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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN TÉCNICAS FORENSES APLICADAS AL ESTUDIO DE LOS RESTOS BIOLÓGICOS EXHUMADOS DE LA FOSA COMÚN DEL MONTE COSTAJÁN (ARANDA DE DUERO, BURGOS). ACERCAMIENTO A UN INTENTO DE IDENTIFICACIÓN. MARINA MARTÍNEZ DE PINILLOS GONZÁLEZ Dirigido por: JOSÉ MIGUEL CARRETERO DÍAZ

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FORENSE

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  • TRABAJO DE INVESTIGACIN

    TCNICAS FORENSES APLICADAS AL ESTUDIO DE

    LOS RESTOS BIOLGICOS EXHUMADOS DE LA

    FOSA COMN DEL MONTE COSTAJN

    (ARANDA DE DUERO, BURGOS).

    ACERCAMIENTO A UN INTENTO DE IDENTIFICACIN.

    MARINA MARTNEZ DE PINILLOS GONZLEZ

    Dirigido por:

    JOS MIGUEL CARRETERO DAZ

  • Dibujo de la portada realizado por el artista Mecco Leone y el anatomista Francesco Bertinatti,

    titulado Elementi di anatomia fisiologica applicata alle belle arti figurative, Turn (1837-39).

    U.S. National Library of Medicine.

  • UNIVERSIDAD DE BURGOS DPTO. DE CC. HISTRICAS Y GEOGRAFA

    REA DE PALEONTOLOGA

    TRABAJO DE INVESTIGACIN

    DIPLOMA DE ESTUDIOS AVANZADOS

    2011

    TCNICAS FORENSES APLICADAS AL ESTUDIO DE

    LOS RESTOS BIOLGICOS EXHUMADOS DE LA

    FOSA COMN DEL MONTE COSTAJN

    (ARANDA DE DUERO, BURGOS).

    ACERCAMIENTO A UN INTENTO DE IDENTIFICACIN.

    MARINA MARTNEZ DE PINILLOS GONZLEZ

    Dirigido por:

    Dr. Prof. Jos Miguel CARRETERO DAZ

    Facultad de Humanidades y Educacin de la Universidad de Burgos

    Departamento de Ciencias Histricas y Geografa

    Laboratorio de Evolucin Humana

    rea de Paleontologa

  • TCNICAS FORENSES APLICADAS AL ESTUDIO DE

    LOS RESTOS BIOLGICOS EXHUMADOS DE LA

    FOSA COMN DEL MONTE COSTAJN

    (ARANDA DE DUERO, BURGOS).

    ACERCAMIENTO A UN INTENTO DE IDENTIFICACIN.

    TRABAJO DE INVESTIGACIN

    DIPLOMA DE ESTUDIOS AVANZADOS

    2011

    MARINA MARTNEZ DE PINILLOS GONZLEZ

    Dirigido por:

    Dr. JOS MIGUEL CARRETERO DAZ

    VB

    Fdo. Jos Miguel Carretero Daz

  • La guerra es una masacre entre gentes que no se

    conocen, para provecho de gentes que s se

    conocen pero que no se masacran

    (Valerie)

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

    AGRADECIMIENTOS

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

    Deseo expresar la ms sincera gratitud a mi director, el profesor y doctor de

    paleontologa de la Universidad de Burgos, Jos Miguel Carretero Daz quien no slo

    ha sido capaz de despertar mi inters por la antropologa, sino que adems ha confiado

    en mi capacidad para investigar.

    A mis compaeras Laura Rodrguez y Rebeca Garca, agradecerlas infinitamente

    su tiempo prestado ayudndome a realizar el anlisis estadstico presente en este trabajo,

    sin cuyo esfuerzo habra sido ms que difcil llevarlo a cabo.

    Reconocer a Asier Gmez su desinteresado apoyo a la hora de elaborar ciertas

    correcciones que tanto me han ayudado a avanzar en mi investigacin.

    De forma especial a mis compaeros y ex-compaeros del Equipo de

    Investigacin del Laboratorio de la Evolucin Humana -Amalia Prez Romero, Laura

    Juez, Elena Santos, Ana Delia Rodrguez, Ana Gutirrez-Avellanosa, Ciarn Brewster y

    Ana Isabel Ortega- que siempre me han ofrecido su comprensin y dedicacin en cada

    momento.

    Destacar la importante labor histrico-investigadora de Mara Bores Ureta, sin

    cuyas apreciaciones este trabajo no hubiera sido igual.

    En particular, quisiera agradecrselo a Restituto Velasco sin cuyo empeo y

    tenacidad todo esto no hubiera salido adelante.

    A la Universidad de Burgos, al Departamento de Ciencias Histricas y

    Geografa y a los miembros del tribunal por el tiempo dedicado a la lectura de este

    trabajo.

    A las maravillosas personas y excelentes profesores y compaeros del

    Mercyhurst College of Erie de Pennsylvania -en especial a Luis Cabo- que tanto me

    aportaron y ensearon durante mi estancia en Estados Unidos.

    A todos mis amigos de las excavaciones de Atapuerca que durante aos

    llevamos veraneando juntos en la Sierra.

    A mis siempre amigos messineses y a mis amigos de toda la vida por

    recordarme una vez ms el valor de tenerles.

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

    Por ltimo, ms all de agradecer, quisiera dedicar este trabajo a toda mi familia, en

    primer lugar a mis padres y a mi hermana por ser como son, sin cuya paciencia, su

    apoyo y su cario nada tendra sentido. A mi abuela que durante todos estos aos ha

    sido otra madre ms para m. Y de forma especial a Rafa, por ensearme que en la vida

    no hay un da sin importancia. Sin vosotros nada sera lo mismo.

    A todos, GRACIAS.

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

    NDICE

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

    1. INTRODUCCIN .................................................................................................. 17

    1.1- Qu es la Antropologa Forense? ................................................................ 19

    1.2- La Antropologa Forense y su aplicacin al estudio de restos seos procedentes

    de fosas comunes ........................................................................................... 20

    1.3- Objetivos y metodologa.................................................................................. 23

    2. MATERIAL ............................................................................................................ 25

    2.1- Historia del descubrimiento ........................................................................... 27

    2.2- Material de estudio ........................................................................................ 29

    3. MTODOS DE LA ANTROPOLOGA FSICA FORENSE ......................... 33

    3.1- Estimacin del sexo ...................................................................................... 35

    3.2- Determinacin de la edad anagrfica ............................................................ 40

    3.3- Estimacin de la estatura .............................................................................. 59

    3.4- Determinacin ideal del peso corporal de un individuo ............................... 67

    3.5- Diagnsticos paleopatolgicos ..................................................................... 69

    4. RESULTADOS Y DISCUSIN .......................................................... 77

    4.1- Sobre la estimacin del sexo ......................................................................... 79

    4.2- Sobre la edad anagrfica ...................................................................79

    4.3- Sobre la estimacin de la estatura ............................................................... 119

    4.4- Sobre la estimacin del peso en vida ......................................................... 154

    4.5- Sobre diagnsticos paleopatolgicos .......................................................... 157

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

    5. CONCLUSIONES ................................................................................................ 165

    6. APNDICE ........................................................................................................... 171

    6.1- Tratamiento de los restos en el laboratorio ................................................. 173

    6.2- Otros diagnsticos paleopatolgicos .......................................................... 176

    7. BIBLIOGRAFA ................................................................................................... 183

    8. ANEXO (CD adjunto)

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    INTRODUCCIN

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    Madre con hijo muerto, uno de los nueve smbolos representados en el Guernica (Pablo Picasso, 1937) para ser expuesto en el pabelln espaol durante la Exposicin Internacional de Pars.

    Museo Reina Sofa, Madrid.

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    1.1. QU ES LA ANTROPOLOGA FORENSE?

    Consideramos que la definicin de Antropologa Forense que ms se ajusta a

    nuestro criterio, es la dada en 1994 por Rodrguez Cuenca que la defiende como una

    disciplina dentro del campo de la Antropologa Biolgica cuyo principal cometido consiste

    en investigar, mediante la aplicacin de distintas tcnicas, la identidad de un individuo del

    que slo se conserva su tejido seo.

    Para ello, los especialistas en este campo, basndose en su conocimiento acerca de

    la variabilidad humana y de los procesos biolgicos que la han originado, se encargan,

    entre otras cosas, de diagnosticar el sexo, la edad y la raza que tuvo ese individuo en vida.

    Adems de estimar su estatura, reconstruir su morfologa facial o encontrar variantes

    anatmicas y/o patolgicas que lleven a una identificacin positiva. Todo esto, que

    constituye la base de nuestro estudio, es lo que actualmente se conoce como Biologa

    Forense del esqueleto.

    Hoy en da, esta disciplina tiene su aplicacin en diversos campos como son el

    policial, judicial, mdico-legal, etc. Gracias a ello se han podido identificar innumerables

    victimas desaparecidas en los mltiples genocidios acaecidos mayoritariamente durante el

    siglo XX. De este modo es por lo que, desde comienzos de los aos 80 del pasado siglo, la

    Antropologa Forense ha visto incrementada su labor mediante los intentos de exhumacin

    e identificacin de los desaparecidos. Tanto es as que en 1970 el antroplogo P.J. Matte

    defini esta disciplina unificando varios criterios: la ciencia forense es el estudio y

    prctica de la aplicacin de la ciencia a los propsitos de la ley (Matte, 1970:332).

    Nueve aos ms tarde el Dr. T. Dale Stewart en su Essentials of Forensic Anthropology,

    define la Antropologa Forense como: la rama de la antropologa fsica que, con fines

    forenses, trata de la identificacin de restos ms o menos esqueletizados, humanos o de

    posible pertenencia humana (T. Dale Stewart, 1979:152).

    En 1981, M. Isan habl de esta disciplina como el peritaje forense sobre restos

    seos humanos y su entorno y Amnista Internacional en 1994 defini la antropologa

    forense como: el estudio de asuntos mdico-legales relacionados con una persona

    fallecida, por medio de examen y el estudio de los restos del esqueleto para, entre otras

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    cosas, tratar de determinar la identidad de la persona, la forma y la causa de su muerte.

    Ya en el ao 2000 Douglas Ubelaker dijo que se trataba de el estudio de la biologa

    esqueltica en contextos mdico-legales (Parra y Palma, 2005).

    1.2. LA ANTROPOLOGA FORENSE Y SU APLICACIN AL ESTUDIO

    DE RESTOS SEOS PROCEDENTES DE FOSAS COMUNES.

    Muchas son las asociaciones que se han ido conformando a lo largo del siglo XX

    en el intento de dar respuesta a aquellas personas que viven en la incertidumbre por el

    paradero real de algn amigo o familiar desaparecido. Es la causa de que hoy en da los

    antroplogos apliquen sus conocimientos a las violaciones de los derechos humanos que

    suceden en el mundo y que van ms all de la violencia humana y su hostilidad.

    La historia de la antropologa forense en Norteamrica ha estado desde sus

    comienzos estrechamente ligada a otras ciencias como la biologa, la medicina y la

    odontologa. De este modo, en la actualidad existe un importante lazo de unin entre sta y

    las Ciencias Jurdicas y Biomdicas. Esta disciplina cuenta con expertos como D.H.

    Ubelaker, T.D. Stewart, M. Iscan, D. Thompson, C. Snow y muchos otros que han

    trabajado en diferentes asociaciones y grupos creados para la defensa de los derechos

    humanos. Sin embargo, en los pases de Amrica del Sur esta disciplina, a pesar de haber

    sido introducida gracias a la escuela norteamericana, posee un enfoque distinto ya que la

    necesidad de la misma ante los hechos que se estaban sucediendo, producto de los

    regmenes polticos dictatoriales, as lo requera. Es decir, la Antropologa Forense en los

    pases latinoamericanos [] no se puede limitar solamente a su aspecto biantropolgico

    [] sino que el perito (antroplogo) forense debe conocer el contexto social en que se

    producen las muertes violentas con el fin de obtener informacin ms amplia sobre las

    circunstancias de la desaparicin de las vctimas. (Rodrguez Cuenca, 2004).

    La desaparicin forzada de miles de personas como forma de represin llevada a

    cabo por ciertos gobiernos dictatoriales sudamericanos fue el motivo por el cual, en 1978,

    la Asamblea General de las Naciones Unidas pidi a la Comisin de Derechos Humanos

    que investigase tales hechos, constituyndose dos aos despus el llamado Grupo de

    Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias designado para tal fin. (Parra y

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    Palma, 2005). Por otro lado, gracias al Dr. Clyde C. Snow y a su experiencia en el campo

    de la antropologa forense, en 1986 se funda el primer equipo antropolgico forense en

    Amrica Latina: el Equipo Argentino de Antropologa Forense (EAAF). Dicha

    organizacin cientfica, no gubernamental y sin nimo de lucro, comenz las labores de

    bsqueda de los desaparecidos durante la dictadura Argentina conocida como el "Proceso

    de Reorganizacin Nacional" que tuvo lugar entre los aos 1974 y 1983. Poco a poco la

    experiencia del Equipo Argentino de Antropologa Forense se fue extendiendo a otros

    pases de Amrica Latina, frica, Asia y Europa del Este. Entre los ms destacados de

    Amrica del Sur se encuentran:

    Asociacin Latinoamericana de Antropologa Forense (ALAF)

    Fundacin de Antropologa Forense de Guatemala (FAFG)

    Equipo Peruano de Antropologa Forense (EPAF)

    Centro de Anlisis Forense y Ciencias Aplicadas (CAFCA-Guatemala)

    Centro Andino de Investigaciones Antropolgico Forenses (CENIA-Per)

    Equipo Forense Especializado (EFE-Per)

    Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia

    Psicosocial (EQUITAS)

    En Espaa, aunque desde 1850 la Medicina Legal y Forense es considerada una

    disciplina cientfica independiente, el Ministerio de Educacin y Ciencia entiende la

    Antropologa Forense como una subdisciplina dentro de la Antropologa Fsica (Prieto y

    Snchez, 2003). Con todo, la Antropologa Forense ha adquirido en los ltimos aos un

    mayor protagonismo, cuyos estudios se imparten en diferentes universidades espaolas

    como la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Alicante, la de Valencia,

    Granada, Zaragoza, la del Pas Vasco y la Autnoma de Barcelona.

    En los ltimos aos, la idea de reivindicar los cuerpos de los que fueron asesinados

    y enterrados en fosas comunes tras el alzamiento militar de 1936 ha cobrado un mayor

    alcance, hasta el punto de convertirse para muchos en una necesidad tica.

    Anteriormente, cuando se queran recuperar los restos de un familiar deba hacerse

    de un modo clandestino, levantando la tierra y sacando unos huesos que, mezclados con

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    muchos otros, podan pertenecer o no al individuo en cuestin. Sin embargo en el ao

    2000, la excavacin de la fosa comn de Priaranza del Bierzo (provincia de Len) supuso

    un antes y un despus en el proceso de exhumacin de los cuerpos. Diferentes especialistas

    en antropologa forense, paleopatologa y arqueologa trabajaron bajo una metodologa

    arqueolgica hasta el momento nunca utilizada en excavaciones de este tipo. Fue

    considerada la primera intervencin de carcter oficial con propsito de recuperar los

    restos de las vctimas fusiladas durante la guerra civil espaola. Todo ello gener en

    Espaa la aparicin de diversos colectivos Foro por la Memoria, Asociacin para la

    Recuperacin de la Memoria Histrica, etc.- nacidos en el seno de la sociedad civil con el

    fin de ayudar y crear las bases judiciales necesarias para actuar en tales situaciones.

    A comienzos de septiembre de 2003 Jos Mara Rojas Ruz, afiliado a la Izquierda

    Republicana de Aranda, y Restituto Velasco Mat, vecino y ex edil de la misma localidad,

    se proponen intentar localizar el mayor nmero de fosas comunes prximas a Aranda de

    Duero. Gracias a la desinteresada ayuda de dos vecinas del lugar, llegan a descubrir los

    restos seos de un joven fusilado y enterrado all, lo que facilit la autorizacin para

    comenzar el largo proceso de excavacin, con el posterior estudio de las numerosas fosas

    comunes que rodean la localidad arandina. Este primer esqueleto sirvi para concienciar a

    las autoridades municipales sobre la importancia de colaborar en la recuperacin de

    aquellos que fueron asesinados y enterrados en la zona. Para ello se abri un registro por el

    que los familiares de los desaparecidos pudiesen solicitar la exhumacin de los restos por

    parte de un equipo cualificado y ser posteriormente trasladados al cementerio de Aranda de

    Duero. En el ao 2003, el equipo de investigacin del Laboratorio de Evolucin Humana,

    bajo la direccin del Profesor Jos Miguel Carretero Daz, llev a cabo la excavacin de la

    primera fosa comn en el monte Costajn; fue denominada la Rastrilla, debido al

    topnimo del paraje en el que se encontraba, y en ella se recuperaron un total de 81

    individuos en conexin anatmica.

    Debido a la importancia del asunto y a la repercusin moral generada, un ao ms

    tarde se firma un convenio entre el Ayuntamiento de Aranda de Duero, la Universidad de

    Burgos y la empresa constructora TCA, con el fin de localizar ms fosas comunes cuyas

    exhumaciones permitiesen el estudio de todos y cada uno de los restos hallados en las

    mismas. Entre ellas se encuentra la fosa comn relacionada con nuestra investigacin.

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    1.3. OBJETIVOS Y METODOLOGA

    La finalidad ltima del presente estudio es aportar pruebas fehacientes que faciliten

    el posterior intento de identificacin de las vctimas exhumadas del monte Costajn. Para

    ello, lo primero que hemos de hacer es una comparacin metodolgica entre las distintas

    tcnicas, que nos permita obtener el mtodo de estimacin para los diferentes parmetros

    biolgicos que mejor se ajuste a nuestra muestra. Una vez conseguido se aplicar a cada

    uno de los individuos, haciendo mayor hincapi en la estatura y en la edad como factor

    clave a la hora de lograr su identificacin.

    Los datos de nuestra investigacin han sido obtenidos gracias a un gran nmero de

    estudios previos de los restos seos y materiales (antropomtricos, comparativos,

    restauracin, etc.) llevados a cabo por los profesionales de investigacin del Laboratorio

    de Evolucin Humana, bajo la direccin del Profesor Jos Miguel Carretero Daz, as

    como de la informacin contenida en los documentos aportados por los familiares de las

    vctimas. Los objetivos especficos y primordiales en nuestra investigacin sern:

    1.- Estimar diferentes parmetros biolgicos (edad, estatura y peso corporal) de los

    individuos objeto de nuestro estudio de la manera ms precisa posible, pudiendo llegar a

    elaborar frmulas de regresin propias y especficas para ellos.

    2.- Comparar la metodologa existente entre las distintas tcnicas de estimacin

    aplicadas a nuestro caso concreto, para analizar y evaluar la precisin y exactitud de los

    resultados con el fin de lograr el rango de estimacin con menor margen de error posible.

    3.- Valorar la influencia de los mtodos utilizados en base a los resultados

    obtenidos, llegando as a discutir y estimar la mejor tcnica para los individuos de nuestra

    muestra.

    4.- Intentar conseguir la mayor aproximacin posible de los datos, para acercarnos

    con la mayor precisin a la identificacin positiva de los individuos.

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    MATERIAL

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    A Human Skeleton, pintura en leo realizada por el artista romntico ingls James Ward (1769-1859).

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    2.1. HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO

    Al sur de la provincia de Burgos se encuentra el trmino municipal de Aranda de

    Duero, cuya poblacin actual es de 31.247 habitantes en un espacio de 127 Km2. El lugar

    de los hechos, clave para nuestro estudio, es el monte Costajn, un bosque abierto de

    encinas y robles situado al norte de dicho trmino municipal. En su zona Este se empez a

    llevar a cabo en agosto del 2002 un proyecto de urbanizacin que, ante el hallazgo de una

    fosa comn de la Guerra Civil Espaola, hubo que posponer.

    Fig.1 Mapa de Espaa, de la provincia de Burgos y de la localidad de Aranda de Duero.

    Durante los primeros meses del ao 2003, Jos Mara Rojas y Restituto Velasco,

    con la ayuda testimonial de diferentes familiares, iniciaron una bsqueda para la

    localizacin de las fosas comunes de Aranda de Duero. Tras el hallazgo de los primeros

    restos seos la bsqueda se intensific y el Ayuntamiento de dicha localidad, con Luis

    Briones Martnez como alcalde, solicit al equipo de la Universidad de Burgos que

    colaborase en las labores de excavacin y exhumacin de todos los materiales

    arqueolgicos y antropolgicos encontrados. Por su parte, Restituto Velasco elabor una

    lista, a lo largo de los aos, en la que rene buena parte de los desaparecidos de Aranda y

    de los pueblos de alrededor. Segn sus cifras, un mnimo de 108 vecinos de Aranda de

    Duero pudieron ser asesinados en el segundo semestre de 1936.

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

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    Las previsiones hablaban de la existencia de dos fosas comunes donde se

    encontraban enterrados los individuos fusilados a comienzos de la Guerra Civil, finalmente

    el nmero de las mismas ascendi a seis. Todas tienen una orientacin Este-Oeste,

    alargadas, angostas, de escasa profundidad y con fondo irregular, situadas sobre una

    superficie arenosa, lo que facilita la interpretacin de que pudieron haber sido hechas de

    forma manual con herramientas comunes como el pico y la pala (Eduardo Cristbal

    Villanueva, 2003).

    Para facilitar el proceso de estudio y entendimiento de los restos exhumados con

    respecto a la excavacin, se crearon dieciocho tandas correspondiendo a las seis fosas

    comunes finalmente documentadas. Pero a comienzos del mes de junio de 2006, se

    comunic el hallazgo de nuevos restos seos humanos cercanos a las fosas denominadas

    aos antes como D y E. En aquel momento, el equipo de la Universidad de Burgos,

    comenz limpiando los bordes del manchn que delimitaban la zanja para rebajar el

    terreno y retirar los sedimentos de la misma. Finalmente, se lleg a la conclusin de que la

    nueva zanja se encontraba situada en el extremo oriental de la antigua fosa B, pudindola

    localizar exactamente entre sta y la fosa D (vase Figura 2).

    Esta nueva fosa fue pasada por alto en la primera intervencin arqueolgica del ao

    2003, al estar oculta bajo el testigo existente entre las Unidades de Excavacin A y C. Fue

    denominada como fosa G, aunque hemos de aclarar que lo que en la actualidad es

    considerado como fosas B, D y la nueva G, no sera sino un nico enterramiento con la

    misma orientacin que las dems pero de casi 23 metros de longitud. A pesar de esto y

    para evitar posibles confusiones, la distribucin de las fosas excavadas queda tal y como se

    clasific en el ao 2003, as como la nueva fosa G. De este modo, la Fosa B alberga en su

    interior tres tandas diversas con veintids individuos enterrados; la Fosa D, cuatro tandas

    con catorce sujetos; y la nueva e intermedia Fosa G, se compone de una sola tanda con tres

    individuos registrados con las numeraciones 82, 83 y 84.

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    Fig.2 Esquema de las fosas encontradas en el monte Costajn (Aranda de Duero)

    2.2. MATERIAL DE ESTUDIO

    Con todo ello podemos documentar la existencia de 7 fosas comunes dentro de las

    cules, agruparamos en 19 tandas a los 84 individuos fusilados en los primeros momentos

    del alzamiento de la Guerra Civil Espaola. Sin embargo, hay que hacer hincapi en la

    necesidad de continuar con las anteriores enumeraciones dadas a las fosas ya que, de no

    ser as, podramos caer fcilmente en dudas y equvocos que dificultaran la comprensin

    de la metodologa anterior. Quedaran, por tanto, distribuidas de la siguiente manera:

    Unidad de Excavacin A

    -Fosa A: Tanda 1 1 individuo

    Tanda 2 5 individuos

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    -Fosa B: Tanda 1 7 individuos

    Tanda 2 6 individuos

    Tanda 3 9 individuos

    Unidad de Excavacin B

    -Fosa C: Tanda 1 5 individuos

    Tanda 2 4 individuos

    Tanda 3 1 individuos

    Tanda 4 1 individuos

    Tanda 5 1 individuos

    Tanda 6 7 individuos

    Tanda 7 8 individuos

    Unidad de Excavacin C

    -Fosa D: Tanda 1 3 individuos

    Tanda 2 2 individuos

    Tanda 3 7 individuos

    Tanda 4 2 individuos

    -Fosa E: Tanda 1 4 individuos

    -Fosa F: Tanda 1 8 individuos

    Nueva Fosa G : Tanda 1 3 individuos

    El material de estudio consta de 84 individuos exhumados de siete fosas comunes

    excavadas en la localidad de Aranda de Duero (Burgos). Nuestro propsito es conseguir la

    determinacin ms exacta posible mediante comparacin de mtodos- en cuanto a la

    estatura, la edad, el peso y el sexo de cada uno de ellos, lo que puede verse favorecido por un

    buen conocimiento patolgico y una correcta interpretacin de posibles enfermedades

    existentes en vida.

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    Tabla1. Unidades de excavacin, fosas e individuos hallados en el monte Costajn entre los aos 2003 y

    2006.

    Unidad de

    Excavacin A

    Unidad de

    Excavacin B Unidad de Excavacin C

    Nueva Unidad de

    Excavacin

    Fosa A Fosa B Fosa C Fosa D Fosa E Fosa F Fosa G

    I-A-1 I-B-7 I-C-29 I-D-56 I-E-70 I-F-74 I-G-82

    I-A-2 I-B-8 I-C-30 I-D-57 I-E-71 I-F-75 I-G-83

    I-A-3 I-B-9 I-C-31 I-D-58 I-E-72 I-F-76 I-G-84

    I-A-4 I-B-10 I-C-32 I-D-59 I-E-73 I-F-77

    I-A-5 I-B-11 I-C-33 I-D-60 I-F-78

    I-A-6 I-B-12 I-C-34 I-D-61 I-F-79

    I-B-13 I-C-35 I-D-62 I-F-80

    I-B-14 I-C-36 I-D-63 I-F-81

    I-B-15 I-C-37 I-D-64

    I-B-16 I-C-38 I-D-65

    I-B-17 I-C-39 I-D-66

    I-B-18 I-C-40 I-D-67

    I-B-19 I-C-41 I-D-68

    I-B-20 I-C-42 I-D-69

    I-B-21 I-C-43

    I-B-22 I-C-44

    I-B-23 I-C-45

    I-B-24 I-C-46

    I-B-25 I-C-47

    I-B-26 I-C-48

    I-B-27 I-C-49

    I-B-28 I-C-50

    I-C-51

    I-C-52

    I-C-53

    I-C-54

    I-C-55

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

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  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    MTODOS

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

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    Primer boceto conocido de Charles Darwin sobre el rbol de la vida dibujado en su Cuaderno Terico de

    Notas B (1837), en el que muestra la relacin entre grupos de organismos.

    Cambridge University Library.

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    3.1. ESTIMACIN DEL SEXO

    Para saber el sexo de los individuos de nuestro estudio han sido aplicados los

    criterios de Ferembach et al. (1979). Las zonas del esqueleto que aportan mayor fiabilidad

    a la hora de determinar este aspecto son la pelvis y el crneo, aunque si no se dispone de

    dichas partes, se deber tomar cualquier referencia posible que nos permita acercarnos de

    un modo ms o menos eficaz a lo que sera el sexo del individuo.

    Segn estudios de Juan Luis Arsuaga y Jos Miguel Carretero, en los humanos -al

    igual que en la mayora de los primates- el dimorfismo sexual suele ser evidente entre

    machos y hembras, sin embargo existen individuos denominados alofisos cuya

    caracterstica reside en poseer rasgos poco definidos o medidas propias de ambos sexos,

    dificultando as la labor de determinacin sexual. Es por ello que, desde hace ms de dos

    siglos, diferentes cientficos tratan de determinar el sexo segn la apariencia, la forma y el

    peso de los huesos humanos. En 1972 fue convocada una reunin en Praga a la que

    asistieron diversos antroplogos europeos, con el fin de redactar una serie de postulados

    que ayudasen al investigador a identificar el sexo y la edad del individuo (Krenzer, 2006).

    En lo que se refiere a las diferencias bio-morfolgicas, hay que sealar que entre

    los sexos se manifiestan ms en esqueletos adultos que en subadultos, las cuales quedan

    patentes debido a la influencia de hormonas que controlan el desarrollo y crecimiento de

    los huesos. De este modo, las mujeres finalizan su desarrollo antes que los varones,

    quienes modifican su apariencia de forma drstica en la pubertad. El problema est en que,

    en numerosas ocasiones, se dispone nicamente de una parte del esqueleto, a lo que a

    veces se suma la complejidad de estar fragmentado y/o alterado por diversos agentes,

    entorpeciendo as an ms su clasificacin. En los casos de esqueletos incompletos

    podemos obtener una mayor o una menor seguridad en cuanto al sexo del individuo

    dependiendo del tipo de hueso que se conserve. De esta manera, los porcentajes de

    fiabilidad segn el antroplogo R.S. Meindl et al. (1995) seran los que mostramos en la

    siguiente tabla:

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

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    Tabla 2. Porcentajes de fiabilidad que permiten conocer

    el sexo del individuo segn Meindl et al. (1995)

    La pelvis es la regin anatmica ms diagnstica y que ms informacin nos aporta

    sobre este aspecto, ya que las diferencias sexuales existentes estn directamente

    relacionadas con la adaptacin de las mujeres al parto. Dicha circunstancia tiene como

    consecuencia que el sacro se halle ms desplazado hacia atrs en las mujeres que en los

    hombres y, que a su vez, los coxales presenten una mayor apertura, estableciendo as que

    las diferencias plvicas entre un macho y una hembra no sean tanto de tamao sino sobre

    todo de morfologa (Arsuaga y Carretero, 1999). Por lo general, el sacro femenino tiende a

    ser ms ancho y corto que el masculino, existiendo una mayor curvatura entre las ltimas

    vrtebras lumbares y las primeras sacras. A su vez, otra caracterstica diferencial es el

    dimetro transverso de la superficie articular superior del sacro, siendo en las mujeres ms

    pequeo que en los hombres. Por lo tanto, podemos concluir diciendo que las pelvis

    femeninas son ms ligeras y anchas, y poseen un hueso pbico ms largo, as como una

    escotadura citica y un ngulo subpbico ms abiertos. Todo esto hace que el canal del

    parto sea ms amplio, por lo que la dimensin predominante en la pelvis femenina es la

    horizontal, mientras que en la masculina es la vertical (Arsuaga y Carretero, 1999). De esta

    manera, los elementos en los que nos basaremos a la hora de realizar el anlisis son:

    1. Ausencia o presencia del surco preauricular

    2. Mayor o menor ngulo de apertura de la escotadura citica (una de las

    caractersticas ms importantes para determinar el sexo del individuo)

    3. Morfologa del pubis

    HUESOS LARGOS 80%

    CRNEO 80-92%

    HUESO COXAL 96%

    CRNEO + PELVIS 97%

    ADN 99,9%

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    Abajo mostramos una tabla con las principales diferencias morfolgicas que

    permiten llevar a cabo una correcta identificacin sexual.

    Tabla 3. Comparacin entre las caractersticas plvicas de los hombres y de las mujeres. (Antropologa

    forense Reverte Coma, 1999)

    CARACTERSTICAS PLVICAS

    MASCULINAS (ANDROPIGIA)

    CARACTERSTICAS PLVICAS

    FEMENINAS (GINOPIGIA)

    Pelvis tiende a ser estrecha y alargada Pelvis tiende a ser ms ancha y corta

    Coxales ms grandes y pesados Coxales de menor tamao y espesor

    ngulo de la escotadura citica ms cerrado (forma de

    mango de paraguas)

    ngulo de la escotadura citica ms abierto (forma de

    mango de bastn)

    ngulo subpbico agudo (menor de 90) ngulo subpbico recto (igual o mayor de 90)

    Snfisis pbica ms alta Snfisis pbica ms baja y corta

    Cavidad acetabular o cotiloidea de mayor tamao Cavidad acetabular o cotiloidea de menor tamao

    Agujero obturador ms ancho y ovalado Agujero obturador ms estrecho y triangular

    Carilla articular ms larga y de superficie cncava Carilla articular menor y de superficie convexa

    Surco preauricular inexistente Surco preauricular profundo (5-10 mm)

    Tuberosidad isquistica ms basta y rugosa Tuberosidad isquistica ms fina y grcil

    Cresta ilaca muy rugosa y contorneada Cresta ilaca ms fina y aplanada

    Fosas ilacas internas ms estrechas y cerradas Fosas ilacas internas ms anchas y abiertas

    ngulo sacro vertebral menos pronunciado ngulo sacro vertebral ms echado hacia adelante

    Promontorio pbico escaso, generando una menor

    probabilidad de sufrir lordosis lumbo-sacra

    Promontorio pbico ms marcado, pudiendo provocar

    lordosis lumbo-sacra

    En el crneo, las diferencias sexuales se aprecian en la robustez y el tamao del

    mismo, as como en la mayor prominencia de la cresta supraorbitaria y de las apfisis

    mastoides. Pero hemos de tener cuidado a la hora de clasificarlo, puesto que el aspecto

    craneal de un individuo masculino va configurndose poco a poco, y lo que nos pueda

    parecer un crneo con rasgos femeninos, quiz no sea ms que las caractersticas propias

    del crneo de un varn juvenil en proceso de formacin, lo que sin duda puede ser motivo

    de confusin.

    Hay, por lo general, otra diferenciacin bsica que en ocasiones facilita la

    determinacin sexual del individuo; las mujeres suelen mostrar una frente recta y plana en

    oposicin a lo que se conoce como frente huidiza, caracterstica propia de los hombres y

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

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    que se aprecia por proyectarse ms hacia atrs. Diremos tambin que en cuanto al hueso

    mandibular, los hombres tienden a mostrar una mayor anchura y un mentn ms robusto

    que las mujeres.

    A continuacin detallaremos de un modo simple las diferencias sexuales ms

    significativas en lo que respecta al crneo de hombres y mujeres.

    Tabla 4. Diferencias claves entre los rasgos craneales masculinos y los femeninos. (Antropologa forense

    Reverte Coma, J.M., 1999)

    RASGOS CRANEALES MASCULINOS RASGOS CRANEALES FEMENINOS

    Crneo ms pesado y anguloso Crneo menos pesado, ms fino y redondeado

    Crneo tipo parietal Crneo tipo frontal

    Frente huidiza Frente ms plana y recta

    Zona supraorbitaria ms prominente Zona supraorbital sin apenas relieve

    Arcos zigomtico ms anchos Arcos zigomticos finos y estrechos

    Bveda craneana de mayor espesor (8-10 mm.) Bveda craneana con menor espesor (4-6 mm.)

    Mayor volumen craneal (+1.300 cc.) Menor volumen craneal (1.300 cc.)

    Gran relieve y rugosidad en las crestas temporales,

    escama occipital y base del crneo

    Menor relieve y rugosidad de las crestas temporales,

    escama occipital y base craneal

    Apfisis mastoides grandes y robustas Apfisis mastoides ms finas

    Cndilos occipitales que no sobresalen ms que las

    apfisis mastoides

    Cndilos occipitales ms salientes que las apfisis

    mastoideas

    Gran protuberancia occipital externa (POE) Protuberancia occipital externa sin apenas relieve (POE)

    Malares ms robustos y macizos Malares ms pequeos y delicados

    Huesos nasales ms grandes Huesos nasales de menor tamao

    Apertura nasal ms alargada Apertura nasal ms baja y redondeada

    Espina nasal anterior de mayor tamao Espina nasal anterior ligera y menor

    Fosa canina de mayor profundidad Fosa canina menos profunda

    Cavidad glenoidea ms profunda Cavidad glenoidea menos profunda

    Mandbula de mayor espesor, peso y altura Mandbula de menor espesor, peso y altura

    Cndilos mandibulares ms grandes Cndilos mandibulares grciles

    ngulo mandibular tiende a ser recto (90) ngulo mandibular mayor de 90

    Mentn ms cuadrado y robusto Mentn ms saliente y afilado

    Paladar ms ancho y profundo Paladar estrecho y menos profundo

    Dientes de mayor tamao Dientes de menor tamao

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    Si contamos con la existencia de los huesos de las extremidades superiores e

    inferiores, haremos uso de ellos sabiendo que, por lo general, los de los varones son ms

    pesados, fuertes y largos, y sus epfisis ms anchas y robustas. Las rugosidades existentes a

    causa de las inserciones musculares se encuentran bastante marcadas en los individuos

    masculinos, mientras que en los femeninos stas son suaves y disipadas.

    Los huesos de las manos (metacarpos, carpos y falanges) y de los pies (metatarsos,

    tarsos y falanges), en los hombres se caracterizan por ser ms grandes, largos y pesados,

    mientras que en las mujeres son ms pequeos, finos y delicados, facilitando por tanto la

    diferenciacin entre unos y otros.

    Las clavculas, de los hombres suelen ser ms largas, robustas y pesadas, aunque

    no siempre debemos guiarnos por este aspecto ya que el estrs ocupacional y la lateralidad

    del individuo producido por el tipo de trabajo realizado durante su vida, puede producir

    variaciones en las caractersticas anteriormente descritas.

    Otro de los huesos que nos puede ayudar a determinar el sexo es el omplato,

    siendo ms pequeo y ligero en las mujeres y cuya cavidad glenoidea es ms estrecha. As

    mismo, la espina escapular y el acromion suelen ser, en la mujer, partes ms delicadas que

    en los individuos de sexo masculino.

    Si hablamos del trax como nico elemento a tener en cuenta para estimar el sexo

    de un individuo, en los varones ste se encuentra ms desarrollado, es decir, la

    circunferencia que podemos trazar alrededor de la caja torcica es mayor en los individuos

    masculinos que en los femeninos. Ello es debido a que las hormonas de los hombres

    (testiculares) influyen en el desarrollo de la zona torcica, mientras que las hormonas

    femeninas (ovricas) actan en el crecimiento de la zona plvica; lo que explicara, en

    parte, que los hombres se caractericen por tener una espalda ancha, mientras que en las

    mujeres dicho desarrollo se centra en la zona de la pelvis con el consecuente

    ensanchamiento de las caderas.

    Desglosando las diferentes partes de la caja torcica, es decir, costillas por un lado

    y columna vertebral por otro, podremos determinar el sexo de un individuo sabiendo que,

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    en las mujeres las costillas son ms ligeras y poseen una altura y un espesor menor que las

    de los hombres. Esto tambin ocurre en la columna vertebral, donde los individuos

    masculinos presentan un mayor tamao y robustez en sus vrtebras que los individuos del

    sexo opuesto. Adems, si se conserva la primera vrtebra cervical -conocida con el nombre

    de Atlas- la identificacin se har de un modo ms fiable, ya que la anchura de la misma es

    mayor en los varones que en las hembras, debido a que en aquellos las apfisis transversas

    de dicha vrtebra son ms gruesas que las de la mujer.

    3.2. DETERMINACIN DE LA EDAD ANAGRFICA

    El esqueleto humano es un sistema vivo y dinmico compuesto por diversas

    estructuras vivas como son los huesos y los dientes que se desarrollan, crecen y degeneran,

    reflejndose en ellos el paso del tiempo. Las etapas de la vida son seis, englobadas en dos

    grandes campos: subadultos y adultos. Dentro de los subadultos se encuentran: la infancia

    (de 0 a 3 aos), la niez (de 3 a 12 aos) y la adolescencia (de 12 a 20 aos); mientras que

    en el grupo de los adultos estaran: la edad adulta (de 20 a 40 aos), la madurez (de 40 a 60

    aos) y la edad senil (ms de 60 aos).

    Tabla 5. Etapas de desarrollo de un individuo.

    ETAPAS AOS

    SUBADULTOS Infancia 0 a 3

    Niez 3 a 12

    Adolescencia 12 a 20

    ADULTOS Edad adulta 20 a 40

    Madurez 40 a 60

    Edad senil ms de 60

    La estimacin de la edad anagrfica o edad de la muerte, es uno de los aspectos

    ms importantes -junto con el sexo y la estatura- de todo estudio antropolgico. Los

    mtodos para determinar la edad de la muerte varan segn el grupo de edad que se trate

    (Reverte Coma, 1999). Sin embargo, pueden dividirse en criterios de formacin y criterios

    de degeneracin (Burns, 1999). Siempre que sea posible hay que intentar combinar ms de

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    un mtodo, puesto que la estimacin de la edad de la muerte de un esqueleto es un rango

    ms o menos amplio dependiendo del estado de conservacin del mismo.

    Conocer el momento aproximado en el que los huesos comienzan su estado de

    fusin es bsico para llegar a determinar, con mayor o menor exactitud, la edad de un

    individuo en su etapa de adolescencia. Por ello, es tambin importante saber que los

    centros de osificacin se clasifican en tres: los centros de osificacin primarios o

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

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    diafisarios, los secundarios o epifisarios y los conocidos como grmenes dentarios que

    sern los que posteriormente conformen los dientes, tanto deciduales como permanentes. A

    continuacin mostramos una tabla con los principales centros de osificacin segn reflejan

    los antroplogos W.M. Krogman e M.Y. Isan en su clebre The Human Skeleton in

    Forensic Medicine (Krogman e Isan, 1986):

    Tabla 6. Centros secundarios de osificacin segn Krogman e Isan (1986)

    CENTROS SECUNDARIOS DE OSIFICACIN (rango de edades aproximadas expresadas en aos)

    ESCPULA

    Acromion: 18-19

    Margen vertebral: 20-21

    Angulo inferior: 20-21

    PELVIS

    Elementos primarios: 13-15

    Cresta ilaca: 18-19

    Tuberosidad isquistica: 19-20

    CLAVCULA

    Terminacin esternal: 25-28

    Terminacin acromial: 19-20

    FMUR

    Cabeza: 17-18

    Trocnter mayor: 17-18

    Trocnter menor: 17-18

    Epfisis distal: 17,5-18,5

    HMERO

    Cabeza: 19,5-20,5

    Epfisis distal: 14-15

    Epicndilo medial: 15-16

    TIBIA

    Epfisis proximal: 17,5-18,5

    Epfisis distal: 15,5-16,5

    RADIO

    Epfisis proximal: 14,5-15,5

    Epfisis distal: 18-19

    FBULA

    Epfisis proximal: 17,5-18,5

    Epfisis distal: 15,5-16,5

    Calcneo: 14,5-15,5

    ULNA

    Epfisis proximal: 14,5-15,5

    Epfisis distal: 18-19

    MANO

    Metacarpianos: 15,5-16,5

    Falange I: 15-16

    Falange II: 15-16

    Falange III: 14,5-15,5

    PIE

    Metatarsianos: 15-16

    Falange I: 14,5-15,5

    Falange II: 14-15

    Falange III: 14-15

    Para determinar la edad en individuos infantiles hemos de utilizar mtodos

    sistemticos de crecimiento, mientras que para establecer la edad en esqueletos adultos

    hemos de hacer uso de criterios degenerativos, ya que es en esta etapa cuando el tejido

    seo comienza a remodelarse para pasar posteriormente a iniciar un proceso de

    decadencia. En estos casos nos fijaremos en la obliteracin de las suturas craneales, en la

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    superficie esternal de las costillas -particularmente en la cuarta costilla derecha-, en la

    fusin esterno-clavicular, as como en el desarrollo de la snfisis pbica y de la faceta

    auricular del ilion, siendo estas ltimas las de mayor fiabilidad. No obstante, tambin se

    puede utilizar el desgaste dental como mtodo para la estimacin de la edad en sujetos

    adultos, aunque hemos de tener en cuenta que ste siempre nos va a proporcionar una edad

    relativa, y no la edad concreta que se obtiene de aquellos individuos en los que la etapa de

    desarrollo dental todava no ha llegado a su fin.

    3.2.1. CRNEO

    - Suturas craneales

    El crneo no es un hueso nico y compacto, sino que son varios unidos por

    lneas de divisin, conocidas con el nombre de suturas. Los huesos de la bveda

    craneal estn formados por dos capas -tbula interna y tbula externa- separadas

    por una zona esponjosa conocida con el nombre de diploe, la cual, a partir de los 50

    aos comienza a ser reemplazada por hueso compacto y no esponjoso.

    Al nacer, los huesos del crneo se encuentran completamente separados y,

    por tanto, no ser hasta la edad adulta cuando comience el proceso de unin de las

    suturas, producindose

    propiamente en la vejez el

    grado mximo de fusin

    (sinostosis). Para la mayor

    parte de los antroplogos, la

    obliteracin de las suturas

    comienza generalmente de un

    modo endocraneal y sigue

    exocranealmente, as como

    del centro a la periferia.

    Fig.3 Frontal y parietal de inmaduro

    (Scheuer & Black, 2000)

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    H.D. Schmidt en 1888 advirti que la sutura basilar del esfeno-occipital se

    una en torno a los 18-21 aos aproximadamente, retrasndose en ocasiones hasta

    los 21-23 aos. Por su parte, las suturas de la bveda craneana emprenderan su

    obliteracin hacia los 25-30 aos, cerrndose por completo sobre los 40-60 aos.

    Ya a comienzos del siglo XX, los antroplogos K. Pearson y G. Box (1905)

    afirmaron que en las mujeres la obliteracin craneal sola producirse aos ms tarde

    que en los varones. De forma general, la sinostosis endocraneal no suele comenzar

    antes de los 30 aos edad en la que comienzan tambin el cierre de las suturas

    coronal y sagital- llegando a alcanzar su fusin mxima hacia los 50 y 60 aos.

    Aos ms tarde, el antroplogo alemn J. Frdric (1905, 1909-1910),

    estableci cinco categoras diferentes a la hora de determinar la edad de un

    individuo en base a la obliteracin de las uniones faciales y de la bveda. Ide la

    siguiente escala: 0 = sin cerrar, 1 = menos de la mitad cerrado, 2 = la mitad

    cerrado, 3 = ms de la mitad cerrado, y 4 = obliterado o cerrado por completo.

    Siguiendo los estudios y la escala de valores del investigador alemn

    Frderic, en 1924 los antroplogos T W. Todd y D.W. Lyon llegaron a crear su

    propia frmula sin encontrar diferencias en cuanto a raza y lado craneal. A travs

    de ella dividan las suturas sagital, coronal y lambdoidea en secciones diferentes, de

    tal modo que la primera

    estara formada por la zona

    bregmtica, vrtica,

    oblica y lmbdica; la

    segunda por la bregmtica,

    complicata, estefnica y

    ptrica; y la tercera se

    dividira en lmbdica,

    media y astrica.

    Fig.4 Divisin de las suturas coronal, sagital y

    lambdoidea (Todd y Lyon, 1924).

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    En 1957, T.W. McKern y T.D. Steward siguiendo a los investigadores

    Todd y Lyon- propusieron la divisin craneal en cinco estadios diferentes segn los

    grados de obliteracin. As las suturas sagital y

    coronal quedaran divididas en cuatro partes,

    comenzando su proceso de obliteracin por la

    primera y ltima seccin. Mientras, la sutura

    lambdoidea, compuesta tan solo de tres partes,

    comenzara su fase de cierre por la primera

    seccin. Por su parte, la sutura palatina se

    fusionara entre los 45 y 50 aos y la apfisis

    basio-occipital comenzara a unirse con la basio-

    esfenoidea hacia los 17 aos de edad, apareciendo

    completamente fusionadas unos cinco aos ms

    tarde.

    Las ltimas investigaciones sobre la relacin existente entre el cierre de las

    suturas craneales y la edad, fueron llevadas a cabo por los antroplogos R.S.

    Meindl y C.O. Lovejoy en 1985, segn ellos la sinostosis de las suturas se podran

    dividir en dos grupos: las que se encuentran en la bveda craneal -1, 2, 3, 4, 5, 6 y

    7-, y las que se sitan en la zona latero-anterior del crneo -8, 9 y 10-. De este

    modo descubrieron que las regiones que comenzaban y finalizaban antes el proceso

    de obliteracin eran el obelion y el pterion, y que el resultado del anlisis y estudio

    de las suturas latero-anteriores era mucho ms preciso que el obtenido del cierre de

    las localizadas en la bveda. Finalmente concluyeron que la raza y el sexo no

    contribuan ni influan de manera alguna en la determinacin de la edad.

    1 = Midlambiodal 6 = Midcoronal

    2 = Lambda 7 = Pterion

    3 = Obelion 8 = Esfeno-frontal

    4 = Sagital anterior 9 = Esfeno-temporal inferior

    5 = Bregma 10 = Esfeno-temporal

    Fig.5 Suturas palatinas (IN=incisiva,

    AMP=intermaxilar, PMP=interpalatina

    y TP=palatomaxilar)

    Fig.6 Puntos ectocraneales para el anlisis de la obliteracin (Meindl & Lovejoy ,1985).

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    Pgina | 46

    A modo de conclusin podemos afirmar que el periodo ms difcil a la hora

    de determinar la edad de un individuo, en base al grado de obliteracin de las

    suturas craneales, se encuentra entre los 29 y 50 aos, producindose los cambios

    de un modo lento y paulatino. Mientras que es a partir de los 50 aos cuando la

    morfologa craneal experimenta una mayor y ms visible modificacin.

    - Dientes

    Para determinar la edad en individuos subadultos se establecen varios

    mtodos. El de mayor exactitud es la denticin, ya que sabemos que el ritmo de

    formacin y erupcin es fijo y suele estar poco influenciado por el medio ambiente.

    Existen marcadores del desarrollo constante, donde cada pieza dentaria, corona y

    raz, se forman en momentos concretos. Esto significa que cada diente tiene una

    trayectoria de crecimiento y desarrollo relativamente independiente.

    Hay dos tipos de dientes: deciduales o de leche (veinte) -primeros dientes

    que se forman en la vida de un individuo- y los definitivos (treinta y dos) -dientes

    permanentes que sustituyen a los deciduos-. Mediante la denticin podemos

    diagnosticar la edad en base a diversos aspectos como:

    - grado de erupcin

    - grado de mineralizacin de los dientes

    - aposicin de la dentina y cementos secundarios

    - grado de desgaste oclusal

    - grado de desgaste interproximal

    - enfermedades dentarias

    - prdidas dentarias

    La erupcin dentaria es el criterio ms fiable a la hora de conocer la edad en

    subadultos, puesto que una vez que las piezas dentarias han erupcionado, el

    problema radica en que la edad proporcionada por dicho mtodo es la mnima y

    posiblemente no la real.

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    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    En el caso de los adultos, definidos por defecto como un individuo en quien

    se ha completado la formacin del tercer molar, los dientes han de ser considerados

    no por su desarrollo sino por el desgaste de su corona, criterio que goza de menor

    precisin que el anterior. Desde que P. Broca a finales del siglo pasado propusiera

    una escala basada en cinco grados de alteracin dental, diversos autores han tratado

    de medir el desgaste teniendo en cuenta la diferencia de seis aos entre la erupcin

    del primer molar respecto al segundo y del segundo respecto al tercero.

    Fig.7 Sistema del desgaste dental por Lovejoy con exposicin de la dentina en negro.

    Edades estimadas por White (2000)

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    Diversos anlisis permiten observar cmo la morfologa de la estructura

    dentaria puede ser modificada con el paso del tiempo. Los motivos o las causas

    pueden ir desde la erupcin y cada de los dientes deciduales para dar paso a los

    definitivos, hasta diversos tipos de calcificaciones y atriciones dentarias, as como

    modificaciones en el esmalte, la pulpa o la dentina. Todo ello nos permiten

    acercarnos con mayor precisin a la edad de un individuo.

    El antroplogo G. Gustafson, en 1950, cre una ecuacin regresiva que le

    permiti conocer la edad de una poblacin tomando nicamente como muestra los

    diversos cambios morfolgicos en los dientes de sus individuos.

    El desgaste de los dientes, a pesar de existir en las zonas interproximales -

    contacto mesial y distal-, afecta principalmente a la superficie oclusal del diente,

    llegando en los casos ms extremos a la cavidad pulpar destruyendo por completo

    la corona. Dicho desgaste puede producirse de dos formas: mediante la atricin o

    contacto directo de diente contra diente, y/o a travs de la abrasin o el roce del

    diente con materiales extraos. Adems de estos dos factores, existen otros como

    son el bruxismo o desgaste durante el sueo, los hbitos alimenticios y las

    costumbres culturales (mascar tabaco, agarre de objetos, etc.).

    3.2.2. CINTURA ESCAPULAR

    - Escpula

    En la escpula se pueden observar tres centros diferentes de osificacin: el

    acromion, cuya unin se inicia sobre los 18 aos de edad hasta los 23 aos

    aproximadamente, el margen vertebral y el ngulo inferior, caracterizados estos

    ltimos por un proceso de osificacin que va desde los 20 y 21 aos hasta los 24

    (Isan y Krogman, 1986). A su vez, W.M. Krogman afirm que la sinostosis del

    omplato comienza a producirse, de un modo general, hacia los 25 aos.

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    El antroplogo Stewart (1968) analiz las modificaciones acaecidas en la

    escpula con el paso del tiempo, mostrando la existencia de una fase de osificacin

    seguida de un proceso artrfico. El problema est en que tales modificaciones no

    son capaces de determinar la edad de un individuo mayor de sesenta aos. La fase

    de osificacin empieza sobre los 35 aos, con la formacin de excrecencia sea

    alrededor del margen de la cavidad glenoidea, para comenzar, cinco aos ms

    tarde, a aparecer en la zona de la articulacin del acromion con la clavcula.

    Posteriormente, el acromion se prolonga unos milmetros ms debido a la

    existencia de una superficie sea por debajo de l. Finalmente, en la quinta dcada

    de la vida, la zona baso-vertebral de la espina escapular experimenta una especie de

    demarcacin. De este modo, el proceso artrfico es caracterizado por el

    plegamiento seo de determinadas zonas y por la reabsorcin del tejido trabecular

    del hueso.

    - Clavcula

    De la clavcula se sabe que, a pesar de ser el primer hueso fetal en comenzar

    el proceso de osificacin, es el ltimo en completar su total fusin epifisal. Existen

    dos centros principales de osificacin: uno primario o medial cuya fusin comienza

    a partir de la sptima semana intrauterina, y otro secundario o esternal que inicia su

    formacin sobre los 10-12 aos y comienza su fusin seis aos despus para

    terminar soldndose por completo hacia la edad de los 26 30 aos.

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    Fig.8 Etapas del cambio en la clavcula (J. Szilvassy, 1988)

    A la hora de estimar la edad mediante la clavcula hemos de tener en cuenta

    que para los individuos prepuberales es mucho ms fiable y apropiado tomar la

    longitud diafisaria del mismo, mientras que para los postpuberales los cambios en

    la morfologa de la epfisis esternal nos acercarn mucho ms a la edad aproximada

    del mismo. Por ello para nuestro estudio hemos utilizado los principios bsicos que

    Sue Black et al. (1996) definieron en su artculo Age changes in the clavicle: from

    the early neonatal period to skeletal maturity, en el que nos da las pautas a seguir

    tanto para sujetos adultos como para subadultos. De este modo, para calcular la

    edad de todos aquellos individuos que no supere los 16 aos tomaremos la longitud

    diafisaria de la clavcula, teniendo siempre en cuenta que la izquierda es

    ligeramente ms larga que la derecha. Para los sujetos cuya edad se estime entre los

    16 y los 30 aos, el mtodo ms fiable y aproximativo a la edad real del individuo

    es mediante el estudio de los cambios morfolgicos de la epfisis esternal

    clasificados en cinco fases (Sue Black et al., 1996):

    1 FASE: se pueden observar crestas y ondulaciones que nos indican

    una vigente actividad vascular metafisal.

    2 FASE: permanecen las crestas y ondulaciones de la fase anterior,

    aunque ya se puede observar el principio de un relleno.

    3 FASE: aparece una suave capa epifisal que comienza a fusionarse

    con la superficie visible de la metfisis.

    4 FASE: la capa epifisal empieza a expandirse por toda la zona

    articular, aunque permitiendo distinguir todava una perfecta lnea

    de demarcacin entre epfisis y metfisis.

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    5 FASE: en esta fase la etapa de fusin ya ha llegado a su grado

    mximo, pudiendo observar perfectamente la epfisis medial

    clavicular definitiva.

    3.2.3. CINTURA PLVICA

    - Snfisis pbica

    En los individuos jvenes los bordes de la snfisis pbica se encuentran

    poco definidos y la superficie se caracteriza por ser una textura de granulado fino -

    que con el tiempo va ganando densidad y rugosidad- con alternancia de surcos y

    crestas transversales ondulantes. Por el contrario, en los individuos de mayor edad

    se observa un proceso erosivo de los mrgenes de la snfisis pbica, terminando por

    aparecer una nueva formacin sea errtica o excrecencia sea anormal en los

    bordes de la misma. La formacin sea de la snfisis pbica sigue un orden

    continuo, comenzando por los bordes -primero el dorsal y despus el ventral- hasta

    llegar al centro de la superficie. Adems, en la zona ventral, y de arriba hacia abajo,

    se produce un fenmeno seo conocido como rampa ventral.

    Entre los diferentes estudiosos en este mbito, debemos destacar a figuras

    como McKern y Stewart (1957), Brooks y Suchey (1990) y Todd (1920). En 1957,

    los antroplogos T.W. McKern y T.D. Stewart estudiaron un grupo de individuos

    masculinos sobre los que pudieron observar tres componentes diferentes a la hora

    de determinar la edad. Estos eran: una zona dorsal, una rampa ventral y el borde

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    sinfisal. Establecieron seis fases evolutivas para cada componente y concluyeron

    que los cambios eran mucho ms patentes en el tercer componente que en los otros

    dos.

    Aos ms tarde McKern y Gilbert (1973) establecieron estas mismas

    hiptesis en un grupo poblacional femenino, percatndose de que su teora gozaba

    de mayor fiabilidad en los hombres, quienes adems, alcanzaban su completo

    desarrollo sinfisal y formacin aproximadamente diez aos antes. Esta teora fue a

    su vez justificada por T.D. Stewart, demostrando que las mujeres son ms

    propensas a sufrir cambios morfolgicos en la snfisis pbica debido a la

    maternidad.

    En 1920, T.W. Todd defini a la snfisis pbica como un valo dotado de

    una superficie con una zona ventral, otra dorsal o meseta, una extremidad superior

    y otra inferior. Gracias a ello ide diez fases morfolgicas -distribuidas entre los 18

    y los 50 aos- con la mnima variacin posible. Aos despus, reorganiz todas las

    fases en grupos de tres, sin encontrar diferencias entre sexos (ver ilustracin).

    Fig.9 Cambios en la faceta auricular segn T.W. Todd (Buikstra & Ubelaker, 1994)

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    Valindose de las fases de Todd (1920), los antroplogos S.T. Brooks y

    J.M. Suchey en 1990 establecieron seis fases diferentes y afirmaron que, para los

    individuos de sexo masculino las estimaciones de edad conseguidas eran bastante

    ms fiables que las obtenidas en los de sexo femenino. Las seis fases establecidas,

    se caracterizaban por:

    - I fase (15-23 aos en hombres y 15-24 aos en mujeres): una snfisis pbica

    ondulante con crestas y surcos, en donde no se han formado con total

    claridad las extremidades superiores e inferiores.

    - II fase (19-34 aos en hombres y 19-40 aos en mujeres): las ondulaciones

    comienzan a desaparecer y empieza a distinguirse con mayor claridad la

    extremidad superior.

    - III fase (21-46 aos en hombres y 21-53 aos en mujeres): comienzo de la

    formacin del extremo inferior y de la rampa ventral y completa formacin

    de la zona dorsal pero con ausencia an del lipping en el borde.

    - IV fase (23-57 aos en hombres y 26-70 aos en mujeres): una ms

    completa formacin del contorno oval aunque existiendo an un salto en la

    zona superior del margen ventral. Se empieza a intuir levemente el lipping

    dorsal, observndose una clara separacin entre el tubrculo pbico y la

    propia cara de la snfisis, lo que permite delimitar perfectamente la

    extremidad superior.

    - V fase (27-66 aos en hombres y 25-83 aos en mujeres): margen

    completamente formado, con lipping dorsal y excrecencia sea en la zona

    ventral debida a los ligamentos existentes. La cara sinfisal comienza a sufrir

    una ligera depresin.

    - VI fase (34-86 aos en hombres y 42-87 aos en mujeres): la superficie

    sinfisal avanza en su estado de depresin, comenzando a generar

    porosidades que le dan un aspecto tosco y rugoso. Los mrgenes empiezan a

    erosionarse y los ligamentos ventrales aparecen mucho ms marcados.

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    Un modo de resumir todas estas caractersticas podra ser: en los individuos

    menores de 25 aos la cara sinfisal presenta profundas crestas y estras; en los

    menores de 31 aos comienza la formacin de ndulos de osificacin pero sin

    existir todava la rampa ventral; en los menores de 41 aos la rampa ventral ya est

    formada pero de un modo no completo.

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    - Faceta auricular

    La faceta auricular tambin sufre cambios morfolgicos notables de carcter

    degenerativo con el paso del tiempo que permiten determinar, de un modo ms o

    menos riguroso, la edad del individuo. El antroplogo Lovejoy et al. (1985)

    estudi la faceta auricular del illium de individuos pertenecientes a la coleccin de

    T.W. Todd y estableci que:

    . De los 20 a los 24 aos, la faceta auricular presenta un aspecto ondulado

    y de textura fina.

    . De los 25 a los 29 aos, comienzan a disiparse las ondas de la faceta,

    pero el aspecto de la misma sigue siendo joven.

    . Desde comienzos de los 30 hasta los 34 aos, las ondas que an podan

    persistir pasan a adquirir un aspecto de estras.

    . De los 35 a los 39 aos, se caracteriza por una granulacin tosca.

    . De los 40 a los 44 aos, la granulacin tosca pasa a mostrar una

    fisonoma densa en toda la faceta auricular.

    . Desde los 45 hasta los 49 aos, la granulacin desaparece por completo.

    . Durante la dcada de los 50 aos, la granulacin pasa a tener un aspecto

    rugoso y spero.

    . Ser a partir de los 60 aos en adelante, cuando en la faceta auricular

    pueda aparecer una especie de reborde o cresta conocida como lipping

    marginal (breakdown).

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    - Cresta ilaca

    McKern y Stewart (1957) observaron cmo la cresta ilaca comenzaba su

    etapa de fusin hacia los 17 aos, llegando a alcanzar la obliteracin total cerca de

    los 23. Por otro lado, vieron cmo la unin de

    los tres huesos que conforman el coxal -ilion,

    isquion y pubis- localizada en el agujero

    obturador del acetbulo se produca, por lo

    general, a los 13 aos en la mujer y los 14 en

    el hombre.

    3.2.4. CAJA TORCICA

    - Costillas

    Otro mtodo de estimacin de la edad de un individuo es mediante la

    topografa de la superficie esternal de las costillas. Aquellas que se unen con el

    esternn presentan una zona excelente para analizar el cambio morfolgico

    continuo que acontece durante el desarrollo vital, pasando de ser suave y liso en

    individuos jvenes a irregular y rugoso en los adultos.

    Segn el antroplogo Michelson (1934) existe un notable dimorfismo

    sexual en la calcificacin del cartlago costal, hecho que casi nunca tiene lugar

    antes de los 11 aos de edad y que avanza de la costilla al esternn. A su vez,

    afirma que es a partir de los 15 aos, hasta bien pasada la etapa de la madurez,

    cuando el gnero masculino experimenta una mayor calcificacin. Este hecho se

    desencadena la mayora de las veces durante la segunda dcada de la vida en ambos

    sexos y razas -aunque en la raza negra este hecho sucede de un modo mucho ms

    rpido-, y disminuyendo su ritmo a partir de los 40 aos de edad.

    Mckern y Stewart (1957) observaron que, al igual que suceda en los

    cuerpos vertebrales, las tres primeras costillas y las tres ltimas -1, 2, 3 y 10, 11,

    12 respectivamente- experimentaban una calcificacin prematura, mientras que en

    las intermedias -4, 5, 6, 7, 8 y 9- dicho proceso tena lugar poco despus.

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    Los antroplogos Loth e Isan (1984) analizaron los cambios morfolgicos

    acaecidos en la articulacin costo-esternal de la cuarta costilla derecha,

    estableciendo un mtodo de nueve

    fases diferentes en base a cambios

    referentes a su formacin, forma de

    la cavidad, textura del hueso, etc.

    Mostraron cmo en la mujer los

    cambios morfolgicos se sucedan

    de una forma ms rpida desde los

    14 hasta los 28 aos, ralentizndose

    con el paso del tiempo. Sin

    embargo, mientras que para los

    hombres los cambios morfolgicos de las costillas podan tener lugar desde los 17

    hasta los 85 aos, para las mujeres esta fraccin de tiempo se ampliaba desde los 14

    hasta los 90 aos.

    Para los antroplogos Kunos et al. (1999), los cambios morfolgicos

    patentes en las primeras costillas en base a su forma y textura, tanto de la superficie

    como de los mrgenes, estn completamente relacionados con el paso de los aos y

    la edad.

    - Columna vertebral

    Conforme el individuo avanza en edad, la columna experimenta un

    desarrollo evolutivo que hace que las vrtebras vayan adquiriendo su morfologa

    correspondiente. De esta manera, las vrtebras de los recin nacidos se caracterizan

    por la existencia de tres partes bien diferenciadas: un cuerpo y dos arcos laterales

    que comienzan a unirse hacia los 4 aos. Ya en la adolescencia (12-20 aos)

    aparecen estras radiales en los mrgenes del cuerpo que, a comienzos de la edad

    adulta (20-40 aos), van desapareciendo como consecuencia de la unin de las

    epfisis anulares. Ser entrando en la madurez (40-60 aos) y en la edad senil (ms

    de 60 aos) cuando comience el proceso propiamente degenerativo, apareciendo

    cambios morfolgicos como excrecencias seas -osteofitos y picos de loro-,

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    ndulos de Schmrl, diversos grados de anquilosis, etc., que nos ayudan a saber

    ante qu etapa de la vida nos encontramos.

    3.2.5. HUESOS LARGOS

    - Extremidades superiores e inferiores

    Mediante el estudio de los huesos

    largos podemos establecer otro sistema de

    determinacin de edad en individuos

    inmaduros. Hemos de fijarnos por un lado

    en el tamao de los mismos, ya que

    sabemos que con la edad se genera un

    crecimiento de la difisis de forma

    sistemtica, y por otro en el grado de

    fusin de las epfisis con la difisis. Los

    antroplogos plantean una edad constante

    de unin para cada hueso, pudiendo

    diferenciar as entre infantiles (cuyas

    epfisis no estn fusionadas), subadultos

    (la unin se ha producido en unos huesos

    pero no en otros) y adultos (con fusin

    completa o prcticamente completa, para

    lo que es necesario utilizar otros

    mtodos).

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    3.3. ESTIMACIN DE LA ESTATURA

    Para este estudio es necesario entender el trmino regresin. Regresin es aquel

    procedimiento mediante el cual se trata de determinar si existe o no relacin de

    dependencia entre dos o ms variables. Las frmulas de regresin son modelos

    matemticos mediante los cuales conociendo los valores de una variable independiente

    (por ej.: longitud del fmur, longitud de la tibia, etc.) podemos estimar los valores de una o

    ms variables dependientes (por ej.: estatura, peso, etc.). De este modo, el objetivo

    primordial de toda regresin es intentar predecir un dato desconocido de una variable

    partiendo de los datos conocidos de otra variable, para as determinar la relacin de

    dependencia existente entre ambas.

    Para la estimacin de la estatura en nuestra investigacin, hemos usado diferentes

    modelos matemticos, entre los cuales destacamos por su fiabilidad el mtodo anatmico

    elaborado por Fully y Pineau (1960) y las frmulas de regresin llevadas a cabo por

    diferentes autores (Pearson et al. 1899, Trotter y Gleser 1952, Feldesman et al. 1990,

    Dupertuis y Hadden 1951, Tibbetts et al. 1981, y Telkk et al. 1950) en base a la longitud

    de los huesos largos de las extremidades inferiores. Todas las frmulas han sido calculadas

    en centmetros, excepto las de Tibbetts et al. cuyas medidas se han expresado en

    milmetros.

    Debido a su utilidad en el estudio de restos incompletos, el mtodo ms

    comnmente empleado tanto en contextos forenses como bioarqueolgicos son las

    frmulas de regresin. Aunque hemos de tener en cuenta que estas tampoco estn libres de

    riesgos, ya que la exactitud y precisin para la estimacin de la estatura puede verse

    afectada por diferentes factores biolgicos. Por ello, la frmula de regresin que se utilice

    ha de ser cuidadosamente seleccionada, dependiendo del contexto especfico de la

    poblacin a estudiar.

    Las medidas de los restos seos no fragmentados han sido tomadas empleando los

    materiales antropomtricos clsicos como son el calibre vernier y el calibre digital de 200

    mm, la tabla osteomtrica y el comps de ramas curvas de 300 mm.

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    La utilizacin del mtodo anatmico, a pesar de ser la que mayor fiabilidad aporta a

    la hora de estimar la estatura de un individuo, conlleva un problema metodolgico de

    elevada importancia, y es que para su desarrollo es indispensable disponer de todos los

    restos seos del esqueleto. Es por ello por lo que en la mayora de las investigaciones

    antropolgicas este mtodo carece de funcionalidad, hacindose necesario utilizar las

    diferentes frmulas de regresin, cuya exactitud depende de la similitud de las

    proporciones del cuerpo entre los individuos a analizar y aquellos que han sido utilizados

    para elaborar la frmula de regresin.

    Otro factor que ha de tener en cuenta un antroplogo a la hora de determinar la

    estatura de un esqueleto, es saber si dicho individuo es adulto o subadulto, lo que en

    ocasiones se complica por la existencia nicamente de fragmentos seos aislados. Por otro

    lado, tal estimacin ha de ser calculada teniendo en cuenta todos los factores de los que

    depende, como son la raza y el sexo, con los que est ntimamente relacionada. Como

    curiosidad diremos que en ocasiones se han dado casos de asimetra en la longitud y grosor

    de los huesos largos, lo que posteriormente se ha visto relacionado con la lateralidad del

    individuo, es decir, zurdo o diestro.

    Con todo, a menos que existan anomalas que afecten directamente al crecimiento,

    la estatura final de un individuo de raza blanca se alcanza aproximadamente alrededor de

    los 21-23 aos para los hombres y de los 18-20 aos para las mujeres. Es a partir de los 40-

    50 aos cuando la estatura comienza un estado de progresiva regresin, acelerndose con

    el tiempo hasta poder llegar a disminuir unos 0,06 cm. al ao (Reverte Coma, 1999). Por

    todo ello, hemos credo conveniente tomar como referencia la longitud mxima de los

    huesos largos, siendo el fmur, de entre todos ellos, el de mayor fiabilidad.

    Para la determinacin de la estatura destacamos el mtodo anatmico, cuyo

    precursor estadounidense Dwight (1894) ya lo utilizaba a finales del siglo XIX dejando

    constancia de ello al ser aplicado casi un siglo despus por el antroplogo Stewart (1979).

    Por su parte, Fully (1956) y Fully y Pineau (1960) propusieron una tcnica semejante a la

    de H. Dwight pero algo ms simplificada: sin necesidad de colocar anatmicamente cada

    hueso -como suceda anteriormente con la tcnica de Dwight- se suman nicamente las

    dimensiones de ciertas partes del esqueleto mediante las cuales, y aplicando un sistema de

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    correcciones estipulado, se conoce la estatura aproximada de un individuo en vida. Su

    estudio se bas en 164 esqueletos masculinos - 45% franceses, 27% italianos y 28% otras

    nacionalidades europeas- provenientes de diferentes campos de concentracin de la II

    Guerra Mundial, con edades comprendidas entre los 18 y 65 aos y con estatura variable

    entre 151 y 188 cm, lo que sin duda se aproxima a nuestra muestra (XVII Simposio de

    Investigaciones Arqueolgicas de Guatemala, 2003).

    Despus de una importante evaluacin de la tcnica de Fully (1956), Raxter et al.

    (2006 y 2007) desarrollaron una versin ms avanzada de dicho mtodo que permita

    perfeccionar las medidas que deban de ser tomadas. Las dotaron de mejores factores de

    correccin para los tejidos blandos y aportaron explicaciones a los cambios de la estatura

    relacionados con la edad. Esta nueva tcnica estima la estatura en vivo del individuo en

    base a la altura del esqueleto, mediante dos frmulas en las que se utiliza la edad del

    individuo dependiendo de si se conoce o no. Segn Raxter et al. (2007), aunque la

    estimacin de la edad mediante los restos bioarqueolgicos suele ser inevitablemente

    imprecisa, es aconsejable incorporarlos a la hora de calcular la estatura en vivo, con el fin

    de evitar errores sistemticos en individuos jvenes. Hemos de indicar que esta frmula de

    Fully (1956), modificada por Raxter et al. (2007), es la que nosotros hemos utilizado en

    nuestro estudio.

    Tabla 7. Frmulas de regresin Fully (1956) y de Fully y Pineau (1960)

    basadas en individuos masculinos europeos.

    En nuestra investigacin hemos diseado varias frmulas de regresin que

    permiten estimar la estatura de los individuos en base a la longitud de los huesos largos.

    Partiendo del mtodo anatmico de Fully -con la correccin de Raxter et al. (2006 y

    2007)- se ha estimado la estatura en vida de todos aquellos individuos de nuestra muestra

    cuyo clculo pudiese ser elaborado mediante dicho mtodo para as, posteriormente y en

    FULLY (N:164)

    F1 = 1,009 * altura del esqueleto 0,0426 * edad + 12,1

    F2 = 0,996 * altura del esqueleto + 11,7

    FULLY Y PINEAU (N:164)

    FyP1 = 14,62 + 0,98 * longitud anatmica

    FyP2 = 42,67 + 2,09 * longitud fmur + alturas lumbares

    FyP3 = 48,63 + 2,32 * longitud tibia + alturas lumbares

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

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    base a esos datos, poder crear una frmula de regresin propia para nuestra muestra que

    nos permitiera obtener la estatura de aquellos cuyos restos seos se encontrasen

    fragmentados. Con todo, tendremos que evaluar la precisin y exactitud de las estaturas

    obtenidas mediante nuestra frmula de regresin, respecto a aquellas obtenidas de las

    frmulas utilizadas normalmente para las poblaciones europeas.

    Las variables aplicadas en nuestras frmulas de regresin han sido: 1) longitud

    mxima del fmur; 2) longitud bicondilar del fmur, 3) longitud mxima de la tibia, 4)

    longitud bicondilar de la tibia, 5) longitud mxima del peron, 6) longitud bicondilar del

    peron, 7) longitud mxima del hmero, 8) longitud bicondilar del hmero, 9) longitud

    mxima del cbito, 10) longitud bicondilar del cbito, 11) longitud mxima del radio y 12)

    longitud bicondilar del radio. De este modo, las frmulas de regresin elaboradas por

    nosotros para estimar la estatura han sido las siguientes:

    a. Estatura = 44,6581 + (2,6673 * longitud mxima del fmur) 2,520997009

    b. Estatura = 44,1597 + (2,7032 * longitud bicondilar del fmur) 2,631782569

    c. Estatura = 61,27523 + (2,81416 * longitud mxima de la tibia M1) 2,709782316

    d. Estatura = 65,82080 + (2,65272 * longitud mxima de la tibia M1a) 2,786778158

    e. Estatura = 68,07605 + (2,64158 * longitud mxima de la tibia M1b) 2,840215402

    f. Estatura = 68,6032 + (2,6757 * longitud bicondilar de la tibia) 2,823885370

    g. Estatura = 64,193 + (2,7742 * longitud mxima del peron) 2,823885370

    h. Estatura = 65,6392 + (2,7496 * longitud bicondilar del peron) 2,579763535

    i. Estatura = 40,8254 + (3,8498 * longitud mxima del hmero) 2,960576628

    j. Estatura = 36,3056 + (4,0603 * longitud bicondilar del hmero) 3,276989965

    k. Estatura = 51,5823 + (4,4179 * longitud mxima del cbito) 4,658360804

    l. Estatura = 58,8047 + (4,7546 * longitud bicondilar del cbito) 4,559676363

    m. Estatura = 53,9493 + (4,6736 * longitud mxima del radio) 3,942515811

    n. Estatura = 61,8413 + (4,5987 * longitud bicondilar del radio) 4,359482829

  • Tcnicas forenses aplicadas al estudio de los restos biolgicos exhumados de la fosa comn del monte Costajn.

    Acercamiento a un futuro intento de identificacin.

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    Por otro lado, el matemtico y estadstico britnico Karl Pearson llev a cabo en el

    ao 1898 diversas investigaciones que le ayudaron a idear una ecuacin regresiva que, con

    sus consiguientes correcciones numricas, le permiti estimar la estatura de los individuos

    en base a los huesos largos del lado derecho (Pearson, 1899).

    Tabla 3. Frmulas de regresin de Pearson (1899) en base a individuos masculinos franceses.

    (Las inciales F, H, T y R corresponden a fmur, hmero, tibia y radio)

    PEARSON (N:50)

    81,306 + 1,880*F

    70,641 + 2,894*H

    78,664 + 2,376*T

    85,925 + 3,271*R

    71,272 + 1,159*(F+T)

    71,441 + 1,220*F + 1,080*T

    66,855 + 1,730*(H+R)

    69,788 + 2,769*H + 0,195*R

    68,397 + 1,030*F + 1,557*H

    67,049 + 0,913*F + 0,600*T + 1,225*H - 0,187*R

    En 1952, los estadounidenses M. Trotter y G.C. Gleser se propusieron analizar las

    relaciones entre la estatura de un individuo y las medidas de sus huesos largos. Para ello, y

    tomando como muestra soldados americanos muertos durante la II Guerra Mundial,

    crearon diferentes frmulas de regresin -tanto para individuos de raza blanca como para

    los de raza negra- con el fin de elaborar una tabla que determinase la estatura a partir de la

    longitud de los huesos de las extremidades (Trotter y Gleser, 1952). Seis aos despus, y

    tras la informacin antropolgica recogida de los soldados mexicanos del ejrcito

    estadounidense, antes y despus de morir en la Guerra de Corea, se propusieron mejorar

    sus anteriores ecuaciones de regresin, para afinar la precisin a la hora de estimar la

    estatura de un individuo (Trotter y Gleser, 1958). De esta manera obtuvieron las siguientes

    frmulas derivadas de las anteriores:

    Tabla 4 y 5. Frmulas de regresin de Trotter y Gleser (1958) en base a individuos masculinos americanos

    de raza blanca (Las inciales F, H, T, R, P y U corresponde a fmur, hmero, tibia, radio, peron y lna)

    TROTTER Y GLESER (N:5517)

    TROTTER Y GLESER (N:5517) (individuos entre 18 y 30 aos)

    63,05 + 1,31*(F+P) 3,62 3,08*H + 70,45 4,05

  • Trabajo de investigacin. Diploma de Estudios Avanzados, 2011.

    Marina Martnez de Pinillos Gonzlez

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    67,09 + 1,26*(F+T) 3,74 3,78*R + 79,01 4,32

    65,53 + 2,32*F 3,94 3,70*U + 74,05 4,32

    75,5 + 2,60*P 3,86 2,38*F + 61,41 3,27

    81,93 + 2,42*T 3,37 2,52*T + 78,62 3,37

    78,1 + 2,89*H 4,05 2,68*F + 71,78 3,29

    79,42 + 3,79*R 4,32 1,30*(F+T) + 63,29 2,99

    75,55 + 3,67*U 4,32 1,42*F + 1,24*T + 59,88 2,99

    67,97 + 1,82*(H+R) 2,99 0,93*H + 1,94*T + 69,3 3,26

    66,98 + 1,78*(H+U) 2,99 0,27*H + 1,32*F + 1,16*T + 58,57 2,99

    En 1951 C.W. Dupertuis y J.A. Hadden, al estudiar la coleccin osteolgica de

    Hamann-Todd, encontraron una frmula de regresin mediante la cual se pudiese

    averiguar la estatura de un individuo, con el nico conocimiento de la longitud de su