adell argilés, ramon - movimientos sociales en los años noventa

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  • 7/27/2019 Adell Argils, Ramon - Movimientos sociales en los aos noventa

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    Los ms en los noventa - Ramon Adell - enero 2000

    ADELL, Ramon (2000): Movimientos sociales en los aos noventa: Volumen, actores y

    temas de moviliaci!n", en #RA$, Elena% &'ARRA, edro (oord) (2000): Una mirada

    sobre la red. Anuario de movimientos sociales, 'eti*o +undaioa, &caria%'arcelona,

    #a*oa%Donosti, - 2./1

    Movimientos sociales en losaos noventa: volumen, actoresy temas de la movilizacin

    Ramon Adell Argils

    En distintos mbitos se polemiza sobre cul es ladimensin real de la participacin ciudadana. Algunosanalistas hablan de un generalizado y acusado descenso de lamovilizacin sociopoltica; otros, por el contrario, apuntan aun claro aumento de la participacin. A la falta de datos

    empricos que permitan la consiguiente evaluacin einterpretacin de las dinmicas de la movilizacin -carenciaresaltada ya por varios autores-, se suma un cierto despreciohacia los mismos, por parte de corrientes exclusivamentecualitativistas. En este trabajo, intentaremos acercarnos desdedistintas metodologas y fuentes a la evaluacin de ladimensin de los procesos de participacin social de los aosnoventa, para ms adelante proponer unas delimitacionesexplicativas de cada movimiento social que nos permita evaluarel protagonismo que han adquirido sus principales campaasreivindicativas.

    1- El volumen de la movilizacin

    Desde una perspectiva sociopoltica y en una primeraaproximacin a la "intensidad y peso" de la movilizacin en elestado espaol, debemos cuantificar la dimensin real delfenmeno objeto de estudio. Por tanto, se trata de determinarel volumen total de manifestaciones sin entrar, por el momento,en otros aspectos tales como quines son sus protagonistas, qu

    piden y con qu modos, qu consiguen, etc. Se pretende, en unprimer momento, dar respuesta a las preguntas: cunta gente

    - 1 -

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    dice que participa en manifestaciones?, cuntas protestas secelebran?, es posible saber cunta gente asiste a ellas?

    Nos referiremos en este trabajo a datos de las encuestasdel CIS (Centro de Investigaciones Sociolgicas), a cifrasoficiales sobre el ejercicio del derecho de reunin y

    manifestacin (DGPI-Ministerio del Interior-1990-98), y a lascifras y datos de la muestra aqu presentada (1990-95),continuidad de un estudio anterior sobre la movilizacindurante la transicin poltica espaola a la democracia (Adell,1989).

    1.1- Encuestas y datos oficiales

    Segn el barmetro del CIS de julio de 1992 (Estudio 2.016de mbito estatal con 2.498 entrevistas), tan slo un 1% de losencuestados afirma participar en manifestaciones muy a menudo,un 4% bastante a menudo, un 16% poco a menudo y un 78% nunca ocasi nunca (1% ns/nc). La ambigedad de las categoras, ellgico margen de error y la no inclusin en la muestra de losmenores de 18 aos, muy activos en el movimiento estudiantil,nacionalista, y rea alternativa de los llamados NuevosMovimientos Sociales (NMS), le restan rigor a los resultados.Entre los que afirman asistir "poco a menudo" o "bastante amenudo" -la gran mayora- se situaran los que participan enlas multitudinarias convocatorias de carcter unitario. Portanto a principio de los noventa, y segn el CIS, uno de cada

    cinco mayores de dieciocho aos participa con mayor o menorasiduidad en este tipo de convocatorias, mientras que elfenmeno es ajeno a cuatro de cada cinco ciudadanos.

    Otra modo de acercarnos al fenmeno es a travs de losdatos oficiales sobre el ejercicio del derecho de reunin ymanifestacin. En los ltimos diez aos en Espaa se reconocela celebracin de entre 9.400 y 13.700 manifestaciones anuales.Al menos desde 1987, este tipo de eventos se cuantificasistemticamente por parte de las delegaciones de gobierno ().El inters institucional por el estudio sistemtico de la

    movilizacin se inicia cuando se constata que entrado ya en elproceso democrtico no slo no disminuye la presinmovilizadora, sino que sta aumenta. Las condiciones delegalidad o ilegalidad determinan su propio uso. Por aadiduraesta definicin jurdica no es clara ni unnime. Segn uninforme del Ministerio del Interior, en 1998 el 66,1 % deltotal de manifestaciones celebradas en toda Espaa no se ajusta

    () Las cifras oficiales sobre nmero de manifestaciones celebradas enla calle (reuniones pblicas, de ms de veinte personas en espaciosabiertos), han sido prcticamente inexistentes hasta mediados de ladecada de los aos 80. Por aadidura, estos informes anuales son, en suprctica totalidad, datos cuantitativos, con lo cual no se aporta ms queuna sinttica interpretacin de los mismos.

    - 2 -

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    a la legalidad (2). Tampoco quiere esto decir que seanexpresamente ilegales. Por su extensin y complejidad, noexpondremos aqu los aspectos jurdicos del derecho dereunin. Basta con decir que las manifestaciones nocomunicadas, aun siendo constitucionales -ya que no senecesita autorizacin previa" (Art.21.1), vulneran elprocedimiento de la Ley de Reunin de 1983 y sus posterioresenmiendas (1-1992 y 4-1997). En otras palabras: no hay quepedir permiso para manifestarse, pero s hay que avisar deello.

    En general, un alto nmero de reuniones "no comunicadas"puede indicar una cierta radicalidad por parte de lospromotores, por lo que sobre este dato se calcula el llamado

    Grfica 1

    2() Diez aos antes, en 1988, el porcentaje de movilizaciones "nocomunicadas" ascenda al 63%.

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    Nmero de manifestaciones y asistentes

    en todo el Estado, (1990-1998)

    11815

    9455 9711

    10902

    11550

    13739

    12781

    102389460

    0

    2000

    4000

    6000

    8000

    10000

    12000

    14000

    16000

    90 91 92 93 94 95 96 97 98

    0

    1000000

    2000000

    3000000

    4000000

    5000000

    6000000

    7000000

    8000000

    9000000

    10000000

    Manifestaciones Participantes

    n manifestaciones n participant Fuentes: (D. Prez Castao, 1997/ A. Fuertes Prez, 1998) / DGPI, 199

    AO

    5.761.000 el

    14/15-7-97

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    "ndice de transgresin" (3), aunque en muchas ocasiones setrata de manifestaciones reactivas convocadas con ciertaurgencia (en repulsa de un atentado terrorista, por ejemplo), osimplemente del desconocimiento de este requisito.

    En la grfica 1, se observa que en los noventa ladiferencia anual de manifestaciones celebradas (comunicadas yno comunicadas) oscila entre las +- 4.000, segn el ao. Lasbarras que indican el total anual sitan la cspide en el ao1996, seguido de 1991. Ello se debe a la confluencia dediversos conflictos. En la misma grfica se combina (en lnea yn- participantes a la derecha) el nmero total de asistentessegn cifras oficiales. Se observa un claro paralelismo departicipacin en relacin con las convocatorias, aunque en1997, el nmero de asistentes tenga un repunte espectacular porlas movilizaciones "por la paz y contra el terrorismo" enrepulsa por el asesinato del concejal de rmua, Miguel Angel

    Blanco.

    Respondiendo a la pregunta de cuntas protestas secelebran, se puede afirmar que las cifras oficiales demovilizaciones/ao son fiables para estudios globales de lamovilizacin (Estado), aunque existen an importantescontradicciones entre las distintas administraciones (1).

    A la pregunta de si es posible saber cuanta gente asiste aellas, responderamos que no. En Espaa, a diferencia de otrospases, no existe una tradicin objetiva de recuento de

    asistentes en reuniones de masas. Segn datos oficiales,"durante el periodo de 10 aos (1988/97), se manifiestan entodo el Estado un total de 38.034.773 personas, o un promediode 3.803.466 personas/ao, o 10.000 personas/da" (Fuertes,1998, 3). Las llamadas "guerras de cifras" entre distintosobservadores sobre el nmero de asistentes a las convocatoriases el punto ms manipulable y por tanto ms polmico delfenmeno manifestacin. A los inevitables errores tcnicos ode percepcin en la cuantificacin del aforo, se aade elinters de organizadores, medios de comunicacin y autoridadespor maximizar o minimizar los resultados de una protesta

    (manifestacin, paro, huelga). Para los promotores, susconcentraciones obtienen siempre un apoyo masivo. En ocasionesllegan a multiplicarse las cifras "reales" por veinte, "sobretodo cuando se enuncia la cifra mtica de 1 milln" (Masson,

    3() El ndice de transgresin es el nmero de movilizaciones nocomunicadas por mil habitantes (incumplimiento de la comunicacinprevista en Ley Orgnica 9/1983). Por Comunidades Autnomas se obtieneas: It = [n manifestaciones no comunicadas/n de habitantes] X 1000.As por ejemplo: C.F.Navarra-1996= 2,15 (con 1.117 reuniones nocomunicadas y tan slo 264 comunicadas). Para el mismo ao y en el poloopuesto, la Comunidad Valenciana con un It= 0,06%.4() As, por ejemplo, mientras que Interior contabiliza 2.554 en 1996,

    segn el Gobierno Vasco (El Pas, 19-1-1997) se celebran 11.754manifestaciones, de las cuales 633 son con incidentes. A ello aade 1.274"incidentes y sabotajes" de la kale borroka-

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    1987). La guerra de cifras es ms corriente en aglomeracionesque renen a grandes multitudes (). Tradicionalmente el poderignora el conflicto para, ms tarde, acabar admitiendo suexistencia, pero minimizando su respaldo. Por el contrario, la"cifra poltica" de las movilizaciones de adhesin suelen serhabitualmente abultadas. Frente a las cifras dadas por losconvocantes, las fuerzas de seguridad y la prensa, comoenlaces del poder y de la opinin pblica, ofrecen tambin susversiones (4). Gracias al contraste de diversas fuentes spodremos obtener -grosso modo- cifras plausibles de asistenciaa las manifestaciones. Por tanto, aun desconociendo el nmeroreal de asistentes, s podemos conocer cifras muy aproximadassobre la respuesta ciudadana a las iniciativas convocadas porcolectivos y grupos ms o menos organizados gracias a laconfrontacin de distintas fuentes.

    1.2- El estudio de eventos de protesta

    En este ltimo cuarto de siglo, los trabajos cuantitativoscentrados en el estudio del conflicto social a travs delanlisis de la accin colectiva han sido numerosos abriendoseya un campo propio para la sociologa de la movilizacin ( .).En su mayora, estos trabajos se inician con agregadosespaciales o temporales de sucesos de protesta con el objetivofinal de aislar series temporales. Las fuentes utilizadassuelen ser archivos de prensa o incluso documentos oficialesdesclasificados. Aunque sus derivaciones tericas son an muydesiguales, suponen una importante aportacin al estudio delos procesos de accin colectiva. Entre los estudiosos decampo (y/o empiristas, valga tambin la simplificacin), lautilizacin de clasificaciones y codificaciones adhoc y portanto distintas entre cada autor (en funcin de la especifidadcronolgica, geogrfica, temtica, o final, de cada anlisis)ha impedidido o retrasado la interpretacin y comparacin dela dimensin real del fenmeno participativo. El conocimiento

    5() Por ejemplo, la misa que celebr el Papa en la plaza de Coln deMadrid (16-6-1993) nos muestra las disfunciones en las cifras de

    asistentes. El helicptero de la Polica cifr en 800.000 el nmero departicipantes, mientras que el Alcalde di la cifra de 1 milln

    trescientos mil (10 personas x m2). Por su parte, El Pas, cifr en

    366.160 el nmero de congregados (91.540 m2x 4).6() Recurdese el ttulo del libro Estudiantes, polica, prensa, poderdel informe Paul Masson (1987). Ch. Tilly aade tambin comointervinientes en las manifestaciones, a los curiosos; y R. Zorrilla(1976) a los destinatarios de la demanda.7() La Sociologa de las movilizaciones nace gracias al empuje de lahistoria real segn la expresin de Louis Althusser. La inquietudemprica para el estudio del conflicto la tuvo inicialmente Ted RobertGurr (1973) pero su autntico desarrollo -desde una visin histrico-social- se debe a Charles Tilly (1978) quin empez estudiando la accincolectiva a travs del computo de huelgas en Francia (1830/1968), siendoactualmente el mayor conocedor de la historia del repertorio de la accincolectiva.

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    de datos empricos solventes, es por tanto an reciente. Entrelos autores que se han embarcado en esta tarea, destacanprincipalmente Tilly, Snyder, Tarrow, Mc.Phail en EE.UU.;Tartakowsky, Favre, y Fillieule, en Francia; Kriesi, Wisler, J.Barranco, 1997 en Suiza; Ruth & Ohlemacher 1992, en GranBretaa; Klandermans en Holanda; R. Zorrilla en Blgica (1977);

    Della Porta en Italia, etc.

    Las aplicaciones de estos trabajos permiten describir,explicar y comprender las demandas de los movimientos socialesy los procesos sociopolticos de accin colectiva quedesencadenan, y con ello corroborar o desenmascarar algunos delos tpicos asociados al comportamiento colectivo (MS o NMS, oespontaneidad/racionalidad, o xito/fracaso, etc.).

    Defendemos aqu que para adentrarse en el conocimiento delas peculiaridades de la movilizacin se puede partir de una

    muestra de casos, utilizando para ello fuentes de los diversosactores intervinientes en el conflicto. La propaganda de losconvocantes, la manifestacin en s, las noticias periodsticasy versiones oficiales permiten -en su conjunto- un acercamientobastante aproximado a "la realidad" del fenmeno enobservacin. Todo ello con ms razn cuando se trata deestudiar, por ejemplo, la cronologa de la movilizacin durantela transicin (aos 70) en donde, como hemos sealadoanteriormente, los datos oficiales son inexistentes. Por tanto,para el socilogo o estudioso, es preciso recurrir al mximode fuentes para obtener con ello muestras suficientemente

    representativas, en nmero y descripciones de eventos. Eltrabajo de campo y la consulta y contrastacin de fuentesprimarias y secundarias sirven para esta localizacin yulterior codificacin y descripcin de las unidades deobservacin (datos agregados).

    El estudio Mani-2000, que en parte aqu se presenta, estintegrado por una base de datos con 5.130 movilizacionescelebradas en el escenario de las calles de Madrid (Capital-21Distritos), en el periodo temporal entre 1975 y 1996 inclusive.A ello se aaden datos cualitativos de cerca de 2.500

    manifestaciones ms para el periodo 1997/99. En cuanto a sureprensentatividad, para el periodo 1990/95, el tamao de lamuestra estudiada alcanza el 46,7% de la cifra oficial ouniverso de estudio.

    El siguiente paso consiste en disear categorasespecficas para el estudio sociopoltico de los MS y susdinmicas de protesta. Cuanto mayor sea el mbito temporal ogeogrfico del estudio, estas categoras debern ser msflexibles. La aplicacin estadstica de las variablesanalizadas en cada unidad de observacin (manifestacin (5))

    5() Las variables analizadas en dicho estudio (en fase avanzada) son lassiguientes:1-N DE REGISTRO, 2- TRABAJO DE CAMPO, 3- TIPO DEMOVILIZACIN, 4- FECHA, 5- HORA DE INICIO, 6- DURACIN, 7- LEGALIDAD, 8-

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    permite los anlisis de procesos sociohistricos a largoplazo, en donde cabe y se permite relacionar un conflictodeterminado con eventos anteriores y posteriores, con lasestructuras de oportunidad existentes y la incidencia en elrepertorio de la accin, el contexto de la cronologa deeventos paralelos, los marcos de interpretacin, etc (6). Setrata de combinar la observacin directa con la consulta defuentes documentales, recabando testimonios tanto en laorganizacin, como en el desarrollo y repercusin de lamanifestacin.

    Tras exponer las distintas posibilidades de acceso alestudio de la accin colectiva, y utilizando todos estos datosy observaciones, podemos concluir que en los noventa elvolmen de la movilizacin -con independencia del colorpoltico de sus actores, se resume en que:

    a) Como trmino medio, cada da en nuestro pas, ms de 30manifestaciones recorren algunas de sus calles (0), se cortancuatro carreteras y se interrumpe una va frrea. Asisten astas unas 25.000 personas (), o entre 10.000 y 100.000 segnlas fuentes (oficiales o convocantes).

    b) Con alguna frecuencia, uno de cada diez ciudadanosparticipa en alguna convocatoria como manifestante. En algunaszonas geogrficas las cifras se duplicaran mientras que enotras seran mucho menores (2). Los jvenes -no votantes- entre

    14 y 18 aos son ms activos que los tramos de mayor edad (3).

    Una vez determinado el volmen de la movilizacin, en lossiguientes apartados 2 y 3, combinaremos los datos de lamuestra del Estudio Mani-2000 (Madrid-1990/95), con datosoficiales (Estado-1996/98). Ciertamente no se pueden comparardos muestras con objetivos, categoras, metodologas de

    ORGANIZACIONES CONVOCANTES, 9- SECTOR POLTICO O MOVIMIENTO SOCIAL QUECONVOCA, 10- ORGANIZACIONES QUE PRESTAN SU APOYO, 11- SECTOR POLTICO OMOVIMIENTO SOCIAL QUE APOYA, 12- MOTIVO DE LA CONVOCATORIA, 13- TEMA

    CLAVE, 14- LUGAR O ITINERARIO, 15- CDIGO DE DISTRITO, LOCALIDAD, COM.AUTONMA Y PAIS, 16- CIFRAS DE ASISTENTES SEGN FUENTES, 17- CIFRA MEDIADE ASISTENTES SEGN ESTUDIO, 18- AMBIENTE O SUCESOS, 19- INFORMECUALITATIVO.9() Ver Adell, 1989. En los tres ltimos Congresos de la FederacinEspaola de Sociologa celebrados en Madrid (1992), Granada (1995) y ACorua (1998) expuse de forma pormenorizada una metodologa concreta parael estudio de la protesta as como una parte de los resultados obtenidos.Algunas actualizaciones aparecen en este trabajo.10() Segn datos oficiales. En Madrid por ejemplo, se celebran una mediade tres al da, aunque en algunos meses especialmente conflictivos -comopor ejemplo en primavera- se ha llegado a una media de ocho diarias (porejemplo en marzo de 1987, segn Ana Tutor (entonces Delegada del Gobiernoen Madrid).11() Segn estimaciones propias.12() Segn encuestas del CIS.13() Segn estimaciones propias.

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    estudio, mbitos geogrficos y temporales distintos. Lavocacin de la presente exposicin es ms modesta, yconsistir tan slo en ilustrarnos sobre el espacio de losactores colectivos (convocantes o promotores) y sus temas.Finalmente haremos una extrapolacin que nos permita resumir,movimiento por movimiento, cules han sido las dinmicas de la

    movilizacin en los noventa.

    2- Actores sociales y conjuntos de accin

    No se nos escapa que en el escenario de lamovilizacin los actores colectivos entrecruzan temporalmentediversos apoyos en torno a campaas monotemticas (singleissue movement). Las combinaciones resultantes forman los

    llamados "conjuntos de accin" y en donde se produce unaconexin de marcos (frame bridging), ms o menos tctica oestable. As cada convocatoria suele incluir la combinacin deotros Sectores Polticos (SP) o MS que apareceran como"apoyos". Ello nos permite estudiar -y ms adelante veremosejemplos- la permeabilidad entre los movimientos sociales y elpartidismo ideolgico as como las redes participativas oredes de reclutamiento (campaas de informacin, cara acara, coaliciones a nivel local o estatal, apoyos de prestigio"(Mac Carthy y Zald 1987)) ms comunes. La interaccin diariaentre personas y organizaciones que apoyan una determinada

    iniciativa van tejiendo una serie de redes (y conjuntos deaccin) que constantemente van redefiniendo el protagonismo,las reivindicaciones, la identidad, los valores y las formasde accin en funcin de las reacciones de los destinatariosdel conflicto.

    2.1- El espacio participativo

    Los actores de la movilizacin son muy diversos y ms anen contextos democrticos en dnde el tejido asociativo es ms

    denso y heterogneo. En una convocatoria cualquiera, losnombres o siglas de las organizaciones que participan suelenmostrar tres o cuatro componentes bsicos como son el tipo deorganizacin, su ideologa (explcita o semntica), y elespacio geogrfico o mbito sectorial al que defiende o sedirige. Los tipos de organizacin ms comunes nos permiten, apriori, distinguir entre lo que denominaremos sectorespolticos (SP) o ideolgicos y que son partidos polticos ocoaliciones parlamentarias (que aspiran al poder, participandogeneralmente en las elecciones) y el conjunto de movimientossociales formados por un sn fin de iniciativas, "organizadas"(1).

    14() Sindicato, movimiento, asociacin, alianza, unin, grupo,organizacin, comisin, comit, federacin, confederacin, juventud,

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    En los ltimos veinticinco aos, hemos visto cmoreaparecen lderes y proyectos y organizaciones, con otrasestrategias para otros contextos. Los estilos permanecen mstiempo, y slo son superados por las utopas y los cambiosgeneracionales. Para el investigador social, resulta

    problemtico -y, por qu no?, un reto- organizaranalticamente este marasmo de siglas y especificidadesasociativas que cada da se dan de alta (que no de baja) enlos registros asociativos municipales, si es que se inscriben,y que con el tiempo aparecen y desaparecen de las reuniones,de la calle, de los listados de subvenciones o de los rganosde representacin democrtica.

    En un contexto democrtico, el conjunto de la "sociedadcivil" tiene oportunidad de intervenir colectivamente en unamplio tejido asociativo que denominaremos Movimiento

    Ciudadano y Comunitario. Ya que la participacin se articula yemerge en

    Cuadro: 1.

    MANIFESTACIONES SEGN CONVOCANTES (Madrid, 1990/1995)(en porcentajes sobre el total anual)

    (Estudio: Mani-2000)

    AO!

    -ector Pol"tico #1990 1991 1992 1993 1994 1995#$O$A%#n-casos # # # # # # # #&'& -&(t-'erec)a # 2*9# 1*8# 3*5# 1*3# 1*1# 1*9# 2*1# 55'&+ -'erec)a # 0*5# 0*8# 1*3# 0*5# 0*7# 0*5# 0*7# 19, -,nitario # 0 # 0 # 0*9# 0*3# 0 # 1 # 0*3# 9/ -iera # 1*2# 3*4# 2*2# 1*5# 0*5# 1*9# 1*8# 48&/ -&(t-iera # 5*1# 2 # 0*2# 0*5# 0*2# 0*7# 1*5# 38$O$A% P.Pol. # 9*7# 8 # 8*1# 4*1# 2*5# 6 # 6*4# 169

    - M )istricos #1990 1991 1992 1993 1994 1995#$O$A%# n-casos # # # # # # # # -inical #27*7#30*6#34*9#30 #25*9#20*1# 28*3# 741

    & -ecinal #27*2#35*9#29*4#32 #32*2#29*5# 31*2# 815&$ -&stiantil # 8*9# 6*9# 4*4# 6 # 8*3# 6*1# 6*8# 177AM -apesino # 0*7# 0*2# 1*5# 1*3# 0*9# 2*2# 1*1# 29O+ -orporatio # 4*1# 2*8# 3*8# 4 # 2 # 4*1# 3*4# 90$otal M: #68*7#76*4#74 #73*3#69*3#62 # 70*8#1.852

    - eos M-A%$ #1990 1991 1992 1993 1994 1995#$O$A%# n-casos # # # # # # # #; oliaria # 5*6# 6*1# 7*5# 6*7# 9*2#10*2# 7*5# 193&; &colo

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    ; >.conciencia? # 1*7# 0*2# 1*1# 0*7# 0*7# 0*5# 0*9# 24@; @einista # 1*4# 0*8# 0*5# 1 # 0*9# 0*8# 0*9# 23:; :oose(al # 0*2# 0*2# 0*7# 0*8# 0*4# 1*5# 0*6# 16$O$A% M #21*6#15*6#17*9#22*6#28*2#32 # 22*8# 594 .$O$A%PO%BM:BMC100D 100D 100D 100D 100D 100D 100Dn-casosC 415C493C453C397C444C413C 2.615

    O$A. ean a" e(clias las conocatorias eportias* reli

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    manifestacionesen porcentajes, segn SP o MS

    Madrid, 1990-1995(Estudio Mani-2000)

    Grfica 3

    Estado, 1996-1998(Elaboracin a partir de datos oficiales de la DGPI)

    Los movimientos vecinal y sindical protagonizan -en suconjunto- cerca de 6 de cada 10 convocatorias (4). De igualmodo, los NMS (ALT) se consolidan en detrimento de los SP y losMSH. La falta de espacio en esta exposicin nos impideadentrarnos en otro factor clave del peso de la movilizacin,como es el mayor o menor respaldo ciudadano obtenido en unas u

    otras iniciativas.

    En la Grfica 2 se presenta los mismos datos expuestos enel Cuadro 1, pero agrupados de acuerdo con las nuevascategoras que utilizaremos para analizar el segundo periodode los noventa. Para conocer la identidad colectiva de lospromotores de las movilizaciones durante el periodo 1996/98utilizaremos aqu datos cuantitativos procedentes de la DGPI(Ver 1.1). En este punto, recordemos una vez ms que ahora nohablamos de una muestra, sino del universo-estatal demanifestaciones con la inclusin de un total de 36.758protestas. Para facilitar la comparacin con M-90/95, ypermitir extrapolaciones representativas, excluiremos delestudio las 4.730 movilizaciones promovidas por gruposnacionalistas (que representan el 12,9% del total de E-96/98)(.).

    Respecto a los promotores de las convocatorias, las

    16() Segn nuestros datos, el MS-VEC supera por primera vez, al MS-SINen el ao 1991.17() Cabe suponer que en su mayora se celebran en el Pas Vasco yNavarra o Catalunya, y en menor medida en Galicia. Por tanto en un mbitogeogrfico de estas caractersticas las convocatorias de los gruposnacionalistas podran alcanzar el 30% del total. Segn la DGPI, lossaltos o algaradas callejeras convocadas por Jarrai, HB, Senideak, etc.(Pas Vasco y Navarra) suman 2.099 (1996), 2.602 (1997), 1.326 (1998).

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    categoras grupales ofrecidas por estas fuentes son algoconfusas en cuanto a su delimitacin (5). As, por ejemplo,las categoras agrupadas como "grupos extraparlamentarios" o"partidos parlamentarios" ilustran sobre el grado deinstitucionalizacin de los actores polticos, pero impideacercarse a su color ideolgico. La categora "asociacionesciudadanas" es demasiado amplia y ambigua, al igual que ladistincin entre "pacifistas" o "insumisos" puede confudirorganizaciones y temas. An sin disponer de los datos referidosa 1999, en la Grfica 3, se presentan los porcentajes deconvocatorias segn sus promotores en el periodo 1996/98. Vemosel peso concreto de los movimientos sindical (SIN), vecinal(VEC), ecologista (ALTE), pacifista (ALTP) y estudiantil(EST).. "Otros" (4,6%) recoge convocatorias de empresarios,organizaciones agrarias, etc.

    De los datos publicados en los anuarios sobre el derecho

    de reunin podemos extraer alguna constatacin ms precisasobre el protagonismo anual de los promotores. Segn Interior,desde 1996, las asociaciones ciudadanas pasan a ser lospromotores que ms manifestaciones convocan, superando desdeentonces a los sindicatos y comits de empresa (algo que en lamuestra anterior, observbamos en los aos 1991-93-94-95).Asimismo, en cuanto a las motivaciones de las protestas, desde1998 las vecinales superan a las nacionalistas y radicales("grupos violentos e independentistas"), que destacaban en1996 y 1997, o a los temas laborales (1995). Respecto a lasprovincias con mayor nmero de manifestaciones destacan Madrid

    (1995-98), Navarra (1996), Guipuzcoa (1997). Respecto almovimiento obrero (SIN), desde 1998 las convocatorias incluidasen la categora "comits de empresa" (en donde de formaasamblearia conviven sindicatos mayoritarios con otros decarcter nacionalista, independientes, autonmos yminoritarios) supera a las adscritas a sindicatos mayoritarios(con campaas de amplitud estatal, y con una progresivatendencia a la desmovilizacin).

    Seguidamente, y teniendo en cuenta que la dimensinpoltica de la accin colectiva queda recogida en esta misma

    publicacin por otros autores, intentaremos interpretar algunasdinmicas sociales, haciendo previamente las inevitables

    18() Las categoras utilizadas por la DGPI para agrupar a los promotoresson:1) Cts. de Empresa, Trabajadores 8) Organizaciones Pacifistas2) APAS 9) Insumisos3) Estudiantes 10) Grupos Independentistas4) Sindicatos 11) Grupos Extraparlamentarios5) Empresarios 12) Partidos Parlamentarios6) Organizaciones Agrarias (97/98) 13) Asociaciones Ecologistas7) Asociaciones Ciudadanas 14) Otros

    Adaptadando esta tipologa a la de nuestro estudio, se agruparan dela siguiente forma: SIN (1+4), VEC (2+7), EST (3), COR (5), CAM (6), ALTP+ ALTR (8+9), NAC (10), EDE+EIZ+ANA (11), DER+UNI+IZQ (12), ALTE (13). Enel grupo de otros, estaran otros movimientos de la rea alternativa(ALTF, ALTD, ALTN, ALTH,) y el movimiento de solidaridad (SOL+ALTS).

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    precisiones en la utilizacin del concepto de movimientosocial.

    2.2- Precisiones sobre el concepto de movimiento

    socialEn el estudio de la realidad asociativa de los movimientos

    sociales, nos encontramos inicialmente ante sujetos colectivosmuy difusos. Conocemos poco a sus lderes, si es que lostienen. Podemos "conocer" el montante de sus presupuestos osubvenciones, sus mbitos de intervencin, su antigedad, sugrado de institucionalizacin, etc, pero el grado de"afiliacin" de estas organizaciones es hoy por hoy pocofiable (categoras no comparables y difusas, secretismo,competencia, participacin voltil del voluntario entre

    distintas organizaciones). En definitiva, y a diferencia de lospartidos polticos, no conocemos, cada cuatro aos, el nmerode votos que obtiene una organizacin o un MS concreto. Es porello que los MS, a excepcin hecha de los sindicatos, notienen un espacio central en el escenario poltico-institucional clsico.

    En sentido amplio un MS puede ser cualquier campaa depresin en donde parte de la ciudadana decide transformar lapasividad individual en accin concertada. Estaramos ante"movidas" o protestas sociales ms o menos disruptivas. En estaexposicin, y para evitar confusiones, el concepto demovimiento social quedar delimitado por las siguientescaractersticas.

    a)- El trmino "movimiento social" es ante todo unreferente explicativo y por tanto trmino de construccinanaltica retroalimentado por la memoria participativa de unacolectividad (analizadores histricos) y por una vocacinacadmica-interpretativa inspirada en el pensamiento crtico(6)). De los desvertebrados y amotinados "movimientos"populares y vecinales, se pasa, siguiendo la tradicinexplicativa europea, "al movimiento social" por excelencia: el

    movimiento obrero (sindical, trabajador o laboral). En lossetenta, ochenta y noventa aumenta la complejidad del conflictoy, as mismo, el nmero de interlocutores y demandas aresolver. Hoy hablamos, comnmente, de nuevos movimientossociales (NMS), como natural evolucin de la contestacininiciada en los aos sesenta.

    b)- Aunque se autodefina como tal (20), ninguna

    19() "La memoria histrica es la pura comprensin de lo que ha sido y delo que es, sucesos y acciones" (Hegel).

    20() Tenemos algunos ejemplos de "movimentismo" acaparador en lassiguientes denominaciones: Novimiento Nacional, Movimiento Comunista,Movimiento Humanista, Movimiento Social Espaol, Movimiento por la Paz,el Desarme y Libertad, Movimiento de Objetores de Conciencia, etc.. En

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    organizacin o colectivo, puede representar por si sola a unmovimiento social. Como seala Raschke (1985) la organizacinno define al movimiento, sino que ste es siempre ms que lasdiversas organizaciones que engloba. Por tanto, la composicinde organizaciones y bases de los movimientos sociales soncambiantes (como las organizaciones y las generaciones de

    simpatizantes de que se nutre) y en ningn caso adoptanposturas (ideolgicas y tcticas) plenamente unitarias. Estnformados por diversos colectivos sociales con intereses ms omenos comunes entre sus miembros, y cuyo objetivo ltimo es elde influir sobre el poder, sin pretender -a priori- alcanzarlo.Por tanto, en ningn caso una sola organizacin es unmovimiento social. Si bien pueden encuadrarse dentro del marcogeneral de los grupos de presin, su peculiar tipo de accinsobre la opinin pblica los distingue de otros grupos depresin ms poderosos (partidos, Banca, Iglesia, Ejrcito,m.c.m.) que anteponen la "pertenencia" y "calidad" de sus

    asociados a la cantidad de sus bases (movimientos populares).Al igual que los grupos de inters, sus fines suelen ser depromocin -de una causa, por ejemplo- o de proteccin, de uncolectivo social (Dowse y Hugues, 1975, 467). Los movimientossociales suponen, pues, una especializacin organizativa enfuncin de una prioridad monotemtica dominante.

    c)- Las organizaciones se coordinan con otros colectivosde otros movimientos y sectores polticos (aunque inicialmentecon las de su mismo movimiento). En ocasiones una cuarentena deorganizaciones, colectivos, plataformas, etc. convocan

    agrupadas en una misma reivindicacin y forman un conjunto deaccin relativamente estable, en torno a una campaa, y endonde cada una se reserva matices tcticos y estratgicossobre el tema. Muchos de los colectivos son satlites de unpartido principal. A pesar de ir juntas, a veces actan enclara competencia. Sus militancias son en ocasiones comunes(netness). Los apoyos pueden ser adems "cualitativos", decarcter individual, suscritos por firmas de intelectuales,personajes populares y profesionales varios, con vistas ademostrar un mayor apoyo, ms liderado y personalizado.

    d)- El concepto de movimiento social implica alguna formade accin. Ciertamente, no todas las organizaciones socialeseligen la calle como escenario de parte de sus acciones, deigual manera que los partidos polticos parlamentarios noabandonan su influencia en dicho escenario una vez llegados alparlamento o al gobierno. As pues no todas las organizacionesde carcter asociativo incluyen la manifestacin en surepertorio de accin. Los movimientos sociales, y susorganizaciones, son "necesariamente movilizadores" (Riechmann &Fdez. Buey, 1994, 48) al necesitar constantemente el apoyo dela sociedad. Si bien algunas organizaciones estn fuertementeinstitucionalizadas (insiders), otras sin embargo rozan la

    todos estos casos se trata o de una organizacin, o de un conjunto deorganizaciones dependientes.

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    clandestinidad (outsiders). Segn los contextos un ala msposibilista u otra ms revolucionaria se convierte en dominantey en cierto modo, define temporalmente la expresin delmovimiento (2).

    e)- Los MS tienen inercias y comportamientos cclicos.Para interpretar a los MS, se hace necesario adoptar una ciertavisin histrica y por tanto recurrir a la temporalidad. Nonacen de la noche a la maana, y por tanto, se supone laexistencia de ciertas continuidades organizativas y temporales.Para Villasante los movimientos "parten de contradiccionesterritorializadas, pero sus dimensiones histricas son muycomplejas. As, pueden tener un xito reivindicativo a cortoplazo (vivienda, por ejemplo), pero desaparecer por tenercubierta su expectativa manifiesta, o bien tener un fracasorelativo durante aos y mantener una educacin popular que lesconvierte en histricos (movimiento obrero, movimiento

    ecologista, etc.)" (Villasante, 1995, 32). Los movimientossociales se transforman constantemente y por ello el estudio delos mismos debe adaptarse a esa realidad cambiante (22). Son portanto, "colectividades que actan con cierta continuidad parapromover o resistir un cambio en la sociedad o en el grupo delque forma parte" (Turner & Killian, 1957, 222). El estudio delos ciclos resulta clave para la interpretacin de lasemergencias y mutaciones de la accin colectiva, y para ello,los anlisis que se centran en un momento o "foto" de lamovilizacin (adoptando categoras y descripciones ad hoc) noilustran tanto sobre el antes y despus.

    f)- Los movimientos sociales defiende espacios yconquistan otros nuevos. Con la ritualizacin de la protesta,los movimientos sociales ocupan espacios diversos, como son losespacios fsicos urbanos (calles y plazas), como escenarioambivalente en donde se expresa "temporalmente" (23) la"soberana popular" en el espacio simblico del poder(edificios y estatuas emblemticas. Con el impacto de susacciones y demandas, los movimientos acaparan un determinadoespacio meditico que a su vez configura un espacio virtual,formado por una parte de la opinin pblica que simpatiza con

    las demandas o valores y que se percibe por medio de encuestas(simpata o impacto de movilizaciones estudiantiles, 0,7% PIB,contra el terrorismo, etc.). Tambin irrumpen, tarde otemprano, en un espacio institucional, a travs de las ILP(Iniciativas legislativas Populares), cambios legislativos,

    21() Ver Haines, 1988, en McAdam, McCarthy, Zald, 1999, 38.

    22() Esta caracterstica de los movimientos sociales es la que causatanta confusin a los estudiosos de la accin colectiva. Lasclasificaciones rgidas aportadas por mltiples autores constrien lainterpretacin histrica, presente y futura del fenmeno movilizador.23() La ritualizacin del conflicto delimita la temporalidad de lasprotestas a las breves horas en que se celebra el acto. Recientemente laproliferacin de acampadas en la va pblica y de ocupaciones deedificios sine die aparecen en el repertorio de la accin comoexpresiones no convencionales.

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    usos y costumbres, etc. Finalmente, y en su conjunto, estas yotras expresiones ocupan un espacio participativo-ciudadano,esto es, un protagonismo en la organizacin y participacinciudadana, en detrimento de actitudes de ciudadana pasiva.

    Veamos seguidamente algunas de las delimitaciones de cada

    movimiento social as como los conjuntos de accin y susprincipales campaas.

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    3.- Dinmicas movilizadoras y agendastemticas de los noventa

    Hemos mencionado ya que un MS o un SP aparece pocas veces

    en escena en "estado puro". A travs de las redes organizativas(lderes y colectivos) y la porosidad de sus bases(multiafiliacin, relaciones humanas, afinidades y similitudes)se establecen diversos "conjuntos de accin", ms o menosestables. El punto de convergencia suele ser las campaasmonotemticas. Es una forma de traspasar la tribalizacin delconflicto y de trascender la atomizacin. Prioridades yoportunidades hacen que a una convocatoria concreta de uncolectivo se sumen como apoyos diversas organizaciones,sindicatos o partidos. As, cada organizacin tiene unprotagonismo en una o varias campaas prioritarias (que defineal propio grupo en su inclusin en un MS u otro), pero suele

    apoyar con sus medios las iniciativas de otros SP o MS.

    Tras las salvedades anteriormente expuestas, y a efectosexplicativos, se impone ahora delimitar el espacio de cada unode los MS, enunciados ya en el Cuadro 1. La exposicin queharemos para cada uno tendr que ser -por razones de tiempo yespacio- muy escueta. Con mayor o menor extensin nosreferiremos a los lmites, sus espacios comunes con otros, supeso especfico en la movilizacin, alguna peculiaridad de surepertorio de accin, y puesto que el presente trabajo intentaser un anuario (de una dcada), nos referiremos a los temas

    centrales y a las fechas de las campaas reivindicativas.Aunque puede resultar a primera vista engorroso, estos datos seofrecen por el inters que revisten para estudios einterpretaciones posteriores.

    3.1- Movimientos sociales histricos (MSH)

    Nos referiremos brevemente aqu a los movimientos sindical(SIN), vecinal (VEC), estudiantil (EST), campesino (CAM) ycorporativo (COR).

    SIN= Sindical, laboral, del trabajo u obrero

    Este movimiento histrico, se organiza y nace paradefender a la clase trabajadora, e incluye a sindicatos condiversos orgenes e inspiraciones ideolgicas, tales comocomunistas, socialistas, cristianos, anarco-sindicalistas,nacionalistas, etc., as como a comits de empresa, ycolectivos autnomos de trabajadores. Los cambios econmicoshan incidido tambin en el cambio de la composicin de laestructura social y de las necesidades de las bases sindicales

    (trabajadores/ empleados/ parados). "La cohesin social y laconciencia de clase, bases del sindicalismo, han sido

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    desbancados por la prosperidad, la sociedad de consumo y laxenofobia" (Eric J. Hobsbawm, mayo 1991). En esta dcada,muchos sindicatos han proseguido el imparable proceso demoderacin, institucionalizacin y burocratizacin iniciado enlos ochenta, perdiendo as, con el paso del tiempo, el papelde motor del cambio y transformacin social (21) favoreciendoas a los NMS. A pesar de ello, el movimiento SIN eshistricamente el actor colectivo que acapara un mayor nmerode manifestaciones y concentraciones. En los noventa an esas, aunque ya en menor medida.

    Junto a la negociacin, la convocatoria de asambleas,huelgas y paros (sectoriales, parciales o generales), elrecurso a la manifestacin ha sido la principal herramienta dela presin sindical. Generalmente se convocan por motivossalariales (convenios) o como reaccin a despidos y en defensade los puestos de trabajo. Sin duda, la lucha contra el paro y

    la precariedad en el empleo ha protagonizado gran parte de lamovilizacin de los trabajadores de los noventa.

    Se inicia la dcada con una recuperada unidad de accinentre CCOO y UGT. Respecto al total de movilizaciones, lasorganizaciones sindicales y los comits de empresa convocanentre el 20,1% del ao 1995 al 34,9% del ao 1992 (lejos del43,6% de 1976, por ejemplo). Con estos datos se puede afirmarque en los noventa, tres de cada diez movilizaciones sonllamamientos sindicales o laborales (28,3% M-90/95 y 35,2% E-96/98). Sus apoyos polticos abarcan todo el arco ideolgico,

    pero proceden generalmente de IZQ, EIZ, ANA, NAC. Su basesocial esta muy ligada a VEC. En cuanto a los participantes endichas movilizaciones, la presin del movimiento sindicalalcanza una media del 43,8% del total (M-90/95). Queda aslejos del 69,3% de 1988 (ao del 14-D-88). Segn nuestroestudio, se supera el umbral del 50% anual de asistentes entres ocasiones: en 1990 (52,6%) con la presentacin de lallamada Plataforma Sindical Prioritaria, en 1992 (67%) y en1994 (52,4%) con las huelgas contra los recortes salariales("Decretazo") y laborales (empleo y solidaridad) del "28-M" y"27-E", respectivamente. Otras campaas importantes, aunque de

    menor repercusin, fueron: la huelga general de funcionarios-11-D-96; Por una Europa social y por las 35 h-98; Contra lasprivatizaciones-97/99; Por el mantenimiento del poderadquisitivo de las pensiones-99; Por la regulacin de las ETTs-99; etc.

    En SIN, destaca por su transcendencia y periodicidad, lacelebracin del 1 de mayo. Lejos ya de las masivasconvocatorias de los setenta como jornada de lucha, y de lasfestivas de los ochenta, en los noventa el aniversario tiende areducirse a una celebracin simblica, caracterizada por la

    divisin entre los sindicatos mayoritarios, nacionalistas y24() Algo ya observado por autores como H. Marcuse, A. Gorz, A.Touraine, V. Prez Daz, L. Paramio, entre otros.

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    minoritarios. Los lemas centrales del 1 de mayo de lossindicatos mayoritarios han destacado sobre todo la necesidadde empleo, quedando ms en desuso palabras similares, comoparo/trabajo (2).

    Otra de las prcticas habituales, iniciada en 1983, y enaumento en los noventa, son las llamadas "Marchas a Madrid".Las marchas se realizan en autobuses e incluso a pie, desde lasede de la empresa en conflicto, y pueden tener varios das deduracin. Muestran a la opinin pblica hasta dnde puedellegar un colectivo o un pueblo para defender sus puestos detrabajo. En cada etapa reciben el apoyo solidario, anmico ymaterial de otros colectivos e instituciones. Movilizan acomarcas enteras y reaccionan contra la falta de inversin en"empresas en declive" y sus sucesivas reconversiones. Losejemplos son numerosos (24).

    Pero en general cuando hablamos de conflictividad laboralhablamos de una infinidad de micro-conflictos cotidianos queafectan a una firma, a un sector o a un colectivo determinadode trabajadores. Los convenios colectivos suelen ser el focodel conflicto y las restructuraciones de plantilla ydiscrepancias en los salarios su detonante (2.). Gran parte dela movilizacin procede tambin de los funcionarios de lasdistintas administraciones pblicas (25). En el plano sindical,

    2() Lemas del 1 de Mayo de CCOO y UGT:1990: "Por la Propuesta Sindical Prioritaria, juntos podemos".1991: "Una propuesta sindical por el empleo".1992: "Se equivocan. As no es posible". (Contra el "decretazo").1993: "Sin empleo no hay futuro".1994: "Por el Empleo y la Solidaridad".1995: "Por el empleo, nuestra fuerza garantiza tus derechos".1996: "Por el empleo estable y con derechos".1997: "Ahora, empleo estable".1998: "Por el empleo y la solidaridad, por las 35 h."1999: "Paz y derechos".26() Se celebran al menos 79 marchas sobre Madrid de carcter laboral(M-90/95). Entre ellas destacan: 25-3-92, "Marcha negra" de mineros deMsp; 26-10-92, "Marcha de hierro" de 18 das a pie, de los trabajadoresde Ensidesa; 29-4-94 "Marcha azul" de Suzuki-Santana, etc.

    27() Conflictos en: Telefnica-91, Ensidesa-92, AHV-92, Fabero-93,Limpiezas-93, Iveco-Pegaso-93, Suzuki-Santana-94, Sta. Barbara-94,Galeras Preciados-94, Huarte-96, etc. En defensa del empleo (Caf. Renfe,Unisys, Sintel, D16, Mahou, Alcatel, Real Fbrica de Tapices, AstillerosEspaoles)-96, Contra los despidos (Alcatel, Ericsson, Hipdromo, Sintel,Radiotrnica, Civiles Base de Rota, Enosa, Mensajeros)-97, Contra lasiniestralidad laboral 97/99, Contra los despidos (Rebecasa, Bimbo,Banesto, )-98, Contra la segregacin de Telefnica y por su futuro-91/98,Por el mantenimiento de los puestos de trabajo (Telefnica, Agfa,Ericsson, Bayer, segregacin de Renfe)-99, Por el futuro de la mineradel carbn de Laciana (Msp)-99.28() Mejoras salariales en la polica nacional-90/97, Contra lacongelacin salarial de funcionarios (11-D)-96, Por una Rtve pblica y decalidad-97, Contra las privatizaciones-96 (Correos-97/98, etc.), Por lalibertad de Ortega Lara (Func.Prisiones)-96/97, Por la dignidad delempleo pblico-97, Por la subida salarial (Func.Prisiones)-98, Contra elplan polica-2000 (PN)-99, etc.

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    la enseanza (sin contar aqu las convocatorias de estudiantes-EST y APAS-VEC), junto a la sanidad, son los dos sectores msconflictivos, y ello se refleja en las campaas concretas quese produjeron en sus distintos niveles (26).

    VEC= Vecinal o ciudadano o local

    El movimiento vecinal (VEC), en sentido estricto, estconstituido por un importante tejido de asociaciones de mbitolocal o de barrio, cuyo fin ltimo es mejorar la calidad devida de sus convecinos. Diversos autores han recalcado ya ladesmovilizacin vecinal de los aos 80 (30). En los noventa,estamos ante un movimiento menos politizado que va abriendo susestructuras asociativas a otros movimientos, reapareciendo enforma de plataformas ciudadanas, asociaciones de padres, etc.Aun siendo generalmente monotemticas, estas plataformasincluyen a organizaciones de otros movimientos. Por su apegoespacial y sus caractersticas propias, el movimiento VEC formaun nudo local de conexin de redes asociativas con otrosmovimientos ms especficos. Ms adelante veremos cmo parte delos temas clsicos vecinales son reapropiados por otrasorganizaciones ms jvenes y radicales (ecologistas y okupas,por ejemplo).

    Los noventa se inician con importantes movilizacionescontra la inseguridad ciudadana (y la estereotipadaidentificacin de droga, con delincuencia, inmigracin), enocasiones, en forma de "patrullas ciudadanas", por parte de un

    tejido vecinal en profunda reestructuracin rompiendo as, encierto modo, su tradicin solidaria y progresista (3). Sedesarrollan adems de vecinos,Los apoyos ideolgicosdisminuyen y aumentan los de tipo corporativo (de comerciantes,sobre todo). A finales de los noventa la reaccin vecinal seexpresa, principalmente y de forma masiva, en contra de lainseguridad que produce el terrorismo indiscriminado de ETA.

    Despus de SIN, VEC es el que celebra ms protestas.Respecto al total de movilizaciones de los noventa, lasasociaciones y plataformas vecinales convocan entre el 27,2%

    29() En la enseanza destacan: movilizacin de profesores-92, Ni unaagresin ms a la enseanza pblica (17-M)-97, Contra la reforma de laESO (Prof.tecnologa)-99, Contra el recorte de 500 docentes ensecundaria-99, Contra la precariedad de los profesores de religin-99,etc. De igual modo en la sanidad se producen conflictos: Contra lareforma de la sanidad-96/98, No al "recetazo"-98, No a las fundaciones-98/99, etc.30() A este respecto ver los trabajos de Alberich, 1993 y R. Villasante,1995.31() Un ejemplo lo tenemos en 1990/92 con las movilizaciones vecinalesen contra del realojo de poblacin gitana en Los Molinos (Villaverde-Madrid). Masivas movilizaciones cargadas de incidentesclasistas/racistas. El lder vecinal N. Briceo, lleg a acumular multascon un montante de 150.000.000 de pts por promover ms de 30manifestaciones con falta grave. Similares sucesos ocurrieron en ManchaReal, La Malvarosa (Valencia), etc.

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    (1990) y el 35,9% del ao 1991 (M-90/95). Podemos afirmar queen los noventa, tres de cada diez movilizaciones sonconvocatorias de tipo vecinal (31,2% M-90/95 y 36,2% E-96/98).En cuanto a los asistentes a dichas movilizaciones, y adiferencia de SIN, la presin del movimiento vecinal alcanzatan slo el 13,8% del total de participantes (M-90/95). En este

    periodo, su cspide participativa podra situarse en 1991, conun 35,9% del total, siendo entonces "la droga y la inseguridad"su principal protesta. A tenor de sus manifestaciones, y conindependencia de las mltiples reivindicaciones concretas dembito local, los temas que ms han preocupado a lasasociaciones de vecinos se han referido principalmente a lainseguridad (delincuencia/ terrorismo) (32), a la vivienda (33),a la necesidad de infraestructuras urbanas concretas(educativas, culturales y sanitarias)(31) y a su oposicin a lasmacro-estructuras urbansticas (3). Tambin se arrastraronconflictos de la dcada anterior, como por ejemplo el de los

    afectados por el Sndrome Txico (colza), en esta ocasinexigiendo el cobro de las correspondientes indemnizaciones-97/99. Por lo general, estamos ante un movimiento ciudadanoamplio y fraccionado, que trata de huir de la politizacin yque converge a travs de plataformas y coordinadorasmonotemticas, al que se adhieren otros movimientos (sobretodo, los NMS) y formando as un amplio conjunto de accin.Adems aparecen iniciativas que afectan a colectivos ciudadanosdeterminados y que se reflejan en demandas sectoriales muyconcretas (34). Se observa asimismo que la incorporacin tardade inmigrantes y jvenes a VEC (que aunque carecen en muchos

    casos de papeles o propiedad, son tambin vecinos-residentes),augura la extensin de los derechos ciudadanos a todas laspersonas y con ello la aparicin de nuevos estilos expresivos.

    EST= Estudiantil y juvenil

    El movimiento estudiantil (EST) y juvenil est conformadopor mltiples colectivos de estudiantes (ESO, FP, Universidad,etc.). Son por tanto organizaciones juveniles -utpicas opragmticas- tan efmeras como sus componentes, que por

    32() Contra el trfico de drogas y la inseguridad (Villaverde-91), Porel desalojo y contra el realojo de chabolistas, Contra la apertura deCADs, Contra la violencia y el terrorismo de ETA-92/99.

    33() Por la vivienda (por los planes de construccin, contra el retrasode remodelaciones, por su abaratamiento, accesible para jvenes,soluciones a la quiebra de cooperativas-PSV-93/94, etc.)

    31() Diferentes infraestructuras: pasos de cebra y pasos elevados parapeatones, parques, polideportivos, Por la recuperacin de cuarteles parauso cvico, Por la retirada de lneas de alta tensin-99, Por laconstruccin de centros educativos-96, Por una red de escuelasinfantiles-99,

    3() Contra la ampliacin de aeropuertos, construccin de aparcamientos,incineradoras; Contra el cierre de circunvalaciones (M-40), PGOU, etc.36() Contra el corporativismo mdico-98, Por la gratuidad de los librosde texto-98, Por la custodia compartida de los hijos-98/99, Por lajornada escolar continua-99, etc.

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    razones obvias participan temporalmente en sus actividades.Sus asociaciones suelen tener apoyos determinados procedentesde todo el arco poltico y social. Por ello sus temasreivindicativos no son slo estrictamente educativos. Enocasiones se ha intentado unir la contestacinestudiantil/juvenil con sindicatos/trabajadores para intentar

    huelgas polticas. Como afirm Tierno Galvn en los setenta,"en la opinin pblica la presencia unida de huelgaestudiantil y huelga proletaria alcanza ndices deperturbacin psquica y fsica superiores a las de cualquierhuelga estudiantil aislada" (Tierno, 1974, 35). Cuando seproduce una alta politizacin son frecuentes los choques,entre s y con las FSE, de colectivos EST muy ideologizadospor EDE, EIZ, ANA y NAC. El intento de coordinacin EST-SIN, algrito de "obreros y estudiantes, unidos adelante" (mayo 68), seconsigui en parte -y a veces accidentada- en lasmovilizaciones EST de 1974-77-79-86/87. Cuando EST emerge en el

    escenario de la conflictividad de forma explosiva -quesorprende a propios y extraos-, lo consigue gracias a laimitacin de experiencias (principalmente Francia) (3.). Laconfusa representatividad de sus organizaciones (por ejemplo,del SE) imposibilita tanto la unin estudiantil como suinstitucionalizacin.

    En los noventa EST no intenta o no consigue esaimplicacin. La heterogeneidad de sus colectivos, ladiversificacin de sus propuestas (como apoyo activo y tcticode otros movimientos como por ejemplo, en ALTP, ALTS, ALTE,

    ALTR, NAC, UNI,), y el desinters asociativo de gran parte dela juventud -ms pendiente de encontrar salidas laborales-, loconvierten en un movimento desunido, y, como reflejan susreivindicaciones, con intereses corporativos a vecescontrapuestos (35). Cuando se consiguen xitos parciales, elproblema se produce en su difcil gestin. Ello no excluye,que cada ao, las protestas contra la poltica educativa o lafalta de dotacin econmica presupuestaria, as como el rechazoa las subidas de tasas o a la selectividad aparezcan comoreivindicacin central (36). Junto a otras, la paz en otrospaises (guerras) o el fn de la violencia en el nuestro

    37() Para conocer algunas caractersticas de la movilizacin EST, vaseMasson, 1987 y Laraa, 1999, Cap. 4.

    35() Contra la aprobacin de licenciatura de Psicopedagoga-92, Contrala 3 Va de Periodismo-93, Contra el decreto de permanencia(Politcnica)-93, Por el futuro de la Ingeniera Tcnica-94, Por unTtulo Superior de Turismo-94, Contra las nuevas titulaciones de FPIII-94, Formacin post-graduada para post-95 Medicina 6=0 -94, Contra laPasanta obligatoria-95, Contra la desaparicin de la Filosofa-95, Msespacio para prcticas de enfermera-97, Contra la equiparacin de est.marina mercante con FP-98, Por el apoyo a la investigacin cientfica(Becarios CSIC)-98, Contra el anteproyecto de estatuto Funcin Pblica(Dipl.Tcnicas)-98, Contra la retirada de educacin fsica de la ESO-99,Contra la nueva Ley de edificacin (Ing.Ind.)-99, En defensa de la Ley deedificacin (Arq.)-99, Por el reconocimiento universitario del ttulo deturismo-99, Contra el anteproyecto de normas acadmicas (Teleco)-99, Porla regulacin laboral de la enseanza fsica (Inef)-99, etc.

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    (terrorismo) han movilizado a colectivos EST junto a otros MS(10).

    Para concluir y para situarnos en su volumen movilizador,sealemos que en Madrid (1990-95) el movimiento EST convoca un6,8% del total de manifestaciones de la muestra, con un 6,9%del total de asistentes (M-90/95). En todo el Estado, y para elperiodo 1996-98, los estudiantes promueven el 5,5% del total delas protestas celebradas(E-96/98).

    CAM= Campesino o agrario

    Una de las caractersticas de este siglo ha sido laacelerada reconversin agraria que se debate entre el histricoproteccionismo a los productos propios y el libre mercado. Elresultado de esta tensin parece obvio. En el actual contextode globalizacin, el conflicto aparece cuando instancias extra-locales superiores (polticas o comerciales) supervisan yregulan estas actividades a base de cuotas, subvenciones,denominaciones de origen, poltica de precios, etc. Estamos,una vez ms, ante un movimiento muy heterogneo y como afirmaMoyano, la accin colectiva en la agricultura est"intensamente diversificada: fruto de la variedad de rentas,desigualdades en la posesin de la tierra, de los procesosasociativos" (Moyano, 1988, 632). Moyano se refiere tambin alasociacionismo econmico (cooperativas, consorcios) y alreivindicativo, integrado por "organizaciones profesionales,sindicatos, uniones, federaciones". Hablaramos as, de tres

    subreas de CAM formadas por un sindicalismo "empresarialagrcola" (apoyos COR), un sindicalismo "reformista" (apoyosCEN, DER, y SIN), y un sindicalismo "de clase" (apoyos SIN yIZQ, EIZ).

    En CAM, las protestas "polticas" de los noventa sedirigen principalmente al Ministerio de Agricultura y Pesca, laUE o el GATT, y reclaman en definitiva la viabilidad y elfuturo del sector (1). Pero CAM tampoco es unitario. Adems de

    36() Contra las nuevas condiciones selectivas-92, Universidad Pblica,

    no a la subida de tasas-93, Contra la Poltica Educativa-93, Contra losnuevos Planes de Estudios-94, Contra "Ley Pertierra" (Carta de Derechos yDeberes de los Estudiantes)-95/96, Paralizacin de la reforma educativa(LOGSE)-96, Ms dotaciones para la aplicacin de la ESO-96, Por la mejorade la calidad de la Enseanza Pblica-96/97, Contra la militarizacin delas aulas-98, Contra las agresiones fascistas-98, Por una universidadpblica y de calidad-98, Nuevo ministro, los mismos problemas-99,

    10() Convocatorias: Contra la guerra del Golfo-90-91, Contra la guerraen los Balcanes-99, Manos blancas contra el terrorismo-96/99, adems deSolidaridad con insumisos-90; 0,7% PIB ya!-94/97, etc.41() Concertacin y futuro para el campo-90, No podemos seguir as(Contra la poltica agraria del gobierno)-91, Contra la reforma de laPoltica Agraria Comn PAC-92-94-99, Contra el acuerdo del GATT (EEUU-CEE)-92/93, Marcha Verde-Soluciones a los problemas del campo-93, Aguapara todos (trasvase Tajo-Segura)-94, Soluciones urgentes y ayudas a lasequa-95, En defensa de las caadas reales 90/99, Contra la agenda 2000-UE, Queremos un campo con futuro-99, Por el rgimen especial agrario de

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    las distintas visiones que tienen del campo un ganadero (COR)o un jornalero (SIN), existen tambin conflictos geogrficos enque distintas comarcas se disputan, por ejemplo, unos recursosacuferos ya de por s escasos (12).

    En los noventa, las organizaciones agrarias desarrollan,asimismo, campaas de movilizacin en protesta por las cadasde precios de diversos productos y con motivo de importacioneso cambios legislativos comunitarios. A esto hay que aadir laintencionada sectorializacin del conflicto por parte de losactores colectivos y polticos intervinientes. Los ejemplos nosmuestran la pluralidad de campaas (con un fuerte componentelocal y comarcal) y la importancia que tienen numerosossectores que viven de la agricultura, la ganadera y la pesca yque en un momento dado y por diversas circunstancias se hanmovilizado para no empeorar o mejorar sus condiciones (13).

    El volumen de movilizaciones agrarias (CAM) sobre lacapital urbana del estado (1990-95) alcanza tan slo un 1,1%del total de manifestaciones celebradas en la ciudad, perollega a un 6,7% del total de asistentes (el 18,4% en 1993) (M-90/95). As pues, son pocas las convocatorias, pero algunas deellas, muy numerosas. Para el periodo 1996-98 (Estado), lasorganizaciones agrarias convocan el 1,3% del total (E-96/98).

    Por lo general, los "problemas del campo" no sonsuficientemente escuchados en la ciudad. Para "hacerse or",muchos conflictos se trasladan a las cabezas de comarca, a la

    ciudad o capital o culminan incluso en la capital del estado, alas puertas del poder decisorio respectivo. Al igual que enSIN, las llamadas "Marchas sobre Madrid" ocupan, junto a lastractoradas y la venta directa de la produccin, un lugarcentral en el repertorio de la accin. As, se habla comnmentede la guerra de los tractores, de la leche, del tomate, de lapatata, del atn, del agua, del fletn negro, del aceite deoliva, etc. Recurdese, por ejemplo, la "Marcha verde" enexigencia de soluciones al campo el 5-3-1993, que reuni enMadrid a 75.000 agricultores. En diversas ocasiones, al igual

    la S.S.-99, Por una poltica de embalses para el Guadalquivir-99.

    12() Por ejemplo, la convocatoria de la Plataforma Social del Agua del22 de julio de 1994 a la que asistieron 2.000 regantes procedentes deAlicante, Valencia, Murcia y Almera a favor del trasvase. Por su parte,el 11 de agosto de 1995, ASAJA concentra en la capital del Estado acentenares de regantes de Castilla-La Mancha en contra de ese mismotrasvase Tajo-Segura.

    13() Precios justos para la leche-90, Contra la miel de importacin-90,Por el fin de la importacin de patatas-92, Por la modificacin de lafiscalidad agraria-93, Contra la indefensin de los productos espaoles(Boicot a Francia)-93/96, Por la ampliacin de la cuota lctea-93/94,Contra la Reforma del Vino-94, En defensa de la flota pesquera-95, Contrala reforma del mercado del tabaco-97, Por un precio justo para elalgodn-97, Marchas en defensa del aceite de oliva-97/99, En defensa delmaz-98, Contra el bajo precio del porcino-98, Contra el recorte deayudas al vacuno-99, En defensa de la modulacin-99, Contra la cada delos precios del pollo-99, Por las ayudas al viedo-99 etc.

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    que SIN, las protestas de CAM se trasladan directamente aBruselas en defensa del campo espaol frente a agravios deotros pases o codo a codo con el sector agrario europeo, en suconjunto.

    COR= Corporativo y/o patronal

    Un "viejo" MS o "anti-movimiento" (Touraine) que pareceresurgir en apoyo del populismo es el movimiento corporativo.En l se incluyen empresarios, profesionales autnomos yliberales; organizaciones colegiales y patronales; cuadros ymandos de la empresa privada, y sobre todo, pequeos ymedianos comerciantes. Obviamente este es ms proclive aposiciones conservadoras. Su histrico polo opuesto es elmovimiento sindical.

    Entendemos por 'Corporacin', "toda institucin socialmontada en el seno de una sociedad por personas o coalicionespara servir a una serie de fines ms o menos explcitosmediante un ordenamiento de la conducta de sus miembros segncriterios de jerarqua interna, coordinacin imperativa ynormas de comportamiento eficaz y de acceso, reparto,participacin y exclusin diferenciales a los bienes escasoscuyo control se busca" (Giner/Prez Yruela, 1979, 14). Hablamosaqu, por tanto, de asociaciones de inters, de carcterprofesional o sectorial, de afiliacin voluntaria y en muchoscasos obligada, con estructuras verticales y rgidas, ygeneralmente reconocidas como interlocutores por los poderes

    econmicos y polticos. Este ltimo aspecto, suele facilitarque se beneficien de cierto proteccionismo. Por extensin sedefine como 'sociedad corporativa', "toda aquella en la quelos modos de estructuracin fundamentales, los de conflicto ylos de orden clasista, de poder y de prestigio, vigen y seejercen a travs de corporaciones" (Giner & Prez Yruela,1979, 13).

    Por tanto, los colectivos que entraran a formar parte deeste movimiento son, entre otros: Mdicos, Personal militar(esposas de G.C., Guardia Real, inquilinos de viviendas

    militares), industriales farmaceticos, empresarios deambulancias, funerarias, transporte, comerciantes, rentistas,autnomos, taxistas autopatronos, etc. No se incluye aqu,aunque sera discutible su exclusin, a toda la funcinpblica (que sigue siendo una base importante de SIN). Elmovimiento COR convoca un 3,4% del total de manifestaciones conun 3,8% del total de asistentes (M-90/95), mientras que para elsegundo periodo, los "promotores empresariales" convocan el0,7% del total (E-96/98).

    En las reivindicaciones (11) observamos la disparidad que

    44() Contra la Ley de Personal Militar-90, Reivindicaciones de Mdicosrurales-90, Por la subida salarial de los MIR-91, Contra el terrorismo aGC-91, Contra la desaparicin de las fronteras aduaneras-92, Por el cobro

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    se produce entre unos sectores que exigen proteccionismo (elcomercio, por ejemplo, en contra de las grandes superficies yla venta ambulante), y en otros se pide la liberalizacin y elfin de monopolios (funerarias o farmacias, por ejemplo). Enotros casos se trata de peticiones econmicas o protestascontra la presin fiscal.

    3.2- Nuevos movimientos sociales (NMS)

    En la actualidad, existen contradicciones sobre el ascenso(solidaridad) o descenso (individualismo) de la participacinen los llamados "nuevos movimientos sociales" (NMS). Estamosante colectivos, asociaciones, ONG's, voluntariado, etc. connuevas estructuras organizaciones, valores y estilos. Suaparicin se produce, en gran medida, por la desideologizacino despolitizacin de la sociedad civil. En nuestro pas, adiferencia de lo que ocurre en Alemania, Suiza o Gran Bretaa,los niveles de movilizacin y volumen participativo de los NMSes todava similar e incluso inferior al de los MSH (1). Encierto modo, y en nuestro contexto, las prioridades de laTransicin Poltica retrasan su aparicin. De igual modo, laspresiones de los movimientos NAC y COR, junto a la pervivenciade estructuras burocrticas e ideolgicas de IZQ, EIZ o SIN,dificultan su expansin.

    En cuanto a la expresin colectiva de los nuevosmovimientos sociales (NMS), vemos que a diferencia de los MSH,ya no recurren necesariamente al llamamiento "de las masas",sino que sus manifestacines aparecen como acciones sorpresa,originales y simblicas, con la escenificacin de parodias, yen donde se combinan estilos festivos con acciones radicales.

    Por tener elementos en comn, se incluyen dentro de unailimitada "rea Alternativa" en donde s podemos utilizar unasdelimitaciones ms concretas que nos ayuden a entender yexplicar esta cambiante complejidad asociativa. Hablaremos portanto del movimiento de solidaridad (ALTS), ecologista (ALTE),pacifista (ALTP). Igualmente expondremos las delimitaciones

    de la deuda del Insalud-92, Contra el IAE-92, Mdulos-96, Por una Ley deComercio y regulacin de horarios-92, Contra la regulacin del transportediscrecional-93-98, Por la supervivencia del comercio tradicional-93,Contra la venta ambulante de frutas y verduras-93, Contra el monopoliofunerario de EMSF-93-96, Contra la Ley de Arrendamientos Urbanos-93,Contra la subida de cotizaciones al 12%-93, Contra la reforma retributivade las guardias (MIR)-94, Contra la inseguridad (taxi-94, comercio-94,joyeros-99), Marcha del autnomo por nuestro estatuto-95, Contra lasubida del gasleo (hormigoneras, transportistas camioneros, taxistas)-96/99, Por la apertura de nuevas farmacias-96, Contra la Ley de viviendasmilitares-99, Por el aumento de subvenciones a la enseanza privada-99,etc.45() Para profundizar en estos datos, y dentro del marco terico de lallamada Estructura de Oportunidad Poltica (EOP), consltese Kriesi(1992) y/o su crtica y ampliacin en Adell (1994).

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    propuestas para cada movimiento, el peso movilizador de laaccin colectiva, y las reivindicaciones centrales de laltima dcada. Por razones de espacio, y an siendo alguno deellos emblemtico, no describiremos al movimiento feminista(ALTF), radical (ALTR), contracultural (ALTR), nueva conciencia(ALTN) y homosexual (ALTH). Para una comprensin general de los

    MS y NMS, consultar Ibarra y Tejerina, 1998.

    ALTS= Solidaridad

    Es el campo asociativo de los refugiados polticos oeconmicos, inmigrantes (con y sin papeles), aptridas, de lasolidaridad (ayuda humanitaria, derechos humanos, cooperacin,etc.), y del antiracismo. Es en los 90 cuando se consolida sutejido asociativo, con el "boom" de las ONG's. Como afirmaPastor, refirindose a "los movimientos de solidaridadinternacionalista", "su evolucin en los aos 90 ha sido

    notable, ya que han pasado de una solidaridad fundamentalmentepoltica y antidictatorial a asumir una denuncia ms generalde las relaciones econmicas Norte-Sur y a plantear en nuevostrminos una respuesta que combinara la protesta y lapropuesta" (Pastor, 1999, 137). Especialmente activas son lascomunidades argentina y chilena (pro-derechos humanos y por eljuicio de los dictadores), marroqu (en defensa del derecho altrabajo), dominicana (contra el racismo), por citar tan slounos ejemplos. Bsicamente, en el movimiento de solidaridad,se pueden incluir tres espacios organizativos, segn el mbitocentral de intervencin:

    a)- Inmigracin y contra el racismo.Integrado por los propios colectivos de exiliados,represaliados o perseguidos por parte de autoridades de pasesgeneralmente no democrticos. Lo forman por tanto asociacionesy colectivos de migrantes (emigrantes o inmigrantes) que, en suinteraccin de denuncia, activan en nuestro pas a mltiplescomits de apoyo o solidaridad internacionalista.

    b)-Solidaridad y desarrollo internacional (ONG's 3 Mundo).Aparecen peridicamente en televisin y prensa para -con sus

    imgenes y llamamientos- activar la solidaridad ante todo tipode catstrofes. Desatan grandes solidaridades materiales yeconmicas para grandes catstrofes (Ruanda-94, Micht-98,Turqua-99) (14). Muchas de sus organizaciones tienen lazos conorganizaciones de COR, DER, IZQ y ALTN, adems de institucionespblicas y religiosas. En ocasiones cuestionan el modelo dedesarrollo econmico y poltico de la globalizacin. El"movimiento" del 0,7% PIB (1993/99), con importantesmovilizaciones (acampadas solidarias-94), se insertara en

    46() En el verano de 1994 se recaudaron en todo el estado, ms de sietemil millones de pesetas para Ayudar a Ruanda. Ciertamente este tipo desolidaridad produce cansancio y no es ilimitado, al ser constantes lasnecesidades mundiales. Ello se contrasta con la floja respuesta alterremoto de Turqua-99.

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    esta categora (1.).

    c)-Solidaridad e intervencin local (ONG's 4 Mundo)Es el mbito de la intervencin social: organizaciones desolidaridad o voluntariado para atender o denunciar lasituacin de colectivos sociales determinados (15). Forman enmuchas ocasiones, conjuntos de accin y plataformas con IZQ,VEC, SIN, DER, pero generalmente confluyen ms con los NMS(ALTN, ALTH, etc.).

    De estos tres mitos, los colectivos de inmigrantes ycontra el racismo (a) son los que ms recurren a lamovilizacin contando con el apoyo de organizaciones"solidarias", polticas y sindicales. Durante toda la dcadahan sido numerosas las protestas contra el racismo (LucreciaPrez-92) o la Ley de extranjera (Regularizacin-91,Expulsiones-96). Por su parte, los comits de solidaridadconvocan manifestaciones en forma de concentracin ante lasdelegaciones diplomticas respectivas (16). Gran parte de lasprotestas tienen como escenario la capital del estado(ministerio de Asuntos Exteriores, embajadas, etc.) y porrazones obvias -peso internacional e intervencionismo- muchasde las protestas van dirigidas contra el gobierno de EE.UU (0).Se producen as protestas por las intervenciones militaresdirectas de EEUU/ONU/OTAN (Granada, Libia, Irak, Somalia,Haiti) y en el conflicto ms reciente de Yugoslavia (Bosnia-93/94, Kosovo-99, Serbia-99). Tambin se denuncian las guerrasencubiertas (de "las contras") en Centroamrica: Salvador,

    Guatemala, Colombia, Chiapas-94/98, etc. Los resultados de lapresin "a distancia" son inpredecibles. Algunas campaas comola "exigencia de juicios a los genocidas de Chile yArgentina", iniciadas a principios de los 90, tienen hoyresultados ms concretos, como la polmica extradicin dePinochet a Espaa.La globalizacin conlleva que, cada vez ms,

    47() Con diversas campaas: Huelga de hambre-93, 0,7% PIB y ms!-95,Cooperacin solidaria-96, Cooperacin ms justa-97, Por una Ley decooperacin solidaria-98, Condonacin de la deuda externa-98.48() Como son, por ejemplo: la tercera edad, la infancia, discapacitados

    fsicos y psquicos, los presos, la marginacin urbana y la pobreza, olucha contra el cncer, o prevencin del SIDA, entre otros muchos.Algunos de estos colectivos salen a la calle, de forma simblica ofestiva, con la celebracin del "Da Internacional o Mundial de ...).Otros en cambio suelen promover peridicamente activas campaas dedenuncia (Marchas contra la pobreza, etc.).49() Por ejemplo, en solidaridad con los pueblos, y sus procesos deconstruccin nacional: Sahara-90/99, Causa rabe-90/99, GuineaEcuatorial-96, etc. O por conflictos ms puntuales como: Solidaridad conlos presos polticos del Per-96 (apoyo al MRTA-97), Contra los embargoseconmicos a Cuba-90/98, Irak-96/99, Libertad para el pueblo Kurdo(libertad de Oalan-99), Alto a la guerra de Chechenia 97-99, Solidaridadcon Timor-99, Solidaridad con Joaqun Martnez-99.

    0() En la muestra estudiada (M-90/95), se contabilizan al menos 23protestas ante el ministerio de Asuntos Exteriores y 114 ante embajadas oconsulados (al menos 16 de ellas ante la sede de EE.UU., con una media de300 asistentes por convocatoria).

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    las protestas converjan durante las visitas de presidentesextranjeros y en reuniones o cumbres internacionales, mostrandoa la opinin pblica la otra cara de la globalizacin (Seattle-99).

    Segn nuestros datos (M-90/95), SOL convoca un 7,5% del

    total de manifestaciones con un 3,4% del total de asistentes.Generalmente, todas estas movilizaciones se han articulado enplataformas, y han sido apoyadas por otros colectivos (de IZQ,EIZ, SIN, ALTP, VEC, etc.). En ocasiones, estos colectivosintervienen en competencia y conflicto con otras organizacionesde "amistad bilateral" creadas por las propias legacionesdiplomticas (Irn, Marruecos, Yugoslavia, Cuba, Irak, China,etc.), para contrarrestar la propaganda de sus denuncias.

    ALTE= Ecologista o ambientalista o verde (ALTE):

    Pertenecen al "movimiento ecologista" (ALTE),ambientalista, conservacionista o verde, las organizacionesentre cuyo fin u objetivo principal destaca el fomento de laproteccin de la naturaleza y el ecosistema frente a lasagresiones humanas, principalmente las tecno-industriales. Susprotestas se dirigen generalmente contra la expansincontaminante de empresas multinacionales privadas, y a laactuacin o no intervencin de las distintas administracionespblicas en dicho proceso.

    En nuestro pas, sus organizaciones son diversas en cuanto

    a su origen, ideologa, o representatividad. Tambin varan enel mbito y capacidad de intervencin. En total, el volumenparticipativo ALTE alcanza un 5,7% del total de convocatorias,con un 2,5% del total de asistentes (M-90/95). Para el periodo1996/98, las asociaciones ecologistas promueven el 1,5% deltotal estatal. Las organizaciones ecologistas lideran junto aotros colectivos y partidos amplias Plataformas oCoordinadoras Ciudadanas (), en donde combinan laconcienciacin, la denuncia y la movilizacin. En surepertorio de accin se incluyen festivales, marchas en bici,acciones simblicas y sorpresa (alpinistas encartelados en

    edificios, etc.) e incluso sabotajes (cortes de cables, etc.).Asimismo, las organizaciones ecologistas suelen participarcomo importante apoyo en otras convocatorias de MS como ALTP,ALTF, ALTR, ALTS y VEC. En ocasiones, tienen intereses

    () As se habla de Plataformas SOS ("Salvemos el Planeta, la Amazonia,la Casa de Campo...") o Coordinadoras "Anti", como por ejemplo,Plataformas Anti-Campos de Tiro (en los ochenta, Brdenas Reales,Anchuras, Cabaeros) o Anti-Embalses (Riao-87, Itoiz-95/96) y suconversin en Parques Naturales, o, Anti-Incineradoras (Pla deSantamara-90, Almadn-92, Martorell-93, Valdemingmez-93/95, etc.),Anti-Vertederos o empacadoras (Fors-1990, Usurbil, Venta de Astirriaga,Nerva-96/97, Vilaboa-97), Anti-Autopistas (Leizarn-87/92, Adoain-89/90,Valle del Titar-91, M-40.-91), Anti-TAV (Alcolea, Artesa de LLeida,Guadalajara-99), Anti-gasoducto (Valle Zuriza y Anso-92), Tneles(Somport-94), etc.

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    contrapuestos y a veces insalvables con otros colectivos deEDE, COR, CAM, SIN, VEC.

    Entre las celebraciones ALTE destaca el 3 de junio comoda mundial del medio ambiente, adems del da de la tierra(22-4), da del sol, da de accin sobre Derechos humanos y elClima (10-12), etc. Adems de las emblemticas campaas"contra las nucleares" (Centrales, almacenamiento y transportede residuos, uso militar), en los 90 destacan otras muchascampaas, ya que existen, al igual que en otros MS, distintasprioridades segn sea el mbito especfico de intervencin(2). Su temtica se resume en la defensa: a) del medioambiente (clima, desertizacin, contaminacin, lluvia cida,incendios forestales, radiacin), b) de la calidad de vida(contra la especulacin hotelera, construccin de pantanos,autopistas, etc.), o c) de la proteccin y defensa de losanimales. Estas "nuevas inquietudes" suelen chocar por un lado

    con las ideas de progreso e intereses desarrollistas de zonasrurales, y con los intereses del tejido asociativo local mstradicional (asociaciones de cazadores, de quintos, taurinas,festivas y recreativas o culturales). A pesar de los interesescontrapuestos (local/global), tambin hay puntos en comnentre ALTE y CAM (3).

    ALTP= Pacifistas

    Pertenecen al movimiento ALTP las organizaciones queconsideran la paz como un valor central e irrenunciable. Sus

    bases llegan a este convencimiento por motivos ticos,polticos o religiosos. En una sociedad en donde las distintasformas de violencia se hace presente de forma cuasi cotidianase produce tambin una especializacin subtemtica de lasorganizaciones en funcin de su origen o solucin. Dentro deeste movimiento se pueden distinguir tres subgrupos deorganizaciones bien diferenciados,

    a) ALTP en contra de las guerras:Son colectivos muy politizados y con vocacin internacional,herederos en cierto modo de las movilizaciones anti-OTAN de los

    80 (1). El fin de los conflictos blicos y la postura contraria

    52() Entre otras: Por los derechos del peatn, Carril bici y proteccinpara los ciclistas-90/99, Contra las vas rpidas y su impacto ambiental,Contra los caones de nieve, Contra el Plan Hidrolgico Nacional (Cuencadel Tajo-94, Segura-94/98) y por una nueva cultura del agua-98/99, Contrael cambio climtico-97/98, Contra el maltrato a los animales (corridas detoros, experimentacin, caza, pieles, ballenas), En defensa de lasCaadas Reales-90/99, Contra las pruebas nucleares de Francia-95/96,Contra los productos transgnicos (Soja-96/99), Contra las reuniones delFMI-BM, etc.53() Las campaas en defensa de las Caadas Reales (Mesta), Por un usoracional del agua, por el consumo del bonito del Norte, o Contra losproductos transgnicos, son ejemplos reales de alianza de fuerzas eintereses, entre CAM, VEC y ALTE.

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    al armamentismo son las principales reivindicaciones ().Organizaciones y bases estn muy interrelacionadas con ALTS,IZQ, EIZ y SIN, y por tanto intercambian apoyos para estos yotros temas.

    b) ALTP contra la violencia terrorista:Lo formaran los distintos colectivos contrarios al terrorismo(violencia interna). Su repertorio de protesta se centra en laconvocatoria de concentraciones silenciosas de repulsa asecuestros y asesinatos (4). En los ltimos aos, sobre todo en1996 (F. Toms y Valiente) y 1997 (Miguel Angel Blanco), yjunto a instituciones, han llevado la iniciativa en contra delterrorismo de ETA y por la paz, consiguiendo aglutinar unmovimiento unitario (UNI) de masivas dimensiones(DER+CEN+IZQ+SIN+COR+VEC+EST), cuyo anlisis excede estaspginas (Ver Laraa, 1999, Cap. 3).

    c)ALTP contra el militarismo:Estamos aqu ante un conjunto de colectivos juveniles queplantan cara a los ejrcitos, al militarismo, y por extensin acualquier forma de dominacin. Dentro de estos grupos existendos tradiciones y estilos bien diferenciados. De un lado losobjetores de conciencia, que, siguiendo el pensamientopacifista de Ghandi, se negaron a hacer la mili y empuar lasarmas en los 70. Se expresan de forma no-violenta, por mediode sentadas, encadenamientos y parodias. Se interrelacionan conlos dems subgrupos (y con ALTN y IZQ). La extensinsobrevenida de la objecin de conciencia en los 80, as como

    los cambios legales (PSS, reduccin de la mili-92, nuevo cdigopenal-95, excarcelaciones-96, etc.) y la represin, no logranfrenar el que se vaya reforzando un movimiento de insumisin,mucho ms radicalizado que los antimilitaristas de antao. Ladesobediencia civil entronca con la lucha antisistema. Afinales de los 90 se hace ms difcil distinguir entre estoscolectivos y sus apoyos ALTR (mov. okupa y anti-autoritarios) oANA. Las reivindicaciones -similares en todo el estado- nosmuestran esta evolucin (.), cuya cspide movilizadora podra

    1() Para una pormenorizada cronologa de la movilizacin del movimiento

    pacifista en Espaa y Europa en los aos 80 consltese (Pont, 1998, 176-178).55() Marchas a la base de Torrejn-81/92, Contra la guerra (Golfo-Irak-91, Yugoslavia-93, Bosnia-94, Kosovo-98), La paz no se consigue conarmas-Mururoa-95, Contra la venta de armas-96/97, Contra la represin deobjetores en Turqua-97, Contra la integracin en la estructura militar yCumbre OTAN-97.56() Por la libertad de los secuestrados (J.A. Ortega Lara, C.Delclaux, P.Cordon-96), Contra el terrorismo Basta ya!-95/99, Contra el asesinato deF.Toms y Valiente-96, Por la libertad de Miguel ngel Blanco-97, Contrala violencia-97, Contra el asesinato de (J.I. Irurretagoyena, A. JimnezBecerril, T. Caballero, A. Parada Ulloa-98), etc.57() Por la objecin fiscal, Presentaciones de insumisos-91, Libertadinsumisos presos-91/95, No ms juicios a insumisos-93/99, No a la PSS-91/96, Por la inhabilitacin de los ejrcitos-96/98, Contra la represinde la insumisin en el nuevo Cdigo Penal-95/96, Por el desarme-96,

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    situarse en el ao 1994.

    Otros MS pertenecientes al rea ALT, como son ALTF(feminista, de la mujer), ALTH (homosexual, de gays ylesbianas), ALTN ("nueva conciencia", confesionales, etc.),ALTR (radical, autnomo, okupa, anti-autoritario) o ALTC(contracultural), ocupan tambin un peso importante de lamovilizacin, aunque ms reducido.

    Contra el gasto militar, por las alternativas sociales-96, Por lainsumisin, no a la inhabilitacin-99, Contra la incorporacin de lamujer al ejrcito-99.

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