adiccion a las redes sociales
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Adicción a las redes sociales
Ingrid Paola Triana Beltrán
9-2Lic.: Ana mercedes
Ramírez Ochoa San juan girónTecnología e informática
ADICCIÓN A
LAS REDES
SOCIALES
Las redes sociales entrañan ciertos peligros, enfocados en menores de edad.
El engaño, el acoso sexual, la pedofilia, la obscenidad, encubiertas bajo
perfiles falsos o verdaderos, deambula y atrae inocentes.
Sin dudas es un fenómeno que cada vez atrae más adeptos sin tener en
cuenta los peligros que entraña. , en la actualidad los niños y adolescentes
“cambiaron la vida social por una vida virtual”.
Por otra parte, la importancia y el daño que pueden llegar a provocar ya que
“se observó que en estos últimos tiempos, hay signos de niños entre los 9 y 17
años, que indican adicción a las redes sociales”
“El problema radica en que los niños crean a través de estos espacios
identidades ficticias gracias al anonimato de que les otorgan éstas” lo que sin
dudas los lleva de a poco a un “aislamiento social y junto a esa libertad y
anonimato hace que muchos jóvenes terminen esclavizados, no sólo por la
pérdida de tiempo, sino por la atracción fatal que esto con lleva”.
Además, hay un fenómeno que se conoce como “la automedicación digital”,
que consiste que ante una depresión o problema éstos recurren a las redes
sociales, en donde plasman estados anímicos y piden consejos a desconocidos
para superar el malestar o el problema antes de hablarlo con sus padres”.
En realidad creo que ser adicto a algo es que nuestra afición por
esa cosa nos llegue a producir un problema en nuestra vida y que
no seamos capaces de cambiarla.
Esa consecuencia negativa y la incapacidad de superarla es lo que
diferencia realmente una simple afición de una adicción. Por
ejemplo puedes ser un aficionado al golf, y disfrutar jugando cuando
tienes tiempo. Pero en el momento en que empiezas a dejar de ir a
trabajar para jugar una partida ( y créeme que a muchos les pasa)
entonces se ha convertido en una adicción. Cuando llega ese
momento el cambio es muy complicado, porque ese hábito se ha
introducido de tal manera en nuestro cerebro que no nos podemos
deshacer de el.
Una de cada cuatro personas padece un problema relacionado
con el abuso de las nuevas tecnologías. El Hospital Clínica y el
Hospital Santa Joan de Bué, ambos de Barcelona, han
observado un aumento de consultas por adicción a los
videojuegos desde el 2005.
Los adictos a las nuevas tecnologías, Internet, móviles o
videoconsolas, entre otros, experimentan aislamiento, gasto
incontrolado, depresión y ansiedad. Algunos indicios que
pueden ayudar a reconocer a personas que sufren esta
enfermedad son por ejemplo el descuido de sus tareas, lo que
provoca un descenso del rendimiento académico en el caso de
los niños o laboral en la población adulta.
Algunos expertos consideran que no se debe hablar de adicción, sin
embargo, las nuevas tecnologías son las que más problemas causan,
especialmente los móviles inteligentes cada vez con más funciones y
aplicaciones, las populares redes sociales, el correo electrónico, las compras
online…
Aunque este tipo de adicciones puede parecer un problema sólo de niños y
adolescentes, es cada vez más frecuente entre las personas mayores de 50
años. Las páginas de apuestas online sobre eventos deportivos o partidas de
póquer, son cada vez más numerosas y el número de personas adultas adictas
a estas apuestas crece de forma muy peligrosa.
Hay personas que debido a su personalidad son más propensas que otras a
caer en estas adicciones. En general suelen ser personas un poco
compulsivas, con cambios de humor, dificultad para enfrentarse a
problemas, dependencia emocional, baja autoestima, falta de habilidades
sociales y dificultad para enfrentarse a problemas y encontrar soluciones.
Las redes sociales y el chat permiten a personas tímidas relacionarse más
fácilmente, ya que pueden mentir sobre sí mismos y vencer su miedo a
conocer gente nueva. El tratamiento que mejor funciona para estas
adicciones es alejarse por completo de aquello que provoca adicción, aunque
en el caso de las nuevas tecnologías puede resultar más difícil de conseguir, ya
que continuamente son necesarias casi para cualquier cosa por ejemplo en el
trabajo o para comunicarse.
La vía del abandono total. Es la que han seguido Homominimus ( “3 (33)
(333) razones para dejar Facebook”) y Alan Furth (“Chau Facebook”)
respecto a Facebook. Si bien es una vía que es utilizable respecto a una
sola red social, es bastante más complicado usarla para todas a la vez.
Quizá puedas plantearte si necesitas todas las redes sociales que usas, o si
puedes reducirlas a una sola
La vía de la moderación en el uso. Que es menos exigente en cuanto
a sus consecuencias y quizá más exigente en cuanto a su implantación.
Dado que la vía del abandono tiene motivos diferentes, pero una
realización que requiere menos explicación en este post me centraré
en la vía de la moderación, que requiere bastante estrategia en la
planificación y aplicación de la solución más adecuada.6
¿Cómo puedes solucionar tu adicción a
las redes sociales?
1. Admite que tienes un problema. Es el famoso primer
paso de los Alcohólicos Anónimos y lo es por algo. Sin
admitir que existe un problema no hay ninguna posibilidad
de que puedas solucionarlo. Admitir el problema es crear
dentro de ti la intención de superarlo. Y esa intención es
necesaria para poder conseguir cualquier resultado.
Obviamente en el caso de las redes sociales, las
consecuencias no son ( normalmente) tan desastrosas como
en el caso del alcohol o de las drogas, pero sin embargo sí
pueden tener un efecto bastante negativo en otras
actividades y en general en tu productividad.
Primer paso
2. Lleva un control del tiempo que estás
en cada red social. Puedes hacerlo
manualmente pero la verdad es
extremadamente pesado, así que lo ideal
es que uses una aplicación como web
time cracker para crome que te dice
automáticamente cuanto tiempo pasas
en cada página.
3. Analiza el valor que te aportan las redes sociales
en tu vida. ¿Te aporta conexiones satisfactorias
realmente con otras personas?,¿aprendes cosas que
te resultan interesantes?,¿te sirve para promocionar
tu negocio o tu blog? ¿te da tema de conversación
para la oficina?.
Una cuestión importante es que reflexiones acerca
de la necesidad de las redes sociales para fomentar
tu autoestima. Es importante que tu autoestima no
esté en manos de la recepción que tengas para los
demás porque si no, nunca tendrás suficiente
aprobación como para saciar tu hambre.
4. Escribe en una hoja lo que podrías
conseguir hacer con tu vida si
dedicaras el tiempo que estás en redes
sociales a otra actividad diferente,
como leer, estar en persona con los
amigos, meditar, hacer ejercicio, o
cualquier otra cosa.
5. Establece un determinado momento del día en el
que entrarás en las redes sociales. Fuera de ese
momento no entres. Si te parece demasiado extremo
puedes probar con dos momentos, uno por la mañana
y otro por la noche, pero lo importante, es que fuera
de esos momentos no estés asomándote a ver que
ocurre. Al entrar sólo cuando tú has planeado estás
mandando el mensaje a tu cerebro de que tú eres
quien tiene el poder.
Cuando pase el tiempo asignado, no te limites a no
usar la red social. Cierra la pestaña. Muerto el perro
se acabó la rabia, que se suele decir.
6. Deja algún día o algún periodo del año libre de
las redes sociales. Puede ser que te digas a ti
mismo que el sábado es el día libre de redes
sociales, o que durante tus vacaciones en el Caribe
no vas a estar mirando si alguien le ha dado me
gusta a tu última foto. Al igual que para establecer
un hábito es un problema romper la rutina, para
acabar con un hábito es una ventaja salirte de la
rutina en algunos momentos. El establecer
períodos libres de redes sociales opera como una
especie de cortafuegos en un bosque, evitando
que la adicción se consolide.
7. Elimina en las diversas redes sociales las
notificaciones que se te envían cada vez
que una persona dice que le gusta algo que
has compartido o cada vez que te ha
llegado un mensaje. Puede que te guste
leer esas notificaciones ( no negaré que a
mí me gusta) pero la realidad es que son un
cebo con un anzuelo debajo que te
engancha y te hace entrar en la red social.
8. Cada vez que tengas la
tentación de entrar intenta
mirar ese pensamiento,
darte cuenta de que es una
tentación y simplemente
déjalo pasar.
9. Rompe la conexión creada en tu cabeza entre ver
el aviso de que hay un mensaje para ti y entrar a la
red social. Por ejemplo al entrar en la búsqueda de
Google me aparece el aviso de que tengo varios
mensajes. Hay creada en mi cabeza una instrucción
imaginaria que dice: ” Si número de mensaje= color
rojo entonces ir a la red social”. Esa instrucción se
ha reforzado por el uso, así que entreno abriendo el
buscador de Google, viendo el número en rojo y
cerrando la página. Así varias veces. Eso debilita en
mi cabeza la conexión entre disparador y acción.
10. Puedes llegar a bloquear un sitio
web mediante algunas aplicaciones
pero eso debería ser la última opción.
Sería el equivalente a las personas que
piden a un casino que no les dejen
entrar. No es la solución ideal pero
para casos muy radicales quizá es la
mejor posible.