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ADMINISTRACIÓN/

CIENCIAS SOCIALES

Empresariado en Colombia: perspectiva histórica y regional

CARLOS DÁV!LA L. DE GUEVARA

I I I I I I I I I I I I

I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I

Carguero y mulas, colombia (ca. 1920) Pu~nte, Germán Ferro (1994), A lomo de mula, Bogotá, Fondo Editorial Cafetero. pp. 46-47

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El empresariado antioqueño: de la transferencia mecánica de teorías al estudio histórico del fenómeno

Dos de las teorías analizadas en el capítulo 4: la pérdida del esta tus

(Hagen) y la voluntad de emprender el desarrollo (McGreevey), acusan

problemas teóricos de método y de sustentación empírica muy graves que

llevan a descartarlas como explicaciones del crecimiento económico de Antio­

quia. Las dos están permeadas de determinismo psicológico que configura una

excesiva simplificación de la realidad que buscan estudiar. los argumentos

para sustentaresta conclusión no van a repetirse. Son muy variados y contun­

dentes, como se señal6 en los anteriores capítulos.

Ante este balance surgen varios interrogantes: si estos dos enfoques

que relevan el papel del empresariado han sido refutados contundente-, mente, ¿implica esto que el empresariado no es un factor importante para

comprender el crecimiento e<:on6mico? En otras palabras, si se descartan las

explicaciones voluntarista y la pérdida de estatus, ¿debe descartarse al empre­

sariado como uno de los factores que inciden en el proceso de desarrollo?

¿Existen otros enfoques que puedan dar buena cuenta de! empresariado y

su papel en el crecimiento económico? Estos interrogantes tienen relación

directa con el problema del transplante mecánico de teorías y esquemas

conceptuales a las realidades que la investigación pretende estudiar.

El problema no radica en que las t eorías hayan sido elaboradas en el exte­

riory que quienes las hayan intentado aplicar -Hagen y MCGreevey- sean

estadounidenses. Si bien esto es un índice de la debilidad estructural de la

actividad científica en este pafs latinoamericano, las críticas se mantendrían

si los autores de estos trabajos tuvieran apellidos criollos, antioqueños de

"pura cepa", si se quiere.

La evolución creciente del conocimiento sobre Antioquia ofrece respuestas

muy positivas a los interrogantes planteados. y muestra que un acercamiento

metodológico basado en la investigación empírica rigurosa, como forma de

estudiar la realidad y de aplicar en el!a los modelos teóricos, es una condición

sine qua non para la labor del sociólogo, economista, historiador, psicólogo o

antropólogo; los métodos espedficosde éstos tienen diferencias y, aun mas,

si el armazón teórico que manejan miembros de una misma disciplina no es

el mismo ni produce los mismos resultados. Éstas son verdades muy elemen­

tales en las ciencias sociales, pero a menudo se olvidan.

El empresariado no queda descartado como factor que incide en el creci­

miento económico. Historiadores y economistas que pertenecen a diferentes

corrientes teóricas y son de varias nacionalidades han hecho valiosos aportes

al estudio del empresariado antioqueño. Varios de ellos, bien vale la pena

destacarlo, iniciaron analizando las fallas que encontraron en los modelos

de Hagen y de McGreevey. Además de los elementos empíricos de método y

teorías que dejaron sus críticas a esos dos trabajos, expuestas detalladamente

en el capítulo anterior, estudiaron importantes aspectos del empresariado

paisa.

154 : Un¡v~",¡d"d dflosAnd., · ~mpre."n"do.n Colamb,a

Los orí&Jenes dei empresanadc :1nr;Cctueño

Todos los estudiosos de Antioquia coinciden en seí'alar su notable acti­

vidad económica dentro del cuadro de pobreza y estancamiento de Colombia

hasta comienzos del siglo xx. Asimismo, están de acuerdo en destacar unos

patrones de acción y de pensamiento peculiares indistintamente llamados

esprritu empresarial, actit~d empresarial, actividad empresarial, personalidad

creadora, innovación económica, ética protestante de los antioqueños, asudeza

para los negocios, los antioqueños: los yanquies de América del Sur, liderazf}o

empresarial, entre otros.

Hay desacuerdo en 'relación con las causas de esos patrones de acción, el

origen del pensamiento del empresariado antioqueño' y la identificación del

momento histórico cuando aparecen sus manifestaciones. Mientras algunos

lo sitúan en el siglo XV1!l (López Toro, Parsons, Ospina Vásquez y Twinam),

otros lo ubican en la primera mitad del siglo XIX (Safford y Btew). Hacia 1850

es la época señalada por otro autor (Hagen), mientras que el período 1890-

1915 también fue propuestO (McGreevey).

En balance, podemos situar la formación del empresariado paisa en la

segunda mitad del siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX. Como lo muestra

Twinam,l el siglo XVIII fue escenario de importantes cambios en los diferentes

sectores (minería, agricultura y comercio) de la economra antioqueña y se

ErppresQriado. {acror empresarial y actividad empresarial los uti lizamos camo sln6ni· mos. Aunque puede haber alguna imprecisión conceptual al proceder as í, "5 menor que la ambigiledad que ,""velan las términos rderidos en ,,¡ párrafo anterior, que se utilizan el"l forma poco cuidadosa "n gran part" d" la literatura consultad,. en este capitulo. El término empleado por los investigadores de habla inglesa, enfrepreneurship, presenta menores problemas.

2 Cf.la traducción del libro de Ann TWinam (l982a), titulada Mineros, comerciantes, labra­dores; las raíces del espíritu empresarial onrloquel'lo. 176J·18!O (Re$trepo, 1985). El libro

constituyó en el ~[ ... ] período formativo para el desarrolto de una distintiva

actitud antioqueña hacia el uso del capital que condujo a la notable actividad

empresarial de los siglos XIXy xx. [ ... ]" [traducción del autor] (Twinam, 1976:

338).

Los cambios en la economía antioqueña del siglo XVIII tuvieron lugar al

final del período Barbón, entre los años 1760 y 1810, época a la que se circuns­

cribe el estudio aludido. En ese período formativo del empresariado paisa

desempeñó un papel decisivo la economia minera del oro.

La minería antioqueña y el empresariado

La actividad minera aurífera en Antioquia se remonta a los comienzos

de la Colonia, desarrollándose, así, alrededor de esta una serie de pobla­

ciones como Santa Fe de Antioquia, Santiago de Arma, Cáceres, Zaragoza y

Remedios."Hasta mediados del siglo XVII la búsqueda de oro se localizó en un

número reducido de minas de alta productividad, con tierras vecinas a las

labores agrícolas y con un claro atractivo para el establecimiento de las acti­

vidadescomerciales" (LópezToro, 1970: 11).

Fuera de estos centros, asentados unos en torno a yacimientos (minería

de veta) y otros, a la minería de aluvión en ríos como el Cauca y el Nechí, la

población era muy escasa, "exigua" en las pocas reservas indlgenas (p. 11).

La población total de Antioquia no sobrepasaba los 25.000 habitantes hacia

1650, época a partir de la cual se presentan dos grupos diferentes para la

explotación minera. Uno de ellos es el de los mineros autónomos ("barequeros"

~n Ing l~s es!' basado en su tesis doctoral de 1975. Ul\lnáJisis de ~sta se encuentra en D.tvill (1985).

"mazamorreros", "zambu!!idores", "guaqueros"), quienes son núcleos de

nómadas,

{ ... ] cuyas actividades sustituyen gradualmente el trabajo de las pri­

meras grandes minas, abandonadas a causa de las dificultades de una tec­

nología inapropiada para la explotación a largo plazo, de los pésimos climas

y del consiguiente costo excesivo de reposic iÓI\ de las grandes CUCldrillas de

esclavos, en comparación con su rendimiento [ ... ] (pp. 13-14).

Estos mineros libres vienen a consolidarse a lo largo de la Colonia como

un estrato social, movido en su actividad económica por las condiciones

geográficas de un terreno quebrado pero atravesado por innumerables filones

y aluviones auríferos; los mineros autónomos vendrfan a constituirse en un

elemento decisivo para que Antioquia fuera una "sociedad relativamente

abierta en marcado contraste con otras regiones minerasde la Nueva Granada

en donde sigue predominando la medi ana o gran explotación, o en las zonas

donde se arraiga e! sistema agrario latifundista" (p. 1 S).

El segundo tipo de minería es la organizada o empresarial. Ésta enfrentó

una serie de frenos en su desarrollo: salarios altos, tecnologra muy rudimen­

taria y oferta inelástica de mano de obra, aspectos que afectaban su rendi­

miento económico, mientras que "la tasa secular de crecimiento de! estrato

autónomo era sustancialmente más elevada que ladel estrato empresarial"

(p. 25). Hacia 1750 sólo un tercio de la producción aurífera proven!a de la

minería organizada; del total ocupado en población, 5/6 eran mazamorreros

libres (p.'24). Por esos mismos años, la región estaba sumida en una profunda • crisis económica que originó las reformas del visitador Mon y Ve!arde.

Socialmente, en la Antioquia colonial hubo mayor movilidad que en otras

regiones colombianas. Aunque no debe olvidarse que ¡os grandes mineros­

comerciantes conformarfan un grupo poderoso con grandes capitales a lo

fl .mpres" ... adoanlio<¡utIlO 1157

I

I

I I

11

largo del siglo XIX, la estratificación social era menos rígida en Antioquia que

en el Cauca o la Sabana. "Bastaba tener suerte o dedicación en la búsqueda

del oro o el comercio para ascender. La posición dentro de la pirámide sodal

no estuvo ligada en Antioquia a los apellidos ni al mayorazgo territorial sino

al éxito en la actividad económica [ ... ]" (Fajardo, 1966: 50).

La producción de oro en la Nueva Granada tuvo un papel muy impor­

tante, ya que era casi el único producto de exportación, hasta el punto de que

"a fines de la Colonia se calculaba el oro en más de 85% de las exportaciones

del Nuevo Reino de Granada" (Safford, 19n: 96).

La carencia de estimativos confiables sobre la producción de oro durante

el siglo XVI!! había sido hasta comienzos de [os años setenta del siglo pasado un

obstáculo para aclarar puntos de vista opuestos sobre la economía antioqueña

en ese período. La cuidadosa investigación de Ann Twinam en los libros de

registro de la fundición, l le permitió hacer un cálculo para la producción año

por a~o, en el perrodo 1670-1810 (1976); sin embargo, por el contrabando de

artículos y oro, así como otros métodos de evasión estas cifras subestiman .

la producción real, como Twinam precisa:

{ ... llas sumas que los mineros llevaban a la fundición, eran entonces

una aproximación cercana a sus utilidades más que a la producción real [ ... J. Las sumas que [os comerciantes llevaban a la fundición no representan su

utilidad. sino el valor de su comercio de importación ( ... J un aumento o una

caída en la contribución de los comerciantes a la fundición suministra un

indicador amplio de la cantidad de capital disponible para la población; y

como este capital se originó en la minería, significa una medida aproximada

del estado de la minería (1976: 44,45).

3 Sitio al que debr, llevarse el oro para ser fundido tanto por los mineros como por los co­merciantes, bue sobre la cual $e liquidaba el impuesto del quinto real.

158 i Univ~,..idGddflotAnd",. Empre.anodo .neo/aml:lio

Las cifras muestran un resurgir notable de la minería después de la

primera década del siglo XVII!: entre 1750 y In9 el promedio anual fue de

59.000 pesos de oro (frente a 22.000 pesos entre 1670 y 1749). de 1780 a 18\0

ascendió a 236.000 pesos de oro. Es decir, la minería produjo diez veces más

capital en 1800 que en 1700 (Twinam, 1976: 45-46).

Estos datos sirven para poner en duda la supuesta pobreza y atraso de

toda la sociedad antioquer1a en el siglo XYlIl y permiten calificar más cuidado­

samente el impacto de las reformas del visitador Mon yVelarde, posteriores

a 1786. Si bien éstas pudieron contribuir a [a segunda fase de aumento de la

producci6n minera (1780-1810), el hecho es que la producción se habla más

que duplicado en el período de treinta ai'los antes de su visita y reformas.

El aumento de la poblaci6n y el descubrimiento de nuevos distritos mineros

fueron aspectos claves en esta expansi6n.

La contribución de la minería organizada (los "mineros" eran quienes

tenfan bajo su control una fuerza de trabajo-libre o esclava- de cincoo más

personas) y de los mazamorreros a la producción en el período Barbón fue muy

desigual, los mazamorreros contribuyeron con 2/3 de la producci6n anua l.

La tecnologra misma del "oro corrido· implica que los mineros tuvieran

continuamente que invertir y reinvertir su tiempo ysu capital para obtener

utilidades. Aunque los mineros poddan acumular sumas para inversión

posterior, ellos no hicieron suficientes utilidades como para cesar sus ac­

tividades mineras ygozarde ingresos acumulados. (TWinam, 1976: 83,84). , ,. La referencia detallada a estos aspectos d.e la minerra e!l e; p;>:;(c¿c ~efe­

rido se justifica, pues la expansión que se presentó en la prodUCCión minera

tuvO efectos en otros sectores de la economía regional (come rcio y agricul­

tura), constituyendo así condiciones para la formación del empresariado

antioque~o. t.sta es una de las conclusiones que se derivan de la tesis doctoral

El tmpruariadoQnt,oq"t~O i 159

de Twinam, acuciosamente respaldada por fu entes primarias que no habra n

sido utilizadas en estudios previos.

Tanto las oportunidades como las limitaciones de la economía colonial

antioque~ a influyeron decisivamente en la capacidad de acumulación de la

élite regionOll, asf como en la altlsima diversificación, las múltiples ocupaclones

de la élite y la reinversión continua de su capital. La capacidad de acumulación

de la éliteantioquei"la fue superiora la de otras élites regionales; pero era usufi_

ciente, no de masiada" y no comparable con la de los mineros de Guanajuato

(México) o los comerciantes de Buenos Aires (Argentina).

Los riesgos y los retornos esporádicos de la minerfa, el comercio y la

agricu Itura forzaron, entonces a los antioquel'los a usa r el capital limitado

que ellos poseían diversificándolo como colchón de seguridad contra la

incertidumbre. Paradójicamente, el conservatísmo y la prudencia llevó a

los antioqueños a invertir en form a innovadora ganando así una temprana

reputación como empresarios (Twinam, 1976: 341).

Las realidades económicas movieron a los antioqueños a

( ••• J mantener capital fluido, disminuir los riesgos y reinvertir conti­

nuamente [ ... ]. Hacia el fin del período Barbón, lo que había sido un "modo

de estar", es de .. ir, la adaptación a una realidad económica específica, se

había transformado en un umodo de ser" una forma de vida que trascen­

día las condiciones históricas que la habían creado [ ... ]. La .. ontinuaciÓn de

su propia tradición 'conservadora' llevó a los antioqueños a brillar .. amo

mineros, .. omerciantes, colonizadores. banqueros, cultivadores de taba­

co, constructores de ferrocarriles, productores de café y, fin almente, los

industriales de Colombia (TWinam, 1976: 344).

¿Cómo confrontar la conclusión anterior con lo que Twinam llama la.

tendencia natural de las sociedades mineras a "crear élites con algún poten­

cial empresarial"? comparando los casos de centros mineros como Popayán,

Guanajuato y Minas Gerais (Brasil), la autora concluye que en estos terri torios

se dieron otras alternativas para que los mineros y comerciantes ricos adqui­

rieran estatus social: encomiendas y haciendas en Popayán y Guanajuato;

en el caso de Minas Gerais, los recursos mineros no fue ron suficientes para

sostener una "naciente élite empresarial", pero en nuestro caso, "los mede­

lIinenses del siglo XVIII no tenían estas alternativas" (Twinam, 1976: 286). Por

estas circunstancias ma teriales, según la autora, los antioquei'tos tuvieron

que desarrollar habilidades empresariales.

Otra conclusión imponante apunta a la composición de la élite de Mede'

llin. Twinam (1976: 225), basada en una mi nuciosa reconstrucción de datos

para averiguar la conformación del Cabildo, las actividades económicas de

sus miembros y una inval uable lis ta de estratificación de la élite basada en los

ingresos mineros y comerciales, muestra que los miembros de esta élite eran

mineros de oro y a la vez comerciantes que dominaban el Cabildo de Medellín

y ocupaban las mas altas posiciones dentro de éste. La minería de oro y el

comercio estaban íntimamente interconectados, pues .la minería dependía

del abastecimiento por pane de los comerciantes y éstos, a su vez, (equerían

conocer el volumen de la producción de oro. Éstas eran las actividades más

prestigiosas y un prerrequisito para el poder polít ico: ~( ... ) la correlación entre

riqueza y cargos políticos fue casi exacta. Con muy pocas excepciones, la élite

polftica reflejaba la élite económica" (Twinam, 1976: 238). ,. Debe señalarse la variedad de asuntos muy bien entretejidos que Twinam

analiza en la élite de Medellín: la élite económica y su interrelación con la élite

política, la composición de la élite en cuanto a raza, ilegitimidad de nacimiento,

los peninsulares y las familias criollas, "la sociedad medellinense puso un

alto valor al nacimiento legít imo, la pureza racial y la riqueza acumulada a

I I I I I I I

...

través de la minería y el comercio" (Twinam, 1976: 279). En relación con las

ocupaciones de varias generaciones de los miembros de la élite, vale destacar

que: ~ ( ... lla éli te de Medellíp. difirió sustancialmente de las élites de Popayán

o Guanajuato. En Mede!lín los hijos siguieron a sus padres en la minerfa y el

comercio, continuando una tradición empresarial" (Twinam, 1976: 278),

El comercio en el período Borbón: vínculos intersectoriales y formación del empresariado

En cuanto al comercio, en el trabajo de Twinam se examinan el volumen

de las importaciones, su distribución entre los diferentes tipos de comer~

ciantes y la habilidad de estos para ~adquirir y manipular" capital.

Las "guías" que se otorgaban a los comerciantes en las aduanas, las

memorias que los comerciantes ll evaban al entregar a la fundició n una

cantidad de oro igual al valor de [os bienes importados, los registros de ésta,

así como los libros de cuentas de un importante comerciante de Medellín

sirven como fuente para determinar no sólo el monto de las importaciones

sino también para identificar la é(ite comercial. Twinam hace un rastreo siste­

mático y construye 46 series anuales de importaciones, utilizando fuentes

-que como ya se anotó- habían sido inexploradas hasta que la historiadora

realizó su estudio.

Según estos datos, el comercio de importación se quintuplicó en el

periodo t 760-1810 Y refleja las mismas fluctuaciones de la producción de oro.

Asimismo. aparecieron nuevos centros urbanos a medida que la minería se

desplazó de las tierras bajas de Santa Fe de Antioquia hacia las tierras altas

de Rionegro y Medellín. Por ello, fueron apareciendo aduanas en diferentes

poblaciones; hasta 1763 sólo exist[a la de Santa Fe de Antioquia, en este at\o

162 : Vn~/"Iid<ld 410s Andt • . Emp"".anado on Colamb>a

se establecieron aduanas en Medellín y Rionegro, seguidas por las de Marini!la

(1791) y Santa Rosa (1795) .

Una de las reformas de Mon y Velarde se encaminó a crear un nuevo grupo

- los rescatadores ¿e piat<l.- , enc.-;r~ .. J,) ,jo;:" .-; 1.:;:; ¿i3:~itvs n.:.t<: rcs y dar a

los trabajadores monedas de plata a cambiO de oro en polvo. Con esto buscaba

crear competencia alas con¡erciantes que actuaban como rescatadores de

oro, quienes tenían un gran poder sobre los mineros y mazamorreros. "El valor

del oro de los mineros y los mazamorreros variaba en proporción inversa a su

necesidad por artículos~ (Twinam, 1976: 103).

Mon y Velarde buscó crear un nuevo t ipo de comerciantes domésticos,

quienes no importadan [os artículos directamente fue ra de la provincia sino

que comprarían a[ por mayor a los importadores de Medellín y Rionegro.

Estos últimos apoyaron dicha reforma: podían seguirteniendo comercio con

mineros y mazamorreros, t endrían competidores en los nuevos mercados

domésticos, pero a su vez estarían relevados de la obligación de llevar el valor

desus registros de mercaderías en oroa la fundición (Twinam, 1976: 106-108).

A los comerciantes les favorecía esta medida, pues al convertirse en mayo­

ristas se expandirían sus volúmenes de importación.

Una consecuencia inesperada de la reforma comercial fue [a nueva depen­

dencia que se creó: los comerciantes importadores comenzaron a controlar a

los mercaderes domésticos, pues como no había suficiente plata, [os importa­

dores~uienes sí viajaban fuera de la provincia-comenzaron a intercambiar , oro en narra por monedas de plata, obteniendo así una abundante ganancia,

resultante de su sagacidad empresarial:

( ... j los comerciantes nadan utilidades por dos lados: cuando intercam­

biaban oro en barras por monedas de plata y de nuevo cuando intercambia·

ban las monedas pororo en polvo. El efet:to último de la reforma monetaria

EI.m,o ..... anodaantioqu.~ : 163

J

de Mon fue permitir a los comerciantes serbonquerosymayorisros yacumu­

lar utilidades adicionales (TWinam, 1976: 113) (enfasis del autor).

Twinam identificó 1028 comerciantes importadores en toda la provinCia

en el período considerado (1763-1810): 157 en Santa Fe de Antioquia, 411 en

Rionegro y 385 en Medellín (1976: 129, tabla 12), y los clasificó en grupos de

acuerdo con el volumen de sus importaciones. La élite comercia! se refiere a

los importadores con registros superiores a 10000 pesos de oro que comer­

ciaban con Bogotá, Cartagena, Popayán y Quito. "Las élites comerciales de

Santa Fe de Antioquia, Rionegro y Medellín jugaron diferentes roles dentro

de sus respectivas áreas" (1976: 146), evidenciando así gran diversidad. Otro

grupo obtenía sus mercaderfas en Honda o Nare, se dedicaban sólo tiempo

parcial a sus negocios de importación de muy baja escala y se "especializaban"

en la importación de cacao y textiles para uso personal (1976: 130-132). En

las tablas 5.1 y 5.2 se ha ordenado la valiosa información que aporta Twinam

(1976: 129). Allí se puede ver la diferencia entre el tamaño y el monto de las

importaciones realizadas por las élites comerciales de las tres ciudades.

Tabla 5.1. Distribución de grupos comerciantes: provincia de Antioquia, y Santa Fe de Antioquia, Rionegro y Medellín (1763-1810)

- <,~ --'. . ~l - .--

.n 385

l. s.. debe tmeren <uo:fIta q~ .... nUmero d. comn<:"'~te. en la. catqOO1u super;orn & 50.000 posos ..,maóoo pot

ciudaOe. no ton<~erda"",,'" tQqlproY'''''''1. Lad""",tidad OCUf<e P<>t'Il"" algunoo co~ntn .... gI.<nbansus .rtl· <:uk>o en m.f.. d.~ ..... o.d\l.na local· (Twinom, 1976; 1Z9. tabl. ¡~. noQ bl.los mlembto>cO<'l ¡mpc1Ucio ..... suPO""'"' 100.000 ~1K>t"'" ucen<llan a unoen San'. F • • cu.tro e" Rion<¡ro. ninguno en M_lIin yóos O" luotra. ~ocalkl.~e •.

F~nto: TWinam, 1976: 129. T.bla \2 (el au'or .....,"'.06 la info,m.ción).

! 64 : Ihu ..... rsidad d. ¡o. Ande •. Empnsatiado . /I Colombia

Tabla 5.2. Valor de las importaciones de la provincia de Antioquia y ciuda. des de Santa Fe de Antioquia, Rionegroy Mede[(ín (1763-1810) (pesos oro)

Importaciones totaJes ;p;'-~ .% importaciones. élite 'comercial

742.791 2.434.233 2,431.429 .".,,;.

11,8% 71,8'l¡,

"'""te: r ...... m (1976: 129, ~ 12). a 1\:,,,, .....o.n61a infomw:ió,,-

363.450 5.971.913

Para entender más la actividad muy diversificada y multifacética de la

élite de los comerciantes se ilustra el caso de Mateo Malina, un comerciante de Medel[in:

Molina no fue solamente transportador y vendedor de artículos y

evaluador de polvo de oro. Además, fue banquero, padre en ausencia, pro­

motor, portador de correo y droguista ( ... l. Estos deberes pueden conside­

rarse como los equivalentes coloniales de la publicidad. los clientes deben

haber evaluado la disposición de diferentes comerciantes para identificar.;;e

con sus intereses, como un factor para decidir a quien darte sus negocios

(Twlnam, 1976: 158).

Pero ¿cuál era el volumen de las uti li dades que obtenían los grand 1!s

comerciantes? Éstas se veían afectadas por un sinnúmero de dificultades y

limitaciones: grandes distancias y tribulaciones de! transporte (canoa, mula),

clima maligno, condiciones comerciales desventajosas frente a los mayoristas

de Cartagena, problemas para cobrar a los mineros, provisión de mercancía,

préstamos y protección a los familiares de los mineros mientras éstos estu­

vieran ausentes. A lo anterior se sumaba la restricción de ejercer su comercio

dentro de los lImites provinciales.

Estas dificultades fueron determinantes en la formaci6n de una actitud

y hábitos empresariales. Para ponerlo en términos comparativos: un comer­

ciante portei'lo en una sola transacción en Buenos Aires manejaba el equiva·

lente a las importaciones de todo un ano de un miembro de la élite comercial

paisa, esto es, comparado con Francisco Campuzano, José María Montoya,

José Marra Aranzazu o cualquiera de [os veinte más grandes importadores

identificados por la investigadora estadounidense (1976: 162, Tabla 17). Bajo

tales circunstancias:

[ ... ] el período Borbón condujo a una expansión significativa del volu·

men de la producción de oro y de las importaciones. Empero, ni una élite

minera ni una comucial dominaron la producción de oro o el comercio

dentro de la provincia. los mineros organizados enfrentaron el riesgo

de las restricciones de la minería de aluvión y no producían la mayorla de

polvo de oro. El comercio fue igualmente riesgoso, ya que los comercian·

tes tenían que compartir mercados con los pequei'ios mercaderes y tenran

que luchar para poder pagar sus deudas a los mayoristas del virreinato. La

naturalela misma y organización de los sectores comercial y minero lIev6

a una situación de "suficiente pero no demasiado". Los mineros organila·

dos y Jos comerciantes importadores fueron capaces de acumular ciertas

cantidades de capital, pero los riesgos y restricciones de prosperar y de

importar 10$ fonó a diversificar sus inversiones y a actuar en una forma

empresarial (p. 165).

La a9ficultura en el período Barbón: desequilibrio entre el sector minero y el a9rícola

la preferencia por el uso extensivo de la tierra (ganadería y técnicas de

agricultura de quema), los límites naturales a su uso intensivo, a causa del

sistema institucional de tenencia, originalmente de concesiones realengas

fragmentadas luego por ventas, usurpaciones y herencias, !as tendencias lati­

fundistas y orientación hacia el intercambio comercial de la economía agrícola

de Antioquia (López Toro, 1970: 30·33), la escasez de tierra fénil y bajo rendi­

miento de ésta, la poca mano de obra y el predominio de pequenas explota­

ciones son algunas de las características de la economía agrícola antioqueña.

que entro en crisis a fines del período colonial y fue uno de los sectores que

buscó mejorar el oidor Mon rVelarde a través de una "reforma agraria" para:

[ ... ] restaurar el orden social, superar la crisis de altos precios y baja

ocupación, estimular y diversificar la producción y amparar nuevas coloni­

zaciones. la más extraordinaria de estas reformas consistió en conceder

acceso libreygratuito a extensiones limitadas de tierras para la fundación

de pueblos y de colonias agrkolas en la vecindad de los centros mineros,

sin respetar los derechos previos de los terratenientes (López Toro, 1970:

34,35).

El desequilibrio entre el sector minero y el agrícola tiene un componente

relacionado con la actividad empresarial. El desaparecido investigador antio­

queño Álvaro lópez Toro lo manifiesta muy detalladamente:

[ ... ] Después de todo, no se administra una hacienda en la misma forma

en que se acomete una explotación minera, y laclase especial de talento '1

actitudes que marcan el éxito en la última conlleva cierta incompatibilidad

con los hábitos más sedentarios del granjero eficiente. En este tipo de in­

flexibilidad del factor empresarial podrra encontrar.;e buena parte de las •

cau,as de la incapacidad de asignación eficiente de los recursos laborales

y naturales entre la minerra y agricultura [ ... ] (1970: 35).

Twinam ha destacado la inexistencia de un producto agrícola para expor­

tación como un limitante adicional, resaltando:

[ ... ] El poco incentivo existente para desarrollar un producto agrfcola

de exportación, cuando existla uno metálico tan eminentemente ade­

cuado ... El valor de la tierra estaba deprimido al punto que la producción

agrícola estaba reducida a unos límites locales en vez de interprovinciales

[ ... 1 (1976: 171).

Igualmente, la no abundancia de mano de obra barata y las condiciones

topográficas no permitieron e! desarrollade! sistema de hacienda.· La riqueza

agrfcola de Antioquia estaba en el valle de Medellín. Twinam (1976) examina

la distribución de la tierra, concluyendo que la élite agrfcola no dominaba la

propiedad ni el uso de la tierra del mencionado valle: "[ ... 1 aquellos individuos

que posefan un área substancia! en tierra, tendían a diversificarla en varios

sitios en vez de concentrarla en uno" (1976: 186) . Esta élite no podía mono­

polizar !a producción agrícola a la que contribuía una importante población

de pequeños agricultores y en la cual había cierta dependencia del Concejo de

Medellín (dominado por mineros y comerciantes) en la fijación de precios

de los granos.

Twinam da a conocer algunos enfrentamientos entre los agricultores y

la élite minero-comerciante. En este contexto examina las reformas de Mon

y Velarde y el apoyo a sus políticas de distribución de tierras: "[ ... J aunque la

mayoría de la élite antioquena era propietaria de tierra, no veía la adquisición

de más tierras como algo necesario para el mantenimiento de su prestigio o de

su bienestar económico" (1976: 204). Esto se sustenta e n un censo de tierras

realizado en 1787 al que acude Twinam, la historiadora tuvo que remitirse a

descripciones generales en vez de datos estadfsticos para examinar la capa­

cidad de acumulación de la élite agrícola.

4 Sobre los sistemas de hacienda en Colombia, do Palacios {200l}, D~as {¡996; s.f.} y Col­men.¡¡res (1983).

168 I u,,~,dad de lo> /l.no:l" 'Emp .... satiado en Co/ambl<l

,

La colonización como campo de acción empresarial

Hay otra actividad de importancia en el desarrollo de Antioquia y en

la conformación de su empresariado, en particular en la segunda mitad del

siglo XIX: la colonización antioquel\a en el occidente colombiano. El primero

en estudiarla detenidamente fue el geógrafo norteamericano James Parsons

(1949), cuyo trabajo va mucho más aHá de los aspectos geográficos para cubrir

aspectos económicos y sociales, y significó un estudio clásico de obligada refe­

rencia. Es importante precisar una afirmación de Parsons sobre el "esplritu

empresarial" de los antioqueños:

En Ant ioquia los derechos mineros tuvieron siempre precedencia so­

bre los derechos agrícolas [ ... ). El concepto de riqueza, entonces, no estaba

vinculado adeterminados pueblos y al suelo, sino más bien al trabajo duro

ya la iniciativa [ ... 1 este caso rarísimo de una sociedad democrática de pe­

queftos propietarios en un cominente dominado por un latifundismo latino

tradicional [ ... ) (Parsons, citado en López Toro. 1970: 87-88).

López Toro fue uno de los primeros en contraponer a esta imagen, algo

ideal, la complejidad derivada del proceso de colonización, en el que se presen­

taron tres tipos diferentes: concesiones realengas, colonizaciones capitalistas

y baldlos.

Los logros de la colonización hasta 1880 fueron superar el estrangula­

miento de la producción agropecuaria, aumentar el nivel de vida y las oportu­

nidades de trabajo para una capa social necesitada, desarrollar una ~población

más numerosa, menos estratificada socialmente y con mejores condiciones

de movilidad ocupacional y terri torial" (López Toro, 1970: 61). Además, la

colonización contribuyó a la diversificación de la actividad empresarial del

grupo de los comerciantes.

Las empresas especulativas en concesiones de tierras, la ampliación

de los mercados de artículos de importación, la experiencia polftica en

cuanto al fomento de una nueva orientación agraria, etc., fueron todos

factores que contribuyeron a ampliar el horizonte de acción de este in­

fluyente grupo y arraigar en él una tradición empresarial cuyos frutos se

multiplicarlan al iniciarse posteriormente la gran corriente de industriali­

zación (1970: 151) (énfasis del autor).

Los aspectos negativos de la colonización son también evaluados por

López Toro (1970: 61); desigualdad socia! en los beneficios a los emigrantes,

convulsiones polfticas dentro del movimiento colonizador, predominio de

agricultura de subsistencia y destrucción de recursos forestales,

La coloniuciónque López Toro llama capitalista fue una actividad empre­

sarial de particular interés, que significó un área más de diversificación:

compra y parcelación de tierras, Los especuladores paisas de bonos tuvieron

una "conducta peculiar" y, en contraste con sus colegas de otras partes de

Colombia,

( ... ] movilizaron sus recursos con una mentalidad ávida de lucros

financieros tangibles y de pronta recuperación del propio capital. Esta

motivación capitalista, en armanla con el espíritu comerciante vernáculo

de Antioqula, predominó sobre otras consideraciones de prestigio social,

influencia polltica y simple acumulación de propiedad raíz (1970: 41) (én­

fasis del autor),

Este tipo de colonización está ilustrada en el trabajo del inglés Keith

Christie (1974) sobre la ollgarqula del viejo Caldas. Christie contradice la idea

comúnmente aceptada de caldas como una sociedad igualitaria de minifun­

distas, cuyo origen ha sido convencional atribuir a una tradición de coloniza­

dores-fundadores y campesinos de origen humilde,

170 : Unrv"njdad de lo. And~. · Emp",ari"d" ,~ Calomb¡o

La colonización capitalista fue a~elantada por un grupo de "buenas fami­

lias" de Antioquia central, "un grupo económicamente modesto pero social·

mente orgulloso, un patriarcado rural ( .. ,]" (Christie, 1974: 25), que tuvo los

medios para organizar caravanas de colonizadores, peones, mulas y ganado.

Más tarde, en la colonización del sur de Caldas, una empresa capitalista que

vendía tierras para colonización (la Empresa Burila) desempeñó un papel

importante.

A este respecto la reclamación que hizo la empresa de una enorme exten­

sión de 200.000 fanegadas (desde la mitad sur del Quindlo hasta el norte del

valle del Cauca) tuvo un ~efecto equívoco", Por un lado, sus ingresos forta­

lecieron a los mayores accionistas de la Empresa Burila, oligarcas de CaJi y

Manizales. Pero, a su vez y en medio de serios conflictos y reclamaciones de

tierras entre los colonos y vecinos frente a la empresa,

( ... ] mucha de esta tierra, filtró del control de estas pocas familias

y permitió a muchas otras establecerse en fincas de tamaño medio ( ... ].

A pesar de Burila y de muchos miembros de la oligarqula que se movieron

hacia la región [._.] ésta ofreció gran oportunidad a muchos de los pobres

( ... ] (Brew, 1977: 56-57).

Este tipo de colonización tenía antecedentes en otra poderosa compañia

que también se basaba en la venta de tierras, cuyo origen estaba en concesiones

reales: la Empresa Gonzá!ez, Salazar y Cfa" una "[ ... ] empresa exitosa de venta

de tierras [ .. ,] (en la cuaO familias oligárquicas de Medel!ín como los Mejlas, los

GutiéTT~Z y los Aranzazu se lucraron grandemente" (Christie, 1974: 23).

En la fundación de numerosos pueblos se dan a conocer los diferentes

típos de colonización, lo que muestra asl un mayor control oligárquico en el

norte de Caldas que en el sur, Si bien este es un distintivo en ManizaJes (ciudad

que a su vez dominó la vida regional por largo tiempo), Christie muestra cómo

~le",p ... sariada".1tioqu,~o : 171

J

l.

en el caso de Pereira, usualmente descrita como el fruto de colonos paupé­

rrimos, la familia Marulanda desempeñó un papel dominante . Como empre­

sarios multifacético$, los Marulanda hicieron negocios de tierras, ganadería,

construcción, finca rarz urbana; préstamos a individuos y acuerdos de cose­

chas. Más tarde, se asociaron con un pariente, rico propietario de tierras en el

Quindío, y se diversificaron, aún más, hacia la explotación extensiva de pastos,

minas de sal y oro, y propiedades urbanas en pueblos quindianos. Ese poder

ha continuado; "[ ... ] a causa de que muchos descendientes de los Marulanda

se casaron con miembros de otras acaudaladas familias. subsiste hasta hoy

una fuerte línea de continuidad entre el poder socioeconómico y la familia

Marulanda" (Christie, 1974: 50).

En síntesis, la colonización fue en parte un nuevo y fructífero campo de

acción para el empresariado paisa después de 1850. Por medio de ella se afir­

maron las características de diversificación, especulación, innovación, toma

de riesgos, sagacidad y trabajo duro del empresariado antioqueño.

Del empresariado minero y comercial al industrial

Se puede afirmar, entonces, que el empresariado antioqueño surgió en

el período entre 1760 y 1810 de la expansión, a la vez que de las limitaciones

de la minería de oro y el comercio. En ese periodo inicial, la exitosa actividad

empresarial de la diversificada élite minera y comercial estuvo confinada al

escenario regional de la provincia de Antioquia.las evidencias que sustentan

esta afirmación son las ya comentadas por Ann Twinam, cuyo rigor y crea­

tividad en el manejo de fuentes primarias secul~rmente olvidadas otorgan

validez a sus conclusiones.

Otro riguroso historiador y discípulo de Malcolm Deas, el británico Roger

Brew, t erminó dos años antes queTwinam, en 1974, su tesis doctoral, también

172 : Unr..-rsidodde /os Andes. fmpresaria(/o M O>Iombio

un documentado y valioso estudio d!!,l desarrollo económico antioqueño, que

cubre desde la Independencia hasta 1920.

Hay una divergencia que me parece resuelta a favor de Twinam. Adife­

rencia de ésta, Brew --cuyo estudio justamente comienza donde termi na el

perlado cubierto por Twinam- sostiene que "la élite empresarial que dirigió

la industrialización en el siglo xx surgió en el período entre 1820 y 1880 de

una clase de hombre humilde ydesconocido" (1977: 35). En una nota al pie de

página, Brew precisa que 1790 podría ser una fecha factible para U[ .•• ] fijar el

comienzo del surgimiento de los mercaderes antioqueños ( ... ]. Pero apenas en

la década de 1820 se pueden empezar a establecer vInculas familiares ininte­

rrumpidos entre los comerciantes de MedeIlfn, de importancia muy reciente,

y los empresarios de principios del siglo xx" (1977: nota al pie 1).

La minería, agricultura, café, ganadería, el crédito Y la colonización son los

sectores económicos que estudia Brew en el período 1820-1920. Su propósito

es explicar el surgimiento de la industrialización en Antioquia, que es dife­

rente, estrictamente hablando, de los inicios del empresariado; sin embargo,

los dos conceptos están relacionados y, a lo largo de su libro, Brew expone

copiosos elementos para comprender la evolución de la actividad empresarial

durante el siglo XIX.

Parte del supuesto de que hay que reconocer "{ ... ] el peligro de buscar

explicaciones simples para!os procesos históricos { .. .]" (1977: 23). Así, examina

cuatro condiciones fundamentales para el surgimiento de la industrialización

en Antioquia: espíritu empresarial, financiamiento, adaptación a la nueva

tecnología y mercado de trabajo. Para cada una de estas condiciones, estudia

un conjunto de aspectos mediante la ~observación cuidadosa" de los hechos

históricos. Las diversas variables estudiadas "{ ... ) reflejan quizá el deseo del

autor de no dejarse guiar demasiado por juicios y teorías preconcebidas en

la selección del material" (1977: 415).

Una conclusión central de su trabajo es que en la industrialización de

Antioquia la economfa minera de la región desempeñó un papel crucial, ésta

le dio un impulso inicial y creó.patrones conducentes para que la industrializa­

ción no fuera un "paso brusco e inesperado dado por extranjeros o por antio­

queños impulsados súbitamente por el auge de las exportacionesn (1977: 408).

La economía cafetera en creciente expansión después de 1890 ~[ ... ] aceleró

muchísimo los procesos iniciados por aquella (la minera)" (1977: 133), dando

as! un impulso definitivo pero no inicial a esa industrialización "local yautóc­

tona" que se concretó en la expansión del mercado de bienes de consumo,

no sólo Uentre los propios cultivadores sino en toda la infraestructura que se

creó en Medellln yotros centros más pequeños en la última década del siglo

XIX para la exportación y elaboración del grano" (1977: 295).

También se concretó en los cambios cualitativos de los patrones de

consumo (por ejemplo: gaseosas, cerveza y cigarrillos desplazaron artículos

autóctonos), el trabajo de la mujer y los niños en las épocas de cosecha o su

desplazamiento a casas de elaboración y empaque del grano en Medellin, el

estímulo a los inversionistas, el impulso a la industria de la fundición y de

equipo para el procesamiento del grano (despulpadoras, principalmente) .

Por otra parte, a pesar de que Antioquia no fue un centro artesanal de

la importancia de Santander, durante el predominio de la economía minera

existieron manufacturas artesanales y domésticas no sólo en Medellín sino

también en la provincia. Y ~[ ... I debe reconocerse una linea de continuidad

entre la manufactura artesanal, la organización 'sem/fabril' y finalmente el

establecimiento de la fábrica moderna" (Brew, 1977: 328).

El argumento de Brew (cf. conclusiones, parte 1) se puede esquematizar

en la figura 5.1.

1741 UnivrnidadcU/ooAlldes.EmprnariadamColombia

Figura 5.1. Trayectoria empresarial antioqueña. Formación del espíritu empresarial y acumulación de capital precafetero

Economiac,

Comercio Siglos XV1!l-XIX

(. Calonizaci6n

,t ~ Bancos familiares

(.Arrlerr, _ .. --t.·c;':-

Siglo xx (. Industrializaci6n

El empresariado recibe un tratamiento central y muy cuidadoso en e~

trabajo de Brew, que aporta conclusiones de importancia. Laeconomíaminera

"[ ... ) creó las condiciones para el surgimiento de una clase de empresarios

con las tradicionales virtudes capitalistas tan marcadas que aún hoy parecen

sacadas de un texto sobre el desarrollo del capitalismo" (Brew, 1977: 407).

El espíritu empresarial de los antioqueños no surgi6 únicamente en la clase

empresarial anteriormente descrita por Brew sino también en diferentes

niveles sociales, Y fue el resultado de las oportunidades económicas que se

derivaron de los recursos naturales, del oro en particular.

EI~ro y, en menor volumen, [a plata constituyeron la única exportación

permanente de Colombia y Antioquia durante el siglo XIX hasta que "los cafe­

teros pudieran aprovechar la construcción de! ferrocarril" (Brew, 1977: 129).

La minería implicaba grandes riesgos: incertidumbre sobre la continuidad de la

riqueza de las minas, desconocimiento de la tecnologra avanzada, dificultades

de abastecimiento de Jos minero~' , etcétera; sin embargo, era grande el interés

fl,mprnariada at1tioqu~lIa : 175

-

I

de los comerciantes en el oro como base para negociar Con otras regiones

por la liquidez que daba. Asimismo. desde [a época colonial, Jos comerciantes

mostraron gran interés por 1515 vínculos con la explotación del oro y por el

comercio alrededor del abastecimiento de los mineros.

Dentro de un panorama de muy escasa inversión en la minería, después

de la Independencia los comerciantes se interesaron como inversionistas en

minas de veta. Brew toma algunos casos ilustrativos de comerciantes que

invirtieron en grandes minas y define la élite de Medellín para mediados de

siglo como las 200 personas de ingresos más altos (basado en el catastro

de [ajunta calificadora de Mede!lln en 1853) e indica que estaba compuesta por

"[ ... 1 comerciantes que vendían mercancía extranjera, unos pocos propietarios

de minas y los miembros jóvenes de esas familias [ .. .]" (1977: 89). También

precisa que "muy pocos de los mineros pobres e independientes ~ enrique­

cieron sin haber sido también comerciantes" (1977: 89). Indica también que

"[ .. . ] en la segunda mitad del siglo XIX, los hombres de empresa antioqueños

fueron los comerciantes de MedelJín [ ... ]" (1977: 39) . /

las condiciones que rodearon a esta élite empresarial son numerosas y

están interrelacionadas; entre ellas se destacan:

1. la alta movilidad social, canalizada a través del comercio.

2. El comercio local antioqueño, caracterizado por la fragmentación del

mercado y las grandes fluctuaciones de los precios, sirvió de escuela

y entrenamiento a las habilidades comerciales de los antioqueños.

3. Siendo diferentes los minoristas provinciales de los mayoristas de

Medellln, la facilidad de crédito para el comercio permit{a el tránsito

de minorista a mayorista, aunque esta situación cambió a mediados

del siglo.

4. Los valores culturales de esta élite son de ~puritanismo" católico y no

protestante: dedicación al trabajo, frugalidad y Qmezda paradójica de

respeto a las costumbres patriarcales y al individualismo" (1977: 39).

5. Hay numerosos casos de familias (en vez de individuos) de la élite,

quienes se dedicaban a diversas actividades empresariales ante­

riores al café, como mayoristas de importación y exportación (luego

exportación de café) que antes se habían dedicado al comercio local

al detal; los que se ocupaban de la minerla; "nuevos" terratenientes

que después de la Independencia obtuvieron grandes extensiones de

tierra a bajo precio. pagada a través de préstamos hechos al gobierno,

y que estaban interesados en explotarla; buena parte de los bancos

creados en el siglo XIX fueron familiares; las compañías por acciones

estaban dominadas por socios emparentados; algunos se consagraban

a la financiación y control de la colonización; otros a la manufactura,

oal transporte. Como indica Brew, "[ ... ]la familia podría recurrir a las

reservas de capital y de conocimientos técnicos de todos sus miem­

bros, quienes consideraban que la confianza mutua y la multiplicidad

de actividades significaban la seguridad a largo plazo para todos"

(1977: 112).

6. En las actividades de mayor riesgo (comercio, minería, ?anca y manu­

facturas) imperaron las compañías familiares. mientras que en la

especulación de tierras se asodaban "unas pocas familias relacio­

nadas" (1977: 113, nota al pie 56).

,> 7. Esta élite empresarial tenía una "mentalidad progresista", abierta,

reflejada en la colonización hacia el surque fue "( ... ]la aliada natural

de los colonizadores contra los obstáculos que a éstos pusieron los

herederos de los donatarios coloniales [ ... ]" (1977: 168) .

!1.mp~l(lriadoant¡V<Ju,~o : 177

8. La innovación característica de la élite (pero asimismo de otros

sectores) se reflejó no sólo en la adopción y adaptación de nuevas

tecnologías (especi~lrnente en la minería) sino también en múltiples

manifestaciones, por ejemplo: el apoyo a la educación técnica (Escuela

de Arte y oficios de Medellín, desde 1864), la marcada habilidad de los

ingenieros paisas de "[ ... ] aprender experimentando y de improvisar

soluciones rápidas para problemas específicos" (1977: 377), la intro­

ducción de nuevas variedades de pastos y razas en la ganadería y la

difusión de innovaciones haciendo giras por la provincia (por ejemplo,

para difundir nuevos métodos de C~ivo y explotación del tabaco

[1977: 261], ypara mostrar maquinaria textil).

9. La élite mantenía contactos no sólo con otras regiones de Colombia

sino también con el exterior.

10. La existencia de alicientes económicos h izo que los empresarios paisas

se interesaran, con sus respectivas preferencias, en el cultivo de la

tierra: se interesaron en el café, antes en el tabaco, en la ganadería,

pero no en productos alimenticios.

11. Las ferias ganaderas aportaron también enseñanzas empresariales prácticas.

12. La acumulación de capital esta íntimamente ligada a la "aparición del

grupo de fami lias de empresarios". Acerca de su relación con la industria-

1ización' Brew es claro al sostener que la importancia de la acumulación

real disminuye a lo largo del siglo XIX: la industria no requirió mucho

capital, fue selectiva, hubo una gran inflación yespeculación entre 1899

y 1904, el café se desarrolló sin mucho capital previamente acumulado.

Brew sugiere que el capital necesario para la industria fue acumulado

en forma "[ ... ] más súbita y mucho menos gradual" (1977: 86).

, . 178 I [¡mv<r .. dad di! lo. Andes • Emp~,ar¡ado en Cotombia

En las últimas décadas del siglo XIXJ los comerciantes antioqueños, junto

a los de Cundinamarca, iniciaron el cultivo del café para exportación. Hacia

1880 éste era reducido en Antioquia, si se comparaba con el de Cundinamarca

y Santander. Pero esto no fue

[ ... l por falta de iniciativa de tos comerciantes, sino debido al costo del

transporte del producto h~sta el río Magdalena [ ... l. En la década de 1870

José María Jaramillo Zapata -quién había sembrado dos mil cafetos en

tierras inapropiadas cerca a Rionegro- y las fami lias Ospina y Vásquez

fueron los convencidos más entusiastas de las posibilidades económicas

del café en Antioquia, y los partidarios más vehementes de la construcción

del ferrocarril { ... ] (Brew, 1977: 271-272).

El papel de las familias en la actividad empresarial,junto con la diversifi­

cación de los intereses económicos de las más poderosas, vino a reforzarse con

el café. Un ejemplo es el de las ya nombradas familias Ospina yVásquez: dos

de sus miembros, Mariano Ospina Rodríguez y su cuñado Eduardo vásquez,

que habían conocido la técnica de la industria cafetera en Guatemala, esta­

blecieron las haciendas cafeteras más grandes de la región. En 1883 impor­

taron despulpadoras modernas y trilladoras. El poder de estos empresarios

era muy grande:

La sociedad anónima establecida alrededor de 1890 por los hijos de

Mariano Ospina, con el nombre de "Ospina Hermanos" además de los in­

tereses en minería y la metalurgia. tenía seis grandes haciendas a [o largo •

del Mto Cauca Medio. En 1926, las familiasOspinayVásquez todavfa tenían

seis fincas en Fredoniay otras en diferentes sitios, con un total de 838.000

cafetos, siendo muy posiblemente los mayores productores de café en An­

tioquia (Brew, 1977: 279, nota al pie 139).

La historia social, económica y política del café no la hizo Brew, pero sí

el historiador colombiano Marco Palados (1979), cuyo mayor aporte fue el

estudio minucioso de grandes haciendas cafeteras no sóJo en Antioquia sino

también en Cundinamarca. Precisamente, parte de su trabajo se basa en el

archivo de la mencionada familia Ospina.

La integración de las diferentes fases del complejo negado cafetero a sus

actividades previas dio lugar a que;

[, .. ] empresarios antioquellos, concluyeron que su debilidad residía en

su carácter de intermediarios. En el segundo decenio del siglo, las empre­

sas más pudientes decidieron abrir negocios, directamente en New York

como importadores y comisionistas. En 1913, Vásquez & Correa, anuncia

a los comisionistas de NewYork este proyecto, para recibir a vuelta de co­

rreo la respuesta de que les serfan retirados todos los créditos [ .. ,J. En vista

de esta situaci6n [.,.] los capitales tuvieron que conseguirse en Colombia"

(Palacios, 1979: 231-232).

Tanto familias liberales como conservadoras se destacaron empresa­

rialmente y se generaron pocos conflictos pollticos, a diferencia de otras

regiones del pars. y esa é1lte empresarial que "( ... ) no cerró las puertas a gente

nueva, ni siquiera después de que se vio bien establecida en el mundo social

y económico ( ... ) indudablemente constituyó un núcleo de inmenso prestigio

y poder" (Brew, 1977: 407).

La figura del empresario industrial no existfa en el sistema artesanal,

aparece con el sistema semifabril en el que se dan estratos: "Este capitalista

dirigía él mismo el negocio, o consegufa un administrador más capacitado

técnicamente y a las órdenes del administrador estaban los obreros, que se

dividían en calificados y no calificados" (Brew, 19n; 336).

t80 ¡ Unlver5idad de 1M Anda· Emp",sar/ada en Co¡"mbla

Aparte de las mencionadas concl.usiones sobre el papel de la minería y

el café en la industrialización antioquel'la, y de las relacionadas con la élite,

parece importante señalar que también hay muchas más que están sólida­

mente respaldadas en Jos hechos históricos bien armados que se dan a conocer

en diversos capftulos del libro de Brew. Estas conclusiones constituyen un

aporte pionero en varios sentidos: uno en cuanto a su amplia cobertura,

pues se expone una historia económica y social de Antioquia en el siglo XIX; el

segundo, las conclusiones e·stán muy bien integradas, permitiendo asr ver la

interrelación entre las diversas actividades económicas, cuyo hilo conductor

me parece que es, en una gran medida, la élite empresarial; e!' tercer, si se

miran aisladamente algunos capítulos, por ejemplo los dos centrados en la

industria manufacturera, se encuentran datos históricos que no eran cono­

cidos o permanecían dispersos y fragmentados en numerosas, y a menudo

desconocidas, fuentes históricas.

De igual manera, el historiador inglés aporta diversas conclusioneS sobre

otros temas, como la mano de obra: sus orígenes y transición del trabajo

agrícola al manufacturero, el crédito en las diferentes actividades, el camb io

técnico, la colonización, la enseñanza técnica, la relación entre artesanía e

industria en distintos campos, precisando las diferencias entre varios tipos

de artesanfas, la formaci6n de la industria textil (en mayor profundidad que

otras), el desarrollo de la agricultura, haciendo énfasis en los éxitos y fracasos

de la agricultura comercial en una serie de productos que se estudian uno

por uno, incluyendo los orientados hacia la exportación (tabaco, quina), y el

desarrollo de la ganadería.

Sin"embargo, existen algunos puntos que quedan sin ser dilucidados por

Brew, En primer lugar, parece exagerada, y además no se estudia, la apre­

ciación sobre una "verdadera oposición a la industrializaci6n capitalista" en

"algunas partes" del centro y norte de Colombia. Segundo, es más sistemá­

tica y exhaustiva la identificación de la élite en la metodología utilizada por

.El.."-.pruariadaanrloq,,,,/I.o: t8\

Twinam para la !:Iite de un período previo (1780-1810), quien hace uso de

registros comerciales y de la fundición, quela realizada por Brew. Tercero, en

!:ste es indiferenciado el uso de los términos élite empresarial, clase empresa­ria/, burguesía, capitalistai; estrictamente hablando, éstos no son t!:rminos

intercambiables.

Por otra parte, la afirmación de la existencia de unos va/ores culturales

en los trabajadores, como "puritanismo católico", parece algo forzado, al igual

que la explicación de que la mano de obra no era "recalcitrante" (Brew, 1977:

61) y no constituía un ~factor positivo para la productividad y las buenas rela­

ciones industriales" (1977: 60). Este tema del trabajador industrial a finales

del siglo XIX requiere mayor estudio.

••