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Adicción
La misión negra Hipólita es un programa social estatal iniciado en el año 2006 busca proveer de atención especializada a las personas en situación de calle.
El Sede Central Misión Negra Hipólita, Av. Universidad, Esq Traposos, Edif Menegrande, Antigua sede de SUDEBAN, diagonal a la torre principal de Banco de Venezuela
MISIÓNBrindar protección social e integral asegurando el derecho a la vida, el trabajo, la cultura, educación, justicia social e igualdad sin discriminación alguna a los ciudadanos y ciudadanas en situación de calle, contando con la participación protagónica del Poder Popular.VISIÓNDesarrollar una política de estado integral e integradora, contando con la participación protagónica del Poder Popular, para el diseño y aplicación de proyectos, planes y programas, dirigidos a erradicar la situación de calle, basados en los principios contemplados en la Constitución Bolivariana de la República.OBJETIVOIncluir a los ciudadanos y ciudadanas que se encuentran en situación de calle, a través de programas dirigidos a la atención integral, formación y actividades socio productivas, contando con la participación protagónica del Poder Popular.Prevenir los factores que conllevan a situación de calle a la población en general, así como su continuidad y efectos en ciudadanos y ciudadanas que han presentado o presentan esta condición y que son atendidos por la Fundación Misión Negra Hipólita. Desarrollar capacidades y potencialidades en los ciudadanos y ciudadanas que han presentado situación de calle a través del trabajo no enajenado y procesos terapéuticos. Favorecer el proceso de transformación de ciudadanas y ciudadanos en atención como sujetos constructores y corresponsables de una sociedad de justicia e igualdad, a través de la ejecución de proyectos socio-productivos que generen excedentes económicos para la auto-gestión de los Centros de Atención. Garantizar el proceso de inclusión social de ciudadanos y ciudadanas, a través del trabajo en conjunto con el resto de las instituciones y el Sistema Público Nacional para el Tratamiento de las Adicciones.
Elisardo Becoña Iglesias, Maite Cortés Tomás (2010) Manual de adicciones para psicólogos
Especialistas en psicología clínica en formación. Barcelona, España: Socidrogalcohol
Según la OMS las drogas son sustancias que introducidas en un organismo vivo puede
modificar una o varias de sus funciones. Las drogas deben cumplir con las siguientes
condiciones (Calderón López, 2008):
a) Al entrar al cuerpo de un organismo vivo, son capaces de alterar una o varias de sus
funciones físicas y psíquicas
b) Impulsan a las personas que las consumen a repetir su utilización por los efectos
placenteros que generan, independientemente de los daños a la salud que se produzcan
c) Su consumo no tiene que ver con indicación médica, y en caso de tenerla, es utilizada con
fines distintos a los terapéuticos.
Los efectos producidos por el consumo de cualquier droga varían en función de la
interacción de varios factores, esta diversidad hace difícil, si no imposible, predecir qué tipo de
reacción provocara una droga en determinada persona, empero, cabe señalar que las sustancias
que causan adicción son aquellas que tienen efectos sobre el SNC, estresándolo o deprimiéndolo
(Calderón López, 2008).
Las adicciones en la actualidad son un tema que necesita ser discutido y representa uno de
los más grandes retos a la salud pública que se enfrentan en la sociedad contemporánea. Las
adicciones tienen un alcance global, lo cual exigiría a los gobiernos una cantidad de políticas
públicas consistentes y de largo plazo que involucren la participación activa de la sociedad civil.
El consumo de sustancias adictivas en la población joven ha aumentado, lo cual ha llevado
a la sociedad y gobiernos a realizar acciones que favorezcan la construcción de ambientes
saludables y libres de adicciones.
La adicción a cualquier sustancia psicoativa puede definirse como una enfermedad y esta
aparece como resultado de la dependencia psicológico y/o fisiológica a alguna droga, provocada
por el abuso en el consumo y una búsqueda ansiosa de la misma (Calderón López, 2008).
Hay consensos internacionales que rigen la practica clínica a nivel mundial y que determinan si
existe una adicción, entre ellos el CIE-10 (Clasificación Estadística Internacional de las
enfermedades y otros problemas de salud) y el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales) (Calderón López, 2008).
La adicción no surge de una y por todas, es una situación que aumenta de manera progresiva con el
paso del tiempo y con la frecuencia y cantidad de consumo. La adicción es un proceso que abarca
varias fases (Calderón López, 2008):
1) Experimentación de una o varias sustancias psicoactivas.
2) Consumo habitual.
3) Consumo constante de intoxicación crónica. Compulsión y deseo irreprimible para consumir.
El proceso de adicción se establece debido a dos fenómenos que se encuentran estrechamente
ligados al consumo de cualquier sustancia adictiva: la tolerancia y el síndrome de abstinencia. La
tolerancia es la habituación del organismo al empleo de la droga, necesitando así cada vez mayores
dosis para experimentar el mismo efecto. El síndrome de abstinencia por otra parte es un estado de
malestar generalizado producido por el no consumo de dosis mayores, lo que lo lleva a buscar la
sustancia para así evitar este malestar (Calderón López, 2008).
Las personas con síndrome de abstinencia pueden presentar episodios intensos de ansiedad,
sudoración, taquicardias, alucinaciones entre otros, lo cual es ocasionado por la interrupción o
suspensión abrupta del consumo, por lo que para evitarlo se suele administrar la misma sustancia o
una con efectos similares (Calderón López, 2008).
Una vez instalada la adicción, la persona busca consumir la sustancia psicoactiva en cantidades
mayores o durante períodos cada vez más largos, en comparación con las fases de experimentación o
habituación. El deseo por la continuación del consumo de la droga es persistente, incluso cuando se
realicen esfuerzos por disminuir o controlar el abuso de la sustancia (Calderón López, 2008).
A lo largo del proceso adictivo, se presentan problemas de salud, enfermedades graves y
muertes prematuras, incapacidad física, deserción, ausencia laboral, bajo rendimiento escolar,
episodios de violencia, accidentes, actos delictivos y conductas antisociales, lo cual afecta de manera
delicada tanto al individuo como a sus entornos próximos y distantes (Calderón López, 2008).
La prevención de las adicciones es una estrategia que se genera en el campo de la medicina y la
psicología de la salud, la prevención es planteada como una opción formadora en la que las personas
harán frente a situaciones que afectan su autoconcepto y autoestima, en la que aprenden a conocer
sus potencialidades, afirmar su autonomía moral (Calderón López, 2008).
Actualmente se considera que la prevención de adicciones es parte de la educación integral a
la cual la educación básica o general debe contribuir, con esta finalidad debemos tomar en cuenta los
aspectos informativos, afectivos, actitudinales y cognitivos, lo cual nos ayudará a abordar la
intención de prevenir el consumo de manera efectiva (Calderón López, 2008).
Los conceptos o aspectos de la vida de una persona que permiten que desarrollen competencias
a nivel educativo para así prevenir el consumo de drogas y así la prevención de adicciones son
(Calderón López, 2008):
a) Resiliencia: se refiere a la propiedad de algunos materiales para volver a tomar su forma
original una vez fueron sometidos a múltiples presiones, este concepto proviene de la física y
respecto al comportamiento humano nos permite entender cómo las personas, a pesar de
haber sufrido adversidades, pueden llegar a desarrollar y alcanzar niveles aceptables de salud
y bienestar. En el ámbito de las adicciones con la resiliencia se trata de explicar el por qué
algunos sujetos responden de manera más eficiente al estrés y la adversidad en comparación
con otros, y podrán incluso mantenerse a salvo de este problema-
De acuerdo con la teoría de la resiliencia, hay factores externo e internos que protegen contra
el estrés social o el riesgo a la pobreza, la ansiedad o el abuso. Los aspectos de protección
internos son la autoestima y el autocontrol, mientas que los externos son principalmente el
apoyo de la familia y la comunidad.
Los programas de prevención de adicciones se dirigen a una extensa gama de posibilidades
para llegar a la resiliencia. Comprender la relación de la persona con su medio inmediato es
la base de lo que llamamos un enfoque amplio de prevención, perspectiva la cual emplea
iniciativas que aumentan al máximo la resiliencia, minimizando el riesgo, involucrando a la
persona, a la familia, a la comunidad, a los proveedores, y a los profesionales en el área de la
salud.
b) Estilos de vida: comprenden tres aspectos interrelacionados: el material, social e ideológico.
El aspecto material se caracteriza por manifestaciones de la cultura relacionadas con el
ámbito de vivienda, alimentación y vestido. El social se compone de formas y estructuras
organizativas, familia, grupo de parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte
como las instituciones y asociaciones. El ideológico es expresado a través de las ideas.
Creencias y valores que determinan las distintas respuestas y comportamientos a distintos
sucesos o situaciones de la vida.
Los estilos de vida son enmarcados en el contexto cultural, político, social y económico en
los que se generan. Hay estilos de vida que contribuyen a la dignificación y al desarrollo de la
persona, incentivando al mismo tiempo el mejoramiento de sus condiciones de vida y
bienestar.
c) Habilidades para la vida: Mangrulkar et al (2001, citado en Calderón López, 2008) plantean
que hay una necesidad para que los adultos desarrollen destrezas para propiciar q1ue los
adolescenes adquieran las aptitudes para el desarrollo humano, enfrentar la vida de una
manera efectiva y así los retos de la vida cotidiana.
Habilidades sociales e interpersonales: comunicación, destrezas de rechazo,
agresividad y empatía.
Habilidades cognitivas: toma de decisiones sobre las situaciones del entorno y el
medio, pensamiento crítico y autoevaluación.
Habilidades para manejar emociones: manejo del estrés y autorregulación.
El desarrollo de habilidades para la vida posibilita un retraso en el inicio del uso de
drogas, evitar conductas secuales de alto riesgo, mejorar el desempeño académico y
enseñar el control de muchas emociones (Calderón López, 2008).
BIBLIOGRAPHYCalderón López, M. (2008). Orientaciones para la prevención de adicciones en escuelas de educación básica. México DF: Secretaría de Educación Pública.