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Folleto #63, Serie La Fe, #7

Diócesis de Caguas HC 04 Box 44015, Caguas, Puerto Rico 00727

Tel. (787) 747-5885 www.pequenascomunidades.org

8 - Comunidad de mesa y evaluación...

Pero, a estas alturas, ¿qué es tener fe? ¿Cómo se puede creer y en quién creer?... Ese será el tema de nuestro próximo encuentro… No faltes...

Señor, Padre Bueno, que nos llamas a ser una sola familia en el amor, llénanos de tu Espíritu Santo, para que guiados por la Palabra de Vida, renovemos nuestras vidas, nuestras familias, nuestras comunidades y todo nues-tro pueblo puertorriqueño. Ayúdanos a caminar y crecer en unidad, compartiendo lo que somos y tenemos en solidaridad, sin excluir a nadie, para que la vida y el proyecto

se haga realidad entre nosotros y nosotras, y así se extienda tu Reino de vida, justicia, verdad y amor. Que todos conozcan tu gran bondad y se construya nuestra comunidad con la alegría que haces brotar de los corazones sencillos. A ti la gloria por los siglos. Amén

7. Oración por las pequeñas comunidades

Tema: “La Fe, viene por oir(te)...” 1- Saludo: Los dueño del hogar acogedor, reciben y dan la bienvenida. 2– Introducción: Animadores

En el encuentro anterior reflexionábamos sobre nuestra fe adquirida por lo que oímos. Ya sea por los medios de comunicación o por las personas de nuestra comunidad familiar, comunidad de vecinos. En este encuentro seguiremos hablando sobre nuestra fe fundamentada en lo que oímos, y cómo el oírnos mutuamente nos ayudará a tener más fe no solo en Dios, sino también en los demás... 3– Dinámica del espejo

Se forman parejas. Uno de los dos hará el papel de alguien que pasa y se detiene a mirar y a oir la historia del otro(a). El otro dirá una breve historia tratando de explicar por qué es cómo es. Se darán unos minutos para que los que contarán las historias se preparen. Tratarán de ser realistas y defender por qué son como son y por qué creen o no creen en lo que afir-man.

a) uno será un deambulante, adicto a drogas b) otra será una divorciada dos veces, que ahora está sola y ha decidido no volverse a casar

con nadie c) otro será un homosexual d) otro será un miembro de otra religión (preferiblemente un musulmán o hindú, pero puede ser

un protestante o judío…, o un ateo) La persona que pasa, mira y oye, no podrá discutirle los argumentos a la otra persona… solo escuchar. Cuando terminen todos de hacer sus historias, se sientan y entonces los que “pasaron” dirán cómo se sintieron en cuanto a lo que escucharon y en cuanto al hecho de verse en el espejo mientras la otra persona hablaba. ¿Hubo alguien que aprendió a “creer” en la otra persona al escucharla? Los demás integrantes de la pequeña comunidad pueden también intervenir y aportar al diálogo...

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Habla Señor, que tu siervo escucha -Grupo Jésed

Habla, tu siervo escucha, Habla, Oh Dios, y obedeceré.

¡Fuente de vida y luz, de gozo y paz, para mi corazón tu palabra será

por siempre jamás, Señor, por siempre jamás!

4– Canción— “Con nosotros está” (se puede cantar el estribillo, y luego dife-rentes personas pueden recitar espontáneamente las estrofas)

//Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros está, su nombre es el Señor./

5– Lectura del Evangelio - Juan 4,39-42 “En aquel pueblo muchos creyeron en Él, por las palabras de la mujer que atestigua: me ha dicho todo lo que hice. Los samaritanos acudieron a él y le rogaban que se quedara con ellos.”

¿Qué dice la Palabra? ¿Cómo se relaciona con la dinámica anterior? ¿Está Jesús en esas personas que se nos narran en las historias?

6– Se invita a escuchar la canción:

Su nombre es el Señor y pasa hambre y clama por la boca del hambriento y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo. Su nombre es el Señor y sed soporta y está en quien de justicia va sediento y muchos que lo ven pasan de largo, a veces ocupados en sus rezos. Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo, seguros y al calor de su dinero.

Su nombre es el Señor y enfermo vive, su agonía es la del enfermo y muchos que lo saben no hacen caso, tal vez no frecuentaba mucho el templo. Su nombre es el Señor y está en la cárcel, está en la soledad de cada preso y nadie lo visita y hasta dicen tal vez, “ése no era de los nuestros”. Su nombre es el Señor, el que sed tiene. El pide por la boca del hambriento, está preso, está enfermo, está desnudo,

pero El nos va a juzgar por todo eso.