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Observatorio Medioambiental ISSN: 1139-19872013, vol. 16 185-206 http://dx.doi.org/10.5209/rev_OBMD.2013.v16.43206

La arquitectura popular como modelo de edificacinsostenible. El ejemplo de Tierra de Campos

Juan CORTS [email protected]

Recibido: 18 de septiembre de 2013Enviado a evaluar:23 de septiembre de 2013Aceptado: 3 de octubre de 2013

RESUMEN

En el presente estudio, se pretende establecer las relaciones de causa-efecto entre las caractersticas de laarquitectura popular de la regin de Tierra de Campos, condicionadas por su situacin geogrfica,ecolgica y social, y el paisaje tradicional, que resulta de la combinacin de estos elementos con el restodel medio fsico. Tambin se busca valorar la importancia del hbitat, formado mayoritariamente porconjuntos de arquitectura popular de dicho territorio, como elemento del paisaje y en relacin con elresto de elementos, como la trama parcelaria, los usos del suelo y la red fluvial y de infraestructuras.

Palabras clave:Arquitectura popular, edificacin sostenible, paisaje, medio ambiente.

The architecture as a model of sustainable building.The example of Tierra de Campos.

ABSTRACT

In the present study aims to establish the cause-effect relationships between the characteristics of thearchitecture of the region of Tierra de Campos, conditioned by its geographical, ecological and social,and cultural landscape, which is a combination of these elements with the rest of the physical environ-ment. It also seeks to assess the importance of habitat, made up mostly of popular architectural ensem-bles that territory, as part of the landscape and in relation to the other elements, such as plot land con-solidation, land use and river network and infrastructure.

Key words: Architecture, sustainable building, landscape, environment.

L'architecture comme un modle de construction durable.L'exemple de la Tierra de Campos.RSUM

Dans la prsente tude vise tablir les relations de cause effet entre les caractristiques de l'architec-ture de la rgion de Tierra de Campos, conditionne par son paysage gographique, cologique et sociale,et culturelle, qui est une combinaison de ces lments avec le reste de l'environnement physique. Il visegalement valuer l'importance de l'habitat, essentiellement compose d'ensembles architecturauxpopulaires ce territoire, dans le cadre du paysage et en relation avec les autres lments, tels que leremembrement des parcelles, l'utilisation des terres et le rseau fluvial et les infrastructures.

Mots-cls: Architecture, construction durable, le paysage, l'environnement.

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Juan Corts Pedrosa La arquitectura popular como modelo de edificacin sostenible

Observatorio Medioambiental

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1. INTRODUCCIN

Los impactos ambientales negativos producidos por el sector de la construccin

adquieren una gran relevancia dentro del actual contexto de crecimiento de la pobla-cin mundial, que demanda un gran esfuerzo de desarrollo urbanstico por parte delos pases denominados como potencias emergentes1. La experiencia vivida en los

pases occidentales a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, que origin unagran demanda de alojamiento rpido y econmico, result mayoritariamente insatis-factoria desde el punto de vista ambiental y estuvo marcada por la enorme difusindel modelo edificatorio residencial promovido por el Movimiento Moderno2. Estatendencia arquitectnica aprovech al mximo las nuevas herramientas tecnolgicasdisponibles, como los materiales de gran resistencia estructural el hormign armadoy el aceroo las instalaciones de acondicionamiento trmico. Todo ello fue posible

gracias al enorme aporte energtico conseguido a travs de la quema de combustiblesfsiles, sin tener en cuenta posibles externalidades negativas, como la contaminacinde la atmsfera.

A su vez, se desestimaron o se olvidaron inconscientemente los conocimientosprovenientes de las tradiciones constructivas locales, en beneficio de una forma deproduccin estandarizada, que se extendi por todos los mbitos geogrficos, inde-pendientemente de sus condiciones ambientales, como el microclima local o la vege-tacin existente. Las consecuencias de este fenmeno se siguen sufriendo hoy en day, entre otras, se pueden citar el despilfarro energtico, las emisiones de gases deefecto invernadero, la destruccin de numerosos ecosistemas, la reduccin de la

biodiversidad y la degradacin del paisaje tradicional. La intencin de revertir o, almenos, paliar estos procesos, que disminuyen la calidad del entorno del ser humano yponen en serio peligro el desarrollo econmico y social, hacen volver la mirada haciaotros modelos edificatorios, menos dainos desde el punto de vista ambiental.

En este contexto, surge un renovado inters por la arquitectura popular, como mo-delo de hbitat integrado en la naturaleza, que puede proporcionar ciertas claves pararestablecer una relacin equilibrada entre las necesidades del ser humano y las condi-ciones ecolgicas del medio. Esta concepcin de la naturaleza como fuente de recur-sos finitos, que no deben ser explotados de forma indiscriminada hasta su agotamien-to, se recupera en alguna medida a travs del desarrollo sostenible, que viene a

superar los paradigmas de crecimiento indefinido, generalizados a partir de la Revo-lucin Industrial (Sotelo, J. A., 2000). Una visin de la arquitectura popular como unmicro-cosmos autosuficiente y sustentable, que contribuye a mantener la estabili-dad ecolgica del entorno gracias a una inteligente explotacin de los recursos dispo-

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1En este aspecto se tratara, sobre todo, de Brasil, India y China.2Se entiende por Movimiento Moderno el fenmeno arquitectnico que se extiende a partir de los aos20 del pasado siglo, liderado por autores como Le Corbusier y Mies Van der Rohe. Algunos crticos lodenominan tambin Estilo Internacional y se basa principalmente en el uso de una tipologa residencialen bloque lineal abierto, rodeada de zonas verdes.

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nibles, sin dejar de lado el bienestar de sus habitantes, resulta enormemente atractivadentro de un panorama de replanteamiento del actual modelo de desarrollo, basado enla produccin ilimitada de bienes de consumo.

2. DEFINICIN Y CARACTERSTICAS DE LA ARQUITECTURAPOPULAR

Antes de abordar la cuestin de la sostenibilidad es necesario definir el conceptode arquitectura popular que se va a emplear, ya que no existe unanimidad entre los

principales autores en este campo, por lo cual el trmino se presta a cierta confusincon otros similares como arquitectura verncula o tradicional, que tienen aspectos encomn, pero conservando matices distintos3.

Teniendo en cuenta que la arquitectura es una disciplina claramente definida, almenos a partir del tratadoDe Architecturade Marco Vitrubio (Siglo I a.C.), el adjeti-vo popular, que se le aade, significa perteneciente o relativo al pueblo o que es

peculiar del pueblo o procede de l segn las dos primeras acepciones del dicciona-rio de la "Real Academia de la Lengua". Esto coincide con la definicin de CarlosFlores, que sostiene que la arquitectura popular es el arte y la tcnica de proyectar,construir y transformar el entorno vital de este grupo social que hemos llamado el

pueblo, realizndose todo ello por individuos salidos del propio grupo. Si hubieraque explicar el concepto de forma coloquial se podra decir que se trata de la arquitec-tura del pueblo, para el pueblo y por el pueblo (Oliver, P., 1997), siendo especialmen-

te significativo el ltimo de estos aspectos, referido a la autora no profesional de lamisma. La autoconstruccin viene a suponer su verdadera cualidad diferencial y ladota de una autenticidad y funcionalidad que la separan ntidamente de lo que seviene a denominar como arquitectura culta4.

Del anteriormente referido carcter popular, y conjuntamente con su origen aso-ciado al medio rural, se derivan cuatro componentes principales que definen este tipode arquitectura, desde un punto de vista ecolgico:

a) una gran dependencia del medio fsico, causada por el escaso desarrollotecnolgico de las comunidades agrcolas pre-industriales,

b)

el empleo de tcnicas constructivas tradicionales, que garantizan la eficacia ydurabilidad de sus soluciones,

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3La arquitectura verncula destaca su carcter domstico o nativo, mientras que la arquitectura tradi-cional incluye otras realizaciones, adems de las edificaciones populares, siempre que su factura sepueda encuadrar dentro de las tradiciones constructivas locales.4 Tambin denominada arquitectura histrico-artstica, incluye todos aquellos edificios representativos,que se suelen estudiar desde una perspectiva diacrnica, destacando la nocin de estilo, asociada a unadeterminada etapa histrica.

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c) la repeticin de unos modelos edificatorios atemporales, llamados tiposarquitectnicos,

d) la mxima adaptacin funcional a las necesidades vitales y productivas de sus

habitantes.Un breve anlisis de estas caractersticas muestra una clara correspondencia con

las cuatro dimensiones de la sostenibilidad5, en efecto: la relacin altamente depen-diente del entorno provoca una actitud de respeto y cuidado hacia el medio ambiente;la factura primitiva de los edificios responde, sobre todo, a restricciones de tipoeconmico, en su sentido ms amplio; el tipo genera una identidad cultural definida,asociada al territorio; y el modelo urbano adoptado refleja fielmente la organizacinsocial del correspondiente grupo humano. Se pueden definir, por lo tanto, cuatroenfoques complementarios:

1.La perspectiva medioambiental: resulta de gran inters el estudio de la arquitec-tura popular desde este punto de vista, se trata de una adaptacin ecolgica a lascondiciones ambientales, ya que los recursos naturales disponibles en las comunida-des rurales tradicionales (materiales de extraccin, biomasa, agua, etc.) eran por logeneral escasos y/o difciles de explotar, por lo cual deban ser aprovechados deforma cuidadosa para no comprometer su disponibilidad a lo largo del tiempo.

2. La perspectiva econmica: la edificacin popular es una respuesta altamenteeficiente a los requerimientos espaciales y funcionales de sus habitantes, medianteunos sistemas estructurales, constructivos y energticos que, perfeccionados sucesi-

vamente generacin a generacin, permiten alcanzar las necesarias condiciones dehabitabilidad con el menor coste econmico asociado.3. La perspectiva cultural: se puede analizar desde dos enfoques distintos: estas

construcciones son, junto con el terrazgo, el elemento ms significativo del paisajecultural y, por otra parte, forman un patrimonio etnogrfico valioso, que simboliza laidentidad de un territorio, mediante sus tipos arquitectnicos.

4.La perspectiva social:la arquitectura popular se puede entender tambin comoun modelo de ocupacin del territorio que, cumpliendo con la funcin de permitir laexplotacin productiva de los recursos agrarios, logra alcanzar tambin una grancohesin social, generando los espacios pblicos, como plazas y calles, que son

necesarios para la vida en comn.A continuacin, se desarrollarn estas cuatro dimensiones sostenibles de la arqui-

tectura popular a travs del caso concreto de la comarca vallisoletana de Tierra de

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5A partir de los aos 80 se extiende una tendencia, segn la cual existen tres dimensiones principales dela sostenibilidad: medioambiental, econmica y social. En el documento Culture: Fourth Pillar ofSustainable Development, publicado en 2010 por la Red Mundial de Ciudades, Gobiernos Locales yRegionales, se propone la inclusin de una cuarta dimensin, la cultura.

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Campos. El inters de este territorio proviene de la gran integracin de su hbitattradicional en el entorno, reflejando la adaptacin de sus pobladores al medio fsicoen que se encuentran. Tambin destaca por un paisaje ciertamente singular e incon-fundible, que forma una unidad morfolgica distintiva dentro del contexto regional deCastilla y Len (Garca Merino, L. V., 1988). El dbil modelado de su suavementeondulante relieve, la homogeneidad de sus suelos arcillosos, el escaso caudal de unoscauces proclives a secarse y la falta de vegetacin arbrea, suponen sus principalescaractersticas fsicas (Vaca Lorenzo, A., 1992) y ejercen una potente influencia sobresu arquitectura tradicional.

3. LA DIMENSIN AMBIENTAL

Si bien no es posible afirmar que existiera una preocupacin ambiental, en el sen-tido contemporneo, detrs de las actuaciones constructivas tradicionales, la escasezmaterial y energtica de las sociedades rurales favoreca la contemplacin respetuosadel entorno como fuente de numerosos recursos, imprescindibles para la subsistencia.Esta actitud, unida a las limitaciones tecnolgicas existentes, impulsaba una explota-cin sensata y cuidadosa del medio, evitando superar su capacidad ecolgica deregeneracin, para no poner en peligro la forma de vida conocida. Se trata de lamisma visin que est detrs de las actuales teoras del desarrollo sostenible, que

proponen volver a recuperar una relacin de equilibrio entre el ser humano y el entor-no. Para lograr este equilibrio, existen diversas herramientas que se pueden aplicar enel sector de la construccin, como la valoracin de los diversos impactos ambientalesa travs del estudio del ciclo de vida6. Se analizan todas las fases que intervienen en el

proceso de la edificacin: la extraccin de recursos y posterior fabricacin de materia-les, la ejecucin de la obra, el uso y mantenimiento por parte de sus habitantes y,finalmente, su demolicin y la eliminacin de los residuos. Una aproximacin anlo-ga, aplicada al caso concreto de la arquitectura popular de Tierra de Campos, puedeaclarar su validez como ejemplo de edificacin ecolgica.

El proceso productivo comienza con la explotacin de las materias primas necesa-rias, principalmente el agua, captada a travs de pozos que explotan los acuferossubterrneos, y los materiales de construccin. Las propiedades del medio fsicoejercen de condicionantes que disminuyen las opciones existentes: la disponibilidad y

proximidad de los recursos se impone como factor decisivo, teniendo en cuenta ladificultad y el coste del transporte dentro de una sociedad rural tradicional, aisladageogrficamente y atrasada en cuanto a avances tecnolgicos. Esto conduce a que seempleen materiales locales (sobre todo arcilla y cal), trabajados de forma elemental ysin ser apenas transformados, debido a las restricciones energticas existentes. Al

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6El Ciclo de Vida es el conjunto de etapas sucesivas que van asociadas a la produccin de bienes yservicios, su estudio sistemtico y cientfico, dentro del sector de la edificacin, sirve para evaluar losimpactos ambientales de una construccin concreta.

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provenir estos materiales del propio subsuelo de la parcela en cuestin o de sus cer-canas no se produce apenas gasto energtico debido al acarreo.

Figura 1. Vista tpica del paisaje de Tierra de Campos, en las cercanas de Valderas.

Fuente: Elaboracin propia.

Teniendo en cuenta que no existan grandes recursos forestales, no era viable laadopcin de sistemas constructivos basadas en la madera, como los entramadosexistentes en las provincias vecinas de Len o Burgos, quedando limitado su uso a loselementos lineales imprescindibles para la construccin de los forjados y las cubier-tas. La propia ausencia de biomasa de tipo leoso limitaba en gran medida la fabrica-cin de ladrillo, que requera de un alto consumo energtico, solamente asumible paralas edificaciones ms representativas. En la comarca escaseaba la piedra, por lo cualsolamente se empleaba para la construccin de edificios singulares, como templos ocastillos, que representaban a las instituciones ms poderosas. Por lo tanto, el cons-tructor popular contaba con un nico material disponible de forma inmediata: el suelo

arcilloso de color ocre bajo sus propios pies (Garca Mercadal, 1930), que se emplea-ba en crudo, con el nico aporte energtico de la radiacin solar incidente durante elproceso de secado.

Esta limitacin material, que aparentemente determina un empobrecimiento formaly una merma de las posibilidades constructivas, por el contrario, gracias al ingenio ya la habilidad de los artesanos locales, se convierte en el principal atractivo de suarquitectura popular. La generalizacin de una serie de sistemas constructivos basa-dos en el empleo del barro crudo, es decir, sin coccin en horno, caracteriza en granmedida todo el patrimonio construido y le proporciona esa homogeneidad que a ojosdel observador contemporneolo hace tan atractivo, por su perfecta integracin en

el entorno, desde el punto de vista visual y energtico.

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Figura 2. Vista de los tejados de Cuenca de Campos.


En efecto, como consecuencia de la dificultad de levantar estructuras ligeras, porfalta de un material propicio, se recurre a la construccin mediante muros de cargaque asumen la labor portante gracias a su gran espesor, que suele ser de entre 45 y60cm. La masividad de los muros de tapial o adobe viene adems impuesta por la

fragilidad del propio material, muy sensible a los agentes meteorolgicos como elviento y la lluvia. Pero esta aparente desventaja estructural no es tal, en trminosglobales, ya que se ve compensada durante la vida til del edificio por las propiedades

bioclimticas de los muros, en concreto su gran aislamiento e inercia trmica.El aislamiento trmico, conseguido gracias al espesor de los muros y reforzado en

el caso del adobe por la mezcla de barro y briznas de paja, creando pequeas cma-ras de aire, permite limitar prdidas trmicas en la estacin fra y reducir as elconsumo energtico de la vivienda. A esto tambin contribuye la introduccin de uneficiente sistema de calefaccin, de probable origen romano (Torres Balbs, L.,1934), como es la gloria castellana. Est formado por una serie de conductos bajo el

suelo cermico, que permiten el flujo de aire caliente proveniente de la hoguera,abastecida por los restos de rastrojo, recurso renovable y fcilmente disponible gra-cias a la gran extensin de cultivos de cereales en la comarca. De esta manera, seconsigue el acondicionamiento interior sin producirse la quema de combustiblesfsiles y el balance global de emisiones se considera nulo, teniendo en cuenta que lacombustin de biomasa devuelve a la atmsfera el CO2 absorbido previamente por elorganismo vegetal durante la fotosntesis.

Adems de lo anterior, no hay que olvidar la inercia trmica, propiedad clave paraconseguir el confort ambiental interior en un clima extremo como el de Tierra deCampos, con grandes oscilaciones de temperatura entre el da y la noche, sobre todo

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en la poca calurosa. Los gruesos muros de fachada absorben progresivamente laradiacin solar que incide sobre ellos durante el da, cedindola posteriormente porambas caras con un cierto desfase temporal. Esto sucede cuando las temperaturas

externas son significativamente ms bajas, permitiendo evitar la acumulacin de caloren el interior de la vivienda (Esteban Siz, J.L., 1986).Por ltimo, destacar el carcter utilitario de la arquitectura popular, que permite su

transformacin progresiva para adecuarse a las necesidades de sus habitantes, enforma de crecimiento a travs de unidades suplementarias o bien mediante la reutili-zacin de sus elementos constructivos para subsiguientes obras. De esta forma, se

prolonga casi indefinidamente la vida til de los edificios y se evita en gran medida laproduccin de residuos de la construccin.

4. LA DIMENSIN ECONMICA

Los aspectos ambientales y econmicos de la arquitectura popular estn ntima-mente relacionadas, teniendo en cuenta que los recursos ecolgicos suponan la

principal fuente de riqueza de las sociedades agrarias pre-industriales. Se trata deeconomas autosuficientes, debido a su aislamiento del exterior, y la localizacingeogrfica es un factor determinante en su desarrollo. En el caso de Tierra de Campossu alejamiento de los centros regionales polticos y comerciales, adems de la durezade su medio fsico, que causaba unas precarias condiciones de vida, marcan profun-damente el carcter del territorio. Esto se traduce, a nivel arquitectnico, en unacarencia de recursos, tanto naturales como humanos, que explica la importancia del

concepto de eficiencia, entendida como la mxima optimizacin de los medios pro-ductivos a fin de satisfacer las necesidades existentes.Si a la hora de estudiar la viabilidad econmica de un edificio contemporneo,

como consecuencia de la separacin modernade envolvente y estructura7, se cuantifi-can de forma diferenciada dos variables energa y materia8en el caso de la arqui-tectura popular no es posible disociarlas con nitidez. A nivel energtico, como se havisto anteriormente, la estrategia principal consiste en aprovechar al mximo lasfuentes locales, sobre todo aquellas de tipo renovable, como el sol y el viento, redu-ciendo la dependencia de recursos exgenos, ms costosos debido a su lejana ydificultad de extraccin. A nivel material se busca economizar el proceso constructivo

a travs de la simplificacin tecnolgica y la reduccin de componentes, a la vez queesto permite su ejecucin por parte de trabajadores no cualificados, generalmente elpropio usuario final, aspecto que abarata el coste final de la obra.

Por lo tanto, se desarrolla un nico sistema constructivo y estructural, que resuelveconjuntamente todas las demandas de habitabilidad, desde la creacin de espacios

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7Uno de Los cinco puntos de una nueva arquitectura, presentados por Le Corbusier en 1926, es lafachada libre, lograda a travs del retroceso de los pilares respecto del cerramiento exterior.

8Como demuestra la habitual divisin tcnica entre el clculo de instalaciones y de estructuras, realiza-da incluso por diferentes equipos de especialistas en ingeniera.

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bien dimensionados y tiles, hasta el logro de un adecuado confort higrotrmico, a uncoste energtico razonable. El instrumento que permite alcanzar este doble objetivo esel sistema de muros de carga, ejemplo de eficiencia en cuanto que resuelve con unsolo elemento todos problemas bsicos de la edificacin, como la resistencia portante,la impermeabilizacin interior o el aislamiento trmico. En Tierra de Campos coexis-ten dos sistemas murarios que comparten la misma materia prima, el barro, pero que,sin embargo, responden a distintas lgicas constructivas.

En primer lugar tendramos el tapial, que supone una versin econmica y simpli-ficada del sistema de muros ejecutados in situ por los romanos, denominado opuscaementicium

9. La variante popular prescinde de los acabados exteriores nobles, conel propsito de economizar, empleando un encofrado desmontable de tablones demadera, que se hace avanzar vertical- y lateralmente hasta completar el muro. Amedida que se levanta la tapia mediante mdulos de una altura de entre 80 y 90 cm,se compactan las sucesivas tongadas con un pisn, produciendo la suficiente cohesinentre las partculas de arcilla para que el muro resista las cargas (Alonso Ponga, J. L.,1986).

Figura 3. Muros de tapial y adobe, en Aguilar de Campos.


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9 Muro ejecutado in situ compuesto por dos hojas paralelas de fbrica de piedra o ladrillo, que serellenaban mediante piedras ligeras y cascotes, conglomeradas por una argamasa de cal y arena.

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Como su propio nombre indica, se emplea este sistema para la construccin de to-do tipo de tapias para corrales y patios, adems de los muros ms gruesos de lasedificaciones, que corresponden a las plantas inferiores. El criterio de eficiencia

estructural llevara a optimizar el grosor de los muros dimensionndolos segn lascargas verticales que deban soportar y, en consecuencia, los muros superiores, menossolicitados, deberan ser ms esbeltos. Pero este menor espesor de tapial implica unadesventaja energtica la prdida de capacidad aislante, que unida a su gran peso

propio, que dificulta su puesta en obra a varios metros de altura, y aconseja la intro-duccin de una nueva tcnica constructiva. Se trata del adobe, que ana ligereza yaislamiento trmico, y constituye un sistema econmico, que permite aligerar losmuros superiores.

El adobe obedece, pues, a otra lgica constructiva, y tiene una estrecha relacincon el ladrillo, hasta el punto de que se podra considerar su precedente histrico, en

pocas donde la escasez energtica era la norma. Ambas tcnicas responden a unavoluntad de prefabricacin para conseguir un elemento ms manejable y ligero quepermita una rpida y cmoda puesta en obra. La principal diferencia entre el adobe yel ladrillo, como se apuntado anteriormente, es la ausencia de coccin del primero,que propicia otra diferencia crucial, como es el aadido de un material fibroso comola paja trillada, que frena su tendencia a resquebrajarse por retraccin y le aportamayor resistencia mecnica a flexin, compensando su menor cohesin interior. Estacaracterstica constructiva es tambin clave en mejorar el comportamiento trmico delmaterial, ya que las briznas de paja funcionan a modo de pequeas "cmaras de aire",que tienen una gran capacidad aislante.

Existen diferentes tamaos de adobe, en funcin de su posterior finalidad cons-tructiva, ya sea la ejecucin de muros de fachada o tabiques interiores, ms esbeltosque los anteriores. La mezcla de arcilla, limo y arena es la que rene mejores propie-dades para el adobe y tras ser humedecida y mezclada con la paja se introduce en elmolde o adobera que le da forma de prisma antes de su compactacin. La retiradadel molde es necesaria para la aireacin por los cuatro lados y el secado lento al sol,que le termina de dotar de sus propiedades finales (Rohmer, E., 1985). La ejecucinde los muros se produce mediante la colocacin de hiladas horizontales donde laadherencia entre las piezas se consigue mediante el uso de barro. Finalmente, seterminan los muros con un revoque que sella las juntas entre los adobes, para evitar

filtraciones, que podran comprometer su durabilidad.La variante ms singular de revestimiento en la comarca es el trullado, que otor-ga a sus edificios de un acabado exterior caracterstico, debido a la particular texturaconseguida por la mezcla de barro y briznas de paja, que evita el cuarteamiento delacabado por la accin del sol o la lluvia. Este acabado aparece aplicado tanto enmuros de tapial como de adobe, hacindolos difcilmente distinguibles a simple vistay consiguiendo una apariencia exterior altamente homognea. La fragilidad del barrofrente al agua hace necesario su cuidado peridico y la reposicin de los revocos cada

pocos aos, siendo ste uno de los principales problemas de su mantenimiento, intro-duciendo adems un coste aadido.

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5. LA DIMENSIN CULTURAL

A la hora de valorar la sostenibilidad de un proyecto urbano o edificatorio no sehan tenido suficientemente en cuenta, hasta el momento, los aspectos culturales. Sinembargo, en el actual contexto de globalizacin econmica que impulsa rpidamentelas tendencias artsticas y tecnolgicas a travs de las fronteras geogrficas, se hacenecesario reflexionar sobre la idoneidad de implantar, de forma indiscriminada,modelos arquitectnicos pretendidamente universales dentro de un contexto local. Laconstatacin de los fuertes impactos negativos, que se han producido en el entornoconstruido, como la prdida de identidad espacial (Aug, M., 1993) o la degradacindel paisaje tradicional (Muoz, F., 2008), contrasta con una visin de la arquitectura

popular como materializacin de unos determinados valores culturales, sociales yambientales, que caracterizan a una comunidad. Desde el punto de vista culturalexisten dos posibles aproximaciones a la misma: por una parte, el estudio de lasedificaciones como fenmenos aislados y, por otra, el anlisis de sus interaccionescon el medio natural, formando conjuntamente el paisaje cultural.

La unidad arquitectnica y paisajstica lograda por las construcciones populares deTierra Campos, independientemente de su funcin, tamao o morfologa, se debe a laabsoluta predominancia del barro como material de construccin. Se trata de unosconjuntos edificados altamente homogneos, que se integran perfectamente en elentorno, gracias a la coincidencia cromtica y de texturas. Esto contribuye, junto conotros elementos ajenos a la arquitectura, como la gastronoma o el folclore, a crearuna identidad cultural propia y diferenciada del exterior, que refuerza el sentido de

pertenencia al colectivo de sus habitantes (Sotelo, J. A., 1992), a la vez que muestrala manera en que desea gestionar su relacin existencial con las particularidades dellugar (Almeida, C. ; Mora, J. y Dos Reis, F., 2010).

Figura 4. Alzado del ncleo de poblacin de Barcial de la Loma.


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Esta simbiosis entre arquitectura y paisaje se explica a travs de varios factores,destacando entre ellos el origen dual de la edificacin popular, como elemento resi-

dencial y unidad mnima de produccin, que favorece una implantacin "orgnica" enel medio. En efecto, su propia morfologa y la forma de agrupacin de sus elementos(vivienda, patios, construcciones auxiliares, etc.), ignoran las reglas compositivas dela arquitectura clsica10, no encontrndose generalmente ejes de simetra o repeticio-nes seriadas de elementos, como en el caso de los rdenes arquitectnicos greco-romanos. Se generan, de esta forma, conjuntos de apariencia desordenada y espont-nea que se adaptan a las lgicas estructurales y perceptivas existentes en la naturaleza,logrando una perfecta integracin en el paisaje, como transmiten de forma expresivalos profesores Padilla y Del Arco: ...la casa se mimetiza a menudo en el entorno enque se inscribe, se une al paisaje, adoptando las formas naturales que la rodean; casas

altas, puntiagudas, en las montaas; bajas y como aplastadas en las llanuras y msadelante Esa sensacin ntima de edificio vivo, activo y personal es la que nos pro-voca la idea de coherencia, de armona, en la observacin del paisaje popular tradi-cional, o de la buena arquitectura rural, donde el hombre y la naturaleza son interacti-vos (Del Arco, E. y Padilla, C., 1990).

Adems de lo anterior, es necesario referirse a la importancia de los conocimientostransmitidos de forma oral a travs del tiempo (tcnicas constructivas y estrategias

proyectuales), que de generacin en generacin sirvieron para perfeccionar las cons-trucciones populares, descartando las opciones que resultaban poco funcionales yantieconmicas. Este proceso, anlogo al concepto de seleccin natural11de los seres

vivos en la teora de la evolucin, desemboca en la aparicin de unos modelos recu-rrentes, que se sintetizan, a efectos prcticos, a travs del concepto de tipo edificato-rio(Sinz Guerra, J. L. y otros, 2012).

El tipo ms comn en Tierra de Campos es la casa de labranza, que se compone dedos zonas espaciales diferenciadas, de acuerdo con su funcin predominantementeresidencial o agrcola. La vivienda, que se sita en el frente edificado hacia la calle, esde pequeo tamao entre 120 y 250m2y no supera las dos plantas de altura, culmi-nadas por una cubierta inclinada con dos vertientes. La planta baja alberga los espa-cios comunes como el zagun, la cocina, la sala con gloria y, por lo general, lasalcobas. En el caso de viviendas de mayor entidad estas alcobas pasan a la planta

primera, mientras que el espacio de bajocubierta aloja el granero.

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10En el sentido de la tradicin arquitectnica clsica, transmitida a travs de los tratados que difundenel estilo griego y romano, sobre todo a partir del Renacimiento.

11 Es el proceso a travs del cual, los organismos mejor adaptados desplazan a los menos adaptadosmediante la acumulacin lenta de cambios genticos favorables en la poblacin a lo largo de las genera-ciones.

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Figura 5. Plantas de casa de labranza en Aguilar de Campos.

Fuente: Moya, L. y Otros (1986).

Este conjunto edificado se completa con un "corral" o espacio abierto trasero, al-rededor del cual se organizan todas las construcciones auxiliares, como las cuadras,los casetos (cochiqueras), los pajares y las lastras. En este espacio se encuentra tam-

bin la cocina de matanza o de verano, con el horno incorporado y adosado a laedificacin12. Se accede al corral tanto desde la propia vivienda como desde la calle, atravs de unos grandes portones de madera.

Frente a los edificios residenciales, citados anteriormente, existen tambin otrostipos arquitectnicos de gran inters cultural, testigos de una forma de vida rural, hoy

en da prcticamente desaparecida. Se trata de las singulares construcciones agrariasde Tierra de Campos, como palomares, bodegas y chozos de pastor, que se originaron

para satisfacer las necesidades productivas de sus habitantes.

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12Para lograr un aprovechamiento trmico interior del mismo, adems de economizar su construccin,compartiendo materiales con la vivienda.

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Si bien la historia del palomar proviene probablemente de la tradicin romana delcuidado y explotacin de las palomas, no es hasta finales del s.XVIII cuando sedesarrolla una verdadera cultura del mismo, como complemento a las labores propias

del campo. Las condiciones ecolgicas del territorio, como la deforestacin, quereduca la presencia de caza mayor, o la ausencia de pastos, que limitaba la ganadera,provocaban cierta escasez de protenas en la dieta campesina. Aparece entonces elrecurso de los pichones, que pasa a ser un alimento muy preciado por su alto valorgastronmico. El palomar es adems de utilidad para la agricultura gracias al estircolque en l se poda recoger y que serva como abono para los campos. Por estos moti-vos se difunde el palomar por toda Tierra de Campos, como una edificacin indispen-sable por su valor econmico y social, y llega a constituirse en el smbolo construidodel territorio, gracias a su singularidad plstica, que contrasta con el anonimato y laausteridad del resto de la arquitectura popular.

Los palomares se encuentran distribuidos por toda la comarca, ya sea de forma ais-lada o formando conjuntos, y en ocasiones se ven cercados por una tapia, que delimitaun pequeo recinto. Generalmente, no aparecen demasiado alejados de los ncleos de

poblacin por motivos de conveniencia y para poder ejercer cierto control sobre suacceso. Los tipos ms habituales son los redondos y cuadrados, aunque en ocasionesse encuentran tambin palomares rectangulares, poligonales o mixtos. Dependiendode su tamao pueden incluir un patio interior y otra caracterstica singular es, enalgunos casos, el escalonamiento progresivo de los tejados, formando una estructura

piramidal. Resulta sorprendente la variedad de tipos de palomar, existiendo variashiptesis que explican su exuberancia formal. Una de las ms plausibles es la volun-

tad de originalidad y diferenciacin de sus propietarios, teniendo en cuenta que laposesin de uno o ms palomares era un smbolo de opulencia que otorgaba ciertoprestigio dentro de las cerradas comunidades rurales (Roldn Morales, F. P., 1983).

Figura 6. Palomar en Villavicencio de los Caballeros.


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Otro importante ejemplo de arquitectura popular son las cuevas o bodegas, cons-trucciones enterradas para la elaboracin y el almacenaje del vino, gracias a la facili-dad para excavar el terreno arcilloso. Gracias al excepcional aislamiento trmico que

proporciona el abrigo del terreno, se crea un micro-clima ideal en su interior contemperaturas relativamente constantes a lo largo del ao, en torno a los 15, y que

permiten la ptima elaboracin y conservacin del vino. Estas bodegas rupestres sonespacios excavados en pequeas lomas o promontorios cercanos a los pueblos, apro-vechando el desnivel y formando complejos con estrechas galeras subterrneas, queconectan a su vez espacios ms amplios.

Las bodegas, junto con el resto de construcciones agrarias auxiliares como las ca-setas, los chozos y los colmenares, hoy en da abandonados, forman un patrimonio degran valor que puebla los alrededores de los ncleos de poblacin y los campos. Suvalor etnogrfico y antropolgico, adems de su variedad formal, en ocasiones lle-gando a generar formas orgnicas e inesperadas, aportan un contrapunto esttico queenriquece el paisaje de la comarca.

Figura 7. Bodegas en Herrn de Campos.


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6. LA DIMENSIN SOCIAL

Los conjuntos de arquitectura popular, que forman el tejido edificatorio de los

ncleos de poblacin de Tierra de Campos, tienen la doble funcin de permitir eldesarrollo de las actividades individuales, a la vez que crean un marco espacial para lavida colectiva. Estos aspectos sociales se ponen de manifiesto al repasar la historia dela comarca, que dio lugar a su hbitat caracterstico.

Figura 8. Plano de ncleo de poblacin e inmediaciones, en Becilla de Valderaduey.

Fuente: Elaboracin propia, a partir de la cartografa digital de la Direccin General del Catastro.

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Los primeros pobladores de la regin, segn las fuentes arqueolgicas, fueron losvacceos, pueblo cltico prerromnico que practicaba una agricultura de tipo colecti-vista. La explotacin comn del terrazgo, mediante la roturacin colectiva o dirigida,genera el sistema conocido comoopenfields o campos abiertos13,que, segn el ge-grafo Andr Meynier, favorece la agrupacin de la poblacin en ncleos compactos yseparados entre s. Este hbitat concentrado es un modelo que se traslada hasta nues-tros das, ya que permite el mximo aprovechamiento productivo del territorio y se vefavorecido por la uniformidad de las condiciones geogrficas y ecolgicas de lacomarca. Las condiciones tpicas del poblamiento son la existencia de un terrazgo conuna superficie aproximada de 25 a 30 km2por cada ncleo, que se sita de formacentral respecto del mismo, y una distancia media entre pueblos vecinos de unos 5 a10 km (Benito Martn, F., 1998).

Posteriormente, las circunstancias histricas medievales y, en particular, el proce-so de repoblacin del territorio al norte del ro Duero, asociado a la Reconquista,determinan en gran medida las condiciones urbanas de los asentamientos de Tierra deCampos y, an hoy, son claramente perceptibles (Benito Martn, F., 2000). La rpidadesintegracin del sistema territorial romano-visigtico, despus de la invasin rabeque tiene lugar en el s. VIII, provoca la despoblacin de la regin y su posteriorconversin en un rea fronteriza altamente inestable. La estructura del territorio no sevuelve a consolidar hasta la Alta Edad Media cuando los reinos cristianos aprovechanla oportunidad de afianzar su dominio militar a travs de la repoblacin definitiva delterritorio. Si bien en un primer momento histrico, durante los siglos IX y X, se

produce un modelo de asentamiento que genera una malla relativamente istropa depequeas unidades de explotacin agrcola, de similar tamao e importancia dentro dela trama espacial, este sistema se jerarquiza progresivamente, hasta que en el siglo XIItoma forma la estructura actual, donde cada ncleo asume un papel definido.

El nuevo sistema social y econmico que se instaur durante la Reconquista gene-raba otras necesidades, que se materializaron a travs de una distinta organizacin ymorfologa de los ncleos, ajena a las preexistencias romanas y visigticas. En el casode Tierra de Campos se puede observar un tipo predominante, altamente compacto yde forma irregular, denominado como rion o alubia. Esta forma orgnica sedesarrolla debido a una serie de factores, principalmente, la agrupacin densa de

viviendas tradicionales debido a la antigua presencia de murallas o cercas defensivasen la mayora de los asentamientos, al tratarse de una zona en conflicto por su condi-cin fronteriza. La forma ideal de crculo, formada por anillos concntricos alrededorde la iglesia o el castillo, no aparece casi nunca debido a otros factores secundarios,que deforman la trama. En primer lugar, est la topografa, que obliga a una adapta-cin del tejido a los cerros o a las laderas. En segundo lugar, la presencia de un ele-

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13 En oposicin a los campos cercados con rboles, setos o muros, tpicos de la Europa atlntica. Elejemplo prototpico sera el bocagepresente en las regiones francesas de Normanda y Bretaa.

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mento lineal como un ro o un camino puede crear un vector de crecimiento a su pasoestirando el asentamiento y provocando una forma irregular. Tambin existencondicionantes de tipo productivo, como la organizacin del terrazgo o los recursos

ecolgicos que se desean explotar, como, por ejemplo, aguas subterrneas para elriego o suelos excepcionalmente frtiles en las vegas de los ros.Dentro de esta morfologa predominante suele aparecer una "almendra" central,

compuesta de pequeas manzanas edificadas donde prima la funcin residencialyrodeada por una serie de vas circulares. A continuacin, se encuentra un segundo tipode tejido, ms disgregado y poroso debido a su carcter agrcola, donde coexiste lavivienda con los pajares y los otros espacios auxiliares. Los caminos de ronda queseparan estas manzanas del campo, siguiendo el trazado de las antiguas murallas,definen ntidamente los lmites del pueblo (Moya, L. y otros, 1983).

Figura 9. Vista area del ncleo de poblacin de Herrn de Campos.

Fuente: Ricardo Melgar.

Los rasgos representativos de los trazados urbanos de la comarca aparecen enncleos como Becilla de Valderaduey, Herrn de Campos y Villavicencio de losCaballeros. Su superficie total oscila entre las 6 y las 15 Ha y cuentan con callesanchas, largas y rectas o levemente curvadas, que forman entre 10 y 20 manzanas

(Benito Martn, F., 1998). Dentro de la estructura viaria destacan los soportales sobre

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pies derechos de madera, formados en ocasiones debajo de las viviendas situadas enlas calles ms representativas. Estos espacios semi-abiertos facilitaban la convivenciay el trnsito cuando la lluvia transformaba el suelo sin pavimentar en un barrizal,

permitiendo el desarrollo de las actividades comerciales. Uno de los espacios urbanosms caractersticos formados por la arquitectura popular de la comarca es el soportalde la Plaza Mayor de Cuenca de Campos, singular por su tosquedad y autenticidad.

Figura 10. Viviendas sobre soportales en Cuenca de Campos.


La vida colectiva es tambin posible gracias a la existencia de numerosos espacios

pblicos abiertos, como plazas y plazoletas. Son generalmente amplias y bien confi-guradas, pero su forma suele ser irregular y se ubican en el centro del pueblo, norespondiendo a una pauta concreta sino adaptndose a situaciones diversas. Los hitosurbanos, generalmente edificios representativos, como iglesias, conventos o fortifica-ciones, o bien construcciones funcionales como silos o depsitos de agua, modificanla forma urbana, introduciendo irregularidades dentro de los conjuntos de arquitectura

popular, que generan espacios caractersticos a su alrededor. Se encuentran tambinnumerosos espacios abiertos en el permetro de los ncleos, junto a las antiguas

puertas de las murallas, sirviendo para oxigenar la trama urbana y permitir la visindel paisaje desde el interior de los pueblos.

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7. CONCLUSIONES

Los antecedentes al concepto de la sostenibilidad, en el campo de la arquitectura,

se encuentran en la construccin bioclimtica o ecolgica, definida como el conjuntode estrategias de diseo que persiguen la adaptacin inteligente del edificio al climalocal, minimizando el impacto ambiental producido. El bioclimatismo est inspirado

principalmente en la experiencia de la arquitectura popular, emulando ciertos aspectosde la misma en las nuevas edificaciones, como la correcta orientacin solar o elaprovechamiento de las corrientes de aire para refrescar el ambiente interior.

El xito de esta tendencia arquitectnica, unido al indudable prestigio social queva asociado al movimiento ecologista, provoc que se concentraran los esfuerzos enla mejora de los aspectos medioambientales de las edificaciones, descuidando porcompleto las otras tres dimensiones de la sostenibilidad. La arquitectura popular

aparece en este contexto como un ejemplo de gran inters, ya que representa una ideade construccin que se adapta no solamente al medio fsico, sino tambin a laorganizacin social del ser humano, creando una identidad cultural distintiva y, todoello, utilizando racionalmente los recursos disponibles.

El caso de Tierra de Campos, caracterizado por una integracin plena, a todos losniveles, entre arquitectura y entorno, proporciona ciertas claves para avanzar en la

bsqueda de un concepto de edificacin que favorezca la proximidad de sushabitantes con la naturaleza y que permita la convivencia de los grupos humanos.

Del ejemplo concreto estudiado, se pueden destacar los siguientes aspectos,econmica- y medioambientalmente beneficiosos:

un menor volumen de extraccin de materiales del entorno ahorro en gastos de transporte y de transformacin de los productos reduccin del consumo energtico durante el uso de la vivienda adecuada gestin de los recursos hdricos rapidez y economa de medios en la ejecucin de obra flexibilidad funcional y posibilidad de reutilizacin de los espacios

En los niveles cultural y social se aprecian las siguientes ventajas:

unidad visual con el medio fsico creacin de una identidad propia de la comunidad adaptacin a la forma de vida de sus habitantes refuerzo de la cohesin social

Todo lo anterior permite concluir que el estudio de las construcciones populares esuna de las principales vas para completar la base terica de la sostenibilidad enarquitectura, conjuntamente con la investigacin tecnolgica enfocada hacia laintegracin de las energas renovables en los edificios o la mejora de las propiedadesecolgicas de los materiales de construccin, como su capacidad de aislamientotrmico o su mayor durabilidad.

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