a organización de los estados nacionales contenido en letras siglo xix - nelson osorio (2)

Upload: carolina-estefania-galvez-nunez

Post on 26-Feb-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    1/15

    LA OR G AN IZAC IN DE LOS

    ESTADOS N A C IO N A LES 1831-1880)

    Hacia 1830, el proceso de emancipacin poltica de las

    antiguas colonias de Espaa, salvo Cuba y P ue rto Rico , esta-

    ba term inado. Pero lpro yecto integrador y un itario que era

    consustancial al proceso tambin se diluye y comienza una

    etapa de luchas caudillistas, guerras internas y conflictivos

    cambios de poder, buscando formas de gobierno indepen-

    diente del que no existan tradiciones ni experiencias.

    Los sectores cuya insurgencia provoc la ruptura con

    la metrpoli buscan asegurar su hegemona en las nuevas

    repblicas, y garantizar las condiciones de su fortaleci-

    miento como oligarquas criollas, agropecuarias funda-

    mentalmente, y en menor grado mineras . Una de las

    secuelas del rgim en co lonial fue la carencia de una tra d i-

    cin gestionara de adm inistracin y g obie rno, lo que hiz o

    que la vida republicana en estos pases se desarrollara a

    9

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    2/15

    bandazos, entre la anarqua y el despot ismo. Salvo en

    Chile y

    e n

    Brasi l por razones diferentes en ambos

    casos, los aos qu e van desde 1830 a 1850 ap roxim ada -

    mente, se caracterizan por la inestabil idad, tanto de los

    gobiernos pretendidamente republ icanos como de las

    naciones mismas que tratan de consti tuirse como entida-

    des autnomas a partir de las artificiales divisiones polti-

    co-administrativas establecidas en la colonia.

    El proceso de const i tucin y estabi l izacin de las

    estructuras nacionales, abarca el periodo que va desde

    1830 disolucin de los pro ye cto s de integracin c on ti-

    nen tal o subregionales) hasta 1880, aos m s, ao s m en os .

    Y en este largo proc eso pue den d istinguirse dos m om en -

    tos que, con algunos desfases, se cumplen en casi todos

    los pases. Lo s prim ero s v einte aos, com o se ha dich o, se

    caracterizan por las guerras civiles, enfrentamientos de

    caudil los, anarqua y desgobierno; pero hacia mediados

    de siglo, se empiezan a estabilizar las sociedades bajo el

    control oligrquico, y una situacin favorable del comer-

    cio internacional permite un incremento de los ingresos

    de exportacin y un fortalecimiento econmico. Como

    consecuencia de esto ltimo, a partir de 1850, la estabili-

    zac in d e los estados nac ionales, afincada en el de sarro llo

    de una economa de cult ivo y extractiva, profundamente

    dependiente del comercio exterior, hizo que la anterior

    depen dencia colonial se susti tuyera po r un a relativa inde-

    pendencia poltica y un creciente fortalecimiento de los

    lazos econmicos con Europa.

    4

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    3/15

    Los proyectos que marcan la vida intelectual de esos

    primeros aos llevan el sello dominante del l iberalismo

    ideolgico en lo po ltico, y del rom anticism o en lo artsti-

    co y literario. Es significativo que Andrs Bello, en 1842,

    escribiera que en la literatura, los clsicos y romnticos

    tienen cierta semejanza con lo que son en la poltica los

    legitimistas y liberales.

    Con pocas excepciones, los hombres de letras conser-

    van la tradicin que surge en el periodo de la emancipa-

    cin, y en las nuevas repblicas independientes se

    m antiene n estrechamen te vinculados a la vida pblica y a

    la accin pol t ica. Como seala Pedro Henrquez Urea,

    en m edio d e la anarqua, los hom br es de letras estuvieron

    tod os del lado de la justicia social, o al m enos del lado de

    la organizacin poltica contra las fuerzas del desorden

    Corrientes 114 .

    Si bien es cierto que el sello general de esos primeros

    decenios de este periodo de formacin de los estados

    nacionales se articula al rom an ticism o, no es m eno s cierto

    que este romanticismo tiene caractersticas difcilmente

    reductibles sin violencia al romanticismo europeo. En pri-

    m er lugar, p o r la fuerte v incu lacin con la vida pblica y la

    poltica inm ediata qu e manten an sus ho m bre s d e letras. Y

    en segundo lugar, porque no haba en Amrica una tradi-

    cin clsica de modelos que enfrentar y de normas que

    romp er. D e esta manera, el imp ulso libertario del ro m an ti-

    cismo hispanoamericano fue ms inaugural que ruptural,

    y tuvo un fuerte acento de identificacin nacional y un

    4

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    4/15

    m arcado inters p o r los valores pro pio s. M s qu e anti cl-

    sico fue an ti espaol, sob re t o d o en el sen tido de anti de s-

    pot i smo.

    Por ello, no es tan extrao que surgieran en Amrica

    obras romnticas antes que en Espaa, o por lo menos,

    con au tono m a respec to al pro ces o literario peninsular. Es

    el caso ya mencionado de

    Jicotencal

    1826); y en esto s

    ao s, el caso de Es teba n Eche verra 1805-1851), qu e en

    1832 pub licaElvira o la novia del Plata. Si bien esta obra

    como la otra, su antecesora en el romanticismo no

    tuvo una gran acogida en el pblico, abre camino al reco-

    noc im iento de su autor, que en 1837 da a con oce r su obra

    li teraria ms importante, el relato en verso t i tulado

    La

    cautiva

    en el que con la incorporacin del paisaje de la

    pampa que l lama el desierto, el enfrentamiento

    entre criollos e indios y la naturaleza salvaje, la temtica

    naciona l se hace cen tro de la ob ra a diferencia de Elvira

    en que estaba apenas forma lmente insinuada). E n E cheve -

    rra se ilustra con bastante pr op ied ad la m ane ra nacional

    y

    especfica en qu e el rom an ticism o se manifiesta en A m r i-

    ca, especialmente si consideramos que en 1839 escribe su

    conocido re la to El matadero qu e no se pub l ica s ino

    hasta

    1871, y

    que tambin por esos aos da a conocer,

    prim ero en forma esquemtica en el peridico

    El Inicia-

    dor

    de M onte video , enero de 1839, el texto doc trinario

    que se conoce com o

    Dogma socialista

    1846).

    El inters po r lo nacional y p o r la realidad casi ind ita

    qu e iba desplegnd ose en las nuevas naciones de A m rica

    4

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    5/15

    no es una preocu paci n p uram en te especulativa; est pr o -

    fundamente relacionada con la necesidad de conocer,

    comprender

    org an izar la sociedad civil. Y hasta las acti-

    vidades ms tradicionalmente desvinculadas de la funcio-

    nalidad prctica com o la poesa, p o r ejemplo) o las qu e

    obviamente parecieran dest inadas al esparcimiento y

    recre o com o la inau guracin d e teatros y salas de espect-

    culos), se articulaban a este proyecto de formar al ciuda-

    dano, al agente civil y civilizado de las nuevas repblicas.

    N o es pue s extrao que en el m u nd o d e las letras, la p ro -

    duccin propiamente l i teraria, del modo como en nues-

    tros das se entien de, fuera p ar te de una actividad m ay or y

    englobante. Es as como el hombre de letras, adems de

    estar creando una incipiente literatura nacional, reflexio-

    naba y participab a activam ente en la form ulacin de ideas

    y proyectos constitucionales, legislativos, educacionales,

    etc.,co m o otra m anera de contribuir a la construccin de

    las nuevas repblicas.

    Sobre todo en la pr imera etapa de es te per iodo, la

    f igura que mejor representa y resume en su ms al to

    grado la funcin plena del hombre de letras es Andrs

    Bello. Despus de un penoso aunque product ivo exi l io

    en L on dr es desde 1810 hasta 1829), a m edia do s del ao

    29 vuelve a Am rica, con tratado p o r el gob ierno d e Ch ile,

    pas en el qu e perm ane ce hasta su mu erte 1865). Ch ile,

    que haba vivido una etapa confusa y anrquica en el

    dec enio anterior, a pa rtir de 1830 inicia u n proc eso d e

    estabil izacin polt ica, apoyado en el sector econmico-

    4

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    6/15

    social de la oligarqua terrateniente y encabezado en gran

    m edida p or D iego Portales . Se const i tuye as u n gob ierno

    fuerte, centralizado, pero al mismo tiempo despersonali-

    za do no caudill ista), en el qu e se busca im p o n er la

    impersonal idad de las leyes y ordenanzas por sobre la

    voluntad e inters de los gobernantes y directivos

    11

    ; la

    C on stitu ci n de 1833, de pro long ada vigencia, a la qu e se

    agrega en 1856 el Cdigo Civil, funciona como un marco

    regu lado r y estabilizador de la vida ciudadana. Estas c on -

    diciones pos ibilitan la ob ra de u n ho m br e del poten cial de

    Andrs Bello. Su obra, amplia, variada y compleja, lo

    sitan co m o un o de los intelectuales ms im po rtante s del

    siglo XIX, y ella puede ilustrar en forma plena el proyec-

    to que moviliza la vida cultural de ese periodo; si hay un

    principio que pu eda englobar este pro ye cto dir amos que

    todo l est en funcin del autoconocimiento identifica-

    dor y de la organizacin y estabilizacin de la vida civil,

    en los planos de la administracin, la educacin, las cien-

    cias y las letras.

    N o deja de ser significativo qu e las ob ras de Bello q ue

    en esos aos tuvieron mayor t rascendencia americana

    hayan sido el digo ivil iniciado en 1831 y pro m ulg a-

    11

    En esta organ izacin del aparato adm inistrativo, legislativo y

    jurdico del estado chileno, aunque en un marco declaradamente repu-

    blicano, se incorp oran m ucho s principios qu e eran pro pio s de la m ona r-

    qua con stitucional d e Inglaterra; en esto n o deja de tener imp ortan cia la

    part icipacin de M ariano Eg aa y de Andr s Bello, que haban vivido en

    Londres y cono ca bien la experiencia poltica de ese pas.

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    7/15

    do en 1855)

    12

    y la

    Gramtica de la lengua castellana para

    el uso de los americanos

    1847)

    13

    . El prim ero , destinado a

    regular con nu evos criterios la sociedad civil, sustitu ye nd o

    la legislacin espaola que segua siendo aplicada; y la

    segunda, con el objeto de legitimar y normalizar el uso de

    la lengua comn en las nuevas naciones.

    Cabe sealar que esta preocupacin e inters por las

    cuestiones relativas al derecho, al ordenamiento jurdico,

    y a la lengua y las modalidades del castellano en Amri-

    ca, no son privativos del singular talento y la visin de

    Bello.

    Si bien alcanzan en l una realizacin plena y

    memorable, pueden considerarse como una marca espe-

    cfica del quehacer de los intelectuales y hombres de

    letras de este pe rio do . Sin pr ete nd er u n recu ento proli jo,

    y solamente de paso, pueden recordarse obras como el

    ragmento preliminar para el estudio del derecho

    1837)

    12

    El C dig o Civil chileno, redactado p o r A. Bello, fue mod elo para

    la organizacin legislativa de la sociedad civil en gran parte de los pases

    hispanoamericanos, y es adaptado y/o usado como base para ordena-

    mien tos similares en Co lom bia 1858), Ecua dor, U rug ua y 1868), M xi-

    co 1879 y 1884), Nic arag ua, A rge ntin a, etc.

    13

    A pa rte de la num erosa s reediciones en Chile en vida del autor,

    fue reimp resa en m uc ho s pases del con tinen te en Caracas, a iniciativa de

    Juan Vicente Gonzlez, fue impresa por Vicente Espinal, en 1850); en

    1853 se edita en Esp aa; en 1874 se hace en Bog ot la edicin an otad a d e

    Rufino Jos C ue rvo . Las incontables ediciones en diversos pases la con -

    vierten en referencia absoluta para la propiedad en el uso y para la ense-

    anza del idioma en todo el m un do hispanoam ericano.

    4 5

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    8/15

    y lasBases para la Constitucin de la Repblica Argenti-

    na 1852) de Ju an B autista A lberd i; el antes citado Cdi-

    go o Declaracin de principios...

    1838; despu s

    Dogma

    socialista, 1946) de Esteban Echeverra; los Apuntamien-

    tos para la introduccin de las ciencias morales y polticas

    1840) y el Cdigo de moral fundado en la naturaleza

    del hombre 1860) de Ju sto A rosem ena . Y en lo que res-

    pecta a la preocupacin por la lengua, aparte de la ya

    citada y otras nu m eros as ob ras de Bello, pu ed e reco rda r-

    se el

    Diccionario provincial ...) de voces y frases cubanas

    1836) de Esteban Pichardo; el Prospecto del Dicciona-

    rio m atr iz de la lengu a castellana 1850) y el Diccionario

    de galicismos 1855) de Rafael M ara Baralt; las Apunta-

    ciones crticas sobre el lenguaje bogotano 1867-1872) de

    Rufino Jos C uerv o.

    Un aspecto importante y a menudo descuidado en el

    estudio de este pe riod o es el que corresp ond e a la pr eo -

    cupacin por organizar y difundir los primeros reperto-

    rios l i terarios, tanto nacionales como de conjunto. En

    esos aos se publican las primeras antologas y los pri-

    meros esbozos de historias l i terarias. Se trata de una

    tarea estrecha m ente vinculada con el p ro ye ct o general y

    englobante de autoconocimiento y afirmacin identif i-

    cad ora en la orga nizacin de las repblicas ind epe nd ien-

    tes.

    En este orden, el esfuerzo ms sealado y valioso lo

    con stituye la obra pionera , prolija y erudita de Ju an M ara

    Gutirrez. Dentro de ella no puede dejar de mencionarse

    6

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    9/15

    su Amrica Potica impresa en Valparaso en 1846

    14

    . Este

    volumen es el primer intento sistemtico de reunir y dar a

    conocer un muestrario significativo de la produccin lite-

    raria en verso) de Hispanoa mrica. Lleva a manera de p r-

    tico,inm ediatam ente despus de la nota de presentacin , el

    texto completo de la Alocucin a la poesa de Andrs

    Bello; como se ha sealado antes, este poema, de 1823,

    pu ed e ser considerado u n verdad ero manifiesto de eman ci-

    pac in y au ton om a literaria, de manera qu e el colocarlo en

    sitio tan especial y privilegiado en esta primera antologa

    15

    es un ind icio revelador del carcter y la funcin que se p re -

    tend e que sta cumpla. LaAmrica Potica constituye uno

    de los repertorios ms interesantes y reveladores de las

    letras del siglo X IX ; el qu e no h aya sido nun ca reed itado y

    la dificultad de encontrar ejemplares de esta obra puede

    14

    En realidad, com o libro pro pia m ent e tal, y a pesar de la indica-

    cin expresa de la portada, se imprimi en 1847, segn la nota final que

    aparece en el volumen. El ttulo y los datos completos de esta obra de

    difcil acceso son los siguientes:

    Amrica Potica.

    Coleccin escojida de

    composiciones en verso, escritas por americanos en el presente siglo.

    Parte Lrica. Valparaso: Im pre nta del Mer curio , 1846. La ltima pgina

    foliada lleva el n m er o 823, y agrega una especie de colofn: La

    Amri-

    ca Potica se ha publicado en 43 entregas. Apareci la primera en el

    mes de febrero de 1846 y la ltima a fines de jun io de 1847. C om pr en de

    53 autores; 455 composiciones escojidas de estos y ms de 54.500 ver-

    sos.

    15

    Pu esto q ue en el volu m en hay una seccin especial en qu e se

    recogen los versos de Andrs Bello, este poema, colocado al inicio del

    l ibro,

    cump le una funcin distinta y mu cho m s imp ortante, com o defi-

    nicin y tom a de posiciones respecto a la tarea que se emp rende .

    7

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    10/15

    explicar el hecho de que no haya sido todava suficiente-

    m ente valorada su imp ortanc ia po r la historiografa litera-

    ria. A pa rte de su valor com o repertorio y com o test im onio

    del pensamiento crtico literario de la poca, la obra pre-

    senta algunas caractersticas interesan tes. E s revelador, p o r

    ejemplo, que en la noticia inicial con que presenta a cada

    uno de los 53 poetas, ordenados alfabticamente por sus

    apellidos, n o se use nu nc a el gentilicio nacion al cub ano ,

    chileno, argentino, mexicano, etc.), sino que simplemente

    se indique el lugar de nacimiento. Tambin resulta intere-

    sante observar que se incluyen en la muestra poetas de

    C ub a y P ue rto R ico, a pesar de que estos pases eran toda-

    va polticamente parte de la corona espaola. Por ltimo,

    es digno de atencin el qu e en la presen tacin de Los E di-

    tores p. V-IX ) se haga una reivindicacin de la poe sa en

    las culturas prehispnicas y aborgenes, hecho singular y

    hasta nov edoso en ese m om en to.

    Ad em s de esta fundam ental ob ra de Ju an M ara

    Gutirrez, en este periodo se publican en diversos pases

    y con variados ttulos tambin) las primeras recopilacio-

    nes y antologas que buscan establecer los antecedentes y

    las bases iniciales de una literatu ra nacional

    16

    .

    16

    M enci n aparte corres pon dera a las antologas de la pro du cci n

    literaria coetnea, con las que se busca dar a conocer y afirmar una iden-

    tidad nacional y hasta una propuesta esttico-literaria. Pensamos, por

    ejemplo, en el

    guinaldo puertorriqueo

    1843), prep arado p o r jvenes

    escritores de la isla, y en el volumen que con el ttulo de

    Biblioteca de

    s ritor svenezolanos contemporneos

    pub lica Jo s Mara Rojas en 1875.

    4 8

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    11/15

    Los dos momentos que se pueden distinguir en este

    periodo de organizacin de las repblicas como estados

    nacionales podran ilustrarse tambin con dos obras que

    figuran entre las ms im po rtante s pub licadas en esos ao s.

    Me refiero alFacundo 1845) de D om ing o Fau stino Sar-

    m iento y al Martn Fierro 1872) de Jos H ern n de z.

    El prim er m om en to, en el qu e la anarqua y el caudillis-

    mo no son sino dos expresiones de una misma realidad

    social confusa y desorientada, da origen a una obra que

    sin ser estrictamente literaria en trminos convencionales

    mezcla de ensayo antropolgico y social, con descrip-

    cin de ambientes y costumbres, reflexin ideolgica y

    exposicin d e tesis polticas y program ticas se con side-

    ra una pieza magistral de las letras del siglo X IX . N o s refe-

    rimos a Civilizacin y barbarie Vida de Juan Facundo

    Quiroga com o se titula en su prim era edicin , cono ci-

    da con el no m bre abreviado deFacundo Expresin maes-

    tra de la ideologa europeizante del liberalismo clasista y

    del romanticismo, en Facundo se formaliza literariamente

    la tesis, cara a la oligarqua ilustrada, de que la verdadera

    causa de los males de Amrica se define por un conflicto

    entre la civilizacin europea y la barbarie am ericana. Y que

    los espacios en que se despliegan estos do s principios anti-

    nmicos son la ciudad y el campo, respectivamente. Para

    Sarmiento, la dicotoma se plantea en trminos irreducti-

    bles, y las anheladas y necesarias metas del progreso, en

    trminos d e ord en social, desarrollo del com ercio, la indu s-

    tria y la educacin, slo sern posibles en la m edida en qu e

    9

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    12/15

    la civilizacin someta a la barbarie. Esta tesis esque-

    mtica y brutal de Sarmiento tuvo larga progenie, sobre

    todo por la facilidad con que pudo ser asimilada por el

    positivismo, entonces todava incipiente, que pudo darle

    nuev os rasgos y argu m entos y prolo nga r su vigencia ideo-

    lgica inclu so hasta bien avan zado el siglo X X .

    A l publicarse el libro de Sarmiento, en plen o m om en to

    de una sociedad corroda por luchas intestinas, los referen-

    tes precisos de carcter local eran los blancos e ilustrados

    oligarcas de Buenos Aires, por una parte, por otra, los

    caudillos provincianos y los gauchos mestizos y montone-

    ros.

    C o n el pro ceso d e estabilizacin de la sociedad a rgenti-

    na, despus de la derro ta de Jua n Man uel de Rosas 1852) y

    especialmente a partir del triunfo de las tropas de Bartolo-

    m Mitre y el fin del conflicto entre la Confederacin y

    Bu enos A ires 1861), se consolida y desarrolla el pod er d e la

    oligarqua agraria y ganadera. Bajo su hegem ona se busca la

    unificacin del pas, y ya la dicotoma de Sarmiento no

    pued e plantearse en los m ismos trmin os referenciales.

    El segun do m om en to d e este pe riod o, en el que se con-

    creta la estabilizacin de la vida social, por el carcter de

    las econom as en desarrollo induce a un a reconsideracin

    de la visin negativa del campo y la provincia, ya que el

    nuevo proyecto implica, para afianzar la unidad nacional,

    su integraci n al pro ce so , y la superacin de los prejuicios

    excluyentes. El gaucho, en el esquema de Sarmiento,

    representaba li teralme nte la barbarie negativa que se o po -

    na a la civilizacin, al progreso, al orden. Pero en esta

    50

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    13/15

    nueva etapa consolidativa y estabilizadora, su funcin era

    fundamental para el desarrollo de la produccin, sobre

    todo ganadera, un a de las ms fuertes bases de la econom a

    nacional. Por eso empieza a reajustarse el esquema, y, sin

    salirse del modelo maniqueo de civilizacin y barbarie,

    se le empieza a considerar como un agente de la civiliza-

    cin, del pro gre so , del do m ini o sob re el cam po y la tierra.

    La obra en que adquiere su dimensin metafrica este

    cam bio, n o de la antino m ia sino de sus referentes con cre-

    tos,

    esEl gaucho Martn Fierro 1872) de Jos H ern n de z,

    uno de los libros ms ledos y difundidos en esos aos y

    que se ha convertido en una verdadera epopeya nacional

    en A rgentina. En esta obra, H ern n de z, sin ro m pe r con el

    esquema de Sarm iento, coloca los trm inos civilizacin

    versus barbarie) en una dimensin referencial ms cohe-

    rente con la nueva realidad. El gaucho, que es blanco o

    m estizo, emp ieza a vincularse a los valores pos itivos la

    civilizacin, en trm ino s de Sarm iento ), y el factor an ta-

    gn ico, la remo ra y el atraso, pasa a ser el ind io, trad icio-

    nal po see do r de las tierras qu e ha y que civilizar. El

    Martn-

    Fierro obra, p o r o tra pa rte, de indu dab le maestra artsti-

    ca, cumple la funcin de proyectar una imagen pica y

    heroica del gaucho, idealizado adems como figura noble

    y sencil la; es el hombre que hace producir el campo,

    som etin do lo a la civilizacin, a pesar d e las adv ersidades,

    inco m pren siones e injusticias. Esta idealizacin del gau-

    cho va a parejas con la satanizacin del indio, el brba-

    ro, reacio a la civilizacin, al cristianismo, a la cultura y

    5

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    14/15

    leyes de los blancos. Como puede revelarlo ua lectura

    atenta de la ob ra, llama la atencin que los mism os rasgos

    y expresiones que se emplean para caracterizar la barba-

    rie en el

    Facundo

    son los que se emplean para caracteri-

    za r a los ind ios en elMartn Fierro

    Al entrar en una etapa de estabilizacin las sociedades

    y al irse, en may or o me no r grado , cons olidand o las rep-

    blicas, la produccin literaria empieza a desprenderse de

    funciones contingentes inm ediatas. Sobre to do a pa rtir d e

    mediados del siglo se advierte la creciente presencia de

    obras en las que se reivindica cierta auton om a de funcio-

    namiento y la bsqueda de una condicin ms propia-

    m ente l iteraria. El co stum brism o art culos, cuad ros y

    relatos) establece una especie de zona de transicin entre

    el entretenimiento y la cr t ica ms o menos amable de

    tipos y comportamientos sociales; incluso en el teatro

    ofrece una expresin bastante lograda, en las obras, por

    ejemplo, de Manuel Ascencio Segura o de Felipe Pardo.

    La prensa peridica posibilita tambin un tip o de literatu-

    ra en las qu e la funcin de entrete ner se va privilegiando;

    se fortalece en esos aos el folletn sentimental y de intri-

    ga con u n eno rm e desarrollo en M xico, p o r ejem plo).

    Ya en la segunda m itad del siglo la novela se ntim ental y

    realista los dos eleme ntos integra dos ) m uestra n un p re -

    sencia ma du ra del gnero , qu e se acrecienta con el tiem po .

    De esos aos destacan Martn Rivas 1862) de A lb ert o

    Blest Gana, y

    Mara

    1867) de Jo rg e Isaacs. H acia fines de

    este pe riod o se pr od uc e u na especie de recuperacin de la

    5

  • 7/25/2019 A Organizacin de Los Estados Nacionales Contenido en LETRAS SIGLO XIX - Nelson Osorio (2)

    15/15

    temtica indgena, con obras cuya perspectiva sentimental

    e idealizada no en tra en con tradic cin con los criterios

    dominantes; ejemplos de esta propuesta pueden verse en

    Cum and o los amores de dos salvajes 1871) de Ju an

    Len Mera, y en Enriquillo 1878, 1882) de M anue l de

    Jess Galvn.

    Con todo, y a pesar de las varias muestras de obras

    literarias que an hoy conservan su vigencia artstica, no

    es sino hasta el periodo siguiente, despus de 1880, que la

    produccin literaria empieza a tener un desarrollo relati-

    vamente au tn om o, a formularse su pr op io pro ye cto

    paralelo a los proyectos sociales, polticos y reivindicati-

    vos que se plantean en las otras esferas de la vida social.

    5