a todos los infieles del mundo

2

Click here to load reader

Upload: fernando-arango-perez

Post on 27-Sep-2015

227 views

Category:

Documents


10 download

DESCRIPTION

ensayo

TRANSCRIPT

A todos los infieles del mundo Por: Bibiana Faulkner - noviembre 16 de 2013 - 0:01 COLUMNAS, La Cantina de Bibiana Faulkner Yo me crea muy liberal hasta que me pusieron el cuerno, es ms, ah les va ms o menos mi posicin con respecto a la infidelidad (entre parejas). Saben qu? No, mi posicin es otro tema y hoy vengo aqu a dejar dos cartas: una que le escrib al amante de mi cnyuge o consorte (joder, cmo me gusta la palabra consorte), y otra para mi consorte. Jams querido amante de mi consorte: Te odio, y por te odio quiero decir en serio. Tenemos una ciudad en comn, un mundo en comn, pues bien escribi Lawrence Durrell: Una ciudad es un mundo cuando amamos a uno de sus habitantes. Y t y yo tenemos nuestra propia guerra de galaxias, cual trataba incesantemente de ganar, hasta hoy por la maana que me sent exhausta -por no decir ajena a este amor que me empeaba en conservar a toda costa, a todo formol, a toda sangre-; en serio que una no se da cuenta cuando no est luchando por la otra persona, hasta que cae en cuenta que lucha por salvarse a s misma; y ese, jams querido amante de mi consorte, ese es el escenario ms triste del mundo. Supongo que morir de amor en un infierno del que quiero salvarme, es el segundo escenario ms triste del mundo. El tercer escenario es para ti, te lo ganaste a toda costa, a todo formol, a toda sangre: tener la certeza de que ni t podrs querer a esa mujer -desde hoy por la maana ya no ms en disputa- como yo, debe ser otra habitacin en el mismo averno, debe ser, en serio. Tengo muchas preguntas llenas de morbo y de dolor, pero hay una que siento cmo me hierve; espera, que est a punto de salir de mi garganta: Cuando ella y yo dormamos abrazadas toda la noche, t olas eso? La piel deja rastros y la memoria del cuerpo no falla, as supe yo todo lo dems. Y bueno, pasando a otras cosas que son la misma: quisiera romperte la boca, lo mereces, y que ella, la que no quiere liberarnos, te rompiera el corazn. Deseo que tambin te embarre la cara al cuello cuando se sienta miserable y con tantas ganas de escapar que, al sentirse aprisionada en tu pecho, te escupa la cara; que te vuelva tan loco que no sepas si salir corriendo detrs de ella o quedarte llorando en casa a esperar; y que no llegue porque se ha ido con su madre por una temporada; que te des cuenta de que no volver cuando no veas al gato y el abrigo negro que yo le regal; que te abandone; que se repita la historia. Te perdono, jams querido amante de mi consorte, porque era en ti en quien pona su sexo, mientras en m pona sus palabras.

B.F.

Este contenido ha sido publicado originalmente porSINEMBARGO.MXen la siguiente direccin:http://www.sinembargo.mx/opinion/16-11-2013/19146. Si est pensando en usarlo, debe considerar que est protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido.SINEMBARGO.MX