a ustedes les consta

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 NÚMERO 1 2015  PORQUE TODOS CONSTAMOS A USTEDES LES COSNTA

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Porque todos constamos. Es una revista digital con crónicas y relatos de diversos autores. México, D.F. Nace del taller de crónica "A ustedes les consta", llevado a cabo en diferentes espacios y colonias de la ciudad de México.

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  • NMERO 1 2015

    Porque Todos ConsTamos

    A ustedes les cosntA

  • NMERO 1 Marzo de 2015

    ConTenIdo

  • 2

  • 3PresenTaCIn

    La nuestra es una red de talleres que inicia. Se forma en organizaciones sociales, colonias y barrios y espacios estudiantiles y parte de un principio:

    La lengua escrita articula a la sociedad y a travs de ella el Estado ejerce el control para beneficio propio y del poder econmico. La apropiacin de las letras contri-buye a que los sectores mayoritarios salgan de las som-bras y creen una nueva utopa, subvirtiendo lo pblico y lo privado.

    Usamos la crnica y los gneros afines, como las me-morias, por ser los gneros literarios, periodsticos, his-tricos, en los que mejor podemos contarnos.

    Este primer nmero de nuestra revista virtual tiene de todo un poco: registros del dolor y la esperanza en torno a la desaparicin de los 43 normalistas rurales de Ayotzi-napa; testimonios a ras de tierra sobre uno de los peores monstruos en la historia de Mesoamrica, esa basta rea-lidad milenaria con la cual Mxico se rencuentra; his-toria de la vida ntima, cotidiana y de un movimiento estudiantil que defiende con xito una de las ms signifi-cativas instituciones del pueblo: el IPN.

    La red funciona virtual y presencialmente tiene o pre-para los siguientes talleres: el nuclear, con cincuenta y tres miembros venidos de muchos lados; de la Escuela Superior de Economa del IPN, y vecinos de las colonias Guerrero, San lvaro, en Azcapotzalco, y Escandn; del

  • 4Frente Autntico del Trabajo y la seccin novena de la CNTE; del CCH Sur

  • 5mI CoCIna noms no ha vuelTo a ser la mIsma

    Adriana Chvez

    No se en donde le que Monsivais platicaba cmo Julio Sherer lo haba regaado, le pidi una crni-ca y Monsivais sali con un relato: -Si te pido una crnica es para que cuentes lo que vez, lo que oyes, lo que pienses y sientas lo dejas para tus novelas, aqu necesito que cuentes lo que esta pasando.

    Me sale el Don con que quiere una crnica desde USA, desde ahorita advierto que va a salir una combinacin a lo Monsivais -, NO me atre-vo a compararme-. Pero desde lejos, desde atrs de los volcanes, llegan ms los sentires, ms las dolencias, que los hechos, Porque simple y senci-

  • 6llamente no esta uno ah. Punto. As es el exilio: cruel; se paga caro abandonar a nuestra tierra.

    No s bien en qu momento me cay el veinte en serio de lo que estaba pasando en Ayotzinapa. Ni siquiera estaba en los Estados Unidos, sino sen-tada esperando la llamada para abordar el avin a Madrid. Le en la tableta un artculo sobre los lujos y excesos de el nuevo avin presidencial mexica-no. Una nueva nota, chiquita, hablaba de un pleito entre narcos, y estudiantes en algn lugar de Gue-rrero.

    Los siguientes das viv perdida por entre los an-denes de Atocha, la estacin de trenes en Madrid. Llego el da de la hispanidad, el famoso desfile de los ejrcitos Espaoles frente al Borboncillo, y el puesto de su majestad quedaba justo debajo de nuestro balcn en el hotel y haciendo esquina con la embajada mexicana, Un trompetazo nos desper-t y me asom: la banda real ensayaba qu jodido que se siente, no eran ni las seis de la maana y el himno Espaol tocaba una y otra y otra vez. Prend un cigarro y de reojo, a mi izquierda, hacia la puer-ta de la embajada, bajo mi bandera tricolor vi cla-ramente cmo los trabajadores que se encargan de la limpieza removan lo que me pareci una bande-ra mexicana del piso, y carteles, flores y veladoras.

  • 7Fue un instante, pero estos ojos lo vieron. Prend la tele con tal de no ver al Rey y para no hacerles el cuento largo, en todos los canales de noticias, y me atengo a los tres idiomas que medio mastico, esta-ba como noticia de ultima hora la posible masacre de 43 estudiantes en Mxico a manos de el ejrcito. Se siente a mentada de madre.

    Mientras tanto en Mxico los 43 resultaron se-millas que estaban prendiendo, como las de los no me olvidesen primavera, que con pasarlas por en-cimita de la tierra, se encargan del resto.

    Regreso a casa, las noticias se venan como aguacero cerrado. El periodista mas respetado de la cadena Americana de CNN Anderson Cooper estaba transmitiendo sus dos noticieros al da des-de Ayotzinapa, la palabra que no se me ha quitado de la memoria y que este hombre uso mucho y con mucho sentimiento despus de entrevistar a los padres y a los familiares de los desaparecidos era MORBID, ese da , al destapar mi olla de frijo-les para calarlos despus de haberlos dejado toda la noche hirviendo bajito con su cabeza de ajo y su epazote fresco, que recogemos alrededor de los lagos de Boca Ratn me di cuenta que nunca se cocinaron , eran unas piedras, primera vez en la vida que a esta cocinera le pasa esto. Para cuan-

  • 8do el noticiero termino con la parte de Mxico y pasaron una nota de el desgraciado de el Primer ministro Israel los frijoles ya estaban en la basura y salan al rescate unas quesadillas, no con queso Oaxaca, no se, no lo encuentro por ningn lado, se me esta escondiendo, el exilio castiga a su manera, insisto, las quesadillas resultaron de mozzarella. O sea un chicle. Como toda la historia que se fue destapando de a poco atrs de las fosas que al prin-cipio eran de los 43, pero no eran, y si no eran los 43, entonces quines eran? As senta las noticias, como un chicle, que te lo metes a la boca, lo tienes que masticar pero no te lo puedes tragar.

    Aqu aparece un personaje que le dicen Mxico y es garrotero en el restaurante ms popular y ex-clusivo de comida Tailandesa de la ciudad, y junto con el Master Chef son los nicos mexicanos que trabajan ah. El chef lo bautizo as apenas vio col-gando del cuello de Mxico una mascara de plata del Jaguar Azteca, y desde entonces nadie lo llama por su nombre. Los gritos llamndolo suenan a las horas mas ocupadas del lugar, y sin querer, como pasa con las semillas que prenden en tierra, nun-ca falta la pregunta de algn gringo sobre lo que pasa en, nuestro pas. _Si es un lugar en donde se come tan rico y la gente es tan amable y se jue-

  • 9ga tan lindo al fut, porque esta pasando eso. (Me da gusto que la imagen para muchos de mexicanos sombrerudos se desvanece poco a poco; tenia que pasar, el internet hace milagros.)

    Por llamado del Chef en esos das se hizo un plan-tn en la embajada, y a falta de mexicanos y des-pus de conocer la historia, los veinte tailandeses y los dos japoneses que trabajan ah de meseros y garroteros se jalaron a Miami en apoyo, como uno solo, faltaba mas. El mexicano con pinta de lucha-dor, hijo de oaxaqueos y tatuado de la punta de los dedos de los pies hasta donde termina su robus-to cuello necesitaba brothers. No hay manera de decirle que no a un hombre de ese tamao y con un cuchillo cebollero empuado constantemente con los ojos y la sonrisa mas socarrones de el mundo. Nadie sabe, pero Mxico cuenta que empaca canti-dades industriales de comida de la que queda al fi-nal de el da y la reparte por zonas en donde hay ile-gales, sea la raza que sea. Los dueos se hacen que la virgen les habla y hasta ordenan cocer muchos, muchos huevos que deben ir cuidadosamente colo-cados en medio de una Montana de arroz en cada paquete. Somos mas los buenos. Lo compruebo a cada historia que sale de la boca de el Mxico. l me llevo al plantn. Cuando llegamos a la

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    embajada no pude contar a mas de una treintena de personas y conforme el sol se fue poniendo y se hizo obscuro y el mar se volvi un charco de tinta un chingo, pero un chingo de cuerpos sin ros-tro, encapuchados, aparecieron por todos lados con veladoras, pancartas, banderas. Los polis estaban mosqueados, nosotros sabamos en el corazn que eran paisanos ilegales, y tambin nos mosqueamos, pues justo en esos das estaba ardiendo Fergusson por la crueldad de la polica hacia las minoras a diferencia de muchas marchas en todo el mundo o en otros estados, aqu se hizo un acuerdo tcito y silencioso de no tomar fotos, de permanecer en silencio y en orden; todos guardamos los celulares por miedo a la puta migra. Pude platicar con un muchacho que se dedica a la construccin, lleva 14 anos sin regresar a su pueblo, Las Cruces, en Gue-rrero, estaba muy triste; hablo muy poco.

    No he podido volver a cocinar comida mexica-na desde entonces. No encuentro los ingredientes porque lo que esta perdido es mi corazn. Debe-ra haber un supermercado mexicano que se llame Mxico se va a paro nacional. Ah, ah, me cae de madres, vuelvo a surtir mi cocina, que por ahora esta muerta de tristeza.

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    El da que ese supermercado aparezca me voy a aventar un mancha manteles rigurosamente dirigi-do por Juana de Asbaje, con todo y el conejo y las ciruelas y el chile guajillo, el olor va a llenar mi casa, tal vez ese olor traiga al Mxico a compartir la mesa con nosotros. BuenavIsTa

    Nadia Godoy

    El estridente ringtone del telfono me saca abruptamente del profundo sueo, adormilados buscamos el pequeo aparato en la mesa de noche, sobre el colchn, bajo la almohada. Al fin localizo mi pequeo smartphone y leo la pantalla: Karla, anuncian las letras luminosas y justo abajo se lee 3:38 a.m. Mi marido me ve contestar, la extraeza y la preocupacin claramente visibles en su rostro.

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    -Alo? -Digo, presintiendo ya la voz harto cono-cida de quien todo el mundo en la colonia llama con otro nombre. Se sabe que somos hermanas, carnalas; que si yo voy, ella va a mi espalda y vi-ceversa, aunque hace muchos, muchos aos que no se nos ve juntas. La gente en el barrio no olvida esas fraternidades, lneas invisibles que ordenan la vida y que te pueden meter en problemas si no las conoces al dedillo.

    -Estabas durmiendo? - No es la voz de Karla, la somnolencia da paso inmediatamente a la alar-ma y la sospecha, en mi mente, clara ya Qu hizo ahora? Conozco la voz que me habla, yo la lleve a la Buenavista hace unos seis aos, cuando el PRD form el Corredor Sexual en la calle de Colosio. Carmen (su nombre de trabajo), trabajaba entonces en el Jardn de San Fernando. Madura, generosa de carnes y muy guapa, cuando la clientela escase se convirti en la alera, sidekick, asistente y confiden-te de Karla. -Puedes salir? Estamos abajo.

    Tras un seco -Voy- salgo de la cama y busco la ropa que me quite antes de acostarme y me visto lo ms rpido posible, sin soltar el telfono.

    -Vas a salir?- Pregunta mi esposo, ansioso. Voy a bajar, estn afuera. Recorro el tramo de escaleras que me separa de

    la calle y al atravesar la puerta, el taxi de siempre.

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    El Negro, su taxista de confianza, esta plido, callado por primera vez desde que lo conozco; ni chistes, ni bromas acerca de la hermana estudia-da, alzada y mamona, nada. Karla llora histrica en brazos de Carmen. Subo al asiento del copiloto con esos fantasmas llorosos, sin color y sin habla.

    Por cercana y sobre todo porque era el nico que no estaba lloriqueando, interrogu al Negro, sin resultados, slo un movimiento de cabeza ne-gativa o de pesadumbre?

    El Corredor Sexual

    En diciembre del 2009, la administracin de la De-legacin Cuauhtmoc, a cargo del perredista Agus-tn Torres, estaba lista para echar a andar el Corre-dor Sexual en la calle de Luis Donaldo Colosio, a un costado de la sede nacional del PRI. Aunque mucho se dijo acerca de la mala leche de los perre-distas, al llevar putas a rodear la sede del PRI, no hubo tal cosa. Las sexoservidoras de Revolucin han trabajado desde hace dcadas en las calles ale-daas a la sede nacional del PRI y la delegacin Cuauhtmoc.

    Los funcionarios de la delegacin se acercaron de forma distinta a las chavas, acostumbradas al oscuro judicial que les ofrece proteccin o a los abusivos operativos, que cargan con todas y las

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    arrastran desde debajo de los coches para subirlas al camin. Estos funcionarios eran distintos, no pedan dinero y se dirigan a las chicas con respeto y decoro. De todas formas, por ms agradables que fueran estos funcionarios, el rechazo al corredor fue total en un principio.

    Fueron necesarias innumerables reuniones, pla-ticas, charlas, talleres y hasta desayunos, en los cules se les explic las ventajas de la reubicacin, la necesidad de atender las quejas de los vecinos (siempre hay muchas quejas) y que la delegacin propona una medida intermedia, al par de la re-ubicacin, los operativos quedaran cancelados y podran trabajar libres de la extorsin policial y le-nocinio.

    Cabe aclarar que la gran mayora de las trabaja-doras sexuales de la zona de Revolucin, son inde-pendientes, es decir que vienen y trabajan por su cuenta, sin pagar una renta por el sitio/punto que utilizan. Sin embargo hay cinco puntos e igual n-mero de lenones, que son de paga, tres de estos sitios pertenecen a hombres, uno es una asocia-cin de putas viejas y el otro es de Karla, la infa-me Negra.

    Por parte del estado los funcionarios Sanzn y Atahualpa eran los organizadores del proyecto y su servidora les sirvi de enlace, yo haba trabajado

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    con las mujeres de la zona por algn tiempo, sobre todo con la comunidad transgnero, que sufre de severos abusos por parte de la autoridad y proble-mas de salud, impulsando el ahorro y la asistencia a la Clnica Especializada Condesa.

    La Negra

    Cuando yo la conoc, acababa de llegar a puta. Fardera era entonces su profesin electa, es decir que sacaban fardos de ropa de los almacenes para revenderlos en Tepito y La Lagunilla, fue por este oficio que pis por primera vez Santa Marta por una breve temporada. Este revs la hizo buscar una ocupacin ms relax, y se meti a puta en la zona de Revolucin, donde no hay mafias organizadas que impidan que cualquiera se pare y reclame un punto.

    La corrimos varias veces, dice la Gera, una de las ms antiguas, La Yola le quiso pegar, pero ya ves como es, no se dej. Le pego bien feo y se quedo con esa esquina

    Cuando yo ca a la zona con mis folletitos de la clnica, paquetes de condones y becas para estudiar por parte de la delegacin, la recepcin por parte de la Negra, no fue la mejor. Corra entonces el ao 2006 y mi nia tena ao y medio, la segunda hija de Karla tena 2 aos y estaba muy enferma de

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    un rin, dilisis y todo lo que a esto acompaa. Yo, era una amenaza desconocida y la Negra me detestaba, pero en aquel entonces eso no era ries-goso.

    Por azares del destino, una tarde en la que yo me encontraba platicando con algunas de las sexo-servidoras ms antiguas, acerca de cooperativas y cajas de ahorro, llegaron seis patrullas a detener a la Negra, que parada, muy erguida en su punto, trabajaba como siempre. Para sorpresa de todos y todas, fue mi nombre el que grit cuando la suban al coche, al acercarme me di un papel con un tel-fono y me dijo, se llama Daniela. Y all se fue a su segunda ronda en Santa Marta. Le dieron 6 aos por lenocinio pero slo estuvo seis meses.

    Daniela es su hija, y vivi conmigo el tiempo que Karla estuvo presa.

    Por esa deuda que ella considera tener conmigo, somos hermanas. Por esa deuda que la hoy temida Negra tiene conmigo, slo por eso estoy viva. Y sin embargo, fue tambin ese vnculo de lealtad inquebrantable, el que puso de cabeza mi vida y le puso un precio a mi cabeza tantos aos despus. As es la calle diran aqu en la Buenavista.

    Las Pendejas

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    Las pendejas son las otras. Las jovencitas, que paradas en fila y enfundadas en coloridos mallo-nes y altsimos tacones, vende sus cuerpos en la zona. Chiquillas muy maquilladas y de cuerpos delgadsimos, muy quietas, pues no tienen permiso de hablar entre ellas o con nadie ms, slo hablan para negociar las condiciones del servicio, solo al cliente cuando hay clientes, si no, miran a la dis-tancia o textean por su celular.

    Son pendejas porque se dejan rentear, porque pa-gan alquiler de piso en los puntos administrados y protegidos por lenones, son las menos, sin em-bargo las independientes sienten que trabajan ms y las ven con recelo, envidia y a veces con pena. La mayora tiene padrote dicen. Es el padrote o novio el que trata con el lenn el costo del da, va desde los 20 pesos en la cooperativa hasta 300 por da con la Negra.

    Las nias de la Negra son las ms bonitas y las ms envidiadas. Ese punto trae suerte dicen las viejas y no falta quien quiera llegar a plantarse ah, en la esquina de Violeta y Buenavista (Coloso y Jess Garca), pero las ms saben que Karla no deja parar a nadie que no le pague.

    Yo, este nuevo y socorrido punto lo conoc en octubre del 2014 cuando volv a Mxico. No tena yo tres das de estar de vuelta en la Colonia cuando

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    lleg Karla a J. Meneses buscndome. Las noti-cias vuelan aqu. Fuimos a Garibaldi esa noche, a que me mostrara cuanto dinero y poder tena ahora, yo que s s de donde viene. Me cont muchas mentiras, como siempre y yo adivine muchas ver-dades o medias verdades. Bebimos y bailamos, nos despedimos ya amaneciendo y no la volv a ver en meses. V a sus nias, s, ir y venir o estar paradas, quietas como estatuas vacas.

    La nias de la Negra les dicen y son intocables porque la Negra esta loca. Se dice en la calle que les pega, que no las deja salir, que pobrecitas. Yo s que eso no es cierto, Karla es demasiado vaga para tomarse su papel de madrota en serio, yo s que su papel se limita a cobrar cada noche sus 300 por cabeza y a correr a las que quieren plantarse sin pagar. Fuera de eso, a las nias las controlan sus respectivos novios, viven en Arista, Aldama o Enrique Gonzlez, en las casas verdes de renta se-manal. Viajan cuando quieren a Puebla a ver a sus hijos. Van al cine en grandes suburban que com-pran para su hombre.De regreso a la noche

    Atropelladamente empieza el relato a fluir, inconexo y repleto de maldiciones, me cuesta unos minutos entender lo que me estn diciendo, Carmen

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    y Karla se interrumpen la una a la otra, se mandan a callar y ambas lloran. Mataron a alguien, eso me queda claro. A quin? Por qu? Cundo? Cmo?

    -Qu chingados pas?A continuacin hago una lnea de tiempo basn-

    dome en los testimonios recogidos esa noche de Carmen, Karla y el Negro y posteriormente de Ele-na, una chica que los acompaaba esa noche y que se confes conmigo al da siguiente.

    Jueves

    16:00 Karla llama a Elena para que se rena con ella en el As de Copas (Bar), Elena deja su punto en Mina y camina las pocas calles que la separan del lugar.18:00 Karla, Elena y el Negro recogen a Carmen en el metro Guerrero y regresan a As de Copas donde siguen bebiendo.

    20:00 Todos juntos van al centro (cercanas del metro Allende) y rentan una limosina hummer co-lor negro y se encaminan a la Buenavista.

    21:00 Recogen a lagunas de las chicas indepen-dientes, Valeria, Darin y Keyla, chicas de Nico, no cobra piso, mueve la piedra en la zona, al igual que su familia se dedican al narcomenudeo y ase-

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    guran tener vnculos con La Familia, no son de la zona aunque ahora viven en una vecindad en la Guerrero, vienen de la Doctores.

    23:00 regresan al punto de Violeta a cobrar la renta y dejar a las independientes que quieren se-guir trabajando. Se dirigen a Garibaldi a beber y bailar.

    Viernes

    01:30 Karla recebe una llamada de la Kiko, su lugarteniente en el punto. Le avisan que hay un grupo de chicas con un sujeto que dice conocerla y que se van a plantar ah.

    02:00 Regresan al punto de Violeta en el taxi del Negro, Carmen, Karla y Elena. El sujeto apodado El Peln o Calavera ya no esta, y le dicen a Karla que una de las chicas esta en el hotel.

    02:00 En el Hotel Ibero, justo frente al MP de la Delegacin Cuauhtmoc, Karla encuentra a la chica, la saca del hotel y la mete al taxi para dar una vuelta.

    Ya en el taxi del Negro, Elena que va en el asien-to del copiloto, enfrentada a la escena trasera, una chica muy joven y muy asustada en medio de Karla y Carmen. El escenario es rutinario y fcil de ima-ginar para m, Karla es un personaje, que utiliza

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    la intimidacin para darse aires de dura y des-quiciada, mucho ruido y pocas nueces. Un par de bofetadas, jalones de grea, algunas amenazas y dejar a la chiquilla botada, temblando y llorosa en donde pueda tomar un taxi.

    Algo sali mal. La chiquilla amenaz a Karla, le grito y trato de responder a sus golpes. Algo sali terriblemente mal en la rutina, y el cuchillo de cocina (porque no llevaba ms arma) con que estaba amenazando, se clav en el costillar de la chiquilla. Una, dos, tres veces fue a dar el cuchillo en el cuerpo de la joven. -Nunca se me va a borrar la carita de la nia- me dijo Elena al da siguiente.

    -Yo no la toque- prosigue- pero ayude a tu her-mana a quitarle los papeles y a tirarla en la zanja.-

    Mi hermana.* * * * *

    La rapidez de los eventos evit que me viera en la disyuntiva de Qu hacer? Al da siguiente apare-ci en la Colonia el dueo de la chica, un famoso padrote que ya haba visto yo en otras zonas, tiene varias nias en la Merced y buscaba su mercanca. Yo s que se llama Edgar y tiene un hermano en el reclusorio norte, Erick. Son salvajes y brutos, han

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    sido siempre, pero ahora cuentan con el respaldo de una organizacin criminal grande.

    La Familia entr a la Buenavista poco antes de que yo me fuera en el 2010. Entr a copar los pun-tos de narco menudeo que proliferan en la zona y en vez de pelearse la plaza con los narco menudis-tas existentes, los reclut y les ofreci proteccin y apoyo. Repartieron motonetas a los jvenes para llevar piedra a los hoteles y garitos, les dio armas de fuego y los puso a trabajar. Prspero negocio ha sido para muchas familias de la zona, que antes se sostenan de la prostitucin o el raterismo normal y llano.

    Erick y Edgar eran ya conocidos en la plaza, el narco no fue nunca lo suyo, a los hermanos cala-vera les gustan las putas. Fue por una acusacin de trata que ambos geros fueron a dar al Norte y de ah sali Edgar con contactos y un proyecto de renovacin del oficio ms antiguo del Mundo. La terrible noche, haba sido slo una avanzada y los sucesos haban precipitado la toma de la Colo-nia. La Buenavista haba dejado de ser una zona de tolerancia y el lugar de trabajo de las prostitutas independientes, ya no van a haber putas viejas, gordas y feas dijo.

  • 23

    Recorri las pequeas calles que rodean la Sede Nacional del PRI, Orozco y Berra, Zaragoza, Vio-leta y Mina, avisndoles a las trabajadoras sexua-les que encontraba, de las nuevas disposiciones. -De ahora en adelante slo mis nias van a trabajar aqu- Anunciaba a las prostitutas ms antiguas y a las jvenes y/o bonitas -El costo de piso es de 80 pesos por servicio, ms una convivencia de 400 pesos para entrar a trabajar conmigo-.

    En la esquina de Mina y Buenavista se encon-tr con Elena y la Tyson, dos de las bravas y de las antaas. A ellas les dij que la Negra ya no pintaba, que haba matado una morra y que estaba escondida, que se movieran porque ya no se podan parar ah.

    Eso fu el viernes por la tarde, para el lunes ya se haba organizado un grupo de 13 sexo servido-ras, IFE en mano iban a poner una denuncia a la delegacin. Llegaron al rea de participacin ciu-dadana seccin Mujer de la delegacin, las escu-charon muy atentamente las seoras que atendan el mdulo y les dijeron, igual muy atentamente que no las podan ayudar. Se dirigieron al MP, en el escritorio les dijeron que no podan hacer nada si no tenan la direccin del acusado. Pidieron hablar con los detectives y las pasaron al rea judicial, ah

  • 24

    los detectives les dijeron lo mismo, que no podan hacer nada, que mejor fueran al Bunker.

    El heterogneo grupo se dirigi entonces a mi casa, con una singular peticin -Nos pones la de-nuncia manita?- Ya les explique que yo no poda poner la denuncia, que no tengo papeles, que las poda acompaar, pero que tenan que ser ellas quienes pusieran la denuncia en el Bunker, en la fiscala central de investigacin contra el delito de trata de personas. Les daba muchsimo miedo ir al bunker, pero all fuimos.

    Los seores de la Fiscala tambin muy amables y atentos, varios abogados tomaron las declaracio-nes de todas las mujeres, unas muy concisas y otras que tardaron varias horas. En algn momento al-guien dijo -Es que Nadia no puede decir nada, por-que es su hermana-, creo que fue Mara. Luego de las declaraciones, las entrevistas personales con los detectives, a m slo me preguntaron acerca de Karla, y no, no dije nada, cosa que ellos saban de antemano. No soy borrega y sin embargo ah es-taba, acompaando a un grupo de mujeres a po-ner una denuncia. Se acord que la denuncia la pondran dos de las chavas y lo dems se agrega-ra como denunciantes adherentes. Mi testimonio qued afuera por falta de un documento oficial de

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    identificacin, y tambin porque no era mucho lo que yo poda decir. Fue puro apoyo moral.

    * * * * *La primer llamada fue de Carmen, el 29 de abril

    alrededor de las 6 de la tarde. Rpida y en tono urgente, bsicamente me dijo que me moviera, que Nico haba hablado con la Negra para avisarle que me iban a picar, que la Negra haba insistido en hablar con Edgar para ver si paraba el pedo pero que, segn Carmen, Karla me haba vendido.

    La segunda llamada fue a eso de las 9 de la no-che, era Karla. Quera concertar una reunin con-migo y Nico para el da siguiente, estaba con Nico y queran hablar conmigo en buen plan, dijo. Quedamos de vernos a las 4, ella pasaba por m.

    A las 11 de la noche lleg un mensaje del celular de Karla. Vete, muvete, no puedo hacer nada.

    Y la maana del 30 de abril, me llam el judi-cial que haba hablado conmigo en el bunker para corroborar algunos datos. -Dnde la puedo ver?-

  • 26

    Selene Chavez (Luna)

    El sol reverbera y en el molino-tienda de mi pueblo hay dos hombres sentados llamando a un tercero a tomarse una cheve porque hace calor, porque en el pueblo as pasan las tardes: cerveza en mano mirando al tiempo impvido deambular impercep-tible por las calles de concreto hasta llegar a quin sabe qu direccin, all, lejos, donde toma ritmo artificial, donde se mueve.

    El tercer hombre llega con dificultad, apoyado en la seora que hace tortillas a lado de la mesa, alre-dedor de la que estn sentados los dos primeros. El tercero es un hombre de edad avanzada que apenas puede caminar sobre ese par de huaraches gastados que calza. Lo hacen sentar tambin a la mesa, pero l, con la rebelda que le ha ganado a los aos, se levanta, se quita el sombrero y comienza a entonar una cancin, un corrido que nace desde su primera voz.

    Desde el otro extremo de la estancia yo, de pie junto al molino esperando que la mquina convier-ta el nixtamal recin hecho en masa que alimenta, les observo y pienso que tres generaciones estn sentadas bebiendo lo mismo en el mismo pueblo en el que el tiempo se ha detenido, bajo el mismo sol que colorea la carne de cada uno, y me rego-

  • 27

    cijo pretendiendo que el hombre que apenas tiene un ao ms que yo y el otro que debe tener casi cuarenta, llamaban al viejo, como llamando un eco antiguo y sabio.

    El eco vuelto hombre, de pie, parece que mira a los que se hallan sentados, no se sabe, dicen que hace aos perdi la cabeza. En su garganta, la Revolucin Mexicana en notas graves se gesta, Zapata, Meja, Carranza, Madero y el plan de Aya-la viven de nuevo y la tierra vuelve a ser de quien la trabaja.

    Cuando el molino detiene su labor y estoy a pun-to de pagar el servicio, una voz canto que suena a consigna me habita de golpe la piel: la ltima parte del corrido es un grito que dice Emiliano no est muerto!. Reconozco entonces al viejo, el mejor amigo de mi abuelo -muerto- los dos son un eco y, junto a esa Revolucin, se han detenido con el tiempo.

  • 28

    # el FraCaso del JashTaG (o una TraICIn al PueBlo) Y el nueBo suPer PunK

    Daniel Jimnez

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    (Nota aclaratoria: Esto no es 1 crnica ni 1 poe-ma ni 1 cuento ni 1 romance...ni unverso es ms bien un recorrido breve por las calles de Neza, y no es lo antes dicho, porque quienes le pusieron nombre y categoras a la literatura, en mi punto de vista ((no verdadero sino simplemente mio)), fue-ron lo que, quiz, algn da dijeron: t eres pobre o negro o puto o musulmn o como chingado padre se les ocurra)

    Sucede que de 1 tiempo para ac, nadie puede concebir su vida fuera de las gev y redes sociales ms particularmente, los estudiantes, por ejemplo, en la movilizacin previa al circo electorero del 2012, le atribuyeron a los medios electrnicos un carcter netamente mesinico, neta neta de a devis, crean que toda la banda tena acceso a esas ondas y la mayora de sus campaas de agitacin y difu-sin eran dirigidas a cibernautas. Claro est, que ellos queran informar al pueblo trabajador para que saliera de la profunda alienacin a la que es sometida por bla bla bla blabla.

    Pues, los mas doctos y sensuales hijos e hijas de la academia, han ceido la informacin crtica a las redes sociales, pienso yo (hacindola de inocente y pendejo a la vez, pura irona) que no es una tc-tica para desmovilizar y atomizar las protestas en

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    ciernes o la indignacin social, sino simple falta de contacto con el mundo real, con la pobreza, con el pueblo, porque neta, en la UNAM, en la UAM, muy difcilmente se topa al pueblo pueblo.

    Resulta pues, que en las agitadas y banqueteado-ras calles de neza, la banda ha decidido rebelarse contra el sistema, y si piensa uste, amable y pers-picaz lector que, los medios independientes son la mxima rebelda en la era de la informacin, sien-to decirle que est muy equivocado, pues la banda creativa, antisistmica y sobretodo que se busca la vida con sus propios medios, ha decidido echar a andar 1 interesante campaa de informacin, que si bien es cierto no tendr los alcances de una p-gina gev o de un facebook, si llega a quienes el anunciante espera que llegue.

    As es como el Nuebo Super Punk, dolo del de-porte del pueblo, s, el deporte del pueblo, la lucha libre, no me vengan con que el ftbol es el deporte del pueblo, ser el deporte de las masas, pero no del pueblo trabajador y de abajo, ya que en cualquier estadio de ftbol hoy, la chela y una botana rebasa los 150 pesos y las entradas andan por el mismo quite, en la lucha libre, en las arenas, las catedrales del pueblo pues, con 150 varos, armas lo que viene siendo 1 chela, tu entrada, y te alcanza pa llevarte

  • 31

    la mscara o suvenir del dolo clsico o de los ms nuevos gladiadores del pancracio.

    Y pa no desviarme ms, el Nuevo Super Punk, hace las veces de rebelde y de hroe (combinacin siempre chingona cuando de 1 o de otro se parla) ya que ha elegido, como medio de informacin, agitacin y difusin de su trabajo, los postes de luz de las banqueteras calles de nezayork, ah en esos falos de concreto que sirven de seccin amarilla o de google arcaico, donde igual se anuncia la banda que destapa caos, como carpas inflables, as como todo tipo de servicio, desde sexuales hasta repara-ciones de todo tipo de electrodomstico, ah, en esa ventana material y por ende real, el Nuebo Super Punk ha decidido que esa sea sede del ms atrevido marketing, desafiando a todos los pinches publicis-tas salidos de grandes universidades de paga.

    El Nuevo Super Punk, ha pegado clebres car-teles en estos altares de concreto, carteles en don-de manda saludos a todos sus seguidores, una foto central con la pose de cualquier campen interna-cional, que as de huevos, ni el mismsimo Santo en sus moles hara, faltas de ortografa que muestran la originalidad del encapuchado, de igual forma enva saludos a los rayos tapatos, cmplices nezat-leos de los encordados, y tambin, hace mencin

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    de su amistad con Alex Lora, el popular rockero venido a menos, es as, que el Nuebo Super Punk, toma por asalto las calles y rompe los cercos me-diticos que ni los grandes mercadlogos, polit-logos y comuniclogos han logrado romper para acercarse as al pueblo trabajador, el Nuebo Super Punk, es una leccin rebelde, de cmo las paredes, los postes de luz y dems medios que hoy parecen ser condenados al desuso y olvido, recobran vida, todo esto, derivado de las difciles posiciones eco-nmicas de una ciudad como Neza, en donde con los salarios muy mnimos mnimos, est cabrn hacerse de una chompu y ms difcil an, contar con conexin a internet.

    El Super Punk, conocido en las calles y por la gente pobre, es tema de conversacin en alcanta-rillas, pulkatas, charlas banqueteras del barrio, e igual se escuchan porras para l en las ltimas bu-tacas de las iglesias y es el dolo de varias mujeres que no saben de supermanes u hombres murcila-gos, pero si de encapuchados que tienen como arma letal 1 martinete o 1 hurracarrana y no 1 reloj laser o sper poderes mutantes, Nuebo Super Punk, es pues, 1 hroe en constate relacin con el pueblo, el Nuebo Super Punk, no ser hoy por hoy conocido en las grandes arenas, pero el da que lo sea, aun-

  • 33

    que pierda la mscara y la cabellera, podr decir dignamente que derroc a los medios que perma-necen al servicio de la clase dominante, al salir de las cenizas del olvido de un triste poste de luz, en donde su nombre estaba escrito en fotocopias, jun-to al telfono de los ms expertos destapadores de anos, digo, de caos del rumbo y no necesit jams del apoyo de 1 televisora para ser legitimado como 1 poderoso paladn de los ms pobres de 1 ciudad sitiada por la muerte.43

    Cecilia Rejn Baz

    Qu sentiras, Cecilia, si cuando vas llegando a casa escuchas a los muchachos del barrio hablar a

  • 34

    gritos? Cmo te duele que los gritos sean por los 43? Cmo explicarle al mundo que esos gritos no son lo que esperabas? Qu le dirs a tus herma-nos, a tu madre, a tus prospectos de sobrinos? A tu perro?...

    Son gritos a voz de cuello, son gritos de chicos que se divierten, que toman alcohol, que posible-mente utilicen drogas. Son gritos de animadver-sin, de coraje, desde dentro: Qu, pltano, te va-mos a quemar como a los estudiantes! Jajajaja se escucha que ren, felices con la ocurrencia.

    Quisiera regresar y decirles, con toda paciencia que qu se yo, decirles amablemente que vayan de puntitas a chingar a su madre. No lo hago por prudencia, porque vivo sola y convivo con tales personajes desde hace un tiempo ya, los escucho beber, gritar, sus voces forman parte del cotidiano de esta unidad, son eso, tan slo muchachos.

    S, son muchachos, posiblemente de la misma edad que nuestros 43. Pero son muy distintos, no van a la escuela y si trabajan lo hacen para pagar sus vicios, no s cmo se llaman, desconozco a qu escuela fueron, no entiendo de verdad, no los entiendo. Son los mismos que hacen llorar a mis perros cuando truenan cuetes, son los mismos de cada 28, los de San Juditas, los de fin de ao, los

  • 35

    mismos, igual de desheredados que yo y que mu-chos.

    Al igual que hace veinte aos me gustara decir-les lo mismo, aquello de aqu estamos, no nos ren-dimos etctera. Pero ni ellos saben quin soy ni yo tengo la misma prestancia de nimo que aquella nia de 20.No lo digo pero lo pienso una y otra vez: Qu maldita rabia! Qu impotencia siento! Me gustara estar all y no aqu. Me encantara co-nocer, abrazar, intentar consolar a los padres, me gustaran tantas cosas.

    Pero aqu sigo: consternada, rabiosa pensan-do en que tal vez me anime a organizar una con-ferencia en el trabajo, una pequea reunin para concientizarnos, para escucharnos y quizs llegar a algn acuerdo. Es poco pero se puede hacer. En mi chamba se puede porque somos muchos que nos sentimos prcticamente igual eso ms la incerti-dumbre de lo que puede pasar con nuestro trabajo, con nuestra fuente de ingresos, con nuestras vidas.

    S, me digo, eso vamos a hacer, pero volviendo al punto, lanzo la pregunta: Qu se puede hacer con los muchachos de mi unidad? Cmo hacerle si no escuchan, si ven televisa, si le van al Amrica, si son testarudos y malvivientes? Qu les decimos o cmo hacemos?

  • 36

    Y repito: Qu sentiras, Cecilia, si cuando vas llegando a casa escuchas a los muchachos del ba-rrio hablar a gritos? Cmo te duele que los gritos sean por los 43? Cmo explicarle al mundo que esos gritos no son lo que esperabas? Qu le dirs a tus hermanos, a tu madre, a tus prospectos de so-brinos? A tu perro?

    Desde Iztapalapa con cario.

    una somBraElsa Vsquez

    Qu contar. Supongo que la crnica de cmo me volv una sombra. No s bien si alguna vez caminando por la banqueta, en ese pinche rayo de sol que hace que te ardan los ojos y resalten tus defectos f-sicos bajaste la mirada y notaste que tu som-

    bra se esconda bajo la de los rboles. No? Bueno, creo que slo hay rareza en los libros de Lorena De noche me escondo bajo las cobijas, mi mejor

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    amigo es el libro en turno y mi novio es el prota-gonista, lo dejo al terminar de leerlo. Lo s, soy una puta sin sombra, sin rostro. Lo comprob el da que al ir caminando en la banqueta, bajo ese pinche rayo de sol que te lstima los ojos y pone en evidencia tus defectos fsicos, baj el rostro y not que mi sombra hua, se iba a esconder bajo la de los rboles; ni ella me aguanta. Ese mismo da cumpla 21 aos y como es la vieja costumbre muchos de mis amigos lo olvidaron, hasta los li-bros... En fin, decid regalarme un libro. Me siento mejor, ms cmoda, entre vampiros, monstruos y animales. Me regal la triloga de chupasangres de Lorena Amkie. Soy muy ruda si a vampiros se re-fiere, as que senta que la novela era muy rosa has-ta que comenc a relacionarla conmigo. De seguro te preguntas por qu? No s si me creas pero igual te lo contar o mejor an te preguntare: alguna vez te sentiste basura, que tu vida no tena timn ni rumbo, que no le importas ni al perro de la esqui-na al que le das un pedazo de torta cuando pasas en la maana? Lo has sentido?, no? Lstima, es un dolor que deberamos de experimentar (y no, no soy depresiva, slo tengo desorden emocional y an no me medican). Si en tu vida no te has sen-tido alguien inexistente no vives bien la vida... En

  • 38

    fin, creo que me estoy desviando. Me sent muy identificada con Maya (el personaje de Lorena) y me obsesion con sus libros (in desorden ms) no poda dejar de leerlo y cuando pude fue porque las letras se terminaron, pero lo que pas despus fue fantsticamente lo que necesitaba, tuve el contacto ms real de mi vida, conoc a la mujer ms entera, sensible y con la verdad de muchos escrita (porque aunque nadie lo acepte todos somos depresivos). Sabes qu fue lo nico que sali de m? Lgri-mas!, si! Llor, lo que tampoco es extrao en mi. y en medio de esas lgrimas pude decir gracias por hacernos reales. Ella tambin llor, tomo mi mano y lo que es ms importante dej que lo hicie-ra y en ese momemto me volv real, tan real que ya no quemo lo que escribo.

    2 de oCTuBre no se olvIda (seCuenCIa de TuITs)

    Veg

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    2 de octubre de 2013 a la(s) 23:14Veg @Vegdelanoche

    Hace 45 aos a esta hora en Tlatelolco... Como contarles que lo que se oan eran rfagas largas, largas muy largas...durante muchas horas...

    Yo viva en el edificio Ignacio Comonfort, 2a sec-cin, unidad habitacional Tlatelolco.

    Yo tena 14 aos (ruco como estoy soy de los cha-

    vos ms chavos del 68) y estudiaba en la Prevo Dos del Instituto Politcnico Nacional

    A m me detuvieron el sbado 31 de agosto afuera

    de la Voca 7, a un costado de la plaza... Al da sigiuiente GDO tendi su mano...

    A la mano tendida, la prueba de parafina. No se escucharon balazos aislados, de buenas a

    primeras se escuch una larga, nutrida, increble rfaga. Espantosamente alevosa...

    Yo estaba jugando pin-pon en el club 5 de Mayo

    de la 2a seccin de la unidad habitacional Tlate-lolco.

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    No fui a la plaza, porque cuando nos dejaron ir, tras

    8 horas con los ojos vendados, nos dijeron que si seguamos, iban sobre la familia.

    Desde el 7 piso de repente veamos grupos de

    chavo que haban salido de la plaza. Uno grit: Viva la democracia! Venan del infierno...

    Los chavos que huan por la 2a seccin de la uni-

    dad habitcional Tlatelolco eran pocos y pasaban muy de tiempo en tiempo.

    La plaza era un ratonera. Mi prima Norma viva en la 1a seccin de la uni-

    dad habitacional Tlatelolco.Se fue a la mera hora de las rfagas.

    Norma regreso a su casa con un mueco como

    beb. Sonaban las rfagas. No haba nadie ms caminando. Nunca he visto mujer ms sola.

    Hacia las 11, tal vez las 10 de la noche lleg mi

    pap. Un muchacho como de 17 aos se subi al camin y nos dijo lo que estaba pasando.

  • 41

    Aunque la plaza est lejos, no se asomen a las

    ventanas,nos deca mam. Quien antes de que terminara la 1a rfaga fue por nosotros al club

    Yo estaba en el vestidor de la alberca cuando se

    oy la primera descarga inmisericorde. Tres, cuatro minutos despus de iniciada la ma-

    sacre, un grupo de cinco seis chavos saltaron la barda con gran alambrada del club.

    Despus de mucho tiempo y muchas rfagas, co-

    menzaron a escucharse tiros aislados y de re-pente una rfaga corta.

    No dejaron de escucharse tiros durante toda la no-

    che... Mi pap tena fama de duro, dice mi mam que

    en la madrugada se dio cuenta de que lloraba en silencio.

    Estaba en el vestidor o jugando pin-pon? Vi a los

    chavos saltarse la barda desde el vestidor, luego fui hacia las mesas de pin-pon....

  • 42

    Cuando llegu a donde las mesas, vi a mi mam

    correr del edificio al club. Me dirig hacia la salida.Estara algn hermano mo en el club?

    Por si llegaban chavos a ocultarse mi mam y yo

    abrimos el departamento de enfrente que an es-taba desocupado.Eran los aos dorados de Tlate

    Puf... Tengo los ojos enrojecidos y otra vez 14

    aos. Al mismo tiempo, estoy muy contento por la marcha de hoy. (Salvo por la provocacin.)

    LuisMFaras atac al rector.En el edif PoncianoA-

    rriaga haba una oficina del pri. De la voca 7 los chavos llegaron a romperle los vidrios...

    Rompieron los vidrios y prendieron una pira en Nonoalco. Prepararon molotovs y esperaron a los granaderos. Aflojaron el asedio a Voca 7...

    Cuando llegaron los azules los chavos no les per-

    mitieron cruzar Nonoalco. A pura molotov los contuvieron. Hasta que, como al Gral Anaya...

  • 43

    Se les acabaron las molotovs a los chavos. Las l-timas las guardaron para atacar recio. Hasta la pared echaron a los azules... Y a correr...

    Y entraron los azules, no eran granaderos, eran ca-

    chuchones con escudo.Iban de dos en dos. Y se hizo or la 2a seccin de la u h Tlatelolco

    Fuera! Fuera! Fuera! Gritaban los vecinos a

    los azules. Agarraron a un chavo y la gritera se increment. Y el chavo se les fue...

    [Cristina Ortiz @cristinaortiz65@Vegdelanoche Bravo!] Yo no vi que detuvieran a nadie, pero una vecina s.

    Agarraron y madrearon a 2. Pasada la bronca los azules nerviosos caminaba

    hablando entre s de Miguelngel,cuando unos chavos dejaron caer una molotov desde el 8 pi-soLa molotov estall encima de los azules que corrieron en todas direcciones... Eso ocurri el da que uno del pri ofendi al rector, P G C

  • 44

    @Soy132MX Desde antes, desde el 26 de julio, ya se haba dado la fase de unin aludida. Pumas echando hulums y burros blancos, goyas.

    El 29 de julio sal con mis 14 aos a la calle. Oh,

    felicidad! Parvadas de chavos con palos o sin pa-los haban tomado la calle...

    La onda era secuestrar camiones y llevarlos a la

    Voca 7... Fue el mero principio. Y esa noche ba-zukearon la puerta de la Prepa 1...

    Luego luego nos aventaron al ejrcito, porque era

    frecuente que los chavos pararan e incluso, hi-cieran correr a los granaderos.

    El 2 de octubre nos pusieron en la madre, pero

    nuestra voluntad permaneci invicta. Dadas las condiciones objetivas del pas, no slo

    #2DeOctubreNoSeOlvida, sino que el 68 no ha terminado. Zapata vive! La lucha sigue!

    Breve hIsTorIa de nezaDavid Misan

  • 45

    Al principio llegaron los texcocanos abanderados por el Tlatoani, que segn acuda a la zona a hacer versos y planear arquitectnicamente, todos saben que es mentira, iba a la zona a conectar mota y a burdeles.

    Poco despus llegamos los paracaidistas, expul-sados de Oaxaca y Puebla, de campesino a obrero, era literal nuestra cama de piedra.

  • 46

    Al final llegaron los Toros Neza, que nos die-ron identidad y patria chica, equipo que goleaban una semana y a la otra le arrancaban tres puntos al lder de la competencia, y como todo en nuestra vida desapareci.

    Ahora solo quedamos las ruinas.

    CamBIos de humorNirvana Banhart

    Despert de su letargo emocional y se dispuso a continuar con la vida que tena antes de enamorar-se. Sali de su casa sin verse al espejo, decidi que para encontrarse deba dejar de buscarse, una nue-va filosofa tomada de las lecturas motivacionales de Too Esquinca bien podran funcionarle.

    Estaba harta de ver siempre el vaso medio vaco, esa postura de realismo y criticismo la estaban vol-viendo una especie de joven muy adulta, insatisfe-cha y deprimente; ya no quera ser as, intentara por primera vez conformarse con menos, disfrutar ms, no pensar tanto las cosas y vivir situaciones comunes con gente comn perdiendo el tiempo y rindose de los chistes que vienen a la mitad de los peridicos baratos.

    Era primordial no tomarse las cosas tan en se-rio, tom su celular y sali a dar una vuelta en su

  • 47

    atrofiada bicicleta, desde los diecisis no pedalea-ba ms de cinco minutos, aument la velocidad y transpir su vieja personalidad, cuesta arriba hacia un cerro dejaba atrs su pasado estricto y bien pla-neado, desde hoy se dedicara a improvisar.

    De repente una vibracin en su pierna derecha detuvo su marcha, era quien le ha quitado el sueo desde varios meses atrs, tom la llamada, seis palabras sirvieron para que la cordura la invadiera de nuevo y se sonroj por su arrebato de querer cambiar, termin su llamada y regres a su casa, se visti de tedio, se maquill de ingenuidad y conti-nu su rutina de acontecimientos predecibles, con su amoro de guin teatral.el GrIToCompa Jorge Belarmino Fernndez

    2014

    I

    Noche del mexicano grito y al Barrio, como llamo a mi cuenta depurada en FB a lo largo de nueve aos para no vrmelas con la parte del pas que desprecio, lo pone furibundo la fecha reglamenta-ria y est casi vaco.

  • 48

    David: en Neza los cohetes son AK 47Dany:Vivan los hoteles de Tlalpan! Ahhh no

    veaYo estoy alelado con la cancin, no s muy bien

    por qu.Pregunto a la Dany

    en el hotel de paso en Tlalpan, si su grito no fue mera oportunidad para una de las genia-les declaraciones que acostumbra:

    La conoce, a?Dany: ObviLa Itzel y yo aprovechamos para bromear:Foto que una agradecida carnalita nos acaba de

    tomarEs la Itz BarnixItzel: Jajajajaj!

    Yeha!!Yo: La chocamos

    como usted le hace?Itzel: Jajajajaja ta

    geno! Tons qu? Chichocamos nalga?

  • 49

    Yo: Noms con cuidadito, me vaya a botar casa la chingada jjjjjjjj

    Igual que la gran mayora de nuestra docena de cuadras, no volteamos a mirar el deprimente circo de la plaza mayor, donde el antiguo rito lo cumple

  • 50

    el monigote del que se sirve el criminal proyecto en el poder desde diciembre de 2012.

    Hasta ese da disculp a quien venda su voto. No ms y en la foto de hace unas horas est la ra-zn que mi hijo mayor comenta:

  • 51

    El del segundo plano s est bien jodido, pero los dems podran ser nuestros vecinos

    Entonces alguien sube esto: Argelia en los 1950s?, pregunto para los de-

    ms, y para m: En verdad estn cagados de mie-do? S, de s mismos, de lo que estn preparados a hacer a la menor provocacin.Justo diez das despus el pas da el brutal salto en la nada que puede conducirlo a la nueva uto-pa.

    II

    Entre un dolor y una esperanza que no conoca, en noviembre el azar me lleva por primera vez a Cuba y encuentro la ms esplndida experiencia imaginable en promocin de cultura comunitaria.

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    El alimento a los sueos es tal que rindo a La me perdonas?, segn la llamar pronto: la mujer de otro pas por quien suspiro desde un ao atrs. Lo hago al modo de un viejo en procura de una hermossima joven imposible, se dira, y para un amor platnico que repentinamente anuncia pasar a algo ms: el da siete, fin del encuentro en el cual coincidimos. Los organizadores nos premian con la msica de uno de los mil geniales grupos cubanos:

    Cuando la cancin termina, la joven dice la frase que la bautiza:

    -Me perdonas?-Prometes? -res-

    pondo y mirndonos

    fijo no sabemos qu nos espera, pues la apuesta, queda claro ahora, trascender la noche.

    Entonces alguien se nos acerca con la noticia, falsa sabremos luego: encontraron en un basurero los restos calcinados de los 43.

    No hay rincn que alivie y la hermossima me encuentra en uno de ellos.

    -Anda, vamos a bailar y juntos la penaNo escucho el final de la frase y por la maana

    del seductor queda slo el recuerdo.

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    La revolucin y el amor son un mismo, indi-soluble acto, rezan muchas justas frases, que por momentos no bastan.

    III

    Hay en los blogs un posible nuevo gnero litera-rio que permita el empleo de la imagen y el audio?, me pregunto en la red de talleres de crnica que volviendo al amor creamos en el febrero siguiente.

    Julio Csar Mondragn Fonts, el estudiante de Ayotzinapa cuyo cuerpo, desollado en vida, se arroj a una calle de Iguala tras la desaparicin de los 43. Va para ti el nuevo grito y el No perdono.

    FAltA texto PolI

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