27 (de boletos)

Upload: bryam-landa

Post on 07-Jul-2018

225 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/18/2019 27 (de Boletos)

    1/1

      7

    No hago problemas si mi esposa me trae una sopa fría o si caigo en la cuenta

    de que me engaña con un bombero; no levanto la voz si la encuentro

    sustrayendo de los cajones mis pomitos de insulina, si la descubro colocando

    en mi café una considerable cantidad de ácido clorhídrico; no inicio unadiscusión si de pronto decide hacer una fogata casera con las fotografías de

    nuestro matrimonio o con mi dientes postizos: lo que sí no puedo aceptar bajo

    ningún punto de vista es que no nos pongamos de acuerdo sobre el nombre de

    nuestro rollizo primogénito.

    Cuando se toca ese tema las ollas se convierten en naves espaciales y la vajilla

    en víctima sonora de la necedad. Yo afirmo, mientras pretendo sacarle la nariz

    como una estaca, que el nombre apropiado es “Gerundio”, pues este sugiere lacontinuidad de una tradición milenaria (en ese sentido todos nos deberíamos

    llamar “Gerundio”); ella, clavándose las uñas y unos insultos que no sería

    conveniente repetir, vocifera que el indicado es “Cabeza de Zapallo”, porque,

    efectivamente, tiene la cabeza de la misma forma que un zapallo, y es natural

    que las palabras estén en estrecha relación con la apariencia de las cosas.

    Las discusiones no terminan hasta que nos vence el sueño o el aburrimiento,

    pero lo cierto es que nunca sacamos nada en claro, pues los dos insistimos enmantener los brazos erectos como palos de escoba. Ese es el motivo por el cual

    no hemos inscrito a nuestro hijo en el Registro Civil, pese a que tiene veinte

    años y un amor extremo hacia los empleados públicos. Yo, naturalmente, lo

    llamo “Gerundio”, y he obligado a mi secretaria y al subgerente que lo llamen

    así. Mi esposa, como es obvio, le dice “Cabeza de Zapallo”, y para congraciarse

    con ella, la vendedora de verduras lo llama de la misma manera. Sus amigos se

    refieren a él de acuerdo a su estado de ánimo: pueden decirle “Caracol”,“Carpeta”, “Mar”, “Reloj”, “Tormenta”, “Insecticida”, “Agua de Colonia”,

    etc.

    Gerundio lee en el parque, feliz de poseer todos los nombres de la tierra.

    Boletos, Lorenzo Helguero