abajo sobre el cielo roxana crisologo

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ABAJO SOBRE EL CIELO

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Page 1: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

ABAJO SOBRE EL CIELO

Page 2: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

I

FLECOS

“El río está en nuestro interior

el mar nos cerca por todos lados”

T. S. Eliot

Page 3: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Una construcción que no me permite observar hacia afuera

una construcción abisal y sórdida como un cuadro abisinio

bajo el lente estoy en Louvre

y Louvre en Plaza Francia es un espejismo

Desde lo alto de un bus

contemplo la ciudad

el sol brilla intensamente como un par de anteojos blancos

cáscaras rotas botellas sin licor una banca verde me espera

sólidos intactos versos que aún musitan sonrisas

Un líquido oscuro

como niebla nos envuelve al atardecer

"En algún lado mora mi soledad" es una vieja canción la escuché

en los labios redondos de una muchacha en un bar de Lima

allí conocí el amor

sus cabellos ahondándose en su seno como serpientes

son la nostalgia

La confusión convulsa sobre sus paredes de barro

rosa me agita sus trucos

los malos trucos

diseñando noches enseñando diariamente cómo salir por la ventana

trazando un puente directamente hacia ti

en esta imagen y música rock decadentes

Absurda

tapizando las noches con cremas descubrí ese dulzor

indeleble reflejo y me permito soñar

acerco un trago caliente

insalobre material oscuro de té a mis labios

mientras me acaricias y eran golpes suaves

ruedas húmedas una espada helada descendiendo por las escaleras

hacia el fondo

Una sucesión de escenas fantásticas

Page 4: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

mi hermana bajo la mesa porque le teme a los temblores

férreas cortinas de luz aplastando paredes vacías y paredes

hechas polvo frente a la cámara son la suciedad fetal que temo

Las construcciones son altas

Indomesticable como un animal me agito

Insegura en un clímax violeta -sólo hablo francés en sueños-

retengo la saliva ato un párpado a la reja gris busco la llave

exacta

es difícil escoger el ángulo de salida el cemento suave

Sé que en algún lado mora la soledad (mi soledad)

y a esa muchacha no le gusta su oficio

Page 5: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Es verano en el almanaque

poco a poco el frío se abriga en los cerros

humo y velitas de electricidad se almacenan al desorden

Un cuerpo verde

tu cuerpo y el mío juntos

bocabajo

acumulados en este fragmento

color y sombra desde el cielo

el sur interminable

En tus ojos el mar

el mar una espuma rosada

deja caer garabateando las cosas ebrio y excitado

una nueva sensación

El mar es la nueva sensación que alcanzo

y desciendo

veo lugares que no conozco

Christiania Belo Horizonte Montmartre

Barranco en un rincón

Sauces pinos piedras labradas con esmero listas para la noche

Me abrazas

el movimiento acelera esforzándose

el movimiento de las ramas más rápido ahora se estrella en las

sombras de pie

El puente se consume rojo y lila centellean con violencia

El parque afeitado para los novios

Tul y ceniza se fotografían sin cesar

Ella una linda rubia de corsé

guinda se prepara para el trabajo

Él se cubre los años en un póster

de cine y cree aún en los tumultos

que atrajo su loción sin marca

La que pegó un sticker en tu auto y mezcló sus manos en vinagre y carne

La que murió de suicidio hace dos años y hoy posa

Page 6: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

enseñando las piernas y el labial nacarado de perfil

La actricilla inundada de besos díscolos y espirales profundos

en las espaldas

olorosos como un jabón doméstico

Si podríamos ser nosotras

y no la empleadita de uñas largas estropeadas por el aceite de freír

trenzada

maniáticamente a su tiempo una libreta de apuntes

“quién iba a preveer que el amor ése informal

se dedicara a ellos tan formales”

-más allá Benedetti escribió-

seguramente

bebía solo en un restorán parisino

una velocidad incalculable lo despeinaba él

feliz pipa y revistas en la bolsa de cuero sopesaba

al centro de una postal borrosa

sopesaba frases sencillas amores sencillos amantes tan formales

como un código de amor sin preguntas

sin respuestas

Ellos son diestros

saben jugar bien sus cartas

Las horas pasan volando

No hay mostradores ni Ace para lavar la suciedad de las manos

el dolor acumulado como vitamina D en los músculos

Al pie de la estatua esperan

espantando

ahuyentando esperan

el tiempo pegado a sus narices

EL HAMBRE COMO UNA BOLA DE METAL OXIDA TODO A SU PASO

Page 7: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Que no me falla la memoria María

- hace tiempo dejamos de coexistir -

tengo todos mis papeles en regla horarios libretas

y no figuro en ninguna lista ni soy buscada

¿quién me buscará después de todo?

yo misma me confundo en mí misma cuando me retrato:

histérica hipocondríaca estos hijos no están por gusto

ni mi dedicada belleza de doméstica

entregada a la esclavitud de una profesión absurda:

lavar platos refregar pisos tener listo el desayuno y caliente el pan

esta fotografía me delata He dejado listo todo

para que no me delaten las piezas de este hogar romántico

porque lo único que quedan son recuerdos lindos horas lindas: instantes

Total

¿qué se supone memorable? Y no sé por qué diablos hasta yo empecé a perder

la cuenta de cuántas veces vino a visitarnos el abuelo -los tíos- y

cuándo esa fotografía fue el hecho real que nos hizo reír con un

desenfado inolvidable propio de los que son felices y ya no importa

cuál de los gestos horribles -de los tantos- es captado por esta máquina

de la verdad ¿cuál es la verdad? hace tiempo me desentendí de esas

cosas y no se trata de morderse la lengua o jugar limpiamente para no

herir a nadie la procesión va por dentro el río puedes engañarme

pero a la máquina no Puedes engañar a todos menos a mí

- tu curadora tu protectora - María

que no lo sabes todo aunque debieras saberlo

con tus 13 o 12 o 16 y esas dos grandes masas de luz que te sofocan

al despertar Sí que eras maravillosa -lo veo- y es maravilloso

el sol pero le temes a todo lo que supone exceso brillo

exaltación y que trepa como una fogata avivando el fuego de la

oscuridad reviviendo lo muerto de las cosas que permanecen

dormidas en los cuartos petrificadas en los aposentos inertes en los

museos en la mente: intocables -no pienses- En un lugar donde

Page 8: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

todas las niñas sueñan con el verano pasado y piden que se repita lo

mejor de lo mejor vivido y es toda la vida lo mejor vivido: anaqueles

llenos de muñecas y felicidad pastel y abrazos para los cumpleaños

el sol llega a la hora exacta no es un traficante de comercio Tú llegas

cuando no debes llegar pero no eres el sol ni menos una traficante de

comercio que viene a cobrar cuantiosas deudas yo no pago si fuera

así te obstinas en fijar la atención en esos retratos que no se

parecen en nada a nuestro pasado convertido en un hermoso cuento

que no puedo terminar de contarte que no podré contarte niña

porque son falsos los paraísos y perdido todo lo que no se hizo en su

momento ganas no me faltaron para marcharme en una puesta de sol

dejando atrás hasta lo inolvidable se cierra una página y yo me

prometí cerrar muchas de las escritas una mañana en blanco

y con sólo el deseo de ser feliz o no ser Toma tu Alka Seltzer

Baña a los niños Vé a la cama ¡Huye!

Y estabas adormilada presa de los sedantes:

la realidad atrapada por las órdenes: la sociedad prescrita

como buena receta médica nosotros tendríamos la posibilidad

de curarnos con tu amor robándote lo mejor quizás

lo peor No te juzgo inocencia no me juzgo: inocentes

incapaces de descubrir lo nuevo de tantas veces repetirlo

Al amor hay que amarlo a veces a veces

no basta con retenerlo sólo a veces ocurre que te amo

como al mejor de los recuerdos y eres la niña que perdí

y eres la niña que perdí a ciegas caminando como se pierde

una joya invalorable se pierde la vida

y ahora sonríes apretando con tus manitas sucias a quién

sabe quién en la foto pero no funciona el gatillo el agua

el sosiego ¿acaso esas noches pensaste lo mismo?

cuando no lo acariciabas lo sigues acariciando y si veías caer

monedas las ves caer plateadas alfombrando circulares la noche

llenándola de espejos cubriéndote de tules tú adorada querida

busca bolsillos tantos cuántos aun luego de inventar el amor

Page 9: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo
Page 10: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Las muchachas como ella esperan el momento de la paz

para agradecer con los ojos un indiferente apretón de manos

un saludo luego un más tarde el domingo siguiente

entonces era simplemente la muchacha así la llamábamos

muchacha señorita

9:30 el desayuno 10: tengo miedo

11: ya no puedo prescindir de ella

una mezcla extraña en su seno turgente y olor natural

es leche cortada sudor y días de trabajo

todo la hacía imprescindible

En los periódicos las noticias del día en las alacenas

los platos que debe refregar en los cajones su ropita de pájaro

las botitas de bebé que cree haber escondido bien

Sé que libró sus manos de la tierra y de los fierros

retorcidos que buscan fruto en su interior

Nunca entendiste de insecticidas de fungicidas ni de plagas

tu destino era la ciudad y ahora vista en el espejo nadie

en tu pueblo te reconocería tarareando

idéntica a la que llegó a ayudarte en los quehaceres

o por la manera de recogerte el cabello

un moño atado por un lazo rojo y la cadenita de fantasía

que da dos vueltas en tu cuello dorado

adorado porque tú esperabas algo más de mí

¿no hacemos lo suficiente con crecer?

El barrio es una garganta raída lúgubre infectada

estas calles oscuras donde sobresale el charol

que absorbe nada de botellas vacías

Perros lánguidos se disuelven en los rincones

Algunos vigilantes que como tú silban

destruyen a paso lento goma entre sus dientes

intoxicados por un pésimo desayuno

Page 11: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

a veces un menú de dos soles titilan

en el frío corredor que conduce a la avenida principal

Pero no es únicamente eso lo que te molesta

Noches

días que debes permanecer refugiado en la cama viéndola salir

muy temprano y bien arregladita llevando un atado de ropa

¿de dónde sacaste esos trapos tan bellos?

Me dejas el desayuno servido porque a pesar de los años

no has perdido la costumbre el niño en la cuna

las camas tendidas yo adentro

como si fuera una pieza más de ese desorden obligado

Pienso que a todas les encanta encontrar su casa

completamente desarreglada y sucia Aquí no hay luz

A mí me pagan por cuidar la entrada ten cuidado me dicen

al fondo como todos los sábados los muchachos la esperan

Page 12: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

No pensé llegar a junio ¿sabes? las fiestas -enfrentarlas-

y junio es un mes lleno de cumpleaños me ponen nerviosa

sin embargo aquí estoy los días son bloques mustios de telas

grises el frío penetra como una lámina de metal ahogándose

bajo mis chompas el amor parece -más bien- un abrazo

que encontrar en reencuentro forzoso con nosotros mismos

en verano -días de sol y sombrillas- uno no necesita más de uno

para andar por allí devanando calles echando cartas

a la suerte cíclica que imponen relojes y horarios ¿un café?

al fin y al cabo ¿qué diablos hago en un menú tan corto?

una muchacha se congela vendiendo detergentes

y sus sonrisas sirven al público de las pantallas

de las puertas que toca -el cielo que no se abre-

y toca insistentemente -el cañón del amor encendido-

insistentemente y yo apago el televisor

y todo termina en una profunda paz espiritual

El silencio sin paredes de los cementerios

-inacabado y sutil- ¿al piso 10 del ascensor?

El aire castaño cierra sus alas como palomas sin vida

borra los balcones sin gente se queda en la nariz de los árboles sin

copa y Lima -para lo que vivo- una cabina más

de las tantas con el teléfono descolgado mi madre -créeme-

es la camisa que llevo puesta

junio me baña de fantasmas de santos y antigüedades

como la lírica -luz verde- de los semáforos que detienen un vocerío

inimaginado de cabezas calvas y pasajes sin ida

el invierno de los refrigeradores de las máquinas registradoras

de los andamios expuestos al ojo material como una pera disecada

la uña crecida de la mano de la muchacha del comercial

el ojo que no siente

el frío extraído de un tubo de pruebas el ojo que no siente

Quizás encienda la radio lentos cínicos toques de puerta

invadan el televisor

Page 13: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Flecos -uñas color rojo sangre- más flecos flotando

con sus cabellos teñidos de espiga

cuando llegó la I. B. Show Orchestra

y esa damita de mini dorada

repartiendo besos a diestra y siniestra

prometía al público darse completamente

el mejor espectáculo jamás visto en tierra norteña

y con sensualidad se despojaba de su saconcito de paño negro

meneándose

susurrando una canción

algo así como "tómame" -por favor- y por favor

boquiabiertos mis paisanos no dejaban de mirarla

sí te pertenecemos -tú ordenas costeña-

ella ordena bailar y bailamos te guiña el ojo y obedecemos

habla bajito que obedecemos

sólo por esta vez que -diablos- no le sale una

y un "adivina qué sigue"

creo que la vamos a pasar adivinando toda la noche

techno salsa rock ¿reggae?

ah Callao puerto mío canta el pelucón

Lima ¿dónde estás? yo no bailo sola

sí que tengo sueños

y por discreción ni te cuento

ni por esta rubia flaca enloquecida por la luz

que la amo que sus tacones 10 la soporten

que dios la soporte porque yo prosigo

la música el río la música el río

cómo duele el río digo las costillas

el cuerpo de 26 años y trabajos forzados

estorbos primo

yo no claudico fácilmente

ante lo incognoscible el talento de la imaginación

Page 14: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

abro

cierro puertas tanteo

aparto de mí la tentación el mundo

qué mundo me mueve

puro filamento de cosas costras podredumbre y felicidad

así que no me muevas más la cola perro

no me finjas el delirio

de una lágrima escrita en tu carita triste

que no respondo de mí

no respondo necia y echada a perder

borracha con la borrachera de la gente ensimismada

en un cuerpo rubio y "ya me cansastes" disparados

como bombas sin piedad por mis amigos que lo amo

deja que baile que cada vez entiendo menos esta música

y salte el pelucón confundiéndose en el griterío chicha

del coliseo gloriosísimo San Ramón

que grita mal y nadie escucha su pico roto de botella

herido destilando sangre y canciones pésimas

manos y pies adornan como guirnaldas la intimidad del estrado

presiento tu mano caliente en la cintura

y en el aliento palabras palabrotas brillantes

como tus dientes amarillos

que prometo sucumbir en la humanidad

en la humildad en el alma: Fiesta

Page 15: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

-Es lo último que fumo-

si hubiera algo que meter en este cartucho de papel seda

salvo la oscuridad que me acompaña

y no este polvo de mesa y pan rancio que no me haga soñar

pero sé que siempre será así la espera y ya voy

por la tercera taza de agua hervida que recoge el mesero intacta

nunca confío en lo que dice llamarse esto o aquello

y menos en esta sustancia negra cuya etiqueta dice café

y no es café debe de ser la tarde tan prematura que llegó a mi reloj

para despertarme y traerme aquí como todos los viernes a esperar

lo que me pone de este maldito humor hasta que inesperadamente

llegas pides la cuenta no dejas propina porque ya nadie deja

propina y me preguntas si estoy cansada y yo me marcho

no porque esté cansada sin explicarte que estoy cansada

y voy confundida y feliz para ti separo una hora

-a todos nos llega esa hora- y pienso que debería ser más fácil

para mí que me obliga a pensar en el amor aceleradamente

y siento las alas ligeras del viento que llega contigo

y el húmedo polvillo de tu casaca que acomodas en mi silla

cuando sin saludarme primero me propones algo

parecemos felices bebiendo en rincones secretos de Lima

siempre en lugares diferentes siempre diferentes

nosotros que no podríamos dejar de hablar sin tocarnos

con el rabo del ojo y sentir la tibieza de otros cuerpos

internados también en el corazón de la ciudad

el fuego es el fuego del horno y la ciudad vomita autos

edificios gente atollada en calles y Cafés para acabar

con nuestro amor en lo que resta de la hora

La gente hace cola en la puerta de los cines

entra rápidamente con sus parejas a un motel

se pelea reclama roba en las esquinas

a mí sólo me asusta esperarlo tanto

Page 16: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Veredas que toman la palabra

y los autos no oyen más nombres gastados

esperando un boleto a la luna

un viaje a Moravia entre bambalinas y sedas

aquí mismo se deshacen los sueños

predica la palabra retiene la música

y la gente empieza a llegar las copas

como un juego maestro de servilletas y

azafates mozos y chicas lindas van

acomodándose en la barra

mientras el foco palidece ciega la noche

la pantalla enreja a los visitantes del Cotton Club

una laguna de noche rodea el espejo:

Brown Gillespie ¡Olson! el aleteo

en mi garganta roja la estampida del saxofón

en el cuarto de baño Todo es negro

-hace tiempo que amo a poca luz-

Page 17: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Detrás de la pared no había nada -eso creo- y ella

de espaldas -tampoco sé qué piensa-

lleva más de media hora con la mirada fija en algún punto

¿atractivo? para quién será atractivo ese punto

de la pared sin parpadear sin moverse a los 65 años

ni siquiera en los peores momentos -ahora-

perdía la costumbre de subir a descansar allí

-de vecina gritona e indeseable –

nadie toma en cuenta una pared de 20 x 50

muy elevada para la municipalidad

horrible para mi gusto

sólo yo sé que detrás se levantan más casas y construcciones

pésimas fuera de plano techos cementerio de ballenas

atestados de muebles viejos artefactos en desuso

y aves de corral enjauladas

ella que conoce bien el juego de la arqueología

y ahora juega buscando entre escombros

el origen de una vida que fue

y continúa jugueteando con la nube de polvo que levanta

con sus saltitos amaestrados ese animalito enfermo

todo en su vida siempre lo supo desde el pronóstico del tiempo

sería esta casa sin hijas y con un esposo atrapado

en un cuadro sin flores como el de su Sarita Colonia bendita

mil y muchas glorias dichas contadas como sus mentiras

siempre en versiones diferentes que ya olvidó

-promete no olvidar más- pero no se trata de él

esta vez no ha movido el brazo derecho

que como toda buena enfermera debería mantener ágil

pero acaricia el lomo erizado de ese ser espectral

que ladra todas las noches y que a pesar de todo no la odia

con la punta del pie

con la misma con la que acostumbra a patear

Page 18: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

su platito de comida y derramarlo en un montón de desmonte

que conserva en su techo

el más sucio y descuidado de la vecindad

por eso nos quejamos ¿y el perro le ladra?

y el perro le ladra y ella no deja ¿será por eso?

de mirar esta vieja pared la única

que logró terminar su esposo gracias a su trabajo

siempre a medio tiempo siempre

interrumpido por alguna enfermedad o un viaje

inesperado a provincia cuando ella no estaba sola

y tenía esperanzas por ejemplo

de levantar una pared más alta que ésta

y criar sus animalitos sin que los vecinos la anden husmeando

y reventar cohetones para las fiestas del Corpus Christi

y llevar esa procesión muy adentro

en su refugio de paredes altas y fuertes de ladrillo

que no se parecen en nada a las de estos hogares de ciudad

¿hogares perfectos?

a los que nadie se atrevería a traerles abajo una pared

Page 19: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

De pie

sin sentir nada más que tu cuerpo

ahondarse palabras vacías en los muelles

mis brazos solos

mis piernas digitables y solas

Fuego sucio amenaza el contorno

esporádico oscuro como un fantasma fluye estremecido por la luz

-Sarina escribe-

cada salto a su cuerpo es una travesía peligrosa

leopardos animales extraños decorados

oscuros deslizan por la escalera

"alguien murió drogado en un burdel"

Alguien murió drogado en un burdel

un tieso adorno de metal bronce observa

continúa el cuento elemental del destino con los labios

intoxicados de órdenes y poses fingidas

la griega la egipcia la romana la pequeña estatua

con alcancía de barro bajo un tapete crepé

"alguien muere serenamente en una

1eyenda/ de vaqueros de flechas

lúdicas engarzadas como dos

cápsulas en la historia/ el hedor

indiferente extraviado en los

pasillos/ tantos cuerpos Tantas

risas..."

luego el clip del fotógrafo y la orden:

eh levántate goza goza goza

Hoy día sirve para levantarse y gozar esta hermosa mentira

mi cuerpo bañado de sudor de mayólica sin ti

Page 20: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

mientras tanto dios cae como estas cortinas de lienzo

y el sol asoma en el foco

agresivo absorbe mi luz interior despierto asustada

Sarina

Sarina

alguien se tapa la boca y huye

sin sentir nada más que tu cuerpo

nada más que su cuerpo

nada más que mi cuerpo sentido como soledad sin ti

los viernes buscan esta complicidad extraña

Diluirse en la imaginación de las paredes húmedas

el miedo desolado invisible es la ruta de rigor al placer

y la necesidad se estruja como un vestido viejo

el tramo que esta última noche alumbra A pesar de tus gritos

a pesar de los niños que te esperan frente a un partido de fútbol

quieto bordado en los árboles zonas que no quiero recordar

porque la vida se traslada de un lugar a otro y esta canción

interrumpe maravillosamente el secreto de tu alegría

olvidada mi memoria el cuadro pintado de fiesta

aparecen templos profanados sacrificios la sonrisa que te regaló

en un sueño

Apenas años y la inquietud acicalada sobre tu luz terrible

Había lluvia pan humeante en canastos grises improvisaba el temor

arriba la dulzura rociando su licor como una mentira penetraba

en una angosta calle violeta

Tacones altos sobre la ciudad Luz

y esa escalera...

esa escalera que nos conduce a ti como a una calle sin números

Page 21: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Xánax

necesito una donde despabilar la irrefrenable

su sedosa e infinita humedad fuera de la lógica

lenta y apisonada lógica de los calendarios de arena

bajo mi ventana

Una para dormir bien como los anuncios electrónicos prometen

más allá del horror

como una concreta conflagración en soledad

ceniza hombres

labios rojos juntos

El hilo me conduce a sus brazos

Un racimo de sombras capaz de

disfrazarlo todo ha de ser el mismo baile

rojo y naranja sobre su falda lila

¿sus brazos a la altura de la felicidad?

(Colmena o la avenida

se reduce a una sola presencia

o belleza como basura y frases

sin cuidado: belleza introducida

en el mismo gran murmullo destrozadas

en las mismas mil palabras monócromas

como en una clara obra de arte)

Y analizo

juego

armo el óleo

empapada de estaciones

en el estar mostrando mi cuerpo a una máquina solar

que no me distingue que busca entre los amotinados

Page 22: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

la noche su fin de semana como los ladrillos donde

volcarse y crecer duramente crecer

bloquear el cielo de plomo metálico

Irrefrenable angustia en las bibliotecas

en los parques

horquilla de luz dorada en el beso

Irrefrenable como esta necesidad de vivir es

la muerte

indiscreta bella suave identidad

Page 23: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

II

RETRATOS DE ARENA

Page 24: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A Lucha Reyes

1

recuerdo su grito ronco laminado

extraña voz extraño color de piel

los músculos eran aún gelatina movible

difusa

como el fuego de antorchas

¡un vals pequeña!

un escupitajo azul de abundantes bronquios

En televisión los vestidos hacen bellas transformaciones

pero el callejón quedó inmune como una vacuna intestinal

inamovible en la piel esa marionetilla antialérgica

mírala

-sabe cantar-

su cuero negro azul marino bajo los reflectores

¡una cicatriz demente en la foto!

vamos Lucha

(Luchita)

la cancha espera

El aguardiente añejo en un solo sorbo ácido para los amigos

la carroña en orden y numeración sobre la platea curva

un contrato seguramente y salir de aquí

a las Bermudas a la Bahamas a donde sea salir de aquí

¿quién lleva y trae los paquetes?

El foro muerto empuña como un botón maduro la oscuridad

la iglesia de violáceo sale al encuentro con sus alas

de palma yace

inservible en la alacena Nada que beber

ni sonreír Esta vez no

Ahora el micrófono es mío el púrpura descomunal de la orilla

Page 25: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

soledosa me excita encajona mis pensamientos

algunas ratas rodean El Buque y el color lava el cielo sucio

sobre el asfalto

flores de felpa

¿y el agua que no existió?

-y el agua que no existió nunca

Entonces sólo era la felicidad y el rey negro de las cucharas

con un tenedor brillante en las axilas redondas de la noche

un par de ajos gigantes

Aplausos sobre la pleamar endurecida de la pared Un corazón

de jesús ebrio sobre la puerta descansa del sueño

tu padremadre el tío Miguel formas impresionistas como el amor

Hay que ir al Karamanduka para verte sonreír de ese modo

¡Qué jarana!

sudando bailando gozando de ese modo

Hoy quiero darte la peluca de rafia dorada del maniquí celeste

que te prometí

los rizos piel de tigre

antes del sueño

Page 26: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A Felipe Pinglo Alva

2

cojo de mierda ¡qué cueros débiles!

-yo siempre recordándole que se guarde para

después esa canción que le dedicó a la negra

-negra linda- no escupas aquí que aquí estoy yo

para que me protejas de los malos espíritus

y árboles curiosos en los paseos de Lima con tu

aire vagabundo que nada teme ni tiene ni siquiera

una primera plana esta vez te enorgulleces

de no haber tenido una primera plana hoy 13 de

mayo fecha memorable en el calendario religioso

tan sólo una virgen de cera que no cambiarías

ni por mil tragos o partidos de fútbol

¿qué hay de la cita a la que nunca pudiste llegar?

Estos tubos fueron tu único y último contacto

con la vida y el amor una mujer

a la que hay que aferrarse y beber

Aunque esté nostálgica y te quiera y te tenga

polvo en las manos susurro en los oídos huesos

que los calambres tiemplan dolorosamente en las

noches me aferro a ti como lo hacen los niños

asustados a sus juguetes

Noches como ésta de Felipe junto a todos los

que quieren esputar su vergüenza y recibirte con

los brazos abiertos Ron

camarada sumamente amargo y solo

Solo siempre

Page 27: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Mientras escuchaba a Franz Liszt

-Rapsodia Húngara Nº12 Lima-

3

lamento haberte encontrado así

entre papeles y pericotes polvo y estantes

viejos abogados se preguntan cuál es tu

problema un conflicto no se resuelve con sonrisas

y los conflictos como esta música desgastan

absorben al espíritu más fiel y no queda más que eso:

música temblando en un rincón sacro de la ciudad

manos sin cuerpo dirigiendo una sinfonía

bajo la tolvanera y ya estás atento

a las indicaciones del semáforo a la mujer

que cubre sus uñas con esmalte y rabia

porque es cara y su belleza se ha diluido una noche

fresca que no pudo más con la felicidad de ese

húngaro loco ni con la aparente frialdad de su

sangre azul para los amigos roja para los habitantes

de Doborjan fogoso como nadie

sin rencores Franz creo que estos contactos nos

aproximan aunque estemos lejos

dos siglos atrás Tú dentro de la radio yo dándole

solución a tus problemas que son tan míos como de

la vecina del panadero del guardián: noble estirpe

barrios oscuros -nada codiciosos- me alarman

Con sus derechos -viles- miles -bocas- espadas

salen de sus bocas No es por indiscreción esta escena

en que tu música ha revolcado a muchas jovencitas

y enamorado con astucia al amor con el entusiasmo

propio de la juventud al amor Cien pies bajo tierra

Page 28: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

y todavía marchas indagas Ebrio por estos libros

tristes plagado de tristeza ocultándote en los sonidos

ocultándome al mundo la cosa va y no va

así es Sólo a veces me encuentro contigo y sorprendes

a mi escritorio con tu par de guantes

nuevos blancos

y las personas huyen despavoridas porque no te entienden

porque temen la estridente burla de un viejo músico

autodidacta -viejo caprichoso-

el caos que felizmente ordena

que las desordena Ésa es la costumbre aquí todo lo diferente

es sustituido por un poco de pintura y buenos deseos

sonrisas vagas que reprimen: maquillajes

Yo me refugio en esta música demente

Apasionada

Page 29: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A César Vallejo

4

maquinando la nostalgia al caer

volverse revolcarse y aún

con los dolores en la punta de la

lengua y la palabra en la mano

-y quisiera que no me implanten más sonrisa

que la mía- tú procedes

seco el otoño en las alcantarillas en una

habitación París se prepara en el lecho amado

musita el eco del estornino cae el vaso de agua

en la pared rodea la ventana estornudas

No están allí los sauces ni el sabor avinagrado

de la fruta madura con el calor de esta ciudad

madre se resiente porque estás tan lejos y también

ella reclama un rato a solas mientras rebana el

pan rancio del día y que su cintura lo cargue todo

Paseos de café Linternas iluminadas por cigarrillos

transeúntes Jardines y bares humanos

Qué no me meto en los bolsillos César saco pero

no encuentro y jalo a sorbos de la delantera

vecina y el hilo del botón botón

bajo mis zapatos

la tierra que es molde cariñoso y también madre

en busca de agua en el arenal

y el alma subterránea se interna en objetos inútiles

y eres tú aunque me disgusta la tristeza

una sonrisa gacha en la enfermedad del aire humano

que me persigue

y ya cierra este libro y ya me corre enemiga me

tapa los ojos En efecto ésa es la muerte que late

Page 30: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

y ésta la vida Vital

la cifra que crece a mi costado

Page 31: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A Borges

5

a ti aguafiestas

entonces no veo forma de dirigirme a ti

y seguramente no te importe tanto hablar

de causas perdidas un día de sol

bajo estos árboles moribundos a tu edad

se hace más clara e intensa la visión de lo imperceptible

vuelven en el color de las cosas olores sabores

sueños y quién sabe Amanda sonría

peinando con sus manos lacias las piedras del jardín

en un Paraguay desbordado por ríos de plata

y brillante leche -decorados de feria-

y hagas para mí un recuento inmediato de los personajes

que empiezan a llenar las calles de héroes anónimos

para asistir al primer concierto de un verano

atroz sin más música que los ruidos armonizadores

de esta ciudad tranquila y chirridos de pájaros

todos elegantes -hombres sencillos-

bajo sombreros los mayores -sofocados-

inclinados ordenadamente echados algunos en el grass

perfecto de Europa

esperando alguna lluvia diferente a la ácida

que anunciaron esta mañana los titulares

-última reunión de científicos por el fin de la guerra-

Pero me hablabas de ese jardín un poco más al sur

y al este en la boca del mar y de sus rosedales perfumados

como de una joya preciosa retratada en estos almanaques

por el fin de la guerra pues te aburren

Page 32: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

mis preguntas y esta raya que trazé ataviada por un

Page 33: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

largo viaje para identificar la ceniza de tu rostro

bronceado y limpio en la multitud es igual a la de los

mapas Ahora mismo la siento perdida en una ciudad

y en el tiempo

Page 34: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A Víctor Humareda

6

mojado

con la mano en los bolsillos

silbando una tonada a la hora incierta

-un pájaro se deja caer en la brisa de la mañana-

también yo cierro los ojos anegados de humo

paladeo la arena derretida y pura

comienzo con las palabras del día

voy

tras el polvo encaminado al rincón

ahí un retazo de papel se desvive en un retrato

como en sus mejores días intenta la palabra diáfana

los símbolos mudos el color alegre de la

música íntima le hierve en la sangre sacude

sus hombros bajos

humildemente

majestuosamente se traslucen sus tardes

en el licor voluble del día

luego vendrá la verdadera tarde

sobre la pantalla roja figuras vivas

sobre tu cielo achorado y dime

qué cuadro nos dará la razón qué tipo

distancia precio desde este suelo frío

Acobardado por las luces que migran de los cerros

y focos alucinado en su lejanía

sin tragos que agrupen miradas pesos ni

Page 35: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

curiosidades reposa tu cuerpo absorbido por la luz

que arruga el papel

aquí mismo sin subir escaleras interiores

mercados me embargo de sueños

En la ciudad postrada suelo abordar el pasaje que

no lleva a ningún lado tocando la luna de los

espejos rotos de las bisagras enmarañadas de las

copas como ojos vacíos

Sólo para alcanzarlos me apresuro

Page 36: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

A Juanita de Lurigancho

7

el auto se llevó como la vida sus ideas

una corona de espinas sonrientes maduran

al contorno sin tocarlo casi

el suero sube y baja

olor maldito en los zócalos las flores

envejecen como pájaros moribundos ocultan su perfil

en la sombra verdadero blues

sonoro arete de hierro perverso

los disparos construyen columnas inmóviles de plomo

líquido

dardos

(su colesterol casi hasta estallar)

sé que ha sufrido mucho lo sé

en su pecho los 12 signos del zodíaco

muestran cómo todo camino a seguir es incompleto

un par de ojos tristes

inmovilizados por la cámara de televisión

y muchas preguntas cómo es morir

el oxígeno de este cuerpo me asfixia

y pienso que todos los pabellones son iguales

los rostros cúbicos de las santas morenas

como sus corpiños parchados

innumerables veces la soledad es eso

avanzo en un corredor que no es más

que un pasamanos trunco

Page 37: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

interminable

los números se suceden como fotografías algunas

bellas: un beso sellando el común adiós

las rocas lanzan sus frutos

cáscaras golosinas rodean la pared donde el pintor

imaginó a Juanita

el hábito

de perfil con sus costales llenos de ropa

y multicolor inclinada como un arco iris

transparente y quién sabe lo que pasará

un rincón frío un pastel helado en la boca del horno

en el jirón de la unión en cualquier compra o venta

el canje dono mis vestidos: objetos

inútil por un poco de saliva hostil

los huesos del patio crujen

en círculo huyen de sí mismos

(ven no huyas de ti mismo)

cercando las luces de seguridad

se evapora la sangre en el calor de corcho

de una botella borracha al despertar

me acerca a ti

HUAYRONA-SANTO CRISTO

(tomaré esa línea para visitarlos)

Page 38: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

III

PERIÓDICO MURAL

Page 39: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

En noches como ésta me acerco

nudo de sirenas y descoloridos carteles hacia el camino

empapada de polvo

en una pintura formidable

dejando atrás recordando

mi voz arrastra su disonancia y sumerge tu sombra en cada estría

del tapiz de oscuridad fulminante

la respiración tensa es el mar

mi tela floreada e invisible la inmensa fogata donde irrumpes

coronado como un bello sueño de palabras fáciles

y no hallas sino caminos

senderos donde desembocan tus manos caudalosas

saltar puentes oasis febriles lagos de paroxismo poéticamente

la desgracia es como un perfume cíclico

en invierno me obliga a tomar tu mano

la otra a tientas recorre confusamente

ilógica un enjambre de rocas jironadas

y crece en los gritos redondos e infantiles

...el mar

el mar

el mar empapa los abismos fosforescentes donde recoges basura

y separas y

seleccionas

y eres una invitación apacible al infierno

todos tus dedos escurriéndose de sudor desoxigenado

detenidos en el cemento estoico como en una película absorta muda

breve

entonces voy tiritando al borde sin sentido y los niños me jalan

enmarrocados a la fuga inevitable del día receptor

que corre en sus cortinas de moscas nocturnas

Page 40: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

la tarde fluye

y no necesito una máscara

de aluminio

mi abrigo carga la lluvia furiosa mientras voy ascendiendo

al piso más alto de Pampas

sin margen y la alfombra afila sus contornos

cenizas latas trozos de algo

siempre vivo desintegrándose y los perros insuflan sus gargantas

enmohecidas y desfallecen en la primera tos

es el mismo paraíso perdido final feliz

que ahogo como monedas y lanzo

donde pausadamente se escinde la noche

se hilvanan todos los ladrillos de la ciudad como un pretexto

indiscutible

el jardín del manicomio

la casita de hule sobre una roca

de estrellas gigantes mi sangre pastosa que merodea

como tu naúsea

necesaria y cristalina tanta sed

árboles bolsas flores muros de cemento

mientras el kerosene es lo único que se expande

a cada paso

la única bella

luz prendida

en los fósforos de electricidad

Page 41: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Ayer

la noche de la explosión

cerré mis cortinas definitivamente

pensé al negro como mi color favorito

su túnica gris enredada

invisible

veredas de luz inhabitable

una furiosa espiral de cenizas con mi cabello

Largo y delgado es el nudo

su boca

personificación pequeña de esta pequeña ciudad insólita

entre los flancos del paisaje

una flecha mortal en la herida en la herida la maquinaria

sus mitos de bronces enrarecidos esta casa vieja que intenta

huir del desastre de los escombros del buen pasado

Me veo

la música es la misma

una frazada grotesca como ventana un puñado de arroz inasible

ventosea el cuarto

tus dedos se abren como una rosa delicadamente

exacta y artificial

Moho tabaco negro entre los dientes las manos siempre ocupadas

el viejo lema en la frente como un estigma

que se escucha sin fin desde que empezó todo:

San Juan estalla

no perfora no rasga su piel periódico marchito en mis manos

Todo tiene sombra y distorsión frente a la lámpara

todo luce monstruoso agigantado me asusta tu peligrosa y oculta

página de filosofía en letras rojas sobre la pared

tu sangre vuela rasguño esta ansiedad

verte congelado en un parque

correr

Page 42: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

200 metros por ti

Avenidas oscuras como una invitación separas de tus brazos

el aire ciñe sus palabras mecanógrafas en mi mente No hay luz

desde tu ventana imaginas que persiguen o buscan a alguien

te comes las uñas y quieres que el viejo radio de pilas de Rebeca

funcione

(golpes subterráneos

perros ladran iluminados por la intuición

helicópteros cruzan en zig-zag radar previa

luz roja lanzan dardos luces naranjas El cielo

inmóvil La mezcla es terrible)

Aún la arena con habilidad dentro de mis uñas

se evapora el sopor en un pañuelo Cansancio y tú

exquisita forma de esperar la tristeza

el fuego de la cocina atrapándolo todo

El último dices…

La madrugada dejó 3 muertos

probablemente festejaban fin de mes cerca del mercado

sus parientes colocaron a centímetros de sus cabezas una vela

encendida una bolsa con la boca abierta donde debes depositar tu

colaboración

Las mayólicas resisten la palidez de su sangre regada

inusitadamente

se oculta la luna como una cuchillo

las fisuras que guarda

el espíritu partido en dos el silencio

Perros verdes amarillos en la búsqueda

vidrios rotos

la crueldad su dulce silencio

diseminada en los árboles

bajo los reflectores un cubo de hielo

sin color ni miedo

Page 43: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo
Page 44: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

El Agustino

lo que yo llamo cielo y es tierra

y todas las noches ocupa un espacio distinto al de los cielos

y se extiende sobre un paño de noche elegante

y vive como las fogatas de los castillos conquistados

allá arriba

y deja escapar anillos de luz simples bocanadas de gente

innumerables miles no podría contar cuántas veces

me perdí en el cielo yo que creí que pisaba tierra

empecé a enumerar sus escalones desvanecidos

con tanta facilidad por la gente que al pisarlos

los duplica los triplica y pienso que es la velocidad

-alucinaciones de estómago vacío- de trabajo

mecánico y a tiempo completo sin vacaciones

con vacaciones -sin goce de haber-

o sólo el caos en un mundo que no es

cielo ni tierra entre tierra y cielo cielo y tierra

hay un lugar común de seres indiferenciables que bien

observo

con este cucurucho que quiere -intenta- ser mi único

microscopio o mirador oficial sin asomarme a la ventana

del micro aunque la gente grite Me ordene

cordura razón para no mirar nuevamente

verme

indefenso en un mundo que no podría domeñar solo

Ese día casi toqué el cielo

porque su olor a tierra sudada o lo que sea se impregnó

en mi chompa en mis cabellos quedó un poco del polvo abigarrado

de su alimento mi lengua también saboreó

la acidez segura de sus suburbios celestes y no dejé

Page 45: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

de parpadear cuando quise contar cada lucecita suya

en la inmensidad -ya me estaban tragando-

Si no fuera por estos golpes

torpes ininterrumpidos de chofer por esa voz ronca de vaso vacío

(solo) que desde arriba me recordó que simplemente estaba

abajo

Page 46: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Colegio Nacional José María Arguedas

a Ceci

todo lo que duerme se esconde en estos cerros cansados

la música es un juego de niños

y ya piden tiempo extras o algo de comer

desde muy hondo

se deterioran las miradas en una arena

desplomada en pisadas venidas de lejos

y compases de rítmicas rockolas

calles y mercados rotan del amarillo

a fuegos más humanos se aparean

multiplican

Ha llegado el tiempo hasta aquí

y mudado el cielo entre raros crujidos

y altavoces y luces fluorescentes luces

casacas en pechos abultados

pechos hinchados de tanto rodar

soñar y mentirse mi casaca negra

prueba de esta realidad desteñida y del óxido

óseo una verdad embotellada

Así

contagiando al peligro del ladrón

al niño del malo al bueno

de mis voladuras

se despliegan los días de explosión intensa y el sueño

esta cáscara de luz muerta que es el cielo habitado

de San Juan

y sus neumáticos y sus oquedades y

Page 47: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

su música atorada en un solo disco rayado

y su gente

topo fierro catre sin ventana

que asoma para despedirse de sí misma

mientras un esplendor -brillo de aire-

se derrumba y anida el gas en el volumen

alto en las paredes cerradas en los ojos

sin asombro

los caminos llegan hasta aquí transitados

íntimamente también yo me ausculto en estas veredas

cuajadas en voces semejantes a escuelas sin

maestros sin

flor

Page 48: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

San Mateo

cielo para fondo de un nuevo día

el aire blanco espiritual de los responsorios

apuntando universos de iconos estelares

y diablos azules

Ayer dos bandas de músicos hicieron bailar

a los devotos de San Mateo Tierra -arena-

¿por qué no decirlo?

Qué vacío bordea

Carretera sin alas

Velocidades ineludibles

Y una guirnalda parecía sucumbirme en el ocaso

pálido de asombro

Y una estampita y una promesa

y una constante

firmemente decisión

Y un antes de todo y antes de todo

que despachaban mis dedos en el mar

veteado y sudorífico de la música

¿De quién pues va a ser el mérito?

y quien lo sepa no obstruya

Corriendo se llega lejos

En los periódicos no se lee la verdad

Las radios te cambian la voz

En los periódicos se lee: Invasores ocupan terrenos

Page 49: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

del Estado

Bebimos

bebimos como la sombra monstruosa del amanecer

Litoral de los sueños

Pista de las cacerolas sin agua

Todo sea por su honor

Page 50: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Camposanto

precisamente ahora que el sol agrede

es la boca del horno y dejo me dejo

envolver por sus carbunclos fogonazos

alguien atiza la brisa y siento el carbón

del corazón como una fruta pelada

en el pecho también escucho el vals del mediodía

corro de las sombras distorsionadas del cuarto

cuento las flores como minutos secos los

fantasmas de las paredes boca arriba

exhaustamente digo exhaustamente digo por qué no

así los días van un segundo de mil y tanto

desencuentro

y no hay don

que certifique ni reclamo que se oiga ni río

en la hierba

tía que venga de consuelo tío

que venga de consuelo eres irrecuperable amor

hermano así lo siento

Page 51: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Terokal

A contraluz todo es visible

Otros son los lunares perfectos

Un grabado en letras doradas

Repica la canción soñadora

Otra ilusión volverá parirá

El patio por dios

nuevamente la yerba ágil adormece sus labios

sin sentido

Sobre las dunas el espejismo se deshace

para reaparecer y la carretera se hunde cada

vez más al sur

¿Qué hay más allá

de las palmeras imaginarias y el tragamonedas

del cine el traga camiones pasajeros bañistas

niños sucios

sólo óxido?

Al principio fueron cosas simples

como no sonreír

cosas simples como la misma vida

El oxígeno carcome el odio carcome

como un roedor hambriento sus pulmones de caña

ácidos El paisaje la contuvo

(ahora el silencio de este mundo lunar)

---------------------------------------------------------------------

Rincones inaccesibles encolerizados

Page 52: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

por la respiración Muebles cajones

aun espejos

----------------------------------------------------------------------

Todo sucumbe en las brazas del polvo

y la suciedad de Lima

Page 53: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Escanciabas del pico chato de la botella

un espejo verde cítrico blanco y áspero

vestido rápidamente

sobre los pliegues de la oscuridad

sin abotonar la noche

Anduvimos por algo que te devolviera la calma

detrás de un portón sonriente

multiplicado en los racimos de aire

tu ruido oxigenado

de bocanada rural acompasado

como me gusta

Recuperas el medio tiempo sobre un periódico que alumbra

tu sonrisa el vértigo horas antes del apetito

Parque de la Exposición tiene su manera de aguardarnos

una eterna y tensa huida de la luz poblada a la luz

del ángulo real que me coloca en su insomnio

entroncado en los árboles donde me oculto

fuera de la lógica que nos persigue como un collar

sin superficie sin razones matemáticas donde caer bien

torpe e insignificante adorno:

Choroloma Peña Blanca y lo mucho que dejamos alrededor

incompleto en su nombre

como un teorema indescifrable viene a invocarnos

sin embargo solamente mi deseo

tu deseo en la casaca febril de siempre

tu alimentación litúrgica de pájaro nocturno

(todas sus arrugas se aglutinan copulan se

sintetizan y repiten la avenencia inmóvil

cerrada del círculo nervioso)

Page 54: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

El hombre pierde su mirada dentro del tubo de escape

trabaja por instinto solo espera

vigila

la épica transformación del basural

que llueve del futuro

esa multitud anegada en una neblina densa

Podemos bailar toda la noche y poblar otras pieles

cueros multicolores sin dejar de ser ahí mismo dos

monedas de bronce sobre tu bufanda minutos minutos

escasos sin reconocerse y caer armando un horizonte redondo

y morado como la tierra

innumerable mansa fiel

Page 55: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

N.N.

-asustado maltrecho

todas las señales le apuntan-

¿qué pasaje llevo en los bolsillos? sin tapa sin

pasaporte la gente se pregunta por mí

los libros se preguntan por mí

dejé mi rúbrica como el perfil los grandes

hombres que pasaron desapercibidos

hasta el día de su muerte

una muerte cruel de brazos

cruzados

el sueño es un cuaderno sin anotaciones reales

y mi vida puede ser vista desde las dos caras

de la moneda una es el brillo del sol

pero no es el sol realmente nunca fue el sol

como todos creyeron el sol -habría que preguntarse

con los ojos cerrados- nunca hubo tal respuesta

sigo recibiendo rayos esclavo dueño de no sé qué

poderes divinos me viene por el lado materno

tanto orgullo tanto orgullo

¿quién dice que lo perdí todo?

En 1994 -Lima- la soledad es un aeropuerto inmenso

y los turistas buscan lo alto de las postales

para comunicarse con sus seres queridos

y las azafatas escrutan cierto color achinado

entre mis sábanas de sonrisa

hojeo mi rostro

-tarea ineludible- surcando arruga calle por calle

cada país

Page 56: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo
Page 57: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Parque Universitario

aquí no flamea más que una sola bandera

un trapo negro sonriente

nada ni nadie parece real

las mujeres ajustan bajo el brazo sus viejas carteras

apuran el paso

cierran bien la boca al cruzarlo

cuídate

es lo último que escuchaste antes de salir de casa

cuídate de todo

ya se hizo tarde en este pedazo de mundo

cercado por paredes altas de cemento

focos de neón música chicha y otras mixturas de fondo

un frío de cuchillo amenaza entorpecer el paso de transeúntes

que van y vienen como si éste fuera el círculo vicioso

de los habitantes de una ciudad

ir y venir partir y regresar

sin saber siquiera hasta dónde

hasta cuándo

con desasosiego

luego de doblar por enésima vez el periódico y tarjar todos los avisos

“pedidos de” “se necesita”

Llegaste en busca de una dirección

el anuncio decía "sólo para jóvenes con deseos de triunfar"

no fue fácil dar con el tercer piso de un edificio

destartalado en la cuadra 6 de la avenida

expulsado por tubos de oficinas agencias y transportes

-un griterío interminable- trato de hallarles un orden

sirenas luces luces de autos y tiendas

tiendas comerciales ambulantes

como un río que inunda asolando pistas veredas gente

Page 58: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

siempre su murmullo ocupando cada lugar

hasta ubicarte en una agencia oscura

que compra y vende dólares falsificados

-me trataron de explicar el negocio-

una marea metálica hombres mujeres en distintas

direcciones moja antes de replegarse

por las avenidas cercanas al Parque

Llegó –contaba-

sabe dios por qué desgracia a Lima

el monstruo de las 7 cabezas 7 pecados 7

como los días de la semana que seguramente lleva encima

como todo un hombre

Page 59: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Mural con niños al borde del Rimac

el sol tomaba presa de los árboles con su capa de río

empantanado El río endurecido en algas como espuma

o eco de voces intangibles con los brazos desnudos en la piel

Rocas negras en el pico de un pájaro que recorre círculos

insistentes y asociaciones fortuitas del color Allí

entre tablones gigantes abismados roedores sin uñas

los niños juegan a ser sus propios sueños

los torsos desnudos de los niños en sus propios sueños

llevados por la corriente amarilla a veces verde de un cuajo

de sangre una gota de cemento en la arena desollada

y febriles endurecen sus cuerpos antes de bajar en busca de sol y

tornillos en monedas y juguetes de otros

cubiertas de libros que no leí pomos destapados

que nunca abrí

allí mismo entre titulares de periódicos y tantos días

-el tiempo hace ovillos de madejas y nada-

buscaron los secretos bajo las ollas que la corriente

inesperadamente visita o una enfermedad más dócil

que estar quietos como los geranios del baño al genio

en las botellas a la muchacha desnuda a la verdura y

el sol

columpiándose destruyendo

sus castillos levantados con el odio que el amor

hace crecer como plantitas percudidas bajo los zapatos

El horizonte encendido en el motor de la fábrica

que los hombres adoran al amanecer con un cerillo

en el hombro

Una pelota de trapo que el río ahoga lentamente divaga

Page 60: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

vaga tras una línea de humo o la línea del tren

en vano buscas la ola y el tren le digo a uno de ellos

Los niños con el sol en las espaldas

bajo la lupa de dios y más tos que dios

en los bolsillos y más corredores

que interiores en su costillas de trapo

y más mierda que esperanza

que me deje sentir

Page 61: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Y seguir por el mismo camino y sucesión de ideas

lejos de la ciudad en sucesión de todo y nada

mediodía es cualquier hora

100 watios como bocanadas de luz al fondo

siempre al fondo el miedo absurdo a la nieve

la nieve densa

oscura del paisaje

lo inimaginable existe y tú

envuelves un fajo delgado de billetes

negros y silbas

cuentas

billetes negros como alas en la oscuridad

de noche las nubes descorchan de raíz este cuerpo

irreconocible a los 10 a los 20

la historia este llanto

dicen que te roba todo dicen que te matará

y suplica espera

inexplicablemente dentro de su delantal rojo

apretado vapor en silencio

luchando contra la luna

contra los hijos (contra ti)

-irreconocible-

un cuento tal vez una película pero el rencor graba

y nadie devuelve lo que toman

tu vida

un papel rayado en la pared

como en cualquier parte yo te observo

los drogadictos te hacen llorar

las prostitutas amamantan como una ventolera de hojas

Page 62: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

amarillas que nunca caen la frustración más larga de la noche

vasos que rompiste

dados que se juegan con ira dispersos

alternadamente como lo hace dios

la gruta junto a tu hermano pende como un par de velas apagadas

ya vacías

-el más pequeño es él-

te golpearon para forzar el último piso de tu sombra

inextinguible

sus juguetes salvajes

sueños almidonados en moco

dulce como un caramelo que no se vendió fósforos y cigarrillos

la pareja que se ama no sabrá nunca quién eres al amanecer

el conductor de un auto vuela contra su velocidad sin preguntas

traza

un ángulo como el destino la indiferencia

la continuidad es la llave nadie responde

y siempre el niño como una acumulación de brazos insectos bolsas

orines como el mar

que arroja su espuma babeante y solitaria en la dirección

tranquila en el perfume

¿dices que te matará? dices que volverá por ti

antes de que encuentres un hueco cálido cerca al contenedor

y el pequeño despierte en una esfera roja de tos y fiebre

repitiendo su nombre como el primer nombre otros

nombres estaciones accidentales

y empiece a joder

joder a cambio

pedir para llenar el costal

fibra humana

JODER JODER

Page 63: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Una capa de hollín sagrado abraza el puerto

desnuda los montículos brillantes

que descansan

como tiernamente el sol al amanecer sobre la arena

y oscurece a medida que la luz

va perdiendo consistencia en el horizonte

Plásticos

en las costuras de la red podrida que olvidó guardar

Una vela sin encender

únicamente el fuego inquebrantable de su lámpara

sin dirección sobre la noche y abajo sus ojos

sus ojos danzando

confundiéndose

buscando en la luz perfecta

la postura inmóvil

el trance deseado

Gajos peces helechos moribundos de regreso

desaparecen ante su intensidad revivida en el camino

Sé del olor a cal cocida que ulcera su estómago y envilece

su sueño premeditado como todo lo que a menudo circula

con desasosiego alrededor de la plaza y está solo

sé que tu guitarra perdió su última cuerda ayer y no preguntaste

quién lo hizo

y transcurrieron días y riendo

nerviosamente recordaste el bello responso

que a lo largo de Etén pronunció el cura para que a nadie se le ocurriera

morir

Cactus piedrecitas de zinc y azogue rodearon tu casa de brujo

abandonado como un voluminoso libro de cuentos de hadas

opuesto a la realidad

desintegrándote

Y ahora vuelas hermoso y sucesivo como una lucha

Page 64: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

e

imágenes falsas confluyen palabras como oraciones sacrílegas

entonces sé que la muerte no existe

La muerte no existe

que tus botellas de florida mishas y san pedros en un atado

sólo esperan que inicies el rito como cada noche y como la noche

un nuevo argumento

subterráneamente veloz y me obligues a amar la tierra

sensible e inanimada faz

mírala me dijo

Oigo su respiración clavada en los maderos

El silencio más fuerte

todo el ron junto arracimado como el poder

en una botella sin etiqueta

La danza a la luna en los rasgos de la huaca se hace más clara

tu sombra de guerrero me hará volver a ver la sombra

verde que te perdió luego de días y

días en la clandestinidad en el monte

Podré volver a ocultar tus conversaciones en la hoguera

mi enfermedad al fondo

siempre al fondo como un secreto que tu destreza hunde

en la noche

(El viejo se reincorpora

largo y agónico silbido

luz muerta en la orilla Lluvia

virgen

sus palabras perforan el espacio

y dios lo sabe)

Page 65: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

Sol

pero aún este frío redondo y negro lentamente me sobrecoge

adormecida

lívida e impura la tarde se pega hasta saciar mi deseo

loco voy como otras

detrás de un color auscultando el pulso del amor como tu sexo

mezclado al mío en la oscuridad debe sentir el deseo

y sentir la oscuridad bajo una camisa mojada en mis manos

calientes en un parque o en la avenida solitaria D

Bloques sucios y empecinados en una esquina de tela

donde sorpresivamente el mundo comenzó a girar

neblina distancias rápidamente

maldecir su instinto en una playa u hoyo metálico

entonces la monotonía es terrible

Aves y pájaros con sus bellos torsos indomables

un Miró bajo luz tenue me tocan de perfil

siento el amor ahora como escarcha sanguínea verde

sobre toda la ciudad plasmada en un papel no argumentos

He tomado parte de las cosas absurdas que permanecen inmóviles

minutos exactos insondables rostros

deslizándose lejos de ti cada quien toma rumbos

calles vacías

laberintos inversamente a lo que deseamos

el verano fue azul

Azul

el verano visto desde un ómnibus el pequeño

ocultándose

perdiéndose en una gota de agua haciendo mares ácidos en mis ojos

hierba

Page 66: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo

El anuncio de trabajo pegado en todos los postes desde la ventana

de níquel desaparece

Me voy alejando cada vez más sin sentirlo

como la música cambian mis sensaciones

veleidosa estúpida nado y nada me hace temblar

Grumos de aceite congelados en el cielo

sin razón alguna bebo un café

enlodo píldoras y sueño a la diosa

y la diosa es una flecha que se posa sobre mi lámpara

y desaparece con la pureza de la luz con la exactitud

de un video clip

penetrándome El poema está

aún hierve metido en mis uñas

Persiste la soledad con sus movimientos perversos

un vidrio una lata roída donde claramente el sol

es un insecto inofensivo luminoso

abierto a la significancia

Page 67: Abajo Sobre El Cielo Roxana Crisologo