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  • Rev Med Int Sindr Down. 2014;18(1):3-8

    1138-2074/$ - see front matter 2014 Fundaci Catalana Sndrome de Down. Publicado por Elsevier Espaa, S.L. Todos los derechos reservados.

    www.fcsd.org

    REVISTA MDICA INTERNACIONAL SOBRE EL SNDROME DE DOWN

    www.elsevier.es/sd

    REVISIN

    Sndrome de Down y epilepsia

    A. Ulate-Camposa, A. Nascimentoa,b,* y C. Ortezb

    aServicio de Neurologa Peditrica, Hospital Universitari Sant Joan de Du, Esplugues de Llobregat, Barcelona, EspaabCentro Mdico Down, Fundaci Catalana Sndrome de Down, Barcelona, Espaa

    Recibido el 24 de enero de 2014; aceptado el 22 de febrero de 2014

    PALABRAS CLAVEEpilepsia; Convulsiones; Sndrome de Down; Espasmos infantiles; Epilepsia mioclnica

    de inicio tardo

    ResumenEl sndrome de Down (SD) es la primera causa gentica de retraso mental: afecta aproxi-madamente a uno de cada 660 nacimientos. Se asocia con numerosas complicaciones neurolgicas, como la demencia de inicio precoz (similar a la enfermedad de Alzheimer), la enfermedad de moyamoya, la laxitud de ligamentos espinales y la epilepsia. La preva-lencia de epilepsia en individuos con SD es mayor que en la poblacin en general, con tasas que varan entre el 1% y el 13% y una media del 5,5%. La mayor propensin de estos pacientes a desarrollar epilepsia est relacionada con anomalas estructurales y molecu-lares del cerebro y con complicaciones secundarias. Tambin se sabe que poseen menos FpOXODVTXHFRQWLHQHQJUiQXORVGHiFLGRDPLQREXWtULFR\XQDFRQFHQWUDFLyQPD\RUGHglutamato que favorece un estado hiperexcitatorio. El sndrome de West, con espasmos infantiles (EI), es el sndrome epilptico ms comn en los nios con SD. Hay muchas anomalas en el electroencefalograma (EEG) asociadas FRQHO6'SHURVLQTXHVHKD\DHVWDEOHFLGRQLQJ~QSDWUyQHVSHFtFR(OHVTXHPDWHUD-putico de eleccin para los EI suele incluir hormona adrenocorticotropa, valproato y YLJDEDWULQDSHURQRVHKDGHPRVWUDGRTXHH[LVWDXQDGLIHUHQFLDVLJQLFDWLYDHQWUHORVGLVWLQWRVHVTXHPDVWHUDSpXWLFRV'LYHUVRVHVWXGLRVSRQHQGHPDQLHVWRTXHODSREODFLyQinfantil con SD tiene un mejor control de la epilepsia cuando se compara con la de nios con EI asociados a otras causas. En adultos con SD se han descrito convulsiones focales, FULVLVUHHMDV\HSLOHSVLDPLRFOyQLFDGHLQLFLRWDUGtRDVRFLDGDFRQGHPHQFLD(QHVWHDU-tculo se presenta una revisin de la epilepsia en el SD.

    *Autor para correspondencia.Correo electrnico: [email protected] (A. Nascimento).

  • 4 A. Ulate-Campos et al

    Introduccin

    El sndrome de Down (SD) es la causa gentica ms frecuen-te de retraso mental: afecta aproximadamente a uno de cada 660 nacimientos1,2. Se asocia con muchas complicacio-nes neurolgicas, como la demencia de inicio precoz (simi-lar a la enfermedad de Alzheimer), la enfermedad de moya-moya, los infartos, la laxitud de ligamentos espinales y la epilepsia3. Gaete et al. hallaron una prevalencia de proble-mas neurolgicos de un 38,7% en 253 nios con SD; los ms frecuentes fueron los trastornos oculomotores y la epilep-sia2,3. A pesar de que la epilepsia no estaba incluida en la descripcin original de John Langdon Down, se ha demos-trado que su prevalencia en el SD es mayor que en la pobla-cin en general, pero ms baja que en pacientes con retra-so mental por otras causas4,5. En este artculo se presenta una revisin de la bibliografa, incluyendo epidemiologa, VLRSDWRORJtD\DVSHFWRVFOtQLFRV\WHUDSpXWLFRVGHODHSL-lepsia en el SD.

    Epidemiologa

    Los cuidados mdicos en el SD desde 1940 hasta la actuali-dad han favorecido el aumento de la esperanza de vida, con una media de 57,8 aos para las mujeres y 61,1 aos para los hombres, lo que ha obligado a estudiar mejor algu-nas patologas que pueden aparecer en la edad adulta, como la epilepsia6. El inicio de la epilepsia en el SD es de-pendiente de la edad y sigue una distribucin trifsica, con un primer pico en la infancia, otro en la adultez temprana y el ltimo en pacientes mayores de 50-55 aos1,7. Se esti-ma que la epilepsia ocurre en un 40% de los casos en el primer ao de vida y en un 40% en la tercera dcada3. Las

    tasas de epilepsia en el SD oscilan entre el 1% y el 13%, con una media del 5,5%. Se sabe que la prevalencia de la epi-lepsia aumenta con la edad: alcanza un 46% en personas mayores de 50 aos8-10. En diversos estudios se ha observa-do que la incidencia vara en funcin del sexo: los nios que presentaban crisis tuvieron una edad de inicio ms temprana que las nias, independientemente del tipo de convulsiones, y esto podra deberse al predominio de es-pasmos infantiles (EI) en nios, en quienes la edad de inicio fue menor de un ao5,11.

    Fisiopatologa

    Los mecanismos que subyacen en una mayor propensin al desarrollo de epilepsia en individuos con SD no se conocen en su totalidad, pero se cree que es debido a anomalas estructurales y moleculares del cerebro, as como a compli-caciones secundarias3,5.

    Entre las anomalas estructurales del cerebro en el SD se mencionan la disminucin en la densidad neuronal y, en es-pecial, en el nmero de neuronas inhibitorias, la laminacin anormal de la corteza y la persistencia de la morfologa fetal de las dendritas9,11,12. El volumen del hipocampo y del cerebelo es menor en nios con SD, y los estudios con reso-nancia magntica han revelado que el cuerpo calloso en esta poblacin tiene formas distintivas que concuerdan con la braquicefalia caracterstica del SD13.

    Se sabe que los nios con SD tienen la permeabilidad al potasio alterada a nivel neuronal, lo que genera un umbral disminuido para la generacin de potenciales de accin. Tambin se ha descrito en esta poblacin un perodo de hi-perpolarizacin ms corto despus del potencial de accin y una mayor duracin del potencial5,9,12. Se ha encontrado

    KEY WORDSEpilepsy; Seizures; Down syndrome; Infantile spasms; Late-onset myoclonic

    epilepsy

    Downs syndrome and epilepsy

    AbstractDown syndrome (DS) is the most common genetic cause of mental retardation affecting approximately one in 660 births. DS is associated with many neurological complications, including early-onset dementia that resembles Alzheimers disease, Moyamoya disease, strokes, spinal ligamentous laxity and epilepsy. The prevalence of epilepsy in individuals with DS is higher than in the general population, with rates ranging from 1 to 13%, with a media of 5.5%. The increased seizure susceptibility in DS has been attributed to inherent structural and molecular anomalies of the brain and to secondary complications. Among RWKHUIDFWVSDWLHQWVZLWK'6KDYHOHVVLQKLELWRU\DPLQREXWLULFDFLGFRQWDLQLQJJUDQXOHcells and an increased level of glutamate, which favours a hyperexcitable state. West syndrome, with infantile spasms, is the most common epilepsy syndrome in children with DS. There are many electroencephalographic (EEG) anomalies associated with DS but no VSHFLFSDWWHUQKDVEHHQHVWDEOLVKHG7KHSULPDU\GUXJFKRLFHVIRULQIDQWLOHVSDVPVDUHDGUHQRFRUWLFRWURSLFKRUPRQHYDOSURDWHDQGYLJDEDWULQHEXWQR VLJQLFDQWGLIIHUHQFHhas been demonstrated with different treatment options. Studies have shown that children with DS have better seizure control compared to other children with symptomatic infantile spasms. Other seizure types have been described in adult patients with DS LQFOXGLQJIRFDOFULVLVUHH[VHL]XUHVDQGODWHRQVHWP\RFORQLFHSLOHSV\DVVRFLDWHGZLWKdementia. This article provides an overview of epilepsy in DS.

  • Sndrome de Down y epilepsia 5

    un menor nmero de clulas que contienen grnulos de ci-GRDPLQREXWtULFR\XQDPD\RUFRQFHQWUDFLyQGHJOXWDPD-to que favorece un estado hiperexcitatorio y la gnesis de convulsiones3. Asimismo, la concentracin de anhidrasa car-bnica II, que potencialmente incrementa la susceptibili-dad a las convulsiones, est elevada14.(QHO6'H[LVWHXQDVREUHH[SUHVLyQGHODVHQ]LPDVFRGL-

    cadas en el cromosoma 21 extra, ya que se sabe que varias se transcriben activamente. El gen de la superxido dismu-tasa-1 se halla en el cromosoma 21 y se sobreexpresa aproximadamente en un 50%, con lo que disminuye la con-centracin de superxido y aumenta la de perxido de hi-drgeno9. La disminucin de la concentracin de superxido puede alterar la concentracin de peroxinitrito, xido ntri-co y xido ntrico sintasa o las enzimas involucradas en la KLGUR[LODFLyQDURPiWLFDPRGLFDQGRODVtQWHVLVGHQHXUR-transmisores5. Estas alteraciones estructurales, inicas y enzimticas provocadas por el defecto gentico primario ayudan a comprender el motivo por el cual los pacientes con SD tienen una mayor predisposicin a desarrollar epi-lepsia.

    En algunos casos, la epilepsia puede ser considerada una complicacin de las alteraciones cardiovasculares observa-das en nios con SD. Goldberg-Stern et al. hallaron una aso-ciacin entre las anomalas cardiovasculares y las convulsio-nes tanto parciales como generalizadas5. Dentro de la patologa cerebrovascular asociada al SD merece especial atencin el sndrome de moyamoya, un proceso vascular oclusivo crnico que produce la estenosis progresiva de la arteria cartida interna en su porcin supraclinoidea y prin-FLSDOHVUDPLFDFLRQHVGHOSROtJRQRGH:LOOLV&RPRFRQVH-cuencia de ello se produce una red de vascularizacin cola-teral anmala en la base del cerebro para compensar la falta de irrigacin a las zonas distales a la obstruccin. La forma de presentacin ms frecuente en los pacientes pe-ditricos con sndrome de moyamoya es el accidente cere-brovascular (ACV) isqumico, a diferencia de los adultos en quienes predominan los ACV hemorrgicos. Desde el punto GHYLVWDFOtQLFRHOGpFLWQHXUROyJLFRPRWRUXQLODWHUDOHVODpresentacin ms frecuente, y puede ser tanto en forma de hemiparesia como de hemiplejia alternante; adems de los sntomas motores, los pacientes pueden presentar sntomas sensitivos, movimientos involuntarios, cefalea, convulsio-nes y deterioro cognitivo15.

    En pacientes adultos con enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, las convulsiones son frecuentes y suelen asociarse a defectos genticos, tales como mutaciones en el gen de la presenilina 1, que induce la sobreexpresin del DPLORLGH

    En modelos animales se ha observado que la sobreexpre-sin de la protena precursora del amiloide produce dismi-nucin del umbral convulsivo, y se sabe que la trisoma 21 provoca un aumento en la produccin de esta protena, que DVXYH]FDXVDXQDXPHQWRGHDPLORLGH\VXEVHFXHQWH-mente, crisis convulsivas10.

    +DOOD]JRVFOtQLFRV\HOHFWURVLROyJLFRVEl sndrome de West es el sndrome epilptico ms frecuen-te en nios con SD1,11. Los EI son un tipo de epilepsia depen-

    diente de la edad que se presenta con mayor frecuencia en el primer ao de vida. En un estudio de Osborne et al., de una muestra de 207 nios con espasmos infantiles, un 2,4% WHQtD6'(QRWURVHVWXGLRVODIUHFXHQFLDQRWLFDGDGH(,HQSD oscila entre el 3% y el 5%8,16. Varios factores de riesgo se han asociado a los EI en el SD, como prematuridad, cardio-pata congnita, encefalopata hipxico-isqumica y ence-falopata asociada con la vacunacin1.

    Al comparar otras poblaciones con EI se observa un retra-so en el momento del diagnstico de las EI en los pacientes FRQ6'(VWRSRGUtDVHUGHELGRDODKLSRWRQtDTXHGLFXOWD ODYLVXDOL]DFLyQGHOSDWUyQH[RUH[WHQVRUWtSLFRGHORV(,Ra la presencia de convulsiones sutiles2,8. El patrn ms fre-cuente en el EEG de pacientes con SD y EI es la hipsarritmia FOiVLFD VHJXLGD SRU OD KLSVDUULWPLDPRGLFDGD11. Los nios con SD y EI sintomticos no suelen tener actividad paroxsti-ca interictal y las convulsiones por lo general se inician o se combinan con descargas focales1. En nuestra experiencia, los pacientes con EI y un EEG anormal pero sin hipsarritmia tienen persistencia de crisis y afectacin grave del desarro-llo psicomotor17 J/DSURJUHVLyQKDFLDHOVtQGURPHGHLennox Gastaut es menos frecuente que en otros grupos de sndrome de West3,8. Adems, se han descrito series de pa-cientes con SD que desarrollan sndrome de Lennox Gastaut tardo, caracterizado por una mayor frecuencia de crisis re-HMDV\PD\RUDIHFWDFLyQDQLYHOFRJQLWLYRJ

    En pacientes con SD se han descrito los principales tipos de crisis convulsivas5. Los pacientes mayores de 2 aos sue-len tener crisis parciales simples, parciales complejas o to-nicoclnicas.

    Goldberg-Stern et al. evaluaron a 17 nios con SD y ob-servaron que un 47% presentaba crisis parciales, un 32% EI y un 21% crisis tonicoclnicas generalizadas. Las crisis tonico-clnicas parecen tener una edad de inicio ms tarda5. Se han documentado otras crisis en el SD, tales como focales, mioclnicas y atnicas1,3. 6HKDHVWDEOHFLGRXQDHOHYDGDLQFLGHQFLDGHFULVLVUHH-

    jas en el SD de forma ms frecuente en la epilepsia sinto-mtica y mal controlada11/DVFULVLVUHHMDVVXHOHQVHUGHV-encadenadas por estmulos sensoriales y pueden ser tnicas, atnicas, ausencias atpicas, crisis mioclnicas y tonicocl-nico generalizadas1.

    La prevalencia de la epilepsia en el SD aumenta con la edad, y ahora que la esperanza de vida ha aumentado, el abordaje de esta comorbilidad se torna ms relevante. La epilepsia de inicio tardo en ausencia de demencia es poco frecuente. Los adultos con SD mayores de 45 aos con con-vulsiones tienen ms posibilidades de desarrollar signos de enfermedad de Alzheimer, y cerca de un 84% de los pacien-tes con DS y demencia desarrollaron convulsiones18. Una vez que las convulsiones ocurren en el curso de la demencia, el deterioro funcional es rpido hasta el punto de que no se pueden realizar evaluaciones cognitivas. El enlentecimien-to del ritmo occipital dominante en el EEG parece estar asociado con demencia en personas con SD10.

    La epilepsia mioclnica de inicio tardo en el SD se carac-teriza por un comienzo despus de la cuarta dcada de la vida, con presencia de mioclonas, convulsiones tonicocl-nicas generalizadas ocasionales y demencia progresiva7,10. En este grupo, el deterioro cognitivo puede ocurrir de 6 a 18 meses antes del inicio de las convulsiones19. El patrn

  • 6 A. Ulate-Campos et al

    descrito en el EEG es de actividad lenta con punta-onda difusa y polipunta-onda.

    Hay mltiples anomalas en el EEG de los individuos con 6'SHURQRVHKDLGHQWLFDGRQLQJ~QSDWUyQHVSHFtFR1. Los pacientes con SD tienen aumento de voltaje en todas las bandas del EEG, no necesariamente vinculado a la funcin cognitiva. Hay una disminucin en las respuestas a la esti-mulacin luminosa a 12 Hz. En otros estudios se ha observa-do un aumento del voltaje de las ondas theta y delta en nios durante el sueo9.

    Tratamiento de la epilepsia en el sndrome de Down

    El tratamiento farmacolgico de la epilepsia debe seguir las mismas pautas que las empleadas en la poblacin general. /DFODYHHVWiHQXQDDGHFXDGDFODVLFDFLyQGHODVFRQYXO-siones para decidir el frmaco ms apropiado, pero no exis-te uniformidad en el antiepilptico de eleccin y ste de-pender de la experiencia personal y de los protocolos utilizados en cada centro hospitalario.

    Figura 1 EEG de un paciente con sndrome de Down, de 8 meses de edad, con espasmos infantiles. A) Durante el sueo no se REVHUYDQORVJUDIRHOHPHQWRVVLROyJLFRV\KD\SDUR[LVPRVPXOWLIRFDOHVPX\IUHFXHQWHVHQIRUPDGHSXQWDVRQGDVGHHOHYDGRYRO-taje. B) Se observa un episodio electroclnico que consiste en la presencia de un complejo punta-onda de elevado voltaje acompa-ado por la extensin de ambas extremidades superiores y una discreta extensin de las extremidades inferiores. Se logra registrar ODFRQWUDFFLyQPXVFXODUGHDPERVGHOWRLGHVDWUDYpVGHORVHOHFWURGRVGHVXSHUFLH

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  • Sndrome de Down y epilepsia 7

    Los frmacos de primera eleccin en los EI en SD son la hormona adrenocorticotropa seguida por la vigabatrina y el valproato, pero ningn rgimen ha demostrado ser clara-mente ms efectivo, a pesar de que existe mayor tendencia a utilizar los dos primeros3,5,11. Afortunadamente, en varios HVWXGLRVGHSDFLHQWHVFRQ(,\6'VHKDFRQUPDGRTXHODrespuesta al tratamiento y el control a largo plazo fueron mejores de lo esperado, con tasas de respuesta de hasta el 90%, mayores que las de EI criptognicos (60-90%) y sinto-mticos (40-60%) o asociados a otras entidades1,5,9,11. Hay que tener en cuenta que pueden producirse recadas hasta 2 aos despus del tratamiento con hormona adrenocorti-cotropa, por lo que el seguimiento es muy importante aun

    con una buena respuesta clnica inicial8. Otros frmacos que se han utilizado para el control de nios con SD y epilepsia son: piridoxina, hidrocortisona, fenobarbital, fenitona, diazepam y primidona. No se ha podido demostrar una dife-UHQFLDVLJQLFDWLYDHQWUHORVGLVWLQWRVUHJtPHQHVXWLOL]DGRVpara lograr un control clnico y de EEG1. En nios con SD y EI SDUHFHKDEHUXQDFRUUHODFLyQVLJQLFDWLYDHQWUHUHWUDVRHQel inicio del tratamiento antiepilptico y el cociente de de-sarrollo. Es difcil realizar una valoracin del neurodesarro-llo en esta poblacin debido a las comorbilidades propias GHOVtQGURPH\DODIDOWDGHXQDHVFDODHVSHFtFDSDUD6'Sin embargo, parece que el retraso en el inicio de trata-miento de ms de 2 meses predice la persistencia de las

    Figura 2 EEG de un nio de 3 aos de edad con sndrome de Down y sndrome de West que evolucion hacia un sndrome de Lennox-Gastaut. A) Se observa una crisis tnica: el EEG ictal muestra ondas difsicas de mediano voltaje seguidas de una actividad rpida de baja amplitud, reemplazada por una descarga de puntas y poli-puntas; la contraccin muscular tnica se registra en DPERVP~VFXORVGHOWRLGHVFRQHOHFWURGRVGHVXSHUFLH%'XUDQWHODYLJLOLDVHREVHUYDDFWLYLGDGGHEDVHIRUPDGDSRUXQDDVRFLD-cin de ondas delta, theta y ritmos beta de baja amplitud. Tambin paroxismos focales en forma de puntas y complejos puntas-ondas, localizadas independientemente en regiones frontales y parietooccipitales de ambos hemisferios.

    A

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  • 8 A. Ulate-Campos et al

    FRQYXOVLRQHV\HVWRLQX\HGHIRUPDQHJDWLYDHOQHXURGHVD-rrollo y el comportamiento autista1,11. (QQLxRVFRQFULVLVSDUFLDOHVVHKDQRWLFDGREXHQFRQWURO

    con carbamacepina y con valproato en monoterapia, y en crisis generalizadas, buena respuesta al valproato tambin en monoterapia. En este grupo de pacientes se observan tasas mayores de epilepsia resistente al tratamiento. En un estudio realizado por Verotti et al., cerca de un tercio de los pacientes requirieron terapia combinada11.

    En adultos con epilepsia mioclnica de inicio tardo en el SD se ha logrado un control adecuado con valproato, topira-mato y levetiracetam7,19. El topiramato debe utilizarse con precaucin, ya que puede provocar mayor deterioro cogni-tivo7.

    Existe un mayor riesgo de muerte sbita en personas con SD y epilepsia mal controlada, que se ha atribuido a facto-res como presencia de convulsiones tonicoclnicas genera-lizadas, inicio temprano de la epilepsia, politerapia con frmacos antiepilpticos, presencia de arritmias cardacas, desequilibrios hidroelectrolticos y duracin de la epilep-sia20. Esto nos hace insistir en la necesidad de un abordaje y manejo integral de estos pacientes por parte de un equipo multidisciplinario, con especial nfasis en el control de la epilepsia.

    Conclusiones

    Los pacientes con SD tienen una mayor predisposicin a la epilepsia y sta puede tener repercusiones negativas en el neurodesarrollo. Los hallazgos de la ltima dcada resaltan la importancia de detectar y tratar precozmente esta com-plicacin con el objetivo de optimizar el desarrollo y la ca-lidad de vida de estos pacientes. Por este motivo, es muy importante que los mdicos sean conscientes de la asocia-cin entre SD y epilepsia. Un alto ndice de sospecha clnica y una anamnesis dirigida son las claves para el diagnstico precoz. Es fundamental tomarse el tiempo necesario para explicar a las familias de manera sencilla y clara las carac-tersticas de la epilepsia as como la importancia de su con-trol y manejo.

    Agradecimientos

    Queremos expresar nuestra gratitud a todos los pacientes con SD y a sus familias, a los miembros de la Unidad de Epilepsia del Departamento de Neurologa del Hospital Sant Joan de Du de Barcelona, a los miembros del Centro Mdi-co Down, de la Fundaci Catalana Sndrome de Down, y a nuestras familias por su constante apoyo y tiempo.

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