1979-61-131

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Cuadernos Ruedo Ibérico 61-131

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  • 2 J.M. Pea La fiesta del PCE: 1977 y 1978

    1.1977: Un compromiso de orden

    La gente no se divierte cuando trabaja. Incluso, algunos, sufren. Aunque sos son casos extremos. Lo normal es que se acep- te, que se est sonforme con que el tra- bajo no nos divierta. Que slo nos canse. Algo que parece tambin generalmente aceptado es esa verdadera dicotoma en- tre la jornada laboral, el tiempo de tra- bajo y el tiempo de descanso, las horas de ocio. Entre un tiempo dedicado a alimen- tar un conjunto de actividades que nos resultan totalmente ajenas, que no nos son propias (trabajamos para otro, ven- demos nuestra fuerza de trabajo), que nos vienen impuestas, y para el que necesita- mos transfigurarnos, criar una serie de actitudes convenientes. Y entre ese otro tiempo dedicado a reencontrarnos, a la vida, a lo que nos inquieta, a lo que nos divierte, dedicados a lo que nos hace sen- tirnos bien. No hubo ninguna posibilidad de hacer coincidir vocacin y puesto de trabajo. De

    1. Las frases en cursiva estn tomadas de la pren- sa, de los discursos y de la propaganda al respecto de la fiesta.

    conseguir que nuestra profesin fuera algo integrado en nuestra vida. As las cosas para la mayora de las per- sonas, a nadie puede extrariar que se espe- ren los das de fiesta con verdadera an- sia. Y hasta con angustia, de lo mucho que nos hacen falta. Porque es el tiempo de gozar. No slo queremos descansar, desintoxicarnos. Que- remos gozar. Romper con el ambiente de trabajo. Es el tiempo en el que no tene- mos a nadie ante quien ser responsables, maduros, eficaces, serios. Nadie con quien competir, a quien superar. Nada que nos ponga a prueba, ante lo que demostrar nuestra capacidad. No hay tensin. Ni ese equilibrio ajustado y preciso. Ya no hay por qu controlarnos. No precisamos de ese humor oportuno y convincente que nos proporcione una imagen sobria y ele- gante para con el de arriba y exigente pero simptica para con el de abajo. Es nuestro tiempo de ocio, de recreo. Es el tiempo de dedicarnos a nosotros mis- mos exclusivamente. De abandonarnos. Porque tenemos necesidad de abandonar- nos.

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    Un ejemplo de instrumentacin poliica dc 10 colidianu

    Con un poco de suerte, y si conseguimos burlar la persecucin obsesiva de la tele- visin, la presencia de la estupenda pe- lcula recomendada por todos los medios de comunicacin, la divertidsima obra de teatro que lleva haciendo rer a carcajadas desde hace dos aos a toda la ciudad, cl apetitoso viajecito en coche por los alre- dedores, o el trascendente partido de ft- bol internacional, a lo mejor entonces pue- do ya intentar la aventura de un fin de se- mana diferente, donde no quepan los se- sudos profesionales del tiempo libre, don- de el protagonista, la estrella invitada sea yo, seamos nosotros. Puedo intentar la aventura de dedicarme a jugar. Puedo per- der la cabeza. Volverme loco. Hacer una fiesta del Partido Commistu de Espu- u. Sbado 15 y domingo 16 de octw bre. Feria Internacional.. Porque hacer una fiesta me supone incertidumbre, es algo en donde el azar todava puede ,ju- gar su baza. Es algo vivo y misterioso que puede acabar, al menos por un rato, con la monotona diaria, que puede acabar con lo sistemtico, lo programado, lo ine- vitable, Programa: u lus 12, Brisas de Espaa; 12.15, Pedro y Muri,la; 12.30, Carmen Argiks... EH la zona acotuda paru los nios se realizarn diltersus atraccio- nes. Cine: Dolores y est uqui. Porque en una fiesta puedo encontrarme a gusto con los amigos. Sin comparsas que me lo estropeen todo, que se entrometan conocidos mtores y cantu?ltes firrmrn libros de eiltre ms de 15 000 titlr1o.s que estarn u disposicin del... Quiero estar con ellos como no puedo estar entre se- mana nn mill?l y medio de persoms se calcula son lus que a lo largo de los dos das han llenado... y estar juntos, de ver- dad juntos; libres del jefe que te espa, que te pone nervioso, que te estorba, entre los invitudos se erlcontrahnn el gobernador civil de Madrid, el alculde de lu ciudad..., no preocuparnos por nadie. Necesito una

    fiesta porque cn una fiesta se puede dar lo irreal, lo excepcional, lo extraordinario. Cine : Vitoria, Test de ~?oletlciu.. Quiero despreocuparme. Dejar en suspenso mi vida normal de todos los das, ocuparme de lo nimio, de lo superfluo, Carrillo una- liz extensun~enle la crisis econ0mica... Firluliz su intervencin nfirmarldo que el PCE uo propone como sollrcitr I~,IU alter- nutiva de izqzrierdu... que me d6 todo lo mismo. Que en ese momento no mc im- porte nada salvo divertirme y salir de la caja de cerillas que es mi trabajo, o mi fa- milia, o mis estudios, mi vida con rnitirl prblico L( las 17 horas et1 el ytre irlterlletl- drh Santiago Carrillo T Suchez Monte- ro. Comidas tpicas... Me gustara sen- tir verdadet-o placer. Se hace una tiesta para eso, para sentirse libre y escapar a lo de siempre, lo corriente. lo ordinario y automatizado, teledirigido con el II. 982657 de tarjeta de ayuda al PCE: 150 pts que permite la usistencia y la participacitz eu el sorteo de ILII coche.. builes uniruados COII diversus orquestas... metro Batn JJ Lugo.. lu rifa del mtotnvil unte noturio.. Porque en una liesta puedo inventar algo ; hacerme artista; crear, moverme en el es. patio de una y mil maneras, buscar mi msica, mi ritmo, disfrutar dc lo cspont- neo de esa armona tan nueva y tan propia, moverme ilgica e irracionalmente T ~111 servicio de orden rnontudo por 3 000 mili- taules vigil co~ztitz~farneffte por la f~ortfza- lidad... dc una fiesta en la que lo puedas imaginar todo sin nada que controlc mi atenci0n y liotar hechizado por esas visio- nes en la qlte lina palltulla gigaizte y efec- tos mdiovisL&es urtic&rn el espectcw lo... donde todo tenga un desorden m- gico y hechizante, fantbstico y extravagan- te, con lo que nos podamos entusiasmar con uu enorme s ulgo colegial que re- tumb toda la Feriu del Campo erz contes- tacin a SLI pregunta de si se uprobabu o no la poltica que estaba llelwzdo el PCE

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  • Un ejemplo dc instrumentacin politica de lo cotidiano

    finuliz... una fiesta que no tenga ningn objetivo premeditado, sin contenido, en donde lo que importe sea saborear su in- mediatez, su ser intrascendente, su ser vlido nada ms que para ahora, para este instante, en el que me divierto, sin querer obtener provecho alguno de ayuda ul PCE, 150 pts... curetus de Carrillo a 15 pts... Ese milln y medio de personas SOLZ un muevo testimonio del potencial de rmestru izquierda y, et, este caso, concretamente del PCE... No puede valerme una fiesta que siento utilizada para que un grupo de personas se confirme mutuamente, con su presencia numrica, sin hablarse, sin to- carse, sin mirarse, el valor de sus convic- ciones y quisiera hacer una fiesta donde participen todos y nadie imite a nadie y expresar all una fraternidad real, espon- tnea, sin que nada propicie esas mani- festaciones masivas de alegra falsa e his- ttkica de TEI qtre represetltur alegras revollrcionurias.. cargadas de deberes mo- rales y responsabilidades polticas. Porque en una fiesta todo est ajustado natural- mente y sobran todas las normas y reglas que puedan recordarnos el mundo habi- tual 1. Mundo Obrero. 2. Anfiteatro Prin- cipal. 3. Verbenas. 4. Baile. 5. Guardera... 400000 metros cuudrados. 23 stunds cll- hierros. 12 represetztaciones oficiales de los partidos conzunistas... y en las inme- diaciones de la zona nn gigantesco embo- tellamiento... lurgus colas en el suburba- IZO... Estoy cansado de los compromisos sociales, nacionales, regionales, cultura- les, religiosos, polticos, laborales, fami- liares, cvicos. Yo lo que quiero es diver- tirme intilmente, indisciplinadamente, haciendo posible y realidad unos ideales de expresin que se me ahogan entre tanto orden y organizacin, compromiso y res- ponsabilidad, conciencia y seriedad. No me puede valer una fiesta en donde la organizacin me excluye porque no d la respuesta de alegra convenida, estableci-

    da, prefijada. No me puede valer una fiesta que no hace sino reproducir el sis- tema de vida que me abruma: masifica- cin y pclelismo, entusiasmo militante y acrtico, comercio, consumismo, represin, propaganda siendo el mximo acierto fes- tivo las curetas de Currillo a 15 pts ejem- plar... Una fiesta no puede repetir el orden esta- blecido cuando ste es obsesivo. La fiesta entonces ser todo lo que ponga dicho orden en tela de juicio, que nos libere de 61, que nos permita contestarle, denunciar- le. La fiesta es lo subversivo. Lo que desor- ganiza. Se trata de pretender y conquistar el contraste de lo que nos aliena y ator- menta. Por eso una fiesta es un peligro. No cabe esperar, pues, de un partido poltico, de los hombres que lo constituyen y alimen- tan, que colaboran en el mantenimiento con los uctlerdos entre gobierno y oposi- cin se ha conseguido lo qtle se persegua, en ctlunto qL(e los partidos podemos en- contrar en los mismos parte de nuestros programas.. y reproduccin del sistema, nada que pueda poner a ste en peligro. Ellos no lo necesitan, no podemos esperar sentados u que fracase el gobierno ucttlal, porque en esa esperu podemos perderlo todo... Y lo necesita el partido porque la tureu esencial es consolidur la democra- cia... Me roban la fiesta. Y si antes eran las cadenas de cine, teatro y radio comerciales o independientes, o especiales, o progresis- tas; y la televisin monopolista del go- bierno, quienes fijaban y positivaban mi pasividad, o controlaban, canalizaban y explotaban mi demanda creativa y trans- formadora, ahora lo son tambin las fies- tas del PCE para que te puedas meter en el ctterpo Lmu paella y drtelus de perif- rico con ~nus sardanas... sin molestius de SLL parte nosotros le llevamos los billetes a su domicilio. Cuestan 150 pts... Me ena-

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    Un ejemplo de instrumentacin poltica de lo cotidiano

    jenan, me confunden, me alienan. Contra la fiesta. la fiesta poltica. Contra todo lo que nos. pueda hacer ver que trabajamos mucho y nos divertimos poco; que es po- sible vivir de un trabajo vocacional con el que se disfrute y en donde no quepan patrones ni intereses que te sean extra- os... La fiesta poltica del partido para meterte en el cuerpo lo que aguantes... Contra todo lo que nos pueda hacer ver que vivimos como muecos movidos por falsas necesidades, en la abundancia del producto intil e impuesto y la carencia de nosotros mismos. La fiesta poltica del Partido Comunista que por 1.50 pelas lo mismo te toca un 127... Contra todo lo que nos pueda hacer ver claro que hemos de cambiar nuestra for- ma de vida; nuestra forma de ser y estar con la mujer, el hombre y los nios; la .laturaleza y las mquinas; 1~1 autortdad y la propiedad; contra todo lo que nos pueda hacer ver lo poco que vivimos, lo j- venes que nos morimos, lo muertos que estamos. Contra todo lo que nos pueda hacer vivir de otra forma... La fiesta po- ltica del Partido Comunista de Espaa que ha montado un servicio tanto telef- nico como en nuestros locales para faci- litar los billetes. Basta con que llame a cualquiera de los telfonos a pie de pgi- na para que, sin molestias de su parte, nosotros se lo llevemos a su domicilio... Ahora, por fin, la fiesta es& ms recupe-

    rada que nunca para el sistema. Y son los propios partidos de oposicin los que cc- laboran en ello. Un elemento subversivo ms queda felizmente bajo control y el PCE comunica que el nmero premiado en el sorteo de un coche SEAT 127 en su re- ciente fiesta celebrada es el 684618... Quiz sea mejor as. Quiz gracias a es- tos gigantescos esfuerzos y alardes orga- nizativos, a tanto afn por dirigir, condu- cir y educar mi actividad ociosa, tan in- defensa, tan fcilmente manipulable, me resulte ms patente la necesidad que ten- go de renunciar al ocio, a la fiesta... pre- via negacin de esa actividad laboral que me los hace necesarios y aceptables tal y como se me ofrecen... previa negacin de esas condiciones de trabajo que hacen de m un consumidor neurtico de la fies- ta y del ocio. .Vente! a la fiesta del PCE para que pue- das drtela de moderno con el rock, me- terte en el cuerpo una fabada... pdele la entrada a tu amiguete del partido... para comprender que lo que necesito no son estas fiestas. Que lo que realmente nece- sito es conseguir que mi trabajo sea un juego; que lo ldico vaya ocupando ms y ms espacio de mi tiempo, hasta que no haya diferencia entre trabajar y diver- tirse o gozar; hasta que nuestro trabajo sea placentero ; hasta que la fiesta sea algo cotidiano, normal, extraordinariamente co- tidiano y normal.

    II. 1978: Un compromiso de rrpodev Este ao tambien los 29, 30 de septiembre y 1 de octubre. Sigue la fiesta, contina la diversin y el cachondeo, la mofa, la feba y lo que haga falta. Que para eso es la fiesta de todos los currantes... ciegamen- te empeados en salvar el sistema que les oprime. Que les niega a 1 300 000 de ellos

    el puesto de trabajo con el que afrontar su necesidad de alimento, formacin o vi- vienda, aunque no desesperemos porque a lo peor te toca un piso de tres millones... en nuestra fiesta marxista. Una fiesta marxista : un luminoso e inmen- soso escaparate de las formas y esencias

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  • Un ejemplo de instrumentacin poltica de lo cotidiano

    del capitalismo; un modelo para rentabi- lizar la vieja esperanza de vivir como hom- bres libres iYa viene la fiesta! j Quin pudiera escapar de ella ! Pero un meticu- loso, sugerente y absorbente aparato de propaganda te persigue y llena tu lugar de trabajo, los muros de las calles, las pginas de los peridicos, las ondas radio- fnicas, las conservaciones con conocidos y extraos, de todo cuanto a tan bajo pre- cio puedes disfrutar en un coloquio sobre el eurocomunismo a las 16 horas. Una po- ltica sanitaria para la democracia a las 12 horas. Una tertulia potica con Rafael Alberti, Blas de Otero, Caballero Bonald... o deleitarte con Quilapayun, el queso manchego, Soledad Bravo, los Palacagui- na, la gaita gallega.. . o saborear 860 000 botellas de vino, diez toneladas de sardi- nas, cuatro de chorizo, cincuenta quintales de arroz... i Por qu perder la ocasin de contemplar la falla electoral de Ramn Tamames, candidato del PCE a la alcal- da?; adems, despus del coloquio sobre Democracia y Medios de Comunicacinu rifan televisores en color... por 150 pese- tas puedes adquirir el televisor en color que has soado tanto. Nada es suficiente. Parece como si se pre- cisara que acudiera toda la gente. Ms y mas gente. Mucha ms gente. Por eso este ao tambin con circo, con Seat 131, con piso, con tmbola, con toros, con te- levisores, ms cine, ms cantantes... con un poco de suerte sales de all equipado para toda la vida: casa, coche y tele... y adems alucinado con tanto festejo... pero mira el nmero de tu bono, ies el 063711? Pues sintate antes de seguir leyendo. iTe ha tocado un Seat 131! Que t no tienes bono? Pues a qu esperas, porque por 1.50 pelas todava te puede tocar un piso de tres millones. Ya est aqu la fiesta marxista el cocheri- to ler, las chuletas de lobo con piel de cordero, el rock paliza... un demasi de

    cara al exterior... porque no basta con ser un partido del orden: hay que demos- trarlo; porque no es suficiente que desde el partido en el gobierno se nos presente como un partido para el sistema: hay que demostrar que sabemos hacer sistema. Y por eso formamos parte del gobierno. Somos la oposicin que gobierna con el gobierno. Que nadie pueda sealarnos con- tra el orden establecido. Es ste el que queremos. En l nos movemos. Y nos mo- vemos como pez en el agua porque si la edicin precedente, que cost ochenta mi- llones de pesetas, ofreci al PCE una ga- nancia de 250 millones..., iqu otra em- presa del sistema puede ofrecer semejan- te balance en tres das de negocio? Y nues- tros hombres punta valen para esto, prue- ba de ello es que Santiago Carrillo fue sa- cado a hombros de la plaza y asistido en la mano derecha por presentar sntomas de hinchazn y desgarros musculares oca- sionados por los centenares de veces que hubo de saludar a los asistentes. Pero no es suficiente. Es preciso atraer a ms gente. A todos. Se trata de hacer de la fiesta un xito poltico. Dada la actual situacin se necesita defender, mantener, las parcelas de poder concedidas. Piso, coche, tmbola, televisores, toros, circo, cine, todo lo que atraiga a la gente. Que se venga a la fiesta marxista. Tenemos que hacernos merecedores de esa con- fianza depositada en nosotros. Somos co- laboradores en el poder. Participamos del poder. Es eso lo que exigen nuestros mi- litantes. Razn por la que ninguno de los discursos fueron contestados. Este es el camino. En un solo ao el PCE se con- vierte en el elemento control de la conflic- tividad laboral, el paladn de la flexibili- dad de plantillas para los sectores en cri- sis ; obstruye sistemtica y eficazmente todo tipo de alternativa sindical o movi- miento ciudadano autnomo o fuerza ex- traparlamentaria crtica; y adems se li-

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    Un ejemplo dc instrumentacin poltica de lo cotidiano

    bera de todos sus prejuicios leninistas. Y todo esto en aras de un programa co- mn con el partido en el gobierno para consolidar la democracia. Para ello an hay que arrimar el hombro durante tres 0 cuatro aos, insistira Carrillo en su discurso a los festeros asistentes -por lo menos no hablo de apretarse el cinturn, lo que hubiera evocado recuerdos an ms desagradables. Se ha conseguido, pues, realizar el programa que pretenda un go- bierno de concentracin de fuerzas parla- mentarias. De hecho el programa de con- centracin nacional del partido. Aunque haya habido que aliarse con el capital. Pero mejor aliarse con e! capita: que con el trabajo. Porque el trabajo ya no es alternativa de Poder. Ya no garantiza cl Poder. Esta es la lnea ~~,lccu:~dn J . ..F.~ fluente de 1,. c::!;;:(! r,trlifi< 0 I,i fipi;ir como ll!! rc fudcro ,i:o /IL, 1, guttixciit, plblico y recurtdacin de feudos porque el partido ha conseguido, por fin, una ima- gen vendible. El aparato de propaganda ha trabajado muy bien. A la altura de los de la Coca-Cola, la Ford o la Nestl. Se ha llegado a ms gente. Se atrajo a 500 000 visitantes diarios y a 21 delegaciones de partidos comunistas de todo el mundo. Lo que es un incremento significativo en t-c- lacin con el ao anterior. Los peridicos dedicaron ms paginas v la radio y la televisin muchos mas minutos. Tambin el aparato ideolgico funcion bien. Se consigui que no se alzara ningu- na voz discrepante en los tres das de ex- hibicin: porque lo importante era que la base asumiera de forma definitiva la polticu de cooperacin qlle potemie ul partido en el gobierno pura no etnprljarlo en brazos de la grurz derecha que es la pro- posicin de la ejecutiva, porque ello sig- nifica que en las prximas elecciones el PCE awrentura SLL representacin purlu- mentariu y hacer posible un futuro conse- cL{entemente democrtico.

    Estaba muy difcil de conseguir un nuevo lenguaje para decir que la correlacin de fuerzas no haba variado de la fiesta ante- rior a esta y an se contina demandando prcticamente lo mismo que entonces y vingttz partido intente solmiones sin con- tur COH los otros. Pero fue todo un alarde de cara a los militantes comunistas y sim- patizantes la construccin de esos chscur- sos tan bien apoyados en el incumplimien- to de los Pactos de La Moncloa, para arre- meter contra los lderes socialistas. Eso ha prollocado friertes reacciones y consi- gue enmascarar la regresin acusada de las posiciones obreras del partido. A na- die le molestara ahora una confirmacin de los nuevos pactos sociales porque In siillui~iorl i tm serilt qt~e ningln purtido ptrede itttetltur so1ltciolte.s sin contur COH .o.\ clems, y el PCE defiende la negocia- cion de LM plan de sutleurt~iento y recon- versin. Cualquier asistente ha podido sentirse co- partcipe de proposicin tan importante. Por 150 pelas has podido presenciar cmo el lder comunista, sin renunciar a nada, cambiaba la tctica de su partido y de- nunciaba confabulaciones socialista con el gobierno en un discurso imsitudo tanto por el contenido corno por el lttgar en qlle lo pronrtnci. Y t estabas all. Participando del deve- nir poltico porque habas acudido a la llamada de la fiesta. A la llamada del PCE. Continlu el baile dclrunte tres dus, con rntsica del ptteblo, te esperan medio mi- lln de personas en el lrlgar ms segltro de Mudrid en esos momentos para que te sientas parte integrante de ese latido que mueve la vida poltica, econmica y social del pas. As como weriu, y aderns con MI bono tienes derecho u entrar tos tres das sin pagur. Esto era lo nico que te fal- taba: si con el desodorante Williams te sientes ms seguro, si con el traje del Cor- te Ingles ms atractivo, si fumando Mal-

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  • Un c,jemplo dc instrumcntaciill poltica dc lo cotidiano

    boro o bebiendo Martini ya te sentas irres- sistible, ahora podrs sentirte pleno apre- ciando que depende de ti la poltica nacio- nal porque las fiestas colzstitzlyetl el pri- mer acto de la campau electotul del PCE de cara a las elecciotles mrmicipales. Me- dio milln de personas protegidas por UH frreo servicio de orden te estn esperan- do. Durante tres das Madrid ser rmu fiesta para que comprendas sin esfuerzo, en un clima de entusiasmo general, que el PCE est preparado para cualquier tipo de gestin pblica. Es la gestin del po- der. Es garanta de orden y seguridad. El PCE elimina los elementos disfuncionales para el sistema: del peligro de una fiesta a la utilizacihn de la fiesta con fines inte- gradores. De la ilegalidad a ser pieza clave en el orden establecido: su vigilante es- merado. El capital define el tipo de orden que con- viene y los partidos obreros cuidan de que ste se observe. La respuesta ha sido asi- milada. Los smbolos, emblemus y siglas del partido qtle fuero11 los objetos ms solicitados en todas partes van perdien- do ao tras ao, pacto tras pacto, fiesta tras fiesta, su contenido contestatario ; jus- to a medida que ese vaco se comercializa masiva y competitivamente y el sistema

    descubre y explota la rentabilidad de su izquierda que, ofrecida como un producto ms, se consume como un producto ms. Y as, como un producto poltico, ha sido concebida, promocionada, realizada y con- sumida la fiesta poltica del PCE: una de las empresas modelo del sistema. La fiesta es un negocio rentable econmica y polticamente. Tanto para el gobierno como para el PCE. Por eso los primeros la consienten y los segundos la repiten. Pero lo que no se ve claro es el beneficio que la base militante obtiene. De momen- to se les despoja de una posibilidad crti- ca ms: la ocasin de expresar en comn ese deseo ardiente de vivir como hombres libres; de denunciar de forma inmediata cuanto nos impide ser felices; de dirigirse frontalmente contra todo lo que oprime; de deshacerse, siquiera por un instante, de lo que nos obliga y retiene en una for- ma de vida tan ajena y animalizada. Lo nico espontneo, incontrolado, inslito que aport el PCE a la fiesta fue el dis- cordante i Viva la Repblica ! que se es- cap de la garganta emocionada de Do- lores Ibrruri al finalizar su discurso, lo que provoc el asombro general. A veces el inconsciente tambin juega malas pa- sadas.

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