academia y contrainsurgencia: una lectura del libro la ... · reserva de dourados, brasil. foto:...

5
Suplemento mensual. Número 132. Abril de 2008 RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: NILCIMAR CABRERA MORALES Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La comunidad armada rebelde y el EZLN Eculturismo: el “indigenismo” a la moda El empobrecimiento inexplicable de los más pobres de Guerrero Flor Crisóstomo, la zapoteca que desafía al Imperio Revuelta de los ganaderos bolivianos Los nuevos Santa Anna vs. los mexicanos verdaderos Asesinan en Oaxaca a dos trabajadoras de la radio triqui Especial: jóvenes fotógrafos indígenas de Brasil

Upload: dinhkien

Post on 26-Sep-2018

219 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La ... · RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: ... los ajenos a las verdaderas tradiciones ... cayó en manos del cojo Antonio López

Suplemento mensual. Número 132. Abril de 2008

RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: NILCIMAR CABRERA MORALES

Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La comunidad armada rebelde y el EZLN

Eculturismo: el “indigenismo” a la modaEl empobrecimiento inexplicable de los más pobres de GuerreroFlor Crisóstomo, la zapoteca que desafía al ImperioRevuelta de los ganaderos bolivianos

Los nuevos Santa Anna vs. los mexicanos verdaderosAsesinan en Oaxaca a dos trabajadoras de la radio triquiEspecial: jóvenes fotógrafos indígenas de Brasil

Page 2: Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La ... · RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: ... los ajenos a las verdaderas tradiciones ... cayó en manos del cojo Antonio López

Hace más de dos años que funcionaen la comunidad wixárika de San

Andrés Cohamiata (Tateikie) un pro-yecto de “eculturismo” impulsado porla Comisión Nacional para el De-sarrollo de los Pueblos Indios (CDI).Desde entonces, la comunidad recibe aturistas de Vallarta, Guadalajara y di-versos lugares del mundo con muchomás comodidades que en cualquier otromomento de su historia, ofreciendo unespectáculo cultural atractivo sólo paralos ajenos a las verdaderas tradicioneswixárika —su antigua manera de vivirel costumbre, es decir, todo un año de-dicado a la milpa y la celebración de lasfiestas en torno a el ciclo agrícola.

El “eculturismo” se enmarca en lasestrategias mundiales del desarrollorural: primero unos cuantos sexenios depolíticas económicas destinadas a priva-tizar la tierra y poner en manos de lasgrandes empresas agroalimentarias loscultivos tradicionales, luego el territoriooriginario indígena es decretado “reser-va natural”, de manera tal que resulte laúnica opción para que las comunidadesindígenas accedan al mundo “civilizado”mediante el uso “sustentable” de susrecursos, hecho casualmente indispensa-ble para mantener el sistema económico.

Así, la moda son las reservas naturalesy el encanto de sus poblaciones, mayor-mente indígenas, en vitrinas: pequeñosespacios entre las grandes urbes donde laspersonas simplemente escenifiquen epi-sodios folklóricos de su cultura y vivan delas miserias que los espectadores les abo-nen por la puesta en escena.

San Andrés Cohamiata comienza aser escenario de estas obras teatrales:los principales actores tienen bienmemorizados sus diálogos (guionespensados en instituciones gubernamen-tales y privadas). El escenario visible ofrontstage fue promovido por la CDI conuna inversión inicial de un millón depesos y posteriormente 813 mil pesospara equipamiento. La escenografíaconsta de centro ceremonial, 16 caba-ñas, dos cocinas, una sala de exposicio-nes, cinco tejabanes, un temascal yvarias letrinas. Este centro “eculturísti-co” queda ubicado al poniente de SanAndrés, y allí los turistas pueden des-cansar y pasar varios días admirando lasriquezas ecológicas y culturales delmundo wixárika —por eso el término“eculturismo”: ecología, cultura y turis-mo en una misma experiencia.

El espectáculo comienza por la maña-na. En el primer acto, un guía de turistay dos músicos tradicionales recorren en

compañía de un grupo de turistas espec-tadores el antiguo sitio sagrado Tateikie.

Más tarde, en el segundo acto, elgrupo se desplaza al “calihuey alterno”(el centro ceremonial turístico, pero noel centro ceremonial, por eso alterno)donde se narra la cosmovisión y mitolo-gía wixárika en presencia de una fogata.

Ocurre lo que denominaron “limpiaespiritual” a cargo un maraka’ame (elsabio, el chamán, el curandero, el canta-dor, el sanador que cuida el mundo en latradición wixárika) con su muvieri (la“flecha emplumada del hablar”), quienjunto con el narrador ofrecen al finali-zar este supuesto ritual, una jícara tradi-cional para recibir las propinas de losobservadores —ahora partícipes— deeste acto, que culmina cuando los turis-tas salen de la ceremonia y miran la sor-prendente gama de colores de las arte-sanías típicas, hacen el recorridocomprando, se alojan en las cabañas oregresan a Vallarta.

El “eculturismo” fue planteado en laSierra como proyecto comunitario yaunque goza del auspicio de la CDI es“independiente”. Casualmente la em-presa turística Vallarta Adventuresobtuvo ciertos beneficios e incrementosen sus viajes, y espera consolidar con-venios entre la CDI y la empresa de taxisturísticos Maracame-Huichol (avione-tas que van de Ixtlán del Río, Nayarit alas comunidades huicholas). EnCalifornia, Puerto Vallarta y Monterrey,

también se están montando las obrasteatrales de los huicholes.

El grupo Tatewarí, proveniente deSanta Bárbara, California, lleva cincoaños asistiendo a la escenificación ecul-turística de las fiestas sagradas y laperegrinación a Virikuta, y han conclui-do el curso preparatorio para el papel de

maraka’ame cantador. Ya se prepara unnuevo grupo de actores que arribará alterritorio wixárika en septiembre.

En Monterrey un grupo de danzantesmestizos hace la puesta en escena en elParque Natural La Huasteca, y delmismo modo asisten en compañía de laasociación civil Enlazando Tradicionesa la fiesta tradicional de Semana Santaen Tateikie, presuntamente convertidaen la exposición más grande de la tradi-ción huichol —y es “en vivo”.

Y finalmente, una obra maestra pro-movida por la CDI: el Festival Wixárikaen Vallarta, donde unos 30 artesanos,autoridades y algunos maraka’ate deSan Andrés Cohamiata hacen represen-taciones teatrales de las fiestas sagradasdel Tambor (Tatei Neixa), del Cambiode Autoridades (Patsixa) y del Peyote(Hikuri Neixa).

Entre aparadores con maniquíes ves-tidos a la última moda, los wixaritarivenden su artesanía y su cultura durante15 días en la Plaza del Caracol, con elpatrocinio del gobierno de Jalisco, losayuntamientos de Puerto Vallarta yMezquitic, el Instituto de la Artesanía

Jalisciense, Sectur-Jalisco, la Procu-raduría de Asuntos Indígenas del Estado,la U de G, UP y el Fidetur de PuertoVallarta entre otras organizaciones,empresas y hoteles. Es el gancho perfec-to para promover el “eculturismo” en lascomunidades wixaritari ya que ademásde las presentaciones, diariamente seproyecta el video promocional de la CDIy volantes promocionales.

El “eculturismo” de la CDI no es úni-camente los nuevos hoteles en medio dela sierra sino la explotación de lo culturaly ecológico (artesanía, escenificaciónteatral de fiestas y rituales), más vuelos otraslados por tierra (que implica construircarreteras e impulsar agencias de trans-porte), y la “necesaria” infraestructuraturística y de telecomunicaciones. Unnegocio redondo para quienes gestionanrecursos vía proyectos comunitarios enzonas indígenas y para las agencias deturismo encargadas de administrar losviajes propios de esta panacea de desa-rrollo rural sustentable promovido por eldiscurso institucional para turistas “eco-lógicamente responsables y conscientesde la riqueza cultural”.

Mientras, se sigue reproduciendo unesquema vertical y torcido de “atencióna la miseria” que esconde tras bambali-nas (o backstage) a los verdaderos acto-res de la tradición wixárika: los comu-neros, empeñados en una vida desembradores, agobiados día a día porsatisfacer sus necesidades de agua pota-ble, educación, infraestructura y comu-nicaciones, quienes entienden estasituación como una furtiva ofensivagubernamental con el fin de mantenerun control político-económico-socialdel territorio y la riqueza natural.

Con todo y su discurso desarrollistaposmoderno, el “eculturismo” no halogrado confundir a los comuneroswixaritari porque ellos saben que esosproyectos nunca funcionan, los mantie-nen endeudados y pretenden atarlos auna modernidad ajena a su tradición.

En la Sierra Huichola, los caciqueshan invadido tierras por muchos años yel gobierno lo único que ha hecho esindemnizar a los invasores, decretarunidades de manejo ambiental y pro-yectos de servicios ambientales, en lamisma lógica de control territorial.

El “eculturismo” busca ocultar esto yproyecta al público una escena pintores-ca de la realidad indígena, promocionan-do un descanso y una tranquilidad de lospaisajes serranos que los wixaritari noconocen, mientras se profundiza la inva-sión invisible de los antiguos territorios.

abril de 2008 3abril de 20082

Asesinan en Oaxaca a dos jóvenes trabajadoras de la radio triquiTeresa Bautista Merino, de 24 años, y FelícitasMartínez Sánchez, de 20, locutoras de la radioe-misora comunitaria del ayuntamiento popular deSan Juan Copala, Oaxaca, fueron asesinadas abalazos el 7 de abril cerca de la comunidadLlano Juárez, en una emboscada donde hubootras peronas heridas. La Red de RadiosComunitarias Indígenas del Sureste Mexicano,integrada por 16 radios comunitarias indígenasen Oaxaca y el sur de Veracruz, exigió a lasautoridades federales y estatales el esclareci-miento inmediato del asesinato de las compañe-ras comunicadoras y locutoras de la radio triqui94.9 FM: La voz que rompe el silencio.

“Conocer y acceder a la información es underecho de todos y todas las mexicanas.Nuestras compañeras Felicitas y Teresa ejercíanese derecho en beneficio de sus pueblos y porello fueron asesinadas. Su muerte es una mues-tra más de la violencia extrema en contra de lasmujeres en nuestro país y que sus derechos pue-den ser pisoteados sin ningún castigo”, declaróla Red de radiodifusoras, que demanda al Estadouna “investigación seria, exhaustiva e impar-cial” sobre el crimen, y el castigo a los culpa-bles. También exigió “medidas concretas paragarantizar la seguridad de los colaboradores dela radio triqui, quienes después del atentadodejaron de transmitir”.

Jóvenes fotógrafos guaraníes y aruakLas imágenes que aparecen en Ojarasca estemes forman parte del ensayo fotográfico“Nuestras miradas”, realizado por jóvenes queviven en la Reserva de Dourados, en MattoGrosso do Sul, Brasil, ubicado entre las ciuda-des de Dourados e Itapora, cerca de la fronteracon Paraguay. Sus 15 mil habitantes son guara-níes (ñandeva y kaiowa) y aruak (terena).

Al presentar la serie, María de LourdesBeldi de Alcántara apunta que en el área “lafalta de trabajo se suma a las pésimas condicio-nes de vida, lo que expulsa a los jóvenes sinque sean aceptados en las ciudades” (Nossosolhares, Universidad de Sao Paulo, BancoCredibel, IWGIA y Ministerio de Cultura, Brasil,2007). Si corren con suerte, podrán ser acepta-dos como mano de obra para el corte de caña.Fuera de eso, “son considerados como vaga-bundos, sucios y malvados”.

Beldi de Alcántara recuerda que llegó a laReserva de Dourados en 1999 con unaPolaroid, “para dejar los retratos a las personasque fotografiaba”. Observó que los jóvenes, apartir de las imágenes, “realizaban largas refle-xiones sobre sí mismos y la Reserva”. Lasfotos se conviertieron en un “gran instrumentode descripción e interpretación”. En 2006 seestableció allí una oficina fotográfica para algu-nos jóvenes con historias de violencia extremay tentativas de suicidio. Este es el resultado.

La JornadaDirectora General: Carmen Lira SaadePublicidad: Marco Hinojosa.Ojarasca en La JornadaDirección: Hermann Bellinghausen Coordinación editorial: Ramón Vera HerreraEdición: Gloria Muñoz Ramírez y Eugenio

Bermejillo • Fotografía y Diseño: YuririaPantoja Millán • Caligrafía: Carolina de laPeña • Retoque fotográfico: AlejandroPavón

Ojarasca en La Jornada es una publicaciónmensual editada por DEMOS, Desarrollo de Me-dios, SA de CV. Av. Cuauhtémoc 1236, Col. San-

ta Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, CP.03310, México DF. Teléfono: 9183 0300 y 91830400. • El contenido de los textos firmados esresponsabilidad de los autores, y los que no, delos editores. Se autoriza la reproducción parcialo total de los materiales incluidos en Ojarasca,siempre y cuando se cite la fuente y el autor.ISSN: 0188-6592. Certificado de licitud de títu-

lo: 6372, del 12 de agosto de 1992. Certificadode licitud de contenido: 5052. Reserva de títulode la Dirección General del Derecho de Autor:515-93. Registro provisional de Sepomex: 056-93. No se responde por materiales no solicitados. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV. Av.Cuitltáhuac 3353, Col. Ampliación Cosmopolita,México, DF.

Que de uno u otro modo la soberanía deMéxico domine en los noticieros, las pri-meras planas y sobre todo en la concienciacolectiva es mala señal, pero también esbuena. La mala noticia es que la soberaníase encuentra en serio peligro, que el paíscayó en manos del cojo Antonio López deSanta Anna, el inolvidable “Quinceuñas”en su reencarnación panista (con muchosgenes del PRI). Su fórmula es simple, y sisuena caricaturesca, lo es: la riqueza denuestro territorio que no se explote hastaexprimirla, se traspasa a quien la pague enmejor divisa.

La buena noticia es que todavía existe elpueblo mexicano. Invisibilizado, ridiculi-zado, criminalizado, satanizado por lasAduanas de la Verdad en la propagandaoficial y la información electrónica masi-va, conserva el hábito incurable de viviraquí, en su tierra. De quererla, cuidarla,continuarla.

Y vaya que el poder hace esfuerzos paraque los mexicanos se marchen. El mensa-je oficial, explícito a partir del foxismopero activo desde la firma del Tratado deLibre Comercio, es: emigren, vuélvansetenderos (meseros, recamareros, maquile-ros), no siembren ya maíz (como propusoel presidente Felipe Calderón enZinacantán a principios de mes), nosotrosse los traemos (no dijo de dónde). El siste-ma los expulsa, a Estados Unidos de pre-ferencia, y les aplaude cuando se van.

Será que México es un mosaico y haygente para todo, el hecho es que millonesde mexicanos, la vasta mayoría, prefierecantar la Canción Mixteca en vez de vivir-la. Y acá siguen.

Para los modernos Santa Anna, losmexicanos son el único verdadero proble-ma. No lo son las leyes ni el recurso de laviolencia institucional, que puede adquirirla forma de un ejército de ocupación encasi todo el territorio nacional, una inun-dación de policías a domicilio, una hordade motoconformadoras y perforadoras, otodo junto. Tampoco son problema losamarres internacionales, claramente defi-nidos en la edad post-diplomática delEstado mexicano.

Nuestros Santa Anna superan al modelodecimonónico, ya ni siquiera hacen comoque pelean para negociar con Bush o espe-jearse con el paramilitar Uribe. Se refoci-lan en el verde olivo y el brillo de las

armas para “meter goles” a sus oponentes.No suelen admitirlo, pero a ellos les metenmás aún. Combaten dos cosas harto distin-tas: por un lado al crimen organizado, ypor el otro al pueblo en todas sus manifes-taciones de inconformidad vital.

El crimen organizado es gemelo delpoder político, que lo “combate” jugandoping pong. Entre sí se entienden en el len-guaje universal de la corrupción y el nego-cio sin escrúpulos. En el actual desordennacional, los gobernadores andan sueltos.Cuántos de ellos han sido descubiertoscomo rateros, pederastas, represores, ase-sinos, manipuladores de la justicia, ycomo sea representan a las instituciones enOaxaca, Puebla, Jalisco, Guerrero, Estadode México. La educación, otro ejemplo,depende de una Condesa Drácula con pre-sencia en tres o cuatro partidos políticosde esos que hay, dueña de un sindicatoinmenso y una influencia desorbitada.

El pueblo, en cambio, ¿qué hacer conél? Rejego, querendón, solidario, y con un“ya basta” que le rebota en el pecho desdehace años. A los Santa Anna les gustan loseufemismos, y para sus verdaderas guerrasusa otros nombres. Ocurre en Chiapas.

Y también, escandalosamente, enGuerrero, donde la militarización de estosdías, con el pretexto de combatir el narco-tráfico no ha disuelto ni un solo grupo cri-minal ni afectado realmente sus intereses,pero bien que intenta desaparecer lasestructuras auténticas, como la PolicíaComunitaria (CRAC) de la Montaña, acuyos comandantes y consejeros quiereencarcelar. Persigue a los pueblos mepha’,nahua, mixteco, amuzgo. Sus dirigentesson asesinados. Las comunidades constan-temente ocupadas y cateadas por tropas ypolicías.

El pueblo mexicano, tan ancho y varia-do, ejemplar en cualquier parte cuando dedefender lo nuestro se trata, tiene entre susprivilegios el contar con los pueblos indí-genas, los últimos y más pequeños, los quemás padecen y menos se rinden en amboslados de la frontera. Son guardianes de latierra, las aguas, las semillas, las culturasauténticas y la dignidad.

Eculturismo: “indigenismo” a la moda

Lizette Santana Belmont

FOTO: GRACIELA PEREIRA DE SOUZA

Los nuevos Santa Anna vs. los mexicanos verdaderos

Page 3: Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La ... · RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: ... los ajenos a las verdaderas tradiciones ... cayó en manos del cojo Antonio López

abril de 2008 5

El crecimiento del EZLN se debe, no a una “campa-ña de convencimiento”, sino haber sabido escuchar,entender y dar forma a las aspiraciones de los pueblosque se vieron reflejados en ese proyecto.Precisamente en los años 70 y 80 las demandas de lospueblos por la vía pacífica se habían agotado (NeilHarvey, La rebelión de Chiapas, ERA, México, 2000).De hecho, antes de que se votara la guerra, el EZLNadvirtió de sus riesgos y peligros.

En la historia de Chiapas han existido otras rebe-liones indígenas. Si el EZLN no hubiera participado enel proceso, posiblemente no se habría evitado unarebelión, un conflicto armado. Imperaban condicio-nes para la desesperación. En la actualidad no sonpocas las ocasiones que el EZLN como organizacióndebe fungir como contenedor y evitar confrontacio-nes desesperadas ante las provocaciones. Un ejemploes la no respuesta ante las incursiones militares, sobretodo en 1997-1998, y actualmente las provocacionesefectuadas por los paramilitares de la Opddic.

Para Estrada, el EZLN no cumplió con lo que larevolución prometía: ser una lucha nacional.Respecto a la toma de tierra, acusa al EZLN de nohacer repartición de tierras y quedarse con lo que per-tenece a los campesinos bases de apoyo. Otros auto-res han documentado, al contrario, que la toma de tie-rras fue una de las acciones más importantes delzapatismo, cuando el Estado había puesto fin alreparto agrario (Gemma Van der Haar, El movimien-

to Zapatista de Chiapas: Dimensiones de su Lucha,Labour Again Publications, 2005, y La campeniza-ción de la zona alta tojolabal: el remate zapatista”,99-113, Transformaciones Rurales en Chiapas, UAM-Xochimilco, 1998). También ignora la existencia denuevos centros de población. Señala que las comuni-dades se gobiernan con un sólo mando (Marcos) através de una estructura que lo facilita a través de unarelación clientelar con el CCRI.

Acusa al EZLN de sostenerse a costa de la precarie-dad de la gente, de matar a sus desertores y sobretodo a los “traidores”. Esto se menciona en dos entre-vistas, sin aclarar el origen de la información, másparece opinión, rumor o prejuicio.

Acusa al EZLN de crear un espejismo con sus basesde apoyo de ser los defensores del pueblo y en situa-ción de emergencia salir huyendo, como según él yuno de sus entrevistados “sucedió” en el enfrenta-miento en Chavajeval en 1998. Es sobre todo en estospuntos donde el autor insiste en hacer creer que elEZLN funciona como guerrilla, omitiendo que, a pesarde ser un ejército que no ha negado su carácter verti-cal y militar (EZLN, 2005), desde 1994 mantiene unatregua militar, apostando a una vía política.Paralelamente ha creado las condiciones para que enlas comunidades se construyan instancias y formasde organización civiles, donde las decisiones en lavida de los pueblos son tomadas por sus propios habi-tantes. Ser zapatista y participar del zapatismo es unaelección individual; así como existen pueblos com-pletos que han elegido serlo, hay familias en mediode pueblos con otra elección, o un sólo miembro enuna familia con otra opción. Es una entre otras.

En la actualidad, los pueblos o personas en la zonade conflicto que eligen no ser zapatistas se conviertenen capital político, recompensado con programasclientelares sin ninguna proyección a largo plazo(Progresa, Oportunidades, Vivienda Digna,Procampo).

Más bien habría que preguntarse otra cosa. Si serzapatista es tener todo en contra, y no serlo es respal-dado y premiado por el Estado ¿porqué sigue habien-do zapatistas? De hecho, más que en 1994 aunque laacademia y la propaganda gubernamental insistan enlo contrario.

Las afirmaciones de Estrada son osadas. En laautonomía, dice, el EZLN tiene una política social deprecariedad que conduce a su población al rezago detres décadas atrás; las mujeres zapatistas se encuentraen un estado de subordinación; el EZLN es un obstácu-lo para el desarrollo y la autonomía de las comunida-des, y debe su crecimiento al pragmatismo de loscampesinos al establecer “relaciones estratégicas”.Los que nombra “filozapatistas” se relacionan demanera acrítica, romántica, con los zapatistas, y enocasiones con “despotismo”. Acusa al EZLN de notener el impacto nacional que esperaban sus bases. Yafirma tan tranquilo que los zapatistas amenazan demuerte a aquellos que salen de la organización, queexisten “parias” y estigmatizados, y que impiden quelos no zapatistas reciban apoyos gubernamentales.Para Estrada, las Juntas de Buen Gobierno (JBG) sólosirven para que el EZLN controle las comunidades.

Estrada no se entera de que la autonomía en lascomunidades, municipios y caracoles zapatistas es unproceso civil, construido con un trabajo cotidiano,mucho esfuerzo y tiempo por parte de las y los zapa-tistas de todas las edades. Que teniendo todo en con-tra y desde la nada han levantado sistemas de educa-ción, salud, producción y otros, con o sin apoyossolidarios. Estas alternativas construidas por los pue-blos han repercutido directamente en la calidad devida, perspectivas y apropiación de sí. Es claro quesin la existencia del EZLN como marco de protección,sería imposible la construcción y existencia de esteproceso de autodeterminación, atacado y negado porel Estado.

La existencia de las JBG ha generado el espacio deinterrelación con los zapatistas a nivel local, nacionale internacional. Uno de los logros más significativosque da legitimidad en los hechos a las JBG es ser unainstancia para resolver problemas, una alternativa enla que se tratan todo tipo de conflictos a la que prin-cipalmente acuden personas no zapatistas queencuentran en esta instancia una posibilidad de arre-glar su problema. Por ejemplo, jóvenes priístas quedesean divorciarse y se les obligaba a seguir casados,o presidentes municipales indígenas que se hanentendido mejor para resolver, junto con las JBG, pro-blemas locales que las oficinas centrales habíanarchivado. Este acierto se debe a que en las JBG seencuentran elementos propios del pueblo, con los quees más fácil resolver un conflicto.

El método de Estrada. En el gordo libro no se escu-cha la voz de los actores para entender, reflexionar yaportar en los vacíos. Se presentan como instrumen-tos para confirmar sus hipótesis y conclusiones pre-determinadas aunque, citando a Touraine, sostengaque considera a los actores “sujetos autónomos”.

No aclara las circunstancias ni las formas en quelas entrevistas fueron realizadas, ni el papel que hanjugado los líderes entrevistados a lo largo del conflic-to respecto a sus propias bases, a pesar de existirinformación sobre su corrupción.

Las conclusiones, deliberadamente localistas ycon poco respeto a los diferentes actores, reducen unconflicto de dimensiones históricas a simple proble-ma económico-social.

Rosaluz Pérez ha acompañado durante más de una déca-da los procesos civiles de las comunidades autónomasde Chiapas. Actualmente es estudiante de Diploma enla École de Hautes Études en Sciences Sociales, París.

abril de 20084

La investigación de Marcos Estada Saavedra*, aca-démico y funcionario del Colmex, se realizó,

según él admite, en “tres comunidades zapatistas” con“importante población ex-zapatista”, y tres no zapatis-tas “con población zapatista decreciente”. El trabajo decampo fue en los ejidos Tabasco y Carmen VillaFlores. “El primero participó con el EZLN; después desu ruptura con los rebeldes, una minoría guardó lealtada los neozapatistas y habitó un terreno anexo”. “Por suparte, la comunidad Carmen Villa Flores, conformadapor tojolabales evangélicos de diferentes denominacio-nes, no participó en absoluto con los insurrectos”. Éstees su universo.

Las comunidades donde Estrada y sus asistentesrealizaron entrevistas ya existían mucho antes de1994. La zona de conflicto ni antes ni después dellevantamiento ha sido totalmente zapatista. Las comu-nidades cien por ciento zapatistas son los nuevos cen-tros de población, que se establecieron en las tierrasrecuperadas tras el levantamiento armado. Pero elautor elige hacer su trabajo de campo sobre el zapatis-mo en comunidades donde no hay población zapatistay en comunidades mayoritariamente no lo son.

En la introducción el autor dice que su libro es“una contribución al conocimiento de la historiasocial y política de los tojolabales del municipio chia-paneco de Las Margaritas desde 1930 hasta 2005,siete décadas y media en las que este pueblo ha inten-tado conseguir por los más diferentes medios su libe-ración” Enfatiza que en particular ha estudiado “lasbases de apoyo del EZLN”. Sin embargo el libro fueescrito con otro objetivo, que no menciona.

Para obtenerlo, elabora cuatro categorías paradesignar los procesos y sus promotores que handeterminado cambios en “la vida colectiva tojola-bal”: 1) La comunidad ejidal, debida a la políticaagraria de los años 30 y la colonización de la selvaque derivó en la creación de ejidos en terrenos nacio-nales “gracias” a las políticas “ordenadas desde elcentro del país”. 2) La civitas Christi, el “encuentrodecisivo entre las comunidades tojolabales selváticasy los agentes de pastoral de la diócesis de SanCristóbal entre 1960 y 1974”, y la práctica teológica“liberacionista”. 3) La comunidad republicana demasas, o construcción de “uniones ejidales indepen-dientes” entre 1975 y 1987; de “espíritu republicanopromovido por los ideólogos y activistas de izquier-da social”. 4) La comunidad armada rebelde, elzapatismo en las cañadas tojolabales 1988-1996 y1997-2005.

Es la historia lineal que promete contar. En cambio,despliega un tejido de entrevistas que no ayudan a lacomprensión de la historia de los pueblos tojolabales,ni del zapatismo. Es la presentación de otro proyectopolítico detrás de lo que pomposamente nombra “la

comunidad republicana de masas”, la viabilidad deeste proyecto y la justificación “teórica” para un plande desarticulación de la autonomía zapatista.

Para mostrar esta viabilidad como única, argumen-ta en contra del zapatismo, describiéndolo como elsurgimiento oportunista de una guerrilla que crece demanera autoritaria y deshonesta. Califica como unfracaso el levantamiento armado del EZLN (su objeti-vo planteado desde el principio). Para EstradaSaavedra, en la actualidad no existe más como movi-miento político y lo que queda se encuentra en elámbito regional. Por su naturaleza militar, es un agen-te nocivo en las comunidades, y debido a su intole-rancia, viola constantemente los derechos de los nozapatistas. Finalmente, cree posible una convivenciaentre las diferentes organizaciones o agrupaciones, aexcepción de los zapatistas.

Estrada dice “guerrilla” para hablar del procesozapatista, y es de esta manera como lo analiza. Dejade lado su trayectoria política de más de una décaday su repercusión nacional, global y local. Su término“guerrilla” tiene una connotación despectiva que leayuda a resaltar el aspecto militar, sin hacer la dife-rencia con la construcción civil de la autonomía, queatribuye a una estrategia militar local cuando en larealidad esta construcción va en sentido totalmenteopuesto.

Estrada omite bastante información histórica,omite las políticas económico-sociales de contrain-surgencia y el cerco militar en el que se encuentranlas comunidades. Reduce el enfoque a un procesolocal e induce la conclusión de que “la comunidadrepublicana de masas” es el proyecto legítimo ymodernizante de las “uniones ejidales” independien-tes (como Unión de Ejidos de la Selva, LuchaCampesina, Tierra y Libertad, la Asociación Rural deInterés Colectivo Unión de Uniones y la CentralIndependiente de Obreros Agrícolas y Campesinos;aunque el libro se enfoca sólo en las tres primeras,todas configurarían esta “comunidad republicana demasas”). Argumenta que estas organizaciones con“treinta años de experiencia de democratización”, sehan convertido en “actores colectivos capaces deestablecer relaciones con las instituciones en su pro-pio beneficio”.

La propuesta contrainsurgente. El punto centraldel proyecto político que avala Estrada es la relacióncon el Estado a través de la institucionalización de lasorganizaciones campesinas. Recuerda la vieja fórmu-la del PRI, donde las organizaciones campesinas se-rían el actor social en relación con el Estado. Quedanfuera la autonomía zapatista y su proyecto político dereconocimiento a los pueblos indígenas, su participa-ción en las decisiones nacionales y de los pueblos ori-ginarios.

Es decir, la relación de una organización campesi-na con el Estado es económico-social, donde no figu-ra una relación político-cultural. No tiene cabida ungobierno autónomo que imparte justicia, decide susplanes de desarrollo y vigila los recursos naturales en

su territorio. En cambio, ofrece “sugerencias” de loque podría ser “la salida al conflicto en Chiapas” através de los argumentos que van en dirección similaral llamado Plan Chiapas.

En 2000 circuló un documento en la secretaría deGobernación, titulado Plan Chiapas, en el que apare-cían propuestas para la desarticulación del movi-miento zapatista (Carlos Fazio, La Jornada, 12 dediciembre de 2000). Estas propuestas iban encamina-das a lo que se propone Estrada: afirmar que las orga-nizaciones campesinas son los interlocutores adecua-dos para la relación con el Estado; negar el conflictoagrario en Chiapas como uno de los puntos que die-ron origen al levantamiento; deslegitimar la recupera-ción de tierras en 1994, así como la existencia de unterritorio zapatista; reducir las reivindicaciones de lospueblos a demandas de carácter económico social, yen ese sentido entiende la autonomía, como si el pro-blema fuera la pobreza, dejando de lado el reconoci-miento político-cultural a escala nacional.

Esto implicaría la desarticulación de los munici-pios autónomos y los Caracoles, la desarticulación deltrabajo diocesano de carácter político, y reactivar lasórdenes de aprehensión contra la dirigencia zapatista.

Las armas de su crítica. Para el autor, la “comuni-dad republicana de masas” es el proyecto que debióextenderse en las comunidades de Chiapas y no elzapatismo, que no sólo obstruyó sino que “capitalizó”lo que era mérito de otros y ha implicado un retroce-so en el proceso de “liberación de los pueblos”. Lared de relaciones, el proceso, los actores y el contex-to, entre otros factores, hacen de las comunidades unarealidad muy compleja que no se puede analizar a lasimple vista de la ausencia o presencia de un actor.

Para demostrar su hipótesis sobre el EZLN, presen-ta declaraciones de los entrevistados u opinionessuyas. Para el lector lejano a los procesos en Chiapasno resultará claro que la realidad dista mucho decomo la presenta el autor. En la presentación de datosexisten omisiones, información tendenciosa y contra-dictoria, no se cotejan ni analizan las declaracionesde sus entrevistas. De esta manera presenta de unaforma simplista sus críticas hacia el zapatismo.

Reclama que en sus orígenes el EZLN infiltró lasorganizaciones de la “comunidad republicana demasas” para hacerse de base social, creó un espejis-mo y engañó a la gente, que al participar creyó quetras ganar la revolución “vivirían como los ricos de laciudad”. Que el inicio de la guerra se debe a la pre-sión del EZLN sobre sus bases para que se inclinaranpor esta vía. Según Estrada, la pertenencia a las filasdel EZLN fue un ejercicio voluntario, posteriormentese convirtió en obligación mediante amenazas.

Todo esto es dudoso. La decisión de dar la vidapor un proyecto en el que probablemente no se alcan-zarán a ver los frutos, como reiteradamente señalanlos zapatistas de manera pública y en su relación coti-diana, refleja que su opción por la vía armada y pos-teriormente la política no es una decisión ingenua(“impuesta”), como quisiera Estrada.

GATO POR LIEBRE

Academia y contrainsurgencia en Chiapas

Rosaluz Pérez

FOTO: ERNESTO RAULIO GONÇALVES

*Marco Estrada Saavedra: La comunidad ArmadaRebelde y el EZLN. Un estudio histórico y sociológicosobre las bases de apoyo zapatistas en las cañadastojolabales de la selva Lacandona (1930 -2005), 625pp. El Colegio de México, 2007.

No aclara el papel que han jugado

los líderes entrevistados a lo largo

del conflicto respecto a sus propias

bases, a pesar de existir información

sobre su corrupción

Page 4: Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La ... · RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: ... los ajenos a las verdaderas tradiciones ... cayó en manos del cojo Antonio López

abril de 2008 7abril de 20086

Gloria Muñoz Ramírez, Chicago,Illinois. Flor Crisóstomo, zapoteca de29 años de edad, llegó a trabajar aEstados Unidos hace 8 años. Su testi-monio es la historia colectiva de más de12 millones de trabajadores indocu-mentados en este país, muchos de ori-gen indígena y campesino. El 19 deabril del 2006, agentes de inmigraciónirrumpieron violentamente en la com-pañía Ifco System, en la que trabajóFlor reciclando madera durante más de5 años. Fue la primera redada masivaen este país, y en ella arrestaron simul-táneamente a 1 200 trabajadores de 16sucursales de la misma compañía.

Flor apeló legalmente la deportaciónsin ningún resultado. El 28 de enero del2008 el gobierno de Estados Unidos leordenó salir inmediatamente del país.Ese mismo día ella decidió permaneceren resistencia mediante un acto de deso-bediencia civil. “Tomé esta decisiónpara que el gobierno arregle las leyesdescompuestas y acabe con el sistemainhumano de mano de obra indocumen-tada y de explotación”.

En una pequeña habitación de unaiglesia metodista que accedió a prestar-le refugio en calidad de santuario, Florpermanece las 24 horas del día desdehace tres meses, lo que no le impideparticipar y, desde ahí, organizarse ygritar su indignación. Pertenece a laorganización Pueblos sin Fronteras, aligual que Elvira Arellano, quien luegode ser deportada continúa luchandodesde México por los derechos de lostrabajadores indocumentados.

Flor es prófuga de la justicia. Lapueden deportar por la fuerza en cual-quier momento, e incluso encerrarla enuna prisión hasta por diez años, pordesobedecer una orden federal; sinembargo, no está escondida ni vive enla clandestinidad. Su refugio es públicoen la avenida División, al norte deChicago. Desde aquí responde llama-das a su celular, correos electrónicos,recibe a la prensa y a compañeros delucha. Desde aquí organiza la campañaAmérica abre tus ojos (alto a las reda-das, deportaciones y despidos por el“no-match” y a las separaciones defamilias), y se organiza también para lamarcha del primero de mayo.

Su historia, producto del TLC. Madrede tres hijos a los que no ve desde haceocho años, cuando tuvo que cruzar lafrontera en busca de trabajo, Flor acla-ra: “Desde que llegué a EstadosUnidos, en el año 2000, siempre hemantenido una posición correcta, nuncahe robado, nunca he pedido ayuda algobierno, he trabajado, pagado mis

impuestos, he respetado las leyes…nunca fue un sueño llegar a los EU”.

“Era el inicio de julio de 2000 cuan-do tuve la necesidad de pedirle a mimadre el apoyo de cuidarme a mis hijospara poder desplazarme a los EstadosUnidos y poder enviarles un poco dedinero. Mi madre tenía un pequeñonegocio al borde de la carretera federalMéxico-Acapulco, pero a partir de lacreación de más de 4 mil kilómetros decarretera que implementó en 1997 elpresidente Carlos Salinas de Gortari,

cientos de negocios se vinieron abajo yya no tuvimos la oportunidad de saliradelante. Por eso muchísimos de noso-tros nos vimos obligados a venir a losEstados Unidos…”

Flor distingue entre la palabramigración, “que es el estado natural detodo ser humano, porque todos camina-mos por el mundo”, y desplazamientoforzado. “Desafortunadamente yo tuveque tomar la segunda opción. Es muydifícil todo, desde el momento en queatraviesas la frontera sin documentos,buscando el sustento para tu familia, teencuentras con esa xenofobia contranosotros los mexicanos, los latinos, ysobre todo contra los indígenas. Nosvemos perseguidos, criminalizados,aunque la mayoría mostramos buenaconducta, pero el gobierno no nos acep-

ta por el color de nuestra piel, por eltipo de cultura que tenemos… es muydifícil ser una persona perseguida, aco-sada, señalada con el dedo, cuando túsólo vienes a buscar lo que se te arreba-tó descaradamente hace 14 años a tra-vés de la creación de las políticascomerciales como el TLCAN, que dañótanto a México y que nos obligó amillones de personas a desplazarnospara buscar el sustento para nuestroshijos”.

La redada contra los trabajadores deIfco System le cambió la vida. Lamayor parte de los 1 200 trabajadoresdetenidos fueron deportados, permane-ciendo únicamente los 26 trabajadoresde Chicago. “Desde entonces empecé atomar conciencia y a emprender unalucha para apoyar al pueblo indocu-mentado. Desafortunadamente el día 4de diciembre del 2006 un juez federal

de inmigración mandó una carta a miabogado diciendo que yo tenía que salirvoluntariamente del país el 28 de enero,y que si yo no me presentaba al serviciode inmigración con una maleta de 40libras y mi boleto de avión, iba a que-dar como una prófuga. Era muy difícildejar esta lucha a medias. Ahora soyuna prófuga, según las leyes rotas delos Estados Unidos, pero no me impor-ta, mientras pueda seguir mandando elmensaje a través de la campañaAmérica abre tus ojos”.

La campaña está dirigida a educar(concientizar) al pueblo norteamerica-no. “Somos perseguidos y existe unagran xenofobia porque ellos están vien-do que estamos creciendo numérica-mente. Es importante que entiendan porqué existimos más de 12 millones de

indocumentados en este país. De estosmillones, más de la mitad somos mexi-canos. Y no es porque venimos a buscarel sueño americano. Existimos millonesde indígenas y campesinos que nos hanobligado a desplazarnos. El pueblo nor-teamericano tiene que conocer la situa-ción que trajo el Tratado de LibreComercio, que su gobierno creó y quedañó la economía de los campos enMéxico, que dañó la subsistencia de losindígenas, individuos y pequeños nego-cios en México. Siendo nosotros losprincipales consumidores de maíz, nopodemos siquiera producir nuestro pro-pio maíz, nos vemos obligados a com-prarlo a Estados Unidos y a Canadá, yeso no es justo, pues nosotros tenemostierra. Hay algo turbio en el TLC quedañó tanto y seguirá dañando, y si elpueblo de Estados Unidos no actúafrente a estas políticas, van a seguir

entrando millones de latinoamericanosa este país”.

Originaria de Ocotlán de Morelos,Oaxaca, Flor imagina su futuro enMéxico “con mis hijos, trabajandoigual, y concentrándome mucho más ennuestros pueblos indígenas. Presio-nando al gobierno de México para quetome una posición fuerte frente a lamigración y para que tome responsabi-lidad de lo que él mismo crea… Que elgobierno cree trabajos, subsidios alcampo, para no tener que salir deMéxico”.

También se interesa en la autonomíade los pueblos zapatistas de Chiapas,que se organizan sin el gobierno ycrean sus propias escuelas y clínicas.“Son una inspiración y una esperanza”,concluye.

Director del Centro de Derechos HumanosTlachinollan, que trabaja en la Montaña de

Guerrero, Abel Barrera constató, en entrevista conCiepac, la “delicada” situación de los pueblos indíge-nas y su “empobrecimiento mayúsculo, aparejado conuna espiral de violencia del Estado”, mediante políti-cas que desprecian la vida comunitaria, sus derechoscolectivos y sistemas normativos. “En los últimos 15años se ha intensificado la militarización con el pretex-to del combate al narcotráfico, y los saldos son negati-vos, la siembra de enervantes sigue a la alza y la resis-tencia de los pueblos indígenas se encuentraacorralada por la militarización y la criminalización dela protesta”.

Con un nivel de empobrecimiento “escandaloso” enla región, “la crisis agrícola ha devastado los pueblos ylos ha dejado en condiciones de miseria que los haexpulsado para enrolarse como jornaleros agrícolas,asumiendo el rol de peones acasillados en las agroin-dustrias de Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Jalisco,Michoacán y Baja California Norte. Los niños tienenque dejar la escuela para desempeñarse como trabaja-dores eventuales y las mujeres embarazadas trabajan enlos surcos de los vegetales chinos, o con el recién naci-do en sus espaldas. Lo peor es que la gente está dejan-do de sembrar el maíz y cede a la tentación de aventu-rarse para sembrar amapola, lo que complica más losproblemas sociales y de convivencia entre comuneros yejidatarios de la región, por la narcoviolencia. A mayorpobreza, mayores militarización y violencia”.

El gobierno perredista de Zeferino Torreblanca“para los pueblos no ha representado ningún cambio,por el contrario mantiene el saqueo y desmantelamien-to de la economía comunitaria para imponer megapro-yectos que atraigan la inversión extranjera, esperandoel milagro de que con las ganancias de las transnacio-nales habrá una derrama económica que favorezca a laclase trabajadora. Se han cerrado los canales del diálo-go y se utiliza la fuerza del orden para arremeter con-tra estudiantes, campesinos e indígenas”.

Los líderes sociales enfrentan órdenes de aprehen-sión y los defensores de derechos humanos no cuentancon garantías para realizar su trabajo. Manuel

Olivares, director del Centro de Derechos HumanosJosé María Morelos y Pavón, en el municipio deChilapa, fue detenido por la policía municipal y seencuentra procesado por el delito de ataques a las víasde comunicación, por acompañar y documentar unaprotesta de nahuas que exigían el cumplimiento de lasobras prometidas por la presidenta municipal AliciaZamora.

En Guerrero “no es extraño que emerjan organizacio-nes insurgentes, como ha sucedido desde la época revo-lucionaria”, apunta el entrevistado. Los pueblos sufren larepresión, “que ha costado centenares de desaparicionesde luchadores sociales, ejecuciones extrajudiciales, la

práctica de la tortura como método de trabajo de laPolicía Investigadora Ministerial (PIM), las detencionesarbitrarias, el maltrato y la discriminación contra losindígenas que se han visto obligados a resistir”.

El gobierno federal, según Barrera, “maneja unainformación optimista sobre el combate al narcotráfi-co”. En los estados más pobres, “siguen intactas lasredes del narcotráfico y más bien ha fortalecido supoder, que crece a la sombra de los cuerpos de seguri-dad. Hay más violencia, inseguridad y pobreza”, y losresultados de la estrategia militarista contra el crimenorganizado “son magros”.

Prevé que “la reaparición en lo medios de comuni-cación” de grupos guerrilleros como el ERPI “aumenta-rá la escalada militar, que ya se manifiesta con la insta-lación de retenes en los caminos y carreteras de laMontaña Baja y Alta. Aumentarán la tensión social y lamilitarización en las comunidades, el hostigamiento,una vigilancia permanente a las organizaciones socialesy civiles, “por catalogarlas desde la óptica conspirativa

como brazos civiles de los grupos armados”. Se impul-sa la militarización “descuidando las causas estructu-rales de la pobreza y las razones profundas”

El gobierno “tiene que entender que los pueblosindígenas y campesinos, centran su desarrollo comuni-tario en el trabajo agrícola y la producción de los ali-mentos básicos”. Para Barrera, “la inversión debe con-centrarse en garantizar la autosuficiencia alimentaria yhacer viable la vida en el campo. Esto lo demuestra eltrabajo de los migrantes; gran parte de sus remesas sonorientadas a reactivar la economía familiar y comuni-taria, a garantizar la salud, la educación y la viviendadigna”.

Se pronuncia por “un cambio de fondo en las polí-ticas públicas”. La inversión se concentra en los meganegocios, que implican la privatización de los recursosestratégicos. “El gobierno busca extraer la riqueza(agua, bosque, recursos bióticos) sin involucrar a lapoblación local para que participe de estos beneficios”.

En la Montaña “las comunidades se encuentrandivididas por cuestiones políticas agrarias, religiosas yeducativas; son escasos los procesos autogestivos, ypara mal de ellos, están mediatizados por líderes vin-culados a los partidos políticos”. Esto impide que lospueblos “puedan emerger como actores políticos, concapacidad de construir su propio desarrollo”. La mili-tarización “aborta” sus iniciativas autogestionarias y elmismo gobierno persigue y coloca fuera de la legali-dad “a los proyectos que impactan favorablemente losderechos de los pueblos, como la Policía Comunitaria”que desde hace 13 años funciona como sistema de jus-ticia alternativa a cargo de autoridades indígenas nom-bradas en asamblea.

Al militarizar el país, y sobre todo las regiones conalta conflictividad social, el gobierno opta por violentarlos derechos humanos sin atacar las causas del empo-brecimiento de los pueblos ni la alta incidencia en lasiembra de enervantes, “provocada por la miseria”.

Entrevista: Luz Kerkeling. Una versión más amplia apa-rece en boletín 559 de Ciepac, San Cristóbal de LasCasas, Chiapas.

FLOR CRISÓSTOMO EN CHICAGO

La zapoteca que desafía al imperioENTREVISTA CON ABEL BARRERA

El empobrecimiento inexplicablede los más pobres de Guerrero

FOTO: RAMILDO ESPÍNDOLA CABREIRA

FOTO: NILCIMAR CABRERA MORALESFOTO: NILCIMAR CABRERA MORALES

FOTO: NILCIMAR CABRERA MORALES

La siembra de enervantes sigue a la alza

y la resistencia de los pueblos

indígenas se encuentra acorralada

por la militarización y la

criminalización de la protesta

Y no es porque venimos abuscar el sueño americano.

Existimos millones de indígenas y campesinos

que nos han obligado a desplazarnos

Page 5: Academia y contrainsurgencia: una lectura del libro La ... · RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: ... los ajenos a las verdaderas tradiciones ... cayó en manos del cojo Antonio López

abril de 20088

Rosa Rojas, La Paz, Bolivia. Queuna buena parte de la disputa por lanación en Bolivia se dirime en tornoa la tierra y con ella la apropiación delos recursos naturales, renovables yno renovables, quedó claro a me-diados de abril, ante la rebelión delos hacendados de la región de Ca-miri, que han tomado las armas paraevitar el proceso de dotación de tie-rras a parte del pueblo guaraní asen-tado en el departamento de SantaCruz. A estas acciones se sumaronganaderos de la región de El Chacode los departamentos de Chuquisacay Tarija.

La revuelta ganadera de la cruceñaprovincia Cordillera, fue rápidamenteapoyada desde la capital de esedepartamento por los grupos de cho-que de la Unión Juvenil Cruceñista(UJC), conocida como “brazo arma-do” del Comité Cívico Pro SantaCruz, presidido por un conocido lati-fundista, Branko Marinkovic, quienes también uno de los principalesfabricantes de aceite comestible en elpaís, afectado a su vez por la determi-nación del gobierno, de mediados demarzo, de prohibir la exportación delproducto mientras no se garantice elabasto nacional a “precio justo”.

Así, los cruceñistas, los ganaderosy sus peones, bloquearon desde el 10

de abril la carretera a Argentina (enforma intermitente) y los caminosvecinales, impidiendo la entrada dela brigada del Instituto Nacional dela Reforma Agraria (INRA), que bus-caba realizar el saneamiento de latierra en el Alto Parapetí, dondecomunidades guaraníes solicitarondesde 1996 la creación de una TierraComunitaria de Origen (TCO), ante laevidencia de que más de un millar defamilias guaraníes permanecen “cau-tivas” en relaciones de servidumbre

con los hacendados chaqueños, porfalta de tierras para vivir y trabajar.

La rebelión de los ganaderos losllevó a emboscar a un grupo de gua-raníes y funcionarios del INRA en lacomunidad de Cuevo, cercana aCamiri, con el saldo, al momento decerrar esta nota (14 de abril), de 40heridos —cuatro de ellos de grave-dad— y once desaparecidos (cuatromujeres), entre guaraníes y funciona-rios.

Un enfrentamiento entre indíge-nas que luchan por la tierra y hacen-dados que se niegan a ser afectadospara entregárselas es algo frecuenteen muchos países latinoamericanos.Sin embargo, en este momento enaquella región cruceña, ubicada a1 211 kilómetros al sureste de La Paz,significa mucho más: es la concre-ción, más allá de las palabras quehablan de descentralización del poder,de modernización del Estado bolivia-no y de defensa de la democracia, deque la lucha de las élites de SantaCruz, Tarija, Beni y Pando por laautonomía departamental tiene comofondo la defensa de sus privilegios.

¿Qué significa eso? El 7 de septiem-bre de 2005, Econoticiasbolivia.compublicaba: “El más reciente Informesobre Desarrollo Humano del

Programa de Naciones Unidas parael Desarrollo (PNUD), difundido hoy,establece que la distribución de latierra es tan desigual en el país quemenos de 100 familias son propieta-rias de 25 millones de hectáreas,mientras que dos millones de fami-lias campesinas —casi todas indíge-nas— apenas si tienen acceso a esterecurso natural y trabajan en cincomillones de hectáreas”.

“Estas familias también tienenenorme peso en los partidos políticos

de derecha y casi siempre han con-trolado el congreso y el gobierno. Sinembargo, su mayor influencia está enlas asociaciones empresariales deagropecuarios y productores agríco-las del oriente como la CámaraAgropecuaria del Oriente (CAO), laCámara de Industria y Comercio(Cainco) y el Comité Cívico ProSanta Cruz, desde donde controlan elpoder regional y tejen alianzas conlas empresas transnacionales delpetróleo y el gas”.

“No es casual, por ello, que elpoder latifundista y petrolero manejea su antojo la región más rica deBolivia como es Santa Cruz, y desdeallí articule un proyecto secesionistaen contra de las organizacionessociales, laborales y populares delpaís que pugnan por la nacionaliza-ción de los hidrocarburos y por unanueva y genuina reforma agraria”añadía la publicación.

Al acceder al poder un indígena,Evo Morales, impulsado por un fren-te, el Movimiento al Socialismo deorganizaciones populares, indígenasy campesinas, las denominadas“logias” del oriente perdieron su pre-eminencia en el aparato estatal perono su poder económico.

Ahora, explicó en entrevista coneste diario el rector de la Universidad

Ecológica de Bolivia, JerjesJustiniano, uno de los fundadores deldesaparecido Partido Socialista eintegrante del grupo ciudadano“Santa Cruz somos todos” (SCST), seha logrado entretejer la defensa delos intereses de los grandes latifun-distas del oriente boliviano, la regiónmás rica del país, con la legítimademanda autonómica por la que votóen 2006 la mayoría de la poblaciónde Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.Al mismo tiempo, indicó, al haberse

opuesto el presidente Evo Morales aesa demanda autonómica por consi-derarla “oligárquica”, lo que ocurrióes que “los sectores dominantes deSanta Cruz, que controlan los mediosde comunicación, sobre todo loscanales de televisión a excepción delcanal del Estado” han logrado que“la inmensa mayoría de los cruce-ños… identifique los problemas deSanta Cruz con problemas con EvoMorales” y al mandatario como“enemigo” del departamento.

Justiniano considera que elEstatuto Autonómico Departamental(EAD) que será sometido a un refe-réndum el próximo 4 de mayo,mismo que el gobierno y la CorteNacional Electoral (CNE) han califi-cado como “ilegal y anticonstitucio-nal”, es “separatista y antinacional”.Por ello, con el grupo SCST ha solici-tado la suspensión de esa consulta,hasta que se apruebe primero unanueva Constitución Política, que ledé marco legal a la autonomía y seelabore un nuevo EAD pero con laparticipación de la ciudadanía en suconjunto y no, como ahora, por unreducido grupo de personas.

El gobierno de Morales por suparte busca frenar el referéndumcruceño, (que no ha logrado elapoyo de la comunidad internacio-nal, ya que la ONU, la OEA y la UniónEuropea, además de la ComunidadAndina de Naciones han manifesta-do que debe apegarse al marco legalnacional), pero también necesitaavanzar en la aplicación de su “revo-lución agraria”.

Parte de la misma es la creaciónde una TCO en Alto Parapetí, deincierto futuro, para dotar de tierras afamilias guaraníes que en pleno sigloXXI están sujetas a relaciones de ser-vidumbre medievales, que algunoscalifican de “esclavitud” aunque elcardenal cruceño, Julio Terrazas,señalara en una homilía que “mien-ten” quienes hablan de “esclavitud”entre los guaraníes.

Revueltade los ganaderos bolivianos

RESERVA DE DOURADOS, BRASIL. FOTO: NILCIMAR CABRERA MORALES