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INCLUYE ÍNTEGRO EL AS COLOR NÚMERO 87 DEL 16 DE ENERO DE 1973 2ª ÉPOCA • NÚMERO 87 • 21 DE ENERO DE 2014 TARZÁN 30 AÑOS SIN JOHNNY WEISSMULLER

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INCLUYE ÍNTEGRO EL AS

COLOR NÚMERO 87 DEL 16 DE

ENERO DE 1973

2ª ÉPOCA • NÚMERO 87 • 21 DE ENERO DE 2014

TARZÁN30 AÑOS SIN

JOHNNYWEISSMULLER

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20-27

28-39

40-47

48-55

56-63

JOHNNY WEISSMULLEREncarnó al Tarzán más famoso, pero también fue el

hombre que reinventó la natación.

Por Miguel Ángel Fernández

CRISTIANO LUCARELLIEl goleador del proletariado que nunca se calló.

Cumplió el sueño de jugar en el Livorno.

Por Jorge Fernández Maldonado.

PAOLO DE CANIOEl fútbol desde la extrema derecha. Racial, iracundo,

violento, rebelde...y premio al Juego Limpio.

Por Jorge García

BLACK DEMONSAsí viven las diablesas en el infierno: fueron

subcampeonas de España en 2012.

Por A.E.F., J.H.C., J.C.G., A.N. y J.B.T.

CALPISASe cumplen 40 años del nacimiento de uno de los

mejores equipos de balonmano en España..

Por Julián Burgos

EL VOLEIBOL EN ESPAÑAEn este deporte estamos en plena resaca tras una

década dorada, con Rafa Pascual como estandarte.

Por J.G.A., A.M.S. y M.V.

64-112 KUBALA, ROTUNDO DE CARA AL PARTIDO FRENTE A GRECIA: “Tenemos que ganar”.CHUZO, DE JUGADOR A GERENTE: “Si al fútbol le quitas la pasión, no queda nada”.LOS JUGADORES MÁS JÓVENES DEL FÚTBOL ESPAÑOL: Juanito, González Vargas, Santillana, Macanás...GALLEGO, DEL BARCELONA: “Sueño con el título de Liga; cuando lo consiga, respiraré tranquilo”.SANTIAGO BERNABÉU CUENTA SU VIDA (CAP. 4). 30 años al frente del Real Madrid.HALLER, EL CATEDRÁTICO DE LA NUEVA JUVE: Un fenómeno alemán que triunfa en la liga italiana.FABIÁN, DEL CALVO SOTELO AL SPORTING DE GIJÓN. “Admiro a Quini, Churruca Rexach”.

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Han realizado este número:Coordinación y edición:

Miguel Ángel VascoDiseño:

Mariano Tovar y Laura SánchezInfografía:

Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y Sonia Mochón

Fotografía: Archivo AS.

Para cualquier duda, sugerencia o propuesta puedes escribir a

[email protected]

Presidente: José Luis Sainz

Consejero delegado: Julio Alonso Peña

Director: Alfredo Relaño

Director adjunto: Alejandro ElorteguiDirector de AS.com: Luis Nieto

ÍNTEGRO, EL NÚMERO 87 DE AS COLOR DEL

16 DE ENERO DE 1973

Editado por Diario AS Sociedad Limitada

2 3

EL HOMBRE QUE REINVENTÓ LA NATACIÓN ANTES DE SER REY DE LA SELVAJOHNNY WEISSMULLER

4 5

MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ /

Sólo un par de rugidos del famoso león de la Metro-

Goldwyn-Mayer y un fundido en negro, que apagaba fugazmente el rostro del impresionable es-pectador de la época, servían para anunciar el comienzo de una nueva entrega de Tarzán. Surgían entonces en la pantalla grandes

Considerado por la prensa de la época como el mejor nadador de la primera mitad del siglo XX, Weissmuller ganó tres medallas de Oro en los Juegos de París y dos en los de Ámsterdam, rompió varios récords que tardaron décadas en ser superados y se retiró invicto de la competición para convertirse en el Tarzán más recordado de

la historia del cine. Un icono cultural que tres décadas después de su muerte sigue siendo admirado en todo el mundo.

rótulos acompañados de melódi-cos acordes tribales y mapas afri-canos de fondo. En los créditos, se podía leer como estrella prin-cipal un nombre y un curioso ape-llido de origen austríaco, Johnny Weissmuller.

Los fans nunca olvidaron a aquel robusto hombre que salta-ba de liana en liana, cuchillo en mano, cuyo fotogénico porte ante la cámara hacía olvidar una más que evidente carencia de registro interpretativo. El momento estelar de sus películas era el acuático. Allí se hacía patente que aquel actor era en realidad un portento-so atleta contratado por su peri-cia dentro del agua y cuyas filma-ciones sirvieron de ejemplo para

mejorar la técnica de futuros na-dadores.

El pasado 20 de enero se cum-plieron 30 años de su desapari-ción. Johnny Weissmuller, el mito olímpico, el nadador más popular de su época, el primer ser huma-no que consiguió nadar 100 me-tros en menos de un minuto y una de las mayores estrellas de Ho-llywood de la década de los 30. Una auténtica leyenda del depor-te y del cine cuyo triste final poco tuvo que ver con alguien que ha-bía probado, en más de una oca-sión, las mieles más dulces del éxito y la gloria en gran parte obte-nidas por la popularidad de las 12 películas en las que había dado vida al hombre mono.

Se hacía patente que aquel actor era en realidad un

portentoso atleta contratado por su pericia dentro del agua

Aquellos que le vieron nadar quedaron perplejos por la velocidad que alcanzaba aquel muchacho de metro noventa

Pero antes de quedar ligado para siempre al héroe de las no-velas creado en 1912 por Edgar Rice Burroughs (autor entusias-mado con la elección del Weiss-muller para interpretar a Tarzán), el deportista ya era un ídolo de masas que firmaba contratos pu-blicitarios con marcas de bañado-res y hacía exhibiciones demos-trando sus dotes como nadador. Y es que aquellos que le vieron competir se quedaban perplejos por la velocidad tremenda que lle-gaba a alcanzar ese muchacho de metro noventa. Su portentoso fí-sico se alejaba del estereotipo de nadador bajo en estatura de prin-cipios de siglo, depor tistas de relumbrón como Charlie Daniels

o Kahanamoku, mucho menos atléticos que él. Aunque era su depurada técnica la que le hacía ganar las competiciones. Weiss-muller innovó el deporte de la na-tación gracias a una técnica nun-ca antes vista, que su entrenador William Bachrach le había inculca-do. Consistía en mantener la ca-beza y gran parte del torso fuera del agua aprovechando una ince-sante batida de piernas, lo cual propiciaba el hecho de controlar mejor la respiración y de ofrecer menor fricción al agua como el casco inclinado de una lancha cuando adquiere velocidad. Pare-ce que el hecho de haber aprendi-do a nadar en aguas turbulentas hizo que Weissmuller respirara

más tiempo fuera del agua de lo que era costumbre en el Crol o es-tilo libre de aquellos tiempos. Sus oponentes ni se enteraban. Cuen-tan que en una ocasión antes de saltar a la piscina, Weissmuller se dirigió a cada uno de sus riva-les para susurrarles al oído: “¿En qué puesto vas a quedar: segun-do, tercero, cuarto?”. Cuando el entrenador Bachrach se enteró le

ESCENAS

ACUÁTICAS.

Weissmuller

junto al

actor infantil

Johnny

Sheffield

en ‘Tarzán

y su hijo’

(1939). Las

secuencias

bajo el agua

atraían al

espectador.

NADADOR

INVICTO.

Johnny

Weissmuller

se retiró de

la natación

amateur

sin perder

ni una sola

competición.

El ‘crol’ o

estilo libre

era su

especialidad.

6 7

obligó a pedir disculpas, no sin cierto fastidio. Un hecho anécdó-tico para una futura estrella olím-pica de apenas veinte años, que aún estaba por madurar.

Aunque se convirtió en un em-blema olímpico defendiendo los colores de la bandera norteame-ricana y en contra de lo que siem-pre se pensó, Weissmuller no na-ció en Estados Unidos sino en Rumanía, un 2 de junio de 1904. Era hijo de Petrus Weiszmueller y Erzsébet Kersch. Un humilde ma-trimonio germanoparlante de Frei-dor f (población perteneciente al antiguo Imperio austrohúngaro en-tregada a Rumanía tras la Prime-ra Guerra Mundial) que hoy en día pertenece a un suburbio de Timi-soara, a pocos kilómetros de Tran-silvania. Johnny, al que bautizaron bajo el rito católico con el nombre de János, era su primer hijo. El matrimonio buscó un futuro mejor para él y decidieron emigrar a Es-tados Unidos como tantos miles de ciudadanos empobrecidos de la Vieja Europa.

La familia emprendió un largo trayecto recorriendo Holanda has-ta llegar a Rotterdam para viajar

en tercera clase a bordo del bu-que alemán SS Rotterdam, un 14 de enero de 1905. Curiosamente el mismo barco que casi 20 años después utilizó el propio Johnny Weissmuller para regresar de los JJ OO de París con destino a Nue-va York, con cuatro medallas (tres oros y una plata) en su maleta, aunque en esta ocasión viajando en primera clase.

Los jóvenes padres y su bebé de siete meses llegaron a la Isla Ellis 12 días después de embar-car en el gigantesco buque. Aquel era el lugar al que llegaba todo in-migrante europeo que quería en-trar a Estados Unidos, para luego, con la documentación validada, ser trasladado al puerto de Nueva York, la puerta que daba acceso a una nueva vida. Es en ese mo-

mento cuando los Weiszmueller decidieron cambiar sus nombres por Peter y Elizabeth, para facili-tar los trámites, e inscribieron a su hijo en el registro como Johan Weissmuller, nombre mucho más fácil de pronunciar.

Ya en Nueva York, la familia tomó un tren con destino a Wind-ber, un pequeño pueblo minero de Pensilvania donde les esperaban parientes cercanos. Allí residieron tres años y tuvieron a su segundo hijo Peter Weissmuller Jr, sólo 15 meses menor que Johnny. El Ayun-tamiento de Windber nombró ‘hijo predilecto’ a Johnny Weissmuller en la década de los años 50 y du-rante mucho tiempo se pensó que en este lugar es donde había naci-do el actor. Muchos años después se descubrió la verdad.

El joven matrimonio y su bebé de siete meses llegaron a la Isla Ellis 12 días después de

embarcar en el SS Rotterdam

LA FAMILIA

WEISSMULLER

Sobre estas

líneas, el

matrimonio

junto a sus dos

hijos durante

su estancia

en Windber

(Pensilvania).

En el centro

Johnny y su

hermano

pequeño Peter.

EL BUQUE SS

ROTTERDAM.

Éste es el

barco que

tomaron los

Weissmuller

para llegar

a Estados

Unidos.

Viajaban en

tercera clase.

Sólo llevaban

13 dólares en

el bolsillo.

UN NADADOR

DIFERENTE.

En esta

imagen de

la década de

los años 20,

se aprecia

como Johnny

Weissmuller,

con su 1,90 m

de estatura,

destacaba

ya del resto de

nadadores.

EL SECRETO

DE SU

TÉCNICA.

Aquel

muchacho

que había

aprendido a

nadar en las

turbias aguas

del Lago

Michigan,

mantenía su

cabeza fuera

del agua.

8 9

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10 11

Pero el objetivo de la familia era llegar al estado de Illinois, pues en la ciudad de Chicago resi-dían los padres de Elizabeth y se asentaba una colonia de inmigran-tes procedentes de Freidorf.

Johnny pasó su infancia arro-pado por sus abuelos maternos que tenían una granja a las afue-ras de la ciudad. Cuando llegaba el buen tiempo, Johnny y su her-mano Peter visitaban a menudo el Lincoln Park, un zoológico cons-truido a orillas del Lago Michigan. Es en el Lago donde por primera vez Johnny tomó clases de nata-ción. Tenía 8 años.

Desde entonces, los herma-nos se aficionaron a nadar en las playas del Lago durante los me-ses del verano. Animado por la aparente facilidad con la que se desplazaba en el agua, el mayor de los Weissmuller siguió apren-diendo en las piscinas de Stan-ton Park en las que comenzó a ganar cuantos concursos infan-tiles de natación se celebraban. Esas actitudes propiciaron que con 12 años pudiera acceder a un club de natación pertenecien-te a la YMCA (Asociación Cristiana

de Jóvenes), un movimiento juve-nil de origen protestante en cuyo seno se crearon a finales del Si-glo XIX deportes como el balon-cesto o el voleibol. El hecho de que el club fuera el único en Chi-cago que poseía piscinas cubier-tas en sus instalaciones, propició que Johnny pudiera nadar también en invierno, algo que hasta ese momento no había podido reali-zar por las temperaturas tremen-damente gélidas que alcanzaban las aguas del Lago Michigan en aquella época del año.

En ese tiempo, Peter Weissmu-ller, el padre de Johnny, cayó en el alcoholismo y abandonó a sus hi-jos y su mujer en 1916, por lo que Johnny consiguió un trabajo de bo-tones en el Plaza Hotel de Chica-go para poder sostener la econo-mía familiar. No dejó sin embargo, de practicar la natación.

El 6 de agosto de 1921, John-ny Weissmuller debutó como ama-teur ya dentro del Illinois Athletic Club bajo la supervisión de su mentor William Bachrach, que ha-bía conocido al chico siendo so-corrista en las playas del Lago Michigan. El entrenador descu-bridor de otro talento de la nata-ción como era Norman Ross, se empeñó en convertir a Weissmu-ller en un gran campeón, siendo consciente de las tremendas vir-tudes que atesoraba. Convenció al joven para que dejara su trabajo de botones en el Plaza Hotel con el objetivo de centrarse en su ca-

rrera deportiva. De esta manera podría ayudar a solventar los apu-ros económicos por los que su fa-milia estaba pasando. Johnny le hizo caso.

El olfato del entrenador no falló y tras duros meses de intensivo entrenamiento Weissmuller pron-to consiguió sus primeros títulos nacionales. Arrasó en todas las competiciones a las que se pre-sentó. Bachrach preparaba a su mejor pupilo antes de cada com-petición; “no pierdas la cabeza, tú puedes nadar más rápido que to-dos ellos”, le llegó a decir el día de su debut.

Su trayectoria dio un salto de gigante durante una prueba cele-brada el 9 de julio de 1922, en Alameda, California, donde pul-verizó el récord mundial de los 100 metros en estilo libre, que estaba en posesión del hawaia-no Duke Kahanamoku (inventor del surf moderno), el mayor rival de Weissmuller durante su carre-ra deportiva. Era la primera vez que alguien bajaba del minuto en esa distancia y Johnny comenzó a soñar con la posibilidad de po-der formar parte del equipo repre-sentante de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París de 1924.

Bachrach consideró que Weis-smuller debía presentarse como candidato para ir a los Juegos, pero sabía que su pupilo no había nacido realmente en Estados Uni-dos como todo el mundo pensa-

Al caer su padre en el alcohol, Johnny consiguió un trabajo

como botones en un hotel para sostener la economía familiar

PRIMER

ENCUENTRO.

Antes de

enfrentarse en

París en 1924.

Weissmuller y

Kahanamoku

ya habían

coincidido en

junio de 1922

durante unos

campeonatos

nacionales.

DURO

EJERCICIO.

Para

mantenerse

en forma

Johnny

practicaba

varios

deportes

antes de cada

competición.

SU MEJOR

AMIGO Y

MENTOR.

William

Bachrach,

descubridor

del talento

de Johnny

Weissmuller,

fue el

responsable de

la depurada

técnica que

exhibía.

12 13

ba. Esto podía significar renunciar al sueño olímpico. Por ese motivo, decidieron falsear los datos de na-cimiento del nadador. En lugar de los suyos incluyeron los datos de Peter, su hermano pequeño, que era el único de los dos que había nacido realmente en Pensilvania. Así evitaron problemas a la hora de ser elegido para la selección nacional y Johnny finalmente pudo ir a París representando a Esta-dos Unidos. Un secreto guardado por toda la familia hasta el final de sus vidas.

En la capital francesa Weiss-muller logró la medalla de Oro en los 100 metros libres, batiendo un nuevo récord mundial y dejan-do la plata a su eterno rival Duke Kahanamoku, que hasta enton-ces había sido el favorito en esa modalidad. Era la primera vez que unos Juegos Olímpicos se podían seguir en directo a través de la ra-dio y miles de personas pudieron ser testigos de cómo Weissmu-ller conseguía batir al mejor nada-dor del mundo en ese momento. El hawaiano, 14 años mayor que Weissmuller, había ganado 1 Oro en los Juegos de Estocolmo de

1912 y otro en los de Amberes de 1920. Su rivalidad se convir-tió después de los Juegos de Pa-rís en una gran amistad que con-servaron siendo ya ancianos. En París Johnny también consiguió un oro, ganando fácilmente en la modalidad de 400 libres en la que también participaba el sueco Arne Borg, y otro en una emocio-nante prueba de relevos 4x200 donde, como no podía ser de otra manera, Johnny era el nadador encargado de recorrer los últi-mos metros de la prueba para su equipo. El dato curioso es la me-dalla de bronce conseguida con el equipo de waterpolo, ya que ni el propio Weissmuller espera-ba que Estados Unidos pudiera llegar en esa disciplina tan lejos en aquellos Juegos. Todo un éxi-to olímpico para Estados Unidos en un deporte, la natación, que en aquellos años tenía una gran importancia. De los 263 atletas norteamericanos desplazados a la capital europea, 66 eran nada-dores. Un 25% de la comitiva.

Tras una gira promocionando el deporte de la natación por Europa que duró un mes, el laureado de-portista regresó como un héroe nacional a Estados Unidos a bor-do del buque SS Rotterdam, sien-do recibido en la Casa Blanca por el presidente Calvin Coolidge. Su popularidad se disparó entonces y empezó a relacionarse con per-sonajes tan famosos como el ac-tor Douglas Fairbanks, gran admi-

rador de las hazañas deportivas de Weissmuller, quien en cierta ocasión, durante el descanso de un rodaje al que había sido invita-do el nadador, había recibido la oferta por parte del productor de la Metro, Sol Lesser, para prota-gonizar una nueva película de Tar-zán. Fairbanks, que en aquel mo-mento ya tenía 40 años, rechazó la oferta alegando que ese papel era apropiado para alguien más joven, para un rostro nuevo. Se dio la vuelta y señalando a Weis-smuller dijo: “Para un tipo como éste”. Curiosamente años des-pués Weissmuller consiguió el papel de su vida.

Tras París, el siguiente reto de Weissmuller fue preparar los Jue-gos Olímpicos de Ámsterdam, ya que el nadador Buster Crabbe, a pesar de no haber podido vencer hasta el momento en ninguna competición a Weissmuller, em-pezaba a ser un serio oponente para el que hasta entonces es-taba siendo el mejor nadador de todos los tiempos. Las medallas serían más disputadas en esta ocasión, por lo que el entrena-dor William Bachrach intensificó la preparación de Johnny.

Durante una sesión de entre-namiento un 28 de julio de 1927 en el Lago Michigan, se produjo una tragedia que marcó la vida de Weissmuller para siempre, al comprobar como el ‘Fortune’, un barco de vapor que realizaba ru-tas turísticas alrededor del lago,

Miles de personas fueron testigos de cómo Weissmuller

conseguía batir al mejor nadador del mundo

MITOS DE LA

NATACIÓN.

Ralph Breyer,

Robert

Skelton

y Johnny

Weissmuller,

en 1925.

Los tres, y

sobre todo

Johnny, eran

ya afamados

personajes de

la natación.

MODELO

PARA LOS

NIÑOS.

Johnny

concienciado

tras la

tragedia

ocurrida

en el Lago

Michigan

inculcó en los

niños la idea

de aprender a

nadar pronto.

HÉROES

NACIONALES.

Desjardins y

Weissmuller

regresan a

EE UU a

bordo del

SS President

Roosevelt

después de

triunfar en

los Juegos de

Ámsterdam

de 1928.

14 15

volcaba sumergiendo bajo el agua su cubierta principal y a todas las personas que allí se encontra-ban. Siendo conscientes de la magnitud del accidente, el nada-dor y su hermano Peter, que tam-bién se encontraba allí, trataron de ayudar a las personas que se estaban ahogando. El aceite ver-tido por el barco impedía la visi-bilidad de Weissmuller, que tenía los ojos irritados al bucear inten-tando alcanzar a las víctimas del barco. Pese a todo, intentó llevar a la orilla al máximo de personas que pudo. Algunos de ellos ha-bían perdido el pulso, por lo que Peter, experto socorrista, realizó las maniobras necesarias de re-animación hasta que los equipos sanitarios llegaron al lugar de la tragedia. De las 71 personas que viajaban en el barco de vapor, un total de 27 murieron ahogadas en el lago. Los hermanos Weissmu-ller consiguieron rescatar a 20, de las que sobrevivieron solamente 11, la mayoría de ellos niños, por lo que recibieron el reconocimien-to del Alcalde de Chicago durante el homenaje a las víctimas de la catástrofe.

Johnny vivió uno de los días más duros de su vida, posible-mente sólo superado por la pre-matura muerte de su tercera hija Heidi en un accidente de coche muchos años después, en 1962. Ese mismo año, una de las super-vivientes de la tragedia del ‘Fortu-ne’ a la que Johnny había salvado, le escribió una emotiva carta de agradecimiento por haberle sal-vado la vida aquel día. Por su par-te Johnny fomentó la enseñanza de la natación a la población in-fantil para evitar que se produje-ran ahogamientos en situaciones venideras como la que había pre-senciado.

El 11 de julio de 1928 co-menzaron los Juegos Olímpicos de Ámsterdam donde Weissmu-ller consiguió otras dos meda-

llas de Oro una de ellas en 100 metros en estilo libre y la otra en los 4X200 metros por rele-vos. Aumentaba así un impresio-nante palmarés que podía haber sido mayor si Weissmuller no se hubiera retirado de la alta compe-tición con tan sólo 26 años. Su mayor oponente en ese momento Buster Crabbe (que curiosamen-te también interpretó a Tarzán en la gran pantalla) sólo pudo obte-ner una medalla de bronce en los 1.500 metros libres. Tiempo des-pués comentó que había llegado a competir bajo los efectos de una fuer te gripe. Crabbe ganaría en los siguientes Juegos Olímpicos (Los Ángeles 1932), una meda-lla de Oro en la categoría de 400 metros libres, pero Weissmuller ya se había retirado de la compe-

En un accidente de barco, Johnny y su hermano Peter

rescataron a 20 personas de las que sobrevivieron sólo 11

AFICIONADO

AL GOLF.

Johnny se

relaja jugando

al golf durante

un descanso

del rodaje de

‘La Fuga de

Tarzán’ (1936).

En la foto

central,

exhibición

con Esther

Williams.

EL CREADOR

DE TARZÁN

Edgar Rice

Burroughs

visitó a

la actriz

Maureen

O’Sullivan y a

Weissmuller

durante el

rodaje de

‘Tarzán de

los Monos’

(1932).

UNA PAREJA

INMORTAL.

Maureen

O’Sullivan

y Johnny

Weissmuller

actuaron

juntos en

6 películas

de Tarzán.

Ambos tienen

estrella en

Hollywood

Boulevard.

EL GRITO

DE TARZÁN.

El famoso

alarido fue

creado en

los estudios

de MGM por

el ingeniero

Douglas

Shearer,

mezclando

el canto

yodel tirolés

del actor

con sonidos

de varios

animales.

Hoy en día se

mantienen

disputas

legales por

los derechos

de autor del

mismo.

16 17

tición en ese momento. Aunque el mentor de Weissmuller, William Bachrach hubiera deseado que su mejor pupilo continuara compi-tiendo, el afamado nadador deci-dió aceptar un contrato millonario con la marca de bañadores BVD para ejercer de modelo publicita-rio, preámbulo a su gran salto al cine. Finalizaba así una efímera, pero brillante carrera deportiva. Estableció 67 récords mundiales y ganó 52 campeonatos naciona-les. Después llegó el interés de la Metro que vio en la carismática estrella un filón de oro para sus futuras producciones. Íntimo ami-go de Buster Keaton y Clark Ga-ble, el intérprete llegó a amasar una fortuna de más de 2.000.000 de dólares que dilapidó en varios negocios fallidos y en cinco ma-trimonios marcados por las des-avenencias.

En 1974, Weissmuller, que ejercía de relaciones públicas en el MGM Grand Hotel, sufrió una caída que le fracturó la cadera, es entonces cuando los médicos le descubrieron una dolencia car-díaca.

Durante su estancia en el hos-

pital, el actor nunca dejó de reci-bir cartas de admiradores de todo el mundo. Tras sufrir dos infartos y con su estado mental alterado por los fármacos, casi es trasla-dado a un psiquiátrico (el actor John Wayne, íntimo amigo de la familia impidió ese ingreso). La leyenda olímpica decidió trasla-darse a Acapulco en México, lu-gar que conocía por haber rodado su última película de Tarzán. Allí pasó los últimos días de su vida en condiciones realmente lamen-tables. Aunque fue enterrado en un descuidado cementerio de la población de Guerrero en Acapul-co, cuentan que las muestras de afecto fueron constantes. Como última voluntad, su famoso grito sonó hasta tres veces mientras descendían su féretro.

En la magnífica biografía de

Johnny Weissmuller escrita por Juan Andrés Pedrero Santos y pu-blicada en 2010, se cuenta cómo el hijo de Weissmuller viajó años después de su muerte a México para visitar la tumba de su padre y escribió en el libro ‘Tarzán. My Father’ las siguientes palabras: “Ese día en el cementerio, nos intrigó ver una rosa roja marchi-tándose bajo el sol de Acapulco sobre la tumba de Johnny Weiss-muller. Le preguntamos a un an-ciano si sabía quién había puesto allí esa rosa. Contestó: ‘No ten-go ni idea, porque mucha gente viene aquí a visitar la tumba de este buen hombre. Creo que to-dos ellos le querían mucho’. Sí, estoy seguro de ello. A pesar de todos sus defectos, el mundo en-tero quiso a Weissmuller. Descan-sa en paz, Tarzán”.

El actor llegó a amasar una fortuna que dilapidó

invirtiendo en varios negocios fallidos y cinco matrimonios

JOHN SCOTT

JUNTO A

SU PADRE.

Entrañable

foto del año

1940 con

Weissmuller

jugando con

su único hijo

varón John

Scott. Después

nacieron sus

dos hijas.

Anne y Heidi.

INGRESADO

EN EL

HOSPITAL.

Una dolencia

cardíaca

mantuvo a

Weissmuller

18 meses

ingresado en

un hospital

de California.

Allí empezó

a perder la

memoria.

Después fue

trasladado

a Acapulco

donde murió

víctima de

un edema

pulmonar.

ENTERRADO

EN

ACAPULCO.

Hoy en día

existe una

placa en el

cementerio

‘Jardines

del Tiempo’,

lugar donde

fue enterrado

por deseo de

su última

esposa.

VALORES

OLÍMPICOS.

En cierta ocasión

Weissmuller,

pacifista

convencido,

comentó: “La

competición

atlética entre

personas y naciones

debería reemplazar

la violencia y las

guerras”.

18 19

Defensor a ultranza de las clases más humildes, Lucarelli protagonizó una de las historias más honestas del fútbol moderno: renunció al dinero para cumplir su

sueño con el Livorno, el equipo de su vida.

EL GOLEADOR DEL PROLETARIADO QUE

NUNCA SE CALLÓ

20 21

22 23

JORGE FDEZ, MALDONADO /

En la región toscana de Li-vorno, antigua tierra de

pescadores y enclave donde na-cieron los sueños comunistas de Italia, se focaliza una de las histo-rias de honestidad y dignidad sin parangón en la edad moderna fut-bolística. Es la de Cristiano Luca-relli (4-10-1975), el goleador del proletariado. El delantero que an-tepuso sus ideales y el equipo de su corazón por encima del dinero. La del héroe de Livorno que se ha convertido en un referente para toda la gente de izquierdas que ama el fútbol.

Nacer en esta ciudad portua-ria de más de 160.000 habitan-tes es hacerlo en una de las zona más izquierdistas del país. Allí, a orillas del Mediterráneo, en la zona de Shanghái, nació el pe-queño Cristiano. En ese peculiar barrio, donde se entremezclan el embrujo y el peligro de las calles de mala fama, convivía el joven Lu-carelli con sus padres, su herma-no (también futbolista, con quien aprendió a jugar y compartió equi-po en el Livorno y Parma), sus tíos y sus abuelos en esa habitación de puertas abier tas que era su hogar. Su padre era un estibador portuario, sindicalista convencido y militante del partido que anhe-laba ver una Italia comunista y al Livorno en la Serie A. Sueños de grandeza que chocaban con la rea-lidad de cada fin de semana, cuan-do llevaba a Cristiano a ver a su amado equipo jugar en categorías

muy modestas. En este contexto, este apasionado niño creció des-de los solares de su humilde ba-rrio soñando con firmar el gol del ascenso a Primera del Livorno.

De la misma manera que el comunismo creció y se consoli-dó en esta ciudad toscana, Lu-carelli interiorizó e hizo suya esta ideología. Su pensamiento se fue cultivando desde una doble ver-tiente: a un lado el balón de fútbol y el escudo del Livorno grabado a fuego. Al otro la hoz y el martillo, los textos de Marx y el póster de Lenin en su habitación junto a la

imagen de Antonio Gramsci, fun-dador del Partido Comunista de Italia. La unión de ambas forjó su destino en la vida. Escogió la sen-da de unos de los trabajos más populares, el de futbolista, para abanderar una de las más firmes defensas de las clases humildes. La alegría de sus goles dejaban paso a su reivindicativa celebra-ción: el puño izquierdo en alto.

Su apasionado carácter le gran-jeó dificultades en su carrera. Ita-lia se frotaba las manos durante sus inicios: se venía un delantero insaciable, capaz de marcar 10

goles en otros tantos par tidos con la Azzurrina (Sub-21). Hasta que llegó ese duelo contra Molda-via que se jugó en el estadio del Livorno. Tras acudir puntual a su cita con el gol, saltó al borde de la valla publicitaria. En la grada le ad-miraban los ultras livorneses. Mu-chos de ellos, amigos suyos. Se subió la elástica azulona y dejó al descubierto su camiseta interior decorada con la imagen del Che Guevara, el escudo de las Briga-das livornesas y la frase: “El Livor-no es una fe y los ultras sus profe-tas”. Objetivo cumplido: le estaba dedicando un gol a la curva.

Tras ese gesto de 1997 que definió su carrera, jugó nueve partidos más con la Selección y ya no lo hizo más hasta 2005. Regresó, con gol incluido, con 29 años, en un partido ante Serbia. “Evidentemente, ese gesto no me benefició”. Lippi, en el mejor mo-mento de su carrera, le dejó sin el Mundial de 2006 (Italia campeo-nó) pese a tener mejores números que la mayoría de los delanteros convocados.

Tampoco tuvo pelos en la len-gua para denunciar en 2004 una campaña para enviar al Livorno a Serie B “por cuestiones políticas. Quieren que acabemos como el Empoli, el Módena, el Ancona y el Perugia porque nuestra afición es de izquierdas y enarbola retratos del Che Guevara”. Fue sanciona-do por ello y no descendieron.

Pero su forma de sentir la vida también le deparó grandes ale-grías. Pocas le generaron tanta satisfacción como la de poder de-

ORGULLO.

Lucarelli

siempre

presumió con

orgullo de su

ciudad y de

su equipo.

“Nuestro

equipo es el

Livorno”, les

decía al resto

de niños.

COMUNISTA. En las gradas del

Armando Pichi las pancartas e

imágenes del Livorno se mezclan

con la simbología comunista.

dicarle un gol a Aleida Guevara, en un Milán-Livorno. La hija del Che, con la que tendría la oportunidad de entrevistarse, se encontraba a escasas filas de Silvio Berlusconi. “Sé que es un gran jugador y que ama mucho a mi padre”, recono-cería Aleida. “Fue alegre y emocio-nante”, contó Lucarelli.

Para llegar a marcar goles en la portería que tanto deseaba, antes tuvo que demostrar su puntería en un periplo por diferentes equipos y divisiones de Italia. Empezó per-forando redes en el Cuoiopelli de Serie D, equipo de Pisa, región an-tagónica de Livorno. Ahí comenzó su imparable ascenso: Perugia (Serie C1), Cosenza y Padova (Se-rie B) hasta que al fin llegó a Serie A con el Atalanta. Fue a Valencia con la pretensión de consagrarse y tuvo que regresar a Italia tras marcar solo un gol en el equipo de Ranieri. Una racha desafortu-nada y las lesiones marcaron su corto recorrido en España. En el Lecce explotaría como un delante-ro temible, al que echó las redes el Torino.

Sólo un incondicional amor a unos colores pueden llevar a pro-nunciar esta frase: “Otros futbolis-tas se compran Ferraris o yates. Yo me compré la camiseta del Li-vorno”. Si las declaraciones de amor suelen acabar siendo casti-llos en el aire en el mundo del fút-bol, el sentimiento de Lucarelli era indestructible. Cuando el Livorno ascendió a Serie B (Lucarelli lo vio y lo lloró desde las gradas) volvió a plantearle a su agente, Carlo Pa-llavicino, la petición que le llevaba

Cristiano Lucarelli: “Otros futbolistas se compran Ferraris o yates. Yo me compré la

camiseta del Livorno”

En un partido con la Sub-21 que se jugó en Livorno, celebró un gol mostrando una camiseta con el Che dedicada a los ultras

gloriosa de su historia. La tem-porada siguiente fue capocann-noniere de la Serie A (24 goles, a uno de la Bota de Oro) y logró la permanencia. Todavía le quedó recorrido para alcanzar una cota impensable: paseó la camiseta amaranta por Europa, en un Copa de la UEFA donde superó la fase de grupos y cayó ante el Espanyol. Además, casi siempre le marcó goles al Milán, el equipo de Ber-lusconi que representaba la antí-tesis del Livorno. 101 goles feste-jó durante sus cuatro temporadas en su ciudad natal.

Entre medias, ofertas marean-tes como las del Zenit que no pu-dieron romper este idilio Luca-relli-equipo-afición. Cada gol era festejado con el puño en alto jun-to a las Brigadas, en ese entre-mezcla de fútbol y política que es Livorno. Una relación que parecía de hierro y que, sin embargo, el tiempo empezó a deteriorar.

El personaje comenzó a devo-rar a Lucarelli: sus paisanos es-peraban cada vez más y más de-talles de compromiso de su ídolo. Desbordado, el delantero tuvo que empezar a llevar una vida más es-quiva y contraída. Un nuevo papel que las Brigadas no aceptaron de buen grado. Se avecinaba un di-vorcio, que se confirmó tras un partido ante la Reggina. La curva que lleva tatuada en su antebra-zo le pitó y le humilló llamándole “mafioso”. Su padre tuvo que de-jar de ir al campo tras 50 años de fidelidad. Cristiano anunció que había decidido dejar el club.

Tras conseguir que la Europa futbolística situara Livorno en el mapa y de darle al club sus años más dorados, quien llegó a ser profeta en su tierra salió por la puerta pequeña en un agrio e in-

merecido final. Aceptó los tres mi-llones de euros (y jugar la Cham-pions) que le ofreció el Shaktar. Pero quienes pensaran que al fi-nal la cuerda siempre se rompe por el mismo sitio se quedarían estupefactos. Lucarelli aseguró que invertiría la mitad de su suel-do en Ucrania en un diario local de Livorno para la creación de nue-

vos empleos. Siempre con morri-ña de Livorno, sólo pudo aguantar de julio a enero en Ucrania tras caer eliminado en Champions. En este torneo le hizo goles al Celtic, al Benfica y, como siempre, al Mi-lán. Fichó por el Parma y, tras año y medio, Lucarelli pegó un volan-tazo inesperado. Quería volver al Livorno pese a la oposición de las

GOLEADOR.

La figura

de Lucarelli

ha acabado

por dejar en

un segundo

plano que fue

un delantero

insaciable que

logró goles

con todas las

camisetas que

visitó en su

carrera.

SIMBIOSIS.

Lucarelli

siempre jugó

para la gente.

Cada gol que

marcó era

celebrado con

una hinchada

que le veneró

durante la

mayor parte

de su carrera

futbolística.

24 25

haciendo desde que unieron sus caminos. “Llévame allí”. Con un año de retraso, Lucarelli hipote-có su futuro dando varios pasos atrás para cumplir el sueño de llevar a Primera al equipo de su corazón. El Torino accedió a la ce-sión. “Volver era una cuestión de principios”.

Su entronización en el Arman-do Picchi, la morada del Livorno donde se entremezclan los colo-res del equipo amaranto con la simbología comunista, ya era im-parable. En un detalle para los hin-chas, Cristiano escogió jugar con el dorsal 99: año de fundación de la Brigate Autonome Livornesi (Bri-gada Autónoma Livornesa), la ba-rra del equipo que lidera los cánti-cos y cuyo emblema lleva tatuado el futbolista en su antebrazo.

Poco tiempo después, las lá-grimas resbalaban por su rostro. Tras 55 años, sus 29 goles fue-ron el mejor atajo para el regre-so del Livorno a la elite italiana. Como capitán del equipo y a las órdenes de Walter Mazzarri, sólo Luca Toni le pudo arrebatar el Pi-chichi. El esfuerzo de rebajarse el sueldo había merecido la pena y su facilidad para destrozar redes inundó de propuestas la mesa de su agente. Entre ellas estaba la megaoferta del Torino por recom-prar sus derechos: le ofrecían mil millones de liras. Lucarelli no titu-beó ni por un instante. Rechazó un futuro mejor por el excepcional presente que para él suponía se-guir jugando en el Livorno, como describe el propio representante en el libro ‘Tenetevi il miliardo’ (Quedaos con los mil millones).

Lucarelli no se detuvo ahí. Es-taba obsesionado con llevar al Li-vorno a un nivel más allá de lo imaginable. Lideró la etapa más

Brigadas. Era su equipo, su ciu-dad y su estadio. Regresó porque “cuando te peleas con tu suegra no te separas de tu mujer”. Ade-más, seguía existiendo un sector ubicado en la grada lateral, llama-do Club Luca Rodina, que nunca le retiró la admiración. Los mismos a los que dedicó el gol de Cham-pions en San Siro por acudir en autobús desde Livorno para verle jugar en el Milán-Shaktar.

A Lucarelli lo han descrito me-jor que nadie en España Enric González, en una de sus céle-bres Historias del Calcio, y Qui-que Peinado, quien se inspiró en este artículo para escribir el libro Futbolistas de Izquierdas. Esta pu-blicación tuvo en Cristiano Luca-relli su germen y su inspiración. “Su historia es la más bella del fútbol contemporáneo aunque no tenga un final feliz”, en palabras del autor.

Quique Peinado acudió a las entrañas de Livorno y se entrevis-tó con el futbolista, de donde se han tomado alguna de las frases de este reportaje y donde se rea-liza una radiografía perfecta de su persona. El autor describe al final de su capítulo como la reconcilia-ción llegó tras un gol al Genoa. Tras celebrar el tanto con sus ami-

gos de Luca Rodia, Cristiano salu-dó a la curva y estos respondieron cantando Bella Ciao. El fin al divor-cio llegó en un partido contra el Parma, el equipo que poseía sus derechos, cuando la Curva sí ce-lebró el gol de Lucarelli mientras este levantaba el puño en alto. Vuelta a los orígenes.

Pero los éxitos pasados no re-gresaron, y en un desenlace que no merecía, Lucarelli no puede evitar el descenso del equipo de su vida en su última etapa. Ante

el Lazio, con gol como siempre pero con derrota, jugó su último partido con la elástica y el escu-do del Livorno. En ese partido, las Brigadas y Lucarelli escenificaron su reconciliación. Sus últimas pa-tadas las dio en el Nápoles, don-de se retiró con 36 años víctima de las lesiones.

“Es difícil ser livornés y no ser de izquierdas. Yo tengo tres hijos y el cuarto es el Livorno. Soy de izquierdas, comunista no es la palabra exacta aunque no me di-ferencio demasiado de uno. Los jugadores no hablan de política porque no es conveniente. Siem-pre vas a estar metido en polémi-cas”, le contó a Quique Peinado, pese a los obstáculos que el Li-vorno quiso poner para su apari-ción en dicho libro.

Un apasionado que hizo de Livorno la ciudad futbolera de iz-quierdas por antonomasia y a la que ahora desde sus proyec-tos cooperativos (salvar el puer-to o dar a la ciudad, sin mucho éxito de momento, un periódi-co alternativo) trata de ayudar. Un goleador letal. Un izquier-dista de corazón al que siem-pre encontrarán dejándose la garganta en el Armando Picchi. El delantero que nunca se calló.

OBJETIVO.

El Milán

siempre

representó lo

contrario que

el Livorno. Por

ello, Lucarelli

casi siempre

le marcó al

equipo de

Berlusconi.

26 27

DI CANIOEL FÚTBOL DESDE LA EXTREMA DERECHA

Racial Iracundo Violento Rebelde Premio al juego limpio

28 29

JORGE GARCÍA /

Paolo di Canio sufrió en sus carnes en marzo pasado

las consecuencias de una carrera llevada a los extremos. El técnico italiano se hacía cargo del Sunder-land, pero lo hacía entre las pro-testas locales contra su figura, vinculada siempre y sin tapujos con la extrema derecha. La cris-pación rodeó su llegada. La aso-ciación de mineros de Durham, históricamente muy próxima al club inglés, se apresuró a conde-nar la llegada de Di Canio al con-siderarla una “traición y desgracia para todos aquellos que pelearon y murieron en la lucha contra el fascismo”. En 2005, el por en-tonces jugador del Lazio se iden-tificó de esa manera. “Soy fascis-ta, pero no racista”, explicaba en la agencia ANSA. Esas palabras y sus saludos a la romana en varios partidos de la liga italiana solapan

su notable trayectoria como futbo-lista en la que, entre otras cosas, ganó un premio al juego limpio cuando durante un partido en la Premier prefirió no marcar un gol cuando un contrario se encontra-ba en el suelo lesionado.

A su llegada al Sunderland, ante el clamor en contra levanta-do, se apresuró desmarcándose de aquellas declaraciones. “Ex-presé mi opinión hace muchos años y algunas par tes fueron aprovechadas a conveniencia del medio. Se interpretó mi expresión de una manera muy negativa. No voy a hablar de política, no estoy en el Parlamento, solo quiero ha-blar de fútbol”, sentenció Di Canio tras tachar de “patética y ridícu-la” la polémica que se había crea-do en Inglaterra por su fichaje. Lo cierto es que a Di Canio, que ,en junio dejó de ser entrenador del Sunderland, sus exageraciones pasadas y su vida marcada por

una ideología le van a perseguir en el momento de buscar un nue-vo destino. Una lástima para un ex futbolista con un pasado de-portivo notable.

Nacido en Roma el 6 de julio de 1968, Paolo di Canio se crió en el suburbio capitalino del Quar-ticciolo. Este barrio se creó entre los años 30 y 40 con una pobla-ción integrada por inmigrantes del Sur de Italia más ciudadanos que abandonaban el centro de Roma debido a las demoliciones que allí estaba llevando a cabo Mussolini. Curiosamente este barrio fue un emblema de la resistencia antia-lemana durante la Segunda Gue-rra Mundial. El pequeño Paolino creció en un quartiere de mayoría romanista y, ya fuera por rebeldía o por la educación recibida, él se identificó con el Lazio. Di Canio, hijo de albañil y ama de casa, cre-ció con los últimos rescoldos de la Banda de Maestrelli, admirando a Bruno Giordano. Ya de niño ha-cía gala de un carácter difícil y vol-cánico. Su sueño lazial comenzó como el de otros tantos niños, de la mano de Volfango Patarca, res-ponsable durante muchos años de las categorías inferiores del club celeste. Di Canio es captado por su enorme talento y va formándo-se con mucha rapidez hasta que con sólo 17 años Gigi Simoni lo recluta para el primer equipo, aun-que no lo hace debutar en la Serie B. Para la temporada siguiente, el Lazio decide cederle a la Ternana. Un año a préstamo para debutar como profesional. 27 partidos y dos goles, pero su carrera casi termina antes de comenzar. Una infección mal curada le provoca un principio de gangrena en una pierna. Di Canio tuvo que ser in-tervenido de urgencia con el obje-tivo, simplemente, de salvarle la pierna. Los casi dos años de pa-rón no acabaron por enterrar su sueño de ser futbolista, es más espolearon aún más ese carác-ter inquieto e inconformista. La Lazio regresa por entonces a la Serie A y Giusseppe Materazzi de-cide incluir a Di Canio en la planti-lla. La misión para el joven Paolo es casi imposible. Rubén Sosa y

EXAGERADO.

En la portada,

Di Canio

a torso

descubierto,

muestra a la

afición lazial

su tatuaje en

la espalda

con el Águila

Imperial y

la cara de

Mussolini.

Di Canio nunca escondió ni fuera del campo ni dentro de él su ideología. Desde niño se identificó con la derecha más extrema, de la que, por otra parte,

mamaba cada fin de semana en la grada junto a los ultras del Lazio, club en del que es leyenda y emblema.

30 31

Se crió en el Quarticciolo, barrio

de inmigrantes y emblema de la resistencia antialemana

Gustavo Dezotti son los delante-ros titulares. Por delante aparece también un joven Rizzolo, que ha sido la sensación de la cantera del Lazio. Di Canio respeta los ga-lones y acata su rol de canterano. Carga con la bolsa de balones en cada entrenamiento y la ropa de trabajo, pero con la idea clara de que su sueño blancoceleste está por comenzar. Ya lo ha hecho en la grada. En compañía de su ami-go Poppy Sbardella, hijo del direc-tor general de la Lazio, pero que por entonces jugaba en las infe-riores de la Fiorentina, asistía a los partidos en la curva más radi-

cal del campo. Y no lo hacían sólo en casa. Cuando no coincidía con partido de su equipo, ambos que-daban para seguir a la Lazio por Italia y ya por entonces frecuen-taba a los hinchas más radicales de la extrema derecha, no sien-do raro verle inmerso en alguna que otra pelea. Futbolísticamente Di Canio empieza a destacar en 1988. Es un jugador eléctrico, im-predecible, como su carácter. Ho-nesto, pero rebelde. Así vive y así juega. Ya por entonces reconoce que Benito Mussolini es su ídolo. Sus creencias políticas le granjea-rán antipatías allá por donde va, pero no le importa en absoluto. En agosto tiene su primer gran momento. En un partido de Coppa atascado contra el Campobasso, Materazzi decide buscar un revul-sivo en el banquillo. Di Canio sale al campo y marca el gol decisivo. En la liga, el equipo navega por la zona tranquila, pero poco an-tes del derbi encaja tres derrotas

Desde muy joven se alineó y viajó por Italia con la

parte más radical de la hinchada blancoceleste

en cuatro partidos. El pesimismo se instala en la hinchada lazial justo en el peor momento. Son tres años esperando este partido y pinta mal para los blancoceles-tes. Los nervios se notan desde el principio y a los 25 minutos lle-ga la primera tangana. Giannini es en ese momento la gran figura. El icono romanista se engancha con Acerbis y a punto está de montar-se una pelea multitudinaria. Pero es sólo la antesala del bautismo de fuego para un Di Canio de 21 años.

En el minuto 25 Acerbis abre a la izquierda dentro del área, hacia Rubén Sosa. El uruguayo, casi sin pensarlo, manda un centro con la izquierda invirtiendo la jugada. Allí aparece Di Canio para conectar un remate con la derecha imparable para Tancredi. Esa imagen, ese gol y lo que sucedió después mar-caron la carrera y construyeron gran parte de la leyenda de Paoli-no entre los seguidores del Lazio. Nada más marcar, Di Canio sale corriendo hacia la Curva Sur don-de están apostados los seguido-res de la Roma. Recorre el sector provocando, con el dedo índice en alto, paseando con exaltación. “Durante aquellos días pensaba cómo iba a celebrar un gol si mar-caba y entonces hice una apues-ta con el masajista: ‘si marco me pasearé por debajo de la Curva Sur”, ha reconocido después Di Canio. Doriano Ruggero era el fi-sio lazial. Una persona muy cer-cana a los jugadores y con mucho carisma. “Él cuidaba de nuestras piernas como nadie, pero también sabía tocarnos el orgullo, primero me dijo que no iba a ser capaz de marcar y después que no iba a te-ner cojones de celebrarlo corrien-do hasta la Curva Sur. Yo respon-

COMUNIÓN. Di Canio

se dirige con furia a los

‘Irreducibili’, la facción más

radical del Lazio y de la que

es gran ídolo.

32 33

dí que no sólo iba a marcar si no que también iba a hacer como el gran Giorgio Chinaglia y celebrar-lo de esa manera. Así que cuando me llegó aquel balón estaba de-masiado concentrado como para haber fallado, le pegué como po-cas veces he golpeado a un balón y cuando la vi entrar me dije: ‘In-tentad frenarme si podéis”, narra con entusiasmo Di Canio. Lo cu-rioso es que 15 años después Ru-ggero y Di Canio se reencontrarán de nuevo en el Lazio, aunque esta vez cambiando el Flaminio por el Olímpico para repetir la estampa.

El derbi del 89 concluyó 1-0. Di Canio, se erigía en el ídolo de la otra mitad de Roma. Aquel día Paolino emuló a Chinaglia y se ganó su sitio en la historia lazial gracias a su primer gol en la Serie A. Pero también tendrá su efecto colateral. Desde aquel día los hin-chas de la Roma le hacen la vida imposible en su barrio del Quartic-ciolo. La temporada siguiente se afianza en el once como pareja de Rubén Sosa y juega a un nivel so-bresaliente. Humillan al Nápoles de Maradona y se exhibe ante la Juventus. El gol que le marca a los de Turín sirve para que los Ag-nelli piensen en él para reforzar el equipo. Gianmarco Calleri, pre-sidente del club romano, no quie-re cometer dos veces el mismo error. Pocos meses antes había rechazado una oferta de cinco mil millones de liras (algo más de 2,5 millones de euros) por el joven Ri-zzolo, quien poco después se es-tanca sin remisión. Con Di Canio no arriesgará. La ofer ta bianco-nera es de siete mil seiscientos millones (casi cuatro millones de euros de la época). Pero Paolino es un ídolo para la hinchada, lo cual es un problema para sus in-tereses. Calleri urde un plan. Pre-sentará el traspaso como una de-serción del jugador. Y lo consigue. Di Canio se marcha a la Lazio y su regreso a Roma no puede ser más triste. Vestido con la camiseta ju-ventina tiene que soportar silbi-dos y gritos de “¡mercenario!” Se abre entonces una herida en el co-razón del jugador, quien se defen-derá. No es un traidor. En Turín, al

principio con Maifredi se observa un fútbol ofensivo, pero los resul-tados no llegan y habrá un drásti-co cambio de rumbo.

Su carácter se verá probado una vez más y esta vez contra un pilar del Calcio: Trapattoni. El en-contronazo es inevitable y Di Ca-nio pide salir. El técnico acaba en el suelo empujado por Di Canio tras una discusión tras un amis-toso. Demasiado para un técnico que se ha hecho famoso gracias a su mano de hierro. Mucho tiempo después, ‘Trap’ será su defensor cuando Di Canio llegue a Inglate-rra como técnico. Pero por enton-

ces no era más que un discípulo díscolo al que cedió después de aterrizar sobre las bolsas de los fisios, fruto de un acalore del juga-dor tras recibir críticas a su juego en un partido en el que sólo ha-bía disputado cinco minutos. Tres temporadas en la Juventus antes de marcharse a Nápoles para ser la pasión de otra caliente afición y encontrar su mejor juego, con Marcelo Lippi como técnico. En Turín había ganado la UEFA y pre-cisamente en Nápoles será deci-sivo para llevar al equipo de nuevo a Europa. Di Canio no es un golea-dor, no destaca por sus cifras rea-

lizadoras, pero sí es un gran asis-tente y un enorme agitador del juego. Regates, carreras, buen pasador y muy incómodo para las defensas rivales. De nuevo su me-jor partido en la temporada 93-94 servirá a la postre para que cam-bie de equipo. Esta vez brilla ante el Milán en el San Paolo. A poco del final recibe un pase largo y co-rre con Panucci hasta el área lom-barda. Cuando parece que no tie-ne salida es capaz de driblar por dos veces al lateral milanista y desembarazarse de Baresi antes de, casi sin ángulo, batir a Rossi. En Italia es mítica, sobre todo en

Nápoles, la narración de aquel gol en la radio a cargo de Raffaele Au-riemma. El Milán de Capello caía a manos de Di Canio y Berlusco-ni había tomado nota. Paolino lle-gaba al Milán y paralelamente co-menzaba a agriarse sin remedio su carácter. El fútbol italiano deja de seducirle. El equipo lombardo se había hecho con sus derechos tras pagarle a la Juventus, propie-taria de su pase, seis mil trescien-tos ochenta millones de liras (3,3 millones de euros), pero no fue-ron bien invertidos. Al menos eso pensó Capello. Volcánicos ambos, técnico y jugador tienen sus más

y sus menos. La extraña enferme-dad nerviosa que contrajo el juga-dor enrareció aún más el ambien-te. Di Canio había estado cuatro meses de baja. Al final de la tem-porada el Milán hizo una gira por Oriente. Di Canio ya no soportaba su suplencia y pidió explicaciones a Capello. “Necesito equilibrio tác-tico, por eso no juegas más”, le espetó Fabio. Al día siguiente el técnico, que ya había firmado por el Madrid, le quitó del campo a la media hora. Gasolina al fuego. Los insultos entre ambos llegaron al zarandeo y hasta cuatro perso-nas tuvieron que frenar al técnico.

POR LOS

GRANDES. Di

Canio jugó en

la Juventus a

las órdenes de

Trapattoni.

Y en el Milán

bajo el mando

de Capello.

Pero fue en

el West ham

donde volvió

a dar lo mejor

de sí.

“¡Ya te has comprometido con el Madrid, aquí no eres nadie!”, se despachó Di Canio. Punto y final en el Milán.

“Quería buscar un fútbol más verdadero”, explica el personaje. Y acabó en Escocia jugando con la camiseta de una institución tan carismática como histórica: el Celtic de Glasgow. Su carácter se hace notar desde el principio has-ta el final. Primero se enemistó con el entrenador. Cuenta Di Ca-nio que durante un entrenamiento le pareció que la calidad del equi-po no estaba acorde con lo que él esperaba. “¡Estos pases son una

mierda, así no ganaremos nun-ca al Rangers, estos jugadores no valen!”, gritó el jugador. Bur-ns acabó perdonando esos des-manes, no en vano Di Canio fue elegido mejor jugador de la liga al final del ejercicio. En Escocia pudo disputar el ‘Old Firm’, el der-bi “más fuerte que existe”, según el propio Di Canio. Pero en Esco-cia durará poco. La Premier se fijó en él y acabó firmando por el Sheffield Wednesday. Fue un gran año para el italiano el primero vis-tiendo de azul, en el que marcó 12 goles. Un año más en el She-ffield donde vuelve a mostrar su

AMANTE

DEL FÚTBOL

BRITÁNICO.

Primero

aterrizó

en Escocia

para jugar

el Old Firm

con el Celtic.

Después fue a

la Premier, al

Sheffield antes

del West Ham

donde recibió

el premio

al Juego

Limpio. En

Inglaterra se

midió a Vialli

(Chelsea),

con quien

compartió

piso en la

Juventus.

34 35

cara más agria. Una agresión al árbitro Paul Allcock le costará 11 jornadas de suspensión. La pren-sa inglesa clama contra ese furi-bundo italiano y desde los tabloi-des se pide a los equipos que no den pábulo a sus bravuconadas fascistas alejándolo para siem-pre de tierras inglesas. Pero en diciembre de 1998 el West Ham decide ficharle. Di Canio aterriza en Londres y allí se convierte en el líder indiscutible, para bien, del equipo. Convive de maravilla con Redknap y Roeder, los dos técni-cos que se alternan en el banqui-llo y se asienta en la Premier. Di Canio se convier te en el maes-tro de dos jóvenes talentos ham-mers: Joe Cole y Frank Lampard. Fue entonces cuando apareció su

cara más amable, la menos co-nocida de un jugador siempre de carácter difícil, pero noble según cuentan los que le conocen. El 18 de diciembre de 2000, durante un partido en la Premier ante el Ever-ton se hace merecedor del premio al Juego Limpio. Paul Gerrard, por-tero del equipo de Liverpool, sale a por un balón aéreo, pero yerra y una de sus rodillas falla. El meta queda tendido y el balón le cae a Sinclair, del West Ham, quien rápi-damente manda un centro al área hacia Di Canio. El italiano se en-cuentra con la portería vacía, fran-co para marcar. Pero no lo hace. Se agacha y coge el balón con las manos para que el árbitro inte-rrumpa el juego. La gente en Goo-dison Park se frotaba los ojos. El

partido marchaba 1-1 y era el mi-nuto 90. El estadio se fundió en un clamor de aplausos, standing ovation. Rápidamente, a los ojos de muchos, el cachorro de Musso-lini se convierte en el gentleman italiano. La FIFA reacciona y le otorga el premio Fair Play.

En 2003 parecía concluir su aventura inglesa con un final do-loroso. El West Ham pierde la categoría, si bien en Inglaterra algunos descensos no se viven con tanto dramatismo. Pero Di Canio le ha cogido el gusto a la vida en las Islas y se enrola en el Charlton Athletic. Ya entonces aparecían los primeros rumores de su vuelta a la Lazio, de su re-greso a la patria. En 2004, con el equipo italiano en reconstruc-

DE MANOS

DEL KAISER.

Beckenbauer,

en nombre

de la FIFA,

le entrega

a Di Canio

el premio

al Juego

Limpio en

2001 después

de preferir

no marcar

a puerta

vacía cuando

el portero

rival estaba

lesionado.

ción después de la etapa Cragno-tti, Claudio Lotito decide repatriar al hijo pródigo. Algunos dirán que por populismo, otros por reencon-trar a un líder para una entidad en horas bajas, pero lo cierto es que Paolino vuelve para llevar el águila de la Lazio en el pecho. Y qué re-cibimiento. 5.000 hinchas se dan cita en la ciudad deportiva duran-te su presentación. Y Di Canio pronto marca su territorio. En la primera jornada de liga casi llega a las manos con Simone Inzaghi cuando ambos querían lanzar un penalti. Al final se impone el te-rror del Quarticciolo y el Olímpico es un clamor. Su héroe vuelve 14 años después. Una semana des-pués, nobleza obliga, le devolverá el favor a Inzaghi y le dejará tirar

y marcar a él el penalti. Di Canio rápidamente consigue el efecto que Lotito pretendía con su lle-gada. Se crea una especie de guardia pretoriana en torno suyo, la Lazio vuelve a ser un bloque, una banda. Todos tenían subra-yada en el calendario una fecha. El 6 de enero de 2005 y muchos nunca la olvidarán. Era la fecha del derbi, otra vez. En el Olímpico Lazio y la Roma, que más de una década después había cambiado a Giannini por su aprendiz y here-dero natural, Francesco Totti. Y 16 años después la historia, siempre caprichosa, se repite. Marca y el partido se convierte en una orgía lazial. Se confunde el fútbol con lo que no es y afloran cánticos, gestos, tonos violentos. La Roma

IRREFRENABLE. La imagen dio la vuelta al mundo. Di Canio, el 6 de enero de 2005, festeja su gol y la

victoria del Lazio sobre la Roma en el Olímpico con un saludo a la romana para fervor de la facción

más ultra del club blancoceleste. Nadie puede frenarle y esa instantánea le perseguirá.

36 37

pierde 3-1 y al final del partido lle-ga el gesto que perseguirá a Di Canio toda su vida. Esta vez no corre, sino que levanta una mano y la eleva en dirección a la Curva Sur, con la otra mano se golpea el pecho, pero lo peor es la cara, entre rabiosa y amenazante. El saludo a la romana, uno de los símbolos fascistas que más exci-ta a sus seguidores, da la vuelta al mundo. Hasta tres veces en po-cos meses repite esa imagen el jugador. Después del derbi será en Livorno, en el campo más co-munista de toda Italia, en un cla-ro gesto de provocación. Di Canio se exagera hasta el límite, aunque

esta vez dará con la todopoderosa Juventus. Su saludito le costará ya la suspensión y lo que es peor, que Lotito no renueve su contrato al final del ejercicio. Ese desplan-te será el inicio de la fractura de Lotito con los Irreducibili, que hoy, tras otros episodios, llega a tradu-cirse en que el dirigente se pasea rodeado de guardaespaldas.

Di Canio había marchado 14 goles en dos temporadas como lazial y había sido el líder en el regreso de la entidad a la compe-tición europea, pero la imagen, que tanto desagrada en todo el planeta, desaconseja que siga. Y la respuesta de Di Canio no se

hace esperar. Llama “hincha de la Roma travestido de lazial” a Loti-to y “mentiroso” a Delio Rossi, el técnico. Además carga contra el presidente en lo económico. Dice que se le debe dinero, pese a la imagen moralista que Lotito pre-tende transmitir. “Yo en cambio siento al Lazio desde dentro de mi piel, me fastidia que mi equi-po del corazón tenga esa imagen de entidad que roba. Estoy fuera del Lazio por decir siempre lo que pienso y lo he pagado sobre mi piel, pero estoy orgulloso porque soy un hombre”, se despachó Di Canio para poner fin a su última etapa blancoceleste. Pasa el tiem-po pero las andanadas no cesan. Di Canio, icono para los Irreduci-bili, no pierde ocasión para atacar la gestión de Lotito y sólo llega la calma cuando Inglaterra vuelve a aparecer en su vida. Esta vez ya en 2011, como técnico. Comenzó así su periplo como entrenador fuera de su patria en el Swindon Town. En la League Two se mostró como un técnico capaz, ofensivo e inteligente, aunque igualmente volcánico. En agosto ya le había mandado tocado el orgullo a sus jugadores cuando tras una derro-ta ante el Shrewsbury había lle-gado a afirmar que no había vis-to que su equipo se comportara como un grupo de hombres. “Yo puedo hacer que mejoren en el campo, pero no les puedo dar co-razón si no lo tienen”. Una sema-na más tarde la cosa fue a mayo-res. Al acabar un partido de Copa de la Liga, el ya técnico italiano esperó a Leon Clarke, un forni-do delantero de 1,90 para recri-minarle aún sobre el césped su rendimiento en el partido. “No me empujes”, le respondía el atacan-te a su técnico poco antes de en-trar en el túnel de vestuarios para intercambiar zarandeos con Di Ca-nio. Pese a no granjearse la sim-patía de su plantilla, llevó al equi-po al ascenso y eso provocó que el Sunderland pensara en él la pasada temporada. Paolino salvó del descenso a los ‘Black Cats’. Pero tuvo un mal comienzo de la presente en la Premier y fue des-tituido en la quinta jornada.

TÉCNICO. Se

inició en los

banquillos en

el Swindon

Town inglés

antes de coger

al Sunderland

la pasada

temporada. Al

comienzo de

la presente fue

cesado tras un

mal inicio de

la liga.

38 39

BLACK DEMONSASÍ VIVEN LAS DIABLESAS EN EL INFIERNO

HEROÍNAS. El

equipo femenino

de Black Demons

posa con la copa

de subcampeonas

de España

conquistado

en 2012. El año

pasado repitieron

puesto y ahora

solo se conforman

con llegar a lo

más alto.

40 41

El equipo femenino de Las Rozas nació en 2009 gracias al entusiasmo de un grupo de aficionadas al deporte

Actualmente se juega en formato de siete contra siete, pero el objetivo es dar el salto

al ‘once’ cuanto antes

El fútbol americano quizá no sea un deporte con mucho

auge en España, pero no solo hay una liga floreciente y una federa-ción recién creada, aunque sea di-fícil de creer, también hay mujeres que se atreven a practicarlo.

Entre la liga masculina y feme-nina en nuestro país existen al-gunas diferencias puntuales. Por ejemplo, en el campo no hay once jugadores por equipo, sino siete. Además, lo placajes son menos agresivos si tomamos como refe-rencia los aspectos característi-cos de la NFL y las competiciones femeninas estadounidenses. Pero esas diferencias existen porque la trayectoria de esta modalidad fe-menina tiene poco más de cinco años en España. De hecho, la pri-mera liga se celebró con cuatro equipos y formato de cinco contra

cinco. Si el desarrollo es normal, en poco tiempo será una compe-tición a once en la que estará per-mitido el mismo contacto que en el fútbol americano masculino.

Las Black Demons son uno de los grupos de féminas que prac-tican el fútbol americano en Es-paña. Entrenan en el campo del Cantizal de Las Rozas, donde comparten las instalaciones con el equipo masculino. El único re-quisito que ponen para entrar es el de tener las suficientes ganas para hacerlo y dejar atrás toda cla-se de miedos.

Dicen que el fútbol americano es un deporte de hombres rudos. Valientes que se colocan un casco y se protegen con una coraza para ir a la batalla sin miedo, pero ya no hace falta tener barba

para eso, un grupo de mujeres está demostrando en España que ni siquiera los deportes más duros están fuera de su alcance.

ANGEL EDUARDO FRANCO, JESÚS HERNÁNDEZ CORTÉS, JUAN CARLOS GONZÁLEZ,

ALESSANDRA NENCINI, JOSÉ BARTOLOMEI TORRES /

La historia de la organización es bastante reciente, pues se fun-dó en Abril del 2000. El nombre de Black Demons fue el resultado de una votación efectuada por su fundador Esteban Gómez y el res-to de los primeros jugadores.

En el caso de la rama femeni-na del club, la historia empezó en diciembre del 2009 cuando un grupo de cuatro aficionadas al de-porte se reunieron con el que se-ría su entrenador para proponerle crear una sección femenina den-tro del club. Tenían muchas ga-nas de competir contra los equi-

pos que se estaban formando en otros puntos de España. Casi todas llegaron al fútbol por curio-sidad o siguiendo el ejemplo de un familiar y poco a poco consi-guieron convencer a algunas más para completar una plantilla míni-ma con la que empezar. Mientras tanto, el entrenador se lo planteó a la directiva, que aprobó la idea con el mismo entusiasmo que las valientes jugadoras.

La presentación en sociedad de las Black Demons no pudo ser mejor. Participaron por prime-ra vez en la Copa de España del

2010 y quedaron terceras por de-trás de las ‘Barberà Rookies’ y las ‘Terrassa Reds’.

Desde entonces han segui-do compitiendo con más ilusión que medios y participando en la LNFAF (Liga Nacional de Fútbol

LIGA

ESPAÑOLA.

La actual

liga española

de fútbol

americano

femenino está

formada en

la actualidad

por seis

equipos.

UN SUEÑO.

En 2009 un

grupo de

aficionadas

al fútbol

americano

de Las Rozas

decidió dar

un paso más

y ponerse un

casco y una

coraza.

42 43

España se enfrentó en el Mundial de Finlandia a las mejores selecciones femeninas del mundo. Quedó sexta

Las chicas de Black Demons fueron subcampeonas de

Copa y liga en 2013. Barberà Rookies hicieron pleno

Americano Femenino). Por ahora su esfuerzo no está teniendo de-masiada repercusión, porque son una parte minoritaria dentro de un deporte sin tradición en nuestro país, pero ellas siguen adelan-te, sin perder un ápice de ilusión,

conscientes de que ya son parte de la historia del fútbol americano en España como pioneras.

Esta temporada, las chicas, dirigidas por Juan Pedro Arnau, participaron en el Final Four de la Copa de España y llegaron a la fi-nal, donde perdieron ante las Roo-kies Barberà, por un marcador de 26-0. A pesar de la derrota en el partido decisivo, llegar hasta él ya fue todo un premio.

En la liga también quedaron segundas, y otra vez por detrás de las Barberà Rookies. No obs-tante la rama masculina de Black

Demons no tuvo tanto éxito. Su participación en la LNFA fue muy irregular y perdieron la categoría, por lo que la meta del año 2014 es recuperar su lugar en el máxi-mo nivel. Esta situación ha sido difícil de asimilar pues en 2011-2012 habían logrado el ascenso y en 2012-2013 fueron el equipo revelación y uno de los dominado-res de la categoría de honor.

La plantilla de las Black De-mons cuenta en la actualidad con 14 jugadoras. Tres de ellas no na-cieron en España y provienen de Nicaragua, Inglaterra y Polonia. El

audaz equipo esta formado por María Buenacha, Ana Carnicero, Pilar Caro, Urzsula Giodzik, Ana Hermoso, Beatriz Herzog, L. Pal-me, Lourdes Larios, Miriam Loren-te, Isabel Madrid, Ruth Ortiz, Lara Rodríguez, Lissette Saenz y Dany Vera apoyadas por tres entrenado-res y un doctor.

Cuatro de ellas, Ana Hermoso, María Buenacha, Miriam Lorente y Ruth Or tiz formaron par te de la selección española femenina que disputó el verano pasado el Mundial en Finlandia. Ya solo la presencia del equipo fue todo un

éxito. La Federación no tenía pre-supuesto suficiente para poder enviarlas a la competición, y las propias jugadoras ayudaron en lo que pudieron para poder vivir su sueño de enfrentarse a la mejores jugadoras del mundo. Además, la competición se jugaría en forma-to de once contra once. Durante las semanas previas al torneo el equipo se concentró para tra-bajar, compenetrarse, y ser com-petitivas en una modalidad en la que no tenían experiencia. Dieron la cara ante las anfitrionas, ante Canadá, subcampeonas después

de EE UU, y terminaron sextas después de ganarse el respeto de todas las grandes potencias mundiales gracias a su entrega, competitividad y simpatía. El ob-jetivo de las jugadores españolas es seguir creciendo, y mejorando

CONTACTO.

Las chicas

llevan las

mismas

protecciones

que los

hombres y

juegan con

el mismo

reglamento,

en el que el

contacto es

esencial.

EN EL

MUNDIAL.

La selección

española

viajó a

Finlandia

en verano de

2013 para

enfrentarse

a las mejores

jugadoras del

mundo.

44 45

su técnica y capacidad física. Para ello tendrán que superar muchas dificultades. Para empezar, no es fácil convencer a nuevas chicas que se atrevan a competir en un deporte tan físico y exigente. Las jugadoras no solo tiene que ha-cer el intenso trabajo físico que conlleva un deporte tan exigente, también tienen que asimilar las complejidades tácticas de una modalidad que muchas veces es comparada con una par tida de ajedrez con piezas humanas. Cada posición tiene sus comple-jidades, tanto físicas como téc-nicas, y ellas son conscientes de que deben superarse no solo para ser competitivas, sino para formar a las nuevas aventureras. Además, el apoyo económico que recibe un equipo femenino para disputar un torneo como la liga es escaso. Las Black Demons han tenido que sobrevivir recurriendo a sus propios recursos y tiran-

do de ilusión para sacar adelan-te un proyecto que vale la pena. Por ahora, la liga femenina solo cuenta con seis equipos, pero ya hay más proyectos en marcha que pueden incorporarse en muy poco tiempo.

Jugar al fútbol americano en España todavía es una aventura, a pesar de que las competicio-nes masculinas ya han sobrepa-sado el cuarto de siglo de exis-tencia. El nivel va creciendo poco a poco y este año los Pioners de L’Hospitalet llegaron a la final de la Copa de Europa en un éxito sin precedentes que, junto a la crea-ción de la Federación Española, parece dar paso a una época de madurez y crecimiento. Cada vez hay más aficionados que siguen la NFL, la gran competición esta-dounidense, pero esos aficiona-dos también se están acercan-do a los campos españoles con curiosidad, y comienzan a poblar las gradas porque la calidad del juego empieza a hacer atractivo el espectáculo. Mientras tanto, las jugadoras de Black Demons, y de los otros cinco equipos que han plantado la semilla del fútbol fe-menino en España, están demos-trando desde el primer día que no quieren esperar otros 25 años

El fútbol americano es un deporte complejo que no sólo exige un gran esfuerzo físico,

sino también técnico y táctico

TRADICIÓN.

El fútbol

americano es

un deporte

lleno de

tradiciones

y ritos. Las

jugadoras se

reúnen antes

del inicio y

tras el final

del partido

como una

piña.

46 47

CALPISASe cumplen 40 años del nacimiento del Calpisa, un equipo

que se construyó con la base del Obras del Puerto de Alicante y fichó a los mejores jugadores de balonmano de la época. Formó un equipo invencible que lo ganó todo en España.

DEL “¡ÁRBITRO, AL AGUA!” A CAMPEÓN DE EUROPAAÑOS DE GLORIA. Mirete, uno de

los alicantinos del equipo, intenta

un lanzamiento a puerta con la

camiseta de un Calpisa, que era el

dominador de la Liga.

48 49

JULIÁN BURGOS /

Al hablar de equipos de elite en Alicante, a todos

nos viene a la cabeza el Hércules o el recientemente descendido a categorías menores por proble-mas económicos, Lucentum Ali-cante de baloncesto. Sin embar-go, ninguno de los dos ha ganado Ligas ni Copas, y mucho menos una competición europea. Sí lo hizo el Calpisa, equipo alicantino de balonmano que ejerció una ti-ranía histórica en la segunda mi-tad de los años 70 en España. Cuatro Ligas, cuatro Copas (del Generalísimo y del Rey), con tres

dobletes incluidos, y una Recopa de Europa en sólo seis años es el bagaje que perdurará en la histo-ria. Una historia de un equipo que nació en la temporada 1973-74, hace ahora justo 40 años.

El germen del histórico Calpi-sa está en el Obras del Puerto, equipo alicantino de balonmano

que tenía su pista (descubier ta por supuesto) a escasos metros de la dársena del puerto de Ali-cante. Fundado en 1952, su ma-yor éxito fue un subcampeonato de Liga, por detrás del Atlético de Madrid, en 1960. Formado en su totalidad por jugadores de la zona que compaginaban el balonmano

Cuenta la leyenda que cuando un árbitro pitaba en contra del

Obras del Puerto, germen del Calpisa, era lanzado al agua

con trabajos en el propio puerto, su devenir pasaba por ser un equi-po de mitad de la tabla de la máxi-ma categoría que también sufrió algún descenso a la segunda di-visión nacional. Famoso se hizo un cántico de los aficionados para intimidar a los colegiados que de-cía: “¡Árbitro al agua!, ¡Árbitro al agua!...”. La leyenda dice que al-gún árbitro fue lanzado al agua del puerto tras realizar un arbitra-je contrario al equipo local.

En la temporada 1970-71, el Obras del Puer to asciende a División de Honor. Es entonces cuando a su presidente, Andrés Muñoz, se le mete en la cabeza construir el mejor equipo español del momento. Éste contacta con un familiar, el empresario Juan Torregrosa (para muchos, autén-tico artífice del Calpisa), y le ofre-ce hacerse cargo del patrocinio del equipo. Torregrosa da el ‘Sí quiero’. Pero antes no era tan fá-cil cambiar el nombre a un equipo

así como así. Muñoz pactó con la Federación un cambio progresivo de la denominación del club y no es hasta la campaña 1973-74 cuando nace el Club Balonmano Calpisa (abreviatura de Compañía Alicantina de Promoción Inmobilia-ria Sociedad Anónima). El objetivo es claro, a la vez que ambicioso: ser el mejor equipo de balonmano de España.

Durante los años previos de gestación del club, el Obras del Puer to-Calpisa (así se tuvo que llamar durante dos años por impo-sición de la Federación) fue agluti-nando a los mejores jugadores de una provincia prolija en jugadores de balonmano. Con esa base, se trataba de dar el salto definitivo en 1974. Y para convertirse en el mejor equipo se necesitaba re-clutar al mejor jugador español (y más famoso) del momento: José Perramón, por tero de la Selec-ción española y uno de los me-jores del Mundo. No sólo se tra-

taba de contar con el mejor meta del momento, sino de propiciar un efecto llamada y que el resto de las figuras vieran al Calpisa como el mejor club en el que estar. El presupuesto, ambicioso: 15 millo-nes de pesetas de la época, los necesarios para obtener la reper-cusión deseada.

Costó pulir las dudas iniciales de Perramón, pero finalmente el fichaje angular del proyecto firmó por el Calpisa por un salario de un millón de pesetas anual, según publicaron los diarios de la época. Lo más difícil ya se había conse-guido. El resto de fichajes caerían como fruta madura. “Si han ficha-

El proyecto se cimentó en el fichaje de Perramón, portero de la Selección: “Si fichan a Perramón es que van en serio”

ALMA MÁTER.

Arriba, José

‘Pitiu’ Rochel.

intenta un

lanzamiento

en la pista

de tierra del

puerto . A la

derecha, una

formación

del Obras

con el castillo

de Santa

Bárbara al

fondo.

ARTÍFICES.

Andrés

Muñoz (a la

izquierda),

presidente

del Calpisa;

y Juan

Torregrosa (a

la derecha),

dueño de la

empresa y

patrocinador

de la entidad.

50 51

do a Perramón es que van en se-rio”, se comentaba en el mundillo del balonmano de la época, se-gún cuenta José Antonio Soler en su libro ‘Alicante, tierra de balon-mano’. El propio Perramón cuen-ta a AS Color, 40 años después, como fue su fichaje: “Un día me llamaron y me dijeron que si que-ría fichar por el Obras del Puerto de Alicante. Dije que no porque mi vida estaba en Barcelona (jugaba en el Granollers) y no quería mo-verme de allí… Y me volvieron a llamar. Y volví a decirles que no. Y así hasta la quinta vez que me llamaron y les escuché por edu-cación. La oferta era una locura:

me quintuplicaban lo que ganaba en Granollers y me vine para Ali-cante”.

Tras Perramón, fueron llegan-do los mejores jugadores a Alican-te: Lafuente y Goyo, del Picadero; Santos Labaca, el mejor central de España, del Granollers; Mario Hernández y Albisu, del Bidasoa; o Manuel Tauré, internacional con-trastado, arrebatado a uno de los que serían sus mayores rivales, el Atlético de Madrid… “Ellos te-nían claro que si fichaban a Perra-món, luego llegarían muchos más: Albisu, Novoa, Goyo… Y muchos más”, comenta Perramón.

Pero a pesar de la llegada de toda esta constelación de es-trellas, el auténtico líder siguió siendo uno de los que ya esta-ban: José Rochel, más conocido como Pitiu, que con el tiempo se convirtió en la persona más influ-yente de la historia del Calpisa y de sus herederos (Tecnisan, He-lados Alacant etc…). “Pitiu era un

“Me llamaron cinco veces. A la quinta les escuché y fiché porque me quintuplicaban lo que ganaba”, dice Perramón

portento. Él trabajaba en el puer-to y jugaba al balonmano y nunca se quiso ir de Alicante a pesar de que el Barça vino a ficharle. Los rumanos era al único jugador que querían hasta para su selección”, explica Nacho Novoa, otro de los jugadores que fichó por el Calpisa y que tuvo a Pitiu de compañero y posteriormente de entrenador.

Se pensaba que era difícil con-seguir títulos en la primera tem-porada. Otros proyectos simila-res, como el Filomatic, no habían funcionado. “Otros equipos a gol-pe de talonario no funcionaron. La clave de todo fue que concentra-mos un grupo de una condición humana excelente”, dice Perra-món. Y el Calpisa se convirtió en el mejor en su primera temporada de vida. Y así lo demostró. Se ad-judicó tres dobletes (Liga y Copa) consecutivos en las temporadas 1974-75, 1975-76 y 1976-77, más de la mitad de la Selección española estaba formada por sus

jugadores y, sobre todo, la condi-ción de equipo imbatible, agran-daban su figura. “A veces, bajo la portería, me preguntaba si esta-ba jugando con el Calpisa o con la Selección. El 7 era el mismo: Perramón, Mario, Albisu, Laba-ca, Novoa, Pitiu Rochel, Taure y Goyo”, recuerda Perramón.

El pabellón municipal de Ali-cante (actualmente llamado Pitiu Rochel) se llenaba cada domingo por la mañana, y la gente aprove-chaba para ver al Hércules en el Rico Pérez por la tarde, a escasos metros del pabellón, que también vivía los momentos más brillantes de su historia por esos días, en Primera División. “La gente no pre-guntaba cómo habíamos quedado sino por cuántos goles habíamos ganado”, bromea Perramón.

Pero el éxito debilita y tanto el aficionado como el equipo se acostumbraron a ganar tanto que la gente empezó a perder interés por el balonmano. El pabellón ya

sólo se llenaba para ver los parti-dos grandes. La Copa de Europa 1977-78 se encargó de reavivar la llama. El Calpisa fue avanzan-do ronda a ronda hasta plantarse en semifinales, un hito en el balo-nmano español, entonces supe-rado casi siempre por los clubes de la Europa del Este y balcáni-cos. No hubo opción de pasar la final ante el Slask Wroclaw pola-co pero esa semifinal, que ahora puede parecer algo menor, fue un auténtico logro para el balonma-no español.

Tras esa temporada acaba la fase de nuevo rico del Calpisa y empieza otra en la que la empre-

En sus tres primeros años lograron tres dobletes (Liga y Copa). Y el ‘7’ de la Selección era el mismo que el del Calpisa

EN EL

PABELLÓN

MUNICIPAL.

Una

formación

del mítico

Calpisa ya en

el pabellón

municipal

de Alicante,

actualmente

bautizado

como ‘Pitiu

Rochel’.

‘EFECTO

LLAMADA’.

Andrés

Muñoz

convenció a

José Perramón

(en la imagen

con la

camiseta del

Granollers)

para darle

credibilidad

al proyecto

del Calpisa.

52 53

sa constructora decide frenar su inyección económica. Esto coinci-de con las retiradas de Perramón y Pitiu Rochel, que pasa a ser se-gundo entrenador, y la apuesta por jóvenes valores como Javier Cabanas o Juan Francisco Mu-ñoz ‘Melo’. De esta renovación se aprovecha el Atlético para re-cuperar el cetro nacional pero en la temporada 1979-80, el Calpisa vuelve por sus fueros. Con Pitiu Rochel ya de primer entrenador, el equipo vuelve a pelear la Liga con el Barcelona y el Atlético, una Liga que se le escapa por dos ar-bitrajes polémicos en el Palau Blaugrana y Magariños, según re-

zan los diarios de entonces. Sin embargo, el mayor logro de la his-toria del club estaba por llegar. El Calpisa se plantó en la final de la Recopa de Europa, tras vencer al Goteborg sueco en la semifinal, y el rival era el temido Gummers-bach alemán, uno de los mejores del Mundo, que ya acumulaba en-tonces en sus vitrinas cinco Co-pas de Europa. En la ida, con un pabellón alicantino abarrotado, las cosas no empezaron bien. El portero De Miguel se lesionó en el calentamiento y estuvo a pun-to de no jugar. Al final lo hizo infil-trado y el Calpisa se impone 20-15 pero con el sabor agridulce de fallar siete penaltis, algo inaudi-to. “En Alicante ganamos de cin-co goles y a ellos se les veía tan tranquilos, pensando que en Ale-mania nos ganaban fácil”, reme-mora Novoa.

En la vuelta, el 20 de mayo de 1980, jugada en Dortmund, ante 14.000 enfervorizados alema-

nes, el Calpisa dejó su impronta en la historia para siempre. Apo-yados en un soberbio De Miguel (fue valorado por AS con cuatro picas) los alicantinos sólo perdie-ron 18-16 y se proclamaron cam-peones de la Recopa de Europa. “Estábamos acostumbrados a ju-gar ante 3.000 personas. Nunca habíamos jugado ante 14.000. El ruido era ensordecedor. Fue una barbaridad de partido. A mí a los dos minutos ya me habían roto el labio, a Melo le partieron la nariz, a Cascallana le dejaron en el sue-lo con convulsiones… Pero al final conseguimos ganar. Fue un éxito rotundo”, asegura Novoa

Con la resaca del título euro-peo, el Calpisa viajó a Girona, donde debía jugar cuatro días después la final de Copa ante el Atlético de Juan de Dios Román. También contra todo pronóstico se impuso 20-18 y regresó a Alican-te con los dos títulos. “De ahí nos fuimos a Girona y después de lo

Con Pitiu Rochel de técnico, el Calpisa se proclamó campeón

de la Recopa, en 1980, al derrotar al Gummersbach

que habíamos vivido en Alemania, aquello fue un cuento de niños. Ganamos al Atlético y nos lleva-mos la Copa”, recuerda Novoa.

Pero justo cuando el club se encontraba en el cénit, la empre-sa patrocinadora decide dar un paso atrás y tras darse a conocer en toda España, Calpisa deja de ser el patrocinador de un equipo que ya había entrado en la histo-ria del balonmano español. Las fi-

guras emigraron en busca de un club con mayores aspiraciones y así acabó el Calpisa en 1981. Las autoridades alicantinas no querían dejarle morir y, en un pri-mer momento, lo integraron como sección del Hércules, un proyecto que no cuajó al descender el equi-po de fútbol a Segunda División, en 1982.

Una vez enterrado el proyecto Calpisa, el club empieza a temer

por su existencia pero en 1982 aparece Tecnisan, una empresa del sector químico, y Antonio Al-calá Machuca es el presidente. El Tecnisan levanta la Copa del Rey de 1986 y se proclama subcam-peón de la Copa EHF pero nunca llega a alcanzar la hegemonía del Calpisa debido a que Barcelona y Atlético le superan en presupues-to económico. Tras Tecnisan, He-lados Alacant coge el testigo pero el equipo ya nunca fue puntero. En 1992 se produce el traslado del equipo a Benidorm y un año después se produce la desapari-ción definitiva de un club con más de 40 años de historia.

En 1981 Calpisa deja de ser el espónsor. Hércules, Tecnisan, y Helados Alacant le suceden. En 1993 el club desaparece

EL MITO.

Pitiu Rochel

empezó de

jugador en

Obras del

Puerto y

Calpisa. Fue

internacional

absoluto con

España.

CAMPEONES

DE LA

RECOPA.

Arriba,

Goyo abre

una botella

de cava

junto a sus

compañeros.

Abajo,

posando en el

Westfalenhall

de Dortmund

con la Recopa.

54 55

VOLEIBOL

Atrás quedan los años en los que el voleibol masculino

y femenino, a nivel de Selección y de clubes, eran reconocidos por Europa. Hoy, la

crisis provoca que los jóvenes valores

emigren para seguir creciendo.

EN PLENA RESACA TRAS UNA DÉCADA DORADA

56 57

JEESID GIMÉNEZ ALONZO

ANA MATEOS SOLANA

MAURICIO VILLARREAL /

El voleibol en España es con-siderado por muchos como

un depor te ‘minoritario’ por la poca proyección o promoción que ha tenido en décadas, momentos en los que federativos, directivos, técnicos y jugadores han hecho el máximo esfuerzo para hacerse no-tar y llevar a los más altos grados de competición a esta disciplina deportiva.

Sergio Aguilera, coordinador de comunicación en la Real Fe-deración Española de Voleibol (RFEVB), comenta los proyectos que tienen a cor to-medio plazo y lo que será la preparación que tendrán las selecciones naciona-les de cara al próximo premundial. “La organización que tenemos son tres competiciones. Superliga, Su-perliga 2 y Primera. Cada vez los equipos tienen más problemas para salir y competir, pero afortu-nadamente este año las expecta-tivas de participación se han cum-plido tanto en la Superliga como en la Superliga 2 y se han comple-tado con bastantes equipos, y por lo menos se está manteniendo el nivel”, dijo Aguilera en torno a las competiciones que se desarrollan actualmente en el país.

Por otra parte, al contrario del

estructura para competir en la Su-perliga. No pasaba desde hace 12 años”, reafirmó Aguilera.

Para entonces, el voleibol se nutría de jugadores de la liga lo-cal, hacían vida en España y con-formaban la Selección. “Ahora la cosa ha cambiado radicalmente. De hecho, la mayoría de los juga-dores en la Selección masculina, como la femenina, provienen de ligas extranjeras. Durante los últi-mos años se ha visto una tenden-cia de los jugadores españoles a irse a competir en el extranje-ro”. Cabe destacar que de la ac-tual convocatoria a la Selección masculina, sólo tres de los 16 jugadores convocados juegan en España.

Sobre la Selección. En la actualidad, la Federación esta en la fase de preparación de las selecciones absolutas mascu-lina y femenina de cara a la pre-sentación de la fase clasificatoria al Mundial. En relación a ello Ser-gio Aguilera nos dio su visión sobe el panorama actual.

“Ahora mismo, las seleccio-nes, tanto la masculina como la femenina, están viviendo una época de transición. En los últi-mos años se ha iniciado una re-novación. El principal cambio ha sido la introducción de jugadores jóvenes y que los veteranos va-yan abandonando las seleccio-nes. De este modo, se ha hecho una apuesta por rejuvenecer a la Selección y es una apuesta a me-dio o largo plazo. Por ello, los re-sultados van a tardar en llegar, ya que al ser grupos jóvenes tienen que adquirir la experiencia sufi-ciente para conseguir objetivos,

Sergio Aguilera, de la RFEVB: “Los equipos cada vez tienen más problemas para salir y competir”

fútbol, el voleibol ha predominado en pequeñas ciudades y no en las grandes metrópolis, donde el apo-yo ha sido incondicional. Al res-pecto, el federativo indicó: “Aquí es lo contrario de lo que puede pa-sar en el fútbol o en el balonces-to. Tradicionalmente, no sólo en la actualidad, sino desde siempre, el predominio ha sido de ciuda-des pequeñas. Si se analizan los últimos años en la competición, la liga masculina la ha ganado el equipo de Teruel y un equipo de

Almería. Por ejemplo, para que se hagan una idea, este año es la pri-mera vez en 12 años que hay un equipo de Madrid compitiendo en la Liga masculina”.

Para Aguilera el equipo de Ma-drid ha podido participar con ante-lación, sin embargo, no competían en las primeras categorías. “El club de Madrid [Voley Playa Ma-drid] ha hecho una apuesta para competir en la principal categoría y ha hecho un esfuerzo, no sólo económico, sino también de infra-

EL MEJOR DE ESPAÑA... Y

DEL MUNDO. Rafa Pascual,

estandarte durante años del

voleibol español, levanta el

primer título de campeón de

Europa conseguido en 2007.

SELECCIÓN

MASCULINA.

Arriba, la

masculina,

dirigida por

Fernando

Muñoz,

que en el

Premundial

de Francia ha

agotado sus

posibilidades

de estar en el

Mundial.

SELECCIÓN

FEMENINA.

Abajo, la

femenina,

entrenada

por Pascual

Saurín, que

participará

el próximo

verano en la

Liga Europa,

donde fue

quinta en

2009 y 2010.

58 59

sobre todo en la competición in-ternacional”, añadió.

Aguilera no oculto su deseo de que la Selección alcance el mis-mo nivel de potencias como Ita-lia y Brasil. “Si comparamos a la Selección nacional con la brasile-ña o la italiana, que son las dos potencias en este deporte, ahora mismo hay una brecha muy gran-de en cuanto a preparación, expe-riencia y resultados. Para contra-rrestar estas grandes diferencias, hemos apostado por un grupo jo-ven que apunta bastantes mane-ras y son prometedores”.

Tras la ausencia de seis años en el Mundial, el objetivo princi-pal de la Federación española ha sido la preparación de los selec-cionados, con Fernando Muñoz a la cabeza, para el Premundial que se ha disputado en Francia, pero la segunda derrota en el torneo, precisamente ante la selección gala, ha apeado a España definiti-vamente de la carrera mundialista (el campeonato se va a celebrar en Polonia, en septiembre de este año). Este Premundial lo ha cerra-do la Selección española con una meritoria victoria frente a Bielorru-sia. Al respecto Aguilera comentó: “Después de no poder acceder al Mundial, con dos derrotas y una victoria en el Premundial de Fran-cia, ahora la Selección masculina tiene que centrarse en la tempo-rada estival que este año esta-rá marcada por su regreso a Liga Mundial”.

Rafa Pascual: era dorada. El positivismo con el cual es per-cibido el voleibol por parte de la Federación contrasta con la visión de un hombre que cambió su cur-so para siempre. Rafael Pascual es considerado el mejor jugador de voleibol que ha vestido los co-lores de España y estuvo en la lis-ta de aspirantes a mejor jugador de voleibol del siglo XX.

Pascual es consciente del mo-mento que atraviesa el voleibol española, su deporte como bien lo define, en la actualidad. “Ahora

mismo estamos pasando un mo-mento difícil socialmente y eso se refleja mucho en el deporte. So-bre todo, en los deportes mino-ritarios, minoritarios por la gente que va a verlos, no por los practi-cantes, porque el voleibol es un deporte con un número notable de licencias en España”, afirmó Pascual.

‘El Toro’ aún recuerda con orgu-llo sus momentos más gloriosos como profesional (jugador más im-portante y mayor anotador del Tor-neo Mundial de Voleibol en Japón

1998 y campeón de Europa con España en Moscú 2007). “Ganar el oro para mí ha sido mi mayor logro”, acotó.

Sin embargo, no ve el futuro inmediato del voleibol de la mis-ma manera que lo hace la Fede-ración. “Ahora es un momento de esos difíciles, no quizás ni por la mala ni la peor gestión de la situa-ción, sino porque llegan cambios generacionales importantes al de-porte”. Pascual añadió que dicho cambio generacional viene desde categorías inferiores mediante la

Selección juvenil, la cual es sub-campeona de Europa y subcam-peona mundial.

Según Pascual, es justamen-te allí donde radica el problema. Afirma que los jugadores de la Se-lección juvenil se ven forzados a buscar equipos fuera de España porque dentro no los hay. “Sólo hay algunos clubes que siguen porque tienen la suerte de tener gente que ha luchado y sigue lu-chando porque no desaparezcan. Sin embargo, una de las mejo-res opciones es irse al extranjero

para adquirir nuevas experiencias, aprender idiomas y seguir crecien-do personal y deportivamente”. Además agregó: “Yo creo que es una decisión importante para los chavales. El único inconveniente

En el Premundial celebrado en Francia, España cosechó dos

derrotas y un triunfo que la han apeado de estar en Polonia

Rafa Pascual: “Ahora mismo, una de las mejores opciones, de los jóvenes jugadores es irse al extranjero para crecer”

DERROTA Y

SIN MUNDIAL.

La Selección

española se

presentó en el

Premundial

de Francia

dispuesta a

clasificarse

para Polonia,

pero dos

derrotas en

tres partidos

fueron clave.

SE CERRÓ

CON TRIUNFO.

Antes de la

derrota frente

a Francia,

España cayó

contra Bélgica

(imagen

superior

derecha)

y cerro el

Premundial

ganando a

Bielorrusia.

60 61

que veo es que las estrellas na-cionales se tienen que ir a otros países a lucirse, y es una pena, ya que lo ideal sería que triunfa-ran aquí. Pero ahora esto no es posible”.

Rafa Pascual, al igual que la Federación, apuesta para el futu-ro por el voleibol en España. La diferencia es que dichas apues-tas vienen de ángulos diferentes. Mientras la Federación pone sus fichas en el cambio generacional, Pascual está convencido de que aquellos que hicieron su depor-te grande pueden contribuir para su mejora. “Es difícil convencer de que el voleibol es un gran de-porte. Si los que están ahí arriba piensan que la gente que esta-mos relacionados con el voleibol no podemos aportar, pues es me-jor que no estemos. Siempre he-mos tenido una relación cordial, pero quizás pensamos de distin-ta manera, pero eso es normal”, declaró Pascual.

Pascual considera que los es-fuerzos se deben encaminar a la Selección nacional, pues es allí justamente donde el deporte es más popular y se puede extender a aficionados y medios de comuni-cación. Sin descuidar, por supues-to, la unión entre la Federación y los clubes. “Han hecho una gue-rra muy separada. Soy consciente de que es muy complicado, pero si se unieran las fuerzas podrían hacerse apuestas desde abajo e intentar que el voleibol volviese a

ser lo que era y ser reconocido”.Pascual también apuesta por

el desarrollo del voleibol femeni-no, pues considera que el depor-te femenino en general enaltece a España. “Hoy miras la televisión y tener a alguien en el deporte fe-menino significa tener una firme candidata a ser medalla. Para to-dos nosotros es el mismo orgu-llo”. Pascual agregó que el depor-te femenino está en auge y que el voleibol es un buen escaparate para que la disciplina deportiva se expanda.

Pascual señaló opciones rea-les para que el voleibol resurja en España, entre ellas la unión de esfuerzos para la popularización de su práctica y el reconocimiento a aquellos que ponen el nombre de su país en grande. “Hay que te-ner las ayudas necesarias, ya sea de la Federación, del Estado, de algún espónsor o alguna empre-sa que te ayude para que el pro-yecto se ejecute y se haga. Y así, como en Italia, llegue el momento como pasa en ‘La Gazzetta’ [‘La Gazzetta dello Sport’], que el vo-

leibol no está en la última página del periódico, sino que está des-pués del fútbol y el baloncesto. De esta manera, ese deporte ad-quiere una importancia y cada vez lo va conociendo más gente”.

Pascual es un visionario, no sólo deportiva, sino empresarial-mente. Actualmente es accionista de un restaurante en el centro de Madrid, al cual dedica gran parte de su tiempo, que también desea-ría dedicarle al desarrollo de su deporte. “Mi pensamiento es que el deporte educa”, dijo Pascual,

quien de manera inquieta cues-tiona el rol que el voleibol nacio-nal tomará en los próximos años. “¿Dónde están todos los exjuga-dores, esas estrellas, esos cam-peones de Europa? No se ha pre-guntado por ellos. Yo os podría decir al menos cuatro o cinco, y algunos que están muy mal. Eso es triste en el depor te que te mueves, porque parece como que se olvida todo lo que se ha hecho por el voleibol. Nosotros tenemos muy buenos jugadores que son lo-cos de este deporte y que lo han

dado todo por este deporte, pero nunca se les ha llamado a filas para aportar algo después de su trayectoria. Por ello, ahora mismo los chavales no tienen a dónde mirar para seguir sus pasos”.

“Es muy importante que haya una unión importante entre la

Federación y los clubes para que el voleibol sea lo que era”

Rafa Pascual reclama que se recurra a los exjugadores, a los excampeones de Europa, que pueden aportar mucho

APUESTA POR

ELLAS. Rafa

Pascual es

consciente de

que hay que

potenciar

el voleibol

femenino,

porque ahora

mismo las

deportistas

españolas son

sinónimo de

medalla.

RELEVO EN

LOS EQUIPOS.

Todos los

vértices

que están

relacionados

con el voleibol

creen que es

importante

apostar por

los jóvenes

para un

buen relevo

generacional.

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