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A bote pronto Antología algaidana (2008-2011) Luys de A.

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  • A bote

    pronto

    Antologa algaidana

    (2008-2011)

    Luys de A.

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    Para el Barn de Villalobos.

    Sin l no habra Algaida.

    Saber sufrir pblicamente.- Hay que mostrar la desgracia, quejarse de cuando en cuando, de manera que todo el mundo lo oiga, impacientarse de modo ostensible; pues si los dems se diesen cuenta de cuan tranquilos y felices somos en el fondo de nosotros mismos, a pesar de los sufrimientos y de las privaciones, cun envidiosos y perversos se volveran! Pero es preciso que procuremos no hacer peores a nuestros semejantes; adems, si supieran que somos felices, nos cargaran de pesadas contribuciones, de modo que nuestro sufrimiento pblico es, indudablemente, tambin para nosotros una ventaja privada.

    NIETZSCHE Miscelnea de opiniones y sentencias

    Por el momento, afrontemos el caos. CIORAN

    Sobre una civilizacin exhausta

    Con amor o con odio, pero siempre con violencia. PAVESE

    El oficio de vivir

    Edicin: noviembre de 2011 N. del A.: Por juzgarlo innecesario, el contenido de esta obra no est sujeto a ningn tipo de registro legal. Se expone, pues, al plagio. En tal caso, apelaremos a la ms noble de las justicias: la potica.

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    Prlogo Desde el primero de marzo de dos mil y ocho hasta el decimosexto de noviembre de dos mil y once. Casi cuatro aos de andanzas. Dije, en la Bienvenida, que esto iba a ser tierra libre; lo he logrado?

    Mientras seleccionaba los textos que iban a formar parte de esta antologa algaidana, todos prosaicos y de opinin, ninguno potico o narrativo, me he topado con una fecha clave: diecisiete de mayo de dos mil y once. Dos das despus del famoso 15-M. La entrada, titulada Conclusin [p. 121], me ha parecido, a un semestre de distancia, trgica, porque ahora s que lo que dije en aquel momento, con lgrimas en los ojos y la rabia insolente de mi juventud, se ha cumplido: Renuncio, definitivamente, al socialismo.

    Quiero que se entienda bien, en su contexto, porque representa todo un ciclo, el que ha durado la misma Algaida. Toda mi vida he sido socialista. He credo que hay que las comunidades populares deben erigirse en estructura poltica, de manera que esta tome el control de la sociedad por la misma sociedad, erigidas en entes autnomos. El nombre que tomara la ideologa en cada momento, poco importa. Ahora s que entre unos y otros no hay tanta diferencia, meras cuestiones de amplitud de las fronteras, identidad tnica y propiedad nominal de los bienes. Bah. Pero que se entienda: militancias, sindicaciones, viajes, manifestaciones, campaas, reuniones, conspiraciones, atentados, persecuciones, huidas. Todo por el pueblo, por su libertad, por su dignidad y por su grandeza.

    Y de pronto veo cmo se le cae la careta y Me quit un peso de encima. Nada menos que el de todo un continente, el europeo. Dej de ser mi problema, como lo haba sido hasta entonces, pues bregaba por el eurosocialismo.

    Ahora tengo un problema mayor: yo mismo. El individuo, nada menos. Esto me ha trado algunos displaceres, como que viejos amigos y camaradas me

    vean ahora como traidor a La Causa, se esta cual sea, que es algo nunca muy claro. Y yo lo siento, porque los tengo en gran estima, pero renunci al socialismo porque me niego en rotundo a mover un solo dedo por la caterva de desalmados y animales que forman nuestro mundo. Slvese quien pueda, que cada palo aguante su vela. El mrito es siempre personal. Mi socialismo, mal que bien, fue siempre individualista: jams cre en los logros colectivos, sino en los avances heroicos de unos pocos que eran seguidos por el resto. Aristocracia y etctera.

    Gracias al excepcional trato que tengo por parte de los dioses, confluy entonces que yo estaba deslumbrndome estticamente por el liberalismo. Y ah ando. Me sorprendo, leyendo lo anterior, de lo pronto que he derivado hacia lo poltico. Algaida, excepto algunos artculos irremediables por el abandono de la bitcora que llevaba bajo la forma y el nombre de Luis Erriz, nunca lo fue. Me dej llevar por otras pasiones. De ah el ttulo de la antologa: A bote pronto. Creo que hubo varios temas que centraron mi atencin. Algunos aparecen aqu, otros quedarn relegados al olvido. El eterno femenino, la esttica, la cultura feminista, lo sagrado, lo hermtico, Espaa como problema, el (auto)control social o censura, Granada -y con ella, Ganivet-, la msica, el cine, Dal, Drag, la cita como forma artstica,

    Son mis constantes, mis pulsiones, mis preocupaciones. Se abre el teln.

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    A bote pronto

    Antologa algaidana

    (2008-2011)

    Luys de A.

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    Bienvenido Bienvenido viajero, acabas de entrar en tierra libre. Pasa y acomdate, puedes quedarte tanto como quieras. No te prometo nada, pero cumplir siempre.

    Mandan los cnones que en primer lugar se haga un introito en el que se expongan las razones que impulsan al autor a realizar la obra que a continuacin viene y se explique su argumento. Pocas son las cosas que tengo claras al comenzar aqu, en este gora ciberntico. Solo s que ser un espacio para la produccin artstica, el pensamiento libre y el descanso diario. Ser como los salones en los que uno se acomoda al terminar la jornada, con una chimenea al fondo crepitando a cada instante y una luz tenue que deja ver, pero no observar.

    Por qu escribir? Entre otras cosas, porque no me gusta la televisin, me aburre y desespera. Pocos son los programas que puedo ver sin que crezca en mi interior un sentimiento de misantropa atroz. Pero esta no es razn suficiente. Hay varias teoras para explicar el por qu de ser escritor: cuando el ego no cabe en el yo, cuando se quiere ensear, cuando se quiere aprender, y por pura, simple y llana vocacin artstica. Que cada cual escoja la suya.

    Dar espacio en la casa del Dux Algaida a cuanto me parezca interesante y relevante para construir un ars vivendi. Ya lo he dicho antes: pensamiento y cultura. La vida es un camino, y esta ser una de las etapas que yo realice. Uno de los dos lemas de casa es Per Aspera Ad Astra, por las dificultades hacia las estrellas. Aparece en los paquetes de Pall Mall y en no s qu sitio ms, perdonen mi desconocimiento del tema. Del Hic et Nunc hablar otro da.

    Iba a poner una serie de enlaces a otras pginas, pero he considerado que estos nos definen de tal forma que mejor ser dejarlo para ms adelante. Pido que se le d carcter performativo a mis palabras y que solo se me juzgue conforme a lo que digo y hago, no segn a quienes enlazo.

    Para terminar esta introito, no me resisto a traer una cita del captulo IX de As habl Zaratustra. Son unas palabras que, mutatis mutandis, hago mas: Una luz ha aparecido en mi horizonte: compaeros de viaje necesito, compaeros vivos, no compaeros muertos ni cadveres, a los cuales llevo conmigo adonde quiero.

    Compaeros de viaje vivos es lo que yo necesito, que me sigan porque quieren seguirse a s mismos e ir adonde yo quiero ir.

    Una luz ha aparecido en mi horizonte: no hable al pueblo Zaratustra, sino a compaeros de viaje! Zaratustra no debe convertirse en pastor y perro de un rebao!

    Para incitar a muchos a apartarse del rebao, para eso he venido. Pueblo y rebao se irritarn contra m: ladrn va a ser llamado por los pastores Zaratustra.

    Digo pastores, pero ellos se llaman a s mismos los buenos y justos. Digo pastores: pero ellos se llaman a s mismos los creyentes de la fe ortodoxa.

    Ved los buenos y justos! A quin es al que ms odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: pero se es el creador.

    Ved los creyentes de todas las creencias! A quin es al que ms odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: pero se es el creador.

    () Y t, primer compaero mo, descansa en paz! Bien te he enterrado en tu rbol

    hueco, bien te he escondido de los lobos. Pero me separo de ti, el tiempo ha pasado. Entre aurora y aurora ha venido a m una verdad nueva.

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    No debo ser pastor ni sepulturero. Y ni siquiera voy a volver a hablar con el pueblo nunca; por ltima vez he hablado a un muerto.

    A los creadores, a los cosechadores, a los que celebran fiestas quiero unirme: voy a mostrarles el arco iris y todas las escaleras del superhombre.

    Cantar mi cancin para los eremitas solitarios o en pareja; y a quien todava tenga odos para or cosas inauditas, a se voy a abrumarle el corazn con mi felicidad.

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    Era hispnica Como muchos podrn sospechar, la actual forma de contar los aos no ha existido siempre. Para nosotros, el ao 1 coincide con el que el monje Dionisio el Exiguo estim como el de la fecha del nacimiento del ttem de toda una civilizacin, Jess el Ungido, vulgo Jesucristo. Pero esto solo poda tenerse en cuenta despus de su nacimiento y en las zonas de influencia directa del Cristianismo.

    La cronologa se establece en funcin del origen de una sociedad, de ciclos solares, de lo que se considera como el principio del mundo, o de cualquier otra circunstancia lo suficientemente relevante como para situar en ella el punto de referencia para el cmputo del tiempo.

    En lo que todava no era Espaa, sino la Hispania romana, el ao uno se estableci en el ao 38 antes de Cristo. Se hizo as por decreto del emperador Octavio Augusto, que consigui la definitiva pacificacin oficial de la Pennsula Ibrica en aquel momento. Corra para ellos el 716 ab urbe conditio; es decir, desde la fundacin de Roma.

    Aquella cronologa, que naca de la incorporacin de los beros al mundo ms avanzado de entonces, se llam Aera Hispanica, la Era Hispnica, y mantuvo su vigencia a lo largo de los siglos, si bien su uso no se generaliz hasta el siglo III despus de Cristo (como indican ciertas inscripciones en Asturias), y su alcance lleg hasta la zona meridional de la Galia y el norte de frica.

    En la Hispania invadida por los musulmanes su influencia se limit a las zonas de resistencia, sobre todo gracias al pueblo visigodo, que la us como forma de entroncarse con la tradicin hispanorromana. Daba as identidad comn a cuantos luchaban contra el visitante rabe, y fue astutamente utilizado por un pueblo recin llegado -solo que esta vez eran blancos y del norte- para integrarse con los naturales tras ser expulsados de sus antiguas posesiones. Los dems pueblos pasaron a usar la Hgira, o calendario musulmn, habiendo casos de inscripciones que hacen las delicias de quienes propugnan un supuesto crisol de razas, pues tenan doble datacin: segn la Era Hispnica y segn la Hgira.

    La Espaa visigoda continu usando la Era Hispnica incluso cuando el emperador Carlomagno impuso el uso de la Era Cristiana a toda Europa en el 801 d. C. Solo dej de usarse algunos siglos despus, como fruto de la definitiva cristianizacin de las Espaas (la Iglesia prohibi el uso de la Era Hispnica en Catalua en el ao 1180 d. C.) y para facilitar la integracin en Europa.

    Parece ser que el ltimo reino en abandonarla fue Portugal, en 1422 y por orden del rey Juan I, hacindolo el resto en el siglo XIV. Por supuesto, el abandono decisivo fue el de siempre omnipotente Castilla, donde las Cortes de Segovia decidieron en el 1421 de la Era Hispnica que oficialmente estaban en 1383 despus de Cristo.

    En solidaridad con quienes quieren huir de la pesadez del mundo actual; comprendiendo a cuantos estn cansados del vertiginoso devenir de la Modernidad; contagiados de la desconfianza a cuanto viene en nombre del progreso y la felicidad mundial; y siendo fieles al espritu de una Comuna de los Desheredados bohemia, crata, quintacolumnista, kafkiana y balumbesca, reivindicamos su uso. No ya como forma de superacin del Cristianismo, como pueden argir maliciosamente algunos; para eso quedan todava muchos aos. Lo hacemos, en primer lugar, como forma de reconocer la importancia de la fecha que inicia la cronologa, pues marca el autntico inicio de la ltima civilizacin ibrica, que es la nuestra y la de nuestros padres.

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    Y, chovinismos aparte, que siempre son odiosos y detestables, pretendemos para nuestra comunidad una forma diferente de enfrentar la vida de la que hasta hoy, y desde hace ya unos siglos, impera.

    Expsitos, a m! Y viva la vesania ibrica!

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    Daliniano Pocas son las personas que han conseguido ser una nueva palabra. Si se le concede a estas la importancia que yo les doy, que es mucha, se tratara de la mayor hazaa realizable por un hombre. Los libros, las esculturas, las casas o los cuadros pueden desaparecer, pero el diccionario -la lengua- nunca lo har. Es, sin duda, la mejor forma de asegurarse la inmortalidad. Es el autntico Elixir de la Eterna Juventud.

    Salvador Dal, Marqus de Pubol (aunque mi compaero, ese cabrn de alma poeta y sangre canina, se empee en endosarle el inexistente Ducado de Algaida), y genio de Figueras, lo consigui. Lo trascendental no es introducir un vocablo en el Sacro Templo del Castellano, sino que la Academia reconozco que la persona representa un concepto en s misma. Y que, encima, se usa. En cierto modo, l predijo su inmortalidad (Si muero, no morir del todo), pero intuyo que se equivoc en la trascendencia. l se refera a su obra ingente, a sus sentencias lapidarias, a su estilo incomparable. Pero pervive en nuestro subconsciente gracias a una sola combinacin de vocales y consonantes (que, por supuesto, no existira sin todo lo anterior, pero que es lo ms importante), traspasando as las fronteras del tiempo y situndose en el martirologio espaol para siempre.

    Buscando daliniano en el diccionario, nos encontramos con un perteneciente o relativo al pintor espaol Salvador Dal o a su obra que a todas luces se queda corto. Yo me quejo, como se quejaba Juan Ramn Jimnez de la definicin de asnografa. Pobre Platero, y pobre Salvador (lase esto sin asociar en ningn momento a Dal con motivos asnales).

    Dal es, contrapongo, un concepto mucho ms amplio que l mismo. Representa, sin que la dimensin nada exigua de su figura lo coarte, todo lo que hizo y signific en la Cultura (perdn por la mayscula). Daliniano es el complejo de Edipo; daliniano es ser expulsado del propio movimiento; daliniano es la ptica absurda; daliniano es el humor, la fantasa; daliniano es ser uno mismo.

    Oh, Salvador Dal, de voz aceitunada!, le escribi el nazar Garca Lorca. Con o sin voz aceitunada, que poco entiendo yo de los matices frutales que puedan tener los sonidos expelidos por la boca, lo cierto es que este genio excntrico representa algunas de las cosas ms sagradas de la Iberia sumergida y eterna. Fue portador de un catolicismo delirante, de tintes claramente preconciliares y grave sentido de lo sagrado (se hace eco el Duque de la bendicin a Tierno Galvn en sus ltimos das). Podramos decir, entonces, que alguien es de una religiosidad daliniana.

    Tambin es daliniano quien quiere construirse a su propia imagen y semejanza. Mi ambicin no ha hecho ms que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dal y nada ms. Por otra parte, esto es muy difcil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dal, l se aleja de m. Se busc a s mismo, reinventndose a cada paso que daba. Y, como estuvo hasta el mismo da de su muerte aproximndose a Dal, sin llegar nunca a siquiera rozarlo -porque yo no dudo que no consigui ser quien era en realidad, que era alguien ms enormrrimo-, creo que podemos hablar de la constancia daliniana, denotando as el trabajo hercleo y la paciencia ssifa.

    Escribi, por cierto, en cuatro lenguas: castellano, cataln, ingls y francs. Quien maneje esas cuatro lenguas, que son las llaves del mundo conocido, ha de saber que es un polglota daliniano, nada menos.

    Podramos estar as folios y folios, describiendo cada particular circunstancia de su tremebunda vida y atribuyndoles significados particulares, enlazados con la palabra

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    por l ingresada en el corpus castellano. Podramos aadir que daliniano es quien, como l se autodefini, es perverso polimorfo, rezagado y anarquizante, o blando, dbil y repulsivo. Podramos concretar un bigote, un palacete o una relacin marital diciendo que son, en su caso, dalinianos.

    Y loco? No, daliniano no es estar loco. En todo caso, parecerlo. A la aclaracin del mismo Dal al respecto, aado la del padre del psicoanlisis: Hasta entonces me senta tentado de considerar a los surrealistas, que aparentemente me han elegido como santo patrn, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel joven espaol, con sus esplndidos ojos de fantico e innegable dominio tcnico, me movi a reconsiderar mi opinin. Touch! Quien le niegue autoridad al maestro, que se quite las calzas y salga de esta casa.

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    Hay que recuperar a Dal Nox fugit historia lumen dum fulget iberis, dice la leyenda de la Real Academia de la Historia. La noche huye, mientras brilla para los beros la luz de la historia. Quin es, realmente, Salvador Dal? Ante esta misma pregunta, que le hizo Santiago Amn en 1985, l contest:

    El prototipo del espaol fantico, como acert a definirme Freud. Si hay una idea que me obsesiona, no es otra que la de la unidad de Espaa. Siempre que escucho el himno nacional, que musicalmente es mediocre, se me pone la carne de gallina. Algo muy emocionante! A Buuel, pese a ser ateo y anarquista, le ocurra lo mismo.

    Cada da se acrecienta en m la sensacin, que antes era intuicin y ya es casi certeza, de que Espaa es un esperpento. No lo fue, acaso, Valle-Incln, otro espaol de tomo y lomo? No lo es tambin el extrao y desgraciadamente malogrado Snchez Drag? Y que conste que entronco a estos tres en el mismo rbol de la genealoga bera sin temor alguno a reproches. Fueron lo mismo y sern recordados, al menos desde este rincn, como los estertores moribundos de la Cultura -con mayscula!- ibrica. Y para demostrar la relacin, datos: Valle-Incln tena relacin con Buuel y a travs de l con Dal, y entre ambos se admiraban, Dal, segn su mujer, muri con Historia de Espaa Mgica, de Snchez Drag, como nico libro de cabecera, y Drag se escribi con el genio de Figueres para demostrarle su devocin.

    Ah, Dal, este espaol que en sus ltimos das haca que se tocase el himno nacional para trasladarlo de la cama a la silla y de la silla a la cama! Das en los que, por cierto, le visit Tierno Galvn, al que hizo que se arrodillara para darle su bendicin. Queda gente con este sentido sagrado de la vida? Cultura ibrica en las ltimas. Poco despus legara todos sus cuadros al Estado espaol.

    Insisto, Espaa solo puede ser sostenida, defendida y propugnada desde el esperpento y como esperpento. Deca un maldito en estas tierras, Jos Antonio, que ser espaol es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en este mundo Se equivocaba, porque l amaba a Castilla por encima de todas las cosas. Ser espaol no es serio, sino sagrado y pattico (recuerdo, para los listillos y plumferos varios, que pattico significa conmovedor). Y, adems, ser espaol no es fcil, como nos record Prez-Reverte a propsito de su lter ego, el capitn Alatriste.

    Lo dijo Po Baroja! Las costumbres de Alcolea eran espaolas puras, es decir, de un absurdo completo.

    Pues bien, Dal es ese absurdo. Y Espaa, su gran obra surrealista, porque l era el Surrealismo, tal y como l mismo les record a los parisinos cuando le echaron del movimiento! Es un Grande Espaa -reclamo la concesin a ttulo pstumo, porque ser el borbnico Marqus de Pubol no le es suficiente honor. Merecera ser Duque de Algaida, incluso, as que le concedo la precedencia en el puesto-, tan grande, que con diez o doce aos llev con sus amigos una puerta a la playa para poder entrar solemnemente al mar.

    El culto a la propia personalidad, Cmo llegar a ser Dal, titul uno de sus libros, es lo que le hizo grande. La buena egolatra es una virtud, sin duda, como la buena locura es una forma de genialidad. l ya lo aclar: la nica diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco.

    As, pues, reivindiquemos su figura! Recupermosle! No dejemos que caiga en manos ultramodernistas ni que se pierda en los anales de la historia del arte. Su espritu ha de estar vigente entre nosotros, como el de Valle, como el de Kafka, como el de

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    cualquiera que se atreviera a romper con la realidad, permitindonos observarla desde pticas nuevas.

    En su honor, colguemos un bigote engominado y atusado a conciencia en las aldabas de nuestras casas. El anima mundi hispnico nos lo agradecer. Y l. Sea.

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    Nietzsche. Aproximacin al amor El amor...se ha escrito sobre l ms que de cualquier otro sentimiento, y casi siempre desde el punto de vista de lo romnticamente ridculo y decadente. Hay poemas, novelas, pelculas, canciones, obras de teatro, danzas, refranes, ritos, Toda una coleccin de adornos para algo que ha sido muy pocas veces pensado como tal, en s mismo, calibrando su capacidad y potenciales.

    Nietzsche...un filsofo heterodoxo que se enfrent a todo lo anterior, que renegaba de la herencia platnica, que deconstruy el Cristianismo desde su misma base, que recogi el pensamiento ms inverosmil y antiguo que haba sobre la tierra; un filsofo, en fin, que quiso dudar de todo -y lo hizo de verdad- para rehacer con una dialctica aplastante el sentido del Ser. Trata el amor como fuerza del hombre y no como mero estado fsico o psicolgico. A pesar de llevar ms de un siglo a la sombra de un ciprs mantiene plena vigencia en esta era decadente y apadrina a los jvenes filsofos que, como l, no comulgan con la idiotez.

    Lo que se hace por amor siempre acontece ms all del bien y del mal, sentencia en 1886. Pero, qu deja ver con esta afirmacin?

    En primer lugar, hay aclarar qu debemos entender por amor cuando leemos a Nietzsche. Amor es el sentimiento de la propiedad o de aquello que nosotros queremos convenir en propiedad nuestra. Es una voluntad de poder, frente al sentimiento de carencia que puedan darle algunos. No es un movimiento hacia lo que falta, hacia lo que no somos o hacia lo que se nos ha cercenado, sino un deseo de poseer completamente y, adems, en exclusividad. Est basado en un hecho positivo -voluntad, tenencia-, no negativo -nostalgia, lamento, deseo de lo imposible-.

    Vemos, por tanto, la clara distincin entre el amor como voluntad y el amor como pasin, siendo este ltimo una patologa psicolgica. Lejos del estoicismo, l mantiene que el hombre es antes voluntad de ser que instinto de supervivencia, que es antes un ser pensante que pasional.

    Amar es dominar, o el deseo de dominar si aun no se ha hecho. Deja atrs tambin el concepto platnico de la falta de algo y consiguiente aspiracin a ello -o la mera contemplacin- para hablar de amor como fuerza creadora y potencia humana independiente, porque dominar conlleva transformar algo en otra cosa. En este caso, adaptndolo a uno mismo, a lo que uno desea. La voluntad de poder solo puede venir acompaada de manejabilidad y amoldamiento a quien posee, y as el amor es poseer a la otra persona de forma que su aportacin a la relacin sea exactamente lo que el otro necesita.

    Como toda accin de poseer, amar causa hasto. Cansa, en la medida en que ya se posee lo que antes se deseaba poseer. La voluntad de poder ha sido sustituida por un poseer

    Poco a poco nos sentimos hartos de lo viejo, de lo que poseemos con seguridad, y tendemos las manos nuevamente. An el ms bello paisaje no puede mantener ya con garanta nuestro amor por l, despus de haber vivido all tres meses, y nuestro deseo se ve atrado por alguna costa lejana (La gaya ciencia).

    Esto, para nuestro autor, es positivo, porque engendra, adems del hasto, una nueva voluntad de poder, un querer poseer nuevo que nos fortalece.

    En cuanto a la idea de la intemporalidad del amor, incluso de su eternidad, hay que hacer algunas puntualizaciones.

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    Para Nietzsche, el amor es resultado de azar. Comienza y termina porque s, sin determinismos ni destinos. Lo que lo mantiene vivo, amn de ese querer dominar y amoldar, son el desconocimiento mutuo y el infantil juego de mantenerlo alejado de la vida cotidiana. Es decir, la innovacin es el alimento del amor. Es un recomenzar diario por el que nunca se puede caer en el cansancio. La rutina mata al amor.

    An as, hay dos excepciones. La primera es la del suprahombre, al que hay que amar y anhelar por cuestiones que no vienen aqu al caso. Y la segunda es la de la amistad. Si t tienes, sin embargo, un amigo que sufre, s para su sufrimiento un lugar de descanso, mas, por as decirlo, un lecho duro, un lecho de campaa: as es como ms til le sers, dice en As habl Zaratustra, libro en el que tambin nos aconseja: el hombre del conocimiento no solo tiene que saber amar a sus enemigos, tiene tambin que saber odiar a sus amigos. Algo ciertamente inquietante, pero que no deja dudas: amar a los amigos est bien, pero esto no debe perdernos, porque toda persona es susceptible de decepcionar (lo que me entristece no es que me hayas mentido, sino que ya nunca ms podr confiar en ti). Amar al amigo no quita ser crtico con l, as como odiar al enemigo no quita saber reconocer sus virtudes. Ni bien ni mal absolutos, cada persona es en s misma (o debera ser) un nuevo orden de valores y siempre se puede (o siempre se debera poder) aprender de ella. Como se ve, se ama lo cercano, lo que efectivamente va a permitir ser dominado. Sin embargo, el amor al prjimo, al desconocido, la filantropa, es una demostracin de decadencia: vuestro amor al prjimo es vuestro mal amor a vosotros mismos. He aqu un prrafo de Ecce Homo:

    Mis experiencias me dan derecho a desconfiar en general de los llamados impulsos desinteresados, de todo el amor al prjimo, siempre dispuesto a dar consejos y a intervenir. Los considero en s como debilidad, como caso particular de incapacidad para resistir a los estmulos, -slo entre los decadentes se califica de virtud a la compasin.

    Para l, por tanto, el ms daoso de los vicios, como aventur ya en El Anticristo, es la compasin para con los dbiles, es decir, el Cristianismo. Ante todo, porque imposibilita la evolucin natural, la seleccin. Los compasivos se confunden con la plebe; sus hbitos provocan malos modales, hacen perder el pudor,...

    Todo esto imposibilita la voluntad de poder, y no es amor. Este, en cambio, existe en tanto que existe el amor a uno mismo. mate a ti mismo y as te amarn los dems, porque el amor como voluntad de poder provoca sed de suprahombre y eso es elevar el espritu (vosotros miris hacia arriba cuando buscis elevacin, yo miro hacia abajo, porque estoy elevado).

    Para terminar, vemos el matiz que el amor experimenta segn quin lo sienta. La mujer lo transforma en su creencia, por lo que la fidelidad queda incluida en ella. Quiere ser poseda y, por tanto, alguien que tome, que no se entregue a s mismo ni se abandone. El hombre, en cambio, est hecho para tener y es lo opuesto a la mujer. El hombre que ama como mujer se convierte en esclavo, porque no est hecho para la exclusiva dedicacin. Bien puede darse la situacin contraria, que cada uno asuma al rol contrario, pero si ambos renunciaran a s mismos por amor, entonces surgira de all pues bien, yo no s qu cosa, tal vez un espacio vaco?.

    P. S.: me encuentro en una antigua revista (Voluntad, n1, de 1930) un fragmento que bien encaja con lo aqu dicho:

    De tal suerte coincidieron aqu las ms altas especulaciones filosficas y el prctico sentido de la raza, que, en trminos castizos y vulgares, son sinnimos la voluntad y el afecto, el querer y el amar. Para el pueblo espaol, telogo hasta la mdula de sus

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    huesos, voluntad quiere decir juntamente inclinacin y movimiento, potencia y acto, deseo y obra, apetito y gozo, albedro y complacencia, operacin y virtud, asimilando por instinto, cuando no por reflexin, el querer y el hacer, la actividad y el sentimiento, conforme al refrn castellano: obras son amores, y no buenas razones, y de acuerdo tambin con la ms sana filosofa, que pone el amor en los dominios de la voluntad.

    Con qu razn escriba ngel Ganivet sobre la sabidura y la madurez del pueblo que, aun ignorante, es ms sabio que el docto. Y es que en las mismas palabras, a travs de su origen etimolgico y del significado que han adquirido a lo largo de los siglos, queda recogido todo el saber filosfico de quien las forma. Es decir, del pueblo llano. Va por ellos.

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    El tiempo y lo sagrado Uno de los misterios que ms ha intrigado a nuestra especie es el del tiempo. Qu es el tiempo? El hombre siempre ha pretendido acotarlo cuantitativamente mediante distintos sistemas de medicin. Por ejemplo, el Sistema Internacional de Unidades establece que el segundo es la unidad de tiempo bsica, que en su origen es la 86.400 ava parte del da solar medio. En general, nuestra percepcin del tiempo viene determinada por el Sol y por lo sagrado. Si tenemos en cuenta que el Sol ha sido considerado e identificado siempre como ente divino o sagrado, todo cobra ms sentido. As, tenemos a Ra en Egipto, a Helios en Grecia, a Inti en los incas, al arcngel San Miguel usando al Sol como morada, a Surya entre los vedas o la religin del Sol Invictus en Roma.

    El nivel de medicin ms relevante para la Historia es el de los aos: el tiempo que tarda la Tierra en orbitar alrededor del Sol. Los primeros en descubrir el ao fueron los egipcios, que tenan un ao compuesto por doce meses de treinta das, 360 das, ms cinco das extra, los epagmenos, en los que nacan los dioses Horus, Osiris, Isis, Seth y Neftis. Como se ve, a la referencia solar se le aade la religiosa, o se utiliza la religin para que lo civil se amolde a lo cientfico. No es la primera ni la ltima vez en la Historia.

    Para los niveles inferiores tambin se le tiene de referencia, aunque en principio con sentido ms prctico que sagrado. Algo lgico, dado que se trabajaba con l y se descansaba en su ausencia, pero aun as esto se llevaba al plano de lo mgico, agradecindole al Sol su luz con fiestas como la inca del Inty Raymi o el culto solar de la religin de Mitra que tena lugar el 25 de diciembre.

    En el caso de no usar el Sol como referencia concreta, sino solo general determina cunto dura el da, pero no las horas-, la medicin del tiempo sigue teniendo lo sagrado como parmetro. En la Edad Media, la Europa cristiana se rigi durante algn tiempo por las horas cannicas, que contaban los ocho rezos que deban hacerse a lo largo del da: maitines, laudes, prima, tercia, sexta, nona, vsperas y completas.

    Acotar el tiempo solo es til cuando adems se puede establecer el momento exacto de algo, cuando se ha ordenado el tiempo de forma que podamos decir que tal cosa pas en determinado momento, pudiendo decir exactamente cul. El cmputo de horas comienza con el da, el de los das con los meses y este con los aos. Pero para los aos no hay un punto de partida. Si bien el resto de la organizacin del tiempo es cclica, puesto que comienza y termina constantemente (las horas se repiten todos los das, por ejemplo), el nivel temporal de los aos es lineal. Tiene un punto de partida, el inicio de los das, y no tiene previsto un fin.

    Hay que aclarar que el cmputo de aos tambin ha sido relativamente cclico en algunas pocas. El calendario helnico comenzaba el cmputo cada cuatro aos, momento en que se celebraban unas Olimpiadas, si bien en el nombre se deca qu nmero de Olimpiada era. El 2008 coincidira con el ao tercero de la sexcentsima nonagsima sptima olimpiada. Y el calendario maya comienza una y otra vez, por lo que una fecha se da hoy, pero se dio en el pasado y se dar en el futuro, aunque es harto improbable que siga siendo usado. El presente ciclo comenz el 11 de agosto del 3114 a. C., y terminar el 21 de diciembre del 2012 d. C., fecha tomada por algunos como la del fin del mundo.

    El problema surge llegado el momento de establecer qu se escoge como principio de todo. Debe ser un momento en el que ocurra algo excepcional y trascendental para la civilizacin, de forma que est como principio de todo. Debe ser un momento en

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    el que ocurra algo excepcional y trascendental para la civilizacin, de forma que est completamente justificado marcarlo como gnesis de la era en curso.

    El calendario romano cuenta ab urbe conditia, desde la fundacin de la ciudad. El calendario gregoriano se basa en el nacimiento de Jesucristo, segn los clculos de Dionisio el Exiguo, dando origen a la Era Cristiana. El ya mencionado calendario helnico o uno de ellos, pues se usaron varios- tiene como punto de partida las Olimpadas, siendo estas unas fiestas religiosas, con numerosos sacrificios y ofrendas a Zeus y a Plope. El calendario egipcio vena determinado por las distintas dinastas, marcando el comienzo de cada ciclo con la instauracin de un nuevo linaje; en Egipto los reyes eran considerados descendientes de los dioses. El calendario hebreo empieza con la Gnesis del mundo, que segn ellos tuvo lugar el 7 de octubre de 3761 ANE, por lo que ahora estn en el ao 5769. En cambio, los mayas se rigen completamente por el Sol, dado que sus ciclos corresponden a ciclos solares.

    Hayamos tambin ejemplos curiosos, como el de los masones, que suman 4000 aos al de la Era Cristiana (estamos en el Ao de la Luz 6008); el de los esotricos hitlerianos, que utilizan el nacimiento de Hitler, el 20 de abril de 1889, como principio (estamos en el 119 despus de Hitler); el calendario republicano francs, en uso oficial de 1792 al 10 de nivoso del ao XIV (1 de enero de 1806); o el utilizado de forma paralela al de la Era Cristiana por la Espaa de Franco, que dat los aos desde 1936 como Ao Triunfal y desde 1939 como Ao de la Victoria (1939 fue el III Ao Triunfal y Ao de la Victoria), si bien cay en desuso tan pronto como se cambi el fervor revolucionario por el entusiasmo reaccionario.

    Todos tienen como punto de partida un acontecimiento sagrado. El primer da de cada Era est determinado por la religiosidad popular o por lo que el poder estima como el culto recto para el pueblo. Es una forma de introducir en la mentalidad popular verdades interesadas, y es una forma por la que la misma comunidad manifiesta sus sentimientos, aquello que ms importancia tiene: lo que para ella es sagrado.

    El hombre post cristiano, marcado en ocasiones por un laicismo pseudomasnico, est cambiando poco a poco la Era Cristiana por Nuestra Era. Deja de usar el antes y despus de Cristo por el antes y de Nuestra Era. Indica esto que el Cristianismo est dejando de ser la fuerza ms influyente del mundo? O es simplemente un intento de borrar nuestra propia Historia? Deca Abel Posse que la Historia demuestra que Occidente peridicamente se rebela contra su raz judeocristiana. Pero, hasta qu punto es una rebelin, lgica por otra parte, el hecho de dejar de usar la Era Cristiana?

    No es ms que un modernismo, y eso para m siempre es negativo. Hemos llegado a un punto en el que la Historia se ha parado, ha terminado. No hay proyectos en comn ms all de los econmicos. Qu sentido tiene la cronologa? Realmente importa? En el proceso de desacralizacin general a que estamos sometidos se pretende eliminar tambin todo rastro de las religiones, sean cuales sean. Solo se deja espacio para la religin del consumismo y para aquello que se limite a ser una filosofa de vida, pero hacindoles prescindir de lo que de trascendental al hombre tengan.

    Por ello, el mundo no puede tener de referencia un hecho sagrado. Podr tener, en todo caso, la conciencia de que se est viviendo en una Era, pero sin saber cul ni por qu naci.

    Hace unos das yo reclam el uso de la Era Hispnica en paralelo a la Era Cristiana, y lo vuelvo a hacer, porque aquel fue un momento sagrado, en el que naci un nuevo tiempo para nuestra tierra. Mas no debe dejar de usarse la Era Cristiana. Aun siendo una sola batalla, es parte de la guerra. Incluso quien no siendo cristiano asuma el concepto de lo sagrado y su importancia para que la comunidad, en este caso bsicamente la de

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    Europa, no termine de perderse por los caminos de la homogeneizacin internacional, debe defender su empleo.

    Pero esto solo lo entendern quienes, incluso sin creer en dios alguno, entre un creyente en Dios y un creyente en la materia, siempre escogen, sin dudar, al primero.

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    El club de las tres haches Voy a hablar de un tipo de psique: el del hroe. Pero no el hroe con poderes imposibles nacido al amparo de Hollywood o de algn cmic, sino del hroe como persona que ha conseguido realmente llegar a ser un bermensch, un suprahombre nietzscheano. Hijo de Nietzsche soy, y a l honro cuando quiero.

    Son personajes de ficcin, por supuesto, pero son personas que nos hemos encontrado en diferentes campos de la vida real. Estn por encima de todo, son hbiles, astutos, saben lo que hacen y disfrutan con ello. Se rigen por una moral que ellos han construido de manera totalmente coherente y respetable, y hacen que su mundo, su entorno, tambin se ordene segn esta.

    Tratar tres casos, las tres haches que siguen un mismo patrn: Higgins, Holmes y House. En primer lugar describir brevemente a cada uno de ellos, para pasar despus a un anlisis conjunto. Si alguien busca detalles concretsimos compartidos por los tres, puede pasarse por la Wikipedia o buscar alguno de los sesudsimos estudios comparativos que alguna sanguijuela ha sacado de ah. Yo soy un escribicionista y, por lo tanto, lo que aqu prima es mi interpretacin, no la realidad tangible.

    Sherlock Holmes es sin duda el ms conocido. Sir Arthur Conan Doyle le hizo protagonista de cuatro novelas y cincuenta y seis relatos entre 1887 y 1927. Es un sagaz detective privado experto, entre otras cosas, en qumica, anatoma, drogas varias y literatura sensacionalista, segn el doctor Watson. Es tambin experto boxeador y un gran esgrimista de palo y espada. Por otra parte, le caracterizan su irona, cierta brusquedad con las mujeres sin olvidar a la mujer, su amor platnico- , el consumo de opio y cocana, y un mtodo deductivo y lgico basado en la observacin. Adems, es un gran intrprete.

    Gregory House es el jefe del departamento de diagnstico mdico de un Hospital en Nueva Jersey, segn la serie que lleva su nombre. Es experto en nefrologa y enfermedades infecciosas. Le caracterizan su mal genio, tal vez motivado por su cojera de la pierna derecha, la irona, la continua trasgresin de normas casi siempre para salvar al paciente- y su capacidad deductiva a travs de los simples detalles, sumada a la intuicin. Consigue atraer a los pacientes ms hostiles y complicados, que solo confan en l, as como mantener unido a su heterogneo equipo mdico. Es adicto a la vicodina y ciertamente misgino.

    Henry Higgins, por ltimo, es el coprotagonista de Pigmalin, obra de teatro estrenada en 1916 por el eximio Bernard Shaw. Es un profesor de fontica que apuesta con su amigo, el coronel Pickering, de regreso de la India, que lograr hacer pasar a una malhablada florista por una dama al cabo de seis meses. l es algo misgino y antisocial, pero con una capacidad deductiva que le permite decir en qu calle vive cada cual con solo orle hablar. Ella se enamora de l, pero l no le hace caso.

    Son tres hombres solitarios, expertos y completamente inmersos en su actividad. Lo primero que llama la atencin es, ms que la misoginia, el desprecio de la mujer en sentido positivo. A Holmes solo se le conoce una mujer, la mujer, de la que se enamora, intuyo, porque ella es capaz de ponerse su nivel. Ella tiene la misma capacidad, de hecho le vence, y por tanto consigue que l se sienta atrado por ella. Pero no es un romntico amor, sino enamoramiento de s mismo. House, por su parte, estuvo casado con una fiscal. Lo curioso es que nunca, ni despus de separarse, deja de estar enamorado, pero la rechaza cuando ella cede a sus intentos de reconquista. Y Higgins, por ltimo, se enamora de su alumna, Liza Doolitle, pero finalmente la pierde. De hecho,

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    se enamora, pero lo hace de su obra, no de ella, tal y como nos sugiere el hecho de que la historia se base en el mito griego de Pigmalin. Este final fue modificado para la versin hollywoodiense protagonizada por Audrey Hepburn, en la que ambos terminan juntos sus das.

    Lo cierto es que, por encima del afn de protagonismo, estn llenos de amor propio, de reverencia hacia s mismos. Cuando se enamoran de alguien lo hacen como fruto de la voluntad de podero, en el sentido ms nietzscheano posible (ver Nietzsche. Aproximacin al amor)1, porque su primer instinto es dominar su medio ambiente, y lo hacen. Lo nico que son capaces de querer de verdad es aquello que ellos mismos han construido y no aquello que est a su misma altura o lo susceptible de ser modificado de acuerdo con sus propias capacidades-. Podero primario, instinto bsico de dominacin. Lo dems solo es amor platnico, pasional y temporal.

    El mito mismo de Pigmalin, as como el conocido como efecto pigmalin, se relaciona con esto: crear unas expectativas que, de cumplirse, producen automtica satisfaccin. Que nuestra obra de arte sea lo bella que queremos nos hace enamorarnos de ella, y de nosotros mismos.

    El patrn se repite: no hay amor efectivo constante. Las relaciones duran poco, ya sea por la incompatibilidad, por la incomprensin del dominado ella, en estos casos- o sencillamente porque nuestro protagonista no quiere atarse a una relacin que le impedira ser todo lo libre que es, algo que le ha permitido ser como es. Es libre, pero adems es por ser libre. Eliminando la libertad dejan de ser ellos.

    Encontramos en Holmes y House una adiccin a sustancias alucingenas que, de forma reiterada, se nos presenta como positiva. House puede trabajar y vivir en paz gracias a la Vicodina, pues hace de calmante para su pierna. Holmes, por su parte, fuma opio y, de vez en cuando, se inyecta cocana para reordenar los muebles de la cabeza. No han sido las drogas siempre sustancias que transportaban a lo sagrado, permitiendo llegar a ello? Los sacerdotes de los pueblos andinos mastican la hoja de la coca desde hace al menos cuatro mil aos; tenemos el soma vdico y el haoma iranio como bebidas embriagadoras; el zumo de banana fermentado con que las pigmeas danzaban para la Luna;todas ellas ambrosas de la inmortalidad sagrada o vas para el xtasis que, antes que droga o culmen orgsmico, es estado del alma caracterizado por cierta unin mstica con Dios mediante la contemplacin y el amor, y por la suspensin del ejercicio de los sentidos-.

    Por cierto, que acabo de leer que el mito de las brujas voladoras viene de la forma en que estas consuman la belladona. Por lo visto, al ser muy delgada la lnea que separa lo efectivo de lo letal en este narctico, deban usar palos para consumirlo por va anal o vaginal. La imaginacin colectiva hizo que estos canutos fueran confundidos con escobas. Tambin la usaron los egipcios y los sirios, para alucinar, y las damas italianas, de ah el nombre, que se restregaban el fruto por los ojos, consiguiendo as que sus pupilas se dilataran. Belleza medioeval.

    Lo curioso de casi todas las drogas es que, cuando fueron descubiertas (la morfina, en 1803, la cocana, en 1860, la herona, en 1898, etc.), fueron vistas como autnticos remedios milagrosos y muchos fabricantes anunciaban orgullosos que sus productos contenan coca u opio. Por ello, todas estas drogas se vendan en cualquier botica. En Espaa fue as hasta 1918.

    Los hroes de las tres haches son, por otra parte, y tal y como deca al principio, constructores de una nueva moral. Ello les hace aparecer como seres amorales, en tanto que se enfrentan a la moral comn en la sociedad de lo polticamente correcto 1 Esta es la versin que publiqu en un blog. En la revista el parntesis deca en el prximo nmero me extender sobre el tema con Nietzsche. Aproximacin al amor.

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    cuando sus valores no son compartidos por la suya. Pero siguen un comportamiento completamente coherente en s mismo. Es importante esta expresin, a la que ya dedicar algunas parrafadas otro da; con ella califico a la cosa segn la cosa misma, sin otro patrn que aquel que la cosa establezca. Es decir, no juzgo desde fuera, sino desde y segn lo de dentro.

    Como son un pensamiento estructurado y susceptible de ser vivido que se rige por un valor capaz de analizar cualquier cosa y dar una opinin, ellos encarnan cosmovisiones. Lo son para s, y lo son para los dems, porque el que un hombre encarne un sistema de valores conlleva una fuerza espiritual que no deja indiferente a quien se le aproxime por cualquier va, ya sea receptiva, inquisitiva o demoledora, entre otras.

    Estn en condiciones de desobedecer las normas sociales y morales -no son lo mismo?- del entorno en que estn inmersos porque, sencillamente, ellos no pertenecen a l. Son seres atemporales, estn por encima. La moral es algo que nos viene dado culturalmente, pero ellos se ataen a la moral de los hroes: Zeus, hijo de Cronos, cre en esta tierra frtil una cuarta raza ms justa y virtuosa, la celesta raza del Hroe. El hijo del Tiempo, que es el dueo del mundo, crea a los que estn por encima de su padre.

    Esto no quiere decir que, al estar por encima, no estn sujetos al mundo, o que no tengan otra obligacin que subsistir. Eso sera vergonzoso. El mayor castigo para el hroe es, precisamente, que debe servir al mundo inferior. Holmes pone su conocimiento al servicio de la polica, House al de la medicina y Higgins al del pueblo en general, estudiando y mejorando la fontica.

    Adems, como su mayor placer, endogmico, es su talento, demostrar su capacidad al comn de los mortales es, sin duda, lo mejor que hacen y con lo que ms disfrutan. No son ratones de laboratorio o de biblioteca, sino que viven la calle. Llama la atencin que los tres tengan una especial conexin con las clases ms bajas y malogradas. Conectan mejor que los dems con personas complicadas psicolgicamente. House, por ejemplo, es el nico que consigue tratar con una chica a la que han violado (episodio 58). Holmes se mueve con total desenvoltura por fumaderos de opio, criaderos de maleantes. Y Higgins extrae sus mejores muestras de trabajo de entre los trabajadores de clase baja.

    Pero esto no les hace inferiores, sino que es el ser superior el que ms fcilmente puede relacionarse con los inferiores, porque es donde mejor demuestra su grandeza. Ante los normales, no pueden ms que ser ariscos y humilladores, ya que estos siempre odian al que se manifiesta como superior movidos por la envidia. Est adems una razn que podemos aportar solo en forma de intuicin: es una manera de intentar ser superior. El que ha visto la luz de fuera de la caverna (hablando platnicamente) nunca puede dejar de verla, y eso conlleva unas responsabilidades; as que a menudo el hroe intenta olvidarla adentrndose en el farragoso mundo de lo bajuno.

    Son estas personas, ante todo, seres de una nueva clase. Como deca Hesodo, de la raza del Hroe.

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    Escribo Escribo porque estoy solo. Lejos de ser una justificacin de alguien que quiere que le encasillen en el siempre atractivo grupo de los malditos por cuanto de extravagante y seductor pueda tener todo lo que circunda lo delictivo y lo prohibido-, es un grito desesperado de alguien que no encuentra a qu asirse en este maldito (ahora s) mundo.

    Tiene su aqul pretender emular a los nicos hroes de una juventud que vino despus de una infancia rodeada de enemigos. Mientras los dems se atontaban embelesndose con fornidos jugadores de los ms simples deportes (y sabe usted, seor lector, que aqu simples toma su acepcin ms vulgar y decadente), uno se limitaba a resistir con Robinson, a compadecerse de Sawyer, a investigar con Holmes y a luchar con Twist. Y por las barbas de Merln que me lo pasaba mejor, mucho mejor que cualquiera de esos babosos, elementales y sudorosos que me rodeaban. Cuando el prestigio social de una persona depende de su fuerza bruta, no merece la pena tener ni prestigio ni honor ni dignidad alguna segn esa escala. Slo as se demuestra que se tiene honor y dignidad en la escala real, la de la vida.

    Claro que, despus de tantos aos, sigo aqu, sentado en mi silla y solo. En vez de un libro tengo un teclado y un taco de folios que, en aras de mi salud mental, espero rellenar y transformar en un libro legible. Mientras otros tienen decenas y decenas de personas ms o menos de fiar, ms o menos capaces de meterles una pualada trapera a las primeras de cambio, yo tengo cientos y cientos de libros ms o menos de fiar, pero siempre fieles. He perdido la fe, no ya en algunas personas, sino en el gnero humano. Debo retirarlo por tener dos o tres personas en cuyas manos pondra mi vida? No. Las excepciones no existen, slo son la excusa de los cobardes.

    Quiz debera culpar de todo esto a mi ingnita aficin a la lectura. Aficin digo, pero s que es obsesin enfermiza, mana incurable y sed insaciable lo que me impulsa cada da a sentarme delante de un libro y absorber, aislndome de todo lo que nos rodea, cuantos conocimientos, verdades y reflexiones contenga. Algo lgico, si fuera yo un erudito insoportable ms, pero no lo soy. Engao a alguien si revelo que a veces leo por el mero placer esttico? Encontrar una construccin perfecta es para m algo irrepetible, al margen de lo que en ella se diga. La esttica de Dante frente a la crudeza de Tolstoi. La Belleza frente a la Verdad.

    La importancia de la esttica en el Arte se ha difuminado entre los guirigis modernistas y la bsqueda incomprensible de la simpleza de nuevo, en su acepcin ms negativa-, lo que sobre todo denota la generalsima decadencia general de una civilizacin que no aprecia lo Absoluto, sino lo parcial, lo mnimo, lo ridculo; la excepcin, al fin. Cobardes.

    Extramuros de mi dormitorio, allende la ventana, la oscuridad aplasta cualquier conato de movimiento callejero con su manto de inmunidad y silencio. Slo el ruido de algunos motores noctvagos quiebra la noche al pasar, rajando el halo de misterio o adornndolo con visos de normalidad. Fuera, el ruido. Dentro, la paz. Es lo de siempre. Paz que jams se encuentra fuera. A qu viene esto? Lo s: la esperanza, ese sentimiento tan lineal que S, que a veces desespera. Pero no me interpreten mal, no escribo por despecho, ni por amargura fruto de una experiencia desagradable. En todo caso, las experiencias son omnia in bonum. Lo importante, lo que me ha costado aos descubrir la edad limita la prctica-, es que hay estados del alma que la razn no cura, pero s la fe en una persona (quizs en una mujer?).

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    Interactan el humo de mi cigarro y las estrellas, enmarcndome por un instante en una fotografa mgica e inspirante. Las estrellas, que por no saber nada de ellas nuestros ancestros les atribuyeron poderes (y que quizs los tengan, pero a travs de nuestro subconsciente); y el humo del cigarro, que permite a la imaginacin ascender hacia los astros cabalgando sobre l. La noche y la droga son dos ingredientes esenciales para los principiantes, que as se sienten ms excluidos an de la sociedad.

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    Qu es el esoterismo Esotrico viene de la palabra griega , en latn, esotericus. Segn nos aclara Garca Bazn, Esoteriks es un adjetivo formado sobre un tema en grado comparativo (eiso-ter-iks) que significa literalmente 'ms adentro' o 'interior' (inter-a [=intus]-ior), del mismo modo que exoteriks quiere decir 'ms afuera' (exo-ter-iks) o 'exterior' (exter-us-ior).

    En lo esotrico descubrimos simpre una serie de caractersticas propias: la existencia de un arcano o secreto que hay que conservar y no divulgar; la trasmisin de ese conocimiento a travs de la iniciacin (aunque desde Julius vola se discute seriamente este punto de la regularidad inicitica); la relacin entre lo oculto y lo visible; y el respeto y estudio de la Naturaleza, que permite la Magia.

    Los estudios histrico-filosficos demuestran el carcter bicfalo de todas las enseanzas tradicionales: Aristteles escriba obras acroamticas y exotricas; los pitagricos distinguan entre saberes acusmticos y matemticos; en la India encontramos las upanisad y parisad; tenemos a Hermes Trismegistos, a Platn, al orfismo,...

    La caracterstica comn es que son doctrinas privadas, no aptas para todos, que debido a su profundidad requieren una regularidad inicitica para su transmisin.

    Ren Gunon, considerando la existencia de una Tradicin Primordial de la que el mundo actual sera una degradacin, afirma que todas las ramas esotricas de todas las religiones aspiran a ella, en un movimiento que tiende a lo sincrtico de forma natural. As, para l, las tres religiones de Libro (Judasmo, Islamismo y Cristianismo), construidas sobre Abraham, que fue iniciado en los conocimientos de esa Sophia Perennis, se unifican y tienen, al cabo de los siglos, la perfecta representacin de la unin de los tres esoterismos (Cbala, Sufismo y Gnosticismo, respectivamente) en la Orden del Temple.

    Los elementos constitutivos de esta afirmacin son, respondiendo a las tres religiones, tres. Ms adelante pasaremos a analizar la relacin del Temple con cada uno de ellos, pero primero vamos a discernir qu son exactamente.

    1. La Cbala

    Del hebreo, o qabblh, recibir, se refiere a las escrituras posteriores a las mosaicas y es la principal corriente del misticismo judo. En esencia, es el anlisis del rbol de la Vida, tradicin que interpreta y da sentido a las Sagradas Escrituras. Es decir, todos los conocimientos recibidos (se excluye el Pentateuco). Sus obras ms importantes son el Libro de la Creacin o de la Formacin (Sfer Yetzir) y el Zohar (Esplendor).

    Dice el Libro de la Creacin que sta tiene tres atributos: el nmero, el verbo y la escritura, pero siendo la Palabra el nico rgano de accin del Espritu. Se forma una relacin triangular en la que la Palabra ocupa el vrtice superior.

    Hay dos cbalas especulativas, la simblica y la dogmtica. La primera analiza las Sagradas Escrituras a travs de la Gematra (sistema numrico. De aqu procede la relacin entre Cbala y Numerologa), Notaricn (sistema de acrsticos) y Temur (que se sirve de la trasposicin de letras y palabras). La dogmtica busca sentidos ocultos en las escrituras.

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    Al fin y al cabo, se trata de una ciencia que nos dar un manual explicativo sobre el mecanismo del mundo y sobre cmo intervenir en l. La forma de hacerlo es volviendo a ser el Hombre del Paraso y, de ah, ascender el rbol de la Vida, con sus diez esferas (hay que pasar por nueve Sefirots, hasta la Corona, a la que se llega por la Sabidura y el Entendimiento) y sus veintids caminos, que se corresponden con las veintids letras del alfabeto hebreo.

    2. El Sufismo

    El suf (segn la RAE, del rabe f, derivado de f, lana, por ser de ella sus hbitos), es el seguidor del esoterismo islmico. Se toma como Camino del Corazn y su objetivo es Dios. Aunque se han dado numerosas definiciones, atendiendo a lo que cada cual entiende por l, podemos concretar, con el mstico iranio Algazel (siglos XI y XII), que es la cumbre de todas las ciencias islmicas (la filosofa islmica -falsafa-, la jurisprudencia -fiqh-, la teologa -kalm-, la cosmovisin -'aqida- y la exgesis cornica -tafsir-), un camino de Conocimiento y una va prctica y experimental. Es decir, un proceso en el que los conocimientos y los estados del alma deben ser saboreados (dawq) y experimentados para conocer a Dios en todas sus manifestaciones: en el universo, en las criaturas, en los seres humanos y sobre todo en la propia alma (nafs), depositaria del secreto (sirr) del Espritu (ruh).

    El sufismo fue definido por el Dr. Javad Nurbakhsh en Qu es el sufismo? como un camino hacia la Realidad Absoluta, cuya fuerza motivante es el amor, y los medios que se aplican son el continuo recuerdo de Dios (zekr) y la vida en un estado de estabilidad en cualquier circunstancia; el objetivo de este camino es Dios.

    En l, el faqir (pobreza espiritual) se convierte en morid, discpulo, de un mord o maestro espiritual. Al entrar en los crculos sufes se considera que el aprendiz nace de nuevo, pues la iniciacin es un segundo nacimiento. Antes de ello deber estar en la primera etapa de la Tariqat, la escuela de espiritualidad, un mximo de entre siete y doce aos en los que aprender a tener fe absoluta en su maestro y a purificar su espritu.

    Hay cuatro estapas de purificacin en el sufismo: Tajlieh, o liberacin del ego, Taylieh, o pulimento, Tahlieh, u ornamentacin, y Fan, o la aniquilacin del ego.

    A continuacin tiene lugar la formacin en las virtudes, para lo que el discpulo cuenta sus sueos al maestro, que los interpreta y ayuda al morid. Cuando el maestro considera que puede ser iniciado, se le permite el uso del zekr, que es la repeticin metdica de una serie de nombres ocultos de Dios.

    La Senda culmina con la integracin del mstico suf en la comunidad, consiguiendo mantener sus cualidades ascticas en medio del mundo.

    La tradicin musulmana identifica el Monte del Templo o Santuario Noble (lugar en el que Abraham ofreci a su hijo en sacrificio y del Primero y Segundo Templo, construido por Salomn, uno, y por los judos que volvieron del exilio, una vez derruido, otro) como el lugar desde el cual el profeta Mahoma, acompaado por el arcngel san Gabriel, realiz la travesa nocturna hacia el Trono de Dios. Hoy se levantan all el santuario ms alejado (masjid al-aksa), la Mezquita de Al-Aqsa, y la Cpula de la Roca.

    3. El Gnosticismo

    Gnosticismo es la consecuencia de aadir el sufijo ismo a gnstico (del latn gnostcus, y este del griego ). Segn la RAE, se trata de una Doctrina filosfica y religiosa de los primeros siglos de la Iglesia, mezcla de la cristiana con creencias

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    judaicas y orientales, que se dividi en varias sectas y pretenda tener un conocimiento intuitivo y misterioso de las cosas divinas. Estas creencias orientales son las provenientes de Grecia, Persia, Egipto, Siria, Asia Menor, etctera, que el gnosticismo (recordemos que al final son los seguidores de la gnosis, el conocimiento absoluto e intuitivo de los misterios) recogi para complementar al Cristianismo, principalmente, durante los primeros siglos despus de Cristo.

    No estaban estructurados, sino que se trataba de diversas sectas dispersas por Oriente. A ellos se deben infinidad de evangelios apcrifos en los que plasmaban su doctrina. El Libro Secreto de Juan, el Evangelio de Felipe, el Evangelio de Toms, El conocimiento de esas verdades trascendentes, trasmitidas a los iniciados, era suficiente para producir la salvacin, por lo que no era necesaria la prctica de una moral, tal y como propugnaba la ortodoxia catlica.

    El gnosticismo, por cierto, se refiere al conocimiento por observacin o experiencia, y no al que se adquiere por la reflexin o la ciencia, el racional. Las verdades que trasmiten a sus iniciados seran, entonces, las que Jess, una vez resucitado pero no ascendido a los cielos, habra revelado a sus discpulos para su conservacin y trasmisin. Mientras los ortodoxos imitaban a Cristo y llegaban a Dios por l, los gnsticos buscaban la luz en su interior.

    Esta gnosis tena como eje la dualidad del mundo (sentaron, con el pitagorismo platnico, las bases del maniquesmo agustiniano), separando materia y espritu, y calificando a uno como fuente del mal y a otro como perfeccin.

    El mundo sera creado, entonces, por un Demiurgo (Yahv) malvado nacido del Ser Supremo (Dios), bueno, del que todos participan en cuanto que el alma de cada uno tiene carcter divino. El mundo se estructura en tres partes: Dios, espritu perfecto, Espritu Santo; los iniciados, en los que predomina el espritu; y los dems humanos, en los que predomina la materia.

    El cuerpo es malo en tanto que por l penetran los demonios en nosotros. Se llega a acusarlo de prisin, cadver, demonio devorador o compaero indeseable.

    Defendan, adems, la teora del Cuerpo aparente de Cristo, porque Dios no pudo hacerse materia. Jess era espritu que aparentaba ser materia, tal y como afirmaban los herejes docetistas.

    Al fin y a la postre, los gnsticos desaparecieron de forma oficial despus del siglo II de nuestra era, aunque algunos grupos, iglesias, mantuvieron viva esa espiritualidad. El Temple pudo recuperar parte de su modus vivendi, as como diversas rdenes posteriores, pero siempre desde un punto de vista utilitario y desde la Iglesia Catlica.

    Dado su profundo individualismo y su incapacidad para organizarse en algo ms que capillas aldeanas, terminaron siendo absorbidos por una estructura que contaba con el apoyo militar de un Imperio y con la prctica depuracin de los innumerables textos, con lo que el dogma contaba ya con textos oficiales y nicos para todo el pueblo religioso. Los gnsticos, mientras tanto, seguan con distintas teoras y textos sagrados segn las iglesias a las que se llegaba. Fue la desorganizacin y la sana espontaneidad la que destruy cualquier posibilidad de futuro para los primeros creyentes en Cristo, llamado el Ungido.

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    Nomen mysticum El nomen mysticum es el nombre que recibe el iniciado al ingresar en una orden secreta, simbolizando con ello el renacimiento que tiene lugar con esa ceremonia.

    Por ejemplo, el mstico ocultista Harvey Spencer Lewis, primer Imperator de la Antigua y Mstica Orden Rosae Crucis (creada en 1915 en Estados Unidos), reciba el nombre de Sar Alden, donde Sar es un acrnimo de Son of Ra, Hijo de Ra.

    As, tambin, sabemos que el nombre inicitico de Ivn Aguelli, iniciador de Ren Gunon en el sufismo ms ortodoxo -del que se erigi como valedor y primer representante en Occidente-, fue Abd-el-Hadi o Habdul Haddi.

    Algo parecido podemos verlo en el bautizo de personas mayores, donde el nefito recibe un nombre cristiano muchas veces distinto del que tenan. Han vuelto a nacer, pero esta vez dentro de una comunidad distinta. O con el Sumo Pontfice de la Iglesia catlica, que toma un nuevo nombre para su reinado, conocindosele por l dentro de la comunidad catlica. En principio, slo sus fieles deberan utilizar el nombre inicitico, una vez que ste adquiere carcter pontificio.

    Y es que el nomen mysticum es de exclusivo uso en el dominio inicitico, y no puede ser revelado en el dominio pblico, pues ese nombre representa una faceta del ser de esa persona que no puede manifestarse ante los profanos. De ah su carcter oculto. Por lo mismo, el iniciado no utiliza su nombre profano en el dominio inicitico, pues debe despojarse de su identidad pblica al actuar como iniciado.

    Se trata de un smbolo ms que, como indica Gunon (Abdel Wahid Yahia), no hay que confundir con una medida de prudencia, sino como el indicativo de la existencia de hecho de dos entidades diferentes: la pblica y la iniciada. Cuando alguien utiliza el nombre inicitico en mbitos profanos est desvindose del sentido que ste tiene.

    Apunta Javier Sierra en su novela La cena secreta que el nombre Juan era el nomen mysticum que llevan todos aquellos depositarios de la Iglesia espiritual, contraponindola a la Iglesia oficial. El apstol Juan, Juan Bautista, la papisa Juana,

    Ya sea como elemento de trasmisin espiritual, o como mscara que encubre a la persona real que hay tras un personaje socialmente reconocible, se trata de un medio de ocultacin, imprescindible para una vida nueva.

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    Escribir es llorar Escribir es llorar. (Generalizo, como ven, aquello de lo que hace demasiados aos se lament Larra.)

    Porque, para algunos, escribir es sangrar. Y es inevitable sangrar sin daar a los dems, a los que son parte de nosotros.

    Porque, pase lo que pase, nunca transmitimos exactamente lo que pensamos. Y damos lugar a confusiones que no tendran lugar si permaneciramos callados.

    Porque, a veces, contamos demasiado, rompiendo con ello el sagrado lmite de la intimidad.

    Porque, aunque no queramos, cada letra es parte de nosotros. Por mucho que lo intentemos, terminamos creyendo aquello que hemos plasmado.

    Porque, una vez tras otra, caemos en la misma piedra. Y jams encontraremos la perfecta combinacin literaria que arregle nuestros problemas.

    Porque, inevitablemente, somos mrtires de nuestra escritura. Por ms que creemos literatura, siempre se tomarn como propios nuestros textos.

    Porque, mal que bien, nos justificamos demasiado. Y as slo espantamos lo que ansiamos.

    Porque, a pesar de todo, no somos tan buenos como creemos.

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    Quisiera reinventarme Quisiera reinventarme. Segn las noticias, es algo comn en los artistas: Fulano se reinventa con este nuevo disco o descubrimos un nuevo Mengano en las pginas del nuevo libro. Siempre hay algo nuevo. Yo quiz deba conformarme con un nuevo relato o un nuevo poema, porque no tengo costumbre de nada ms.

    Pero sueo con hacerlo. Me gustara ser autor de una decena de libros sobre temas variados, para as, en una rueda de prensa donde yo est delante de las portadas de mis exitosos libros, poder decir que todo lo que he hecho hasta ahora no es ms que el prlogo de mi obra y que no pasara nada si todo acabase en la basura. Porque yo no llego a los veinticinco aos! Tal vez no debiera exigirme tanto.

    Cuenta Jodorowski que cuando cumpli veinte aos quem todas sus fotografas y se march de casa. Pues vaya manera de empezar de nuevo! As cualquiera, digo yo. Sera ms bello hacerlo con una camiseta de esas horteras en las que tenemos nuestra fotografa impresa. Yo tena un amigo rico (sin milongas: todos somos clasistas) cuya familia haba decidido no comprar una sola camiseta; estaban en huelga de pagar por camisetas. As que decidieron hacer una marca propia y todos los hijos, cinco lo menos, iban a las piscinas de sus amigos con camisetas en las que pona familia Ruiz. Que vaya apellido para ser rico (sin milongas, de nuevo: tambin en los nombres somos clasistas).

    Bueno, pues yo voy a reinventarme as, aceptando todas las barbaridades que he cometido en mi juventud. No quisiera que se les llamara actos o escritos de juventud, como en las biografas de reputados literatos que militaron en su infancia en partidos comunistas y fascistas. No, no. En todo caso, yo quiero que se les llame actos y escritos de infancia. Cosas que estn en mi cuna. A m nadie me explic, cuando era nio, en qu consistan el ecologismo o la lacanofobia o la blastolagnia. Tuve que adivinarlo con mis lecturas, que son mi eterno maestro. Con lo que, a travs de los aos, he cambiado tantas y tantas veces de idea de lo que eran las cosas Por eso escrib e hice cosas que ahora no hara: inconsciente de m!

    An as, yo no voy a arrepentirme. Con eso os tengo, cobardes! Creais que iba a retractarme? Van ustedes listos, seores. Yo s muy bien lo que hice y ah queda, como heridas de guerra de un adolescente que sirve en un conflicto que no entiende. Ahora exhibir mis buenas cicatrices y alardear de haberme jugado muy conscientemente y con voluntad frrea los cuartos y el trasero por causas utpicas. Ah, qu bien queda decir eso. Yo luch, y todas las sensibles cabezas de mi entorno mirndome con embeleso y envidia.

    Pues eso, quiero reinventarme. Pero sin olvidarme. A m mismo. A mi yo de antes, es decir. No s cmo lo har exactamente. Sirve levantarse un da y, sin grandes acontecimientos de por medio, decir que eres un hombre nuevo? Intuyo que haya que hacer algo grande o, al menos, visible. Un libro, claro. O un Manifiesto. Hay muchos que lo hacen as. Se quitan la etiqueta de inanes de la mejor forma posible: colocndose encima otra ms innovadora, rugiente, escandalosa. Yo soy sociorrevoliberal, o me declaro neobohemasn. Yo tambin s decir tonteras, no crean, que bobadas hay suficientes para todos.

    Puede que el rito de renovacin requiera algo ms impactante que el nombre. Una bomba es demasiado, aunque muchos grupos lo hacen as. Cuando quieren darse a conocer y su novsima concepcin poltica no llama la atencin, amenazan de muerte a alguien asustadizo y ruidoso o colocan un explosivo en algn coche abandonado. As

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    logran que los periodistas hablen de ellos. Pero claro, son grupos y en ellos la responsabilidad y la conciencia se disuelven entre ms.

    Como yo slo soy yo, y nadie ms, debo encontrar mi camino. Mi camino de m, slo de m. De tan mo que es, hasta me da pereza plantermelo. Y qu hago yo ahora? Al final, lo de todos los das: escribo un poco ms, slo un poco ms. A ver si en la siguiente lnea me reinvento. Y si no, ya ser maana, cuando empiece mi libro.

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    Gran Hermano 2.0 Las redes sociales como herramientas de control social Algo nos vigila. No est en la calle, ni en las comisaras ni en las cmaras de vigilancia. Tampoco es conspiranoia. Son las redes sociales, esa herramienta imprescindible para los jvenes (en Tuenti hay registrados cinco millones de perfiles, la mayora entre quince y veinticinco aos) en las que se intercambian fotos, se conoce gente, se organizan fiestas y se exhiben impdicamente las intimidades de cada uno de sus usuarios.

    Con ellas podemos construir una vida ficticia, destruir la real, conseguir amigos y perderlos, creernos los mejores del mundo, lo ms guay del Paraguay, humillarnos y arrastrarlos por el fango de la miseria humana. O coexistir sin ningn problema. Depende del enfoque, como en casi todo. Hablamos de Tuenti, tu pgina amiga. O de Facebook, o de Twitter, que tanto monta.

    Quiero reiterarlo: se exhibe obscenamente, como con una macabra interpretacin de la sana virtud de la honestidad, porque parece que se trata de una simple muestra de la vida de cada cual cuando, en realidad, es la exhaustiva enumeracin de las circunstancias en las que se enmarca la vida de sus usuarios, dejndolas al libre examen de los dems. 1.- Falta de privacidad: control y autocontrol social 1984 ha llegado. As lo proclaman diversas pintadas que llenan la geografa ibrica y, es de suponer, mundial. Orwell se sorprendera de hasta qu punto su distopa se ha hecho cruel (pero sutil) realidad.

    La sutileza, el gran problema, la enfermedad real, es que ya no hace falta un ente procesador de la informacin (aunque lo hay, pero su actividad no es imprescindible y est ciertamente restringida. En Facebook llevan ya varios aos de colaboracin con la CIA. Cunto tiempo piensan que tardar el CNI o alguno de sus secuaces en introducirse en Tuenti?), sino que se lleva a cabo un autocontrol del que nada puede escapar. Es la misma sociedad la que regula los contenidos -la vida privada- con su moral censora y los mecanismos de represin de la anormalidad y la extravagancia. O, en otros crculos, con todo lo contrario: no se soporta la mojigatera, an en su ms inocente manifestacin, y lo normal es demostrar hasta qu grado de decadencia se es capaz de llegar. Fotos de borrachera, sexualmente explcitas y de mal gusto, por ejemplo. Y digo yo, por qu debera yo querer que los dems sepan cmo soy, sin molestarse en conocerme de verdad, fsica y materialmente, sino a travs de Internet? Denotara serias carencias psquicas

    Que los contenidos privados no estn luego al alcance de los buscadores ajenos a la geb en cuestin no impide que haya un frreo control social. Aunque alguien tenga su perfil cerrado a quienes no son sus amigos, siempre cabe la posibilidad de ver qu hace desde las pginas de los amigos comunes (excepto los casos de ambientes muy cerrados, donde estn siempre los mismos y slo ellos), que estarn en las mismas fotos.

    As, yo s perfectamente qu tipo de vida lleva la prima de un conocido, cuando no la conozco y no la he visto en mi vida. S cundo sale, cmo son sus amigos, si liga, cunto viaja, con quin, qu nivel adquisitivo tiene, sus preferencias culturales (normalmente inexistentes), etctera.

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    Pero hablamos a nivel interno. Exhibir impdicamente, como deca al principio, la intimidad en un portal de Internet es vender el alma al diablo. Es como si, hace cincuenta aos, cada persona publicara diariamente un boletn con las novedades en su vida y se lo repartiera a unas doscientas o trescientas personas relativamente cercanas. Preocupante, verdad? Eso es una red social. Parece que la prensa rosa ha deslumbrado a toda una generacin, que necesita estar continuamente en boca de todos, que se impone que todos lo sepan todo de uno.

    Creen realmente que esto es sano? La falta de intimidad -la ausencia de asuntos privados-, destruye a la persona, la animaliza convirtindola en objeto de cambio y vulnerable a los que poseen ese conocimiento.

    Y, claro, para eso hay que llevar una vida amoldada al sistema de valores vigente. Epicuro, en uno de sus aforismos ms directos y sugestivos, daba un consejo a los aspirantes al conocimiento: vive en oculto. Evidentemente, con la macabra arma de represin masiva que son las redes sociales, poco oculto se puede estar. Saben dnde estamos, con quin hay mejor relacin, cmo nos expresamos, qu pensamos (y ms en Facebook, con las innumerables encuestas) y hasta qu msica nos gusta.

    Cada usuario puede, en efecto, poner control al contenido que hay sobre l, pero llega un momento en que es inabarcable. A poco que se sea sociable, se te inundar el perfil de comentarios, fotos y videos a los que no se puede poner un control estricto y sereno. 2.- Adiccin a la vida virtual; carencias en la real En Tuenti se consume una media de dos horas por sesin, segn Nielsen Online. El 60% se conecta a diario y, tomando como tramo de referencia la semana, es un 80% el que inicia su sesin. La fidelidad es enorme, no slo por la frecuencia, sino tambin por el tiempo que se emplea en ella. En Facebook, su gran competidor en Espaa, las sesiones duran hora y media.

    Nuestra preocupacin, sin embargo, no es la adiccin que pueda crear, sino el dao que puede hacer a las relaciones personales. Dicen los propios directivos que Tuenti es una herramienta que ha suplantado al telfono mvil, completando su funcin social. Es cierto que en muchos aspectos podramos considerar el invento un hbrido entre el mvil y el correo electrnico, y es de agradecer, pero lo grave es que permite la construccin de falsas identidades. No hablamos aqu de personas ficticias, sino de cambio de la propia identidad del usuario, llegando a un apego a la vida virtual y a sus medios de interrelacin social con el que despus, en la real, no saben cmo manejarse.

    Otro problema que han provocado es el de su influencia material en la vida real. En ocasiones, cosas que no se diran a la cara se expresan por ellas, llegando a suplantar los trgicos momentos de crisis en las relaciones interpersonales por simples mensajes escritos, dejando por tanto las personas de enfrentarse a la realidad, porque en la ficcin es ms fcil afrontar los problemas.

    Los usuarios de las redes sociales terminan convirtindose, de nuevo, en pre-adolescentes. Si todava lo son, claro, se duplica la gravedad del asunto. Como se sabe, en esa poca hay una exaltacin de la amistad parecida a la de la primera fase de la borrachera: de forma hipcrita y simplona. La persona se engaa a s misma y pretende que los doscientos amigos de la red lo sean de verdad y, para ello, se intercambia comentarios absurdos e innecesarios (que son el noventa por ciento).

    Realmente ayudan estas redes a las relaciones? Se arguye con harta frecuencia que las redes contribuyen a una sana relacin intersubjetiva. Sin embargo, contribuyen precisamente a lo contrario. La esencia de la interaccin social es el proceso descubridor

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    del otro, el paulatino desvelo de las intimidades. Con Tuenti y sus hermanos internacionales se suprime esa fase. Basta con echar un vistazo a un perfil, como en Matrix. Argirn algunos que esto favorece la sinceridad y el conocimiento, dando ms seguridad a todas las relaciones, sin tener en cuenta que de la honestad sinceridad al deshonesto exhibicionismo hay un paso, nada ms. Todo el mundo miente. Y, sobre todo, en Internet.

    No digo que no pueda ser usado como una herramienta positiva de comunicacin, pero se nos ha ido de las manos. Felicito a quien todava pueda controlarlo. 3.- El consumo como objetivo Estaba terminando este pequeo ensayo cuando, buscando un dato, he dado con que Tuenti no es slo una herramienta de control social; pronto lo ser tambin de mercantilizacin. As lo manifest Flix Ruiz, cofundador, en abril del corriente ao: Si yo compro una entrada de cine, mis amigos podrn saber qu pelcula voy a ver y algunos se apuntarn. Podemos lograr que el consumo se multiplique de forma exponencial. El subrayado es mo.

    Las herramientas de control al servicio de la sociedad de consumo. Les suena? *** En fin. A quien no le importe que su vida se exhiba as, sin poner ningn lmite, es un idiota. Yo me voy a mi cueva.

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    Gran Hermano 3.0 Las redes sociales y el futuro de la democracia La reciente rebelin digital contra la conocida como Ley Sinde, que iba a ser aprobada y finalmente no lo fue gracias -segn creemos- a la gran movilizacin de hacktivistas, es el presupuesto de hecho del que parte la siguiente perorata sociolgica, es decir poltica. (Paso de poner citas a pie de pgina porque no tengo tiempo de buscar las referencias. Pero podis creerme en lo que digo.) 1 Hace tiempo que las reacciones en las redes sociales Facebook y Twitter se convierten en noticia. Podemos verlo en Antena 3, que habla de los trending topics para justificar su inters en un asunto concreto; en Onda Cero, que considera noticia la creacin de un grupo en Facebook; o en Pblico, que habla de una manifestacin convocada a travs de las redes sociales (y que nosotros interpretamos como parte de esa misma convocatoria).

    Los mismos medios estn poniendo a disposicin de sus usuarios esas mismas herramientas. As, El Pas tiene eskup, RTVE y El Mundo utilizan a veces el sistema de minuto a minuto y 20 minutos actualiza constantemente su Twitter.

    Lo ms importante es que, si bien no hay influencia directa, s se tienen en cuenta los movimientos de los usuarios. Estar en esos crculos que generan opinin no ha sido nunca tan sencillo. Aunque abominamos de la democracia, en tanto que gobierno de la chusma, nos parece que la democratizacin de ciertos sectores -como la informacin- permite la entrada de aire fresco en el ambiente viciado del periodismo y la poltica.

    Expresado con sencillez, podramos formular este hecho as: las crnicas de sucesos admiten entre sus titulares las ancdotas de Internet. Y es as, pero habida cuenta de que esas ancdotas pueden influir en la vida pblica, no es cosa balad.

    Por otra parte, el rpido desarrollo de las tecnologas permite que cada persona tenga acceso inmediato a Internet, tenga sus posaderas donde las tenga, a travs del mvil. An es poltica ficcin, pero nada impedira que el futuro de la democracia, al menos en sus decisiones ms idiotas, est en formularios actualizados a diario en alguna pgina oficial.

    Por ejemplo. Visitas cada maana la-moncloa.es o congreso.es y votas la cuestin del da. El Gobierno propone enviar ms latas de sardinas bilbanas a Togo, est usted de acuerdo? y uno vota S, si cree que los negros togoleses apreciarn las delicias cantbricas, o NO, si uno cree que los negros togoleses pueden pescar sus propias sardinas en Lom o en Kpm. Y el Gobierno, segn la respuesta, actuar de una u otra forma.

    Las ventajas son numerosas. 1) La cantidad de diputados podra reducirse diez o quince veces: exactamente al nmero que hace algo de verdad y no slo votar. 2) El pueblo tendra sensacin de poder: puestos a legislar gilipolleces, que lo haga la chusma y no una casta aburguesada. 3) La democracia sera, hasta cierto punto, directa (participativa) y no representativa. 4) Etctera.

    No parece quimrico que dentro de diez o quince aos las cosas funcionen as. El Gobierno tendra ciertas potestades para legislar por decreto, como hoy, pero no quedara todo en manos de trescientos chupasangres durante cuatro aos.

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    2 Hace apenas un ao que se me ocurri desdear las redes sociales como medio de comunicacin social, entre individuos, en un artculo que titul como Gran Hermano 2.0 [1]. La intencin est clara ya en el ttulo: comparar el mundo digital o virtual con la distopa social novelizada por Orwell en 1984. Habl entonces de las redes sociales como herramientas de control social, donde la tesis que presentaba no ha perdido vigencia: el mecanismo de opresin es el de autocontrol social. Es la misma sociedad la que regula los contenidos -la vida privada- con su moral censora y los mecanismos de represin de la anormalidad y la extravagancia. O, en otros crculos, con todo lo contrario: no se soporta la mojigatera, an en su ms inocente manifestacin, y lo normal es demostrar hasta qu grado de decadencia se es capaz de llegar. La otra lnea del artculo fue la crtica de la adiccin a la vida virtual, que provoca serias carencias en la real. No es nada nuevo. Pero si todo fuera eso, si realmente el fenmeno de las redes sociales se limitara a una cueva de impdicas exhibiciones de lo privado, de colectivizacin de las intimidades, el mundo sera de una fea sencillez.

    La realidad es que se le puede dar la vuelta al sistema de 1984 y hacer que al Gran Hermano le explote el arma en las manos.

    Como digo en la entradilla, el sentido de estas palabras hay que encontrarlo en lo ocurrido el 21 de diciembre de 2010 y das anteriores. Se pretenda aprobar una Disposicin Final Segunda de la Ley de Economa Sostenible por la que una Comisin ad hoc podra cerrar pginas web sin ningn control, por tener enlaces a descargas denominadas ilegales. Gracias a una movilizacin en la estela de la de Wikileaks, se bombardearon y cayeron las web del PSOE, el PP, el Congreso de los Diputados, CiU y el PNV. Es evidente que eso, por s solo, no es nada, pero es slo la parte ms visible de toda una campaa de asedio de los ciudadanos a sus representantes polticos, que incluy bombardeo de emails, llamadas telefnicas masivas y revuelta en las redes sociales.

    Es, precisamente esto ltimo, lo que me interesa. A travs de Twitter y Facebook se organiz todo y se logr cambiar el sentido del voto de dos partidos, CiU y PNV. Lo dems es ponzoa que pertenece a los vericuetos de la vida parlamentaria, pero es innegable que hubo una relacin causal entre esos movimientos virtuales (que no obstante representan votos: oh, el poder) y los cambios en la direccin del voto. Y es as a pesar de que aprueban la misma ley por decreto en unos meses.

    Quiz ms til, vistas las cosas, que las revueltas callejeras y la quema de contenedores. 3 Entonces, advertidos de los peligros de la alienacin de las redes sociales, pero conscientes de su utilidad, podemos utilizarlas como herramientas polticas. Como catalizador social no valen para nada, son basura de la que hay que huir, pero como instrumentos de lucha e influencia, bien valen un Per. Todo con la esperanza de que se cumpla aquella profeca: que la democracia 2.0 se base en la participacin pasiva (el voto diario) de los ciudadanos.

    La deriva de los regmenes democrticos, en los que el periodismo se ha establecido definitivamente como un brazo del poder (donde la relacin es recproca, de servilismo o de conflicto), nos obliga a utilizar las redes sociales para lograr influir como se pueda en ellos. Cuando cae uno, caen los dos. Y frente al mundo de la moral comunitaria que representan, nosotros plantamos la tica individual, encarnada por el activismo

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    ciberntico, que se aleja de ese apego a la imagen hueca y la apariencia que abunda entre los modernos tweets y los me gusta de Facebook. Porque es lcito usar las armas del enemigo, como deca Gmez Dvila, pero con asco. 4 Y cmo se vive con asco en las redes sociales? Cuestiones prcticas. La red social es una herramienta para la resistencia intelectual, conque no tiene sentido verter los detalles ms recnditos de la vida privada en ella. La intimidad es un invento de la burguesa decimonnica -y quiz sea su nico logro positivo-, pero espectacularizarla es el de los aburguesados modernos, y ah no podemos transigir.

    (La poca del consumo se ha convertido en la del sobreconsumo de la intimidad. Del que habla a gritos por el mvil en pblico hasta los realitiy show: todo teatro. La lata de tomate de Warhol es el exponente de los inicios de esta sociedad del espectculo.)

    Por lo tanto, cmo utilizar este cncer para bien? Con naturalidad y reestableciendo las fronteras: privatizando los contenidos, procurando que no se convierta en una prtesis digital de la personalidad. Basta con la informacin mnima necesaria para que sirva de contacto entre los usuarios y como arma poltica.

    El 2011 es un buen ao para probar esta va. Si nos equivocamos, y bien puede ser, rectificar es tan sencillo como eliminar definitivamente el perfil. Somos conscientes de que no es nada sencillo que las castas polticas se dejen suplantar por el pueblo, pero dada la tendencia a democratizar determinadas potestades y a ceder soberana a los poderes industriales [2], no sera demasiado rocambolesco que esos poderes industriales ejerzan en unas dcadas la direccin general de las polticas internacionales (de forma no encubierta, se entiende) y ciertas polticas macroeconmicas y de influencia directa se dejen al arbitrio del populacho subnormal.

    Desde luego no es la mejor opcin, pero si eso puede ocurrir ms nos vale haber afectado el proceso desde el principio y precipitarlo como fuere, que subsistir en un rgimen poltico en el que se penetra una urna cada cuatro aos con la consiguiente insatisfaccin/frustracin para quienes aspiramos a mejores formas de participacin. Nota: (1) Apareci en La Comuna de los Desheredados, nm. 5, y La Pecera, tercer trimestre de 2009. Sobre vale un Per: No s si la expresin es fascista, imperialista, genocida o racista, a pesar de estar comparando a toda una nacin con una mercanca de intercambio, pero me importa una mierda. As hablamos los espaoles y no voy a renunciar a mi herencia. Adems, los peruanos nunca me cayeron bien del todo: arriba Ecuador! (2) Ver el artculo Por qu digo Iberia cuando quiero decir Espaa del amigo Jorge Pons en La Comuna, nm. 7. PS: La reintroduccin en el mundo de las redes sociales no implica la aceptacin de las condiciones generales y sus usos y costumbres. Las dinmicas sociales se mantendrn como antes y esas plataformas digitales tendrn como nico objetivo las ilusorias posibilidades polticas que ya se apuntaron, no la ampliacin de horizontes en un campo en el que sabemos que nada nuevo vamos a encontrar, sino distracciones innecesarias y hasta decepciones no poco importantes.

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    Hierdula de la modernidad I. La zona gris Entre 1948 y 1953 Alfred C. Kinsey dio a conocer su Escala de la sexualidad, entre Conducta sexual en el varn y Conducta sexual en la mujer. En ella, se estableca una gradacin de la heterosexualidad y la homosexualidad que pueden darse en una misma persona. Con todo, en la escala hay una zona, rea gris, en la que no hay preferencia por ninguno de los dos sexos: la bisexualidad.

    Marzo de 2006. Una joven con una breve experiencia de stripper, que acaba de alcanzar la mayora de edad, se presenta en Los ngeles con siete mil dlares en el bolsillo ahorrados con un trabajo de camarera que tena que compatibilizar con las clases de cine, danza e interpretacin. Un 2005 intenso, que mereci la pena. Marina estaba grabando al poco tiempo, an con dieciocho aos, Fashionistas 2, con el todopoderoso Rocco Sifredi. Pero Marina no era una pornstar ms. Despus de sorprenderle con un garganta profunda, mientras le practicaba la felatio, le pidi que le diera un puetazo en la barriga. Y todo, porque el sexo duro puede ser doloroso, pero ese es el punto ideal, cuando las endorfinas te golpean y se siente mucho mejor. Por eso, algunas veces necesitas un choque extra. Rocco, cobarde, no se lo dio.

    La general dureza de sus escenas (que no caen en su lista de tabes: simulaciones de violacin, que eyaculen dentro de su vagina, que le introduzcan ah con los dedos, golpes en los pechos, coprofilia, zoofilia y uso de nios), pretende huir con cierto giro burlesco del ridculo softcore, tan criticado por ella, tan alejado de la realidad, tan falso.

    Estaba ya en escena Sasha Grey, el nombre que eligi tras descartar Anna Karina. Como la mujer de Godard, s. Despus hablaremos de sus gustos. De momento, el nombre: Sasha lo cogi de Sascha Konietzko, histrico lder de la banda de rock industrial KMFDM. Y Grey De la grey area de la que hablaba Kinsey y de El retrato de Dorian Gray, conocida obra de Oscar Wilde.

    Dios mo, habla de Sasha Grey, la actriz de cine adulto! S, gazmoos movidos a escndalo. Pero no me interesan tanto sus dotes interpretativas como la cosmovisin que le permite vivir en ese mundo sin intranquilizarse una nonada. Parece claro que, con las preferencias culturales que hemos podido atisbar, no es una desgraciada vctima que slo encuentra salida a su vida en el cine guarro. No abusaron de m sexualmente. No consumo drogas. Los actos que realizo son siempre consensuales. Soy una mujer que cree firmemente en lo que hace ya es hora de que nuestra sociedad comprenda que la gente normal (sobre todo mujeres) disfruta con el sexo perverso.

    Sabe que la idea de la sociedad