150 Aniversario del Nacimiento de Mariano Pérez Sánchez

(1866-1946)

Acto 3

JUSTIFICACIÓN

En 1996 tuvo lugar en Requena un año músico-cultural dedicado al 50 Aniversario de la Muerte del Músico Requenense “Mariano Pérez Sánchez”. Aquel año fue pródigo en conciertos, conferencias y publicaciones. Se pudieron escuchar en Requena partituras que llevaban cincuenta o cien años dormidas, muchas de ellas guardadas por el autor tras su estreno y otras cuyo recuerdo estaba en la mente de los más mayores, pero que poco a poco habían sido olvidadas por las nuevas generaciones.

En aquellos conciertos hubo mucha música para banda (incluso se grabó un CD con varias obras sinfónicas), partituras pianísticas, romanzas de zarzuela, música coral religiosa y profana, canciones y cuplés para voz y piano y hasta la recuperación y representación de una zarzuela del compositor requenense. Sin embargo, a pesar de lo expuesto, todavía quedaron algunos géneros pendientes de entre aquellos a los que Mariano Pérez Sánchez dedicó sus esfuerzos creativos.

Uno de esos temas pendientes, muy a nuestro pesar, fue el de la música rondallística, para la que Mariano Pérez compuso una, dos y hasta tres obras anuales durante muchos años y de las cuales se han recuperado más de veinticinco títulos.

La mayoría de estas composiciones, originales para voces y piano, eran canciones de “Mayos”, “Junios”, “Julios” y para Carnavales. Cualquier ocasión era buena para que los cantantes, casi todos músicos y a la vez actores, miembros del Orfeón o de los grupos lírico-dramáticos requenenses, se juntaran para cantar. Las partituras se orquestaban sobre la marcha para los músicos disponibles y sobre un esquema siempre muy parecido en lo melódico, rítmico y armónico. Se salía a cantar por las calles de la ciudad tales noches como hoy, 30 de abril, víspera del mes de mayo, o en los últimos días de mayo o junio, aunque en estas ocasiones ya no tanto para alabar la belleza de las mujeres sino más bien con letras amenas y desenfadadas, muchas veces humorísticas.

Hoy recordaremos las rondallas con música de Pérez Sánchez, pero todos los compositores, profesionales y aficionados, crearon partituras para los tradicionales “Mayos”: Pedro Sosa, José Cervera, Francisco y Casimiro Pino, Rafael Bernabéu, José Salinas, etc., cuando no eran otros buenos aficionados los que adaptaban las letras a canciones conocidas, en especial a temas de zarzuela o música ligera; recordemos que hasta época muy reciente lo hicieron así Pepe Cortés “El Bobal” y la Peña del Buen Humor.

Y no olvidemos que de nada hubieran servido los mejores compositores sin unos adecuados letristas. Nuestros mejores poetas colaboraron con estos músicos: Venancio Serrano Clavero, Nicolás Agut, Manuel Ferrer, Enrique Altabella y otros cuyos nombres no se han conservado, lo hicieron con Mariano Pérez Sánchez.

Volviendo al principio, este concierto que hoy les ofrecemos no pudo ser realidad en 1996 porque, a pesar de contar con la Orquesta de Pulso y Púa de la Escuela Rondalla, Requena no disponía entonces de un coro que se hiciera cargo de las letras. Hoy, por fortuna, la Escuela Rondalla cuenta con todos los elementos humanos necesarios, desde sus cantantes hasta sus directores, pasando por su orquesta, que combina con acierto la veteranía y la juventud y han realizado un gran esfuerzo para colaborar con la Asociación Requenense de Musicología y dar a conocer una muestra de estas obras.

A todos los componentes de la Escuela Rondalla “Sociedad Musical”, muchas gracias.

Asociación Requenense de Musicología

NOTAS AL PROGRAMA

LOS TROVADORES (Serenata romántica para rondalla, 1946).

Varias son las particularidades de esta obra, conservada en el Fondo Musical de Rafael Bernabéu López. Se trata de la única partitura conocida, compuesta por Mariano Pérez Sánchez para rondalla, es decir, para bandurrias, laúdes y guitarras. El resto de las obras que hoy escucharemos fueron escritas desde y para el piano y adaptadas después para rondalla.

Por otro lado, “Los Trovadores” fue escrita, como indica el autor en el manuscrito, el 21 de marzo de 1946, tres meses antes de cumplir los ochenta y, si no nos equivocamos, es la última de sus composiciones antes de morir, en noviembre de ese mismo año. Lleva esta dedicatoria: “Los Trovadores, serenata romántica. Compuesta hace 8 días y dedicada a mis compañeros los componentes de la Rondalla Requenense y al director D. Rafael Bernabéu López. Valencia, 29 Marzo 1946. Mariano Pérez Sánchez”.

La Rondalla Requenense no llegó a programar esta obra. No se ha encontrado ninguna cita en los programas conservados y tampoco se han localizado copias de los papeles instrumentales para los músicos, las particellas; tan solo el original manuscrito de la partitura. Así pues, estamos ante un estreno absoluto del que, a buen seguro, es el único título de Pérez Sánchez que no se había interpretado nunca.

LOS MAYOS y otras Rondallas

Al hablar de los cantos de “Mayos” es ineludible acudir al máximo experto en este campo, el folclorista y actual cronista oficial de Requena, Fermín Pardo Pardo, y a su libro “Los Mayos en el campo de Requena-Utiel y otras comarcas valencianas” (1997), en colaboración con Mª Teresa Oller, aventajada alumna del requenense Pedro Sosa López.

En la introducción cita Fermín a Salvador Seguí, quien en su Cancionero Musical de la Provincia de Valencia (1980) dice: “Los Mayos son cantos primaverales de ronda, propios de la noche del 30 de Abril, cuya difusión en tierras valencianas se localiza principalmente en la comarca de Requena-Utiel, desde la que seguramente se ha proyectado a otras poblaciones... en la parte norte de la huerta, donde se ha perdido actualmente su práctica, que sigue con esplendorosa vigencia en toda el área de Requena...”.

El mismo Fermín matiza a continuación que “la esplendorosa vigencia a que alude Seguí son hoy abundantes recuerdos y concreciones sobre la fiesta, el canto de los mayos y sus textos, pero su conservación, como piezas vivas, se reduce a unas pocas poblaciones de la zona, mientras que en las restantes fueron perdiendo esa esplendorosa vigencia en la década de los años treinta [del siglo XX]...”.

Estas citas y el grueso del trabajo de Fermín se refieren a los Mayos “populares” o de tradición oral, transmitidos de padres a hijos y no conservados en partituras, sino en la memoria de gentes sencillas, sin estudios, pero rebosantes de una musicalidad innata.

En diversas poblaciones cercanas, por ejemplo Venta del Moro, se conserva la tradición del canto de los Mayos, y en Requena y otras villas, la gran labor de Fermín Pardo y sus colaboradores ha conseguido recuperar estos Mayos de tradición oral, que volverán a escucharse esta noche, algo después de terminar el concierto, por las calles de la Villa.

En Requena, esta decadencia del Mayo “popular” contrasta con el auge, dentro del casco urbano y gracias a las emergentes clases sociales burguesas, del Mayo “culto” o de compositor, como el mismo Fermín Pardo lo denomina. En el citado libro, leemos:

“La costumbre tradicional de rondar el 30 de abril y con menos regularidad el 31 de mayo en Requena se ha conservado, con más o menos vitalidad, prácticamente hasta nuestros días, pero habiendo sufrido una notable transformación respecto a la manera tradicional. [Esta] tuvo lugar a principios del siglo XX por el afán modernizador y el desprecio por la tradición popular. Seguramente, pretendiendo elevar la categoría de los textos y las melodías utilizadas para estas rondas, fueron arrinconados los mayos antiguos, siendo sustituidos por composiciones de músicos y poetas de oficio o también por aficionados”.

El cronista apunta la opinión de que en ello tuvo influencia la gran importancia de los Carnavales desde mediados del s. XIX.

No hay duda de que estas afirmaciones son consistentes, pero debo añadir que, en mi opinión, las tradiciones cambian con los tiempos. En Requena, un músico profesional, el primero con estudios de conservatorio, como Mariano Pérez Sánchez, marca el punto de inflexión entre las sencillas “charangas” de mediados del diecinueve y las modernas bandas de música que surgen en 1886 y 1887, arropadas por sociedades musicales formadas por ciudadanos de peso en la población: políticos, abogados, jueces, médicos, periodistas, industriales, comerciantes... Al calor de estas sociedades no solo surgen bandas, sino orquestas, orfeones, grupos líricos y dramáticos, cantantes y actores aficionados, poetas y literatos, que entienden el ocio y la cultura de otro modo, más urbano y cosmopolita, más ilustrado y con unas necesidades artísticas que satisfacer que ya no llenan las tradiciones populares de antaño. En suma, unas tradiciones pierden fuerza y otras nuevas ganan vigor. No es que unas luchen contra otras, es tan simple como que cada época tiene las suyas. Hay que aceptarlo así y es por ello que con el tiempo surgirá la necesidad de recuperar aquello que se perdió y de ahí la importancia de folcloristas como Fermín Pardo.

Los Mayos “cultos” más antiguos que hemos recuperado son los de Pérez Sánchez de 1916, que se cantaron hoy hace justo cien años. La primera noticia que encontramos en la prensa sobre estos nuevos Mayos está referida a dicho año (El Pueblo Libre, Requena, 7/V/1916): “El domingo por la noche, y según costumbre inmemorial, rondaron por las calles de la ciudad varios jóvenes, que al pie de las ventanas de sus Dulcineas, cual amantes trovadores, cantaban las cuitas de su amor. Uno de los grupos, dirigido por el maestro Cervera, con instrumentos de cuerda, llevaba letra del señor Fons; otro, compuesto por la charanga de la música que dirige don Mariano Pérez, cantaba unos versos compuestos por el señor Altabella, y un pequeño grupo (el señor García Cuevas con el violín y el señor Tena cantando) ejecutaba la parte de tenor de la zarzuela del maestro Serrano El Carro del Sol”.

Esta breve noticia dice mucho. Nos habla de “costumbre inmemorial” refiriéndose, queda claro, a los Mayos “populares”. Nos habla de modernidad cuando cita a los músicos profesionales (Cervera, Pérez Sánchez) y a poetas emergentes (Fons, Altabella). Y ya desde esa primera nota de prensa vemos como otros aprovechan la música del momento (El Carro del Sol, José Serrano, 1911) para manifestar sus sentimientos a las jóvenes locales. Una moda que dura ochenta años puede considerarse tradición, no hay duda, y el arraigo conseguido se demuestra en esa “adulteración” de la costumbre original que supone repetir las rondallas de Mayos, de vez en cuando, denominándolas Junios o Julios.

Los Mayos que hoy les presentamos, aun con un esquema similar, representan una extensa muestra de la labor creativa de Mariano Pérez Sánchez como compositor y de su colaboración con los más importantes poetas requenenses de su generación. Aunque no podemos afirmarlo con certeza, nuestra opinión es que los Mayos cuyas letras indicamos como anónimas, bien pueden ser también de algunos de los poetas que se citan.

Las rondallas de Pérez Sánchez localizadas abarcan un periodo que va desde 1916, cuando es director de la Sociedad Artístico-Musical Requenense, hasta 1932, en que cesa como director de la Banda Municipal de Requena (los “Pistoleros”) y pasa a residir en Valencia hasta su muerte en 1946.

LEJOS DE TI (Pensando en ti) (Habanera, finales del s. XIX)

Rafael Bernabéu López dotó a su Rondalla y Coros de Requena de un enorme archivo musical para el que arregló múltiples temas de zarzuela, canciones populares y composiciones originales de su propia inspiración. Además de esto, no olvidó recuperar e interpretar temas de compositores locales cuya música llevó a todos aquellos conciertos que realizaron por gran parte de España. Temas de Cervera, Sosa y, desde luego, Pérez Sánchez, fueron básicos en el repertorio de la recordada agrupación musical.

“Lejos de ti” es una habanera original para voz y piano. Bernabéu realizó un arreglo para coro y rondalla, modificando el título por el de “Pensando en ti”, que tal vez juzgó más llamativo. El arreglo está hecho de tal manera que es posible interpretarlo con y sin voces. Esta tarde escucharemos la versión instrumental de la habanera.

Marcial García Ballesteros (Biógrafo de Mariano Pérez Sánchez)

LETRAS DE LAS RONDALLAS

MAYOS de 1916

A cantar tus gracias mil venimos con alegría,

en pos de una melodía que por ti surgió de Abril.

Y en el canto celestial que tu honor nos ha inspirado,

hoy que Mayo ya ha llegado, va una nota primordial.

El canto sonoro que Mayo te ofrece, a ti se aparece pidiendo atención.

En él hoy suspira la humilde canción, y alegre suspira por ti un corazón.

Tus cabellos son trenzas de oro que han teñido un precioso color

y demuestra que es rico tesoro de gloria, ventura y amor.

En la frente tan casta y tan pura donde guardas tu grata ilusión, se contempla una gloria futura

que defiendes con vivo tesón.

Y abriga una idea según muestra así, que aquel que la lea se muere por ti.

Al ídolo santo que guardas allí,

humildes en tanto, cantamos aquí.

Tus miradas sencillas y amables, creadoras de firme pasión,

han creado unas notas loables

que vibran con dulce expresión.

En tus labios rosados y hermosos, la natura sus flores creó,

y al romper sus capullos gloriosos, con perlas preciosas tu llanto premió.

A cantar tus gracias mil, venimos con alegría,

en pos de una melodía que por ti surgió de Abril.

Si, de Abril.

MAYOS de 1917

En tu puerta, niña hermosa,

con la voz clara y gentil, te han llamado reina y rosa

todas las flores de Abril.

Y saludamos, en tanto,

a la flor de tu ilusión, que es la vida del encanto

en alas del corazón.

Despierta, niña, que tus albores

el sueño arrulla con frenesí; el canto suave de mis amores

en esta noche vive por ti.

De Mayo quiere llegar triunfante aquella aurora que brilla más,

pero es el alba de luz radiante esas miradas que tú nos das.

Llega ya la luz del día y estampa en tu puerta un beso

mientras duermes, prenda mía, el sueño de tu embeleso.

Sin notar dicha y ventura de este beso embriagador,

sigues durmiendo tan pura como el ángel soñador.

Es el conjunto de tus encantos de primavera la realidad,

porque ni en Mayo, con goces tantos puede encontrarse tanta bondad.

Las rosas nacen en la pradera vertiendo aroma de juventud y por corona, en tu cabellera,

brotan las flores de la virtud.

Dispensa paloma, prenda adorada,

que el alba se acerca

con la aurora en pos.

Y las dulces notas de nuestra alborada,

de ti se despiden

con el triste adiós. Adiós, adiós.

SALUTACIÓN A MAYO

Despierta hermosa que la alborada con luz rosada avanza ya,

y aquí a tus rejas, tu trovador,

su inmenso amor cantando está.

Escucha el canto del Mayo mío, en él te envío mi frenesí; ojalá sea para ti grata

la serenata que entono aquí.

Si tanta dicha puedes brindarme,

al escucharme pon atención, óyeme atenta con alegría la melodía de mi pasión.

Si hasta el lecho de ilusiones

en que bella te reclinas con las auras matutinas llega pasional canción.

No es el canto de la alondra el que pasa tus cristales, son las notas musicales de mi amante corazón.

Son cual claveles tus labios rojos, tus negros ojos mi encanto son,

tu tez brillante y alabastrina de venusina nacaración.

Cual fulgurante aureola de esplendorosos destellos son los dorados cabellos

que adornan tu esbelto ser.

Tus hechizos el querube, tu mirada lisonjera

y tu talle de palmera nos invitan a querer.

Adiós, hermosa, por fin te dejo, pues ya me alejo como el Abril.

Mayo ha nacido con lindas flores, ricos fragores tiene el pensil.

DE MAYO LA CANCIÓN

De Mayo la canción

escucha sus albores que suplicando amores

nace del corazón.

Escucha al trovador que postrado de hinojos

quiere ver el candor de tus divinos ojos.

Despierta la sonata de tu rendido amante, que la luz de la luna

eclipse tu semblante.

Deja que la ilusión, con sus primeras flores

de juvenil pasión,

despierte los amores.

Que es noche deliciosa que convida a cantar

la alegre primavera que pronto ha de pasar.

Dulce esperanza mía,

dulce esperanza mía, hermosa criatura

que siempre he de querer.

Quien fuera en esta hora de tu lecho la almohada donde estás reclinada,

angelical mujer.

Adorada chiquilla,

adorada chiquilla, cuando oigas que se aleja

la rondalla de aquí,

oirás que el eco

deja notas de mi lamento, que yo no estoy contento

si no estoy junto a ti.

MAYOS de 1920

Ya ha venido Mayo cubierto de flores,

bienvenido sea

pues nos trae amores.

A las mayas cantando los mayos su amor,

en trono de azahares y rosas en flor.

A ti que eres mi ilusión

canto mi copla primera y en ella va la pasión

del que amoroso te espera.

Nena de cara morena, asómate a la ventana, mira que si tú no sales

no lucirá el sol mañana.

Aunque la luz de la luna rasgó de la noche el velo,

falta la luz de tus ojos

que son luceros del cielo.

No tardes que volandera, como bendición de Dios,

pasará la primavera que hoy nos sonríe a los dos.

Despierta y sal que te vea

al entonar mi canción, considera que te aguarda

mi rendido corazón.

Niña de las trenzas de oro,

reina de la serranía, no sabes lo que te adoro

ilusión del alma mía.

Con el querer que te quiero te querré toda la vida,

porque queriendo se quiere lo que el querer nunca olvida.

Adiós, maya de ojos claros

como alegre amanecer, quiérote con tanta fuerza

que al fin te has de convencer.

LEYENDA DE MAYO

Bajo los pesares de los desencantos,

gemía una joven

quejas de dolor, mientras que las aves

a Mayo los cantos entonan alegres

con himnos de amor.

No llores tú, hermosa, olvida el perjurio

y seca tus ojos del amargo llanto.

Renazca en tu pecho

la dulce esperanza, no llores, que sufro. ¡Te quiero yo tanto!

Ya sobre las cumbres el alba aparece,

del sol, los reflejos la tierra dorando,

esfuman del cielo las sombras tristonas.

Nació el nuevo día

y aún estoy cantando.

Vuélvete a la vida que bañada en oro

florece en rosales, nardos y azucenas.

Mira las palomas,

batiendo sus alas, amarse en la torre gozosas sin penas.

Quiero de tus labios,

dulces mariposas, ver brotar la risa de la juventud.

Lucir en tus senos que mece el aliento, capullos bermejos,

rosales en flor.

CANCIÓN DE PRIMAVERA

Despierta, hermosa, despierta,

deja el lecho sin demora, que un trovador que te adora

viene a decirte su amor.

Pues la Primavera hermosa nos brinda brisas serenas

y la sangre arde en las venas con calor abrasador.

La brisa trae mil perfumes, las alondras sus arrullos y explotan bellos capullos

al beso primaveral.

Y en el prado rumoroso canta el agua cristalina una canción peregrina de dulzura angelical.

Tú eres bella

cual las rosas olorosas, ¡oh, mujer!

Dulce prenda idolatrada, reina amada

de mi ser.

Son tus labios amapolas y tu cuello de azahar,

y tu pecho de azucenas y de diosa tu mirar.

Tu mirada, vida mía, me enloquece de pasión,

pues tus ojos soñadores son luceros de ilusión.

Ya me voy, prenda querida, vuelve a tu lecho a soñar y no te olvides, mi vida,

de mi amor, al despertar.

Pues te adoro con exceso y he de darte con mi amor en cada caricia un beso, en cada beso una flor.

P R O G R A M A

Primera Parte

LOS TROVADORES Serenata Romántica para Rondalla (1946) (estreno) (1)

MAYOS de 1916 Rondalla de “Mayos” (letra: Enrique Altabella Gisbert, 1916) (1)

MAYOS de 1917 Rondalla de “Mayos” (letra: Enrique Altabella Gisbert, 1917) (2)

SALUTACIÓN A MAYO Rondalla de “Mayos” (letra anónima, sin fecha) (2)

DE MAYO LA CANCIÓN Rondalla de “Mayos” (letra anónima, sin fecha) (2)

Segunda Parte

LEJOS DE TI (Pensando en ti) Habanera (Versión instrumental, h. 1893/95) (3)

MAYOS de 1920 Rondalla de “Mayos” (letra: Nicolás Agut y Sastre, 1920) (1)

RONDALLA de 1929 Rondalla de “Junios” (Versión instrumental, 1929) (4)

LEYENDA DE MAYO Rondalla de “Mayos” (letra: Nicolás Agut y Sastre, sin fecha) (2)

RONDALLA de 1932 “Canción de Primavera”

Rondalla (letra: Manuel Ferrer Montés, 1932) (2)

(1) Adaptación de Francisco Martínez Martínez (2016)

(2) Adaptación de Antonio Comeche (1995)

(3) Adaptación de Rafael Bernabéu López

(4) Adaptación de Antonio Zahonero Navarro (1995)