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Fiestapatronaldiocesana2013

…para el trabajo decanal

Baúl del animador Es bueno que se reserve un lugar especial para un altar con: un mantel, una Biblia, una Cruz, una imagen de María del Rosario, velas, flores, etc.

1er Momento: “Al ver a la multitud…”Nos ponemos en presencia del Señor y proclamamos la Palabra. Mt 5, 1-12.

1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. 2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:3 «Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en heren-cia.5 Felices los afligidos, porque serán consolados.6 Felices l os que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.7 Felices l os m isericordiosos, porque obtendrán m isericor-dia.8 Felices l os que tienen e l corazón p uro, porque verán a Dios.9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.12 A légrense y r egocíjense entonces, porque ustedes tendrán una g ran recompensa e n el c ielo; de l a misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.

Baúl del animadorPara el trabajo de este primer momento será necesario:Revistas, diarios, plasticola, tijeras, etc.También te recomendamos llevar impreso varias copias del Anexo I para trabajar en grupos.

Releamos el primer versículo y detengámonos en la frase: “Al ver a la multi-tud”.Jesús era parte del pueblo que lo acompañaba. Al ir caminando con la gente, seguramente iba escuchando lo que comentaban, sus opiniones sobre diver-sos temas, las cosas que los preocupaban y aquellas que los alegraban. Segu

¡¡Queridos Amigos!! Empezamos el camino de preparación para llegar con el corazón dispuesto a festejar el día de nuestra madre del Rosario. Desde el Equipo Diocesano de Pastoral de Juventud queremos acercarles esta propuesta que, al igual que en los años anterio- res, tiene como uno de sus objetivos el de prepararnos frater- nalmente para vivir unidos como decanato juvenil, la fiesta de María. El trabajo de este material es importante ya que, como to- dos los años, es el punto de partida para la reflexión que realizaremos durante el momento de los jóvenes en la Fiesta Diocesana. El compromiso decanal que surge de este material es el que se usa durante el Momento Joven. Si bien esta cartilla hace foco en los contenidos prepara- torios, les recordamos que en cada decanato pueden adaptarla, agregar y/o quitar aquellas cosas que con- sideren necesario, de acuerdo a la cantidad de gente que esté prevista y a la disponibilidad de tiempo y recursos que tengan para el encuentro. Les sugerimos que se viva esta pre-fiesta de manera alegre y que se favorezca la integración de todas las comunidades con dinámicas para conocerse, juegos y canciones juveniles. Finalmente, sabemos que tenemos poco tiempo para la fiesta y que reunirse es di- fícil, pero queremos insistir en el carác- ter decanal del encuentro, para que la riqueza del trabajo sea mayor y para seguir creciendo en amistad, cercanía y unidad. ¡¡La diócesis unida en un mismo espíritu empieza a palpitar esta fiesta diocesana!!!!

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ramente ya sabía qué pensaban, qué sentían. Al subir a la montaña, Jesús puede ver al pueblo de frente mirando directa-mente a los ojos a todos los que formaban esa multitud. ¡Cómo habrán sido las expresiones en esas caras que lo llevó a predicar las Bienaventuranzas!! De esta manera, las bienaventuranzas son respuesta a las situaciones que vive la gente, respuesta de lo Jesús ve en esa multitud, apretujada y sedienta de una palabra de vida que le dé un sentido nuevo a sus vidas.Hoy, el mundo se comunica por medio de redes sociales como y, a través de ellas, podemos mantenernos al tanto de la vida de nuestros amigos y conocidos. Podemos saber “qué piensan”, si están contentos o tristes, si siguen de novios o no, qué cosas les preocupan, qué cosas les gustan, etc.Imaginemos que Jesús entrara a su facebook y comenzara a ver las noticias. ¿Qué cosas crees que vería (positivas y negativas)?

Nos dividimos en grupos y completamos el Anexo I según corresponda a nuestro decana-to con imágenes, dibujos, recortes de diarios, etc. que represente lo que Dios vería en su facebook. Destinamos unos minutos para el trabajo y luego compartimos brevemente lo realizado por los grupos.

Al finalizar esta primera actividad vemos que a través de esta dinámica esta-mos repitiendo lo que hizo Jesús. ¡Queremos subir a la montaña para poder ver desde allí nuestra sociedad!Jesús conoce bien a quienes lo acompañan. Es uno de ellos y por eso vive lo que vive la muchedumbre. Él no pertenece a la realeza ni tiene “ganado el pan diario”, es pobre como toda la gente que está allí. Él conoce las necesidades de su pueblo porque las vive junto a él. Nosotros también somos parte de nuestra sociedad y por eso conocemos bien los males que la aquejan. Sabemos de las dolencias de los jóvenes de nuestra comunidad, de nuestra escuela, de nuestro barrio, de nuestra familia porque también nos duelen a nosotros.

Siguiendo el ejemplo que Jesús nos dio, seamos hoy nosotros quienes juzgamos nues-tra sociedad. Reflexionemos las siguientes preguntas:¿Cómo es el mundo que nos rodea? ¿Cómo es nuestro barrio, nuestra comunidad, nuestro decanato?¿Cuáles son los valores que vemos que nuestra sociedad destaca?¿Compartís esos valores? ¿Cambiarías alguno?

2do Momento: “Bienaventurados”

Releemos la cita bíblica (Mt 5, 1-12) y repasamos especialmente, lasBienaventuranzas (v. 3-12).

Baúl del animadorSería conveniente darle a cada participante una copia de la reflexión así como de las preguntas.También deberemos tener a mano, afiches y fibrones.

Reflexión:Las Bienaventuranzas son caminos de felicidad totalmente nuevos y distintos. Nosotros somos seres materiales y eso nos lleva a desear cosas materiales, cosas temporales. El problema está en absolutizar lo que el mundo nos ofrece: riquezas, como-didades, placeres, poder, vanidades. Sin embargo, Jesús nos da la receta para la verdadera felicidad y, por medio de las Bienaventuranzas, abre un nuevo camino al hacerse presente entre nosotros en medio de las dificultades e inquietudes de nuestras vidas. Él nos dice que, inmersos en estas realidades, los cristianos "recibiremos consuelo, obtendre-mos misericordia, veremos a Dios". El Papa Juan Pablo II desde el Monte de las Bienaventuranzas, en el 2000, nos decía:"Es raro que Jesús exalte a quienes el mundo por lo general considera débiles. Les dice: "Bienaventurados los que parecen perdedores, porque son los verdaderos vencedores: es suyo el Reino de los Cielos". Estas palabras pronunciadas por Él, que es manso y humilde de corazón (Mt. 11, 29) plantean un desafío que exige un profundo y constante cambio en el espíritu y en el corazón. Ustedes, los jóvenes, comprenden por qué es necesa-rio este cambio de corazón. Conocen dentro de ustedes y en torno a ustedes una voz contradictoria. Es una voz que les dice: "Bienaventurados los orgullosos y los violentos, los que prospe-ran a toda costa, los que no tienen escrúpulos, los crueles, los inmorales, los que hacen la guerra en lugar de la paz y persi-guen a quienes constituyen un estorbo en su camino. ¡Ellos son los que vencen, dichosos ellos!". Jesús presenta un mensaje muy diferente. No lejos de aquí, Jesús llamó a sus primeros discípulos, como los llama ahora a ustedes. Su llamada ha exigi-do siempre una elección entre las dos voces que compiten por conquistar su corazón, incluso ahora, en este monte: la elección entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte. ¿Qué voz elegi-rán seguir los jóvenes del siglo XXI? Confiar en Jesús significa elegir creer en lo que les dice, aunque pueda parecer raro y rechazar las seducciones del mal, aunque resulten, deseables o

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Después de escuchar y leer estas palabras de Juan Pablo II, reflexionemos personalmente y en silencio las siguientes preguntas:* En este "vivir la vida al revés", ¿qué nos pide Jesús que valoremos? ¿Qué debemos dejar de lado?* ¿Cómo es posible ser feliz en el mundo en el que vivimos? ¿Quién o qué nos da esa capacidad?

Actividad: A la luz de lo reflexionado durante el trabajo de esta cartilla, ¿nos animamos a escribir en grupos nuestras propias bienaventuranzas?

3er Momento: “Felices Ustedes…”

En nuestra historia, han pasado muchas vidas que hoy valoramos y son ejem-plos para nosotros. Ejemplos de un comportamiento irreprochable y de cons-tancia. Ejemplos de que, a pesar de sus grandes desventuras, siempre supie-ron encontrar esa felicidad a la que Jesús nos llama a vivir.

Baúl del animadorSe adjunta a la cartilla, un material con una breve reseña de lavida de cada persona. Te recomendamos llevar varias copias de quien sea el ejemplo de la bienaventuranza de tu decanato.

Actividad:Inspirados en estos testimonios de vida, compar-tamos otros similares que podamos encontrar en nuestra comunidad, en nuestra escuela, etc.

Compromiso:

Hoy las palabras de Jesús deben sonar más fuertes que nunca. Él nos invita a que seamos felices comprometiéndonos en estas realidades y trabajando para mejorarlas. Nosotros somos las herramientas de Dios para generar el cambio y de nosotros depende.Por esto, comprometámonos como decanato con alguna acción concreta que nos permita alcanzar la felicidad que Jesús nos propone y ayudar a que otros también la alcancen. Plasmemos este deseo en el gesto que llevaremos como decanato unido a la Fiesta de Nuestra Madre del Rosario. También agreguemos en él, un collage que presente las situaciones rezadas y que fueron motivo de el compromiso que asumimos.Por ejemplo: Felices los afligidos, porque los jóvenes del decanato “…” (compromiso a realizar).

Baúl del animadorPlasmemos el compromiso decanal en un cartel muy grande de tela vegetal, papel afiche, etc., y del color del decanato.Como este gesto tendrá continuidad en el trabajo que realizare-mos durante la fiesta diocesana, es necesario que sea de las siguientes medidas 3mts. x 1,5mts.También es importante que las letras sean grandes y claras.

atractivas".Las bienaventuranzas son el retrato de Jesús. Como dijo Isabel a María, también nosotros podemos exclamar con toda verdad refiriéndonos a Jesús: "¡Dichosa tú porque has creído!", dichoso tú, que te has fiado del Padre, dichoso tú, el gran creyente, aquel "que inicia y consuma la fe" (Hb 12,2).Entonces, si hay verdadera fe, si hay auténtica vivencia cristia-na, eso se nota en la vida del creyente. Se nota en que su vida es diferente de lo usual. El estilo de vida que se construye sobre el Evangelio es realmente diferente de cualquier otro estilo de vida que no se basa en el Evangelio.Vivir al estilo del Evangelio nos puede llevar a "vivir la vida al revés": valorar lo que normalmente no se valora y dejar como secundario y no importante aquello por lo que la mayoría se desvive.Quien elige vivir como cristiano se verá abocado a una clase de vida que no es del agrado de la mayoría, que no es bien vista. Pero Él nos dice: “¡Tranquilos!, vivir así no es una desgracia. Si les ha tocado vivir así, ¡dichosos ustedes!; es que han elegido el buen camino. Y aunque muchos les digan que están perdiendo el tiempo y malgastando la vida, aunque ustedes mismos sien-tan alguna vez la tentación de pensar eso mismo, ustedes son los verdaderos triunfadores. Y un día van a alcanzar el triunfo. No se dejen llevar ni por las apariencias ni por las habladurías:¡Ustedes son los Dichosos! ¡Confíen en Mí!”

Trabajemos como decanato durante este tercer momento.En el Anexo II de esta cartilla vemos un cuadro con ocho Bienaventuranzas (una por cada decanato) y la vida de una persona que luchó con una realidad similar a la descripta por Jesús, y que, sin embargo supo ser feliz como Cristo

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4to Momento: “En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”

María es para nosotros un importante modelo a seguir, y nos enseña que, en medio de estas situaciones, podemos ser felices pero no con una felicidad vacía ni masoquista. María la mujer de fe, es bienaventurada por confiar y creer plenamente en el amor y voluntad de Dios. De esta manera, también han sido bienaventurados tantos hermanos nuestros como los llama la Carta a los Hebreos “ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos” (Heb 12, 1). Estos hombres y mujeres supieron sacar a relucir todo su amor por Cristo y el Evangelio en las situaciones difíciles de la vida.Compartamos la siguiente reflexión de nuestro padre Francisco (Punto 58, Carta Encíclica Lumen Fidei).

Bienaventurada la que ha creído (Lc 1,45)58. En la parábola del sembrador, san Lucas nos ha dejado estas palabras con las que Jesús explica el significado de la « tierra buena »: « Son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perse-verancia » (Lc 8,15). En el contexto del Evangelio de Lucas, la mención del corazón noble y generoso, que escucha y guarda la Palabra, es un retrato implícito de la fe de la Virgen María. El mismo evangelista habla de la memoria de María, que conservaba en su corazón todo lo que escuchaba y veía, de modo que la Palabra diese fruto en su vida. La Madre del Señor es icono perfecto de la fe, como dice santa Isabel: « Bienaventurada la que ha creído » (Lc 1,45)En María, Hija de Sión, se cumple la larga historia de fe del Antiguo Testamento, que incluye la historia de tantas muje-res fieles, comenzando por Sara, mujeres que, junto a los patriarcas, fueron testigos del cumplimiento de las prome-sas de Dios y del surgimiento de la vida nueva. En la pleni-tud de los tiempos, la Palabra de Dios fue dirigida a María, y ella la acogió con todo su ser, en su corazón, para que tomase carne en ella y naciese como luz para los hombres. San Justino mártir, en su Diálogo con Trifón, tiene una hermosa expresión, en la que dice que María, al aceptar el mensaje del Ángel, concibió « fe y alegría »[49]. En la Madre de Jesús, la fe ha dado su mejor fruto, y cuando nuestra vida espiritual da fruto, nos llenamos de alegría, que es el signo más evidente de la grandeza de la fe. En su vida, María ha realizado la peregrinación de la fe, siguiendo a su Hijo[50].50 Así, en María, el camino de fe del Antiguo Testamento es asumido en el seguimiento de Jesús y se deja transformar por él, entrando a formar parte de la mirada única del Hijo de Dios encarnado.

Para finalizar el encuentro, recemos juntos la oración a María escrita por su santidad Francisco (Punto 60 de dicha encíclica). Luego de la oración, termine-mos este momento celebrativo con el canto del magníficat.

Oración a María Madre de nuestra Fe:Nos dirigimos en oración a María,madre de la Iglesia y madre de nuestra fe.¡Madre, ayuda nuestra fe!Abre nuestro oído a la Palabra,para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos,saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor,para que podamos tocarlo en la fe.Ayúdanos a fiarnos plenamente de él,a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribu-lación y de cruz,cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar.Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.Recuérdanos que quien cree no está nunca solo.Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús,para que él sea luz en nuestro camino.Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros,hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor.Amén.

Baúl del animadorSería conveniente darle a cada participante una copia de la reflexión y de la oración así como de la letra de la canción.También te proponemos, como alternativa, la versión del mag-níficat cantada por la hermana Glenda:(http://www.youtube.com/watch?v=PYoKdMz6ct0

Recomendaciones para la Fiesta:No olviden llevar:Mate y galletas, comida para almuerzo a la canasta, MUCHA agua, gorro, protector solar y el compromiso del decanato que ha surgido de este encuentro.Nos vemos el domingo 6 de octubre a las 10:00 hs en el prado frente a la ex-Eureka del Parque Gral. San Martín.

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