminasurostro.—Estábuena,¿verdad?—lepregunto.Asienteeinclinadenuevolacabezahaciaatrásparatomarelsol.—Venga,métete.Echolacabezaatrásymemojoelpeloenunintentodeconvencerla.Cuandovuelvoalevantarla,veoqueestánegandoconlacabeza.No
vaabañarse.«Joder,quécomplicada es esta mujer.» La salpico con agua y ella grita y
retrocedesobrelahierba.Nuncaheestadoenestelugarconnadie;semehaceunpocorarotenercompañía.
¿Cómo puedo convencerla para que se meta? Tengo que negociarconella.Pero¿quépodría
quereracambio?Nopareceeltipodepersonaalaquelegustacomprometerse...—Si te metes en el agua, contestaré a una de tus impertinentes
preguntas.Alaquequieras,perosóloauna.—Manifiestomiideaenvozaltaconformemevieneala
cabeza.Estancotillaqueseguroqueestolatienta.
—Laofertaexpiradentrodeunminuto.Tengoquedarleuntiempolímite,delocontrarioloestarápensando
durantetodoeldía.Mehundoenelaguaycontengolarespiraciónmientrasnadounosseis
metros.EstoysegurodequeTessaestaráconelceñofruncido.Laimagenmehacereírycasimeahogo.
—Tessa.—Joder, ojalá no pensara tanto—.Deja de cavilar tanto ysalta.
Semiralaropa.—No tengo nada que ponerme. Si me meto con ropa, tendré que
volverempapada.—Pontemicamiseta.Aloírmioferta,frunceelceñoymiralaprendaderopaencuestión,
tiradacercasobrelahierba.—Venga,pontemicamiseta.Serálobastantelargacomoparaquete
cubra,ypuedesdejartelasbragasyelsujetadorpuestos,siquieres—añado.Me encantaría que no lo hiciera, pero eso depende de ella, por
supuesto.Tessa se vuelve de nuevo y observa el agua y mi cuerpo
semidesnudo.Alargaelbrazoycogemicamisetadelsuelo.Porfin.—Estábien—respondecomounaniñamimada.Secolocalamanoenlacaderaycontinúalanegociación:—Perodatelavueltaynomemiresmientrasmecambio.¡Enserio!
—Lagatitabeligerantehavuelto.Meríoyellahaceunmovimientoextrañoconlascaderas.Lasmueve
haciaatrásyhaciaadelantemientras se coloca mi camiseta negra entre las piernas para
sostenerlayquitarselasuyaporlacabeza.Mevuelvorápidamente.Soyuncaballero.Enserio,losoy.
—Joder, date prisa ome doy la vuelta—amenazo con impacienciadespuésdehabercontado
hastatreintaparamisadentros.Mevuelvounmomentoy laveoagachada,colocandosusvaqueros
perfectamentealineadoscon
sus zapatos. Es una obsesa del orden. Durante unos instantes mepreguntocómoreaccionaríasi le tirara loszapatosalagua.Secabrearíamuchísimo.Reprimounasonrisayporfinobservosucuerpo.
Suspiernasestánbronceadas,esoesloprimeroqueveo.Micamisetalesientacomounguante.
Joder, tiene las tetas tangrandesque laprendaapenassi lecubre lapartesuperiordelosmuslos.
Atrapo entre los dientesmi aro del labio y disfruto de la vista quetengodelante.
—Esto...,méteteyaenelagua,¿vale?—Intentoaclararmelagargantaydejardemirarlelos
muslos—.¡Tírate!—¡Yavoy!¡Yavoy!—Cogeunpocodecarrerilla.—Vale.Inspirahondoantesdecorrerhaciaelaguaalgorígida.Cuandollega
alborde,grita,setapalacaraysedetieneunpasoantesdetocarlasuperficie.—¡Venga!¡Ibasbien!—Mirisainundaelambientequenossepara,y
observoaTessadenuevo.Meestámirando,sonriendoyriéndosebajolaluzdelsol,yesome
confunde.¿Quéhacemosaquí, riéndonos juntos en un arroyo? ¿Qué es esto? ¿Una de esas
películasdeNicholasSparksenlasque las discusiones de las parejas son tan adorables que el tráiler
correcomolapólvoraporinternet?Mujeresaburridasquecreenqueeltípicohéroeliterariollegarápara
salvarlas.Chorradas,ysiempre, siempre acaban con un marido de mierda que no se
preocupanisepreocuparájamásdeellaodesufamiliamásquedesímismo.—¡Nopuedohacerlo!Parecebastanteagobiada.¿Tienemiedoalagua?Joder.—¿Tedamiedo?—lepregunto.—No...,nolosé.Supongo.Camino por el agua para acercarme a ella y, en el proceso, me
golpeoeldedogordodelpiecon
unagranrocaquehayenelfondo.—Siéntateenelbordeyyoteayudaréaentrar—lesugiero.Levantolasmanoscuandoseagacha.Intentaquenolevealasbragas
cerrandoconfuerzalaspiernas,yleagradezcoelesfuerzo.Loquemenosnecesitoahorason
distracciones.Laagarrodelosmuslosymipollarespondedeinmediato.Malditaseaportenerunosmuslostansuavesyapetecibles.Memuero
deganasdehundirelrostroentreellos.—¿Estáspreparada?—Inspirohondoydesplazo lasmanoshastasu
cintura.Suscaderasseamoldanamitactoyconsigocontrolarmedemilagro.
Memueroporestrechárselas,pordarlelavueltaytomarlaaquímismo.¿Qué coño me pasa? Nunca antes me había comportado como el
típicoestudiantesalido.¿Sonsuinocenciaysucuerpopecaminosolosquemeprovocanesteestadoo
eselafáncompetitivodeconseguirsucuerpoparaganarleaZed?Disfrutodesucálidapielcuandosehundeenelagua,ylasuelto.La
superficielellegajustopordebajo del pecho. Extiende lasmanos por delante de sí y siente su
frescura.Supielseerizabajolaluzdelsol.—Notequedesahíparada.«Necesitoquetemuevasparanoquedarmeaquíplantadomirándote
todoelputodía.»Ellapareceno escucharme, pero empieza a moverse por el arroyo. Conforme
avanzaatravésdelaguaclara,lacamiseta se le levanta como si estuviera intentando echar a volar.
Antesdequeconsigaapartarlamirada,Tessatiradeellahaciaabajoyselapegaalcuerpotodoloquepuede.
—Podrías quitártela y ya está —le digo. Desde luego, no seré yoquienseloimpida.
Arrugalanarizydeslizalamanoatravésdelaguaparasalpicarme.¿Acabadesalpicarme?Me
cabreaestardivirtiéndome.—¿Mehassalpicado?Tessaseríeymesalpicadenuevoconlasdosmanos.Mesacudoel
peloyvoyaporella.Laagarrode lacinturaymedispongoahundirlabajoelagua.Veocómolevantalamanoysetapalanariz.¿Aúnsetapalanariz?Meechoareírconganas.
—No sé qué me hace más gracia, si el hecho de que te lo estéspasandobienoquetengasquetapartelanariz.—Casinopuedohablardelarisa.
Nadahaciamíypuedoverlelasintenciones.Levantalosbrazosenelaireytratadehundirmicabezadebajodelagua.Resultabastantecómico.Aunqueintentopasarporaltoelhechodequemicamisetaestáflotandodenuevoalrededordesucuerpo,nocedo,yellaseríedesímisma.Meduelelabarrigadehacer lopropio.Surisaessuave;merecuerdaa las floressilvestresamarillasquehe
vistoalprincipiodenuestraespeciedecita.—Creoquemedebeslarespuestaaunapregunta—dice.Sabíaquenoseleibaaolvidar,peropensabaqueesperaríaunpoco
másantesdeformularla.—Claro,perosólouna.Seguro queme pregunta alguna chorrada como«¿Te dolió hacerte
lostatuajes?».Mequedomirandolaexuberanteorilladelarroyoyaguardosuintromisión.Suvozinterrumpeelsilencio.—¿Aquiénquieresmásenestemundo?«Nomejodas...»¿Quéclasedepreguntaesésa?¿Quiénpreguntaalgoasí?Noquiero
contestar.Nisiquieratengouna respuesta para eso. Cada vez tengo más claro que habla con
Landonsobremí.¿Queaquiénquieromásenestemundo?¿Aquiénquieromás?Bueno,supongoquequieroamimadre.Nose
lohedichodesdehaceaños,pero sigue siendomimadre.Yya está.Ah,y amímismo.Aquien
másquieroesamímismo.Aunqueno creo que «a quien más quiero es a mí mismo» sea una buena
respuesta.Ysinembargo:
—Amímismo—respondoconsinceridad.No tuve ninguna novia durante la adolescencia, así que nunca he
tenidoquefingirningún«tequiero»antesdesaber loque lapalabrasignificabaenrealidad.Me
sumerjoenelaguaydesaparezcodurante unos instantes mientras el cerebro de Tessa elabora sus
conjeturassobremí.—Esonopuedeserverdad—diceenelmismoinstanteenquesiento
queelairefrescomegolpealapiel—.¿Quémedicesdetuspadres?—Hacruzadolalínea.TessaYoungnotienelímitesenloquerespectaasusputaspreguntas
personaleseindiscretas.Sumirada es cálida, y tiene los labios entreabiertos como si estuviera
esperandounarespuestapormiparte. Detesto la expresión de sus ojos cuando están cargados de
compasión.«Basta,Theresa.»—Novuelvasamencionaramispadres,¿entiendes?—Losiento.Sóloteníacuriosidad—diceenvozbaja—.Losientode
verdad,Hardin,novolveréamencionarlos—sedisculpa.No sé si creerla. Sé que trama algo. Es demasiado intuitiva y
demasiadoinsistente.Nolaconozco,y desde luego ella no me conoce a mí. ¿Por qué cree que puede
hacermeesaspreguntastanpersonales?Esta tarde sólo puede terminar de dos maneras: peleándonos hasta
quesevayacorriendoasucuartotodaagitadaocamelándolaparaquequieraestarconmigo.Decidomantenerlasformas.Prefieroquenonospasemoseltrayecto
devueltaenunincómodosilencio. Alargo las manos hacia ella y rodeo su cintura con los
brazos.Su cuerpoes ligero en el aguacuando la levanto en el airey lalanzoaunlado.Ellasueltaunchillidoyagitalosbrazosenelairecomounpájaro.Caedegolpealaguayemergeconelpelomojadoylosojoscargadosdefuria
fingida.
Estácontenta.Pensabaquealomejorseenfadaba,peronoséporquéparecequele
hagustado.—¡Vasapagarporesto!—gritaalegremente,ycaminahaciamí.¿Deverdadcreequetienealgunaposibilidaddevengarse?Seacerca
aúnmásamí,conelrostroempapado. Tiene la piel mojada y reluciente. ¿Por qué sigue
acercándose?Sesuponequesoyyoquienestáalmandoaquí.Sofocoungritode
sorpresacuandoTessameenvuelvelacinturaconlosmuslosyelevaelcuerpoparaestarami
altura.—Perdona.Seponetensayrelajalaspiernas.«No,no.»Se lasagarro,y la instoavolvera rodearmeconellas.Meencanta
sentirlacontramí,sentirsucalor.Cuando enrosca los brazos alrededor demi cuello, noto una
punzada de pánico en la parte inferior de la espalda. Lamiro e intentoleerlelamente,peromeresultaimposible.
—¿Por qué me haces esto, Tess? —pregunto mientras acariciosuavementesutemblorosolabio
inferiorconelpulgar.Siento cómo su cálido aliento emana de su boca en bocanadas
superficiales.Elsabordesuslabiossiguefrescoenmimemoria.Quierovolveraprobarlos,lonecesito.—Nolosé...No lo sabe, y yo tampoco.Ninguno de los dos tiene control sobre
esto,ylacosapodríairamásrápidamente.Ojalá.¿Esconscienteestachicadelosexiquees?¿Tienelamenorideade
quelasolaimagendesubocame hace imaginar cosasmuymuy obscenas relacionadas con ella?
ImaginarmeaTessaderodillasante mí, con sus carnosos labios bien abiertos, su lengua húmeda,
ansiosaporrecibirme,porsatisfacerme...Quieropresionarmipollacontrasuslabiosytentarla
hastaladesesperación.Puedohacerquesevuelvaloca,comoellaloestáhaciendo conmigo. Su boca es de un color rosa claro, y la curva de sulabio inferior es perfecta, como los labios de un personaje de dibujosanimados.Perounosexi,comoJessicaRabbit.
Joder,estoyperdiendolaputacabezaporella.Estonopuedesernadabueno.Supongoquees
algopositivoelhechodenotenerescrúpulosalahoradesermalo.—Estos labios... y las cosas que podrías hacer con ellos. —Me
detengouninstanterecordandosubocacontralamíaenmihabitación,ydespuésenlasuya—.¿Quieres
quepare?—Lamiroparacomprobaralgúnsignodenerviosismoporsuparte.
Susmuslosmeestrechanconmásfuerzaymetomoelgestocomoun«no»,peroleconcedounos
segundospararesponderantesdeactuar.Secontoneaypega todavíamássucuerpocontraelmíodebajodel
agua.—Nopodemossersóloamigos,losabes,¿verdad?Aloírmispalabras, inspiraprofundamenteyme inclinosobreella.
Presionoloslabioscontralasuavepieldesumandíbula,cercadesubarbilla.Cierralosojoscon
fuerzaydeslizoloslabiosporsumentón, recorriendo su húmeda piel con afecto. Cuando mi boca
alcanzaesepuntodelcuelloqueestájustodebajodelaoreja,exhalaungemidoquemepillaporsorpresa.—Hardin.Lapalabrameatraviesacomounrayo.Suvozesgrave,cargadade
necesidad.Necesidaddemí.Escomoplastilinaenmismanos,ymicorazónlateconfuerzaantela
ideademodelarsuplaceramialrededor. Nunca ha follado con nadie, pero estoy seguro de que
algunavezsehabrácorridomasturbándose.Quierooírcómogimeminombreotravez,delmismomodoenque
necesitovolverasaborearsuboca.—Quiero hacer que gimas mi nombre, Tessa, una y otra vez. Por
favor,permítemelo.—Semehacerarooírmesuplicar.Nos quedamos en silencio, excepto por el sonido de su intensa
respiraciónyellevesusurrodelagua,queformatranquilasondasanuestroalrededor.Ellaasiente.—Dilo,Tessa—continúo.Atrapoel lóbulodesuorejaentremisdientesy lomordisqueocon
suavidad.Ellagimeysemececontramíasintiendofrenéticamente.«Conesonomebasta,Theresa.Séquelodeseas,asíquedímelo.»—Necesitoquelodigas,nena,bienalto,conpalabras,parasaberque
deverdadquieresquelohaga.Deslizo lasmanoshasta suvientrepordebajode la camisetademi
propiedadquecubresucuerpo.—Quiero...—declaraellarápidaydesesperadamente.Sonrío contra la cálida piel de su cuello, y ella suspira. Con esa
palabramebasta.Agarrosucuerpoynotoqueseponetensa,nerviosadepensarquepuedaapartarla.Empiezoasalirdelaguaconellapegadaamí.Tienelosmuslosseparadosysucuerpopegadoamipolla,quesemevaponiendomásduraacadapasoqueavanzo.
La suelto cuando llegamos a la orilla y gimotea. Literalmente. Elsonidohacequesemeconcentre
todalasangreenlaentrepierna.Mesuboalaorillaymevuelvoparaayudarlaasalirdelagua.
Extiendelosbrazoshaciamíconlamiradafijaenmitorsodesnudo.Observocómosusojos
recorren el tatuaje que tengo en el estómago, el árbol muertograbadocontintaenmipiel.Teniendo
encuentaelremilgadolugardelqueprocede,seguroquedetestamistatuajes.Probablementelabeata
desumadreledijeraquelaspersonascontatuajeseranmalasyquesecomíantualmaoalgoasí.
Debedeestaracostumbradaaverlaperfectapiellimpiadelpechodesunovio.Laobservocon
detenimiento mientras sigue mirando, tratando de entender susignificado.Sunovionotieneningún
tatuaje, de eso no me cabe la menor duda. Es muy posible que nisiquieratengalamásmínimacicatriz,nienlapielnienlamente.
Meapartodeellaysequedaquieta,esperandomisinstrucciones.No estoy seguro de qué hacer con ella. Siguemirándome la piel...
¿Porquémemiratanto?Y,loqueesmás importante,¿porquémepreocupa?Mehice los tatuajes
paramí,noparaningunatíasentenciosa.¿Por qué cojones me estoy justificando? Nunca me importa una
mierdaloquelasmujeresopinendemí. Sólo pienso en follármelas y en cómo se deshacen conmis
cariciasmientrasnosdistraemosmutuamente.«Deja de pensar, Hardin.» Soy igual que ella, le doymil vueltas a
todo.¿Porquémeinfluyetanto?Decidoiralgrano:—¿Quiereshacerloaquíoenmihabitación?¿Debería follármela aquí? Podría tumbarla sobre el césped, abrirle
losmuslosyobligarlaagritarminombremientrastrazocírculosensuclítorisconmilengua.Tessaseencogedehombrosmientrasyomeajustoelbóxer.—Aquí—decide.—¿Estásansiosa?—lepregunto.Sientolaatracciónquesucuerpoejercesobreelmíoymepregunto
siellatambiénlosiente.Séque la pongo cachonda, eso es evidente, pero ¿tiene una inmensa
necesidaddetocarme,comomesucedeamíconella?—Venaquí—leordeno.Ruborizada,obedeceyseacerca lentamente.«Másrápido...»,quiero
decirle.No estoy para jueguecitos ahora.Necesito sentirla ya.Necesito que
ellamesienta.Voyafollármela, aquí, sobre la hierba. Voy a tumbarla y a tocar cada
milímetrodesumagníficoypecaminoso cuerpo. Mi camiseta negra está empapada y
completamenteceñidaasutorsocomounguantedelátex.Tengoquequitársela.
Laagarrodeldobladillo inferiory se laquitopor lacabeza.Noestareafácillibrarladelatela
mojada;escomosiquisieraseguirpegadaaella,aligualqueyo.Durante laprimerapartedenuestracitahemoshecholascosasasu
manera,pasandounratoagradable y tranquilo.Esta segunda parte las haremos a lamía.No
estoyacostumbradoaentablarconversaciónniaquemepreguntencosascomoaquiénquieromásenestemundo.Aloqueestoyacostumbradoesautilizaruncuerpocálidoysuaveparaproporcionarleplaceralmío.
DIECISIETE
Estabaapuntodeganar.Estabapreparadoparaganar.Y entonces se dio cuenta de que no estaba preparado para ella en
absoluto.
Extiendo la camiseta mojada sobre el césped a modo de mantaimprovisadaparaquesetumbe
encima.Metiemblanlosdedos.—Échate—leordeno,ylaayudoadescenderhastaelsueloconmigo.Metumbodeladojuntoaellaymeapoyosobreelcodoparapoder
observarlabien.Sucuerpoestáexpuesto,exhibiendosusgenerosospechos;supiel,ligeramente
bronceada,relucebajoelsol.Escomounajugosamanzanarojobrillantealaesperadequeledéun
mordisco.Hevistoamuchas,muchísimasmujeresbastantemásdesnudasqueéstapero,joder,elcuerpodeTessaestáaotronivel.
Mientras asciendo por sus caderas hasta sus firmes tetas con lamirada, sus dos manitas tratan de interrumpir mi recorrido visual. Meincorporoysientolamullidahierbadebajodemí.Ésaeslapartepositivadequenuncaparedelloveraquí.
Laagarrodelasmuñecasyselasapartoaloscostados.—Notetapesdelantedemíjamás—ledigo,ymemiraalosojos.—Esque...—Susmejillasardenderuborydesvíalamirada.Nopermitoqueterminesuridículocomentario.—No,noquieroquetecubras,notienesnadadeloqueavergonzarte,
Tess.Noparececonvencida.¿Quélepasóparaqueseataninsegura?—Lodigoenserio,mírate.—Esquehasestadoconmuchaschicas...Cómo no, tenía que sacar eso a relucir. ¿Qué más le da que haya
estado con otras chicas? No tenemos una relación, ni la vamos a tenerjamás. Ninguna de las chicas con las que he estado eran como Tessa;
algunas se le parecían algo, pero no suelo fijarme en las vírgenesinocentes.Megustaquelasmujeresconlasqueestoytenganlasuficienteexperiencia como para follarme sabiendo lo que se hacen. No soy elprofesordenadie,ymenosenloquealsexoserefiere.
«ApartedeNatalie»,merecuerdaesa irritantevocecillaal fondodemimente.Natalie,esadulce
feligresaconeltraserodemasiadograndecomoparanoadmirarloysucabellonegrocomoel
petróleo. Tenía tan poca experiencia que ni siquiera era capaz deponermeelcondónenlapolla.En
lascatequesisde losdomingosa lasqueacudíadesdeque saliódelúterodesumadrenolehabían
enseñadoeso.—Ningunacomotú—digocuandovuelvoamirarla.Parece nerviosa, tan deliciosamente intacta, y quiero hundirme en
ella.—¿Tienes un condón?—El volumen de su voz disminuye cuando
pronuncialapalabracondón.¿Habrávistoalgunoalgunavez?Natalieloviosóloenlaoscuridad.
«¿PorquécojonesnoparodepensarenNatalieenestosmomentos?»PuedofollarmeaTessayayganaresaapuesta.Puedohundirmeensu
cuerpopuroytomarloquehe venido a buscar. Me está mirando expectante. Cree que soy el
típicotíoquetraeaquíalaschicasparafollárselasenelbosque.Especialmenteaaquellasquenuncalo
hanhechoantes.—¿Un condón? —Me río, y justo en ese instante decido que no
vamosafollaraquí—.Novoyafollarte—ledigo,aunquequierohacerlo.—Ah—replicaTessaconvoztímida,yseincorpora.—¿Adóndevas?¿Porquédaporhechoquetenemosqueirnossóloporquenovoya
tirármela?—Ah.No,Tess,noqueríadecireso,essóloquetúnuncahashecho
nada...nadaenabsoluto,asíquenopiensofollarte.—Intentodetectarsimecree,yañado—:Hoy.
Partedelrubordesusmejillasdesaparece.—Haymuchasotrascosasquequierohacerprimero.Jodersilashay.Voyahacerquemesuplique.Necesitoquesucuerpo
serindaamiscaricias.Cadamilímetro de su ser me pertenece en este momento. La tengo aquí
tumbada,expuestaydispuesta,ypiensoaprovecharmedeello,deella.Memonto sobre su cuerpoy ella sacudeunpoco la cabeza cuando
unasgotasdelaguaqueempapa mi pelo le caen sobre el rostro. Sonrío y observo cómo
cierralosojosesperandoaquecaiganmás.—No puedo creer que nunca te haya follado nadie —digo con
sinceridad.Quieropresionarmicuerpocubiertocontraelsuyoparaquesehaga
unapequeñaideadeloquesentiría sime la follarahoy.Meapoyosobreunodemishombros,
colocolamanoenlagargantadeTessa y deslizo suavemente las puntas de los dedos entre sus
abundantespechos.Parecentansuaves,ysontangrandesquepodríafollármelos.Mimanonollegaacubrirlos
deltodo,perosemantienenperfectamentefirmes.Suspezonessoncomoguijarros esperando a que mi boca los succione. Si me detengo aquí aadmirarlos con el tacto, no seré capaz de mantener la polla en loscalzoncillos.Menos
malquellevapuestoelsujetador.Desciendolosdedosporsuestómago,porlasuaveymodestacurva
desuvientre.Supielseerizay la oigo suspirar.Deslizo lamanopordebajode susbragasyme
detengobrevementeenelbordedela ropa interior. Continúo descendiendo por su coño y busco su
clítorisatravésdelahumedad.—¿Te gusta?—le pregunto mientras lo atrapo entre el índice y el
pulgar.Nocontesta.Estámojada ehinchada.Su cuerpo seha rendido amí
consólounacaricia.Tansólole he empezado a mostrar lo que puedo hacerle sentir. Me inclino
sobreellayrozosuslabiosconlosmíos.
—¿Tegustamásquecuandolohacestú?—pregunto.Libero su clítoris y deslizo un solo dedo por su hendidura. Me
preguntocómoseloharáellamisma.¿Secorreráfrotándoseelclítorisometiéndoselosdedos?Tengolasensacióndequeesmásdeclítoris,quevadirectaalgrano.
—Dime—insisto.—¿Qué?...—Cuandotetocas,¿tegustatantocomoesto?Siguesinresponder...¿Porquénomelodice?Joder,mepone tremendamente cachondo imaginármela tumbada en
sucamadelaresidencia,abiertadepiernasyacariciándoseconesosdeditosquetiene.Tendría
quehacerloensilencioporquesu compañera de habitación está durmiendo, pero se tocaría hasta
llegaralorgasmoysetaparíalaboca con la mano para no gritar. En algunas ocasiones, cuando el
orgasmoesmuyintenso,puedequeinclusosemuerdaellabioysetraguesuspropiosjadeoshastavolver
alarealidad.Necesitosabercómo lo hace, pero siguemirándome como si me hubieran salido
doscabezas.Sólolehepreguntadocómosemasturba.«Vaya.»De repente caigo en la cuenta de que doña Remilgada nunca se ha
masturbado.—Espera...,nuncahashechoesotampoco,¿verdad?—pregunto.Continúo acariciándola, disfrutando del charco de excitación que
cubremidedo.—Tucuerporeaccionaamídeunamaneratanexquisita,yestástan
húmeda...Gime,yesunsonidodeliciosodelahostia.Mecentroensuclítoris
denuevo.Loatrapoconsuavidadentremisdedoshúmedosydejoquesedeslicesuavemente.
—¿Qué... ha sido... eso?—dice, y su voz no esmás que un cálidosusurro.Todasuresistenciase
harendidoamiscaricias.Repitoelplacenteropellizcoytrazopequeñoscírculosconelpulgar.
Tessajadeaahora.Suspiernasse tensanyséqueestácerca.Muycerca.Memueroporver
cómosedeshacepormí.Nopuedocreerquenuncahayasentidolapuraeuforiadelsexo.Joder,nosabeloquesehaestadoperdiendo.
Levanta la espalda del suelo, elevando las tetas haciami rostro.Unlametónnoleharádañoanadie.
Bueno, sí.Medistraeríademiobjetivo.Labesodenuevo, estavezreclamándola seriamente, y dándole justo lo que necesita. Le estoyproporcionandoalgoquenuncahabíasentido.Estácadavezmáslejosdelarealidadgraciasamiscaricias.Amí.
Introduzcomimanolibrepordebajodelsujetadoryrecojosupechoperfecto.Lomasajeoydejo
quenotemásdeunasensaciónalavez.Letiemblanlaspiernas.—Esoes,Tessa,córreteparamí—laaliento.Está tumbada sobre lahierba,mordiéndoseel labio inferior conun
intensoruborenlasmejillas,ysumirada...,joder,meencantasumiradaperdida.—Mírame, nena—le ruego, ymordisqueo la carneque rebosapor
fueradesusujetador.—Hardin —gime con voz densa, negándose a dejarme apartar la
mirada.Estansexi,tanerótica,sinpretenderlolomásmínimo...—Hardin... —Me atrae aún más hacia sí mientras pronuncia mi
nombre.Respiracondificultadaltiempoqueintentarecobrarlacompostura.—Tedaréunminutoparaqueterecuperes—digoylentamentesaco
mimanodesusbragas.Un resbaladizo rastro de su orgasmo reluce en su vientre donde
apoyolamano.Suspira,ymellevolamanoalbóxerparasecármela.La tengo tandura en estosmomentosqueni siquierapuedopensar.
Ellasigueaquítumbada,conexpresión de acabar de vivir elmejormomento de su vida. Sé que
quieremás.YDiossabequeseloconcedería sin dudar. Cada milímetro de mi cuerpo está deseando
penetrarla.Quierooírcómogimeysentircómosusmúsculosseaferranamialrededor.
Perohoyno.Hoynopuedo.Melevantoyrecojolosvaquerosylasbotasdelaorilla.
NotocómoTessameobservamientrasmevisto.—¿Yanosvamos?—preguntaconunavozbajacargadadeduda.¿Quierequehagaquesecorraotravez?¿Quieremásahoraquesabe
lasmaravillosassensacionesquepuedeofrecerlesucuerpo?—Sí,¿queríasquedartemásrato?—Esquepensaba...Nosé.Creíaquetalveztúqueríasalgo...Parecehumillada.¿Porquéibaasentirseasí?¿Seestáarrepintiendo
yadehaberdejadoquelamasturbe?Deberíahaberloimaginado.Tessacambiadeposturaysetapa.Yaestáintentandohuirdemí.Un
momento...hadichoquecreíaqueyoqueríaalgo...—Ah,no.Estoybien.«Meencantaríasentircómotu lenguacaliente jugueteacon lapunta
demipollaenestemismoinstante,peronoformapartedelplan.»Pero,enlugardedecireso,añado«Porahora»,paraasegurarmede
quesepaquevoyadisfrutarlo plenamente cuando suceda. Tessa asiente y se sube los
vaquerosporlaspiernasysecolocalacamisetaporlacabeza.Vercómosevistemeestávolviendoloco.Quieroabalanzarmesobre
ellaydesnudarlaotravez.Se vuelve como si algo entre las piernas la incomodara.No puede
dolerle; no la he penetrado de ninguna manera. Probablemente no estéacostumbrada a estar tan mojada. La idea me hace reír y me ponecachondodelahostiaalavez.
—¿Tepasaalgo?—lepreguntoenelcochemientrasconduzcoporlacarreteradegravilla.
El sol sehapuesto ligeramente, y el aire es cadavezmáshúmedo.Prontoempezaráallover.
—Nolosé.¿Porquéestástanraroahora?«¿Raro?¿Yo?»—Yonoestoyraro,laqueestáraraerestú.—No, no me has dicho nada desde..., bueno, ya sabes. —Le da
demasiadavergüenzasermásespecífica.Lodigoyoporella.—Desdequeteheprovocadotuprimerorgasmo.—Eh...,sí.Nohasdichonadadesdeeso.Tehasvestidoynoshemos
ido.Mehacepensarquemeestásutilizandooalgo.¿Utilizándola?¿Paraqué?Espera,esquelaestoyutilizando.Mierda.Peroellaesonolosabe.Essuinseguridadlaquelahacepensarasí.—¿Qué?Esobvioquenoteestoyutilizando.Parautilizaraalguien
habríasacadoalgoacambio—digomedioriéndome.Peroellano se ríecuando lamiro.Tiene losojos rojosyunasola
lágrimadesciendeporsumejilla.Joder.«¿Estállorando?»—¿Estásllorando?¿Quéhedicho?Nolaentiendo.¿Porquéestátansensible?Y¿porquémesientotan
culpable?Siemprecogetodoloquedigoy lo transforma en algonegativo.Tieneunamuymala
opinióndemí,ynoseloreprocho.Esmuysusceptible.—No quería parecer insensible, lo siento. Es que no estoy
acostumbradoaloquesesuponequetengo que hacer después de estar con alguien; además, no iba a
dejarteentucuartoylargarme.Habíapensadoquepodíamosiracenaroalgo,seguroqueestásmuertade
hambre.—Ledoyunapretónenelmuslo.Ellamesonríe,yelpesarquesentíaenelpechodisminuyedemanera
considerable.—¿Quéclasedecomidategusta?—lepregunto.Noséadónde llevarla.Nuncahesalidoacenarasolasconninguna
mujer.Sí,yaséqueestriste,perolamayorpartedeltiempoquepasoconlasmujerestranscurre
enotrositio.Ella se lleva lasmanosalpelo revueltopara recogérselo.Creoque
megustarávérselo
recogido...,asípodréverlemejorlacara.—Laverdadesquemegustatodo,siemprequesepaloqueesyque
nollevekétchup.—¿No te gusta el kétchup? ¿No se supone que a todos los
estadounidenseslosvuelvelocosesasalsa?Quéraraesestachica.—Notengoniidea,peroesasquerosa.Mehacegracialosegurayorgullosaquesemuestraconrespectoa
sufirmeodioporelkétchup.Seechaareírconmigo.—¿Teparecequeseaunacenasencilla,entonces?Cuando el ambiente en el coche se vuelve demasiado silencioso, le
pregunto:—¿Quéplanestienesparacuandotermineslauniversidad?Mierda,yalehabíapreguntadoeso.Semedafatalconversar.—Tengo intención demudarme a Seattle inmediatamente, y espero
trabajarenunaeditorialoserescritora.Séqueesunatontería.—Semiralasmanos.Noesninguna
tontería; yo tengo el mismo sueño—. Pero ya me lo preguntaste,¿recuerdas?
—No,noloes.ConozcoaalguienquetrabajaenlaeditorialVance;estáunpocolejos,peroalo
mejor podrían hacerte un contrato de formación. Si quieres, habloconél.—Vancemataríaportener
aalguientanbrillantecomoTessatrabajandoallí.—¿Enserio?¿Haríasesopormí?—Sehaquedadopasmada,lonoto
ensuvoz.—Sí,noesparatanto.—Meencojodehombros.Odio recibir tanta atención en este momento. Siento el rebosante
entusiasmodeTessaenelasientodeallado.Conseguirleaalguienuncontratodeformaciónen
Vancenoesgrancosa.Loharíaporcualquiera.Deverdad.—Vaya, gracias. En serio. Necesito conseguir un trabajo o un
contratodeprácticaspronto,yesosería un sueño hecho realidad —dice, y junta las manos con
entusiasmo.
Las junta literalmente, como una niña que acaba de ganar el osogiganteenlaferia.Meentranganasdesonreír.
Mientrasaparco,Tessaparecealgoinseguraconrespectoalacena,yveocómoobservaelaspecto
desfasadodellocal.—Lacomidaaquíesfantástica—legarantizo,ysalgodelcoche.Lacafeteríaestácasivacíacuandonossentamos.Unaancianabajay
rechonchanostraelosmenús,yyointentomiraracualquierpartemenosaTessa.Unavezpedidalacomida, iniciaunaconversaciónconmigo.Intenta
sacarmealgosobremiinfancia,peronoselopermito.—Mipadrebebíamucho;nosabandonócuandoyoerapequeña—me
sueltaderepente.Yonodigonada.Mequedomirandoelplatoconelceñofruncidoe
intentonoimaginármeladeniñaescondiéndosedesuversióndelborrachodemipadre.Permanezco sumido en mis pensamientos durante el trayecto de
regreso.CentrolaatenciónenusarlosdedosparadibujarpequeñasfigurasenlapiernadeTessa.—¿Lohaspasadobien?—preguntacuandollegamosalcampus.Sufraseestácargadadeexpectación.Lociertoesquesílohepasadobien.Megustaríavolvera«pasarlo
bien» con ella y hacerla gemir mi nombremientras la penetro con losdedosunayotravez.
Pero,enlugardeeso,ledigo:—Laverdadesquesí.Oye,teacompañaríaatucuarto,peronotengo
energíasparasoportarelinterrogatoriodeSteph...
Me vuelvo hacia ella. Está decepcionada, aunque se esfuerza pormanteneresafalsasonrisaensu
rostro.—Tranquilo.Nosvemosmañana—diceconpesar.Sé que no quiere marcharse, y la idea me complace. Se me queda
mirando,esperandoaquediga
algo.Nolohago,peroalargolamanoylecolocounmechóndepelosueltodetrásdelaoreja.No
tengomuchoque decir, pero quiero volver a tocarla.Quiero sentiresainmensacalmaqueme
infundecuandometoca.Vuelvelamejillaylaapoyaenlapalmademi mano. Parece una versión más joven de sí misma, abierta yaguardándome.Tirode susbrazosparaque seacerque.Lanecesitomáscerca.Obedece,atraviesalaconsolacentralysecolocaahorcajadassobremiregazo.Micuerpo
estácalientetrashaberrecibidoelsolvespertino,ylasmanosdeellarecorrenconavidezlatintade
mivientreporencimadelafinacamiseta.Vibroalsentirlascariciasdelaspuntasdesusdedos.
Tiento su lengua con lamíay acepto todo loquequieradarme.Lerodeolaespaldaconlos
brazosy laaproximoamí todo loposible.Siguesinser suficiente.Necesitomás.Nuncaessuficiente
conella.Mismanosasciendenporsucálidoestómagoy,derepente,nosinterrumpeeltonodellamadamásdesagradabledelmundo.
—¿Otraalarma?—lepregunto,yellarebuscaensubolso.La pantalla de su viejo móvil es pequeña, pero lo bastante grande
comoparaqueveaelnombrequeapareceenella:NOAH.Suqueridonoviodel instituto laestá llamandomientrasellaestáen
micochemetiéndomelalenguahastalagarganta.Rechazalallamadaymesonríe.¿Enserio?
Supongoquenoestaninocentecomocreía.Unbuenorgasmoparecehaberacabadoconsusentido
delamoralidad,gemidoagemido.Caigoenlacuentadequenovaacontarlenadadeloquehapasado
hoy.Niunapalabra.Vaabesarme,asalirdemicocheyallamaralpijodesu novio en cuanto llegue a su cuarto.Le dirá que lo quiere.Él hará lopropioyellasonreirádelmismomodoquecuandoyolabesé.
Selameloslabiosyseinclinaporencimadelaconsolacentralparabesarmedenuevo.«No,no...»
—Tengoque irme.—Suspiroymequedomirandohaciaadelantea
travésdelparabrisas.—Hardin, he rechazado la llamada—dice a la defensiva—. Voy a
hablarconéldeesto.Aunquenosécómonicuándo,peroserápronto,teloprometo.Vaya,parecequemeequivocabaconrespectoalodesupérdidadela
moralidad, pero esto es peor de lo que pensaba. Se ha pasado la tardeconmigo,y¿ahoravaaromperconsunoviodelainfanciayesperaqueyolosustituya?
«No,no.»No.»El ambiente del coche se está cargando, y siento que me asfixio
mientrasTessaaguardaunarespuesta.—¿Quevasahablarconéldequé?—lepregunto,conscientedeque
nodeboseguiralimentandoaestecachorromásdeloquelohehechoya.—Detodoesto—diceagitandolamanoporelcocheymeneandoel
airedenso,yestoyconvencidodequevoyaasfixiarmeconél.¿Cómo cojones se me ocurre hacer todo esto con ella? Debería
habérmelafollado,sinnadadecenitasdebatiendosobreelkétchupnicharlassobrenuestrosplanes
defuturo.Ahoraquiereformarpartedemivida,comohacensiemprelasmujeres.Puesestábienloca
sicreedeverdadqueesovaasuceder.—Denosotros—añade.Hausadolapalabranosotros,ymeaterradelahostia.—¿Nosotros?Noestarásdiciéndomequevasa romperconél...por
mí,¿verdad?De repente siento todo su peso sobre mi regazo, como un firme
recordatoriodeporquénomevan lasvírgenes.Ni siquieraparaNatalie fue la primeravez; había
perdidolavirginidadconunchicodesuiglesia«experimentando».—¿Es que... no quieres que lo haga?—dice arrugando el ceño con
confusión.«Joder,estovademalenpeor.»
—No, ¿por qué ibas a hacerlo?A ver, si tú quieres dejarlo con él,hazlo,peronolohagaspormí.
—Pero...creíaque...—Yatehedichoqueyonobuscounarelación,Theresa.Se encoge, dolida por mis palabras. Esto es peor de lo que había
imaginado.Unapartedemíquieredecirlequenopretendoseruncapullo,que llevoestaactitud
enmisgenesyquenoesculpamía.Nisuya.Aunque,enrealidad,síqueesculpamía.Esculpamía
notenerniunapizcadeloqueseaquehayaque tenerparaque lagentequieraemparejarseyvivir
felices para siempre mientras retozan en campos de flores silvestres.Sencillamentenosoycapaz.
—Eres un gilipollas. —Se levanta de mi regazo y recogeapresuradamentesumóvilysubolso.
Su súbita ausencia sobre mi cuerpo me tortura, tanto como latormentagrisquesehaformadoen
susojos.
—¡No quiero que vuelvas a acercarte a mí! ¡Lo digo en serio!—grita,ysedisponeamarcharse.
La voz deNatalie dirigiéndome esasmismas palabras con los ojosllenosdelágrimasresuenaen
mi mente a través de un altavoz. Los ojos de Tessa están sólovidriosos, pero sé que se está aguantando el llanto por orgullo. Nosparecemosmuchoeneso;el tremendoe irracionalorgulloque tenemospodríallegaraserpeligroso.
Abrelapuertadelcocheysalesinmirarmesiquiera.Daunportazodeliberadoyrecorreel
parkingapasoacelerado.Arrancode inmediatoy suboelvolumendelaradio.Necesitoqueelruido
silencie elhuracánque se está formandoenmimente.Me tiemblanlasmanosynopuedopararde
darlevueltasalacabeza.Natalie,Theresa,Natalie,Theresa.Natalieestáenelporchede lacasademimadreenHampsteadcon
una mochila estudiantil de flores pegada al pecho y los ojos rojos
inundadosdelágrimas.«Porfavor,Hardin—lloraba—.Notengoadóndeir.»Estabasuplicando.Unanubedevaporempañabaelaire fríodelante
desurostromientrashablaba.Nofuicapazdedejarlapasar.Nopudehacerlo.Teníaentendidoque
sufamiliaylaiglesialahabíanrepudiado,quelahabíanechadodesusdossantuarios.Meparecíatan
jovenenesemomento...;susojosazulesbrillabanatravésdelaoscuridadmientrasesperaba,con
laesperanzadequecambiaradeidea.Peronolohice.Joder,nopodía.Nopodíadejarquesequedaraenmi
casa.Mimadrecasinuncaestaba allí, lo que significaba que estaría conmigo todo el tiempo.
¿Quépodíahaceryoporella?Noqueríatenernadaqueverconellay,aunqueasífuera,nopodíahacer
nadaporayudarla.Mipadreeraunborrachoque lahabríadespertadoal entrar tambaleándose en la
húmedacasa.Lasparedesteníanmanchasdehumoysuolorsehabíafiltradodemanerapermanente
enlatapiceríadelosmuebles.¿Dónde iba a dormir si él regresaba de repente? Llevaba años sin
aparecer,peromimenteinfantilcreíaquevolvería.Eraunestúpido.Ahorahavuelto.Tieneunabonitafamiliayviveenunaenormecasa,
ydetestolacantidaddevecesqueesepensamientomevienealamente.Yame he trasladado a otro país para vivirmás cerca de él, pero lo tengograbadoenlacabezatodoelputodía.
Elruidodeunclaxonmedevuelvealpresenteydoyunvolantazo,loqueprovocaqueel
monovolumenmepitedenuevo.Noveoconclaridad;elmundomásalládelparabrisasesunborrón.
Parpadeo unas cuantas veces y alargo la mano hacia el dial de laradio.Necesitodetenermeaun
ladodelacarretera.Medueleelpecho.Sientounconstantemartilleomuscularenmiinterior.Estan
intenso queme tiemblan los huesos.Unas gotas de sudor, o tal vezlágrimas,meempapanlapiel.Me
lassecoavergonzado.—¡Joder!—gritoaldensoambiente.Necesitooxígeno.Tengolasensacióndequesemecierralagarganta
y abro la ventanilla. El fresco aire otoñal se abre paso y relaja mirespiración.
Veo el rostro de Natalie en mi mente tan claro como si la tuvieradelante.JuntoaellaestáTessa,y
ambasseríendemíacarcajadas.Seestánburlandodelainfluenciaque ejercen sobre mí. La omnisciente sonrisa de Tessa se ilumina, yNataliedesaparece.¿Quécojonesmeestápasando?TengoquealejarmedeTessa.MeimportaunamierdalaApuestayquedarcomounidiotacuandoZedgane.
Zed.Su nombre me hace vacilar. No soporto imaginarme su cuerpo
sudorososobreeldeellamientraslapenetra.Cierrolosojosyapoyomimejillaardientecontraelfríovolante.En
menudolíodemierdamehemetido.
Cuandollegoaclase,Tessanoestáensusitio,queestávacío,comoeldeLandon.Mesientoysacoel
móvil.Hay unmensaje deLogan en el queme invita a tomar algodespuésdecomer.Lerespondoque
noyvuelvoaguardarmeel teléfonoenelbolsillode losvaquerosnegros.Meestánunpococeñidos,
pero no importa.Tengo las piernas demasiado largas y parezco unpayasosimepongopantalones
anchos.Tengounamanchaderotulador(oigualesdemaquillaje)enlamangademicamisetablanca.
Nomeapetecíahacerlacolada,yalgunasdelascosasqueseponenlasmujeresenlacaradebende
serbiopeligrosascomomínimo.Estoydistraídopensandoenmidesagradablefaltadehigienecuando
Tessaentraporlapuerta.Lamirodirectamenteconlaintencióndequesusojosseencuentrencon
losmíosmientrasavanzahacia
laprimerafila.Mesorprendequenosesienteenotrositio.Pensabaquesuodiohaciamíseríatan
fuertequeharíaalgoasí.—¿Tess?—susurroatravésdelreducidoespacioqueseparanuestros
asientos.Ellafingequenomeoye,perohenotadoelrespingodesushombros
cuandohepronunciadosunombre.—¿Tess?—Tragasaliva,ysupechosehinchaysedeshinchaconuna
lentitudantinatural.Latensiónqueemanadenosotrosespalpable.—Nomehables,Hardin—dice,yseponefirmeparaindicarmeque
noestádebroma.—Vengaya.—Intentoengatusarlaconunasonrisa,peronocuela.Selameloslabiosydice:—Lodigoenserio,Hardin.Déjameenpaz.—Vale, como quieras.—Si quiere hacerse la difícil, yo también sé
serlo.Vayasilosé.Landon interviene en la conversación como un cachorrillo
preocupado.—¿Estásbien?—lepreguntaaTessa.—Sí,estoybien.—Asienteella,ysevuelveligeramenteparadarme
máslaespalda.
Lasemana transcurreconnochesenvelay tentadoras llamadasporpartedelasbotellasqueestánbajolapila.Cadavezsemehacemásdifícilresistirme a ellas. Cuando llega el viernes estoy agotado de la hostia.Tengo un aspecto de mierda y me siento como tal. Cuando llego aliteratura,Landonestá
sentadoensusitioymemirainmediatamente.—Tengoquehablarcontigo—dice.Echo un vistazo a mi alrededor para ver a quiénmás podría estar
dirigiéndose.Nopuedeestarhablándomeamí,peroTessaacabadeentrarporlapuerta,asíquepodríaser.
—Sí,esati—dice,ypareceaúnmáscabreadoqueantes.Ocupomisitioypasodeél.Cruzolaspiernaspordebajodelamesa,
meinclinohaciaatrásymeapoyocontraeldurorespaldodeplásticodelasilla.—Quería transmitirteuna invitaciónparaquevengasacenardentro
deunosdías.Nuestrospadrestienen algoquedecirte.—Parece percatarse de su propia estupidez,
porquesecorrige—:Mimadreytupadre.¿«Nuestrospadres»?¿Esquehaperdidolaputacabeza?—¡Novuelvasadecirnadaparecido,gilipollas!Landon se dispone a levantarse presionando las manos contra la
superficiedelpupitre.Noseatreverá.—¡Déjalo en paz! —grita Tessa, y me agarra de los brazos para
evitarquemeabalancesobreLandon.Tienequeaprenderameterseensusputosasuntos.Bajo losbrazos.
«Alamierdaconesto.»¿Porquéhatenidoqueaparecer?—Méteteentusasuntos,Theresa.Ella se inclina sobre su mejor amigo y le susurra algo. «Mejor
amigo»esunaexpresiónabsurda,peroseguroqueestosdospetardoslautilizan.—Nada.Esqueesuncapullo,básicamente—diceLandonenvozalta
mientrasesbozasusonrisamásencantadora.LarisitadeTessameirritamucho.SevuelvehaciaLandon.—¡Tengobuenasnoticias!Vaya.Estáactuandodelantedemí.Seguroquepiensaquenomedoy
cuentadesucomportamientoinfantil.—¿Enserio?¿Elqué?—¡Noahvaaveniravisitarmehoy,ypasaráaquíelfindesemana!Unapunzadadecelosseapoderademíymecrispatodosycadauno
demisnervios.ConcadapalmadaquedaTessa,sientocómomiabrasadoramiradacalientasu
piel,ycadavatiode
luminosidad que emana de su sonrisa aumenta los vehementestembloresdemismanossobreel
pupitre.—¿En serio? ¡Eso es genial! —exclama Landon con sinceridad, y
ningunodelosdosmeprestaatencióncuandofinjotenerarcadas.
DIECIOCHO
Ahora que había conocido a la chica, empezaron a aumentar sustemores.Nuncahabíatenidodemasiadacompetenciaenloquealafectodelasmujeresserefería.Ningúnotrohombresehabíainterpuestojamásensusbrevesencuentrosconellas.
Hasta que apareció aquel chico perfecto de cabello dorado, con unlibroqueconteníatodossussecretos.Sabíaqueaquelchicolahabíavistocrecer; había estado a su lado durante la mayor parte de su vida, yprobablementelaconocíamejorquenadie.Erafácilmentedetestable,peroalfinalsediocuentadequeélnoeralacompetenciaenabsoluto.
Mientras recorro el vestíbulo de la residencia de Tessa, intentoquitarmeesospensamientosdelacabeza.Nohagomásqueimaginármeladesnuda debajo del cuerpo de ese niño bonito. Lleva el cárdigan atadoalrededordeloshombrosmientrasselafolla.
Sinofueraporquemedanáuseas,laimagenmeresultaríachistosa.Llamoa lapuertadeTessaunavezantesdegirarelpomoyentrar.
Noestácerradaconllave,loquesignificaquesunovioyellanotienenplaneadonadademasiado
salvaje.Noah y ella están sentados en la cama a oscuras, yTessa da unrespingoalvermeyseapartaunpocodeél.
—¿Quéhacestúaquí?—ladra,yelevalavozaldarsecuentadequiénacabadellegar—.¡No
puedesirrumpirenmicuartodeestamanera!Sonríoalaadorablepareja.—He quedado con Steph. —Me siento en el borde de la cama de
Steph,sabiendoqueesunamentiradescarada.MevuelvohaciaNoahparaevaluarsuniveldecabreo.¿Seráuntío
majoounestiradocomoTessa?Seguroquesecabreacomounamonaencuantopronunciesu
nombre.
—Hola,Noah,mealegrodevolveraverte.—Meplanteoestrecharlelamano.
Seguroqueestáacostumbradoahacerloenelclubdecampoalquepertenece.
—Está con Tristan, probablemente en tu casa —dice Tessaescupiendolaspalabrascomosi
intentarainsinuarmequemelargue.«Todavíano,rubita.»—¿Ah,sí?—digoparasacarladequicio—.¿Vaisaveniralafiesta?Eso sería mucho más divertido. El tipo encajaría en la casa de la
fraternidad,elrestodelospijosrubios lo obligarían a beber cerveza del barril haciendo el pino en
cuantoentraraporlapuerta.Sualmapura se veríamancillada, yTheresa tendría quebuscarseotro
guaperasrubio.Pobrecita.—No..., no vamos a ir. Estamos intentando ver una película —me
contesta.Noahmueve lamano en la oscuridadymehorrorizo al ver que la
colocasobreladeella.Perciboloincómodaqueestáinclusoatravésdelapenumbra.—Quépena.Serámejorquememarche...—Alvolverme,partedela
presiónquesientoenelpechodesaparece—.Ah,Noah...—Hagounapausaentremispalabras
yesperoparavercómoTessaseechaatemblar—.Llevasunachaquetapreciosa.Parecealiviadaalcomprobarquenovoyamontarunaescena.—Gracias,esdeGAP—merespondeél.Elpobrenotieneniideadequemeestoyburlando.—Meloimaginaba.Queosdivirtáis—digo,ysalgodelahabitación.Meardeelpechomientrascierrolapuerta.Menudopelele.
DIECINUEVE
Justocuandosuvidaempezabaacobrarunpocodesentido,algolasacudiódenuevo.Creíaqueteníaelcontrolabsolutodesímismo,deella,de todo. Se estaba resistiendo a la dulce tentación del amargo licor.Noqueríanecesitarlodelmodoenquelohabíanecesitadohastaquesevioalteléfono hablando con su padre, escuchando los detalles de su nueva (ymejor)vida.
Despuésdecolgar,notuvootraopción.Estabacompletamentesoloconsuúnicaamiga.Labotelladewhisky
estabacasivacía,comoél.
Cuandollegoacasade losScott,aparco justoenmediodelacceso.Detestoestapreciosacasa,que
descansa sobre un perfecto césped verde. Ken y Karen pagan unabuenapastaparaquelesarreglenel
jardín;fijoquetambiénpaganunabuenapastaparaquelosarreglenaellos.Seguroquealarecién
prometida de Ken le encanta vivir aquí. Probablemente disfrutegastándosesudineroen
emperifollarse.Estoyqueechohumo.Estoycabreadoynolosuficientementeborrachocomoparaaguantar
gilipolleces.¿Quéclasedepadredemierdaleanunciaasuúnicohijoquevaacasarseconotra
mujer justo cuando estás empezando a conocerlo? Ésa es justamente larazónporlaquenoqueríasabernadadeél.Mejodemogollónquesóloquedarauncuartodelicorenesabotella.Mevaaestallarlacabeza,tengola garganta seca y me muero por un trago de whisky. Ken Scott tieneguardadasmuchasbotellascaras.
Siempre que alguno de sus pijos colegas de suéter sin mangasregresandesusvacacionesaEscocia
leregalanuna.Elcabróndemipadrevaavolveracasarse,ymelo
sueltaasí:«Karenyyovamosacontraermatrimonio.Pronto,muypronto».«¿Acontraermatrimonio?»¿Nohabíaunaexpresiónmenosnatural
queésa?¿Yduranteunaputaconversacióntelefónica?—Vamos a contraer matrimonio —repito mientras subo los
escalonesdelporchededosendos.El hombre tiene tantos arbustos podados con formas ornamentales
quetengolasensacióndeestarenlaputaselvadeWillyWonkaoenlaputafábrica,ocomocojones
sellamara.Eshorrible.Antesquenada,necesitomáswhisky.—Estoyaquí—exclamoenlaoscuridad.Meencuentroenunaprieto.Estoyborracho,peronotantocomome
gustaría.Necesitomásalcohol.Kentienemásalcohol.Siemprelotiene.Llamoalapuertaynadieabre.Estaestúpidayostentosacasamodelo
deladrilloesdemasiadogrande.—¿Hola?—grito hacia el oscuro patio, pero sólo me responde el
intensochirriardelosgrillos.Todos losvecinos tienen las lucesdelporcheencendidas,yencada
casahayaparcadountodoterreno con el parachoques repleto de pegatinas de la WCU.
Todoslosacadémicosdesueldoexcesivode launiversidadviven en esta calle.Mebajo el gorrode
lanagrisunpocomásconelfindequelosvecinosmeveanconunaspectoaúnmáspeligrosoqueel
quetengodecostumbre.Landon abre la puerta antes de que me dé cuenta de que estoy
aporreandolamaderaconelpuño.Tengolosnudilloshechosmierda.Nuncaledoytiempoalapielde
quesaneantesdedesgarrármeladenuevo.—¿Hardin?—diceconvozgrave,comosiacabaradedespertarlo.—No—contesto,ypasoporsuladohaciaelrecibidor.Voy directamente a la cocina y levanto la voz para que me oiga
mientrasmesigue.Decamino,
reparouninstanteenelenormeyrecargadosofárepletodevolantesenelqueparecequealguienhayavomitadofloressobreél.
—Esotrapersonaidénticaaél,sóloqueaestemodeloaúnleparecesmáscapulloquealmodelo
anterior.Abro el armario de la cocina e inicio mi búsqueda. Desde que se
desintoxicó,midonantedeesperma,esdecir,Ken,sehadeshechodecasitodoelalcohol,pero
séqueconservaalmenosunabotelladewhiskyescocés especial.Puedequeseaunrecordatorio,o talvezunatentación,peroséquelaadora, laguardacomosi fueraun tesoro.Enel tiempoque llevoaquí, loheoídohablarmásdeesa
estúpidabotellayconmásplacerquedesupropiohijo.Cadavezlaguardaenunsitiodiferente;no
sé si la esconde de sí mismo o si la utiliza como un recordatorioconstantedesuabstinencia.Seacomosea,ahoraesmía.
—No están aquí. Mi madre y Ken están pasando el fin de semanafueradelaciudad—meexplica
Landon,aunqueyoyalosabía.Me quedo callado. No tengo ganas de conversar con mi futuro
hermanastro.Laideamedaganasdevomitar.Noquierotenerunafamilia,nihermanosdelosqueestar
pendienteyviceversa.Quieroestarsoloyocuparmedemímismo.Sigobuscando,estavezenlahabitacióndeKenyKaren.Esuncuarto
enorme,losuficientementeampliocomopara albergar tres camasking-size como la cama con
doselquetienenenelcentrodeldormitorio.Tantolacómoda,comolasmesillasdenocheylacama
sondeoscuramaderadecerezo,aligualquelamesadeldespachodeKen.Menudocapulloobsesivo.Esunahabitaciónespantosayfeadecojones,asíqueesperoqueKen
yKarenseanfelicesaquícon sus muebles a juego y su vida perfecta. Tiro de la cadena del
armarioparaencenderlaluzypasolasmanos por los estantes.Después de palpar algo de polvo y una
caja,misdedostocancristal.Bingo.Bajolabotellaconcuidadoylimpiolafinacapadepolvoqueseha
acumuladosobreelladesdela última vez que Ken la mostró en público. Giro el tapón
inmediatamente y siento una tremenda satisfacción cuando el plástico serompeydesgarraelperfectosello.
Elwhiskymequemalalenguaymeescueceenunpequeñocortequetengoenelinteriordela
mejilla.Disfrutodelsaboryeldensoylentoardordelfinolicor.AKenScottsiemprelehagustado
el scotch, es un auténtico aficionado a esta bebida. Tiene un saborincreíble,muysuave,peroalavezmuyintenso.Personalmenteopinoqueesunpocopretenciosa,ymedecepcionódescubrirqueeselúnicowhiskyqueprocededeEscocia.Cabronespresuntuosos.Amítambiénmeencantaelsabor,es
algo que heredé de la corta lista de contribuciones de Ken a miexistencia.
Ya llevo media botella, todo me da vueltas, y creo que deberíaacabármela.¿Porquéno?Mipadre
nose lamerece;nisiquieramerecevolverabeber.Cuandodecidiódejar de caer en la tentación, perdió el derecho aposeerunabotella tanexquisita.
Además, él ya tiene bastantes cosas buenas y perfectas. Como sunuevohijo,porejemplo,que
ahoramismoparececreerquepuedeevitarmiobjetivodehacerquesunuevopapaítosesientatan
desgraciadocomoyo.Kentieneunaprometidaperfectaquemantienesiempreladespensaysu
estómago llenos. Ella no debe trabajar turnos de ocho horas paradespuésacudircorriendoaotrotrabajo.Notienequealinearlasfacturassobrelamesadelacocina,alaquelefaltaunapata,paraescogerlaquenovaapoderpagarestemes.Porlasvecesquehehabladoconél,parececreerque
todonosibabienenHampstead,yyoculpodepartedeesailusiónamimadre,queteníamásorgullo
quecerebro.
Su casa está impoluta, hasta el frigorífico lo está, sin marcas dehuellasenelaceroinoxidable.Me
lamolosdedosylospasoporelmetal.Landonresoplaymaldiceamisespaldas.—¿Te has bebido la botella entera?—pregunta mirando con unos
ojoscomoplatoslabotellaquesebalanceaenmimano.—No,todavíaquedalamitad.¿Quieresunpoco?—lepregunto.Retrocedehaciaelcomedorconlasmanoslevantadas,ylosigo.—No.Elhijoperfectoquenobebe.Quémono.—Creíaqueyanobebías—dice.Me vuelvo hacia él y me aferro a una enorme vitrina llena de
relucientes platos caros para no caerme. ¿Qué cojones sabe de misproblemasconlabebida?
Clavolosdedosenlamadera.—¿Acuentodequédiceseso?Alinstantesedacuentadequesesuponíaquenodebíadecirnadade
esodelantedelpobrechicotraumatizadoyabremucholosojos.—Sólodecíaque...—Intentavendermelaburra.—Déjalo.—Levanto lamano con la botella y él retrocededesde el
comedorhastaelsalón.No va a dejar de hablar.Va a insistir y a insistir.No tengo ningún
controlsobreél,sobrenadadeloqueestápasandoenestemomento.Joder,elcapullodemipadreva
a casarse, estoy borracho y cabreado, y este gilipollas no sabe cuándodejardeagobiarme.
Agarrolaesquinadelavitrinaquetengoalladocontodalavajilladeporcelanadentro.
Seestápasando.—Tupadredijo...Y ahora ha llegado mi turno de pasarme. Antes de que termine la
frase,tirolavitrinaalsuelo,ylo hago con tanta fuerza que se me cae la botella en el proceso.
Landongritaalgo,peroconelruidodelaporcelanahaciéndoseañicosnoconsigooírelqué.
—¡Largodeaquí!¡Quieroquetemarches!—mechilla.Meagachoyrecojolabotelladeentreelrevoltijodecristalesrotos,
maderaastilladayfragmentos de platos de color blanco y azul.Me corto la punta del
dedoymelamolasangremientrasmeasegurodequelabotelladewhiskyestéperfectamentecerrada.—SeguroqueaTessaleencantaríaveresto—looigogritarcuando
abrolapuertatrasera.«¿Tessa?»QuieropreguntarlequécojonespintaTessaen todoesto,
peronoquierodarlelasatisfaccióndesaberquepuedeutilizarlaenmicontra.Porelmotivo
quesea,creequesoltándomesunombrevaaconseguirquemecalmeyquedejedebeber,ynopienso
permitirquesepaqueestáenlo cierto. Paso de él, aunque no quiero hacerlo, y salgo al patio
trasero.El ambiente es cálido pero tranquilo. Está empezando el otoño; las
calurosasnochesdeveranoprontosetornaránfrescas,yesasnochesfrescasprontosetornarán
gélidas.Lapróximavezquelacaguepiensotrasladarmeaalgúnsitiodondehagamáscalor.—«Seguro que a Tessa le encantaría ver esto»—digo en voz alta
imitandoeltonodeLandon.Estaba intentando hacerse el listillo informándome de que ella no
aprobaríamidestructivapataleta.—¡Tessa,Tessa,Tessa!—gritoalaoscuridad.Inclusoestepatioesperfecto.Escasitangrandecomouncampode
fútbolamericanoyestárepleto de altos árboles que dan buena sombra durante el día y
formanunnegromantodeoscuridaddenoche.
Todomedavueltas,yelsilencionoayuda.Bebootrotrago.Unosminutosmástarde,elchirridodelapuertamosquiterahaceque
melevantedeunbrinco.Tessa está en el umbral, delante de Landon. Se dirige hacia mí y
sientoqueelpesodelabotellaquetengoenlamanoaumentaacadapasoqueda.Tienesusojosclaros
fijosenmí.¿Es real? Su pelo rubio brilla tanto bajo las luces del patio... Está
resplandeciente.Enfadada,peroradiante.¿Deverdadestáaquí?Creoquesí...debedeestarlo,amenosqueel
whiskycontuvieraalgúnalucinógeno.—¡¿Quéestáshaciendotúaquí?!—lepregunto.SigosulíneadevisiónhastaLandonymequedohelado.Quécabrón.—Landonmeha...—empiezaaresponder.—Joder,¡¿lahasllamado?!Landonpasademí,entraencasaycierralapuerta.Tessameseñala.—Déjalo en paz, Hardin. Está preocupado por ti —defiende a su
amigo.Elhermanoperfectoconsuamigaperfecta.Suele hablar siempre con suavidad, excepto cuando está cabreada.
Tieneunosojosmuybonitos,demasiado perfectos para esa cara tan dulce. No puedo seguir
mirándola,me está dando dolor de cabeza.Tengo que adivinar qué estápensando,yyahetenidounanochebastantelargadeporsí.Mesientoalamesadelpatioylainvitoasentarseenfrentedemí.
Cuandolohace,bebootrotragoyellameobserva.Sientocómomejuzgaconlamirada.Golpeo
la mesa de cristal con el culo de la pesada botella y Tessa da unbrinco. Debería marcharse. No debería estar aquí. Landon no deberíahaberla llamadonihaberlepedidoqueviniera.Además,¿quéhaceaquí?Sunoviohavenidoaverlaestefindesemana,yseguroqueaestashorastocabanabrazos
segúnsuagenda.La ideame da escalofríos. Landon no tenía ningún puto derecho a
pedirlequeviniera.—Menuda pareja. Qué predecibles sois. El pobrecito Hardin está
enfadado,¡asíqueosaliáiscontramíparaintentarhacerquemesientamalporhaberdestrozado
unaputavajilla!—Lesonríoparaquesepaqueenlafuncióndeestanochesoyelvillano.—¿Nodecíasquenobebías?—inquiere.Está intentando entender quién soy. La tengo confundida, y no lo
soporta.—Y no lo hacía. Hasta ahora, supongo. No seas condescendiente
conmigo;túnoeresmejorqueyo.—Laseñaloconeldedo,usandosupropiatécnicadereprimenda
contraella.Nopareceimpresionarlemigesto.Bebootrotrago.—Nohedichoqueseamejorquetú.Sóloquierosaberporquéestás
bebiendo.Nunca entenderé qué le hace pensar a esta chica que puede
preguntarmeloquelevieneengana.¿Sabeloquesonloslímites?Notieneninguno.—Y ¿a ti qué te importa? ¿Dónde está tu «novio»? —le suelto
mirándoladirectamentealosojos.Apartalamirada,incapazdemantenerlamía.—Está enmi habitación. Sólo quiero ayudarte,Hardin.—Alarga la
manoparatocarme,yyoapartolamíaantesdequelohaga.¿Quéhace?Estodebedeseralgunabromamacabra.Landondebede
haberlepedidoquevengayquesemuestreamableconmigoparadomaral león.¿Porqué ibaa
tocarme,sino?—¿Ayudarme?—Meechoa reír—.Sideverdadquieresayudarme,
lárgate.—Agitolabotellaymimanoendirecciónalapuerta.—¿Porquénomecuentasquétepasa?—insiste.Sabíaque loharía.Los rizosde supelo sueltodescansan sobre sus
hombros.Llevaropacasual,yparecemásjovenquenunca.Apartalosojosdelosmíosysemiralas
manossobresuregazo.Porinercia,mequitoelgorroymepasolamanoporelpelo.Huelo
elwhiskyqueemanapormisporos,ypuedooírlalargaypesadarespiracióndeTessa.Empiezoa
respirarasuritmo,yderepente
mepreguntoquécojonesestoyhaciendo.Prefiero que hablemos a que estemos aquí callados en este tenso
silencio.—Mi padre ha decidido contarme, precisamente ahora, que va a
casarseconKaren,yquelabodaeselmesqueviene.Deberíahabérmelodichohace tiempo,ydesde
luego no por teléfono. Estoy convencido de que Landon el perfecto losabedesdehacetiempo.
Tessamemiraalinstante,yparecealgosorprendidadequemehayaprestadoahablarcontanta
franqueza.Nopretendíaentrarentantosdetalles.Culpodeelloalwhisky.—Seguroqueteníasusmotivosparanodecírtelo—lodefiende.Cómo no. Ken Scott es como ella: guapo, refinado..., y siempre el
buenodelapelícula.—Túnoloconoces.Noleimportounamierda.¿Sabescuántasveces
hemoshabladoenelúltimoaño?¡Unasdiez!Loúnicoqueleimportaessuenormecasa,suahora
futuraesposaysunuevohijitoperfecto.—Doyotrotragodelabotellaymesecoloslabiosconel
dorsodelamano—.Deberíasverel cuchitril en el que vivemimadre en Inglaterra. Ella dice que le
gusta,peroséquenoesverdad.¡Toda lacasaesmáspequeñaqueeldormitorioque tienemipadre
aquí!Mimadreprácticamentemeobligó a venir a estudiar aEstadosUnidos, para que estuvieramás
cercadeél,¡ymiracómohasalidotodo!—¿Cuántosañosteníascuandosemarchó?—preguntaTessa.No sé si siente curiosidad, compasión o si sólo es una simple
pregunta.Vaciloantesderesponder.—Diez.Peroinclusoantesdequesemarchara,nuncaestabaencasa.
Sepasabacadanocheenunbardiferente.YahoraesdonPerfectoyposeetodaestamierda...—
Señalohacialacasa.Unasmacetasconcoloridasfloresdecoranelescalóndelaterrazade
madera,paraacabardecompletareldecorado.—Sientoqueosabandonara,pero...—No,nonecesitotucompasión—lainterrumpo.Siempreestáexcusandoatodoslosquelarodean.Esfrustrantedela
hostia.Noconoceamipadre.Ellano tuvoque soportar toda sumierdahastaquedesapareció,niechódemenosdespuéstenerquehacerlo.
—Noescompasión.Sólointento...«¿Juzgarme?»—¿Quéintentas?—lapresionoparaqueresponda.—Ayudarte.Estaraquíparati.Lodiceen tonoamable.Esuna lástimaquenosepanada sobremí.
Nosabeaquiénestáintentandoayudar.Debeentenderquenosoy reparableyqueestáperdiendoel
tiempoaquí.Tienequelargarseynovolverahablarmejamás.—Erespatética.¿Novesquenotequieroaquí?Noquieroqueestés
aquíparamí.Sóloporquemehayaenrolladocontigonosignificaquequieranadadeti.Peroaquí
estás,ydejasal«majo»detunovio,quesorprendentementesoportaestarcontigo, para venir a verme e intentar «ayudarme». Eso, Theresa, es lapuradefiniciónde lapalabrapatética—digo, y observo cómo sus ojosgrisessetransformanenpiedra.
—Sé que no has querido decir eso. —No me conoce, pero sabeinterpretarmeperfectamente.
Decidoasestarelgolpefinal.—Claro que sí. Lárgate.—Levanto la botella con aire victorioso y
abrolaboca.Derepente,desaparecedemimanoysalevolandoatravésdelpatio.—¡¿Quécojoneshaces?!—legrito.¿Está loca? ¿Cómo se le ocurre lanzar una botella de whisky tan
valiosaporlosaires?Mimiradaoscila entre su figura dirigiéndose hacia la puerta del patio y la
botella.Despuéslasigotrasrecogerlabotellaydejarlaaunladodelsuelodemaderadelaterraza,cerca
delamesa.Mecuestamantenerelequilibrio,peroconsigoplantarmedelantedeella.
—¿Adóndevas?—Lamiroeimpidoqueentreencasa.La luz de la terraza proyecta la sombra de sus pestañas sobre sus
pómulos.Mequedoobservándolamientrasellasemiralospies.—A ayudar a Landon a limpiar el desastre que has montado, y
despuésmevoyacasa—respondeconconvicciónysindarlugaraunadiscusión.Sinembargo,soyunexpertoenelartedeencontrarelmásmínimo
hueco,lamásmínimagrieta,porminúsculaquesea,quedépieadiscutir.—Y ¿por qué vas a ayudarlo?—Me ha traicionado llamándola, y
¿ahoravaadejarmeparairaayudarlo?—Porque, a diferencia de ti, él merece que alguien lo ayude —
respondeconvozgrave,firmeycargadadedeterminación.Siento cómo el impacto de sus palabras se hunde en mi pecho
mientrasmemiraalosojosdesafiante.Tienerazón.Eseltípicotíoconelquedagustoestar.Norompenada
nimontaespectáculoscuando recibemalasnoticias.Merecesu tiempoysu atención, y merece entrar en esa enorme casa y que lo reciban concariñoypoderirseasupropiahabitación.Mereceunacomidacasera;nodebería
comercomidaparallevarenunahabitaciónvacíaenunacasarepletadedesconocidosqueloodian
ensecreto.En eso tiene razón, y por eso dejo que pase y entre en la casa sin
mediarpalabra.Elmodoenquemehamiradoalpasarsemehaclavadoenlamente
ylaimagensereproducesincesar.Sacomimóvilyobservolaspocasfotosquelehehecho.Una
cuandocaminábamoshaciaelarroyo...;supeloparecíaaúnmásrubiobajolaluzdelsolyteníala
pielradiante.Estabatranquila.Bueno,puedequeestuvieranerviosa,peroparecerelajadaenlafoto.
Esmuybonita.¿Porquéibaa
quererayudarme?¿Qué lehacontadoLandonsobremisproblemasconlabebida?
Vuelvo a ponerme el gorro y, al cabo de unos minutos, no puedoevitarentrar.Abrolapuerta.Los
ojosmeardenymevaaestallarlacabeza.—Tessa,¿podemoshablar,porfavor?—preguntoinmediatamente.Landon está en cuclillas, metiendo pedazos rotos de vajilla en un
cubodeplástico.Ellaasienteylamiro a la cara. Despuésmis ojos descienden por su figura y se
detienenensudedoensangrentado,quesostienedebajodelgrifodelapila.Atraviesolacocinaensólounospocospasos.—¿Estásbien?¿Quétehapasado?—Noesnada,meheclavadouncristalito—dice.Elcorteparecepequeño,peronoloveobien.Leagarrolamanoyse
laapartodelagua.Midealrededordeuncentímetroymediode largoymedio centímetro de hondo. Sobrevivirá; sólo necesita un apósito. Sumanoesligeraycálida,ysientocómomirespiraciónserelajamientraslasostengo.Selasueltoyellaexhalaunprofundosuspiro.
—¿Dóndeestánlastiritas?—lepreguntoaLandon.—Enelbaño.—Estácabreadoconmigo.Lonotoensutono.Localizo sin problemas la pequeña caja de apósitos en el armarito.
Cojolapomadaantibacterianadelfondodelestanteyvuelvoalacocina.TomolamanodeTessaporsegundavezyleechounpocodecrema
enlapuntadeldedo.Ellameobservadetenidamente.Supongoqueno sabequépensar.Las tiritas
me recuerdan amimadre y a aquella puta noche de hace tanto tiempo.ApartolaimagendemimenteyenvuelvoelapósitoalrededordeldedodeTessa.
—¿Podemoshablar,porfavor?—lepreguntoporsegundavez.Asiente.Laagarrodelamuñecaylaguíohastaelpatiodenuevo.Allí
tendremosmásintimidad;Landonnonosescuchará.Cuandollegamosalamesa,lesueltolamuñecayretirolasillapara
quesesiente.Supongoqueeslomenosquepuedohacer.Tengolamanofría,yyanoperciboel
bombeodelasangredetrásdemisorejas.Mesientotranquiloybien.Sacootrasillaylaarrastroporelladodelsuelodepiedradelpatio.
Cuandomesientofrenteaella,misrodillascasirozanlassuyas.—¿Ybien?,¿dequéquiereshablar,Hardin?—preguntaconabsoluto
desinterés.Mequitoelgorroylotirosobrelamesaquenossepara.Mellevola
mano al pelo. Me siento como un gilipollas por haberme comportadocomounauténticocapullohaceunosminutos.Quieroquesepaquenosoysuobrabenéfica,sumuñecoroto,peroahoraquemehabajadoelsubidónde
adrenalina,empiezoadarmecuentadeloimbécilquesoy.—Losiento—digoenvoztanbajaquelaspalabrasseasientanenel
ruidoestáticoquenossepara.Nodicenada.—¿Mehasoído?—Sí,teheoído—meladra.Tieneelmentónlevantadoconairedesafiante.Estácabreada.¿Ellaestácabreada?¡Yoestoycabreado!Apareceaquí,seentromete
enmidramafamiliary¿encimanoaceptamisdisculpas?Recojolabotellaylequitoel tapón.Ellamefulminaconlamirada
mientrasellicordesciendepormigarganta.—Eresunapersonamuydifícil.—¿Queyo soydifícil? ¡¿Nohablarás en serio?!... ¿Qué esperasque
haga,Hardin?Erescruelconmigo.Tremendamentecruel.—Le tiemblanloslabiosysusojossehumedecen.
Tratademantenerunaposturafirme,peronoloconsigue;estámuydolida.
—Nolopretendo—susurro.—Sílopretendes,ylosabes.Lohacesapropósito.Nuncanadieme
habíatratadotanmalentodamivida.Esonopuedesercierto.Tampocomeheportadotanmalconella;no
havividonadasiestoeslo
peorquealguienlahatratado.—Y¿porquésiguesrelacionándoteconmigo?¿Porquénopasas?—
lepregunto.Sisoytanmalo,¿porquénodejadeintentarestarconmigo?Desoigoalapartedemicerebroquesepreguntacómomesentiríasi
dejaradeintentarlo.—Porque...nolosé.Peroteaseguroque,despuésdelodeestanoche,
seterminó.Voyadejarlaclasedeliteratura.Yalaharéelsemestrequeviene—medice.Tienelosbrazoscruzadossobreelregazo,yelvientolemeceelpelo
pordetrásdeloshombros.¿Tendráfrío?Noquieroquedejelaclase;eslaúnicaquecompartoconella.—Porfavor,nohagaseso.—¿A ti quémás te da?No querrás verte obligado a estar cerca de
alguientanpatéticocomoyo,¿verdad?—Sientoeldolorqueseescondetrassuspalabras,perono
laconozcolosuficientecomoparasabersiesauténtico.Ojalá la conociera. Me pregunto cuántas personas la conocen de
verdad,alaauténticaTessa.Merefieroaesaquearrugaelceñoantesdesonreír,aesaquetalvezno
tengasusproblemastanresueltoscomosumadrepiensa.—No quería decir eso... Yo soy el patético aquí. —Suspiro, y me
reclinocontraelrespaldodelasilla.Meatraviesaconlamirada.—Novoyadiscutírtelo—dice,ysuslabiosformanunaseveralínea.Hace un intento de quitarme la botella, pero esta vez yo soy más
rápido.—¿Quépasa?¿Ereselúnicoquepuedeemborracharse?—Memira,
ysusojossecentranenelaroquellevoenlaceja.—Pensabaqueibasatirarlaotravez.—Selapaso.No me gusta que beba, pero sé que está dispuesta a discutir al
respecto,yyonotengoganas.Sóloquiero que se quede aquí. Me gusta la paz que siento cuando está
conmigo.Leentraunaarcadaencuantocataelwhisky.—¿Conquéfrecuenciabebes?Medijistequenobebíasnunca.—Me
estáinterrogando.—Antesdeestanochehabíanpasadoseismeses.Seismesestiradosporelretrete.«Deputamadre,Hardin.»—Pues no deberías beber nada. Te hace ser peor persona que de
costumbre—diceentonodebroma,peroséquehablaenserio.
—¿Creesquesoymalapersona?—Esperosu respuestasin levantarlavistadelsuelo.
Vaadecirquesí,comoloharíacualquieraqueestuvieraensusanojuicio.
—Sí.Su respuesta no me sorprende, pero una parte de mí esperaba que
dijeraqueno.—Nolosoy.Bueno,puedequelosea.Quieroquetú...—empiezo.Nosoytanmalapersona,¿no?Podríasermejor,porella,siellame
lopidiera.Lamiroyveoquele tiemblan los labios mientras espera a que termine mi difuso
pensamiento.Quieroserbueno,yquieroqueellapiensequelosoy.—¿Quieresqueyoqué?—preguntaconimpaciencia.Medevuelvelabotellayyoladejosobrelamesasinbeberuntrago.¿Cómo respondo a eso sin sonar patético? Puedo dejar de beber,
puedosermásamableconlagente,osóloconella.—Nada.—Noencuentrolaspalabrasadecuadas.—Tengoqueirme.—Selevantaysedisponeamarcharse.Caminamuydeprisa,ynoquieroquesevaya.Voyaesforzarmemás.—Notevayas.—Lasigo.Cuandosedetiene,surostroestátancercadelmíoquepuedopercibir
elleverastrodelwhiskyensualiento.—¿Porquéno? ¡¿Aúnnohas terminadode insultarme?!—chilla,y
suspalabrasmeafectanmásquedecostumbre.
Medalaespaldaotravezyalargolamano.Laagarrodelbrazoylaobligoavolversedenuevo.
—¡Nomedeslaespalda!—legrito.No puede venir aquí, revolver toda la mierda y largarse sin más.
Estoyhartodequelagentemehagaeso.—¡Deberíahabérteladadohacemuchotiempo!—Megolpeaelpecho
—.¡Nisiquieraséquéestoyhaciendo aquí! ¡He venido corriendo en cuanto Landon me ha
llamado!—Estáchillando.Tienelacararojaysuslabiossemuevenagranvelocidad.Loshumedececon
lalenguauninstanteparapoderproseguir con su furioso discurso—: ¡He dejado a mi novio, que,
comotúmismohasdicho,eselúnicoquesoportaestarconmigo,porqueestabapreocupadaporti!
Sus palabras seme clavan en el alma, una por una.Hadejado a sunovioparaveniraquí.Notiene
ningúnotromotivoparaestaraquíapartedemí.Alomejornosoytanmalocomoyocreía,yquizá
ellaseacapazdeverlo.—¿Sabes qué? Tienes razón, Hardin: soy patética. Soy patética por
veniraquí,ytambiénsoypatéticaporintentarsiquiera...Eliminoelespacioquenosseparasinotropensamientoquepegarmi
bocaalasuya.Ellameempuja y se resiste, pero siento cómo su cuerpo se relaja en mis
brazos.—Bésame,Tessa—leruego.Lanecesito.—Porfavor,bésame.Tenecesito.—Intentounavezmás,porúltima
vez,quemebese.Milenguarozasuslabioscerradosyéstosseseparan.Cedeantemí
deinmediato,demaneravoluntaria y absoluta. Se inclina hacia mí, suspirando contra mi
aliento,yyoagarrosurostroconlasdosmanosydevorosusabor.Recorro su labio inferior con la lengua y ella se estremece. La
envuelvoconlosbrazosymeaferroasuestabilidad.Oigounruidoqueprocededelacasa,yTessaseaparta.Novuelvoabesarla,perocontinúoabrazándola.
—Hardin, de verdad, tengoque irme.Nopodemos seguir haciendoesto;nonoshaceningúnbien
—dice.Seestámintiendoasímisma.Podemoshacerquefuncione.—Síquepodemos—legarantizo.No sé de dónde ha surgido esa repentina esperanza, perome hace
sentirbien.—No,nopodemos.Túmedetestas,yyonoquieroseguirsiendotu
sacodeboxeo.Meconfundes.Me dices que no me soportas o me humillas después de que haya
compartidocontigolaexperienciamásíntimademivida.Tiene razón. La he cagado del todo. Tengo que explicarle lo que
sucedióyqueavecesjodolascosas a propósito. Siempre he sido igual. En mi duodécimo
cumpleaños,miabuelaintentóprepararme una fiesta. Envió invitaciones y encargó una tarta
especial.Eldíadelafiesta,ledijeatodoelmundoquesecancelabaymepasé la jornada completa encerrado en mi cuarto. Ni siquiera toqué latarta.Avecesfastidiolascosas...,peropuedoencontrarlamaneradedejardehacerlo.Sieso
significa poder besar a Tessa, poder sentir cómo se deja llevarconmigootravez,haréloquesea.
Trato de interrumpirla, pero ella me lo impide pegando su dedoíndiceamislabios.Sinotuviera
unatiritapuesta,lebesaríaelcorte.—Yalmomentosiguientemebesasymedicesquemenecesitas.No
megustalaclasedepersonaenlaquemeconviertocuandoestoycontigo,yodiosentirmecomo
mesientocuandomedicescosashorribles.—¿Enquéclasedepersonateconviertescuandoestásconmigo?—le
pregunto.Megustacómoes.Esmejorpersonaquelamayoría.
—Enalguienquenoquieroser,alguienqueengañaasunovioyquelloraconstantemente.—Se
lequiebralavoz.Se avergüenza de la persona en la que se transforma cuando está
conmigo.Yesohacequemesientafatal.Quieroqueseafelizcuandoestáconmigo.Quieroqueme
deseeconlamismairresistibleintensidadqueyoaella.—¿Sabesquiéncreoqueerescuandoestásconmigo?—lepregunto.Recorroconelpulgarlalíneadesumandíbulayellacierralosojos
parasentirmicaricia.—¿Quién?—susurrasinapenasmoverloslabios.El ambiente entre nosotros es calmado mientras aguarda mi
respuesta.Respondoconsinceridad:—Tú misma. Creo que eres la verdadera Tessa, y que sólo estás
demasiadoocupadapreocupándotepor loque losdemáspuedanpensarde ticomopara
dartecuenta.»Y sé lo que te hice después de masturbarte... —Veo cómo la
incomodaquelodigademaneratandirecta—.Siento... lo de nuestra experiencia, sé que no estuvo bien.
Mesentífatalcuandobajastedelcoche.—Lodudo.—Ponelosojosenblanco,incrédula.—Es verdad, te lo juro. Sé que crees que soy una mala persona...,
perotúhacesque...—Nopuedoterminarlafrase.Estáahondandocadavezmásenmiinterior,yme
aterraquelohaga—.Olvídalo.—Terminalafrase,Hardin,omevoyahoramismo.—Séquelodice
totalmenteenserio.Espera a que prosiga con la mano en la cadera y mirándome con
frialdad.—Tú...hacesquequieraserbuenapersona.Quieroserbuenoporti,
Tess—digo,yellasofocaungrito.
VEINTE
Cuando ella empezó a presionarlo con etiquetas y pruebas decompromiso, le entró el pánico. Se sintió como un animal salvajearrinconadoyatrapado.Sujaulaeralahonestidad,yellaamenazabaconencerrarlo sin llave. No podía perderla, pero cada día se le hacía másdifícil conservarla. Ella le había dado la vuelta a la situación, ycuestionabacosasqueélpensabaquejamásentendería.Cuandoellaqueríamás,loexigía,ynoaceptabaotracosamásqueunsíporrespuesta,perocuandoélqueríamás,ellaseresistía,excusatrasexcusa.
—Esto no funcionaría, Hardin, somos muy diferentes. Y, paraempezar,túnobuscasunarelación,
¿recuerdas?—mesuelta.Se aleja demí y espero que no intentemarcharse de la casa demi
padre.Escomosisólohabláramosdelfuturo.Decasarnos,devivirjuntos,deromper,deno
romper.Ellasientelanecesidaddeplanear toda suvida,peroyono.Aestas alturas, todoelmundo
sabequenosoportomuybienesaclasedepresión.Y,apesardetodo,Tessasiguepresionándomepara
quemeconviertaenmejorpersonaporella.
—No somos tan diferentes, nos gustan lasmismas cosas; a los dosnosapasionaleer,porejemplo
—ledigo.Siempreintentodefendermeanteella.—Túnobuscasunarelación—diceimitándomedemaneraburlona.—Losé,peropodríamos...¿seramigos?«¿Amigos?Vengaya,Hardin.»Veolafrustraciónreflejadaensumirada.—Túmismo dijiste que no podíamos ser amigos. Y no quiero ser
amigatuya,séloquequieres
decir con eso.Quieres todas las ventajas de un novio sin tener quecomprometerte.
Sueltosucuerpoymetambaleo,peroprontorecuperoelequilibrio.—¿Quétieneesodemalo?¿Porquénecesitasunaetiqueta?Agradezco el espacio que nos separa y el aire fresco sin olor a
whisky.—Porque, aunque últimamente no lo he demostrado, tengo amor
propio.Nopiensosertujuguete,ymenossiesoimplicaquemetratescomountrapo.—Exasperada,
elevalosbrazosenelaire—.Y,además,yaestoyconalguien,Hardin.¿Está usando a ese tío como excusa? ¡Venga ya! ¿A quién pretende
engañar?—Sí,peromiradóndeestásahora—digoconfrialdad.Estáutilizandoasunovioparaprovocarmeyluegosequejadeque
yohagalomismoconMolly.Estámidiendo lascosasconundoble rasero,yel alcoholhaceque
todoparezcapeordeloquees.Soylobastanteinteligentecomoparaserconscientedeeso,perolo
bastantetontocomoparanodejardecomportarmecomoungilipollas.Ytambién estoy lo bastante borracho como para que nome importe nadaunamierda.Hedestrozadoelsalóndemipadre.
Comounafiera,seponealadefensivaymeenseñalosdientes:—Yoloquiero,yélmequiereamí.Sus palabras se me clavan en el pecho. La última toca hueso. Me
apartodeellaymedoycontralasilla.Malditaseamiputafaltadeequilibrio.—Nome digas eso.—Levanto la mano como si mi gesto pudiera
protegermedesuspalabras.Ellanoloretira;estámuycabreada,ypiensairdirectaalayugular.—Sólo dices esas cosas porque estás borracho;mañana volverás a
odiarme.¿Aodiarla?¿Odiarla?Comosiesofueraposible.Retrocedofrustradoeintentoconcentrarmeenloverdesquesonlos
árbolesaquígraciasalalluvia.
—Noteodio—digoporfin—.Sierescapazdemirarmealosojosydecirmequequieresquete
dejeenpazyquenovuelvaahablartenunca, loharé.—Noquieroquepronuncieesaspalabras,me
mataríaoírlas,perosideverdadesloquedesea,quemealejedeella,loharé—.Tejuroquedesde
hoymismonovolveréaacercarmeati.Sólotienesquedecirlo.Tratodeimaginarmividasinella;sellevaríaconsigotodoelcolor
queheestadointentandodarle.Antesdequeresponda,continúo:—Dímelo,Tessa.Dimequenoquieresvolveravermenunca.No puedo ni pensarlo. Me aproximo más a ella y acaricio la piel
desnudadesusbrazos.Seleerizaelvelloysuslabiosseseparan.Meinclinosobreellaylesusurro:—Dimequenoquieresvolverasentirmitacto.—Lacojodelcuello
ydeslizolaspuntasdelosdedosalolargodesuclavícula.Prácticamente está jadeando, incapaz de hablar. Me inclino todavía
más,dejandosólouncentímetrodeespacioentresurostroyelmío.Sientolaelectricidad
querecorresupiel;sulevezumbidonosdistraeaambos.—Dime que no quieres que vuelva a besarte... —susurro, y se
estremece—.Dímelo,Theresa—lainsto a pronunciar las palabras que no quiero oír saliendo de sus
labios.Apenas la oigo cuando musita mi nombre, pero siento su aliento
contramislabios.—Nopuedesresistirteamí,Tessa,delmismomodoqueyonopuedo
resistirmeati.—Pareceque vacila, pero no se horroriza ante mi afirmación—. Quédate
conmigoestanoche—lepidopegadoasuslabios.Ellaaparta losojosde losmíos,mirahacia lacasaysesepara.Me
vuelvoparaverquéhaprovocadoesareacciónenella.Noveonada.Dicequetienequeirse.
No, no puede irse.No estoy preparado para quedarme solo en estacasatodavía.Nopuedocreer
quevayaaquedarmeaquí.—Joder —farfullo, y me paso la mano por el pelo—. Por favor,
quédate.Quédateconmigosóloesta noche, y si por la mañana decides que no quieres volver a
verme...Porfavor,quédate.Teloestoysuplicando,yyonosuplico,Theresa.Nohesuplicadonadaanadieentodamivida.¿Eselalcoholoesella
laquemetrastornatanto?Nolotengoclaro.Tessaasiente,ysusojosbrillanbajolaluz.—Y¿quévoyadecirleaNoah?—Notounapuñaladaenelcostado
cuandosunombremerecuerda que sólo esmía temporalmente.Necesitomás tiempo con
ella—.Meestáesperando,yyotengosucoche—meexplica.¿Lohadejadosoloensucuarto?¿Pormí?Noséquépensardetodoesto.¿Hanroto?¿Sabeélqueellaestáaquí
conmigo?¿Sabeeltipocómomellamo?Mesacadequicionosaberhastaqué punto está emocionalmente unida a él. Steph nome ha contado unamierda,yTessamenostodavía.
¿Tanto le preocupa lo que su novio pueda pensar? Me quedoobservandolapartetraseradela
casa.Laverdeenredaderaestáapoderándosedelapareddeladrillo.Laslucessonmuybrillantes.
Supongoqueacabadecaerenlacuentadeloquehahecho.—Dile que tienes que quedarte porque... No sé. No le digas nada.
¿Quéeslopeorquepuedehacer?Tengo curiosidad por saber por qué Noah parece ejercer control
sobreella.Suspira,yempiezaasoplar. Parece preocupada de verdad. ¿Qué puede pasar?, ¿que se
chiveasumamaítadeella?Tienedieciochoaños,porsinolosabía.—Además,probablementeyaestédurmiendo—añado.Esverdad,aúnestásometidoaltoquedequedadelinstituto.Tessaniegaconlacabezaymeapoyocontralabarandillademadera
delaterraza.
—No,notienemaneradevolverasuhotel.¿Asuhotel?¿Eltíosequedaunputohotel?¿Yaeslobastantemayor
comoparareservarunahabitaciónsolito?—¿Su hotel? ¿Es que no se queda a dormir contigo? —Estoy
flipando.—No,hareservadounahabitaciónenunhotelcercano.Tessafija lavistaenelsuelodemaderay jugueteacon lospies.Se
sienteincómoda.—Y¿tútequedasallíconél?—No,élduermeallí—respondeconunhilodevoz,convergüenza
—,yyoenmihabitación.No me jodas. ¿De verdad le gusta Tessa? ¿Le gustan las mujeres?
Vengaya,¿nohavistocómoestá?—¿Seguroqueeshetero?—Nopuedoevitarlapregunta.No puede serlo.Amenos que le esté poniendo los cuernos, lo que
seríaunaputada,peroayudaríatremendamenteamicausa.Aunqueellaleestáhaciendolomismoaél.Tessaabrelabocahorrorizada.—¡Porsupuestoquesí!Noentiendoqueno leparezca raroque sunovionoquieradormir
conella.—Perdona,peroesquehayalgoquenomecuadra.Sifuerasmía,no
seríacapazdemantenermealejadodeti.Tefollaríaacadaocasiónquetuviera.Es la verdad. La despertaría todas las mañanas con el rostro
sumergidoentresusmuslos.Laharíaenloquecercadanocheylaharíagritarminombre.Ellaseponecoloradayapartalamirada.Meencantaelmodoenque
leafectanmispalabras.Laoscuridad me está dando dolor de cabeza. Los árboles se mueven
demasiado,ysustroncossemecendemaneraantinatural.Además,quieroestardentro,asolasconella.
Ymásdespuésdelanochecitaquehetenido.Me vuelvo hacia Tessa y no puedo apartar los ojos de sus labios
entreabiertos.—Vayamosadentro.Losárbolesnoparandebalancearse,ycreoque
esoesunindiciodequehebebidodemasiado.Ellamirahacialacasaydenuevoamí.—¿Vasadormiraquí?Asiento y la cojo de lamano. Ella también va a quedarse. Aún no
puedocreerquevayaaquedarmeencasadeKendespuésdetodoloquemehahecho.—Sí,ytútambién.Vamos.—Lacojodelamanoantesdequepueda
resistirsedenuevo.Entramosenlacasayellaintentasoltarsecaminandomásrápidoque
yo.Doyunpasomáslargocuandopasamosporlacocina.Parte del desastre sigue en el suelo.Muchos de los fragmentos de
porcelanasobresalenahoradelcubodelabasura,ylamayorpartedeloscristalesyasehanbarrido.
Bien,quelorecojaLandon.Afin de cuentas, va a quedarse conmi padre. Lo cierto es que ya lo
tiene.KenScottsiemprehasidodealguienoalgoquenosoyyo.Delwhisky,delosbares,deKaren,de
Landon,deestainmensacasa.Abarcamuchas cosas, pero en su vida no había sitio paramí hasta
haceunaño,y¿creequevoyahacercomosinada?Yunamierda.Agarro lamano de Tessa conmás fuerza conforme recorremos la
casaysubimoslaescalera.Sinorecuerdomal,lahabitaciónalaquevamoseslaúltimadelpasillo
superior.Joder,aquíhayunmillóndepuertas.EsperoquenoentremosenelcuartodeLandonporerrorynosloencontremospajeándose.
Por fin llegamos a la últimapuerta.Tessanoha abierto la boca entodoesterato,peronopasa
nada.Noquieropresionarlademasiado,yyosigointentandodejardepensarenelcabróndemidonantedeesperma.
Lahabitaciónquehayalotroladodelapuertaestáaoscuras.Buscoatientaselinterruptor.
—¿Hardin?—susurraTessaenlapenumbra.La luz de la luna penetra a través de la cortina ligeramente abierta.
Sueltosumanoymeadentroen el dormitorio. No consigo encontrar el puto interruptor. Sigo
pasandolamanoporlapared,peronodoyconél.¿Dóndecoñoestá?Veoelcontornodeunamesaypuedequeeldeunalámparaalotro
extremodelcuarto,asíqueavanzoa ciegas enesadirección.Megolpeoeldedogordodelpie
contraalgosólidoycasimecaigodebruces.—¡Joder!—exclamo.Seguroquenohayniluzenlahabitación;queKenyKarensólome
estabantomandoelpelo.Cuandoalcanzolamesa,palpoenbuscadeunapantalla.¡Bingo!—Estoyaquí—ledigoaTessamientrastirodelacadenita.Labombillaseenciendey,aunquesetratadeunalámparapequeña,su
sorprendenteluminosidadme ciega. Parpadeo unas cuantas veces y echo un vistazo al
dormitorio.Midormitorio.Eldormitorioquenuncaheusado.Nunca.Elcuartomerecuerdaalashabitacionesdeunsofisticadohotel.Las
paredes están pintadas de gris claro, con una moldura y un rodapiéblancos.Inclusolamoquetatieneesaslíneasquequedandespuésdehaberpasado el aspirador. La cama, que está contra la pared trasera, esasquerosamentegrandeyestárepletadecojinesdecorativosalaalturadelacabecerademaderadecerezo.Unacama
asídegrandesóloseríanecesariaenelcasodequeTessaestuvieratumbadadesnudaenelcentrodel
edredón gris oscuro. Parami desgracia, no es el caso. Está de piejuntoaunamesadeescritorioa
juego con la cama que tiene un Mac nuevo encima. Son unospresuntuososdemierda.
Mefrotoelcuelloconlamano.—Ésteesmi...cuarto.—Noséquéotracosadecir.Tessasemuerdeellabioinferiorypregunta:—¿Tienesuncuartoaquí?Nolosientocomomíoenabsoluto,perotécnicamenteloes.Kenme
hadichomilvecesquetengo una habitación aquí sólo para mí. Como si fueran a
impresionarmelacamacondoselolagigantescapantalladeordenador.—Sí... Nunca he dormido aquí... hasta esta noche —explico algo
incómodo.Esperoquenomehagamáspreguntas,peroséquesívaahacerlas.Alospiesdelacamahayunenormebaúlqueimaginosólotieneun
únicopropósito:almacenarlaexcesivaabundanciadecojines.Ledoyunusomásútilsentándome
sobre él para quitarme las botas. Tessame observa. Seguramente estarárecopilandounalistadepreguntasquehacer,comolabuenacotillaquees.Mequitoloscalcetinesylosmetodentrodelasbotas.Tengounoscuantoscortes
enel tobillo.Alparecer,algunasesquirlassemehanmetidodentrodelcalzado.Deputamadre.
Tessadebedehabercompletadosulista.Seaproximayabrelaboca.—Vaya,¿yesoporqué?Inspiro hondo y decido contestarle en lugar de reprenderla por
entrometida.—Porquenoquiero.Odioestacasa—respondoconhonestidad.Detesto este sitio. Detesto que mi cama en casa de mi madre en
Inglaterratengauncolchónllenodemanchasylasmismassábanasyelmismoedredónquecuandoera
pequeño.Mientras Tessa procesa mi sincera respuesta y confecciona su
siguientepregunta,medesabrocholos pantalones y me los bajo. Su expresión pasa de ser distante a
atentayalertaenelmomentoenquemepongodepieencalzoncillosdelantedeella.—¿Quéestáshaciendo?—Desnudarme—digoenarcandomicejaperforada.Sé que le gusta hacer preguntas, pero ¿por qué hace tantas tan
innecesarias?—Pero¿porqué?—Mirahaciamientrepierna.Siestáintentandoserdisimuladayfingirquenoestápensandoenmi
pollaenestemismoinstante,estáfracasandoestrepitosamente.
Lamiroalosojos.—No querrás que duerma con vaqueros y botas.—El pelome cae
sobrelafrenteymeloapartoconlamano.—Ah—respondeenvozbaja.Espero a que diga algo más, pero no lo hace. La miro a los ojos
mientrasmequitolacamiseta.Sumirada desciende desde mi cuello hasta mi estómago, admirando
cadalíneadetintanegra.Secentraprincipalmente enel árbolque tengo tatuadoahí.Mepregunto si le
gustaosiesapartedemíledesagrada.Suinsistentemiradameincomoda.Noséquéhacermientrasme inspeccionaenbuscadedaños.Alládondepone la mirada, mi piel se eriza sin remedio. En lugar de la ardientesensaciónque
describenenloslibros,loqueyosientoesellentosoplodeunairegélido.
Tessa continúamirándome, concentrada todavía sólo enmi cuerpo.Lasorprendolanzándolemi
camiseta. Está demasiado abstraída conmigo como para atraparla atiempo.Mepreguntocómopuedo
conseguirquesedesnudeparapoderinspeccionarsucuerpo,conlamiradafijaenella,admirando
cadamilímetro,cadaimperfeccióndelaquesesientainsegurayque,sinembargo,seainvisibleamisojos.
Ojalá supiera lo que está pensando. Ojalá la conociera mejor. Mesorprendodeseandohaberla
conocido en otras circunstancias. Podría haber sido la vecina quevieneacasaapedircosasprestadas,
deesemodopodríahaberlehecho todas laspreguntasquequisiera.Porejemplo,porquéhacetantas
preguntas, por qué arruga el entrecejo cuando está confundida, oenfadada.Tambiénquéquierehacer
con su vida. O cómo se sentiría si no volviera a verme jamás. Lepreguntaríasipodríahallarelperdónyconcedérmelo.
Peroestoes lavidareal,yen lavidarealsoyundesconocidoparaella.Apenassabenadasobre
mí,ysisupieralamitaddemiscagadas,notendríatantacuriosidad.
Mistatuajes,osureacciónfrenteaellos,dejaríandeinteresarle,ysurespuestaamiactitudpasaríade
sersarcásticaavenenosa.Tengoqueirconcuidadoporque,simimisteriodesaparece,ellatambiénlo
hará.Joder,meestoymareandocontodoesto.Semeestápasandoelpedo
ylacabezaempiezaadarmeporelculo.Necesitohaceralgopararelajarelambiente.—Póntelaparadormir.Supongoquenoquerrásmeterteen lacama
sóloenropainterior.Aunque,porsupuesto,amínomeimportaríaenabsolutoquelohicieras.—Dormiré con lo que llevo puesto —dice con el tono menos
convincentequeheoídoenmivida.No quiere dormir con esa falda voluminosa y su blusa ancha. Me
gustabastanteesablusa;elcolorazul claro le resalta los ojos.Nunca había pensado algo así... ¿«Le
resaltalosojos»?¿Quécojonessignificaeso?Semeestásubiendoalacabezaaúnmásqueelwhisky.—Vale,comoquieras;siprefieresestarincómoda,adelante.Meaproximoa lacama,cojoelprimercojíny lo tiroal suelo.Mi
gestopareceofenderla.Oigualestáofendidaporqueestoydesnudo.Nolosé.Seacercaalospiesde
lacamayabreelbaúl.—Nolostiresalsuelo.Vanaquí—medice,comosiyonolosupiera.¿Secreequenuncahevistoestetipodecojines?¿Secreequeporque
mecrieconunamadresolteranosécómoguardarmontonesdecojinesexcesivamentecarosenunbaúl?
«No,Hardin,sólointentaayudar...»,medigoamímismo.Mimentesiempre tiendeapensar lopeorde losdemás,ydetestoqueasí sea.Misinseguridades seme están comiendo vivo. Cojo otro cojín todavíamáscursiylotirosobrelamoqueta.Ellavuelveagruñir,protestayseagachapararecogerlo.
MientrasTessajuegaahacerdechacha,retiroeledredónymemetoenlacama.Senotaquenuncahadormidonadieenella.Escomotumbarseenlasnubes.Esinclusomejorquelacamadeunhotel.MirocómoTessameobservamientraspasolosbrazospordetrásdelacabeza.Siempreme
estáobservando.Yyoaella.Cruzolostobillosaltiempoqueellaguardaelúltimocojínenelbaúl
ybajalatapa.Esunamaníacadelorden.¿Sevaapasartodalanocheahídepie?Preferiríaquesedespojarade
esaropaanchaysemetieraenlacamaconmigo.—No irás a lloriquear por tener que dormir en la cama conmigo,
¿verdad?—No,lacamaeslobastantegrandeparalosdos.—Sonríeyfingeno
estarnerviosa,peronoparadetoquetearselasuñas.Estájuguetona.Meencanta.—ÉsaeslaTessaqueamímegusta—bromeo.Abreunpocolosojosydecidoapartardemimenteelmotivoquela
hallevadoahacerlo.Estanocheno.Esepensamientonovaallevarmeaningunaparte.Conaireincómodo,Tessasedesprendedesuszapatos,semeteenla
camatotalmentevestidaysequedaenunaesquina, todo lo lejosdemíquepuede.Se tumbayse
mepasaporlacabezaacercarmeaella,peroseguroquesecaedelcolchóndelsusto.Meentralarisaal
imaginarmelasituaciónyellasevuelvehaciamí.
—¿Quétehacetantagracia?—Yaestáhaciendootravezesoquehaceconlascejas.
Joder,quémonaes.—Nada—miento.No creo que confesarle queme estaba imaginando que se daba un
leñazomeayudaramuchoestanoche. No obstante, no puedo evitar echarme a reír al verla hacer
pucheros.—¡Dímelo!—Mirahacia arribadurante un segundoy saca el labio
inferiorapropósito.Apesardesusfingidospucheros,oquizáprecisamenteporellos,sus
labiossonmuyfollables.Me muero por sentir cómo absorben mi polla poco a poco. Me
muerdoelpiercingdellabioalimaginarmeelmovimientodesucabezamientrasmelachupa.Siento
elmetalfríoenmilenguacaliente.Mepongodeladoparamirarlayledigo:—Nuncahasdormidoconunchico,¿verdad?Enrealidad,yotampocohedormidoenunacamaconningunachica.
Esascosasnomeiban.Nosésimevanahora,aunqueparecequesí.Notoaliviocuandoresponde:—No.Sonríoparademostrarle loquesientoal serelprimerchicoconel
quevaadormir.Meencantaque haya tantas cosas que reclamar en ella. En cierta manera, yo
tambiéntengomuchascosasqueofrecerlequenohehechoconnadie.Tessa está tumbada frente a mí, a tan sólo unos centímetros de
distancia.Continúacontodalaropapuesta,yesomeestásacandodequicio.Derepente,alargalamanoy
acaricia elhoyuelodemimejilladerecha.Esungesto sencilloy tierno.Nadie,nisiquieramimadre,mehabía tocado lacaradesdehacíapor lomenosdiezaños.Inclusofollando,avecesbesoaalgunaschicas,peronodejoque
meacaricien.Lamiroalosojosyadviertosuexpresióndepánico.Apartalavista,
perolaagarrodelamanoyvuelvo a colocársela en mi mejilla. Me gusta que me toque. Es
agradablesentirsutacto.Quieroquemetoqueportodaspartes.—No entiendo por qué nadie te ha follado todavía; con toda esa
planificaciónquehaces,debesdeoponerunabuenaresistencia—laprovoco.Debedehaberalgúnmotivoparaquetengatanpocaexperiencia.No
tieneningúnsentidoquenohayaexperimentadonadasinunabuenarazónparaello.—Nuncahetenidoqueresistirmeconnadie—dice.Nomecreosuspalabras,perosíloquedicensusojos,aunquesigue
pareciéndomemuyextraño.—O estásmintiendo o fuiste a un instituto de ciegos.—Admiro su
preciosaboca—.Sóloconmirarteloslabiossemeponedura.Esverdad.Y, sino se locree,puedebajar lamanoycomprobarlo.
Casiledigoesomismo,peronoquierofastidiarelmomento.Tessamedeleita sofocandoungrito al oírmis sucias palabras.Me
ríoypiensoentodaslasmanerasenlasquepuedovolverlaloca.Escomoconducir un coche nuevo, la emoción que se siente al oír su suaveronroneo por primera vez. Quiero que ronronee pormí; si Landon noestuvieraaquí
la haría gritar.Deseo ir despacio esta noche, peroquiero enseñarlemáscosasquelasquelehiceenel
arroyo.Aquellofuesólounodemismuchostrucos.Melamoloslabios,atraposumanoconlamíaylasacercoambasa
miboca.Ellainspirasúbitamente ydeslizo sumanopormis húmedos labios.Le tiembla
cuandoseparosudedoíndicedelrestoylemordisqueoconsuavidadlayema.Gimeporactoreflejoy,
encuantolohace,sientocómomipolladaunasacudidacontraelbóxer.Guíosuscálidasmanospor
micuello.Sutactomeresultatanagradablequemenublalossentidos.Ellicorsehaevaporadocasi
porcompleto;loúnicoquemeembriagaahoraesestachicarubia,sexiytestaruda.Liberasumanoy
yo deslizo lamía hastami regazo. Las puntas de sus dedos recorren laenredaderaquetengotatuadaenlabasedelcuello.Enloúnicoquepuedoconcentrarmeesenlafrescaylentahuellaqueestádejandoenmipiel.
Al cabo de unos segundos de silencio decido hablar. Tengocuriosidadyestoycachondo,ypienso
divertirmeconella.Vuelvoacogerlelamano.—Tegustacómotehablo,¿verdad?Mequedomirándolahastaque supecho está cadavezmás agitado.
Interrumpeelcontactovisualconmigoyprosigo:—Veo cómo te sonrojas, y oigo cómo se altera tu respiración.
Contéstame,Tessa,utilizaesoslabioscarnososquetienes.
Me gustaría que los utilizara también para otra cosa. Permanececallada.Joder,yyocreíaqueyo
eratestarudo.Meaproximomásaellaylacojodelamuñeca.Parecemuynerviosayelcolorrosase
haapoderadodesupiel.Esadictiva.Justocuandocreíaqueibaahablarsobresuatracciónhaciamí,dice:
—¿Puedesencenderelventilador?Venga, Theresa. ¿Ya se cree que soy su esclavo? ¿Que voy a
levantarmedeestacamatancómodadondelatengotumbadatancerca?Lamiroasusojosgrises.—Porfavor—susurraaúnmirándome.Antesdecaeren lacuentade loqueestoyhaciendo,me levantodel
colchón.Joder,esmuybuena.Parecebastantesatisfechacuandomevuelvohacialacama.Ytambién
parecetremendamenteincómodacontodaesaropapuesta.Sufaldaestáconfeccionadacon
lamismacantidaddetelaqueeledredón.—Si tienes calor, ¿por qué no te quitas toda esa ropa tan pesada?
Además,esafaldatienepintadepicar.Ellamesonríeyponelosojosenblanco.Perolodigoenserio...,vistefatal.—Deberíasvestirteacordeatufigura,Tessa.Esaropaescondetodas
tuscurvas.—Miroloquepuedoverdesupecho,queesprácticamentenada—.Sinotehubiese
visto en ropa interior, jamás habría imaginado lo sexi que eres y lasmagníficascurvasquetienes.Esafaldapareceunsacodepatatas.
Seechaareír.Haidomejordeloqueesperaba.—¿Quésugieresquemeponga?¿Mediasderejillaytopspalabrade
honor?—Enarcaunacejayaguardaunarespuesta.Me imagino a Tessa con un top palabra de honor y unos shorts
vaqueroscortos.—No.Bueno,meencantaríaverte coneso, perono.Puedes taparte,
perollevarropadetutalla.Esablusatambiénescondetupecho,ytienesunastetaspreciosasque
nodeberíasocultar.—¡Dejadeusaresaspalabras!Sacude lacabezaymeechoareírmientrasvuelvoametermeen la
cama con ella. No sé hasta dónde acercarme, así que lo voy haciendocentímetro a centímetro hasta que estoy prácticamente tocándola. Derepente,seincorporayselevantadelacama.Meardeelpecho.
—¿Adóndevas?—pregunto,yesperoquenosehayacabreadotantocomoparalargarse.
Cruzalahabitacióndandopasitosrápidos.—Acambiarme.—Seagachayrecogemicamisetasuciadelsuelo.Sonríoalverquelegustallevarlatantocomoamíquelalleve.—Datelavueltaynomires—medicecomosifuerauncrío.Sabeperfectamentequevoyamirar.—No.Meencojodehombrosymefulminaconlamirada.—¿Cómoqueno?—preguntafrustrada.—Nopiensovolverme.Quieroverte—lerespondoconsinceridad.Cede, pero me traiciona apagando la luz. ¡Ya le vale! Gruño en
protesta.Meencantaelflirteoquesetrae.Lloriqueoenvozaltaparaquesepaquenovoyajugarlimpio
siellano lohace.Oigoel sonidode la telaalcaeral suelo.Es la falda.Tiro de la cadenita de la lámpara, y Tessa da un brinco al ver la luz.Exclamaminombrecomosifueseuninsulto:
—¡Hardin!Continúoobservándola, desde las piernas hasta los ojos, y otra vez
haciaabajo.Inspirahondoylevantalosbrazosparaponersemicamiseta.Susujetadoressencillo,
dealgodónblancoconmuypocorelleno.Nolonecesita.Susbragasvanajuego;elcortelecubrecasitodoelculo.Tieneunculoperfecto.Redondoyrespingón...Meencantaríametérselaporahítambién.
—Venaquí—susurro.Nopuedoesperarniun segundomáspara tocar sucuerpo.Cuando
caminahacialacama,transforma esta habitación en un puto espectáculo burlesque, y me
encanta.Necesitoverlamejor.Me
incorporo y apoyo la espalda contra la cabecera. Tessa se ponecoloradabajoelardordemimiraday
esoaumentamideleite.Cuandollegaamilado,apoyasumanitaenlamíaytirodeellahacia
mí.Semontaahorcajadassobremí, con las rodillas a ambos ladosdemicuerpo.Meencanta
tenerlaasí.Doyriendasueltaamiimaginación.Tessasemantieneerguida,apoyadaenlasrodillaspara
que nuestros cuerpos no se toquen. «De eso nada.» La agarro de lascaderasylaguíohaciamicuerpo.Semuerdeellabioinferiorymemiraalosojos.Apartolavistaalprincipioporquesientocómomeempalmoalinstante. Sus piernas sonmuy suaves, y elmodo en que se le levanta lacamisetahastalascaderasestremendamentesexi.
Lesonríoydisfrutodesupielydesuaspecto.—Muchomejor.Esperoaquemedevuelvalasonrisa,peronolohace.—¿Qué pasa? —Le acaricio la mejilla con suavidad, y entonces
sonríe.Cierra los ojos y me pregunto si esto es romper las reglas de la
Apuestadealgúnmodo.Aunquecreoqueesoyalohicehacebastantetiempo.—Nada...,esquenoséquéhacer—diceTessa.Alcomprobarquenomemiraalosojos,séqueestáavergonzada.Noquieroquesesientapresionada.Metoquecomometoque,lovoy
adisfrutar.Nosécómoexplicarestosindemostrárselodirectamente.—Hazloquequieras,Tess.Notecomaslacabeza.Ella levanta la mano y parece estar a punto de tocar mi pecho
desnudo.Alverquenolohace,lamiro.Meestámirandoalosojosmientrasesperamipermiso.Nadie
hahechoesonuncaantestampoco.Asiento, nervioso pero excitado, y la observo.Desliza su
dedoíndicelentamentepormivientrehastalagomademibóxer.Intentomantenermequieto,aunquequieroagarrarladelamuñeca,darlelavueltay empotrarla contra el colchón. Cierro los ojos y siento cómo su dedorecorremistatuajes.Megustaquehagaeso.
Cuandoretiralamano,abrolosojos.Necesitomás.Soyadictoaella.
—¿Puedo... eh... tocarte? —Tessa vacila mientras observa el bultobajomiscalzoncillos.
«¡Joder,sí!»,quierogritar,perointentomantenerlacalma.—Porfavor—leruegoasintiendo.Parecenerviosa cuandodesciende lamanohastami entrepierna.La
mantienesuspendidaporencimademicrecienteerecciónantesdellegararozarla.Luegobaja
lamanounpocomásycontinúa palpándola.Desliza los dedos con suavidad hacia arriba y
haciaabajopormipolla,queaumentadetamañoconsusatenciones.—¿Quieresqueteenseñeloquetienesquehacer?—sugiero.Quieroquesesientacómoda.Cuando dice que sí, coloco con suavidad mi mano sobre la suya.
Comolamíaesmuchomásgrande, laspuntasdesusdedossólopasanunpocodemisnudillos.
Desciendoambasmanoshastamicuerpo y entonces me detengo por encima del bóxer. La ayudo a
agarrarmelapolla.Melaaprietaconsuavidadyyogimoylasuelto.Yalotiene.Laexpresióndesurostrocuandosedacuentadequetieneelcontrolabsoluto es tremendamente obscena, sin embargo intenta hacerse lainocente.Tiene laspupilasdilatadasporcompleto, labocaentreabiertaylasmejillassonrosadas.
—Joder,Tessa,nohagaseso—farfullo.Creoquevoyaestallarcomovuelvaaponeresacara.Derepentedetienelamano.Joder,semehabíaolvidadololiteralque
puedellegaraser.—No, no, eso no. Sigue haciendo eso. Me refería a que no me
mirarasdeesamanera—especifico.Ellapestañeacontodalaingenuidaddelaqueescapaz.—¿Dequémanera?—De esamanera tan inocente, porqueme dan ganas de hacerte un
montóndeperversiones.«Notehacesunaideadecuántas,Theresa.»Nerviosa,colocadenuevolamanosobremí.Nomeagarracontanta
firmezacomomegustaría,peronoquierodecírselo.Loacabarádescubriendo.Yameencargaré
yodequelohaga.Semuerdeellabiomientras sus lentas cariciasme hacen gemir su nombre entre
dientes.Sipudierapedirdisfrutardealgoparasiempre,seríaesto.—Joder,Tess,meencantasentirtumanoalrededordemí—gimo.Mis palabras la alientan, quizá demasiado.Me estruja y siento una
suavepunzadadedolor.—Notanfuerte,nena—leindicosinreprocheparanoabochornarla.Mebesaycontinúaconsuslentascaricias.—Perdona—susurracontramicuellomientrasrozamipielconlos
labios.Desliza la lenguahasta labasede laoreja.«Jjjoooodddeeerrr»,qué
gusto.Necesitotocarla;novoyadurarmuchomás.Apoyolasmanosensustetasysusujetadorsemeantojaunmuroque
separasucuerpodemí.—¿Puedo...quitarte...el...sujetador?—leruego.Quierosentirsumagníficocuerpo.Cuelolasmanospordebajodela
camisetaynotosuspreciosos senos: redondos y generosos.Ella asiente sin aliento.Me
tiemblanlasmanosmientrasledesenganchorápidamenteloscorchetesyliberosuspechos.Deslizolostirantesporsushombrosysusbrazos.Meestácostandounmundonoarrancárselodeuntirón.Apartalasmanosdemíparaque
pueda quitarle el sujetador por completo. Lo dejo caer al suelo yvuelvoacolocarlasmanosensus
pechosaltiempoquecubrosubocaconlamía.Pellizcosuavementesusdurospezonesyellagimeen
miboca.Megustasumaneradebesar,suaveperofrenética.Envuelveconsupequeñamanomisexo
yempiezaadeslizarlahacia arribayhacia abajo sinparar.Meestáproporcionandoplacer,enmicama,conmiropapuesta.
—Joder,Tessa,voyacorrerme—exhalo.He dejado de ser dueño de mi cuerpo. Ahora es ella quien me
controlaytiradetodasmissensaciones como si fueran los hilos de una marioneta. Estoy
ardiendoyenunocéanodehieloalmismotiempo.Mecuestaunmundocontrolarme para no gritar su nombre. Me concentro en besarla, en
masajearsudulcelenguaconlamía.Lefrotolospechos.Tessagimeparamostrarmecuántole
gustaquelohaga.Enelmomentoenquemecorro,apartolasmanosdesustetasylasdejocaer.El
calor de mi semen expandiéndose por el interior de mi bóxer mealiviatantocomomilsuspiros.
Cuando el subidón empieza a disminuir, dejo caer la cabeza haciaatrásycierrolosojos.Tessa
permanecesentadasobremismuslos,ymealegrodequelohaga.Apesardelacreenciapopular,he
muerto y he subido al cielo, estoy convencido de ello. Siento queempieza a ponerse nerviosa, demodo que abro los ojos y lamiro.Mepreocupaunpocolorápidoquecaptosusmásmínimosgestos.
Mesonríe,ymipreocupaciónsedisipa.Ledevuelvolasonrisaymeinclinohaciaellaparabesarlela
frente.Cuandolohago,suspira.Adoroesesonido.—Nuncamehabíacorridoasí—leconfieso.Megustavivircosasnuevasconella.—¿No lo he hecho bien? —pregunta avergonzada sacando
conclusionesprecipitadas.—¿Qué?No,lohashechodemaravilla.Normalmentenecesitoalgo
másapartedequealguienmetoqueporencimadeloscalzoncillos.Se queda con la mirada perdida y no responde. Algo no va bien.
Intentoreproducir losúltimostreintaminutosenmimenteparaversi laheofendidodealgunamanera.Creoqueno,asíquedecidopreguntar:
—¿Enquéestáspensando?
Nocontesta.Meechaencaraquenomecomunico,peroellatampocolohaceconmigo.
—Vamos,Tessa,dímelo—protesto.Siempre trata de ocultarme cosas, pero luego espera que yo le dé
explicacionestodoeltiempo.Decidohacerlecosquillas.Lasviejastelenovelasqueveíadepequeño
me enseñaron que la manera más fácil de conseguir que las mujereshablen es haciéndoles cosquillas.Además, se suman puntos de flirteo, ynecesitotodoslosquepuedaconseguir.
—¡Vale,vale!¡Telodiré!—chillapataleandocomouncaballo.Estámuygraciosacontodalacaraarrugada,enseñandolosdientesy
dándomepatadasparaquedejedehacerlecosquillas.Meduelelabarrigadetantoreírme.—Buenadecisión—digo,ysiento lahumedadenmibóxer—.Pero
esperaunmomento.Tengoquecambiarmeloscalzoncillos.Nohetraídoningunamuda,yahoramismosólollevocamisetasenel
maletero.Melevantoymiroporlahabitaciónparaversisemeocurrealgo.Lacómodaestá
llenaderopa;oesomedijoKaren. He intentado no pensar demasiado en el hecho de que haya
llenadounmuebleconropaparauna persona que no quiere tener nada que ver con ella.Me resulta
escalofriante.Alamierda.Nomequedaotroremedio,ylociertoesqueKarenno
mecaetanmal.Lehedestrozado la vajilla; supongo que lo menos que puedo hacer es
ponermesusdonacionesdecaridad.Cruzo los dedos cuando abro el cajón. Mis esperanzas se ven
sesgadascuando,alhacerlo,misojoscontemplan un mar de calzoncillos de cuadros. Azules y blancos,
rojos y blancos, verdes y rojos, rojos y azules, blancos y verdes... Esinterminable.Quierocerrarlodegolpe,peroestoydesesperado.
Cojolosmenoshorribles,unosazulesyblancos,ylossostengoentreelpulgaryelíndicecomosi
estuvierancontaminados.—¿Quépasa?—preguntaTessa.Seincorpora,seapoyasobreloscodosymemira.Seloestápasando
engrandemirándome.Loveoensusojos.Cadaminutoquepasoconellalaconozcomejor.—Estoeshorrible—refunfuño.¿Cuadros?¿Algodón?¿TallaXL?¿Paraquiéncompraesamujer?—Noestántanmal—miente.Sostengo la monstruosidad azul y blanca en el aire y sacudo la
cabeza.—Enfin,acaballoregalado...Vuelvoenseguida.—Cojoelespantoso
bóxerysalgodelahabitaciónsinvolvermeparamiraraTessaenlacama.Decaminoalbaño,pasopordelantedelcuartodeLandonypegola
orejaalapuerta.Nomesorprendecuandooigoaalgúnpersonajedeunapelícula decir algo sobre elfos. Llamo despacito para que Tessa nomeoiga hacerlo.Espero su respuesta, pero es tarde. Probablemente se hayaquedadodormidoviendoCrepúsculo.Llamodenuevoylapuertaseabre.Suexpresiónesrelajada,
hastaquevequesoyyo.Doyunpasohaciaélylevantalasmanospordelantedesucuerpoamodode
defensa.—Nohevenidobuscandopelea—susurro.Esuncapullopordarporhechoquesí.Saltaalavistaquenomecreeenabsoluto.—Y¿quéquieres?—preguntaconaireescéptico.—¿Puedo?—digoseñalandoconlamanohacialahabitación.Mirodentrodelcuartoaoscurasymefijoeneltamañodeltelevisor
quetieneenlapared.Debedeserporlomenosdesesentapulgadas.Cómono.Tambiénhayuna
paredenterallenadecamisetasfirmadascolgadasenmarcosrelucientes.Seguroquelashizoamano
algunadulceseñoradelatiendademanualidades.Probablementepególaspiezasconsusudor,
sóloparaLandon.Parecequesiempreobtienetodoloquequiere.Midesólounoscincocentímetros
menosqueyo,perotienemásmúsculos.Mientrasqueyosoyaltoydelgado,élesmásbajoyestá
más en forma. Es como una versión joven y empollona de DavidBeckham. Lleva puestos una camiseta de laWCU y unos pantalones defranela.Notieneremedio.
Memiradearribaabajoylevantalascejasalverloscalzoncillos.—Vetealamierda,estolocomprótumadre—leespeto.Levantalamanoparataparselabocayfingirquenoseestáriendo.—Losé,poresomehacegracia.Seríeparasusadentrosamicostayesomerecuerdaloinsoportable
quees.—Enfin,dalomismo.—Pasopordelantedeélymedispongoairal
cuartodebaño.Landonlevantalasmanos.—Espera,perdona.Mehahechograciaporqueamítambiénmelos
compraapesardequelehedichomilvecesquesonespantosos.No me uno a sus risas, pero la verdad es que la idea es un poco
graciosa.—QueríahablarcontigodeTessa.Seponealadefensiva.Veocómoseyergueligeramenteyaprietalos
labios.—¿Quépasaconella?Meapartoelpelodelacara.—Queríaasegurarmedequesupierasqueestá...Levantalasmanosdenuevo,estavezparahacermecallar.—Tessasabeloquesehace;nonecesitaquemecomportecomosino
supieracuidarsesolita—dice.Sutonoesseveroperocarentedemalicia.Noséquéresponderaeso.Pensabaquereaccionaríacomoeltípico
gilipollas protector que le diría que huyera todo lo lejos de mí quepudiese.
—Bien...—balbuceoenelpasillo—.Mevoyalacama.Mevuelvodenuevohaciaélyveoquetieneunasonrisaenelrostro
mientrascierralapuerta.Vaya, ha sido bastante incómodo, pero ha ido mejor de lo que
esperaba.Despuésdeducharme,vuelvoalahabitaciónymeencuentroaTessa
enlacama,acurrucadacomoungatito.Dirigelavistainmediatamentehacialoscalzoncillos.
Quéespanto.—Megustan—miente.Joder,másfeosnopuedenser.Nisiquierainsinúanelgrantamañode
mipolla.Lafulminoconlamirada,tirodelacadenitadelalámparaycojoelmandodelatele.
Mesorprendequeelacaudaladoseñor Scott no instalara una puta tele holográfica aquí. Pongo un
canalcualquieraparaquehayaalgo
de ruido de fondo y bajo el volumen casi del todo.Memeto en lacamaymetumbodecaraaTessa,a
sulado.—Bueno,¿quéibasadecirme?—lepregunto.Semuerdeellabioinferior.—Notehagaslatímidaahora.Acabasdehacerquemecorraenlos
calzoncillos.—Meríoanteloabsurdodesuturbación.Larodeoconlosbrazosylaacercomásamí.Espero a que su dramático espectáculo termine. Me encanta lo
despreocupadaqueesaveces.Parece que yo consigo tener ese efecto en ella, y me siento muy
orgulloso.Cuandovuelvealanormalidad,tieneelpeloalborotado.Unosrizos sueltos le caen sobre el rostro. Sin pensar, le toco el pelo y se locoloco detrás de la oreja. Lleva unos pendientes superpequeños. Merecuerdanaaquella
épocaquemedioporquererdilatarmeelagujerodelasorejas,hastaquemiamigoMarkcogióuna
infección.Eraasquerosoyemanabaunapestenauseabunda.Tengoquepensarenotracosa.BesosuavementesuslabiosyTessainundatodamimente.—¿Todavíaestásborracho?—Supreguntaesotroejemplomásdesu
carácterentrometidoyavasallador.—No, creo que nuestra competición de gritos en el patio me ha
despejado.—Bueno,almenos,denuestradiscusiónhasalidoalgopositivo.Nosédóndemeterelbrazo.¿Deberíaponerlosobresuespalda?No
estoyseguro.Girolacabezahaciaella.—Sí,supongo.—Apoyoelbrazoycentrolaatenciónenelmodoen
quesucabezadescansasobremipecho.Se mueve al ritmo de mi respiración como si ya se hubiera
acostumbradoalapostura.Esomegusta.
Estásonriendoampliamente,pormí.—CreoqueenrealidadmegustamáselHardinebrio—dice.ElHardinebrio...«¡Noeresmásqueunborracho,Ken!»Casipuedooír lavozdemi
madregritandopornuestrapequeñacasa.Apartodemicabezalosrecuerdosqueamenazanconabrirsecamino
enmimenteyecharaperder este rato con ella. Probablemente sólo esté de broma.Debo
aprenderapensarantesdehablar.EstarconTessamesirveparapracticar.—¿Enserio?—Puede—dice,ysacaellabioinferior.Si cree que con esta tontería se me va a olvidar que me debe una
respuesta,lollevaclaro.Volviendoaltemaqueteníamosentremanos,digo:—Setedafataldesviarlaatencióndelascosas.Yahora,habla.—Estaba pensando en todas las chicas con las que has..., ya sabes,
hechocosas.—Encuantoterminalafraseescondeelrostrocontramipecho.¿Eraenesoenloqueestabapensando?Enloúnicoquepuedopensar
yoesenlomuchoquemegusta elmodo en que su pelomehace cosquillas en la nariz y que
huelacomosisehubieraechadolitrosdeperfumedevainillaantesdevenir.—¿Porquéestabaspensandoeneso?Suspira como si yo tuviera que saber de antemano de qué está
hablando.Notengoniidea.—Nolosé...,porquenotengoningunaexperiencia,ytútienesmucha.
Stephincluida—diceconunaamarguramásqueevidente.SupongoqueyoestaríaigualsiellasehubierafolladoaZed.Laidea
semepasabrevementeporlacabezaymeprovocaunaangustiaquenoesperaba.Apartoesodemimentedemomento.Zednotienelugarenestacama
conella.Aunqueojalápudieraverelmodoenquememira,ansiosaportenermiatención.
Nosésiestáenfadadaocelosa,osisólotienecuriosidad.Avecesséperfectamenteloqueestá
pensando,yotrasescomounlibrocerrado.Demodoque,comonolotengoclaro,decidopreguntar:—¿Estáscelosa,Tess?Esperoquesí.—No,claroqueno—mientecondescaro.Voy a tomarle el pelo. Se lo ha buscado. Siento su cuerpo cálido
contraelmío.Nuncaheestadotumbadoasíenunacama,abrazadoaunachicadespuésdehaberme
corridoenloscalzoncillos.Nunca he hecho eso antes, y tampoco había conectado con nadie
duranteningúntipodeactividadsexualy,desdeluego,nuncahedormidoenlacamaconnadie.
—Entonces,noteimportaráquetedédetalles,¿verdad?—¡No!¡Porfavor,nolohagas!—chillainmediatamente.Laabrazoconmásfuerzaymeríounpoco.Megustaquenoquiera
nioírlo.Yopreferiríaperforarme los tímpanos antes que oír cómo se ha follado a otra
persona.Mequedomirandoaltechoe intento recordar si alguna vez he llegado a plantearme siquiera
cómo sería pasar las noches con otra persona en la cama.Creo que no.Puedequelohicieraunpardevecesestandoborracho.Tessaestácallada,demasiadocallada. Igual sehaquedadodormida.Cojomi teléfonode lamesillaymiro
quéhoraes.Nosonmásquelasdocedelanoche.—Noteestarásdurmiendo,¿verdad?Aúnespronto—ledigo.—¿Enserio?—dicesomnolienta.Iba a quedarse dormida encima de mí. La verdad es que no me
vendríamaldormirtambién,peroquiero pasar más tiempo con ella. Bosteza y pongo los ojos en
blanco.Casilemientoyledigoquesólosonlasdiez.—Sí,sóloesmedianoche.Seguro que duerme las ocho horas diarias que recomiendan los
médicos.Poresoestásiemprefelizysonriente.
—Eso no es pronto. —Bosteza otra vez, y me parece aún másadorablequelaprimera.
Sueleserfácildepersuadir,asíquevoyaverquépuedohacer.—Paramí,sí.Además,quierodevolverteelfavor.Tessa se tensa en mis brazos. Puedo imaginarme el rubor en sus
mejillas.Seguroquenoparadedarle vueltas a la cabeza, mientras imagina mi lengua caliente y
húmedadeslizándoseporsusexoydibujandopequeñoscírculosensuclítoris.—Te apetece que lo haga, ¿verdad? —pregunto con la voz más
sugerentequepuedoponer.Se estremece ami lado, yme lo tomo como un sí.Memira y sus
labiossetransformanenunasonrisa.Larodeoconmiotrobrazoygirosuavementesucuerpoyel
míohastacolocarmeencimade ella. Enmis fantasías tiene la boca abierta de deseo.Me tira del
peloysudulzurarozamilengua.En la realidad, Tessa me rodea la espalda con la pierna y me
aproximaaella.Rozoconlosdedossumusloyasciendohastalarodilla.Me encanta tenerla debajo. Su cuerpo es irresistible. Estoy
convencidodequealguienlahaenviadoaquísóloparatorturarme,paraponerapruebamicapacidad
deautocontrol.Unavocecitaenmicabezamerecuerdaquetalvez,sólotalvez,lahanenviadopara
todolocontrario.Quizáestoydestinadoaestarconella,amostrarleotropuntodevistadelavida.
Probablementeseaunaauténticaestupidez, pero quizá no esté aquí para castigarme..., sino para
salvarme.—Erestansuave...Deslizolamanoporsusexquisitaspiernasdenuevo.Alrecordarlo
quehaydondeterminanesaspiernas se me nubla la mente y siento una inmensa presión en los
calzoncillos.Tessaseestremecedenuevo y se le eriza todo el vello. Me encanta el modo en que su
organismo reacciona ante mí. Su libido parece no flaquear nunca; su
cuerporespondeacadaunademiscaricias.Melamoloslabiosylabesoenunladodelarodilla.Susuavepiel
sabe a vainilla. Podría devorarla entera en cuestión de segundos.«Autocontrol...,autocontrol...»
—Quierosaborearte,Tessa.Lamiroalosojosyesperosureacción.Notieneniideadelplacer
quepuedoproporcionarle.Milengualavolveráloca...,noquerráqueparenunca.Separa sus carnosos labios y se inclina hacia mí esperando que la
beseen laboca.Sufaltadeexperienciameresulta tanrenovadoracomofrustrante.
—No.Aquíabajo.—Ledoyunostoquecitosenelsexoporencimadelasbragasyellainspira
súbitamente.Supechoseagitaconfrenesíycasipuedosentircómolashormonas
recorrensucuerpoconviolencia.Latientoconsuavescaricias,ynotocómolahumedaden
latelaaumentabajomisdedos.Estáempapada,y se lodigo.Es tanbonita,y subellezaesaúnmás
radiantecuandoestáasí,hinchadaymojadapormí.—Háblame,Tessa.Dimecuántolodeseas—lainsto.Oír cómo suplica mis atenciones se ha convertido en una nueva
obsesiónparamí.Continúo acariciándola con los dedos y centro la atención en el
clítoris.—Noqueríaquepararas—implora.Meencanta.—Nohasdichonada—respondo—.Nosabíasiteestabagustando.—¿Esquenoeraevidente?Me incorporo yme siento sobre susmuslos. No puedo apartar las
manosdeella.Recorroconlosdedos la suave piel de sus piernas y hago que su cuerpo tiemble
debajodelmío.—Dilo—leordeno—.Nadadeasentir.Dimequequieresquelohaga,
nena—laanimo.Meencantaoírladecirlomuchoquemedesea.—Quiero que lo hagas... —Inclina el cuerpo hacia el mío
ligeramente.Meesfuerzoporcontenermeynotocarlaparaobligarlaadecirmelo
quequiere.Enarcounaceja.—¿Quieresquehagaqué,Theresa?—lepregunto.—Pueseso...,besarme.Labesodosvecesenloslabios.Frunceelceño.—¿Eraestoloquequerías?—ledigoconunasonrisatraviesa.Medaunapalmaditaenelbrazo.Quieroquemesupliquequeusela
lengua.—Bésame...ahí.Justocuandomedispongoaobedecer,secubrelacarayniegaconla
cabeza.Meechoareíryleapartolasmanos.Memiraconelceñofruncido.—Meestáshaciendopasarvergüenzaapropósito.—Estáenfadadade
verdad.¿Enquémomentohasucedidoesto?Pone los ojos en blanco cuando intento explicarle que no puedo
evitarlo,quequeríaoírselodecir.—Olvídalo,Hardin.Setapaconeledredóndeuntirónparaocultarsedemivista.Mierda.
Sehatumbadodelado,decaraalapared.Detesto haber hecho que algo sexual le haya resultado una mala
experiencia.Quieroqueestarenlacamaconmigosupongaunrefugioparaella,queseaellugarenel
que puede desconectar y olvidarse de todo excepto del placer que yo leesté provocando. La he cagado, y ahora cada vez que piense en esto lorecordarácondesagrado.Nodeberíahaberlapresionadotanto.Todoestoesnuevo
paraella.Soyunimbécil.—Oye,losiento—ledigopegadoasupelo.Odio pelearme con ella. Sólo estaba de broma, pero no he sabido
pararatiempo.Avecespuedoserunauténticoidiota,porsinolohanotado.—Buenasnoches—mediceconfrialdad.No está de humor para tonterías, así que, muy a mi pesar, decido
dejarlaestar.Loúltimoquequieroespresionarlatodavíamás.«¿Loves?Estoyaprendiendo»,quierodecirle.—Vale,cabezota—refunfuño.Observocómosurespiraciónseralentiza.Entonces larodeoconel
brazoeintentoquedarmedormido.Ellasuspiraunascuantasvecesyfarfullacosassinsentido.
Cuandosequedadormida,meincorporo y la contemplo durante un rato. Me pregunto cuánto le
duraráelenfadoysiserécapazdeaprenderalgunavezaserunbuennovio.
VEINTIUNO
Suvidaestabacambiandoatalvelocidadqueapenaspodíaseguirleelritmo.Erafeliz...Porfinhabíadescubiertoelsignificadodeesapalabra.Los días pasaban volando, demasiado deprisa para que pudiera darsecuentadeloqueocurría.Cuandoellaseabrióaél,entrósindudarloysehizo un hogar en su interior. Ella le regaló lo más profundo de suinocencia y él lo tomó sabiendo que no le pertenecía, pero mentiría sidijera que no deseaba que ella jamás se enterara de eso. La amaba y laestaba utilizando y sabía con certeza cómo conciliar ambas cosas. Laamaba y sabía que eso no excusaba todos los errores que estabacometiendo,unodetrásdeotro,peroesperabapoderdisfrutardeltiempoquelequedaraconellay,aserposible,convencerladequeeramerecedordesuperdón.
Estoy entrando en el aparcamiento de la residencia de Tessa y mepreguntocuálesmiplan.Lotenía
muyclarocuandosalídecasa.Ibaavenirasuresidencia,contárselotodoysuplicarlequemeperdonara.Noeraelmejorplandelmundo,peroera todo loque semeocurría.Me reconcome laculpa,me retuercepordentro,meruegaquemelibredeella.Meaterraloquesucederácuandoselocuente,peromeceresaberlo.Hadesaberlo.
Sólohebebidounpoco.Unpardetragosparacalmarlosnervios.Nopuedoengañarlaabesosnidistraerlaconcaricias.Enlazonadel
edificioBsiemprehayplazas vacías, y aparco en la que está más cerca de la acera. Su
residenciamerecuerdaaunantiguobloque de apartamentos conmuchas ventanas, pero el ladrillo rojo
oscuroledaunaireainstituciónsiniestra.Es elque los empleadosde launiversidad supervisanmenos.Lo sé
muybien:mehanechadotantodeledificioAcomodelD.
Le mando un mensaje rápido a Steph para que no vuelva a lahabitaciónsiesquehasalido.Como
alcabodeunminutonomeharespondido,bajodelcocheyesperoquenoestéensucuarto.AcontinuaciónhayunmensajedeTessaenelquemedeseabuenasnoches.Deberíahaberlerespondido.
¿Porquésoytanimbécil?El pasillo está vacío y, nervioso, me planto ante la puerta de la
habitaciónB20envezdeenlaB22.Tardocincominutosendarmecuentademierror.Nosésillamaro
no.Nomeestáesperando,peroestoy seguro de que está dentro. No, no debería llamar. No hay
razonesparahacerlo.Metiemblanlasmanos cuando giro el pomo. La puerta demadera cruje cuando la
abroyentro,rezandoparanoencontrarmeconunzapatoenlacabezaoconunapollaenlabocadeSteph.
Misojosseacostumbranalaoscuridadjustoenelmomentoenqueseenciendeunalámpara.
—¿Qué haces? —pregunta Tessa. Está sentada, con los ojosentreabiertosparaprotegerlosdela
luz.PasojuntoalacamadeStephymedetengoatreintacentímetrosdela
deella.—Hevenidoaverte—digo,yahoraque laveoalgocambiaenmi
interior,setranquiliza.Sevuelveparaecharsedeladoconunamanoapoyadaenlacadera.
Cuandoseincorpora,lospiesdescalzoscuelgandelbordedelcolchónyelpeloonduladolecubre
casitodalaespalda.Lacamisetade algodónque llevapuestaparecemuy suave.Quiero tocar la tela
queacariciasupiel.Quieropasarleelpulgarpor lafrenteyapartarleelpelodelacara.Necesitotocarelmohíndesuslabios.
Frunce el ceño, las cejas le tiran de la frente. Parece un gatitoenfurruñado.
—¿Porqué?—preguntaconvozagudayllorona.No séquéhacer.Me siento en la sillade suordenadoescritoriode
madera.Trasunosinstantesdeduda,contestoconsinceridad:
—Porqueteechabademenos.Veo en sus ojos enfado e incredulidad cuando los pone en blanco.
¿Ellamehabráechadodemenos?¿Laconsuelocuandoduermecomoellahaceconmigoolaatormento
ensueños?Notengoniidea.Suspiraydejacaerloshombros.—Entonces¿porquétehasido?Sus palabras son dulces.Me tomo unmomento paramirar bien la
habitación.Tienelacamarevuelta, cosa rara. El edredón está hecho un ovillo y una de las
almohadascuelgadelpequeñocolchón.ElladodeStephestátandesastrecomodecostumbre,ytengoquecontenerunacarcajadacuandopiensoenlonerviosaqueesedesordendebedeponeraTess.Mesorprendequenolelimpie
la habitación cuando su compañera no está. Aunque, si no meequivoco,seguroquelohace.
Meencojodehombrosyellasecruzadebrazos.«Tengo mucho que contarte, Tessa, por favor, por una vez, no
hables...»—Porquemeestabasdandolatabarra.Resoplaypataleacomounaniñapequeña.—Vale.Voyaseguirdurmiendo.Estásborrachoyesevidentequevas
avolveratratarmemal.—Menealacabezaycierralosojos.Elpechomeardeconsurabia,ylamíameenciendelospuños.Intento convencerla de que no la trato mal, de que sólo estoy
ligeramentebebidoydequequeríaverla. Trato desesperadamente de no sentarme en la cama con ella.
Quieroquesetumbebocaarribaymedejetocarla.Sigoregalándolelaorejaeintentohacerlasonreír.Noselotraga.—Serámejorquetevayas—replica.Seacuestadándomelaespaldaymirandoalapared.Esunamocosa
cabezota.Esmedioadorableymedioodiosa.
Siquierecomportarsecomounacría,latratarécomosilofuera.—Venga,nena...Noteenfadesconmigo.—Sushombrossetensany
desearíapoderverlelacara.Aunque mi intención era pincharla, me gusta llamarla nena—.
¿Quieresquemevayadeverdad?Yasabes lo que pasa cuando no duermo contigo. —Espero que mi
vulnerabilidadlaconmueva.Suspira con gesto dramático y contengo la respiración. No quiero
irme.Noquieroquequieraquememarche.—Bien. Quédate. Yo me voy a dormir. —No se da la vuelta. Me
preguntosimellevaríaunbofetónportumbarmeasuladooporcogerladelhombroyvolverla
haciamí.No me importa que duerma, pero preferiría poder disfrutar de su
compañía.Loteníamedioplaneado cuando he venido y ahora está fuera de cuestión. Está
enfadada,silesueltolabombanoseconformaráconpalabras.—¿Porqué?¿Noquieresestarunratoconmigo?—lepregunto.Unavezmás,medicequesoyunbordeyunborracho.Ledigoque
nosoyningunadelasdoscosasyqueestáactuandocomounaniña.—Esmuybordedeciresodealguien,sobretodocuandoloúnicoque
hehechohasidopreguntarteportutrabajo—replica.Meduelelacabeza.Nohacemásquevolveralomismo.—Dios,otravezno.Vamos,Tessa,déjaloya.Nomeapetecehablar
deltema.Medoycuentadeque,sise locontara todo, lamayoríadenuestras
dificultadesdesaparecerían.Elproblemaesqueellatambiénseesfumaría.—¿Porquéhasbebidoestanoche?—meinterroga.Parecía buena idea.Estaba tensoy triste yme era imposible pensar
conclaridad.Queelalientome huela a alcohol resta importancia a mis confesiones, las hace
menosofensivas.Puedosoltarbobadasdeborrachoy, si seescandaliza,negarlo todoa lamañana
siguiente.Joder,nopuedoparardementir.—Yo...Nolosé...Meapetecíatomarmeunacopa...ovarias.Dejade
estarenfadadaconmigo,porfavor...Tequiero.La quiero de verdad y necesito estar junto a ella. Detesto que se
enfadeconmigopero,deunmodoenfermizo,elhechodequesepreocupepormímereconforta.Seleestápasandoelcabreobastantedeprisa.—No estoy enfadada contigo, sólo es que no quiero que nuestra
relaciónvayahaciaatrás.Nomegusta cuando la pagas conmigo sin motivo y desapareces. Si estás
enfadadoporalgo,quieroquemelodigasylohablemos.«¿De qué va ahora? ¿De psiquiatra?»Tardo unmomento en darme
cuentadequemeestáhablando como si estuviéramos saliendo juntos. Ni de lejos somos
unaparejaaluso.Seponeahablardecomunicacióncuandoloúnicoquehaceesdarmediavueltaenla
camaynodirigirmelapalabra.Heestadodejándomeelpellejoporestachicayniconeso lebasta.
Estoyintentandoserrazonable,no permitir que me cabree, pero es muy difícil con alguien como
Tessa,quemetocatodaslasteclas.—Notegustanotenerlotodobajocontrol—contraataco.No puedo creer que me esté dando consejos sobre cómo vivir mi
vida.Comosiellalosupieratodo,queesloquesecree.—¿Perdona?—Letiemblalavoz.Seincorporayapoyaloscodosen
lasrodillas.Ledigoqueesmuycontroladora.Loniega.Mepregunta si tengoalgúnotro insultoguardadoen lamangay le
pido que se venga a vivir conmigo. Se queda tan pasmada comoimaginaba que se quedaría. Estoy aquí con ella, sorprendido de quemibocahayaelegidoprecisamenteestemomentoparasacareltema.Estudiamicaracon
detenimiento,comosiestuvieramemorizandoloqueledigosobreel
sitio.Estáemocionada,lonoto.Pero no está del todo segura y no lo disimula muy bien. Le
demostraréquenotienenadaquetemer.Puedo seguir portándome mejor por ella y hacerla feliz. Sé que
puedo.Laenergíaentrenosotroshacambiado por completo. Se está mordiendo el interior del labio,
provocándome,yyonopuedoesperarmásavivirconella.
El huracán de verdades que flota sobre nuestras cabezas, haciendoremolinosycogiendofuerza,
se desplomará sobre nosotros en cualquier momento. Finjo queestamosenunanovelayqueme
perdonaráigualqueElizabethperdonóaDarcy.Sifuéramospalabrasenunapágina,volveríaamis
brazospormuygravesquefueranmiserrores, igualqueCatherine.Anhelaríalaaventuraqueaporto
a su vida y a mí me sería imposible separarme de ella, igual queDaisy.Eldesastrenonosafectarási
estamos a salvo en nuestro propio mundo, en nuestro propioapartamento,ennuestrapropianovela.
Eselugarseráunafortaleza,nounaprisión,leprometoensilencio.Laspalabrasmuerenenmi
lengua y me vuelvo hacia ella otra vez. Me mira con los ojosbrillantes,llenosdecontroladaemoción.
—¿Quémedices?¿Tevienesavivirconmigo?«Diquesí.Diquesí,porfavor.»Tessamueveloshombroshaciaadelanteyhaciaatrásparaaliviarla
tensiónyveountirantedesujetador de color rosa. Creía que toda su ropa interior era de
algodónblancoodealgodónnegro.Mantengo la mirada fija en su hombro, esperando a que el tirante
vuelvaaasomar.—Jesús, un paso detrás de otro. Demomento voy a dejar de estar
enfadadacontigo—medice;essuversióndellegaraunacuerdo—.Ahoravenalacama.Setumbasobreelcolchónyconlamanomeindicaquemeecheasu
lado.Derepentesoyfelizcomo un cachorro cuyo dueño lo deja subirse a la cama. Me
desabrocholosvaqueros,melosquitoylostirosobreunmontóndelibrosdetextoquehayjuntoalacamade
Steph.MiroaTessa,quesólotieneojosparamicamisetaymeestádiciendosinhablarquemela
quite.Lafinacamisetadealgodónque llevaesbastante sexi,peronohaynadacomoverlacon lamía
puesta.Meencantaqueduermaconellas.Melaquitoyladejodelantedeella.Meregalaunasonrisapreciosay
sedisponeasacarselasuya.Supielsuaveesmuysexi,asícomoelmodoenquesuestómagosecurvabajosusgenerosospechos.Casisemesalenlosojosdelasórbitascuandoveoelsosténdeencaje.Estoyacostumbradoa
queunsujetadordealgodónsinformalecontengalastetas,noaunpush-updeencaje.
—Joder—semeescapasinquerer—.¿Quéllevaspuesto?Lachicaessexiamásnopoderynoesconscientedeserlo.Learden
lasmejillas,rojograna.—Mehecompradoropainteriornueva—respondeenunsusurro.Ledavergüenzaapesardequepareceunadiosaconelpelorubio,
laspiernassuavesyloslabioscarnososlistospararecibiramipolla...Mepreguntode inmediatoquémássehabrácompradohoyysime
seríamuydifícilconvencerlade que se lo pruebe todo para mí, como un pequeño espectáculo
privado.Nuncamehabíapuestotantounamujer.Estanabsolutamentesexual
sinpretenderloynotieneniideadelacantidaddemujeresquedaríanloquefueraporsercomo
ella,portenerunascurvasasídesexis.—Yaloveo...Joder.Tessamenealacabeza.—Esoyalohasdicho.Pero le encanta oírlo. Florece con mis cumplidos, lo cual es muy
muysatisfactorio.Mealucina
que no se vea como es en realidad. Le repito lo guapa que está ysonríemás.Nopuedoapartarlavista
desustetas,queamenazanconreventarlascopas,ynopuedoevitarquemipollaintenteescaparde
mi bóxer.Tessa lo estámirando, estámirando el bulto demi pollaerectacontralateladealgodón
negro.Con ojos hambrientos, se relame el labio superior y lo muerde
suavemente.Medicealgoperonosabríadecirquéniaunquemividadependieradeello.—Mmm...—Estoydeacuerdoconloqueseaqueestédiciendo.No puedo pensar en nada salvo en que su cuerpo está llamando al
mío.Escomosiestuvierahechoparamí.ApoyomipesoenlarodillaymetumbosobreTessa,
apresandosubocahúmedaycarnosa con la mía. Su lengua es como el terciopelo y el whisky,
suaveydura,yacaricialamía,atravesándomeysanándomealavez.Estoyjugandoconfuego.Caminosobreunalíneamuyfinaperohe
desarrolladountalentoespecial para el funambulismo. Si acepta vivir conmigo, verá que
estoylistoparasermejorpersonaporella.Verá que un error no importa gran cosa comparado con lomucho
quelaquiero,comparadoconlomuchoquepuedosignificarparaella.Su boca semuere por lamía. Es una experta en esto: su lengua se
mueveconlamía,yconcadaunodesussonidosquemetragomeenamoromásdeella.Hundola
mano en sus suaves cabellos, desesperado por sentirla aún más cerca.Aprieto mi cuerpo contra el suyo, mi polla necesita fricción antes deentrar en combustión. El alivio que me recorre el cuerpo cuando merestriegocontraellame
aterra.Controlamimenteymicuerpoynoséquéharáconellos.Merecuestosobreuncodoparaadmirarsubelleza.Ahorasubocaes
rosaoscuro,ymentalmenterepaso un libro entero de cosas quememuero por hacerle.Con la
otramanoacaricioelencajerosa
pálidoquecruzasupecho;ladelgadatelaapenaspuedecontenerla.Conpacienciaytodaladulzuradelmundo,misdedosasciendenpor
la copa, bajo el tirante, y hundo los dedos bajo la tela para sentir suspezonesduroscomoguijarros.Eselputocielo.
—Noconsigodecidirsiquieroquetedejesestopuesto...Podríapasarmetodaslashorasdetodoslosdíasaquí tumbado,con
ellaesperandomiscaricias.Aplico una mínima presión a sus pezones y gime sorprendida.
Quierosustetasdesnudasenmismanos.—Va,fuera—gruño.Estoycachondoeimpacientey,cuandoarquea
laespaldaparaqueledesabroche los pequeños corchetes, casi me corro en los
calzoncillos.Cojosustetasconlamano,levantándolasydejándolascaerpara admirar la perfección con la que se mueven. Tiene unas tetasperfectas,esmifeticheviviente—.¿Quéquiereshacer,Tess?
Quierohacerlede todo.Quierohacerlecosasquenuncahehechoyexperimentarcosasdemi
pasadocomosifueralaprimeravez.—Yatelodije—protestaempujandosupechocontramimano.Esta
raritaesunacalentorra.
¿Estamos preparados? ¿Está preparada? Creo que lo está. Estájadeando,ylaentrepiernadesus
bragasbrillaalaluzdelalámpara.Mimanodesciendeporsuvientrehaciaelbajodeencaje.Trato
decontrolarme,perogimeminombreynecesitoqueemitamásdemissonidosfavoritos.Joder,me
tienecomiendodesumano.Mis dedos llegan a su coño y tamborileo suavemente sobre el
montículohinchado.Hayquevercómohamojadolasbragas.Sudulcearomaserespiraenelaire,y
quierosaborearla.Lemetolosdedoshastalosnudillos.Grita,ysusjadeoscalanenmímientrasme
abrazaparacontenersucuerpotembloroso.Amis dedos les falta espacio, está prieta, y jadea cada
vezqueselosmeto.
LasmanosdeTessaencuentranenloquecidasmipolla,lamidenconlamano,laestrujanyla
acaricianatravésdelbóxer.—¿Estássegura?—lepregunto.Necesitoqueestéabsolutamentesegura.Necesitoqueseatanperfecto
paraellacomoloseráparamí.Tessa tardaunmomentoendarsecuentadeque leestoyhablandoa
ella.Tienelabocaabiertaylamiradasalvaje.—Sí,estoysegura.¡Noledesmásvueltas!Agacho la cabeza y me río contra su cuello. La ironía me mata.
Normalmenteesellaquienledavueltasa todo.Peroestavezsoyyo.Estoytancercadetenerla,y la
estúpidaApuestavaaestropearlo.La culpa que siento desde que empecé a enamorarme de ella es
superioramí.Seestálibrandounabatalla campal en mi interior: el chico bueno que ama a la chica
buenayelchicomalocondemasiadastarasparasercapazdeamaranadiesebatenenunduelo
conespadas.Cadaunoquiereunacosadelaprincesa.Elchicomalocaederribadoatierra.—Tequiero,losabes,¿verdad?—digoensuboca.¿Serácapazdenotarelsabordemipánico?Silohanotado,nolodemuestra.—Sí...—Mebesa,lentamente,condulzura—.Tequiero,Hardin.Sus piernas tiemblan levemente, como si su cuerpo no pudiera
soportarelplacerdemisdedosentrando y saliendo de su apretado interior. Me espera suplicante
mientrasinvadenmimenteimágenesde sucuerpo retorciéndosebajoelmíocuando rasgue su
pielylahagamía.Nohastaqueelladéelprimerpaso...Esunafronteraquevoyarespetar.Mibocase
cierrasobresucuelloparahacerlamíadeotromodo.Chupolafinapielysientoelcalordelasangrequecorrebajolasuperficie.Esmía.
—Hardin...,voya...—jadeacuandoladejovacía.Escomounafrutamaduralistaparaqueladevoren.Derepente,soy
unhombrehambriento.Necesitocomérmela.Retrocedosobrelacama,lequitolasbragasy
leseparolaspiernas.Esunaromadulce,embriagador.Nuncahesentidonadaparecidoalhambrequerugeenmiinterior.Mislabiostrazanabesosun sendero por su vientre. Está empapada. No puedo evitar soplar ydeleitarme
consusgemidos.Lalevantoporlasnalgas.Allávoy.Susaborinundamissentidosymilenguarepartelametonesarribay
abajo.Concadagemido,mislametones sonmás fuertes,más precisos, y se agarra a las sábanas
contodassusfuerzasparanogritar.—Dime lomucho que te gusta—digo asegurándome de echarle el
alientoconcadapalabra.Nopuedenihablar.—Me...Lachupoylalamohastaquetiemblaygimesinparar.Quierodarleelempujoncitoquenecesita.—Esoes,nena.Córreteparamí.Necesitosentirloenlalengua.Obedece.Alcanzaelorgasmoymeemborrachodeella.Yanotengo
seddelicor,ahoratengoseddepoder.Asciendo por su cuerpo,mi polla late contra su vientre, y la beso.
Saledesuestadodesatisfacción y me besa apasionadamente. Está lista para recibirme.
Estoyimpresionado.—¿Estás...?—preguntoparaasegurarme.Asienteconfrenesíyempujalascaderascontralasmías.—Calla...Sí,estoysegura—mesuplica.Meclavalasuñasenlaespaldayseapoderademibocadenuevo.Sus
labioschupan,sulenguaseabrepasoentrelosmíos.Vuelvoaemborracharme.Mebajaelbóxer
porelculoylaspiernas,ylasensacióndeestardesnudoydurocontrasupielmeenloquece.Necesitoestardentrodeella.Hedehacermíosucuerpo.Estolocambiarátodo.Ningunodelosdosvolveráaserelmismo.Ya
noseráunachicainocente,seráunamujerconunavidasexual.Tendráquemarcarlacasillade
persona sexualmente activa cuando vaya al médico. Un día se casará ytendrá que decirle al tipo que folló conmigo. Cuando hable de susexperiencias sexuales pasadas, sólo podrá hablar de mí. Siento unaculpabilidadinmensayuna
satisfacciónextrema.Esunaexperiencialiberadoraperoaterradoraalavez.
—Tessa,yo...—Tengoquedecírselo.Meestápartiendoelcuerpoendos.
—Calla...—susurra.Nosabeloquedice.Sientoelpesodemicuerposobreelsuyo,encajanalaperfección.La
miroalacara,intentandoguardarestemomentoparasiempre.—Pero,Tessa,tengoquecontarte...—Callaya,Hardin,porfavor.Me lo está suplicando.Susojos son todoamoryemoción.Mivida
estácambiandoy,ahoramismo, voy a darle la vuelta a todo. Toma el control antes de que
puedadecirunapalabrayaprietalos labios contra mi boca. Su mano envuelve mi polla dura y me
masturba,provocándomeyhaciéndomecallar.Cojounarápidabocanadadeairecuando,conuna
pasadadelpulgar,limpialagotaquebrillaenlapunta.—Si vuelves a hacer eso, me corro —protesto. Quiero sentir las
delicadasyemasdesusdedosenlapuntademinabo,incitándome,haciéndomesuplicar.Pero, más que nada, siento la imperiosa necesidad de enterrarme
dentrodeella.Ya.Imaginoqueno tienecondonesymeavergüenzounpocode llevar
siempreunoenlacartera,peroyonuncafollosincondón.Tessaobservadesde lacamacómorecojo losvaquerosdel sueloy
rebuscoenlosbolsillos.Mesiento como un pervertido de esos que siempre llevan un
chubasqueroenlacarteraenprevisióndeecharunpolvo.Perosemeolvidaconunasolamiradaalosojoshambrientosdeella.
Vuelvoalacama,condón
enmano.Esperounsegundoparaquemeloarrebatede lasmanos,peronolohace.Joder,seguro
quesóloloshavistoenclasedeeducaciónsexual.—¿Estás...?—No sé cómopreguntarle si quiere intentar ponérmelo
ella.Aalgunaslesgusta,aotrasno.Levantalavoz.—Simelopreguntasotravez,temato.Lacreo.Me decido por la segunda opción, que es saborear este momento
mientraslatengo.Meneolacabezayagitoelcondóndelantedesusnarices.—Iba apreguntarte si quieres ayudarmeaponérmeloo lohagoyo
solo...Yoacabaríaantes,seguro.Tessaparecenerviosay semuerde el labio.Mipolla semuerepor
ella.Sientolatentacióndefollármelaapelo.Yhederecordarmequeesoseríaunaestupidez.—Ah.Megustaríahacerloyo,pero...vasatenerqueenseñarmecómo
sehace.Esmuytímidaysexiarabiar.Sustetasgrandes,llenasyredondasme
distraen.Tengoquemeterleprisa.—Bien—accedo.Tessaseacercaysesientaconlaspiernascruzadas.Mealegrapoder
enseñarlecómosehace,peronoestoyalcienporcienenelmundoreal:me imagino ya encima de ella,metiéndome en su interior.Me imaginocómo gime y jadea y cómo se agarra ami espalda y amis brazos.Meimaginoquemepidemás,quesecorreyqueyaesmía.
—Nohaestadomalparaunavirgenyunborracho—bromeaTessacuandoestáhechoyyallevoel
condónpuesto.Lerecuerdoquenoestoyborrachoyqueesaboquitainsolentemeha
despejado.—Y¿ahoraqué?—preguntasinpodercontenerse.Guíosumanohastamipolla.
—¿Metienesganas?—pregunto.Asiente.—Yo también te tengoganas—digo.Meestoymuriendo.Nuncahe
tenidotantasganasdenada.Sigue meneándomela, la tiene en la mano. Me coloco entre sus
piernasylasabroconlarodilla.Denuevotieneelcoñobrillanteyempapadopormí.—Estásmuymojada,esoloharámásfácil.Puedoolerla.Sucuerpoesmuyagradecidoyesomevuelveloco.La
besoenlaboca,salpicandoconmis labios traviesos lascomisuras, sunarizyotravezsuboca.
Tessameabrazayrespirohondocuandoseaprietacontramí.Rozosuhumedadycasiexplota.Esmuy
impacienteysepegaamí.Seloadvierto:—Despacio,nena.Tenemosqueirdespacio.—Labesoenlasien.No
quierohacerledaño.Noloharía si no tuviera que hacerlo—. Al principio te va a doler. Si
quieresquepare,dímelo.Lodigoenserio.Lamirofijamente.Tienelaspupilasdilatadas,lasmejillasencendidas
yelpelorevueltosobrelaalmohada.—Vale.Tragasalivanerviosa.Laobservoylerecuerdoensilenciolomucho
quelaquiero,quelanecesitoyqueladeseo.Conunhondosuspiroencuentroloquebusco
yentrocondelicadeza.Notoloapretadaque está cada centímetroque avanzoymedetengocuando
cierralosojosconfuerza.—¿Estásbien?—preguntosinaliento.Asiente,peroestáapretandoloslabios.Estátancaliente,tanprietaa
mialrededor...—¡Joder!—gimocuandoellajadeaymeaprietaotravez—.¿Puedo
moverme?Joder,necesitomoverme.Sabíaqueibaasercomoestarenelcielo,
peronomeimaginabaqueel
putocieloibaaserasídedivino.Tessarespirahondounpardevecesantesdecontestar.—Sí...Medapermiso.Voydespacio,noquierohacerledaño.Sientoquenoseagarrayatan
fuerteamisbrazosyqueserelajaconcadabesoqueledispenso.Sucuello,supreciosaboca,su
nariz.Amohastaelúltimomilímetrodesucuerpo.Demicuerpo.Lerepito lomuchoque laquieromientrasentroysalgolentamente
de ella. Sigue con los ojos cerrados pero no da muestras de estarincómoda. Cuando pasan veinte segundos y noto que su cuerpo noresponde,medetengo.
—¿Quieres...?Joder...¿Quieresquepare?Niega con la cabeza y vuelvo a cerrar los ojos.Me imagino cada
centímetrodeelladebajodemí.Supielsuave,sucuerpoconformándosealmío.Esmía,ahoraypara
siempre,inclusocuandonoshayamoslevantadodelacama.Mantengoelritmoyellanomesuelta.
Notoqueelcorazónmelateenelpecho,quevuelvea lavidaamedidaquemeacercoalbordedel
abismo.Nuncaanteshabíasentidonadaconelsexo.Me siento vivo y brillante y, cuando miro a mi amor, ella me
devuelvelamiradaconunaadmiraciónradianteyahoraséque,dealgunamanera,todoacabará
bien.LafortalezadeTessmesorprendeunavezmáscuandounalágrima
caesilenciosasobrelaalmohada.Labesoparaborrarlaylaalabocomosemerece:—Loestáshaciendomuybien,nena.Tequieromucho.Hundo losdedosen supeloy lamoel sudorquebaña lapielde su
cuello.—Te quiero, Hardin—afirma ella. Nome hace falta nadamás. Ya
estoy.Labesoenlaboca,lechupoloslabiosylalenguaconunavoracidad
insaciable.—Voy a correrme, nena. ¿Te parece bien?—Mi espina dorsal está
quearde,elsudorresplandeceensupiel,estamosenloquecidos.Tessa asiente, me anima a que me derrame en su interior. En este
momentodetestolabarreraquenossepara.Quierocolmarla,quierohacerlamíadetodaslasmaneras
posibles.Mechupaelcuelloyme tenso.Mi cuerpo cede al placer ymascullo su nombre con los
dientesapretadosmientrasalcanzoel clímax. Me desplomo sobre su pecho, sin aliento, y ella me
acariciaperezosamentelapiel.Ahora todo ha cambiado. Lo he cambiado todo entre nosotros. La
reconfortoeignorolapresióndelaverdadqueintentaescaparyqueamenazaconquemarmevivo.
Mientraslareconforto,rezoaquien me esté escuchando para que mi mundo no sea reducido a
cenizas.VEINTIDÓS
Todoempezóadesmoronarseyelpequeñocastillodenaipesquesehabía construido se tornaba más y más frágil cada día que pasaba. Leentraba el pánico a lamásmínimamención de susmentiras y le estabacostandofraguarunplan.Estabaconvencidodeque,cuandoeraniño, lehabían lanzado una maldición... No había otra explicación para elsufrimientoquehabíatenidoquesoportar.
EmpezabaapreguntarsesiTessaerasusalvaciónolapeormaldiciónposible.Lahabíahechosuya,atodaella,peroseleescurríadeentrelosdedoscomolosgranosdeunrelojdearena.
Tessaestáensutrabajodebecariacuandomepasounosdíasdespuésporsuhabitación.Mollymeha
estadocontandoqueaStephseleestáyendolapinza.Dejacaerqueesposiblequeestéperdiendola
putacabeza,ynecesitohablarconellaantesdequeellahable.
Cuandollegoalahabitación,Stephestátiradaenlacama,conelpelorojohechoundesastre.
Lleva mechones recogidos con horquillas por toda la cabeza. Su
maquillajeesoscuro,lasombradeojos de color humo le cubre los párpados y parece la versión
fantasmagóricadeunaniñapija.Tienelapielblancayloslabiosrojooscuro.—Noestá—anuncia,ycierraelportátildeTessa.¿Quéhaceaquísu
portátil?—.Estoyviendounapelícula.Relájate,psicópata.Cojoelordenadordesucamaymelopongodebajodelbrazo.—Yaséquenoestá.Queríahablarcontigo—ledigo.Se incorpora sobre un codo y las tetas amenazan con romper el
vestidoajustadoquellevapuestoyquedarmásalavistadeloqueyaestán.—¿Hablarconmigodequé?Me mira con frialdad mientras espera mi respuesta. Siempre he
sabidoquealgonoibadeltodobienensucabeza,peronosoycapazdecalcularcuánpeligrosoes.
Todostenemossueltosunoodostornillos, pero en el caso de Steph a veces juraría que tiene unos
cuantosmás.Solíapensarqueeraunachicamaja,perohaacabadoresultandolaversiónpelirrojadela
locadeAmyDunne,laprotagonistadePerdida.—Yalosabes—digo.MesientoenlacamadeTessaymevuelvohaciaSteph.—Molly te ha llamado—replica, sumandodos y dos—.Está de un
pesadoquenoveas.—Echalacabezaatrásysesienta—.NovoyacontarlenadaaTessa.Séquela
únicarazónporlaqueestásaquíespararogarmequenoabraelpico.Novoyahacerlo.—Y ¿tengo que creérmelo?—le pregunto, y ella se pasa la lengua
porlosdientes.—Siquieres...y,sino,puesno.Yoyamehedivertidobastante.Ahora
todoelasuntomeaburreyempiezoasentirmeunpocomalporella.Parasersincero,estosíquenomeloesperaba.—¿De verdad?—Me siento justo en el borde de la cama deTessa,
conloscodosapoyadosenlas
rodillas.Stephseechaareír,conunarisaagudayanimal.Suspiro.Quétonto
soy.—No,claroqueno.Perosíquemeaburretodoesto.Ledaun tirón al vestidopara enseñar aúnmás canalillo.Desvío la
mirada.EstoyaquíporTessa.Nohevenidoamontarunnumerito.—Aestasalturas,seguroqueyacasihasterminadoconella.«¿Quecasiheterminadoconella?»¿Estáloca?—¿No?Ahoraquete lahasfollado, tehabráshartadodeella.Es lo
quesuelepasarcontigo.LomásrarodeStephesquenomeloestáechandoencara,sinoque
loafirmasinmás.Dadomihistorial, suevaluacióndeberíasercorrecta,perohepasadomucho
mástiempocurrándomeaTessaqueacualquieradelasotras.Tessme hizo luchar por ella porque lo valía. Qué pena que yo lo
hayaestropeadotodo.—No...—Meaclarolagarganta—.Noheacabadoconella.Stephponelosojosenblancoyserelame.—Ya lo sabía yo. ¿Cuántas veces te la has tirado ya? ¿Sigue
estrechita?Porquetúsiempreloestropeastodo...Creoquemisojosdebendeestarapuntodesalírsemedelasórbitas,
porquememiraysealejademí.—¿Ybien?—insiste—.Seguroqueesmajayyahashechoconella
loquequerías.Ahorayapuedesseguircontuvidayqueellaselargue.Yalaveomásquede
sobra.—Notecaenadabien.—Mefrotolanuca.Tessa piensa que Steph es su amiga y no quiero entrometerme a
menosqueseanecesario.AunquesiStephintentajugársela,tendréquetomarmedidas.—No, nome cae bien. Pasemos a otra cosa.A ver si la dejas ya y
vuelvesaqueMollytelachupedíasí,díano.
—VoyaseguirconTessa.—Nosécómodecírselo.Noquierodarlemáspodersobremídelque
yatiene,perotampocoquierodarlelaimpresióndequeTessaesunrolletepasajero.
No es un rollete, y sigo rezandopara encontrar elmodode que lonuestrofuncione.
Pero eso no es asunto de Steph. Joder, qué desastre. Es un putodesastre.
—¿Paraquéhasvenido,Hardin?Séquenoerasóloparacomprobarquenosoyunabocazas.—
Serelameloslabiosotravezyseaprietalastetasconloscodosconlamenorsutilezaposible.
Mimalgenioamenazaconjugármela,ymelevanto.—¡Tía,estásmaldelacabezasipiensasquevoyatocarte!—Tessanoesnadadelotromundo.NoséporquéZedytúestáistan
obsesionadosconella.—Zed no pinta nada en esto.—Me tiemblan las manos y veo que
StephestáencantadadehaberseconocidoyconcómohereaccionadoaloírelnombredeZed.«Nodejesquesesalgaconlasuya,Hardin.»Meestá cabreando a propósito y yo se lo estoy consintiendo. ¿Qué
solíadecirmiabuela?Mierda,nomeacuerdo.—Zedesmuyimportante...—Basta.—Mellevolasmanosalacara.Mepellizcoelpuentedela
nariz,inspiroyexhalo.He venido a decirle que tiene a Molly muy preocupada y a
asegurarmedequeTessanosaldrámalparadaacausadealgunadesus locurasomaldades.Peroahora
queestoyaquíyqueellaseestácomportando como una desgraciada, me apetece ser un cabrón, la
verdad.QueStephactúecomolareinadelosgilipollasmehacesentirquenosoydistintodecomoera
antesdeconoceraTessa.Pensabaque,enciertosentido,eramejorqueStephycompañía,pero
aquíestoy.Compartiremosmesaenelinfierno.
Nopuedo evitar empujarla.Me encanta hacer que se sienta tanmalcomoyo.Lamiroysonríode
orejaaoreja.—Mejor preocúpate de tu novio y de cómo mira a Molly. Los he
vistoasolasunpardeveces...Sueltounpardeperlasmás sobreellos,no séni loquedigo,pero
para cuando he terminado, Steph tiene los ojos enrojecidos y llenos delágrimasparacelebrarmitriunfo.
—Esoesmentira—replicaintentandocontenerelllanto.«Tepillé.»—No.Losientoporti—ledigo.MetoelportátildeTessaenelprimercajóndesucómoda.Necesito
salirdeestaresidenciacuantoantes.Sin darle a Steph tiempo para responder, salgo de la habitación.
Cuandosuboalcocherecobroelsentido comúnymedoy cuentadequehedadootropaso en falso.
Stephnoescomolamayoríadelas chicas. No se va a quedar de brazos cruzados, esperando el
momentooportunoparavengarse.Esirracional y ya la estoy viendo contándole todos los detalles de la
Apuesta,corregidosyaumentados,aTessa.Deberíaenterarsepormí.Deberíaseryoquienlecontarala
cochinaverdadantesdequelodescubra.Estoacabaráconmigo.Salgodel cocheycaminodevueltaa lahabitaciónde la residencia
paraprobarunenfoquedistintoconSteph.PerooigolavozdeTessaencuantollegoalapuerta.«Joder.»Meapoyoenelumbralyescucholaconversacióndelaschicas.—NocreoqueTristanpique,hevistocómotemira.Leimportasde
verdad.Creoquedeberíasllamarloyhablardeltema—lediceTessa.Pegolaorejaalapuertayrezoparaquenadiemevea.—¿Ysiestáconella?—preguntaSteph.«¿Selohatragado?»—Noestáconella—consuelaTessaasucompañeradehabitación.
—¿Cómolosabes?Avecesunocreequeconocealaspersonas,peronoesasí—empiezaadecir
Steph.Mierda.Selovaacontar.Vaasoltárselotodoahoramismo—.Har...
Abrolapuerta.—Hola —digo entrando en la habitación. Parece que se están
haciendomuyamigas.Aotroigualloengañan—.Uy...,¿mejorvuelvodentrodeunrato?—No, voy a ver si encuentro aTristan y hacemos las paces—dice
Stephlevantándose—.Muchasgracias,Tessa.Laabrazaymemira,dejándomeclarodeesemodoqueestonoha
terminado.Necesitodistraerme.—¿Tienes hambre?—le pregunto aTessmientras Steph se prepara
parasalir.—Sí,laverdadesquesí—dicellevándoselamanoalestómago.EstádistraídaynoparecenotarlamiradadeodioquemelanzaSteph.VEINTITRÉS
Laparanoiaseapoderódeélyfuearrastrándolomásymáslejosdeella. Intentó aferrarse a la pequeña esperanza de que podía tener la vidaquequeríaasulado.Tratódeidearunainfinidaddeplanesparasalvarlaúnicacosabuenaquelehabíapasadojamás.
Suplicóasusenemigosyrogóasusamigosqueguardaransilencio.Peroningunodesusplanes funcionaría,ningunodeellospodríaocultarloque lehabíahecho,yeraconscientedeque todo ibaaestallarleen lacara.
LlevoaTessaalcentrocomercialymimalasuertecontinúacuandonos sentamos en la zona de restauración antes de decidir a qué tiendasvamosair.Laparanoiameatormentaymepersiguealláadondevoy.NopuedodejardepensarenloquepodríahaberlecontadoSteph.¿Sabetodoloquele
hemosestadoocultando?¿Acabarádescubriendoquenosoydignodeella?
JugueteoconlacomidasumidoenmispensamientosmientrasTessa
comedespacioymeobservatodo el tiempo. ¿Qué está buscando? ¿Algún signo que delate mis
mentiras?—¿Ysicompramoslotuyoprimero?—digo.Aún no puedo creer que haya accedido a ir a la boda. Voy a estar
incómodode lahostia,ymiúnicoplanenestosmomentosescentrar laatenciónenTessayolvidartodalaputamierdaanterioralosúltimostresmeses.
—Yotampocoséquéponerme—replicaella.—Bueno,tieneslasuertedequeestaráspreciosatepongasloquete
pongas.Micumplidohacequeseleiluminelacara.—Eso no es verdad. Tú llevas como nadie el estilo ese de «Me
importaunamierdamiaspectoperosiemprevoyperfecto».—Seechaareír,ylapresiónquesiento
enelpechodisminuyeligeramentecuandolaveohacerlo.—¿Tútambiéntehasdadocuenta?—Sonrío.Aunqueellatambiénluceeselook.Muchomásqueyo,ynisiquiera
seesfuerzaenhacerlo.Suteléfonoempiezaavibrarenlamesa.Actúadeunmodobastante
normalparatratarsedealguienquesabequeestánjugandoconelladeestamanera.Iguallo
estáhaciendoapropósitoparadistraermehastapoderdevolvérmelayvengarse.¿Oquizáesqueenrealidadnosabenada?—EsLandon—dicemientrasleosunombreenlapantalla.Micorazóndejademartilleardemaneradescontrolada.Contesta la
llamadaymequedoobservando cómomueve la bocamientras habla. Succiona su labio
inferiorduranteunossegundosymemiradearribaabajo.Semehaocurridounamaneradeimpedirquesequedeasolascon
Steph.Tengoquemantenermepegado a ella de ahora en adelante. He estado demasiado relajado
respectoatodoesto.Deberíaestarconellaatodashoras.
—Vale,haréloquepuedaparaquesepongacorbata—diceTessaalaparato,yestáclaroaquién
seestárefiriendo.Pega la mano a la mejilla y apoya el codo sobre la mesa. Está
adorable,pero¿unacorbata?«Buenasuerte.»Empieza a decirle algo más a Landon, pero mi atención se dirige
hacia el centro de la zona de restauración, donde veo a Zed, a Jace y aLogan.Cada uno va vestido de unamanera diferente; un claro esfuerzopordemostrarquiénessonatravésdelvestuario.Loganeseltípicopunkpijitoconcaradeniña,yeselquemenospintadeagresivo tienede lostres.Zed,altoymoreno,pareceestaren
undesfiledemodelosdeprendasdecuero,apesardeencontrarseenuncentrocomercialdeclase
media.Estátotalmentefueradelugar.YJacepareceeltípicomalotealquelasadolescentesnodeberíanacercarse.
—Vuelvo enseguida. —Me levanto de la mesa dejando toda micomidaenelplato.
MenosmalqueTessestáal teléfono,asínomeseguirá,oalmenosnodeinmediato.
Cuandollegohastaellos,Loganseestáaplicandounprotectorlabial.Jacetieneunaputa
expresióndesuficienciaenlacarayZedparecebastanteagobiado.—Yotambiénmealegrodeverte—diceLogan,ygolpeteaelsuelo
delinóleoconelpiemientrasJaceseríe,colocado.Lostrestienenlaspupilasdilatadasylosojosrojos.Huelenamaríay
atabacorancio.SiZedyTessasebesaron,¿legustaríaaellaelsaboratabacoensulengua?—¿Qué estáis haciendo aquí?—pregunto, y vigilo a Tessa con el
rabillodelojo.—¿Dónde?¿Enuncentrocomercialpúblico?—respondeJace.Inspiro hondo a modo de amenaza silenciosa. Comome joda esto
hoy,notendréreparosenhacerledaño.—Andábamosporlazona—explicaLogan.Se encoge de hombros ymemira con una expresión parecida a la
comprensión.Sabequémepreocupa,ymeestá indicandodealgunamaneraquenohanvenido
aquíparaeso.—Esverdad—añade,ymerelajoligeramente.—¿Dóndeestátumascota?—preguntaJace,ychasquealalenguade
unmodomuydesagradable.Zedseencoge,avergonzadoporsugesto,yLoganpasadenosotros
ymiralapantallarajadadesuiPhone.—¡Vaya,siestáahí!—diceJacealzandolavoz, loqueprovocaque
casimeabalancesobreél.Es el típico canalla despreciable, comomi viejo amigoMark, que
jugabaconlagentecomosifueran juguetes y no sentía ningún tipo de remordimiento por sus
actos.«Aunquesupongoqueyosoyigual»,pienso,enloquerespectaalaApuesta,yalfinaldeljuegoal
quejugamostodos,fuiyoquienalzóeltrofeo.—Yabasta—digoavanzandohaciaél.Jace sonríe con malicia. Le encanta crisparme. Sabe que me está
sacandodequicio.Éllosabe,yolosé,yprontoTessalosabrátambién.—Viene hacia aquí. —Logan sigue mirando su teléfono, pero nos
adviertedelallegadadeTessa.Mesudanlasmanosymeduelelapieldelosnudilloscadavezque
meclavolasuñasenlapalma.Van a joderme la vida en estemismo instante, aquí, en este centro
comercialdealgunaputaciudadestadounidense.—Hola,Tessa,¿cómoestás?—Zedavanzahaciaella,ydoyunpaso
adelante.Larodeaconlosbrazosymedanganasdearrancárselosdelcuerpo
alinstante.—Hardin, ¿novas apresentarmea tu amiga?—Jacememira,y en
susojosrojospuedoverlomuchoqueestádisfrutandoconesto.—Sí. —Meneo la mano entre ambos y cuento los segundos que
hemosalargadoesto—.Éstaesmi
amigaTessa;Tessa,tepresentoaJace.Ella frunce el ceño furiosa, y yo miro a nuestro alrededor
confundido.¿Porquéseenfada?Analizosurostroyesperoaquememire.Nolohace.—¿EstudiasenlaWCU?—lepreguntaaJace.¿Porquétienequeseramableconlagenteyentablarconversación?
Saltaalavistaquenotienemuchaexperiencia socialmentehablando;noparece tenerni elmás
mínimosentidodelaetiqueta.—No, porDios.Yopasode la universidad.—Jace se echa a reír y
Tessaserelajaunpoco—.Perosi todas las universitarias son tan guapas como tú, voy a tener que
replanteármelo.Tessa parece un poco asustada, y cuentomentalmente los tonos de
azulquepodríaverenlacaradeJacealestrangularlo.—Vamosairalosmuellesestanoche.Deberíaispasaros—diceZed.«¿Pasarnos?Vetealamierda,Zed.»—No podemos. La próxima vez será —contesto para zanjar la
conversación.—¿Porquéno?—insisteJace.
EstáclaroquemeestádesafiandodelantedeTessaydeZed.—Mañana trabaja.Supongoqueyopodríapasarmemás tarde.Solo
—digoparadejárselobienclaroatodoelmundo.Nopiensovivirestasituaciónnuncamás.Vaaserdifícil,peroestoy
lobastantelococomoparacreerquepuedocontinuarocultandoesto.YoheganadolaApuesta,
esmía,ypormipartepuedendarleporelculoaZed.—Quélástima.—JacesonríeaTessaymeesfuerzopormantenerla
compostura.Me está provocando.Me está restregando por las narices este puto
juegodemierdaalqueaccedíaparticiparcomosifueraunratónyél tuvieraunsabrosotrozode
queso.—Ya.Bueno,osllamocuandoestédecamino—lesmiento.
Tengoquepensarenquécojonesvoyahacerconél.Estádeseandoencontrarelmomentopara
hablarleaTessadelaApuesta...,esasídecabrón.Peroséquesacareltemasóloloincitaráaúnmása
abrirsuenormebocaza,oledarélaideaencasodequetodavíanoselehayaocurrido.
LostressemarchanyTessalosapuñalaporlaespaldaconlamirada.Mequedocalladoylasigo,
aellayasumalgenio,porMacy’s.Caminadeunmodoaceleradoyconlacabezaalta,comouna
niñaquequieredemostrarqueestáenfadada.—¿Quétepasa?—pregunto.Siempre parece estar enfadada por algo: porque he dicho algo,
porquehehechoalgo,porqueelgatodealguienlahamiradomal...Siemprelepasaalgo.—¡Ah,puesnosé,Hardin!—¡Yotampoco!¡TúereslaquehaabrazadoaZed!—legrito.En lo único que puedo pensar en este momento es en sus brazos
rodeandoaZed,¿yencimasemosqueaconmigo?—¿Es que te avergüenzas de mí? Vamos, que lo entiendo, no soy
precisamentelachicamásmolona,peropenséque...Nocomprendoadóndequiereiraparar.¿Creequemeavergüenzode
estarconella?¿Porquésiempreacabapensandoeso?—¿Qué?¡No!Porsupuestoquenomeavergüenzodeti.¿Estásloca?Menudapregunta.Claroqueestáloca.Ambosloestamos.—¿Porquémehaspresentadocomosifueraunaamiga?Notecansas
derepetirmequenosvayamosavivirjuntos...¿yluegovasylesdicesquesomosamigos?
—mesueltasubiendoeltonodevozconcadapalabra—.¿Quéintentashacer?,¿ocultarme?Noseréel
secretodenadie.Sinosoylobastantebuenaparaquetusamigossepanqueestamosjuntos,puede
quenomeapetezcaseguircontigo.
¿Cómovoyadecirqueesalgomásqueunaamiga?Meodiarámásqueacualquierenemigo
cuandomi tiempo se agote con ella. Esmuchomás que un secretoparamí.Nopretendoocultarla.
Joder, no quiero seguirmanteniéndola escondida. Quiero presumirdeellayquetodoelputomundo
sepa que es mía. Sólo mía. Pero soy demasiado idiota como paraconseguirquetodofuncioneentre
nosotros,poresotengoqueocultaralacosamáspreciosa,alúnicotesoroquehetenidoentodami
vida.Tengoqueocultarlaenlugardedejarquereluzcaalsol,yesomeestámatandopordentro.
—¡Tessa!Malditasea...—Noterminolafrase,yentoncesveoqueellamirahacialosprobadores
delasecciónderopafemeninadelatienda—.Memeterécontigo—leadvierto,ylodigoenserio.
Meencantaríaentrarconellaeneseprobadoryfollármelacontraelespejodecuerpoentero.
Tesslevantalascejasyfrunceloslabios.Sabeperfectamentequeloharé. La seguiría hasta la partemás profunda del infierno si ellame lopidiera.
—Llévameacasa—meordena.¿Que la lleve a casa? ¿Por una absurda pelea? Para dejarme bien
claroqueestáenfadada,caminavariospasospordelantedemímientrassaledelatiendaysedirige
devueltaalcoche.Unavezfuera,hagoademándeabrirlelapuerta,peroellamefulminaconlamirada
impidiendoquelohaga.—¿Setehapasadolapataleta?—¿Lapataleta?¿Metomaselpelo?—chillaconrabia.—Noséporqué ledas tanta importanciaaquehayadichoqueeras
miamiga.Sabesquenoeraesoloquequeríadecir.Sóloesquemehanpilladoporsorpresa.—
Esunaverdadamedias.—Siteavergüenzasdemí,creoquenoquierovolveraverte—dice
convoztemblorosa.Está haciendo un esfuerzo por no llorar. Ya estoy lo bastante
familiarizadoconsusreaccionescomopara saberque se está clavando las uñas en losmuslosy sus
ojosgrisesseestáninundandodelágrimas.Máslágrimasquederramapormiculpa.—Nomedigaseso.—Mepaso lamanoporelpelograsientoyme
danganasdearrancármeloatirones—.Tessa,¿porquésuponesquemeavergüenzodeti?Esoes
absurdo.Notengoningúnmotivoparaavergonzarmedeella;másbiensería
alcontrario.Paramisamigos, ella no esmás que un juguete; cada putomomento que he
compartidoconestachicahaquedadoreducidoa lanada.Heconvertidotodoennadaynotardaráendescubrirlo,ynohaynadaquepuedahacerpara evitar que este tren de mercancías me destroce la vida de nuevo.Acababadeempezarareconstruirla,perolahecagado.
—Quetediviertasestanocheenlafiesta—dicehaciendounpucherodesdeelasientodel
pasajero.—Porfavor,novoyair.SólolohedichoparalibrarmedeJace.Eslaverdad.Noquieroiraningunaputafiesta.Quieropasarmetoda
lanochesumergidoentrelosmuslosdeTessa.—Sinoteavergüenzasdemí,llévamealafiesta.Deberíahaber imaginadoquemesaldríaconésas.Paraella todoes
siempreunjuego,todo.Ymiraquiénfueahablar.—Esosíqueno—mascullo.
Evidentemente,fuimosalaputafiestaporque,unavezmás,TheresaYoungsesalióconlasuya.
Conformevanpasandolosdías,cadavezmesientomáscómodoenmipropiamentiradeloque
me gusta admitir. Hago como si nada se estuviera desmoronandopocoapoco,comosilos
minúsculos fragmentos de todo lo que nos mantiene unidos no seestuvierandespegandoacada
minuto que pasa sin que se lo cuente.No puedo hacerlo.No puedo
abriresalatadegusanosydejarquenosdestruya.Laverdadnosahogaríasinremedio.Esinevitable,
comoloesmiamorporTessa.
—Pues... ¿Bienvenida a casa?—digo cuando el agente inmobiliarionosdejaporfinsolosenel
apartamento.Pensabaquenoibaapirarsenunca.Tessaseríe,secubrelabocacon
eldorsodelamanoyseacerca. La abrazo y doy gracias a quien sea que la pusiera en mi
caminoporpermitirmeseguirconella un poco más antes de que la arranquen de mi vida. Merezco
disfrutardeunpocodefelicidadmientrasdure,¿no?—Esincreíblequeahoravivamosaquí.Noparecedeverdad.Sus ojos curiosos examinan la sala de estar, y brillan con una
emociónquejamáslehabíavisto.Conestegestolehedadolibertad.Lehedadounbonitoapartamento
enelquepuedeserellamisma,laversiónalaquenadiepuedejuzgarniexigirlecosas.Sumadreno
estáparadecirlequesecepilleelpelo,yStephnoestáparacalcularmanerasdehacernosdaño.—Si alguien me hubiera dicho que iba a vivir contigo, o a salir
contigo,hacedosmeses,mehabría partido de risa en su cara... O se la habría partido de una
hostia...Cualquieradelasdoscosas.—Meríoylecojolacaraentrelasmanos.Surostroestácalienteyradiantedeemoción.—Eresunamor.—Ponelasmanossobremiscaderasyseapoyaen
mí.Sientoelpesodesucabezasobremipecho.Mividaesperfectapor
primeravezdesdequemealcanzalamemoria.Hedecididonopensarenlacatástrofequeseavecina.Porahora,mividaesperfecta.
—Aunqueesungranaliviotenerunsitiosóloparanosotros.Nomásfiestas,nicompañerosde
habitación,niduchascomunitarias—añade.Micorazónbombeacon fuerza contra sumejilla, ymepregunto si
sentirámicrecienteparanoia.
—Y nuestra propia cama —digo, y enmascaro mis temores conhumor—.Tendremosque
comprarcosas,comoplatosydemás.Cuantasmáscosastengaaquí,másdifícilserácuandolleguelahora
demarcharse.Joder,estoyatrapado en esta mentira y rodeándola con la soga conforme
hablamos.Estachicatanmaravillosanuncameperdonará.Sinembargo,yapensaréenesomásadelante.Algosemeocurrirá.Mecolocalamanoenlafrenteypresionaunpoco.—¿Teencuentrasbien?—Sonríe—.Hoyestásdelomáscolaborador.Sussarcasmoshacenquelaadoreaúnmás.Acercosumanoamislabiosyselacubrodebesos.—Sóloquieroestarsegurodequeestáscontentaaquí.Quieroquete
sientascomoencasa...conmigo.No hay nada que desee más. Nunca he sentido que tenía un hogar
hastaqueTessahafirmadosobre esa línea de puntos para trasladarse a vivir conmigo.
Despertarmeconlainsufriblealarmadesumóviltodoslosdíassehaconvertidoenunanecesidadparamí,en
algoqueechabademenossinsaberlo.—Y ¿qué hay de ti? ¿Te sientes en casa? —pregunta con la voz
cargadadeesperanza.Aunqueesunaesperanzatenue.Estáaguardandoaqueexpresealguna
opinióndesagradablesobrenuestraconvivencia.Loveoensusojos.Estáilusionada,pero
esperalopeorpormiparteporqueesloquerecibesiempre.—Parami sorpresa, sí—respondo con honestidad y esforzándome
porquemivozsuenelomásconvincenteposible.Meencantaestaraquí,conella.—Deberíamosirapormiscosas—sugiere,ymehabladeloslibros
ylaropadelosqueyameheocupado.—Yaestáhecho.—Sonrío.Ladealacabeza,confundida.
—¿Qué?—Tehetraídotuscosasdetuhabitación.Estátodoenelmaleterode
tucoche.No podía esperar. Quería verla aquí y que no se marchara nunca.
Necesitoquenosemarchejamás, así que tengo que hacer todo lo posible para que se sienta
cómoda.—¿Cómo sabías que iba a firmar? ¿Y si nome hubiera gustado el
apartamento?—Levantaelrostro hacia el mío y me mira con una expresión medio curiosa,
mediodesafiante.—Siéstenotehubieragustado,habríabuscadootro—lecontesto.Asiente.Sabequelodigocompletamenteenserio.—Vale...Y¿quéhaydetuscosas?—mepregunta.—Podemosirarecogerlasmañana.Tengoropaenelmaletero.—Y¿esoporqué?—La verdad es que no lo sé. Pero uno nunca sabe cuándo va a
necesitarropa.
¿Por qué tiene que ser tan cotilla? Tengo ropa en el maletero delcochepormuchosmotivos,y
probablementelamayoríadeellosnolegustarían.—Vayamosacomprarloquenoshacefaltaparalacocinaycomida
—sugiero.Tessasevuelvehaciamícuandollegamosalvestíbulo.—Vale.¿Puedoconduciryo?—No lo sé...—bromeo, pero por supuesto que puede conducir mi
coche.
PartetresDESPUÉS
Al fin se estaba convirtiendo en el hombre que jamás imaginó quepudieraser.Canalizósuiraenlaescriturayestabaempezandoasentirseorgullosodelapersonaqueera.Ellaeralaúnicarazónporlaquesuvidaeraasíy, si fueraposible, searrodillaríay ledaría lasgraciasporcadasegundo.Ellasequedóconélhastaquedejódeserbuenoparaambosyluegolediotiempoparaquepusieraordenensuvidaélsolo.Apoyósusdecisionesunmes trasotroynuncadejódehacerle sentirque teníaqueaspiraramás.
Duranteese tiempo, cadamesquepasaba sobrio, recibíaunapostalporcorreo,alaantiguausanza,conelnombredeellayuncorazón.Éllaconocía lo suficienteparaestar segurodeque losdosañosquepasaronseparadosnodebierondeser fácilesparaella.Paraella fueun infierno;paraél,unpurgatorioeterno.
Cuandolaspalabrasmanuscritasdesuarchivadorseconvirtieronenlíneasenunapáginaimpresa,ellatardóunasemanaenllamar.
Él sabía que había leído el libro y estaba seguro de que se habíapasado la semana dando vueltas por el pequeño apartamento quecompartíaconsuhermano.Élacababadetrasladarseaunlugarnuevo,seestabaadaptandoaunaciudaddondesiemprehacíaviento,conedificiosaltos y un exceso de perritos calientes y béisbol.No se sentía en casa apesar de que ella lo visitaba más a menudo de lo que él merecía. Asípasaba los días, trabajando, esperando una llamada o un correoelectrónico de ella, haciendo planes para cuando volviera a verla denuevo.Amedidaquesehacíadignodeella,empezóagustarleelhombrequeveíaporlasmañanasenelespejo.
Cuando transcurrió la semana y ella por fin llamó, la voz se lequebróalpronunciarlaprimerapalabra,yaéllecostóencontrarlafraseadecuada.Queríahacerleentenderquenohabíadospersonasenelmundoque estuvieran tan hechas la una para la otra como ellos dos. Ella lofelicitó por su libro, aunque con una comedida distancia. Él empezó acansarse,apreguntarsesiaquéllaibaasersuvida:soloenunapartamento
deunedificio residencial,alimentándosedecomidapara llevarmientrasveíareposicionesde«Friends».
Semanas después, el corazón casi se le salió del pecho cuando ellallamóparadecirlequeibaavisitarlaciudadenlaqueélvivía,queibaaasistiraunabodaynecesitabaacompañante.Bailóconéltodalanocheyyaciódebajodeél,ensucama,durantetresdías...
Hastaquesemarchó,llevándosesucorazónconsigo.Lavezsiguientefueélquienlavisitó,enlacaóticaciudaddeNueva
York, y se quedó impresionado con su nueva vida. Aunque echaba demenosunsitioenella.Aellaleibanbienlascosas:teníaamigosyfamilia.Él tenía una vida imaginaria con ella y estaba esperando a que ellacambiaradeparecerparapoderhacerlarealidad.Élcreíaqueerasuúnicaoportunidaddetenerunavidaplenaysiguiódemostrándolequeeramejorpersonadeloquesolíaser.Muchomejor.Muchomásvivo.
En cierto momento, su desarrollo como ser humano y cómo setraslucíaésteensucomportamientocon losdemásempezaronahacerlosentir valioso, y con eso llegaron responsabilidades mayores. A suhermanolerompieronelcorazónyélseaseguródeestardisponibleparahablaryparaayudarloasuperarlo.Derepenteleeraútilasufamilia,enlascosasgrandesyenlaspequeñas.
Fue el padrino en la boda de su hermano. Ella estaba allí,resplandecienteporelamorquesentíaporély,dealgúnmodo,losdossedieron cuenta, afortunadamente, de que la separación había llegado a sufin. Ambos eran ya adultos capaces de enfrentarse juntos al mundo. Élhabía dejado de ser egoísta; ella al fin sabía quién era.Les había hechomuchobien pasar un tiempo el uno sin el otro, pero estaban listos paracomenzarsuvidaencompañíamutua.
Juntossufrieronunadevastaciónmayordelaquesehabíancausadoentre sí en años anteriores, y a veces no sabían si conseguirían saliradelante.Eldíamástristedetodos,cuandoéldesmontólahabitacióndelhijo que habían perdido, se preguntó si era un castigo, si sus pecadospasadoseranlarazónporlaqueteníanqueafrontarsemejantepérdida.
El día que nació su primer hijo, también lo hizo él.Había vuelto anacer,aestarvivo.Habíarecorridounlargocaminoyhabíacambiado.Lefue posible alcanzar un nivel más profundo y más elevado de amor ycomprensión.Losdedosdelapequeñaerandiminutos,peroseleclavaronenelcorazón.Habíavistotransformarse,primeroenmujerydespuésen
lamadredesuhija,alachicaalaquehabíaamadoduranteaños.Nohabíanadamáshermoso...
Hastaquefuemadreporsegundavez,lamadredesupequeño.Amedidaquesushijossehacíanmayores,estehombrenuevoyesta
mujersesentían,dealgúnmodo,másjóvenesyvolvíanaenamorarseelunodelotroadiario.
Élsesentíaafortunado,dichoso,tremendamenteorgullosodelavidaquehabíanconstruidojuntos.Lecostabacreerlasuertequehabíatenido.
ZED
Todanovelarepresentaalhéroerománticoasumanera.Lamayoríaempleaelclásicorecursodelquetodosestamosyacansados:eltriánguloamoroso. Wickham mintió sobre el padre de Darcy para granjearse elafectodeElizabeth.JayGatsbyinvitóacenaryabeberaDaisyBuchanan,ofreciéndole una vida que Tom, su marido, no podía proporcionarle.Linton era la opción más segura para mi heroína favorita, CatherineEarnshaw,quien loprefirióantesqueunavidadepasióndestructivaconHeathcliff. Incluso un hombre lobo de piel bronceada intentó ganarse elcorazón de la ingeniosa Bella Swan, pese al vampiro centenario yconquistadordeojosazules.
Está más visto que el tebeo y, como lo había vivido en tantashistorias,lehizograciaverseinmersoenuntriánguloamorosodeverdad.Ensuhistoria,elchicomaloconaspiracionesdesantoyproblemasconsupadreintentamanteneralavirgen,inocenteytestaruda,lejosdelchicomodernoyemocionalquequieresalvarlasfloresyelplanetaenunsolodía. En los clásicos, estos personajes casi siempre acaban muertos, otrayendo al mundo bebés que son mitad vampiro, pero todos tienen untemacomún:unodelosdosrivalesnuncatienelamenoroportunidady,enlo que a su relación respecta, él nunca supo si ser importante para ellasignificabaquealfinalalcanzaríalavictoria.
Aunasí,cumplensupapel.Son losotros, loschicosquevuelvenalruedodespuésdehaberperdidoanteelevidenteganador.
Otra fiesta. Otra fiesta donde hay demasiada gente que haceexactamentelomismoendíasdistintos.
Labebidasesirveenvasosdeplásticorojoylamúsicaretumbaentodas las habitaciones. Cada persona junto a la que paso parece másaburridaquelaanterior,poresosemehaceraroqueaestafiestadevueltaalasclaseshayaaúnmásgentequeenladelañopasado.¿Dedóndehansalido?¿Es
queestán todos tanaburridosdemirarseelombligoque tienenque
aferrarseaungrupoyfingirquetienen una vida social fabulosa? Comienzo a entender que la
universidadconsisteeneso.Washingtones muy diferente de Florida, el lugar en el que me crie, pero las
universidadesparecenserigualesentodaspartes.—Tengoquemear—mequejoalairemientrasmeapoyoenlapared
quehayjuntoalapuertadelcuartodebaño.Momentos después, una chica bajita con el cabello rubio por los
hombrossaledelservicio.Llevaunablusademangalargaqueleenvuelvelassinuosascurvasdesus
caderasalaperfección,apesardequellevaunosvaquerosdemasiadograndes,tipoárabe.—Disculpa—dice,ysonríemirandoalamoquetamientrasmaniobra
parasaliralpasillo.Entroenelbañoycierrolapuerta.Hueleaambientadordevainilla.
Memareaunpoco,asíqueme doy prisa en mear, lavarme las manos y abrir la puerta... y
encontrarmeconunamuchedumbredechicas. Una de ellas me mira de arriba abajo con ojos golosos,
admirandomisfacciones.Casipuedoleerlelamente.Abrelabocaparahablar,perodetrásdeellaveoala
rubiadelascaderasdevértigo,depieenloaltodelaescalera.Sellevalamanoalbolsillodeatrás
pero la saca vacía, se pasa la lengua por los labios y pone los ojos enblanco. Tiene carácter, se nota desde aquí.Me he prometido no intentarnadaconnadieduranteuntiempodespuésdelodeTessa,peroderepenteestoyandando
endirecciónalarubia.Nobusconadaserio,aunquemevendríabienunpocodeconversación.
Mientrasmeacerco,observocómosupequeñamanorodeaelpostedemetalcondelicadeza.Doy
unpardepasosmáshaciaellaparapoderverlamejoryellabajalaescaleradespacioyconcuidado
peseaque llevazapatillasdeportivas.Tieneunabuenamatadepeloquelellegahastalacintura.Está
buscando algo entre lamultitud. Es consciente de dónde está, lo séporcómoexaminaunaaunatodas
lascaras.¿Estarábuscandoaalguien?Semuerdeellabiosuperiorydecidohablarle.Llevaeldobladillodelosvaquerosremangado,dejandoalavistaunaestrellaensutobillo.
—¿Buscasaalguien?—lepregunto.Cuandosevuelveveoquetieneunosojazosmarronesenormes,casi
demasiadograndesparasucara,yaquehacenqueparezcaunpocoasustada.—Estababuscandoamisamigos,perocreoquesehanido.—Frunce
elceño.—¿Quieresqueteayudeabuscarlos?—meofrezco.Sindejardeexaminarlaestancia,levantalamanoylequitalagorra
debéisbolauntíoquepasajuntoanosotros.Élgruñeyellasonríe,sólounpelínavergonzaday
untantodesesperada.Lamiropreguntándomeporquéhabráhechoeso.—MiamigoJohnllevaunagorracomoésa—explica.Nosésiestímidaoagresiva,peroquieroaveriguarlo.—Y¿nopuedesllamarlos?—lepregunto.—No,mimóvilvaenelbolsodemiamiga—diceconunsuspiro—.
Noqueríallevarbolsohoy.Sabíaquenodeberíahabervenido.Nomevanlasfiestas—añadeun
pocomás alto, y empieza a gesticular con las manos—. PeroMacy noparabadeinsistirydesuplicarmequeviniera.«Lopasaremosbien»,dijo.«Nosquedaremossólounahora»,dijo.
Con un pequeño bufido, arruga la nariz y tengo que morderme ellabioparanosoltaruna
carcajada.Ellaseruborizaavergonzada.—¿Qué?—Nada—miento.Esmuymona—.¿Teapeteceunacopa?—Nosuelobeber—diceenvozbaja.—¿Nunca?—Bebo alguna vez, pero desde luego no con extraños en fiestas
multitudinarias.—Parecesensato.—Sonríoparaquesepaquemeparecegenialque
nosientalanecesidaddeemborracharsecomolasdemáschicasquehayenlafiesta.Nicomo
loschicos,quetambiénvanfinos.—Puedodivertirmesintenerquepillarunciego.—Muybien—asiento.Cadavezlaencuentromásatractiva—.Oye,si
quierespuedotraerteunvasodeagua,oun refresco,ypuedesquedarte conmigoyconmis
amigoshastaqueencuentresalostuyos.—Nosé,yo...—Echaunvistazoalsalónllenodedesconocidos—.No
conozcoanadie,yenlasfiestascomoéstanosuelepasarnadabueno.Sequedamirandoadosborrachosquerodeanaungrupodechicas
convestidosminúsculos.Novadesencaminada.Natemesaludadesdelaotrapuntadelaestanciayyomirodenuevo
aestachicatanmisteriosa.—Bueno, si te cansasdeestar aquí sola, eresbienvenidaennuestro
grupo.—Señaloamisamigosy observo cómo abre los ojos al ver la cantidad de tatuajes que
llevamostodos—.Sonmássimpáticos de lo que parece —insisto. Cuando sonríe con
incredulidad,añado—:Bueno,lamayoría.Me sorprende al soltar una pequeña carcajada y seguirme a donde
estánellos.Tristanselevantapara dejarle sitio en el sofá y ella le da las gracias con educación.
Hacíatiempoquenoloveía,perome alegro de que haya vuelto de Luisiana, soltero y oficialmente
libredelasmentirasdeSteph.—¡Porelúltimoañodeuniversidad!—Alzalacopa.—Quésuertetenéis.Amíaúnmefaltandos—refunfuñaNate.Lachicaconlaqueestásaliendo(Briana,creoquesellama)ponelos
ojosenblancoymascullaalgo así como «Qué exagerado», coge el vaso de Nate y le da un
trago.—Tendría que haber hecho un ciclo formativo. —Echa la cabeza
atrásylachicalomiradivertida
—.Launiversidadesunaputamierda.—Yatedijequedeberíashaberaceptadoelpuestodeaprendizenel
localdetatuajes—loregaña.Élponecaradeestarhartoylebajaelfinotirantedelvestido.Lleva
descubiertalamitaddesupielmorena,peroestoyseguradequeaNatenolemolesta.—Lo estoy pensando—dice él.La verdad es que parece una buena
opción,porqueleestácostandounmundoacabarlauniversidad.—Enfin,yabastadepensarenelfuturo.¿Quiénes?—Mollyseñalaa
lachicaqueheconocidoenelpasillo.—Os presento a... —La miro pidiendo ayuda. Se me ha olvidado
preguntarlesunombre.—Therise —dice, y detecto un leve acento del que no me había
percatadoantes.Malditasea.—Dimequeesunabroma.—Mollyseechaareírysereclinacontra
Logan.—Bonito nombre —se burla Jace lamiendo el borde del papel de
fumarquetieneenlasmanos.—¿Teapetece jugaraunacosa,Therise?—diceMollyconun tono
devozqueconozcomuybien—.¿Verdadodesafío?—Memirayyoniegoconlacabeza.—No, nadie quiere jugar a esa tontería. —Le lanzo a Molly una
miradaasesina.Therise no entiende lo que ocurre, y parece nerviosa y un tanto
incómoda.—Venga...Apuestoaqueserádivertido—diceJace.Mollyasiente.—Sí,yporcómotemira,alomejorganasestavez...Logan le tapa labocaa sunovia con lamano.Mecuesta creerque
estosdoshayanacabadojuntos.—Cortaelrollo—lediceaMolly.Ellatuerceelgestoperopermanececalladacuandoélretiralamano
desubocaza.—No pienso repetir lo del año pasado. Demasiadas emociones.—
LoganbesaelhombrodesnudodeMolly y ella sonríe, esta vez es una sonrisa sincera que la hace
parecermenospérfida.Therisemeobserva con el ceño fruncido, luegomira a los demás;
notalaextrañaenergíaqueflotaenelaire.—¿Quésucedióelañopasado?—pregunta.—Nada—sentencio,ymiroamisamigosmientrasrezoparaqueno
abranelpico.Acabo de conocer a esta chica, es demasiado pronto para
bombardearlacontodaaquellamierda.—Puesqueunchico,Hard...—Mollynosabeestarsecalladita.—¡NovamosahablarmásdeHessa!—gruñeLogan—.Soncomola
parejadeeserealityquenadiedebemencionar.—¿QuécoñoesesodeHessa?—preguntalachicadeNate.Mollylevantalamanoconorgullo.—¡Semeocurrióamí!—grita—.Elméritoestodomío.Yolespuse
nombreaesepardelocosdeatar,yesperoquemeinvitenalaboda.—Seríe.Lleva el pelo rosa apagado, ha perdido casi todo el color y hace
muchoquenoselotiñe.Yaselevecasitodorubio,cortoyasimétrico.—Novanacasarse—lesuelto.
Estoyhastalasnaricesdeoírhablardeesosdos.EstoyhartodeverlasactualizacionesdeTessa
en Facebook. Es superfeliz en Nueva York. Hardin es superfeliztambién.Todoelmundoes
asquerosamentefeliz.Bienporellos.—No serámañanamismo, perome jugaría un buen pellizco a que
acabaráenboda.—Sonríe—.Yganaríayo.—Sehadibujadocírculosnegrosalrededordelosojos
y,cuandomeguiñaelojo,pareceungato.Loganechamássalamiheridacuandoasiente.Da la impresiónde
queatodoslespareceobvio.Mollyhaceaspavientosconlamanoparaquetodoelgruposecalle.
—En fin, antes de que llegarais, estábamos recordando la fabulosahistoriadelaexnoviadeZed.
—Noeraminovia—protestoapretandolosdientes.—Mierda—dicealguien;¿Jace,talvez?—En fin...—Therise se levanta y se cruje los nudillos, es un gesto
raro—.Aquíescuandoyomevoy.—Sonríevacilanteysemarcha.Se ve que he puestomala cara, o cara de pena, o de enfado (desde
luego, he sentido todo eso), porque Loganme dice:—Esmejor que ladejesmarchar.Sóloconseguiríasganarteotroenemigo.Seguroquetieneun
novioqueterajaríalosneumáticosdelcoche.Porlovisto,misamigoshandecididorestregarmeestasemanatodos
miserrorespasados.Laexpectativadequemividaamorosaacabeporserundesastretras
otrohacequesemepaseunpoco el enfado. No tengo fuerzas para estar cabreado, de verdad,
cuandosiemprepasalomismo.—Nosabíaquelachicaestabaprometida—digo,ymeavergüenzoal
recordarloqueJonahSotole hizo a mi coche. Ese tipejo no debería ser profesor en esta
universidad.Estámaldelachaveta.Nateseencogedehombrosylepegauntragoasubebida.—Entoncesdejadeacostarteconcualquiera.—Esofuehaceunaño.Y¿cómoibaasaberyoquesuprometidoera
profesorenestauniversidad?Aquel finde semana fuedignodeolvidar.Sihubiera sabidoque la
chica estaba en el club para celebrar su despedida de soltera, nome lahabría llevadoacasa.La tradiciónesadeque lanovia lleveunodeesosfulares de plumas, tiaras y una banda que diceLASOLTERAexiste poralgo. Es una advertencia para que los tíos, o ella, no cometan ningunaestupidez. La banda es lo primero que tienes que quitarte; es unrecordatorio de que «anda, mira, va a casarse». En este caso, al díasiguiente.
Pero,conmimalasuerte,elúnicopolvodeunanochequeheechadoenmividatuvoqueacabar
endrama.(Esposiblequehayapermitidoquemisamigoscreanquemividasexualesmásdeloque
es, pero no tengo por qué darles explicaciones.) El tío se lo tomóbastantebien,yohabría
reaccionadopeor,hastaqueintentóquemeexpulsarandelafacultaddecienciasyluchóparaevitarla
expulsión de Hardin. Nadie pareció cuestionar por qué se puso departedeunmacarraproblemático
al que ni siquiera conocía. Fue una jugada muy sucia, pero he dereconocerquemealegrédequeno
echaranaHardin.—Ledijolasarténalcazo...PorqueMollysehatiradoalamitadde
lospresentes.—Esaboca—meadvierteLogan,ytodosseponentensos.Sinembargo,enlugardediscutirconél,decidoirdetrásdelanueva.No la conozco, pero parece buena gente y es preciosa. Sí, me
recuerdaaTessay,sí,hetardadomucho en olvidarla y puede que esto no sea buena idea. Pero casi
nadaloes.Tengolacabezacomounbombo,peromelevantoabuscarla.NoesperabaquelasituaciónconTessaacabaraasí.Meimportaba,sí,
peromesuperaronloscelos y la estúpida necesidad de vengarme de Hardin por haberse
acostadoconSamantha.Tessamegustabamucho,peromissentimientosnoerannadacomparadoscon
loqueHardinsentíaporella.Samanthaerafantástica.Eradivertidayunosañosmayorqueyo.Eso
meponíamucho,peroestabaloca.DesdequelodeTessaacabó,hepensadoamenudoque
surelaciónconHardinerasimilara laqueyo teníaconSamantha.PeroSamanthaseacostóconHardinynolesupusoningúnproblema.Loveíacomolomásnormaldelmundo.Acostarseconmiamigo.Éltampocolediolamenorimportancia,cómono.
Paramílatuvo.Mepartióelcorazón,yestabafuriosoydejéquemeconsumierapordentroala
esperadepoderdevolvérselaaHardin.Tessaconfiabaenmí,peseamipapelenlaApuesta.Fuiyo
quien le contó los detalles, y siempre acudía a mí cuando menecesitaba.Éseeraelproblema:sólome
llamabacuandoélpasabadeella.Esoamínomeva.Nosoyplatodesegundamesa.Además,eran
demasiadasemocionesy, tras lavictoriapírricadepoderfastidiaraHardin,empezóaseragotador
tenerqueacudir en su rescateyestar al corrientede su relacióndemocososinmaduros.
Deberíahaberladejadoenpazdespuésdequesunoviomepartieralacara.Perono,sucabreome
llevóaseguirintentandoganarlo.¿PorquéibaadejarqueHardinsefuera de rositas después de haberse acostado con Samantha y de haberparticipado en laApuesta? ¿Y encima él decide cuándo estamos en paz,ponefinaljuegoycuándoyohededejaraunladomissentimientosporTessa?...
Fuetodomuyinfantil.Ahoraloveoclaro.Nodeberíahaberintentadonadaaquellanocheencasa
de sumadreynodebería haberdicho lamitadde las sandecesquedije.Miestupidezmehamantenido
solterodesdeentonces,yhacemásdeunañoquenosénadadeTessa.Lotristeesqueechodemenos
hablarconella.Me han dicho que se ha ido a vivir a Nueva York con su amigo
Landon,peroséqueHardinnotardaráenseguirla.Detestoadmitirlo,perolosuyoesmuyespecial.
Por muy disfuncionales que sean, nunca he visto a nadie pelear por surelacióncon tantoempeño.Hardinno se lamerece,nidecoña,peronomecorrespondeamíinterponermeentreesosdos.Yano.
SalgoafueraybuscoaTheriseeneljardín.Estásentadaenloaltodelmurodepiedra,cosaque
me trae recuerdos, rascando lapiedra agrietada.Cuandovequemeacerco,sedisponeasaltar.
—Espera.—Levanto lasmanos en son de paz—. Puedo ayudarte abuscaratusamigosoa
encontraraalguienquetelleveacasa.—Nosé...—Memiraconrecelo,buscandopistasque le indiquensi
soyunasesinoenserie.
—Sólotellevaránacasa.Amisamigoslesgustamuchohablar,peroningunoteharíadaño.Yote
acompaño,siquieres.Aunque,comohebebido,nopuedoconducir.Enarcounacejayellamenealacabeza.—Vaya,elpunkimonotienesentidocomún.—Sonríe,burlándosede
mícondulzura.—A veces —confieso encogiéndome de hombros. Le ofrezco la
mano—.MellamoZed.Ellatitubeauninstanteantesdeestrecharla.—Encantadadeconocerte,Z-ed.—Pronunciaminombrecomosile
dieramiedotragárselo.—Elplaceresmío,Therise.
LANDON
Odiabaalchicoperfectoinclusoantesdeconocerlo.Cuandosupadreledijoqueibaatenerunhermano,esperabaquelanoticialohicierafeliz.Esperabaquede repente le importaran la familia, lascenasy labolleríaparallevarsebienconelnuevohijodesupadre.
Cuando conoció a este otro chico su odio no hizo más queacrecentarse.Sabíaquesólolodetestabaporcelos,peronopodíaevitarlo.Nosabíahablardedeportesnidedeportistas, comoelnuevohijode supadre, ni era capaz de encandilar a todos los comensales, como el hijonuevo de su padre. Sabía que no podía competir con el chico pero, amedida que su vida cambiaba, se dio cuenta de que tampocohacía falta.Luchóduro,muyduro,paraguardarlasdistanciasconelHijoPredilecto,quealfinalseconvertiríaensumejoramigo.
Todoslosdías,lastresprimerascosasquemevienenalacabezason:«Noestátanmasificadocomocreía».«EsperoqueTessasalgaprontodeltrabajoparaquepodamospasar
unratojuntos.»«Echodemenosamimadre.»Sí, estoy en segundo de la universidad, en Nueva York, pero mi
madreesunademismejoresamigas.Añoromihogar.AunquemeayudaqueTessaestéaquí;ellaeslomás
parecidoaunafamiliaquetengo.Séquelohacentodoslosuniversitarios:sevandecasaysemueren
deganasdeperderdevistasuciudad natal. A mí eso no me sucede. A mí me gustaba mi casa,
aunquenomehubieracriadoenella.CuandomematriculéenlaUniversidaddeNuevaYorkteníaunplan,
sóloquelacosanosaliócomoyoesperaba.MetrasladéaquíparaempezarmividaconDakota,mi
noviadelinstituto.Noteníaniideadequeellafueraacambiardeopiniónyadecidirqueprefería
pasarsuprimerañoenlauniversidadsoltera.Medestrozó.Aúnnoestoybiendel todo,peroquieroqueseafeliz,
aunqueseasinmí.Enseptiembreaquíhaceun fríoquepela,perono llueveapenasen
comparaciónconWashington.Yaesalgo.Decaminoaltrabajo,miroelmóvil.Lohagocomocincuentaveces
aldía.Mimadreestáembarazada,voyatenerunahermanita,yquieroestaraltantodelas
novedadesparapodercogerelprimeraviónsipasacualquiercosayasípoderestarallíconella.Por
ahora,loúnicoquemeenvíasonfotosdelascosastanincreíblesquepreparaenlacocina.Ni una emergencia, pero hay que ver cómo echo de menos su
comida.Enlacallenohaytantagentecomoimaginaba.Estoyesperandoenun
pasodecebra,rodeadodeextraños; casi todo son turistas con enormes cámaras colgando del
cuello.MeríoparamisadentroscuandounadolescentesacauniPadgiganteparahacerseunselfie.Nuncaentenderélodelosselfies.
Cuando el semáforo se pone en ámbar y los peatones podemoscruzar,suboelvolumendelos
auriculares.Aquísiemprellevolosauricularespuestos.Laciudadesmuchomás
ruidosadeloqueyomeesperabaymeayudateneralgoquebloqueapartedelruidoyañade
untoquedecoloralossonidosqueaunasímellegan.HoytocaHozier.Llevo loscascospuestos inclusomientras trabajo (almenosenuna
oreja,conlaotraescuchoalosclientesquemepidencafé).Medistraigomirandoadoshombres
quevanvestidosdepiratayse
gritanelunoalotro.EntroenlacafeteríaymetropiezoconAiden,elcompañerodetrabajoquepeor
mecae.Esalto,muchomásaltoqueyo.Elpelorubioplatinoledaunairea
DracoMalfoyymedarepelús.AdemásdeparecerseaDraco,avecesesun poco maleducado. Conmigo es amable, pero veo cómo mira a lasuniversitariasquevienenaGrind.Secomportacomosilacafeteríafueraunclub,y
nounsitiodondesólosesirvecafé.Les sonríe a todas, coquetea y las hace reír con su «arrebatadora»
mirada.Esrepelente.Encima,noes tanguapo.Aunquea lomejor, si fueramejorpersona,me lo
parecería.—Mira por dónde vas —masculla dándome una palmada en el
hombrocomosiestuviéramospaseandoporuncampodefútbolvestidosconcamisetasajuego.Hoyempiezaprontoatocarmelasnarices.Meolvidodelasunto,mepongoeldelantalamarilloymiroelmóvil
otravez.DespuésdeficharbuscoaPosey,lachicaalaquetengoqueformarduranteunparde
semanas.Essimpática.Tímidapero muy trabajadora, eso me gusta. Se toma la galleta que le
regalamos todos los días durante el período de formación como unincentivoparaestarunpocomáscontentaduranteelturnodetrabajo.
Casitodoslosnovatoslarechazan,peroellasehacomidounaaldíaesta semana, cada día una distinta: chocolate, chocolate con nueces demacadamia,vainillayunamisteriosadecolorverdequecreoqueesunaespecialidadlocalsingluten.
—Hola—lasaludoconunasonrisamientrasellaestáapoyadaenlamáquinadehacerhielo.
Llevaelpelodetrásdelasorejasyestáleyendolaetiquetadeunodelospaquetesdecafémolido.
Alzalavista,mesaludaconunasonrisarápidaysigueleyendo.—Noentiendocómopuedencobrarquincedólaresporunpaquetede
cafétanpequeñocomoéste—dicelanzándomelabolsa.La atrapo al vuelo y casi seme resbala de entre los dedos, pero la
sujetoconfuerza.—Podemos —la corrijo con una sonrisa, y dejo el paquete en el
expositor—.Esoesloquecobramos.—Nollevotrabajandoaquílosuficienteparausarlaprimerapersona
delplural—replica.Se saca una goma de lamuñeca y levanta sus rizos cobrizos en el
aire.Tienemuchopeloyselorecoge pulcramente con la goma. Luego me hace un gesto para
indicarmequeestálistaparatrabajar.Poseyme sigue a la sala y espera junto a la caja. Esta semana está
aprendiendo a tomar las comandas de los clientes.La semana que vieneempezará a prepararlas. Amí lo quemásme gusta es coger comandasporquepuedohablarconlosclientesenvezdequemarmelosdedosconlamáquina
decafé,comomepasasiempre.Estoypreparandomizonadetrabajocuandosuenalacampanillade
lapuerta.MiroaPoseyparaver si está lista. Lo está, sonriente y dispuesta para recibir a los
adictosalacafeínadeestamañana.Doschicas se acercana labarra cacareandocomogallinas.Unade
lasvocessemeclavaenelalma:es Dakota. Va vestida con un sujetador deportivo, pantalón corto y
ancho y zapatillas de colores chillones. Habrá salido a correr, no sepondría eso para una clase de baile. Para bailar prefiere maillot ypantalonescortosajustados.Estaríaigualdeguapa.Siempreestápreciosa.
Llevavariassemanassinaparecerporaquíymesorprendevolveraverla.Meponenervioso.Me
tiemblan las manos y estoy pulsando la pantalla del ordenador sinmotivo.SuamigaMaggymeveprimero, tocaaDakotaenelhombroyéstasevuelvehaciamíconunaenormesonrisaenlacara.
Una fina capa de sudor le cubre el cuerpo y lleva los rizos negrosrecogidosenunmoñodespeinado.
—Esperabaencontrarteaquí.—NossaludaconlamanoprimeroamíyluegoaPosey.
«¿Ah, sí?»No sé cómo tomármelo. Sé que acordamos ser amigos,peronosésiestonoesmás
queunaconversacióncordialoalgomás.
—Hola,Landon.—Maggytambiénmesaludaconlamano.Lessonríoalasdosylespreguntoquévanatomar.—Café helado con extra de nata —dicen ambas al unísono. Van
vestidascasiigual,sóloqueMaggyesprácticamente invisibleal ladodelcutis radiantedecolor
carameloylosojosbrillantesymarronesdeDakota.Entroenpilotoautomático.Cojodosvasosdeplásticoylosllenode
hielodeunasolapalada,luegoañadoelcafédeunajarraqueyatenemospreparada.Dakotameobserva,puedosentirsumirada.Poralgunarazónme incomoda, asíquecuandonotoquePosey tambiénmeestámirando,me doy cuenta de que podría (de que debería) explicarle qué demoniosestoyhaciendo.
—Simplemente hayque servirlo despuésdeponer el hielo.Losdelturnodenochelopreparanel
díaantesparaqueseenfríeynoderritaelhielo—digo.No es en absoluto complicado, y me siento un poco tonto
explicándolodelantedeDakota.Noesquenosllevemosmal,sóloesqueyanoestamosjuntosatodashoras.
EstáenNuevaYork,unaciudadnuevadondehahechonuevasamistades,yyohecumplidomipromesayseguimossiendoamigos.Laconozcodesdehaceañosysiempreserámuyimportanteparamí.Fuemisegundanovia
pero la primera relación de verdad que he tenido hasta ahora. HeestadoviendoaSo,unamujertres
añosmayorqueyo,aunquesólosomosamigos.SehaportadomuybienconTessaylahaayudadoa
conseguirtrabajoenelrestauranteenelquetrabaja.—¿Dakota? —La voz de Aiden ahoga la mía cuando empiezo a
preguntarlessiprefierenquelanataseamontada,queeslaquemegustaecharleamíalcafé.Confundido,observocómoAidenalargaelbrazoycogelamanode
Dakota.Ellalalevantay,conunaenormesonrisa,haceunapiruetadelantedeél.Entoncesmemiradereojoysealejaunpocodeél.—Noteníaniideadequetrabajarasaquí—diceentononeutro.MiroaPoseyparaintentarnoescucharloquedicenyfinjoqueestoy
mirandoelhorarioqueestá
colgado de la pared que tiene detrás. Sus amistades no son asuntomío.
—Creoquetelodijeanoche—replicaAiden,ytosoparaquenadiesedécuentadelsonidoque
heemitido.Por suerte, sóloPoseyparecehaberlonotado.Hace todo loposible
pornosonreír.No miro a Dakota pese a que percibo que está incómoda. Como
respuestaaAiden,seríe.Eslamisma risa que cuando abrió el regalo que le hizo mi abuela las
Navidadespasadas.Unarisaencantadora...Dakotahizofelizamiabuelaalreírsedelhorriblepez
cantarínpegadoauntocóndemaderadeimitación.Cuandovuelveareírseséqueestáincómodaa
másnopoder.Paraquelasituaciónnoseatanrara,lepasolosdoscafésconunasonrisayledigoqueesperovolveraverlapronto.
Antes de que pueda responder, sonrío de nuevo, me voy a latrastiendaysuboelvolumendelos
cascos.Aguardoaquesueneotravezlacampanilladelapuerta,asísabréque
DakotayMaggysehanido.Entoncesmedoycuentadequenooirénadaporque tengomuyalta la repeticióndelpartidodehockeydeayer.Sólollevouncascopuesto,perolamultitudgritayaplaudemuchomásaltodeloque
suenalacampanillademetal.Vuelvoalasala;PoseyponelosojosenblancomientrasAidenleexplicacómosepreparalacremadelecheparael café.Aún parecemás raro con el pelo rubio platino envuelto en unanubedevapor.
—Dicequesoncompañerosdeclaseenlaacademiadedanza—mesusurraPoseycuandome
acerco.MequedodepiedraymiroaAiden,quenosehadadocuentadenada
detanenfrascadocomoestáensumaravillosomundo.
—¿Se lo has preguntado? —digo impresionado y a la vezpreocupadoporlarespuestaquehaya
dadoaotraspreguntasacercadeDakota.
Poseyasienteycogeunatazademetalqueestáparaenjuagar.Lasigoalfregaderoyellaabreel
grifo.—Hevistocómotehaspuestocuandolahacogidodelamano.Así
quelehepreguntadoquéhayentreellos.Seencogedehombrosysusrizossemuevenconella.Tienelaspecasmásimperceptiblesquehevisto,repartidasentrelas
mejillasyelpuentedelanariz.Labocagrande,conloslabioscarnosos,yes casi tan alta como yo. De eso me di cuenta el tercer día que la vi,cuandoimaginoquedespertómiinterésduranteunsegundo.
—Salíamosjuntos—leconfiesoaminuevaamiga,yledoyunpañoparaquesequelataza.
—No creo que estén juntos. Hay que estar loca para salir con unSlytherin.
—¿Tútambiénlohasnotado?—pregunto.Cojounagalletadementaypistachoyselaofrezco.Ellasonríe,tomalagalletay,paracuandoheterminadodecerrarel
bote,yacasiselahacomidoentera.
CHRISTIAN
Los lazos que nos unen a la familia supuestamente trascienden anuestraalma.Sesuponequedebemosamaranuestrospadres,hermanosydemássimplementeporquepornuestrasvenascorrelamismasangre.Deniñolodudaba.¿Teníaqueamaralborrachocuyosgritoslodespertabanen plena noche durante la semana? ¿El hombre al que se encontrabaapoyado en la repisa de la chimenea del salón intentando quitarse lasbotas? El niño se escondía detrás de la pared mientras observaba alhombre luchar por mantener el equilibrio y acabar en el suelo. Luegosubía corriendo a su habitación mientras una de sus botas le rozaba laorejaychocabacontralapared.
Odiaba aquellas noches y contaba los días que faltaban para que elamigodesumadre,quesiempresonreía,volviera.Deseabaqueelamigodesumadre fuerasupadre.Talvezelotrohombre lo llevaradepaseo,solíapensar.Recordabaqueaquelhombresiemprellevabaunlibrobajoelbrazo.Hablabadeloslibrosconelniño,leexplicabalatrama,eltema,lohacíasentirinteligenteymayor.
Siempre recordaría el primer libroque el hombre le regaló.Aquellibroseconvirtióenelprimeramigodelniño.Conel tiempo,amedidaque él crecía, el amigo de mamá empezó a visitarlos con menorfrecuencia. Recordaba lo mucho que lo echaba de menos, a él y a loslibros,duranteloslargosintervalosentrevisitayvisita.Aunasí,inclusoalo largo de la adolescencia rebelde del muchacho, el hombre siemprellevaba libros consigo. El chico sabía que sumadre queríamucho a suamigo,peronoteníaniideadequeaconsecuenciadeellogranpartedesuvidaeramentira.
La casa está en silencio.Miro aKim, está dormida con la pequeñaKarinatumbadaensuvientre.Las
manosdelaniñaseaferranalsuéterdesumadre.Kimsehaquedadodormidahablándoledemíyde
mi acento, diciéndole a nuestra hija que tendrá una voz adorable,
mezcladeltonodulcedesumamáydel acento diabólico de papá. «Diabólico», ha dicho. Mira quién
habla.EslamujermáscabezotayendiabladasobrelafazdelaTierra,eiríadecabezaalinfiernocontaldedemostrarlelomuchoquelaquiero.
Kimberlyhapasadodesermisecretariaasermisocia,ytienebuenojoparaverelpotencialde
laspersonasydelascosas.Talvezporesosecasóconmigo.Opuedequeseaporqueadoraamihijo,Smith.Esimposiblenoquererlo.
Tengodelanteunmontóndepapeles:elcontratoparael restaurantequeabriremoselañoque
viene en Nueva York. Es muy emocionante, pero nada comparadoconmibebé.Heampliadomis
inversionesarestaurantesenWashington,NuevaYorkyLosÁngeles,peronomedannilamitadde
lafelicidadqueelhechodevercreceramipequeña,cosaquenohetenidolasuertedepoderhacer
conmisotroshijos.Vuelvo a mirar a mi mujer. Está roncando más que de costumbre.
Hagoloqueharíaunbuenmarido: saco el móvil para grabarla. El contrato puede esperar a
mañana.Echodemenosamimujer.Haceunruidoespantoso.Comienzo a grabar yme acerco sigilosamente al sofá.A los cinco
segundosabrelosojos,veelmóvil y me siento fatal por haberla despertado con lo poco que
duermeúltimamente.—¿Nodeberíasestartrabajando?—susurramiamorconvozdulcey
soñolienta.SedesperezasinperderdevistaaKarina.—Sí,mivida,perohacertelapuñetaesmuchomásdivertido.—Me
echoareírymelanzaunapatada.Karinaserevuelveensupecho,abre losojitosymiracongestode
desaprobaciónasuspadres.—Ahora síque lahashechobuena—me regañaKimberly conuna
sonrisa.SesientaymeofreceaKarinaalmismotiempo.Cuandoextiendolos
brazosparacogerla,depositacuidadosamenteenellosanuestrapequeñaboladefelicidad.—Mi chiquitina—le digo a Karina y le acaricio la mejilla con la
nariz.Ellabosteza.Haheredadomisonrisa.SmithyHardintambiéntienenlosmismoshoyuelos.MeacuerdodeAnneydeKenintentandodecidirquénombreponerle
asuhijounanocheenlaquetodosestábamosdepieenlacocinadesucasa.Trishestabatan
hinchadaquenisiquierapodíaabrocharseloszapatos.—MegustaNicholas.OHarold—sugirióKen.«¿Harold?»No.«Nicholas.»Nihablar.Trishsonrióconternura,acariciándoseelvientre.—Harold...Megustacómosuena.Nodetestabaelnombre,peronoacababadeconvencerme.Elchicole
hizopasaruninfiernoalcuerpode sumadre.Sepasaba las nochesdandopatadasy le había
estiradolapieldelvientremásalláde lo humanamente posible. El niño era peleón... El nombre de
Harold(Harry)erademasiadoblando,demasiadotranquilo.—Muydelmontón—intervineantesdequeKenpudieradecirnada
—.¿QuéospareceHardin?Era el nombre que había elegido para mi primer hijo siendo un
adolescente,cuandonoeramásqueuncríoenHampsteadypensabaqueundíaescribiríaunagran
novelayelprotagonistasellamaríadeesemodo.Noesunnombremuycomún,perosonabamuyconvincenteenlaviejaInglaterra.
EntoncesTrishlopronuncióenvozaltaparasentirloenlalengua.—Hardin.Noestoysegura...Sin embargo, a continuaciónmiró a sumarido, de quien yo sentía
unoscelosterriblesenaquelmomento. Él se encogió de hombros, sin el menor interés pero
intentandosereducado.—Nosuenamal—dijosinentusiasmo.VolvióaencogersedehombrosyTrishesbozóunatímidasonrisa.
—¿Hardin?...Hardin.—Yaestá.Decidido—proclamóKenmuyaliviado.Trishnoparecíasorprendidanimolestaantelopocointeresadoque
parecíaKenporelegirelnombredesuprimogénito.Amísíquemeinteresaba,ysabíaquea
Trishtambién.
Me gustaría pensar que en otras circunstancias a Ken también lehabríaimportado.Peroestabaen
la universidad y demasiado ocupado. O eso me dije entonces.Estudiabamuchoycorríanrumoresde
queesnifabaloquenodebíamientrassepreparabaparalosexámenesde Derecho. Solía tener las pupilas dilatadas, pero tenía mucho queestudiaryyo lo entendía.Noeraquiénpara juzgarlo, pero sabíaque seestaba probando la fachada de padre perfecto, probándosela no muyconvencido,antes
inclusodequeelpequeñohubieranacido.Esomemolestabamásdelodebido,dadalasituaciónenla
quemehabíametido.
Dosdécadasantes...
El sol cae sin piedad sobreHampstead en abril y hace calor. Trishestátumbadaamiladosobrela
hierba,elvientojuegaconsumelenacastaña,quemedalatigazosenlacara.Aellaleparecelomás
divertido que ha visto en sus dieciséis años de vida. En general, esmuymaduraparasuedad,hablay
habla durante horas sobre sus teorías acerca del mundo y de suslíderes, pero en este momento ha elegido comportarse como si tuvieraonceaños.
Apartosupelodemicaraporenésimavez.—¿No ibas a cortarte esamelena de león?—le preguntomedio en
bromamientrasmedistanciounos centímetros de ella. La semana pasada proclamó a los cuatro
vientosqueibaacortarselamelenaparademostraralgo,norecuerdoelqué.
HampsteadTowneParkestáhoycasidesierto,yelecodelarisadeTrishresuenaentrelos
árboles que rodean la explanada. Venimos a menudo, pero Ken sepierdecasitodasnuestrascitasporqueestásiempremuyocupado.
—Esoibaahacer,peroestoesmuchomásdivertido—replica.Trishruedahaciamíymeechaelpeloen lacaraotravez.Huelea
floresyunpocoamenta.Esunaromaquemeatrae.Sucuerpoestápegadoamicostadoymeponela
piernaencima.Deberíaapartarla,perono.Megusta.—¿Ysilosbebésnacieranconelpelolargo?Esunapreguntaaleatoriaperoquenomesorprende.Trishesfamosa
porsuspreguntas.«¿Ysiesto?¿Ysilootro?...»Lohacesiempreyesgenialyunpocoraroal
mismotiempo.Esmuydistintade las chicas de mi colegio, ni siquiera las chicas que van a la
universidaddelpueblosoncomoella.Sumelenarebeldeesloprimeroquemellamólaatencióndeella,y
enestemartesporlatardesehaconvertidoenmiprincipalproblema.—¿Deverdadhemosfaltadoaclaseparahablardesilosbebéssalen
delcuerpodesumadreconpeloderoquero?—pregunto.Abrolosojosymetumbobocaabajoparaverlabien.Tienemuchas
pecas.Quierounirlasconlapuntadelosdedosyvercómocierralosojosencantada.—No,supongoqueno.—Seríeysigosumiradahacialasombraque
seaproxima.Ken se sienta en la hierba y se le iluminan los ojos observando a
Trish.Ella ledevuelve la sonrisayescomosi aKen lehubiera tocado la
lotería.Nosésiellasehadadocuenta de cómo la mira él. Yo siempre lo he notado y me he
acostumbradoafingirquenomequemacomosimecorrieraácidoporlasvenas.Todoelmundosabequeéleselquemásvaledelosdos.El solmepica en la piel,me levanto y coloco lamano amodode
viseraantemisojos.—Creo que yo me voy. Tengo una cita —digo, y me aliso los
vaqueroscortosconlasmanos.Memaravillaelcontrastedelapielbronceadacontraelvaquerogastado,
nosécómomehepuestotanmorenoesteverano.Trishlomencionacasiadiario.Debedeserde
pasartantotiempoconella.Trish pone los ojos en blanco y nos dice alguna ordinariez. Las
manzanasqueKentienepormejillas se ruborizan lo justo. Se está dejando el pelo largo y las
greñasempiezanataparlelanuca.Tieneojerasbajolosojosmarronesdeestudiarcomounlocoparael
examendeaccesoalaFacultaddeDerecho.KenScotteselmejorestudiantedenuestrocurso,nosé
cómo alguien así ha acabado siendo nuestro mejor amigo. Trish es unpocomejorestudiantequeyo.Escomoladinamitayelsol,perotambiénpuedesertanfríacomoelmármololamarea.Sabecuándodesmelenarseycuándoser
cautelosaeinteligente.Siempremehagustadoesodeella.—¿Puedo hablar contigo un momento? —dice Ken cuando me
levanto.Se me acerca un poco más. Es unos centímetros más alto que yo.
Asientoyesperoaqueempiece,pero está mirando fijamente a Trish y comprendo que quiere que
hablemosasolas.Lehagoungestoparaquedecidaadóndequiere ir.Losigoycaminamosunosveinte
metrosantesdequesedetengajuntoaunviejobancodemetal.Sesientaydaunaspalmadasenel
espaciovacíoasuladoparaqueyohagalomismo.Estámuyserio.¿Deberíapreocuparme?Unajovenparejapasajunto
anosotros,vancogidosdelamano.Kenesperaaquesealejenymipreocupaciónvaenaumento
hastaqueporfinhabla.—Quería hablarte de una cosa —dice con el ceño fruncido. No
parecequesólotengadiecisieteaños.
—No te estarás muriendo, ¿no?—Lo empujo con el hombro y serelajaunpoco.
Niegaconlacabeza.—No,no.Noeseso.—Medioseríe.Esunarisanerviosa.¿Quélotendrátantenso?Quelodigadeunavez.—QuieropedirleaTrishqueseamía—sueltaaborbotones.Ahora me gustaría que se tragara las palabras, o que se estuviera
muriendo.Bueno,tampocotanto,peroalgoasí.Cualquiercosa.—¿Quesea...qué?—Mecuestamantenerlacompostura.Kenponelosojosenblanco.—Queseaminovia,sotonto.Quierodecirlequenopuedetenerla,quenoesjustoqueélselopida
primero.«Queelijaella»,quierodecirle.«Sesuponíaqueibaasermía»,querríaargumentar.—Y¿amíquémecuentas?—esloquesaledemiboca.Miamigosereclinacontraelrespaldodelbancoysellevalasmanos
alasmejillas.—Quería estar seguro de... —comienza a decir, pero su lengua se
comelaspalabras.Yde repentemedoycuentadequeestoyatrapadoentreser sincero
conmimejoramigoohacerlofeliz.Lasdoscosassonimposibles.Sonríoyantepongosufelicidadalamía.NomesorprendequefinalmenteTrishaceptelaofertadeKen,pero
mentiríasidijeraquenomeaferroa laesperanzadeque tambiénmequiereamí.Sinembargo,
prefierelaestabilidad,yduranteunañohagoloposibleporveraTrishúnicamentecomolanoviade
mimejoramigo.Enocasiones,cuando se besan delante de mí, la pillo mirándome, buscando mi
aprobaciónunavezconcluidoelbeso.Mantengovivaesapequeña llamadeesperanza,locualhacequeseaunañomuyduroparamí.
Cuandofollo,piensoenella.Cuandobeso,lasaboreoaella.Tienequeparar.Alprincipioesfácil.Dejodecompararatodaslaschicasconlasque
salgoconTrish.Elladejade
cogermedelamanomientrascharlamos.Empiezoaverlascosasdeotramaneraahoraqueellaya
nomeataaestelugar.Yanomeretieneaquí.Nadameretiene.Hampstead semehaquedadopequeño, lo sé.Trish lo sabe. Incluso
losdelapanaderíasehandadocuentademicomportamientoydequeyanovoyacomprardulcesunavezalasemana.
De repente quiero más del mundo de lo que esta ciudad puedeofrecerme.QuieroirmeaEstados
Unidos, lejos de las mentes obtusas de mis amigos, que no tienenplanesdefuturo,yaúnmáslejosde
miparejadeamantesfavorita.MeheconvertidoenelaguantavelasdeKen, Max y sus respectivas parejas. Quiero ver mundo, aprender de lagente,ynopuedoasentarmeaquí.Enmicírculotodoshanechadoraíces.Han abierto cuentasbancariasyhan elegidounauniversidadde la zona.Veocómoacabaránsusaspiracionesencuantoaceptensuprimertrabajo,haciendolomismoqueunodesusprogenitores.Seconformaránconesepapelynuncaintentaránconseguirotro.
Trish se ha convertido en una de ellos. Ha pasado de ser unaambiciosaestudiantede
Humanidadesanoasistirapenasaclase.Kenyellasehanidoaviviraunpequeñoapartamentojunto
al campus universitario de él para ahorrar tiempo. Ken se estádejandolapiel.Cuandolovemossiempretienelacabezaenterradaenunapiladelibrosdetexto.Trishesmássumadrequesuamante.
Seaseguradequetieneropalimpiatodaslasmañanas.Lepreparaelcafé,eldesayunoyunabolsa
con el almuerzo.Espera a que vuelva a casa y le sirve una comidacaliente,yélprefiereestarconsus
librosantesqueconella.Yanoeslachicasalvajeydivertidaqueera.Es la mujer que trabaja demasiado, no duerme lo suficiente y viveesperando a que su hombre regrese a casa. Gracias a ella, el pequeñoapartamento está como los chorros del oro y ha conseguido que tengaciertoencanto.
Incluso ha adoptado a un gatito callejero y lo ha llamadoGat enhonordeunodemispersonajesfavoritos.SospechoqueaKenelgatoledaigual.Elgatoyelnombre.
Ella casi nunca juega ya a sus queridos «¿Y si...?», y sus
conversacionessóloreflejanansiedad.Yanodejavolarlaimaginaciónparaentretenernosalosdos,sinoquese
preocupaporlascosascotidianas.Yanosoyuncompañerodejuegosenuna explanada cubierta de hierba, sino alguien que la anima y le dafuerzas,peseaquenotengocabidaensucorazón.
Aunasí,conservaelsentidodelhumor,ytodaslasnochesleruegoaDiosquenopermitaquelo
pierda del todo. Cuanto más la visito, más contenta se la ve. Mepropongo visitarla una vez a la semana, luego dos, tal y como ellamepide. Ken pasa cada vez más tiempo fuera y la casa está cada vez másvacía. Ella comparte conmigo sus preocupaciones y susurra cuestionessombríasenelcuarto
oscuro.Yo finjo tener todas las respuestas y, como buen amigo deambos,laanimoacompartirsus
miedosconsuamante.Notardoenarrepentirmedeesadecisión.Unanoche,unadelasraras
nochesenlasqueKenestáencasaynoestudiando,estamostodossentadosjuntoalamesadela
cocina,conunacopadewhiskyenlamano.Enunmomentotranquilodelaextrañaconversaciónen
laqueintentamosponernosaldíadenuestravida,Kenvuelveallenarseelvaso.Nosemolestaen
echarlehielo,ahoralotomasolo.Trishsuspiraenaltoyse levanta,vaa lapequeñasaladeestaryse
sientaenelbrazodelsofá.—¿Y si el mundo existiera en una urna de cristal dentro del
dormitoriodeunniñoextraterrestre,como si fuera una granja de hormigas o algo así? —Juro que el
acentodeTrishesmásmarcadocadavezquebebe.—Qué pregunta tan rara —comento con sorna, el whisky
quemándomelasfosasnasales.Ken no sonríe, ni siquiera mueve los labios. Me levanto para
estirarmeynoserelúnicosentadoalamesaconél.—Está bien. ¿Y si elmundo acabaramañana y nos demostrara que
trabajartantoydormirtan
pocoesunapérdidade tiempo?—Lebrillan losojosen laestanciapocoiluminada.
Gatsesientaensuregazoyellaleacariciaellomonaranja.Empiezoapensarensupregunta.Simemurieramañana,¿sabríalo
muchoquesufroporella?¿Lomuchoquelaquiero?Kenseechaareír,perosucomentarionoesloqueesperaba.—¿Trabajartanto?—replica—.Túnosabesloqueeseso.Estásonriendo,conlacabezainclinadadeunmodosiniestrosobrela
mesa.GatparecesentirlaamenazayTrishrespirahondo.Nuncaloshevistopelearsepero,si
lohacen,apuestoporTrish.Elgatobajaalsuelodeunsaltoysevaporelpasillo.Deberíairmecon
él,deberíamarcharmeynometermeenesto.Peronopuedo.Ken se lleva el vaso a los labios y se bebe lo que queda del licor
ambarino.—Perdona,creoquenoteheoídobien—mascullaTrish.Nohagocasodecómometiemblanlasmanosbajolamesacuandoél
seponedepieycomienzaalevantarlelavoz.Nohagocasodemiinstinto,quemedicequelo
tirealsueloylosacudahastaquelo saque del sopor en el que ha estado viviendo últimamente, un
estadoenelqueleestágritando,insultándolaydiciéndolecosashorribles.Nohagocasodemiestómago,queestáapuntodevomitarlavacuandoélle cruza la cara deunbofetón.Nohago casode cómo sus lágrimasmequeman los brazosmientras la abrazo en el sofá, cuando él hacemediahoraque seha largado,borrachocomounacubay encocheapesardequehaceesesalandar.Aunquedespuésdecómosehaidodeaquíhechounafuria,sinmiraratrássiquieracuandolohellamado,mealegrodequenoesté.
—¿Y si no vuelve? —A Trish le tiembla el labio, pero está máscalmadayapoyalacabezaenmi
pecho.—¿Ysivuelve?—preguntoamivez.Suspiraymeaprietalamanoentrelassuyas.Lamiroysemeparteel
corazón. Es preciosa incluso cuando tiene los labios rojos de tantomordérselosylosojoshinchadosdellorar.Ahoraquesehatranquilizado,
susojosmiranfijamentemislabios.—¿Ysiyanoveoalhombrealquecreíaconocer?—Supreguntaes
rápida,ylasiguientetodavíalo es más—: ¿Y si prefiriera que me prestaran atención a la
estabilidad?Parece histérica y se pasa los dedos por la densa mata de pelo
castaño.Memiraysecuadra.—¿Ysiconfundílaamistadconelamor?¿Creesqueesloquenosha
pasadoaKenyamí?Memiralasmanos,extendidashaciaellasinqueyomehayadadoni
cuenta.—Nolosé—digoretirándolasypasándomelasporelpelo.Mereclinocontraelrespaldodelsofá.Yoconfundílaamistadconel
amorcuandoelegílaamistad por encima de lo que sentía por Trish, pero ahora mis
mejoresamigostienenunavidajuntos.El problema al que se enfrentan no es la falta de amor, sino de
tiempo.Esoestodo.Éllaquierey,siellameamaraamíynoaél,melohabríadichohacemucho.Trish se arrodilla en el sofá para acercarse a mí y me aparta un
mechóndelacara.—¿Ysinofueratansencillo?¿Notaráloquesientoporella?¿Poresoseacercacadavezmás?Cuando su rostro está apenas a unos centímetros delmío,memira
directamentealosojos.—¿Algunavezpiensasenmí?El aliento nos huele awhisky, a pesar de que hemos bebidomenos
queKen.YaestoypensandoenKenotravez.Escomosisupresenciallenaratodoelapartamento.Ha
marcadoelcuerpodeTrish,essuyo,seacuestaconellatodaslasnoches.Acariciasuspechosconlas
manos,lapielsuavedesuvientre,desusmuslos.LoslabiosdeTrishsonsuyosyélesquienlosdisfruta...
Yyonuncapodréhacerlo.—Nodebería...—digo.Pero sería un imbécil si nopensara en sus esbeltas caderasy en su
pielperfecta.Lahevistocrecer,yfantasearsobreellahasidolaconstante
demivida.ATrishlacomplacemirespuesta.Loveoencómosepasalalengua
porloslabiosmientrasmiralos míos, en cómo entreabre la boca. ¿Significa eso que ella ha
estado...pensandoenmí?Delocontrario,¿porquéibaapreguntarlo?Cuandomemiraalosojosuninstanteyluegootravezaloslabios,
elsentidocomúnyelautocontroldesaparecendemivocabulario,hundolosdedosensupeloyatraigosubocahacialamía.Lasaboreodespacio,reclamandocadamilímetrodesulengua,desuslabios.Enestemomentoesmíaylosdosloestamosaprovechandoalmáximo.Seimpacienta,susmovimientossonmás
agresivos,metiraalsueloyseencaramaamicuerpo.Suexpresiónes de profundo alivio cuando desliza de nuevo la lengua en mi boca.Jadeo, alzo las caderas en busca de las suyas. Me ha puesto como unapiedrayquieroquelosienta.
Entrelaza los dedos con los míos y se los lleva a la entrepierna.Pareceencantadademostrarmelo
mojadaqueestá,estálistaparaconfesarquemenecesita.Yotambiénloestoy,yseloenseñocuando
presiono mis caderas contra las suyas. Blasfema y me suplica quesiga.
«¿Podemos...?»—¿Ysinospilla?—preguntaechándoseatrásuninstante.Nosésimeimportatantocomopensaba.—¿Y si no nos pilla?—dice entonces para sí, y silencia cualquier
preguntaquepudiéramoshacermetiéndomelalenguaenlabocaydesabrochándomelospantalones.Deslizalamanodentroymecoge,yyomederrito.Elmiedoaque
unKenfuriosonosdescubra,elsaberqueellanoesmíaynodeberíatomarla,laansiedadqueme
consume cuando pienso enmarcharme de aquí... Todo se desvanece. Loúnico en lo que puedo pensar es en hundirme en su interior, en que lanecesitoencuerpoyalma.
Mebajolospantalonesyelbóxeratirones.Subocamedisfruta,mesaboreaylamelavenaprotuberantequeasciendehastalapunta.Cierralosojos,deleitándoseconelmodoenquesemetragahastalagargantaparasoltarmedenuevo.Sucauteladesaparecemientrasmedevoraconrapidez
yeficiencia.Meestácomplaciendocomosinofueraavolveracatarme.Novolveráa
hacerlo.—Túmbate boca arriba con las piernas abiertas. Quiero verte—le
digo.Quieromirarlamientras por fin tengo lo que deseo debajo demí.
Trishsesitúaenelcentrodelaalfombrayapartalamesitadecafédemaderadecerezo.Sedesnuda
rápidamente. No me importa, porque poder verla no tiene precio. Elvestidolargodealgodóncaeasuspies,yyaseestábajandolos tirantesdelsosténblancoysencillo.Sigoconlosojosloscontornosdesucuerpo,lospezonesse
leendurecencomoguijarrosbajomiatentamirada.Tieneelvientretersoylosmúsculosdesutorso
securvanensuscaderas.Cuando llegoa su lado, estoyduroypalpitante.Está tumbadaen la
alfombra,abiertadepiernasparamí.Mipolla cuelga entre losdosypuedooler lomojadaque
está. Juro que puedo sentir lo prieta que va a estar. Me acerco más,empujando hasta llenarla lentamente. Es como un guante empapado, yentro y salgo de ella.No creo que pueda parar, nunca.Necesitomás deella.Trishhacerradolosojos,yséquenovoyaaguantarmucho.Meneolas caderasy ellameabraza con losmuslos.Se corre, dice.Gimeymeclavalasuñascuandolapenetroconmásfuerza.
Mederramoenelladeseandoquenosea laprimeray laúltimavezquepuedadisfrutarasídesu
cuerpo.Jadeaconfuerzaenmihombroybeso lasmarcashúmedasquehandejadomislametonesen
sucuello.Minutosmás tarde losdosestamosdevueltaenelmundo real, con
losbrazosylaspiernasdoloridos,sudorososytotalmenteagotados.Trishestásentadaenel
suelo,conlaspiernascruzadas,yyoenelsofá,lomáslejosdeellaquesoycapaz.—¿Ysinopodemosparar?—dicemirándomeprimeroamíyluego
endirecciónalamesadelacocina.
Noséquédecir.Noséloquequieroniloqueellaquiere.Noséquéesposible.
—Hemos de hacerlo—digo como atontado—.Me voy elmes queviene.
Aunqueyalosabe,aunquemeayudóareservarelbilletedeavión,sevuelvehaciamíderepente
comosiacabaradeenterarse.Entonces,sinunapalabra,asiente.Ambossentimosuna tormentade
culpa,dealivioydepenaporalgoqueenrealidadnuncatuvimos.
Elmaravillosopresente...
Ken era mi amigo, yo diría que mi mejor amigo, y yo estabaobsesionado,locoporsumujer.Amaba
aesadiablesayelfuegoqueardíaensupresencia.Eradesafianteeinteligente,midebilidad.Loque
estábamos haciendo era inaceptable, y ella lo sabía. Lo sabía peroningunodelosdospudimos
evitarlo. Estábamos atrapados, víctimas de un mal momento y deeleccionesaúnpeores.Nofueculpa
nuestra,odeesointentabaconvencermecadavezquemedejabacaeragotado y jadeante sobre su cuerpo desnudo. Simplemente no podíamosevitarlo, no era culpa nuestra. Era el universo, las circunstancias denuestrasituación.
Me criaron así. De niñome enseñaron que nada era culpamía.Mipadresiempreteníarazón,
incluso cuando no la tenía, y enseñó a su hijomayor a pensar delmismomodo.Fuiuncríomimado,
peronoenel sentidoeconómico.El tiempoquepaséconmipadremeenseñóasertanarrogantecomoél.Aprendíqueenlavidasiempresepodía culpar a otro. Como padre, intenté no parecerme a él, intenté sermejor.
Kimberlydicequesemedamuybien.Mealabamuchomásdeloquemerezco,peroloacepto
encantado. También me pone en mi sitio, tiene una boquita muchopeorquelademiscompañerosde
universidaddespuésdedocecervezasbaratas.—AcuestaaKarina.Teestaréesperando.—Kimberlymedaunbeso
enlamejillayunazoteeneltrasero. Me guiña el ojo, me sonríe y se marcha al dormitorio
meneandolascaderas.Amoaesamujer.Karinaeructaensueñosylefrotolaespaldacondelicadeza.Levanta
unamanitadiminutaycogelamía.Nomepuedocreerquehayavueltoaserpadre.Ahorasoyviejo.No
parandesalirmecanasaquíyallá.Tras la muerte de Rose, Smith y yo nos quedamos solos, y no
esperabatenerotrobebé.Odescubrir que tenía otro hijo.Nimuchomenos, teniendo en cuenta
cómoempezaronlascosas,quedicho hijo tuviera veintiún años y formara parte de mi vida como
amigoycomohombre.Hardinpasódesermimayorremordimientoasermimayoralegría.Temía
tantoporsufuturoquelocontratéenVancesóloparaasegurarmedequetuvieratrabajo.Lo que no esperaba es que fuera un genio. Lo pasó tan mal en la
adolescenciaquepensabaqueibaaarruinarselavidaoaacabarconellamuchoantesdequeempezara
de verdad. Siempre estaba cabreado con el mundo y cometiendoestupideces.Hizopasarasumadreuninfiernoenvida.
HevistocómoHardinpasabadeserunjovensolitarioyatormentadoaconvertirseenunautor
superventasyundefensordelosjóvenesconproblemas.Estodoloquepodíasoñarquefuera.Smith
aspiraasercomoél,perosintatuajes.Lesencantadiscutirsobrelostatuajes. Smith dice que le parecen de mal gusto, y Hardin disfrutaenseñándolelosnuevosqueconsiguehacerseenlapocapielquelequedalibre.
Miro a la bella durmiente que descansa en su cuna y apago lalamparilladelacómodamientrasle
prometo a mi dulce y preciosa niña que seré el mejor padre que
SMITH
Dejovennosabíacómoserunmodeloaseguir.Noteníanipuñeteraideadeporquénadiequerríasercomoél.Peroesoeraloquequeríaelpequeño.Elcríoconhoyuelosloseguíaatodaspartescuandoibadevisitaysehacíamayoramedidaqueélcrecía.Elpequeñoacabósiendounodesus mejores amigos y, para cuando fue tan alto como él, ya eranverdaderoshermanos.
HoyvieneHardinyestoymásemocionadoquedecostumbreporquehacemesesquenolovemos.
Temíaqueno fueraavolver.Cuandose trasladó,prometióquenosvisitaríadevezencuando,todo
lo que pudiera, dijo. Me gusta que, hasta ahora, haya cumplido supromesa.
Estos últimos díasmi padreme tiene ocupado para distraerme concosascomolosdeberesde
matemáticas, sacar los platos del lavavajillas y pasear al perro deKim. Me gusta pasear a Teddy, es muy bueno y muy pequeño, así quepuedollevarloenbrazoscuandoledaperezacaminar.Pero,aunasí,estoyenlasnubespensandoenlavisitadeHardin.
Hoy se me ha hecho el día muy largo: colegio, clase de piano, yahoratengoquehacerlos
deberes.Kimberlyestácantandoenotrahabitación.Esmuyruidosa.Avecescreoquepiensaquecantabien,poresonoledigoquelohacedepena.Cuandollegaaunanotaalta,elperroavecesseasusta.
SiemprequeHardinvieneacasametraeunlibro.Melosleotodosyluegohablamosonos
escribimosparacomentarlos.Avecesmedalibrosdifícilesescritosdeunmodoquenoentiendo,o
librosquemipadremequitaporquedicequesoydemasiado jovenparaleerlos.Conésos,mipadre
siempre le pega a Hardin en la cabeza antes de guardarlo para«cuandotengaedad».
Me da risa siempre que Hardin maldice a mi padre. Normalmentedespuésderecibirunodeesos
cachetes.Tessa me ha dicho que Hardin solía enseñarme tacos cuando era
pequeño,peronomeacuerdodeeso. Ella siempre me habla de cuando era pequeño. No conozco a
nadiequehabletantocomoella,salvoKimberly.Nadiehablamás,nimásalto,queKim.AunqueTessa
tampocosequedacorta.Alpasarjuntoalapuertaprincipal,laalarmasuenaunpardevecesy
veoquelapantalladelateledelsalónsehaencendido.LacaradeHardinysunapiallenantodoel
pequeñorectángulo.Ahoraseleveelcuello,lostatuajesparecengarabatos.Meechoareírypulso
elbotóndelaltavoz.—¿Tu padre ha vuelto a cambiar el código? —pregunta. Lo más
graciosoesquelapantallamuestra sus labios en movimiento mucho antes de que llegue el
sonidoporelaltavoz.Suvozescasiidénticaalademipadre,aunquehablamásdespacio.
Miabuelaymiabuelotambiénhablancomoellos,porquenacierontodosenInglaterra.Mi
padredicequeheestadoallícuatroveces,peroyosólorecuerdolavisitadelañopasado,cuandofuimosalabodadeunaamiga.
Mipadreselastimóduranteelviaje.Recuerdoquesupiernaparecíacarne de ternera picada y lista para guisar.Me recordó a «TheWalkingDead» (pero que no se entere de que he encontrado elmodo de verla).Ayudé a Kim a cambiarle las vendas. Daba bastante asco, pero le hanquedadounas
cicatricesmuychulas.Kimtuvoqueempujarloenunasilladeruedasdurante un mes. Dice que lo hizo porque lo quiere. Si alguna vez melastimoynecesitoquemeempujenensilladeruedas,seguroqueellaloharía.
Le abro lapuerta aHardiny entro en la cocina en cuantooigo suspasosenlasaladeestar.
—Smith, cariño—dice Kim entrando a su vez en la cocina—, ¿teapetececomeralgo?
Hoyllevaelpelorizadoalrededorde lacara.Separeceasuperro,Teddy,quesueltapeloportodaspartes.
NiegoconlacabezayentoncesapareceHardin.—Amísí—dice—.Tengohambre.—A ti no te he preguntado, se lo he preguntado a Smith—replica
ella,yselimpialasmanosenelvestidoazul.Hardinseechaareírconunasonoracarcajada.Menealacabezayme
mira:—¿Vescómometrata?Esterrible.Yotambiénmerío.KimdicequeHardinsemeteconella.Sonmuy
graciosos.Ellaabrelaneveraysacaunajarradezumo.—Miraquiénfueahablar.Hardin vuelve a reírse y se sienta ami lado.Lleva en lamanodos
pequeñospaquetesenvueltosenpapel blanco.Sin lazos, sin florituras.Séque sonparamí, perono
quierosermaleducado.Mequedomirándoloseintentoleereltítulodeloslibrosatravésdel
papel,peronada.Mevuelvohacia la ventana y finjo contemplar el paisaje para no parecer un
malcriado.HardindejalospaquetesenlaencimerayKimmesirveunatazade
zumo;luegovuelvealarmarioaporpatatasfritas.Mipadresiempreledicequenomedejecomermuchas,peroellano
lehacecaso.Mipadredicequenuncalehacecaso.Intentocoger labolsa,peroHardinsemeadelantay lasostienepor
encimademicabezaunmomento.Mesonríe:—Creíaquenoteníashambre.El agujero del labio parece como un punto que alguien le hubiera
pintadoenlacara.Antes
llevabaunpiercing,deesomeacuerdo.Siempreledigoquevuelvaaponérselo.Élmedicequeno
hagacasoaTessa.—Ahorasí.—Deunsalto,lequitolabolsadepatatas,quecrujencon
estruendoenmismanos.Hardin se encoge de hombros, parece feliz. Cree que soy muy
gracioso,melodiceatodashoras.Cuandoabrolabolsa,élcogeunpuñadodepatatasyselasmeteenla
boca.—¿Novas a abrir tus regalos antes de pringarte lasmanos con las
patatasfritas?—Escupemigasalhablar,yKimponecaradeasco.—¡Christian!—gritaellallamandoamipadre.
MedalarisayHardinfingetenermiedo.Apartolabolsadepatatas.—Bueno,yaquemelopreguntas,prefieroabrirloslibrosprimero.Hardinsellevalosdospaquetesalpecho.—Libros,¿eh?Y¿quétehacepensarquetehetraídolibros?—dice.—Porqueesloquehacessiempre.Señaloelmásgruesoyéllodeslizaporlaencimera.—Touché—responde,aunquenoséloquesignifica.Me olvido demismodales y rasgo el papel hasta que aparece una
cubiertamuycolorida.Esunchicoconsombrerodemago.—HarryPotterylacámarasecreta.—Leoel títuloenvozalta.Me
vaagustarestelibro.Acabodeleermeelanterior.CuandomiroaHardin,seestáapartandounmechóndelacara.Estoy
deacuerdoconmipadre:necesitauncortedepelo.LollevacasitanlargocomoKim.Señalaellibro:—DepartedeLandon,comoelanterior.Legustaelpequeñomago.Mipadreentraentoncesen lacocinaysueltaunapalabrotaalvera
Hardin.ÉsteledaunapalmadaenelhombroyKimlesdicequesoncomocríos.Aseguraqueyome
comportoconmásmadurez
queellos.—Quécosasmásbonitasmedices—comentamipadre—.Smith,no
teolvidesdedarlelasgraciasalamigodeTessa.Hardinarrugalanariz.—¿El amigo de Tessa? ¡Es mi hermano! —Sonríe y se rasca los
tatuajesdelosbrazos.Quierohacermetatuajescomolossuyoscuandoseamayor.Mipadre
dicequedeesonada,peroKim asegura que, una vez me independice, papá no podrá
impedírmelo.Podréhacerloquemedélaganacuandoseamayor.—No es tu hermano de verdad—le digo. Papáme ha contado que
LandonyHardinnollevanlamismasangre.LasonrisadeHardinsedesvaneceyasiente.—Ya,peroaunasísiguesiendomihermano.Mientraspiensoquéquieredecirconeso,Kimlepreguntaamipadre
sitienehambre,yHardinexaminalacocina.Derepentepareceestartriste.—Tupadre esmi padre. ¿Significa eso que lamadre deLandon es
tambiénlatuya?—lepregunto.Hardin niega con la cabeza ymi padre le da un beso a Kim en el
hombro,cosaque,cómono,lahacesonreír.Papátieneeseefectoenella.—Aveces la gentepuede ser familia aunqueno tengan losmismos
padres.Hardin me mira como esperando respuesta. No sé qué ha querido
decirconeso,perosideseaqueLandontambiénseasuhermano,amímeparecebien.Landonesmuy
simpático.ViveenNuevaYork, por eso no lo veomucho. Tessa también vive allí.Mi padre
tieneunaoficinaenesaciudad.Espequeñayhuelecomoahospital.Hardinmeacaricialamanoylomiro.—QueLandonseamihermanonosignificaquetúdejesdeserlo.Lo
sabes,¿no?
Me siento un poco mal porque Kim ha puesto cara de que va aecharseallorarymipadreparece
asustado.—Losé—ledigo,ymiroellibrodeHarryPotter—.Landontambién
puedesermihermano.Él parece feliz cuando sonríe y yo alzo la vista para ver si Kim
vuelveaponerlacaradeantes.—Claroquepuede.—HardinmiraaKimydice—:¡Pareya,señora!
Porcómosehapuesto,cualquieradiríaqueestoesunvelatorio.Mi padre insulta a Hardin y Kim se aparta cuando él le tira una
manzanaamipadre,quepareceunjugadordebéisbolporcómolacogealvuelo...yledaunmordisco.
Todosreímos.Hardindeslizaelsegundolibroporlaencimerayloatrapo.Elpapel
deéstecuestamásderomper,ymehagouncorteeneldedoconunodelosbordes.Hago
unamuecaperoojalánadiesedécuenta.Si lodigo,Kimharáquemelo laveconaguay jabónyme
pondráunatirita.Yoquieroverquélibromehatraído.Cuando cae el último trozo de papel, veo una cruz enorme en la
cubierta.—¿Drácula?—digoenvozalta.Heoídohablardeeste libro.Esde
vampiros.MipadredejaaKimyrodealaencimera.—¿Drácula?¿Esuna broma? ¡Si sólo tiene nueve años!—Estira el
brazoparaqueleentregueellibro.Le lanzo a Kim una mirada suplicante. Ella aprieta los labios y le
ponemalacaraaHardin.—Normalmente me pondría de tu parte —dice. Hardin la llama
embustera,peroellasiguehablando—:Pero¿Drácula?¿Enquéestabaspensando?HarryPotter
yDrácula...Menudacombinación.Mi padre asiente y continúa en lamisma posición que antes, como
unaestatuagigante.Lohacesiemprequequieredemostrarquetienerazón.TranscurrenunosinstantesyluegoHardinponelosojosenblancoy
ledauntirónalcuellodesucamisetanegra.—Losiento,amigo.Tupadreesunmuermo.EmpiezaconLacámara
secretayenmipróximavisitatetraeréotro...—Unoenelquenohayaviolencia—lointerrumpemipadre.Hardinsuspira.—Vale,vale.Sinviolencia—diceburlándosedeél.Merío.MipadresonríetambiényKimloabraza.MepreguntocuándovolveréaveraHardin.—¿Tardarásmuchoenregresar?—lepregunto.Élserascalabarbilla.—Noestoyseguro;¿unmes,talvez?Unmes esmucho tiempo,pero el librodeHarryPotter esbastante
largo...Hardinsemeacerca.—Perovolveré,ysiemprequevengatetraeréunlibro—mesusurra.—¿Como mi padre hacía contigo? —le pregunto, y él mira a mi
padre.Anuestropadre.AunqueHardin no lo llama así. Él lo llamaVance, que es nuestro apellido,
peronoeldeHardin.ÉlseapellidaScott.Éseeselapellidodesupadredementira.Cuando intenté llamar a mi papá Vance, me dijo que si volvía a
hacerlo me castigaría hasta los treinta. No quiero estar castigado tantotiempo,asíquelollamopapá.
Hardinserevuelveenlasilla.—Sí,comoélhacíaconmigo.De nuevo se ha puesto triste, creo. Hardin se pone triste, luego se
enfada,acontinuaciónseríe...Asíesél.Másraroqueunperroverde.—Y¿túcómosabeseso,Smith?—preguntamipadre.Hardinseruborizayconloslabios,perosinhablar,dice:«Noselo
digas».Levantolasmanosycojomáspatatasfritas.—Hardindicequenotelocuente.
Hardinsedaunapalmadaenlafrenteyluegomedauncachete.Kimnossonríe.Sepasalavidala
mar de sonriente. También me gusta cuando se ríe, tiene una risabonita.
Mipadreseacercaanosotros.—AquíelquemandanoesHardin—dice,ycomienzaamasajearme
loshombros.Megustacuandohaceeso,esmuyagradable—.DimequétehacontadoHardin
ytellevaréacomerheladoyacomprarraílesnuevosparaeltrendejuguete.Eltrenesmijuguetefavorito.Mipadresiempremeestácomprando
raíles,yelmespasadoKimmeayudóatrasladarloaunahabitaciónvacía.Ahoratengouncuarto
enteroparamistrenes.Hardinestásudandolagotagorda,peronopareceenfadado.Decido
queselopuedocontaramipadre.Además,conseguirémáscosasparamitren.—Me dijo que le llevabas libros, como hace él.—Levanto los dos
pesadoslibros—.Yqueesolohacíamuyfelizcuandoeraunniñopequeñocomoyo.Hardinvuelve lacabezaymipadreparecesorprendidoaloírlo.Le
brillanlosojosymemirafijamente.—¿Esotedijo?—Suvozsuenarara.—Sí—digoasintiendoconlacabeza.Hardinpermaneceensilencio,peromeestámirandootravez.Seha
puestorojocomountomateylebrillanlosojosigualqueamipadre.Kimsehatapadolaboca
conlamano.—¿Hedichoalgomalo?—lespregunto.MipadreyHardindicenquenoalavez.—No has dicho nadamalo, hombrecito.—Papá pone unamano en
mishombrosylaotraenlosdeHardin.Normalmente, cuando intenta hacer eso, él se aparta. Hoy no se
mueve.
HESSA
Nueva York está pasando uno de los veranos más calurosos de lahistoriacuandoTessatieneaAuden.
Esmartes,eldíaenquesalealaventamiúltimanovela,yTessayyoestamostiradosenlaalfombra,
mirandoelventiladordetechoqueinstalamoslasemanapasada.
Nohacemosmásqueredecorarnuestropequeñoapartamentocomolocos.Sabemosqueno
vamosaviviraquísiempre,yaunasínoparamosde invertirenél.Porimpulso,decidimosredecorar
por completo la habitación del niño cuando éste sólo tenía ochosemanas,yharesultadoserunatarea
muchomáscomplejadeloquecreíamos.Porculpadelarenovación,lacunadeAudenestáen
nuestrodormitorio,alospiesdelacama.Loencuentroabarrotadoyfeo,comosifuéramos
refugiadosenunbarcoenanoquehandecididocederleasuhijadecincoaños,Emery,elcamarote
principalmientrasellosseinstalanenelbotesalvavidas.ATessleencanta.Haynochesenlasquesequedadormidaconlospiesenlacabecera,
cogidadelamanodelbebémientrasambosduermen.Lamitaddelasveceslemuerdolaorejao
ledoyunmasajeenloshombrosparaque sedespiertey se acueste en laposicióncorrecta.
Lasdemásnochesmeabrazoasuspiernasydormimosasí.Perotengoquetocarla.Porlasmañanas
siempresedespiertaamiladoymemuerdelaorejaomefrotalaslumbares.Mesientocomounanciano.Meduelelaespaldaporqueescribocon
muymalapostura:sentado
enelsofáoaloindioenelsuelo,conelportátilsobreelregazo.Tessaseñalaelventiladordetecho.—Estátorcido.Deberíamosvolverapintar.En este momento, la habitación del bebé está pintada de amarillo
pastel,untononeutroparachicooparachica.Queríamosquefuerauncolorclaro,hemosaprendido
queesunerror(yuntostón)darpor sentadoquea lasniñas lesgusta el rosaalgodóndeazúcar.De
esecolorpintamossuhabitaciónantes de que naciera nuestra hija, pero en cuanto Emery descubrió
quenolegustabaelrosanoscostótres tardes, y tres capas de pintura verde, cubrirlo. Aprendimos la
lección,yTessaaprendiódemíunpardetacosnuevos.Elamarillopasteleraelcolordemoda,ytodos
sabemosquehedeseguirlasúltimas tendencias y complacer a mi señora. También es porque
resultaráfácilpintarencimadeesecoloreldíaqueAudenempieceaexpresarsuspreferencias.Lahabitacióndelbebécontienedistintostonosdeamarillo.Nosabía
quehubieratantostonosdeamarillo o que pudieran llevarse tan mal. Todos proceden de las
visitasdeTessaaIKEAyaPotteryBarn. Juro que va por lomenos tres veces a la semana. Encuentra
todaclasedetonteríasqueadoraylasabrazacontrasupechoyexclama:«Estaalmohadadecorativaes
taaaaaaaansuave...»o«¡Estanmonoquemelocomería!».Yluegometedichatonteríadebajodeuncojíndelsofáodecualquierotrorincóndelahabitacióndelbebéquenohayallenadoya.
El cuarto ha acabado siendo como una enorme bola de ondulantesrayosdesolenlaqueTessano
aguanta ni diezminutos sinmarearse.Mehizo prometer que nuncamásladejaríavolveradecorar
unahabitación,especialmenteunadebebé.Yahoraquierequevuelvaapintarla.
Loquehagoporestamujer.Ymásqueharía.Hagotodoloquepuedo.Una cosa que podría hacer por ella es conseguir que dejara más
trabajoenlaoficina,aunqueparaesotendríaquerecurriralamagia.Últimamenteestáagotada,yeso
meponemalo.Noquierebajarelritmo,peroyosélomuchoquelegustasutrabajo.Sucarreraessu
tercerhijo.Sedejalapielparaconseguir lasbodasmásbonitasqueunopueda imaginar.Acabade
empezarenlaindustria,peroseledadecine.Cuando me habló de cambiar la dirección de su carrera estaba
aterrorizada.Noparabadedarvueltasporladiminutacocina.Yoacababadeponerellavavajillasy
depintarlelasuñasaEmery.Creía haberlo hecho muy bien, pero Emery hizo que Tessa me
despacharacuandodeclaréconorgulloquelachapuzaquelehabíahechoensusuñitasestababien,
queelcolorrojoledabaunairedehabermatadoaalguien.Nosabíaqueunahijamíapudieraser tandelicaday tener tanpoco
sentidodelhumor.—QuierorechazarelascensoenVanceyretomarlosestudios—dijo
Tessacomosinada.Oamímeparecióquelodecíacomosinotuvieraimportancia.Emery estaba sentada y en silencio, sin comprender el impacto que
esetipodedecisionestienenenlasvidasdelagente.—¿Deverdad?—preguntémientrassecabaunplatoconunpañode
cocina.Tessasemordióellabioinferioryabriómucholosojos.—Loheestadopensandoy,sinolohago,mevolveréloca.A mí no hacía falta que me lo explicara. Todos necesitamos un
cambiodevezencuando.Inclusoyomeaburroentre libroy libro,yaTessa se leocurrióque fuera
profesorsustitutodosotresdíasalmes enValsar, el colegio donde estudia Emery y en el que trabaja
Landon.Cierto,dimitíalcabodetresdías,perofueunaexperienciaentretenidayganépuntosconmi
chica.
Como siempre, animé a Tessa a hacer lo que quería. Deseaba quefuerafelizynonecesitábamos
el dinero. Yo acababa de firmar un nuevo contrato con Vance, elterceroendosaños.EldinerodeAfter fuedirectoaunacuentapara losniños. Bueno, después de comprarle a Tessa una pulsera de charms: laantiguano estabahechapara durar.Sehabía desgastado con el pasodeltiempo, pero Tessa conservó los amuletos y le encantó ver que podíacolgárselosalanueva,podíacambiarlosparavariar,podíaquitaryponerasugusto.Amímeparecíaunachorrada,peroaellalahacíamuyfeliz.
AlamañanasiguienteTessasesentóahablarconVancey,conmuchaeducación,rechazóel
ascenso.Alvolveracasasepasóunahorallorando.Yosabíaquesesentiría culpable por dejar su empleo, pero se le pasaría pronto. Eraconsciente de que Kim y Vance la animarían a mantenerse firme en sudecisióndurantelasdosúltimassemanasquetrabajóenlaeditorial.
Cuando consiguió su primer cliente como organizadora de bodasgritódefelicidad,ylavimás
vivaquenunca.Aúnno sabía por qué lamuy loca seguía conmigopeseatodaslasgilipollecesque
había hecho de joven, perome alegrémucho de que nome dejarasóloportenerelprivilegiodeverlatanilusionada.
Pordescontado,Tessabordólaprimerabodayempezaronalloverlerecomendaciones.Alos
pocosmesesyateníadosempleados.Mesentíamuyorgullosodeellayellaestabamuyorgullosade
símisma.Enretrospectiva,no teníanadadequepreocuparse.Tessaesunadeesaspersonas
repelentesquetocanunmontóndemierdayloconviertenenoro.Esbásicamenteloquehizoconmigo.Trabajabasinpararyseestabamatandoatrabajarotravezdespuésde
daraluzaAuden.Ledoyunachuchón.—Necesitasunanoche libre.Teestásquedandodormidadelantedel
ordenador,mirandoelventiladordetecho.Meclavauncodojuguetónenlacadera.—Estoybien.Túereselqueapenasduermedenoche—mesusurra
enelcuello.Séque tiene razón,pero tengo fechasde entregaque cumplir yme
faltanhoras.Además,cuandosemeatascaunpárrafo,ledoyvueltassinpararynomedejadormir.
Aunasí,detestoquesehayadadocuentadequeandofaltodesueñoporquesiempresepreocupa
máspormíqueporella.—Lodigoenserio.Necesitasdescansar.Todavíateestásrecuperando
dehabertraídoalmundoaese monstruito —digo deslizando la mano bajo su blusa y
acariciándoleelvientre.Tuerceelgesto.—Déjame—gruñeintentandozafarsedemismanos.Nomegustanadaloinseguraquesesientedesdequetuvoanuestro
hijo.ElnacimientodeAudenfue mucho más duro con su cuerpo que el de Emery, pero yo la
encuentromássexiquenunca.Odioquemiscariciaslaincomoden.—Nena... —Retiro la mano pero sólo para poder apoyarme en el
codo.Lamiroymeneolacabeza.Tessamehacecallartapándomelabocacondosdedosysonríe.—Meséesapartedelanovela:escuandomesueltaseldiscursodel
buenmaridoacercadecómomeheganadomiscicatrices,quemehacentodavíamásbonitadelo
queyaera—diceconaireteatral.Siemprehasidounasabelotodo.—No,Tess.Escuandotedemuestrocómomesientocuandotemiro.Le cojo el pecho con lamano y aprieto lo justo para que entre en
ignición,paraquesucuerpoempieceaprecalentarpararecibiralmío.Jadeasindarsenicuentay
gimecuandoencuentrounpezónbienduroylopellizcopordebajodelaropa.
Haperdido.Yoloséyellatambién.Aceptasuderrotasincondicionesymeapresuroa
reaccionar.Rápidamente,mismanos encuentran las perneras de suspantalonescortosysecuelan
bajo la tela.Como imaginaba,yahamojado lasbragas.Meencantanotarcómochorrea,ymemuero
porsaborearlaenmiboca.Sacolosdedosymelosllevoaloslabios.Tessagime,sellevamidedo
índicealabocaylochupa.Mierda,estamujeracabaráconmigo.Memira fijamente a los ojos ymordisquea la punta demis dedos.
Presionomicuerpocontraelsuyo para que sienta lo dura que me la ha puesto con su pequeño
festivaldelmordisco.Acontinuación,tirodelacinturilladesuspantalonescortosdealgodón
yselosbajo.Mequiereya,menecesitaya.Lelamoelcuelloyellameagarralapollaconfirmeza.
Estátandesesperadacomoyo,ymedesnudaenunabrirycerrar losojos.Paracuandoseencarama
sobremí,sólollevopuestosloscalcetines.Las inseguridadesdeTessaparecendesvanecersecuando
dejadescendersucuerposobreelmíoysuslabioshúmedosengullenmipieldura.Sucálidalengua
trazacírculosenlapuntayseganaunagotita.Elritmodesubocaesconstante,medevorahastael
fondoyjadeosunombre.Metumboenelsueloylecojolastetas.Lastieneenormesdedarel
pecho(eselúnicocambioquelegusta),yyonovoyaquejarmeportenermástetaconlaque
jugar.—Joder, me encantan tus peras—le digo mientras su boca sube y
baja.Tessameabraza,succionacadavezmásfuerte,ylapresiónaumenta
enmiabdomen.Hundolasmanosensupeloyellamesuelta,memiraalosojosyserelame.Se
apoyaenloscodosyacercasupechoamientrepierna.Jadeocomounperroqueesperaunacaricia
desuamodespuésdehabersepasadotodoeldíaencerradoenunajaula.Tessajuntasushermosos
melonesydeslizamipollaentreellos.Bastaconquelohagatresvecesparaquemecorraensupiel.
Mientrasrecobroelaliento,ellase pasa la lengua por los labios y me sonríe tímidamente, con las
mejillasruborizadasporcómosucuerporespondeadarmeplacer.Selevanta,semiralastetasydice:—Necesitodarmeunaducha.Jadeante,cojolacamisetanegrayla llevohastasupecho,peroella
meapartalamano,memiramalyempiezaaandarhacialapuerta.Conelpasodelosaños,cada
vezlegustamenosquelimpiefluidoscorporalesconmiscamisetas.Porlovisto,noesapropiadoy
paraesoestánlastoallas,medicesiempre.La sigo al baño y tomo nota mental de devolverle el favor en la
ducha.Sustetasestánespectacularescontralamamparadecristal.Elespejo
delapareddelbañoeslomejorquetieneesteapartamento.
HESSA
Pascua
—Hardin, Auden se ha despertado.—La voz de Tessa traspasa lasnubesdemisueño—.Tenemosque
despertaraEmeryparaquebusquensuscestasdePascua.Mesacudedelhombro,suplicándomequemelevante.—Venga, Hardin —dice en voz baja, pero la emoción contenida
resuenaensussusurros.Seréelhombremásafortunadodelmundosimedespiertanasítodas
lasmañanasdemivida.Gruñoy,sinapenasabrirlosojos,laestrechocontramipecho.—¿Aquévienetantojaleo?—preguntomientraslebesolasien.Supelosemepegaalacarayapartolosmechonesdeunsoplido.No
llevacamisón,ynotosussuavestetascontramicostado.Suspirayentrelazaunapiernasinafeitarconlasmías.Pongocarade
queraspayellamedaunempujón.—Losniñostienenqueencontrarsuscestasyyohedeponermecon
eldesayuno.Tienesquelevantarte.Comosinada,comosinomeestuvieraponiendocomounamoto,se
apartademicuerpo,ruedaporlacamayselevanta.—Nena,vuelveaquí—protesto.Echodemenoselcalordesupiel.Abrelacómodaycontemplosutorsodesnudo.Unquejidoescapade
migarganta.Ojalámehubiera despertado antes para tenerla un rato más en la cama
conmigo.Yaestaríadentrodeella,enterradoensusprofundidades,ensucálidoyhúmedo...
Unaalmohadamegolpealacara.
—¡Levanta!Hoytenemosmuchoquehacer.Suspiro, salgodenuestracamadematrimonioyacontinuaciónme
pongounacamisetaantesdequeme tireotracosaa lacara.Sehapasadomeses redecorandoel
apartamento, seguro que no le apetece mucho romper ninguna de lasexquisitas piezas que compró con el decorador demente que ella meconvencióquenoshacíafaltacontratar.Eltíoestabafataldelosuyo.Pintótodoelsalónde
rosa salmón y una semana después volvió a pintarlo de un colormenosnauseabundo.
—Losé,cielo.Cestas,conejos,huevosytodaesamierda.Me miro en el espejo que cuelga de la pared y me peino con los
dedos.MerecojoelpeloconlagomaquellevoenlamuñecaylelanzoaTessamiradasasesinasde
reojo.Intentanosonreír,peroséqueleestácostando.—Sí,ytodaesamierda.—Noaguantamásyseechaareír.Cogeel
cepillodelpelo—.TenemosqueestarencasadeLandonalasdos.KarenyKenyahanllegadoy
todavíanohepreparadolaensaladadepatataqueíbamosallevar.Terminadepeinarselamelenaymepasaelcepilloconunasonrisa
burlona.Nolonecesito.Prefierohacerloconlosdedos.—Harélaspatatasmientras tú tearreglas—ofrezco—.Vamosaver
cómolosniñosbuscansuscestas.Haceunamuecayseplanteasiesunabuenaofertaporquenosabesi
soycapazdeprepararlaspatatas.Lacocinasemedademaravilla...Exceptocuandoqueméel
pollolasNavidadespasadas.Tessavavestidaconunpantalónblancodealgodónyunacamiseta
azulmarino.Sehapuestounpocomorenagraciasal tiempoquepasaenelpatiocuidandodesu
pequeñojardín.Leencantatenerun jardín enBrooklyn.Es lo quemás le gusta de la casa que le he
compradoparacelebrarlaventademiúltimanovela.
Enelpasillo,sedetieneantelahabitacióndeEmery.—Despiértalaynosvemosenel salón—dice.Medaunbesoen la
mejillaygritaelnombredenuestrohijo.Ledoyunazoteenelculoyellamepone losojosen
blanco.Lodesiempre.CuandoentroenelcuartodeEmery,melaencuentrodurmiendocon
lamitaddelcuerpofueradela cama. Tiene las piernas destapadas, colgando del borde del
colchón,lejosdesuedredóndeDisney.—Em...—Lasacudodelbrazocondelicadeza.Semueve,aunquenoabrelosojos.Vuelvoaintentarlo,peroprotesta:—Noooo.Se da la vuelta y hunde la cabeza en la almohada. Me ha salido
teatrera.—Cariño, es hora de levantarse. Auden se va a comer todos los
dulcesdePascuasino...Ydeunbrincoestáfueradelacama,elpelohechounamarañarubia.
Lotieneonduladocomoyoydensocomosumadre.—¡Noseatreverá!—proclamaponiéndoselaszapatillasdeandarpor
casaantesdesalirdisparadadelahabitación.Cuandolaalcanzo,estáabriendotodoslosarmariosdelacocina.—¡¿Dóndeestámicesta?!—chilla.Tessa se ríe y Auden desenvuelve con dedos torpes un huevo de
chocolate,quesemeteenteroenlaboca.Masticauninstanteyluegolaabredeltodo.Tessaseacercaylequitaunpequeñotrozodepapeldealuminiodela
lengua.Élsonríe,desdentado y lleno de chocolate. Se le cayó un incisivo la semana
pasadayestáparacomérseloconpatatas.Me burlo de su ceceo, es una de las ventajas de ser padre:
puedometermeconmishijostodoloquemeapetezca.Esunritodeiniciación.—¡Mamá!—lloriqueaEmerydesdeelarmariodelpasillo—.Papáha
escondidomicesta,
¿verdad?¡Poresonoconsigoencontrarla!Meríodeloexageradaquees.—Sí,laheescondidoyo.Esunaniñamuydulce,perotambiénmuyinsolenteyconopiniones
paratodoalatiernaedaddeonceaños.Poresonotienemuchosamigos.EmerysiguerebuscandoporlacasamientrasAudendevoralamitad
desucestadedulcesyesparcebriznasdecéspedartificialporelsuelo.—Tambiéntehanpuestountambor—ledigo.Élasienteconlabocallenadecaramelos.Noparecequeleinterese
nadaquenoestéhechodechocolate.
—Papá. —Emery entra en la cocina con las manos vacías—. Porfavor,¿podríasdecirmedónde
hasescondidomicesta?Melohaspuestomuydifícil,muchomásqueelañopasado.
Seacercaaltabureteenelqueestoysentadoyseabrazaamicintura.Esmuyaltaparasuedad,y
metomaportonto.—Porfavor...—mesuplica.—No engañas a nadie, jovencita. Te daré una pista, pero que sepas
queunabrazoyunavozdulceno bastan para sobornarme. Tienes que trabajar para ganarte las
cosas,¿recuerdas?Haceunmohínymeabrazaconmásfuerza.—Yalosé,papá—dicecontramipecho.SonríoantelanuevatácticaymiroaTessa,queobservaaEmerycon
recelo.—Está en un sitio al que nunca nunca vas.A donde va la ropa que
siempreteniegasaayudarnosadoblar.—Leacariciolaespaldayellasesueltademicuello.—¡La lavadora!—grita Auden, y Emery chilla de emoción. Corre
juntoasuhermanoyleacariciaelpelo.Élsonríe,felizcomounperrito,porelgestocariñosodesuhermana
mayor.
Antesdeunminuto,Emeryvuelvecorriendoalacocinaconsucesta,de la que caen pequeños huevos de chocolate.No les hace ni caso, estámuyocupadahurgandodentro.TessaselevantapararecogerlosyEmerynoparecemuyinteresadaenayudarasumadre.
Mihijasesientaenelsuelo,conlaspiernascruzadasylacestaenelregazo,yseechaalaboca
unpuñadodegominolasdecolores.MevuelvohaciaTessayAuden.Sumadrelohacogidoen
brazos, parece casi tan grande como ella. Los años han pasadovolandoynosécómoyo,un
gamberrodemediopelo,hetraídoalmundodosniñostanempáticosytranquilos.
Bueno, Emery tiene sus rabietas. Como cuando arrojó una plantacontralapared.Peronofueuna
situacióndifícilderesolver:lequitélapuertadesuhabitación.Yonojuegoalachorradaesadelniño
mimado enfadado con todo.No hay razones por las que deba estarenfadadacontansóloonceaños,
nohatenidolavidaquetuveyo.Tieneunospadresquelaadoranyquesiempreestáncuandolosnecesita.
Mishijossonmaravillosos.Tessayyosiempreestamosahíparaellos.Nohanvividounsolodía
sinunbeso,unabrazoyalmenosdos«tequiero»biencursis.Emerytienealgunasdelascosas
queseponendemodaentrelosniñospopularesdelcolegio.Noquieroquemishijosseancomoyo,
elniñoconloszapatosllenosdeagujeros. Quiero que sepan qué se siente al desear cosas como
juguetesydemás,yluegoenseñarleselmododeganárselashaciendogestossencillos,comodarbesosen
lamejilla,abrazosyregalarpalabrasamables.Deesonuncafaltaenestacasa.Cuandonacierondecidimosquenoibaasercomomipadre,comoninguno demis padres.Mis hijos iban a saberse queridos, jamás iban apensarque
estabansolosenelmundo.Elmundoesdemasiadograndeparaestarsolo,especialmenteparadospequeñosScott.
He puesto fin a la saga de padres penosos para no arruinar dos
pequeñasvidas.Antesdeunahora,EmeryestáK.O.enelsofá,conunapiernaenel
respaldoyunbrazocolgandodel asiento. Auden está en su sofá favorito. Se supone que es una
«miniatura»,aunqueocupamuchoespacio.PeroaunasíTessainsistióenquedárseloehizooídossordos
amisprotestas.Elsofáteníaunaotomanacarísimaajuego,quetambiénocupademasiadoespacio
paraeltamañodelquegozauna sala de estar en Brooklyn. No tuve ni voz ni voto con los
muebles, así que, aquí estoy, contemplando a mi pequeño de seis años,comatosode tantocomerdulces, con labarbillamanchadadechocolate.Separecemuchomásamíqueasumadre.
—Mira quémonos son—dice Tessa detrás demí. Parece agotada,conlamiradaapagadaylatez
pálida.Le rozo lamejilla con los labios, esperando devolverle el color a
besos.Suspira,meabrazaysusmanossecierranenmivientre.—¿Quéplanestienesparalasiesta?—pregunto.Siempreselasapaña
paraaprovecharhastaelúltimominutodelassiestas(cadavezmáscortas)delosniñospara
hacercosasproductivas.Estádemasiadoocupadaynomehacenicaso,asíquenohaynada
quehacer.Séquementalmenteestátachandoelementosdelalistadetareaspendientes.—Bueno...—dice con lentitud, y luego suelta a chorro—, llamar a
Feeporlodelatarta,decirleaPosey que compruebe los ramos... —y más cosas que no escucho
porqueleestoymetiendolamanoenlospantalones.Ellamemiraconatenciónmientrasdeshagoelnudodelcordelque
losmantieneensusitioyhundolosdedosensusbragas.—Nomedistraigas—protesta, pero su cuerpo sepegaalmíopara
sentirmáspresión.—Trabajasdemasiado—ledigoporenésimavezestasemana.Ella pone los ojos en blanco por enésima vez también. Luego me
cogeporlamuñecaysellevalamanoalpecho.—Diceelhombreque sepasadías enteros sindormir cuando tiene
unafechadeentrega.Hoyparecereceptivaaqueladistraiga,noeslonormal,peropormí
estupendo.Lesobolastetas,quesubenybajanensupecho.Gime,quieremásdemí.Yselovoya
dar.La cojo de lamano y entonces la llevo al pasillo. Camina deprisa,
ansiosaporllegaranuestrodormitorio.Enelmomentoenquecruzamosel umbral, cierra la puerta maciza con tanta fuerza que casi se cae elgigantesco retratode losniñosque cuelgade lapared.Cuandodijoquedeberíamoshacerlomeparecióunpoco fuera de lugar, pero aTessa leencantabalaideadetenerunaimagendenuestroshijosaquídeltamañodeuncartelpublicitario.Almenosmehizocasoenunacosa:locolgó
en la paredopuesta a la cama.Ni de coñavoy a estarmirandounaversiónabstractaencoloresneón
demishijosmientrasmefolloamimujer.Nihablar.—Venaquí—ledigoatrayéndolaamiregazo.Estoy sentado en el borde de nuestra cama de matrimonio. En los
últimosmeseslahemostenidoquecompartirdevezencuandoconnuestroshijos.Audenatravesó
unaetapaenlaqueteníapesadillas y yome pasaba las noches en vela preguntándome si lo
habíaheredadodemí.Mástardeletocó a Emery, que sintió celos de su hermano y comenzó a venir
pidiendoenvozbajaquelaprotegiéramosdelos«sueñosfeos»,aunqueyosabíaqueeramentira.
Hastasefrotabalosojosigualquecuandoteníaseisañosytodo.Lesgustabadormirconmamáaunladoypapáalotro.Eralaleche,enserio.—¿Hardin?—LavozdeTessaesdulceygrave,ysusojosmemiran
fijamente—.¿Enquéestáspensando?—pregunta. Sus dedos suben y bajan pormi abdomen y
mearañaunpoco.—En los niños, en cuando venían a dormir con nosotros. —Me
encojodehombrosysonrío.—Esoesunpoco raro—dicemeneando la cabeza.Pero sus labios
sonríen.—Sóloporqueestavezelqueestádistraídosoyyo,mivida.Lemuerdo lospezonescomopiedras,ygime.Lequito lablusa.La
prendacaealsueloyellaseapartaelpelodelacaraconunmovimientodelacabeza.Pareceuna
salvajecon lasmejillasencendidasy los labiosdecolor rosa, lamelenarubiaylamiradahambrienta.Recorroelencajedesusujetadornegroconlosdedos.Estamujersiempre lleva lossostenesdeencajemássexisdelplaneta.Metoundedobajolacopaylepellizcounpezón.
—Acuéstate,nena—leordeno.Ella se quita los pantalones y las bragas, los deja en el suelo y se
tumbaen lacama.Cogeunaalmohadayse laponedebajode lacabeza.Sus ojosme dicen lo que quiere con exactitud. Quiere que se lo coma.Últimamenteesloquemáslegusta.
Estácansada,agotadayleduelenlospies,asíquesóloquierequelamimen.Porsupuesto,
siempremecorresponde.Mimujermedevuelveelfavormetiéndosemipollahastalasamígdalas
cuando los niños nos dejan dormir hasta pasadas las siete de lamañana.Tessalevantalaspiernas,las
flexionay lasabre.Tengosusmuslos justoenfrente.Memuerdoellabioinferior,intentandosofocar
unjadeo.Estáempapada,brillantebajolaluzdeldormitorio,ycuandosetrata
deellanotengoautocontrol.Casimeabalanzoconlabocaabiertasobresupielsuaveyhúmeda.
Milenguadibujaunalínearectadeabajoarribaaltiempoquemislabiossuccionanconsuavidad.Tessamuevelascaderas,lasaprietacontramiboca.Metolosbrazos
pordebajodesusmuslosytirodeellahaciaelbordede lacama.Grita,unadorablesonidode
sorpresamezcladaconexcitación.Lalevantoporlasnalgasconlasmanosmientrasmibocaladevoray
ellagimeminombre,alternándolo con «sí», «no» y «Ay, Dios» más otras muchas
guarradas.Mechiflansusexclamacionesyquemedéánimos.Tienenelefecto
deconseguirqueletiemblenlas piernas, que se agarre a las sábanas.Ahorame está tirando del
pelo.Cómomepone.—Har-din...—Selequiebralavozyañadoundedoalaecuación.Se lo meto hasta el fondo y la vuelvo loca. Trazo círculos con la
lenguaensuclítoris,sinparardechupar, sinparardechupar.Saboreosucorrida,es lomásdulce
delmundo.Levantolacabezaparacogeraireylaapoyoensuvientremientras
ellarecobraelaliento.Medapequeños tironesdelpeloparaqueasciendaporsucuerpo.Todavía
latengoduracuandometumboencimadeella.Ahoramismo,loúnicoquefaltaportachardemilista
dedeseosynecesidades es sexo.Tessa lo sabe, por eso se levantade lacamayserestriegacontramí.
—¿Quieres que te folle? ¿No has tenido suficiente? —preguntofrotandolapollacontrasu
entrepierna.—Nunca tendré suficiente... —gimotea, y yo jadeo cuando me la
agarrayselametedentro.La penetro muy despacio y contemplo el placer que reflejan sus
facciones.Sustetasestánpegadasamipechoysusmuslosrodeanmicintura.—Más—suplica;quierequememuevadentrodeella.No hay problema, lo hago a buen ritmo.Me clava las uñas de una
manoenlaespaldayconlaotrametiradelpelo.Novoyadurarmucho.Nada.Notoqueseletensanlosmuslosyyovoyallegaralmismotiempo
queella.Unpardeembestidas más y nos derretimos juntos. Tessa sigue con los ojos
cerradosyyomedesplomosobresucuerpo.Mientrasmicorazón recupera su ritmonormal, contemploaTessa.
Tienelosojosgrisescerrados, la boca entreabierta, y me parece tan hermosa como el
primerdíaquelavi.Apenasrecuerdoelmuchachoqueeracuandolaconocí,perotodos
losdetallesdenuestravidajuntosmecorrenporlasvenascomounacanción.Esta mujer terca como una mula se niega a casarse legalmente
conmigo,peroesmimujeratodoslos efectos y la madre de mis preciosos hijos. Queremos tener al
menosunomás,cuandosutrabajolopermita.
Me pone un poco nervioso traer otro hijo al mundo. Siempre mepreocupocuandosequeda
embarazada.La responsabilidaddecriarunserhumanobuenoydecenteesalgo
quemetomomuyenserio,peroTessacargaconlamitadymeaseguraquesomosunospadres
fantásticos.Nosoycomomipadre.Lohagoamimanera.Nocabedudadeque he cometido errores, pero he cumplido mi condena y he sidoperdonado.Aunque no soy un hombre religioso, sé que tiene que haberalgomásgrande
queTessyqueyo.Mimundopasódenadaatodoyestoyorgullosodequiensoyahora.Meveoen
losojosdemishijosyoigomifelicidadensusrisas.Me siento orgulloso de poder ayudar a los adolescentes con
problemasquevivenenmibarriorecaudando fondos para el centro social. He conocido a miles de
personasquesesintieronconmovidas al leer mis palabras impresas. Luché durante muchos
añosparaguardármelotododentro, sin embargo, cuando lo dejé salir, mi corazón se abrió.
Habríasidomuyegoístapormipartenocompartirmisvivencias,noayudaraotrosadolescentesvíctimas
deadiccionesyconproblemaspsicológicos.Conlosañosheaprendidoanovivirenelpasado,sino
amirarsiemprehaciaelfuturo.
Soyconscientede lomanidoyde loñoñoqueparezco,peroesmiverdad.
Hevividodurante tanto tiempoen laoscuridadquequieroayudaraotrosaencontrarlaluz.
Hesidobendecidoconunafamiliaquenisiquieramehabríaatrevidoasoñar,ymishijosserán
muchomejoresdeloquelofuiyo.LacabezadeTessacaehaciaun ladoy,sindespertarla, leapartoel
pelodelacara.Hasidomipaz,mifuego,mialiento,midolory,apesardetodo,cadasegundo
hamerecidolapenaparaconseguirlavidaquetenemosahora.NoshicepasaraTessyamíuninfierno,perovivimosparacontarlo.
Despuésdetodo,hemosencontradonuestrapropiaversióndelcielo.
AGRADECIMIENTOS
Tengo la sensación de que los agradecimientos de este libro sonexactamentelosmismosquelosdel
anterior,porqueherecibidolaayudadelamismagentemaravillosa,asíque¡graciasatodos!
AdamWilson, una vezmás, gracias por todo tu esfuerzo.Aprendomuchodetiyagradezcotu
paciencia.Hemospublicadocinco libros (que,en realidad, tienen laextensióndediez)enunaño,y
esoesunaputalocura.Estoyansiosaporpublicarlospróximostres.KristinDwyer,ereslabomba,tía.Consiguesqueseaorganizada(en
lamedidadeloposible,yaque acabo de empezar a anotarme las fechas en el calendario).
¡Graciasportodo!Wattpad, gracias por seguir siendo mi base y por manteneros
orgánicosyproporcionaramillones de personas un lugar en el que hacer aquello quemás les
gusta.UrsulaUriarte,nopuedocreerqueaparecierasenmividacomouna
blogueraalaquelegustabanmislibrosyquetehayasconvertidoenunademismejores
amigas.Aunquesigosinsaberdeletreartunombre,eresfundamentalparamíyparaHardinyTessa.
Séquelosadorastantocomoyo,yesosignificamuchoparaellos.(¡Melohandicho!)Vilma y RK, os adoro y aprecio muchísimo vuestra amistad. Me
ayudasteisconlasdistintasfasesparaescribirestelibroyescuchasteismistemores.Osquiero.AshleighGardner,¡graciasporserlamejoramiga-agentequeexiste!Gracias a los correctores y al personal de producción que han
trabajadocontantaintensidadconunosplazostanajustados.
Ymuchísimasgraciasalpersonaldemiseditorialesenelextranjero,desdeloseditoreshastalos
publicistas. Soy consciente del empeño que ponéis en traducir ypromocionarmislibrosentodoel
planeta, y eso significa mucho para mí y para los lectores. Lo hepasadogenialvisitandotantísimos
lugaresyconociendoatantoslectoresdetodoelmundo.
Detrásdecadalibrohayunautorquehadedicadotodossussueños,tiempo y energía a crear una historia que guste a los lectores, que lesarranque una sonrisa y les haga soñar. Anna no es una excepción y enAnnaTodd confidencial podrás descubrir a la autora de la serieAfter yconocertodossussecretos.
Estamos seguras dequehay algunanovela que te hamarcado yqueleesunayotravez…
¡Soy una apasionada de la lectura! Cazadores de sombras. Losorígenes,deCassandraClareesmilibropreferido.¿Lohabéisleído?¡Oslorecomiendo!
…yalguna serieque te tiene enganchadaypegadaal sofá cadasemana…
¡¡Me encanta «Crónicas Vampíricas»!! Stefan, Elena y Damon sonbrutalesyelescalofriantetriángulo
amorosoquevivenmetiene...¡enganchadísima!Nomepierdoningúncapítulo.
…yunapelículaquehasvistocientosdevecesyquetesabesdememoria…
Algopararecordar,conMegRyanyTomHanks.Esunahistoriatantierna…Nomecansodeverla
unayotrayotrayotravez.
…yuncolor…
Verdementa.Esmicolor.
¿Cuálestucomidapreferida?¿Tegustacocinar?Siesasí,¿tienesalgúnplatoestrella?
¡Cocinar esmi pasión!Me atrevo con casi cualquier plato, pero loquemásmegustaeselpolloylos
dumplings,unosbollos rellenosdemanzanamuy típicosdeEstadosUnidos.¿Loshabéisprobado?
Situvierasqueescogerentreheladoygofre,¿quéelegirías?
¡Quépreguntamásfácil!¡Helado!Unbuenheladosolucionacasicualquiercosa.¡Jajaja!
¿Hasidoaalgúnconcierto?
¡Sí! He ido a algunos conciertos, ¡claro! Recuerdo con especialcariñolosdeOneDirectionyTheFray.Sinoloshabéisvistoendirecto,osanimoahacerlo.¡Noosdecepcionarán!
¿Cuálestucanciónfavorita?
¿Tengoqueescogersólouna?MequedoconBloodBankdeBonIver.¿LaconocéisenEspaña?BuscadlaenYouTube.¡Seguroqueosgustarátantocomoamí!
Aparte deOne Direction, ¿eres fan de algún otro grupo? ¿Quéotramúsicaescuchas?
La verdad es que no escuchomuchos grupos. Prefiero los solistasquecomponencancioneslentas.En
mireproductorsiemprehayalgunacancióndeTheFray,BonIveryEdSheeran.¡Ytambiénadoroa
TaylorSwift!
Cuéntanoseldíamásfelizdetuvida.
Uf…Tengotantos,que¡nosécuálescoger!Perovoyadecireldíaquemeconfirmaronqueteníaun
contrato para publicar mi libro. Por lo menos es uno de los másfelicesdelúltimoaño.
Hastrabajadodevendedoradeproductosdebelleza.¿Cuálestusecretodebelleza?¿Ytu
imprescindible?, aquel producto que toda chica debería llevarsiempreenelbolso.
Chicas,hacedmecaso:todas,absolutamentetodas,deberíamosllevarsiemprecremadecacaooun
gloss en el bolso.Y usadlo tantas veces como queráis.Os sentiréissexisyatractivasyvuestroslabios
osloagradecerán.
Osrecomiendounodemissecretosdebelleza:despuésdelimpiarosbien la cara, utilizad plátano triturado comomáscara facial. ¡La piel osquedaráperfectayossentiréismuybien!
Imagínatequepudieraspedirunúnicodeseo.¿Quépedirías?
Que todo el mundo sea feliz consigo mismo. Eso es lo másimportante:serfelizconunomismo.Yes
loquepediríaparatod@s.
Si tuvieras que quedarte con un solo sentido, ¿con cuál tequedaríasyporqué?
¡Wow! Dudo entre la vista y el oído… Déjame unos minutos…Mmmm.¡Quédifícil!
Yaestá.Aunquesineloídonohaymúsica,elijolavista,porquehaytantascosasbonitasparaveren
el mundo… Sí, sin duda. La vista sería el sentido con el que me
quedaría.
Si pudieras elegir una época en la que vivir (años treinta, añoscincuenta…),¿cuálsería?
¡Éstaes fácil!Meencantaríaviviren laAméricade losañosveinte.Losvestidoseranmaravillososy
las mujeres lucharon para hacerse fuertes e influyentes. Fue unaépocaincreíble.Ojaláhubiera
podidovivirla…
SinovivierasenEstadosUnidos,¿dóndetegustaríavivir?¿Porqué?
CreoqueenCanadá.Torontoesunaciudadquemegustamuchísimo,yestámuycercadeEstadosUnidos.
Tras tu visita por España, ¿qué te parece nuestro país? ¿Loconocías?¿Quéesloquemásteha
sorprendido?¿Yloquemástehagustado?
¡Españaestantantanbonita!Mechiflanelidiomaylagente.Nuncahabía estado y fue una experiencia inolvidable. Vosotros, mis lector@sespañol@s,soistancariños@s…
¡Fuemuydivertidodescubrir queponéis una rodajade limónen laCoca-Cola!Estoesloquemásme
sorprendió.¡Jajaja!
Aunquesuenea tópico, lacomidaespañolaes ¡riquísima,muymuybuena!Ylorepitounavezmás:
sois todosestupendos,cariñososyencantadores. ¡GraciasporhacerdemivisitaaEspañauna
experienciaúnicaeimborrable!
Cuando eras pequeña, ¿ya querías ser escritora? ¿O queríasdedicarteaotraprofesión?
Primero soñé que llegaría a ser profesora; luego, enfermera ocientífica…Peroheacabadosiendo
escritora.Noestánadamal,¿verdad?
¿Quéaconsejaríasaunjovenquequiereserescritor?
Quenuncaabandone.Dehecho,nuncanuncanuncanuncaosdéisporvencidosalahoradeperseguir
vuestro sueño. Tomadme amí de ejemplo: hace dos años no habíapublicadonaday¡miradmeahora!
Empecé sin lectores ni seguidores, igual que cualquier joven quequiereserescritor…
Si de verdad queréis algo, id a por ello, luchad por ello. Todo esposibleenlavida,siempreycuando
unotrabajeduroyhagaloquerealmenteleapasiona.
¿Teinspirasenlavidarealparaescribirtushistorias?
Enciertomodosí,meinspiroenlavidareal,perolamayoríadelascosasqueescribosonficción.
Estáclaroquehaypersonasenmividaquemeinspiraronalahoradeescribiralgunosde lospersonajesdeAfter, pero tengoquemantenersusnombresensecreto…
Suponemos que tienes algún ritual a la hora de escribir. ¿Noscuentasquésecueceenel
backofficedelaAnnaToddescritora?
No tengo muchos rituales a la hora de sentarme a escribir,sinceramente…Perosíquehayalgoque
nunca faltamientrasescribo:música.Lamúsicaesunaconstanteenmivida.Nopuedovivirsinella.
¿QuéteinspiróalahoradeescribirAfter?
Yo soy una gran lectora. En esa época leía mucho y buscaba algodiferente,quemeenganchara.
Queríaescribirunahistoriaquetuvieratodoslosingredientesquemegustancomolectora.Ycreo
queconAfter loheconseguido.Esperoquevosotr@spenséis igualqueyo.
¿CómotedecidisteporeltítulodeAfter?
Queríaqueeltítulofueraunasolapalabra.Esoloteníaclarodesdeelprincipio.Ylaprimeravezque
loescribí lohicepensandoenqueTessacambiadespuésdeHardin.Pero, ya veis, al final de la historia ha acabado siendo al revés. (Ups,¡esperoquemirespuestanohayasidounspoiler!)
¿TeesperabaseléxitodeAfter?
¡Paranada!Escribir siempremehagustado,esmihobbyydisfrutémuchoescribiendoAfter,perono
mepodíaimaginarquepudierallegaratenertantoéxito.Entreotrascosas,porqueloescribíapara
mí.Hasidoalgoincreíbleymuymuymuygratificante.
¿Es duro escribir las partes más tristes de una novela? ¿HaslloradoalescribirAfter?
Escribir las partes tristes de una novela es lomás duro, porque lovivesenprimerapersona.Hardiny
Tessamehanhecho llorarmucho,pero losquiero tantoquenomeimportahaberlohecho.
Afterllegaráalagranpantalla.¡Seguroqueestásemocionadísima!¿Haspensadoquéactorestegustaríaque interpretaranaHardinyaTessa?
¡Sí! ¡Y estoy encantada con ello! Confío plenamente en losproductoresyséqueellosescogeránalos
actoresperfectosparaencarnaraHardinyaTessa.AunqueamímeencantanDouglasBoothe
IndianaEvans.¡Jajaja!
YtraselenormeéxitoquehatenidoAfter,¿quéotrosproyectostienesenmente?
Osdoyunaprimicia: tengoya tres libros enmente, peronopuedoadelantarnadamás.
¿TegustamásescribirdesdeelpuntodevistadeHardinodesdeeldeTessa?
Los amo con locura a los dos, pero, sinceramente, me gusta másescribirdesdeelpuntodevistade
Hardin.Esmuyinteresanteestarenlacabezadeestechicomalo.
El primer amor nunca se olvida. ¿Cuándo te enamoraste tú porprimeravez?
Alosdieciséismeenamoréporprimeravezdeunchicoque…hoyesmimarido.
¿Creesenlasalmasgemelas?
¡¡Estoyseguradequelasalmasgemelasexisten!!Aunquetambiénesciertoqueelamorylas
relaciones requieren mucho trabajo, mucha comprensión y muchapaciencia.
Túencontrastea la tuyaenel institutoyya llevasunoscuantosañoscasada.¿Cuáleselsecreto
paraqueunarelacióndure?¿Nosdasalgúnconsejo?
No sé el secreto para que una relación dure, pero sí sé que esimportantecrecerjuntosyquecadauno
sigasiendocomoes.Tienesqueconfiarentuparejayamarla,pero
tambiéntenermomentosparatiytusamigos.Noteolvidesnuncadeconservartuindependencia.
Todashemoscometidoalgunalocuraporamor.Explícanosalgunadelasquehayashechotú.
¿Mimayor locura?¡Mecaséa losdieciocho!Nohaymayor locuraporamorqueésta,¿nocreéis?
¡Jajaja!
¿Eresdelasquecreenenelamorinfinito?
¡Por supuesto!Y no sólo en las novelas. Tod@s podemos vivir unamorcomoeldeTessayHardin.
¿Quéesloquemástegustadeunchico?
Mmmm.Megustalahonestidadyelsentidodelhumor.Yquetengalasuficiente seguridad en símismocomoparaqueno le afecte lo que losotrospiensendeél.Ah,¡yquehagaeltonto,igualquelohagoyo!
¿Loharíastodoporamor?
Poramorloharíatodo,sí.Siempreycuandonohagadañoanadie,¡claro!Ésteseríamilímite.
Tessaesdelasquepiensanquetodosepuedeperdonar.Ytú,¿quéopinas?
En esto, Tessa y yo nos parecemos: yo también creo que todo sepuedeperdonar,siemprequelapersonaaprendadesuserrores.
¿Quéhasperdonadoporamor?
Afortunadamentelascosasquehetenidoqueperdonarsonpequeñasypocoimportantes.Comono
ponerunabolsadebasuranuevaycosasasí.¡Jajaja!
¿Perdonaríasunainfidelidad?
No creo que pudiera perdonar una infidelidad. Pero no juzgo a laspersonasquesísoncapacesdehacerlo.
¿Cuálessontusarmasdeseducción?
Nohaynadamásseductorqueunacenarománticaconunbuenvinoyterminarconunbuenmasaje.
¡Demomentoesteplansiempremehafuncionado!
ATessa lahemosvistovistiendoropa interiorbásicayropamássexi.Ytú,Anna,¿eresdelasque
llevanencajeono?
¡Meencantaelencaje!Tener ropa interiorbonitayconencajehacequetesientassexi,aunquenola
veanadiemásquetú…Cómprateunconjuntonuevoycompruébalotúmisma.
AFTER.AMORINFINITO
Nosédequéestánhechas lasalmas,pero lamíay la suyasonunasola.
After.Antesdeella(SerieAfter0)AnnaTodd
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Títulooriginal:Before
Diseñodelaportada,DepartamentodeArteyDiseño.ÁreaEditorialGrupoPlaneta©delafotografíadelaportada,DaniRodríguez–AgeFotostocky
TetraImages–GettyImages
©AnnaTodd,2015LaautoraestárepresentadaporWattpad.Publicado de acuerdo con el editor original, Gallery Books, una
divisióndeSimon&Schuster,Inc.©delatraducción,TraduccionesImposibles,2015©EditorialPlaneta,S.A.,2015Avda.Diagonal,662-664,08034Barcelona(España)www.editorial.planeta.eswww.planetadelibros.com
Canciones del interior: pág. 104: ©War Pigs, 2013 Blue ParadiseRecords, interpretada por Black Sabbath pág. 457:©BloodBank, 2009Jagjaguwar,interpretadaporBonIver
Primeraediciónenlibroelectrónico(epub):noviembrede2015
ISBN:978-84-08-14869-2(epub)
Conversiónalibroelectrónico:Àtona-VictorIgual,S.L.www.victorigual.com
DocumentOutline
AplicaciónserieAFTERÍndicePortadillaPlaylistdehessaDedicatoriaParteuno.ANTES
Depequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPH
Partedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTE
VEINTIUNOVEINTIDÓSVEINTITRÉS
Partetres.DESPUÉSAlfinseestabaconvirtiendoenelhombre...ZEDLANDONCHRISTIANSMITHHESSAHESSA
AGRADECIMIENTOSConectaconAnnaTolddenWattpadConfidencialPersonalEscritoraElarmorCréditos
TableofContentsAplicaciónserieAFTERPortadillaPlaylistdehessaDedicatoriaParteuno.ANTESDepequeño,elniñosoñaba...NATALIEMOLLYMELISSASTEPHPartedos.DURANTEHARDINUNODOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCEDOCETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHODIECINUEVEVEINTEVEINTIUNO